Lignum Crucis — Archicofradía Santa Vera Cruz y Hermandad Santo Entierro
Celebración de la Inmaculada Concepción, Patrona de
España: 8 de diciembre, a las 19 horas en la Parroquia de La
Encarnación.
Acto Penitencial: 14 de diciembre, a las 19:30 horas, en la
Parroquia de la Encarnación.
Misa del Gallo: 25 de diciembre, a las 00:00 horas, en la Pa-
rroquia de la Encarnación.
Misa de Navidad: 25 de diciembre, a las 19:00 horas, en la
Parroquia de la Encarnación.
Misa de la Juventud Cofrade: 27 de diciembre, a las 20:00
horas, en el Templo del Salvador.
Misa de la Epifanía del Señor: 6 de enero, en la Parroquia de
la Encarnación.
Presentación del cartel de Semana Santa 2017: 19 de enero,
hora por confirmar, en el Salón de Actos de la Casa de la Cul-
tura.
Agenda
Nuestro nuevo trono encara ya su segunda fase de realización donde se va a trabajar en la parte supe-
rior de la urna. La fase de esta actuación, que será acometida por Manuel Oliva, es la marcada en rojo
en el boceto y estará completada para nuestra próxima Estación de Penitencia en la Semana Santa de
2017. En esta segunda fase se incluye la primera figura de la más de una veintena que componen el
discurso iconográfico del trono, situado en la parte superior de la urna: el Cordero.
La tradición de este símbolo remite al Éxodo, con ocasión de la última plaga infligida a los egipcios. En las instrucciones de Dios
a Moisés se instauró el sacrificio de un cordero sin mancha, macho, de un año, por cada familia, pintando con su sangre el dintel
y las jambas de las puertas de las casas. Este era el inicio de la Pascua, que ha sido considerada una prefiguración del sacrificio de
Cristo, cuya entrega nos redime e instaura una nueva Pascua, la que recordamos a través de la Eucaristía. Se trata de un símbolo
triunfal, de la entrega de Cristo pero también de la derrota de la muerte, del pecado. Por ello, se sitúa en la parte superior de la
urna, en el punto más elevado, dada su relación con toda la iconografía de nuestra Archicofradía.
“El cordero pascual, a quien se le da muerte por cada hogar israelita en la fiesta anual recurrente del Pésaj, era un tipo particular
del Cordero de Dios a quien en su debido momento se le daría muerte por los pecados del mundo. La crucifixión de Cristo se
llevó a cabo por la época de la Pascua; y la consumación del Sacrificio supremo, de los cuales los corderos pascuales han sido
prototipos menores, hizo que el apóstol Pablo afirme tiempo después lo siguiente: ‘porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue
sacrificada por nosotros’” (Talmage, J. E. [1922] Jesús el Cristo. Ciudad del Lago Salado: Deseret, pp. 46-47).
Segunda fase del nuevo trono
Nº 2 Navidad del año 2016
Boletín informativo de la Primitiva Archicofradía de la Santa Vera Cruz y Real Hermandad del Santo Entierro
Lignum Crucis — Archicofradía Santa Vera Cruz y Hermandad Santo Entierro
El Escudo Oficial y Corporativo de nuestra Archicofradía y
Hermandad de Penitencia lleva la Corona Real. Se trata de la
misma corona que hay en nuestro Escudo de España. Un es-
cudo cerrado, que es un círculo de oro, engastado de piedras
preciosas, compuesta de ocho florones de hojas de acanto,
siendo visibles cinco, interpoladas de perlas y de cuyas hojas
salen sendas diademas sumadas de perlas, que convergen en
el mundo de azur o azul, con el semimeridiano y el ecuador
en oro, sumado de cruz de oro; la corona se presenta forrada
de gules o rojo.
La corona de nuestro Escudo representa el distintivo regio
por el que S.M. el Rey D. Juan Carlos I accedió a la petición,
que nuestra Archicofradía y Hermandad de Penitencia le for-
muló, de ser Hermano Mayor Honorario; según documento
de 17 de marzo de 2011, y firmado y sellado por el Jefe de la
Casa Real de S.M. el Rey.
Te hemos contado...
En la vida cristiana se nos han presentado modelos a seguir
hacia la santidad. Queremos recordar aquí a algunos de estos
testigos que hoy nos guían desde el Cielo y nos iluminan con
su ejemplo de vida.
San Ambrosio: doctor de la Iglesia y obispo que supo encau-
zar el renacer de la Iglesia tras los oscuros y duros años de
persecución romana. Entregado a la comunidad como un
auténtico pastor, nunca dejó de ejercer la caridad ni de defen-
der la libertad de la Iglesia.
San Juan de la Cruz: doctor de la Iglesia que emprendió por
consejo de santa Teresa la reforma de la Orden de los Carme-
litos. Lo recordamos el 14 de diciembre y es considerado el
patrono de los poetas, dado que es una de las cum-
bres de la poesía mística cristiana, siendo también
un modelo vital y reflexivo.
San Esteban: el protomártir a quien recordamos el
26 de diciembre fue uno de los primeros diáconos
elegidos por los apóstoles y el primero en derramar su sangre
por dar testimonio de Cristo. Un testigo del Evangelio que fue
perseguido hasta la muerte.
Santa María, Madre de Dios: la solemnidad de la Materni-
dad divina de María tiene su lugar en el primer día del año
nuevo, el 1 de enero. En ella residió el Verbo encarnado tras
su entrega absoluta a Dios y es el gran modelo de santidad.
Cabe recordar también a otros
santos como San David, celebra-
do el 29 de diciembre, rey y pro-
feta bíblico, en cuya descenden-
cia encontramos a Jesucristo, o
Santo Tomas Becket, recordado
también el 29 de diciembre, obis-
po y mártir que fue perseguido
por Enrique II y aceptó la muerte
en el nombre de Jesús y por la
Iglesia.
Testigos de la Fe
Y nació de Santa María Virgen
En Jesús de Nazaret, Dios ha decidi-
do de una vez para siempre ser hom-
bre con todas sus consecuencias. La
vida de Dios no discurre al margen de
la humanidad, no nos crea y se desen-
tiende de nosotros sino que se ha
puesto en nuestro lugar. Dios ha que-
rido ser para siempre hombre, con
nosotros y para nosotros.
Esto quiere decir que el Creador no ha querido ser solamen-
te fuente y origen de la vida mundana, también ha querido
conocer personalmente cómo es nuestra vida. Y lo ha hecho
a través de Jesucristo de una manera única, insuperable e
irrepetible. En Jesús, Dios vive y se hace presente de una
manera tan total, tan inmediata y personal, que de este hom-
bre no podemos decir solamente que es "imagen de Dios"
como nosotros. En este caso es "Hijo de Dios". Es decir, es
Dios viviendo nuestra vida humana y compartiendo nuestra
existencia débil, experimentando la alegría y el sufrimiento.
Para los cristianos, este es el acontecimiento decisivo de
toda la historia y por eso tomamos un tiempo, el de Advien-
to, para prepararnos espiritualmente a la llegada de Dios al
mundo. Dios ha querido de verdad ser nuestro hermano, per-
tenecer a la especie humana y ser uno de los nuestros. Pero
Dios no improvisa, y por eso eligió a María. «El Padre de
las misericordias quiso que el consentimiento de la que esta-
ba predestinada a ser la Madre precediera a la Encarnación
para que, así como una mujer contribuyó a la muerte, así
también otra mujer contribuyera a la vida» (LG 56; cf. 61).
¡Creemos!
Lignum Crucis — Archicofradía Santa Vera Cruz y Hermandad Santo Entierro
Muchísimas personas, en la Navidad de 2013, malinterpretaron
las palabras del Papa Benedicto XVI sobre la mula y el buey.
En su obra Jesús de Nazaret, el Papa comienza haciendo alu-
sión a San Agustín, el cual aclara que el pesebre es donde los
animales encuentran su alimento, sin embargo, ahora yace en
el pesebre quien se ha indicado a sí mismo como el verdadero
pan bajado del cielo, como el verdadero alimento que el hom-
bre necesita para ser persona humana. A estas palabras, el San-
to Padre añade que el pesebre hace pensar en los animales, ya
que allí es donde comen. No obstante, en el Evangelio no se
habla de animales en el momento del Nacimiento de Jesús.
Pero la meditación, guiada por la fe, que el Pueblo de Dios,
leyendo el Antiguo y el Nuevo Testamento relacionados entre
sí, ha hecho siempre, ha colmado muy pronto esta laguna, re-
mitiéndose al pasaje de Isaías 1, 3, que dice: «El buey conoce a
su amo, y el asno el pesebre de su dueño; Israel no me conoce,
mi pueblo no comprende.»; y al pasaje de Habacuc 3, 2, que
también dice: «En medio de dos seres vivientes… serás cono-
cido; cuando haya llegado el tiempo aparecerás». Con los dos
seres vivientes se hace referencia a los dos querubines que
adornan la tapa que cubre el Arca de la Alianza, y que, según
el Éxodo (25, 18-20), indican y esconden a la vez la misteriosa
presencia de Dios.
Responso de Difuntos
(Para todos nuestros hermanos cofrades que descansan en el
Señor)
V/. Señor, ten piedad. R/. Señor, ten piedad.
V/. Cristo, ten piedad. R/. Cristo, ten piedad.
V/. Señor, ten piedad. R/. Señor, ten piedad.
Padrenuestro, Ave María y Gloria al Padre…
Oración:
Escucha, Señor, nuestras súplicas y ten misericordia de tus
siervos, para que no sufran castigo por sus pecados, pues
desearon cumplir tu voluntad; y, ya que la verdadera fe los
unió aquí, en la tierra, al pueblo fiel, que tu bondad ahora
los una al coro de los ángeles y elegidos.
Por Jesucristo nuestro Señor. R/. Amén.
V/. Señor, † dales el descanso eterno. R/. Y brille para ellos
la luz perpetua.
V/. Descansen en paz. R/. Amén.
V/. Sus almas y las almas de todos los fieles difuntos, por la
misericordia de
Dios, descansen en paz. R/. Amén.
Requiescat In Pace
Memento
EDITA
Secretaría, Vocalía de Formación y Juventud y Vocalía de Nuevas Tecnologías
de la Primitiva Archicofradía de la Santa Vera Cruz y Real Hermandad del Santo Entierro
veracruzysepulcroalmunecar.wordpress.com
Sabías que... Así pues, el pesebre sería de algún modo el Arca de la
Alianza, en la que Dios, misteriosamente custodiado, está
entre los hombres, y ante la cual ha llegado la hora del co-
nocimiento de Dios para «el buey y el asno», para la huma-
nidad entera. Al conectar Isaías 1, 3, Habacuc 3, 2, Éxodo
25, 18-20 y el pesebre aparecen, por tanto, dos animales
como una representación de la humanidad, de por sí des-
provista de entendimiento, pero que ante el Niño-Dios,
manifestado en un pobre portal, alcanzan el verdadero co-
nocimiento.
Benedicto XVI concluye diciendo que la iconografía cris-
tiana ha captado ya muy pronto este motivo y que es por
ello por lo que jamás se ha de renunciar a un Belén donde
falten las figuras de la mula y el buey o del buey y el asno.