Download - Novena al p. carboni
INTRODUCCIÓNEn la homilía de la Misa de Cuerpo presente celebrada en la Parroquia Santa Rosa de Lima, el Pbro. Enrique Lavagnino destacó que “veíamos a través del Padre Carboni a Jesús”.
A Jesús que dice: “He aquí que vengo a hacer no mi voluntad, sino la voluntad del Padre
Celestial”.
A Jesús de noche en la oración de Dios.
A Jesús, amando y evangelizando a los pobres, amando y asistiendo a los enfermos.
A Jesús recorriendo pueblos y ciudades anunciando el Reino.
A Jesús combatiendo y desenmascarando hipócritas y fariseos.
A Jesús, manso y humilde de corazón.
A Jesús, de frases enérgicas que viene a traer fuego a la tierra.
A Jesús de quien dijo el Profeta “el celo de tu casa me devora”.
A Jesús reuniendo y sufriendo a apóstoles y discípulos.
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O
RACIÓN
(Signo) Dice el Padre Lavagnino:
“Ser sacerdote es ser “Alter Christus”. ¡Otro Cristo!
Vimos en el P. Carboni a Jesús que dice: He aquí que vengo a hacer
no mi voluntad, sino la voluntad del Padre Celestial”.
Escuchamos las palabras que Mons. Plaza, Arzobispo de La Plata dijo antes sus restos:
“Tuve oportunidad de asomarme a su alma y vislumbrar en ella la obra de la gracia de su sacerdocio:… admiré la extensión de sus ansias de apóstol;… contemplé la profundidad de su virtud;… vi mezclada la intrepidez del héroe y la sencillez evangélica del niño… saboreé caridad de sus labios, palabras de sabiduría celestial;… y escuché razonamientos de prudencia.
Pero en el fondo de todo, estaba siempre su sacerdocio que ofrecía a Dios, el Verbo de Dios:
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Te damos gracias, Señor Jesús, porque nos diste en el Padre Carboni, un signo de tu presencia entre nosotros.
(Todos): ¡Gracias, gracias, gracias, Señor!
“Padre he aquí que vengo para hacer tu voluntad”… “Todo se ha cumplido”.En estas frases se realiza el Sacerdocio de Cristo.
El principio de cada día y el final de cada jornada del Padre Carboni, tuvo en estas frases de la Escritura Santa, el marco en que se movió el ofrecimiento del sacrificio.”
(Después de un momento de reflexión, rezamos el Padre nuestro)
Señor Jesús, rogamos confiadamente a nuestro Padre de los cielos, con las palabras que vos mismo nos enseñaste:
Padre nuestro…
Confiando plenamente en la protección de la Virgen María, Madre de Jesús y Madre nuestra, le rezamos:
Dios te salve, María…Introducción y oración como el primer día
(Signo) Dice el Padre Lavagnino:
“Ser sacerdote es ser Alter Christus. ¡Otro Cristo”
Vimos en el Padre Carboni, a Jesús de noche en la oración de
Dios”
Escuchamos las palabras de Mons. Zazpe:
“La calidad de su Fe se alimentaba en una oración constante, larga, admirable, en la lectura asidua de los Santos Padres y los maestros de la espiritualidad.”“Lo encontrábamos en oración al entrar en la Iglesia antes del amanecer, en horas tempranas de la tarde y sobre todo al filo de la medianoche”.
Y el Prof. Zuretti comenta:
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ORACIÓNDios, Padre nuestro, escucha la oración de éstos, tus hijos que esperan en vos. Fortalece nuestra fe, ayúdanos a no perder jamás la esperanza y que el amor sea siempre el móvil de nuestra vida. Que respondamos siempre ¡hágase tu voluntad! como lo supo hacer el Padre Carboni y que, como él sepamos dar a conocer la Vida, la Palabra y el estilo de vida propuesto por Jesús. Y animados por el testimonio del Padre Carboni, nos atrevemos a pedirle, que, por su intercesión nos protejas, nos des las fuerzas necesarias para caminar por este camino de la Cruz y si es tu voluntad sana a ……………………………………………………………………………………………………………………………………….…. que en estos momentos sufre mucho. Amén
“por la mañana, antes de que amaneciera, Jesús se levantó, salió y fue a un lugar desierto; allí estuvo orando”.Jesús oraba sin cesar. En su oración sacerdotal reza especialmente por sus discípulos y por todos los que creen en Él:
“Manifesté tu nombre a los que separaste del mundo para confiármelos. Eran tuyos y me los diste y ellos fueron fieles a tu Palabra. Y ahora saben que todo lo que me has dado viene de Ti, porque les comuniqué las palabras que Tú me diste: ellos han reconocido verdaderamente que yo salí de Ti, y han creído que Tú me enviaste…”
“Cuida en tu Nombre a aquellos que me diste, para que sean uno…”
“No ruego solamente por ellos, sino también por los que, gracias a su palabra, creerán en mí”
“Cuántas veces llegué después de las 10 de la noche y lo encontré de rodillas apoyado en el comulgatorio, terminando su lectura”
El Evangelio de Marcos (1,35) nos relata que
(Juan 17,6-8. 11 y 20)
Después de un momento de reflexión se continúa como en el primer día.Introducción y oración como el primer día
(Signo) Dice el Padre Lavagnino:
“Ser sacerdote es ser Alter Christus. ¡Otro Cristo!”
Vimos en el Padre Carboni, a Jesús amando y evangelizando a
los pobres, amando y asistiendo a los enfermos”.
Mons. Zazpe nos dice:
“amó sobre todo a la Iglesia de los sencillos, de los niños, de los pobres, de los
enfermos, de los viejitos, de los conventillos y de las barriadas porteñas…
No podrán contarse jamás los pobres y las familias por él socorridas”.
En el Evangelio de Lucas 4,17-19 leemos:
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“En aquel tiempo “le presentaron a Jesús el libro del Profeta Isaías ya abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:
El Espíritu de l Señor está sobre mí,
porque me ha consagrado por la unción.
Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres,
a anunciar la liberación a los cautivos
y la vista a los ciegos, a dar libertad a los oprimidos
y proclamar un año de gracia del Señor.”
Después de un momento de reflexión se continúa como en el primer día.
Introducción y oración como el primer día
(Signo) Dice el Padre Lavagnino:
“Ser sacerdote es ser Alter Christus. ¡Otro Cristo”
Vimos en el Padre Carboni, a Jesús recorriendo pueblos y
ciudades anunciando el Reino”
Mons. Lorenzo atestigua:
“Era un hombre que se movía por un fuego avasallador que lo consumía… Era un
sacerdote que llevaba el ardor de la Palabra de Dios a través de misiones y trasmitía
esa Palabra con tanto fuego y vehemencia que conmovía corazones y su figura
quedaba grabada en cualquiera que lo escuchaba. Recorría todos los barrios de
Buenos Aires, incluso viajaba al interior”.
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San Lucas en su Evangelio relata:
Después de un momento de reflexión se continúa como en el primer día.
Introducción y oración como el primer día
(Signo) Dice el Padre Lavagnino:
“Ser sacerdote es ser Alter Christus. ¡Otro Cristo”
Vimos en el Padre Carboni, a Jesús combatiendo
y desenmascarando a hipócritas y fariseos.”
Mons. Zazpe escribe:
“Al periódico (Renovador) se añadieron jornadas públicas en ciertas parroquias par
defender aspectos fundamentales de la doctrina de la Iglesia o la actuación de ésta en
aquellas circunstancias.
La actitud insolente de los espiritistas –con carteles “Cristo no es Dios”- encontró un
adversario sin matices que llegó en algunas ocasiones a las bombas de alquitrán y a fugas
cinematográficas de persecución policial.
Creó -¡santo fuego misionero!- equipos de predicación callejera que bajo el título “La voz
Católica” se presentaba en plazas y calles.”
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“Cuando amaneció, Jesús salió y se fue a un lugar
desierto. L multitud comenzó a buscarlo y cuando lo
encontraron, querían retenerlo para que no se alejara
de ellos. Pero él les dijo: “También a otras ciudades
debo anunciar la Buena Noticia del reino de Dios,
porque para eso he sido enviado”. Y predicaba en las
sinagogas de toda Judea.”(Lc 4,42-44)
“¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran
a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entran ustedes, ni
dejan entrar a los que quisieran. ¡Ay de ustedes escribas y
fariseos hipócritas que recorren mar y tierra para
conseguir un prosélito y cuando lo han conseguido lo
hacen dos veces más digno de la Gehena que ustedes!
¡Ay de ustedes, guías ciegos, que dicen: “si se jura por el
santuario, el juramento no vale; pero si se jura por el oro
del santuario, entonces sí que vale!...”
“Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.”
Leemos en el Evangelio de Mateo (23,13ss):
Después de un momento de reflexión se continúa como en el primer día.Introducción y oración como el primer día
(Signo) Dice el Padre Lavagnino:
“Ser sacerdote es ser Alter Christus. ¡Otro Cristo”
Vimos en el Padre Carboni a Jesús, manso y humilde de
corazón”
En los escritos de Mons. Zazpe leemos:
“Era necesario conocerlo en la cotidianidad de la vida parroquial par descubrir otros
aspectos de su rica personalidad, que parecían imposibles de integrar a la imagen
pública de luchador. Tenía una asombrosa mansedumbre que en ciertas ocasiones
llegaba a lo heroico. Lo mismo podría afirmarse de su paciencia.”
Leemos en Mateo 11,28-30:
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Después de un momento de reflexión se continúa como en el primer día.
Introducción y oración como el primer día
(Signo) Dice el Padre Lavagnino:
“Ser sacerdote es ser Alter Christus. ¡Otro Cristo”
Vimos en el Padre Carboni a Jesús, de frases enérgicas que
viene a traer fuego a la tierra y que dijo: no vine a traer la
paz sino la guerra.”
Comenta Mons. Lorenzo en sus escritos:
“Era un hombre que se movía por un fuego avasallador que lo consumía. Era un
sacerdote que llevaba el ardor de la Palabra de Dios a través de las misiones y
trasmitía esa Palabra con tanto fuego y vehemencia que conmovía corazones y su
figura quedaba grabada en cualquiera que lo escuchaba.”
Y agrega Mons. Zazpe:
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“En uno de sus viajes a nuestro país, Don Orione le encomendó el confesionario de
sus novicios y al describirlo dijo con sorprendente exactitud: “Este es un hombre de
fuego.”
Leemos en el Evangelio de Lucas (12,49; 51-53)
Después de un momento de reflexión se continúa como en el primer día.
Introducción y oración como el primer día
(Signo) Dice el Padre Lavagnino
“Ser sacerdote es ser Alter Christus. ¡Otro Cristo”
“Vimos en el Padre Carboni a Jesús, de quien dijo el Profeta:
el celo por tu casa me devora”
Mons. Lorenzo nos habla del celo infatigable del Padre Carboni:
“Y en Semana Santa, en el punto álgido de sus padecimientos, después de haber predicado
todas las largas y emotivas ceremonias del Viernes Santo, extenuado, no sólo encendió su
palabra apasionada y enérgica en su Parroquia, sino que, devorado por celo infatigable,
arrecia contra males contemporáneos desde el púlpito de una Parroquia a la que quiso llevar
la voz que nadie creería que brotara de un corazón sacerdotal sensible. ¿¡Quién no ve que
era hombre de Dios!?...”
Leemos en el Evangelio de Juan (2,13-17)
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“Yo he venido a traer fuego sobre la tierra ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo! ¿Piensan ustedes que he venido a traer paz a la tierra? No, les digo que he venido a traer a traer la división. De ahora en adelante, cinco miembros de una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre…”
Después de un momento de reflexión se continúa como en el primer día.
Introducción y oración como el primer día
(Signo) Dice el Padre Lavagnino:
”Ser sacerdote es ser Alter Christus. ¡Otro Cristo”
Vimos en el Padre Carboni a Jesús, reuniendo y sufriendo a
apóstoles y discípulos y sufriéndolos con paciencia inalterable.”
Muchos son los testimonios que dan cuenta de cómo el Padre Carboni reunió en su Parroquia a sacerdotes, religiosas y laicos:
“era proverbial la comunidad sacerdotal de Santa Rosa”… “¿No figura aún en la
memoria de muchos la escena de la mesa frugal servida en el viejo comedor del
primer piso, a cuyo alrededor se sentaba el Padre Carboni, dos o tres tenientes y otros
sacerdotes que vivían en Santa Rosa? ¿Cuántos escucharon allí las reflexiones
paternales del párroco? ¿Cuántos se sintieron reconfortados e impulsados por su
ejemplo y su palabra?”
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“Se acercaba la Pascua de los judíos, Jesús subió a Jerusalén y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas. Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas y dijo a los vendedores de palomas: “saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio”. Y sus discípulos recordaron las palabras de la escritura:
El celo por tu casa me consumirá.”
“Todos hemos llorado porque hemos perdido a un apóstol. Pero la Providencia
nos ha regalado un nuevo intercesor. Y a medida que avanzamos en nuestra
pretendida descripción tenemos mayor sentido de lo que era su persona. Es que
el Padre Carboni fue una existencia con proyección de eternidad, sólo posible
de encerrar en el abrazo amoroso del Padre.”
Y otro tanto ocurría en las decenas de reuniones de hombres, de mujeres, de jóvenes,
que poblaban los salones de la Parroquia a lo largo de la semana y que nunca vieron
el desaliento pintado en el rostro de aquel párroco ejemplar.”
(Testimonio de José Ignacio López)
Pero también sufrió: “Algunos sacerdotes designados por la autoridad eclesiástica para colaborar en el
ministerio parroquial pusieron a prueba su inalterable mansedumbre”
(Mons. Zazpe)
Leemos en el Evangelio según San Lucas:
Y Jesús sufrió la negación de Pedro y la traición de Judas
Después de un momento de reflexión se continúa como en el primer día.
Concluimos esta novena con las palabras de José Ignacio López, periodista, feligrés de la Parroquia Santa Rosa de Lima:
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“En esos días, Jesús se retiró a una montaña para orar,
y pasó toda la noche en oración con Dios. Cuando se
hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de
ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles.” (6,12-13)
Y más adelante continúa:
“Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos
de sus discípulos y una gran muchedumbre…” (6,17)
En Lucas 22,61: “El Señor, dándose vuelta, miró a Pedro…”
En Juan 13,20-21: “Les aseguro que el que reciba al que yo envié, me recibe
a mí, y el que me recibe, recibe al que me envió. Después de decir esto se
estremeció y manifestó claramente: “Les aseguro que uno de ustedes me
entregará.”
Con estos sentimientos nos atrevemos a decir la plegaria que el Padre Montero, párroco de Moreno, rezó ante sus restos:
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Padre Carboni: Tú que fuiste maestro de sacerdotes y de párrocos; que viviste
tan profundamente tu sacerdocio; que fuiste gigante del sacerdocio y párroco
gigante… alcánzanos a los que somos apenas minúsculos pigmeos, la gracia
de imitar un poco tu vida; de seguir de lejos siquiera, tu espíritu, tu actuación,
tu sacerdocio, para que podamos participar también siquiera a la distancia,
de tu gloria en el cielo, ya que en la Casa del Padre hay muchas moradas:
para los grandes y para los pequeños, para los maestros y para los
aprendices. Así sea.
Reseña biográfica del Pbro. Rodolfo Carboni
El 17 de noviembre de 1896 nació en Buenos Aires Rodolfo Carboni.
Sintió el llamado de Dios durante sus estudios universitarios en la Facultad de Derecho.
En 1920 ingresó al Seminario Metropolitano y fue ordenado el 11 de Octubre de 1925. En Roma se doctoró en Derecho Canónico.
Su primera experiencia sacerdotal fue como Vicario en la Parroquia de San Vicente en el barrio de Mataderos.
Nombrado párroco en la Sagrada Familia del barrio de Saavedra, concibió la idea de fundar una Congregación Religiosa al servicio de la Parroquia.
En 1933, siendo párroco de San Lorenzo funda
las Auxiliares Parroquiales de Santa María.
Y en 1937, hasta su muerte acaecida en 1960, estuvo al frente de la Parroquia Santa Rosa de Lima.
Fue asesor de la AJAC (Juventud de Acción Católica) durante muchos años y asesor de los Círculos Católicos de Obreros, expresión de su sentido de justicia Social.
Su vida sacerdotal fue testimonial:
Amor absoluto a Dios
Amor a su Iglesia
Amor a los pobres
Ardor y lucha en la presentación del Evangelio