MOVIMIENTO
FUNDAMENTACIÓN ANATOMO-FISIOLÓGICA
(Lic. Juan Manuel Elizalde)
“La vida vegetativa y la vida de relación reposan sobre la interacción de las funciones
más específicas de la sensibilidad y de la motricidad.” (1)
La función de la sensibilidad, es la toma de información periférica y su posterior
transmisión hacia el sistema nervioso central (SNC); este transporte se realiza como
influjos nerviosos (IN) recogidos por órganos especializados en la recepción de
información (externo-interna), receptores sensitivos y esta transmisión se conoce como
aferencias.
Por otro lado, la función de la motricidad, es la de crear el impulso nerviosos (IN) a
nivel del SNC, su transmisión a los músculos efectores (eferencia) y la puesta en
marcha del movimiento (efección).
La unidad funcional del sistema nervioso es la neurona, cuya unción es engendrar o
transmitir impulsos nerviosos (cambios electro-químicos que se propagan a lo largo de
la fibra durante la estimulación) y siendo, dentro de sus elementos constituyentes el
axón, o fibra nerviosa, un elemento que merece especial atención 1. Dicha deferencia,
se debe a que la maduración del SN y, por tal motivo, la evolución del movimiento
humano, se relaciona con un fenómeno denominado mielogénesis o mielinización.
Este proceso al paulatino recubrimiento del axón por mielina (sustancia grasa que es
componente esencial de la vaina que rodea y aísla el axón de algunas células nerviosas2)
que, al aislar la fibra, facilita la transmisión del influjo nervioso, aumentando la
velocidad de conducción ; representa un factor esencial en la maduración funcional del
sistema nervioso y continúa varios años luego del nacimiento.
Además, los axones que conforman los nervios raquídeos están recubiertos por la vaina
de Schwann.
“Todas las células están presentes en el nacimiento …, pero no asumen todavía sus
funciones. Su evolución lenta se traduce por una multiplicación de las dendritas que
aumenta los contactos interneuronales y por la mielinización de gran parte de sus
axones; está asociada al control voluntario progresivo de las acciones motrices.” (2)
“La maduración de las neuronas se produce por el crecimiento y alargamiento del axón,
la multiplicación de las dendritas y sus ramificaciones, la diferenciación bioquímica de
los transmisores y de los receptores, la formación de las conexiones sinápticas con otras
neuronas.” (2)
Es importante destacar que la mielinización representa el criterio morfológico más
visible de la maduración; que tiene un orden temporal y espacial, apareciendo distintas
áreas de mielinización, como ser, primero el área motriz, luego la somestésica, continúa
1 NOTA: para más información remitirse a la bibliografía recomendada o cualquier otro material de
anatomía y/o fisiología. 2 Diccionario Médico Ilustrado de Melloni.
la visual y más tarde la auditiva. También se debe señalar que, las áreas terminales
corresponden a las diferentes áreas de asociación de los lóbulos parietal, temporal y
frontal, cuyo proceso de maduración continúa los primeros años de vida.
Otra característica del proceso de mielinización es que, en las capas corticales, va desde
el interior al exterior, en forma centrífuga; las células piramidales (responsables de la
motricidad) se desarrollan más a prisa que las estriadas (que intervienen en la
sensibilidad), lo que podría explicar el hecho de que el niño efectúe más actividades que
las que puede controlar.
A modo de conclusión parcial, “el desarrollo del sistema nervioso se traduce por las
modificaciones anatómicas secuenciales y ordenadas, asociadas a la organización de los
modelos de comportamiento que constituyen las relaciones dinámicas individuo –
entorno.” (2)
Los cuerpo de las neuronas son constituyentes de la sustancia gris del cerebelo, del
cerebro y de la médula espinal (colocada en el canal vertebral y emite 31 pares de series
raquídeas, fibras aferentes y eferentes, que se prolongan por todas partes del cuerpo).
Los axones, por su parte conforman la sustancia blanca y los nervios.
En el cerebro, la disposición de la sustancia gris es conformando el cortex (0,5
centímetros de espesor) y blanca el interior.
El influjo nerviosos termina en el músculo y es transmitido a este último a través de una
unión fibra-músculo llamada placa motriz.
El SN está constituido por el cerebro propiamente dicho (dividido en dos hemisferios y
núcleos centrales o cuerpos opto-estriados), el tronco cerebral, el cerebelo y la médula
(sistema nervioso central), los nervios craneales y espinales (sistema nervioso
periférico) y el sistema nervios autónomo, “porción del sistema nervioso que inerva los
músculos estriados del corazón y los músculos lisos y glándulas del organismo; se
divide en simpático ((toracolumbar) y sistema parasimpático (craneosacro).” (3)
El sistema nervioso central tiene como funciones primarias la de integrar y modificar
(de ser necesario) los estímulos recibidos, ejecutar movimientos motores, acumular
información (memoria) y generar pensamientos e ideas.
Funciones:
Excitabilidad; estimulación proveniente de una señal de un receptor (oído
interno estimulado por onda sonora).
Conducción; el estímulo o señal es transmitido a través de las fibras nerviosas el
SNC sensorial o a partir del SNC motor.
Integración y regulación; numerosos estímulos o señales son recibidos,
clasificados e integrados en respuestas motoras controladas y coordinadas.
Por su lado, el SN autónomo funciona auto controlado o independiente. Ayuda a
mantener el control de actividades que involucran movimientos y secreción de los
órganos, vísceras, débito urinario, temperatura corporal, frecuencia cardiaca, secreción
suprarrenal, presión arterial, etc.
El cortex cerebral es donde “está el origen de la vida de relación consciente y
deliberadamente producida. En él se realizan funciones concernientes a la recepción, el
análisis y la integración (o interpretación) de las informaciones; funciones decisionales
que implican la motricidad y toda la acción controlada sobre el medio.” (1)
Dentro de él (el cortex) existen divisiones en lóbulos, a saber, lóbulos frontal, parietal,
occipital y temporal; estos cumplen su función en cuanto a la recepción, análisis y
decodificación de la información, como así también, el almacenaje. Cada uno de ellos
está especializado, por ejemplo, el lóbulo parietal en lo inherente al tacto y la kinestesia,
y organizado jerárquicamente en áreas, a saber:
Área primaria; que recibe y registra la información.
Área secundaria; la organiza y decodifica.
Área terciaria; donde las diferentes informaciones son asociadas y sintetizadas
para construir el fundamento del comportamiento.
Por su parte, el lóbulo frontal, “es el asentamiento de la formación de las intenciones,
de la atención , sobre todo, de la programación, de la iniciación y del control voluntario
de los comportamientos motores intencionales.” (1)
Los núcleos centrales, se subdividen en tálamo y los cuerpos estriado. Por el primero
pasan las vías nerviosas aferentes; también está relacionado con la selección de las
informaciones relacionadas con los fenómenos de atención, como así también, en el
reconocimiento del carácter agradable o no de algunas estimulaciones.
Los segundos, asociadas a otras áreas corticales, aseguran la coordinación de
movimientos generalizados al conjunto del cuerpo, favoreciendo la ejecución de
aquellos especializados voluntarios y asegurando el mantenimiento de las diferentes
partes del cuerpo. Es probable, por otra parte, que sean el lugar de cierto esquemas
motores y automatismos relacionados a praxias3 (1) y que jueguen su papel en la
inhibición de la actividad tónica.
Los cuerpos estriados se encuentran relacionados a un conjunto funcional más
complejo; el sistema motor extrapiramidal. Es el filogenéticamente más antiguo,
asegura la actividad automática de base en el animal y en el ser humano antes de la
3 “El concepto de praxias recubre los aspectos ideo-motor y motor de la respuesta motriz y hace
referencia a la vez al aspecto consciente de la iniciación y del control voluntario y al aspecto automático
del desarrollo del acto; … representan sistemas de movimientos coordinados en función de un resultado
...”
mielinización de los fascículos piramidales; “… directriz de los movimientos precisos
y rápidos tales como los movimientos de las manos y de los dedos” (1), relacionado con
la respuesta motriz voluntaria.
“Los sistemas piramidal y extrapiramidal, representan en el hombre dos grandes tipos
de fibras nerviosas, originadas en algunas regiones del SNC y que terminan en las
neuronas efectoras medulares … es necesario recordar , …, que el sistema piramidal es
filogenéticamente en el hombre, que no es propiamente indispensable … y que posee
menos conexiones con todas las partes del cerebro que el sistema extrapiramidal.” (1)
El tronco cerebral, está relacionado con la regulación de la vida de relación (función
cardíaca, respiratoria y circulatoria), como así también, con el estado de vigilancia y el
tono de base.
El cerebelo, controla y regula el tono muscular (vía formación reticular), controla la
estática y la equilibración en la posición de pie y en la marcha y, en trabajo
mancomunado con el cortex, regulando la coordinación de las sinergias musculares,
permite la ejecución de movimientos voluntarios como automáticos.
Por último, la médula espinal, es el conductor de los influjos tanto aferentes como
eferentes y, así también, es el asiento de la motricidad refleja.
En relación a la mielinización, y a modo de resumen, se puede decir:
“En el sistema nervioso periférico, las raíces ventrales de los nervios raquídeos
de los músculos estriados se mielinizan más pronto y más rápidamente que las
fibras sensitivas de las raíces dorsales que proviene de los receptores
periféricos.” (2)
“La mielinización de los sistemas de fibras del SNC, que transportan el impulso
nervioso sensitivo al tálamo y córtex cerebral, precede generalmente a las de los
sistemas de fibras que los transforman o los integran en movimientos.” (2)
“En el córtex cerebral, al área motriz frontal primaria muestra hasta los cuatro
años un adelanto en su desarrollo en relación al de las áreas sensitivas
primarias. En el seno del área motriz, las partes funcionales del miembro
superior poseen un ritmo de desarrollo más rápido que el del tronco o del
miembro inferior, indicando así un control céfalo-caudal y próximo-distal de las
actividades motrices.” (2)
“En el tronco cerebral, las fibras que transportan los impulsos vestibulares o
auditivos se mielinizan antes del nacimiento, preceden a aquellas que llevan
impulsos propioceptivos y exteroceptivos (tacto y dolor), así como las fibras de
asociación entre el córtex y el cerebelo, cuyo ciclo postnatal es muy largo.” (2)
“Las proyecciones talámicas a las terminaciones corticales de los analizadores
sensoriales se mielinizan rápidamente en el curso del primer año de vida,
excepto aquellas que van al lóbulo temporal (audición) y en las que el ciclo
prosigue después del primer año; preceden la mielinización de los sistemas
corticofugo (que conduce impulsos que salen de la corteza cerebral – (3)) de la
integración motriz de las experiencias sensoriales.” (2)
“Las áreas asociativas frontales y parietales que concurren en la integración de
las diferentes informaciones que provienen del cuerpo entero, conocen el ritmo
de la mielinización más lento. No llegan a ser verdaderamente funcionales hasta
después de la adolescencia.” (2)
“La mielinización de las vías y centros nerviosos se prosigue desde el estadio
prenatal hasta el fin de la adolescencia. Asegura en principio las funciones de la
vida vegetativa para extenderse progresivamente al control sensomotor de las
actividades del comportamiento, de las más simple a las más complejas.” (2)
“El ritmo de maduración del SN actúa sobre la corticalización progresiva de las
grandes funciones motrices y, después de la primera mitad del primer año,
diferencia a los niños en cuanto a sus posibilidades de control de movimiento
(Mc Graw, 1943). Estas funciones motrices influencian a su vez a la movilidad
del niño y la variedad de sus experiencias, lo que determinan las efectos del
medio sobre el desarrollo general del niño.” (2)
Habiendo descrito someramente las bases neurofisiológicas del movimiento, y
recordando que, como se mencionara oportunamente, el influjo nervioso termina en el
músculo y es transmitido a este último a través de una unión fibra – músculo llamada
placa motriz, estamos en condiciones de asegurar que “… la actividad muscular
representa el resultado de la transformación de un impulso nervioso en energía
mecánica, que se traduce bien en una fuerza, bien en un movimiento, tanto en la vida
vegetativa como en la vida de relación de un organismo.” (2)
También se debe hacer memoria en cuanto a que el conjunto conformado por el cuerpo
celular de la neurona motora o motoneurona alfa, su axón y las fibras musculares que
inervan, reciben el nombre de unidad motriz, y que según las características del
esfuerzo, entrarán más o menos unidades en juego.
Dentro de lo que es la contracción muscular existen aquellas controladas por distintas
tipos de motoneuronas:
- las alfa tónicas.
- las fásicas.
En las primeras existe un reclutamiento asincrónico (en forma alternada) de fibras rojas,
de contracción lenta (pobres en miofibrillas), de poco gasto energético; de gran
economía. Un ejemplo aquí estaría dado por la actividad en la vida corriente a través del
tono y del mantenimiento de la posición erecta equilibrada; contracción estática (sin
variación de la longitud del músculo) llevadas a buen término por los músculos
posturales.
Si la contracción muscular estuviera comandada por motoneuronas fásicas, el
reclutamiento ahora sería de fibras con otras características y, por ende, el movimiento
engendrado también tendría otras características.
Las fibras son fibras pálidas, ricas en miofibrillas y rápidas, que trabajan en conjunto, es
decir, en “fase”. Los músculos se acortan, hay modificaciones en las posiciones de las
palancas óseas y, por consiguiente, se genera una actividad muscular dinámica o
cinética. Aquí el esfuerzo es más violento, el número de unidades motrices puesta en
juego es mayor, como así también la frecuencia.
Hemos entrado ahora al campo del movimiento propiamente dicho, y surgen términos
como ser tono de reposo, movimiento voluntario, automático y reflejo.
“El desarrollo de los mecanismos nerviosos que subtienden el control de la postura es
esencial para la adquisición de habilidades motrices complejas. Se fundamenta sobre la
evolución y la maduración de dos mecanismos distintos:
el primero asegura la organización de las respuestas coordinadas de las músculos y las
articulaciones; el segundo controla la constancia de la respuesta por integración de las
aferencias múltiples ciertamente conflictivas que llegan al sistema de control postural.”
(2)
El tono muscular o de reposo es la “tensión ligera a la que se encuentra normalmente
sometido todo músculo en estado de reposo” (4) … “es estado de base y variable de la
contracción muscular permanente e involuntaria de naturaleza refleja.” (2)
Este permite amortiguar movimientos que, por su violencia, pondrían en riesgo un
músculo; además, fija las articulaciones, asegura el mantenimiento de la termogénesis.
Por otro lado, cuando es estimulado por la formación reticulada, da señales de alerta a la
musculatura y la prepara para reaccionar.
Recordemos que, dentro del músculo, están las fibras y los husos musculares. Estos
últimos representan “el elemento que por su tensión asegura el grado de sensibilidad del
músculo al estiramiento; la regulación de la sensibilidad es efectuada por la
motoneurona gamma, y la motoneurona alfa tónica se encarga de mantener las fibras
musculares en su longitud correspondiente. La actividad de la motoneurona gamma
está bajo la dependencia de la formación reticular, ella misma en gran parte regulada
por cerebelo (facilitación o inhibición) y, en una menos medida por los núcleos grises
de las bases (inhibición).” (2)
Entrando en el campo del movimiento, se debe señalar que siempre existe una “tela d
fondo”, una actividad estática que se manifiesta en el tono, en el mantenimiento de la
actitud y en la equilibración. Por otro lado, hay que remarcar que requieren la puesta en
juego de coordinaciones de orden variable en complejidad, pero que de alguna forma
son reguladas bien voluntariamente (corrección continua de la velocidad, dirección e
intensidad), bien en forma automática (actitud equilibrada), o bien, en forma refleja
(regulación agonista-antagonista).
“Un organismo determinado de acuerdo a la complejidad de su sistema nervioso, puede
presentar uno, dos o los tres tipos de comportamientos siguientes:
- Reflejo,
- Instintivo-automático y
- Consciente o inteligente.
Filogenéticamente esos comportamientos han aparecido en ese orden, al ir aumentando
la complejidad del sistema nervioso.
La aparición o perfeccionamiento de un comportamiento superior no implica la
desaparición de otro inferior, presente en un organismo, pero si puede significar el
enmascaramiento y menor importancia funcional del comportamiento jerárquicamente
inferior. Esto es evidente en el desarrollo del comportamiento en el hombre.” (5)
El movimiento reflejo que representa reacciones simples, a menudo rápidas,
respondiendo a estímulos que permanecen fuera del control voluntario, es patrimonio de
los invertebrados y en cordados primitivos, y consiste en una secuencia de excitación
motriz sensitiva periférica, regulación motriz automática y ejecución motriz
neuromuscular. Es filogenéticamente el primero en aparecer y”… está basado en
mecanismos nerviosos primitivos o arquineuronales.” (5)
Se caracteriza por reacciones ligadas al momento y sin continuidad entre distintos actos
reflejos. “Son respuestas incidentales que orientan al individuo en el espacio pero sin
cambiar para nada su conducta.” (5) En ciertos casos, por su complejidad, podrían
parecer respuestas selectivas con una finalidad determinada.
“Los centros de los reflejos están situados en la médula espinal (reflejo medular) y en el
tronco cerebral (reflejo bulbo-protuberancial); …” (2)
La actividad instintiva-automática es de mayor jerarquía, “… influencia y modifica a
la refleja y es productora de reacciones combinadas y sucesivas, transformando la
actividad refleja interrumpida, en actividad continua y estable. El comportamiento o
conducta instintiva-automática es el resultado de la información que una especie ha
adquirido durante el transcurso de la evolución, durante millones de años. Es el
resultado de la interacción de l a especie con su medio durante la filogenia.” (5)
Para alguno autores este tipo de respuesta no existe; Lapierre, por su parte, sugiere la no
intervención de la consciencia, y distingue tres etapas:
- Impulso motriz cerebral.
- Regulación automática.
- Ejecución motriz neuromuscular.
Rigal, Paoletti y Portmann aseguran que “el movimientos automático resulta de la
transformación, por su repetición, de una actividad primitivamente voluntaria, en una
actividad cada vez mejor coordinada no imprescindiblemente necesitando, para su
desarrollo, la intervención de la consciencia y de la atención. Sin embargo, el principio
y el final del movimiento automático son voluntarios.” (2)
Para estos autores, el “movimiento voluntario resulta de la puesta en juego de forma
consciente, y del continuo control, de un conjunto de coordinaciones musculares más o
menos complejas según un plan de organización o de imaginación motriz, con vista a un
objetivo a alcanzar, concierne, pues, a la actividad del córtex cerebral y,
particularmente, al sistema motor piramidal.” (2)
Loyber (5), por su parte, la caracteriza por la participación del psiquismo superior
(capacidad de razonamiento, de asociación de conocimiento, de actividad consciente,
etc.). “Este psiquismo superior permite la elaboración de una vida consciente,
inteligente, personal, propia de cada individuo. Para conseguir su “personalidad” el
individuo obtiene información del medio ambiente, esa información incorporada al
organismo a través de los sentidos (mensajes aferentes) produce una modificación
adaptativa del organismo, consecuencia de la adaptación del sistema nervioso, donde se
almacena y elabora esa información. En sentido amplio, esa modificación adaptativa del
organismo podría identificarse con el aprendizaje.” (5)
Lapierre (4), distingue cinco etapas, a saber:
- Representación mental o psicomotriz.
Con ayuda de la memoria visual, táctil, laberínticas y kinestésicas (lo que parece estar
situada en la zona prefrontal). Esto tiene una dependencia de las experiencias
motoras anteriores o “pasado motor”, y cuanto más clara sea esta representación,
tantas más probabilidad tendrá el movimiento de ser justo o adecuado.
- Las praxias o conexiones ideomotrices.
Estas, con su soporte anatómico en la zona temporo.frontal del cerebro, transmiten la
imagen motriz confeccionadas por el pensamiento a los centros motores.
- Impulso motor voluntario.
Obviamente, pone en marcha el movimiento representado, partiendo de las neuronas
piramidales corticales. “Los centros motores están claramente determinados, por
regiones del cuerpo, en la circunvolución frontal ascendente.” (4)
- Regulación motriz.
Constantemente, a cada instante, ordena y regula toda la información recibida, sea
propioceptiva, exteroceptiva y visceroceptiva, adaptando el movimiento exactamente
a la representación mental inicial; y recordando que ningún movimiento es
monoarticular ni monomuscular, realizará adaptaciones automáticas del estado de
tensión tónica de cada unote ellos, modificando equilibrio y apoyos.
- Ejecución motriz.
Es el aparato muscular, convenientemente excitado o inhibido, el responsable de esta
labor.
“Esta secuencia filogenético de los comportamientos se repite en el desarrollo
ontogenético humano. Hasta el 6º mes de vida intrauterina, la única actividad presente
es refleja, es decir, comportamiento segmentario, arquineuronal. Desde el nacimiento ya
surgen automatismos instintivos primarios, como la succión, deglución, llanto; esta
actividad corresponde al funcionamiento del primer nivel suprasegmentario,
paleoneuronal. Al fin del prior año de vida ya se inician actos motores voluntarios y de
allí en adelante van predominando los comportamientos inteligentes, que tiene su base
en el segundo nivel suprasegmentario, neoneuronal. El perfeccionamiento de cada nivel
superior del comportamiento se hace en desmedro de los otros, hasta que el individuo
con su sistema nervioso maduro, el único evidente es el comportamiento inteligente
(esto es lo que debería ser, pero en realidad es una utopía).” (5)
Nivel sedentario.
Refleja Arquicinético
Vías reflejas
1º nivel suprasegmentario
Motilidad4 Automática Paleocinético
Vías extrapiramidales
2º nivel suprasegmentario
Voluntario Neocinético
Vías piramidales (en mamíferos)
Cabe señalar que la organización de los movimientos siguen las Leyes Céfalo-caudal y
Próximo-distal, y que la motilidad evoluciona desde respuestas globales hacia las
locales y diferenciadas, las que, por su parte, dependen de la maduración del sistema
nervioso, vale decir, de la mielinización del mismo, primordialmente.
4 Extraído de “introducción a la Fisiología del Sistema Nervioso” – Isaías Loyber (Cap. IX, pág. 229).
“La Ley Céfalo-caudal indica que la organización de las respuestas motrices se efectúa
desde la cabeza hacia la pelvis (movimientos posibles al nivel de la cabeza y del cuello
antes de que sea posibles a nivel del abdomen).
La Ley Próximo-distal indica que la organización de las respuestas motrices, a nivel de
los miembros se efectúa desde la parte más próxima del cuerpo a la más separada (el
control del hombro se efectúa antes que el de la mano).” (2)
Así como existen reflejos en los recién nacidos, cuya presencia o ausencia permite
concluir con certeza la existencia de lesiones neurológicas (para más datos remitirse a la
bibliografía recomendada), la evolución desde la posición decúbito dorsal a la marcha,
como también, la evolución de la prensión, siguen rigurosamente estas leyes de la
maduración.
“La bipedestación es una resultante equilibrada en función de la gravedad a las que se
llega mediante las acciones musculares, sobre la organización esquelético-articular,
subordinadas a las acciones informático-ejecutivas del sistema nervioso. Las aferencias
propioceptivas forman parte de las informaciones del sistema nervioso que
corresponden al movimiento sobre el estado funcional de los músculos, tendones,
cápsulas articulares, los ligamentos, y con toda información (vestibular, visual,
auditivas y otras) que se relacione con la conducta espacial y los controles de la misma.”
(6)
“Los órganos sensitivos receptores (transformadores energéticos) o propioceptivos,
informan al sistema nervioso(en sus diferentes niveles) de estados físicos que incluyen
el movimiento articular, las posiciones de los huesos que forman una articulación, las
tensiones de los músculos y tendones y la orientación del cuerpo en relación con la
acción de la gravedad o de otras fuerzas de aceleración.” (6)
Dentro de los que es recepción y envío de información, suele escucharse términos tales
como somáticas, cinestésicas, vestibulares, etc.
Las sensaciones somáticas tienen que ver con aferencias propioceptivas generales de las
articulaciones, poseen características de las exteroceptivas (tacto, dolor, temperatura,
presión, visión y auditivas).
Dentro, también, de la propioceptividad general tenemos aquellas aferencias profundas
o inconsciente y las aferencias superficiales o conscientes (corticales).
En ambas se recibe información, pero unas promueven en forma consciente la
orientación de las diversas partes del cuerpo entre sí y con el resto del organismo, a
través de los Corpúsculos de Ruffini, Órgano Tendinoso de Golgi y Corpúsculos de
Pacini (informaciones que tienen origen principalmente en articulaciones y cápsulas); y
las otras, teniendo como informantes a los Husos Neuromusculares y Aparato
Tendinoso de Golgi, conducen la información directamente al cerebelo para integrar los
reflejos relacionados con el equilibrio, postura y amortiguamiento del movimiento. No
son conscientes y tiene relación con los grados de contracción y distensión de músculos
y tendones. (5) (6) (7) (8)
En las sensaciones propioceptivas, como percepciones especiales están las
vestibulares, cuyos excitantes son las aceleraciones, la gravitación (movimientos
rápidos que estimulan la participación del cerebelo), o sea, corresponden a
transformaciones de las fuerzas.
Estas sensaciones vestibulares contribuyen principalmente en el control espacial de la
cabeza y participan en lograr el equilibrio. En éste proceso participan también
aferencias propioceptivas generales, las visuales, las auditivas y otras de carácter
exteroceptivas.
“En general, el equilibrio del sistema humano se mantiene por los cambios regulados
del tono muscular de uno u otro lado del cuerpo, hacia delante o hacia atrás, de acuerdo
con las informaciones procedentes del aparato vestibular, el resto de transformadores
propioceptivos y las visuales.” (6)
A modo de resumen, se puede decir que, dentro de las informaciones internas o
propioceptivas, tenemos las sensaciones cinestésicas conscientes o superficiales, las
sensaciones inconscientes o profundas (musculares o tendinosas), las propioceptivas
especiales o vestibulares (utriculares, saculares y ampollares – (6)), las sensaciones
visuales (parte de la integración coordinativa) y las sensaciones exteroceptivas (tacto,
presión, temperatura, dolor, visión y audición).
“La conducta espacial, sus cambios y controles, dependerá de estas informaciones, de
sus interacciones bulboreticulares, la influencia del cerebelo, y las correspondientes
áreas d corticalización somática, visuales, oculógiras, esquema corporal e integración
sensitivo-motor.” (6)
Algunos autores, como ser Rigal – Paoletti – Portmann, mencionan la “… la
sensibilidad visceral o interoceptiva, que es la sensación de lo órganos internos, es
decir, de las vísceras.” (1)
Habiendo hablado de las sensaciones y de sus diferentes tipos, cabe señalar ahora que es
la Función sensorial o receptora, “… es la actividad de un órgano destinada a recibir
una estimulación que permita la puesta en acción de un influjo nervioso. El órgano en
cuestión es llamado receptor sensitivo. Los receptores son especializados en la
detección d ciertos estímulos (calor, frío, presión, gas, rayos luminosos, ondas, etc.).”
(1)
Es importante subrayar que existen ciertas leyes de las sensaciones (1), y que
primordialmente, debemos destacar aquellas relacionadas con los umbrales absoluto y
diferencial.
Umbral absoluto, es el mínimo valor que debe tenerle estímulo para producir una
percepción. Como es obvio pensar, este umbral se modifica según los sujetos, con la
región sensorial y con el excitante.
Umbral diferencial, “aumento mínimo de la intensidad de un estímulo para que se
aprecie una diferencia de sensación con el estímulo anterior.” (1) O sea, existe una
relación constante entre la intensidad del estímulo d una sensación y el aumento que
debe darse a esta excitación para que sea sentida como una nueva sensación (Ley
Weber).
Existe otra ley relacionada con la intensidad del estímulo, que funciona como un
mecanismo de protección; esta es la Ley de Fechner. La misma dice que la sensación
varía con le logaritmo del excitante. Esto significa, que se sentirá más de lo que fue
realmente excitado.
Desde el punto de vista práctico, es importante recordar que, un mismo estímulo
aplicado a diferentes receptores, produce sensaciones diferentes; y que, estímulos
diferentes aplicados a un mismo receptor, producen sensaciones idénticas. Ley de
Muller o de la especificidad del sentido.
Es importante destacar que la sensación varía, también, con el estado psíquico del
individuo, o sea, que un mismo excitante no tiene por qué producir la misma sensación
en individuos diferentes. Esto resulta muy importante a la hora de la identificación de
conceptos, palabras y de la comunicación.
“Todo conocimiento del medio exterior e interior proviene de la decodificación y de la
interpretación de los mensajes sensoriales surgidos de los diferentes receptores
sensoriales repartidos a través de todo el cuerpo. Este influjo nervioso que constituye lo
que se designa generalmente bajo el nombre de sensaciones dará nacimiento a las
percepciones que consisten en una toma de consciencia de los sucesos exteriores. Este
proceso, lleva al conocimiento del medio ambiente, por parte del sujeto.” (1)
“Durante la evolución de los seres vivo, para sobrevivir han tenido que adaptarse al
medio, con reacciones cada vez más complejas. Además han tenido que desarrollar
sistemas de comunicación rápidos y progresivamente más complicados, entre las
diversas partes del organismo, para permitir una adaptación eficiente. Esta posibilidad
de comunicación ha sido proporcionada, sobre todo, por el sistema nervioso, que
durante la filogenia se ha ido modificando de acuerdo a las necesidades y adecuándose a
las más beneficiosa para la especie.” (5)
Ahora, algo más entrados en el conocimiento, podemos entender que si la maduración
es un “… proceso fisiológico, genéticamente determinado, por el cual un órgano o
conjunto de órganos llega a la madurez y permite a la función, por lo cual es conocido,
ejercerse libremente y con el máximo de eficacia” (1), y si, además, es aplicado a la
neurofisiología, las células nerviosas no aumentarán sus funciones ni la complejidad de
ellas, hasta no haber avanzado lo suficiente en el proceso de mielinización y que, de
alguna manera, se desarrollen nuevos circuitos y/o relaciones entre sí para obtener la
mayor eficacia antes mencionada.
También caben cuestionamientos, tales como, la relación maduración-ejercicio,
maduración-edad y maduración-aprendizaje.
“Todo comportamiento es consecuencia, en última instancia, de un aprendizaje. Por lo
tanto, todo componente del comportamiento tiene que haberse incorporado en algún
momento de la filogenia u ontogenia al patrimonio del individuo. A través del genoma ,
en el primer caso se ha producido en su sistema nervioso una modificación que ha
permitido fijar ese comportamiento. En el caso del aprendizaje ontogénico, estímulos
procedentes del medio ambiente, debido a la plasticidad del sistema nervioso, producen
en éste cambios estructurales en la neurona (sinapsis y fibras nerviosas), que tienden a
plasmar un comportamiento ante una estimulación adecuada.” (5)
Ahora bien, ante el cuestionamiento si la restricción del ejercicio antes de la época de la
maduración influye o no en los aprendizajes, luego de diversas investigaciones, los
autores deducen que “… las actividades que se desarrollan a lo largo del primer año son
poco o nada modificadas por la falta de ejercicio o de la estimulación social. Las etapas
normales de la evolución del comportamiento resultan de la acción combinada de la
maduración y de la autoestimulación del niño.” (1)
O sea, que de estos estudios se desprende que, aquellas actividades del tipo
filogenéticos, vale decir, que pertenecen a la especie (volar, picotear, nadar, marchar,
etc.), aunque se hayan producido contrariedades anteriormente, aparecen en el momento
en que la maduración lo permite.
¿Qué ocurriría, entonces, si se estimulase en exceso antes de la citada maduración?.
Si la maduración es resultado de factores internos sobre los cuales es poco posible
influir, aún entrenando, no se producirán efectos más que en el momento en que la
función se hace posible..
Si el entrenamiento introduce, a una edad avanzada, mejoras en los resultados y es más
eficaz que un entrenamiento idéntico presentado en una edad precoz: el niño de su edad
aprende más rápido que uno más joven.” (1)
Pero se debe señalar que, si bien el ejercicio no produce diferencias en lo tocante a las
actividades filogenéticos, si lo hace en las ontogenéticas (aquellas derivadas del
aprendizaje) y en la habilidad para realizar ambas.
Parece pues, y es de suma atención, que en el momento oportuno, la maduración de los
órganos dará origen a la aparición de una función que, después de un determinado
tiempo variará según la actividad, resultando muy difícil para el individuo desarrollar la
actividad con la performance que hubiera alcanzado en el momento propicio.
Esto nos introduce a pensar que existe un tiempo o edad en la cual existen factores de
maduración particulares a lo largo de la cual algunas respuestas son aprendidas de
manera más o menos reversible. Este Período Crítico o Fase Sensible sería un “…
intervalo de tiempo durante el cual un comportamiento se adquiere con el mínimo de
esfuerzo y el máximo de eficacia.” (1)
“De ello se deduce que las funciones nerviosas pueden morir o alcanzar el grado de
perfeccionamiento normal, pero quedarán sin efecto si nada incita al niño a utilizarlas.
Así podemos concluir que es necesario presentar al niño el mayor número de
posibilidades de actividades susceptibles de actuar en relación con la maduración.” (1)
Que exista una ausencia de estimulación en esta fase, puede traer aparejado la dificultad
o imposibilidad de adquirir una habilidad en tanto que hubiera podido desarrollarse sin
problemas. Como ejemplo, si un niño puede comenzar a leer hacia los seis años,
resultará más dificultoso enseñarle a un adulto.
Como conclusión parcial, parafraseando a Rigal – Paoletti – Portmann, podemos señalar
cuatro puntos en lo referente a la maduración:
Mejorando el resultado de la maduración, hasta cierta edad, sin entrenamiento,
puede aumentar el nivel de los logros motores adquiridos.
Existe una edad que, a pesar de impartir un entrenamiento exhaustivo, el sujeto
no alcanzará jamás el nivel de performance que hubiera podido alcanzar si se
hubiera estimulado antes.
Por un período de tiempo, los progresos desarrollados por el entrenamiento son
más rápidos cuando se ha completa la maduración.
Luego, si aquel momento oportuno de estimulación ha pasado, las posibilidades
de su adquisición en una época ulterior pueden desaparecer.
Ahora bien, “… si la maduración es una tendencia fundamental del organismo a
organizar la experiencia convertirla en asimilable; el Aprendizaje es el medio de
introducir nuevas experiencias en esta organización.” (1)
Haciendo un breve repaso acerca del aprendizaje, tenemos que “en todo ser vivo su
comportamiento es el resultado de dos tipos de factores: innatos y adquiridos. Son
innatos los factores que se transmiten a través del genoma, a todo lo largo del arco
evolutivo de una especie; por lo tanto, se encuentran en todos los individuos de una
misma especie. Los factores adquiridos son los típicos de un solo individuo y dependen
de sus experiencias posteriores, durante la evolución ontogénica, es decir, en el
transcurso de su propia vida.” (5)
O sea, el aprendizaje se puede dividir en Aprendizajes Filogenéticos y en
Aprendizajes Ontogenéticos.
Sólo a título de informar, se hará una breve reseña de los primeros, haciendo hincapié
en el aprendizaje ontogenético, el adquirido.
En el aprendizaje filogenético, dentro de la evolución de las especies, se encuentran:
Los tactismos, patrimonio de los seres unicelulares y algunos invertebrados. Es la
manifestación más simple del comportamiento y se caracteriza por movimientos de
aproximación o alejamiento de una fuente emisora de estímulos. Estos pueden ser del
tipo luminosos (fototactismos), químicos (quimiotactismos), táctiles (timotactismos),
corrientes de fluidos (reotactismos), fuerza de la gravedad (geotactismos), etc.
Los reflejos, como ya se ha visto, es la actividad más elemental y primitiva del SN. Una
característica de esta actividad es que tiene una vía anatómica que es única, fija,
permanente, de respuesta estereotipada, o sea, siempre la misma respuesta. Es un
mecanismo adaptativo, y así, cada especie al evolucionar, fue realizando una selección
de aquellos reflejos que le resultaron más aptos y beneficiosos, y fue desechando otros
que no lo eran. Aquellos que no lo lograban, sucumbían.
El instinto, también representa un mecanismo de adaptación, que sigue un esquema
común, típico de cada especie. Es innato; se hereda (se pasa de generación en
generación fijada en el genoma). Es automatizado o estereotipado y muy complejo.
Aunque no se tenga, en forma consciente su objetivo final es finalista y adecuado y, por
tal motivo, tiene gran valor desde el punto de vista de la supervivencia del individuo y
la conservación de las especies. Responde a la estimulación tanto exógena (desde el
exterior por estímulos táctiles, visuales, etc.), como endógena (ejemplo, el apareamiento
en animales), pero siempre existe un estímulo “llave” o desencadenante.
Otra característica de los reflejos es que, en algunos casos, se exprese desde le momento
del nacimiento y, en otros, en algunos períodos característicos del desarrollo
ontogenético.
Ahora sí debemos entrar en el desarrollo del Aprendizaje Ontogenético.
“El comportamiento de muchos animales tiene por base un esquema fundamental
innato, pero hay otros componentes del mismo que son agregados como efecto de su
adaptación a diversas situaciones y circunstancias. Estos componentes agregados son
variables de un individuo a otro, perfeccionables durante el transcurso de la vida y son
adquiridos por procesos de aprendizajes.” (5)
Algunos investigadores suponen que este tipo de aprendizaje se da sobre una bases del
aprendizaje filogenético, lo que supone que los seres del reino animal vienen equipados
congénitamente (información almacenada en su genoma), para reconocer cuando deben
aprender, a que señales prestar atención, como almacenar la información recién
adquirida y que referencias debe establecer con ellas en el futuro.
Dentro de este tipo de aprendizaje, existen tres mecanismos fundamentales tanto en
animales inferiores como en el hombre.
Uno es el impulso exploratorio, que en el hombre comienza con la aparición del
desplazamiento, que los lleva a recorrer su ambiente, tocando y husmeando todos
aquellos objetos a su alcance. “Podría decirse que existe en los animales una curiosidad
desinteresada como motor de muchas acciones, …, esta tendencia es estimulada por
acciones u objetos nuevos, mientras se debilita cuando el animal se ha acostumbrado a
su presencia.” (5)
La imitación es otro mecanismo, sobre todo en los primeros estadios de la vida y se
produce por el deseo del niño de hacer todo lo que hacen los mayores.
La capacidad de asociación, sería el tercero de ellos, esta asociación es de estímulos o
conocimientos (base de la capacidad de razonamiento) y es una capacidad del sistema
nervioso, más precisamente de las corteza cerebral (neocórtex) ; “depende posiblemente
de su riqueza neuronal, de la disposición de sus capas, y sobre todo de la multiplicidad y
complejidad de sus conexiones nerviosas. Esto permite la formación de infinitos
circuitos y conexiones nerviosas, hecho fundamental para el mecanismo de las
asociaciones.” (5)
Es importante resaltar otro punto indispensable para el aprendizaje: la memoria,
entendida como la capacidad de integrar a nivel consciente una idea o un conocimiento
previamente aprendido. Sin ella no es posible el aprendizaje, y cuanto mayor es esta
capacidad, mayor es la capacidad de aprendizaje y, más aún, si existe una buena
capacidad de asociación de conocimientos.
“La capacidad de asociación de conocimientos en el hombre, lleva al razonamiento, o
sea, la capacidad de encontrar, partiendo de premisas conocidas, un resultado nuevo.”
(5)
El aprendizaje puede ser deductivo, parte de una afirmación universal o general,
llegando a lo particular; puede ser inductivo, parte de verdades individuales y concluye
en un juicio general, y analógico, que es cuando se parte de un caso particular y llega a
otro particular, en función de la semejanza entre ambos.
“La capacidad de razonar, junto con la posesión del lenguaje, dan al hombre su gran
superioridad para el aprendizaje, sobre todos los animales. El lenguaje constituye la
mediación obligatoria para que la noción que se intenta enseñar llegue al interesado.”
(5)
Es obvio entender que entre maduración y aprendizaje existe una relación o influencia
del uno sobre el otro de suerte tal de poder conseguir el desarrollo. Este último “… s
refiere a los cambios que el ser humano sufre a lo largo de su existencia … se considera
como un término global que implica la maduración del organismo, de sus estructuras y
el crecimiento corporal, así como el influjo del medio ambiente. El desarrollo humano
se realiza en estrecha relación y estructuración recíproca con el medio ambiente.” (9)
Así, solo existirá desarrollo si se da el binomio maduración – aprendizaje.