Download - Mariposas. Entre Lo Bello y Fragil Poesi
MARIPOSAS entre lo bello y lo frágil
P O E S Í A
Lourdes Cordero
H E B E L
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Lourdes Cordero
MARIPOSAS
ENTRE LO BELLO Y LO FRÁGIL
POESÍA
HEBEL
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HEBEL ediciones Bajo Cuerda | Poesía
MARIPOSAS entre lo bello y lo frágil
P O E S Í A
Lourdes Cordero
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MARIPOSAS. ENTRE LO BELLO Y LO FRÁGIL | POESÍA
© Lourdes Cordero, 2015.
© HEBEL Ediciones
Colección Bajo Cuerda | Poesía
Santiago de Chile, 2015.
www.benditapoesia.webs.com
Qué es HEBEL. Es un sello editorial sin fines de lucro. Término hebreo que
denota lo efímero, lo vano, lo pasajero, soplo leve que parte veloz. Así, este
sello quiere ser un gesto de frágil permanencia de las palabras, en ediciones
siempre preliminares, que se lanzan por el espacio y tiempo para hacer bien
o simplemente para inquietar la vida, que siempre está en permanente
devenir, en especial la de este "humus que mira el cielo".
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MARIPOSAS
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Réquiem para dos mariposas
Hoy te vi
Pasabas cerca de mi jardín,
caminabas con la mirada escondida
y los labios sellados.
Tu rostro sombrío
Denunciaba que te habían quitado la vida.
¿Quién o qué robó tu alegría niña mía?
Extraño tus juegos y correrías
tu mirada transparente
tus preguntas insaciables.
Y mientras imagino la causa de tu pena
me percato de otra ausencia.
Extraño su agitado vuelo
los colores vivos y el diseño único de sus alas
¿a dónde se fue mi pequeña amiga?
Una mancha llama mi atención.
En el césped un par de alas rotas
me recuerdan tu rostro niña mía.
Eres tú pequeña amiga
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Monarcas
Como flores voladoras
Guiadas por un radar invisible
Se acercan ellas
En grupos de miles
Por donde se vea
El ámbar, amarillo y negro brillantes
Llenan el espacio.
Nada detuvo su vuelo
Su meta estaba hacía el sur
Después de semanas de travesía
Llegan a los bosques antiguos de Michoacán
Que expectantes les dan la bienvenida
Por donde se vea
El bosque se ha teñido
De ámbar, amarillo y negro brillantes
Guiadas por una urgencia ancestral
Dejan en los troncos y ramas de los árboles
Sus preciosas perlas
Les toca a ellas
Asegurar la continuidad de su descendencia
Por donde se vea
El ámbar, amarillo y negro brillantes
Inicia su retorno
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Como ellas, mujeres y hombres
Migran al norte
Guiados por el sueño de días mejores.
Señor de los expatriados ayúdales en su travesía
Que su estancia traiga vida y color a los que les
acogen
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Oración de la mariposa
Como la crisálida sé que mi hora ha llegado.
Es necesario romper el caparazón
Para salir y crecer.
Me duele abandonar
lo que hasta hoy fue mi morada,
el temor me paraliza.
Quiero volar
pero temo abrirme paso
por el duro caparazón.
Me asusta la fealdad de mi corazón.
Mi Señor,
mi libertador
Desde el portal de mi cárcel te clamo.
Líbrame de las mentiras
y ayúdame a vivir en la Verdad.
LÍbrame de la cobardía de negarte
negándome a crecer.
Dame fuerzas para extender mis alas.
Lléname con tu Espíritu.
¡Quiero ser mariposa!
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Una mariposa y dos vuelos
Arriba y abajo
tus coloridas alas
surcan los cielos
Sin prisas pero con urgencia
portas el semen de la vida.
Horas
días
semanas
son los límites de tu vida adulta
Como tú
quiero aprender a vivir
con pasión
con entrega
con un sentido de urgencia
Arriba y abajo
por donde quiera que vaya
tu vuelo me inspira
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ENTRE EL AMOR Y EL DESAMOR
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Poema de amor Nº 1
Déjame soñarte, como ayer, hoy,
planear en tu suave vuelo
l e n t a m e n t e
dibujando tu nombre.
Déjame mirarte
adentro y fuera de mí,
quizá de tanto mirarte
quieras hacer nido en mí.
Déjame compartir tu vuelo
(aún si sólo es esta noche)
beber del mismo aire,
del mismo aliento.
Déjame
ser ave y tu nido
si tú río, yo lecho,
si tierra yo, tú raíz,
y si fuego tú, yo llama.
Déjame morar en ti.
(aún si sólo es esta noche)
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Olvido
Con la tibieza añeja
y la esperanza casi muerta,
el nido y yo te esperamos.
Quiero emigrar a las tierras del olvido,
alzar el vuelo y no parar.
En la oscuridad extiendo mis alas
para emparentarlas con las tuyas.
El vacío me toca.
Quiero emigrar a las tierras del olvido,
alzar el vuelo y no parar.
Mi vuelo es lento.
Primaveras e inviernos me han cruzado.
Cómo cuesta levantar el vuelo
pero más dejar atrás el nido.
Quiero emigrar a las tierras del olvido,
y mi vuelo es sin retorno.
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Brote de Aguas
El sol está en lo alto
desierto puro
no hay ni un bocado de aire.
Mis ojos se han cansado de mirar
tanta soledad.
Un poco de agua, sólo una gota
calmaría mis sequedades.
De pronto, en medio de este calor salvaje
Mis ojos tropiezan con un paisaje diferente.
Lenta, Profunda y quietamente
algo cava mis entrañas...
Afloran fuentes de agua
Que eran ignotas para mí.
Hay tanta agua que ahora
borbota sin parar,
tanta que me ahoga.
Transparentes, inagotables
¿de dónde, cómo salieron a la superficie?
Mi mundo se ha convertido en agua.
Toda tierra se ha convertido en agua.
¿quién entiende?
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Agua arriba, agua abajo
por donde miro es agua
respiro y traspiro agua,
inhalo y exhalo agua.
Tus ojos.
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Otras Aguas
Quiero anegarme en tus aguas
Sentirme abrazada por tus olas
Beber tanta agua
Que vea a mi sed evaporarse.
Quiero que tus aguas penetren por mis poros
Lave nervios y tendones
Fluya por las arterias
Pase por cada célula
Hasta llegar al alma.
Quiero que apagues los incendios de mi corazón
Aplaques con tu caudal
Anhelos y tormentos escondidos.
Quiero que tus aguas laven mis impurezas
Pero también abonen sequedades
Quiero en fin
Que injertes tu Espíritu en el mío.
Que me vivifiques
Quiero anegarme en tus aguas Señor
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Más Aguas
S i tú supieras...
Sin proponértelo has cavado en mi tierra
Y has encontrado fuentes de aguas.
Ahora ellas borbotan sin parar
Tanto que me ahogan
¿lo sabes?
¡ah! esa agua
Transparente, inagotable
¿de dónde y cómo han salido
a la superficie?
(ni yo misma lo se)
Si tu supieras...
Mi mundo se ha convertido en agua
No hay vestigios de sequedad
¿quién entiende?
Agua arriba, agua abajo
Por donde miro esta ella
Envolviéndome, ahogándome
Tu mirada, mi mirada
Tiempo y espacio.
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Créeme
Créeme que si de amor se trata
hace poco aprendí unas coplas
que hoy canto junto al mar
a dúo con la soledad.
Créeme cuando te digo que al hacerme
vulnerable,
he aprendido que para amar las máscaras no
tienen lugar
y aunque estoy expuesta al rechazo y la traición
la alegría de la entrega supera todo temor.
Créeme, hay noches cuando narro cuentos a mi
gato negro
y eres tú el galán y villano de mis historias.
Créeme cuando te digo que no hay razón
para temer a la entrega;
que el dolor y la alegría son parte de la vida
así como la muerte
Créeme, en silencio te invito
a desenterrar mis secretos;
los guardo adornados con listones
para cuando quieras desnudarlos.
Créeme, dos son mejor que uno
para hacer camino en este mundo,
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mas no por ser dos hacen uno,
¿quién entiende los misterios del amor?
Créeme que cuando yo abrí mis brazos
mientras tu los cerrabas
la lluvia bañaba el prado,
así es el dolor, abono para la madurez.
Y hoy estoy aquí con las manos vacías.
Créeme que si hoy te digo adiós
prendida al lomo del viento
o hago para que tu camino esté despejado
y para librarme del fantasma de tu sombra.
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En un abrir y cerrar de ojos
El cielo está cubierto de estrellas
y no por ser fugaces dejan de ser brillantes.
Al ritmo de una vieja melodía
se mecen en su danza sensual y virginal.
En el principio, cuando la noche y la nada se
besaban
la palabra primigenia inauguró los cielos.
¿Qué desató las constelaciones que dormían en
mi seno?.
¿Fue tu mirada?
¿tu voz?
¿el toque inadvertido de tu piel?
Sólo hizo falta un instante
Como fuegos artificiales mis estrellas
salieron de sus órbitas.
Sólo un abrir un cerrar de ojos
una mirada
una voz
un toque.
Nacimiento y réquiem de una pasión.
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El orificio
Como ayer,
como otros días
sigo la ruta acostumbrada
esquivando bocinas y voces.
Aunque el sol está en lo alto
el frío me traspasa
¿de dónde viene?
hay un orificio.
Respiro.
Un aroma a pinos y gardenias
anuncia tu presencia.
Sin demora sigo la pista,
corro,
pero al doblar una esquina
todo vestigio ha desaparecido.
Mientras camino
evoco tu geografía.
Asciendo montañas
desciendo valles,
cruzo planicies
y buceo tus ríos.
Aunque el sol está en lo alto
el frío me traspasa
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¿de dónde viene
hay un orificio.
Mis manos se crispan
cansadas de retener ternuras.
Quiero acariciar,
arañar,
acunar,
arrebatar,
amar
¿hasta cuándo permanecerán cerradas?
Subo las gradas
y en cada escalón
el frío me recuerda
la existencia de un orificio.
Tu ausencia
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Recuerdos de mayo
Su luz baña tu ser interior y exterior.
Donde antes hubo oscuridades
no queda ni el recuerdo de su sombra.
Yo soy la luz del mundo
Tu risa se esparce en alegre eco
y al tocarnos nos contagia.
¿Quién produjo el milagro?
El que enjuga toda lágrima de los ojos
Con paciencia y cuidado
ha tejido las fibras de tu corazón
con lazos fuertes, nuevos y dulces.
En este día de mayo te ha perfumado
con el aroma de las flores
y te ha vestido de santidad.
Hermosa, elegante,
con ese resplandor que no es terrenal
el Señor te conduce al altar.
Con paso menudo y seguro
adornada con el blanco vestido
recorres el pasillo.
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¿quién podrá decir que él miente y olvida su
promesa?
Mientras repites los votos de fidelidad
el aro resbala en tu dedo
hasta encontrar su perfecto lugar.
Lo que Dios unió no lo separe el hombre.
El coro de testigos en pleno acuerdo
musitamos doce veces
amén.
Amén.
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HISTORIAS DE AYER Y HOY
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Tric-trac en la terminal
De aquí para allá, de allá para aquí
sus pies alados les lleva por los pasillos atestados
Al ritmo del tric-trac
arrastran sus carritos precarios como sus vidas
Corren detrás de los pasajeros,
les ofrecen llevar sus cargas
aunque a ellos les doblegan las suyas.
Con voces roncas desgranan sus letanías.
Infatigables como el hambre que galopa en sus
entrañas,
impertinentes como insultos que silencian la
noche
ofrecen sus servicios.
De aquí para allá, de allá para aquí
sus pies alados les lleva por los pasillos atestados.
Entre una y otra carrera se detienen a tomar aire.
Para pan y leche
no les alcanza el bolsillo.
Las pocas monedas que consiguen
son para simular que aún viven.
Señor acuérdate de estos niños viejos.
Que tu pan y tu vino no falte en sus viajes,
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y la presencia de tu Reino les caiga como rocío.
Que en sus carritos y al son del tric-trac
tu justicia sea el equipaje infaltable.
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Historias de un vuelo
Arriba, abajo, abajo, arriba,
movimiento sin vuelo
como capitalización sin deuda externa.
Agonizo en el intento de alcanzar el vuelo,
mis alas se estrellan contra la dura red.
He caído en la trampa del que se decía mi
hermano,
como el pueblo que creyó en la reactivación
y fue engañado con el desempleo.
¿Cuánto más viviré cautiva?
¿hasta cuándo soportarán los pueblos?
Y tú, escritor de la historia
¿permanecerás en silencio ante la injusticia?.
Arriba, abajo, abajo, arriba.
El vuelo se hace inalcanzable
como el pan para el hambriento.
Estoy harta de herir mis alas
buscando la libertad en el vuelo.
Los pobres de mi nación están cansados
de ser postergados otra vez
no renunciaremos a forjar nuestro vuelo
Restaña Señor mis heridas
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y levanta la red que me envuelve.
Sacia la sed de justicia de mi país
con el agua viva de tu Palabra.
Derrama tu espíritu y viviremos
Expande las alas de mi pueblo,
venga a nosotros tu Reino.
Cumple tu voluntad aquí como en el cielo
danos hoy el pan de cada día,
Líbranos de convertirnos en explotadores
Abajo, arriba, arriba, abajo
mis alas desplegadas surcan el espacio azul.
Tu Espíritu es el viento que nos impulsa
37
La puerta
Ese amanecer,
detrás de una puerta tan vieja como la vida
escondida, disfruta de un amor robado.
Cree ser dueña de la felicidad.
Con estrépito cae la puerta,
y con ella se hacen trizas sus sueños
de las mil y una noches.
Al son de los gritos roncos
cubre su desnudez,
no le dan tiempo para más.
Sus pies apenas tocan tierra.
La arrastran con violencia,
con malicia.
Sólo el sol de la mañana
se compadece de su vergüenza
¿Dónde está el que dice amarla?
¿a dónde huyeron sus caricias?
Sola, es conducida hacia la muerte
¿Dónde está el que dice amarla?
¿a dónde huyeron sus caricias?
Sola, es conducida hacia la muerte
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Frente al Maestro,
al igual que su alma, su cuerpo tiembla.
El coro de los acusadores sube de tono
cerrando puertas
¡Adúltera!, ¡Adúltera!
Mientras ellos piden su muerte,
él se inclina a tierra,
escribe palabras incomprensibles,
misteriosas.
El que esté libre de pecado
arroje la primera piedra.
Su voz rompe el silencio
y la hipocresía de los testigos.
Uno a uno abandona la asamblea.
Se endereza Jesús y la mira
¿Dónde están los que te acusan?
¿ninguno te condeno?.
Señor, no hay ninguno.
La voz de ayer resuena hoy
abriéndonos una nueva puerta
Ni yo te condeno,
vete, y no peques más.
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Tatuaje
Era la mañana celeste
y la rosa de mi jardín un botón
Al son de una melodía, poco a poco,
sin saber cómo el juego se convirtió en tortura.
Mientras el sudor y aliento
se mezclaban con la humedad del miedo
su rostro se fue diluyendo
hasta quedar solo dos colmillos.
Avergonzado el sol no asomó más su rostro
en trescientas un semanas.
Las estrellas buscaron otras galaxias para
esconderse
De testigo solo quedó la helada noche
y como presente: una garra invisible
con su carga de soledad y hambre.
¿Quién más fue testigo de mi tragedia?
¿Quién más lloró por mi?
Con las últimas fuerzas y acompañada de una
letanía
enrollé mi memoria y con ella mi vida.
En lugar de sueños aprendí a tejer pesadillas.
Después de tres mil noches tormentosas
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me encontraste a punto de sucumbir
devorada por el hambre, abrazada por la
soledad.
Con tu voz dulce y profunda convocaste al sol
y como regalo me diste un millar de estrellas.
Con la paciencia y habilidad de un pintor
tornaste las manchas en obras de arte.
Hasta hoy había olvidado el nudo en mi
garganta,
el vacío en el estómago
y esa soledad que no parece tener fin.
Estoy atrapada en medio de las aguas
el viento parece descoyuntarme.
¿Hablarás otra vez a las aguas para que se
retiren?
¿Dejarás que agonice otra vez?
¿me dejarás con el estigma del tatuaje?
Lo que antes fue, ya es,
y lo que ha de ser, fue ya;
y Dios restaura lo que pasó
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En el vientre de un pez
El tiempo se ha estacionado en alguna esquina,
sólo la conciencia del dolor está presente.
el golpeteo de mi corazón
ha sustituido al tic-tac del reloj.
Confiados en mi ingenuidad de neonato
mis enemigos prepararon un banquete.
Con zalamería y mentiras me aderezaron
convirtiéndome en un bocado,
y hoy estoy aquí, en el vientre del pez.
Desnuda me acurruco en un rincón.
¿Se reduce la vida a ser un bocado para otro?
¿para qué vivo?
En esta habitación enrarecida
pareciera que sólo hay lugar
para la conciencia del dolor
y el silencio.
¿Por qué callas cuando se hace imprescindible
escuchar tu voz?
Ignoro cuantos nacimientos de estrellas
habrá celebrado el cielo.
En oscuridades como en las que vivo
un haz de luz sería suficiente,
un poco de agua calmaría mi sed,
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pero estoy aquí, convertida en alimento.
En este reducto negro,
sumergida en una fetidez
como el lengüetazo de un dragón,
mis ojos alcanzan a ver un destello de luz.
Lenta pero inexorablemente
tu presencia ilumina los rincones.
Contemplo la fealdad de este lugar,
el vientre del pez,
mi corazón.
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Artífice de la piedra
Como escultor experimentado,
con mano firme y delicada
poco a poco,
con esa perfección que irrita
transformas mi corazón pétreo en uno de carne.
Como brilla el oro al ser separado de la escoria,
tu ser se va perfilando en mi debilidad.
A tu toque la verdad diluye la mentira,
lo eterno trasciende lo temporal
Y sin embargo...
Mientras ruego que cumplas tu voluntad
me resisto a obedecerte.
Te anhelo
y me niego a la entrega.
Quiero
Pero no quiero.
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La casa del Padre
El aire de tu casa
es aroma que corre por los pasillos,
trepa las paredes, se instala en los techos
y me abraza en el altillo.
El aire de tu casa
nace del trigo triturado transformado en pan,
uvas pisoteadas convertidas en vino.
Sacian el hambre y sed que traemos desde la
cuna.
El aire de tu casa
es la puerta abierta que me deja marchar,
a riesgo de que me pierda devorándome a mí
misma.
El aire de tu casa
mirada que sigue mis pasos anhelando mi
retorno,
abrazo que perdona mis descarríos,
beso paternal que me devuelve la dignidad de
hija.
El aire de tu casa
es aroma que impregna las estancias de mi ser,
es pan y vino en la mesa de la comunión
que me enseña a reconocer tu rostro en otros.
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El aire de tu casa
Respiración vital que marca el ritmo de tu Reino:
Morir para vivir
dar para recibir
perdonar para ser perdonados
amar para ser amados.
El aire de tu casa,
Lo amo
Te amo
El aire
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Reencuentro
Flotando como partícula
era mi ser concebido en tu mente,
ni un latido escapó a tu oído.
Con tus manos formaste mi cuerpo,
no hubo línea ni gesto que escapara
a tus dedos de artesano.
Por fin, en un atardecer otoñal
me cubriste con mi piel
y nací mujer.
Muchos años corro por los pasillos de mi ser.
Balcones, callejones, luz, oscuridad son mis
estancias.
Y aunque creo conocerlas,
a veces quedo presa en un laberinto sin salida.
Quiero encontrarme y eres tú el camino.
Tu nombre es la luz que arrincona mi oscuridad,
tu palabra la fuerza que ensancha mis callejones.
Como fui conocida no me conoceré jamás,
conóceme como sólo tú puedes hacerlo
y concédeme conocerte cada día más.
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POEMAS CORTOS
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Tu Palabra
Como el café recién preparado
su aroma anuncia tu presencia
me envuelve
conquista
seduce.
Tu Palabra
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La palabra
Hay dolores tan grandes
que hasta los gritos son amordazados
y las lágrimas se secan en las ventanas.
Entre suspiros y quejidos sales del mal sueño
sólo para descubrir que vives una pesadilla;
junto a tu lecho está ella,
una palabra.
Sólo una
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Dos palabras
Dos palabras remecieron mi mundo
y abrieron los cerrojos de mi corazón.
Miedos y prejuicios salieron de su encierro
Y se disiparon como el humo.
Dos palabras convocaron a la vida,
tiñeron de mil colores mi universo
en tonos de ternura, entrega y esperanza
Dos palabras
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Tu nombre
Con una mano en el arco
y la otra fabricando adioses
libero tu nombre.
Y ahora, suspendida en el aire
a la par que tu nombre
yo también me disperso.
53
La oración I
Movimiento puro como el mar
La oración
Corrientes internas que llevan
De la incredulidad a la fe
Del monólogo al diálogo
La oración
De la verborrea al silencio
De la frivolidad al amor
La oración
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La oración II
Movimiento puro como el mar
La oración
Torrentes que trasladan
De la indiferencia al compromiso
Del aislamiento a la comunión
La oración
De la transgresión al aguante
Del egoísmo al servicio
La oración.
F I N
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