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Mejilla ceniza
Javier Ossandón
[Incluye selección de poemas Carne etérea y una muestra de “Christi”]
MEJILLA CENIZA
Javier Ossandón
Autopublicación
Pintura de portada: Exploté de Eduardo Constanzo
Queda autorizada la reproducción total o parcial de la obra.
Santiago de Chile, abril del 2015
I
Qué alarma hay si el panfleto se canta, si hoy más que nunca la gente se sueña
en el paraíso ilusorio. La sangre ¿dónde está la sangre empapando banderas
desde que la estrella se fugó en un grito de hastío? corre por los campos truncos
de la patria chorreándole hasta la floresta a la madre matria que machista e
inverosímil se muerde las tetas para saber si está viva. Mientras tanto en el
revuelo los poetas se marchitan en lecturas de autoalabanza o se alegran en el
destello, los políticos se cuadran con sus camisas y pantalones como con
militares, los cantantes se contentan con los sellos discográficos, adoloridos
sueñan semicorcheas de dólares y aplausos, las oficinas se repletan de
competencias empresariales; y el dolor fluye en el micro-tráfico de vehículos
yendo en picada para llegar a las casas del sector donde se pone el sol, este llega
para decirles que si algún día va acabar con el mundo todo empezará en el sector
poniente, porque el incendio se propaga desde donde se pone la mejilla- el
aguante de la pobreza y el hambre- así comienza el ardor y culmina con el rostro-
cuenca en cenizas.
II
El frío de este madrugar cala mis uñas amoratadas parecidas al pasto de los
campos soñados en una serie japonesa. Imagino a la república gritando en el cielo
con la morisqueta de una cara de animé, a los niños de la pobla acá riendo desde
su trágica posición primaveral. Las muertes voluntarias estallan desde los edificios
o en el corte de la respiración colgando desde un naranjo donde miles de
adolescencias hologramadas por la tecnología saludan al mismo ciruelo de
siempre de la misma serie de animé que aparece acá en las pantallas.
III
En los muros una vez grafitteamos con los nombres de los personajes de animé
todas esas veces que nos rondó su misma insoportable soledad. Los shurikens
reemplazaron a las bolitas: toda la ficción, toda la aflicción, toda la aflicción del
nuevo ahogo para olvidar el peso del llanto sobre nuestros abrigos de alpaca, que
llevan medio milenio soportando el aguacero que destierra idiomas. Entonces
como la niebla nos vamos quedando, de a poco avanzamos diluidos en el frío:
somos polvo húmedo cantándole a la luna y a su luz cuando da a la ventana,
como en los sueños nipones de los ex niños de la república. Acá las cigarras
también acarrean la buena suerte. Las escucho mientras tomo mate y tarareo el
ending que alguna vez dijiste era mío.
IV
Las ojivas nucleares asustan en el pedazo nortino del mundo como un golpe de
mesa que diera un viejo conservador contra estos tiempos que no dan para más,
la victoria de los países grandes sería la excusa perfecta para que estas calles
silenciadas se atrapasen en sí mismas, amoldar el pavimento para que todos
rondemos en un círculo eternizador; la protección del barro en el barrio, el barro en
el barrio se barranque al acantilado donde van a morir todas las penas de la
república, y la tinta de la bandera estruje esas lágrimas sanguinarias quedando un
cuadradito azul en el trapo, un cuadradito principesco que se alce tímido como un
harapo de tregua ante los cometas de fuego que desaparecen en la lejanía, y los
carritos de sopaipilla con sus tíos y sus monedas se hundan en el barro con la
metáfora del crecimiento; emprender ya no será más que rondar en círculos, de la
misma manera en que la estrella blanca y solitaria pregona asesinatos haciendo
girar los techos de zincs que se vuelan en la pobla.
V
Y en estos rincones tachados de la república santiaguina con cal y barro
sobrescriben el lema de la hipocresía universal, sobrescriben un chiste malo que
saca risas como fragmentos de augurio triste. En estos terrenos de Renca la yerba
es pura maleza y se fuma con imaginación mejor; en estos terrenos de Renca la
yerba es un pequeño pastizal abnegado que se frunce y desgarra apretando los
dientes que no tiene; en estos terrenos de Renca la yerba es el paraíso en un
cerro que se hace el agranda’o y sube pa’l cielo con su cruz invicta, rasga el cielo
la punta del cerro con su cruz y Renca penetra la yerba por los intersticios del
firmamento, la yerba depositada fuera de órbita, la yerba y todos los desvelos; la
yerba y los amigos, el redentor anda angustiado y de repente la vende, la vende
cara la yerba y el trabajo robado, el desvelo de la madre, el trabajo de la madre
robado; el hijo se sube a la cruz y despega como en un cohete, el hijo y la felicidad
que vuela fuera de órbita, y aquí en Renca refugiados en el cerro con la
imaginación a cuestas la seguimos yerbando.
*A propósito del letrero RENCA LA LLEVA en el Cerro Renca de la comuna
homónima de Santiago de Chile.
VI
Aquí las zapatillas se cuelgan a los cables y delimitan territorios , como de-limitan
los bancos donde el papá compra las mismas zapatillas a crédito; cuando lo van a
embargar se colgaría de una grúa para ver si la república le perdona la carencia,
pero la república está muy ocupada pariendo universidades a las que el hijo no
podrá asistir. Las universidades resisten la lluvia del guanaco que escupe
lacrimógenas y dinero entre los pubs- el perdón de los pecados- y como saben
que la carne jamás resucita les dan a los capucha con la luma en sus ojos de rabia
enlodada. Pero si todos sabemos que república es el escenario de vidrio, un
personaje sin más acción que el valor de su territorio, contado en millones de
dólares, de cobre que cobran otras repúblicas: si está la para-joda acá, la moneda
está que arde para desaparecer fundida entre los cactus cada vez más presentes
en la floresta, y los perros son los guardianes de una lucha que se aferra a la piel
colectiva con cicatrices de pura culpa, de pura risa.
VII
Los niños corren por el cementerio y cantan lo lúgubre desde sus entrañas, roban
los juguetes de otros niños y el cemento de las lápidas se hunde en lágrimas
fingidas. Bajo tierra los ángeles de este país se golpean el pecho, no con una
piedra, los ángeles de este país se golpean el pecho con estocadas como
desgarrando la pulsión al saber que no volverán a morir; se enlodan las alas en los
patios póstumos, en la humedad del halo que revive el canto de los niños que son
otros ángeles golpeando lápidas, usurpando los bienes privados. Privados de
territorio los niños se ríen tanto que con su saliva riegan las plantas y forman
charcos multicolor a orillas de las muertes. Muertes calipsas se fugan, y en el
vapor, en el vapor van las heridas risueñas, los dientes saliéndose de las heridas
que risueñas chocan inocentes con el fulgor de estos días incendiario. Son trocitos
de carne nuevos: acá la muerte es un niño viejo que realiza un documental de
toda la historia en tres actos con una cámara hecha de esperma derritiéndose en
la eternidad.
VIII
Como superhéroes que pierden el rumbo para avanzar en estos lares los techos
de zinc sobrevuelan nuestros barrios mientras se ríen de sus dueños y sus sueños
de tener los pies en una propia casa, superhéroes que perdieron el rumbo porque
quieren reventarles los ojos a la población por la rabia: acá no se estila
autodefensa, no se levanta nadie más que para trabajar, y si se mira para atrás es
para pegarse en la pelá’ o para morder con la mirada en lo oscuro de la callana .
Acá no se estila- ni nunca se ha estilado- se estiliza, se depila, se manicurea, acá
no se estila el odio sistematizado en un plan de acción; los libros que tejen sus
letras a máquina son los más leídos. Acá los libros son cosidos artesa de
manufactura gruesa y morena, desde sus zurcidos invisibles regurgitan la historia
que es la historia contada por todas las líneas que salen enmarañadas de las
manos.
IX
Ruedas sobre el asfalto aboyado, cicatrices acá donde es a medias, todo a
medias, pero son cabros chicos y no pueden bajar con sus bicicletas a las
calzadas enteras: los arroyarían los tanques con su tecnología adulta. Los niños
en la sencillez de sus bicicletas-monstruos se reparten los colores de la patria: yo
soy el azul, yo el rojo, yo el blanco”, y el rosado de los silencios desteñidos entre
sangre y nieve es el que siempre queda al final. Se reparten los poderes, pero no
de los que hablan los adultos a las diez de la noche , no todavía: los poderes que
se reparten no se construyen en el mundo de los tanques, no conocen el
excremento, el semen, las secreciones que hicieron posibles sus existencias
hologramadas. Los poderes son haces de luz desprendidos de sus manos para la
salvación de la oscuridad-polvo sobre las mesillas inservibles que soportan
elefantes, caballos y budas de loza. Se lanzan los poderes entre ellos con la
imaginación del audio: el choque de la saliva en los dientes y la baba agregada a
la tierra ya húmeda por la manguera de la vecina. Se desgarran las ropas por el
surco que dejan los haces de luz, pero el grito de la generala desde el umbral de
sus Hogares de Gobierno, pero el grito de la generala les genera un nudo entre la
aorta, el estómago y el intestino delgado. Los niños se llevan los poderes, se
llevan las heridas en cápsulas pequeñas- viatmina C- en los bolsillos, mientras a
discreción vuelven a sus recámaras del encierro para hacer el mismo rito que los
doce tenientes repartiéndose el pan entre el polvo del cuadro pendiente a las siete
de la tarde.
X
Pensamos que esas series japonesas durarían toda la eternidad. Un pétalo de
ciruelo planeaba al ritmo de una música más extendida que la tosca piel donde
posamos nuestros murmullos, esos que en el país solo significan un monólogo a
volumen 5 rebotando débil en la pieza. También nos habíamos quedado solos,
también nos habían incendiado el país con una llamarada que envolvía tristezas
sistemáticas, cada herida que iba a cerrar era el foco de un nuevo incendio, y en
esa voracidad extenuante donde todo es convertido en escombro astrológico las
estrellas hacen barricadas en el cielo porque allá nunca pasa na’, sino pregúntele
a Dios, sino pregúntele a Alá, pregúntele a Visnú, pregúntele a Quetzacoatl,
pregunte, pregunte. En esa voracidad nos fuimos volviendo tristes, la mudez era el
vacío circundando las palabras como hojas de una palmera enredada de colores
hermosamente fuertes, enredadas: lanzamos la madeja al vacío procurando que
esa bola de contrafuego brillara en lo más alto de la ciudad.
XI
Círculos de tiempo suspendidos en la faz de la patria, y aquí se celebra con vino,
pipeño, con chicha derramando los litros que se vierten y forman costras en la
historia.
Aquí los edificios son el abismo multicultural, la mezcla del mestizo con el
usurpador impávido hoy pareciera el resquicio de una tierra menos llorable y más
vivible, aunque en el destierro la república
SE SIGUE
Ca
Yen
Do
Cae y queda tiradita horizontal, así, SUPER ORIGINAL
L
L
O
R
A
XII
Acá desmoronarse en silencio puede ser la mejor opción. En el estruendo se
revientan los oídos de todos los quiltros de las plazas, esos que lloran dirigiendo
sus lamentos hacia los charcos de pus que supuran desde la cordillera donde las
palomas beben. Con la fuerza del llanto de los quiltros las ondas se expanden
desde el epicentro de los charcos dificultosos y espesos, asustan a las palomas
negras que iban a beber, a las palomas negras que nunca volarían desde ningún
balcón de ninguna iglesia, solo vuelan ahora por los cielos rosados desteñidos
como la bandera, palomas negras vuelan por el cielo rosa y al destierro van,
cegando cóndores al abollar sus alas desde cinco mil metros de altura en un acto
heroico, soportando el rubor del cielo se azotan en picada fuera de este territorio
hostil, de apoco se hunde la misma cordillera, y las palomas negras recuerdan el
lema y el escudo donde jamás podrán caber, recuerdan que no hay razón ni
fuerza que pueda contra el cielo rosa que va sucumbiendo hacia estos terrenos
escarpados, y la república sin escudo, con todos sus cóndores sepultos bajo tierra.
XIII
En una servilleta lisa totalmente lisa
se despliegan las letras proletas
de mi triste caligrafía:
son las horas, los llantos
y todas esas cosas abstractas
queriendo introducirse tres palabras,
que no alcanzan, nunca alcanzan…
SOY LA REPUBLICA JUGANDO A HACER UN POEMA
Pieza dramática incompleta de la República
[La república se representa a sí misma. Se miente. Se piensa. Las tablas
nacionales son frías y dicen como con ganas lo que no querría decir nadie]
I
Chile país de poetas
Chile país de proletas
Chile país de probetas
Chile país
Chile
CHI- CHI- CHI
LE- LE- LE
PA- ÍS- DE
LAS EFE- EFE E- E
[FUERZAS ESPECIALES]
II
[La república es sus voces y es sí misma. No se siente. Está amuñada en un vaso
que transparenta la tricoloridad. En una pieza oscura el vaso se oculta bajo la
mesa y comienza a vibrar dentro una resonancia… ]
I
ESPECIALES SON LAS FUERZAS
que detentan la identidad
que detectan la inmensidad
de un país de proletas
Los poetas duermen en los rinconcitos
no los molesten
shhhhh............
hacen lindos ver-
SOS:
NO MOLESTAR MOLE STAR
Star star star star
¿Dónde se fue?
¡A la bandera le robaron
su estrella inglesa
y tú te quedas de brazos cruzados!
-Da lo mismo,
total tenemos roja la sangre
azules las venas
[aunque no se noten
en las pieles oscuras
-que son mayoría]
BLANCA la pureza... ¿o la poureza?
-La poureza
esa que hay que llevar con dignidá
y entonces ¿quién necesita la star?
Déjasea a la ñora Isa allá en Inglaterra
Cuando hablo de p[o]ureza me refiero
a las máquinas que se tragan los recortes
del mes.
Esas máquinas también suman recortes
de metal- las monedas- los recortes
-Entonces el lado blanco no es tan blanco
en CHILE.
-Acá el blanco es más patúo que la novia,
puntúo, y habla entredientes
Se enjuaga la boca con cloro
Es puro grupo
Maní fiesto
Nos imaginamos grandes bloques de tierra chocar para formar un nuevo origen,
como el sueño de la casa nueva pero a escala mundial donde todo está dispuesto
y ordenadito para cumplir un deseo impuesto, como el de la edificación de
ciudades a partir de palabras-bloques que se disuelven en su espesor como
lamentos que se creen necesarios para la tan mentada memoria.
Fuimos caminos diluidos en medio de la nada, el paisaje nacional se nos
presentaba como una nueva posibilidad de derrota.
En un momento donde los animales nos comienzan a parecer más amables y el
paisaje nacional una nueva posibilidad de salvación, desde la cordillera mugían
las nuevas vacas sagradas de la poesía sangrando desde sus sexos mutilados un
líquido rojo-fosforecente , porque ahora todos iban a ser toros furiosos de nuevo,
pero con sangre neón, toros toras y tores animatronics y en dos años más
hologramados, en cinco más enviados con vida a un espacio sin vida y subidos a
youtube, un streaming mediático.
Ahora todo se mezcla con una escena de neón para que parezca más actual pero
siguen siendo las mismas telasdearaña de siempre las que nos acarician en los
rincones de nuestras piezas- polvaredas cada mañana. Los ladridos universales
se mezclan con las tecnologías ¿ALTER LITERATURA? no hay literatura otra
porque acá es la misma autocomplacencia de lamernos los ojos. Cuando la
lengua toca la visión pareciera que se construye un nano-paraíso
Los nuevos héroes de Grecia1
Ya no bailan al ritmo de los dioses
No mastican las palabras del ágora
estirándolas como un chicle rosa
No piden a las estrellas
el dictado del horóscopo
No se besan entre machos vanidosos
No saben de dramas de poéticas
No hipotecan su belleza
a los siglos venideros
Los nuevos héroes de Grecia
escupen ácido a los pies de los dioses
por la agorera marca del hambre
sentenciando el destino de los astros
al orgasmo universal de letras amorfas
eyaculadas en la esperanza
de la quema
de la toma
de la conquista
de sus propios corazones.
1 *Este poema fue escrito en el contexto del descontento por el descontento social surgido en la
Grecia del 2011
La ira no cambia
I
El contexto se afirma en un eriazo
El paraje de la matria asumida pobre
de tener a los hijos en un llanto lúgubre
donde las mejillas son el paraje oscuro
de lágrimas fulminantes cayendo como petardos
al útero de la matria .
Gritar estrépitos metálicos
desde la boca del corazón que se desfonda
hacia el abismo de la individualidad
Soledad, soledad, sole
Oye, mi sol, llegamos a ti antes que a nadie
Y mira cómo nos tienes
Desunidos y conectados
En las redes de una sociedad virtual
En chile somos la socialité nanotecologica-
jaguares animatronics tosiendo el hollín del siglo pasado
enfermos en el apéndice Americalatina
II
Tengo que hacerle un poema
al entierro enmudecido de la poesía
al desConcierto que acudimos a diario
en el muro de feisbuk. laggi/
Donde montan guerrillas de letras
cofraternidades y confederaciones
Lidiando con cada uno de los estados
Todos escritos por poetas
TODOS SOMOS POETAS es el hastagg
En la manera emo de expresarnos
En la manera de subir el ánimo mañanero con una anécdota
parecida a la felicidad infinita
En los stickers que evidencian el fracaso de la palabra
Acá nadie se vuelca hacia adentro
Ni en un comentario
Ni menos en un me gusta
A nadie le asusta ya
La imagen del volcarse desde sí mismo
Hacia “el care’ libro” que ventila
Lo horripilante que podemos llegar a ser
Lo fascista de nuestros comentarios libertarios
Lo moral de nuestra libertad pregonada
Nos vemos tan homogeneizados
Cualquiera puede tener
En su cuadradito de 15 pulgadas
Las 16 toneladas del moai que visitó la tía
Los chorrocientos mil electroshock
De las dictaduras latinoamericanas
Mientras descargas las puñaladas completas al corazón
Que te penetrarán los ojos.
Y al final ponerle un me gusta a la última frase de Mujica
mientras nos quedamos pensando en un planeta mejor
Carne etérea
El sonido re/tumba la estación de metro
Un silbido se cuelga al aire
disipa un eco que susurra a los párpados
buscando respuestas de boca a los ojos.
Las sombras se cruzan acá
y hacen el amor en las escaleras
a un hermoso ritmo
ritmo lúgubre.
Si hoy pudiera ofrecer todas las lágrimas que me tragué
O un dolor menos fúnebre que todo el dolor de las montañas
Si el aire me acompañara en la ruta hacia un halo
que estuvo guardado una vez en los ojos del mundo
Este tiempo
Des-tiempo de todo
Es el fulgor de mi corazón y de nada
Retumbando en lo quebrado de los cuerpos
En un país
En un minuto
En un instante
donde la música toda
Es toda la música toda
es toda la música
todas
Las palabras y la música todas
las palabras
Y los ecos ecos ecos ecos
desiertos ecos también son todas las
armonías ortigas
sortilegios que caen a la tumba universal de los recuerdos
las sombras del naufragio se arraigan a la carne etérea
y nosotros solos esperando la caída
incompletos todos
Nosotros no acabamos nunca
Anarcorrante
I
Lo negro del abismo reflejándose en tu silueta deshilachada Los miles de metros
recorridos en tus arterias delgaditas como queriendo introducir un rinoceronte en
ellas
Y el sudor de corre que viene me pilla la noche Ya se te sale de la boca Los
meteoros te aboyaron la ropa que huele a estanco No sientes tus piernas con el
cuero de la ropa La chaqueta salvada del agua pantanosa del túnel Que vienen
Corre Sus velocidades de pies bototos duros Y alaridos Corre a morir al cerro
Cuidado con tropezar con los postes nocturnos con olor a nocturno húmedo
Cómo quisieras ir tú detrás de ellos Porque en la noche nadie se daría cuenta En
presencia de cucarachas es más fácil ir detrás de ellos Y dejarlos correr perdidos
en lo seco del sonar de sus pasos Pero no Porque el sudor se agolpa a tus vellos
axilares A las bellas de tus axilas que se destellan en lo lúgubre de tu chaqueta y
te siguen
El estanco superlativo se acrecienta y amenaza con comerse los dedos de tus
pies Con engullirlos de a poco Y tú estallas ante sus chaquetas verde fome que
son consumidas por algo así como los silencios aterradores de un incesto entre
ellos y sus madres respectivas A sus madres que les dan con sus carabinas
Desaparecen cuando van por un camino cerrado abriendo otro nuevo en el san
cristóbal Descansas con líquido graso mordiéndote la piel Consumiendo tu energía
Tu piel que quisiste un día rasgar con tus propias uñas
Y corres sigues corriendo del guanaco con su escupido de mierda y meado Con
las lacrimógenas y el miedo entre los quiscos Que la vegetación en santiago está
tan seca como sus sueños Cuando ya no es de noche ni se ven las estrellas Están
las espinas de las tunas en sus cactus Están las texturas de las lágrimas
derramadas ante las fotografías blanco/negro Tan espesas están las texturas que
las lijas temen por su reputación Y tú corres para no estar en una de esas
fotografías en un futuro Para no estar en sepia photoshop Cuando quieran
recordar esas muertes que se supone valen la pena para la memoria encontrada
La memoria violada Para coser el ano de la memoria ultrajada La memoria
inventada en las disciplinas del correr El impulso de las piernas son la fuerza de
todas las metralletas que aman su patria Que aman Las metralletas que pensaron
en sus niños Tan inconscientes no saben otra cosa que matar para salvar A costa
de carne pútrida se han conseguido tantas conquistas sublimes
Y debes seguir huyendo Que el rugir de las motos te recuerdan los felinos de las
selvas En el cerro Todo ocurre allí Y arriba de todo la madre blanca con sus
brazos extendidos La salvación providencial
El verde fome que persigue trasciende y te vuelves y estás allí Rodeado como un
mástil que baja al mar Por la ensoñación tardía Por el facto que se jacta de su
poder ruido de sierra Y tú Moreno con ojos tristes y leve sonrisa Y tú Que un día te
juraste no dar nada a torcer Ni siquiera tu codo Comienzas a estallar A quemar tus
vellos A desarmar tus lunares El juego de la piel De tu piel Del tatuaje en piñén
con el tiempo -Pero no es suicidio- Comienzas a desarmarte porque sabes que ya
de nada te sirve Quedas a hueso pelado para invocar a todos los cadáveres
mártires amantes Mientras los haces de luz de los helicópteros protectores del
facto Del acto Te apuntalan desde la altura Y la madre blanca grita como king-kon
Ve la ciudad desarmarse a sus pies Llenarse de bullas persecutorias repetidas Los
orientales tenían razón La historia es circular La línea de tiempo se quebró hace
años en lo deforme
II
La madre blanca grita Acuden las gaviotas negras Que son negras porque hay de
esa oscuridad que densa De ese crepúsculo anterior a todos los combates Y que
parecen sueños remilgados zarrapastrosamente En las mentes del viejo que ya no
cree en nada más que en su callo molestándole el dedo quinto
Las gaviotas negras te llevan a ti hueso pelado Te llevan quizás dónde Hace una
semana se marcharon ya del mapocho Porque no les dejan mierda para comer El
progreso te reparte entre la salmuera dura de las costas
La diferencia es que antes eran lanzados por helicópteros Ahora por una gaviota
negra El cuerpo no tiene piel No tiene músculo
Lanzados tus huesos a la playa Y el mar se llena de quiltros nadando hacia las
osamentas intrépidas Que como una armadura de las doce casas zodiacales se
juntan y por magia de arte viven
La persecución se tumbaba sobre la gaviota negra que repetía la historia:
El ave se cuela en la liquidez de la oscuridad
Muere en ella
Los estertores del milenio nuevo nos cuentan al oído
Pasan sus audífonos a volumen treinta-
en algo así como Magallanes AM
A volumen 30 se reportan tantos silencios
Los trajes verde fome duros se impacientan Ven deshacerse la presa en una
indefinición tan fuerte como todo el sentir Hoy más que siempre la mentira se pasa
la lengua pastosa por los labios
Cuando no queda anarcorrante por perseguir Se quedan angustiados Mirando lo
inacabable Todo Mirando ya no tienen más que hacer Retiran su arsenal del cerro
El grito king-Kon de la madre blanca vuelve Su cara se deforma Sus pestañas le
bordean los labios
III
Anarcorrante arranca a la orilla Arranca sus penas La victoria de su desaparición
Se queda detenido un instante Desaparecido del trastorno colectivo Que gime en
las calles allá lejos Que gimen no de placer ni de juego Es de a de veritas
Queda a la deriva del universo A la deriva de los sucesos A la deriva de su lucha
La derivación es tan ingrata Suspira humo de barricada Mide las consecuencias
Mira que es sólo hueso Es un fósil Una parte del pasado
Ya no puede pertenecer a los problemas de acá y va a reconstituirse a la luna La
cal de la luna en lo blanco de su óseo ser Y se rehace como una figurilla de greda
blanca- Invoca triste a los misterios para que algún día aparezca su chaqueta de
cuero Porque algo de Tierra lo llama
Duerme Y los rinocerontes se introducen en sus arterias sin que él lo vea
Debiese terminar por volverse loco En ese espacio de tiempo que no es nada Solo
figurilla mezcla blanca de hueso y cal de luna Se dibuja lunares con el carbón
encontrado para recordar Ya no podría correr
El mundo allá abajo sigue reconfigurándose Las gaviotas negras lo visitan
Mientras se muerde los labios resecos
Comienza a pensar que es hora de cambiar la dirección de los cometas para que
los habitantes que viven en saturno no sigan desapareciendo
Piensa que el sol es un fuego demasiado grande Que las estrellas nunca vistas
tan de cerca son horribles como jabalíes
Piensa mientras allá abajo en la tierra se actúa
Y acá persigue a los cometas para estrellarlos contra otros cometas y salvar a los
saturninos El universo es un gobierno terrorífico y siempre hay tanto que hacer
La verdad es que anarcorrante tiene origen Yerra en su origen Por eso descansa
de lado Anhelante de un colchón que no se encuentra en un lugar tan inhóspito
como el espacio que está más allá de todos los espacios
El lenguaje de su llanto El lenguaje de su llanto impotencia silencio lo espanta No
tiene más habla que ése Mientras se come las uñas Pero la cal sabe mal La cal
llora hiel Porque extraña a luna Todos extrañamos alguna vez Más de alguna vez
las migajas de una imagen ida
El lenguaje de su llanto no se lo imagina Ni lo siente Perdiendo los sentidos
terrestres es cómo se empieza Cree que es mejor desarmar su armadura de
huesos Que ya de nada sirve que esté compacta Cree que el universo se
transformó en su enemigo Que la desesperación sería menos si no hubiera
estallado como lo hizo Si una bala de metralleta le hubiera atravesado el pecho y
quedar así muerto como tantos otros
Maldice el largo y oscuro silencio al que lo condenaron las gaviotas negras
Maldice la impotencia Carente de su alma
Mientras en sus labios se puede leer la mudez Queda una palabra en español
escondida en sus encías Pero no puede articular
Christi
[Muestra]2
Envenenaste las primeras aguas, la primeras aguas y la sabiduría de los pueblos
antiguos, vertiste sombras, grandes sombras en la copa gloriosa de cien civilizaciones y muchos cantares aristocráticos, sonoros; tu actitud negra apagó las ultimas luces de la
vida…
Oh monstruo ladino, fabricante de dolores crepusculares, crepusculares y voluptuosos, mistificador ¿Por qué me ennegreciste la infancia? ¿por qué? ¿por qué?
Cristianismo de Pablo de Rokha
2 2 Selección de poemas del libro Christi que será próximamente publicado
1
Éramos de esos niños que se meten el dedo en la boca mutuamente
que se llenan la boca del dedo enemigo
Y mientras los chupamos
recordamos esa vez que la madre de pura rabia
hundía sus uñas en nuestras cabezas blanditas
y salía témpera caleidoscopio
chorreaba por nuestro pelo a mares témpera
calidoscopio el dolor con el que pintábamos el cerro que era como un óleo de casa
incendiaria
de casa expresionista oscurecida por el barro
Casa barro multicolor donde se enterraban las uñas de mi madre
que perdidas desaparecían con ella
porque de pronto empezamos a poblar nuestros propios alaridos
a dibujar en diagonal con cincos trazos una pauta de ruidos guturales
Desnudos nos dolíamos y nos amábamos
persiguiendo los epicentros de todos los terremotos vividos
Desnudos nos dolíamos y nos amábamos
jugando a desbocarnos mordiéndonos con rabia los labios
Y con la sangre yo te dibujaba una herida mal hecha en tu pierna
Jugábamos a que no podías caminar
porque te había herido de muerte
pero tú no decías nada
Nunca supimos acusarnos
No era lealtad porque aún no conocíamos la indiferencia
solo la risa la risa la risa y la prisa
del que dibuja un país donde todo es un imposible
Del capítulo Salmoliloquio
Primera Estación
No aceptaron el esqueleto de tu cuerpo como ofrenda
La afrenta de la fertilidad escuálida
no aceptaron
Y te apuntalaron enredada la pelvis cósmica
que debe ser arrasada de raíz como el yugo mar
Te inyectaron mercurio entre las piernas
para que expirara el día de tu nacimiento el sexo
que es todo el sexo todo
Pero se convirtió en una nebulosa fosforescente
De pura envidia quisieron envenenarlo
Sólo pudieron dejar una corona de ortigas
bajo las líneas de tus manos como un dolor permanente
Las abres y se expande una sentencia
proyectada
entre el calor de las fecas de paloma
cocidas en la fachada de la catedral
NOTIFICACION
SE IMPUTA A DON/DONA CHRISTI EL DIA QUE CUMPLA LA EDAD
NECESARIA PARA TENER TODOS LOS CARGOS QUE SE INDICAN A
CONTINUACION:
EXCITACIÓN DE LA VIOLENCIA
POR ANDAR DESNUDE Y LANZAR ORGASMICA Y DELIBERADAMENTE PIEDRAS A UNA MULTITTIENDA
INCITACION A LA EVASION DE IMPUESTOS
(DESCONOCIMIENTO DEL ESTADO
IMPORTANTE DE LAS COSAS)]
EVASION DEL TRANSPORTE PUBLICO
DE C.I. CON CLARA INDICACION DE GENERO
INCITACIÓN AL CONSUMO MASIVO DE VINO
EN LOS ALREDEDORES DE BELLAVISTA
INCITACION DE CORTES DE LAS SIGUIENTES CALLES –GRABADO POR LA
UOCT:
Av. JAIME GUZMAN CON SALVADOR ALLENDE (RENCA)
Av. CAUPOLICAN CON LAS MARGARITAS (RENCA)
Av. CAUPOLICAN CON BALMACEDA (RENCA)
Calle JOSE BUENDIA CON TERRITORIO ANTARTICO (LO PRADO)
AV. BERNARDO O’HIGGINS CON COMPANIA (SANTIAGO CENTRO)
OTROS CARGOS MENORES:
REALIZAR COREOGRAFIAS DE DIE ANTWOORD JUNTO A OCTOGENERIA
DISFRAZADA DE PAYASO EN PLENO PASEO AHUMADA
PROVOCAR INCENDIOS EN LOS OJOS DE LOS TRANSEUNTES TRAS
PORTAR PELUCA INCENDIARIA
FALTA A LA MADUREZ POR MOSTRAR SENOS PLASTICOS DESDE EL
ULTIMO PISO DEL COSTANERA CENTER
PROVOCAR LA EXPLOSION DE SU CORONA DE ESPEJOS ROTOS EN LA
VIA PUBLICA
E INCITAR CON ELLOS LA APERTURA DE VENAS AL PRESIDENTE
DE TURNO
ABANDONO DE LOS ESTUDIOS IMAGINARIOS
ABANDONO DE LOS HIJOS IMAGINARIOS
POR TODAS LAS VECES QUE BESO A SU PADRE EN LA BOCA
SU PADRE ES EL QUE DICTA ESTA SENTENCIA
ERGO JAMAS ASISTIRA
LA SENTENCIA ES CLARA CRUZ PARA TI
JUZGADO DE NUMEROS ROMANOS DE PONCIE PILATES
Segunda estación /Redención
Te pasaron poste por cruz
No lo advirtió
el ardor de tu cuello olor naranja
carcomido por un mar de hormigas infinitas
Te pasaron una bata lila
empapada del sebo
almizcle de maquillaje y grasitud
de toda tu cara cayéndose a pedazos
Desenredaste los cordones de las zapatillas
atadas a los cables eléctricos del poste
Empuñaste firme el cableo aferrado a tu carga
Y lo llevaste como sosteniendo en el hombro
el cordón umbilical de la muerte
Me voy con venus
Decías llevándote a cuestas
la única luz que daba
en la cuadra de nuestra población
Sexta estación / Capucha sacra
La Vero te pasó una capucha
Pero antes la empapó en amoniaco
La pasó por el humo de la basura quemada
La azotó contra las olas de un charco muerto
Le estampó una serigrafía
No había tiempo así que le quitaste la capucha con rabia
escribiste rápidamente con lápiz pasta turquesa al reverso
Refriegas la capucha en tu mejilla Besas las letras que desintegran tus labios en finos hilos turquesa como la rabia en este hemisferio Una entrega fosforescente y constante hacia la nada
AQUÍ SE EMPALÓ TODO EL DOLOR
Y TODO EL AMOR DE NOSOTRES
AQUÍ TENEMOS EL SUDOR DE UNE COMPAÑERE
NEGRO COMO NUESTRO ODIO COMPAÑERES!
Yo no quiero mi vida sepia en un futuro pareciendo como francesitas las “e”
No quiero que nos inventen una lengua especial Que no me institucionalicen
nunca la vida, ni que me legalicen el amor …Me ha costado demasiado este
dolor para que lo arreglen todo con papelitos y firmas
¡CHARCOS DE ASUFRE MULTICOLOR SOBRE LA PIEL
PIDAMOS LO IMPOSIBLE!
Estación X/ Despojar la carne
Volver a pasar por el corazón
Ser el padre y el hijo
vaciando las carnes abiertas
Mirar en tus uñas
el reflejo de la imagen de la muerte
Péndulo enterrado en cruz
D i s t o r s i ó n d e c a r a s p i a d o s a s
Levantas el rostro al cielo
lo bajas a la tierra
Ves la imagen del madero recto
atravesando tu entrepierna
Piensas en la muerte de Caupolicán
Estación XI/ autodefensa del placer o Christipolicán
Quedamos los que puedan sonreír
en medio de la muerte en plena luz
Silvio Rodríguez
Ves el extremo de tu cara arcilla podrida
La putrefacción se disuelve en el barro
y en todos los barrios donde vivirá tu estirpe
con la dureza del origen de tu pelo tieso y negro
la dureza tiesa y negra
los hijos no caducarán
serán quinientos años sin vencimiento
aunque fresia3 salvajemente tiró a un pequeño morir a tus pies
tan muertos y limpios como la inocencia
y como no querías darle en el gusto al pedro traidor fundante
de iglesias y ciudades donde ya había ciudades
sonreías sentado en la pica con un éxtasis que les parecía un mal pewma4
el mal pewma de nuestros enemigos que es siempre nuestra risa
Y para no darle en el gusto a la fresia maricona cabrona
maldijiste a los pronto vinientes
representados por el hijo muerto
A las estirpes del país pronto naciente maldijiste
Después de enterrar tanta lanza en carne ajena
era un alivio infinito sentir la entrada de cada centímetro del poste
Cada centímetro de profundidad eran mil amores entrando
porque todo era mil amores antes de esta guerra maldita
Otro centímetro y la mueca era una rabia en los ojos de pedro
te pateaba la cabeza pero seguías extasiado y riendo ardiendo
Fresia intentaba remorderte con las encías moradas del hijo muerto
y más reías más reías más reías más ardías
sentías un cosquilleo en tus pectorales
escalofrío moreno en tu oreja
tus ojos chinitos aprieta al estruendo gozo de otro centímetro adentro
3 Cuenta la anéctota histórica de La araucana (E. Lillo) y Arauco domado (P. de Oña) que Fresia, mujer del toqui mapuche Caupolicán, lanza a su hijo a sus pies por la vergüenza que significaba verlo derrotado a é y e pueblo mapuche 4 Pewma significa “sueño” en maudungún.
y la laxitud de tus labios se entreabren
extenuantes de coger tres días sin parar un gran tronco
coger tres días sin parar un gran tronco al hombro
fue un sueño extraño
quinientos años después podrán obligarte a usar corbata
aprender el teorema de Pitágoras
la regla de los dipontgos
firmarás la gran estafa de Russoe
verás tutoriales de Bill Gates
te querrás aprender los Veda de memoria para encontrar otras preguntas
La única verdad es la profundidad de nuestro gozo
Un abismo de amores que hará desaparecer todo el dolor
la profundidad de nuestro gozo
Un abismo de amores que hará aparecer todo el misterio
el placer de otros tres centímetros que entran
como entrarían inversionistas emigrantes Iphones buques postales
como entraría todo el mundo
por el orificio gastado de un país
que ve dioses donde hay traición
que ve enigmas donde hay cicatrices abismándose tras el lento desplazamiento
por la piel /
como un misterio gozoso sobre el que fundamos una nueva muerte cada día
Estación XII/
Cadenas muerden tus muñecas
Juegan a la muerte de señor
en el madero
El mismo árbol gris donde tallaste
José y Gabriel se aman
La corteza donde imprimiste a tus doce inviernos
algo tan tuyo
sin susurros de miedo al oído
La espina que desgarró tu dedo
ahora te sienta tan punzante en la cabeza
Tu cuerpo clavado a esa caligrafía infantil penetra sudoraciones incómodas
entre tu pierna taparrabos
No pudiste esconderte
en las faldas de la musa invisible
A gargajos te corrieron el maquillaje
Usaron tus tacones como martillos
Machacaron tus rodillas
Tu grito cabra resuena hasta hoy
en la plaza
Hasta hoy resuena
tu alarido mortífero de fango Después celebraron con pipeño
y vino el terremoto
Al tercer día te dieron de alta
Corriste envuelta en aluza por el pasillo
a encontrarte con tus amigas
Te consiguieron ropa decente
como una diva necesita
Las luces te mordieron el cuello
tan estilizado como papel metal
Los cuerpos en masa te hicieron ascender
Y tú ya ibas a los cielos
Estampida crepuscular
en las inmediaciones de la galaxia
Sucumbe un alarido que retuerce los silencios
quiebra las astillas los clavos abisma
No hay tiempo de tragar líquidos
que mitiguen el dolor
tu boca se raja en un tris
No hay tiempo
Se abren tus carnes
Migas caleidoscópicas caen
entre auroras que se fugan de la oscuridad
Los cielos se abren en un solo cielo
Del capítulo Una cruz se mece solitario en el firmamento