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Page 1: Monegros, república independiente

Heraldo de Aragón l Domingo 24 de julio de 2011 CULTURA Y OCIO l 51

La república independiente de Monegrosproclama presidente a David GuettaMás de 35.000 entradas se habían vendido ayer para el festival, que sigue hoy hasta las 13.00

FRAGA. Ayer nació un nuevopaís: la república independientede Monegros. Se trata de un terre-no singular, de contrastes, dondela mayoría de su población supe-ra por poco los 20 años, pero quetiene entre sus gentes a algún queotro abuelo. Es pequeño, está si-tuado entre las poblaciones os-censes de Candasnos y Fraga, yayer proclamó como presidente aDavid Guetta, el DJ francés quereventó la carpa Open Air, aunquele anduvo a la zaga en número defieles Busta Rhymes en el escena-rio de rap. Y es que el MonegrosDesert arrancó ayer a golpe degrave.

Las filas para entrar en el festi-val de música electrónica fueronlargas, pero en ningún momentose llegaron a colapsar. En el par-quin se vivía otro festival, singrandes DJs ni raperos, pero conmucho ambiente, altavoces colga-

Gente llegada desde todos los puntos de España se congregaba ayer en la pista abierta del Monegros Desert. JAVIER BLASCO

Actuación de Rap’susklei en la carpa San Miguel Experience. JAVIER BLASCO El francés David Guetta, ayer, en la Open Air del Monegros Desert. J. B.

SOBRE EL ESCENARIO

LAS ESTRELLAS CUMPLIERON CON CRECESNi tomates lanzados a su carani boicot. David Guetta triunfóen Monegros y llenó de públi-co el escenario Open Air. Seescuchó algún abucheo al prin-cipio, pero cuando el DJ parisi-no comenzó a darle a los pla-tos, el público fue un clamor yla sesión un éxito total. Un es-pectáculo de sonido y luces demás de hora y media que co-menzó con los últimos rayos

de sol y que fue ‘in crescendo’.La otra estrella de la jornadafue Busta Rhymes, que tuvo envilo a su público hasta el últi-mo segundo. Aunque el con-cierto estaba previsto a las22.00, mucha gente no se con-gregó en la carpa San Miguelhasta un buen rato después, co-mo si hubieran previsto su re-traso. Justo cuando se empezóa escuchar algún abucheo, el

DJ lanzó un grito de guerra:«Let’s go! Put your hands up!»(¡Vamos, alzad vuestras ma-nos!), Busta Rhymes apareció,y aquello se convirtió en la lo-cura. El rapero neoyorquinopagó así la deuda contraída elaño pasado, cuando dejó plan-tado Monegros a última hora.Y vista la energía que derrochónada más comenzar, lo hizocon intereses. D. M.

dos de los coches y muchos cha-vales bailando. Hasta 158 autobu-ses fletados por la organizaciónllegaron a Monegros, más de 30de ellos desde Francia. Hasta ayer

se habían vendido 35.000 entra-das y por la tarde aún se seguíanvendiendo en las taquillas. Cadafestivalero recibió, al intercam-biar su entrada por la pulsera, un

bolso-mochila con el logo del fes-tival y el cartel completo de esteaño.

Y es que durante un día y me-dio (son 20 horas ininterrumpi-

das de música, desde las 17.00 deayer a las 13.00 de hoy), el desier-to de Monegros se convierte enuna verdadera república indepen-diente. Sus habitantes lucen orgu-llosos el nombre de su nueva pe-queña patria en las camisetas, go-rros, pañuelos e incluso, alguno,en el pelado de su cabeza. Otrosvan de independientes y se escon-den tras la máscara de V, el anar-quista protagonista de la película‘V de Vendetta’.

Gafas de sol con visión nocturnaPero si hay un utensilio que deverdad utilizan los ‘monegrinos’son las gafas de sol. De marca, ba-ratas, cuadradas, redondas, rojas...raro es el que no las lleva puestaso por encima de la frente. Da igualque sean las 22.30 y que las únicasluces que alumbren sean las de lascarpas de música.

¿Y a qué se dedican los habitan-tes de este nuevo (y breve) país?Principalmente a una cosa: bailar,moverse, dejarse contagiar por unritmo con el que es imposible es-tarse quietos. En la carpa Row, losDJs Óscar Mulero y Reeko consi-guieron que absolutamente nadiedejase de moverse al ritmo de susmezclas. Hicieron con el públicolo que les dio la gana. «Mulero esun DJ que tiene un público muyfiel y muchísimos seguidores»,recordó Juan Arnau, promotor delfestival. La sesión conjunta de es-tos dos pinchadiscos fue un per-fecto caos de baile, sudor y ritmo,mucho ritmo. En la carpa Row fuedonde tenían previsto juntarse, demadrugada, Marco Caracola y Lo-co Dice, entre otros.

Más modesto es el escenarioRed Bull Academy, aunque su es-caso tamaño consigue que la cer-canía con los festivaleros se notedesde el primer tema de cada DJ.Allí pinchó Salvatorecoco. Un ara-gonés que contó con un públicofiel y entregado. Bailando sus te-mas estuvo Carlos Marques, unfrancés de 39 años, de ascenden-cia portuguesa. «Esta es mi undé-cima vez en Monegros. He veni-do en coche y no veas cómo seagradece que no haya hecho el ca-lor de otros años. ¡Bailamos enmedio de un desierto y no nosmorimos de calor!», exclamabamientras intentaba dejar de bailar.

Razón no le faltaba. Una suavebrisa levantó de vez en cuando elpolvo del desierto, pero apacigua-ba aún más las temperaturas. Muycerca de este francés pasó, porcierto, un tipo muy alto, de colorverde y chaqueta de tonos metá-licos. «¿El increíble Hulk?», pre-guntaron algunos festivaleros.Aunque lo parecía, se trataba enrealidad del DJ Doctor Lektroluv,el pinchadiscos cuya sesión era lasiguiente a la de Salvatorecoco. Lodicho, país de contrastes.

No solo de DJs vivió ayer Mone-gros. La carpa San Miguel se lle-nó de graves y rimas con el rap deHablando en Plata y Tote King,entre otros. «¡Las manos arribaMonegros!», gritaba micrófonoen mano el aragonés Rap’susklei,que consiguió congregar a unbuen número de fieles. Aunque elsonido general del festival fuebueno, el del escenario San Mi-guel tuvo un exceso de graves cu-yas bases enmascararon, en algu-nos momentos, las voces de losraperos. Poco importó a los ‘mo-negrinos’, que bailaron, bailan ybailarán hasta que la música dejede sonar. Por lo menos.

DAVID MORALES

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