ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DEPSICOLOGÍA
MONOGRAFÍA:
EL PAPEL DE LA ESCUELA EN LA PREVENCIÓN DE LOS PROBLEMAS DE CONDUCTA
AUTORA
RIEGA ALEGRÍA, Natali Del Carmen
LÍNEA DE INVESTIGACIÓN DE LA ESCUELA:PSICOLOGÍA EDUCATIVA
LIMA, NOVIEMBRE DE 2015
1
“Educad
a los niños
y no será necesario
castigar
a los hombres”
Pitágoras
2
A mis padres, amigos
y educadores que me apoyaron
en esta labor.
3 III
4
ÍNDICE
pág.
Epígrafe II
Dedicatoria III
Introducción VII
CAPÍTULO 1
PROBLEMAS DE COMPORTAMIENTO EN LA ESCUELA
1.1
1.2
1.3
Concepto
Tipos
Factores que intervienen en los problemas de comportamiento
Sen y
9
10
12
CAPÍTULO 2
PREVENCIÓN DE LOS PROBLEMAS DE COMPORTAMIENTO: PAPEL DE LA ESCUELA
2.1
2.2
Aspectos generales
Técnicas Específicas de intervención
15
16
5V
CAPÍTULO 3
ANÁLISIS DE CASO - PRÁCTICA EDUCATIVA CON UN ALUMNO CON DIAGNÓSTICO DE TDA H EN LA ETAPA DE EDUCACIÓN INFANTIL
3.1
3.2
Presentación de caso
Desarrollo y análisis
20
20
Conclusiones 24
Referencias 26
6Vl
Introducción
La realidad de las escuelas en la actualidad, y más en los países en desarrollo,
muestra a profesores que deben volverse responsables de alumnos que le plantean
retos que superan su preparación. Muchos de estos alumnos que con sus
comportamientos, actitudes y relaciones entre pares, sobrepasan los planes
pedagógicos y demandan una intervención psicopedagógica debido a los problemas
de comportamientos reflejados en el aula.
Los centros de estudio y las familias suelen poner todo su interés solo en el
desarrollo de capacidades de tipo intelectual y en el logro académico, dejando de
lado el hecho que el contexto escolar ofrece un marco idóneo de interacción social,
en donde las relaciones cotidianas entre los alumnos y con los profesores, permiten
muchas oportunidades para compartir y promover experiencias emocionales de
forma natural y espontánea, que sin duda serán experiencias de aprendizaje que
contribuirán al logro de estos objetivos y de manera especial a “aprender a ser” y
“aprender a convivir”.
Es allí, donde los alumnos con problemas de comportamiento deben ser un tema
principal de actuación e intervención en los planes dentro de los centros educativos.
A pesar que los centros educativos aunque no son los únicos responsables en
resolver las cuestiones comportamentales, estos deben ofrecer para todos los
alumnos y en especial para aquellos que muestran patrones consistentes de
conducta de retraimiento social, rebeldía, timidez, robo, agresividad verbal o física,
etc., una respuesta educativa diversificada, cuyos objetivos, contenidos y recursos
estén encaminados a prevenir la aparición de estas conductas y en caso de que ya
sean manifiestas, reemplazarlas por otras socialmente más adecuadas.
7VlI
CAPÍTULO 1
PROBLEMAS DE COMPORTAMIENTO EN LA ESCUELA
8
1.1.Concepto
Conceptualizar problemas de conducta se ha ido direccionado solo a lado
patológico, dejando de lado sus reales aspectos. Rubio (2009) refiere que los
problemas de comportamiento no son ni de tipo hereditario ni congénito y surgen
durante el desarrollo del niño (a). Durante ese periodo se debe detectar la
inadaptación. Este considera que el niño tiene problemas de comportamiento
cuando posee una dotación intelectual normal o aceptable, se margina de
proceso educativo y socializador, presenta conductas que se enfrenan o están en
contradicción con las normas sociales y con frecuencia transgreden las normas
sociales.
Los problemas de comportamiento son un proceso de carácter dinámico y
progresivo que en el nivel escolar se presenta en dos formas. La primera es de
niños o niñas inadaptados (as) que presentan problemas de comportamiento
conductual en clase con sus compañeros y con los profesores, siendo de
cualquier tipo de colegio o clase social. Con estos niños se debe seguir una labor
de recuperación e integración social en el grupo. La segunda son los niños (as)
en riesgo conformado por niños que pueden llegar a presentar problemas de
conducta porque sus condiciones socio ambientales los vuelven vulnerables a
ello. Con estos niños se deberá realizar un trabajo preventivo y de educación tipo
compensatorio para equilibrar sus desigualdades sociales.
La base de muchos problemas de conducta, según Peiró y Carpintero (1978), es
debido a conductas encubiertas o pautas de pensamientos erróneos que tiene el
niño. Estas conductas pueden ser: conductas moramente inadecuadas y hábitos
no aceptados socialmente, dificultades personales de la integración social y la
relación con los otros, agresividad, enfrentamiento con la autoridad del maestro,
9
alteración de las normas de funcionamiento en clase y conductas contra otros
compañeros.
1.2.Tipos
La clasificación de los problemas de conducta es realizada de la siguiente
manera desde la perspectiva de Rubio (2009):
El primero son los problemas de hiperactividad, siendo este un trastorno de
conducta caracterizado por la imposibilidad de mantenerse quieto en un periodo
de tiempo razonablemente prolongado, junto con movimientos frecuentes de
manos y extremidades. Se puede caracterizar por alteraciones en la atención,
impulsividad, excesiva actividad motora, comportamiento, aprendizaje,
desobediencia e inestabilidad emocional.
La segunda son las conductas agresivas, siendo esta cualquier conducta que
pretende herir física o psicológicamente a alguien, esta conducta provoca
disgusto y por tanto, es censurable. Sus características están en la
intencionalidad (coaccionar, herir, obtener algo o controlar la conducta de otro),
accesos de cólera o actor d desobediencia, amenazas verbales y/o daños físicos
a personas, animales o a cosas materiales y deterioro de la actividad social
académica
La tercera es el déficit de atención, siendo la dificultad de focalizar y mantener la
atención apropiada para la edad del sujeto. Se caracteriza por la baja alerta
10
atencional, déficit de atención selectiva, incapacidad de concentrarse y
permanecer sentado en su sitio realizando las tareas escolares.
La cuarta son los trastornos de socialización, se presentan en niños que
pertenecen a grupos sociales diferente al resto del grupo clase, de los cuales se
encuentran desintegrados respecto al grupo. Estos se manifiestan a través de
retraimiento, soledad, carencia de juego cooperativo con el compañero, rechazo
por parte de los compañeros, agresividad hacia los compañeros. Pueden
presentar baja autoestima, hipoactividad, carencia de hábitos de perseverancia
en el trabajo escolar, falta de participación en clase, absentismo escolar, entre
otros.
La quinta son conductas antisociales características en adolescentes y jóvenes
haciendo referencia a conductas relacionadas con el desprecio generalizado
hacia los demás y la violación de sus derechos a través de: inadaptación de las
normas sociales, legales rebeldía y de convivencia, impulsividad o incapacidad
para planificar el futuro, despreocupación por su seguridad y la de los demás,
irresponsabilidad permanente, falta de remordimiento, entre otros.
La sexta es de niños desobedientes, quienes se niegan a iniciar o completar una
orden dada por otra persona en un plazo determinado de tiempo. Esta orden
puede ser el iniciar alguna actividad y no terminarla o no realizarla. Esta es una
conducta de interacción entre el niño y la figura de autoridad, debido al ello si se
planea modificarla se debe tomar en cuenta el comportamiento tanto de niño
como de los padres y educadores. Suelen presentar trastorno oposicionista
desafiante, patrones de negativismo, hostilidad y conductas desafiante
caracterizado por la presencia de conductas como encolerizarse, discutir con los
11
adultos, desafiar las reglas de los adultos, hacer deliberadamente cosas que
molestas a otro, etc.
Y la séptima son los trastornos de ansiedad, siendo este una vivencia de temor
ante algo difuso, vago, inconcreto e indefinido, y que no tienen referencia a una
causa concreta. Este es un temor impreciso carente de objeto exterior, mediante
una respuesta vivencial, fisiológica, conductual, cognitiva y asertiva. Este se
caracteriza por un estado de alerta y activación generalizado. Se manifiesta a
través de nerviosismo, tensión muscular, inquietud, temblores, fatigabilidad
excesiva, palpitaciones, sensaciones de inestabilidad, dificultad para concretarse,
irritabilidad, entre otros.
1.3.Factores que intervienen en los problemas de comportamiento
Los problemas de comportamiento se da en toda clase social y todo lugar, por
ello los factores que intervienen en la aparición de estos son diversos. Rubio
(2009) los clasifica en 5 grupos principales:
Problemas o causas sociales: El medio socia cultural pobre, vivir en zonas
subordínales que tienen contacto con problemas de drogadicción,
alcoholismo, marginación social del entorno, la diferencia de los valores
familiares y el tipo de lenguaje restringido hará más vulnerable a los niños
a tener problemas de comportamiento.
Causas étnica de inmigración y raciales: Al pertenecer a una distinta etnia,
se posee distintos hábitos y comportamiento a los que la sociedad
demanda, como también el hablar una distinta lengua y diferencias
culturales tendrá consecuencias en los tipos de comportamientos
expresados.12
Causas familiares: Los niños pueden presentar problemas de
comportamiento por carencia afectiva en su medio familiar, lo que puede
ser producido por familias conflictivas y/o familiar separadas.
Causas personales: El tener necesidades especiales, características de
personalidades difíciles o alguna enfermedad que lo impida desenvolverse
de manera normal lo llevará a tener problemas de comportamiento.
Causas escolares: El fracaso escolar, la repetición de cursos, la falta de
integración con sus pares, la poca o nula supervisión y apoyo de los
profesores y tutores, la ineficiente metodología de enseñanza y resolución
de conflictos en clase traen consigo los problemas de comportamiento.
Todos estos factores no intervienen de forma aislada en los problemas de
comportamiento del niño, si no que interactúan se forma simultánea.
13
5
CAPÍTULO 2
PREVENCIÓN DE LOS PROBLEMAS DE COMPORTAMIENTO: PAPEL DE LA ESCUELA
14
2.1.Aspectos generales
El papel de la escuela en la prevención de problemas de comportamiento se
basa, para Rubio (2009), en tres aspectos fundamentales:
Evaluación y diagnóstico del problema de comportamiento:
Esta se realizará a través de test psicológicos que ponen de manifiesto
sus problemas, conductas agresivas, frustraciones y demás problemas de
personalidad.
Después de evaluar la conducta problemática mediantes test, se debe
realizar una evaluación de conducta estableciendo una línea base, siendo
esta el registro detallado de la conducta problemática que manifiesta el
alumno previo a la intervención. El diagnóstico lo deberá realizar el
maestro a través de una observación sistemática, cuyos datos va
recogiendo en un cuestionario de observación que elaborado previamente,
empleará registros de hechos significativos o registros anecdóticos.
Plan de actuación para la resolución vía adaptación curricular o
modificación conductual
Uno de los mejores modelos de plan de actuación de modificación en
problemas de conducta es el de Vallés (1997) dividido en 5 fases.
o Definición de la conducta problema: Definir aspectos generales,
específicos y concretos de la conducta: motora verbal, emociones,
ansiedad, imaginaciones, personas y objetos a los que agrade,
expectativas, autor refuerzos de la conducta problemática.
o Definición de las conductas alternativas: Explicar las conductas que
se quiere que el niño manifieste contraria a las conductas
15
problemáticas y deberá ser explicadas en términos motores,
cognitivos y psicofisiológicos
o Evaluación de .la línea base: Registro cualitativo y cuantitativo de
todos los aspectos de la conducta problema. (antecedente y
consecuentes).
o Tratamiento: e explicará a las personas que darán el programa los
reforzadores disponibles, el control de estímulos y la técnicas de
modificación conductual que se van a emplear.
o Evaluación final o análisis de resultados: Tendrá una revisión
continua en función a su puesta en práctica y el modo en el que se
vaya acercando a alumno a las conductas alternativas y eliminando
las problemáticas. Se hará un seguimiento y una evaluación final
para ver si ha generalizado las conductas propuestas como
alternativas.
Plan de prevención de los problemas de comportamiento a través de una
educación de tipo compensatorio.
Algunas técnicas preventivas consideradas por Vallés (1997) son: refuerzo
positivo, imitación, moldeamiento, contrato de conducta, economía de
fichas, aislamiento control estimular, reglas de clase y auto instrucciones.
2.2.Técnicas Específicas de intervención
Ludoterapia: Fomenta la espontaneidad del niño, aprovechando su actividad
natural. Favorece la socialización, aceptación del grupo de iguales, de reglas,
adopción de actitudes positivas ante el grupo, etc. y ayudan al consumo de
16
excedentes energéticos de manera adecuada ofreciendo alternativas para su
actividad y disfrute del tiempo libre.
Dibujo y artes plásticas: Utilizando como base las técnicas proyectivas en las
que el niño nos refleja su interpretación del mundo que le rodea y de sí mismo,
nos ofrece los conocimientos adquiridos en el proceso de Enseñanza,
sirviéndonos de instrumento de valoración de sus logros, y nos expresa sus
sentimientos, siendo cauce de comunicación personal y social.
Actividades artísticas, expresión corporal y musicoterapia: Se crean
situaciones de relajación de tensiones, descarga de energía ayudando al
individuo a conseguir el autocontrol. Son a la vez formas de relación
interpersonal que permiten al niño expresarse, comunicarse, escuchar.
Fomento de deportes: El niño pertenece a un equipo en el cual se sentirá
aceptado, respetará las normas del juego y/o sus compañeros de grupo,
aprenderá destrezas sociales y actitudes positivas (cooperación, colaboración,
participación, respeto por la autoridad...); aprenderá a valorar el esfuerzo
como positivo para conseguir una meta. Se devolverá la seguridad personal y
la confianza en sus fuerzas.
Talleres. Comenzando por manualidades o sencillos trabajos artesanos que le
ayudarán a obtener niveles óptimos de desarrollo psicomotriz y que
posteriormente pueden ir introduciendo en el conocimiento de un oficio
(encuadernación, carpintería... lo que le abrirá las puertas del futuro al
desvincularse de la escuela.
Otras actividades de ocio y tiempo libre.: Que deben estar en consonancia con
la edad y capacidad; acampadas, excursiones a granjas escuela, campos de
trabajo...
17
Existen elementos de ayuda específica para los problemas de atención; son los
programas individuales de entrenamiento del autocontrol. Se trata que el niño
aprenda a regular su conducta de forma eficaz por medio de autoinstrucciones
(pensamientos que ayudan a organizarse). Dichas instrucciones, en un primer
momento le serán dadas por el adulto, en forma de verbalización de dichos
pensamientos. Pero esta ayuda externa se irá atenuando progresivamente. Los
principios básicos de estos programas son los mismos que los de modificación
de conductas.
18
CAPÍTULO 3
ANÁLISIS DE CASO - PRÁCTICA EDUCATIVA CON UN ALUMNO CON DIAGNÓSTICO DE TDA H EN LA ETAPA DE
EDUCACIÓN INFANTIL
19
3.1.Presentación de caso
Caso extraído de Martínez (2010):
“En el curso 2008-2009 se solicita la intervención del equipo específico de orientación
educativa y psicopedagógica para la atención de alumnado que presenta problemas
de conducta. La solicitud la realiza el director de un centro educativo público y urbano
en el que se cursan las etapas de Educación Infantil y Primaria. La demanda se centra
en un alumno que se escolariza en el curso 2007-2008 en la etapa de educación
infantil, 4 años, por primera vez en ese centro educativo. Ya desde el inicio de la
escolarización el alumno muestra dificultades para integrarse con el grupo de
referencia, además de tener problemas para respetar las normas del aula y a la tutora
le resulta complicado controlar su comportamiento general. Parece que no sabe jugar
y se pelea con sus compañeros y compañeras. Se empieza a crear un cierto
alarmismo por las conductas que se presentan por parte de este alumno. La tutora
hace la demanda de valoración psicopedagógica a la orientadora del centro. Por eso,
superado el primer curso de escolarización el alumno sigue con muchos problemas de
comportamiento y de rendimiento escolar. Se decide solicitar la intervención de un
equipo de orientación educativa externo para trabajar con este tipo de alumno.”
3.2.Desarrollo y análisis
Martínez (2010) dividió su plan en cuatro fases:
Primera fase de la intervención. análisis de datos y observación del
alumno en el contexto escolar.
En un primer momento se realizó una toma de contacto con la familia
(incluida la educadora familiar) y con el centro educativo (el director, la
orientadora, la tutora). Se completó la recogida de datos con la
observación directa y sistemática del alumno en el aula y otros espacios
del centro. Se llevaron a cabo 15 horas de observación directa, en
periodos de dos a cuatro horas, abarcando todos los momentos de la 20
jornada escolar, atendiendo a los siguientes indicadores de
observación:
o Las conductas del alumno en la exigencia de las tareas
escolares y otras tareas del centro educativo (comida y juego).
o Las conductas del alumno en la interacción con el grupo de
iguales en el aula, el patio y otros espacios del centro educativo.
o Las conductas del alumno en la interacción con los adultos
(tutora, maestros especialistas y cuidadoras).
o El comportamiento general del alumno (aceptación de las
normas y llamadas de atención)
Segunda fase de la intervención: diseño de un plan de actuación
individual. implementación y seguimiento.
En una reunión con todo el equipo docente con la asistencia de la
orientadora y el director del centro, se presentó el plan de actuación. El
equipo de orientación que atiende a niños con problemas de conducta,
hizo una presentación de las conductas observables y cuantificables
para luego señalar los objetivos a seguir y las pautas de actuación
psicoeducativa que pueden ser más adecuadas para responder a las
necesidades específicas de este alumno. Se buscó que todos los
agentes implicados actúen siguiendo los mismos criterios de actuación.
Entre los objetivos planteados se encuentran:
o Disminuir hasta desaparecer las agresiones a los demás (iguales
y adultos).
o Aumentar o mejorar la calidad de las interacciones positivas con
los demás.
21
o Disminuir la frecuencia de las conductas de maltratar objetos.
o Mejorar el trato y cuidado de los objetos que utiliza.
o Aumentar el tiempo total de dedicación a las tareas didácticas
partiendo de un apoyo casi continuo para ir aumentando
progresivamente su autonomía.
o Hacer desaparecer las rabietas negativistas.
o Implicar a todos los agentes de cambio en la modificación de las
conductas.
Tercera fase: concreción de la intervención educativa. diseño de un
cuaderno de adquisición de hábitos para el aula y el centro
La tutora y la especialista en pedagogía terapéutica, con el
asesoramiento del equipo de orientación, prepararon la relación de
contenidos del cuaderno de adquisición de hábitos y se explicaron el
procedimiento. Mediante pictogramas o fotos se representa la
secuencia de cada uno de los bloques de contenido a enseñar.
Realizado el cuaderno, la especialista en pedagogía terapéutica
entrenó específicamente al alumno en las rutinas escolares que se
relacionan mediante el modelado, refuerzo de conductas adecuadas y
corrección de las inadecuadas. La tutora lo generalizó con el grupo de
referencia. Se buscó con esto, dar la oportunidad de desarrollar al
máximo sus capacidades de aprendizaje.
Fase final: evaluación del plan de actuación
22
La evaluación del plan de actuación se realizó con carácter trimestral,
teniendo en cuenta el curso escolar, mediante reuniones con todos los
agentes educativos. Se valoraron las distintas medidas tomadas y al
finalizar el curso escolar, el equipo específico de orientación elabora un
informe que refleja los resultados obtenidos. Este informe se dirigió
tanto al director como a la orientadora del centro educativo.
Se favorece la participación y compromiso del equipo docente mediante
la coordinación con el equipo directivo y el equipo de orientación. De la
misma manera que se consiguió la implicación y participación de la
familia, con la intervención de los servicios sociales. En ambos casos,
se realizaron, primero, reuniones semanales y, pasado un trimestre,
reuniones quincenales.
La coordinación con los distintos agentes sociales y sanitarios para
hacer más efectiva la labor escolar permitió recabar e intercambiar
información, que fue tratada con prudencia y de manera positiva.
23
CONCLUSIONES
1. Los problemas de comportamiento en los niños y adolescentes son expresados
en distintos lugares, sin embargo la escuela es uno de los principales escenarios
en donde se muestran los diversos comportamientos que transgreden las normas
sociales. Por ello la escuela se considera uno de los principales agentes que
deben intervenir para la prevención y atención de los problemas de
comportamiento.
2. Los principales tipos de problemas de comportamiento son los de hiperactividad,
las conductas agresivas, el déficit de atención, los trastornos de socialización, las
conductas antisociales, los niños desobedientes y los trastornos de ansiedad.
3. Los principales factores que incrementan la aparición y aumento de los problemas
comportamentales son los factores o causas sociales, las etnia o raza, familiares,
personales y escolares.
4. La escuela cumple 3 funciones principales en la prevención de los problemas de
conducta: evaluación y diagnóstico de comportamiento, plan de actuación de la
resolución via adaptación curricular o modificación conductual y plan de
prevención de los problemas de comportamiento a través de una educación
compensatoria.
5. La intervención psicoeducativa se debe iniciar desde las primeras señales que
indican que puede haber necesidades específicas de apoyo educativo en los
alumnos si se desea lograr un equilibrio en el aula con niños diversos y entender
sus necesidades como retos. No obstante, no siempre es suficiente con los
recursos ordinarios o específicos, de tipo material, humano y organizativo, que se
presentan en el centro educativo y se hace necesario solicitar nuevas ayudas o
asesoramientos educativos y psicopedagógicos externos.
24
6. El éxito de la prevención y atención de problemas de conducta es contanto con
participación activa y en equipo tanto de la escuela, la familia , el niño y los
refuerzos psicopedagógicos .
25
REFERENCIAS
Martines, M. (2010). Práctica educativa con un alumno con diagnóstico de TDA H en
la etapa de educación infantil. Innovación Educativa. (20). Recuperado de
https://dspace.usc.es/bitstream/10347/5012/1/19.Marta%20Mtnez.pdf
Peiró, J. y Carpintero, H. (1978). Conductas escolares problemáticas. Un estudio
sobre la evaluación de su gravedad realizado por los profesoras de EGB.
Análisis y modificación de conducta. (4).
Rubio, F. (2009). Los problemas de comportamiento de los alumnos en el ámbito
educativo. Innovación y experiencias educativas. (20). Recuperado de
http://www.csi-csif.es/andalucia/modules/mod_ense/revista/pdf/Numero_20/
FRANCISCO_RUBIO_JURADO01.pdf
Vaallés, A. (1997). Modificación de la Conducta Problemática del Alumno, técnicas y
programas. España: Ed Marfil S.A.
26
22