MÓDULO 6
TEMA 2:
LA CULPA Y
EL PERDÓN
La Culpa y el Perdón
2
ÍNDICE:
1 LA CULPA: ....................................... .......................................................... 3
2 EL PERDÓN: ...................................... ......................................................... 6
3 EL PERDÓN A LOS DEMÁS: .......................... ........................................... 8
4 PERDONARSE A UNO MISMO: ......................... ...................................... 10
5 CÓMO PERDONAR: .................................. ............................................... 14
6 EL PERDÓN A LOS PADRES: ......................... ........................................ 16
La Culpa y el Perdón
3
1 LA CULPA:
Desde el prisma más tradicional de la psicología, la culpa es una emoción
social derivada por una creencia sobre la acción del otro. La culpa puede
ser en si misma constructiva o destructiva.
Podemos distinguir dos tipos de culpa:
1. La culpa constructiva o arrepentimiento : de la que podemos sacar un
aprendizaje. Es una culpa sana, positiva.
Esta culpa es una señal interna que nos advierte que hemos hecho algo a
otra persona que no es adecuado. Nos advierte que hemos transgredido un
valor nuestro, una norma y que necesitamos hacer algo para reparar ese
daño.
Esta clase de culpa tiene una función muy útil, ya que nos permite
reconocer y reparar nuestros errores.
Esta culpa se vive como una especie de vergüenza, de pena o tristeza, ante
una conducta o comportamiento que uno reconoce como inapropiado, o
incorrecto y esto nos permite recapacitar, tomar conciencia sobre nuestros
hechos e incluso, en la medida de lo posible, solventarlos.
2. La culpa destructiva: es la culpa inútil y paralizante, que no nos muestra
ningún tipo de aprendizaje.
Este tipo de culpa suele ser muy destructiva e insana. Se da cuando
perdura en el tiempo y a pesar de haber realizado las rectificaciones
necesaria sigue perdurando y nos mortificamos por ello.
También puede surgir de una causa injustificada o que no ha sido
propiciada por la persona que siente la culpa.
Esto puede tener su raíz en la forma de resolver los conflictos y en el
sistema de comunicación familiar y escolar, es decir cómo se les ha
educado. Cuando en casa o en la escuela se educa buscando al culpable
La Culpa y el Perdón
4
de los hechos y no en la solución. Se centra en el “quién” y no en el “cómo”
solucionarlo, en el “tú” y no en “yo”.
Este tipo de culpabilidad merma la autoestima, limitando su auto concepto y
el sentimiento de valía.
Cuando hablamos de culpa, nos referimos a sentirnos nosotros culpables
ante alguna acción o un hecho.
Otro cosa diferentes es culpar al otro de algo que pensamos que ha hecho
mal, que no ha actuado correctamente (dentro de nuestros cánones o
nuestras creencias) o que nosotros interpretamos que no está bien, o nos
ha hecho daño.
Aquí cuando culpamos a otro de algo que a nosotros nos ha dolid o,
cuando decimos ”él/ella tiene la culpa”, lo que tenemos que hacer es
mirarnos a nosotros mismos y ver de qué culpamos o que es lo que la otra
persona te está reflejando que a nosotros tanto nos molesta.
Aquí es donde hay un gran aprendizaje para nosotros mismos:
1. El primero el de dejar de culpar a la otra perso na y de hacerle
responsable de algo que no es, ya que es tu propia interpretación de los
hechos, con tu propio sistema de creencias, con tu propio mapa lo que hace
que estés señalando con tu propio dedo al otro como el “culpable”.
2. El segundo gran aprendizaje es el de identificar que aquello que me
molesta o me sienta mal no es el del otro, sino mío . El otro solo está
haciendo de espejo, de mi propio reflejo, para que yo pueda dar luz a
alguna situación o aprendizaje que transcender, lo que venimos dando a lo
largo del curso como nuestra SOMBRA .
La culpa es una emoción erosionante, que debilita l a capacidad de
amar y de sentirse amado, de amarse a sí mismo y de enfrentarse
a nuevas situaciones.
La Culpa y el Perdón
5
3. El tercer gran aprendizaje es poder transcender esa situación, y
perdonarse a uno mismo.
El sentimiento de culpabilidad es completamente inventado por la
humanidad. Es un concepto moralista, que nos hace sentir atados y
desconectados de nosotros mismos, de nuestro Ser esencial, ya que la
culpa nos lleva al castigo, al odio, al resentimiento, etc., todo lo contrario al
Amor.
Ya que la culpa a nivel físico y energético merma la vitalidad de nuestro ser
y no nos deja mirar más allá de lo que tenemos delante de nosotros, nos
impide avanzar y aprender.
La culpa también está asociado a una mirada del mundo polarizada, donde
solo hay blanco y negro, un bueno y un malo, un está bien o está mal., etc.
Las personas que a menudo se sienten culpables por todo, son personas
que les cuesta mirar que hay una gran variedad de matices que hay entre el
blanco y el negro. Son personas que les cuesta ser flexibles ante la vida,
ante los demás, y ante sí mismos.
Para liberarse del sentimiento de culpabilidad nosotros utilizamos unas de
las premisas de la PNL:
“Las personas toman la mejor opción posible dada su s posibilidades y
capacidades: según su mapa del mundo”.
Otra forma de liberarse de la culpa es a través de practicar la flexibilidad en
la vida.
Junto a la culpa nos encontramos El Perdón.
Las personas que tienen bastante tendencia a culpab ilizar o
culpabilizarse tienen una baja autoestima y escasa vitalidad.
La Culpa y el Perdón
6
2 EL PERDÓN:
El perdón es un acto de amor, comprensión y compasión, que nos libera del
resentimiento, del rencor y del sentimiento de víctima, nos libera del pasado.
El hecho de perdonar no conlleva el hecho de que aceptemos la conducta
que nos causa sufrimiento, o que aceptemos a la persona que hemos de
perdonar, y tampoco excluye que tomemos medidas para cambiar la
situación, todo siempre bajo nuestra propia interpelación.
De todas formas el concepto de perdonar es algo bastante extendido entre
nosotros.
A los niños desde bien pequeños cada vez que hacen algo que entre
nuestros cánones o sistema de creencias, o que según nuestra
interpretación está “mal hecho” le decimos que pida perdón, o que cuando
nos pidan perdón, se nos pide que “perdonemos” de forma inmediata, es
como quitar una lacra.
Pero si nos fijamos en los niños, que están conectados con su Ser esencial,
ellos no tienen necesidad de pedir perdón. Lo que les sale decir es “lo
siento” cuando realmente sienten lo que ha sucedido, y el que ha de
perdonar dice “perdón”. Hemos observado muchas conversaciones de
niños que dicen
Niño 1: Perdón.
Niño 2: Perdón
O
Niño 1: Lo siento.
Niño 2: Perdón.
Desde pequeños se nos inculca la idea de que hemos de pedir
perdón y perdonar.
La Culpa y el Perdón
7
En la observación de los niños hay mucho aprendizaje, ya que lo que vemos
es que el perdón es un concepto más aprendido que innato en nosotros.
¿El perdón puede sanar nuestras heridas emocionales ?
A veces sí y a veces no. Depende siempre de nuestro sistema de creencias,
de lo que hayamos aprendido con respecto a qué es el perdón.
El perdón tiene muchas caras y vertientes, ya que por otro lado perdonar
¿no resulta de un acto de vanidad sublime?
En todo caso, lo que habría que hacer es recordar lo que somos: Amor y
llenarnos de amor hacia nosotros mismos, hacia los demás y hacia todo tipo
de situaciones.
Y de aquí tendríamos que hacernos el planteamiento de qué es lo que
tenemos que perdonarnos:
A nosotros mismos.
A los demás.
Si nosotros estamos conectados a la energía del amo r y de la luz,
el perdón no tiene planteamiento por sí mismo, no e xiste, ya que
no hay nada que perdonar.
La Culpa y el Perdón
8
3 EL PERDÓN A LOS DEMÁS:
Como hemos dicho antes, siempre hemos tenido el concepto de que hemos
de perdonar a los demás, porque eso es lo que tenemos establecido en
nuestro sistema de valores:
“El perdón es bueno”.
“El perdón sana las heridas”.
“El perdón te libera”, etc.
Pero por otro lado como hemos dicho antes:
¿No resulta un acto demasiado vanidoso el hecho de perdonar a los
demás?
Ya que como hemos dicho muchas otras veces, el hecho de perdonar
conlleva que alguien, según nuestra propia interpretación y nuestra historia
de vida, ha hecho algo que nos ha dolido o nos ha hecho sufrir.
Pero aquí más que hablar de perdonar lo que tendríamos que hacer es ver
que aquello que nos hace sufrir, no es lo que el otro ha hecho, sino nuestra
propia interpretación de los hechos, según nuestro mapa, nuestra
experiencia vivida y el momento que estamos viviendo aquí y ahora.
Por lo tanto más que perdonar lo que tendríamos que hacer es cambiar
nuestra propia interpretación, o al menos ver que lo que nos hace daño, o
nos hace sufrir es nuestra interpretación y no lo que nos hace los demás.
A veces no es necesario cambiar nuestra interpretación, ni entender al otro,
es decir, entender porque ha hecho lo que ha hecho, o dicho, etc… Si no
basta con saber que eso que nos daña y nos hace sufrir es nuestro, que
procede de nuestra forma de ver el mundo. Solo con tomar conciencia de
eso, podemos sentir el dolor como nuestro, soltarlo y transformarlo,
transformarlo en amor.
La posibilidad de soltar, de soltar nuestras propias opiniones, nuestras
propias interpretaciones se abren en la vida en cada momento, en nuestro
presente. La posibilidad de soltar siempre la tenemos abierta, pues solo
La Culpa y el Perdón
9
podemos vivir en el presente, y esa posibilidad nos da alas, nos da libertad
para ser feliz y soltar todo nuestro dolor y nuestro sufrimiento.
Es decir, solo somos conscientes de aquello que nuestro celebro nos deja.
No somos víctimas de nuestros pensamientos, es nuestro patrón de
comportamiento que hace que nuestros pensamientos tengan el poder de
nuestras vidas y que nos quedemos enganchados en ellos y de ahí sale la
necesidad del perdón, porque está la interpretación de que el otro nos hace,
nos dice, etc.
Cuando empezamos a perdonar entramos en una montaña rusa emocional,
porque el patrón que teníamos establecido para controlar empieza a
deshacerse, y las emociones, junto con los pensamientos empiezan a
emerger a la consciencia, ya que necesitan emerger para ser vistos,
soltarlos y perdonarlos.
Cuando estamos en esa montaña rusa emocional, sentimos el dolor pero
luego nos damos cuenta de que ese dolor es nuestro, causado por nuestras
propias opiniones y experiencia de vida, nuestras ideas arraigadas en
nuestro consciente e inconsciente durante años.
Entonces cuando soltamos eso, perdonamos y automáticamente el dolor se
va y sentimos como subimos en esa montaña rusa de abajo hacia arriba, y
así vamos pasando hasta incorporar este nuevo patrón de funcionamiento
en nuestra forma de vida.
Nuestro celebro está diseñado para ser consciente d e aquello que
queremos, y no al contrario.
La Culpa y el Perdón
10
4 PERDONARSE A UNO MISMO:
El perdón a uno mismo suele ser el más difícil de arrancar. Aprender a
amarnos y a aceptarnos, pase lo que pase, es lo que más cuesta.
A muchas personas les es más fácil perdonar cualquier otro daño que así
mismas.
La dificultad de auto perdonarse denota una baja autoestima. Amarse y
perdonarse es lo mismo.
Perdonarse a uno mismo muchas veces implica derrotar o cambiar
creencias o interpretaciones que fueron interiorizadas hace mucho tiempo y
que en el presente nos impide creer que somos buenos, respetables,
inteligentes y dignos de amor. Es darse cuenta que no hay nada que
perdonar más que amarnos a nosotros mismos tal cual somos.
El perdonarnos implica aceptarnos, implica acoger ese sentimiento de
tristeza, acoger el dolor y ver que desde el presente no hay nada más que
nosotros mismos.
Por eso cuando uno comienza la vida hacia dentro, la vida te muestra todos
aquellos obstáculos que usas para no alcanzarlo y en lugar de ser
agradecidos, nos quejamos. El poder observar esto y agradecerlo es de un
gran aprendizaje.
Muchas veces, preferimos renunciar a nuestra realidad en aras a no sentir.
Preferimos no sentir rabia y por eso preferimos anestesiarla, ¿cómo?
Luchando contra ella, escondiéndola, creyendo que la causa de mi rabia es
otra persona.
Amarse y perdonarse es lo mismo.
La Culpa y el Perdón
11
Tenemos muchas maneras de no sentir lo que sentimos y cómo esto lo
hace todo el mundo nos creemos que es así, pero claro si ahora sabemos
que lo hace todo el mundo porque todo el mundo está en mi mente
(partiendo de la premisa que el mundo es según yo interpreto) por lo que de
pronto por arte de magia, cuando yo empiezo a hacer otra cosa, los demás
también, obsérvalo.
Y en ese acto de honestidad te das cuenta de que estás pensando y
sintiendo algo y siendo aún más honesto te das cuenta que aquello que
sientes y piensas no es verdad, y esto nos lleva a la ignorancia, a darnos
cuenta de que cuando miro a la persona que tengo en frente no sé quién es,
por el hecho de que cuando yo vivo mi vida no sé quién soy, por lo tanto:
¿Qué sentido tiene vivir una vida sin saber quién s oy?
Esta pregunta es una realidad para todos nosotros, pues vivimos la vida sin
saber quiénes somos, porque pararse a mirarse quien soy es muy
incómodo.
Cuando una persona se para y se pregunta:
¿Quién soy?
¿Qué soy?
¿Por qué estoy viviendo esto?
Entonces se empieza a generar el movimiento más grande que un ser
humano puedo hacer: que es encontrar la respuesta a esa pregunta,
encontrarse a uno mismo.
Y la respuesta a esa pregunta no es un concepto, es tomar conciencia, una
conciencia real, inmutable, eterna, que me permite amar incondicionalmente
hasta a un violador, pero entonces, justo en este momento entra nuestra
El acto del perdón es un acto de honestidad con uno mismo y con
los demás.
La Culpa y el Perdón
12
opinión y empiezo a opinar y empiezo a desmarcarme de esa conciencia,
porque mis opiniones son mejores, o me siento más cómodo ante lo
conocido, que la de esa conciencia que soy yo, pero que me es
completamente desconocida.
Y en este sistema moral, nuestro sistema moral establecido socialmente,
ponemos a Dios (o a la fuente, o al amor universal, o a la conciencia
superior) en prisión: si trajéramos a Dios aquí, a nuestro mundo, lo
meteríamos en la prisión directamente, o peor aún, lo lincharíamos por el
simple hecho de amar a Hitler.
Nos duele y nos cuesta tomar la responsabilidad absoluta de nuestra propia
experiencia, de nuestra vida, lo cual implica todo, desde:
Lo que veo ,
a cómo lo veo ,
a cómo lo pienso ,
a cómo lo siento ,
a cómo actúo ,
a cómo lo deseo ,
y a cómo lo evito .
Parece lógico tomar la responsabilidad de toda nuestra experienci a de
vida , parece lógico, porque es lógico, de hecho, todo el universo lo hace,
menos nosotros mismos, que pensamos que el otro es un poco o
completamente responsable de lo que a mí me pasa.
Tenemos la necesidad interna de aparentar algo para que no se vea que no
sé quién soy, y es obvio que no sabemos quiénes somos, pero seguimos
aparentando y esto nos “con-funde”.
La vida es un puro anhelo de conseguir lo que ya so y, a través de
todo tipo de herramientas donde no está lo que yo b usco: que soy
yo.
La Culpa y el Perdón
13
Una con-fusión que nos lleva a fusionarnos constantemente con la otra
persona para no enfrentarnos a lo que somos. Esta con-fusión nos hace
tener una identidad, aunque no sea real y poder dar crédito respecto a los
demás.
El perdón intenta que por algún momento puedas reírte de tu propia vida, te
desmadres.
Des-madrarse es el primer vinculo que tenemos: cuando nacemos nos des-
madramos, y es el primer vínculo reconocido que tenemos. Y llega un
momento en que la vida nos llama a des-madrarnos, a desconectarnos de
depender de cualquier cosa o persona y empezar a depender de nuestra
propia experiencia como seres conscientes y ver el mundo desde otra
perspectiva.
Vivir el perdón & vivir la felicidad:
Y a esto se le llama el acto de ser feliz sin motivos. ¿Te imaginas ser feliz
sin tener ningún motivo para ser feliz? Ser feliz por el hecho de ser feliz, de
darse la concesión de ser feliz.
Es decir, me pasa esto, pienso esto, pero yo tomo la decisión, ya que me he
dado cuenta de que todo lo que me pasa no me está ocurriendo, sino que
es mi propia interpretación.
Ya que cualquier cosa que ocurre que nos hace feliz, no me ocurre en el
presente, no la vivo tal cual es, pues mi mente la des-virtualiza, duda de
ella, no la experimenta en el presente, tal cual es y tal cual sucede, por lo
que la felicidad no ocurre en mi presente, ocurre en mi pasado.
Al igual que en el presente tampoco existe motivos para sufrir, para culpar a
nadie ni a nada, no tengo motivos para seguir escondiéndome, de seguir
culpando, o seguir pretendiendo, etc.
Normalmente nos pasa que no vivimos la felicidad ta l cual es.
La Culpa y el Perdón
14
5 CÓMO PERDONAR:
Es simple perdonar, solo nos hace falta situarnos en el presente, en el aquí
y ahora, y mirar a la persona a la que queramos perdonar en este instante y
veremos que aquí y ahora no existe ninguna causa que perdonar, ya que la
causa la tenemos que perdonar la tenemos que coger del pasado, solo la
podemos ver desde el pasado y experimentarla desde el pasado.
El vivir y querer experimentar en el presente una cosa que pasó en el
pasado es solo una percepción, que sabe que no es verdad en este justo
momento.
Por lo que nos damos la concesión de soltarlo y dejarlo volar, dándonos
cuenta de que no tenemos nada que hacer para perdonar, solo mirar desde
el presente, darnos la licencia de mirar desde el presente.
Si miras cualquier conflicto en tu vida solo desde este instante te das cuenta
de que no existe ningún conflicto, a esto se llama honestidad, porque no es
honesto mirar el pasado desde el pasado porque no está.
Cuando creo que el origen de mi experiencia está en el pasado, no estoy
experimentado nada, estoy experimentado una farsa y la mayor farsa
somos nosotros mismos que nos alejamos de nosotros mismos para vivir
una realidad que no existe, pasada o futura, y nos adentramos en el
desconocimiento de quien soy yo aquí y ahora.
Yo soy el mayor farsante de mi vida, el que me comprendo, me creo todos
mis dramas, etc.
Para perdonar solo tenemos que permitirnos vivir en el presente. Y
en el presente nos damos cuenta de que no tenemos n ada que
perdonar.
La Culpa y el Perdón
15
Es importante que tengamos en cuenta que todo aquello que nos ocurre es
un reflejo de nuestra mente, así que para salir del drama y de la culpa
podemos:
pedir disculpas por lo que ves,
por como lo estás viendo,
dale las gracias por mostrarte como lo estás viendo,
y amarlo.
Y aquí se terminaría la necesidad de perdonar, se terminan los conflictos y
la culpabilidad.
La Culpa y el Perdón
16
6 EL PERDÓN A LOS PADRES:
La relación padres/hijo es la relación por la que se sustenta los cimientos
emocionales de la persona. La relación que el niño tenga con sus padres es
la que hará de termómetro emocional en su vida adulta.
Muchas veces pasa que esta relación no ha sido, por lo que sea
(expectativas no cumplidas, sentimientos de culpabilidad, de no llegar, etc.),
lo satisfactoria como para edificar una madurez y autonomía emocional ya
de adulto.
Si en nuestra niñez nuestros padres no satisfacieron las necesidades
básicas de amor, respeto, cuidado, seguridad, etc., es muy probable que
nuestro “niño interior” salte muy a menudo en nuestra relación con ellos o
con otras personas.
El perdón funciona como un elemento liberador, siempre que hayamos
aceptado lo que sucedió y se haya liberado el conflicto emocional.
Para perdonar a nuestros padres, lo que tenemos que hacer es perdonar
la idea que tenemos de papá y de mamá, pero no tenemos que perdonar a
papá y a mamá tal cal son, ya que ellos son perfectos tal cual son y además
es importante entender que nuestros padres hicieron las cosas de la mejor
manera que pudieron con los recursos que en esos momentos disponían.
Por otro lado, nosotros como almas elegimos a nuestros padres para vivir
esta experiencia y poder transcender como alma, todos los aprendizajes
para nuestra evolución.
Es fundamental liberar el conflicto emocional y per donar a nuestros
padres para poder caminar libre de expectativas y d e
resentimientos. Y también para poder amarnos a noso tros mismos.
La Culpa y el Perdón
17
El perdón consiste en soltar una idea que yo tengo de mi cabeza
establecida de que mi papá o mi mamá fueron de una determinada manera
o debería haber sido de tal forma.
Solo con soltar eso el perdón sucede, el perdón es soltar nuestras ideas.