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MARZO 2013
CATEQUESIS 1
DAR EL MEJOR FRUTO I) OBJETIVO
Concientizar al joven a que descubra que su vida es el tiempo precioso en el
que se deben dar frutos espirituales, para que valorándola la asuman con
responsabilidad e intensidad.
II) ORACION INICIAL
R/QUE MI VIDA DE MUCHOS FRUTOS
Te pedimos Señor que nuestra existencia no sea un mero pasar el tiempo, un
transcurrir de horas sin fruto ni provecho.
R/QUE MI VIDA DE MUCHOS FRUTOS
Que mi vida no sea apática, indiferente, lejana, distante, cerrada en sí misma,
egoísta y pesimista, si no abierta y dispuesta al cambio.
R/QUE MI VIDA DE MUCHOS FRUTOS
Quiero renovar mi vida, mis palabras, mis hechos, mis actividades, de tal
forma que sean frutos bellos y agradables en tu presencia.
R/QUE MI VIDA DE MUCHOS FRUTOS
No puede ser que mi existencia llegue a este mundo y se valla, sin haber
dejado una preciosa huella en la vida de quienes me han conocido y he
tratado, huella espiritual de bien y amor. AMEN.
III) PALABRA DE VIDA. Lc 13, 1-9
IV) PROFUNDIZAMOS LA PALABRA
Lo relatado en el verso primero es un episodio desconocido, como ocurre
también con el incidente mencionado en el verso cuarto. La enseñanza es
clara: Los oyentes de Jesús han merecido por sus propios pecados una suerte
semejante, que sin duda alguna sufrirán si no hacen penitencia.
Del verso 6 al 9 habla de la higuera estéril, aquí también el mensaje es claro,
pues después de tiempo prudencial la vida, no ha dado frutos a pesar del
cuidado que Dios ha tenido de esta vida.
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V) APLICAMOS LA PALABRA
Querido joven, cuántos años tienes?, desde cuándo conoces al Señor?, cada uno
en su corazón responderá. Pues el punto es, desde que conozco al Señor para
esta parte, qué frutos he dado?, mi vida está desbordada de hacer solamente el
bien, de tal manera que puedan decir de mi vida lo que se dice de Jesús, “pasó
haciendo el bien”.
Podría preguntarme a nivel personal, yo en que cosas he cambiado para bien, son
mis actitudes, mis palabras mejores que antes de conocer al Señor, mi vida es una
alegría para todos los que me tratan, o tengo varios enemigos. Mi carácter es
agradable, llevadero, ha mejorado, o soy complicado, criticón, conflictivo,
demasiado irritado?. Cada uno con sinceridad cuestione si hay frutos al interior de
su vida, que vayan mostrando verdaderos y sólidos frutos de cambio.
Pero además en mi hogar en mi casa, con quienes vivo, qué relación llevo con
ellos?, hay siempre conflictos, discusiones, peleas?, no me siento bien en mi
hogar ni ellos con migo? Soy alguien que lleva alegría o problemas a mi casa?;
hoy es momento de hacer una revisión de mi conducta, de mis frutos a nivel
espiritual, con mis amigos, compañeros de trabajo o estudio, cómo me
desenvuelvo, soy agente positivo o negativo?.
En el servicio a Dios, presto algún apostolado, ayudo en algún campo concreto? O
me gusta solamente recibir, que los otros organicen, preparen los temas, más
cómodo quedarme sentado oyendo, ayudar en alguna cosilla pero nada de
compromiso mayor.
He logrado llevar a otros jóvenes a mi grupo, mi alegría y entusiasmo ha
contagiado a más persona a conocer de Jesús, a ir a la Eucaristía?.
En mi proyección social, he sido capaz de visitar ancianos olvidados? Niños
huérfanos? A gente pobre, sencilla humillada y desplazada?. Tengo algún
compromiso social concreto?. A estas preguntas no vasta responder si o no, si la
respuesta es sí, preguntar cómo me siento, si puedo mejorar mi servicio, si me
respuesta es no, por qué no? Qué puedo hacer para no seguir así, qué pasos
debo dar para iniciar una existencia que pueda dar muchísimos frutos en el campo
personal, familiar, social y de Iglesia.
Nuestra vida es la oportunidad que Dios nos ha dado para hacer algo en este
mundo, en esta sociedad; muchos preguntan ¿qué hace Dios ante tanta maldad?,
y la respuesta es ¡TEHIZO A TI! , tú eres la respuesta de Dios ante el mal,
debemos hacer algo, que nuestra vida un día se pueda apagar, con satisfacción,
con la tranquilidad de que deje como joven una huella, un recuerdo bello, único,
maravilloso que todos recuerdan con una profunda admiración. Qué mi vida haya
valido la pena, que pueda decir que cumplí mi misión de bien en este mundo, que
realice lo que se me había trazado como tarea, hacer el bien, construir el bien y
vivir en santidad, que repita con Jesús “todo está cumplido”.
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VI) VIDA QUE NOS ILUMINA
Beato Juan Pablo II
En este tema de dar frutos tomamos la vida de este cercano Papa, y tomamos
solamente algunos datos de sus frutos pero quedan muchos por mejorar.
Karol Wojtyla Nace el 18 de mayo de 1920 en Wadowice, Cracovia, en la Polonia
meridional. Ordenado sacerdote en 1946, en 1958 nominado Obispo de Cracovia.
En 1967 fue designado como Cardenal. Fue electo Papa el 16 de octubre de
1978. El 13 de mayo de 1981 sufre un atentado ejecutado por Alí Agca. Pueden
contarse como frutos extraordinarios de una vida de santidad, de oración y
profunda espiritualidad los siguientes:
1) El Papa que más ha viajado, apodado el Papa Viajero.
2) El primer Papa en viajar en un Concord, avión de fabricación francesa.
3) El primer Papa en reunir a 6 millones de personas en la jornada mundial de
la juventud en Manila Filipinas.
4) El Papa que más beatificaciones y canonizaciones ha realizado.
5) Es el tercer Papa con un período tan largo.
6) La sala de redacción vaticana, posee de sus grabaciones de mensajes en
el Vaticano y en sus visitas tal cantidad que ocupa el tercer lugar de todas
las grabaciones realizadas por todos sus antecesores.
7) Inauguró las jornadas mundiales de la juventud.
8) Llevó adelante la reforma de la curia romana.
9) Promulgó el nuevo Código de Derecho Canónico.
10) Promulgó el nuevo Catecismo de la Iglesia Católica.
11) Construyó instalaciones para ser utilizadas por los cardenales en el
cónclave.
12) A su muerte todos los cardenales que habían fueron instituidos por él.
Muere el 2 de abril del 2005.-
VII) PALABRA QUE NOS AYUDA
El uso de los recursos de la tierra y el respeto a la ecología, la justa división de
bienes y el control de los mecanismos financieros, la solidaridad con los países
pobres en el ámbito de la familia humana, la lucha contra el hambre en el mundo,
la promoción de la dignidad del trabajo humano, el servicio a la cultura de la vida,
la construcción de la paz entre los pueblos, el diálogo interreligioso, el buen uso
de los medios de comunicación social: Son desafíos a los cuales, ustedes
jóvenes son llamados a responder para construir un mundo más justo y fraterno.
Son desafíos que piden un proyecto de vida exigente y apasionante, en el cual
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debe ofrecerse toda su riqueza según el designio que Dios posee sobre cada
uno de ustedes.
No se trata de realizar gestos heroicos ni extraordinarios, si no de actuar
poniendo a disposición los propios talentos y la propia posibilidad, empeñándose
a progresar constantemente en la fe y en el amor.
(Benedicto XVI, mensaje del 22-02-2010)
Yo se que ustedes como jóvenes aspiran a las cosas grandes, que quieren
empeñarse por un mundo mejor. Demuéstrenlo a los hombres, demuéstrenlo al
mundo, que espera precisamente este testimonio de los discípulos de Jesucrsito.
(Benedicto XVI Homilía, del 21-08-2005.
VIII) ORACION FINAL
Cuántas veces en mi vida me he sentido decepcionado, rechazado, no tomado
en cuenta, incluso que no tiene sentido que esté en este mundo, cuántas veces
me he preguntado por qué vine a esta vida, pocas veces Señor he pensado mi
vida como una oportunidad, como un espacio en el que puedo desarrollar mis
habilidades, como el tiempo en el que puedo hacer de mi existencia algo útil para
muchos. La felicidad no me viene del cielo, la construyo con una vida llena de
esfuerzos y dedicación para cosechas abundantes y magníficos frutos que se
verán en mi vida, en mi prójimo y en mi sociedad, que así sea mi Señor, AMEN.
IX) HAGAMOSLO VIDA
1) Tengo un proyecto de vida?
2) Trazarme metas para dar frutos, como cambiar mi carácter, cambiar mi
dejadez, mi indiferencia, mi rebeldía, mis malas contestaciones a mis
padres.
3) Dar frutos en beneficio de los más necesitados, recolectar víveres entre
vecinos y conocidos y llevarlo a un hogar pobre.
4) Proponerme una meta para cuando sea adulto, que quiero ser o hacer
para mejorar mi sociedad.
CATEQUESIS 2
HABIA MUERTO Y HA VUELTO A LA VIDA I) OBJETIVO
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Motivar al joven a vivir la conversión y la capacidad de perdón, para que
mejore su relación consigo mismo, con el prójimo y con Dios.
II) ORACION INICIAL
R/ QUE MI VIDA ESTE LLENA DE TU VIDA
Señor permite que mi existencia se aleje del pecado, pues su paga es la
muerte.
R/ QUE MI VIDA ESTE LLENA DE TU VIDA
Que mi vida esté llena de tu luz, de tu Gracia, que pueda siempre brillar en mi
la fabulosa llama de tu presencia.
R/ QUE MI VIDA ESTE LLENA DE TU VIDA
Que no me quede lejos de la ternura de tu misericordia que pueda
experimentar siempre tu perdón para no volver al pecado.
R/ QUE MI VIDA ESTE LLENA DE TU VIDA
Que pueda aprender de ti para perdonar, para no guardar rencor, que
solamente me destruye y martiriza.
III) PALABRA DE VIDA. Lc 15, 1-3. 11-32
IV) PROFUNDIZAMOS LA PALABRA
Es importante no perder de vista como está presentado el texto en la liturgia, se
toman los primeros versículos que son la introducción a las tres parábolas de la
misericordia, y luego se salta hasta la parábola del Hijo Pródigo dejando la de la
dracma perdida y la de la oveja perdida. Pues para la recta comprensión del
texto es indispensable los primeros versos que sitúan cual es el público a quien
dirige la parábola para darle su acertada interpretación.
V) APLICAMOS LA PALABRA
Queridos jóvenes estamos ante una de las páginas más bellas del evangelio,
verdaderamente, una joya de la literatura cristiana, un relato cuya fama a
rebasado las fronteras de la religión, pues hombres incluso no practicantes,
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conocen ya sobre este bello como conmovedor relato que Jesucristo cuenta ante
una circunstancia concreta.
Analizamos rápidamente cada uno de los personajes:
El Hijo pródigo: Representa a quienes son rebeldes, son malagradecidos con sus
padres, muestran la actitud de jóvenes que piensan en divertirse, en buscar
nuevas experiencias, no reconocen el valor de la familia, y más bien quieren
alejarse de ella, piensan más bien en aventuras y consideran que su vida en la
casa ha sido un desperdicio y deben huir de ella. Pero también el hijo pródigo es
muestra de que el cambio es posible, de que cada joven puede recapacitar de sus
malos pasos, de que por más lejos que se esté se puede regresar, que es
importante recapacitar, reflexionar y regresar a buscar el perdón del Padre Dios.
En este tiempo de cuaresma de conversión, todos necesitamos recapacitar del
camino donde vamos, reconocer nuestros errores y retornar a la casa del Padre
quien con el sacramento de la reconciliación nos devuelve la condición de hijos.
El Padre: Muestra la actitud de Dios Padre quien siendo misericordioso siempre
esperó el regreso de su hijo, nunca se cegó de enojo, o de reclamo por el hijo que
había partido, no lo recibió a golpes ni con un “te lo dije”, si no al contrario una vez
más mostrando su amor al hijo, lo recibe con fiesta, le manda vestido nuevo, le da
el anillo signo de autoridad y las sandalias signo de potestad, lo restituye como su
hijo, pues lo había perdido y lo ha encontrado, estaba muerto y lo ha recobrado
con vida. En este tiempo de cuaresmo querido joven, debemos perdonar, saber
dar otra oportunidad a quien nos ha ofendido y mostrarle que somos capaces de
perdonar como el Señor lo hizo con nosotros desde la cruz.
El Hermano mayor: Es el central de la parábola pues representa a los fariseos y
escribas que se indicó claramente estaban presentes al inicio del relato, pues ellos
condenan, no perdonan, exigen que el pecador reciba un castigo perenne y no
poseen misericordia. Nosotros seamos misericordiosos y perdonemos. Estos no
son capaces de reconocer al hermano, de alguna manera sienten envidia de que
el otro haya podido hacer y deshacer y no encuentre un castigo ejemplar, sin
embargo la actitud de Dios Padre es duro con el pecado y suave con el pecador.
Recordemos que todo hermano nuestro que ha caído en pecado, necesita nuestra
ayuda y no nuestra condena.
VI) VIDA QUE NOS ILUMINA
CONVERSION DE SAN PABLO.
Al acercarnos a este insigne apóstol, cuya fiesta litúrgica del martirio se celebra el
29 de junio, y la fiesta de su conversión el 25 de enero viene a ser nuevamente
reflexión e inspiración en nuestras catequesis juveniles.
Es preciso aclarar querido joven, que al hablar de la conversión de San Pablo no
nos referimos a quien deja el pecado para caminar en la gracia, pues él era un
judío observante, formado en la férrea escuela de Gamaliel, por lo tanto fariseo, él
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era un estricto cumplidor de la ley judía, por lo tanto no es que anduviese en malos
caminos del pecado, su conversión se refiere a la manera de comprender a Dios y
a la ley. Es otro tipo de conversión; pero al final es un cambio de vida, que a partir
de su encuentro con la fulgurante luz camino a Damasco, como lo narra el capítulo
9 de los hechos de los apóstoles, se inicia una actitud nueva, una comprensión
diversa de Dios, una iluminación de aquello que es correcto y de aquello que es
equivocado, de aquellos que perseguía ahora se convierten en sus hermanos, a
quienes servirá y al lado de quienes trabajará en su labor apostólica.
También hoy queridos jóvenes se nos invita a un cambio de mentalidad, a ver de
una manera nueva a nuestra familia, a nuestros amigos, tal vez no tenemos que
dejar vicios escandalosos, o tal vez si, cada uno sabe, pero es necesario darle un
giro distinto a nuestra existencia, regresar de donde nos habíamos alejado, ser
más cercanos a nuestra familia, comprensivos y caritativos.
San Pablo inicia su tarea evangelizadora, su conversión fue esta, de perseguir a
los mensajeros de Cristo a proclamar el mensaje de Cristo, al punto que dio su
vida por el mensaje del Señor.
Demos nosotros también queridos jóvenes un giro y cambio a nuestras vidas, con
mayor entrega y sacrificio por el Señor.
VII) PALABRA QUE NOS AYUDA
“Convertíos, porque el Reino de los cielos ha llegado” (Mt 4,17). Estas palabras
usadas en la fiesta de la conversión de San Pablo, nos ofrecen la ocasión de
reflexionar juntos precisamente sobre la “conversión”, tema fundamental de la
vida cristiana.
En la existencia de Pablo la conversión tuvo un carácter extraordinario: mientras
se dirigía a Damasco, sin embargo, no es sólo el camino de Pablo: Es el de todo
hombre sediento de verdad, justicia y amor. En efecto, al igual que el Apóstol,
cualquiera puede caminar por una dirección equivocada. Si el alma permanece
abierta, antes o después oirá, de alguna manera, la voz de Dios que cuestiona
las falsas seguridades, para invitar al espíritu a la conversión y abrirle el camino
hacia la paz verdadera. Todos tenemos necesidad de convertirnos. Todos
tenemos la posibilidad de convertirnos. Así pues, la conversión es un
acontecimiento colocado en la encrucijada de dos misterios: El misterio de la
misericordia divina infinitamente más grande que nuestro pecado, y el de la
libertad, que es el gran riesgo del ser humano, pero también su extraordinaria
posibilidad (Beato Juan Pablo II Alocución dominical, 24-1-1993).
VIII) ORACION FINAL
Dios Todopoderoso concede que en mi corazón, pueda haber siempre un
intenso deseo de conversión, además una incesante búsqueda de
reconciliación con migo mismo con el prójimo y con Dios. Que nunca levante
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mi mano para condenar y que mi corazón sea pronto para comprender y
perdonar. Dame Señor la capacidad de vivir la misericordia que tú vives con
mi persona AMEN.
IX) HAGAMOSLO VIDA
1) Acercarme en este tiempo de cuaresma al sacramento de la confesión, no
sin antes hacer un profundo y serio examen de conciencia.
2) Vivir intensamente la paciencia y misericordia en mi hogar y familia.
3) Ponerme en oración y determinar las personas que debo perdonar y debo
pedir perdón, para acercarme y realizarlo.
CATEQUESIS 3
VETE Y NO PEQUES MAS I) OBJETIVO
Renovar en el joven la seguridad que debe tener en la misericordia divina,
para que se acerque al perdón divino y siga en su proceso de conversión.
II) ORACION INICIAL
R/ QUE MI VIDA VENZA EL PECADO
Concédeme Señor las fuerzas para vencer las tentaciones y así salir delante
de las asechanzas del pecado.
R/ QUE MI VIDA VENZA EL PECADO
Si en ocasiones el pecado me ha vencido, en ti Señor he encontrado perdón y
misericordia, dame la fuerza para no caer de nuevo al pecado.
R/ QUE MI VIDA VENZA EL PECADO
La vida es una lucha cotidiana, permíteme no dejarme arrastrar por el placer
desordenado ni por el vicio destructor.
R/ QUE MI VIDA VENZA EL PECADO
Soy tu hijo imagen tuya, bien hecho, por ello mi existencia no es esclava del
pecado, puedo por la fuerza de tu hijo que venció el pecado en la cruz vencer
las tentaciones.
III) PALABRA DE VIDA. Jn 8, 1-11
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IV) PROFUNDIZAMOS LA PALABRA
La ley mosaica que condenaba a las mujeres, partía del principio que al estar
casada debía dar descendencia a su marido, era un deber, una
responsabilidad de la mujer, es más debía ser varón pues la mujer no contaba
como descendencia. Por lo tanto al cometer adulterio la mujer mataba la
semilla del esposo y daba lugar a la de otro varón, por ello era considerado
como asesinato al esposo que según la mentalidad hebrea continuaba vivo en
su hijo, por ello debía ser varón. El castigo de matar al esposo era la muerte
de ella.
La pena que se aplicaba en este delito era la pena de muerte por lapidación,
es decir, apedreada.
Con su actitud Jesús una vez más cuestiona el aparato jurídico hebreo de su
tiempo, y dejando mal la misma ley, su popularidad crece, lo cual irá
generando el odio y temor de las autoridades religiosas hebreas hasta decidir
su ejecución.
V) APLICAMOS LA PALABRA
Quieren poner en problemas a Jesús, pues ante la pregunta, ambas respuestas
son funestas; si dijera que no la apedreen, entonces contradice la ley de Moisés lo
cual es grave, pues esta ley (obviamente machista) indicaba que en situación de
adulterio la mujer debía ser apedreada (la pregunta obvia es ¿y el hombre?), por
otro lado si Jesús decía que la apedrearan, ello contradice la fama de
misericordioso, bueno, solidario y cercano que se había ganado por el pueblo, y su
reconocimiento por el pueblo quedaría gravemente debilitado.
Sin embargo querido joven aquí la enseñanza, pues a Jesús que quieren ponerlo
en aprietos resulta que los pone a ellos en aprietos, siempre el Señor logra sacar
de estos momentos una enseñanza más profunda.
En primer lugar se pone a escribir sobre la tierra, gesto por cierto que no queda
claro su significado pero pareciera expresar que lo que para ellos es una trampa
para él no es lo suficiente para inquietarlo, él está tranquilo, con la situación
controlada.
Alzándose dice la frase lapidaria con la que cuestiona a todos: “el que esté libre
de pecado que lance la primera piedra”, y se vuelve a inclinar, ¿qué ha hecho el
Señor?, simplemente ha trasladado el cuestionamiento a la conciencia de cada
uno, ¿tengo pecados?, la respuesta es si, por lo tanto cómo puedo lanzar la piedra
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condenar, si yo también merezco condena?; aquí se aplica, pueblo chico infierno
grandes, es decir, todos se conocen, nadie podía intentar si quiera lanzar piedra
alguno, pues todos se conocían todo, por ello dice el texto que se iniciaron a retirar
los más ancianos, pues a más años más pecados.
La mujer en toda la escena se queda, aunque todos se van, pues espera la
sentencia final que vendrá de Jesús, quien inicia con una pregunta: ¿dónde están
los que te acusaban?, a la respuesta de la mujer Jesús afirma, “Tampoco yo te
condeno. Vete y en adelante no peques mas”. La frase es de perdón, de no
condena pero unida a otra final, que invita a estar retirada del pecado. Jóvenes no
condenemos, no señalemos, primero luchemos por nuestra vida, por dejar el
pecado, no nos sintamos jamás con la capacidad de levantar el dedo y acusar.
Pero además es un llamado a todos a dejar el pecado, a no volver a los mismos
pasos del mal.
La mujer venía del pecado pero encontró en el Señor perdón y una nueva
oportunidad, pues cada uno después de un error, de una equivocación está
invitado por Dios a no volver al mismo pecado, a iniciar un camino nuevo, el
camino de la gracias, de la luz, de la santidad.
No debo juzgar, no debo señalar, yo también tengo mis debilidades, mis pecados,
por ello el único que juzga es Dios, tengamos entrañas de misericordia y de
reconciliación entre nosotros.
VI) VIDA QUE NOS ILUMINA
SAN AGUSTIN
Queridos jóvenes nos acercamos solamente en parte a este gran Santo, Obispo,
Doctor, filósofo y teólogo. Es en parte pues sobre todo tomamos su conversión, él
mismo se definía como un gran pecador, pero la oración de su mamá Santa
Mónica y su propósito de seguir en busca de la verdad lo llevaron finalmente al
encuentro con El Señor, que generó en él una profunda transformación tantos
años alejado de su luz, y por ello afirma: “tarde te encontré, tarde te ame”.
San Agustin nace en el 354, sus padre el pagano Patricio y la cristiana Mónica y
muere un 28 de agosto del 430.
San Agustin, se separó de la Iglesia católica, participó en la secta de los
maniqueos, por varios años, luego la abandonó, mantuvo un estudio y esfuerzo
intelectual constante, dio clases de filosofía, se casó y tuvo un hijo Adeodato, pero
más tarde tanto su esposa como su hijo fallecieron.
En una grandiosa vigilia pascual en Milán San Agustin se convierte por la
predicación del Obispo del lugar, llamado San Ambroiso, se bautiza y regres al
Africa donde es nombrado Obispo de Hipona. En la sincera adhesión a la verdad
cristiana y en la multiforme actividad pastoral encuentra la paz del corazón, la que
anhelaba su espíritu atormentado por los afectos terrenos y por la se de la verdad:
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“Nos has creado para ti, Señor, y nuestro corazón no tiene paz hasta cuando
descanse en ti”.
La conversión es un proceso, es un camino, es una búsqueda, lancémonos
jóvenes al entusiasmante camino de la transformación, no tengamos miedo de una
vida nueva, luchando contra el pecado, no dejándonos llevar por él. Que nuestro
corazón inquieto pueda como el de San Agustin, encontrar la paz, serenidad y
tranquilidad que solamente de Dios pueden venir.
VII) PALABRA QUE NOS AYUDA
“La reconciliación es don de Dios que desciende a nosotros desde el costado
abierto de Cristo crucificado (…). La reconciliación, este inmenso flujo de gracia
y de perdón que desciende a nosotros del Corazón de Cristo, pasa a través de la
Iglesia” (Beato Juan Pablo II, discurso en Loreto, Italia, 11-4-1985).
“La primera exigencia de la reconciliación en Cristo, que es un don
misericordioso del Padre, es la conversión personal como actitud previa para la
concordia entre las personas. Superar la ruptura radical del pecado para
reconciliarse con Dios, consigo mismo y con los demás, presupone una
transformación interior que exige esfuerzo y sacrificio, renuncia y cruz, según el
espíritu de las bienaventuranzas. A esta conversión radical, a esa
transformación de la mente y del corazón, que culmina en el sacramento de la
reconciliación, os invito a todos, para que seáis mensajeros de paz, para que
seáis hombres y mujeres reconciliados y reconciliadores” (Beato Juan Pablo II,
alocución en Barranquilla, Colombia, 7-7-1986).
VIII) ORACION FINAL
Señor que mi vida no sea de condena y señalamiento al prójimo, concédeme
como tú poder perdonar, poder dar otra oportunidad a quienes me han fallado,
permíteme también que cada día pueda irme alejando más del pecado, que a
pesar de mis debilidades tú seas mi fuerza para que ante tanas tentaciones
pueda salir victorioso y vivir en gracia, conversión y santidad AMEN.
IX) HAGAMOSLO VIDA
1) Acercarme en este tiempo de cuaresma al sacramento de la confesión, no
sin antes hacer un profundo y serio examen de conciencia.
2) Vivir intensamente la paciencia y misericordia en mi hogar, familia, trabajo
y/o estudios.
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3) Ponerme en oración y determinar las personas que debo perdonar y debo
pedir perdón, para acercarme y realizarlo.
ACTIVIDAD DEL MES DE MARZO
1) Preparar un altar sencillo con una cruz, un florero una vela, y un cartel
que diga en letras grandes EL PERDON.
2) Oración inicial (espontánea por el coordinador)
3) ¿Qué es el perdón?, ¿nos gusta ser perdonados?, ¿nos gusta
perdonar?, todos comparten, no importa que se extiendan.
4) Leer Romanos 12, 14-21.
5) ¿Qué nos llama más la atención del texto?, ¿qué nos es más difícil de
vivir de lo que dice el texto?
6) Poner una silla vacía y eligiendo dos voluntarios del grupo, que ellos
dramaticen cómo perdonarían a quién les ha ofendido, como si
estuviese sentada la persona en la silla, y luego ellos van a la silla y
dramatizarán cómo creen que la persona reaccionaría ante el perdón
que han recibido.
7) Leer el texto 1 Corintios 13, 1-7, luego un espacio de silencio.
8) Padre nuestro, Ave María, Gloria al Padre y un abrazo de paz.
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PASTORAL JUVENIL ARQUIDIOCESANA
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P. Manuel Armando Abac