Download - Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
1/76
M ND RINES
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
2/76
CAPÍTULO CUATRO
POPULISTAS
CONTRA
EXPERTOS:
«CONSTRUCCI
ÓN
SOCIALISTA» O «RESTAURACIÓN
BURGUESA» EN LA PERSPECTIVA DE LA
REVOLUCIÓN CULTURAL CHINA·
BREVE PRESENTACIÓN
Quisiera
llamar la atención delleclOr sobre las circunslancias, prin-
cipalmente intelectuales, en que [-ue
concebido
y escl;lO este ensayo.
Estaba finalizando los estudios
de
la
maestría en
Estudios Orientales
(tenía
ese nombre eurocéntrico) en el área de China, de
El
Colegio
de
México.
Ahora
estoy más seguro de que el estímu lo académico para
aventuranne en
el ensayo provenía
de
mis
profesores
de China
yJapón.
Aquí recuerdo con gratitud a Byron T Marshall
(Historia
cOlllemporá
oea),
a Kimitada Miwa
(Modernización)
ya
Shigeaki
Uno
(Ideología).
Por
razones personales,
entre
las cuales
debo mencionar
un breve viaje
a China en el verano
de
1963 como dirigente de lasJuventudes del Mo
vimiento Revolucionario Liberal,]MRL, me dediqué a explorar la
Gran
Revolución Cultural Proletaria» que estalló en agosto
de
1966
y
según
se pensaba, había concluido
en
abril de 1969.
Bajo la
influencia
de las discusiones en los seminarios de
El
Colegio,
en
particular
la del
profesor
Uno,
pude
dialogar con
textos
como
el
de
Fl antz
Schurmann,
ldeology nd Organizalion in Communisl China (Berke
ley
1966) , especialmente
con
la
segunda edición
y su
extraordinario
suplemento sobre la Revolución
Cultural,
publicada en 1968. Ahora me
..
Publicado
en la uiJla de Esludios Sociales, Bogotá,
n.
o 7, septiembre de 2000,
pp
19-25.
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
3/76
8
De
P(}jJulislas, mllnllarines y violl 1lcias
doy cuenta
de
que esta
obra,junto
con las
deJoseph
Levenson sobre la
China
confuciana
y
los
problemas
de la modernidad, han tenido en mi
fom13ción
intelectual
un
efecto
de
larga
duración.
Era
perfectamente
consciente
de que
este
punto de
vista
no
era ori
ginal.
i
desventaja
frente
a los sinólogos (más acusada
frente
a quienes
se habían dedicado a estudiar casos locales) era, para decirlo rápida
mente, que
ellos
empleaban fuentes
chinas, mientras
que
yo
apenas es
taha
aprendiendo
el
idioma.
En
lodo
caso
adopté
un
enfoque que
entonces era minoritario,
navegaba
a
contracorriente de
los paráme
trOs
de
la
guerra
fría,
según
la
cual
la Revolución
Cultural
se
reducía
a
una
lucha
por
el
poder»,
podía interpretarse como
un
anticipo del
«cambio dinástico» en el
contexto
tradicional chino.
Pretendí ilustrar
la
pertinencia de
los jacobinos
chinos dentro de
una
historia o
modelo
general
de
revolución.
Por
esa
época empezaba
a
influir en
nosotros el
texto de
Barrington Moore,
Social Origins oJ Demo-
cracy
and Dü:lalorship:
Lord
and Peasanl in the
Making
oJ he Modern World
(Londres, 1969), Yademás
yo
había leído con atención dos trabajos
de
ChalmersA.Johnson:
Reuolulion and lhe Social Syslnn
(Stanford, Cal., 1964)
y PI fMant Nalio/Jalism and lhe C01mnllnist. Pown: TI/IJ E17/elgmce oJ Reuolulirm:
China, 1937-1945 (Stalúord, Cal., 1962).
Mi
posible ventaja provenía
de
mi pasado político
que
me había pre
parado
para tomar en serio el tema
de
la ideología; por eso me parecían
más import. 1l1leS las observaciones
de
economistas simpatizantes del
experimento
maoísta
como Joan
Robinson,
The ultural Revolutiol1 in
China
(Londres,
1969),
que
las
de
los China-watchers» más avezados.
En aquel entonces disrrmaba las lecturas
de
Gcorges Lefebvre y Albert
Soboul sobre la Revolución Francesa, y
de
Edward H. Carr e Isaac OeulS
her
sobre la Revolución Rusa, y
lamentaba que un
sociólogo histórica
mente odentado como
Lewis Coser
no
hubiera
incluido
nada sobre
China en
su maravilloso H 0 1 l l I . n f ~
{le ideas. EL/Junio de vista de un sociólogo
[1965] (México, 1968).
Cuando
escribi
el
ensayo
eSlaba familiarizado
con
la bibliografía
básica en inglés y francés sobre China contemporánea; la
barrera
del
idioma me impedía,
empero,
trabajar con las fuentes más sustanciales
disponibles
en chino
y
aponés.
También eslaba
al
cOlTiente
de
los acon
lecimientos
por
Pekín
InJorma y
para balancear, el hina
New Analysis.
Seguía la discusión, entreverada co n la escalada bél ica
de
Estados Uni
dos en Vietnam, en revistas como la bien establecida Monfly Review de
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
4/76
PO/m listas contra expertos
83
Nueva York o el recién fundado The
Bulklin
of Concerned Asian Srholars
de San Francisco.
Presumo
que
las
compilaciones
documentales
que
utilicé
en
1970
todavía son pertinentes: La
wan revolución cullural socialisla en China,
10
vals. Ediciones en Lenguas Extranjeras (Pekín, 196 .1967) y Fan Kuang
Hilan, ed., La
Gran Revolución Cultural
China (México, 1970).
Para la edición del prese
nte
texto ha
sido
muy útil el t r b ~ o de
Lawrence
R
Sullivan, con la ayuda de Nancy
R
Hearsl,
Hislorical Diclio-
/la/) of lhe Pepole\
RejJ'u Jlir ofChina J949-1997 (Londres, ] 997).
EL TEXTO'
EL LUGAR DE
LA
IDEOLOGÍA EN
LA
DIALÉCTICA
DE
LAS
CONTRADICCIONES
a
fase jacobina de las revoluciones Francesa, Rusa y
China
esui atra
vesada
por
el
temor
a la restauración
contrarrevolucionaria. Lo
insólito
es que este miedo legitimador, o mejor,
que
toda ulla ideología alimen
te el proyecto de revolucionarios como los actuales líderes chinos que
llevan veinte ailos (1949-1970) en el poder estatal y tienen más de
cuarenta años de experiencia política.
Más que analizar los contenidos ideológicos de la Revolución Cultu
ral, el objeto del ensayo es seilalar aquellos elementos
jacobinos
que, en
el caso duno, configuran
una
ideología
en tomo
a «
las
contradicciones»
11/ l ){lun) en
la sociedad china,
en
el proceso
de
«construcción socialis
ta,..
Para hacer este ejercicio
es
imperioso considerar
la
Revolución Cultural
como
punto de inflexión a partir del cual se podría explicar
mejor
el
papel de
la
ideología en
la
política china de las dos últimas décadas.
Tanto
en
la
teoría
marxista-leninista
como
en la práctica del Partido
Comunista
Chino, PCCH,
fundado en
1921 por un grupo
de
intelectua
les
(renshife1 u),
así
como
en el «pensamiento MOlO Zedong»
(Mao
Ze-
dong sixiang) ,
habremos
de hallar una continuidad tangible,
un
hilo
conductor que
proviene
de
los
tiempos
y
el
espíritu
de
Yan
an.
Se refie
re éste a un período
en
la historia del PCCH (193 .1945). inmediata-
mente
después
de
la legendaria Larga Marcha,
cuando
los
comunistas
se establecieron en el
apartado
pueblo de Yan'an, en
la
provincia de
Shanxi. Germinal, en este período se
formó
la
trinidad
ideológica del
Partido: la línea de masas
. (qunzhong luxian);
el espíritu iguaJilario y
de sacrificio y
entrega
de los líderes y las «campailas
de
rectificación»
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
5/76
84
t populistas, mandarines
y
violmeias
zJumgfmgyumumg).
Durante
la
Revolución Cultural, los años de Ven 'a n
fueron sacrnJizados
como
la
edad de
oro
del
peCHo
En esos años,
particularmente
en
1943-1945,
y
por
la
pluma
de
Chen
Boda (1904-1989), se estableció el ' pensamiento Mao Zedong
.
como
una categoría específica de la sinización o acondicionamiento a las con·
diciones chinas z.hotlgguohua) de la teoria Iilun) de Marx y Lenin. A
esta lillima
podemos aplicar
el s u r t ~ zhuyi. o sea ideología
en
el
sentido
de
Marx: visión del
mundo de una
clase social. Este
s u r t ~
que
puede
traducirse
como
nuestro ismo, se aplica a las
teonas
científicas,. de
Marx o Lenin pero casi
nunca
a las de Mao; o sea que
en
chino no hay
oficialmente
maoísmo
sino pensamiento Mao ..
Para aclarar el
asunto,
sigo a Franz
Schurmann en
la
obra
arriba
citada. Este
autor
diferencia la ideología pura
de
la i
deología
práctica.
La primera es el
conjunto de
ideas que ofrecen al individuo una visión
uni.ficada
y
consciente del
mundo
,
y
la
segunda, un
conjunto
de
ideas
que
ofrecen al
individuo instrumentos
racionales de acción (p. 22).
Por
otra
pane,
.. teoría práctica = pensamiento (p. 30), que
en
el caso
que
nos
ocupa
sería:
Eventos del PCCH Ideologia pura.
Ideologia práctica
VI I Congreso (1945) ' Ma rxismo-Ien i n ismo- Pensamiento
Mao
Zedong
VIII Congreso (1956)
Marxismo_
_Lenini
smo
~
1960
'
Marxismo-Ie n in ¡smo
. Pensamiento
Mao ZedonglO
Rc\'olución
Cultural
( 1966-) ..Pensamiento
..
Pensamiento
Mao Zedong_ Mao Zedong_
Para los
dirigentes
chinos, el acceso al
poder en
1949
no
fue ni
desde entonces ha
sido definitivo,
porque
la lucha
de
clases
continúa
e
infiltra inexorablemente todos los resquicios
de
la \'ida social. En Otras
palabras, porque la conUarrevolución
puede
ser restaurada
en
cualquier
momento.
Después de la toma del poder, la
principal
tarea de los revoluciona·
ríos es doble: profundizar la revolución en un proceso ininterrumpido
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
6/76
PO JUlislas contra expertos 85
budan geming) y empezar a edificar el socialismo científico. Pero ésta es
apenas una parte de la
obra
revolucionaria. Los revolucionarios deben
perseverar
en
la
destrucción
de
las antiguas clases
dominantes.
Arreba
tarles
el
poder político y despoja
rl
as de la posesión de los medios de
producción
no
es suficiente,
puesto que permanecen
las fuerzas iner
ciales del stalus social y del prestigio del antiguo régimen. Para el Mao
Zedong de los años sesenta, «los enemigos del pueblo», es decir, los
terratenientes
shensht) ,
Jos «burócratas imperiales»
shenjin)
ylos miem
bros de la «burguesía compradora» maiban), no habían desaparecido
del todo. Se
reproducían
como
el
conde
Drácula y sus epígonos,
de
suerte
que para
extirparlos había
que despedazarles
el
corazón de
un
modo ritual.
a
tarea revolu
cionaria
consiste, en
suma,
en
no
cejar en la lucha
por el poder político, pues sólo la
lucha
decid irá cuál de los «dos cami
nos» prevalecerá en China: el socialista o el
capita
lista. El único instru
me nto idó n
eo
para
conceb
ir y
desarrollar una
política p
ara
que «C
hin
a
no cambie de
co
lo r» es decir,
para
que no caiga
en
«e l revisionismo
soviético,., es la «línea
de
masas» del PCCH.
No basta
que
el PCCH
detente
el
poder po
lítico. El
nu
evo Esmdo
no
posee atributos que
conduzcan
automáticamente a la construcción so
cialista y al tránsito hacia la
sociedad
comunista. En tanto
que
Estado es
«opresión» y «democracia».
Opresión
para las clases derrocadas; demo-
cracia para el pueblo: campesinos,
obreros,
intelectuales y burguesía
n a c i o n a l » ~
El
papel de «la línea de masas» es evitar que el Estado se enajene de
la
sociedad, o sea,
que la burocracia
y el pueblo no se
coloquen
en
una
contradicción
antagónica.
Siempre estal
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
7/76
•
8 De pO/JUlisla5
mandarines
y
violencias
blar correctamente
la
lucha
revolucionaria,
pues
allí es en
donde
aguar
da
el
enemigo.
En la
superestructura
reside
el
mayor peligro
de
, cstauración bur
guesa. En la sociedad
china
la superestructura socialista estaba amena-
zada por «los Cuau'O viejos» Sijin) confucianos: ideas, cultura, hábilos y
costumbres. Por esto,
una
vez
que en
agosto
de
1966,
y por apretada
mayoría, el
Undécimo
Pleno del Comité Central del PCCH
adoptó una
resolución
llamando a la revolución
de
la política, la sociedad
y
la cu ltu
ra chinas, Mao (1893-1976) presidió
una
gigantesca manifestación
de
guardias
rojos
hongweibillg)
en
la Plaza
de
Tiananmen
y
aprobó
la
consigna
de losjó\
'c
nes de luchar contra
los
C
uatro viejos».
Para
hacer
la revolución
en
esta
superestructura confuciana
hay
que
emplear
la teoría marxisL: 1-leninisla
y
«e l pensamiento Mao Zedong»; a
diario hay
que poner en
práctica las directrices
del
PCCH.
Es
apenas lógico
suponer que
este abecé se
loma
opaco yescurridi-
zo en la práctica.
Conoce
sallos y retrocesos determinados
por una
nui
da
situación
interna
e
internacional
y se manifiesta
agudamente en
el
seno
del
PCCH.
Los zigzagueas, divisiones y pugnas
siempre han
estado
acompañados
de intensos debates
ideológicos y
alrededor de
éstos se
agrupan
y fraccionan los líderes
en
todos los niveles.
Cuando
se
tensan
demasiado las contradicciones
entre
el proceso
revolucionario y la
construcción
socialista hay
que encontrarles una
so
lución política. Desde 1942 el principal
método
para resolverlas ha sido
el
de
«las
campañas
de
rectificación»
(en
el estilo
de
unidad
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
8/76
Populistas contra exfJertos 87
rojo y el experto, pues el
modeld
privilegiaba los valores y
saber
de eSle
último.
Las cOnlradicciones salieron a
la
luz
durante
la
política
de
las «C
ien
flores» 1956-1957),
cuando
se hizo manifiesta la crítica de los intelec
tuales alienados del poder al
burocratismo» (gtumliaozhu),t de
los cua
dros del PCCH, es decir, a los rojos.
a
severidad yamplitud de las criticas
llevó a suspender la política, y el péndulo se fue al
otro
extremo: a una
campaña
de rectificación contra los «derechistas» () oupat)
,
clasificados
en
«co munes,
medios y
extremistas»,
en
la que fueron acusados más
de
medio m ill ón de illlelectuales y expertos.
Fue más evidente que el proceso
de
construcción socialista
era
un
semillero de confliclOS ycontradicciones.
a
industrialización y moder-
nización del país
imp
li
caban, además de la formu lación y resolución de
espinosos problemas administrativos
alrededor
del
asunto de
la
centra-
lización-descentralización, aquellos relacionados directamente con las
superestruCnlra5, o sea, con los intelectuales
y
el poder.
La
industrialización de tipo soviético exigía el uso sistemático de
c
ritedos
y
métodos de
racionalidad
económica que, en una sociedad
con
más de veinle siglos de arraigadas
tradiciones
confucianas del man
darín-burócrata»
(wmren; shinmj shmjin , podía
n
conducir
a la forma
ción de valores teenoerálicos, al «fetichismo
de
la tecnología»
y
al
endurecimiento de una élile de poder, además de
que ponían en
peli
gro
los valores revolucionarios
que
y estaban siendo desplazados de la
ment.alidad de los jóvenes.
En
este
sentido,
la
racionalidad
económica
de
Lipa
soviético
y
la
lí-
nea
de
masas del tipo Van an se presentaban
en
una relación cada vez
más opuesta
y
co nflictiva De allí que Mao planteara el viraje conocido
como
El
Gran Salto
Adelante
DaY1/ejin)
1958-1960) que, bajo
la
con
signa «Poner la política al mando»,
debía proporcionar
el método paTa
solucionar satisfacto,·iamente
t al
«contradicción dialéctica
»
El reto del
Gran Sallo
era
entonces
moderniza
r e
industr
ializar el país
mediante
la
utilización intensiva de los recursos humanos
en
gran
escala, con el mar
xista-leninismo como núcleo
int.egrador.
Durante
esta fase alcanzó
un
clímax sin precedentes la crítica a los «
derec
histas»; la movilización ideo
lógica
desbordó completamente
los
canales
del
aparato
del PCCH
y
las
masas fueron movilizadas. Mao no sólo
intentaba
resolver las contra-
dicciones económicas», sino
que
aspiraba a desmitificar las virllldes in
herentes que se atribuían al modelo soviético. Mitos que, qu izás a la
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
9/76
88 e populistas mandarines y violencias
vuelta de una
generación,
podrían encarnar en
ulla
llueva ideología
burguesa y por ende, en una potencial restauración capitalista.
De
esta
manera
, el
Gran
SaltO
hizo
prevalecer
el
rojo
sobre
el
exper
to, los valores colectivos
sobre
los individuales y la ideología sobre los
incentivos
materiales.
El
fetichismo
de
la
tecno
logía»
y
las inversiones
intensivas de capital fueron relegados
y
la nueva política económica dio
p.-ioridad a la aplicación masiva
de l ano
de
obra y al
impulso a las indus
trias pequeilas y medianas. Las
Comunas
Populares Remllin gongshe
propuestas
para transformar
radicalmente
el
campo
chino crearían nada
menos
que una infraestructura comunista. En pocas palabras, el hom
bre fue
colocado en
el centro de la «g
uerra
contra la naturaleza»
y
fue
considerado el motor de la vida social. Pero el hombre
annado
de un
«
pensamiento
conccto»,
esto
es, el comunista que despliega una c o n ~
ducta proletaria , que «trabaja tenazmente y sirve al pueblo),.
L EXPERTO Y L EJÉRCITO POPULAR
En el
clímax
del Salto Adelante muchos dirigentes militares se p l a n ~
tearon
este dilema: ¿Requería, o no , la constmcción de una nación po
derosa
y moderna
el desarrollo
de
métodos militares
diferentes de
los
consagrados en la doctrina
de
la guerra popular prolongada que , a
fin de cuentas, los
había
llevado al poder? En agosto de 1959, en el
Pleno de Lushan ,
Mao
escuchó crílicas
de parle
del ministro
de D e f e n ~
sa Peng Dehuai (1898-1974), quien en ese
momento
aparecía
como el
representante del modelo soviético
en
el campo militar.
A
mediados
de
1954,
cuando
la
influencia
soviética
en
China era
abmmadora, el EPL se transformó
de
ejército guerrillero» en
ejército
profesionaJ».
Las
fuerzas militares chinas adquirieron la conformación,
y acaso
lambién la mentalidad, del
Ejército
Rojo Soviético. EntTe 1953,
después que
regresó de
dirigir las
tropas chinas
en la Guerra de Corea,
y 1959, Peng
dirigió
el EPL. En este lapso la institución adoptó el siste
ma profesional de grados, efectuó cursos de teoría militar
moderna,
restó
imponancia
a las
labores
políticas e
intentó
desvincularse al
m á x i ~
mo de la milicia civil. En suma, l EPL se profesionalizó despolitizándo
se. La destitución de Peng y de sus colaboradores más cercanos y el
ascenso de Lin Biao l 9 0 7 ~ 1 9 7 1 ) a lajefatura del Ministerio de Defensa
fue la forma
de
resolver
esta
contradicción.
Durame el Gran Salto apareció un nuevo elemento que hizo aún
más
compleja la situación: la
creciente
disputa
sino-soviética. Su conte-
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
10/76
opulistascontra
f :..pertos
89
nido ideológico pasó de secreto a público y se desdobló en tres cuestio-
nes capitales: 1) Cómo analizar y evaluar la correlación
de
flJerzas a
escala
mund
ial, y
en
particular, el
pape
l
de
Estados Unidos. 2)
El
méto-
do
,
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
11/76
90
De po-Imlislas, tnllndarines y violencias
miento
de
la i masas.
Ahora
bajo el mando
de
Lin Biao, e l EPL volvió al
camino de
Yan an
aseguró la lotal
influencia
del «pe nsamiento Mao
Zedong»
en
el
partido
y
el Ejército.
EL ESPÍRlTU DE YAN AN
El
regreso al espíritu
de
Yan an
fue
cada día
más palmario. Los mé
todos de la
línea
de masas» aparecían
en toda
su magnificencia crea
dora en la «B
rigada
Dazhai» o
entre
los
trabajadores de
los
campos
petroleros de Daqing, en
Manchuria. Los
campesinos de la pobre re
mota aldea
de
Dazhai,
enclavada
en
las
montaiias
de
la
provincia
de
Shanxj, los obreros petroleros
resultaban ejemplares
por
una extraor-
dinaria combinación de trabajo arduo y
alta
producúvidad. En
ambos
casos el secreto residía en que estos campesinos obreros ponían la
ideología antes que los incentivos materiales y
se
«apoyaban en sus pro
pias fuerzas »
úli
grngshe llg) así como la República Popular China «se
apoyaba en sus propias fuerzas» sin depender
de
la URSS. Estos
ca mpe
sinos
y
obreros
eran
los
verdaderos «modelos
de aprender
del
EPL»
que
toda la
nación
debía segui
r.
El Ejército se convirtió en
la
principal fuente
de
reclutamiento
de
jóvenes para el
PCCH.
La
primacía
de la política y de la ideología so
bre
las bases matel;ales
de
la sociedad se sintetizaron en viejas consignas
como
«Poner
la
política al mando», que venía del Gran Salto, y nuevas,
como «Aprender
de
Lei Feng» (1940-1962) ,jove n campesino que , como
so ldado del
EPL,
perdió
la vida
tratando
de recobrar un poste de
teléfo
nos que había caído en
un
río. El héroe del EPL dejó un diario personal
henchido
de fervor
hacia
Mao y fue
convertido
en el
prototipo
de la
moral del
nuevo
hombre
chino. Con
esta campaila
se
buscaba
ganar el
corazón
de los
jóvenes,
tarea asignada ahora al EPL;
para
cumplirla,
lUVO que ampliar el campo de sus actividades y pasar al terreno
de
la
gestión económica
cultural.
En el campo de la c
ultura
, la ofensiva revolucionaria fue lanzada
simultáneamente desde el
partido
y desde el Ejército. Mao estableció su
cuartel general en Shanghai y tejió con Yao Wenyuan el ataque a Wu
Han ( 1909-1995), que dio comienzo real,
si no formal
, a la Revolución
Cultural. J mismo tiempo, promovió a Zhang Chunqiao, el
jefe
políti
co
de la
ciudad, y
a
Wang
Hung>.ven , dirigente
obrero
en la misma. Estos
tres dirigentes
Jiang
Qing
(1913-1991) la
tercera última esposa
de
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
12/76
PoJmlistas
con ,
ra
expertos
9
Mao, formarían el
grupo
que, a la muerte
de
Mao, se llamaría
,la banda
de
los cuatro»
siken bang).
Wu
Han
illlelectua.1 comunista,
quien
en
ese
momento
era
viceal
calde de Beijín, había escrito poco después
de
la desútución de Peng
Dehuai a destilllción de Hai RlIi, pieza teatral cuya acción transcurre
en
el siglo XVI
en
plena dinastía Ming.
Muchos
entendieron la
obra
como
una alegoría de la destitución de Peng como una crítica velada a Mao.
Así planteó Yao el
debate
contra Wu
Han
en la prensa
de
Shanghai
en
novi
embre de
1965. Planteamiento reactivado unos meses después
por
los
guardias
rojos,
con
el
patrocinio
de
J ian Qing.
Simultáneamente reaparecieron con fuerza ou-os temas del Gran
Salto,
referidos
ahora
a las relaciones sino-soviéticas que
en
esos meses
llegaron al puntO más álgido,
escalando de disputa
ideológica
entre
partidos comunistas a
un asunto de
ESlados y
de
límites territoriales.
Eljruschovismo como una peculiar degeneración del marxismo-le
ninismo se adjudicó a Liu Shaoqi. Liu (1898-1969),
«e
lJruschov chino»
la
persona número Uno
con
autoridad en
el Partido», fue
denunciado
de llevar a
China
por e l
camino
capitalista» umúpm) y de infundir
valores individualistas, tecnocrnticos y economicistas.
Así, dos grandes problemas
estaban
detrás
de
lo que inicialmente
parecía
ser un mero debate académico y una campaña más de recti(ica
ción
y
ed
ucación socialista. Primero, la línea
de
l partido había a
bi erto
entre
rojos y expel·tos un abismo que parecía cada vez más anc ho y
pro-
fundo. No sólo diferían
por
origen social y
por
el tipo de educación
sino
por
slafus
El
sislema educativo,
dirigido
en
función
de
las
nece·
sidades
de
la
induslrialización, se había vuelto más profesiona lista y
menos polit
izado. Las universidades rec lutaban
estudiantes de
los mejo
res
alumnos
de los mejores colegios
de secundal;a;
es decir, de los hijos
de los funcionarios o aun de
antiguos
terratenientes; diplomaban técni
cos y especialistas, no hombres templados con las masas
en
la lucha
de
clases.
Por
esto,
en
el transcurso
de
la
Revolución
Cu
ltural las universida
des
secundarias
se cargaron
de una
ferocidad hasta entonces descono-
cida en la lucha simbólica de los valores del rojo y
experto
, del elitismo
yel populismo. En este COnlexto se sitúan los guardias rojos, cuya apari
ción se registra
en
la primavera de 1965 por medio de carteles en gran-
des caracteres dazibao)
,
en
la Universidad
de
Beijing y
en
la
secunda¡;a
Quinghua
también
de
la capital.
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
13/76
92
De
populislas,
Iul Idari les
y vi olencias
El segundo problema tenía ahora que ver con
la
escalada mil
itar
no rteamericana
en
Vielnam. a alternativa escogida
por
Mao
y
Lin Biao
pareció reducirse a preservar la
teOl ía
de
la
guerra popular
a escala
mundial (
.
el campo rodea la ciudad como Asia, África y América Latina
rodean al imperialismo norteamericano ) ya prepararse para ella, pese
a que en 1964
China
había ingresado al club de las potencias nucleares.
Pero subyacía un asu
nlo
qUi7 s más importallle: freme a los Estados
Unidos en VieUlam ¿qué era el campo socialista? ¿Sería posible part
ici-
par
conjuntamente con
la URSS
en
la
guerra
? ¿O
China
debía preparar
se e n sol itario
para una
defensa
activa
.
?
Desde ma}'o de J966 hasta la reunión plenaria de l Comité
Centra
l
del PCCH de agosto del
mismo
año, la lu
cha dentro
de l
gmpo
dirigente
se libró e n torno a estaS dos grandes cuestiones: los va
lor
es
de
l rojo
y
el
experto y
qué es el
campo
socialista. Los debates
y
l
as
pugnas giraron no
sólo
sobre
los conten idos explícitos, si no,
y
primordialmente sobre los
méLOdos
para
resolver la lucha. El grupo de Liu apareció d istanciado
del gmpo
de
Mao, tanto en el
fondo
como
en
la forma. Liu pensó que
bastaba una nueva
..
campaña de rectificación y educación ,
mient
ras
que Mao pensaba
en
una revolución popu lar , por fu
era
y contra el
mismo aparato del PCCH que según él. se estaba conservatizando. En
esta atmósfera debe se,· analizada
la
tena pugna entre los nacientes
guardias rojos y los . equipos de trabajo
que
Liu y el Comité Central
despacharon a
uni
ersidades y escuelas.
EPíLOGO
En agosto de 1968 cientos de miles de jóvenes yadolescentes fueron
enviados
al
ca
mpo
a reeducarse con los campesinos. una \'el q uedó ago
tada
la
fase
de
sangrientas
confrontaciones
facciosas urbanas
de
los guar
dias rojos.
en part
icular
de
la facció n más rad ical o
..
facción rebelde
.
wofanpm) centrada
en Sha
nghai, a las que Mao puso fin en agosto de
1967 empleando tropas del EPL.
Las etapas y acontecimientos subsiguientes de
la
Revolución Cultu
ral están más o me nos
de
limitados
y
se
puede
dar cuenta
de
ellos. Exp
li
carlos es el
problema El IX
Congreso
de
l PCCH (1-24 de abril de 1969)
clausuró ofic
ialmente
la Revolución Cultural en un ambiente
de
unani
midad. El partido se
dep
uró
ideol
ógicamente
yen Un Biao q
uedó
ase
gurada
la correct., sucesión del presidente Mao.
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
14/76
93
En suma, como nunca antes en un país social ista, las masas
fueron
movilizadas.
Pero
es
probable que
Mao
Zedo
ng
considere que serán
necesarias más revoluciones
cu
ltu rales
para cambiar
la
mentalidad
de
las masas de los intelectuales asegurar el triunfo del camino socia li
s-
ta
. Mao debe saber que la una
nimid
ad del PCCH es ritual
porque
ha
vivido lo
que
Hegel
postuló
en la teoría:
que
un
partido
comienza a
existir verdaderamente sólo desde e l día
en que
se divide.
POSDATA
Treillla aiios
después
la
situaci
ón
c
hin
a
parece
haber dado
un
viraje
de 1
80
grados y en IOdo el mundo el papel de Mao Zedong y su
pensamiento
se juzgan
con otros
criterios. Los estudios posteriores so
bre la Revolución Cultural demuestran
que hubo
mucha más violencia.
destrucción e impacto social y económico
de
lo
que
entonces se pensa
ba. Además, si en
este
e nsayo se consideró unitariamenle el período
1966-1969, hoy en día
la
mayoría
de
esp
ec
ialistas
acepta que
el fenóme
no
terminó
tras
la
muerte de
Mao
en
1976,
a
la
que
siguió el derroca
miento de
la
banda de los cuatro,. siren bang) dirigida por Jian Qing.
Mucho
antes, en 197 1, se había producido la caída de Lin Biao, el
íntimo compai'tero
de
armas del camarada Mao Zedong , quien reem
plazó a Liu Shaoqi como presidente del partido y
en
1969 fue declarado
sucesor oficial de Mao,
quien
mantuviera
desde
lajefatura del Ejército
Popular de Uberación,
EPL,
una intensa
(ya veces conflictiva) relación
con
la
banda
e
los cuatro
..
Segílll la versión oficial, Lin murió
en
un
accidente
aéreo
en
Mongolia cu
ando
lrataba
de huir
a Moscú
después
de
un fallido
intento
de asesinar a Mao.
Desde 1977 la Revolución Cultu ral ha sido
condenada
oficialmente
y calificada de
..
error de izquierda . Los bandazos de «izquierda y de-
recha
. pueden
ser
ilUSlrados en la
portentosa
carrera
de
Deng Xiao
ping
(1904-1997),
criticado desbancado en la Revolución Cu ltural
para
reaparecer
en 1973, volver a caer y milagrosamente elevarse hasta la
cima
en
1979,
donde
pemlaneció
hasta
su
muerte
.
Es
probable que
C
hin
a siga ahora .eI camino capita
li
sta y
de la
co
rrupción ideológica .;
en
todo caso,
esta
aseverac i
ón
es la
Inás
plausible
a la luz del pensamiento de Mao Zedong. l mismo tiempo, el nuevo
mode lo chino ha sido exitoso en
términos
de
mod
ern ización
(económ
i
ca, demográfica, militar, educativa,
tecnológiq,); el
Panido Comunista
mantiene el control y
aún
está latente el tema de una nueva revalori7.a-
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
15/76
94 e
poPlllútas, mandarines
y
violencilu
ción legitimadora del rojo y el
experto,
aunque, de producirse, no será
en los
términos
del debate político de los años cincuenta y sesenLa.
Según
Mao. el
buen
comunista
debe
ser simultáneamente
rojo
y
experto.
En la práctica, sin
embargo,
la silUación es más complicada
que
una
simple conjunción copulativa,
pues
los valores del rojo y el
experto no sólo luchan en la
conciencia
individual, sino que terminan
representando intereses
de
grupos
ocupacionales
que luchan por el
poder.
El poder
internacional también
ha
cambiado dramáticamente y en
esto quizás haya
que abonar
a Mao
un argumento: que
el
desenlace
no
ocurrió a causa
de
la posesión per sey amenaza
de
emplear las bombas
nucleares, sino por un colapso más
profundo
(político-miJitar, simbóli
co, psicológico)
en
la URSS cuando prosiguió
en
la lógica de una carre
ra
armamentista
que a la
poslre
no pudo costear.
a
«suavidad,. con la
que
China se desliza hacia el capitalismo
pudo
racilitarse
por
la nacionalización del marxismo, o sea, su aplicación a
«la
realidad China,.. De este
modo,
para el liderazgo chino fue relativamen
te sencillo criticar
primero
y repudiar
después
los
esquemas
demasiado
rígidos del estatismo
y
centralismo soviéticos. Elvocablo suavidad va entre
comillas
porque
lo que se sabe del actual desalTollo económico chino
es que llega para las mayorías trabajadoras con todos los horrores de la
proletarización que y se
habían
conocido ampliamente en la Europa
del siglo X X y
primera
mit. ld
del siglo xx.
Como historia
presente, creo
que algunas
constantes
del ensayo se
sostienen y
son de
actualidad.
Por
ejemplo,
el
tema
de
la
lucha
entre
el
rojo y el experto que en Colombia y otros países latinoamericanos lla
maríamos la lucha entre el técnico y el político o entre
populismo
eco
nómico y neoliberalismo.
Traducida
como
pugna por
el poder entre las
élites, alcanza a veces una rerocidad inusitada. El desgaste que produce
parece ser uno
de los precios
de
la
modernización. a
desdicha es que
aun pagando tan alto precio, nuestros países poco
han
acortado
el ca
mino
a la
modernidad.
Por último, quisiera
señalar
que
considero
que Marx tuvo razón con
tra Mao, al menos en un sentido. Los comunistas chinos de la
genera-
ción fundadora colocaron
la
teoría
de Marx
en
un
lugar
inaccesible y,
con un pragmatismo quizás confuciano, se dedicaron a sinizar, o sea, a
nacionalizar la tesis de la lucha de clases. Pero del mismo modo que en
la URSS (en donde el proceso leninista fue más largo yquizás más costo-
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
16/76
opulistas contra xp rtos
9
so en
todo
sentido , en
China
la base material
de la
sociedad, lo
que
Marx llamó las fuerzas productivas,
determinó
en últimas la dirección
del cambio, más
que
la pureza
jacobina
tan
próxima
a la esperanza
y
tan distante del consenso. Esperanza consenso, elementos necesarios
en la
búsqueda de la gran
transformación
de la
sociedad.
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
17/76
NOT S
l. Hace
algunos
meses el
Comité
Editorial
de
la
Revista
rh Estudi05
SociaÚ 5me
invitó,
junto
a un grupo de colombianos de
la
diáspora (que, según entendí, somos los aveci
nados
en
algún
lugar
fuera del país), a
publicar una contribución
inédita
en
Colombia.
El
único
texto con
esas características y a mi disposición fue escrito hace 30 años
y
reflexiona sobre un (ema que hace mucho tiempo no manejo. Aún así, generosamente
insistieron,
solicitándome editarlo.
escribir unas líneas aclaratorias
y someterlo
a su con
sideración. Ante esta respuesta
no tUlle
más
remedio que
dedicarme a la tarea:
añadí
unas cuantas
líneas
en
diversas parles del texto,
con
el
objeto de
precisar
un
contexto o
subrayar un argumento. Pero,
en
esencia
y
arquitectura, propongo el texto deju io de
1970 que puede considerarse
como un
ensayo de historia
p r e ~ e n t e
2. V e r ~ ; i ó n editada de la ponencia que con el título C o n ~ l r U c c i ó n socialista o res
tauración burguesa
en
la pel llpectiva
de
la Revolución
C u l t u r a l ~
presenté
en
la
Quinta
Conrerencia Anual
del
sian Studits
on
the
PaCljic
Coast,
Oaxtepec,
México,julio
de
1970.
3.
El término .burguesía nacional_ está lejos de
llenar
los criterios
« c i c n l í f i c o s ~
del
materialismo histórico. Mao lo
empleó
desde sus tempranos esc.ritos de la década de
1920. llí se refiere a la _burguesía media
. que
está ubicada entre la ~ g r a n burguesía- y
la
.pequeña
burguesía_o
A5pil
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
18/76
CAPÍTULO CINCO
SABER
ES
PODER:
EL CASO DE LOS ECONOMISTAS COLOMBIANOS
S BER Y PODER
El
econ.omista
profesional
aparece
ante
la sociedad
como
el
pona-
dor
legílimo del conocimiento científico de la Economía. En cuanto
tal; es el agente a quien se
reconoce
solvencia profesional para la elabo-
ración y desarrollo de las políticas económicas
que son
de efecto general.
Con el dominio
de un
saber especializado, los miembros
de
la élite
de
economistas se vuelven indispensables para los políticos que dirigen el
Estado, para los
gmpos
de poder
económico
y en los procesos de for-
mación
de
leyes
en
el
Congreso.
Eventualmente
pueden
ser
decisivos
para moldear
el segmento cartesiano
de
la opinión pública
2
•
El economista
portador de un
saber legitimado, se transrorma en
actor público
cuando
ingresa l entramado instirucional y político. En este
momento se vincula el
saber
al poder yese vínculo es el objeto principal
de
eSle artículo que es un desarrollo de mi
trabajo
«Modernidad
modernizaciones
y
ciencias sociales», publicado
en arábola delliberalis-
mo (Bogotá, 1999).
Según clásicas definiciones
de
Max
Weber, el Estado
modcmo
trans-
forma
las
políticas en acción
por
medio de grupos
humanos
calificados y
organizaciones que
reúnen
condiciones de racionalidad, procedimental
• Esta ponencia fue presentada en
el
simposio A RP.xf arch Confeml(f 11
Ü onomic
oc·
lrinrs;,¡ Lalin Amn-ira: IheiT Ewlulion, Transmissíon and POUJer que se realizó en Sl. Antony s
Col1eg( , Oxrord
cl28
y 29 de
septiembre de
2000.
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
19/76
1
De
PoJlulistas,
1IlnndarlJU S y uiolen s
y
sustantiva, legalidad
y
responsabilidad administrativa. En
este
proceso
histó.;co el intelectual deviene
en
funcionado
y
el pensamiento crítico
en
razón burocrática.
También
entendemos con
Weber
que
el
poder
es
la
probabilidad
de
imponer la voluntad
propia en
toda re l
ación
social,
aun
contra
cualquier
resistencia. En este caso, el
poder de
los economistas se
acumula en
sucesivas decisiones legales
y
administrativas
de carácter
obli-
gatorio. Es decir, estamos ante un saber que se transforma
en
decisiones
estatales sistemáticas: paradjgma moderno simbiosis de saber poder
radicalmente diferente del paradigma tradicional: el saber es privilegio.
Acreditado
por
estudios
y
títulos
de
doctorado
el
conocimiento
de
la
ciencia económica se transfonl1a
en
poder cuando
sus
portadores actúan
como funcionarios de Esmdo toman decisiones centrales de política
económica que parecen técnicas, es decir, despojadas de responsabilidad
política. Pero el hecho de elaborarse presentarse
como
técnica una de-
cisión
no
inhabilita el
poder de afectar
o
de
promover
intereses
específi-
cos
dentro de
la sociedad; es decir,
no altera para nada su naturaleza
eminentemente política. También suele considerarse que este técnico es
apolítico, suponiéndolo más allá de las pugnas partidistas. En este senti-
do,
se dice que
es neUlro. l problema estaría
en confundir
la neutrali-
dad
partidaria,
en
caso
de que
exista, con
una pretendida
neutralidad
ideológica asegurada por «la ciencia objetiva de la economía»
Por otra parte los distintos sistemas de concesión de becas
para
ha-
cer doctorados
de
reclutamiento
de los doctores para
ocupar
posicio-
nes
importantes en
el
Estado
colombiano
no parecen guiarse por
los
principios
ciudadanos
de
la
igualdad
de
oportunidades sino
por
la lógi-
ca de
la
reproducción del
capital culrural
de
los
grupos
sociales domi-
nantes
3
• A
este
respecto el artículo sugiere
que
el
modelo de la
Universidad de los
Andes resultó
exitoso,
dado
el papel
central que han
jugado
su Facultad
de
Economía el
Centro de
Estudios para el Desa-
rrollo
Económico
CEDE,
como
nodos
de
reclutamien
to de
los altos
cuadros económicos estatales del sector privado.
De
algún modo
este
artículo
toca aspectos
como
la
formación
aca-
démica
la carrera profesjonal o el eventual sl tus político
que
pueda
alcanzar
el economista tiene
implicaciones en campos
diversos, aun-
que
complementarios
COIllO
la
culnlra organización de
las universida-
des, la historia
del
pensamielHo, la sociología
de
los
inte
l
ectuales
de
las profesiones, el análisis de las élites de poder» o la historia económi-
ca yestatal.
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
20/76
Saber es poder: el caso de r s eco1 Omislas corom./)ianos 1 1
Aunque
hay al
gunos estudios
fragmentarios
sobre el papel que
des-
empeiian
estos profesionales politizados, no contamos
con
monogra-
flas
como
las
dedicadas
a Chile, México, Brasil o
Argentina
4
•
En
este
trabajo
se
ofrecen consideraciones tentativas,
que
, quizás,
puedan
serár a
investigaciones posteriores
sobre
el acceso
de
los
economistas
colombia-
nos a posiciones
de poder
e influencia desde la perspectiva
de
la tradición
pragmáúca que da sentido a los valores e ideales
de
las élites colombianas
desde
fines del siglo XVIH; el surgim iento y masificación de los estudios
universitarios de Economía; el despegue de una élile de economistas y
su
posible
explicación
como fenómeno
social
estableciendo un
co ntrapunto
muy
somero de
dos escuelas
paradigmáticas de economis-
tas en la segunda
mitad
del siglo xx, los de la Universidad Nacio nal y 1 5
de la Universidad de los Andes; el entronque de esa élite en las
cúpu
las
técnicas del Estado y su
integración
a las élites de poder.
Hayal menos cuatro
aspectos
del
tema
que
, pese a su
importancia
no tienen
desarrollo
en
este artículo:
a)
a
descripción y
anál
isis
de
la situación profesional
de
la masa
de
economistas.
b) La validez, orientación y
contenido
científico o ideo lógico del
discurso económico. A este respecto, baste añadir
que
los
jJolicy
mokers
gozan
de
amplio
margen
de acción frente a las demás ramas
del
gobier-
no , al
Congreso
a los
gremios
empresariales.
Aunque
el grado en que
sus decisiones afectan el compon.amielllo general de la economía es
limitado, parece ser
que
éstas no son neUlras en
térm
i
nos de
crecimien-
to
y
distribución
6
•
c)
Desde
la Constitución de 1991. los
economistas que ocupan
altos
cargos estatales deben librar una lucha
legitimadora
cada vez más ardua
y
compleja
con los
abogados
que dictan
sentencias
en los altos tribuna-
les de justicia del país
6
•
Así, la Corte
Constitucional ha
intervenido con
sus fallos en
un ámb
ito
qu
e,
se suponía era de
acceso exclusivo
de
los
expertos en Economía verbigracia, las tasas de interés, los salarios de
los
empleados
públicos
o la inflación. Este conflicto,
planteado como
si
fuer. ideológico y social, podría entenderse
como
una lucha entre eco-
nomistas de un lado , y abogados del otl'O,
en
la que ambos reclaman
legitimidad de jurisdicción profesional sobre el amplio
campo
de las
políticas eco nómicas y sus efectos sociales
7
. Lucha interprofesional que
apenas
comien
za y que
tiene
por
base
una
tecnificación real
del Estado
colombiano.
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
21/76
102
e populistas, mandarines) viQwnritu
d) También dejamos de lado
l
tema de la centrdlización eSlatal
de
las
decisiones
de
política económica, que
pone en
ventaja a Bogotá y a
las
uni,'ersidadcs bogotanas
en
relación con las
demás
ciudades importan
tes. l mismo tiempo, es evidente el peso que
en
sus entornos regionales
tienen universidades públicas
como
las de Antioquia, Valle, la Universi
dad Induslrial
de
Santander
y
algunas privadas. Desde un plano cultural,
puede
proponerse que el ascenso del economista
de
élite
puede
ser
una
manifestación más de la co oniz...ción civilizadora del cflChat O sobre los
demás gmpos, clases y estereotipos p r O \ ~ n c i a n o s
de
los cuales los más
resistentes siguen
siendo
los costeños,
como
nos lo
recuerda
la lileralUra
de Carda M¡irquez, proyecto civilizador que definió un estilo de vida y
una constelación de actitudes envueltas por
la
políticas.
PAPELES YFUENTES DEL DISCURSO ECONÓMICO
La emisión y recepción del discurso
económico
sigue
en
Colombia
la trayenoria históJica de otros países latinoamericanos,
en
tanto y en
cuanto
que
asunto público e institucional:
pdncipió por
los hacendistas
de
la época borbónica (abogados, políticos y
empresarios
a los que
un
siglo
después
se
sumaron
ingenieros)
yen nuestros
días está a
cargo de
funcionalios y exfuncionarios naciOllales e internacionales,
en
su mayo
ría egresados
de
universidades norteamericanas con el tírulo
de
Ph. D
en
Economía. Pero antes del advenimiento de eslOS superexperlos, los
hacendistas formularon políticas económicas coherentes
que
hacían
referencia a doctrinas tenidas
por
universales, lógicas y
i e n t í f i c a s ~
No
sobraría apuntar
que
los índices de
crecimiento
económico per cápita
alcanzados
por
el país
entre
1970-2000, la época dominada
por
los eco
nomistas profesionales, son inferiores a los
obtenidos durante
la era
precientífica de los hacendistas,
almenas
durante el
período
1945-1970.
Según Pau\ Streeten, lo que él denomina la comunidad del desarro
llo está integrada por tres grupos:
a) La
comunidad
académica y de investigación.
b La comunidad
de
funcionarios
de
las instituciones multilaterales
y bilaterales
que
se ocupan del desal-rollo y
e) La más amplia comunidad
de
trabajadores
de
campo
en
progra
mas
de
desarrollo.
Los funcionarios que toman decisiones
en
los países
en
desarrollo
están incorporados
en
el grupo b) y los funcionarios nacionales de ran-
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
22/76
Saber
es
poder el caso de los
economistas
colombianos 1 3
go inferior en
el grupo
C IO.
Dos conocidos
economistas sostienen que
en
la
actual
Colombia «la evidencia apuma hacia la inexistencia
de
una
comunidad
académica
activa y
consolidada
[... ]
J
no haber una comu-
nidad académica nacional
las
audiencias deseadas parecen
estar situa-
das
en
el
exterior ya sea en
el contexto
de una comunidad
vinual en
formación o
en
las instituciones internacionales de tipo
académico
-
nanciero
o de
fomento
al deS
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
23/76
104
o pclmlista f mandarines v olnllúu
Estado y en destacados exponenles de las políticas económicas
domi-
nantes. incluidas las inspiradas en
la ortodoxia
ncoliberal.
Esto nos
recuerda
que
las doctrinas e ideas
no
cxiSlen
en
abstracto.
Piden un sujeto que las formule como d iscurso y el discurso requiere el
lenguaje, que es un
instrumelllo
tanto de
control
CllalllO de comunica-
ción [ .. ] El lenguaje es ideológico
en otro
sentido. más político. de la
palabra: implica una i s l o ~ i ó n sistemálica
al
senicio de los intereses de
c1ase.
u
, la ideología implica una presentación sistemáticamente or
ganiLada de la realidad .
El
lenguaje sistematizado
de
los economistas
se
dirige a múltiples
interlocutores sociales e institucionales. ¿En dónde se forma l
para
quié
nes
y
desde dónde se emite?
Los mecan ismos
pr
imordiales de fom
la
ción del discurso O
doctrina
han sido históricamente los grandes proyectos
gubernamema
les,
Ia.
i
misiones extranjeras y las universidades, COIllO eremos adelante.
En
cuamo
a los principales cemros de emisión del discurso econó-
mico baste mencionar por ahora:
a) El Ministerio de Hacienda,
MH
,
encargado
de la
orientación
y
pues{¡j. en práctica de la política macroeconómica, de la fonnulación pre-.
iupues{¡j.1 y del manejo y
control
efectivo de la recaudación de impues
lOS yde l gasto público central.
b)EI Departamento Nacio nal de Planeación, DNP, cuyas func i
ones
se circunscriben a la
aprobación de
los proyeCtos
de
inversión pública,
incluida la financiada con préstamos internacionales,
aunque
su papel
puede
'ier más significativo
en
cuanto
es el
coordinador
técnico
de
dos
IIlslituciones
gubernamentales
cla'e en la fm-mulación del
Presupuesto
Nacional: el CONPES y l CONFI$.
e)
El
Banco de la República,
SR.,
que desde
1991
goza de mayor auto
nomia constitucional
y
legal, y sus codirectores puedenjug'dr más fuerte
que antes frente al MH.
De
todas mane ras, el SR muestra mayor estabili
dad burocrática, de
la
cual da
buena cuenta la
duración de sus gerentes,
según se aprecia
en
los apéndices I
y
2. Además, es
probab
le
que
las pre-.
siones
de la
clase política sobre el
MH
en
la
designación
de
cargos hagan
un contrapeso efectivo al dominio de los economistas profesionales, ex
cepto en las áreas de fonnulación macroeconómica.
d) También cuenta
la
prensa especializada. En efeclo, desde
la
dé
cada de 1980 han
aparecido
y se han consolidado diversas publicaciones
periódicas especializadas en
Economía que.
según Juan Lui_ i Londoño,
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
24/76
Saber ( s
poder: el caso di los economistas colombianos 105
fOl-man nuevos «centros de poder de opinión económica,, 6_ Aquí ca
brían dos observaciones: primera, estos nuevos órganos de expresión lo
son
de
diversos
grupos
de poder
y
consolidados,
como
los
grandes
con
glomerados económicos, o el Banco Mundial, y
no
tienen divergencias
fundamentales
en
torno al «modelo» económico. Segunda, el discurso
económico
que promueven estos órganos de difusión, sea propaganda
o sea pedagogía política, no se dirige a los ciudadanos
para
comunicar
se, en el sentido de buscar y
efectuar
un intercambio de ideas y argu
mentos
en la
urdimbre
de una sociedad democrática. En Colombia
aún
no
se
ha
formado del todo una esfera pública correspondiente a una
genuina sociedad civil.
El
economista habla como maestro o profel< l
ame audiencias pasivas que le reconocen el atributo de
ser
el intérprete
válido
de
la
ciencia
económica. Su altf:T ego
debe
ser
otro
economista,
ya los intercambios
que
establecen enu e sí
suele
Ilamárseles debate
público.
LA REPÚBLICA PRÁCTICA, MENOS POLÍTICA,
Ás
ADMINISTRACiÓN
El prestigio social de economista
(una
de las fuentes de su legitima
ción)
echa
raíces en el
arquetipo
de racionalidad atribuida
al
hacendis
ta del
tardío
período colonial, cuando las obras públicas y el manejo de
las finanzas estatales
fueron
materia explícita del arte del
buen
gobier
no. Pero la construcción
de
este arquetipo terminó
desbordando
el cau
ce burocrático que quisieron imponerle los proyectos borbónicos. En
esta línea, se
ha
descrito
cómo
la
economía
política estuvo
en
la
médula
del proyecto intelectual
y
político de la élite criolla que
confonnó
la
EX/JediciólI
Botánica
del
Nuevo
Reino
de
ranada (1783-1810),
punlo
focal
de
la primera
generación patrio la. Esta
«comunidad
de interpretación»,
según Renán Silva, introdujo
l
país «una cultura relativamente homo
génea. dominada por una visión religiosa del mundo», pero también
«un
principio
de secularizaCión de ciertas esferas de
la
vida social, [oo.] y
el
intento
de
revalorizar
la
vida social e individual,
que
debería
ser
no
solamente búsqueda de la salvación, sino también búsqueda de la felici
dad
tnrena,
apoyada en la prosperidad material,, ?
Visión social que se inspiró
en
las ideas e ideales de la Ilustración,
incluidas las divulgaciones de las teorías
en
boga de Jean Baptiste Say
y
por esta vía, de Adam Smith. Asimiladas por la generación de la Inde
pendencia, habrían de
ser
puestas a tono
con
el utilitarismo
deJeremías
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
25/76
106 De tJQPulislas
m nd rines y violenci s
Bentham.
Esle
movimiento de
nacionalización
del
discurso revistió u n
caráCler más sutil
y
eficaz
de
lo
que
en nuestros
días
han querido
acep.
tar muchos
economistas. A este respeclO,
va
lga
recordar
la
crítica al
jui-
cio según
el cual Francisco
de
Pau
la Samander
(1792-1840)
demostró
una pobre
comprensión
de
la
economía
poslcolonial a la luz
de
las doc
u'inas europeas prevalecientes en la
época
's
,Juicio que, quizás, se origi
ne en el afán del economista profesional
de
nuesU os días
de reclamar
jurisdicción
de
su saber
experto, poniendo
en su
debido
lugar al charla-
tán.
Yen
asuntos
de
economía política, subrayemos, Santa
nder
no era
un
c
harlatán.
Desde la
época
de la Ilustración
neogranadina,
el
interesado
en arri
bar
y permanecel- en i::J cúspide
de
l sistema social y en el
centro
del
sistema pol ítico
debe
confi rmar capacidad discursiva p
ara definir
de
fender valores y proyectos, así
como
talentO
para
crea r
ag
itar opinión
pública.
Vinudes
materializadas a
partir de
las redes erigidas en el l r ~
dío período
colonial alr
ededo
r de las tertulias y la
imprenta; de
las so
ciedades
de debates
y los
co
legios universi[ario
s
Politizadas estas
redes
a panir
de
1810
(desde
la insurrección
de
los
Comuneros de
1781 hay
barmntos
de politización), el discurso
adquirió
signifi
cados
en
un
en
tramado
táctico y faccioso y su objetivo
ha
sido,
cada
vez más
exp
lícita
mente,
alcanzar el
poder
del Estado y
mantener
legitimidad.
La empresa de
acondicionar
las
doctrinas económicas
universa les a
los e
ntorn
os
colombianos, por
un lado,
y por
el o
tro
, la
tremenda
u
l de
la
idea de progreso hacen parte de
un
complejo proceso cultural
de
aprendizaje;
de un
.. Iearning by
doing'
que
vino
aparejado
con
aquel
sueño elitista,
de
raíz borbónica, constnlido en
torno
a la estabilidad
política y al
progreso
material. En
cierto sentido,
se trata
de contrava
lo
res: apoliticidad frente a las pasiones
de partido}'
técn i
ca frente
a las
necesidades del desarrollo material,
que
Frank Safford
denomina
el ideal
de
lo práctico, y cuya fuerza inercial podr
ía
verse, seg
ún
é l en la Univer
sidad
de
los Andes
'9
.
Reconocida la
durabilidad
del ideal
de
lo práctico, hay
que
dar
cuenta
de las
sucesivas fracturas del proyecto l consu-tlir
un
Estado nacional yde
fundar una nación
civilizada». La fortaleza del idea l
de
lo práctico se
comprueba en que
ni
aun
bajo la hegemonía del liberal i
smo manches
teriano
(c.1840-1880), las éJites
confiaro
n
ciegamente
e n
que
la
mano
invisible
conduciría
el país al
prog
reso.
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
26/76
Saber es poder: ('1 raso
de
los ,col/omistas colombi nos 107
a visión dicOlómica de
la
realidad colombiana, según
la
cual el mer-
cado
funciona
para
bien
aunque
el país
viva
al
borde
del desgobierno, se
nutría
de las experiencias
de
la
construcción nacional del siglo
XIX.
Pues-
to que los valores aristocráticos Uadicionales habían hecho hiblidación
en el vivero de las instituciones del liberalismo representativo, y las pasio-
nes políticas habían anaigado
profundamente
en el
cuerpo
social de
la
República,
la
solución
al
déficit pelmancnlc de la hacienda pública y del
«o rden público» (los dos coneclados
por
las guerras civiles) pareció ha-
llarse en el divorcio de «política» y «adminisllación», lo que se fraguó una
vez
pasado
el
último conflicto ftatricida
dd
siglo
XIX
y sublevado el depar-
tamento de Panamá para fonnar república soberana.
Desde los albores del siglo xx y
siguiendo
la máxima
de
«menos po-
lítica y más administración», sectores de
las
élites creyeron hallar el ábrete
sésamo de estabilidad
y
desarrollo aislando
en
1 posible las institucio-
nes económicas del ciclo electoral. Confonne a este
principio
normati-
vo
que
opone administración y política,
apareció
más tarde
la
imagen
que opuso
técnicos y políticos.
Según
eSla visión
de
orden, el Estado puede modernizarse
mediante
un cuerpo técnico y profesionalizado que administre racionalmente
y
con neLLlralidad política. Entonces, el
deber
de los políticos que dirigen
el Estado consiste en domesticar las pasiones y
decidir
sobre las opcio-
nes por ejemplo, de política económica)
que
serán ejecutadas por
un
personal calificado de administradores neutrales, organizadosjerárqui.
camenle.
Sin embargo, la experiencia colombiana del siglo xx parece
sugerir
que
la
conStante
expansión
de
las burocracias públicas
no
propi-
ció
la
aparición de
un
cuerpo de funcionarios con etilOs moderno capa:t
de
ltansformar
los
patrones
de una cultura política legalista, personalis-
la, clientelar y de corto plazo. Por ono lado, la expansión de las buro-
cracias administrativas,
i n c l u i d ~
las más tecnificadas, trajo aparejadas
nuevas formas de
lucha
por el poder, de las cuales las de los ¡lotiry 11la ter.s
del último cuarto del siglo xx serían
un
buena muestra.
a
pretensión
de separar
administración y política resultó fallida.
Una de
las causas pudo
ser la
concepción
enraizada
según
la
cual era
posible modernizal el país con un cambio mínimo de la estnlctura y
o¡'ientación de lasjerarquías sociales. Pretensión que, si hemos de creer
a Frédéric Martinez, se sirvió del mito creado desde fines del siglo XIX
por la histo¡ iografia bipartidista en
torno
al papel del Estado regenera-
dor 1880-1900) y su símbolo
de
autoridad: la Constitución
de
1886,
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
27/76
1 8
De
fJofrUlislas m nd rines y violenci s
que estableció «la
central
ización política
y
la
descentra
lización adminis-
u aliva». MilO
funciona
l a conservadores
y
liberales en el siglo xx,
en
cuanto
legitimó sus
pugnas
por
el poder, e
ncubriendo,
de
un
lado,
la
fragilidad real
de
l Eslado
y del otro,
el
abismo
entre
un impresionante
y
abigarrado cuerpo
de
leyes
y
la
debi
lidad
del impelio
de
la
ley y
la
ause ncia
de
co nsensos sociales inclusivos. Mito trágico que, acaso, está
e n la raíz
de a
Violencia
de
med iados del siglo xx, cuyas
secue las
llegan
a nuestros días
20
•
El
d iscurso
económico
tiene resonanc
ia
y pe rtinencia en
las relacio
nes
de
Co
lombia con
el siste
ma internacional
y
en
las
luchas internas
por
el
poder y
la legitimidad. En el p
lano
interno,
es
importante
tene
r
presente:
a) La larga d uración
de
l ideal
de
la modernidad,
co
n sus
va
lores cen
trales
de
racional idad y cientificidad.
b) La
temprana separación en
el sig
lo
xx enu-e las
instituciones
que
formulan políticas económicas ylas instituciones representativas que resultan
de
la co
mpetencia
elec toral.
c) Eligido
sobre
la
economía
cafetera, e l
mode
lo liberal (c. 1910-
1940)
tend
ría
un
efecto definitorio en
las relaciones
de
l Estado y el sec
tor
privado a lo largo del siglo xx: la
orientación pragmát
ica a
ntes
que
docu-inaria
de
las po líticas económicas.
d)La debi
lidad
de
la presión
popu
lista en los p rocesos de llloderni
zación
21
•
Desde el
punto de
vista
internacional,
se aprecia la
contin uidad de
un
modelo
elitista
de
legitimación desde,
po
r v
cont
ra el
exterio
r
que
desp
liegan las éliles e n sus luchas domésticas y
que
viene del siglo
XIX
H
.
Para el caso q ue nos
oc
upa, este
modelo entró
en acc ión
durante la
primera
misión
Kemmere r
en 1923, q
ue
rac ionalizó la
lecnmcación de
los seg
mentos eco nómicos de
l Estado.
Las misiones extranjeras se acoplaron es tupendamente bien al am
biellle paternalista
de
las élites
colombianas. Dieron
nic
ho
y
alas a g ru
pos
sin
responsabili
dad po
lítica,
que
sustituyero
n los
pa
rtidos
y el
Co
ngreso y que
desde
el Estado
de
finieron
nocio
nes
de
«interés
pú
bli
co»
en
nom
bre de
la razón y
de
u na racionalidad «
técnica que
bien
p
ronto
cobra
un
hálito
mis terioso y sacro.
Se ape
la a ellas
para cen
trali
zar
las decisiones y
legitimar
la
red
istribución
de
l
poder económico
y
social.
Independientemente de
su relativo éx ilO
de
la resistencia inter
na que enfrentaron, de
l
impacto
en la
formación de
especialistas
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
28/76
Saber
es
poder
el
caso
de
los economisl s colQmbianos
109
colombianos, el técnico extranjero aparecía «más allá de toda sospe
cha»:
no prevaricaba con los intereses regionales y
p o l i t i q u r o s ~
a
legitimación técnica del
exterior
se
torna
más necesaria
en
la
medida en
que
aumente la dependencia del crédito internacional. Yse
sabe que desde 1979 el financiamiento, ha estado s l ~ t o en Colombia,
como en
todas partes, a
las
,cláusulas
de
condicionalidad» del
Fondo
Monetario Internacional, FMI, y del Banco Mundial, BM, con las consi
g¡.Iientes ' políticas de
ajuste»2 ¡
que, dicho sea de paso, contribuyeron a
ahondar la crisis política en Venezuela en 1989,
El
pragmatismo
de
las
políticas económicas, correlato del pragma
tismo de los intereses, marca
la
transacción
entre
diferentes doctrinas y
escuelas
de pensamiento, confonne
a la
cambiante percepción de
los
grupos empresariales ligados al café, a la industrialización y al sector
financiero y
bancario, principalmente.
Si en un plano abstracto puede
sostenerse
que
los intereses cafeteros yde los importadores
son
interna
cionalistas y
que
los intereses industriales son nacionalistas, entonces el
suave y más
bien tardío
proceso
de
stlstirución
de importaciones
colom
biano daría prueba de la
negociación pragmática
entre
todos estos gru
pOS25, Negoc i
ación
facilitada por
la
ausencia de una etapa populista en
el país, con
la
consig¡.tiente marginación de sindicatos
obreros
y organi
zaciones populares en
la
fom1Ulación aplicación de
las
políticas eco
nómicas, y la
consiguiente
debilidad de los intermediarios. esto es, los
políticos populistas,
Fracasada
la empresa
de aislar un gobierno guiado por la racionali
dad
técnica
de
las
redes personalistas y clientelares,
pudo,
sin
embargo,
instirucionalizarse el
conjunto de
relaciones estratégicas elllre el gre
mio cafetel O y el Estado. De este modo, se desarrolló un conjunto de
valores derivados de la
dicotomía
política-administración, enraizados
en
..
el ideal de lo práctico». que dan pie a una especie de república
práctica
que han
orientado
la
acción
de
las élites sociales yeconómi-
cas aunque no hayan conseguido abarcar
lodo
el espectro de las étites
políticas,
Enumerémostos: a) Moderación de partido o apoliticidad, ames que
sectarismo; b pragmatismo
económico
y empresarial, antes
que
doctrinarismo;
c) colaboración y consenso, antes que lucha conflicto
entre
el sector privado y el sector público; y el) pre lación a
la
intervención
estatal consensuada y limitada, antes que a la competencia abierta entre
los
agentes
económicos
26
,
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
29/76
110
e
populistas ma ndarines
y
violelJcias
Estos valores, que
han guiado
las práclicas de FEDECAFÉ en su rela
ción
orgánica
con el Estado,
trascendieron
la esfera del café y definie
ron
reglas
dejuego
en
un
entramado
más
complejo
que
se forma
en
la
il1lersección
de
dos ejes: Estado-sector privado
y
Estado nacional-siste
ma mundial. intersección que puede verse
también
como la escenogra
fía en la cual actúan las élites políticas y empresariales y con ellas, los
economistas profesionales.
SURGIMIENTO y DESARROLLO
DEL ECONOMISTA PROFESIONAL
El discurso económico
elemento apendicular
del discurso político,
está presente desde el siglo XVI en los debates clásicos
sobre régimen
fiscal;
protección
y librecambio;
financiamiento
y
dotación
de infraes
tructuras. Pero el
apéndice
fue ganando alguna independencia
y
perfil
a la par con el desarrollo económico y social, y a medida que ascendie
ron y se consolidaron las profesiones
modernas
y el país debió
empezar
a
construir
instituciones complejas.
El aura de racionalidad y modernidad atribuida al economista tiene
el
antecedente
más
claro en
el ingeniero.
El
prestigio social del ingenie
ro
provino de su asociación con los iconos del
progreso
nacional: el
ferrocarril. las plal1las eléctricas, las carreteras los túneles, los tranvías,
los acueductos los alcantarillados. l desarrollo inicial de estas infraes
tructuras estuvieron vinculados los
egresados
de la Facultad de Ingenie-
ría Civil
de
la Universidad Nacional
y de
la Escuela Nacional
de
Minas
de
Medellín. Se ha
formulado
la tesis
del
acüvismo
de
esta última
en la
formación de un grupo empresarial, en el sector privado y público de
Antioquia
y
del país
27
•
Desde la creación de la Sociedad
Colombiana
de Ingenieros (1887)
fue evidente la
amalgama
de prestigio científico y papel público de la
profesión, inexorablemente coligada a los altos círculos del Estado
en
lo
que
llegaría a
ser un
poderoso Ministerio
de
Obras Públicas desde la
danza
de
los millones» (1926-1929).
El ascenso
de
los ingenieros se aceleró en 1931 a raíz del cambio
estratégico
de
la base de los transpones del felTocarril a las carreteras.
Se habla, incluso,
de
«un gobierno
de
ingenieros" entre 1946 y 1957,
pues los tres
presidentes
del pedodo Mariano Ospina Pérez, Laureano
Gómez
yGustavo Rojas Pinilla tuvieron inicialmente esa formación pro
fesional: S.
-
8/19/2019 Marco Palacios - De populistas, mandarines y violencias: luchas por el poder (Parte 2:Mandarines)
30/76
Sabn es pode .; el caso de
los
economistas colombianos 111
En el camino hacia la profesionalización
de
los economistas,
las
dos
misiones Kemmerer 1923
y
1931) marcaron
un
hito
29
.
Adquirió perti
nencia
una oriemación
más técnica
en
la
presentación
y
análisis
de
las
estadísticas económicas en instituciones creadas
en
1923, como el BR
la
Contraloría General de la República. Los hacendistas que
fungieron
de interlocutores
colombianos
de misiones extranjeras, como las de
Kemmerer, la del Banco Mundial 1949-1953) la de Economía y Huma
nismo 1955)
las
dos
de
CEPAL 1954
y
1958), que estuvieron al
frente
de las
islas más técnicas del Estado, consiguieron raciona
li
zar una
política económica práctica que,
en
algunos casos, hubo de
ser
teoriza
da
ex
post.
En la década de