1
2
INDICE
Pag.
AGRADECIMIENTOS……………………………………………………………......7
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………...9
CAPITULO I
Presentación del problema……………………………………………………………11
Objetivos………………………………………………………………………………..13
Hipótesis de trabajo……………………………………………………………………13
Antecedentes……………………………………………………………………………14
Consideraciones teórico-metodológicas…………………………………………….. 15
Sobre la historia como conocimiento científico del pasado de las sociedades……….. 15
Sobre las fuentes para la construcción del conocimiento histórico…………………... 20
Presentación y crítica de fuentes……………………………………………………… 22
“Una sólida cronología”…………………………………………………………….... 24
CAPITULO II
América Latina y Europa entre 1870 y 1930………………………………………. 25
Europa entre 1870 y 1914…………………………………………………………….. 25
La primera posguerra europea: la década de 1920…………………………………...26
América Latina entre 1870 y 1930……………………………………………………. 27
Argentina y Brasil entre 1890 y 1930: el contexto macro regional……………………30
Argentina y Brasil en década de 1920………………………………………………… 35
CAPITULO III
Las Fuerzas Armadas y el surgimiento del “tenientismo” en Brasil………………37
Las Fuerzas Armadas en la República Vieja…………………………………………...37
Benjamín Constant: la doctrina del “soldado ciudadano”……………………………38
Hacia la “profesionalización” de las Fuerzas Armadas………………………………41
Militares revolucionarios de la década de 1920 y el concepto de “tenientismo”……..43
Diversas interpretaciones sobre el surgimiento del movimiento militar revolucionario
de la década de 1920…………………………………………………………………...46
3
CAPITULO IV
El contexto micro regional, la frontera argentino-brasileña: Territorio Nacional de
Misiones, Estado de Paraná y Estado de Rio Grande do Sul entre 1890 y 1930….49
Frente Extractivo y colonización en la región de fronteras…………………………... 49
Estado de Paraná……………………………………………………………………... 51
Territorio Nacional de Misiones……………………………………………………… 52
Rio Grande do Sul…………………………………………………………………….. 56
CAPITULO V
La Revolución de San Pablo: la formación de la Columna Paulista y la toma de Foz
de Iguazú………………………………………………………………………………62
La Revolución de San Pablo del 5 de Julio de 1924…………………………………...62
En las márgenes del río Paraná: dos estrategias revolucionarias…………………… 68
Dilermando de Assís y la evacuación de Foz de Iguazú……………………………….71
La Toma de Foz de Iguazú……………………………………………………………..75
Deserciones y migraciones……………………………………………………………. 83
Articulaciones desde Foz de Iguazú a Rio Grande do Sul……………………………..85
CAPITULO VI
Revolución en Rio Grande do Sul: la “guerra de movimiento” y la Columna
Invicta………………………………………………………………………………….87
Revolución en Rio Grande do Sul………………………………………………………88
Estrategia y organización tras fronteras: alcances y limitaciones…………………….95
El rompimiento del cerco de San Luis: hacia la “guerra de movimiento”…………..100
Poblaciones civiles: simpatías, persecuciones y migraciones en la colonia Paris….. 103
Santa Catarina: deserciones y nuevas migraciones………………………………….105
Propuestas de Paz, disensiones, derrotas y victorias bélicas…………………...........109
Encuentro entre las columnas paulista y gaúcha…………………………………….112
El exilio hacia Argentina y Paraguay……………………………………………….. 115
Restablecimiento del orden en la frontera…………………………………………... 117
CAPITULO VII
Resistencia en el exilio………………………………………………………………118
Resistencia en el exilio: primeras manifestaciones…………………………………..118
4
Invasiones al sur del Brasil: la Columna “Relámpago”……………………………..119
El asesinato del coronel Pedro Aarâo en San Javier ……………………………….. 123
La Revolución de 1930 ……………………………………………………………….130
CONCLUSIONES
El movimiento revolucionario tenientista en la región fronteriza argentino-
brasileña………………………………………………………………………………132
Consecuencias sociales del movimiento en la región fronteriza: las migraciones…...132
El rol del Estado en el Territorio Nacional de Misiones frente al movimiento
revolucionario y sus consecuencias políticas, sociales y diplomáticas………………134
Consecuencias institucionales del proceso: el rol de la Jefatura de Policía del
Territorio de Misiones………………………………………………………………...138
BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………….142
FUENTES DOCUMENTALES……………………………………………………..145
5
INDICE DE MAPAS
Pag.
Mapa I: Región Fronteriza entre Argentina, Brasil y Paraguay, donde se
desenvolvieron las columnas revolucionarias entre 1924 y 1927……………………...12
Mapa II: Trayecto de la Columna Prestes entre 1924 y 1927…………………………44
Mapa III: Estado de Paraná en la República Vieja (1890-1930)…………………….. 52
Mapa IV: Poblamiento de Misiones, corrientes inmigratorias………………………..55
Mapa V: Rio Grande do Sul: Regiones económicas en la República Vieja………….. 58
Mapa VI: Municipios gaúchos creados en la República Vieja………………………..59
Mapa VII: Avance de la Columna Paulista, desde San Pablo hasta Foz de Iguazú….. 72
Mapa VIII: Zona bajo control de las tropas revolucionarias………………………… 78
Mapa IX: Primeros alzamientos en Rio Grande do Sul……………………………… 93
Mapa X: Movimientos de revolucionarios y armamento en territorio argentino
(noviembre de 1924)……………………………………………………………………99
Mapa XI: Rompimiento del cerco de San Luis Gonzaga…………………………….102
Mapa XII: Diversos movimientos migratorios por el desplazamiento de las columnas
revolucionarias………………………………………………………………………...107
Mapa XIII: Repliegue de las tropas paulistas………………………………………..111
Mapa XIV: Movimientos migratorios por exilio…………………………………….116
Mapa XV: Focos rebeldes en territorio argentino, la Columna de Leonel Rocha y
sublevaciones en Rio Grande do Sul (noviembre de 1926)…………………………...124
6
INDICE DE ANEXOS
Pag.
Anexo Fotográfico I……………………………………………………………………65
Anexo Fotográfico II………………………………………………………………….. 69
Anexo Fotográfico III………………………………………………………………… 76
Anexo Fotográfico IV…………………………………………………………………. 81
Anexo Fotográfico V………………………………………………………………….. 91
Anexo Fotográfico VI…………………………………………………………………113
Anexo Fotográfico VII………………………………………………………………..127
Anexo I: Cronología…………………………………………………………………..147
Anexo II: Selección de documentos del Archivo General de la Gobernación de Misiones
(AGGM)………………………………………………………………………………154
Anexo III: Selección de documentos del Archivo General de la Nación (AGN), sección
Archivo Intermedio……………………………………………………………………161
Anexo IV: Selección de documentos periodísticos………………………………….. 165
7
AGRADECIMIENTOS
La realización de este trabajo fue posible gracias a la colaboración de diversas
personas e instituciones, a quienes quisiera expresar mi agradecimiento.
En primer lugar, a César Sanchez Bonifato y Hernán Almirón que me brindaron
valiosos materiales, sugerencias y ayuda. También a Javier Arguindeguy que colaboró
conmigo en el archivo de El Territorio, y al personal del Archivo de la Gobernación de
Misiones.
En segundo lugar, a los profesores de la carrera y de la facultad que colaboraron
con su aliento y sus sugerencias para que lleve adelante este trabajo, como así también a
los compañeros que me brindaron su apoyo. De igual forma agradezco la ayuda y la
paciencia de mi familia.
Por último, a la Universidad Nacional de Misiones y la Facultad de
Humanidades y Ciencias Sociales por brindar una educación superior pública, gratuita,
laica y de calidad.
8
A los luchadores de todo tiempo y espacio,
a ellos les debemos los derechos de hoy
y los sueños de mañana.
Y al Profesor Trainer,
que me enseñó a conocer la América Latina profunda.
9
INTRODUCCION
El trabajo que aquí se presenta partió inicialmente de unas pocas preguntas que
comenzaron a formularse a partir de dos hechos que se dieron durante mi cursado de la
carrera de licenciatura en Historia. El primero tuvo lugar durante una visita muy
temprana al Archivo de la Gobernación de Misiones, donde advertí en los copiadores de
notas de la década de 1920, una serie de documentos que referían a las ―tropas
revolucionarias del Brasil‖. No contando con conocimientos historiográficos
suficientes, no estuve, en ese entonces, en condiciones de comprender estos testimonios,
sin embargo me resultaron muy llamativos.
El segundo hecho se dio durante el cursado de la cátedra de Historia Argentina y
Americana siglo XX, donde di con una biografía de Luiz Carlos Prestes escrita por
Hugo Sacchi. En este texto se relataba el paso de la columna revolucionaria, comandada
por Prestes, por Foz de Iguazú y otras localidades fronterizas entre 1924 y 1925. Estas
primeras informaciones pusieron de relieve aquellas viejas notas archivadas y
comenzaron entonces a formularse las primeras preguntas: ¿se referirían aquellos
documentos a la columna de Carlos Prestes? De ser así ¿por qué lo harían? ¿La
presencia de estas tropas revolucionarias en la frontera pudo tener algún impacto en -o
relación con- el territorio argentino? De ser así ¿cuáles pudieron haber sido?
Estas primeras inquietudes fueron el puntapié inicial de la búsqueda que inspiró
este trabajo. Esta es una búsqueda que aún no ha terminado, pero que considero puede
ofrecer ya sus primeros resultados, y ampliar el horizonte hacia futuras indagaciones.
***
La propuesta central del trabajo es, por tanto, el abordaje del proceso desatado
con la llagada, permanencia y desplazamiento de las columnas de militares
revolucionarios del Brasil1, en la línea fronteriza argentino-brasileña. Este abordaje
pretende retomar los aportes de investigadores brasileños, pero enriqueciéndolos con
1 Movimiento político dentro del Ejército de Brasil, que con posterioridad fue denominado ―tenientismo‖.
Estalló en San Pablo en julio de 1924, y en Rio Grande do Sul en octubre del mismo año.
10
fuentes documentales argentinas2, de manera que se pueda lograr una articulación que
desplace el eje de las historias nacionales, hacia una perspectiva de carácter regional.
Con esto se espera poder seguir enriqueciendo la identidad histórica de la región,
en la medida en que sea posible poner en perspectiva que las regiones fronterizas
comparten muchos procesos históricos que no pueden ser comprendidos en su totalidad
desde miradas nacionales excluyentes.
2 Los investigadores brasileños que desarrollaron este tema se concentraron casi exclusivamente en las
fuentes documentales del Brasil.
11
CAPITULO I
Presentación del problema
El problema que aborda el presente trabajo de investigación, busca analizar los
diversos hechos y procesos desatados en la región fronteriza3 argentino-brasileña, a
partir de la presencia, asentamiento y desplazamiento de las columnas de militares
revolucionarios, procedentes de San Pablo y Rio Grande do Sul, entre los años 1924 y
1930, desde una perspectiva histórica (ver Mapa I, p. 12).
Para lograr esto, se parte de la base de que dicha presencia se materializó en un
hecho fundante: la Toma de Foz do Iguazú por los revolucionarios el 24 de septiembre
de 1924. Previo a esto, y con posterioridad, se abrió en la región un complejo abanico
de hechos, situaciones y contactos que involucraron tanto a los revolucionarios
brasileños, a la población civil y empresarios de la región, como así también a las
instituciones y autoridades nacionales del Territorio Nacional de Misiones y del Estado
Argentino.
El objeto de este trabajo es, por lo tanto, exponer los distintos hechos políticos,
militares, económicos y sociales ligados al desarrollo del movimiento revolucionario
tenientista del Brasil, en la región fronteriza, y a su vez, conocer el rol del Estado
Argentino en el Territorio Nacional de Misiones como articulador de las diversas
situaciones y contactos entre los diferentes actores sociales involucrados. Por otra parte,
se espera conocer también su rol como productor de los testimonios que documentan
este proceso.
3 Se entiende la ―región fronteriza‖ como comprendida dentro de una ―región histórica‖ que se extiende
desde la parte occidental de los estados brasileños de Rio Grande do Sul, Santa Catarina y Paraná, el este
y sur de Paraguay, y la provincia de Misiones y nordeste de la provincia de Corrientes. Se trata de una
región histórica en tanto ―protagonizó la realización de experiencias socioculturales y económicas
compartidas que generaron una matriz regional inconfundible, conformada por sucesivas capas
superpuestas y combinadas de formaciones sociales y sistemas productivos: reducciones jesuíticas,
frentes extractivos, colonización y expansión agrícola, creación de agroindustrias, difusión de la
selvicultura y forestación, etc. Durante cada uno de estos períodos las fronteras, que sólo tienen una
existencia real en los mapas, fueron traspasadas en todas direcciones por personas, mercancías o
mensajes.‖ Abínzano, R. (1998), pp. 95-96. (Ver Cap. IV)
12
13
Objetivos
A fin de guiar esta investigación y resolver el problema planteado por ésta, se
exponen los siguientes objetivos generales:
Conocer las características del movimiento revolucionario tenientista en la
frontera argentino-brasileña, su proyecto político, composición social y
estrategia militar.
Analizar el rol político, defensivo y disciplinar de las autoridades del Territorio
Nacional de Misiones y el Estado Nacional al frente al movimiento.
Establecer las principales consecuencias sociales, políticas y diplomáticas de
este proceso en la región.
A estos objetivos generales, se agregan el siguiente conjunto de objetivos
específicos:
Describir las acciones de las fuerzas revolucionarias brasileñas en la frontera
argentino-brasileña.
Identificar los diferentes actores sociales involucrados en el proceso y sus
acciones.
Identificar y caracterizar movimientos migratorios en la frontera, durante el
período, por causa del movimiento revolucionario.
Construir nuevas fuentes a partir de la recuperación y ordenación de documentos
que se encuentran actualmente dispersos.
Hipótesis de trabajo
De la persecución de aquellos objetivos se espera poder dar respuesta a estas
cuatro hipótesis de trabajo fundamentales:
El desplazamiento del movimiento revolucionario tenientista en la frontera
argentino-brasileña supuso una serie de cambios sociales, políticos e
institucionales en la región y el territorio de Misiones.
14
En lo social dichos cambios comprendieron migraciones de población civil a
través de la frontera (por persecución política o invasión de propiedades, por
ejemplo) y organización de focos rebeldes.
En lo político supuso la redimensión del rol del Estado en el territorio, como
un actor social capaz de articular medidas y gestionar recursos, para resolver
problemas de la sociedad civil y el ―orden‖ interno.
En lo institucional, la cuestión de encarar y resolver la situación planteada
por la presencia de revolucionarios en la frontera, supuso la expansión del
aparato estatal del Territorio Nacional de Misiones en una modalidad
específica, relacionada al aparato policial y la profundización del rol de
vigilancia interna asumido por éste durante el proceso, entre otras prácticas.
Antecedentes
Respecto del movimiento revolucionario tenientista del Brasil, existen
innumerables trabajos de investigación por parte de científicos brasileños, a lo que se
suman numerosas publicaciones de los participantes del movimiento. El panorama se
complejiza en tanto el ―tenientismo‖ como tal, fue un movimiento que se inició en la
década de 1920, pero que fue transformándose y logrando continuidad en los procesos
políticos del Brasil hasta la década de 1960.
Sin embargo, siguiendo el recorte espacio-temporal de este trabajo, puede
decirse que los trabajos históricos más importantes que abordaron el tema, como es el
caso de la investigación de Anita Leocádia Prestes4 , entre otros
5, lo hacen desde una
perspectiva centrada en el proceso nacional del Brasil. En estos trabajos predominan las
fuentes de todo tipo (oficiales, periodísticas, orales, por ejemplo) pero siempre
provenientes o construidas en el Brasil6.
En este sentido, cuando los autores brasileños abordan los hechos que se
desenvolvieron en la región fronteriza, los datos a veces pierden nitidez, o son
4 Anita Leocádia Prestes (nacida en 1936, en la cárcel femenina de Barnimstrasse, Alemania), es la primer
y única hija de Carlos Prestes y Olga Benario (deportada en estado de avanzada gravidez, por Getulio
Vargas, al régimen nazista en 1936). Es Doctora en Historia por la Universidad Federal Fluminense y
escribió una importante obra sobre la Columna Prestes, titulada “A Coluna Prestes” (Ed. Paz e Terra:
1997). 5 Drummond, J. A. (1991); Meirelles, D. (2006), Quartim de Moraes, J. (2010), Noble, C. (2007);
Moraes, D. & Viana, F. (1997). 6 Domingos Meirelles (2006) incorpora otras fuentes, pero son documentos desclasificados de Estados
Unidos.
15
descartados como irrelevantes. Esto es producto de que, hasta el momento, no se han
explorado las fuentes argentinas para comprender el rol de la frontera, en el trazado de
estrategias de los jefes revolucionarios, cuyo éxito o fracaso muchas veces desencadenó
hechos de relevancia para el movimiento, e implicó a las autoridades argentinas.
Este trabajo se propone por tanto, no solo explorar las fuentes argentinas sobre el
movimiento revolucionario tenientista en la región fronteriza, sino también presentar el
proceso desde una perspectiva regional, que permita también superar las fronteras
nacionales en el conocimiento histórico sobre este tema. Lo que se espera generar con la
perspectiva regional, es integrar el conocimiento generado por las historias nacionales,
poniendo de relieve que un proceso que a priori se ubicaría como estrictamente
―brasileño‖, en verdad involucró (en distintos grados) a ambos países, Argentina y
Brasil, en forma militar, política, diplomática, social y económica. Y más allá de esto,
señalar que la movilidad transfronteriza, fue un factor clave en el desenvolvimiento de
las estrategias del movimiento revolucionario, como así también de sus fortalezas y sus
debilidades. De esta manera, se pretende que ―los revolucionarios del Brasil‖ se inserten
en la región como sujetos históricos de relevancia, durante la década de 1920.
Consideraciones teórico-metodológicas
Comprender este problema en sus múltiples dimensiones, requiere de precisar
algunos conceptos teórico-metodológicos, propios de la ciencia histórica, que han
guiado tanto la estructura final de este trabajo, como la manera misma en que se ha
llevado adelante la investigación.
Sobre la historia como conocimiento científico del pasado de las sociedades
El proceso de investigación histórica, y su producto, el conocimiento científico
del pasado de la sociedad, han sido objeto de la reflexión de los profesionales de la
disciplina, como también de filósofos y epistemólogos, desde los tiempos de la primera
―historia‖ de Heródoto. Estas reflexiones comprendían básicamente cuestiones sobre si
era posible el conocimiento del pasado, cómo podía lograrse, si tenía algún tipo de
utilidad práctica a los hombres, o si era capaz de explicar el origen de los problemas que
enfrentaban en su contemporaneidad, entre otras. De esta manera desde los tiempos de
la antigua Grecia hasta la actualidad las formas de acercamiento al pasado como objeto
16
de conocimiento han variado considerablemente, en gran medida en función de los
contextos socio-históricos en los cuales se realizaron.
Respecto de esto Michel De Certeau7, preguntándose sobre qué produce
realmente el historiador cuando ―hace historia‖, apunta que su producción se encuentra
inscripta en una determinada esfera social, compuesta tanto por las leyes y normas de la
institución a la cual pertenece, como por el medio social en el cual le toca vivir. Ambos
aspectos de la esfera social en la cual ejerce su práctica, condicionan sus posibilidades
de producción intelectual, fijándole horizontes y límites, es decir, permitiendo ciertas
investigaciones y prohibiendo otras. De allí que De Certeau concluya que una ―obra de
valor‖ en historia sea aquella que ante todo es reconocida por sus iguales como tal.
Así, resulta indispensable preguntarse cuál es el contexto actual de producción
de conocimiento científico en historia, que fija criterios y normas, para que una
producción determinada sea considerada como aceptable.
Según Brauer8, respecto de esto, el cambio más importante dentro de la filosofía
de la historia se produjo a fines el siglo XIX y comienzos del XX. Este cambio consistió
en abandonar los intentos de realizar historias ―totalizadoras‖ o teleológicas, es decir,
aquellas que buscaban principalmente encontrar el ―sentido‖ del devenir histórico
(Hegel o Marx), para pasar a las preocupaciones metodológicas y epistemológicas sobre
cómo dar cuenta de dicho devenir (Dilthey o Collingwood). En gran medida estas
preocupaciones persistieron como un debate dominante hasta las décadas de 1950-1970,
momento en que se amplió la controversia sobre ―explicación‖ o ―comprensión‖ (Georg
H. von Wright). En realidad se trataba de delimitar un campo propio de la disciplina, en
términos epistemológicos, frente a las ciencias naturales, tratando de ofrecer respuesta a
interrogantes como el tipo de explicaciones (incluso la existencia de regularidades) que
puede ofrecer la historia como ciencia, y cuáles son los métodos a través de los cuales lo
logra. A partir de allí y producto de los genocidios del siglo XX, se abrieron nuevos
problemas relativos a la ―memoria‖. Por otra parte, también han aparecido nuevo temas
y enfoques (historia social, ecológica, oral, entre otras), pero como señala Brauer
todavía se está en camino de lograr una reflexión filosófica en historia capaz de superar
los viejos esquemas de comienzos del siglo XX.
Michel De Certeau, por su parte, coincide en que el historiador ha abandonado,
sobre fines del siglo XX, las aspiraciones de la historia global, y se ha vuelto hacia los
7 De Certeau, M. (1984).
8 Brauer, D. (2009), pp. 19-38.
17
márgenes, convirtiéndose en una especie de ―merodeador‖, que últimamente ha
incorporado nuevos temas como la brujería, la locura, los campesinos, entre otros.
Ahora bien, la propuesta que se seguirá en este trabajo será la de “historia
integradora” formulada por Pierre Vilar9, que busca comprender globalmente los
hechos históricos, interpretándolos en su complejidad y en sus interacciones, sin
disociar los diversos niveles (políticos, económicos, sociales, entre otros) en el interior
del análisis10
. Para lograr esto, Pierre Vilar estableció un conjunto de categorías
teórico-metodológicas de análisis, que permiten guiar desde el procesamiento de datos
(fuentes directas) hasta la vinculación de los acontecimientos con las macro-estructuras.
En principio, Pierre Vilar apunta que la historia se sirve de la coexistencia y la
combinación de testimonios subjetivos (que informan lo que los actores pretendían
hacer) con los documentos objetivos (cifras, censos, escritos prácticos, etc.), a través de
los cuales se pueden confrontar los acontecimientos y las intenciones, con los hechos de
masas. A esto, Vilar lo llama el doble registro de las fuentes de la historia, que
constituye la base para trazar el marco indispensable a toda historia: una sólida
cronología.
Por otra parte, Vilar define al objeto de la ciencia histórica como la dinámica de
las sociedades, mientras que la materia histórica la constituyen los diversos tipos de
hechos que se deben estudiar para ―dominar científicamente al objeto‖. Estos tipos de
hechos para Vilar son:
1) Los hechos de masas: estos incluyen nociones de demografía, economía,
―mentalidades‖, etc. Esta categoría es asimilable a la de ―estructura‖, como
de ―larga duración‖, en términos de Fernand Braudel, o como de ―modo de
producción‖ para el marxismo.
2) Los hechos institucionales: definen los marcos que tienden a fijar las
relaciones humanas, como por ejemplo los marcos constitucionales, el
derecho civil, las relaciones internacionales, entre otros.
3) Los acontecimientos: refieren a la aparición o desaparición de personajes,
grupos (económicos o políticos), que toman medidas, decisiones, acciones,
ocasionando ―hechos‖ precisos como modificación de gobiernos,
diplomacia, etc.
9 Vilar, P. (1982) pp. 17-47.
10 Fernández, R., Fontana, J. y Martínez Shaw, C. (2003), p. 90.
18
Para Vilar, al combinar estos niveles de análisis –que pueden asimilarse a
estructura, coyuntura y acontecimientos– puede lograrse lo que a su consideración
constituye una investigación histórica, que en sus palabras es:
―…el estudio de los mecanismos que vinculan la dinámica de las
estructuras –es decir, las modificaciones espontáneas de los hechos
sociales de masas– a la sucesión de los acontecimientos –en los que
intervienen los individuos y el azar, pero con una eficacia que depende
siempre, a mas o menos largo plazo, de la adecuación entre estos
impactos discontinuos y las tendencias de los hechos de masas–.‖11
A los efectos de este trabajo, estos tres niveles de análisis se
integrarán, a su vez, dentro de marcos geográficos o territoriales como ser:
a) Contexto internacional y latinoamericano;
b) Contexto macro-regional: caracterizando a los Estados de Brasil y
Argentina desde la historia comparada12
;
c) Contexto micro-regional: caracterizando a la ―región histórica‖ en
sus aspectos económico-sociales, y respecto de los políticos e
institucionales, abordando las características del Territorio Nacional
de Misiones, el Estado de Paraná y el Estado de Rio Grande do Sul.
Se espera que de esta manera se construya un marco contextual que permita
comprender las características históricas de los múltiples actores que entrarán en
interacción a través del proceso estudiado, como así también la proyección de los
acontecimientos, y las regularidades y las rupturas históricas que atravesaban a esta
región en el período.
En otras palabras, estas consideraciones no tratan sino de conciliar el complejo
problema de las relaciones entre ―la singularidad de los eventos y la totalidad
11
Idem, p. 47. (las cursivas no son originales). 12
Devoto, F y Fausto, B (2008) pp. 7-17.
19
estructurada de las relaciones, así como la relación entre las acciones históricas de
sujetos determinados y las ‗circunstancias heredadas y transmitidas por el pasado‘‖13
.
Para Coelho14
, superar este obstáculo o limitación depende de aplicar el método
dialéctico que Carlos Marx desarrolló en sus dos textos más historiográficos15
, que
supone concebir los hechos históricos y las acciones de los sujetos como partes de una
totalidad que, a la vez que condiciona las posibilidades de aquellos, es constituida por
cada una de estas partes. Esto es así, porque dicha totalidad como un sistema de
relaciones determinado, es a su vez contradictoria, abierta y ―viva‖, es decir, dotada de
automovimiento.
Así, la construcción de un relato histórico debe dar cuenta de las relaciones
dialécticas entre una totalidad de relaciones sociales históricamente condicionadas en el
período estudiado, la singularidad de los acontecimientos que tienen lugar en ésta y el
protagonismo de los sujetos históricos que formaron parte de éstos16
.
Es por ello que, siguiendo este conjunto de consideraciones teórico-
metodológicas, este trabajo buscará dar cuenta tanto de los macro y micro contextos
históricos (constituidos por los tres niveles señalados) que conforman la totalidad
estructural en la que se desenvolvieron los acontecimientos, y los actores sociales que
los protagonizaron.
Estos actores sociales estarán representados en los hombres y mujeres que
participaron de los alzamientos revolucionarios y sus líderes, en los civiles y
empresarios afectados por éstos, y en los funcionarios estatales locales y nacionales del
Estado Argentino, como el Gobernador de Misiones y el Ministro del Interior, y los
comisarios, policías y gendarmes del Territorio Nacional. Todos ellos se encontraron
envueltos en una red de interrelaciones que, hecho tras hecho, produjeron cambios
sutiles, pero no poco importantes, dentro de la región y del Estado moderno. Y dentro
de éste, de uno de sus aparatos disciplinares fundamentales, como lo fue el aparato
policial de vigilancia, dejando como saldo prácticas recurrentes a lo largo del tiempo,
que con el devenir de la historia posterior, se agudizarán hacia el interior de las mismas.
13
Coelho, E. (2010) p. 10. Trad. propia. 14
Profesor adjunto de DCHF/UEFS, investigador del Laboratório de História e Memória da Esquerda e
das Lutas Sociais – LABELU/UEFS. 15
La lucha de clases en Francia de 1848 a 1850 y El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte. 16
Coelho, E. (2010) pp. 10-16.
20
Por otra parte, se irán deslindando en el desarrollo del trabajo, un conjunto de
proposiciones teóricas secundarias, que buscarán precisar sobre algunas hipótesis de
trabajo de carácter más específico o focalizado17
.
Sobre las fuentes para la construcción del conocimiento histórico
La investigación histórica se realizará siguiendo los aportes metodológicos de
Jerzy Topolsky18
, derivados de su ―teoría del conocimiento basado y no basado en
fuentes‖. Esta teoría establece que el conocimiento que se produce en una investigación
histórica, depende tanto del trabajo que se realiza recopilando fuentes directas
(conocimiento basado en fuentes) como de todas aquellas preguntas y conocimientos
teóricos o historiográficos generales producidos por otros (conocimiento no basado en
fuentes). Bajo esta perspectiva, el proceso de investigación en su conjunto llega a estar
integrado más fuertemente por el conocimiento no basado en fuentes, que por el basado
en ellas, ya que aquel proporciona toda la información que servirá de contexto teórico e
histórico a éste, sin el cual su aprehensión no sería posible.
Por otra parte, también señala que, en el trabajo con fuentes, cobra importancia
decisiva la crítica interna y externa que permite al investigador establecer la
autenticidad de las mismas y la fiabilidad de la información que proporcionan. Esta
información sumada al conocimiento no basado en fuentes será para Topolsky la que
permita establecer (en forma científica) los llamados ―hechos históricos‖19
.
En este sentido, la construcción del relato histórico no depende tanto de la
erudición o la recopilación de una gran cantidad de fuentes directas (y su ordenación),
como de la posibilidad de articular las mismas con un conjunto de conocimientos
preexistentes, que se componen tanto de marcos filosóficos, epistemológicos y teóricos
(que abren los interrogantes que guían una investigación y permiten su aprehensión
final), como de macro historia general (que permite contextualizar históricamente los
hechos con mayor rigurosidad). Esta combinación entre una determinada cantidad de
elementos empíricos y un conjunto de conocimientos teóricos y procedimientos
17
Es el caso de las proposiciones metodológicas de Oscar Oszlak (2004) para el análisis del cambio en las
estructuras de los estados modernos, o las proposiciones teóricas de Michel Foucault (2002, 2007, 2009)
para el análisis de los aparatos disciplinares, como la policía. (Ver Conclusión) 18
Topolsky, J. (1992) pp. 239-333. 19
Idem, p. 180.
21
cognoscitivos, sería entonces la única que permitiría la producción de conocimientos
científicos nuevos sobre procesos sociales del pasado20
.
Así, desde este enfoque, el valor de una investigación histórica no estaría dado
por el análisis y la ordenación de una serie ―x‖ de documentos o fuentes directas, sino
por la posibilidad de trazar relaciones conceptuales entre la información histórica que
éstos brindan, y la densa red de formulaciones hipotéticas, epistemológicas, filosóficas,
teóricas e históricas que el historiador va construyendo paralelamente, al filo del
conocimiento universal de las ciencias sociales.
Estas reflexiones corresponderían con las afirmaciones de Samaja, para quien el
conocimiento científico, producto del proceso de investigación científica, supone
siempre una combinación entre componentes teóricos y componentes empíricos21
. Esto
no quiere decir necesariamente que el proceso de investigación comience por una serie
de conceptualizaciones abstractas que deban ser ―probadas‖ luego por material
empírico, ya que la mayoría de las veces un determinado problema de conocimiento
parte en primer término de la observación de la realidad.
Sin embargo, como ya se ha expresado, todo proceso de investigación debe
comprender, una vez establecido el problema concreto a trabajar, un determinado marco
de conceptos y presupuestos teóricos que sirvan tanto para guiar la investigación
(hipótesis de trabajo), como para explicitar el lugar desde donde el investigador
realizará el análisis, y la sistematización particular de los datos empíricos que logre
obtener a lo largo del proceso22
. Significa que el investigador debe optar por
determinadas líneas teóricas en detrimento de otras, no sólo a sus propios fines, y frente
a los diversos destinatarios del producto de la investigación, sino también como parte
fundamental del conocimiento que se propone producir. Es decir, la construcción del
conocimiento ―no basado en fuentes‖.
20
Posiblemente se otorgue un lugar tan central a especificar los métodos y las técnicas de la historia
porque como señala De Certeau ―el lugar que se le concede a la técnica inclina a la historia del lado de la
literatura o del lado de la ciencia‖. Para De Certeau, el ―hacer historia‖ es más simple de conceptuar
metodológicamente si se lo encara como una práctica en donde, básicamente, el historiador es quien
puede tomar una serie de objetos repartidos de modo diverso y convertirlos en ―documentos‖, es decir
modificar su emplazamiento y hacerlos significativos en el contexto del conocimiento que una sociedad
tiene de su pasado. Y dado que esta operación en sí misma supone la transformación de elementos del
―medio ambiente‖ (escombros, papeles, glaciares, etc.) en entorno cultural, cumpliría para De Certeau los
requisitos necesarios para ser considerada ―científica‖. De Certeau, M. (1984), p. 32-36. 21
Samaja, J. (2008), p. 29. 22
Idem, pp. 30-36.
22
Presentación y crítica de fuentes
Las fuentes directas o primarias de que se sirve esta investigación serán
principalmente escritas, ya que al encontrarse los hechos muy alejados en el tiempo, no
es posible obtener con facilidad, testimonios orales de moradores que puedan guardar
recuerdos relacionados a los hechos aquí estudiados. Estas fuentes, por cuanto son las
principales, merecen ser presentadas y caracterizadas en sus especificidades, ya que las
mismas fueron obtenidas en diversos repositorios documentales.
En primer lugar, se ha trabajado con los repositorios del Archivo General de la
Gobernación de Misiones (AGGM). Sobre estos documentos se pueden señalar algunas
características. En principio, la mayor cantidad de testimonios referidos al tema
provienen de los documentos que forman parte de la serie de notas reservadas, que
están agrupadas en el libro de Copiadores que abarca desde 1917 a 1933. Este tipo de
notas guardan una riqueza especial respecto de otros, ya que como su nombre indica,
están compuestos por notas que fueron consideradas ―confidenciales‖, generalmente por
referirse a cuestiones problemáticas o conflictivas que sucedían en el Territorio.
Al encontrarse las autoridades territoriales subordinadas al Ministerio del
Interior, en muchos casos debían dirigirse al ministro para recibir instrucciones o dar
explicaciones respecto de estas situaciones, y estas comunicaciones eran generalmente
archivadas como ―notas reservadas‖. Es por ello que pueden encontrarse en estos libros,
numerosos testimonios sobre los conflictos o problemas del Territorio, expresados con
detalles que denotan que la comunicación no estaba destinada a ser mostrada en público,
sino a poder ser interpretada correctamente por las autoridades, a fin de tomar las
medidas oficiales más pertinentes para cada caso.
Por otra parte, deben señalarse también las limitaciones que tiene esta serie de
documentos, ya que en el Archivo de la Gobernación solo se encuentran las ―notas
remitidas‖, faltando por tanto, todas aquellas notas recibidas por la Gobernación. Esto
significa que si bien, muchas veces, pueden inferirse estos contenidos a través de
alusiones indirectas, no es posible conocerlos con certeza. Por otra parte, tampoco se
encuentran archivadas las notas recibidas por otros órganos del Estado, como la Jefatura
de Policía, no habiendo quedado, por tanto, registro de los informes elevados por ésta.
En segundo lugar, se ha trabajado en el Archivo General de la Nación (AGN), en
la sección de Archivo Intermedio, donde se encuentran los Expedientes Generales del
Ministerio de Interior. Estos expedientes no están inventariados, y sólo para el año
23
1924, están divididos en 62 voluminosos legajos, de cerca de 100 expedientes cada uno.
Este hecho dificultó la consulta de los documentos para todos los años estudiados en
este trabajo, de manera que, de este repositorio, sólo se han consultado los 62 legajos
del año 1924, y los 10 primeros del año 1927.
Al no encontrarse organizados, más que por un vago e impreciso orden
cronológico, estos expedientes contienen múltiples documentos y notas referidas al
Departamento de Correo y Telégrafos, empresas de transportes, el Departamento de
Higiene, los Territorios Nacionales, el Departamento de Policía, entre los más
sobresalientes, que denuncian el arco de cuestiones de las que se encargaba el
Ministerio del Interior en la época. Dentro de los documentos referidos a los
Territorios Nacionales pueden encontrarse padrones electorales, resultados de
elecciones municipales, designaciones de cargos, rendiciones de cuentas, listado de
sueldos, quejas de civiles ante diversos conflictos, denuncias a la policía, testimonios
sobre conflictos políticos, censos, y certificados de ―insania‖, entre otros, que dan
cuenta del amplio espectro de problemas y conflictos que se presentaban en los
Territorios Nacionales.
Referidos al tema de este trabajo, se han hallado entre los legajos consultados,
diversos conjuntos de notas enviadas y recibidas, tanto por el Ministerio del Interior,
como por otros como el de Relaciones Exteriores y Culto, el de Guerra y el de
Agricultura. Entre estos expedientes se han podido rescatar algunos informes policiales
completos, enviados por la Gobernación de Misiones, así como el expediente completo
del caso de homicidio del coronel Pedro Aarâo en San Javier23
.
Respecto de la prensa de la época, se ha consultado el archivo del diario local El
Territorio. Este diario apareció recién en junio de 1925, fuertemente alineado al
gobierno radical de Héctor Barreyro, por lo que una de sus características sobresalientes
es la exaltación de su gestión en el Territorio de Misiones. Por la fecha de su aparición,
no pueden encontrarse en sus ediciones testimonios referidos al movimiento
revolucionario en la frontera, pero sí ofrece hacia 1927, un fuerte seguimiento del
crimen del coronel Pedro Aarâo en San Javier. Al respecto precisa gran cantidad de
detalles extra-oficiales, pero procurando responsabilizar a personas de baja jerarquía,
para preservar el prestigio del Jefe de Policía y del Gobernador Barreyro, como se verá
más adelante.
23
Ver Cap. VII.
24
También se han consultado, en forma exploratoria, las ediciones del diario
nacional Crítica, que se encuentran microfilmadas en la sección de Hemeroteca de la
Biblioteca Nacional. En este periódico puede encontrarse un seguimiento del
movimiento revolucionario del Brasil, como así también información sobre la toma de
Foz de Iguazú, con algunas transcripciones de telegramas oficiales. A través de estos
diversos artículos periodísticos se puede sintetizar la particular línea editorial con que se
analizaban los hechos, así como también puede observarse un marcado interés por
seguir el tema, aportando informaciones, imágenes y mapas que lo ilustren.
También se utilizarán fuentes iconográficas presentes en bibliografía específica
del tema, tanto para reconocer a los diversos actores sociales del proceso, como para
mostrar a los mismos insertos en un contexto y paisaje regional, y en algunos casos, en
relación con la población local. A esto se agregarán mapas (elaborados por la tesista, y
presentes en otras bibliografías), que permitirán ubicar geográficamente los
acontecimientos.
Respecto de las fuentes orales, es preciso indicar sin embargo, que a pesar de no
haberse realizado para esta investigación en particular, sí existen otros trabajos de
investigación que han recogido testimonios de personas que estuvieron en contacto con
los revolucionarios en la región, y cuyas historias familiares encierran mucha riqueza
para los objetivos aquí planteados24
.
“Una sólida cronología”
Esta expresión acuñada por Pierre Vilar25
, nos obliga a hacer una última
consideración. Siendo que una sólida cronología constituye el ―marco indispensable a
toda historia‖, se intentará ofrecer en este trabajo, en forma de anexo, una cronología, lo
más aproximada posible, de todos los acontecimientos ligados al movimiento
revolucionario tenientista en la frontera. Esta cronología ayudará a guiar el desarrollo
del trabajo, y a la comprensión de la sucesión de hechos, en forma más sencilla26
.
24
Es el caso de los trabajos de Dias (2009) y Fornari, J. A., Rosa Lopes, F. M. M. y Gehlen,
H.(1997). Por otra parte, Prestes, A. L. (1997) ha basado su obra en los testimonios orales de
Luiz Carlos Prestes. 25
Vilar, P. (1982), p. 30. 26
Anexo I, p. 147.
25
CAPITULO II
América Latina y Europa entre 1870 y 1930
Para poder comprender el proceso particular que aquí se pretende estudiar, es
necesario detenerse en algunos aspectos generales de Europa y América Latina,
respondiendo a la propuesta de “historia integral” que se ha se hecho en el capítulo
precedente. Esta contextualización brindará, entonces, los llamados “hechos de masas”
que se deben vincular a los acontecimientos, que se desarrollarán posteriormente en este
trabajo.
Europa entre 1870 y 1914
Entre 1870 y 1914, Europa vivió, en palabras de Eric Hobsbawm, en la “era del
imperio”27
. Fue un período caracterizado por la expansión del capitalismo a nivel
global, formando un verdadero mercado mundial, que fue posible gracias a dos factores:
la segunda revolución industrial y la expansión imperialista.
La segunda revolución industrial aportó una serie de innovaciones técnico-
industriales basadas en ―el acero barato, la química, la electricidad, el petróleo, el motor
de combustión interna, la empresa moderna y nuevos tipos de gestión del trabajo y la
organización industrial‖28
. Esto permitió mejorar los transportes terrestres y marítimos,
y ampliar la infraestructura de los mismos, abaratando costos en fletes y unificando los
mercados internos.
A nivel social, las mejoras en cuanto a sanidad y condiciones de trabajo
permitieron el crecimiento demográfico, que a lo largo del período estimuló las
sucesivas corrientes de emigración de la población hacia las zonas periféricas del
mundo (América, Australia, etc.).
En cuanto a las ideas políticas predominó el liberalismo y el optimismo en el
―progreso‖ de la sociedad burguesa, a lo que se sumó el ascenso del nacionalismo y las
ideas imperialistas. Por otra parte, también cobraron impulso las ideas comunistas,
socialistas y anarquistas.
27
Hobsbawm, E. (1998). 28
Aróstegui, J., Buchrucker, C y Saborido, J. (dir). (2001), p. 92.
26
En el plano económico, se dio un progresivo abandono del capitalismo de libre
concurrencia, hacia el capitalismo de concentración, caracterizado por la fusión del
capital industrial y financiero, y la formación de trusts y cárteles (también llamados
monopolios u oligopolios). La concentración de grandes masas de capital por parte de
las grandes potencias europeas (Gran Bretaña, Francia y Alemania), determinó a su vez
la necesidad de exportar los mismos hacia las zonas periféricas, invirtiendo en
infraestructura de transportes, tierras, préstamos y algunas ramas industriales.
Este proceso se justificó bajo la teoría de la ―división internacional del trabajo‖,
que postulaba que las zonas periféricas debían especializarse en algunos productos
primarios, mientras las centrales proveerían de artículos manufacturados y tecnológicos.
La profundización de estas relaciones entre los países centrales y los periféricos hasta el
estallido de la Primera Guerra Mundial, tendió a acentuar los lazos de dependencia, en
detrimento de las zonas periféricas.
Esta expansión de los países centrales hacia las áreas periféricas, en busca de
nuevas ―zonas de influencia‖ donde colocar sus capitales excedentes, se tradujo en una
competencia feroz entre los Estados a fin de controlar el mercado mundial. Esta
competencia fue la que desató las diversas justificaciones del imperialismo29
y el auge
de las ideas nacionalistas.
En general fue la combinación de varios de estos procesos los que
desencadenaron la Primera Guerra Mundial en 1914. La mayoría de los autores30
,
coinciden en señalar como sus principales causas el ascenso de los nacionalismos31
, el
imperialismo y la rivalidad económica (tanto comercial como industrial), el militarismo
como correlato de aquella rivalidad, y el sistema de alianzas diplomáticas inestables,
secretas y contradictorias.
La primera posguerra europea: la década de 1920
La conflagración que se extendió desde 1914 hasta 1918 dejó a Europa, en gran
medida devastada, con lo cual la década de 1920 estuvo signada por la crisis económica
y la inestabilidad política. Otra de las consecuencias que trajo la guerra fue el triunfo de
29
Una de las más famosas fue expresada por Rudyard Kipling como ―la carga del hombre blanco‖, que se
asentaba sobre la idea de la ―misión civilizadora‖ de la Europa moderna sobre las naciones y las razas
―inferiores‖. 30
Hobsbawm, E. (1998); Aróstegui, J., Buchrucker, C y Saborido, J. (dir). (2001); Spielvogel, J.J. (2009). 31
Nacionalismo francés, pangermanismo, paneslavismo e irredentismo.
27
la primera revolución socialista del mundo en la Rusia Zarista. La victoria bolchevique
dio un nuevo impulso a las luchas de los sectores obreros identificados con el
socialismo y el comunismo en toda Europa, propalando el temor de los sectores
burgueses a la ―revolución social‖. Tanto la influencia como el miedo que ocasionó la
Revolución Rusa de 1917, se expandieron hacia áreas periféricas, y la confrontación
entre un mundo ―capitalista‖ y otro ―socialista‖ se iría agudizando a lo largo de todo el
siglo XX, conformando una de sus características principales32
.
América Latina entre 1870 y 1930
A diferencia de la periodización histórica europea33
, en América Latina el
período que va de 1870 a 1930, puede ser comprendido como un todo, ya que si bien la
conflagración mundial abrió un período de crisis política y económica para la mayoría
de los países latinoamericanos, se considera que recién hacia 1930, tras la crisis de
1929, se observan cambios realmente importantes, y casi uniformes, para toda la región.
Durante este período, América Latina se insertó en el nuevo mercado mundial
como productora y exportadora de ―materias primas y alimentos para las grandes
metrópolis‖, y a su vez ―importaba y consumía de ellas producción industrial y bienes
de capital‖34
, de acuerdo con la llamada división internacional del trabajo que ya se ha
mencionado. Así, la expansión económica latinoamericana, durante el período, estuvo
fuertemente ligada a las posibilidades de exportación de minerales o productos
agrícolas35
. Estas economías de exportación se basaron en la ampliación de la frontera
productiva y la ocupación de tierras.
Por otra parte, los países también recibieron de las metrópolis, inversiones de
capital extranjero, orientadas hacia préstamos a los Estados, infraestructura de
transportes, especulación inmobiliaria, y producción agropecuaria y, a veces,
industrial36
.
Otro aspecto importante a señalar sobre las relaciones internacionales, es la
progresiva incursión norteamericana en los asuntos latinoamericanos, disputando con
32
Hobsbawm, E. (1998), pp. 337-349. 33
La periodización convencional europea considera un período de 1870 hasta 1914, caracterizado por la
expansión imperialista, y luego un período de ―primera posguerra‖ o ―entre guerras‖ entre 1917 y 1939. 34
Gaggero, H., Garro, A. y Mantiñan, S. (2006), p. 87. 35
―…en Chile, cobre y trigo; en el Rio de la Plata, lana, carne y cereales; en Perú, guano y azúcar; en
Brasil, Venezuela, Centro América y Colombia, café; en México y el Caribe, azúcar‖. Idem, p. 88, nota al
pie. 36
Idem, p. 91.
28
las potencias tradicionalmente influyentes (Gran Bretaña y Francia, y en menor medida
Alemania). Una expresión de esto fue el desarrollo de la doctrina yanqui del “big stick”
(―gran palo‖), promovida principalmente por el presidente Theodore Roosevelt, a
comienzos del siglo XX. Según esta política, los Estados Unidos consideraban ―el
Caribe y América Central como un área en la que tenía derecho absoluto de controlar‖,
incluso mediante intervenciones militares. Por otra parte, también irían colocando
capitales en forma progresiva, en las economías del resto de la región37
.
Como señalan Gaggero, Garro y Mantiñan, hubo en el período un crecimiento
de las ciudades, y de los sectores medios, a lo que se sumó el fomento a la inmigración
europea, provocando un aumento demográfico. El incipiente desarrollo industrial en las
ciudades, estuvo representado en los ramos textiles o de alimentos. Esto permitió el
surgimiento de una clase obrera, compuesta e influenciada en gran medida por aquellos
inmigrantes europeos, que desarrollaron organizaciones sindicales y organizaron
importantes huelgas (proceso que, de alguna manera, se acentuó durante la Primera
Guerra Mundial).
En lo político predominó, en los estados latinoamericanos, una ideología y
organización constitucional y política de cuño liberal oligárquico, influenciado por el
positivismo y el darwinismo social. Las expresiones más representativas de esto fueron
las presidencias de Julio A. Roca en Argentina y de Porfirio Díaz en México.
Sin embargo, la década de 1910 marcó el inicio de una serie de rupturas dentro
de estos estados oligárquicos, debido a la aparición de movimientos democráticos-
liberales. Para Gaggero, Garro y Mantiñan, los movimientos más representativos de este
proceso fueron la aparición de la Unión Cívica Radical en Argentina, con la posterior
presidencia de Hipólito Yrigoyen en 1916, y el liderazgo de Francisco Madero en
México, cuyas campañas por ―sufragio efectivo y no-reelección‖ lo llevaron a la
presidencia en 1912.
En realidad, la presidencia de Madero abrió una crisis profunda en el régimen
oligárquico mexicano, que desencadenó una prologada revolución social, donde se
destacaron líderes populares y campesinos como Emiliano Zapata y Pancho Villa. En
1917, una serie de desencuentros, indefiniciones y limitaciones programáticas e
ideológicas por parte de estos líderes, determinó la toma del poder de Venustiano
37
Idem, pp. 138-140.
29
Carranza y la sanción de una reforma agraria y una nueva Constitución Social que la
garantizaba, aunque en la práctica no tuvo demasiados alcances reales38
.
Respecto de la situación en el resto de los países latinoamericanos, pueden
señalarse algunos casos particulares. En Uruguay, las presidencias de José Batlle y
Ordóñez (1903-1907 y 1911-1915) lograron imponer la autoridad central. El estado
adquirió un papel intervencionista en la organización económica y administrativa del
país, lo que le permitió una cierta autonomía, facilitando la representación social a
través de partidos políticos. Ya en su segundo mandato, Batlle y Ordóñez realizó una
reforma constitucional que estableció un ―extraño poder ejecutivo bicéfalo: un
presidente con poderes limitados a la administración , la defensa nacional y las
relaciones exteriores, y un Consejo de Estado colegiado…, responsable de la salud, la
educación, la economía y las finanzas‖39
.
En Perú, a comienzos del siglo XX, se dio un proceso de expansión agrícola en
la costa, y de la minería y ganadería en las sierras, que benefició a terratenientes y
sectores medios urbanos, excluyendo a las poblaciones indígenas campesinas. Durante
la presidencia de Augusto Leguía (1919-1930) esta expansión se mantuvo, y recibió el
impulso de capitales norteamericanos. En este contexto apareció un nuevo movimiento
político que luego fue llamado Alianza Popular Revolucionaria Americana o APRA,
liderada por Víctor R. Haya de la Torre, cuyo programa se sintetizaba en cinco puntos:
1) acción contra el imperialismo yanqui, 2) unidad política de América Latina, 3)
nacionalización de las tierras y la industria, 4) internacionalización del canal de Panamá,
y 5) solidaridad con todos los pueblos y clases oprimidas del mundo40
. Este movimiento
también postulaba la unidad obrero-estudiantil, y llevó adelante varias luchas
fusionando tanto reclamos de los sectores obreros (como las ocho horas diarias), con
reclamos estudiantiles influenciados por la Reforma Universitaria de 1918 en
Argentina41
.
En Chile, se asistió a la expansión del salitre y el cobre, mientras que hacia 1920
se produjo una crisis del sistema oligárquico al llegar Arturo Alessandri a la
presidencia, con el apoyo de sectores obreros y comunistas. Su mandato estuvo signado
por las tensiones y los conflictos, hasta que un golpe militar lo alejó del gobierno por
seis meses. Cuando volvió a ejercer el poder, en 1925, impulsó una reforma
38
Kandell, J. (1990), pp. 379- 429. 39
Gaggero, H., Garro, A. y Mantiñan, S. (2006), p. 123-124. 40
Idem, pp. 145-146. 41
Cragnolino, Silvia. (1972).
30
constitucional para establecer un poder ejecutivo más fuerte, y leyes laborales de
protección al sector obrero42
.
De esta forma, puede decirse que al estallar la Primera Guerra Mundial, se
abrieron en América Latina, posibilidades favorables para expandir la incipiente
industria local. Este proceso coincidió con las primeras experiencias democrático-
liberales o liberal-radicales en América Latina. Al terminar la guerra, el contexto
económico favorable cambió y la economía de la región entró en sucesivas crisis,
provocando desempleo y una baja en la calidad de vida de los sectores medios. Esto
provocó que las contradicciones sociales se agudizaran, desatando procesos políticos de
carácter democrático-reformista que hicieron entrar crisis a la mayoría de los regímenes
oligárquicos. Hacia 1930, el impacto de la crisis financiera mundial determinó que se
produjeran cambios profundos en todos los órdenes (políticos, económicos y sociales),
en la mayoría de los países de la región, entrando en una nueva etapa signada por el
autoritarismo y el militarismo.
Argentina y Brasil entre 1890 y 1930: el contexto macro regional
A comienzos del siglo XX, Argentina y Brasil compartían una serie de rasgos en
común, tanto como se diferenciaban en muchos otros aspectos. Dado que este trabajo se
propone abordar un problema que involucró a ambas naciones en una región fronteriza,
se hace necesario caracterizarlos, a fin de comprender la emergencia de los procesos y
los actores sociales más específicos, estudiados en esta investigación. Para lograr esto,
se echará mano sobre los aportes en historia comparada de Fernando Devoto y Boris
Fausto43
, aunque se prestará una mayor atención al Brasil, por tener una mayor
gravitación a los efectos del proceso investigado.
En principio vale resaltar, que el recorte temporal propuesto por los autores,
responde al hecho de que a partir de 1890, con la proclamación de la República en
Brasil, ambas naciones pasaron a adoptar el mismo sistema político presidencialista, con
división de poderes, inspirado en el modelo norteamericano. También se definieron,
42
Gaggero, H., Garro, A. y Mantiñan, S. (2006), p. 148. 43
Devoto, F. y Fausto, B. (2008), pp. 127-224.
31
entonces, las relaciones entre las competencias del poder central y los estados
federales44
.
Sin embargo, para los autores, en este momento surge la primera diferencia entre
ambos países, respecto de la definición del monopolio de la violencia. Mientras en
Argentina la posibilidad de formar milicias provinciales había sido definitivamente
suprimida (dejando a éstas sólo sus respectivas policías), la constitución brasileña de
1891 no sancionó la creación de fuerzas militares estaduales, lo que permitió que se
crearan verdaderos ejércitos en los estados45
.
Respecto de las relaciones entre el poder central y los estados federales, puede
decirse que en Brasil las mismas resultaron menos jerárquicas que en la Argentina. En
Brasil, las elites estaduales conformaron un ―pacto oligárquico‖ que residía en un
acuerdo entre los estados más importantes (San Pablo y Minas Gerais, posteriormente
Rio Grande do Sul) para el control de la Unión. En Argentina, en cambio, el pacto
oligárquico estuvo basado en un partido nacional de notables (El Partido Autonomista
Nacional, PAN) de cuyos acuerdos surgían los candidatos a la presidencia hasta 191646
.
Estas primeras diferencias que se observan entre ambos estados, devienen
principalmente del particular proceso de constitución de la República en Brasil. Hacia
1890, ya se habían delineado las tendencias hegemónicas dentro de las oligarquías
estaduales, asentadas sobre formas de propiedad y trabajo en el espacio rural, donde
predominaban los grandes latifundios y la subordinación, bajo el sistema de
―colonato‖47
entre las familias productoras.
En primer lugar, estaba San Pablo, donde predominaba la gran hacienda de café,
que consolidó el poder de la oligarquía cafetalera por sobre las demás oligarquías
estaduales, al controlar la producción del principal producto de exportación del país48
.
En segundo lugar, se encontraba Minas Gerais, que ―producía productos
alimentarios derivados de la ganadería‖, y también café, pero que no podía competir con
la economía paulista49
. Estas dos oligarquías estaduales conformaron, a lo largo de la
44
Idem, p. 127. 45
Idem, pp. 128-129 46
Idem, p. 129. 47
―Se trataba de un sistema de agricultura familiar en que las familias eran ubicadas en las haciendas, con
la obligación principal de atender los cafetales y realizar la cosecha. Por esa tareas, que se extendían a lo
largo del año, la familia de colonos recibía un pequeño pago en dinero. La supervivencia cotidiana era
asegurada por la utilización de reducidas parcelas para plantío y crianza de animales‖. Idem, p. 144. 48
Idem, p. 143. 49
Fusto, B. (1997), p. 427.
32
República Vieja50
, un ―pacto oligárquico‖, por el cual lograban, a través de consensos
en el Congreso, colocar a sus respectivos candidatos presidenciales en el poder, en
forma alternada51
. De esta manera, entre 1890 y 1930, ―de once elecciones
presidenciales, nueve de los presidentes electos procedían de esos dos estados, seis de
Sâo Paulo y tres de Minas Gerais‖52
. En realidad, esta alianza estratégica hegemónica,
comúnmente llamada del “café con leche”, descansaba no tanto en el peso económico
de Minas Gerais (la ―leche‖) junto al de San Pablo (el ―café‖), sino en el mayor peso
político del primero, que derivaba de su mayor población y por ende, de su amplia
bancada en el Congreso. En este sentido, Minas Gerais pudo contraponer al predominio
económico de San Pablo, su predominio político53
.
Ahora bien, estas oligarquías podían legitimarse dentro de un sistema
republicano que decía consagrar el derecho al sufragio, gracias al sistema de fraudes
electorales manejados por los gobernadores, que incluían desde una red clientelar
violenta, hasta la falsificación de resultados, avalados luego por el mismísimo
Congreso54
. Sólo hacia la década de 1920, este equilibrio se vio amenazado por la
emergencia de Rio Grande do Sul, como un nuevo polo de desarrollo económico.
De aquí se desprende otra de las diferencias que se aprecian entre ambos países
en el período, respecto del sistema electoral y de las formas de organización política. En
Brasil, este ―pacto oligárquico‖ se extendió hasta 1930, mientras que en Argentina se
extendió sólo hasta 1916 con la promulgación de ley Sáenz Peña. Una legislación
semejante sólo sería promulgada en Brasil hacia 1932, bajo el gobierno de Getulio
Vargas. Antes de esto, el voto en ese país era abierto, optativo y sujeto a fraudes, con
una participación muy reducida55
.
Esta diferencia en los sistemas electorales también se tradujo en cuanto a grados
de organización político-partidaria. En Argentina se pudo formar un sistema de partidos
nacionales que expresaron, bien o mal, realidades diferenciadas (por ejemplo: la Unión
Cívica Radical, el Partido Conservador, o el Partido Democrático Progresista), y que
desplazaron progresivamente al ―club de notables‖. En Brasil, en cambio, solo se
constituyeron partidos regionales, expresados en los Partidos Republicanos estaduales,
50
Nombre que recibe comúnmente en Brasil el período de 1890 a 1930. 51
La única excepción sería la presidencia del mariscal Hermes da Fonseca (1910-1914), candidato de
Minas Gerais con respaldo de un sector de Ejército Nacional, que expresó una ruptura coyuntural de la
alianza. 52
Ibid. 53
Prestes, A. (1997), pp, 58-59. 54
Quartim de Moraes, J. (2010), 64-65. 55
Idem, pp. 169-171.
33
que eran sinónimo de clientelismo y del dominio de un ―club de notables‖, que no
estaban amenazados por ninguna oposición política organizada (la única excepción fue
la de Rio Grande do Sul, como se desarrollará más adelante)56
.
Otra de las diferencias, señaladas por Devoto y Fausto, en cuanto a
organizaciones políticas, que conviene apuntar, refiere a ―la existencia de formaciones
de derecha en la Argentina, casi sin paralelo en Brasil hasta 1930‖, como la Liga
Patriótica o la Liga Republicana 57
.
En cuanto a los liderazgos políticos, también se advierten diferencias entre
ambos países. En Brasil, el sistema oligárquico determinaba que los presidentes se
proyectaran dentro del ―club de notables‖, sin gozar de prestigio popular, ni
preocupándose por tenerlo. Solo Rui Barbosa, candidato a la presidencia, derrotado en
1910 y 1919, despertó entusiasmo entre las poblaciones urbanas al defender las
libertades públicas e impulsar la instauración del voto secreto. En Argentina, por el
contrario, si bien hubo políticos distantes de los sectores populares, también existieron
liderazgos populares, que como en el caso de Hipólito Yrigoyen, lograron llegar a la
presidencia58
.
Devoto y Fausto explican esta disparidad en el mayor grado de participación
política y la formación de un sistema político-partidario en la Argentina, en contraste
con el Brasil, a partir de dos factores: ―la urbanización y la amplitud del proceso
educativo‖. Mientras en la Argentina, la urbanización dio origen a una clase media
considerable, y el estado dio un fuerte impulso a la expansión nacional de la enseñanza
pública, el Brasil conservaba su perfil rural, y la expansión de la instrucción pública no
se había convertido en un objetivo de alcance nacional, determinando una tasa de
analfabetismo que rondaba el 65%59
.
Estas marcadas diferencias en cuanto al régimen político que se observan en
ambos países, no se repiten en cuanto a aspectos económicos y demográficos, donde se
mantienen casi las mismas características que se han apuntado para América Latina,
aunque la Argentina parece haberse encontrado un poco más desarrollada que Brasil60
.
Así, siguiendo a Devoto y Fausto, tanto en Brasil como en Argentina ―se afirmó el
56
Idem, p. 171-174. 57
Idem, p. 177. 58
Idem, pp. 178-179. 59
Idem, p. 180. 60
Idem, p130.
34
modelo de desarrollo ‗hacia afuera‘‖ que ―refleja la división internacional del trabajo,
irradiada a partir de los centros hegemónicos‖61
.
También ambos países presentaron un esquema de desarrollo regional desigual.
En Brasil, las regiones del norte y del nordeste acentuaron su atraso, contrastando con el
desarrollo de la economía cafetalera del centro, y la diversificación del sur. En
Argentina, el atraso recayó sobre las provincias del noroeste, concentrando el polo de
desarrollo en la región del litoral62
.
Respecto de las relaciones de dependencia, mientras la Argentina tenía en Gran
Bretaña la principal destinataria de sus exportaciones, el Brasil tenía a los Estados
Unidos como principal importador. Sin embargo, ambos compartían en Gran Bretaña su
principal fuente de financiamiento e inversiones externas63
.
Pese a las similitudes apuntadas, Brasil sólo pudo desarrollar el café como
único producto exportable. Tanto el azúcar, como el caucho fueron fenómenos efímeros,
que entraron en sucesivas crisis. En cambio, Argentina tenía una producción exportable
mucho más diversificada, representada por la carne, el trigo, la lana y el maíz64
. Sin
embargo, si se compara la expansión de estos productos en ambos países, se observa
que en los dos casos ―la expansión se basó en la disponibilidad de tierras, en la
introducción de inmigrantes y, principalmente, en la extensión de la red ferroviaria‖65
.
Por otra parte, ambos países presentaron una vulnerabilidad externa que se
expresó en las crisis financieras de 1890 de Argentina, y de 1891 de Brasil. Respecto de
la deuda externa, Brasil se encontraba más comprometido que la Argentina66
.
En los aspectos sociales, ambos países tuvieron una densidad demográfica
similar de 3,2 habitantes por km2, y una similar concentración regional de la población
en los polos de desarrollo económico respectivos. También en ambos países la
inmigración fue un fenómeno demográfico-social importante, aunque con mayor
impacto para Argentina67
. En relación a las ideas políticas, se observan las mismas
características que en el resto de América Latina: el liberalismo y el positivismo
comtiano68
.
61
Idem, p. 134. 62
Idem, pp. 133-134. 63
Idem, p. 135. 64
Idem, pp. 139-140. 65
Idem, p. 143. 66
Idem, p. 148. 67
Idem, pp. 150-152, 155. 68
Idem, p. 200.
35
En cuanto a las fuerzas armadas, se presentan severas divergencias entre los dos
países, que en gran medida explican el surgimiento de una facción revolucionaria como
el tenientismo en Brasil, que no tiene paralelo dentro de las fuerzas armadas argentinas.
Debido a que la comprensión de este aspecto resulta central para este trabajo, se tratará
en forma más amplia y diferenciada en forma posterior69
.
Argentina y Brasil en década de 1920
El inicio de la década de 1920 en América Latina, estuvo signado por la crisis
económica de posguerra, y la influencia política de la Revolución Rusa, que mientras
alentaba las luchas obreras, desencadenaba el miedo y el odio de los sectores burgueses.
En Argentina, esta década se caracterizó por los conflictos que tuvieron que
encarar los gobiernos radicales, a menudo en forma muy contradictoria. Habiendo
llegado a la presidencia con el respaldo de los sectores medios urbanos, Yrigoyen apoyó
el movimiento estudiantil reformista de Córdoba en 1918. A su vez, intentó acercarse a
las organizaciones obreras con el objetivo de convertir al Estado en un mediador entre el
capital y el trabajo. Sin embargo, la agudización de estas tensiones, y la presión de los
empresarios, lo hicieron decidirse por el bando del ―orden‖, avalando la represión del
Ejército durante las huelgas más significativas, como las de 1919 en los talleres Vasena,
y las de 1921 en las estancias de la Patagonia70
. A pesar de esto, los sectores
conservadores que recelaban de su carácter demagógico o popular, viraron hacia un
nacionalismo de derecha que conformó agrupaciones terroristas como la Liga Patriótica.
El gobierno de Yrigoyen (1916-1922), además, no sólo tuvo problemas para
concretar casi la totalidad de sus propuestas más nacionalistas, debido a la oposición
sistemática del parlamento, sino que también debió enfrentar disidencias dentro de su
propio partido.
El sector ―antipersonalista‖, encabezado por Marcelo T. de Alvear, que
cuestionaba, entre otras cosas, la centralidad de su figura y su estilo de conducción,
logró imponerse finalmente para las elecciones de 1922, llegando a la presidencia.
Alvear (1922-1928) impulsó una política fiscal ortodoxa, reduciendo gastos públicos, lo
que lo hizo más aceptable a los ojos de los viejos conservadores71
.
69
Ver Cap. III. 70
Idem, p. 220. 71
Idem, p. 221.
36
Ante esto, Yrigoyen encaró la campaña presidencial de 1928, levantando la
bandera de la nacionalización del petróleo, que lo coronó con el éxito. Sin embargo, una
serie de circunstancias en las que jugaron desde su avanzada edad, hasta las alianzas
entre sus múltiples adversarios, llevaron a que fuera derrocado en 1930, por el golpe
militar del Gral. Félix Uriburu.
Brasil, como se ha mencionado, contaba con una economía aún más vulnerable a
las fluctuaciones mundiales. Por lo cual, en la década de 1920, entró en una crisis
económica importante, a consecuencia de la posguerra europea. A esta crisis económica
se sumó una incipiente crisis política, desatada al desequilibrarse el sistema oligárquico
del café con leche, por la irrupción de Rio Grande do Sul como una potencia estadual
emergente72
.
Por otra parte, en las grandes ciudades emergió una clase media, a menudo
ilustrada, que comenzó a resentirse de las restricciones políticas del sistema oligárquico.
Para este sector, el régimen oligárquico limitaba su acceso a los espacios más elevados
de la política, y a los cargos públicos más importantes. Rui Barbosa fue uno de los
políticos emergentes que mejor representó este descontento, al presentarse como
defensor de las libertades públicas y de las elecciones libres de fraude. Otro elemento
importante durante la década fue la permanente insatisfacción de los militares, que se
manifestó en rebeliones armadas en varios puntos del país73
.
Este cuadro de creciente inestabilidad a lo largo de la década, se ha conceptuado
como la ―crisis de la República Vieja‖, que finalmente desembocó en el golpe de
Getulio Vargas de 1930.
En general, tanto Argentina como Brasil, pese a sus particularidades,
compartieron el proceso desatado en el resto de América Latina. Hacia la década de
1920, los regímenes oligárquicos entraron en una crisis económica y política, en la que
las demandas sociales y democráticas se enfrentaron a las fuerzas del orden, con
resultados disímiles, pero no definitivos. Por este motivo las tensiones se extendieron
durante toda la década, hasta 1930, cuando se impusieron diversos ensayos de
regímenes autoritarios.
72
Idem, p. 217. 73
Idem, p. 218-219.
37
CAPITULO III
Las Fuerzas Armadas y el surgimiento del “tenientismo” en Brasil
La conformación de las Fuerzas Armadas en Brasil, tras la proclamación de la
República en 1890, constituye un proceso de gran originalidad en el contexto
latinoamericano, que a los fines de esta investigación, se hace imprescindible abordar.
Tanto las doctrinas como la participación política del Ejército del Brasil en la República
Vieja, son aspectos centrales para poder comprender el surgimiento del tenientismo en
la década de 1920.
Las Fuerzas Armadas en la República Vieja
La abolición de la esclavitud por parte del Imperio en 1889, fue la antesala para
la proclamación de la República al año siguiente, iniciando el período de hegemonía de
las oligarquías agrarias estaduales. Estas oligarquías predominantes (San Pablo y Minas
Gerais), ya habían reconvertido las relaciones de trabajo esclavistas en sus estancias por
el sistema de ―colonato‖74
, pero dejaron que el Imperio pagara el costo político de la
abolición, para no entrar en enfrentamientos con las oligarquías agrarias que tuvieron
menos éxito en la reconversión capitalista75
.
De esta misma manera, si bien estas poderosas oligarquías estaban interesadas
en el republicanismo, en tanto les permitía librarse del centralismo imperial e implantar
el federalismo, tampoco quisieron correr con el riesgo de cambiar las instituciones
políticas. Así, la proclamación de la República fue realizada por un grupo de oficiales
positivistas del Ejército, mediante un golpe de Estado que colocó al mariscal Deodoro
da Fonseca en la flamante presidencia. El problema que representó esto para los fines de
las oligarquías hegemónicas, fue que, en cuanto a la organización del poder político, los
militares tenían un proyecto diametralmente opuesto al suyo76
.
El Ejército, en tanto institución nacional centralizada, era partidario de
consolidar un Estado nacional fuerte, mientras que las oligarquías anhelaban la más
74
Se trataba de inmigrantes pobres, ―el terrateniente contrataba a una familia de colonos y pagaba un
salario anual por cultivar sus plantaciones de café. La recolección en sí se pagaba independientemente, y
el sistema podía aplicarse a cualquier área agrícola productiva dentro de la propiedad‖. Fausto, B. (1997),
p. 415. 75
Quartim de Moraes, J. (2010), p. 51. 76
Idem, p. 52.
38
amplia autonomía para los estados de la Federación77
. Estos proyectos se confrontaron
en los debates por la sanción de la nueva Constitución, de los que el Ejército resultó
notablemente desfavorecido: la oligarquía cerró filas impidiendo la centralización de las
funciones militares, permitiendo que se mantuvieran las milicias estaduales existentes78
.
Finalmente, Deodoro da Fonseca, asediado por la oligarquía paulista, presentó su
renuncia, dejando la presidencia en manos del vicepresidente, mariscal Floriano
Peixoto. La presidencia de Floriano (1891-1894), si bien efímera, resultó muy
significativa en tanto configuró embrionariamente, en palabras de Joâo Quartim de
Moraes, ―la plataforma histórica de la izquierda nacionalista‖ en Brasil, estimulando la
industrialización79
. Bajo su presidencia tuvo que enfrentar además, al movimiento
sedicioso ultra-federalista de Rio Grande do Sul, que estuvo encabezado por sectores
conservadores e incluso esclavistas, logrando sofocarlo. También resistió una embestida
de sectores monárquicos, que logró vencer.
Pese a estas victorias parciales, Floriano no pudo contener a las oligarquías
agrarias, que en 1894, lograron imponer su propio candidato a la presidencia: el paulista
Prudente de Morais. Finalmente, bajo esta presidencia, las oligarquías estaduales
pudieron descentralizar el poder político, y consolidar la alianza hegemónica del café
con leche80
.
Benjamín Constant: la doctrina del “soldado ciudadano”
Al proclamarse la República, casi no habían universidades en el país, y las
carreras existentes eran principalmente las jurídicas, reservadas para los futuros cuadros
de las oligarquías agrarias. En este contexto, la carrera militar constituía una opción
atrayente para los jóvenes sin fortunas. Este contexto determinó que tanto oficiales
como alumnos de las escuelas militares fueran permeables a las ideas políticas más
difundidas de aquellos años, formándose no solo como militares sino también como
intelectuales81
. Entre las corrientes de pensamiento que fueron más influyentes en el
Ejército, se ubica claramente el positivismo de Augusto Comte, y la máxima expresión
77
Ibid. 78
Este programa consistía en la defensa intransigente de la soberanía nacional, protección de la industria
nacional, y la identificación de la causa republicana a la causa patriótica y popular. Idem, pp. 56-57, 65. 79
Idem, pp. 59-60. 80
Idem, p. 64. 81
Idem, pp. 67-68.
39
de esta influencia, está representada en la doctrina del “soldado ciudadano” ideada por
Benjamín Contant.
Benjamín Constant fue un oficial de Ejército, profesor humanista y republicano,
que ocupó el cargo de ministro de Guerra y de Instrucción Pública, Correos y
Telégrafos durante la presidencia de Deodoro da Fonseca. Fue el responsable de lograr
la síntesis entre la doctrina positivista y la reivindicación de ciudadanía, necesaria para
justificar la participación política plena de los militares82
.
Sus ideas fueron finalmente institucionalizadas en 1890, cuando se concretó la
reforma de la enseñanza militar, impulsada por él y el presidente Deodoro da Fonseca,
la cual comprendía los siguientes puntos principales:
―a) La instrucción y educación militar deben tener en vista ‗la misión
altamente civilizadora, eminentemente moral y humanitaria que en el futuro
está destinada a los ejércitos en el continente sudamericano‘.
b) ‗El soldado, - elemento de fuerza – deberá ser de hoy en adelante el
ciudadano armado, encarnación de la honra nacional e importante defensor
del progreso como garantía del orden y la paz públicas […], jamás
instrumento servil y maleable por una obediencia pasiva e inconsciente que
rebaja el carácter, aniquila el estímulo y abate la moral‘.
c) ‗El militar necesita una profunda y bien dirigida educación científica que
[…] lo capacite mediante el legítimo desarrollo de los afectos […] la
racional expansión de su inteligencia, a conocer bien sus deberes no sólo
militares sino principalmente sociales‘.
d) ‗Eso solo puede obtenerse por medio de una enseñanza integral, […]
comenzando por la matemática y terminando por la sociología y moral como
punto de convergencia de todas las verdades…‘.‖83
Como señala Quartim de Moraes, para comprender el valor histórico de esta
doctrina, hay que destacar el rechazo a la ―obediencia pasiva‖, que adquiere un gran
significado ético, en contraste con la llamada ―obediencia debida‖ detrás de la que
muchos militares argentinos intentaron justificar sus crímenes de lesa humanidad,
durante el terrorismo de Estado (1976-1983)84
.
82
Idem, p. 69. 83
Idem, p. 70. 84
Idem, p. 70-71.
40
La principal escuela militar, donde se impartía este tipo de formación, fue la
Escuela Militar de Praia Vermelha, en Rio de Janeiro. Esta escuela semejaba más un
centro de estudios que una escuela militar, donde los alumnos realizaban ―una intensa
actividad literaria y científica‖85
. Allí, se pasaba más tiempo estudiando matemáticas,
geografía, historia, filosofía y letras, que manuales de guerra. Los oficiales que salían de
allí, con aquella formación humanística influenciada por el positivismo, ―no
concordaban en ser apenas espectadores silenciosos del proceso político‖86
. Sentían el
deber de participar de la vida política, ya que se consideraban a menudo, mejor
preparados intelectualmente para el ejercicio del poder87
. Toda esta efervescencia
determinó que la escuela fuese finalmente cerrada en 1904, después de una serie de
levantamientos de los alumnos88
.
Paralelamente a este desarrollo intelectual dentro del Ejército nacional, las
oligarquías estaduales se encontraban dispuestas a formar sus propios ejércitos. Así, San
Pablo logró convertir a su policía en una verdadera organización militar, que pasó a
denominarse Fuerza Pública. Dotada de centros de instrucción, armas y equipamientos
modernos, en 1906 recibió entrenamiento especial de una misión militar francesa, trece
años antes de que el Ejército nacional la recibiera en 1919. Esa disparidad, causó alarma
y hasta humillación dentro del Ejército, que sentía perder prestigio, frente a ejércitos
―provinciales‖89
.
De esta forma comenzó a plantearse en el seno del Ejército, la necesidad de
reestructurarse y modernizarse. Estos nuevos planteamientos coincidieron con la
designación del mariscal Hermes da Fonseca como ministro de Guerra en 1906. Desde
su ministerio llevó adelante la creación del Estado Mayor del Ejército, y extendió el
servicio militar obligatorio sin exenciones pecuniarias o corporativas. Pero lo más
importante fue el envió de un grupo de jóvenes oficiales a recibir entrenamiento con el
Ejército Alemán, que se consideraba el más poderoso del momento90
.
Finalmente, gracias a la simpatía que había ganado entre los militares, y a una
ruptura coyuntural en la alianza entre Minas Gerais y San Pablo, Hermes da Fonseca
llega a la presidencia de la Unión en 1910. Su presidencia (1910-1914) fue la única
excepción a la hegemonía del café con leche, desde 1894 a 1930, y representó un
85
Idem, p.68. 86
Meirelles, D. (2006) pp. 155-116. 87
Ibid. 88
Quartim de Moraes, J. (2010), p. 68. 89
Idem, 73-74. 90
Idem, pp. 75-76.
41
período de gran importancia para el sector militar que, tras de la presidencia de Floriano
Peixoto, recuperaba protagonismo en la escena pública.
Hacia la “profesionalización” de las Fuerzas Armadas
Uno de los hechos que marcaron la presidencia de Hermes da Fonseca, fue la
aparición en 1913, de la revista A Defesa Nacional, en torno a la cual se agruparon los
jóvenes oficiales que participaron del entrenamiento militar en Alemania. Este grupo
fue la primer expresión ―políticamente consistente de la derecha militar en el Brasil‖91
.
Debido a su formación prusiana, comenzaron a identificarse como los ―jóvenes
turcos‖92
. Lo que este grupo pretendía era lograr la efectiva modernización y
profesionalización del ejército, lo que básicamente implicaba una ruptura con la
doctrina del ―soldado-ciudadano‖, al colocar el apartamiento de la política como
condición para dicha “profesionalización”93
.
Esta idea particular de ―profesionalizar‖ las fuerzas armadas como condición
para la modernización, coincidía con los intereses de la oligarquía, que también recelaba
de las pretensiones políticas del Ejército. En este sentido, en 1911 se abre la Escuela
Militar de Realengo, que venía suplantar a la de Praia Vermelha, cerrada en 190494
. En
esta escuela se procuró brindar un tipo de formación exclusivamente militar, más
técnica y ―profesional‖, para impedir que los futuros oficiales fuesen permeables a
influencias políticas. Se trataba de sustituir al “soldado-ciudadano” por el “soldado-
profesional”95
.
De esta forma, la oficialidad dejó de conformar un grupo homogéneo,
dividiéndose entre los “graduados de uniforme” o “científicos”, considerados como
revoltosos, y los “profesionales”, más obedientes y alineados al poder establecido. En
realidad, se trataba de dos corrientes que coexistían e influenciaban a los oficiales,
indistintamente de su lugar de formación.
Fue también durante el gobierno de Hermes da Fonseca que se desencadenaron
otros dos procesos importantes dentro del ejército: la ―revuelta del azote‖ de 1910 y el
91
Idem, pp. 76-77. 92
Pretendían compararse a los jóvenes turcos que siguieron a Mustafá Kemal en Turquía, que también
habían recibido influencia del Ejército Alemán y consideraban que cabía al Ejército la construcción de
una nación moderna. Prestes, A. (1997), p. 76. 93
Idem, pp. 77-78. 94
Idem, p. 74. 95
Meirelles, D. (2006), p. 116.
42
―salvacionismo‖. La ―revuelta del azote‖ surgió dentro de la Marina, en contra de los
malos tratos y los castigos corporales, de que eran victima los marineros, por parte de
los oficiales. Esta revuelta implicó la toma de varios acorazados que sitiaron la ciudad
de Rio de Janeiro, exigiendo la abolición del azote y la amnistía para los sublevados.
Estos reclamos fueron, finalmente, aceptados por el gobierno, pero tras la amnistía, los
oficiales continuaron con la práctica del azote, provocando un nuevo motín que fue
severamente reprimido por la Marina. El gobierno se encontró incapaz de controlar la
situación, legitimando la represión de hecho. Cientos de sublevados fueron presos, y
algunos de los cabecillas fueron directamente asesinados96
.
Las ―salvaciones‖ fueron el nombre que recibieron la serie de intervenciones del
Ejército en varios estados, a favor de las disidencias locales y la oposición popular a la
oligarquía en el poder. De esta forma, el Ejército comenzó a intervenir en los conflictos
políticos de los estados, en favor de las disidencias locales. La ola de ―salvaciones‖
incluyó a Pernambuco, Ceará, Bahía y Alagoas, rompiendo el esquema de alianzas del
eje San Pablo-Minas Gerais. La única excepción fue hecha en Rio Grande do Sul, donde
el gobierno central intervino para reprimir a la oposición. Finalmente, la ofensiva
oligárquica logró retomar el poder en los estados donde lo había perdido, y Hermes da
Fonseca tuvo que definirse en contra de los militares ―salvacionistas‖.
Años más tarde, en 1919, la corriente modernizadora del Ejército recibió, al fin,
una misión extranjera. Se trataba de una nueva Misión Francesa, encabezada por el
General Gamelin, que instruyó a los militares brasileños en la táctica de la “guerra de
posición” o “guerra de trincheras”, heredada de la Primera Guerra Mundial. Según
esta táctica, se trataba de ocupar posiciones, abriendo trincheras o permaneciendo a la
defensiva, esperando al enemigo. Por otra parte, si se localizaba la posición enemiga, se
la definía como el ―objetivo geográfico‖ al que se debía marchar y atacar. Toda la
estrategia militar legalista de la década de 1920 (para perseguir a los militares rebelados,
y en especial, a la Columna de Carlos Prestes y Miguel Costa), se concibió siguiendo
estos preceptos, y demostrando lo ineficaz de los mismos, por fortuna para los
revolucionarios.97
96
Quartim de Moraes, J. (2010) pp. 80-85. 97
Prestes, A. (1997), pp. 82-84.
43
Militares revolucionarios de la década de 1920 y el concepto de “tenientismo”
El ciclo de revueltas militares armadas de la década de 1920, se inició con los
alzamientos de los fuertes de Lema y Copacabana98
, del 5 de Julio de 1922, cuyo trágico
desenlace fue la batida a pecho descubierto de 18 de los sublevados, contra miles de
soldados de las fuerzas legalistas, pasando a la historia como ―los 18 del fuerte‖. Este
primer alzamiento, tuvo características principalmente corporativas, ya que se trataba de
defender el honor de los militares, frente a la aparición de una serie de cartas ofensivas
hacia la institución por parte del presidente electo Artur Bernardes, a la vez que el
gobierno de Pessoa, posteriormente cerró el Club Militar99
valiéndose de una ley contra
organizaciones subversivas. Pese a esto, el hecho representó el inicio del ciclo de
revueltas militares que tuvieron lugar hasta 1930, y algunos de sus sobrevivientes, como
Antônio de Siqueira Campos, mantuvieron una fuerte gravitación en los alzamientos
inmediatamente posteriores.
En 1924, se produjo la insurrección militar de la ciudad de San Pablo, en otro 5
de Julio, a modo de significar la continuidad con el proceso iniciado dos años antes. A
este alzamiento, que mantuvo el control de la ciudad por 22 días, se sumó la
sublevación de varias guarniciones militares en Manaos, Sergipe, y principalmente, en
Rio Grande do Sul. Cuando las fuerzas rebeldes paulistas se unieron a las riograndenses
en Foz de Iguazú, en abril de 1925, formaron una única columna que marchó 25 mil
kilómetros por el interior de Brasil. En febrero de 1927 la columna marchó al exilio, sin
haber sufrido ninguna derrota militar importante, ganando el nombre de ―Columna
Invicta‖ o ―Columna Prestes-Costa‖, en honor a sus comandantes más importantes: Luiz
Carlos Prestes y Miguel Costa (ver Mapa II, p. 44).
98
Estado de Río de Janeiro. 99
El Club Militar fue fundado en 1887, durante los últimos días del régimen Imperial. Fue una de las
manifestaciones de la ―cuestión militar‖ que precipitó la caída del Imperio. La ―cuestión militar‖ fue el
nombre que recibió el conflicto desatado en 1886 entre los militares ligados al Partido Liberal y los
ligados al Partido Conservador, por denuncias públicas de corrupción de los primeros a los segundos. El
Ministerio de Guerra (conservador) respondió con el castigo de los denunciantes, propiciando un estado
de insubordinación general en el Ejército por parte de los liberales. Finalmente, ante diversas presiones
las autoridades monárquicas levantaron los castigos. Inmediatamente después de la victoria fue fundado
el Club Militar, bajo influencia del mayor Benjamín Constant. ―El Club recién fundado llevó a cano dos
iniciativas que marcaron profundamente la conciencia política de los oficiales: lazó la candidatura de
Deodoro a una vacante en el Senado por Rio de Janeiro y se declaró a favor de la abolición de la
esclavitud.‖ Quartim de Moraes, J. (2010) pp. 42-45.
44
MAPA II: Trayecto de la Columna Prestes entre 1924 y 1927. En: Drummond, J. A. (1991), p. 47
El proceso que ligó estas sublevaciones durante toda la década, logró formar un
grupo de jóvenes oficiales que tuvieron un fuerte protagonismo en la historia posterior
de Brasil. Así, un grupo se constituyó, hacia 1930, como propulsor principal del golpe
de estado de Getúlio Vargas, ocupando posteriormente importantes cargos en su
gobierno. Otro grupo, en cambio, se inclinó hacia el Partido Comunista y participó del
45
movimiento de 1935, llamado Alianza Nacional Libertadora, opuesto al gobierno de
Vargas.
En este sentido, es conveniente detenerse en algunas cuestiones relativas al
concepto de “tenientismo”. Como explica Vavy Pacheco Borges, la designación de este
núcleo de oficiales (conformado en la década del veinte), como ―tenientes‖, surgió
recién en 1931, a raíz de la lucha por el poder que se desató en San Pablo, contra
Vargas. Fueron principalmente la oligarquía paulista y sus partidos políticos, como el
Partido Republicano Paulista y el Partido Democrático, quienes comenzaron a utilizar la
denominación de “tenientistas” hacia los militares de las revueltas de 1922 y 1924, y
ahora aliados a Vargas. Se trataba de desprestigiarlos, identificándolos como un sector
corporativo, y no como ―revolucionarios‖. De hecho, aquellos militares de ―los dos 5 de
Julio‖ se autodenominaron siempre como ―revolucionarios‖, sin aceptar hasta mucho
tiempo después, referirse a sí mismo como ―tenientes‖, que era la designación que le
habían colocado sus detractores100
.
Vavy Pacheco Borges apunta por otra parte, que en toda la documentación de la
década de 1920, el ―tenientismo‖ no existía como tal, ya que nunca es mencionado.
Tampoco existían sujetos históricos conocidos como ―tenientes‖. Por el contrario,
quienes aparecen en todos los documentos son los ―militares revolucionarios‖, los
―revoltosos‖ o ―rebeldes‖, con esas denominaciones y no otras101
. Es decir, el
―tenientismo‖ como tal, es un concepto construido históricamente, gestado a partir de
intereses políticos que aparecieron con posterioridad, en la década de 1930. Con el
correr de los años, esta denominación finalmente se impuso, y quizás perdió la carga
política con la que fue concebida.
A lo largo de esta investigación, se constató que, de hecho, no existe cosa tal
como el ―tenientismo‖ en los documentos de la época. Éstos se refieren siempre a los
―militares revolucionarios‖, o a los ―sucesos revolucionarios‖ del Brasil. Esta es la
razón por la cual se adoptará mayoritariamente en este trabajo, la denominación de
―revolucionarios‖ o ―movimientos revolucionarios‖, para referir a los militares que son
protagonistas del mismo. Este es también el motivo por el cual, se ha adoptado esta
designación para el título.
100
Pacheco Borges, V. (1992), p. 126. 101
Idem, p. 20.
46
Diversas interpretaciones sobre el surgimiento del movimiento militar revolucionario
de la década de 1920
Existen dos posturas básicas para explicar el surgimiento del movimiento
revolucionario en el seno del Ejército, a partir de 1922. Ambas posturas se fundamentan
en distintas formas de interpretar los objetivos, la acción política y la composición
social de este movimiento:
a) Como expresión de demandas corporativas de un sector del Ejército. Según esta
postura, los militares revolucionarios se sublevaron a raíz de una serie de
insatisfacciones respecto de las promociones jerárquicas, la falta de
equipamiento y de recursos. No contaban con un programa político definido, ni
realizaron una acción política significativa. Tenían una concepción elitista y
vanguardista del rol del Ejército dentro de la Nación, por lo que jamás
procuraron adhesiones civiles y populares. Jamás atacaron las bases del poder
oligárquico. Su único objetivo político fue derrocar al presidente Arthur
Bernardes, y fracasaron. Su éxito radicó en el campo militar, ya que nunca
sufrieron ninguna derrota significativa, debido a la táctica de la ―guerra de
movimiento‖. Esta postura es sostenida fundamentalmente por José Augusto
Drummond102
, y en alguna medida por Boris Fausto103
.
b) Como expresión de las demandas democráticas de los sectores medios, o como
fruto de la crisis de la República Vieja. Según esta postura, la década de 1920
estuvo signada por el descontento de vastos sectores de la población. Este
descontento devino tanto de la crisis económica expresada en la inflación y el
desempleo, como de las restricciones políticas. Sin embargo, ni el movimiento
obrero, ni las oligarquías disidentes, la población rural, la burguesía industrial o
las capas medias urbanas se encontraban en condiciones de capitalizar el mismo.
Ninguno de estos sectores logró articularse en partidos políticos, u
organizaciones de alcance nacional. En este contexto los militares
revolucionarios vinieron a llenar el vacío dejado por la falta de liderazgos civiles
y partidos políticos de oposición. Tuvieron un programa político anti-
102
Drummond, J. A. (1991). 103
Fausto, B. (1997), pp. 447-449.
47
oligárquico, definido por demandas democráticas como el sufragio secreto, y el
saneamiento de las instituciones republicanas. Obtuvieron muchas adhesiones
civiles y aceptación de los sectores populares. Por ello, fue un movimiento
político y social. Esta postura es sostenida, principalmente, por Anita Leocádia
Prestes104
y en alguna medida por Joâo Quartim de Moraes105
.
En este sentido, José Drummond y Anita Leocádia Prestes representan las posturas
más diametralmente opuestas. Para Drummond el núcleo duro del pensamiento de los
militares revolucionarios era la ―defensa de un papel político especial para el Ejército
brasileño, como árbitro y salvaguardia última del régimen republicano y de la propia
sociedad‖106
. Para este autor, la ―Columna Prestes‖ expresó con mayor claridad el
carácter militarista de este movimiento, que descansaba en la valorización de la
excepcionalidad atribuida al Ejército Brasileño, como defensor de los derechos del
pueblo. En síntesis, para Drummond este movimiento puede definirse como:
―…muchos oficiales jóvenes, en un movimiento colectivo y duradero,
que promovieron revueltas violentas para alterar la vida política nacional,
enfrentando la cúpula militar. Desde ese ángulo, el tenientismo no fue
amorfo, ni inconsistente, ni liberal-democrático. La rebelión tenientista se
nutrió de las circunstancias (…), pero las cimentó con una interpretación
ortodoxa de la excepcionalidad institucional atribuida al Ejército brasileño.
La defensa de la legitimidad de un papel especial para los militares fue el
elemento más fuerte y más constante en las revueltas tenientistas. Y la
Columna Prestes fue el episodio más expresivo de ese militarismo de los
tenientes.‖ 107
Anita Leocádia Prestes ofrece una interpretación completamente
opuesta. Ella define el pensamiento de los militares revolucionarios como un
liberalismo radical, que expresaba el deseo de conquistar el voto secreto y la
representación popular. A través de esto esperaban, para la autora, hacer
efectivo el cumplimiento de la Constitución republicana y de sus principios
104
Prestes, A. (1997). 105
Quartim de Moraes, J. (2010). 106
Drummond, J. (1991), p. 12. (trad. propia). 107
Idem, p. 18.
48
liberales, moralizando las costumbres políticas. En esta concepción, cabía a los
militares restablecer el legítimo poder civil.
Así, el movimiento se mantuvo siempre fiel a la defensa del orden y las
instituciones, y se presentó como defensor de los intereses de la Nación. Entre
sus ideas se encontraban la unificación de la justicia y la enseñanza, como del
régimen electoral y el fisco, con lo que se esperaba golpear a los localismos
oligárquicos. Para la autora, todo su ideario tenía un carácter liberal. Lo que
realmente lo diferenciaba de otras expresiones disidentes y daba a su
liberalismo el carácter radical, era su postura revolucionaria, expresada en el
uso de las armas108
.
El punto en el que concuerdan la mayoría de los autores, es que el
movimiento estuvo lejos de reclamar, en aquel entonces, reformas sociales
ligadas al problema agrario o a la dominación imperialista. Esas inquietudes
recién llegarían a los militares revolucionarios en la década siguiente.
108
Prestes, A. (1997), pp. 90-98.
49
CAPITULO IV
La frontera argentino-brasileña, contexto micro regional: Territorio Nacional de
Misiones, Estado de Paraná y Estado de Rio Grande do Sul entre 1890 y 1930
Cuando el 27 de Julio de 1924, las tropas rebeldes de San Pablo abandonaron la
ciudad, se dirigieron hacia el oeste del Estado con la esperanza de cruzar el río Paraná e
invadir Mato Grosso. Al sufrir una serie de derrotas debieron descender por el río hasta
el estado de Paraná, terminando su periplo con la toma de Foz de Iguazú en septiembre
del mismo año, cuando alcanzaron la frontera argentina y paraguaya. Desde allí, los
jefes militares de la revolución entraron en contacto con los jefes rebeldes de Rio
Grande do Sul, y precipitaron el alzamiento de una serie de guarniciones del Ejército en
dicho estado, también próximas a la frontera, con epicentro en San Luiz Gonzaga.
Recién en abril de 1925, ambas fuerzas se unirían y abandonarían la ―región de
las misiones‖. Durante los siete meses que los revolucionarios convulsionaron las
fronteras, las fuerzas paulistas en Foz de Iguazú y las fuerzas riograndenses, se
mantuvieron en contacto a través del Territorio Nacional de Misiones, entrando también
en relación con la población civil y las autoridades argentinas. Para comprender estos
siete meses de presencia revolucionaria a través de las fronteras, y los hechos
desencadenados en los años subsiguientes, es preciso conocer las características de estos
tres estados federales: Misiones, Paraná y Rio Grande do Sul.
Frente Extractivo y colonización en la región fronteriza
La región fronteriza remite, a los fines de este trabajo, a un espacio comprendido
dentro de una ―región histórica‖ que se extiende desde la parte occidental de los estados
brasileños de Rio Grande do Sul, Santa Catarina y Paraná, el este y sur de Paraguay, y
la provincia de Misiones y nordeste de la provincia de Corrientes. Se trata de una región
histórica en tanto:
―protagonizó la realización de experiencias socioculturales y económicas
compartidas que generaron una matriz regional inconfundible, conformada
por sucesivas capas superpuestas y combinadas de formaciones sociales y
sistemas productivos: reducciones jesuíticas, frentes extractivos,
50
colonización y expansión agrícola,… etc. Durante cada uno de estos
períodos las fronteras, que sólo tienen una existencia real en los mapas,
fueron traspasadas en todas direcciones por personas, mercancías o
mensajes.‖109
Las reducciones jesuíticas, la colonización extranjera y el frente extractivo,
fueron entonces las matrices fundamentales en esta ―secuencia de formaciones
socioeconómicas y espaciales‖ que moldearon la historia de los ―sistemas
socioculturales en los espacios compartidos que sobrepasan la presencia artificial de las
líneas de frontera jurídicas y políticas‖110
.
Para la región fronteriza entre Argentina, Brasil y Paraguay, entre los años 1870
y 1930, el fin de la Guerra del Paraguay abrió el período de auge del frente extractivo.
Este frente, no fue simplemente una actividad económica compartida por las tres
naciones, sino que constituyó una formación socioeconómica espacial, no delimitada
por un estado nación, sino configurando una región transnacional compartida. Las
principales características de este frente fueron: la baja inversión, las relaciones de
producción precapitalistas, la destrucción de los recursos no renovables a corto plazo
(yerba silvestre y madera de ley), y su inserción en un mercado regulado desde fuera de
la región por un capitalismo desarrollado111
.
Por otra parte, este frente generó en su desarrollo, una serie de epifenómenos
complementarios como ser: el trazado de vías de comunicación, el desarrollo de la
navegación fluvial y la construcción de infraestructura portuaria, el auge comercial, la
aparición de elite local que desempeñe roles económicos, políticos, sociales o culturales.
También se desarrollaron un conjunto de industrias ligadas a la extracción como los
molinos, obrajes y aserraderos. Junto a este frente aparecieron por su parte, agricultores
de subsistencia, colonos espontáneos (farmers o granjeros), artesanos y funcionarios y
políticos112
.
La organización de la producción también contenía rasgos en común a través de
las fronteras. Los trabajadores eran a menudo reclutados desde centros urbanos, como
Posadas y Encarnación, donde se les ofrecía un ―adelanto‖ en dinero, que luego se
convertiría en la ―deuda‖ a saldar con trabajo, en los campamentos de extracción de
109
Abínzano, R. (1998), pp. 95-96. 110
Abínzano, R. (2004), p. 1. 111
Ibid. 112
Idem, p. 2.
51
yerba y madera del interior. Este tipo de trabajo no contaba con ningún tipo de
protección del Estado, por lo que a menudo comprendía largas jornadas de un trabajo
extenuante. Los peones, llamados “mensúes” en la región, a su vez, estaban sujetos a la
adquisición de productos en la proveeduría del establecimiento, donde los sobreprecios
eran exorbitantes113
.
Quizás la única región fronteriza que no comprenda estas características, sea la
del norte de la provincia de Corrientes y el sur de Rio Grande do Sul, donde
predominaba la cría de ganado. No obstante, también allí se observan similitudes entre
las actividades productivas, y hasta culturales, a través de la frontera jurídica. En este
sentido, existían frecuentes intercambios comerciales, que comprendían incluso el
contrabando, ya que los ganaderos gaúchos consideraban que en Rio Grande do Sul no
existían las condiciones óptimas de comercialización114
.
Por otra parte, durante este período, también comienzan a fundarse las
“colonias” de inmigrantes, que sustentadas en la pequeña o mediana propiedad y el
trabajo doméstico, estaban orientadas a diversificar la producción e introducir los
cultivos.
Ahora bien, pese a las importantes similitudes que se observan en la región
fronteriza para el período, es necesario detenerse en los procesos políticos particulares
que fueron conformando a los estados federales que la comprenden, tanto en lo
institucional, como en lo político, social y económico. A los fines de esta investigación,
se recortará en los estados de Paraná, Rio Grande do Sul y el Territorio Nacional de
Misiones, haciendo hincapié en los procesos de la década de 1920, cuando la región se
ve envuelta en el proceso revolucionario.
Estado de Paraná
El Estado de Paraná surge a mediados del siglo XIX al separarse del de San
Pablo. Durante el período que va de 1870 a 1930, puede decirse que se sucedieron dos
procesos simultáneos. Por un lado, la fundación de colonias extranjeras (principalmente
de alemanes, italianos y polacos) que fue avanzando desde el Este (Curitiba), hacia el
oeste (río Paraná), cuyos objetivos eran poblar los espacios que se consideraban
―vacíos‖ e impulsar la producción diversificada de alimentos.
113
Idem, p.19-20. 114
Dutra Fonseca, P. (1983), pp. 85-86.
52
Por otro lado, en la región oeste, lindante con el río Paraná, y con centro en
Guairá, se encontraban las grandes empresas extractivas de yerba mate y madera, como
la Compañía Mate Laranjeira, que se organizaba de acuerdo a las características
presentadas para el frente extractivo. Más al sur, desde Puerto Méndez hasta Foz de
Iguazú, también se encontraban algunos obrajes de yerba y madera de empresas
argentinas115
.
De este modo, en Paraná, hacia 1920, existían: un frente colonizador, que
avanzaba desde el este hacia el oeste del estado; y un frente extractivista en la zona
oeste, desde el río Piquirí hacia el sur, dominado por la empresa Mate Laranjeira y
algunos empresarios argentinos (ver Mapa III).
Entre otras de las características que presentaba Paraná entonces, puede
apuntarse una baja presencia del Estado, evidenciado en la falta de desarrollo de
milicias estaduales en todo su territorio, y el bajo desarrollo económico, evidenciado en
la falta de tendidos férreos que comuniquen las diversas zonas de producción.
MAPA III: Estado de Paraná en la República Vieja (1890-1930)
Territorio Nacional de Misiones
El Territorio Nacional de Misiones fue creado en 1881, por el Estado Nacional,
en medio de un complejo proceso de organización y consolidación del estado central.
115
AGGM. Territorio Nacional. Copiador Serie R, 1917-1933. Folios 156-59.
53
De hecho, la figura del ―territorio nacional‖ constituye uno de los rasgos más
significativos de aquel proceso, ya que expresa la tensión permanente entre el naciente
Estado Nacional y las provincias, por el control de aquellos espacios que tras 1810 no
lograron organizarse como estados federales autónomos116
.
Toda la ley Nº 1532 de 1884, que le da a los nuevos territorios nacionales su
estructura administrativa, muestra esa impronta centralista. El proyecto oficial se
fundaba sobre la idea de que los territorios eran incapaces de gobernarse a sí mismos, y
por tanto, inviables como provincias, por lo cual el Estado debía asumir un rol
pedagógico activo en los mismos, acompañando su desarrollo en una suerte de
tutelaje117
. En este sentido, se otorgaron escasas facultades a las autoridades
territoriales, en función de la necesidad del Estado central, de evitar que surgieran
poderes independientes que no pudiera controlar.
Así, la organización política y administrativa diseñada para los territorios, se
estructuraba en una cadena vertical de poderes, con funcionarios que dependían
directamente del Ministerio del Interior, entre los cuales el gobernador era la máxima
autoridad y el representante directo de la nación. Respecto de éste, se procuraba su
subordinación recortando sus facultades al mínimo, sin margen de iniciativa, ya que
―nada podía hacer sin autorización y los fondos enviados por el gobierno central‖,
siendo el correlato de ello, una ―situación de minoridad política excluyente que se
prolongará por largo tiempo‖118
.
En cuanto a las instituciones del Territorio Nacional de Misiones, la Jefatura de
Policía y su personal, aparece claramente como la más importante. Las planillas de
gastos en sueldos elevadas al Ministerio del Interior, muestran claramente que la
Gobernación contaba con 11 personas como personal permanente, las cuales implicaban
el gasto, hacia abril de 1924, de unos 3.353 pesos en sueldos. Mientras tanto, la Policía,
contaba con alrededor de 40 personas como personal permanente, diseminados por todo
el territorio, en comisarías y sub-comisarías, que implicaban hacia el mismo mes, un
gasto de 10.602 pesos en sueldos119
.
Por otra parte, además de mantener el ―orden‖ y la ―seguridad‖, la Policía del
Territorio también desempeñaba otras tareas importantes como ―el desempeño de
asistencia pública; la inspección y vigilancia del estado de caminos, puentes, balsas y
116
Ruffini, M. (2007). 117
Idem, p. 65. 118
Idem, p. 64. 119
AGN. Sección Archivo Intermedio. Ministerio del Interior. Año 1924. Exp. Gral. Nº 7316.
54
vehículos; expedición de cédulas de identidad; certificados para la gestión de tierras
fiscales; y el levantamiento de estadísticas‖120
. También existía, por estos años, un
importante cuerpo de Gendarmería, pese a que la misma no fue creada formalmente sino
hasta 1939.
En lo económico, se asistía a un proceso de expansión de la frontera agraria,
impulsada por las sucesivas oleadas de inmigración europea. La colonización fiscal ya
se había expandido en la zona sur y la región dorsal central del Territorio, comenzando,
hacia 1920, el proceso de colonización privada en la zona norte Alto Paraná (Eldorado,
Montecarlo, Puerto Rico, etc)121
. Este avance del frente agrícola, fue desplazando
progresivamente al frente extractivo hacia la región nordeste122
, a la vez que el cultivo
de yerba mate fue reemplazando la explotación de yerbales silvestres (ver Mapa IV, p.
55). Por otra parte, comenzaron a aparecer grandes empresas agroindustriales dedicadas
al cultivo, procesamiento y comercialización de la yerba mate en la localidad de San
Ignacio.
En lo político y social, la gobernación recayó durante gran parte de la década de
1920, en el Dr. Héctor Barreyro, desde 1917 hasta 1930123
. Héctor Barreyro era un
hombre de la UCR, que supo conservar su cargo, aún pese a las disputas internas del
partido. Durante su gobernación tuvo que afrontar muchos conflictos sociales, que en
gran parte se derivaban de los cambios socioeconómicos, y de la consolidación de las
instituciones del estado, en el Territorio.
Así, en San Ignacio, donde se estaban desarrollando empresas agroindustriales
de yerba mate, se abrió un ciclo de huelgas por parte de los obreros, en 1920,
impulsadas por la creación del Sindicato de Obreros Yerbateros. Esta situación sólo se
tornó realmente conflictiva cuando, al año siguiente, fue asesinado el colono suizo Allan
Stevenson, y el secretario del sindicato, Eusebio Mañasco, fue acusado por las
autoridades de instigar el hecho, en un proceso bastante irregular. Hallado culpable,
permaneció preso hasta 1927, cuando gracias a las campañas obreras en su defensa, fue
indultado por el presidente Marcelo T.de Alvear124
. En el Territorio, fueron frecuentes,
120
Castiglioni, G. (2004), p. 204. 121
Schiavoni, G. (1995). Pp. 64-65. 122
Kostlin, L. (2010). 123
Durante este largo período, se dieron diversas interrupciones en su mandato, que fueron cubiertas por
gobernadores ―interinos‖, pero Héctor Barreyro mantuvo siempre el cargo como ―titular‖. 124
Tarcus, H. (2007), pp. 388-389.
55
debido a este hecho, múltiples manifestaciones hacia la cárcel de Posadas, encabezadas
por Marcos Kaner, para pedir por su liberación125
.
MAPA IV: Poblamiento de Misiones, corrientes inmigratorias. En: Amable, M.A., Dohmann, K. y Rojas, L. M. (2008), p. 66.
125
El Territorio, 21 de Febrero de 1927.
56
También existieron durante toda la década, enfrentamientos entre grupos
personalistas y antipersonalistas. Una expresión de ello, fueron los hechos sucedidos en
septiembre de 1924, tras conocerse la rectificación por el Congreso Nacional, de la
nueva designación de Héctor Barreyro como gobernador del Territorio. Al parecer, esa
misma noche, los partidarios del gobernador, tras los festejos en la plaza 9 de Julio de
Posadas, atacaron con piedras las casas de los militantes del Comité Marcelo T. de
Alvear, y también las instalaciones del diario opositor La Tarde, dejando vidrios rotos
como saldo126
.
Finalmente, otra constante durante la década, fueron los motines carcelarios. Es
recurrente en diversos documentos de la época, la alusión a los ―desórdenes‖
promovidos por los reclusos, a raíz de quejas en cuanto a racionamientos y
hacinamiento127
.
De esta forma, el Territorio Nacional de Misiones se presentaba hacia la década
de 1920, como un espacio complejo, atravesado por una serie de cambios socio-
económicos y político-institucionales. Además, como se desarrollará a continuación, a
estos conflictos mencionados, se vino sumar la situación revolucionaria en la frontera
con el Brasil, que demandó por parte de las autoridades, del despliegue de una serie de
capacidades nuevas, y por parte de la sociedad civil, de una serie de definiciones y
solidaridades.
Rio Grande do Sul
Entre los años 1890 y 1930 el Estado de Rio Grande do Sul comenzó a
desarrollar una serie de procesos políticos, económicos y sociales que en gran medida
explican por qué a comienzos del siglo XX, emerge como un estado desequilibrante
para el eje San Pablo-Minas Gerais. Estos procesos profundamente imbricados hunden
sus raíces en el mismo proceso de incorporación de Rio Grande a la economía del
Imperio.
A través de todo el siglo XIX, la mayor riqueza del estado fue el charque, que se
exportaba al centro de Brasil. Tanto los saladeros como los latifundios donde el ganado
era criado, se encontraban en la zona sur del estado, denominada como ―campaña‖, en
126
AGN. Sección Archivo Intermedio. Ministerio del Interior. Año 1924. Legajo Nº 48. Exp. Gral. Nº
19747. 127
AGN. Sección Archivo Intermedio. Ministerio del Interior. Año 1924. Exp. Gral. Nº 18417.
57
la frontera entre Argentina y Uruguay. Así, la economía gaúcha128
se fue constituyendo
en un centro especializado en actividades ganaderas, en tanto el charque y el cuero
aportaban tres cuartos del valor de las exportaciones del estado hacia 1861. Sin
embargo, el charque comenzó a sufrir la competencia de la producción argentina y
uruguaya, donde existían mejores puertos y caminos, y se había impuesto ya la mano de
obra asalariada. De esta forma, a fines del siglo XIX, los saladeros comenzaron a sufrir
una severa crisis129
.
Esta crisis coincidió con la caída del Imperio y la proclamación de la República.
En Rio Grande do Sul, como en muchos estados, esto significó la llegada al gobierno de
un Partido Republicano, en este caso Riograndense (PRR) que, encabezado por Julio de
Castilhos, postulaba los principios del positivismo comtiano. Este grupo sostenía en lo
político una amplia autonomía para los estados, y la suprema autoridad del Poder
Ejecutivo de éstos, de manera que el Poder Legislativo prácticamente no existiera130
. A
través un sistema electoral profundamente viciado (no existía la justicia electoral), el
clientelismo y la posibilidad de reelección indefinida, el PRR era un poder político
constituido, bastante autoritario, que recortaba la posibilidad de representación de los
sectores opositores.
Ahora bien, estos grupos opositores estaban compuestos por los hacendados del
sur, que creían que la crisis económica que estaban sufriendo, era producto de la caída
del Imperio, y del ascenso del PRR al gobierno estadual. De esta forma, a lo largo de
toda la historia de la República Vieja, se sucedieron debates y enfrentamientos entre el
sector del PRR, también conocidos como los chimangos, y estos sectores opositores,
conocidos como maragatos, ligados a los hacendados ganaderos del sur131
.
De todas formas, lo que realmente subyacía bajo el conflicto entre chimangos y
maragatos, era la contraposición de dos planes económicos: el desarrollado por el PRR,
y el propuesto por los maragatos. El PRR consideraba que la economía del estado no
podía estar sujeta a las fluctuaciones del mercado internacional, apostando sólo a la
economía exportadora de ganado de las haciendas del sur. Consideraba que de esta
forma, el estado se convertía en un tributario de otros estados, si el principal producto
exportado llegara a decaer. Para impedir que esto ocurriese, el PRR desarrolló una
política de ―diversificación económica‖ fomentando la agricultura en la región serrana y
128
Gaúcho (portugués) es un término regional que designa a los habitantes de Rio Grande do Sul. 129
Dutra Fonseca, P. (1983), p. 112. 130
Idem, p. 89. 131
Idem, p. 71.
58
de altiplanicie, del norte del estado. Así, se propuso crear colonias oficiales de
inmigrantes europeos, basadas en la pequeña propiedad, donde se pudieran producir
alimentos como porotos, yerba mate, choclo, trigo, caña de azúcar, lentejas y papas,
además de producir también carnes en menor escala y generar productos procesados
como la manteca. En el proyecto del PRR, esta producción agrícola debía orientarse al
consumo del mercado local, evitando de esa forma, ser vulnerables a las fluctuaciones
del mercado exportador (Ver Mapas V y VI).
MAPA V: Rio Grande do Sul: Regiones económicas en la República Vieja. En: Dutra Fonseca, P. (1983), p. 28.
Para facilitar aún más el desarrollo de la producción diversificada del norte, el
gobierno se propuso mejorar los caminos y desarrollar vías férreas. Todas estas ventajas
hacia los colonos del norte, irritaban profundamente al sector de los hacendados del sur.
A la ―diversificación‖ del PRR, contraponían la ―especialización‖ ganadera, es decir,
desarrollar el estado sobre una economía agro exportadora, aprovechando las ventajas
comparativas del mercado exterior. Los maragatos también recelaban de la
59
colonización amparada por el gobierno, reprochando que se les otorgaban más
beneficios a los extranjeros que a los ―colonos nacionales‖.
Pero las divergencias del sector hacendado también se extendían a las
concepciones políticas. Para los maragatos, el PRR tenía un federalismo ―exagerado‖, a
lo que ellos contraponían la necesidad de ampliar un poco más el poder de la Unión. En
realidad, esta postura se deslindaba de una situación de hecho, en la cual los espacios de
representación se presentaban inaccesibles a los opositores en el estado. Por otra parte,
la posibilidad de remontar la actividad ganadera del sur, volcándola hacia el mercado
interno del Brasil, dependía de las decisiones del poder central. En ese contexto, los
maragatos se definían más hacia la ampliación del ―parlamentarismo‖ del poder central,
que les permitiría, en su concepción, acceder a la única representación que les permitiría
impulsar políticas favorables a su sector.
MAPA VI: Municipios gaúchos creados en la República Vieja. En: Dutra Fonseca, P. (1983), p. 68.
En síntesis, los conflictos entre chimangos y maragatos eran producto de dos
planes económicos, sustentados por dos concepciones políticas diferentes. Los
60
chimangos pertenecían al PRR, y lograron colocar, en la República Vieja, a los
gobernadores Julio de Castilhos y Antonio Borges de Madeiros. Estaban profundamente
influenciados por el positivismo de Augusto Comte. Bajo sus gobiernos impulsaron el
desarrollo del norte (sierra y altiplano) sobre la diversificación de la producción
agrícola para el mercado interno. En consecuencia, llevaron adelante una política de
colonización extranjera y desarrollo del transporte. Su intervencionismo sin embargo,
tuvo limitaciones, ya que negaban que el Estado otorgara créditos, y bajo la idea del
―presupuesto equilibrado‖, no expandían el gasto público. En este sentido, el PRR fue la
expresión de una suerte de intervencionismo conservador132
.
En contraposición, los maragatos expresaron su oposición al gobierno a
través de la formación de varios partidos: el Partido Federalista de 1892, la Alianza
Libertadora de 1924 y el Partido Libertador de 1928. A pesar de esto, su líder más
visible fue Joaquim Francisco de Assis Brasil, quién en 1923, llegó a organizar una
insurrección armada contra Borges de Madeiros, la cual terminó tras un pacto en Pedras
Altas, que estableció una reforma constitucional para impedir las reelecciones
indefinidas.
Los maragatos eran partidarios de la especialización ganadera del sur del
estado, orientada a la exportación, y en este sentido adscribían al liberalismo. En otras
palabras, los maragatos podían definirse como liberal-conservadores133
.
El último aspecto que se suma a este conflicto económico y político, es el
relacionado a las fuerzas armadas. Rio Grande do Sul, fue particular en tanto
representaba una región fronteriza de importante posición estratégica. Así, siempre
contó con altos puestos dentro del Ejército Nacional, y fue de hecho apoyado por éste,
cuando el presidente Hermes da Fonseca no sustentó intervenciones desfavorables al
PRR en la década de 1910. De esta manera, el Ejército fue una base de sustentación de
gran importancia para el gobierno del PRR. Por otra parte, en el ámbito estadual, tanto
Castilhos como Borges de Madeiros buscaron aumentar y equipar la Brigada Militar.
Finalmente, al Ejército y la Brigada Militar, se les sumaba el apoyo de los llamados
―coroneles‖. Los ―coroneles‖ eran hombres de confianza del gobierno en los
municipios, que en tiempos de convulsiones políticas comandaban las tropas legalistas
de ―voluntarios‖ locales134
, también conocidas como ―fuerzas provisorias‖.
132
Idem, p. 100. 133
Idem, p. 106. 134
Idem, pp. 106-108.
61
A pesar de esto, no se debe perder de vista que los opositores maragatos
también constituían sus propias milicias armadas, a cuyo frente también habían
―coroneles‖. Estas fuerzas irregulares a menudo eran financiadas por los hacendados del
sur135
.
A pesar de estas fuertes disputas políticas, que llegaban a expresarse en forma
violenta y armada, provocando persecuciones y desplazamiento de población dentro del
estado, y muchas veces a través de las fronteras, el gobierno logró constituir un bloque
de poder suficientemente sólido, como para que las bases de su poder, nunca se hayan
visto seriamente comprometidas. Este bloque estaba integrado principalmente, por los
sectores medios burocráticos, los colonos inmigrantes y los pequeños y medianos
hacendados de la altiplanicie. Mientras tanto, el grueso de la oposición, expresaba el
reclamo de los mejor posicionados económicamente del estado, es decir, los hacendados
del sur, contra el monopolio político del PRR136
.
Cuando en 1924, estallaron los alzamientos en las guarniciones militares de
Rio Grande do Sul, adhiriendo al alzamiento del Ejército en San Pablo para derrocar al
presidente Artur Bernardes, los líderes militares gaúchos se habían aliado a los líderes
maragatos. Por lo tanto, esta alianza entre los tenientes del Ejército y los ―coroneles‖
maragatos, de carácter plenamente coyuntural, encontró pronto, debido a los objetivos
contrapuestos de ambos, sus alcances y sus límites en el proceso que se iniciaba.
135
Ibid. 136
Idem, p. 111.
62
CAPITULO V
La Revolución de San Pablo: formación de la Columna Paulista y toma de Foz de
Iguazú.
El 5 Julio de 1924, al cumplirse el segundo aniversario de los alzamientos
militares de Lema y Copacabana, varias guarniciones militares volvieron a alzarse
tomando la ciudad de San Pablo. La ciudad permaneció bajo control de los militares
revolucionarios por 22 días, momento en que se conformó una fuerza de cerca de tres
mil hombres. Cuando los revolucionarios se vieron sitiados por las fuerzas legalistas,
decidieron huir hacia el oeste del estado. Finalmente, descendieron por el Paraná hasta
Foz de Iguazú, en la triple frontera entre Argentina, Paraguay y Brasil. Las fuerzas
revolucionarias permanecieron por siete meses acantonadas en la región del Estado de
Paraná, que se encuentra al sur del río Piquirí, hasta el río Iguazú, y entre el río Paraná
al oeste y la Sierra Madeiros al este. Desde allí, entraron en contacto con los rebeldes de
Río Grande do Sul, y a través de territorio argentino, desplegaron una serie de
estrategias con ellos. Fue a partir de este hecho, que las autoridades nacionales de
Argentina, hicieron frente por primera vez a la presencia de tropas revolucionarias en la
frontera.
La Revolución de San Pablo del 5 de Julio de 1924
La revolución que estalló en San Pablo el 5 de Julio de 1924, fue preparada por
un grupo de jóvenes oficiales del Ejército, y tuvo como objetivo principal derrocar al
presidente del Brasil, Artur Bernardes137
.
Artur Bernardes llegó a la presidencia como candidato del eje Minas Gerais-San
Pablo en 1922, pero durante su campaña aparecieron publicadas una serie de cartas
donde éste ofendía al ex presidente mariscal Hermes da Fonseca. Si bien Bernardes
negó que las cartas fueran de su autoría, el Club Militar de Rio de Janeiro decidió
sublevarse el 5 de Julio de ese año. El presidente Epitácio Pessoa, que aún no había
hecho el traspaso de mando a Artur Bernardes, supo de la conspiración y apartó a la
mayoría de los comandantes comprometidos, de manera que en la fecha señalada, sólo
137
Artur Bernardes (Viçosa, 1875 — Rio de Janeiro, 1955) fue un abogado y políco, presidente de Minas
Gerais de 1918 a 1922 y presidente de Brasil entre 1922 y 1926.
63
el fuerte de Copacabana se encontraba alzado. En esta situación no fue difícil sitiar a los
rebeldes, quienes en su mayoría optaron por la rendición. Sólo 18 de ellos
permanecieron en el fuerte y decidieron luchar hasta el fin. En ese momento, Antônio de
Siqueira Campos138
tomó una bandera del Brasil y la cortó en 18 pedazos, que fueron
repartidos entre los resistentes. Cada uno se colocó su trozo de bandera en el pecho y
decidió avanzar contra el fuego de las fuerzas legalistas. De esa marcha, sólo Siqueira
Campos y Eduardo Gomes sobrevivieron. Estos fueron los hombres que pasaron a la
historia como ―Los 18 del Fuerte‖139
.
Este hecho fue el antecedente inmediato de la revolución en San Pablo en 1924.
Pero en este caso, la conspiración fue mejor preparada, determinando mayores éxitos
para los sublevados. La nueva revolución fue organizada y ejecutada por un grupo de
jóvenes oficiales del Ejército, que tuvieron una destacada participación en la vida
política del Brasil, tras 1930. Entre ellos se encontraban los hermanos Joaquim140
y
Juárez Távora141
, Newton Estillac Leal y Emigdio Miranda, quienes estaban bajo las
órdenes del General Isidoro Dias Lopes142
, Jefe Supremo de la Revolución. A ellos se
sumaba el mayor Miguel Costa143
de la Fuerza Pública de San Pablo, y el líder gaúcho
coronel Joâo Francisco144
(ver Anexo Fotográfico I, p. 65).
El plan inicial de la sublevación consistía en alquilar, por la madrugada, una
serie de taxis, a través de los cuales, los rebeldes podrían movilizarse sin levantar
sospechas. Se debían sublevar varios cuarteles periféricos que debían marchar hacia los
cuarteles principales de la Fuerza Pública de San Pablo, establecidos en el predio da
Luz, en el centro de la ciudad. Pese a algunos errores e imprevistos, los conspiradores
lograron tomar el Cuartel da Luz, hacia la mañana del 5 de Julio, con ayuda del
Regimiento de Caballería de la Fuerza Pública al mando del mayor Miguel Costa.
138
Antônio de Siqueira Campos (San Pablo 1857 — 1938), oficial de artillería, sobreviviente del
alzamiento de Copacabana en 1922, falleció tras un accidente aéreo. 139
Quartim de Moraes, J. (2010), pp. 99-106. 140
Joaquim Távora perdió la vida antes de abandonar la ciudad de San Pablo en un combate. 141
Juárez Távora (Ceará, 1898 — Rio de Janeiro, 1975) fue preso cuando la Columna Prestes marchaba
por el norte de Brasil. En 1930 apoyó el golpe de Getulio Vargas, de quien fue luego Ministro de
Transportes y Ministro de Agricultura. Entre 1964 y 1967, fue Ministro de Transportes de la dictadura de
Castelo Branco. 142
Isidoro Dias Lopes (Río Grande del Sur, 1865 — Río de Janeiro, 1949) ingresó al ejército en 1883 en
Puerto Alegre. Participó de la Revolución Federalista de Rio Grande do Sul en 1893. Posteriormente
adhirió al golpe de Getulio Vargas, y tras divergencias apoyó la Revolución Constitucionalista de 1932. 143
Miguel Costa (Buenos Aires, 1885 - 1959), era oficial de caballería de la Fuerza Pública de San
Pablo, en 1930 apoyó a Getulio Vargas y formó parte de la alianza de éste en el gobierno. Organizó la
Legión Revolucionaria de San Pablo, y el Partido Popular Paulista. Fue Secretario de Seguridad Pública y
Comandante General de la Fuerza Pública. 144
Meirelles, D. (2006), pp. 55, 59, 62-63.
64
Rápidamente se formaron patrullas para tomar las estaciones de Correo, Teléfono y
Telégrafo, a fin de controlar las comunicaciones de la ciudad. Por otra parte, se
mandaron mensajes a las guarniciones del interior del país que se esperaba adhirieran a
la revolución145
.
El presidente Artur Bernardes, fue avisado rápidamente del alzamiento, por lo
que dispuso una reunión con su Ministro de Guerra, el mariscal Septembrino de
Carvalho y el Jefe de Policía del Distrito Federal, el mariscal Carneiro da Fontoura,
quien era famoso por su actuación enérgica reprimiendo las huelgas obreras, ganando el
apodo de ―General Oscuridad‖. Rápidamente determinaron declarar el estado de sitio y
movilizar las tropas leales hacia San Pablo, para comenzar el asedio a los rebeldes146
.
Tanto el presidente como sus colaboradores temían que por las características de
la ciudad de San Pablo, la revuelta militar pudiera devenir en una revolución social. San
Pablo tenía una población de cerca de 700 mil habitantes, y un considerable desarrollo
industrial, sobre todo en los ramos textiles. Las condiciones de trabajo en las industrias
eran durísimas, los salarios eran indignos, no existían límites de edad para trabajar ni
francos, y además, las condiciones de vida se agravaban por la anemia, la tuberculosis y
la insalubridad de las viviendas. A ello se sumaba la crisis económica de la posguerra
europea, que determinó la suba del costo de vida. En este contexto, los obreros que
habían inmigrado al país desde Europa y eran portadores de tradiciones sindicales,
organizaron a los obreros y hacia 1923, existían 71 nuevos sindicatos147
. Este escenario
se presentaba, entonces, para las autoridades, como potencialmente conflictivo.
Durante los primeros 2 o 3 días de la toma del Cuartel General da Luz, fue
preocupación del Alto Comando Revolucionario, la resistencia ofrecida por las
autoridades estaduales de San Pablo, desde el Palacio dos Campos Elíseos, a pocas
cuadras del cuartel, donde permanecía sitiado el gobernador Carlos Campos. En esos
días, los rebeldes decidieron permanecer en la ciudad y resistir hasta el final. Así,
enviaron a un sargento hacia el Palacio para comunicar a las autoridades que persistirían
en la lucha, pero cuando éste llegó a destino pudo constatar que el gobernador había
huido, dejando la ciudad bajo total control de las fuerzas revolucionarias148
.
145
Idem, pp. 47-60. 146
Idem, pp. 80, 84. 147
Idem, pp. 74-76. 148
Idem, pp. 89-94.
65
ANEXO FOTOGRÁFICO I
1 2
3
4 5
6 7
Referencias: 1) Marcha de ―los 18 del Fuerte‖ de Copacabana; 2) Presidente Artur Bernardes; 3) Gral.
Isidoro Dias Lopes; 4) Coronel Joâo Francisco; 5) Mayor Miguel Costa de la Fuerza Pública San Pablo;
6) Teniente Juárez Távora; 7) Teniente Joaquím Távora.
66
Esta victoria permitió elevar las expectativas de los jefes revolucionarios, para
resistir en la ciudad. Sin embargo, durante los días subsiguientes se presentaron una
serie de conflictos y problemas respecto del ejercicio del poder civil, que había sido
asumido por el General Dias Lopes. El nuevo gobierno provisorio enfrentó en principio
los saqueos por parte de la población, los cuales debió contener y reprimir,
reorganizando la vigilancia policial. También debió llevar adelante una campaña de
información hacia la población sobre lo que ocurría en la ciudad, que estaba atravesada
por líneas urbanas de trincheras. Esta campaña incluía difundir las razones de la
revolución, lo que para los militares revolucionarios, debía generar adhesiones por parte
de los civiles149
.
En vistas de esto, el 10 de Julio los revolucionarios dan a conocer el primer
manifiesto donde exponen las razones del alzamiento, más allá de los intereses
corporativos que parecían defender. En este manifiesto los revolucionarios comenzaron
aclarando a la población que ―esta Revolución no es un movimiento aislado… Es un
movimiento de carácter patriótico, de altísimo significado social y político y,
consecuentemente, su acción tiene un carácter nacional‖. Por otra parte, denunciaron
que ―los dominadores le tienen coartado (al pueblo) la manifestación de su voluntad,
por las urnas, órgano legítimo por el cual la soberanía popular se ejerce en las
democracias‖ y que ―el Ejército juró fidelidad a la Constitución y en consecuencia
asumió delante del pueblo, implícitamente, sobre su honra de ciudadanos y de militares,
el compromiso de hacerla cumplir‖. Finalmente, el manifiesto comunicaba que se estaba
trabajando para restablecer el orden, la vigilancia y la circulación libre por la ciudad,
para que los ciudadanos pudieran retomar sus actividades. También dejaron en claro,
que garantizarían la libertad de prensa y de pensamiento150
.
El gobierno no perdió tiempo y concentró rápidamente una fuerza de 15.000
hombres en las afueras de la ciudad, equipada con el armamento más moderno de
entonces. Así, el 11 de Julio, la ciudad amaneció bajo un fuerte bombardeo. Se trataba
de unos 100 cañones Schneider Cannet de 155 mm, que tiraban erráticamente sobre los
barrios más humildes de San Pablo. Isidoro Dias Lopes, formado en las leyes de guerra,
no pudo comprender el ataque a blancos civiles y no militares. Los rebeldes, por su
parte, movilizaron 20 cañones Krupp de 75 y 105 mm, pero la lucha fue desigual151
.
149
Idem, pp. 97- 107. 150
Prestes, A. (1997), pp. 397-399 (trad. propia). 151
Meirelles, D. (2006), pp. 110-112.
67
El bombardeó continuó por 2 días sin cesar, mientras en los barrios más
atacados, se amontonaban cadáveres que muchas veces fueron sepultados sin formas
legales. Los hospitales no daban abasto y faltaban insumos. El gobierno revolucionario
debió improvisar salas de atención médica, galpones de refugiados y comedores
populares para atender a las víctimas que perdieron sus casas, y sus seres queridos. Por
su parte, la basura, junto a los animales muertos, comenzó a acumularse en las calles,
inundando la ciudad de un hedor pestilente152
. El saldo final de estos bombardeos fue
de 500 muertos153
.
Rápidamente el Alto Comando Revolucionario percibió que no podrían hacer
frente a ese estado de cosas, por sí solos. Decidieron abrir una convocatoria abierta a
civiles para integrar las fuerzas revolucionarias. Pese a la reticencia del General Dias
Lopes en tejer alianzas con la clase trabajadora, la convocatoria tuvo éxito y se
formaron nuevos batallones. También ingresaron voluntarios extranjeros que habían
luchado en la Primera Guerra Mundial y tenían gran conocimiento militar y técnico. Por
otra parte, los revolucionarios intentaron apelar a la creatividad transformando vagones
férreos y coches, en vehículos blindados. También se sirvieron de aviones para
distribuir entre las filas enemigas panfletos, y hasta intentaron tirar con los mismos, una
bomba de dinamita sobre el Palacio del Catete en Rio de Janeiro154
.
Sin embargo, la ciudad pronto comenzó a sufrir la falta de provisiones y la
hambruna. Entonces, el gobierno redobló la presión sobre los rebeldes y la población
civil. El 22 de Julio, ordenó un bombardeo aéreo sobre la ciudad, y el 23 de Julio
ordenó que los tanques Renault FT 17 avanzaran sobre las líneas de frontera. En estas
condiciones, el Alto Comando Revolucionario decidió organizar el abandono de San
Pablo, que se concretó el 27 de Julio (Ver Anexo Fotográfico II, p. 69).
Las fuerzas revolucionarias, compuestas por cerca de 3.000 hombres,
abandonaron San Pablo a través de un ferrocarril que los llevó hacia el interior del
estado, hasta Baurú, y luego hasta Presidente Epitácio, en el margen del río Paraná, en
la frontera con Mato Grosso. Era una fuerza heterogénea compuesta por elementos del
Ejército Nacional y la Fuerza Pública de San Pablo, pero también por civiles y
152
Idem, p. 121. 153
Idem, p. 189. 154
Idem, pp. 129-153.
68
extranjeros que se sumaron a las tropas. Además la columna contaba con la presencia de
30 mujeres que se unieron a la marcha acompañando maridos y amantes155
.
Durante la retirada cobró importancia la acción en la retaguardia, que estuvo a
cargo del teniente de la Fuerza Pública de San Pablo Joâo Cabanas. El teniente Cabanas
contaba con una fuerza de apenas 200 hombres, que al llegar a las estaciones con sus
dos trenes, tiraban en todas direcciones causando destrozos y sembrado terror sobre los
soldados legalistas. Así, al poco tiempo el grupo de Joâo Cabanas fue bautizado como
―la Columna de la Muerte‖, y de hecho, en el imaginario popular, Cabanas no podía ser
herido porque tenía el ―cuerpo cerrado‖, cualidad que muchos atribuían a un ―pacto con
el demonio‖. Por otra parte, los vagones de sus trenes exhibían un ―poderoso
armamento‖, que era en realidad totalmente ficticio, montado para asustar a los
enemigos156
.
En las márgenes del río Paraná: dos estrategias revolucionarias
El grueso de las tropas revolucionarias llegó a Presidente Epitácio, el 17 de
Agosto. Durante esos días se dieron una serie de discusiones en el Estado Mayor
Revolucionario respecto de cómo proseguir la lucha. El General Dias Lopes propuso
invadir Mato Grosso, a través de Três Lagoas, en vistas de que existían en Campo
Grande fuerzas que podrían adherir a la revolución. Isidoro sostenía la idea de que con
esas fuerzas, podría tomarse el control total del estado, realizando elecciones y
declarando la independencia, creando un nuevo estado soberano llamado Brasilândia, el
cual se sostendría con la yerba mate y la importación de bienes de los países limítrofes.
A este plan se opuso la propuesta del coronel Joâo Francisco, quien consideraba más
viable descender por el río Paraná y establecer contactos con los caudillos de Rio
Grande do Sul. Finalmente la oficialidad opta por el plan de Isidoro Dias Lopes157
.
155
Prestes, A. (1997), p. 179. 156
Meirelles, D. (2006), p. 193-194. 157
Idem, p. 212.
69
ANEXO FOTOGRÁFICO II
2
1
3
5
4
6
7
8
Referencias: 1) Saqueos de alimentos en San Pablo; 2 y 3) Trincheras urbanas en San Pablo; 4) Cañones
Krupp de 75mm, utilizados por las fuerzas rebeldes; 5) Cañones Schneider Cannet de 155 mm utilizados
por las fuerzas legales para bombardear San Pablo; 6) Entierro de víctimas; 7) Tanques artesanales
fabricados por las tropas rebeldes; 8) Tanques Renault FT 17 utilizados por las fuerzas legales.
70
Mientras tanto, a pesar de que aún nada indicaba que las fuerzas revolucionarias
descenderían por el río Paraná, el Ministerio del Interior de la República Argentina,
dispuso que el gobierno del Territorio Nacional de Misiones, tomara medidas en la
región del Iguazú, en previsión de que los revolucionarios intentasen pasar a territorio
argentino. Carente de personal y recursos, el gobierno de Misiones, sólo atinó a
destacar un oficial de Gendarmería con 15 hombres de tropa en Puerto Aguirre158
, y
solicitar a la Sub-Prefectura una mayor vigilancia de las costas159
.
Por su parte, el Estado Mayor Revolucionario, inmediatamente organizó un
batallón de infantería compuesto por 800 hombres, en su mayoría extranjeros (húngaros,
italianos, alemanes), al mando de Juárez Távora. Este batallón inició su marcha hacia
Três Lagoas en forma muy improvisada, sin provisiones de alimentos o agua. La
mayoría de los soldados sufrió el calor tropical y la marcha se hizo en forma muy lenta,
determinando un acampe nocturno en un lugar conocido como ―Campo Japonés‖. Esa
misma noche, los hombres fueron sorprendidos por un ataque legalista que los rodeó,
provocando varias bajas en pocos minutos, y el desbande del batallón. Pese a los
esfuerzos de Juárez Távora por organizar la tropa, los legalistas prendieron fuego en el
monte, no quedando otra opción que la retirada. El humo asfixiante y el avance del
fuego impidieron siquiera que se pudieran salvar heridos o llevar los muertos. La misión
había fracasado y dejado como saldo 400 muertos y 40 desaparecidos160
.
De esta forma, el plan de invasión a Mato Grosso se vio frustrado. Durante
varios días los oficiales permanecieron en el desconcierto en Presidente Epitácio. Sin
embargo, el coronel Joâo Francisco nunca abandonó sus planes originales, y decidió
formar un batallón de 500 hombres para descender por el Paraná. El 23 de agosto
partieron, llevando consigo algunos cañones de 105mm, ametralladoras pesadas,
fusiles-ametralladoras, gran cantidad de munición y cerca de 125 caballos (Ver Mapa
VII, p. 72). La tropa se movilizó en dos grupos, una parte en dos navíos, y otra a pie por
las márgenes del río. Joâo Francisco había evaluado correctamente que las márgenes del
río a esa altura, estaban prácticamente deshabitadas, y las únicas actividades que se
desarrollaban, eran las relacionadas a la Compañía Mate Laranjeira161
.
158
Actual Puerto Iguazú. 159
AGGM. Territorio Nacional. Libro Copiador Notas Remitidas 04-11/1924. Serie D. Folios 295, 296,
297, 299. 160
Idem, pp. 213-217. 161
Idem, pp. 221-222.
71
A pesar de que el descenso no trajo ningún combate de importancia, fue lento
debido a que el monte espeso impedía la movilidad. De esta forma, el batallón llegó al
Guairá recién el 14 de Septiembre162
. Casi sin mediar combate alguno, las escasas
tropas legalistas destacadas allí, al mando del Comandante Dilermando de Assís163
,
decidieron no ofrecer resistencia y huir por el río hacia el sur, en el vapor ―Iberá‖.
Dilermando de Assís y la evacuación de Foz de Iguazú
Un día después, Dilermando de Assís arribó a Foz de Iguazú, donde dio alarma
de que los revolucionarios avanzaban degollando y devastando todo a su paso, y ordenó
a las autoridades del pueblo que dispusieran la pronta evacuación de la población. Al
diseminarse las historias sobre las depredaciones del ejército revolucionario, una gran
cantidad de familias, decidió cruzar el río con celeridad, dejando atrás sus pertenencias,
para refugiarse en Puerto Aguirre164
.
Una vez hecho esto, Dilermando de Assís decidió continuar descendiendo por el
río Paraná, adentrándose en territorio argentino. Dado que tanto las autoridades
marítimas como policiales tenían órdenes precisas de vigilar la entrada de militares
brasileños armados al territorio, el vapor ―Iberá‖ fue rápidamente interceptado por la
sub-prefectura. Cuando los prefectos requisaron a los militares huidos del Guairá,
hallaron una buena cantidad de armas, y de acuerdo a las órdenes, éstas les fueron
confiscadas, y entregadas a la Gobernación de Misiones de inmediato165
. Esta
información también llegó rápidamente al Ministerio de Marina, que designó al Capitán
de Navío Ricardo Camino, para viajar esa misma tarde, hasta Misiones, a fin de
inspeccionar y elevar informe de los sucesos166
.
162
Idem, p. 224. 163
Dilermando de Assís (Porto Alegre, 1888 — Rio de Janeiro, 1951) fue conocido por haber asesinado
en 1909 al escritor e ingeniero militar Euclides da Cunha, autor de Os Sertões. Entre 1911 y 1916
enfrentó el proceso en su contra, del que fue absuelto ―por haber actuado en defensa propia‖. El asesinato
se produjo porque la mujer de Euclides da Cunha, lo abandonó por Dilermando de Assís, provocando que
Euclides vaya en su encuentro para matarlo, pero fracasó y fue alcanzando por una bala de Dilermando. 164
AGN. Sección Archivo Intermedio. Ministerio del Interior. 1924. Legajo Nº 49. Exp. Gral. Nº 20039. 165
―12 carabinas maúser Modelo 1922, 4 sables bayoneta, 3 revólveres, 2 pistolas, 3 espadas, 630 tiros de
guerra‖. AGGM. Territorio Nacional. Libro Copiador Notas Remitidas 04-11/1924. Serie D. Folio 378. 166
Diario Crítica, 16 de septiembre de 1924.
72
MAPA VII: Avance de la Columna Paulista, desde San Pablo hasta Foz de Iguazú.
En Posadas, Dilermando de Assís entró en contacto con el Cónsul del Brasil en
la ciudad, Paulo Demoro, a quien le comunicó de todo lo ocurrido, de manera que se
informara al Embajador del Brasil en Buenos Aires, y se tomaran todas las medidas
necesarias para dificultar el avance de las fuerzas de Joâo Francisco, y socorrer a los
refugiados.
En consecuencia, al día siguiente Paulo Demoro dispuso no conceder despachos
a embarcaciones que se destinen a puertos del Brasil, situados en el Alto Paraná, por
temor a que pudieran ser secuestradas por los revolucionarios167
. Por otra parte, los
hechos comenzaron a trascender en la prensa nacional argentina. Ese mismo día, el
diario Crítica presentó una nota al respecto, aunque difundía informaciones incorrectas
sobre los hechos. La noticia, titulada “Revolucionarios brasileños, atravesaron la
frontera”, confundía a Dilermando de Assís, sus hombres y los refugiados en Puerto
Aguirre, con los revolucionarios ―y sus familias‖ que ―habían cruzado la frontera‖
armados, y se estaban refugiando en territorio argentino168
(Ver Anexo Fotográfico III,
p. 76).
Mientras tanto, el Gobernador Interino de Misiones José Manuel López, debía
resolver otro frente de conflicto. La resolución de Paulo Demoro de no despachar
embarcaciones a puertos brasileños del Alto Paraná, representaba un perjuicio para las
167
AGGM. Territorio Nacional. Libro Copiador Notas Remitidas 04-11/1924. Serie D. Folios 374, 375,
376. 168
Diario Crítica, 16 de septiembre de 1924.
73
empresas extractivas de madera y yerba mate que tenían obrajes entre Foz de Iguazú y
Puerto Méndez. Además se trataba de empresas muy importantes de la región, como
Núñez y Gibaja, Julio Allica y Sociedad Barthe, que no podían permitir el
desabastecimiento de sus obrajes, paralizando las actividades económicas. Así, estos
empresarios decidieron gestionar por cuenta propia, con el gobierno del Paraguay, que
se les permitiese llevar buques a los puertos paraguayos frente a las costas del Brasil,
para luego realizar el pasaje de recursos en canoas. Con poco margen de acción al
respecto, el gobernador interino consideró que debía comunicar de estas maniobras
extra-oficiales al Ministro del Interior169
.
Por otra parte, el gobernador interino recibió noticias de que los refugiados en
Puerto Aguirre ascendían a 600 personas, en su mayoría ―gente humilde‖. No contando
con muchos recursos, dispuso entonces que el comisario del lugar adquiriera de la única
casa de comercio que existía allí, 200 pesos en víveres para repartir entre los más
necesitados. Esta situación de emergencia determinó que el Embajador de Brasil, doctor
Pedro de Toledo, concurriera a la Cancillería para entrevistarse con el Ministro de
Relaciones Exteriores y Culto. En esta reunión procuró gestionar ayuda para los
refugiados, motivo por el cual, el gobierno argentino despachó una embarcación al Alto
Paraná cargada de elementos destinados a acoger a las familias en Puerto Aguirre170
. A
su vez, el embajador también se comunicó con el Cónsul Demoro, para que solicitase a
la Gobernación de Misiones, la devolución de las armas requisadas a Dilermando de
Assís171
.
La ausencia del gobernador titular de Misiones, Héctor Barreyro, colocó
entonces, a José Manuel López, gobernador interino, en una situación compleja en la
cual debía tomar determinaciones que involucraban, desde relaciones diplomáticas,
hasta una emergencia sanitaria.
Finalmente, el 18 de septiembre por la mañana, arribó a Posadas, el capitán de
navío Ricardo Camino, y se reunió con José Manuel López. Durante la reunión
intercambiaron informaciones sobre lo ocurrido, e impresiones sobre cómo proceder. A
partir de esta conversación, el gobernador interino decidió en principio proveer a
Camino, de la galleta y el charque que faltaba entre los víveres enviados. En segundo
lugar, dispuso el envío de otro oficial de gendarmería con 15 hombres de tropa, para que
169
AGGM. Territorio Nacional. Libro Notas Reservadas 1917-1933. Serie R. Folios 156 a 159. 170
Diario Crítrica, 17 de septiembre de 1924. 171
AGGM. Territorio Nacional. Libro Copiador Notas Remitidas 04-11/1924. Serie D. Folio 390.
74
se sumen a los que ya se encontraban destacados en la zona172
. Y finalmente, ordenó al
Comisario Inspector de Policía de Eldorado, Don Arístides A. Saccone, que se traslade
a Puerto Aguirre para asumir la autoridad policial del pueblo, y ponerse a las órdenes de
Ricardo Camino, ―debiendo informar constantemente de todo‖ a la Gobernación173
.
Ese mismo día, partió por la tarde el capitán de navío Camino hacia el Alto
Paraná, junto a los víveres y la tropa de Gendarmería. Por su parte, el gobernador
interino pudo informar al Ministro de Interior, Dr. Vicente Gallo, que las empresas que
habían gestionado con el gobierno paraguayo, el abastecimiento de sus obrajes
brasileños a través de sus costas, habían tenido éxito, gracias al apoyo que les brindó el
Cónsul Demoro. El acuerdo consistía en el despacho desde Encarnación del vapor
―Bell‖ (de la casa Barthe) hacia los puertos paraguayos frente a costa brasileña, para
pasar luego los recursos en canoa. Según el gobernador López, el plan se basaba en
―referencias privadas‖ de que los revolucionarios habían declarado adoptar
―procedimientos correctos y respetuosos‖. Pero no confiándose de ello, comunicó al
Ministro sus temores de que algún vapor pudiera ser violentamente asaltado,
complicando aún más la situación174
. Al fin, con la devolución de las armas sustraídas a
Dilermando de Assís175
, el gobernador López logró resolver varios conflictos, y
restablecer el orden en el Territorio por algunos días.
La zona del Iguazú presentaba, para las tropas revolucionarias, excelentes
condiciones para una resistencia prolongada. Al oeste se encontraba la frontera con
Paraguay, y al sur con Argentina, y por el este la Sierra de Madeiros y otros accidentes
naturales ofrecían una buena línea de defensa. De esa forma la retaguardia estaba
protegida por las fronteras y permitía la salida libre al exterior, mientras que las
defensas se concentrarían en el frente del este176
. El plan era tan conveniente que hasta
fue reconocido y expuesto por el Diario Crítica el 19 de septiembre, y pese a la censura
y la desinformación que imponía el gobierno de Bernardes, no dudó en asegurar que los
revolucionarios intentarían expandirse hacia Rio Grande do Sul177
.
172
Diario Crítica, 18 de septiembre de 1924. 173
AGGM. Territorio Nacional. Libro Notas Reservadas 1917-1933. Serie R. Folio 160. 174
AGGM. Territorio Nacional. Libro Notas Reservadas 1917-1933. Serie R. Folios 161 a 163. 175
AGGM. Territorio Nacional. Libro Copiador Notas Remitidas 04-11/1924. Serie D. Folio 391. 176
Meirelles, D. (2006), p. 225. 177
Diario Crítica, 19 de septiembre de 1924.
75
La Toma de Foz de Iguazú
El 24 de septiembre se produjo la toma de Foz de Iguazú por las tropas
revolucionarias. Se trataba de un pequeño destacamento al mando de Juárez Távora, que
se había unido a Joâo Francisco, y con una lancha logró adelantarse hasta el pueblo. La
toma se produjo sin que se oyera un solo disparo. Juárez Távora encontró el pueblo casi
desierto, y el único movimiento que existía era el del velorio de una mujer mayor178
.
De esta forma Foz de Iguazú pasó a estar bajo control del ejército rebelde.
Mientras tanto, el grueso de las fuerzas continuaba descendiendo lentamente,
siguiendo el margen del río Paraná. Siendo tierras en su mayoría controladas por
empresas extractivas, con poca presencia del Estado nacional en ellas, los
revolucionarios no encontraban mayores dificultades para tomarlas bajo su control.
Avanzaban sobre los pequeños puertos (San Juan, San José, San Francisco, Puerto
Méndez) dejando destacamentos de hombres y artillería para sentar presencia y control.
En algunos casos, tuvieron que enfrentar la resistencia de poderosos terratenientes de la
región, como fue el caso de los obrajes de Julio Allica, en un puerto cercano a Puerto
Méndez, llamado Puerto Artaza.
Julio Allica poseía una extensión de cerca de 450 hectáreas desde el puerto hacia
el interior del estado, en sus obrajes se realizaba la extracción de yerba mate y madera, y
poseía una fuerza de mano de obra de cerca de 2.000 ―mensúes‖. Tenía como
administrador a su cuñado, de apellido Santa Cruz, quien era conocido por la violencia
con que trataba a sus obreros. Allica y Santa Cruz comenzaron a organizar, al poco
tiempo de que los paulistas tomaran el control del oeste paranaense, un grupo de
hombres para combatirlos.
178
Colodel, J.A. (2010).
76
ANEXO FOTOGRÁFICO III
1
2
4
3
Referencias: 1) Gobernador de Misiones Héctor Barreyro; 2) Comandante Dilermando de Assís; 3)
Teniente Joâo Cabanas (al medio); 4) Empresario del Alto Paraná Julio Allica.
77
Sin embargo, el Estado Mayor revolucionario lo supo, y Joâo Cabanas fue
enviado junto a su ―Columna de la Muerte‖ para retomar el control en la zona. Santa
Cruz fue rápidamente apresado, pero en presencia de Joâo Cabanas intentó amenazar de
muerte a un grupo de mensúes, si se atrevían a abandonar los obrajes. Cabanas no toleró
esta actitud y en presencia de los obrajeros, le aplicó a Santa Cruz una ―soba‖ en la
espalda con su sable (Ver Anexo Fotográfico III). Después de esto, mandó a liberar a
los mensúes, con lo cual al menos 200 de ellos se unieron a las fuerzas rebeldes. Sin
embargo, la gran mayoría huyó hacia Paraguay y Argentina179
.
Además de controlar los puertos al oeste del estado, el Estado Mayor envió un
destacamento de 400 hombres hacia Catanduvas, en la Sierra de Madeiros, para
establecer una línea de defensa en el frente del este180
. Este destacamento fue
particularmente importante, porque era el principal frente de combate de la región
ocupada por las tropas revolucionarias (Ver Mapa VIII, p. 78).
Los días que siguieron a la toma de Foz de Iguazú, permitieron a la Gobernación
de Misiones informarse, finalmente, sobre la magnitud del movimiento revolucionario.
Por fortuna, el gobernador titular Héctor Barreyro ya había retomado sus actividades,
cuando llegaron las primeras informaciones sobre la composición de las fuerzas
rebeldes. El 2 de octubre la Jefatura de Policía pudo informarle que el ejército
revolucionario disponía ―de importantes fuerzas 5 mil hombres y munición para un año
y víveres para seis meses; 56 cañones, 120 ametralladoras grandes y 150 fusiles
ametralladoras, elementos de sanidad y de radiografía‖. A su vez, el Cónsul Demoro le
había manifestado que las fuerzas legales convergían a la zona por distintos puntos181
.
Alarmado, el Gobernador Barreyro informó de inmediato al Ministro del Interior, Dr.
Vicente Gallo, sus temores de que, tras los combates, las fuerzas derrotadas intentasen
pasar las fronteras con sus armas. Siendo que la gobernación no disponía de muchos
recursos, el personal de policía y gendarmería no podría proceder por cuenta propia al
desarme de estas tropas. Así, se decidió a solicitar al Ministro que interceda ante el
Ministerio de Guerra para que se envíen refuerzos182
.
179
Colodel, J.A. (2011). 180
De Moraes, D. & Viana, F. (1997), p. 51. 181
AGGM. Territorio Nacional. Libro Notas Reservadas 1917-1933. Serie R. Folios 171,174, 175. 182
Ibid.
78
79
Mientras tanto, los revolucionarios procuraron restablecer la normalidad en Foz
de Iguazú. Una vez llegados se encargaron de establecer relaciones cordiales entre los
pocos colonos que decidieron no emigrar hacia Puerto Aguirre. De hecho, pasaron
pocos días, hasta que la mayoría de los civiles de la zona, repararon en que los rumores
desatados por Dilermando de Assís, días atrás, eran falsos183
. Pese a esto, aún existían
familias que continuaban emigrando, por lo que un grupo de oficiales revolucionarios
decidió cruzar hacia Puerto Aguirre para hacer saber a los refugiados, que podían
regresar a sus hogares, ofreciéndoles todo tipo de seguridades184
.
Este estado de cosas fue reconocido por el Comisario Inspector de Policía, Don
Arístides Saccone, que había sido comisionado para hacerse cargo de la autoridad
policial de Puerto Aguirre, días atrás. Cumpliendo con sus órdenes, el 3 de octubre
envió a la Gobernación dos importantes informes relatando las averiguaciones que había
podido realizar sobre los hechos. En el primero de ellos, Saccone hizo constar que los
―los revolucionarios dan ejemplo de disciplina, orden y respecto, comentándose entre
los emigrados el hecho que entre los artículos de consumo los adquieran al contado y no
hayan requisado absolutamente nada‖185
.
Sin embargo, el Inspector comunicó que a pesar de ello, los emigrados
aumentaban, y que al llegar a Puerto Aguirre, preguntaban por ―el hotel que da de
comer‖. Para Saccone, estos emigrado eran ―gente haragana, inválidos que en ningún
caso podrían ser reclutados ni para servicios auxiliares‖, ya que había podido observar
que ―los hombres permanecen sentados todo el día, teniéndose necesidad de obligarlos a
que barran su propia vivienda‖. En vistas de esta situación, el Inspector llegó a la
conclusión de que si los emigrados seguían llegando, debía ser por el hecho de estar
repartiéndose víveres, por lo que se mostró favorable a que no se continúen enviado, y
que el Capitán de Navío R. Camino comunicase en breve, el cese de la asistencia a los
refugiados186
.
Por otra parte, diversos testimonios orales de pobladores de Foz de Iguazú, que
fueron recogidos por historiadores locales, confirman este cuadro de situación. Muchos
pobladores que fueron niños o adolescentes en aquel entonces, y ofrecieron sus
testimonios luego, concuerdan en que los revolucionarios fueron respetuosos de los
colonos y de las propiedades. Ottília Ignez Werner Friedrich (1904-1999), fue una de
183
Dias, Emerson dos Santos (2009). 184
AGN. Sección Archivo Intermedio. Ministerio del Interior. Legajo Nº 49. Exp. Gral. Nº 20039. 185
Ibid. 186
Ibid.
80
las pocas moradoras que no huyó, y según ella ―los revolucionarios eran gente buena.
Venían mucho aquí en busca de leche, que yo les daba sin cobrar porque tenía
bastante‖187
.
Una de las familias que más aportó para testimoniar esto, fue la del fotógrafo
local Harry Schinke. Según su esposa, Marieta Schinke ―la lucha de ellos era para
cambiar el país de modo que la vida del pueblo mejorase‖. Por su parte, Henri Schinke
se encargó de fotografiar a las fuerzas revolucionarias en Foz de Iguazú, aportando
fuentes iconográficas donde se puede ver la buena relación entre los militares y los
colonos, ya que posan juntos, sonriendo cordialmente, para una foto en el Hito Tres
Fronteras188
. En la misma foto puede verse además, a dos mujeres combatientes de la
Columna Paulista, uniformadas y sonrientes (Ver Anexo Fotográfico IV, p. 81).
No obstante, también se registraron algunos conflictos y apreciaciones negativas
hacia los revolucionarios. Algunos testimonios aseguran que un colono fue fusilado, por
desconocer la orden de los militares de que no continuase pasando ganado hacia
Paraguay. También la hija del primer intendente de Foz de Iguazú, Ottília
Schimmelpfeng (1907-1995), guardó malos recuerdos. Según ella, su padre fue
advertido de que los revolucionarios querían fusilarlo, por lo que huyeron hacia Puerto
Aguirre, abandonando su coche nuevo en la costa del río Iguazú, y cruzando en canoa
cerca de las cataratas hacia la otra costa. De allí pasaron a vivir en las barracas del
campamento de refugiados, sin comodidades pero sintiéndose seguros, por lo cual, para
Ottília ―fue horrible‖189
.
187
Dias, Emerson dos Santos (2009). (trad. propia) 188
Idem, (trad. propia). 189
Idem. (trad. propia)
81
ANEXO FOTOGRÁFICO IV
Foto 1: Registra a los revolucionarios paulistas justo a los pobladores de Foz de Iguazú, en el Hito Tres
Fronteras. La foto fue tomada por Harry Shinke en marzo de 1925.
Foto 2: Registra la formación de las tropas revolucionarias en el Hito Tres Fronteras, las tropas miran
hacia el río Paraná. (Harry Shinke, marzo de 1925).
En: Dias, Emerson dos Santos (2009). (las fotos se encuentran el Archivo de la Biblioteca Pública de Foz
de Iguazú.
82
1
2
3
4
Referencias: 1) Joâo Francisco (segundo de izquierda a derecha) con un carijo de yerba mate al fondo; 2)
Revolucionarios paulistas en las Cataratas del Iguazú; 3) Revolucionarios paulistas en la región; 4) 1:
diputado Batista Luzardo, 2: Gral. Isidoro Dias Lopes, 3: Juarez Távora en Foz de Iguazú (febrero de
1925)
83
Deserciones y migraciones
El Comisario Saccone también se ocupó de realizar otras averiguaciones
respecto del movimiento revolucionario, para lo cual, echó mano sobre su autoridad. Al
saber que se encontraban en Puerto Aguirre cinco desertores de las filas revolucionarias,
los hizo ―comparecer a fin de interrogarlos e imponer a esa Gobernación [de Misiones],
acerca del movimiento pormenores y actividades revolucionarias‖. Las informaciones
de este interrogatorio fueron plasmadas en su segundo informe del 3 de octubre, donde
relató que dos de ellos eran argentinos y uno paraguayo, que trabajaban en la Compañía
Matte Laranjeira y fueron traídos junto a las tropas rebeldes, para conducir una chata y
una lancha hasta Foz de Iguazú. Estos tres no tenían nada que ver con el movimiento, y
sólo atinaron a ver artillería destacada en Puerto Méndez y San Francisco190
.
Sin embargo, los dos restantes eran alemanes que habían llegado hacía algún
tiempo a San Pablo. Se llamaban Francisco Birnkoff y José Schmickler y declararon
que se unieron a las tropas revolucionarias por no haber tenido trabajo, ni casa, ni
comida, y que los revolucionarios les ofrecían una paga diaria, ropa y comida. Estos dos
alemanes mantuvieron una extensa charla con el Comisario contándole todo cuanto
recordaban de los sucesos que vivieron en San Pablo y durante la retirada. Detallaron
armamentos, cantidad de hombres y algunos sucesos191
. Pero lo más importante fue el
detallado relato que le ofrecieron al Inspector Saccone respecto de los sucesos de ―Três
Lagoas‖, en el que las fuerzas legalistas ―les abrieron un nutrido fuego de
ametralladoras y enseguida prendieron fuego al monte, en el que previamente habían
hecho desmontes y regado con nafta‖. Luego de la tragedia, siguieron junto a Joâo
Francisco y descendieron hasta Foz de Iguazú, donde al no obtener ninguna paga,
decidieron desertar. Según los alemanes, la tropa ―se encontraba sucia y si no desertaba
era por temor al castigo‖. El Comisario Saccone tomó nota de todo lo relatado y decidió
plasmarlo en su informe, mientras que Birnkoff y Scmickler partieron hacia Eldorado en
busca de trabajo192
.
Mientras tanto, tal como se lo había solicitado el Gobernador Barreyro, el
Ministro del Interior se comunicó con el Ministerio de Guerra y le trascribió el
190
AGN. Sección Archivo Intermedio. Ministerio del Interior. Legajo Nº 49. Exp. Gral. Nº 20039. 191
―Que las fuerzas revolucionarias todas al mando en Jefe del General Isidoro Diaz Lopez, sumaban
4.000 hombres divididos en tres brigadas, con fusiles modelo 98, mucho Winchister, 42 cañones Krupp
calibre 75 y 100 ametralladoras entre livianas y pesadas y una enorme cantidad de munición, toda la que
existía en San Pablo.‖ Idem. 192
Idem.
84
telegrama recibido desde Misiones. Así, el 4 de octubre el Ministerio de Guerra no tuvo
más respuesta que la de que el señor Ministro de Guerra no tenía información alguna
sobre los sucesos revolucionarios del Brasil en la frontera, y que se le solicitaría al
Gobernador de Misiones que informe sobre los medios de transporte disponibles para el
traslado de tropas desde Posadas hasta Puerto Aguirre193
.
Pocos días después, el 7 de octubre, el Inspector Saccone vuelve a elevar un
nuevo informe sobre la situación de los refugiados en Puerto Aguirre. En esta ocasión se
informó que finalmente Ricardo Camino hizo saber a los emigrados que no se
repartirían más víveres, y que los restantes se darían entre las familias que realmente lo
necesiten, pero no en forma oficial, sino en carácter particular. Para Saccone, a partir de
esta medida los emigrados retornarían a sus hogares. Sin embargo, también señaló que
se encontraban en el pueblo ocho desertores de las fuerzas revolucionarias, deserciones
que a su juicio se debían a la ―impopularidad y poco ambiente de la revolución‖194
.
De esta forma, pese a que no se repartieran víveres, seguían ingresando a
territorio argentino desde Brasil, una importante cantidad de personas. Desde desertores
de las filas revolucionarias y pobladores atemorizados, hasta obreros de las empresas
extractivas desarticuladas, comenzaron a circular a través de la frontera. Reconociendo
una situación de hecho, el 24 de octubre el Ministerio de Agricultura comunicó al
Ministerio de Interior, que la Dirección General de Inmigración informó que daba
cuenta de:
―la entrada a nuestro país por las fronteras, de los desertores de las fuerzas
revolucionarias e inmigrantes que huyen del Brasil, manifestando que si bien
las medidas adoptadas han sido conciliadoras, debido a que es casi imposible
impedirlo, contemplando la difícil situación por que atraviesan y además,
porque, de haberse ella impedido por los puertos habilitantes , lo habrían
hecho por otros lugares escapando a la vigilancia de las autoridades, es
conveniente ejercer una fiscalización especial por intermedio de las Sub-
Prefecturas y Policía, sobre elementos no deseables, para evitar su
infiltración.‖195
193
AGN. Sección Archivo Intermedio. Ministerio del Interior. Legajo Nº 47. Exp. Gral. Nº 19573. 194
AGN. Sección Archivo Intermedio. Ministerio del Interior. Legajo Nº 49. Exp. Gral. Nº 20039. 195
AGN. Sección Archivo Intermedio. Ministerio del Interior. Legajo Nº 46. Exp. Gral. Nº 21081.
85
En función de esto, se le solicitó al Ministro de Interior que ―disponga lo
necesario con el objeto de que las autoridades Policiales destacadas en las fronteras
ejerzan el control y fiscalización necesaria para evitar que entren al país, personas que
por sus antecedentes sean un elemento no deseable‖, por lo que el mismo, decidió
remitir esta misma nota a los Gobiernos de las Provincias de Entre Ríos y Corrientes, y
al Territorio Nacional de Misiones, el 29 de octubre196
.
Articulaciones desde Foz de Iguazú a Rio Grande do Sul
El mes de octubre significó para los revolucionarios, pese a las deserciones y los
conflictos, la oportunidad de devolver vigor y movimiento a la revolución. Una vez que
Joâo Francisco arribara a Foz de Iguazú, durante los primeros días del mes, organizó un
consejo de generales, compuesto por él (Isidoro lo había ascendido a General) y los
generales Padilha y Mesquita, para tomar decisiones mientras el General Dias Lopes
descendía con el grueso de las tropas197
.
Este consejo se reunió con tres representantes de Rio Grande do Sul, que
expresaban el apoyo de los caudillos gaúchos Assis Brasil, Honório Leme198
y Zeca
Neto (todos maragatos, líderes del alzamiento de 1923) y de varias guarniciones del
Ejército que simpatizaban con la revolución. Uno de estos representantes era Antônio de
Siqueira Campos, héroe de ―los 18 del Fuerte‖, que hacía un año vivía exiliado en
Argentina. En estas reuniones se decidió enviar a Juárez Távora, junto con Siqueira
Campos, hacia Rio Grande do Sul para asistir en la articulación de un nuevo alzamiento.
También se resolvió liberar recursos financieros para la compra de armas y munición199
.
De esta forma, Juárez Távora y Siqueira Campos atravesaron territorio argentino hacia
Rio Grande do Sul, preservando su identidad con ayuda de documentos falsos. También
había partido hacia territorio argentino, el general Olintho Mesquita, con una buena
partida de dinero destinada a la compra del armamento200
.
Por su parte, Joâo Francisco esperaría en Foz de Iguazú el descenso del Alto
Comando revolucionario, hasta el 20 de octubre, cuando se dirigió hacia Puerto Méndez
para reunirse con el General Dias Lopes. La reunión fue muy tensa, Isidoro se sintió
196
Idem. 197
Meirelles, D. (2006), p. 233. 198
Aparece como Honorio Leme, Honorio Lemos, Honorio de Lemos y Honorio de Lemes
indistintamente. 199
Idem, pp. 233-235. 200
Idem, p. 244.
86
gravemente cuestionado en su autoridad al saber de las decisiones inconsultas tomadas
por el ―consejo de generales‖. Para el General Dias Lopes, Joào Francisco no sólo se
había separado de la columna, sino que lo desplazó del mando y se auto-proclamó jefe
de todo el movimiento. Joâo Francisco intentó justificar sus acciones argumentando que
los representantes gaúchos necesitaban definiciones inmediatas para trasmitir a sus
líderes, caso contrario toda la conspiración podía fracasar. Sin embargo, para Isidoro no
eran razones justas, por lo cual lo despachó para que regresase a Foz de Iguazú201
.
En el fondo de este enfrentamiento existían también profundas divergencias
sobre cómo dirigir la lucha y hasta cómo proceder en combate. Joâo Francisco era un
caudillo gaúcho que no tenía el hábito de hacer prisioneros, prefiriendo degollarlos en el
acto, a pesar de ser una actitud prohibida por el Alto Comando. Isidoro Dias Lopes por
su parte, era un viejo militar formado en la antigua Escuela Militar de Praia Vermelha,
que consideraba el degüello de prisioneros indefensos una brutalidad inaceptable, no
sólo por razones humanitarias, sino por respeto a las leyes de guerra, establecidas por
convenciones internacionales. De esta forma los generales Joâo Francisco y Dias Lopes
representaban dos liderazgos bastantes opuestos dentro del mismo movimiento202
.
De esta forma, hacia octubre de 1924, el cuadro de situación presentaba una
amplia zona fronteriza bajo control de las tropas revolucionarias, corrientes migratorias
permanentes, y los primeros contactos de los rebeldes paulistas con los gaúchos.
201
Idem, pp. 233-236. 202
Ibid.
87
CAPITULO VI
Revolución en Rio Grande do Sul: la “guerra de movimiento” y la Columna
Invicta
El 28 de octubre de 1924 comenzó, por la noche, el alzamiento de las
guarniciones rebeldes del Ejército, destacadas en Rio Grande do Sul. En Santo Ângelo,
San Luis Gonzaga, San Borja y Uruguaiana se organizaron rápidamente focos rebeldes,
culminando los meses previos de conspiración. Los principales articuladores del
alzamiento, fueron en principio, el teniente Aníbal Benévolo, el capitán Luiz Carlos
Prestes203
y el teniente Mario Portela Fagundes, a los que luego se sumaron Juárez
Távora, Antônio de Siqueira Campos, Joâo Alberto Lins de Barros204
y Cordeiro da
Farias205
. Sin embargo, este nuevo movimiento revolucionario también fue posible
gracias al apoyo de los rebeldes paulistas sitiados en el oeste paranaense y de los
caudillos civiles ―maragatos‖ de Rio Grande do Sul. Tanto paulistas como maragatos
pudieron ofrecer apoyo inicial al levantamiento gracias a las posibilidades tácticas que
ofrecían las fronteras de Argentina y Uruguay. Es por ello que para comprender la
organización, formación y desarrollo de la columna revolucionaria de Rio Grande do
Sul, es preciso conocer el movimiento transfronterizo de los rebeldes, que le impuso
tanto posibilidades como limitaciones.
A través de la evaluación de estos aspectos positivos o negativos de la
proximidad fronteriza, la columna pudo constituir sus propias tácticas, hacer frente a sus
problemas y conformar su identidad característica. A ello se sumó el genio militar de
Luiz Carlos Prestes, quien acuñó la idea táctica de la ―guerra de movimiento‖, a través
de la cual, la columna pudo desplazarse hacia el norte, siguiendo la línea de frontera,
para llegar a reunirse con las tropas paulistas en abril de 1925.
203
Luiz Carlos Prestes (Porto Alegre, 1898 — Río de Janeiro (ciudad), 1990), oficial de
Ingeniería, tras partir al exilio en 1927 se aproximó al Partido Comunista. En 1934 regresó al Brasil en
forma clandestina y organizó un movimiento para derrocar a Getulio Vargas, llamado la Alianza Nacional
Libertadora, que fracasó. Estuvo preso durante 8 años, y tras ser liberado en 1945, fue electo senador por
el Partido Comunista del Brasil. En 1982 abandonó el partido, pero siguió militando por diversas causas,
hasta su muerte. 204
Joâo Alberto Lins de Barros (Recife, 1897 — Rio de Janeiro, 1955), oficial de artillería, apoyó
el golpe de Getulio Vargas de 1930, y fue interventor de San Pablo entre 1930 y 1931. Posteriormente
ocupó otros cargos en el gobierno de Vargas. 205
Osvaldo Cordeiro da Farias (Jaguarão, 1901 — Rio de Janeiro, 1981), oficial de artillería, en
1930 apoyó el golpe de Getulio Vargas y ocupó cargos destacados en su gobierno, entre 1938 y 1943 fue
gobernador de Rio Grande do Sul. Tuvo gravitación en la vida política del Brasil hasta 1966.
88
Revolución en Rio Grande do Sul
El mes de octubre de 1924 fue, para los jóvenes oficiales destacados en Rio
Grande do Sul, un mes de grandes movimientos conspirativos. Con la llegada de Juárez
Távora y Siqueira Campos a la región, los tiempos se aceleraron, y finalmente el
teniente Aníbal Benévolo, al mando de la Brigada de Caballería de San Borja, y el
capitán Luiz Carlos Prestes, al mando del 1º Batallón Ferroviario (1ºBF) de Santo
Ângelo, definieron el 29 de octubre como la fecha del levante. Estaba prevista además
la adhesión de otras guarniciones de San Luis Gonzaga, Uruguaiana y Alegrete, y la
participación de los caudillos maragatos ligados a Assis Brasil206
, como Honorio Leme
y Zeca Neto.
Carlos Prestes simpatizaba con el movimiento revolucionario desde 1922,
cuando se encontraba en la Escuela Militar de Realengo en Rio de Janeiro. A causa de
encontrarse enfermo no había podido participar ya entonces, del levantamiento del
Fuerte de Copacabana, pero nunca dudó de la justeza de las reivindicaciones. Cuando en
1923 retornó a Rio Grande do Sul, fue destacado en el 1ºBF en Santo Ângelo, para
continuar la construcción de una línea férrea desde esa ciudad hasta Girua. Desde ese
puesto, Prestes pudo observar como el Ejército Nacional carecía de todo tipo de
recursos, desde alimento hasta armas e instrucción, situación que contrastaba con las
fuerzas militares estaduales, modernas y bien equipadas.
Al quedar al mando del 1ºBF, compuesto por unos 200 soldados, en su mayoría
reclutados por el servicio militar obligatorio, Prestes pudo comprobar que éstos vivían
en barracas insalubres de suelo de barro, recibiendo pésima alimentación y peor
instrucción. Prestes nunca abandonó su deseo de conspirar contra el gobierno
oligárquico, por lo que junto a uno de sus mayores colaboradores y amigo, el teniente
Mario Portela Fagundes, decidió convertir a los hombres del 1ºBF en soldados capaces
de combatir.
En función de esto, reorganizó todo el funcionamiento del batallón, comenzando
por la alimentación, para la cual utilizó los pocos fondos de que disponía en contratar un
cocinero y un panadero. Luego dispuso que se estableciese un campo para recibir
instrucción física, y se comenzó también con la instrucción militar. Finalmente organizó
un sistema de alfabetización de los soldados, los cuales en tres meses pudieron firmar su
206
Joaquim Assis Brasil (Rio Grande do Sul, 1857 — 1938).
89
propio nombre. Prestes esperaba con esto, que los soldados pudiesen hacer el examen
para ingresar como cabos, con el objetivo de elevar la instrucción de ese grupo que él
pretendía llevar a la revolución, y a la lucha armada. Estas medidas le valieron a Prestes
un gran prestigio y la lealtad del 1ºBF, que se convertiría en el sostén más sólido de las
fuerzas rebeldes207
.
Entre la noche del 28 de octubre hasta el 31 de ese mes, se produjeron los
alzamientos de las guarniciones comprometidas con la revolución. En Santo Ângelo se
alzó el 1ºBF bajo el comando de Luiz Carlos Prestes y Mario Portela Fagundes; en San
Luis Gonzaga se alzó el 3º Regimiento de Caballería Independiente (3ºRCI) bajo el
comando del teniente Joâo Pedro Gay; en San Borja se alzó el 2º Regimiento de
Caballería Independiente (2ºRCI) bajo el mando de los tenientes Aníbal Benévolo y
Antonio de Siqueira Campo; en Uruguaiana se alzó el 5º Regimiento de Caballería
Independiente (5ºRCI) comandado por Juárez Távora; y luego se alzó el 2º Regimiento
de Artillería (2ºRA) al mando del teniente Joâo Alberto Lins de Barros (Ver Anexo
Fotográfico V, p. 91).
En cada una de estas localidades, las guarniciones lanzaron ―manifiestos‖
explicando las razones de la revolución. Pero fue sin duda la de Santo Ângelo, redactada
por Carlos Prestes y Mario Portela, la más consistente y representativa, la misma
afirmaba:
―Ha llegado la hora solemne de contribuir con nuestro valeroso auxilio a la
gran causa nacional (…)
―Todo el Brasil, de Norte a Sur, desea ardientemente, en lo íntimo de su
conciencia, la victoria de los revolucionarios, porque ellos luchan por amor
al Brasil, porque ellos quieren que el voto sea secreto, que la voluntad
soberana del pueblo sea una verdad respetada en las urnas, porque ellos
quieren que sean confiscadas las grandes fortunas hechas por miembros del
gobierno a costa del dinero del Brasil, porque ellos quieren que los gobiernos
se ocupen menos de luchas políticas y cuiden mas del auxilio al pueblo
laborioso, que en una mezcla sublime de brasileños y extranjeros,
hermanados por un mismo ideal, vive trabajando honestamente por la
grandeza del Brasil (…)
―Es el Pueblo Gaúcho, altanero y altivo, que guarda grandes tradiciones,
siempre el pionero de grandes causas nacionales, el que se levanta hoy como
207
Prestes, A. (1997), pp. 121-123.
90
un solo hombre y grita: ya es tiempo de restañar la sangre brasileña, ya es
tiempo de hacer que el gobierno respete la voluntad del pueblo brasileño,
(…) ya es tiempo de luchar, no pecho a pecho, pero si hombro a hombro,
para restablecer la situación financiera del Brasil, para recobrar el dinero
que nuestros malos gobiernos nos robaran y poder así, evitar que, en 1927,
el Gobierno Inglés venga a quedarse con nuestras cosechas y nuestras ricas
colonias para cobrar la deuda del Brasil.‖208
En la misma noche del 28 de octubre, Prestes y Portela evaluando la situación,
decidieron enviar hacia el vecino poblado de Ijuí, una avanzada de cerca de 40 hombres,
para tomarla bajo control rebelde. El motivo de esta decisión se fundaba en el hecho de
que Santo Ângelo era el destino final de una línea férrea que llegaba desde Cruz Alta,
pasando por Ijuí, por lo que era de esperarse que fuese ése el camino de las tropas
enviadas por el gobierno. Pero las autoridades de Ijuí supieron de esto y organizaron
una cerrada defensa que impidió su toma por parte de los revolucionarios209
.
En realidad, gran parte de las dificultades que enfrentaron las tropas
revolucionarias de Rio Grande do Sul, se derivaban de que este estado, a diferencia de
lo que ocurría en el oeste paranaense, se encontraba fuertemente desarrollado. Las
tropas paulistas encontraron en el oeste paranaense, un gran espacio aislado, dominado
por los grandes empresarios de la extracción de yerba mate y madera. Casi sin presencia
del estado brasileño, estaba muchas veces más ligado, a través del río Paraná, a la
Argentina o al Paraguay, ya que contaba con muy poco tendido férreo.
El estado de Paraná no solo se encontraba poco desarrollado económicamente y
escasamente poblado, sino que además era un estado nuevo (se constituyó a mediados
del siglo XIX, cuando se desprendió de San Pablo) y no disponía de grandes fuerzas
militares estaduales. Esta situación les permitió a los paulistas permanecer en la región
por siete meses, sin mayores problemas que los que se desarrollaban en la zona de
Catanduvas (frente este de defensa). En cambio, los revolucionarios gaúchos se
desenvolvían en un estado mucho más desarrollado económicamente y bastante más
poblado, que contaba con importantes fuerzas militares estaduales, y estaba además,
integrado territorialmente por una amplia red ferroviaria.
208
Idem, pp. 410-412. (Trad. propia) 209
Idem, p. 124.
91
ANEXO FOTOGRÁFICO V
1
2 3
4 5
Referencias: 1) Luiz Carlos Prestes; 2) Antônio Siqueira Campos; 3) Mario Portela Fagundes; 4) Osvaldo
Cordeiro da Farias; 5) Joâo Alberto Lins de Barros.
92
En este contexto, el fracaso de la toma de Ijuí demandó trazar un nuevo plan,
para evitar que las tropas legalistas avanzaran sobre Santo Ângelo. Así, Prestes decidió
organizar la retirada de la ciudad. Mientras tanto, Mario Portela se dirigió hacia San
Luis Gonzaga para intentar restablecer la disciplina entre los hombres de 3ºRCI, que el
teniente Pedro Gay no pudo contener, cuando se entregaron a requisas violentas entre la
población, y hasta al mismo saqueo. Por el contrario, en Santo Ângelo, debido al
prestigio que tenían Prestes y Portela entre los vecinos, la población civil colaboró con
los revolucionarios realizando donaciones de alimentos, recursos y vehículos. El 1º de
noviembre, Prestes dispuso el abandono del pueblo, en dirección a San Luiz Gonzaga.
Antes de partir designó ―autoridades revolucionarias‖ y destacó tropas rebeldes en
puntos estratégicos, sobre el comando de los civiles maragatos Juca Raimundo, Pedro
Bins y Pedro Aarâo. Con la llegada de Prestes a San Luis Gonzaga se pudo restablecer
finalmente la disciplina entre los hombres de Joâo Pedro Gay, y terminar con los
saqueos210
.
Toda esta convulsión en las localidades fronterizas no pasó desapercibida por las
autoridades argentinas. Las comisarías destacadas en los pueblos del Alto Uruguay no
dejaron de informar a la Jefatura de Policía de Misiones que había ―estallado un
movimiento revolucionario‖ en Rio Grande do Sul, y aseguraron que se habían tomado
los pueblos de San Luis, San Nicolás, Santo Angelo y Cruz Alta. Por otra parte,
alertaron sobre ―el éxodo de pobladores‖ del Brasil hacia Misiones, motivo por el cual,
el Gobernador Barreyro decidió informar al Ministro del Interior y reiterarle la
necesidad de que el Ministerio de Guerra envíe refuerzos, dado que el Territorio ya
había concentrado fuerzas en Puerto Aguirre. Dos frentes de conflicto se presentaron
entonces, para una Gobernación sin recursos, como una situación inabarcable211
.
Algunos días después, en San Borja, Aníbal Benévolo y Siqueira Campos
organizaron un ataque a la localidad de Itaquí. Sin embargo, las fuerzas leales a Borges
de Madeiros organizaron una buena defensa y rechazaron el ataque. Prestes intentó
socorrerlos junto al 1º BF, pero pronto Benévolo fue muerto en combate, y las tropas
desbandaron. Siqueira Campos pudo retirarse con parte de sus hombres, y no tuvo más
opción que cruzar el río Uruguay, a nado, hacia Corrientes, para conseguir una canoa
que les permitiera escapar a todos212
(Ver Mapa IX, p. 93).
210
Idem, p. 127-128. 211
AGGM. Territorio Nacional. Libro Notas Reservadas 1917-1933. Serie R. Folio 188. 212
Prestes, A. (1997), pp. 128-129.
93
MAPA IX: Primeros alzamientos en Rio Grande do Sul.
Por su parte, las fuerzas al mando de Juárez Távora en Uruguaiana también
enfrentaban problemas. No sólo estaban siendo asediadas por fuerzas legalistas,
sufriendo la derrota de Guaçu-boi, sino que también existían conflictos entre Távora y el
caudillo maragato que lo acompañaba, Honorio Leme. Éste consideraba a Távora como
demasiado joven, y no respetaba su autoridad, además Távora no era buen un jinete,
condición indispensable para ser líder entre los gaúchos. Pero la divergencia principal
derivaba de que mientras los caudillos maragatos sostenían reivindicaciones regionales,
los tenientes sostenían objetivos nacionales. Esta divergencia dificultó el trabajo en
conjunto de ambos comandantes. Finalmente Juárez Távora decidió ceder el mando a
Honorio Leme y regresar a hacia Foz de Iguazú213
.
En realidad, existía una falta de coordinación entre las unidades sublevadas.
Tanto tenientes del Ejército, como caudillos civiles, actuaban espontáneamente,
mientras el gobierno conservaba un mando unificado para perseguirlos. De hecho, el 11
de noviembre la policía destacada en la región cercana a Monteagudo214
informó del
alzamiento de un regimiento en Santa Bárbara, tres días atrás, al mando de Antonio
Pagundes, que intentó tomar la Colonia Militar del Alto Uruguay215
. Según estas
informaciones resultaron 2 muertos y 5 heridos, produciéndose ―una nueva emigración
de pobladores brasileños a costa argentina‖. No se especificó si los rebeldes resultaron
213
Meirelles, D. (2006), pp. 283-284. 214
Cercano a El Soberbio. 215
Actualmente localidad de Tiradentes en Rio Grande do Sul, se encuentra frente a la localidad de El
Soberbio de la Provincia de Misiones..
94
vencedores o si fueron derrotados, pero el Gobernador Barreyro, volvió a reiterar al
Ministro del Interior la necesidad del envío de refuerzos216
. Este hecho no está
registrado en ninguna de las investigaciones más importantes sobre los alzamientos
riograndenses de 1924, lo que confirma la falta de un mando unificado de las fuerzas
revolucionarias.
Mientras tanto, tras la derrota de Itaquí, Prestes decidió quedarse en San Borja,
intentando reunir las fuerzas dispersas. Por esos mismos días, descendían por el Paraná,
a bordo del vapor ―Iberá‖, desde Foz de Iguazú, los generales Isidoro Dias Lopes y Joâo
Francisco, acompañados por los tenientes Ítalo Landucci217
, Samuel Aguayo
(paraguayo) y Emigdio Miranda218
. El 12 de noviembre desembarcaron en el Puerto de
Córpus, del Territorio de Misiones, donde al no poseer armas en su equipaje, pudieron
continuar viaje. Se dirigían hacia Santo Tomé en automóvil219
, y pese a que intentaron
ocultar su identidad, haciéndose pasar por comerciantes, la Policía supo inmediatamente
de quienes se trataba, manteniendo sobre ellos una estrecha vigilancia. Ítalo Landucci
escribiría luego que ellos sentían seguridad al ser vigilados por la policía argentina, ya
que para ellos representaban ―guarda espaldas‖, que les aseguraban que no serían
atacados por ―agentes del gobierno brasileño en el exterior‖220
.
Sin embargo, al saberse sus identidades, la información circuló rápidamente. El
Gobernador Barreyro informó de inmediato al Ministerio del Interior, que se encargaba
de girar sus telegramas al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, y de allí no
tardaba mucho en que lo supiesen desde Buenos Aires, a Rio de Janeiro, pasando por
Montevideo y hasta Washington. Estas informaciones revelaban que los revolucionarios
estaban utilizando las fronteras de Argentina, y también de Uruguay, para sostener el
movimiento en Rio Grande do Sul221
. Si bien en principio, las autoridades no pudieron
hacer demasiado, pronto este hecho dificultó los planes de los rebeldes.
En efecto, Joâo Francisco, Ítalo Landucci y Emigdio Miranda terminaron su
viaje en Santo Tomé, para reunirse con Carlos Prestes en San Borja, mientras Isidoro
Dias Lopes se dirigió hacia Buenos Aires, para reunirse con Olintho Mesquita y cumplir
216
AGGM. Territorio Nacional. Libro Notas Reservadas 1917-1933. Serie R. Folio 189. 217
Ítalo Landucci era italiano y se incorporó en San Pablo a los Batallones de Extranjeros. Plasmó su
participación en el movimiento revolucionario en escritos, y fue uno de los pocos extranjeros que
continuaron en las tropas rebeldes, conformando la Columna de Prestes y Miguel Costa desde abril de
1925 hasta febrero de 1927, cuando parten al exilio. 218
Exalumno de la Escuela Militar de Realengo, de donde fue expulsado tras los alzamientos de 1922. 219
AGGM. Territorio Nacional. Libro Notas Reservadas 1917-1933. Serie R. Folio 190. 220
Meirelles, D. (2006), 295-296. 221
Ibid.
95
una importante misión: la compra de armas y munición para abastecer a las tropas
revolucionarias gaúchas.
Estrategia y organización tras fronteras: alcances y limitaciones
En Santo Tomé, Joâo Francisco logró entrar en contacto con Carlos Prestes, para
comunicarle sus intenciones de reunirse de inmediato en San Borja. Prestes intentó
convencerlo de que no era conveniente, ya que las fuerzas legalistas podrían atacar el
pueblo en cualquier momento. Pero Joâo Francisco no se dejó persuadir, y el 15 de
noviembre se produjo el encuentro. La reunión era muy importante, ya que Joâo
Francisco tenía información clave para que la revolución riograndense mantuviera su
vigor, tras la serie de derrotas que habían sufridos en los últimos días.
En principio, Joâo Francisco ofreció la solidaridad de los paulistas hacia sus
compañeros gaúchos. Así, el caudillo se encargó de informar a Prestes sobre la
situación de los paulistas en el oeste paranaense y, lo más importante de todo, de los
esfuerzos que se estaban realizando para enviarles armas y municiones a los rebeldes
riograndenses. Según Joâo Francisco, se había logrado sobornar a los guardias costeros
argentinos para que no generaran problemas al pasar el armamento. De este modo, lo
único que debían hacer las tropas de Prestes, era resistir hasta que llegaran las armas
prometidas. Este punto era central, ya que la gran mayoría de las tropas que adhirieron a
la revolución se encontraban mal armadas, y algunos hombres sólo disponían de
cuchillos. Por último, en nombre del General Dias Lopes, Joâo Francisco nombró a
Carlos Prestes como coronel, al mando de la División Revolucionaria de Rio Grande do
Sul222
.
En función de esta nueva situación, Carlos Prestes decidió volver a San Luis,
donde intentaría concentrar todas las tropas que hubieran quedado dispersas. El motivo
por el cual se concentraron fuerzas en San Luis, respondía a que era la única localidad a
donde no llegaba ninguna línea férrea, dificultando el acceso de tropas legalistas y
retardando su ataque. Una vez allí, se aprestó a reorganizar las fuerzas existentes, en
colaboración de Mario Portela, Siqueira Campos, Joâo Alberto, Cordeiro da Farias y
Emigdio Miranda, formando13 regimientos de caballería. Tres de estos regimientos
estaban al mando de los tenientes Portela, Joâo Alberto y Pedro Gay, mientras el resto
222
Prestes, A. (1997), pp. 130-131.
96
estaba en manos de los caudillos maragatos, que se consideraban ―coroneles‖. El total
de las fuerzas sumaba 1500 hombres, estando solo la mitad de ellos armada con fusiles
Máuser o pistolas, aunque caballos no faltaron, dos por cada soldado223
.
Con estas fuerzas se ocupó toda la zona en torno a San Luis, montando guardias
en diversas direcciones. Los jefes maragatos muchas veces representaban un problema,
ya que no aceptaban la autoridad de los tenientes por ser demasiado ―jóvenes‖, sin
embargo, muchas prácticas gaúchas se mostraron muy eficientes para el funcionamiento
de las fuerzas. Para la alimentación de las tropas se adoptó el sistema de ―fogones‖, que
consistía que armar pequeños grupos de 5 a 8 combatientes, que en forma
independiente, se asaban la carne distribuida por los comandos. También se adoptó el
sistema de ―potreadas‖, que eran pequeños grupos de soldados que se separaban del
grueso de la tropa para buscar caballos y ganado, así como información sobre el
enemigo224
. Estos dos sistemas se mantuvieron constantes en la columna hasta el exilio
en 1927, como también se mantuvo la adopción del ―pañuelo rojo‖ en el cuello,
distintivo característico de los maragatos. También por esos días, se imprimieron en
San Luis, los primeros seis números de O Libertador, un pequeño periódico que se
convirtió en el órgano de la revolución225
.
Durante el mes de noviembre, las fuerzas revolucionarias de Rio Grande do Sul,
pudieron resistir gracias al aislamiento de San Luis, y esperar las armas prometidas por
los jefes paulistas. Pero a fines de ese mes, una serie de sucesos dificultaron estos
planes. El primero de ellos tuvo lugar en Rivera, en la frontera de Rio Grande do Sul
con Uruguay, donde un grupo de marineros simpatizantes con la revolución226
, unidos a
un grupo de maragatos (entre los que encontraba el hijo de Assis Brasil) decidieron
incursionar en territorio brasileño. El ataque fracasó y tuvieron que retirarse hacia el
Uruguay, donde pensaron que las fuerzas legalistas no los podrían perseguir. Sin
embargo, un grupo del Batallón de Provisorios cruzó la frontera y los alcanzó,
masacrándolos a todos, con notable ensañamiento.
Este hecho no solo fue un grave incidente diplomático, sino que también alertó
al General Dias Lopes, y a Olintho Mesquita, que se encontraban en Buenos Aires
223
Idem, pp. 132. 224
Idem, pp. 133-137. 225
Idem, p. 141-142. 226
Se trataba de los marineros que se exiliaron en Uruguay, tras haber sublevado el acorazado San Pablo,
en noviembre de 1924. Cuando los amotinados no encontraron posibilidades de desembarco en costas
brasileñas, navegaron hasta Montevideo, donde los sublevados se exiliaron y buscaron retomar la lucha a
través de la frontera uruguaya.
97
reunidos con Assis Brasil, para organizar el pasaje de armas a Rio Grande do Sul. Los
jefes paulistas sintieron que tampoco estaban a salvo fuera del territorio brasileño,
pudiendo sufrir ataques inesperados por parte de agentes brasileños, y en vistas de esto,
Isidoro decidió regresar a Foz de Iguazú227
.
Mientras tanto, Joâo Francisco continuó con el plan de pasar armamento hacia
Rio Grande do Sul, a través de territorio argentino. Para lograr esto, decidió convocar a
varios tenientes y capitanes, a que atravesaran la frontera con algunos hombres de tropa,
y ayudasen a organizar el traslado de las armas. Posiblemente Joâo Francisco haya
subestimado a la precaria policía del Territorio de Misiones, y su capacidad de hacer
inteligencia. En efecto, el 27 de noviembre el Gobernador de Misiones, Héctor
Barreyro, envió al Ministerio del Interior un extenso telegrama dando cuenta de todos
los movimientos de los revolucionarios.
En este telegrama se sintetizaron todas las informaciones provenientes de las
distintas comisarías del Territorio, y fueron muy precisas al afirmar que el 26 de
noviembre habían llegado a Apóstoles, en tren desde Santo Tomé, ―el general
revolucionario Juan Francisco, coronel Fidencio Mello228
, Mayor Portela, Capitanes
Goes y la Cerda, aviador Resler229
, Teniente Larducci (sic), Gobernador Civil de
Uruguayana Lucio V. de Magallaes y 15 hombres de tropa, todos ellos desarmados‖,
mientras que también habían llegado a Concepción, desde Corrientes, 15 brasileños
revolucionarios que siguieron rumbo a Itacaruaré y San Javier.
Para el Gobernador, la llegada de estos jefes revolucionarios debía estar
relacionada a otra de las importantes informaciones producidas por la policía del
Territorio. Según el Inspector de Policía de Eldorado, el día anterior a estos arribos, 25
de noviembre, vio pasar por el río Paraná, ―navegando aguas abajo una lancha motor
remolcando un pontón muy cargado cubierto con encerado y ambos de bandera
brasileña… esas dos embarcaciones se cruzaron con el vapor nacional ‗Iberá‘ el 25 a las
20 horas y 15 minutos, entre los Puertos Pirapó y Lafontaine230
‖231
. El plan era claro, las
227
Meirelles, D. (2006), pp. 298-300. 228
Era un ―fazendeiro‖ de la región del Contestado (Santa Catarina) que prometió a los jefes paulistas,
brindar ayuda a la columna de Carlos Prestes, con la que se reunió en Barracão en febrero de 1925.
Prestes, A., (1997), p. 163. 229
Era alemán, su nombre era Fritz Roesler, y fue veterano de la Primera Guerra Mundial. Junto a otro
experimentado piloto extranjero, se incorporó al Servicio de Aviación de las Fuerzas Revolucionarias, y
se encargó de preparar el pequeño avión Oriole, en San Pablo, para que llevara hasta el Palacio de Catete
(Rio de Janeiro), una bomba de 3 kilos de dinamita. La misión finalmente falló. Meirelles, D. (2006), pp.
150-152. 230
Lafontaine es el actual Puerto Rico de la Provincia de Misiones, y Puerto Pirapó existe actualmente en
la margen paraguaya, frente a Córpus (Provincia de Misiones).
98
embarcaciones traían las armas que los paulistas pudieron reunir, para enviar a los
rebeldes de Rio Grande do Sul, y la idea era que los contingentes de revolucionarios en
el Territorio, ayudasen a pasarlas a través del río Uruguay hacia San Luis Gonzaga (Ver
Mapa X, p. 99).
En vistas de esto, el Gobernador Barreyro no dudó en comunicar claramente al
Ministro Vicente Gallo que la gobernación tenía:
―…vehementes sospechas que el cargamento del pontón con bandera
brasileña sea de armas y municiones que los revolucionarios del Alto Paraná
envién a los de Rio Grande del Sur, y también supone que los distintos
grupos de revolucionarios que han aparecido en estos últimos días en
distintos departamentos de este Territorio obedezcan a un plan de facilitar el
paso de las armas y municiones citadas.‖232
De esta forma, los planes de Joâo Francisco quedaron descubiertos ante las
autoridades argentinas, que desde hacía semanas se encontraban en intensas actividades
diplomáticas con el gobierno del Brasil, para sabotear y perseguir las acciones de los
revolucionarios233
. La vigilancia en las costas se intensificó a partir de entonces, y el
pasaje de armas no pudo realizarse jamás. Las fuerzas de Prestes tuvieron que continuar
a partir de entonces, con la mitad de sus hombres armados a cuchillo.
231
AGGM. Territorio Nacional. Libro Notas Reservadas 1917-1933. Serie R. Folios 191, 192. 232
Ibid. 233
Según Anita Prestes este hecho ―queda hoy comprobado por la voluminosa documentación del
Ministerio de Relaciones Exteriores del Brasil referente al asunto‖. Prestes, A. (1997), p. 132, (trad.
propia).
99
100
El rompimiento del cerco de San Luis: hacia la “guerra de movimiento”
El mes de diciembre comenzó para los rebeldes gaúchos, concentrados en torno
a San Luis Gonzaga, en forma desalentadora. Sus fuerzas sólo sumaban 1.500 hombres,
de los cuales tan solo 700 estaban armados. Lo único de lo que disponían en abundancia
era de caballos, dos por cada soldado. En esta situación, el Estado-Mayor del gobierno
organizó una fuerza de 14.000 hombres, que divididos en 7 columnas de 2.000 hombres
cada una, comenzó a marchar hacia San Luis, formado lo que se llamó el ―anillo de
hierro‖. Con esta táctica, se buscaba estrangular a los rebeldes, aplicando en forma
dogmática las enseñanzas de la Misión Militar Francesa del General Gamelin, que
consistían en perseguir un ―objetivo geográfico‖ y sitiarlo. Se trataba de la ―guerra de
posiciones‖, que estaba inspirada en la Primera Guerra Mundial234
.
Las siete columnas legalistas se aproximaban desde San Borja, Santiago de
Boqueirão, Tupaceretã, Cruz Alta, Santo Angelo, Serro Azul y San Nicolau. De todas
ellas la más numerosa, con 2.300 hombres, era que la que se aproximaba desde
Tupaceretã, comandada por el comandante de la Brigada Militar Gaúcha, el coronel
Claudino Nunes Pereira235
.
Para la mayoría de los rebeldes, el avance de este cerco significaba la derrota
segura, y muchos comandantes, generalmente los ―coroneles‖ maragatos, vencidos por
el desánimo, preferían desertar y escapar hacia Argentina. Pero Carlos Prestes todavía
pensaba que podía encontrar una forma de romper el cerco. Gracias al sistema de
―potreadas‖, sabía exactamente por donde avanzaban las columnas legalistas, lo que
permitía evaluar mejor la situación en que se encontraban sus fuerzas. Para ese
entonces, ya tenía como objetivo principal, marchar hacia el norte para unirse a las
tropas paulistas en el estado de Paraná.
En vistas de esto, en principio, hizo una evaluación crítica de la táctica militar
aplicada por los militares legalistas. Para Prestes, frente a la ―guerra de posiciones‖, era
necesario innovar, adoptando una nueva táctica en la cual, los rebeldes pudiesen
moverse con mucha rapidez, sin perder el contacto con el enemigo:
―Movilidad y sorpresa serían dos aspectos importantísimos de la ‗guerra de
movimiento‘ imaginada por Prestes, teniendo como base su propia
234
Idem, pp. 143-144. 235
Ibid.
101
experiencia durante aquel mes y medio de lucha en Rio Grande do Sul, así
como la experiencia de las guerras pasadas entre los caudillos gaúchos.‖236
En efecto, se traba de una ―guerra de guerrillas‖ que en aquel momento era una
novedad para el Ejército del Brasil, y más aun, lo era el hecho de que fuese adoptada
por una fuerza militar dirigida por sus oficiales237
.
De esta forma, Prestes confió en que ―la obsesión por el objetivo geográfico‖ de
las fuerzas legalistas, habría dejado los flancos de las columnas enemigas sin vigilancia,
por lo que era posible atravesar el cerco entre medio de estas. Primero planeó
atravesarlas en dirección a Serro Azul, por donde sería más sencillo continuar hacia
Santa Catarina, pero se sabía que en la región del Altiplano, donde se encontraban las
colonias alemanas, la población era hostil al movimiento. Por este motivo, Prestes
decidió abandonar San Luis en dirección a San Miguel de las Misiones238
.
En la noche del 27 de diciembre, se reunieron todas las tropas, caballos,
automóviles y demás provisiones posibles, y se comenzó la retirada en medio de las
columnas enemigas de Tupaceretã y Cruz Alta. Al llegar a San Miguel de las Misiones,
no se habían topado aún con ningún guardia enemigo en los flancos (Ver Mapa XI, p.
102). Mientras tanto, un pequeño grupo comandado por Joâo Alberto, hostigaba a las
tropas legalistas dirigiéndolas hacia San Luis, lo que les creaba la ilusión de que se
trataba de la vanguardia de las fuerzas rebeldes, cuando en verdad, era la retaguardia.
Una vez en San Miguel, las tropas rebeldes se dirigieron hacia Ijuí, a donde llegaron el
día 30 de diciembre239
.
236
Idem, p. 146. 237
Ibid. 238
Idem, pp. 147-149. 239
Ibid.
102
MAPA XI: Rompimiento del cerco de San Luis Gonzaga.
En: Prestes, A. (1997), p. 145.
Cuando las fuerzas del gobierno estuvieron prácticamente sobre San Luis, la
prensa riograndense, se aprestó a declarar que la revolución había sido derrotada. Sin
embargo, cuando los primeros soldados ingresaron al pueblo, ya no quedaba un solo
rebelde destacado allí. El Estado Mayor legalista quedó entonces, en un completo
desconcierto, puesto que la columna había ―desaparecido‖. Entonces comenzaron a
correr rumores de que las tropas revolucionarias se encontraban cerca de Ijuí, motivo
por el cual, el comandante legalista de la reserva de esa localidad e intendente de Santa
Maria, teniente coronel Julio Rafael Aragão Bozano, se dirigió en automóvil hacia las
proximidades de Arroio Conceição. Completamente desinformado sobre lo que sucedía,
fue a dar con la patrulla rebelde del teniente Portela, que al verlo venir en su vehículo,
lo recibió con una ráfaga de fusil-ametralladora, ocasionándole la muerte240
.
De esta manera, mientras el gobierno proclamaba el triunfo sobre los rebeldes,
uno de sus comandantes más destacados era muerto por éstos. Al saber del hecho, el
Estado Mayor legalista concentró 1.600 hombres en las proximidades de Ramada241
, a
la espera del paso de la columna rebelde. Efectivamente, el 3 de enero de 1925, la
240
Ibid. 241
Localidad de Rio Grande do Sul, actualmente conocida como Ajuricaba.
103
vanguardia revolucionaria formada por el 1ºBF y comandada por Mario Portela, fue
atacada por las tropas legalistas. Portela, advirtiendo que no tenía chances de vencer en
esas condiciones, decide internarse en el monte y enviar un aviso a Carlos Prestes. Al
tanto de la situación, Prestes ideó una serie de maniobras que sorprendieron a las tropas
enemigas, quienes tras varias horas de combate, huyeron hacia Palmeira das Missoes.
El combate fue sangriento, los revolucionarios sufrieron 50 bajas y 100 heridos, pero
resultaron victoriosos, y el suceso pasó a la historia como el ―Combate de Ramada‖242
.
Tras la victoria, la columna continuó en dirección a Campos Novos, y de allí
hacia la Colonia Militar del Alto Uruguay, donde llegaron recién el 12 de enero. En el
trayecto, el monte se hizo cada vez más espeso, y comenzó a hacerse difícil la
alimentación de los caballos que la columna traía consigo, debiendo por tanto,
deshacerse de ellos. Esta situación fue difícil para el grueso de la tropa, que no concebía
la movilidad sin caballos, como era tradicional para los gaúchos, que además no tenían
entrenamiento para largas caminatas. Con todo, la llegada a la Colonia Militar del Alto
Uruguay representó la posibilidad certera de abandonar Rio Grande do Sul hacia el
norte, sin que la columna haya sufrido derrota alguna.
Poblaciones civiles: simpatías, persecuciones y migraciones en la colonia Paris
En la Colonia del Alto Uruguay la columna descansó algunos días, y el 14 de
enero, partieron en dirección oeste, en busca de un tramo seguro para atravesar el río
Uruguay, y seguir la marcha hacia el norte. Una vez que atravesaron el río Turvo, la
columna dio con una pequeña colonia llamada Paris243
, que no era más que un conjunto
de 10 o 15 propiedades, en torno de tres ―carijos‖ y ―noques‖ de yerba mate. La llegada
de los revolucionarios fue bien recibida de inmediato por los pobladores, que eran en su
mayoría simpatizantes maragatos y, algunos, hasta excombatientes de la Revolución
Federalista de 1893244
.
La simpatía de la población animó a los comandantes revolucionarios a
permanecer algunos días en la colonia, siendo alojados por éstos en sus mismas casas.
Además, Cordeiro da Farias había caído enfermo, justificando la permanencia en el
lugar, donde de hecho, fue atendido y curado por la anfitriona de la vivienda en que
242
Prestes, A. (1997), pp. 149-151. 243
Actualmente es la localidad de Teniente Portela (Rio Grande do Sul). 244
Fornari, J. A., Rosa Lopes, F. M. M. y Gehlen, H. (1997), pp. 79-80.
104
estaba alojado. Los testimonios orales recogidos por investigadores locales, años
después, entre quienes fueron niños o adolescentes durante estos sucesos, dan cuenta de
que las relaciones entre los pobladores y los combatientes de la columna, fueron en
general buenas245
. En realidad, el respeto hacia las familias era producto de la disciplina
que imponía el comando, que no aceptaba ningún acto de violencia, bajo la amenaza de
fusilamiento246
.
El liderazgo del pequeño poblado recaía en Belizário Caxambú, quien era
simpatizante maragato y auxilió a la columna hasta su retirada de Paris. Muchas
familias ofrecieron caballos y otras provisiones a los revolucionarios a medida que
abandonaban el lugar en dirección al rio Pardo, donde tras atravesarlo, intentarían
sortear el caudaloso río Uruguay hacia Santa Catarina247
.
Entre el 20 y el 27 de enero, el grueso de las tropas comenzó a atravesar el río
Pardo. La vanguardia recaía en ese entonces en Siqueira Campos y Pedro Gay, mientras
la retaguardia recayó en Mario Portela. La fuerte corriente del río retrasó el paso de los
últimos hombres sobre el comando de Portela, a la vera del río. Mientras la retaguardia
intentaba apresurar su marcha, un cuerpo de las fuerzas Provisorias, dependiente de
Claudino Nunes Pereira, sorprendió a la población de Paris248
.
Estas fuerzas ―provisorias‖ estaban compuestas por elementos civiles que en
general contaban con poca disciplina y peor instrucción, por lo que obraban
desordenadamente, causando desmanes. Siendo evidente, para los legalistas, la simpatía
de aquellos maragatos con los revolucionarios, decidieron cargar contra ellos. Así,
llevaron adelante todo tipo de actos de violencia contra la población civil, incendiando
los carijos y noques de yerba mate, junto a las casas de las pocas familias del lugar. La
violencia de las tropas Provisorias sembró el terror entre las familias, que decidieron
emigrar hacia el Territorio de Misiones249
.
245
Doña Theodolina Pedroso de Lima, de 70 años (tenía 12 años cuando la columna pasó por Paris)
recordó que ―ellos decían ser rebeldes, pero no tenían gestos de ser malos‖, mientas que Jesús André,
cuyos padres hospedaron en su casa a Portela y a Prestes, recordó que ―al comienzo los gurises [niños]
huían para el monte por miedo a que ellos se llevasen a la gente secuestrada, después vimos que eran
amigos‖. Los testimonios fueron recogidos por los historiadores de la localidad de Teniente Portela,
excolonia Paris (Rio Grande do Sul) Fornari, J. A., Rosa Lopes, F. M. M. y Gehlen, H. (1997), (trad.
propia). 246
Prestes, A. (1997), p. 137. 247
Fornari, J. A., Rosa Lopes, F. M. M. y Gehlen, H. (1997), p. 81. 248
Ibid. 249
―…antes de llegar a su casa, Belizário supo por un viajante que los Provisorios ya habían llegado a la
villa. A la noche se reunió con su familia y decidió emigrar hacia Argentina donde tuvo que pasar dos
largos años, hasta el fin de la Columna Prestes. En la madrugada, Belizário, su mujer y sus seis hijos,
cuatro niños y dos niñas, partieron rumbo a las barrancas del rio Uruguay.‖ Idem, p. 96.
105
Después de dejar Paris, los ―provisorios‖ se dirigieron directamente hacia el
lugar donde la retaguardia, comandada por Mario Portela, intentaba aún apurar el
traspaso del río. El 27 de enero, ya se encontraba el grueso de la tropa en la otra orilla,
sólo quedaban sin pasar Mario Portela y 20 hombres de su confianza. Este pequeño
grupo fue sorprendido por la abrupta llegada del cuerpo de provisorios, sin poder
responder u organizar resistencia alguna. Los rebeldes lucharon cuanto pudieron,
mientras el resto del destacamento observó impotente al otro lado del río, intentando
organizar una línea de tiro, que pudo hacer muy poco. Los cuerpos fueron cayendo al
río, tiñendo rápidamente sus aguas con la sangre de los caídos. Mario Portela también
cayó muerto entre las aguas, y en vano sus hombres al otro lado, intentaron nadar hasta
él para recuperarlo250
.
La muerte de Mario Portela, de tan solo 26 años de edad, conmocionó a los
oficiales revolucionarios, y muy especialmente a Carlos Prestes, ya que lo consideraban
como uno de sus más brillantes compañeros. El teniente Portela y los demás
combatientes muertos, fueron enterrados en una fosa común en aquel mismo sitio. Sólo
la empatía de un soldado legalista, determinó que Mario Portela fuese enterrado aparte,
en un sitio próximo251
.
Santa Catarina: deserciones y nuevas migraciones
El grueso de la columna llegó, tras el ataque del río Pardo, a la localidad de
Porto Feliz252
, en Santa Catarina, los primeros días de febrero. Si bien el traspaso
definitivo del río Uruguay despejaba la marcha de las tropas rebeldes hacia el norte (Ver
Mapa XI), el abandono de Rio Grande do Sul no estuvo exento de conflictos. Los
combatientes gaúchos (civiles maragatos y hasta soldados), defendían intereses
plenamente regionalistas, por lo que abandonar Rio Grande do Sul significaba
prácticamente emigrar. Por el contrario, los tenientes más lúcidos del comando
revolucionario, perseguían objetivos nacionales que traspasaban las fronteras estaduales.
Por otra parte, internarse en el monte espeso donde no se podía montar a caballo,
soportar la humedad y la espesura de la vegetación que dificultaban la caminata,
250
Idem, pp. 20-23. 251
Ibid. Actualmente los restos de los revolucionarios continúan descansando en esas mismas fosas, y
fueron visitados algunas veces, con posterioridad, por Luiz Carlos Prestes, quien dejó flores para su
antiguo compañero, por quien guardó siempre un gran cariño. 252
Actualmente localidad de Mondaí.
106
sumado a la escases de ganado y por ende, de alimento, se presentaron como sacrificios
demasiado grandes para soldados que no comprendían, o no compartían, los objetivos
de los tenientes.
Esta situación determinó que muchos soldados decidieran desertar de las filas y
emigrar hacia Misiones (Ver Mapa XII, p. 107). En estas condiciones, las fuerzas
revolucionarias perdieron gran cantidad de combatientes, permaneciendo solo alrededor
de 700 soldados en las tropas rebeldes. Para el comando revolucionario esto no era un
mayor problema, en tanto y en cuanto no instaran a otros a desertar, y sobre todo, no se
llevaran armamento consigo253
.
Desgraciadamente aquel fue, precisamente, el principal problema que se presentó con
uno de los comandantes. Mientras el grueso de la columna avanzaba a través de Santa
Catarina, Siqueira Campos supo que el teniente Pedro Gay estaba conspirando junto a
los sargentos del 3ºRCI (el regimiento mejor armado) para desertar y emigrar hacia
Misiones, con todos sus hombres y el armamento. Prestes se reunió con Pedro Gay, y le
informó que si se quería ir, podía hacerlo, pero que de ninguna manera podría llevarse el
armamento. En esa ocasión Pedro Gay lloró, y dijo que eran calumnias, que él no estaba
pensando en nada de eso. Pero pocos días después, Siqueira Campos volvió a alertar a
Prestes de que la conspiración continuaba y que, de llegar a la cabecera del río Pepirí
Guaçu, sería aun más fácil para los desertores intentar atravesar la frontera.
Prestes separó a Pedro Gay, para quien formaría un Consejo de Guerra para
fusilarlo. Por su parte, la tropa manifestó que no deseaba desertar y que aceptaba el
nuevo comando de Siqueira Campos. Joâo Alberto, a cuyo cargo se encontraba preso
Pedro Gay, sintió entonces compasión por la vida de éste y lo liberó para que huyese
hacia Misiones. Prestes no se resintió con Joâo Alberto por ese acto, lo prefirió así
porque fue un crimen menos con que cargar254
.
253
Prestes, A. (1997), p. 153. 254
Prestes, A. (1997), pp. 152-153.
107
108
Con todo, el 7 de febrero, las tropas rebeldes llegaron a la pequeña localidad de
Barracão255
, en la frontera seca con el Territorio de Misiones. Junto a las tropas,
también llegaron alrededor de 20 mujeres, compañeras de algunos soldados, que desde
San Luis Gonzaga habían adherido a la columna. Prestes había intentado deshacerse de
ellas al abandonar Rio Grande do Sul, pero cuando las tropas llegaron a Porto Feliz,
notaron con sorpresa, que ya estaban allí todas, esperando para proseguir la marcha.
Pese a la reticencia en llevarlas, con el tiempo se revelaron como verdaderas
combatientes, además de desempeñar múltiples tareas de gran importancia, como la
atención a los heridos256
.
Mientras tanto, la situación de la columna paulista no mejoraba. En Catanduvas
se extendía un frente de trincheras de 300 kilómetros, que pretendía frenar el avance,
desde Guarapuava, de las fuerzas legalistas comandadas por el General Cándido
Rondon, compuestas por cerca de 12.000 soldados. Soportando terribles dificultades
como la sarna, las inundaciones, la disentería y enfermedades tropicales, unos 400
soldados revolucionarios resistían allí con el único objetivo de permitir que la columna
gaúcha pudiera llegar al oeste paranaense257
. En realidad, toda la situación de los
rebeldes paulistas, sufría las consecuencias de aceptar la táctica de la ―guerra de
posiciones‖ que le imponía el gobierno, sitiándolos en un ―objetivo geográfico‖.
Al tanto de esta situación, Prestes decidió enviar, desde Barracão, una carta al
General Isidoro Dias Lopes para proponerle un ambicioso plan: que la columna gaúcha
emboscara a las fuerzas de Cándido Rondon por la retaguardia, para lo cual también le
solicitó el envío de armas y provisiones. Prestes sostuvo su plan ante Isidoro, basándose
en su nueva concepción de ―guerra de movimiento‖ y afirmó:
―La guerra en el Brasil, cualquiera sea el terreno, es la guerra de
movimiento. Para nosotros los revolucionarios el movimiento es la victoria.
―La guerra de reserva es la que más conviene al gobierno que tiene fábricas
de munición, fábricas de dinero y bastantes analfabetos para jugar contra
nuestras ametralladoras.‖ 258
255
Actualmente es la frontera entre Bernardo de Irigoyen (Provincia de Misiones), Dionisio Cerqueira
(Santa Catarina) y Barracão (Paraná). 256
Prestes, A. (1997), pp. 139, 161. 257
Meirelles, D (2006), pp. 313-315. 258
Prestes, A. (1997), p. 149. (trad. propia)
109
A la espera de la respuesta del General Dias Lopes, las tropas rebeldes
desenvolvieron en la región una verdadera guerra de guerrillas, para protegerse de los
ataques de los cuerpos de ―provisorios‖ que llegaron al lugar, bajo el mando de Firmino
Paim Filho. Sin embargo, la ayuda que solicitaron no llegó jamás, debido al fragrante
proceso de desintegración por el que pasaba el Alto Comando revolucionario.
Propuesta de Paz, disensiones, derrotas y victorias bélicas
El 13 de febrero de 1925, el Alto Comando Revolucionario, recibió en Foz de
Iguazú al diputado federal Batista Luzardo (por Rio Grande do Sul) que era reconocido
como fervoroso adherente a la revolución. El motivo de la visita era ofrecerle a Isidoro
Dias Lopes, por parte del gobierno, un encuentro de paz con el diputado Joâo Simplício
en Argentina259
. El jefe revolucionario aceptó la propuesta y partió hacia Argentina,
donde permaneció hasta fines de febrero. Finalmente en Monte Caseros rechazó la
última oferta del gobierno de Artur Bernardes, que prometía una vaga amnistía bajo
promesas como la de ―dejar caer en el olvido este período de sacrificios y luchas‖ si los
revolucionarios aceptaban dar por ―terminada la lucha… renunciando a las ideas de
subversión del orden público y constitucional‖260
.
El General Dias Lopes no pudo aceptar esto, y respondió que seguirían luchando
hasta que no se concreten sus reivindicaciones principales:
―…revocación de la Ley de Prensa, que amordazaba a los
periódicos; instauración de la enseñanza primaria y obligatoria en toda el
país; adopción del voto secreto para terminar con las elecciones escritas a
pluma; revisión del texto constitucional; para impedir que el presidente de la
República continuase interviniendo en los estados, de acuerdo a sus intereses
políticos o personales.‖261
Las negociaciones se suspendieron allí, y el General Dias Lopes resolvió
retornar a Foz de Iguazú, junto a Batista Luzardo. En Foz de Iguazú, Isidoro recibió dos
noticias. La primera fue el regreso de Juárez Távora, quien desde su abandono de Rio
259
―Las negociaciones de paz, según Cabanas, fueron realizadas en Paso de los Libres, pero otros autores
sostienen que ocurrieron en Monte Caseros. El mariscal Oscar de Barros Falcão…garantiza que fue en
Posadas‖ Meirelles, D. (2006), p. 726. 260
Idem, pp. 335-337. 261
Idem, p. 338. (trad. propia)
110
Grande do Sul, en noviembre del año anterior, había sufridos terribles dificultades para
llegar a Foz de Iguazú. Los gobiernos argentino y paraguayo, tendieron todo tipo de
trabas para impedir su traspaso por las fronteras. La segunda noticia, provino de una
carta de Joâo Francisco, quien tampoco había regresado desde que se internó en
territorio argentino, en el pasado mes de noviembre. En esta carta, el viejo caudillo
comunicaba que abandonaría la lucha y se exiliaría en Argentina, aduciendo razones de
salud y familiares262
.
En estas condiciones desalentadoras, a fines de febrero, el General Dias Lopes
respondió a Prestes:
―A hombres como usted se le puede hablar claro, encarando de frente
la realidad (…) Nuestra situación aquí es ésta: tenemos 300.000 tiros de
infantería y muy pocos de artillería; tenemos en caja veinte contos de réis;
existen disponibles 1.500 armas (fusiles); los oficiales y muchos soldados
están semidesnudos y descalzos; la República Argentina nos sitia.‖263
La carta fue precisa, los paulistas no podían enviar ninguna ayuda a los
riograndenses. Lo único que pudo ofrecer Isidoro a Prestes, fue el envío de Fidencio
Mello con algunos hombres, hacia Barracão, para abrirles una picada desde Benjamín
Constant264
, y acelerar su llegada al oeste paranaense265
. Así, a mediados de marzo
llegó Fidencio Mello a Barracão, motivo por el cual, el 24 de marzo, Prestes dispuso el
abandono general de la columna de la zona, que además estaba siendo cercada por dos
columnas enemigas al mando de Claudino Nunes Pereira y Firmino Paim Filho.
Esa misma noche, mientras las tropas rebeldes se retiraban, las dos columnas
enemigas, sin advertirlo, se acercaron entre sí y comenzaron a intercambiar disparos, en
un lugar al sur de Barracão, llamado Maria Preta. Cada una, en la oscuridad de la noche
y del monte cerrado, pensó que se trataba de la columna de Prestes, y continuó luchando
durante toda la noche contra el ―enemigo‖. Solo con la luz del amanecer, los soldados
pudieron notar que habían estado combatiendo a sus propios compañeros. En este
combate las fuerzas legalistas sufrieron, por fuego propio, más de 200 bajas. El episodio
se tornó célebre, y ayudó a alimentar el mito sobre la columna de Prestes, a pesar de que
262
Idem, pp. 339-340. 263
Idem, 346. (trad. propia) 264
Actual municipio de Capitán Leônidas Marques (Paraná). 265
Idem, p. 348.
111
el suceso fue más producto de la casualidad o de la incompetencia del mando legalista,
que del genio militar de Carlos Prestes266
.
MAPA XIII: Repliegue de las tropas paulistas.
Por el contrario, por esos mismos días, las tropas rebeldes que resistían el asedio
del General Rondón en Catanduvas, capitularon, mientras el resto de los destacamentos
dispersos a lo largo de la Sierra de Madeiros, comenzaron a replegarse hacia Foz de
Iguazú267
(Ver Mapa XIII). Nuevamente los movimientos de las tropas rebeldes y los
hechos bélicos alteraban a la Gobernación de Misiones, que disponía de escasos
recursos para contener la situación. Así, recién el 26 de marzo, cuando la columna de
Prestes había abandonado ya Barracão, el gobernador interino Antonio Ving, decidió
solicitar a la Gendarmería que envíe hacia Barracón268
un oficial con algunos hombres
de tropa para ―reforzar la vigilancia de aquellos parajes, dando así mayor garantía a los
vecindarios y contribuyendo con su presencia al debido respeto de la soberanía
nacional‖269
.
Pocos días después, el 11 de abril, arribó Carlos Prestes a Benjamín Constant,
donde pudo informarse sobre la situación crítica por la que pasaban las fuerzas
revolucionarias (Ver Anexo Fotográfico VI, p. 113).
266
Prestes, A. (1997), pp. 163-164. 267
Meirelles, D. (2006), pp. 352-355. 268
Actual localidad de Bernardo de Irigoyen (Provincia de Misiones). 269
AGGM. Territorio Nacional. Libro Copiador Notas Remitidas 11/1924 – 04/1925. Serie D. Folio 482.
112
Encuentro entre las columnas paulista y gaúcha
La aproximación de las columnas revolucionarias que se realizó a comienzos de
abril de 1925, incrementando la presencia y el movimiento de los revolucionarios en la
región fronteriza del norte, justificó la permanencia de un comisionado del Ministerio
de Marina en Puerto Aguirre. Para ese entonces quien se encontraba a cargo era el
teniente de fragata Pablo Astorga, al mando de los gendarmes que intentaban mantener
la situación en Puerto Aguirre, medianamente controlada. Por esos días, lo que más se
temía era que las tropas rebeldes intentasen invadir armados el territorio argentino,
situación que finalmente jamás se dio270
.
El 12 de abril, Carlos Prestes arribó a Foz de Iguazú, para participar de una importante
reunión sobre cómo proseguir la lucha, con cerca de 40 oficiales paulistas. Para los
paulistas, la llegada de Prestes con alrededor de 800 hombres era decepcionante, y la
derrota de Catanduvas indicaba que ya no existía posibilidad de vencer. Entre la
oficialidad paulista reinaba el desánimo y sólo concebían dos opciones: emigrar o
entregarse. Por el contrario, la columna gaúcha se consideraba victoriosa, su moral
estaba muy alta. Habían logrado romper el cerco de San Luis y marchar hasta Benjamín
Constant sin haber sufrido ninguna derrota. Para ellos, considerarse derrotados y partir
al exilio era inconcebible.
Carlos Prestes decidió tomar la palabra en esa reunión, y dio un enérgico
discurso en el que sostuvo que él no podía convencer a sus soldados a emigrar, y que
ellos consideraban otras dos opciones: salir de esa región y continuar la lucha; de no
poder lograrlo, resistir; y sólo entonces, como tercera opción, emigrar hacia Argentina.
Mientras Prestes hablaba, los oficiales se retiraban para preparar su escape hacia
Argentina y Paraguay. Carlos Prestes no se desanimó y fue al encuentro de Miguel
Costa, y otros oficiales ausentes entonces, como Filinto Müller, Estillac Leal y Joâo
Cabanas. Miguel Costa se mostró dispuesto a continuar la lucha, mientras que a los
demás tuvo que convencerlos con mucha dificultad.
270
AGGM. Territorio Nacional. Libro Copiador Notas Remitidas 11/1924 – 04/1925. Serie D. Folio 500.
AGGM. Territorio Nacional. Libro Copiador Notas Remitidas 03/1925 – 12/1926. Serie D. Folio 2.
113
ANEXO FOTIGRÁFICO VI
1 2
3
4
5
Referencias: 1) Luiz Carlos Prestes, símbolo de la Columna Invicta; 2) Carlos Prestes arribando a
Benjamín Constant (abril, 1925); 3) Emigdio Miranda luciendo las vestimentas exóticas de los gaúchos;
4) Ítlalo Landucci; 5) Encuentro de las tropas gaúchas con las paulistas en Benjamín Constant.
114
Este momento de escisión fue fundamental en el movimiento tenientista, ya que
delimitó claramente dos grupos y dos conceptos diferentes. De hecho, el exilio, fue la
opción escogida por la gran mayoría de los oficiales rebeldes, que fue formando un
contingente rebelde en el exterior junto a los demás elementos que, por algún motivo u
otro, no regresó o jamás llegó al oeste paranaense. Para este grupo la revolución estaba
agotada y el exilio era la salida para la auto-preservación, y hasta para la posible
preparación de otras revueltas. Por el contrario, una minoría de oficiales rebeldes
resolvió proseguir la lucha, considerando vivas las condiciones revolucionarias. En este
grupo se encontraban todos los tenientes que fueron más conocidos con posterioridad,
como Miguel Costa, Juárez Távora o Cordeiro da Farias271
.
La escisión, por otra parte, tuvo motivos militaristas, antes que políticos. Los
oficiales que continuaron la lucha era partidarios de desarrollar una nueva alternativa de
rebelión militar: ―la guerra de movimiento‖. Pero este concepto táctico-estratégico era
demasiado osado para la mayoría de los oficiales rebeldes de San Pablo. A esta
divergencia se sumaron además: el agotamiento físico y moral de los paulistas; la edad
avanzada de algunos oficiales (como Isidoro Dias Lopes u Olintho Mesquita) que les
impedía responder a una ―guerra de movimiento‖; y la posibilidad de crear un comando
rebelde en el exterior que pudiera conseguir apoyo financiero y material, además de
planear nuevos alzamientos en Rio Grande do Sul, donde la situación política siempre
fue más inestable272
.
De este modo, una vez que se resolvió quienes se exiliarían y quienes
continuarían la lucha, se dispuso el inmediato abandono de las tropas destacadas en Foz
de Iguazú, en dirección al puerto de Santa Helena, donde el grueso de las tropas
gaúchas las esperaban. El problema principal que enfrentaba la retirada era el hecho de
que, en el repliegue de las tropas paulistas, se había abandonado la posición del Guairá,
único puerto por donde las tropas revolucionarias podían pasar hacia el Mato Grosso.
La única opción fue entonces, organizar el paso por territorio paraguayo, desde Puerto
Méndes hasta Puerto Adela, y marchar desde allí hasta Ponta Porá. Debido a la
profundidad y la anchura del río Paraná, los revolucionarios realizaron el traspaso en
dos vapores, el ―Assis Brasil‖, construido por los paulistas durante el sitio, y el ―Bell‖
que fue capturado, por ser el único que aún navegaba hasta aquella altura. El 27 de abril,
271
Drummond, J.A. (1991), pp. 26-29. 272
Idem, pp. 30-37.
115
ya el grueso de las tropas había llegado a territorio paraguayo, junto con todo el
armamento273
.
La Columna estuvo, a partir de entonces, organizada como la 1º División
Revolucionaria, comandada por el mayor Miguel Costa, y compuesta por dos brigadas.
La primera era la de San Pablo, al mando de Juárez Távora, compuesta por 700
combatientes, y la segunda era la de Rio Grande do Sul al mando de Carlos Prestes274
,
compuesta por 800 hombres. En total sumaban una fuerza de 1.500 soldados. Además,
se encontraban las 20 mujeres que acompañaban a los gaúchos, y las 30 que seguían a
los paulistas, sumando un total de 50 mujeres combatientes. Esta fue la composición de
la Columna rebelde que pasaría a la historia como la ―Columna Prestes‖ o ―Columna
Invicta‖, que atravesó el interior del Brasil, recorriendo cerca de 25 mil kilómetros,
hasta partir al exilio en Bolivia, en febrero de 1927.
El exilio hacia Argentina y Paraguay
Durante la retirada hacia Puerto Adela (Paraguay), se dieron algunos sucesos
que determinaron que finalmente Estillac Leal, Filinto Müller y Joâo Cabanas se dieran
al exilio. Estillac Leal se encontraba en verdad enfermo, pero las deserciones de Müller
y Cabanas fueron más conflictivas. Müller fue acusado de haber robado 100 contos réis
y fue expulsado de la Columna275
, mientras que Cabanas había tenido actitudes
derrotistas que lindaban el sabotaje, motivo por el cual también fue expulsado276
. En
verdad, Cabanas también se encontraba deteriorado física y moralmente, por lo que
partió hacia Posadas con algunos de sus hombres de la Columna de la Muerte. Allí,
algunos de ellos llegaron a ser alojados por José de Brito, el lusitano que en 1931
participó de la Toma de Encarnación, y que fue prendido y deportado por el gobierno de
273
Prestes, A. (1997), pp. 174-180. 274
La organización de la Columna se modificó muchas veces durante el trayecto por el interior del Brasil. 275
Filinto Müller ocupó luego el cargo de Jefe de Policía durante el gobierno de Getulio Vargas, y se
encargó de perseguir en persona a Carlos Prestes, tras el fracaso de la Alianza Nacional Libertadora
(1935). Cuando lo apresó, dirigió las sesiones de tortura a Prestes y sus colaboradores, encerrándolos en
un calabozo por más de 8 años. También se encargó de deportar a la Alemania Nazi, a la pareja de
Prestes, la alemana judía y militante comunista, Olga Benario, en avanzado estado de gravidez. Después
de dar a luz a su hija (Anita Leocádia Prestes), ésta fue trasladada a diversos campos de concentración,
donde murió en una cámara de gas en 1942. 276
Prestes, A. (1997), pp. 174-180.
116
Uriburu hacia Portugal277
. También Isidoro Dias Lopes se exilió en Encarnación, desde
donde continuaría siendo el Jefe Supremo de la Revolución (Ver Mapa XIV).
MAPA XIV: Movimientos migratorios por exilio.
Otro exiliado, Olintho Mesquita, que se encontraba en Buenos Aires desde
noviembre de 1924, ya que jamás regresó a Foz de Iguazú, decía haber organizado un
―Comité Revolucionario‖. Mesquita explotaba su fama de caudillo revolucionario, y
durante los días en que la Columna huía hacia el Mato Grosso, ofrecía entrevistas a la
prensa argentina, que buscaba fuentes de información que pudieran contrastar con las
informaciones oficiales del gobierno brasileño278
. También algunos soldados que
habían logrado llegar a la Capital Federal ofrecían entrevistas a la prensa, donde
contaban pormenores de la marcha revolucionaria, esperando quizás lograr una
notoriedad que les valiera alguna oferta de trabajo279
.
277
Años después, en la década de 1980, José de Brito, entrevistado por Fernando Quesada, aún recordaría
a los revolucionarios brasileños que hospedó en su casa, considerando que la llegada de estos
contingentes fue un ―hecho histórico‖. Quesada, F.(1986), p. 107. 278
Diario Crítica, 20 de marzo de 1925. 279
―Ahora, como no pueden regresar al Brasil, desean trabajar en Buenos Aires, si hay alguna persona
que quiera proporcionarles trabajo. Si alguien puede ayudarlos en ese sentido, puede dirigirse a esta
redacción.‖ Diario Crítica, 17 de marzo de 1925.
117
Restablecimiento del orden en la frontera
De este modo, hacia fina fines de abril de 1925, las tropas del general Rondon
irrumpieron en Foz de Iguazú, sin encontrar rastros de las tropas revolucionarias.
Nuevamente la ―obsesión por el objetivo geográfico‖ había impedido a las fuerzas
legalistas, prever la retirada de las tropas rebeldes. Los hombres de Rondon se
manejaron en forma violenta, y alcoholizados recorrían el pueblo pegando tiros y
haciendo barullo. Por su parte, el Gobierno castigó severamente a los colonos que no
habían huido del pueblo, durante la permanencia de las tropas revolucionarias,
tachándolos de ―traidores‖ y dejándolos sin empleo280
.
Sin embargo, para el gobierno argentino, la llegada de las tropas legalistas
significó la vuelta a la normalidad. El teniente de fragata Pablo Astorga, dio por
terminada su misión el 25 de abril, y abandonó Puerto Aguirre281
. Días después, el 5 de
mayo, el Gobernador Barreyro pudo finalmente solicitar al Cónsul Demoro, que se
restableciese la salida de buques para los puertos del Alto Paraná282
.
De esta manera, si bien la situación parecía indicar el restablecimiento del orden,
la región continuó atravesada por las migraciones y el movimiento de civiles y militares
revolucionarios. Estos contingentes probarían luego, que aún poseían capacidad de
acción.
280
Dias, Emerson dos Santos, (2009). 281
AGGM. Territorio Nacional. Libro Copiador Notas Remitidas 03/1925 – 12/1926. Serie D. Folio 75. 282
AGGM. Territorio Nacional. Libro Copiador Notas Remitidas 03/1925 – 12/1926. Serie D. Folio 104.
118
CAPITULO VII
Resistencia en el exilio
El abandono de Foz de Iguazú, por parte de la Columna Invicta, logró
restablecer, de alguna manera, el orden en territorio brasileño. Sin embargo, aún se
encontraban en territorio argentino, paraguayo y uruguayo, decenas de exiliados que
habían participado del movimiento revolucionario, y no deseaban abandonar la lucha.
La región fronteriza les ofrecía la oportunidad de continuar conspirando sin la
persecución constante de las fuerzas legalistas brasileñas. De este modo, mientras la
Columna Invicta realizaba su marcha por el interior del Brasil, en la frontera argentino-
brasileña, se conformaron focos rebeldes que buscaron generar nuevos alzamientos en el
sur de Brasil.
Resistencia en el exilio: primeras manifestaciones
La franja fronteriza que ofrecían los ríos Uruguay, Peripí Guazú y San Antonio,
entre la provincia de Corrientes, el Territorio de Misiones y Rio Grande do Sul, fue el
espacio preferido por muchos de los rebeldes exiliados. En general se trataba de
aquellos civiles gaúchos o ―coroneles‖ maragatos, que se dispersaron durante los
primeros días de noviembre de 1924, o que no quisieron abandonar Rio Grande do Sul
en febrero de 1925. Estos exiliados se diseminaron a lo largo de la línea de frontera,
pero mantuvieron sus contactos y rápidamente comenzaron a organizar focos rebeldes
en territorio argentino.
El hecho no pasó desapercibido por el Estado Argentino, que además había
afianzado lazos de solidaridad con el Estado Brasileño, durante el período de estadía de
las tropas revolucionarias en la frontera, entre septiembre de 1924 y mayo de 1925. En
efecto, el Estado Argentino colaboró con el gobierno del Brasil brindando información
sobre los movimientos de los jefes rebeldes, y dificultando las acciones de éstos. En este
sentido, la ―cuestión de los revolucionarios brasileños‖ en territorio argentino continuó
en vigencia, y ocasionó varios acontecimientos, aún después de que la Columna de
Carlos Prestes marchara al exilio en febrero de 1927.
119
Así, hacia agosto de 1925, pocos meses después del abandono de la Columna
Invicta de Foz de Iguazú283
, ya comenzaron a aparecer los primeros indicios de
organización de focos rebeldes en territorio argentino. A raíz de una orden del Ministro
del Interior, Dr. José P. de Tamborini, la Policía del Territorio de Misiones comenzó a
vigilar a estos exiliados brasileños, produciendo las informaciones necesarias para que
la Gobernación comunicara debidamente al Ministerio.
Las primeras informaciones hablaban del ―movimiento observado en los
revolucionarios brasileños que existen en distintos parajes de la costa del Uruguay‖,
donde tras extremarse la vigilancia, se descubrió el transporte de municiones de guerra
(alrededor de 1.395) en una canoa, desde San Javier hasta Monteagudo. Por otra parte,
se aseguraba que en la propiedad ―Inchausti‖ del Alto Uruguay había una
―concentración de elementos revolucionarios donde a estar de los informes policiales
hay armas y municiones‖. Por tanto, la Gobernación llagó a la conclusión de que se
organizaba ―un contingente con propósito de una nueva invasión al Brasil‖284
. Esta
hipótesis no pudo comprobarse sino hasta el año siguiente.
En verdad, en todo Brasil, siguieron estallando, durante el período, numerosas
revueltas que adherían al movimiento revolucionario y a la Columna Prestes. Los más
importantes tuvieron lugar en San Pablo en mayo de 1925, en Ceará a fines de 1925, en
Aracajú en enero de 1926, y en Paraíba y Jaboatão en febrero de 1926285
.
Invasiones al sur del Brasil: la Columna “Relámpago”
Durante los años 1925 y 1926, la Columna Prestes continuó su marcha por el
interior de Brasil, recorriendo 14 de los 20 estados con que contaba entonces: Mato
Grosso, Goiás, Minas Gerais, Maranhão, Piauí, Ceará, Rio Grande do Norte, Paraíba,
Pernambuco e Bahía. Si bien la Columna fracasó en su objetivo de llegar hasta Rio de
Janeiro y San Pablo, y derrocar al presidente Artur Bernardes, la misma no sufrió
ninguna derrota importante, y logró marchar al exilio, invicta, habiendo logrado
adhesiones populares en muchas regiones del país.
En agosto de 1926, la Columna se encontraba regresando al estado de Goiás,
desde donde pretendía alcanzar Mato Grosso y establecer contacto con Isidoro Dias
283
En agosto de 1925 la Columna Prestes se adentraba en el estado de Goiás (Brasil). 284
AGGM. Territorio Nacional. Libro Notas Reservadas 1917-1933. Serie R. Folio 221. 285
Drummond, J.A. (1991), pp. 82-86.
120
Lopes, que se encontraba aún en el exilio. También para ese entonces la situación
política había cambiado sensiblemente. En noviembre de ese año debía asumir el nuevo
presidente, Washington Luiz, con lo que el principal objetivo político del movimiento,
el derrocamiento de Artur Bernardes, perdía todo sentido.
Por otra parte, Carlos Prestes comenzó a dudar de que la sustitución del
presidente pudiera cambiar en algo la situación del país. Así fueron surgiendo las
preguntas que más tarde lo llevarían a identificarse con el marxismo286
. Además, el paso
de la Columna también perjudicaba mucho a las poblaciones campesinas. No solo se les
requisaban alimentos y hasta caballos (muchas veces lo único que las familias tenían),
sino que después, éstas debían soportar la violencia de las tropas legalistas que,
persiguiendo a los rebeldes, terminaban desquitándose con la población. Entonces, la
mayoría de la oficialidad de la Columna comenzó a considerar el exilio o la posibilidad
de lograr una amnistía287
.
Pero los exiliados gaúchos, hacía meses que venían preparando un nuevo golpe.
Isidoro Dias Lopes, que aún era el Jefe Supremo de la Revolución, se había trasladado a
Paso de los Libres para comenzar a trazar los planes de una nueva insurrección. En estas
condiciones, decidió volver a echar mano de los caudillos maragatos exiliados en la
región. Estos movimientos fueron percibidos por las autoridades brasileñas, motivo por
el cual, el Cónsul del Brasil en Posadas, Dr. José Maria Pedreira Junior, se apresuró a
solicitar al Gobernador Barreyro que la Policía del Territorio, confirmase estas
sospechas. El 2 de agosto el Cónsul, le había informado que sabían de ―movimientos de
los revolucionarios… tendientes a organizar una invasión a Rio Grande del Sur, bajo la
dirección de Lionel Rocha (sic)‖ y daba como ―centro de estas actividades la población
de Fachinal‖288
.
El Gobernador Barreyro procuró tranquilizar al Cónsul, asegurando que la
policía tenía ―permanentemente instrucciones especiales de vigilar los movimientos de
los cabecillas revolucionarios e informar de inmediato cualquier novedad‖, y que según
ésta, el Territorio se encontraba en ―estado de completa tranquilidad‖289
. Sin embargo,
el Gobernador se apresuró a comunicarse con el Jefe de Policía, Pedro Rebollo (hijo),
286
Según dijo Carlos Prestes ―Yo ya estaba convencido de que nosotros estábamos frente a un problema
social muy grave. ¿Cómo es que en un país tan rico, el pueblo vivía en aquella miseria? Nosotros
teníamos que estudiar ese problema para encontrar la solución, saber cuál era la solución.‖ Prestes, A.
(1997), p. 284. (Trad. propia) 287
Prestes, A. (1997), p. 285. 288
AGGM. Territorio Nacional. Libro Notas Reservadas 1917-1933. Serie R. Folio 284, 285. 289
Idem.
121
para informarle de los movimientos de Leonel Rocha, y solicitarle la ―mayor vigilancia
del elemento brasileño llegado al país con motivo de los últimos movimientos
revolucionarios‖ del Brasil290
.
Pocas semanas después, en octubre de 1926, el Alto Comando de la Columna y
las tropas, ya se encontraban en Mato Grosso, y en vistas de la nueva asunción
presidencial, creyeron factible negociar con el nuevo presidente tres puntos
fundamentales: la amnistía, la cuestión del voto secreto y la supresión de la Ley de
Prensa291
. Para esto encontraron fundamental contactarse con Isidoro Dias Lopes.
Lourenço Moreira Lima292
y Djalma Soares Dutra fueron encomendados para ir junto a
Joâo Alberto y Siqueria Campos, hasta la frontera con el Paraguay, desde donde
continuarían solos, hasta Paso de los Libres, para entregarle al General Dias Lopes las
cartas de Carlos Prestes y Miguel Costa293
.
Pero cuando Lourenço Moreira Lima y Djalma Soares Dutra llegaron a Paso de
los Libres, la noche del 14 de noviembre, en vísperas de la asunción de Washington
Luiz a la presidencia, supieron que los alzamientos que había estado organizando
Isidoro, ya estaban en marcha294
. El motivo por cual se habían precipitado todos los
planes fue que los caudillos civiles involucrados, reacios a aceptar un comando
unificado, comenzaron actuar espontáneamente, por cuenta propia.
Isidoro había previsto el levante para el 14 de noviembre, para lo cual, con
muchas dificultades había logrado reunir algo de dinero, y a varios oficiales rebeldes
que se encontraban dispersos entre Paraguay, Argentina y Uruguay. Junto a estos
oficiales y a los caudillos maragatos exiliados, que seguían a Assis Brasil, había
logrado articular un movimiento medianamente planificado. Por otra parte, también
entró en contacto con oficiales de algunos destacamentos de Rio Grande do Sul, para
que levantaran sus regimientos y adhirieran al levante295
.
290
AGGM. Territorio Nacional. Libro Notas Reservadas 1917-1933. Serie R. Folio 286. 291
Era una ley que permitía la censura de los contenidos periodísticos, y hasta el cierre de periódicos, por
parte del gobierno. 292
Lourenço Moreira Lima fue un abogado que se incorporó a la Columna como su secretario en Rio
Grande do Sul. Guardó mucha documentación sobre la misma, y posteriormente publicó un libro de gran
importancia para el conocimiento de la misma ―A Coluna Prestes, Marchas e Combates‖. 293
Prestes, A. (1997), pp. 284-285. 294
Moraes. D. & Viana, F. (1997), p. 57. 295
Meirelles, D. (2006), pp. 615-617.
122
El plan consistía en la invasión del territorio brasileño desde la zona de
Monteagudo, por parte de una columna de 200 hombres, al mando de Leonel Rocha296
,
que debía interrumpir las vías férreas que conectaban Santa Catarina y Paraná a Rio
Grande do Sul. Simultáneamente, en la localidad de Santa Maria, Alcides Etchegoyen
sublevaría al 5º Regimiento de Artillería Montada (5ºRAM) y tomaría el 7º Regimiento
de Infantería. A esto se sumaría una tercera columna compuesta por un grupo de
marineros sobrevivientes del acorazado San Pablo, que se encontraban en Buenos Aires
y en Uruguay. Esta tercera columna estaría comandada por Julio de Barros y debía
ingresar por la zona de Rivera, en la frontera con el Uruguay297
.
Los planes de Isidoro comenzaron a desdibujarse cuando el 5 de noviembre,
Leonel Rocha decidió por su cuenta invadir Rio Grande do Sul, sin aguardar la llegada
de más combatientes paulistas exiliados. Contaba con una fuerza de alrededor de 200
hombres, con quienes atravesó el río Uruguay y atacó la ciudad de Porto Feliz298
en
Santa Catarina. Sin permanecer en el lugar, la columna se desplazó hacia el norte, hacia
Barracão, donde otro contingente de hombres se le sumó. Desde allí, la columna, más
numerosa, intentó atacar la ciudad Guarapuava (Paraná), pero sin obtener la victoria, y
percibiendo que grandes contingentes de fuerzas legalistas se aproximaban hacia ellos,
retornaron hacia el sur el 24 de noviembre299
.
Mientras tanto, el 14 de noviembre intentó sublevarse el 5ºRAM en Santa Maria,
siendo sofocados en la mañana siguiente. Las tropas del sur, comandadas por Julio de
Barros también fueron derrotadas y tuvieron que retornar al Uruguay. A fines de
noviembre todos los esfuerzos del General Isidoro Dias Lopes habían fracasado300
.
A esta derrota militar, se le sumaba una derrota política, ya que las posibilidades
de negociar los tres puntos propuestos por el la oficialidad de la Columna Prestes,
quedaban reducidas a la nada. Para Carlos Prestes, las invasiones y sublevaciones en el
sur de noviembre de 1926, fueron ―un error político‖ ya que Washington Luiz tomó el
movimiento como un insulto y no quiso ceder la amnistía301
. Por último, con estas
últimas sublevaciones, todo el dinero de que disponía Isidoro se agotó, siendo imposible
enviar ayuda a la Columna de Prestes.
296
Leonel Rocha era un pequeño agricultor pobre de Rio Grande do Sul, que trabajaba, con azada, tierras
que no le pertenecían. Había participado como caudillo civil en los alzamientos de octubre de 1924 en
Rio Grande do Sul. Prestes, A. (1997), pp. 119, 138. 297
Ibid. 298
Actual Modaí, Santa Catarina. 299
Meirelles, D. (2006), pp. 614,616-617. 300
Idem, pp. 623-625. 301
Moraes, D. de & Viana, F. (1997), p. 57.
123
Aquellas pequeñas acciones bélicas articuladas por Isidoro durante meses,
estallaron y fracasaron en menos de un mes, con una rapidez que le valió el nombre de
Columna ―Relámpago‖302
.
El asesinato del coronel Pedro Aarâo en San Javier
El 3 de febrero de 1927, la Columna de Carlos Prestes y Miguel Costa,
reducida a 600 hombres, atravesó la frontera boliviana y partió al exilio, hacia la
localidad de Gaiba. Casi por aquellos mismos días, la Columna de Leonel Rocha se
acercaba también a la frontera argentino-brasileña. A pesar de haber emprendido el
retorno de Guarapuava a fines de noviembre, la columna marchó muy lentamente.
El 1º de febrero de 1927, el subcomisario de Barrancón comunicó a la
gobernación de Misiones, que pudo informarse por personas del Brasil, que el coronel
Leonel Rocha había sido derrotado en varios combates, por lo que posiblemente
intentase regresar a Misiones, en dirección a Monteagudo. A pesar de que ya nada
quedaba del movimiento revolucionario de noviembre, y que la Columna Prestes se
encontraba rumbo al exilio, el Ministerio del Interior continuó girando estas
informaciones al Ministerio de Relaciones Exteriores303
.
Pocos días después, las autoridades territoriales confirmaron estas sospechas. El
12 de febrero, Leonel Rocha acompañado de algunos hombres, ingresó a Misiones por
la localidad de Barrancón, y se dirigió a Monteagudo, donde vivía desde su exilio en
1924 (Ver Mapa XV, p. 124). Para la Gobernación de Misiones, estos hechos
reactualizaban el problema de los emigrados brasileños, afirmando que ―desde territorio
argentino constituyen una amenaza perturbadora de la tranquilidad del país vecino y
amigo‖304
.
302
Drummond, J.A. (1991), p. 87. 303
AGN. Sección Archivo Intermedio. Ministerio del Interior. Año 1927. Exp. Gral. Nº 5792. 304
AGGM. Territorio Nacional. Libro Notas Reservadas 1917-1933. Serie R. Folio 296.
124
125
Durante aquel mes de febrero, también comenzaron a merodear la frontera, cerca
de Itacaruaré, un grupo de forajidos venidos del Brasil305
. Con el objeto de perseguir a
esta banda, la Jefatura de Policía dispuso que se concentraran efectivos de las
subcomisarias cercanas a San Javier, donde se pondrían a disposición de los
subcomisarios Vallejos y Fronciani. Una vez que se hubieran reunidos varios efectivos,
éstos partieron hacia los montes en persecución de la banda. La ausencia de los
subcomisarios Vallejos y Fronciani de San Javier, dejó entonces la comisaria de esa
localidad en manos del oficial Basterra306
.
La persecución de los ―maleantes‖ se prolongó por dos semanas, y por tanto,
también lo hizo la ausencia de los subcomisarios Vallejos y Fronciani. En este contexto,
el 19 de febrero, apareció en el diario local El Territorio, una pequeña nota titulada
―¿Qué ocurre en San Javier?‖ en la que se hacía referencia a los rumores que corrían en
el pueblo, de que se había cometido un homicidio contra un exiliado brasileño, en el que
habían participado ―personas que desempeñaban cargos oficiales‖307
.
Tan solo dos días después, la noticia pasó a ser nota de tapa del diario. En efecto,
se hablaba de la ―desaparición del coronel Arâo Mello‖, tras haber concurrido a la
comisaría de San Javier, por citación del oficial Basterra. Ya entonces, el diario
informaba que en el pueblo se rumoreaba que el coronel fue ―pasado a la vecina
orilla…donde unos compatriotas suyos exacerbados por rencores políticos le dieron
muerte degollándolo‖. Ante estos hechos, el Juez Letrado Dr. Irigoyen se trasladó de
inmediato a San Javier308
, mientras el diario El Territorio recababa informaciones para
una nota central al respecto (ver Anexo Fotográfico VII, p. 127).
Al día siguiente, el periódico exhibió como nota central de tapa, un extenso
informe sobre lo que se creía había ocurrido en San Javier, titulada ―El asesinato del
Cnl. Pedro Arâo Mello‖. Se trataba de Pedro Aarâo, uno de los ―coroneles‖ maragatos
que habían participado de los alzamiento de 1924 en Rio Grande do Sul. Carlos Prestes
lo había designado como autoridad revolucionaria de Santo Ângelo, junto a Juca
Raimundo y Pedro Bins, cuando se produjo la retirada de las tropas hacia San Luis
Gonzaga309
. Según las informaciones recogidas entre los vecinos de San Javier, por los
corresponsales de El Territorio, el coronel Aarâo:
305
Diario El Territorio, 5 de febrero de 1927. 306
AGN. Sección Archivo Intermedio. Ministerio del Interior. Año 1927. Exp. Gral. Nº 3154. 307
Diario El Territorio, 19 de febrero de 1927. 308
Diario El Territorio, 21 de febrero de 1927. 309
Prestes, A. (1997), pp.119, 127.
126
―…era uno de esos caudillos prestigiosos que en un momento dado podían
reunir 700 u 800 hombres en las contiendas electorales.(…) Cuando la
contienda armada del vecino país había recrudecido, el coronel Mello fue
perseguido por las fuerzas gubernistas y después de una acción bélica de
poca monta, vencido por el coronel del ejército brasileño Braulio, en que un
puñado de hombres que acompañaba a Arâo fue copado y sacrificado, éste
escapó milagrosamente, siendo pasado por el lanchero ‗Ferminón‘ a nuestro
país. El coronel Braulio al enterarse que ‗Ferminón‘ lo habría liberado de sus
‗garras‘, lo apresó y lo hizo degollar haciéndolo tirar en un lugar público
para que lo comieran los chanchos, según su propia afirmación. (…)[Pedro
Aarâo] se radicó en San Javier, donde vivía humildemente, en una pequeña
casita, ocupándose en trabajos de cueros preparando aperos y aprontes para
caballos. (…) El coronel Arâo (sic) era un hombre bueno; de temperamento
tranquilo, de carácter reposado, contaba con numerosas amistades,
principalmente de sus compatriotas emigrados entre los que tenía mucho
ascendiente y prestigios.‖310
El cuerpo de Pedro Aarâo aún no se había encontrado, pero en el pueblo
circulaban versiones pormenorizadas de lo que pudo haber ocurrido. Según El
Territorio, se decía que a través de una persona llegada del Brasil, se le organizó una
celada al coronel Aarâo, para secuestrarle y pasarle clandestinamente, por la noche,
hacia Porto Xavier. Allí lo entregarían a las autoridades brasileñas, que le darían muerte,
le cortarían una oreja, y con ésta acreditarían el pago de 2.000 pesos en recompensa.
Siguiendo el plan, se decía que Pedro Aarâo fue citado para que se presentara en
la comisaría, y que éste al hacerlo, fue advertido de que el oficial Basterra lo esperaba
en su casa de enfrente. Pedro Aarâo se dirigió hacia allí, donde se encontró con
brasileños que lo redujeron y lo pasaron a la otra orilla. En este procedimiento
participaron también los oficiales Agarreberre y López. Una vez en territorio brasileño,
Pedro Aarâo fue degollado. Tanto Basterra, como Agarreberre y López fueron puestos
presos rápidamente y trasladados a la Cárcel de Posadas, al regreso del subcomisario
Fronciani y la llegada del Juez Letrado Irigoyen311
.
310
Diario El Territorio, 22 de febrero de 1927. 311
Idem.
127
ANEXO FOTOGRÁFICO VII
1 2
3
4
5
Referencias: 1) Djalma Soares Dutra y 2) Lourenço Moreira Lima, ambos comisionados para
llevar a Isidoro las propuestas de amnistía; 3) la Columna Prestes en Gaiba (Bolivia); 4)
titulares de El Territorio sobre el asesinato de Pedro Aarâo; 5) titulares de El Territorio
desvinculando al Gobernador y el Jefe de Policía del hecho.
128
Estos hechos fueron confirmados con posterioridad en el expediente del caso312
,
pero el motivo por el cual el diario El Territorio se encontraba tan interesado en el
esclarecimiento del crimen, era el rumor que pretendía involucrar o responsabilizar al
Gobernador Barreyro y al Jefe de Policía en el crimen. El Territorio se encontraba
fuertemente alineado a Héctor Barreyro y se encargó de publicar numerosas notas
defendiendo la imagen del Gobernador. De hecho, también otros periódicos de la región
como El Diario de Corrientes y La Razón de Mercedes comenzaron a publicar que:
―un respetable grupo de emigrados brasileños en Misiones denunciaron al
Ministro del Interior que el Gobernador, el jefe de Policía, y el personal de la
comisaría de San Javier entregaron mediante el pago de cincuenta contos a
los gubernistas brasileños el jefe revolucionario Coronel Pedro Arâo.‖313
Esta información posiblemente haya sido falsa, ya que el primer pedido de
informe del Ministerio del Interior sobre el caso, se realizó el día 22 de febrero, a raíz de
una nota publicada en el diario nacional La Prensa. La noticia, si bien no muy
significativa, denunciaba la ―pasividad‖ de los funcionarios de la Nación ante el hecho,
e invocaba el artículo 145 del Código Penal, según el cual, quien condujere a una
persona fuera de las fronteras de la República para someterla ilegalmente al poder de
otro, debía soportar una pena de hasta 2 años de prisión314
.
Esta nota periodística determinó un pedido de informe por parte del Ministerio
del Interior, a la Gobernación de Misiones, dando inicio a un extenso expediente que fue
archivado como ―Asunto Brasil, asesinato ciudadano Arao Mello‖ (sic) 315
.
Inmediatamente la Gobernación envió un telegrama donde confirmó el relato del diario
El Territorio, y además anunció el hallazgo del cadáver de Pedro Aarâo.
Los detalles de este hallazgo se hicieron públicos en la edición del 24 de febrero
del diario El Territorio, como nota de tapa. El titular lo decía casi todo: ―sin manos, sin
orejas, degollado, con una enorme piedra atada a la cintura… es profunda la indignación
del vecindario‖. El cuerpo fue hallado en medio del río Uruguay, y según la crónica:
312
AGN. Sección Archivo Intermedio. Ministerio del Interior. Año 1927. Exp. Gral. Nº 5792. 313
Diario El Territorio, 23 de febrero de 1927. 314
AGN. Sección Archivo Intermedio. Ministerio del Interior. Año 1927. Exp. Gral. Nº 6227 y 5792. 315
Idem.
129
―apareció completamente mutilado; cortadas totalmente las manos, sin
orejas, arrancados los órganos vitales, degollado. El cadáver presenta visión
impresionante, de repudiable ensañamiento salvaje y brutal. La población se
halla dolorosamente consternada, presa de una indignación suprema. Se
espera amplia justicia.‖316
También se informó, coincidiendo con los despachos oficiales del expediente,
que se habían realizado detenciones entre los oficiales de policía implicados, y demás
participantes, quienes fueron trasladados a la Cárcel Pública. A partir del mes de marzo
se comenzaron a desarrollar las comunicaciones entre la Gobernación de Misiones, el
Ministerio del Interior, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto y la Embajada del
Brasil, para intercambiar información relativa al crimen.
Según las investigaciones de las autoridades estaduales de Rio Grande do Sul,
los brasileños implicados en el homicidio fueron el capitán Numa Viñas y los sargentos
Pedro Albino Mello y Sergio Pinto de Carvalho, quienes fueron llevados presos a Cruz
Alta, donde se les inició sumario militar317
. A pesar de esto, el director de la
investigación por parte del Brasil, capitán Gay, con un grupo de colaboradores se
trasladó a San Javier, donde hizo averiguaciones y solicitó a la comisaría del lugar,
datos del caso. La comisaría se los negó, invocando ―secreto de sumario‖, una actitud
que fue aprobada por el Juez Letrado Dr. Irigoyen, por la Gobernación de Misiones, el
Ministerio del Interior y el Ministerio de Relaciones Exteriores318
.
Hacia fines de marzo, el caso comenzó a quedar en el olvido para las
autoridades, aunque recién en 1934, el expediente fue archivado. Posiblemente una
búsqueda más intensiva de fuentes documentales permita conocer los detalles del
desenlace de los hechos.
Pese a las incertidumbres, el caso no deja de ser relevante, en tanto antecedente
histórico, aunque rústico, de prácticas que se fueron acentuando con el tiempo. El
apresamiento de exiliados políticos por parte de fuerzas del orden, para ser entregados
en forma clandestina, ilegal, a los adversarios políticos de su país, fue lo que tuvo lugar,
316
Diario El Territorio, 24 de febrero de 1927. 317
Así comunicó el Consulado de Brasil en Posadas, en el diario El Territorio, 8 de marzo de 1927. 318
AGN. Sección Archivo Intermedio. Ministerio del Interior. Año 1927. Exp. Gral. Nº 5792.
130
en forma masiva y a nivel continental, en la década de 1970, bajo el nombre de Plan
Cóndor319
.
El caso también llama la atención sobre el funcionamiento de las instituciones
del Estado, que lejos de actuar en forma vertical, respondiendo al poder político,
muchas veces actúa en forma autónoma, manteniendo y hasta ampliando sus funciones
históricas. En este caso, el aparato policial se valió de sus funciones de vigilancia para
―marcar‖ a Pedro Aarâo como un exiliado político (un ―coronel revolucionario‖ y por
ende, un subversivo), y echó mano de su autoridad para conducirlo a una celada. Lo
hizo por cuenta de un grupo de sus propios miembros, en forma autónoma, y en
coordinación con fuerzas militares del Brasil, es decir, ampliando sus funciones más allá
de las fronteras nacionales, al servicio del ―orden‖.
La Revolución de 1930 en Brasil
Hacia 1930 ya nada quedaba del movimiento revolucionario de 1924. Carlos
Prestes se había acercado al marxismo a través del Partido Comunista Argentino, y el
resto de los tenientes estaba a punto de avanzar hacia una nueva etapa, en la que el
―tenientismo‖ como tal, adquiriría nuevos impulsos y características.
En aquel año se dieron las elecciones en el Brasil, que finalmente rompieron el
delicado equilibrio oligárquico de la República Vieja. Al imponerse un candidato
paulista (Julio Prestes) por segunda vez consecutiva, se detonaron las oposiciones de las
oligarquías estaduales marginadas y de los ―tenientes‖, que levantaban la candidatura
del gaúcho Getúlio Vargas. Este bloque organizó un golpe armado, que tras duras
resistencias en Minas Gerais y San Pablo, triunfó el 24 de octubre, colocando a Vargas
como presidente de facto320
.
Dos meses antes, en agosto de 1930, el gobierno del Brasil, consciente
de la conspiración, echó mano a sus relaciones con el Estado Argentino. Se
trataba de saber si existían revolucionarios conspirando nuevamente desde
319
Según Volodia Teitelboim ―‗Operación Cóndor, significa ‗continentalización‘ de la criminalidad
política. (…) La colaboración entre los servicios secretos de las dictaduras latinoamericanas dio a luz esta
ave de rapiña. (…) Esta organización puede vanagloriarse de haber sabido preparar y llevar a cabo los
crímenes políticos más horrorosos de nuestra época en América Latina…‘‖. Según un cable del FBI de
1976, el Operativo Cóndor era ―el nombre en código para recolección, intercambio y almacenamiento de
información de inteligencia sobre los llamados izquierdistas, comunistas o marxistas que se estableció
hace poco entre los servicios de Inteligencia de América del Sur (…) … propicia operaciones conjuntas
contra objetivos terroristas en los países miembros para llevar a cabo represalias que llegan al
asesinato…‖. Calloni, S. (2006), p. 17, 19-20. 320
Devoto, F. y Fausto, B. (2008), pp. 222-224.
131
territorio argentino. El Ministerio del Interior solicitó entonces al Gobierno de
Misiones, que elevara informe. Así, el 30 de agosto de 1930, el Gobierno de
Misiones comunicó al Ministro Dr. González, las informaciones al respecto,
producidas por la Jefatura de Policía, estableciendo que:
―…con motivo de noticias de actividades de elementos subversivos de
Brasil, en el Territorio, tengo el agrado de informar a V.S. que según las
averiguaciones practicadas por esta Policía, no se ha constatado ninguna
clase de movimientos de tal índole. En Bonpland reside desde hace tiempo el
conocido guerrillero Leonel da Rocha, -sobre cuyas actividades se han
interesado en ocasiones anteriores las autoridades brasileñas.- Dicha
persona, -a la que se observa discretamente, se encuentra en su domicilio
indicado y al parecer ajeno a las cuestiones que existan en el Brasil después
de la elección Presidencial.‖321
De esta forma, se dio por terminada la ―cuestión‖ de los emigrados brasileños,
que derrotados y perseguidos, ya no constituían un peligro ni una perturbación para el
―orden‖.
321
AGGM. Territorio Nacional. Libro Notas Reservadas 1917-1933. Serie R. Folio 376.
132
CONCLUSIONES
En función de los objetivos y las hipótesis que se plantearon al inicio de esta
investigación, pueden extraerse del desarrollo del mismo, una serie de conclusiones.
1) El movimiento revolucionario tenientista en la región fronteriza argentino-
brasileña.
El impacto que tuvo el movimiento revolucionario tenientista, en la región
fronteriza, estuvo limitado por sus objetivos nacionales de carácter político, y no
sociales. Este hecho determinó que los revolucionarios no se hayan interesado por
lograr adhesiones populares entre las poblaciones argentinas y paraguayas. Sin
embargo, aunque sin peso significativo, se dieron casos de incorporación de soldados
paraguayos y de algún contingente de peones rurales (el caso de los ―mensúes‖ de la
empresa de Julio Allica liberados por Joâo Cabanas). Es decir, si bien el movimiento
estuvo constituido por un ejército con ―características populares‖322
, en tanto incorporó
combatientes de diversos estratos sociales y civiles, sus reivindicaciones de carácter
estrictamente nacional, impidieron su expansión entre las poblaciones argentinas y
paraguayas.
Pese al desinterés que despertaban las poblaciones de la región fronteriza para
los revolucionarios, las fronteras jurídico-políticas, en tanto delimitaban el alcance de
los estados-nacionales, aparecían como un espacio abierto a una serie de posibilidades
táctico-estratégicas. Entre las ventajas que las tropas revolucionarias encontraban en la
frontera jurídica pueden contarse:
- El hecho de que mantenía uno o varios flancos cubiertos de posibles ataques
enemigos.
- Permitía el establecimiento de comunicaciones (epistolares o personales), a
través de territorio argentino, entre las 2 divisiones existentes: la de San
Pablo, acantonada en el oeste paranaense, y la de Rio Grande do Sul, que se
desplazó por la línea de frontera hacia Santa Catarina y Paraná.
- Permitía el desplazamiento, en territorio argentino, de hombres (jefes y
tropa) y de armamento para la distribución entre ambas divisiones.
322
Prestes, A. (1997), pp. 297-313.
133
- Ofrecía posibilidades de negociar la paz en un territorio ―neutral‖, no muy
lejano (Argentina).
- Ofrecía la posibilidad del ―exilio‖ o de ―refugio‖ en caso de sufrir derrotas
militares.
Sin embargo, a estas ventajas de la frontera jurídica, se contraponían varias
desventajas:
- Favorecía las deserciones.
- En territorio argentino, los movimientos de los revolucionarios quedaban
expuestos a la vigilancia policial.
- Los movimientos de los revolucionarios, en territorio argentino, eran
informados por las autoridades argentinas a las autoridades brasileñas.
- El exilio no necesariamente impedía la persecución política (por ejemplo, el
asesinato de Pedro Aarâo).
En función de esto, puede decirse que la frontera jurídica ocupó, dentro del
trazado militar táctico-estratégico del movimiento revolucionario, un rol central. Desde
el descenso de las fuerzas de Joâo Francisco, por el rio Paraná, hasta la marcha hacia el
norte de la Columna de Carlos Prestes, la frontera jurídica tuvo un rol militar táctico-
estratégico de importancia vital, en tanto la mayoría de los planes que se concibieron en
este período (de agosto de 1924 a abril de 1925), consideraban a la ―frontera‖ como una
variable central. Aún cuando la Columna abandonó la región en abril de 1925, el
espacio fronterizo constituyó un factor clave para mantener ―viva la llama de la
revolución‖, a través de la organización de focos rebeldes.
También el hecho de que la región fronteriza estuviese comprendida en el frente
extractivista ofreció a las columnas revolucionarias algunas ventajas. El oeste de los
estados de Paraná y Santa Catalina, y la zona del Alto Uruguay de Rio Grande do Sul,
eran regiones de presencia estatal débil, sin demasiado desarrollo económico (escaso
avance del frente agrícola), donde el monte cerrado y espeso dificultaba el avance de
tropas regulares enemigas, a la vez que facilitó la acción de un ejército irregular o
―guerrilla‖. Sin embargo, en estos espacios la cuestión del alimento a menudo
representó una desventaja, ya que no se encontraban ganado, puercos, aves de corral o
huertos que pudieran satisfacer a toda la tropa.
134
2) Consecuencias sociales del movimiento en la región fronteriza: las migraciones.
La principal consecuencia del establecimiento y desplazamiento de las tropas
rebeldes a lo largo de las líneas de frontera estatales, fue la migración transfronteriza.
Esta migración tuvo en realidad diversas causas, composición, destinos y
derivaciones, por lo que puede hablarse también de diversas migraciones. Por otra
parte, tambien pueden advertirse diferencias entre las migraciones originadas por el
asentamiento de las tropas paulistas en el oeste paranaense, y aquellas originadas por los
alzamientos en Rio Grande do Sul, y el desplazamiento hacia el norte de la Columna de
Carlos Prestes.
Entre las migraciones producidas en la región del Alto Paraná, pueden
encontrarse como causas principales:
- El temor a los revolucionarios (como fue el caso de los refugiados de Puerto
Aguirre).
- La desarticulación de obrajes extractivos (como fue el caso de los peones de
la empresa de Julio Allica).
- La deserción de combatientes de las tropas rebeldes (brasileños e
inmigrantes de los Batallones de Extranjeros).
- El exilio de jefes, oficiales y tropas revolucionarias por agotamiento,
enfermedad, vejez, o derrotismo (principalmente en la coyuntura de abril de
1925).
- La persecución del Gobierno de Brasil por ―colaboración‖ con las tropas
rebeldes (tras el abandono de las columnas de la región).
De esta manera los movimientos migratorios estuvieron compuestos en esta
zona, por peones rurales argentinos y paraguayos, colonos de Foz de Iguazú
(funcionarios, comerciantes, productores, peones), combatientes desertores (brasileños o
extranjeros) y jefes, oficiales y tropas revolucionarias llegados de San Pablo.
En la región del Alto Uruguay, y la frontera de Misiones con Santa Catarina, las
migraciones tuvieron por causas:
- El exilio forzoso por derrotas militares (como las de Ijuí, Itaquí, Guaçu-Boi y
Colonia Militar Alto Uruguay en Rio Grande do Sul).
- Las deserciones de combatientes gaúchos u caudillos maragatos
(principalmente las que tuvieron lugar cuando la columna alcanzó Santa
Catarina).
135
- La persecución de las fuerzas estaduales del Gobierno por ―colaboración‖
con las tropas rebeldes (como fue el caso de las familias de la colonia Paris).
Se observa entonces que los movimientos migratorios en esta zona estuvieron
compuestos por caudillos maragatos y soldados gaúchos que no deseaban abandonar
Rio Grande do Sul, y por pequeños productores de yerba mate (familias de la colonia
Paris).
La mayoría de estos movimientos estuvieron relacionados estrechamente a los
acontecimientos de carácter militar más significativos, como ser:
- La toma de Guairá y Foz de Iguazú por las fuerzas paulistas en septiembre
de 1924.
- La serie de derrotas de las fuerzas gaúchas durante los primeros días de
noviembre de 1924.
- El abandono de Rio Grande do Sul hacia Santa Catarina por parte de la
columna gaúcha en enero de 1925.
- El abandono de las columnas paulista y gaúcha del oeste paranaense en abril
de 1925.
En cuanto a los destinos de estos emigrados, se encuentra que los mismos
difieren en relación a su composición. Así, los peones rurales de los obrajes del Alto
Paraná en general permanecieron en la región, empleándose en otros obrajes o en otras
ocupaciones. Los colonos (ya sean de Foz de Iguazú o de Paris) se refugiaron en
Misiones, cerca de la línea de frontera, sin necesariamente radicarse sino, antes bien,
aguardar las condiciones que les permitieran regresar a sus respectivos pueblos. Entre
los desertores extranjeros de las tropas paulistas, se buscaba radicarse en grandes
ciudades como Buenos Aires, mientras que entre los desertores brasileños y gaúchos se
buscaba permanecer en la región fronteriza (Misiones o Corrientes).
Los exiliados provenientes de las tropas paulistas se dispersaron entre Argentina
y Paraguay, pero los oficiales más importantes pudieron regresar a Brasil tras el golpe
de Getúlio Vargas en 1930323
, en gran medida por haberlo apoyado, además de tener
alto rango militar y relevancia política a nivel nacional. Por el contrario los exiliados
provenientes de las tropas gaúchas prefirieron radicarse en las localidades dispersas a lo
largo de la línea de frontera (Misiones o Corrientes)324
, sin poder regresar a Rio Grande
323
Son los casos de Isidoro Dias Lopes, Joâo Cabanas o Filintho Müller. 324
Son los casos de Leonel Rocha o Pedro Aarâo.
136
do Sul, principalmente por ser caudillos civiles de baja extracción social y blanco de la
persecución política a nivel estadual325
.
En cuanto a las derivaciones de estos movimientos migratorios desde Brasil
hacia Corrientes y Misiones, puede apuntarse como la más importante, la organización
de focos rebeldes por parte de un grupo de exiliados gaúchos y paulistas. La formación
de estos focos da cuenta del establecimiento de contactos permanentes y solidaridades
entre los exiliados. Por otra parte, a fin de continuar la lucha, este grupo logró articular
una serie de acciones, y formar una columna armada que logró, de hecho, invadir
territorio brasileño desde Misiones, a donde regresó tras sufrir la derrota.
3) El rol del Estado en el Territorio Nacional de Misiones frente al movimiento
revolucionario y sus consecuencias políticas, sociales y diplomáticas.
Para comprender el rol del Estado Nacional en el Territorio de Misiones frente al
movimiento revolucionario y sus consecuencias, es necesario apuntar las
consideraciones metodológicas de Oscar Oszlak respecto de la evolución de los aparatos
estatales. Para Oscar Oszlak ―el análisis de la evolución histórica de las instituciones
estatales es inseparable del análisis de las cuestiones sociales que exigen su intervención
mediante políticas o tomas de posición‖ de modo que ―la metamorfosis del aparato del
Estado se ajusta así a los ritmos, instancias y modalidades que sumen las formas de
resolución de tales cuestiones‖326
. De esta forma, la expansión del aparato estatal se
deriva del creciente involucramiento de sus instituciones en ―cuestiones‖ o áreas
problemáticas de la sociedad, frente a las que toma posición.
En este caso las áreas problemáticas fueron primero, la presencia real de tropas
revolucionarias en la frontera, que produjo los movimiento migratorios mencionados, y
luego la presencia de exiliados políticos en territorio argentino, que organizaron focos
rebeldes y una invasión al Brasil. Estas áreas problemáticas demandaron por parte de las
autoridades territoriales y nacionales de Argentina, la articulación de una serie de
medidas y gestiones de recursos (humanos y materiales), para resolver problemas de la
sociedad civil y el ―orden‖ interno. A su vez, estas cuestiones problemáticas también
325
En parte estas diferencias entre los exiliados paulistas y gaúchos se deriva del hecho de que el bloque
que colocó a Getúlio Vargas en la presidencia, entre los que se contaban un grupo de ―tenientes‖, si bien
se oponía al gobierno central, a nivel estadual Vargas no dejó de ser un hombre del PRR (conocidos como
chimangos). 326
Oszlak, O. (2004), pp. 21-22.
137
generaron cambios a nivel institucional, principalmente en las prácticas de la Policía
Territorial.
En principio puede señalarse que las autoridades políticas del Territorio de
Misiones debieron administrar recursos humanos y materiales escasos para socorrer a
los primeros refugiados en Puerto Aguirre. Estos recursos comprendieron la compra de
víveres y el traslado de fuerzas de gendarmería y policiales para asistir a las familias, y
a la vez controlar el movimiento fronterizo.
A nivel defensivo, la Gobernación procedió al desarme de las fuerzas que
acompañaban a Dilermando de Assís. También se encargó de requisar el equipaje de
todos los militares revolucionarios que ingresaron al territorio de Misiones, y de impedir
que otros cargamentos de armas atravesaran el territorio hacia Rio Grande do Sul. Con
posterioridad, también se intentó detectar a los focos rebeldes armados.
Por otra parte, la Gobernación tuvo que responder a las órdenes del Estado
Nacional, en función de los compromisos diplomáticos de éste con el Brasil, articulando
acciones e intercambiando información con el Cónsul del vecino país en Posadas. Estos
compromisos se manifestaron en el permanente intercambio de información sobre los
movimientos de los militares revolucionarios, como por la devolución de las armas
requisadas a Dilermando de Assís.
En cuanto a los aspectos económicos, la Gobernación avaló las gestiones de los
empresarios argentinos con el gobierno paraguayo, para poder satisfacer con víveres a
los obrajes del Alto Paraná, entre Foz de Iguazú y Puerto Mendes.
La Gobernación también ocupó un rol central intentando esclarecer el asesinato
de Pedro Aarâo en San Javier, sin que nada indique en principio algún grado de
participación en el mismo.
En todas estas gestiones se observa una permanente comunicación desde la
Gobernación hacia las autoridades nacionales (en este caso el Ministerio del Interior),
respecto de todos los sucesos, procurando obtener directivas por parte de estas, o la
aprobación de procedimientos ya dispuestos por la Gobernación.
Las autoridades nacionales por su parte, tuvieron un rol mucho menos
significativo. Entre las gestiones más importantes que llevaron a cabo, se encuentra el
envió por parte del Ministerio de Marina de un comisionado para informarse de la
situación en Puerto Aguirre (capitán de navío R. Caminos en septiembre de 1924), y a la
vez acercar víveres y recursos para las familias allí refugiadas. Otra disposición
importante fue la relacionada a los movimientos migratorios, en la que el Ministerio de
138
Agricultura recomendaba la flexibilidad ante las familias, aunque manteniendo
vigilancia sobre los elementos que por sus antecedentes fueran ―no deseables‖.
El Ministerio del Interior también actúo como articulador entre la Gobernación
de Misiones y el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, a fin de girarle los
telegramas, para que éste luego pasase informe a la Embajada del Brasil.
Finalmente, en 1927, el Ministerio del Interior mantuvo una preocupación
importante respecto del esclarecimiento del crimen de Pedro Aarâo, sobre todo en vistas
de posibles conflictos diplomáticos, aunque también jugó un rol importante el peso de la
―opinión pública‖.
Ahora bien, todas estas gestiones representaron más un desarrollo de
competencias con las que el Estado ya contaba, antes que una transformación o
evolución en sus estructuras. La ―metamorfosis del aparato del Estado‖, en palabras de
Oszlak, tuvo lugar en el seno de la institución más importante de la Gobernación de
Misiones, es decir, en la Policía Territorial.
4) Consecuencias institucionales del proceso: el rol de la Jefatura de Policía del
Territorio de Misiones.
La transformación más importante sufrida por el aparato estatal del Territorio
Nacional de Misiones, a raíz de la situación planteada por los movimientos
revolucionarios en la frontera, se dio principalmente en el rol de la Jefatura de Policía.
El análisis de las fuentes muestra una progresiva re-configuración dentro de este aparato
del estado, hacia tareas de estricta ―vigilancia‖, consistente en ―marcar‖ a las personas
que formaban parte de un grupo que, desde las autoridades políticas, se señalaba como
―conflictivo‖ o ―problemático‖.
Como se desprende de las mismas notas, al no contar la Gobernación con
personal suficiente para custodiar los movimientos en la frontera, ya que entre los tres
mil hombres al mando de Dias Lopes y los 30 gendarmes destacados en Puerto Aguirre
existía una diferencia abismal, el aparato policial se volcó a realizar un seguimiento
silencioso y constante de los movimientos de los revolucionarios brasileños. Este hecho
resulta central dentro de la conformación de todo aparato policial, y está también
profundamente ligado a la formación de los estados nacionales modernos. Ello es así
porque supuso aquello que Michel Foucault citando a Julius, considera característico de
139
la sociedad moderna, que es ―procurar a un pequeño número, o incluso a uno solo la
visión instantánea de una gran multitud‖ (Foucault, 2002).
De hecho, para Foucault, el aparato de policía constituyó en la Francia del siglo
XVIII, la nacionalización de los mecanismos de disciplina, inserto dentro del proceso de
generalización de la ―disciplina‖ como un tipo de poder que ha alcanzando las
dimensiones del Estado. Lo característico de este aparato del Estado estaría dado,
entonces, por este tipo de poder que ejerce, sus mecanismos y los elementos que aplica.
Así, lo define como un aparato que ―debe ser coextensivo al cuerpo social entero y no
sólo por los límites extremos que alcanza, sino por la minucia de los detalles de que se
ocupa‖. De este modo, el poder policíaco es ―el polvo de los acontecimientos, de las
acciones, de las conductas, de las opiniones- ‗todo lo que pasa‘‖, es ―lo infinitamente
pequeño del poder político‖.
Y en este sentido, apunta que para ejercerse, ―este poder debe apropiarse de
instrumentos de una vigilancia permanente, exhaustiva, omnipresente, capaz de hacerlo
todo visible, pero a condición de hacerse ella misma invisible‖, mientras que a su vez,
acumula esa incesante información en una serie de informes y registros, que den cuenta
de ―conductas, actitudes, virtualidades, sospechas‖ (Foucault, 2002: 216, 217).
En efecto, el análisis de las fuentes muestra como, de alguna manera, a medida
que se intensificaba la situación revolucionaria en la frontera, y a falta de mayor
personal, las comisarías locales diseminadas por el Territorio, asumieron
progresivamente la función de ―puntos de vigilancia‖, cuyos informes eran
consecuentemente centralizados por la Jefatura de Policía, y elevados a la Gobernación.
Ésta a su vez, los elevaba directamente al Ministerio del Interior, que los giraba al
Ministerio de Relaciones Exteriores para que la información llegase a las autoridades
brasileñas.
Es decir, el aparato policial fue progresivamente reconfigurando su rol y
expandiéndolo, en la medida en que la vigilancia silenciosa o ―invisible‖, sobre
determinados individuos, y sus acciones y conductas, permitían al Estado Nacional,
estar al tanto de los detalles más pequeños de lo que ocurría en los territorios más
alejados. Detalles que iban desde el horario preciso en que una lancha y un vapor se
cruzaban en el río, hasta las actividades cotidianas de un personaje como Leonel Rocha.
Puede decirse también que este proceso de re-configuración y expansión del rol
del aparato policial se inició con los primeros informes del Comisario Saccone desde
Puerto Aguirre, en octubre de 1924, se intensificó con los informes respecto al pasaje de
140
Dias Lopes por el Territorio en noviembre del mismo año, y se mantuvo durante los
años siguientes, hasta 1930. Así, si en un principio no se observaba la producción de
informaciones respecto de individuos particulares procedentes del Brasil, los informes
que se sucedieron de 1925 en adelante, muestran la total pérdida de pudor en cuanto al
seguimiento de éstos en sus actividades, sus reuniones, sus viviendas, su cotidianidad.
De todas formas, si bien este aparato de vigilancia fue agudizando sus
mecanismos a lo largo de todo el proceso, se mostró en gran medida incapaz de actuar
en función de dichas informaciones, como lo demuestra la invasión al Brasil de Leonel
Rocha de febrero de 1927. Hecho que evidencia que el proceso de constitución de una
policía realmente eficaz no se había concretado aún, si bien había dado los primeros
pasos camino a ello327
.
De todas maneras, se puede decir aún que la resolución del problema planteado
por la situación revolucionaria en la frontera, supuso la expansión del aparato estatal del
Territorio Nacional de Misiones, en una modalidad específica. En este caso, se trató del
aparato policial representado por la Jefatura de Policía y las comisarías del interior,
asumiendo y ampliando las tareas disciplinarias de la vigilancia sobre un sector
determinado de la población del Territorio, constituyéndose en una institución central
del mantenimiento del ―orden‖ interno para la Gobernación y el mismo Ministerio del
Interior.
Sin embargo, pese a que la Policía Territorial se haya expandido en sus
funciones históricas, también sufrió cambios que excedieron las mismas. La
participación de oficiales de policía en la captura de Pedro Aarâo y su entrega a
militares del Brasil para quitarle la vida, aparece como una práctica novedosa. Si bien se
trató de un caso aislado, no deja de ser una precedente de prácticas que se acentuarían a
través del tiempo, y que culminarían en la década de 1970, con las articulaciones entre
fuerzas del orden de los países del Cono Sur para colaborar en la captura y entrega de
exiliados políticos, en forma clandestina e ilegal. Estas articulaciones que recibieron el
nombre de Plan Cóndor, aparecen entonces como insertas en un proceso en el que un
cúmulo de prácticas precedentes, las hicieron posibles o potenciaron, en un contexto
favorable.
327
Es decir, no se constituyó en lo que Foucault define como ―aparatos estatales que tienen por función
no exclusiva sino principal hacer reinar la disciplina a la escala de una sociedad (policía)‖ (Foucault,
2002: 219)
141
Este hecho no es menor, en tanto agrega a las funciones históricas del aparato
policial, apuntadas por Foucault para Europa en el siglo XVIII, la potencialidad de
nuevas funciones históricas específicas para América Latina en el siglo XX. Es decir, el
aparato policial en América Latina, comenzó a perfilar sus propias funciones históricas
específicas, consistentes en la colaboración con las fuerzas del orden de los países de la
región, para ―marcar‖ exiliados políticos y entregarlos clandestinamente.
***
De esta manera se pretendió dar cuenta de hechos y procesos que tuvieron lugar
en la región fronteriza argentino-brasileña en la década de 1920, y que estuvieron
vinculados al movimiento revolucionario tenientista del Brasil. Estos hechos y procesos
que se expusieron buscaron poner de relieve que el movimiento, lejos de pasar
desapercibido por la población de la región, o por las autoridades estatales, constituyó
un hecho de gran significación social. Acarreó consecuencias en muchos aspectos, y
generó un hecho delictivo inédito en el Territorio de Misiones.
Los límites de la investigación estuvieron dados por la dispersión de las fuentes
y por las dificultades para acceder a ellas, resultantes de sus condiciones de archivo328
,
sin embargo, las fuentes obtenidas constituyen un importante punto de partida para
continuar profundizando el trabajo en los diversos repositorios. Además, la
incorporación de fuentes argentinas (oficiales o prensa) continúa siendo un enfoque
regional novedoso para el estudio del movimiento revolucionario tenientista en la
década de 1920.
Por lo demás, solo puede decirse que los ―revolucionarios del Brasil‖ fueron, de
hecho, un elemento social en la región fronteriza, claramente diferenciado e identificado
entre otros y por otros, dotado de su propia identidad histórica. Por este motivo, el
proceso aquí desarrollado no puede disociarse entre historias ―nacionales‖ excluyentes.
Por el contrario se encuentra incorporado como parte de una identidad histórica
regional, cuya memoria aún se sigue construyendo.
328
Lo voluminoso de los legajos del Ministerio de Interior, en la Sección Archivo Intermedio del Archivo
General de la Nación, fueron un límite importante para completar informaciones desde noviembre de
1924 hasta diciembre de 1926.
142
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145
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---- Libro Copiador Notas Remitidas 11/1924 – 04/1925. Serie D.
---- Libro Copiador Notas Remitidas 03/1925 – 12/1926. Serie D.
---- Libro Notas Reservadas 1917-1933. Serie R.
Archivo General de la Nación (AGN). Sección Archivo Intermedio. Ministerio del
Interior. Expedientes Generales.
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Biblioteca Nacional. Hemeroteca. Diario Crítica (microfilm).
---- Ediciones de septiembre a noviembre de 1924.
---- Ediciones de Febrero a marzo de 1927.
146
ANEXOS
147
ANEXO I:
CRONOLOGÍA
AÑO 1924
Julio
5/7: Se sublevan las fuerzas en San Pablo.
8/7: La ciudad de San Pablo se encuentra bajo poder de los rebeldes.
10/7: La ciudad es bombardeada con cañones por las fuerzas legalistas.
23/7: Las fuerzas legalistas avanzan sobre la ciudad con tanques modernos.
27/7: Las fuerzas revolucionarias abandonan la ciudad de San Pablo.
Agosto
Del 8 al 16/08: La Columna Paulista se dirige de Baurú hacia Presidente Epitácio
Pessoa en la frontera con Mato Grosso.
15/08: La Gobernación de Misiones dispone que se destaque un oficial de gendarmería
con 15 hombres de tropa en Puerto Aguirre, para prevenir tentativas de pasaje de
militares brasileños armados.
17/08: El destacamento de 800 hombres al mando de Juárez Távora, es derrotado en
Campo Japonés, cuando intentaba invadir Mato Grosso.
23/08: Joâo Francisco decide partir con un destacamento de 500 hombres hacia el sur,
siguiendo el curso del río.
Septiembre
14/09: El destacamento de Joâo Francisco toma el Guairá, tras trabarse en combate con
Dilermando Assís y vencerlo.
15/09: - Dilermando Assís arriba a Foz de Iguazú y siembra el pánico entre la población,
anunciando las depredaciones de los revolucionarios. Intenta cruzar la frontera
pero es detenido y requisado por las autoridades argentinas, quienes le confiscan
las armas, conforme las órdenes que le fueron dadas. Gran parte de la población,
siente temor y decide refugiarse en Puerto Aguirre.
148
- Dilermando de Assís continúa su descenso por el Paraná y es interceptado por la
Sub-Prefectura, que le confisca las armas.
16/09:
- El Cónsul del Brasil en Posadas, Paulo Demoro, decide no conceder despachos a
embarcaciones que desde Posadas se dirijan a los puertos del Brasil, en el Alto
Paraná.
- El diario nacional Crítica, anuncia la noticia errónea de que los revolucionarios
brasileños atravesaron la frontera argentina, y que se encontraban refugiados en
Puerto Aguirre con sus familias.
- El capitán de navío Ricardo Camino es designado para socorrer a los civiles
refugiados en Puerto Aguirre.
17/09:
- Las empresas Nuñez y Gibaja, Allica y Sociedad Barthe gestionan con el
gobierno paraguayo el abastecimiento de sus obrajes del Alto Paraná a través de
la costa paraguaya.
- El diario nacional Crítica informa que los refugiados en Puerto Aguirre
ascienden a 600 personas y que el embajador del Brasil, Dr. Pedro de Toledo
solicitó al gobierno argentino que se brinde asistencia a los mismos.
- El gobierno de Misiones es presionado por el Cónsul del Brasil, Paulo Demoro,
para que le entregue las armas que le fueron requisadas al comandante
Dilermando de Assís.
18/09: - La Gobernación ordena al Inspector de Policía Arístides Saccone, a hacerse
cargo de la autoridad policial en Puerto Aguirre, debiendo informar de todos los
sucesos a la Gobernación en forma telegráfica.
- El Gobierno de Misiones informa que Ministerio del Interior, que las gestiones
de los empresarios argentinos con el gobierno paraguayo para abastecer a los
puertos del Alto Paraná, fueron exitosas. El arreglo consistió en trasportar
mercadería hasta las costas paraguayas, y pasarlas a los obrajes argentinos en
costas brasileñas a través de canoas.
- El diario nacional Crítica informa que el capitán de navío R. Camino llegó a
Posadas, y que se están tomando las medidas necesarias a fin de socorrer a los
refugiados de Puerto Aguirre.
19/09: - El diario nacional Crítica ofrece un extenso informe sobre la situación
revolucionaria del Brasil, en cual establece una línea editorial que homologa las
revoluciones a los alzamientos federales de la Argentina.
- La Embajada de Brasil agradece al Gobierno de Misiones la devolución de las
armas requisadas a Dilermando de Assís.
24/09: Foz de Iguazú es ocupado por las fuerzas paulistas al mando de Joâo Francisco.
Octubre
02/10: La Gobernación de Misiones informa al Ministerio del Interior que las fuerzas
revolucionarias cuentan con municiones y víveres para seis meses, que el Cónsul del
149
Brasil informa que las fuerzas legalistas avanzan hacia la zona por tres puntos
diferentes. Por otra parte, solicita que el Ministerio de Guerra envíe una compañía o
escuadrón para prever el pasaje, a través de la frontera, de los revolucionarios armados,
que pudieran huir tras posibles derrotas.
03/10: La Gobernación de Misiones remite al Ministerio del Interior dos informes
realizados por el Inspector Saccone, sobre la situación en Puerto Aguirre.
04/10: El Ministerio de Guerra responde al Ministerio del Interior, que no teniendo
conocimiento sobre la situación, se ha solicitado al gobernador de Misiones que le
informe sobre los medios de trasporte existentes, para el posible traslado de tropas hacia
Puerto Aguirre.
05/10: Joâo Francisco forma un ―Consejo de Generales‖ a espaldas de Isidoro Díaz
Lopez. Este Consejo, se reúne en Foz de Iguazú, con los representantes de los caudillos
gaúchos Honório Lemes, Assís Brasil y Zeca Netto. En esta reunión se decide enviar a
Juárez Távora hacia Rio Grande do Sul, como articulador de los alzamientos en dicho
estado.
06/10: Comienzan a repartirse los víveres enviados por el gobierno Nacional entre los
refugiados de Puerto Aguirre.
07/10: El Inspector Saccone informa que se producen deserciones entre las fuerzas
revolucionarias.
12/10:
- Prestes recibe una carta de Juárez Távora, quien encontrándose en Uruguay,
reunido con Honorio Lemes, le detalla la situación de los paulistas en Foz de
Iguazú.
- Los conspiradores riograndenses reciben armas y municiones a través de la
frontera argentina. Las armas fueron compradas por Assís Brasil en Buenos
Aires y llevadas hasta Paso de Libres para pasar la frontera en cajas de frutas.
20/10:
- Luiz Carlos Prestes resuelve levantar el 1º Batallón Ferroviario en Santo Ángelo
(RS), establece la articulación con Juárez Távora y define el 29 de Octubre como
fecha.
- Juárez Távora se dirige hacia Paso de los Libres para llegar a Uruguaiana, y
comandar el alzamiento.
- Siqueira Campos se dirige a Santo Tomé para llegar a San Borja y comandar el
alzamiento.
- Joâo Francisco se reúne con Isidoro Diaz Lopez en Puerto Méndes para discutir
la formación del ―Consejo de Generales‖ y la entrega de dinero a los líderes
gaúchos.
24/10: La Dirección General de Inmigración, conjuntamente con el Ministerio de
Agricultura y el Ministerio del Interior, disponen se mantenga control sobre los
brasileños que, por la situación revolucionaria, pudieran intentar ingresar al país.
150
28 al 31/10:
- Se sublevaron guarniciones militares en Rio Grande do Sul: Santo Ângelo, San
Luis Gonzaga, San Borja, Uruguaiana y Alegrete.
- Fracasaron las avanzadas hacia Ijuí.
Noviembre:
1º/11: Las fuerzas de Santo Ângelo abandonan la ciudad y se dirigen a San Luis
Gonzaga.
1º al 10/11: Fracasaron las avanzadas hacia Itaquí y Guaçú-Boi.
11/11: Se produce el levantamiento de Antonio Pagundes en la Colonia Militar del Alto
Uruguay.
12/11:
- Desembarcan el Puerto Córpus los generales Dias Lopes, Joâo Francisco, y los
tenientes Emigdio Miranda, Ítalo Landucci y Samuel Aguayo, con planes de
continuar hacia Santo Tomé.
- La información circuló rápidamente entre las autoridades estatales de Argentina
y Brasil.
15/11: Reunión entre Carlos Prestes y Joâo Francisco en San Borja para coordinar el
pasaje de armamento a través de territorio argentino.
20/11: Carlos Prestes concentra fuerzas en San Luiz Gonzaga.
25/11: Desciende por el río Paraná hasta la altura de Puerto Córpus un cargamento con
armas y municiones.
26/11: Arriban al Territorio de Misiones Joâo Francisco, Fidencio Mello, Mario Portela,
Ítalo Landucci, aviador Roesler y numerosos hombres de tropa.
27/11:
- La Gobernación de Misiones denuncia al Ministro del Interior un plan de los
revolucionarios para pasar armamento a través de territorio.
- Se produce la masacre de Tres Galpones en la frontera uruguayo-brasileña. El
Gral. Dias Lopes decide regresar a Foz de Iguazú.
27 al 30/11: Se intensifica la vigilancia en las costas fronterizas y no se produce el
pasaje de armas.
Diciembre
- Se concentraron las fuerzas rebeldes en San Luis Gonzaga.
- Las fuerzas legalistas avanzan sobre San Luis Gonzaga formando el ―anillo de
hierro‖.
- Las fuerzas rebeldes sufrieron deserciones.
151
27/12: Se rompe el cerco de San Luis Gonzaga. La retirada de las tropas rebeldes se
realiza entre medio de las tropas legales, hasta San Miguel de las Misiones.
29/12: El Teniente Mario Portela provoca la muerte del teniente coronel Julio Rafael
Aragão Bozano, en las inmediaciones de Arroio Conceição.
AÑO 1925
Enero
3/1: Se produce la victoria en el combate de Ramada.
12/1: Las tropas rebeldes llegan a la Colonia Militar del Alto Uruguay.
14 al 27/1: Las tropas se instalan en la colonia Paris.
20 al 27/1: Retiro de las tropas de la colonia Paris hacia Porto Feliz.
27/1:
- Las fuerzas provisorias atacan la colonia Paris.
- Mario Portela muere combatiendo en la vera del rio Pardo.
Febrero
1 al 3/2:
- Arribo de las tropas rebeldes a Porto Feliz.
- Deserciones de una parte de importante de las fuerzas rebeldes.
7/2:
- Arribo de las tropas a Barracão.
- Propuesta de Prestes a Dias Lopes sobre la ―guerra de movimiento‖.
13/2: El Alto Comando Revolucionario en Foz recibe una propuesta de paz de parte del
gobierno de Artur Bernardes.
20 al 30/2:
- Fracasan las negociaciones de paz.
- Isidoro Dias Lopes regresa a Foz de Iguazú junto con el diputado Batista
Luzardo.
- Juárez Távora llega a Foz de Iguazú.
- Joâo Francisco abandona las fuerzas revolucionarias.
Marzo
- Carlos Prestes recibe la respuesta negativa de Isidoro a su propuesta.
- Fidencio Mello logra abrir una picada desde Benjamín Constant hasta Barracão.
24/3:
- La columna gaúcha abandona Barracão.
- Se produce la batalla de Maria Preta entre dos columnas legalistas.
152
25/3:
- Las tropas paulistas de Catanduvas capitularon.
- Comienza el repliege de las tropas paulistas hacia Foz de Iguazú.
Abril
11/4: Carlos Prestes arriba a Benjamín Constant.
12/4:
- Se produce la reunión en Foz de Iguazú entre los oficiales paulistas y Carlos
Prestes.
- Comienzan las migraciones por exilio.
13 al 20/4:
- Miguel Costa, Joâo Cabanas, Filinto Müller y Juárez Távora deciden continuar
la lucha junto a Carlos Prestes.
- Las columnas paulista y gaúcha se concentran en Puerto Santa Helena.
25/4: - Las tropas rebeldes invaden territorio paraguayo desde Puerto Mendes hasta
Puerto Adela.
- Filinto Müller y Joâo Cabanas terminan desertando de las fuerzas
revolucionarias y parten al exilio.
- El comisionado de la Marina en Puerto Aguirre da por terminada su misión.
Agosto
- La Columna Prestes ingresa al estado de Goiás (Brasil).
- Se descubren los primeros indicios de organización de focos rebeldes en
territorio argentino.
AÑO 1926
Agosto
- La Columna Prestes retorna al estado de Goiás, después de recorrer el interior de
Brasil.
2/8: Se producen nuevos movimientos entre los exiliados, en territorio argentino, que
señalan a Leonel Rocha como caudillo.
Octubre
- El Alto Comando de la Columna Prestes envía a Lourenço Moreira Lima y
Djalma Soares Dutra hacia Paso de los Libres, donde se encontraba Isidoro Dias
Lopes.
Noviembre
153
5/11: Leonel Rocha invade Rio Grande do Sul con una columna de 200 hombres.
14/11:
- Lourenço Moreira Lima y Djalma Soares Dutra arriban a Paso de los Libres.
- En Santa Maria (Rio Grande do Sul), Alcides Etchegoyen subleva al 5º
Regimiento de Artillería Montada (5ºRAM).
- La columna de Julio de Barros invade Rio Grande do Sul desde Rivera
(Uruguay).
15/11: - El alzamiento del 5ºRAM es sofocado.
- Washington Luiz asume la presidencia.
24/11:
- La columna de Leonel Rocha es derrotada de Guarapuava.
- La columna de Julio de Barros también es derrotada.
AÑO 1927
Febrero
3/2: La Columna Prestes se exilia en Gaiba (Bolivia).
12/2: La columna de Leonel Rocha regresa a Misiones para exiliarse.
19/2: Se denuncia la desaparición del coronel Pedro Aarâo en San Javier.
22/2: Se producen las detenciones de los oficiales de policía implicados.
24/2: Aparición del cuerpo mutilado de Pedro Aarâo en el río Uruguay.
Marzo
- El gobierno de Rio Grande do Sul anuncia que los brasileños implicados en el
homicidio fueron el capitán Numa Viñas y los sargentos Pedro Albino Mello y
Sergio Pinto de Carvalho, quienes fueron llevados presos a Cruz Alta, donde se
les inició sumario militar.
AÑO 1930
Agosto
- El Gobierno del Brasil pide datos sobre Leonel Rocha.
- La Policía informa que se encuentra exiliado en Bompland, ajeno a las
cuestiones políticas.
Octubre
24/10: Triunfa el golpe de Getúlio Vargas.
154
ANEXO II:
SELECCIÓN DE DOCUMENTOS DEL ARCHIVO GENERAL DE LA
GOBERNACIÓN DE MISIONES (AGGM)
AGGM. Serie D. Copiador Notas Remitidas 1924. Folio: 295
Agosto 15, 1924
Señor Sub-Prefecto Marítimo.-
Don Gregorio de los Santos.-
-S. / D.-
Por disposición del Señor Gobernador Interino, me dirijo al Señor Sub-Prefecto adjuntándole
copia de un telegrama recibido del Ministerio del Interior disponiendo que se tomen medidas en la región
del Iguazú con motivo de la aproximación de las tropas revolucionarias brasileñas que pudieran intentar
su pasaje por nuestro Territorio.- Esta Gobernación ha dispuesto que en el día de mañana se trasladen a
Puerto Aguirre a reforzar la Comisaría de aquel lugar un oficial del Cuerpo de Gendarmería con 15
hombres y a solicitar la cooperación de la repartición a su cargo esta Gobernación estima, por su parte,
conveniente que la vigilancia de las costas se efectúe con una lancha y personal de la dependencia de esa
Sub-Prefectura a fin de prevenir cualquier tentativa de pasaje de elementos armados.-
En consecuencia esta Gobernación solicita que esa Sub-Prefectura disponga las medidas que
estime correspondientes para mejor cumplimiento de la disposición ministerial.-
Saluda a Vd. muy atentamente.-
DIÓGENES LOTERO
Secretario Interino.-
***
AGGM. Serie R. Notas Reservadas 1917-1933. Folio: 156, 157, 158, 159.
Telegrama
Posadas, Septiembre 17, 1924
Al Excmo. Señor Ministro del Interior- Doctor Vicente C. Gallo- Buenos Aires- Resolución Cónsul Brasil
no despachar buques plantea situación especial respecto zona brasil desde Iguazú a Mendez que juzgo mi
deber explicar V.E.-
En aquella región existe obrajes y explotaciones yerbateras de capitalistas argentinos con asiento en esta
capital como serían Núñez y Gibaja, Julio Allica y Sociedad Barthe.- Si bien hasta este momento parece
dominio revolución localizase propiedad Larangeira Méndez y Cia que está zona Guayrá, es de suponer
llegará Foz Iguazú río por medio Aguirre.-
En todos estos obrajes hay centenares argentinos y son abastecidos por los vapores desde aquí.-
Sé que estas empresas gestionan gobierno paraguayo que por circunstancia actuales permítaseles llegar
puertos aquel país frente zona ocupada revolución para luego hacer pasaje recursos en canoas a costa
brasileña.
Actualmente estos buques que son de bandera argentina no atracan costa paraguaya consecuencia su ley
sabotaje.-
Trato reservadamente reunir datos precisos y que puedan merecer alguna certidumbre respecto elementos
y propósitos revolucionarios para comunicarlos a V.E. en esta misma forma.-
Saluda al Señor Ministro con la consideración más distinguida.-
Fdo. José Manuel López- Gobernador Interino Misiones-
155
AGGM. Serie D. Copiador Notas Remitidas 1924. Folio: 378
Septiembre 17, 1924
Al Señor Sub Prefecto del Puerto
Don Gregorio de los Santos
-S. / D.-
Por disposición del Señor Gobernador Interino me es grato dirigirme a Vd. acusando recibo a su
comunicación de fecha de ayer, por la cual se sirve hace entrega a esta Gobernación de los armamentos
requisados a los militares brasileños llegados por el vapor Iberá, que constan de:
12 carabinas maúser Modelo 1922
4 sables bayoneta
3 revólveres
2 pistolas
3 espadas
630 tiros de guerra
Saluda Vd. muy atentamente.-
DIOGENES LOTERO
Secretario Interino.-
***
AGGM. Serie D. Copiador Notas Remitidas 1924. Folio: 391
Septiembre 22, 1924
Al Señor Cónsul de los Estado Unidos del Brasil
Doctor Pablo Demoro.-
-S. / D.-
Tengo el agrado redirigirme al Señor Cónsul acusando recibo a su atenta comunicación fechada
el 19 del mes en curso y de manifestarle con referencia al contenido de la misma y a las expresiones
personales que tuve el honor de recibir del Señor Cónsul en nombre del Excmo. Señor Embajador de los
Estados Unidos del Brasil Doctor Pedro de Toledo, mi sincero agradecimiento ante inmerecida
manifestación.-
Me es satisfactorio reiterar al Señor Cónsul en nombre del Gobierno del Territorio, el vivo
anhelo de realizar todo acto que signifique una prueba de leal y franca amistad para el Gobierno que
represento, cumpliendo así las instrucciones recibidas del Superior Gobierno de la Nación, demostrando
en ello el celo que cuadra en estos casos.-
Ruego al Señor Cónsul tenga a bien trasmitir al Excmo. Señor Embajador mi noble
reconocimiento que no traduce sino la leal interpretación de la manera de pensar del Señor Gobernador
Titular del Territorio, Doctor Héctor Barreyro y refleja por otra parte la viva simpatía del pueblos
argentino de Misiones.-
Sírvase el Señor Cónsul aceptar mi alta consideración.-
JOSE MANUEL LOPEZ
Gobernador Interino.-
156
AGGM. Serie R. Notas Reservadas 1917-1933. Folio: 171, 174, 175
Telegrama
Octubre 2 de 1924-OFICIAL-URGENTE
Excmo. Señor Ministro del Interior- Doctor Vicente C. Gallo- Buenos Aires- Jefatura de Policía informa
que por tren de mañana embárcase esa Mayor revolucionario Orestes Correa de Castro quién dice ser
Gobernador militar de Foz do Iguazú.- Manifiesta que ejército revolucionario dispone de importantes
fuerzas 5 mil hombres y munición para un año y víveres para seis meses; 56 cañones, 120 ametralladoras
grandes y 150 fusiles ametralladoras, elementos de sanidad y de radiografía.- Por otra parte Cónsul del
Brasil informa que fuerzas federales por tres puntos distintos convergen a la zona revolucionaria de lo
cual fácil es asegurar que se producirán cerca de nuestras fronteras combates entre ambas fuerzas y que
las derrotadas en esa sección entrarían territorio argentino.- Esta Gobernación ha destacado personal de
Gendarmería y Policía dentro de los recursos escasos que dispone, pero, teniendo presente que fuerzas
importante pueden llegar intentar pasaje a quienes habrá que desarmar, me permito insinuar a V.E. la
conveniencia de solicitar del Ministerio de Guerra el envió por lo menos de una compañía o escuadrón en
previsión de graves incidentes que podrían ocurrir con motivo de las circunstancias apuntadas.- Mayor
referido va a esa capital con el objeto dice de comprar dos remolcadores.- Quizás convenga que Policía
esa capital siga sus pasos, pues, bien puede ir en busca de armamento o elementos para ejército
revolucionario.- Noticias de Puerto Aguirre no acusan novedades.- Saluda al Señor con la consideración
más distinguida-
HECTOR BARREYRO
GONERNADOR DE MISIONES-
***
AGGM. Serie R. Notas Reservadas 1917-1933. Folio: 188
Telegrama
Octubre 31, 1924
OFICIAL
Excmo. Sr. Ministro del Interior
Dr. Vicente C. Gallo-
Buenos Aires-
Tengo el honor de informar a V.E. que por comunicaciones recibidas en la Jefatura de Policía, de las
Comisarias y Destacamentos de la costa del Uruguay, anuncian haber estallado un movimiento
revolucionario en el estado de Rio Grande del Sur (Brasil) y que como consecuencia del mismo, ha
comenzado el éxodo de pobladores de aquel país hacia nuestro Territorio.- Los mismos informes
transmiten que revolucionarios tomaron los pueblos de San Luis y San Nicolás, habiéndose sublevado los
cuerpos que guarnecían Santo Ángel, San Luis y Cruz Alta. Estimo prudente, señor Ministro, dada la
gravedad y la importancia de estos acontecimientos sobre nuestra frontera, la conveniencia de que el
Ministerio de Guerra mande fuerzas del ejército a la misma, con más razón cuanto la policía de que
dispone esta Gobernación es insuficiente y ya ha tenido que concentrar Destacamentos en la zona norte de
Puerto Aguirre.
Saluda a V.E. distinguida consideración.
HECTOR BARREYRO
Gobernador de Misiones
***
AGGM. Serie R. Notas Reservadas 1917-1933. Folio: 189
Telegrama
Noviembre 11, 1924
157
OFICIAL
Excmo. Sr. Ministro del Interior
Dr. Vicente C. Gallo-
Buenos Aires-
Complace manifestar a V.E. que comunicaciones recibidas de la inspección de policía, de la zona noreste
del Territorio informan la sublevación del regimiento 8 de Infantería brasileño destacado en Santa
Bárbara y que un destacamento de 15 hombres al mando de Antonio Pagundes del ejército revolucionario,
tomó por asalto al 8 del corriente la colonia Militar Uruguay, situada frente al pueblito Monteagudo de
este Territorio, resultando 2 muertos y 5 heridos, y ocasionando una nueva emigración de pobladores
brasileños a costa argentina.
Me permito reiterar a V.E. la conveniencia de enviar a la zona del Alto Uruguay, sino un regimiento por
lo menos un escuadrón de caballería de línea, a fin de ejecutar un mejor vigilancia, dada la insuficiencia
del personal de policía y gendarmería que esta Gobernación dispone.-
Saludo a V.E. distinguida consideración.
HECTOR BARREYRO
Gobernador de Misiones
***
AGGM. Serie R. Notas Reservadas 1917-1933. Folio: 190
Telegrama
Noviembre 12, 1924
OFICIAL
Excmo. Sr. Ministro del Interior
Dr. Vicente C. Gallo-
Buenos Aires-
Tengo el honor de informar a V.E. que por vapor nacional Iberá llegado hoy del Alto Paraná, y de las
informaciones producidas por la Jefatura de Policía se constató que desembarcaron en Puerto Cazador-
Córpus- de este Territorio los Jefes revolucionarios brasileños Mariscal Isidoro Diaz Lopez y General
Juan Francisco acompañados por los tenientes primeros Italo Landucci-italiano y Samuel Aguayo-
paraguayo; y teniente Egmidio Miranda.- Igualmente informa Policía que Jefes citados emprendieron
viaje automóvil por Territorio dirección Santo Tomé-Corrientes, habiéndoles revisado equipajes que
carecen de elementos béclicos, siendo vigilados convenientemente por la Policía destacada en esa región.-
Saluda a V.E. con distinguida consideración.-
HECTOR BARREYRO
Gobernador de Misiones
***
AGGM. Serie R. Notas Reservadas 1917-1933. Folio: 191,192
Telegrama
Noviembre 27, 1924
OFICIAL URGENTE
Excmo. Sr. Ministro del Interior
Dr. Vicente C. Gallo-
Buenos Aires-
Cúmpleme informar a V.E. que por tren de anoche y procedentes de Santo Tomé llegaron a Apóstoles el
general revolucionario Juan Francisco, coronel Fidencio Mello, Mayor Portela, Capitanes Goes y la
Cerda, aviador Resler, Teniente Larducci, Gobernador Civil de Uruguayana Lucio V. de Magallaes y 15
hombres de tropas , todos ellos desarmados. Comisario policía Concepción avisa que ayer llegaron a ese
departamento 15 brasileños revolucionarios procedentes de Corrientes y que esta madrugada salieron con
158
rumbo a Itacaruaré y San Javier de este Territorio. Otras Comisarías informan igualmente la llegada de
grupos de 10 y 15 hombres todos ellos desarmados. Por otra parte, el Inspector de Policía destacado en
Eldorado, sobre la costa del Paraná, comunica haber visto pasar navegando aguas abajo una lancha motor
remolcando un pontón muy cargado cubierto con encerado y ambos de bandera brasileña. El mismo
inspector, en un despacho posterior informa que esas dos embarcaciones se cruzaron con el vapor
nacional ―Iberá‖ el 25 a las 20 horas y 15 minutos, entre los Puertos Pirapó y Lafontaine, recostadas sobre
la costa argentina.
Este gobierno tiene vehementes sospechas que el cargamento del pontón con bandera brasileña sea de
armas y municiones que los revolucionarios del Alto Paraná envién a los de Rio Grande del Sur, y
también supone que los distintos grupos de revolucionarios que han aparecido en estos últimos días en
distintos departamentos de este Territorio obedezcan a un plan de facilitar el paso de las armas y
municiones citadas. Esto, Exmo. señor, puede tener consecuencias de gravedad que me apresuro a
suponer en antecedentes a V.E. No será difícil que dada la escasez de personal de policía, los
revolucionarios brasileños pretendan y hasta a viva fuerza, cruzar el Territorio con el contrabando de
armas anunciado, lo que daría lugar a choques de gravedad en territorio argentino.
Por tal motivo me veo en la necesidad de insistir ante V.E. en el envió de un Regimiento de nuestro
ejército a fin de asegurar mejor la tranquilidad del Territorio y una mayor vigilancia de nuestras fronteras.
Saluda a V.E. con distinguida consideración.-
HECTOR BARREYRO
Gobernador de Misiones
***
AGGM. Serie D. Copiador Notas Remitidas 1925 – 1926. Folio: 75
Abril 25, 1925
Al Señor Teniente de Fragata Don Pablo Astorga
Presente
Al acusar recibo de su comunicación en que da por terminada la misión que Vd. desempeñaba en
Puerto Aguirre, representando al Ministerio de Marina, y agradece la cooperación de este Gobierno me
complace dejar constancia del celo y la actividad con que Vd. ha desenvuelto sus atribuciones en la
delicada tarea que tuvo a su cargo, como asimismo de la eficaz colaboración que Vd. prestó a esta
Gobernación.-
Dejando así constancia de la complacencia con que he observado su procedimiento, salúdale
muy atentamente.
HECTOR BARREYRO
Gobernador
JOSE MANUEL LOPEZ
Secretario
***
AGGM. Serie D. Copiador Notas Remitidas 1925 – 1926. Folio: 104
Mayo 5, 1925
Al Señor Cónsul de los Estados Unidos del Brasil
Don Pablo Demoro
S. / D.
Tengo el agrado de dirigirme al Señor Cónsul con motivo de las informaciones recibidas por esta
Gobernación, transmitiéndole la complacencia con que me impongo de haberse restablecido el orden en
toda la zona del Alto Paraná que corresponde al país que Vd. dignamente representa.-
159
Dada la vinculación que esta Capital como centro activo industrial mantiene con los obrajes del
Iguazú, aquella noticia adquiere también un significado comercial que este Gobierno aprecia en sus
alcances y en merito de este mismo concepto es que me dirijo al Señor Cónsul considerando que ha
llegado el momento de -------- si así lo estima por su parte- la salida de los buques para todos los puertos
de aquella región donde capitalistas argentinos tienen empresas importantes.-
Saluda al Señor Cónsul muy atentamente.-
HECTOR BARREYRO
Gobernador
JOSE MANUEL LOPEZ
Secretario
***
AGGM. Serie R. Notas Reservadas 1917-1933. Folio: 221
Telegrama
Agosto 8, 1925
OFICIAL URGENTE
Excmo. Sr. Ministro del Interior
Doctor José P. Tamborini-
Buenos Aires-
Tengo el honor de dirigirme a V.E. llevando a su conocimiento los hechos que se desprenden de este
despacho y solicitando a la vez las instrucciones consiguientes-punto- A propósito de las
recomendaciones de ese Ministerio y lo dispuesto por esta Gobernación con motivo del movimiento
observado en los revolucionarios brasileños que existen en distintos parajes de la costa del Uruguay se ha
extremado la vigilancia policial llegándose a comprobar el trasporte de municiones de guerra -punto- En
Monteagudo el Oficial de Policía procedió al secuestro de mil trescientos noventa y cinco tiros de guerra
que conducía de San Javier en una canoa el ciudadano Pedro Suarez Maceda despachada con carga
general –punto. En la propiedad de Inchausti –en el Alto Uruguay- se ha podido comprobar concentración
de elementos revolucionarios donde a estar de los informes policiales hay armas y municiones, dando
todo esto la presunción de que se organiza un contingente con propósito de una nueva invasión al
Brasil.punto- En este momento la Jefatura de Policía trasmite un telegrama cifrado del Sub Comisario
Suarez…. (Folio siguiente ausente)
***
AGGM. Serie R. Notas Reservadas 1917-1933. Folio: 286
RESERVADO.-
Agosto 4, 1926
Señor Jefe de Policía del Territorio
Don Pedro Rebollo (hijo)
S. / .D
Por disposición del Señor Gobernador, tengo el agrado de llevar a su conocimiento en copia
legalizada, la nota confidencial pasada a este Gobierno por el Señor Cónsul de los estados Unidos del
Brasil en esta ciudad, Dr. José María Pedreira Junior.-
Como el señor Jefe podrá ver en la comunicación de referencia, aquel diplomático se manifiesta
informado de movimientos de los revolucionarios de su país, tendientes a organizar una invasión de Ríos
Grande del Sur, bajo la dirección de Lionel Rocha, dando como centro de estas actividades la población
de Fachinal.-
En consecuencia, y sin menoscabo del servicio policial en general, recomiendo al señor Jefe la
mayor vigilancia posible del elemento brasileño llegado al país con motivo de los últimos movimientos
revolucionarios del país, poniendo así mismo y de inmediato en conocimiento de este Gobierno cualquier
novedad de esta naturaleza que se produjere.
160
Saludo al Señor Jefe con mi mayor consideración.
JOSÉ MANUEL LOPEZ
***
AGGM. Serie R. Notas Reservadas 1917-1933. Folio: 296
RESERVADA
Febrero 12, 1927
Excmo. Señor Ministro:
Los últimos acontecimientos producidos en ciertas regiones fronterizas con el Brasil tuvieron
repercusión en este Territorio en la forma en que fui anticipando a V.E. en los hechos que se produjeron
ha tenido una actuación destacada el caudillo revolucionario Leonel da Rocha, que encabezó en cierta
parte, según las informaciones recogidas, esa invasión. Da Rocha vivía en los obrajes del Alto Uruguay,
arriba de Monteagudo, donde acaba de regresar después de la derrota que sufriera.
Acompaño a V.E. copia del parte que el Sub Comisario de Barracón elevara a la Jefatura de
Policía, dando cuenta del pasaje de Da Rocha y sus compañeros, a su regreso del Brasil, hacia el lugar
donde tiene establecida su vivienda, en los lejanos y boscosos confines del Territorio, zona comprendida
entre el Pepirí y el Uruguay.
Este regreso, Señor Ministro, actualiza las manifestaciones que formulara en mi comunicación
fechada el 18 de Diciembre último, y como una consecuencia emergente de la situación que se produce
con la radicación de estos emigrados, que desde territorio argentino constituyen una amenaza
perturbadora de la tranquilidad del país vecino y amigo, me permito consultar a V.E. sobre las medidad
que deben aplicarse.
Esta Gobernación, velando por sus prestigios y en previsión de hechos futuros, ya que, como en
la comunicación precitada le explico, no le es posible mantener en aquella zona tan lejana y carente de
recursos, la vigilancia permanente y necesaria, se ve en el caso de reiterar las sugestiones formuladas a la
resolución de V.E.
Saludo al señor Ministro con mi consideración… (firma ausente)
***
AGGM. Serie R. Notas Reservadas 1917-1933. Folio: 376
Posadas, Agosto 30 de 1930
OFICIAL RESERVADO.-
Excmo. Señor Ministro del Interior
Doctor Elpidio González.-
CAPITAL FEDERAL.-
Tengo el honor de dirigirme a V.E., a propósito de las instrucciones recibidas de ese Ministerio,
con motivo de presuntas actividades de revolucionarios brasileños, transcribiendo la última información
recibida de la Jefatura de Policía.- La comunicación dice así: - ―En cumplimiento de lo ordenado por esa
Gobernación, con motivo de noticias de actividades de elementos subversivos de Brasil, en el Territorio,
tengo el agrado de informar a V.S. que según las averiguaciones practicadas por esta Policía, no se ha
constatado ninguna clase de movimientos de tal índole. En Bonpland reside desde hace tiempo el
conocido guerrillero Leonel da Rocha, -sobre cuyas actividades se han interesado en ocasiones anteriores
las autoridades brasileñas.- Dicha persona, -a la que se observa discretamente, se encuentra en su
domicilio indicado y al parecer ajeno a las cuestiones que existan en el Brasil después de la elección
Presidencial.- Oportunamente comunicaré a V.S. cualquier noticia que se obtenga en relación a los
asuntos de la referncia.- Saludo a V.S. atentamente.- Firmado: Pedro Rebollo (hijo).- Jefe de Policía‖ .-
punto.-
Saluda al excmo. Señor Ministro con respetuosa consideración-
JOSÉ MANUEL LOPEZ
Secretario en cargado despacho Gobernación Misiones.-
161
ANEXO III
SELECCIÓN DE DOCUMENTOS DEL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN
(AGN), SECCION ARCHIVO INTERMEDIO
AGN. Archivo Intermedio. Ministerio del Interior – Expedientes Generales: Año 1924. Legajo Nº
49. Nº 20039
(De la Gobernación de Misiones al Ministro del Interior Vicente C. Gallo)
RESERVADA
Puerto Aguirre, Octubre 3 de 1924
Al Señor Gobernador Interino del Territorio
Don José Manuel López.-
Posadas
Tengo el agrado de dirigirme al Señor Gobernador ratificándome en mis anteriores
informaciones; todo permanece tranquilo y en el mismo estado, los emigrados a que hago referencia en
mi anterior, lejos de disminuir, como todo lo hacía preveer, después de la Toma de Foz de Iguazú por los
revolucionarios y de la visita efectuada por los Oficiales a Puerto Aguirre, donde exhortaron a los
emigrados a regresar a sus hogares ofreciéndoles todo género de seguridades;- ya que la emigración en
masa se efectuó ante la amenaza de que los revolucionarios venían a gran prosa degollando y desvastando
todo cuanto encontraban a su paso, alarma que fue dada por el Comandante Assís desde a bordo del vapor
Nal. ―Iberá‖ en su retirada de Guairá y ordenando al delegado Sr. Goncalvez hoy residente en Aguirre,
despachara chasques ordenando la evacuación.-
Consta en Puerto Aguirre, que los revolucionarios dan ejemplo de disciplina, orden y respeto,
comentándose entre los emigrados el hecho que entre los artículos de consumo los adquieran al contado y
no hayan requisado absolutamente nada.- A pesar de las garantías y conducta observada por los
revolucionarios, los emigrados aumentan, llegan preguntando donde se encuentra el hotel que da de
comer, son gente haragana, inválidos que en ningún caso podrían ser reclutados ni para servicios
auxiliares.-
Los hombres permanecen sentados todo el día, teniéndose necesidad de obligarlos a que barran y
limpien su propia vivienda.- Este estado de cosas y dada la inactividad de las fuerzas el Gobierno del
Brasil, que desde hace tiempo se encuentran en Punta Grosa, hace presumir que durará de dos a tres
meses.-
De los víveres enviados por el Gobierno Nacional quedan pocos y dados los informes enviados
es muy probable que no envíen ninguna otra remesa, pues de no ser así se tendrían noticias de nuevas
remesas, por lo que espero que de un momento a otro el Sr. Capitán de Navío Don Ricardo Camino,
declare no repartirse más víveres, punto capital de la permanencia de los emigrados en ésta.-
Saludo al Sr. Gobernador con mi mayor consideración.-
(Firmado) A.A. Saccone
Comisario Inspector de Policía
***
Archivo General de la Nación. Archivo Intermedio. Ministerio del Interior – Expedientes
Generales: Año 1924. Legajo Nº 49. Nº 20039
(De Gobernación de Misiones al Ministro del Interior Vicente C. Gallo)
162
RESERVADA
Puerto Aguirre, Octubre 3 de 1924
Al Señor Gobernador Interino del Territorio
Don José Manuel López.-
Posadas
Habiendo pasado a Puerto Aguirre, cinco desertores de las filas revolucionarias, los hice
comparecer a fin de interrogarlos e imponer a esa Gobernación, acerca del movimiento pormenores y
actividades revolucionarias- siendo éstos Angel Benítez, Juan Herrera, Juan Ramires, Francisco Birnkoff
y José Schmickler,-Argentinos los dos primeros,- Paraguayo y Alemanes los dos últimos.- Requerida la
identidad- resultó que Juan Herrera Argentino de 20 años, era infractor a la Ley de Enrolamiento, causa
por la cual fue detenido y remitido a Posadas.-
Benítez, Herrera y Ramíres- trabajaban como peones en la Compañía Matte Larangeira y fueron
tomados como prácticos para conducir la chata y lanchas con que bajaron últimamente los
revolucionarios a Foz de Iguazú.- Excepción del viaje y haber visto artillería en Méndez y San Francisco,
ignoran todo.-
En cuanto a Francisco Birnkoff y José Schmickler declararon ser Alemanes de poco llegados a
San Pablo y encontrándose e esa ciudad varios días, sin dinero, casa, comida ni trabajo, vieron en un
diario alemán un manifiesto lanzado por los revolucionarios que ofrecía a todo el que simpatizara con su
causa 20.000 Reis diarios, ropa y comida, por lo que se presentaron en el Cuartel Da Luz y lo mismo que
ellos muchos Hungaros y Italianos- un término medio de cuarenta por día.-
Que las fuerzas revolucionarias todas al mando en Jefe del General Isidoro Diaz Lopez, sumaban
4.000 hombres divididos en tres brigadas, con fusiles modelo 98, mucho Winchister, 42 cañones Krupp
calibre 75 y 100 ametralladoras entre livianas y pesadas y una enorme cantidad de munición, toda la que
existía en San Pablo.-
Que encontrándose en trincheras, recibieron orden de retirarse, lo que efectuaron durante 21 días
de marcha, llegando hasta Puerto 15 y en el trayecto fueron fusilados tres soldados de Nacionalidad
Brasilera por desertores.- Llegados a ―Puerto 15‖ 60 hombres de nacionalidad Húngara y de los cuales era
Sub-Teniente Birnkoff, se negaron a seguir sirviendo, por cuya causa se les despojó de la ropa y fueron
allí mismo abandonados;- siguiendo la brigada del General Joao Francisco a la cual pertenecían para
―Tres Lagoas‖ al efectuar un reconocimiento debido a la infidelidad del baqueano, fueron a dar donde
estaban parapetadas las fuerzas del Gobierno, las que les abrieron un nutrido fuego de ametralladoras y
enseguida prendieron fuego al monte, en el que previamente habían hecho desmontes y regado con nafta;
al ver esto se dieron inmediatamente a la fuga y embarcándose en los vapores tras duras peripecias
volvieron a ―Puerto 15‖, perdiendo en la acción de ―Tres Lagoas‖ 104 hombres cuya suerte ignoran.-
De Puerto 15 pasaron a San Carlos- de ésta a San José,- de ésta a Guairá,- de ésta Méndez,- de
Méndez a San Francisco y de aquí a Foz de Iguazú, donde les ofrecieron les darían ropa particular y
buena paga, cosa que no les cumplieron, por cuya causa desertaron.-
Agregaban que sabían que en San Anastasio se libró un combate que duró seis horas con resultado
favorable para la revolución y que la tropa se encontraba sucia y si no desertaba era por temor al castigo.-
Tanto Birnkoff como Schmickler, siguieron en el vapor Nal. ―Salto‖ hasta la colonia Eldorado en
busca de trabajo.-
Saludos al Sr. Gobernador con mi mayor consideración.-
Firmado; A.A. Saccone
Comisario Inspector de Policía.-
***
AGN. Archivo Intermedio. Ministerio del Interior – Expedientes Generales: Año 1924. Legajo Nº
46. Nº 19573
(Del Secretario del Ministerio de Guerra (Letra R) al Ministro del Interior Vicente C. Gallo)
Buenos Aires, 4 de Octubre de 1924
Señor Ministro:
Enterado del telegrama expedido a V.E. con fecha 2 del corriente, por el Señor Gobernador de
Misiones y en conocimiento de que la Armada tiene destacas en aquel territorio algunas tropas, requerí de
163
S.E. el Señor Ministro de Marina antecedentes sobre el desarrollo de los sucesos revolucionarios
brasileños cerca de nuestra frontera, manifestándome que no tenía información alguna.-
En consecuencia, tengo el honor de dirigirme a V.E. llevando a su conocimiento que por el
momento este Ministerio ha adoptado medidas preventivas y que, para completarlas, ha solicitado
telegráficamente del Gobernador de Misiones informe sobre los medios de transporte de que pueda
disponerse para conducción de tropas desde Posadas hasta Puerto Aguirre.-
Saludo a V.E. con mi más alta consideración.
Firma manuscrita
***
AGN. Archivo Intermedio. Ministerio del Interior – Expedientes Generales: Año 1924. Legajo Nº
49. Nº 20039
(De la Gobernación de Misiones al Ministro del Interior Vicente C. Gallo)
RESERVADA
Puerto Aguirre, Octubre 7 de 1924
Al Señor Gobernador Interino del Territorio
Don José Manuel López.-
Posadas
Tengo el honor de comunicar al Señor Gobernador, que en esta no ocurren mayores novedades,
que las que he tenido el agrado de comunicarle oportunamente, encontrándose todo tranquilo y en
perfecto orden.-
El Sr. Capitán de Navío R. Camino, hizo saber a los emigrados no se repartirán más víveres,
quedando de éstos muy pocos y serán dados a aquellas personas que realmente lo necesiten y no como
distribución oficial, sino en carácter particular.- Como lo he manifestado, en esta medida es de esperar,
que los emigrados disminuyan retornando a sus hogares.-
Se encuentran en ésta Antonio Rodríguez de Fleitas, Antonio Gusset do Santos, José Miranda, Alvaro
Trindade, Francisco Nosa, José de Oliveira, Antonio Carlomosa y Antonio Rivero, todos Brasileros
desertores de las fuerzas revolucionarias que ocupan Foz de Iguazú.- Estas continuas deserciones son a mi
juicio el resultado de la impopularidad y poco ambiente de la revolución.-
Saludo al Señor Gobernador con mi mayor consideración.-
Firmado: A.A. Saccone
Comisario Inspector de Policía.-
***
AGN. Archivo Intermedio. Ministerio del Interior – Expedientes Generales: Año 1924. Legajo Nº
46. Nº 21081
(Del Ministerio de Agricultura al Ministro del Interior Vicente C. Gallo)
Buenos Aires, Octubre 24 de 1924
Señor Ministro:
La Dirección General de Inmigración en nota dirigida a este Departamento da cuenta de la
entrada a nuestro país por las fronteras, de los desertores de las fuerzas revolucionarias e inmigrantes que
huyen del Brasil, manifestando que si bien las medidas adoptadas han sido conciliadoras , debido a que es
casi imposible impedirlo, contemplando la difícil situación por que atraviesan y además, porque, de
haberse ella impedido por los puertos habilitantes , lo habrían hecho por otros lugares escapando a la
vigilancia de las autoridades, es conveniente ejercer una fiscalización especial por intermedio de las Sub-
Prefecturas y Policía, sobre elementos no deseables, para evitar su infiltración.-
164
Es pues, en ese concepto que tengo el honor de dirigirme a V.E. pidiéndole disponga lo necesario
con el objeto de que las autoridades Policiales destacadas en las fronteras ejerzan el control y
fiscalización necesaria para evitar que entren al país, personas que por sus antecedentes sean un elemento
no deseable.-
Saludo a V.E. con mi consideración más distinguida.-
Firma manuscrita
/// nos Aires, Octubre 29 de 1924
Hágase saber a los Gobiernos de las Provincias Entre Ríos y Corrientes y Territorio Nacional de
Misiones y archívese.
V. Gallo
***
AGN. Archivo Intermedio. Ministerio del Interior – Expedientes Generales: Año 1924. Legajo Nº
46. Nº 25690
(Del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto al Subsecretario del Ministerio del Interior)
Buenos Aires, Diciembre 23 de 1924
Señor Subsecretario:
Tengo el agrado de acusar recibo de la nota de S.S. nº 3731 fecha 19 del corriente en la que se
sirve transcribir un telegrama del Gobernador de Misiones informando sobre las actividades desarrolladas
por los beligerantes brasileros.-
Al agradecer a S.S. dicha comunicación, reitérole las seguridades de mi consideración más
distinguida.-
Firma manuscrita
***
AGN. Archivo Intermedio. Ministerio del Interior – Expedientes Generales: Año 1927. Nº 5792
(Del Ministerio del Interior al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto)
Buenos Aires, Febrero 7 de 1927
Al Señor Subsecretario de Relaciones Exteriores:
Tengo el agrado de dirigirme al Señor Subsecretario transcribiéndole el siguiente telegrama:
Posadas, Febrero 1º de 1927.- Excmo. Señor Ministro del Interior, Dr. José P. Tamborini.- B. Aires.-
Tengo el honor de dirigirme a V.E. transcribiéndole para su conocimiento los siguientes partes pasados
po0r la Jefatura de Policía que dicen así: ―Cúmpleme elevar a conocimiento de V.E. el telegrama número
16 recibido de San Javier cuyo texto dice así: Teniendo conocimiento que bandoleros asaltantes del Brasil
encuéntranse refugiados armados en inmediaciones Puerto Laurita, supónese entre ellos hayan heridos,
mañana sigo viaje por lancha dicho lugar acompañado Sub-comisario Vallejos y jefe ayudantía
marítima.- Firmado Fronciani. Subcomisario Policía.- Saludo a V.S. atte. Pedro Rebollo hijo jefe de
policía‖. Para conocimiento de V.E. transcribo la parte pertinente de la nota remitida por el subcomisario
de Barrancón cuyo texto dice así: Revolución Brasileña. Por personas llegadas en el vecino pueblo,
procedente de algunos puntos del Brasil, he podido informarme y llevo a conocimiento de V.S. que el
Coronel Revolucionario Leonel Rocha ha sido derrotado en varios combates y que es probable se dirija
nuevamente a este territorio con dirección a Monteagudo.- Saludo a V.E. atte. Pedro Rebollo hijo, saludo
al Excmo. Sr. Ministro con toda consideración.- José Manuel López.- Subsecretario encargado
Gobernación de Misiones.-―
Saludo al Señor Subsecretario con mi mayor consideración. (sin firma)
165
ANEXO IV:
SELECCIÓN DE DOCUMENTOS PERIODÍSTICOS
Biblioteca Nacional - Hemeroteca. Diario Crítica. Septiembre, 16 de 1924
Revolucionarios brasileños, travesaron la frontera argentina
El ministerio de Marina destacó una comisión para que informe sobre el suceso – Partida del C. de
navío Camino
Por comunicaciones recibidas en ministerio de marina, se tuvo conocimiento de que algunos
contingentes revolucionarios del Brasil habían atravesado la frontera argentina, huyendo de la
persecución de que eran objeto, acompañados de sus familias. Inmediatamente fueron desarmados, y
como la situación de extrema indigencia en que se encontraban, decidió al ministerio a socorrerlos.
A este efecto designó al subdirector general de personal, capitán de navío Ricardo A. Camino,
para que en compañía de un oficial y de un contador de la armada, se dirigiera al Alto Paraná para tomar
las medidas necesarias.
Esa comisión emprendió viaje esta tarde misma con destino a Posadas, de donde seguirá viaje
con destino al lugar de los sucesos, debiendo informar telegráficamente a su llegada, sobre el estado de
los huidos, y alcances internacionales de su paso por la frontera.
Lleva además el capitán Camino el encargo de inspeccionar las prefecturas marítimas, y recoger
impresiones sobre la marcha del conflicto marítimo en el litoral que recorra.
***
Biblioteca Nacional - Hemeroteca. Diario Crítica. Septiembre, 17 de 1924
Serán recogidos los refugiados brasileños
Se ha resuelto la partida de una embarcación
El embajador del Brasil, doctor Pedro de Toledo concurrió hoy a la cancillería, informando al Ministro de
Relaciones Exteriores de los últimos sucesos ocurridos en su patria.
Gestionó al mismo tiempo, se adoptaran medidas en el sentido de proteger a los refugiados brasileños en
puerto Aguirre.
Correspondiendo a estas gestiones, el ministerio de Obras Públicas, ha dispuesto que la embarcación 116
B., salga mañana con este último destino a objeto de llevar tal misión.
La embarcación citada posee elementos de comodidad suficiente para albergar a las numerosas familias
que se encuentran, según informaciones recibidas, en la más crítica situación.
600 exiliados llegaron a Puerto Aguirre-
El Ministerio de Interior, ha recibido del gobernador interino de Misiones, el siguiente despacho:
Posadas, septiembre 17 de 1924.- Señor Ministro del Interior- Tengo el honor de dirigirme al señor
ministro, llevando a su conocimiento las últimas novedades comunicadas por el comisario de Puerto
Aguirre. Hasta el mediodía de ayer habían pasado aproximadamente 600 personas desde la colonia Foz de
Iguazú (Brasil). Tratase en su mayoría de gente humilde.
He dispuesto que el comisario del lugar adquiera de la única casa de comercio existente allí, 200 pesos de
víveres, por cuenta de esta gobernación, para repartirlos entre los más necesitados. Además, por el primer
vapor, que zarpará el jueves próximo, irán un oficial y 16 hombres de la gendarmería, para reforzar la
vigilancia en aquel lugar.
Se interrumpió la navegación en el Alto Paraná
Otro despacho de la misma procedencia informa:
166
―Tengo el honor de dirigirme a V.E. comunicándole que el señor Cónsul del Brasil se ha dirigido a esta
gobernación, en oficio fechado ayer, manifestando que en lo sucesivo no concederá despachos a
embarcaciones que se destinen a puertos del Brasil situados en el Alto Paraná.‖
Biblioteca Nacional - Hemeroteca. Diario Crítica. Septiembre, 18 de 1924
Fueron socorridos los refugiados brasileños
La zona limítrofe al Iguazú se halla en poder de los revolucionarios
El ministro del Interior ha recibido del gobernador interino de Misiones el siguiente despacho
relativo a los refugiados brasileños que se hallan en zona argentina.
Posadas, 18 de septiembre de 1924.- Señor ministro del Interior, doctor Vicente C. Gallo- Tengo
el honor de dirigirme a V.E. comunicando que en este momento ha salido en el vapor ―Salto‖, para Puerto
Aguirre, el señor capitán de navíos señor Caminos. Hemos cambiado ideas respecto a su misión poniendo
a su disposición el concurso de todos los elementos y personal de esta gobernación conforme a las
instrucciones de V.E. me ha manifestado haberse dirigido al señor ministro de Marina dándole cuenta de
las impresiones recogidas, considerando que en la provisión de víveres que traía, hacía falta galleta y
―charqui‖ para los refugiados, he solucionado esta falta, de manera que lleva estos artículos. En el mismo
vapor van un oficial y quince hombres más de la gendarmería, personal que con el ya existente en
Aguirre, estará a las órdenes del inspector de Policía Saccone a quien di instrucciones de proceder de
acuerdo con el referido comisionado. Las noticias que llegan de la región limítrofe de Iguazú son
contradictorias respecto a lo que pasa. Pero puede afirmarse que la zona se halla en poder de los
elementos revolucionarios. Haré conocer al señor ministro las noticias más exactas que merezcan
transmitirse. Saludo a V.E. con la consideración más distinguida.- José Manuel López, gobernador
interino.
El Capitán Camino llegó a Posadas-
El capitán de navío Ricardo A. Camino, que fuera comisionado para llevar socorros a las
familias brasileñas de revolucionarios, refugiados en Puerto Aguirre, llegó esta mañana a las 5 a Posadas,
según se ha anunciado telegráficamente al ministerio de Marina. El mismo telegrama expresa que a las 11
se embarcó en Posadas a bordo del Salto, con destino a Puerto Aguirre, llevando gran cantidad de víveres
y provisiones en abundancia, para suministrar a las familias refugiadas.
En cuanto a las fuerzas revolucionarias, se ha anunciado también al ministerio de Marina, que
aún no han llegado a Foz de Iguazú, en la frontera argentina.
Otro despacho del jefe de la ayudantía de Ituzaingó (Corrientes), expresa que de acuerdo a las
órdenes recibidas ha comenzado el acarreo de leña para los refugiados a bordo del vapor ―116 B.‖, tarea
que terminará en el día.
***
Diario El Territorio, 19 de Febrero de 1927
¿Qué ocurre en San Javier?
Versiones circulantes llegadas de San Javier aseguran q´ se ha cometido un hecho delictuoso en
aquella localidad en que han participado algunas personas que desempeñaban cargos oficiales. La policía
destacó de inmediato al comisario señor Pignatari, quien ha procedido a la detención de numerosas
personas.
Parece que se trata de un homicidio cometido por rencores políticos en el Brasil con un jefe
revolucionario que estaba radicado en nuestro país.
Cualquiera sea el hecho, cualquiera que fueren los culpables, puede estar seguro todo el territorio
de Misiones, que se hará justicia castigando a los delincuentes.
***
Diario El Territorio. 22 de Febrero de 1927
Nota de Tapa – Noticia Principal
167
El asesinato del Cnl. Pedro Arâo Mello
Se asegura fue entregado en San Javier, trasladado al Brasil y degollado inmediantamente por elementos
del gobierno
El hecho ha producido gran indignación – Detención de los presuntos culpables
La policía del Territorio ha mostrado gran celo y actividad
El Juez Dr. Irigoyen se ha trasladado al lugar del suceso
El torno de este asunto se está tejiendo una grave infamia
De cuando en cuando, la nota roja viene a sorprender con sus ensañamientos brutales, la
pasividad laboriosa y progresista del este rico territorio, llenando de hondas sensaciones el espíritu
colectivo, profundamente en bragado en el intenso tragín de laboriosidad que con sus frutos de oro y
mediante la acertada y meritorio acción de un gobernador ejemplar, están encausando la fabulosa
transformación de estas zonas, hacia la vanguardia del progeso y de la cultura argentinos.
En San Javier un hecho delictuoso cuyo total esclarecimiento está en vías de realizarse, ha dado
margen a que espíritus perversos, profesionales de la intriga y de la infamia aprovecharan la buena fe de
unos, y la mala voluntad o ignorancia de otros para inferir cargos gratuitos y ofensas criminales contra el
Gobernador de Misiones y contra el Jefe de Policía, confiriéndoles responsabilidades y participaciones
que no las tuvieron, no las tendrán ni podrán tenerla.
Si en San Javier algunos empleados han procedido mal, más claro: si subalternos de la comisaría
de San Javier tuvieron participación en el delictuoso crimen de que se los acusa, los acusados están en su
totalidad presos, incomunicados y en buen recaudo de seguridad donde la justicia con su rectitud y
magestad ha de llegar en forma terminante responsabilizando a los malos funcionarios de sus acciones,
para ejemplo y escarmiento de los que no saben cumplir con sus deberes, pero de ahí, inferirle
participación o complicidad al señor Gobernador del Territorio, al Jefe de Policía, etc. Y menos aún
recriminarles venta estúpidas y canallescas, hay un mundo de distancia, que los mal intensionados no han
vacilado en franquearlo para echar sombra sobre reputaciones imarcebibles y dignas de toda
consideración.
Esta estupenda y burda acusación sería igual que responsabilizar al Dr. Alvear de la muerte que
un agente de policía hiciera en media calle, con el agravante que mencionan una suma de dinero con la
que se supone comprada la conciencia de los que no saben venderlas, ni menos complotarse con la
infamia.
El coronel Arao Mello
Horrores de la lucha fratricida en Brasil
El Coronel Arao Mello, era uno de esos caudillos prestigiosos que en un momento dado podían
reunir 700 u 800 hombres en las contiendas electorales; no era militar de escuela sino uno de los tantos
que logran graduaciones militares como reconocimiento de sus prestigios, más que por sus acciones
guerreras.
Cuando la contienda armada del vecino país había recrudecido, el coronel Mello fue perseguido
por las fuerzas gubernistas y después de una acción bélica de poca monta, vencido por el coronel del
ejército brasileño Braulio, en que un puñado de hombres que acompañaba a Arao fue copado y
sacrificado, éste escapó milagrosamente, siendo pasado por el lanchero ―Ferminón‖ a nuestro país.
El coronel Braulio al enterarse que ―Ferminón‖ lo habría liberado de sus ―garras‖, lo apresó y lo
hizo degollar haciéndolo tirar en un lugar público para que lo comieran los chanchos, según su propia
afirmación.
Bien, llegado el coronel Arao a nuestro país, hace más o menos un año y medio, se radicó en
San Javier, donde vivía humildemente, en una pequeña casita, ocupándose en trabajos de cueros
preparando aperos y aprontes para caballos.
Un joven, hijo suyo, le visitaba de cuando en cuando, y principalmente los días domingos para
enterarse de su salud.
El coronel Arao era un hombre bueno; de temperamento tranquilo, de carácter reposado, contaba
con numerosas amistades, principalmente de sus compatriotas emigrados entre los que tenía mucho
ascendientes y prestigios.
Como se comentan los hechos
168
Es versión corriente en San Javier que mediante la intervención de una persona de figuración
llegada del Brasil, se tramitó armarle una celada al coronel Arao a fin de tomarle , secuestrarle y pasarle
en forma clandestina, de noche, para ser entregado a las autoridades brasileñas, las que le darían muerte, y
que como seña de haberse realizado el delito presentaría los ejecutantes una oreja de la víctima, siéndole
entregado como ―pago‖ la suma de dos mil pesos.
Se afirma que un cabo de apellido López, fue a casa del señor Arao, y lo citó de orden del
comisario que se presentara a la policía.
Arao poco después, en compañía de un amigo suyo, a quien manifestó que iba a la policía por la
que fuera citado, salió de su casa.
Próximo a la Comisaría el amigo se separó y Arao entró en la Comisaría.
Parece que se la Comisaría le manifestaron que el oficial Juan R. Basterra, que se hallaba
desempeñando interinamente el cargo de comisario por ausencia del titular señor Fronciani, estaba en una
casa situada al frente (domicilio particular de Basterra), a donde podía hablarlo.
Arao se encaminó allí, y de allí no salió mas…
Se cree que en la casa habían elementos brasileños apostados, los que seguramente por la
violencia redujeron y amordazaron al coronel Arao, transportándolo por la noche al Brasil.
Por la noche un gran baile
Las autoridades policiales argentinas, es decir el oficial Basterra, el empleado de la oficina de
informaciones, Oscar Agarreberre, el sargento López y numerosos jóvenes de la localidad fueron
invitados para un gran baile que se realizó esa noche en la vecina orilla, festividad para la que se obtuvo
franquicia de pasaje, en cuya circunstancia sin la vigilancia de las autoridades aduaneras se hizo mucho
más fácil el pasaje del coronel Arao.
El crimen
Todo el mundo afirma que el coronel Arao fue degollado enseguida, y que la oreja volvió a San
Javier como testimonio del crimen.
Ignorancia general del delito
Nadie sabía la ejecución del bárbaro crimen; los invitados al baile ignoraban totalmente que en
esas mismas horas en que ellos gozaban las delicias del baile, se estuviera desarrollando una trama de
sangre y de horror, en torno a sus propios pasos.
Cómo se descubrió el crimen
Días después, vino el hijo del coronel Arao a visitarlo –como acostumbraba hacerlo- y no
hallando a su padre, siguió las averiguaciones, hasta dar con la trama.
La primera denuncia
Reunidos un grupo de vecinos, resolvieron después de muchas indagaciones dar cuenta de la
desaparición de Arao a la policía.
Como el comisario Fronciani, que ya se hallaba de vuelta de una gira en persecución de una
banda de bandoleros brasileños, se había hecho cargo de la policía, tomó la denuncia; tras algunas
indagaciones desconfió el crimen, y entonces, dando cuenta a la policía de esta capital, pidió un enviado
especial.
Comienzan las detenciones
Como medida preventiva el comisario de Itacaruaré, Miguel Vallejos, que la sazón se hallaba en
San Javier, procedió a la inmediata detención e incomunicación del oficial de Policía Juan R. Basterra, el
empleado Oscar Aguerreberre, el sargento López y algunos otros más.
Llegado el inspector sumariante señor Pignatari, confirmó esas detenciones, y dio comienzos al
sumario.
Detención del canoero Carlos Ingle
No tardó en saberse o desconfiarse que el canoero que pasó atado y amordazado al coronel Arao
al Brasil era Carlos Ingle.
La policía aduanera montó guardia, y en una de sus cruzadas lo sorprendió y detuvo.
Parece que este ha empezado a declarar, arrojando luz en el asunto.
El Juez Dr. Irigoyen
169
Con la rectitud que lo caracteriza, el Juez Letrado Dr. Irigoyen se trasladó de inmediato al lugar
del hecho asumiendo personalmente la dirección del proceso.
Tendiendo en cuenta la rectitud de procedimientos que en todo momento tuvo la Jefatura de
Policía y las altas autoridades del Territorio en este horrible crimen, no cabe la menor duda que la justicia
se hará, que será amplia y enérgica, para buen nombre y honor de Misiones, que si tiene la desgracia de
ser teatro de crímenes horrendos, sabe también hacer justicia, castigando severamente a los delincuentes
vulgares, sin ensombrecer en lo más minimo la alta magistratura que en el rol de la organización del
gobierno y de la sociedad le incumbe desempeñar, mal pese a los difamadores e intrigadores de oficio que
aprovechan todas las coyunturas para calumniar a los que están fuera del nivel en que se debaten
canallescamente.
***
Diario El Territorio, 23 de Febrero de 1927
Nota de Tapa
Cómo las malas fuentes de información terjiversan (sic) sensiblemente los hechos
Lo que dicen nuestros estimados colegas de “El Diario” de Corrientes y “La Razón” de Mercedes
A raíz del bárbaro hecho en San Javier, en que se acusa de complicidad a ciertas autoridades sub-
alternas de la comisaría nombrada, alguna agencia noticiosa de Buenos Aires, con pésima información
seguramente ya que no queremos creer que exista una mala intensión premeditada, está transmitiendo a
los diarios que sirve la falsa e incalificable versión de que el gobernador de Misiones y su jefe de Policía
han vendido al coronel Arao por 50 contos!
Desmentimos enérgicamente tal versión, con la hombría de bien que nos caracteriza y recurrimos
a la honradez periodística de nuestros estimados colegas ya nombrados, para que se sirvan informar de
buena fuente la veracidad de tan injusta afirmación, por los prestigios de Misiones y el alto concepto de
sus autoridades dirigentes que siempre han sabido desempeñar con justicia, honradez y patriotismo la
custodia de los sagrados intereses y prestigios del terruño.
He aquí lo que dice nuestro estimado colega ―La Razón‖: ―Un respetable grupo de emigrados
brasileños en Misiones denunciaron al Ministro del Interior que el Gobernador, el jefe de Policía, y el
personal de la comisaría de San Javier entregaron mediante el pago de cincuenta contos a los gubernistas
brasileños el jefe revolucionario Coronel Pedro Arao, a quien lo degollaron‖…
Y el difundido órgano ―El Diario‖: ―que el Gobernador, el jefe de Policía, y el personal de la
comisaría de San Javier se complotaron con un grupo de gubernistas brasileños mediante el pago de
cincuenta contos para entregar al Coronel Arao‖…
Y esa afirmación es una monstruosidad incalificable.
***
Diario El Territorio, 24 de Febrero de 1927
Nota de Tapa
Ecos del asesinato del Coronel Pedro Arao Mello
En el medio del rio Uruguay apareció el cadáver horriblemente mutilado
Sin manos, sin orejas, degollado, con una enorme piedra atado a la cintura
ES PROFUNDA LA INDIGNACION DEL VECINDARIO
Llegaron de regreso el Dr. Irigoyen, el fiscal Dr. Solá y el secretario Dr. Pandiani – Todos los
procesados han sido internados en la Cárcel
La nota de sangre y de barbarie que ha venido como un toque de degüello a conmover el
sentimiento popular, ha llenado de justa indignación a San Javier, y por continuidad a todo el Territorio
de Misiones por lo inconcebible del delito, por lo ruda y brutal de su trama, y por lo repugnante y salvaje
de su ejecución.
En ediciones anteriores hemos hecho un relato aproximado de los sucesos, de acuerdo a las
indagaciones que en forma particular, y por nuestros propios medios obtuviéramos en el pueblo que fuera
teatro de acción, con la finalidad de cumplir con nuestro deber informativo ante los lectores que nos
honran y confían en nuestra actividad periodística; datos que en ningún momento proceden de fuentes
170
oficiales, a cuya fuente de información no hemos recurrido, sabiendo como sabemos la absoluta reserva
que se guarda en casos como el que nos ocupa.
Podemos pues, el algo estar no muy exactos, y ello es explicable, pero esas pequeñas fallas
quedan subsanadas con la expresa declaración que conducidos por un criterio complemente
independiente, no nos inclinan pasiones ni propósitos mezquino ni interesados, que puedan presentarnos
en uno u otro campo y sí solo anhelamos y confiamos que se hará una amplia y noble justicia, castigando
a los culpables, y absolviendo a los inocentes.
Nuestro corresponsal en San Javier nos comunica:
Hallazgo del cadáver del coronel Arao Mello
Ayer fue hallado en medio del rio Uruguay el cadáver del Coronel Pedro Arao Mello, coronel
brasileño que fuera recientemente asesinado.
Apareció completamente mutilado; cortadas totalmente las manos, sin orejas, arrancados los
órganos vitales, degollado. El cadáver presenta una visión impresionante, de repudiable ensañamiento
salvaje y brutal.
La población, se halla dolorosamente consternada, presa de una indignación suprema. Se espera
amplia justicia‖.
Ya no queda duda; el hombre que al principio se contó desaparecido fue cobardemente asesinado
por sus propios y vengativos ciudadanos.
El proceso indagatorio
Ha regresado de San Javier, donde en plausible celo se trasladara el Dr. Salvador Irigoyen, Juez
Letrado de Misiones.
Con él vendrán los hilos sangrientos de este bárbaro crimen.
En la cárcel
Una vez llegados los detenidos, en la policía local fueron notificados de su degradación y
cesantía los que ocuparon cargos administrativos anteriormente. Luego se les ordenó quitarse los
uniformes con que aún se hallaban vestidos algunos, y según parece como alguien manifestara no tener
otra ropa que ponerse, el Jefe de Policía en un gesto que le honra, replicó: si no tiene saco se irá en
camisa, pero no deben cargar las insignias nacionales lo que no han sabido honrarlas ni respetarlas.
Inmediatamente, todos los detenidos, y que son los mismos que en ediciones anteriores dimos
cuenta, fueron pasados a la cárcel.