"N
MANUAL
DE
LA ESTRELLA DEL ORIENTE :
COMPUESTO PARA EL USO DE LOS PATRONOS,
POE
AUTORIDAD COMPETENTE,
Y
TRADUCIDO, CORREGIDO Y CON LÁMINAS,
pos
ANDRES CASSARD,
Ex-Venerable de la Logv La Fraternidad, Numero 387, fundador de la misma y de la
Logia Tabernáculo, Número 598, del Orv de Nueva íork ; Pastares Veces Mtjt Po
deroso Gran Maestro de la Sublime Gran Logia de Perfeccion " La Fraternidad ; "
Muy Equitativo Príncipe Sobv del Gran Consejo de Príncipes de Jerusalem, " La Fra
ternidad ; " Muy Sabio y Poderoso Presidente del Sobv Cap-.- de Bosa >J<, "La Fra
ternidad ; " Past-Hustre Comendador en Jefe del Sobv Gv Consistorio del Estado de
Nueva York ; Representante General de los Grandes Orientes y Supremos Consejos de
Cuba y las Indias Occidentales, Nueva Granada (Colombia), Venezuela, Portugal y
Brasil : del Grande Orlente Nacional de la República Dominicana y de la, Gran Logia
de Chile, ante todos los altos cuerpos de los Estados Unidos y del Canadá ; Miembro
Honorario de los Supremos Consejos de Charleston, Boston, Neo-granadino y Brasil ;
de los Grandes Consistorios de Nneva Orleans, Lima y de la Republica Dominicana, y
Miembro Nato del Gran Senado Masónico Neo-Granadino ; Miembro activo del Supre
mo Consejo de Cuba, Miembro Honorario y Representante de varios cuerpos Naciona
les y Extrangeros : Representante General y Plenipotenciario del Grande Oriente y
Supv Consejo de Cuba, ante todos los altos cuerpos masónicos de "Ambos Hemis
ferios ; " Sobv Gran Inspv Gen-.- de 33, &c. &c. y Gran Patrono de la Órden
de la Estrella del Oriente.
"He visto su Estrella en el Oriente
y he venido a adorarle."
NUEVA YORK:
IMPRENTA DE EL ESPEJO MASONICO.
1867.
Es propriedad exclusiva, y cada ejemplar llevará la firma y rúbrica
del autor.
EL GRADO DE LA ESTRELLA DEL ORIENTE.
Mi vicia está consagrada d la gran
de obra de la redención- del género
humano ; y si no lograre mi objeto,
á lo ménos me lisongearé de haber
contribuido, con cuanto ha estado á
mi alcance, en favor del bienestar de
la humanidad.
Andbes Cassard.
'"ION el objeto de propagar tan bello como importante gra-
do, el Gban Patronato se sirvió, el 1." de Octubre de
1864, nombrarme y constituirme " Gran Patrono de la Or
den de la Estrella del Oriente, y su Diputado ad hoc en
todo lo concerniente á dicha Orden," dándome " las mas ám-
plias facultades y poderes ilimitados para conferir los cinco
puntos, que constituyen el grado, á las esposas, viudas, hi
jas y hermanas de los Maestros Masones regulares que
deseen recibirlos en la Isla de Cuba y las Antillas, Santo Do
mingo, Méjico, Nueva Granada, (hoy Colombia) Venezuela,
Centro América, Perú, California y en todas las ciudades,
PAISES Ó LUGARES T EN DONDE QUIERA QUE HATA PERSONAS
QUE HABLEN EL IDIOMA CASTELLANO Y DESEEN RECIBIR DICHOS
grados." Tambien se me autorizó, ámpliamente, para nom
brar Vice Patronos en las ciudades, países y lugares que
juzgue conveniente, á fin de esparcir las luces benéficas de
tan bella institucion, delegando, al efecto, las facultades ne
cesarias en aquellas personas que considere mas aptas para
desempeñar fiel y debidamente tan delicada comision.
3
INTBODUCCION.
Persuadido, por una parte, de la gran necesidad que exis
tia de un sistema que, despojado de los inconvenientes y ob
jeciones que siempre han presentado los diversos " Ritos de
Adopcion " que se han inventado desde tiempo inmemo
rial, * reuniera en sí ciertas formas simples, comprensibles y
fáciles de retenerse en la memoria por las señoras, sin necesi
dad de grandes ceremonias ni aparatos pomposos al conferir
se los grados, y sin que tuvieran que pasar por ciertas pruebas
morales y otras fórmulas secretas que han dado lugar á que
la maledicencia hubiera podido inventar hechos vulgares y
del todo inverosímiles, pero que han perjudicado de tal mo
do los "Ritos de Adopcion," que estos existen hoy única
mente en algunos archivos como recuerdo de lo que fué, por-
* Una de las primeras sociedades de señoras fué establecida en Fran
cia hacia los años de 1740, y se tituló : L' Ordre des Felicitaibes. Te
nia cuatro grados, y por la breve noticia que he podido obtener, ca-
recia de todo mérito, y dos años despues apareció otra sociedad titulada :
Caballeros y Heroinas del Ancla, que era poco mas ó menos como
la anterior en su forma de iniciacion y casi todas sus ceremonias. En 1747
un tal Beauchaine, Ven-.' de una de las Logias de Paris, instituyó otra
sociedad que nombró : 1/ Ordre de Fenders. Esta institucion plagió
sus principales ceremonias de los Carbonarios. Sin embargo, llegó á ser
muy popular, y las señoras y caballeros mas distinguidos de Francia
pertenecieron á ella. Luego se formaron las ó*rdenes del " Hacha, " de
la " Fidelidad" y otras ; y en consecuencia el Grande Orv de Francia, en
1774, adoptó un nuevo rito titulado : " Rito de Adopcion." Se dictaron
leyes y se establecieron reglas para el mejor gobierno de estas " Logias
de Adopcion," una de cuyas reglas era : que ninguno, á ménos que no
fuera Mason regular, podia ser iniciado ni visitar dichas Logias, las cua
les fueron puestas bajo la inmediata direccion y sancion de una Logia
regularmente constituida, y su Vv, ó en su ausencia su Diputado, debia
presidir, asistido de la Gran Maestra. Bajo estas reglas se fundó una
Logia en Paris, en 1775, bajo el patronato de la Logia San Antonio,
cuya Logia de Adopcion presidió la Duquesa de Borbon, quien fué insta
lada como Gran Maestra.
Despues se han formado varios sistemas pero han desaparecido, y el
único que parece tener alguna consistencia y que reúne, en mi concepto,
todos los elementos de permanencia, es la Orden de La Estrella
del Oriente, porque su pureza, sencillez y grande importancia y utili
dad corresponden con la Masonería especulativa de nuestros días.
4
INTRODUCCION.
que no se practican en ningun país ; y, satisfecho, por otra
parte, de la belleza y simplicidad del grado de La Estrella
del Oriente, (que puede conferirse en una sala privada, sin
el mas leve aparato, y sin que, las señoras, tengan que poner
se en roce inmediato ni comunicacion directa con caballeros
en cámaras obscuras, lo cual ha dado pábulo á los falsos aser
tos que la lengua de la calumnia ha diseminado para perjudi
car la Institucion ; ) é íntimamente convencido de lo útil y
conveniente que será á las esposas, viudas, hijas y her
manas de Maestros Masones poseer este grado, pues que, po
seyéndolo, obtendrán, por donde quiera que vayan, todos los
auxilios que puedan necesitar en caso de un accidente ó cual
quier desgracia que pueda sobrevenirles ; considerando dete
nidamente todas estas razones, y siempre dispuesto á contri
buir en cuanto pueda al desarrollo de las luces y al bie
nestar de la humanidad, me decidí á aceptar el Gran Pa
tronato de la Orden, en los términos latos en que se me
ofreció, con el objeto de hacer extensiva dicha Orden.
Y no se mofe el escéptico de las ideas que he avanzado
respecto de lo útil y conveniente que será á las señoras poseer
este grado, porque puedo presentar testimonios fehacientes
de innumerables casos que han acontecido á muchas fami
lias del Sur de los Estados Unidos durante la guerra calami
tosa que ha devastado una gran parte de tan bello país, cuyas
familias deben lo que hoy poseen, y aun sus propias vidas,
al mero hecho de haber poseído el grado de La Estrella del
Oriente, y haber podido, en la ocasion precaria, hacer las se
ñales que las hicieran acreedoras á los auxilios y consideracio
nes debidas á un miembro de la Gran Familia.
En Virginia, Baltimore, Carolina del Norte y Sur, Tennes-
see, Atlanta, Nueva Orleans, etc., etc., existen millares de se
ñoras que pueden corroborar mis asertos y quienes hoy reco
miendan el grado de La Estrella del Oriente, no solo
como una cosa verdaderamente útil, sino como la mas bella
emanacion humana.
La Orden de La Estrella del Oriente se fundó á fines
del siglo pasado, (1778) pero hasta últimamente no se habia
5
INTRODUCCION.
propagado, debido, sin duda, al hecho de no haberse recono
cido propiamente su belleza y utilidad. Pero hoy está espar
cida por todos los Estados Unidos : no hay un Mason que
ocupe una mediana posicion en la órden, que no posea el
grado de La Estrella ; habiéndose hecho tan sumamente
popular, que es rara la noche en que no se confiera, en alguna
Logia de la ciudad, á un número considerable de señoras.
Sin temor de exponerme á la nota de sofístico, puedo ase
gurar que mas de cincuenta mil señoras poseen, en los Esta- •
dos Unidos, el grado de La Estrella y que mas de cien lo
reciben todas las noches.
Hay Vice Pateonos nombrados en la Isla de Cuba, Santo
Domingo, Méjico, Nueva Granada, Costa Rica, Chile, Brasil,
República Argentina, Uruguay, Italia, Portugal y aun hasta
en España. *
La teoría del grado está fundada en las Escrituras: sus
obligaciones están basadas en los principios de Equidad y de
Justicia ; y todos los beneficios que se dispensan á los miem
bros de la fraternidad, corresponden, igualmente, á las
esposas, viudas, hijas y hermanas de los Masones.
Cada uno de los cinco caracteres que se han adoptado en
estos grados representan ó ilustran muchas de las sublimes
virtudes masónicas, á saber :
1." La Hija de Jephte, manifiesta el respeto y obediencia á
un voto solemnemente contraído.
2." Ruth, la adhesión á los principios religiosos.
3° Esther, la fidelidad para con los amigos.
4." Marta, la fe viva en la hora de los peligros ; y
5.° Electa, la paciencia y sumisión aun en los actos injustos.
* El Vice Patrono de Cuba es el Ilv Hv Cid, 83 ; el de Santo Domin
go, el Hv Hv Luis Cambiaso ; el de Cartagena, Colombia, el Muy Hv
Hv Francisco de Zubiria, Gran Maestro del Grande Oriente Neo-grana- .
diño ; el de Buenos Aires, el Ilv Hv Juan Madera ; el de Uruguay, el
Ilv Hv Juan M. de la Sierra, Gran Secretario ; el del Brasil, el Ilv Hv
Joao Severino da Silva, Gran Secretario ; el de Portugal, el Muy Ilv
Hv Conde de Paraty, de Lisboa, etc.
6
INTRODUCCION.
Toda0 estas son virtudes masónicas ; y la historia no pre
senta caracteres mas brillantes que los cinco que forman el
bello conjunto de este grado.
El elevado y digno objeto que se ha tenido en vista al tra
tar de diseminarse este precioso grado, debe ser un estímulo
poderoso para que, en lugar de oponerse á que se introduzca
en algun Oriente, sus Grandes Oficiales ó Dignatarios y todos
los Hermanos deben contribuir y poner el mayor conato en
que se establezca por todas partes y se conozca y generalice
un sistema que augura tan buenos resultados. Ta se nota su
maravilloso efecto ; y el espléndido resultado que está produ
ciendo es : ATEAER AL SENO DE NUESTBA INSTITUCION Á UN
NÚMEEO DE SEÑORAS VIRTUOSAS, INTELIGENTES T DE GRANDE
influencia, quienes, de otro modo, hubieran podido ser ca
tequizabas por hipócritas jesuítas ó clérigos ignorantes y fa
náticos, y convertídolas en una arma poderosa y formidable
contra nosotros.
En el Manual que hoy tengo el gusto de presentar á mis
lectores, no hay un solo punto en que el mas ascético mora
lista pueda hacer objeciones. Al contrario : todo es puro,
todo bello : todo altamente instructivo y moralizador. En
una palabra : el grado de La Estrella del Oriente, es, en
mi humilde opinion, una de las joyas brillantes que engala
nan la historia de la Masonería.
La esposa, la viuda, la hija y la hermana de un Maes-
teo Mason, tendrán, en el grado de La Estrella del Orien
te, un Pasaporte seguro por donde quiera que vayan, pues
á un leve toque de la cadena mística se les prestarán todos los
auxilios que puedan necesitar.
¿ Puede darse algo mas bello y grandioso para las señoras ?
Ademas de las razones que he mencionado, y de otras que
pudiera aducir con el objeto de estimular á las señoras á que
tomen tan bello como importante grado, el vivo placer que
indudablemente experimentarán al recibirlo, y la amena ins
truccion que deribarán de su lectura, etc., deberán servir
de suficiente, estímulo para que se apresuren á poseerlo.
Espero, pues, que todas las esposas, viudas, hijas y her
1
INTRODUCCION.
manas de los Maesteos Masones eegulaees, se dispongan
á recibir el grado de La Estrella del Oriente ; y mis
esfuerzos quedarán ámpliamente compensados si mis Her
manas obtienen el opimo fruto que esta bella institucion les
tiene reservado.
8
REGLAS PARA LOS VICE-PATRONOS.
EEGLAS PAEA LOS VIOE-PATEONOS .
AS esposas, las viudas, las hermanas y las hijas de los
■*-' Maestros Masones regulares, son las únicas que tienen
el derecho de recibir este grado. Las Señoras divorciadas, las
viudas, hijas y hermanas de Maestros Masones que se hayan
casado con individuos que no son Masones, están excluidas
de este privilegio.
Las hijas y hermanas de Masones que no sean casadas, de
berán tener, por lo menos, diez y ocho años de edad para ser
admitidas.
Todos los Maestros Masones regulares pueden y deben re
cibirlo y ser expertos en los medios de reconocimiento.
El grado de La Estrella del Oriente se podrá conferir,
bien en una Logia, ó en un salon ó apartamento resguardado.
Poco mas de una hora se requiere para conferirlo propia
mente.
Una clase de cinco ó mas Señoras, acompañadas de cinco
ó mas Maestros Masones, formada con el objeto .de instruir
se, se titulará : Una Familia. Podrán reunirse cada quin
ce dias, cada mes ó cada tres meses.
No debe permitirse que se haga alteracion alguna en las
señales, palabras de pase ú otros medios de reconocimiento,
y se insistirá en que haya una perfecta uniformidad en todo.
Ningún Vice-Patrono tendrá la facultad de delegar
sus poderes, ni autorizar á persona alguna para que
. confiera este grado, sin la autorizacion expresa del
Gran Patrono de la orden, obtenida al efecto.
Los Hermanos que quieran obtener Patentes de Vice-
Patronos, ó deseen informes respecto de la Orden de La Es
trella del Oriente, pueden dirigirse á Andrés Cassard,
Gran Patrono, Box (apartado) 6,766, New York.
9
MANUAL.
MANUAL.
SEÑORAS : Os hemos invitado aquí con dos objetos. Pri
mero, el de tener la favorable oportunidad de informaros
respecto de vuestras relaciones con la fraternidad masónica,
y de este modo disipar las predisposiciones que hayais podi
do tener contra ella ; y, segundo, el de conferiros, si lo de
seais, el bello, instructivo y religioso grado de La Estrella
del Oriente. Consideramos como un honor á los Masones
el que os hayais dignado aceptar nuestra invitacion, y unídoos
á nosotros, en esta ocasion ; y así tratarémos de hacer esta
reunion lo mas placentera é instructiva posible.
Todos los que se hallan presente aquí saben que los Maso
nes dan grande importancia á sus misterios : que se toman
mucha pena é incurren en grandes gastos, y que prueban, con
sus palabras y hechos, que la Masoneria está inculcada en su
alma y es el objeto de sus afecciones. Debe, por consiguien
te, ser muy claro á las esposas, hijas y hermanas de los Ma
sones, que existe algo en la Masonería, conocido solo de los
iniciados, que les es muy delicioso y bello, si no sublime y
grandioso. Esto, á menudo, motiva la pregunta siguiente :
¿ de qué utilidad puede ser la Masonería á las Señoras? Como
quiera que, hasta cierto grado, separa á la esposa del esposo,
dándole á éste ciertos secretos y r1 Jberes en los cuales la es
posa no puede participar, las Señoras, algunas veces, se pre
disponen contra la Masonería, y aun se convierten en sus
enemigas y se oponen á ella violentamente, suponiéndola,
en su ofuscacion, como contraria á las leyes de Dios. Sin
embargo, una leve idea de la naturaleza y del real objeto de la
10
MANUAL.
Masonería, disipará todo esto, si es que existe en la imagina
cion de alguna de vosotras algo respecto de este particular.
Los Masones aman y adoran su Sociedad, sobre todas las
demas, porque tiende á reformarlos^ á ilustrarlos y á hacerlos
mas felices. A reformarlos, por que ella enseña moralidad,
virtud, temperancia, economía, caridad y justicia á todos los
hombres. A ilustrarlos, porque imparte conocimientos úti
les, solemnes y de grande importancia ; conocimientos que
nos han sido transmitidos por mas de tres mil años ; y a ha
cerlos mas felices, porque los relaciona y pone en coneccion
social con los hombres mas honrados y los mejores en cada
país. ¿Comprendeis ahora, Señoras, por qué los Masones
aman tanto á la Masoneria?
Cuando se ataca la reputacion de un Mason, cada Hermano
está pronto á defenderlo, si es inocente ; y si se le ataca en
persona, halla miles defensores. Si está pobre y en necesidad,
por reveses de fortuna, sus Hermanos lo ayudan, contribu
yendo con cuanto sus facultades le permitan. Si viaja en un
país extraño, y se enferma ó se halla en necesidad, aun cuan
do todos los que le rodeen sean enteramente extraños, los
Masones no son extraños para él : son sus Hermanos ; y serán
tan humanos, generosos y caritativos con él, como si le hubie
ran conocido toda su vida. Si muriere, la fraternidad lo con
ducirá á su último asilo y derramará lágrimas amantes á su
memoria. ¿ Comprendeis ahora, Señoras, por qué los Maso
nes aman tanto á la Masonería ?
Mas ahora es necesario que os demostrémos por qué las
Señoras tambien deben ser tan amantes y afectas á la Maso
nería, como verdaderamente hay muchas que son sus mas ar
dientes amigas y defensoras. Contestaré ahora, pues, á la pre
gunta que se hace á menudo : ¿ de qué utilidad es la Masonería
al sexo femenino ?
Señoras : estáis unidas á la Masonería por vínculos aun mas
íntimos y tiernos que los que os imaginais ó yo puedo
informaros. La viuda y la huérfana de un Maestro Mason
reciben las afecciones y ofrendas de la Logia en lugar del
marido y el padre. Si su honor y reputacion es injustamen
11
MANUAL.
te ofendido, (Ay ! cuántas veces el carácter de la mas pura y
honrada es asaltado calumniosamente ! ) los Hermanos las de
fienden. Si se hallan en necesidad, ó en malas circunstancias,
los Hermanos las socorren. Si viajando se hallan enfermas, ó
en desgracia, entre personas extrañas, no tienen mas que dar
se á conocer como HHv, y la mano henéfica se extiende hacia
ellas ! La dulcísima voz aliviadora resuena en sus oidos pa
ra consolarlas y animarlas ! Ta no son extraños, sino ami
gos, y amigos queridos ; no pudiendo así menos que bendecir
una Sociedad cuyas obras benéficas no se circumscriben á los
límites de la casa ó de la Logia.
Señoras : no creais que esta es una mera pintura ó una obra
de mi fantasia : os hablo de lo que ha pasado y está aconte
ciendo cada dia. Se han proporcionado asilos á las viudas :
sus hijos han sido educados y elevados á altas posiciones so
ciales, debido todo á la benéfica influencia de la Masonería ;
y estos y otros actos que se ejercen asiduamente en las Lo
gias de cada país, y por todos los Masones esparcidos sobre
la superficie de la tierra, si fuera nuestra costumbre el publi
carlos, se imprimiría anualmente un vasto volumen de estos
actos de beneficencia celeste.
Estas son, Señoras, las razones porque creemos que debe
riais ser las mas acendradas amigas de la Masoneria. Vos
otras obteneis todas las ventajas que la Sociedad ofrece : su
mano benéfica y todas sus simpatias ; miéntras no requerimos
de vosotras mas que el que la sostengais. El único privilegio
masónico que se os niega, es el de visitar las Logias, y esto no
os seria de ninguna ventaja, si aun nos fuera posible el con
cedéroslo, y sí daria motivo á que la voz de la calumnia se
levantara contra nosotros, lo cual causaría mas pena á vues
tros sensibles corazones que el placer que del otro modo ob
tendrías. " Las Señoras no pueden ser Masones." Esta es una
regla que nos ha sido legada hace mas de tres mil años, jun
to con otras leyes inmutables de la Masonería. Cada uno de
estos H Hv presentes, al iniciarse, ha jurado solemnemente " no
permitir que se alteren ningunas de las antiguas reglas y
costumbres de la Masoneria," y esta es una de ellas. Por con
12
MANUAL.
siguiente no podemos invitaros á que visitéis nuestras Logias.
Pero, como os he dicho, podemos y os haremos partícipes de
los privilegios mas consisos, y de todos los beneficios de la
Masonería, uniéndoos así á nosotros, prácticamente, en nues
tra grande, gloriosa y celestial obra de hacer bien, al yénero
humano. ¿ Es, pues, extraño, Señoras, que esperemos el que
seáis las amigas y defensoras de la Masonería ?
La única objecion que se puede hacer á lo que acabo de de
ciros es esta : " ¿ cómo podrá una Señora, viajando entre ex
traños, si se halla en un conflicto, ó en necesidad de amigos,
darse á conocer como la esposa, la viuda, la hija ó hermana,
de un Mason?" "A ménos que ella no posea algo mas
que su mera palabra que ofrecer á las personas á quienes se
dirija, será difícil que se la crea. Hay tantos impostores
por todas partes, que no hay persona caritativa que no haya
sido vergonzosamente engañada, no una, sino muchas veces."
" Por consiguiente, la Señora que tenga las mismas relacio
nes ó afinidad con la Masonería que vos teneis, debe, en tal
caso, poseer algun medio por el cual pueda darse á reconocer
de los Maestros Masones: algun modo perfecto, fácil de po
nerse en práctica ó ejecutarse y que sea al mismo tiempo in
teligible." " ¿ Existe algo que una Señora pueda aprender,
y que, practicándolo, en caso de necesidad pueda ponerlo en
uso con la confianza de que probará efectual ? " Imagino que
me interrogais de este modo, y así os contestaré : que hay
esactamente ese medio de reconocimiento ; y mi objeto primor
dial hoy es el enseñaros ese medio, si estáis dispuestas á recibir
lo. El grado se titula : " La Estrella del Oriente." Tiene
sus señales, palabras, y medios de reconocimiento, que se han
puesto en práctica millares de veces y ha probado ser exacta
mente lo que una Señora necesita en los casos mencionados.
—Las señales que son para el uso de las Señoras, son fáciles
de aprender y de retenerse en la memoria. Las palabras de
pase que los Masones usan en contestacion á dichas señales,
son igualmente fáciles.
Los otros medios de reconocimiento, con ayuda de la Es
trella, que cada Señora debe poseer en la forma de un alfiler
18
MANUAL.
de pecho, no se olvidan fácilmente. En una palabra, todo d
sistema es sumamente fácil para un uso práctico en cualquier
tiempo que se requiera.
Hay, ademas, un gran mérito en el grado de La Estrella
del Oriente, que aun que no fuera mas que este, deberia
hacerlo digno de vuestra predileccion ; y es : s« pureza, su
simplicidad y su religiosidad. En él se da la Historia de la he
roica hija de Jephte, víctima de los votos de su padre. Se
refiere á Ruth la recogedora de espigas en los campos de
Booz. Ella abandonó todo para habitar entre el pueblo de
Dios. Se habla de Esther, la noble Israelista, que tan he
roicamente resolvió salvar la vida de los desterrados de Is
rael. Se menciona á Marta, la fiel sirvienta de Cristo, lloran
do la pérdida de su hermano, y sin embargo, adhiriéndose
á su Salvador. Y, finalmente, se hace una narracion patética
de Electa, la cristiana por excelencia, quien mas que todas las
mugeres sufrió en obsequio de su Maestro, Cristo, sacrifican
do sus propiedades, su familia y aun su propia vida.
Estas son, Señoras, las lecciones que os ofrezco en el grado
de La. Estrella del Oriente, si quereis recibirlas ; y nada
mas puro y bello ha emanado jamas del corazon humano.
Pero ántes de comunicaros los secretos del grado de La
Estrella del Oriente, por los cuales podeis haceros cono
cer de los Masones, es necesario que cada una de vosotras
haga una solemne promesa de honor, de guardar todos estos
secretos inviolables en vuestros pechos. Si infortunadamen
te alguna de vosotras divulgare lo que tan secretamente os
comunicarémos aquí, no solo será fatal á vuestro carácter, si
no que destruirá todas las ventajas del grado.
Su principal valor y mérito consiste en retenerlo en manos
de personas dignas. Tengo el indecible placer de informaros
que, aun cuando se ha conferido este grado á millares de Se
ñoras por todas partes, no se ha dado un caso de que halla
sido vergonzosamente revelado ; pero ni en verdad tememos
que tal desgracia ocurra jamas. La Señora que nos dé su
palabra de honor en este caso, compromete su existencia pro
pia, pues el honor de una Señora es mas sagrado y apreciado
14
MANUAL.
que la vida misma. Por consiguiente, cualquiera de vosotras
que esté pronta á darme las seguridades que requiero, será
acreedora á que le confie dichos inestimables secretos.
La promesa que requerimos de vosotras es en esta forma ; y
os la leeré para vuestro conocimiento y consideracion debida.
Señoras : ¿Prometeis bajo vuestro sagrado honor el no co
municar jamas impropiamente los secretos del grado de La
Estrella del Oriente ? En prueba de vuestra sinceridad
levantad la mano derecha.
Si alguna de vosotras no quisiere hacer esta solemne pro
mesa de honor, tendrá la bondad de retirarse del salon, mién-
tras dirijo algunas palabras á mis Hermanos Masones.
(El Pv vé que cada Señora levante la mano.) Señoras, mil gracias.
Hermanos : Hasta ahora me habia limitado á las Señoras
únicamente, queriendo así manifestarles el justo aprecio que
hacemos por el honor que nos han hecho en venir á visitar
nos y reunirse hoy con nosotros. Vosotros sabeis y podeis
testificar que mis aserciones respecto de la Masoneria y sus
ventajas para con sus miembros son reales y verdaderas, y
que estas Señoras tienen la misma afinidad ó relacion íntima
con nuestra fraternidad, que he descrito. Ahora, pues, os ma
nifestaré que solo las Esposas, Viudas, Hermanas é Hi
jas de Masones, son acreedoras ó deben recibir el grado
de La Estrella del Oriente. Todo Maestro Mason regu
lar tiene el derecho de recibir este grado, y podrá confe
rirlo si se le autoriza al efecto por uno de los Patronos de la
Orden. Si alguno de vosotros deseais recibirlo ahora, debeis
hacerme la promesa requerida. Levantaos.
Hermanos : ¿ Prometeis bajo vuestra palabra y honor de
Maestros Masones, no revelar jamas los secretos de este gra
do, ni conferirlo pero ni estar presente cuando se confiera di
cho grado de La Estrella del Oriente, á ménos que no
sea bajo las restricciones mencionadas ? En prueba de vues
tra sinceridad levantad la mano derecha. (El Patrono vé que
cada Hermano levante la mano.) Gracias, Hermanos, sentaos.
(Entonces se dirige á las Señoras de nuevo.)
Señoras : Ahora que sé que no violaréis la confianza que voy
15
MANUAL.
depositar en vosotras, no reservaré nada de lo que concierne
á este grado, y procederé á comunicároslo.
Llamo vuestra atencion primeramente á la Estrella que se
halla en el centro del Diploma que contiene los emblemas del
grado de La Estrella del Oriente. Dicho Diploma está
arreglado con el objeto de ayudar la memoria de los que ha
yan tomado el grado. Con justa razon se le llama: el Moni
tor de La Estrella del Oriente, pues usándolo podeis re
cordar cuanto se os va á comunicar hoy. Observad con aten
cion los cinco emblemas en el centro de dicha Estrella, y son
la Biblia sagrada, abierta ; el ramo de Lirios ; el Sol ; el Corde
ro y el Leon. Todos estos son emblemas cristianos y tienen
una significación propia.
La Biblia sagrada, abierta, representa : " El Universo.'''' El
ramo de Lirios, que está á la derecha : " El Lirio de los Va
lles.'" El Sol, que se halla mas abajo, tambien á la derecha,
significa : " El Sol de la Rectitud.'" El Cordero, que se halla
á la izquierda : " El Cordero de Dios ; " y el Leon, que tambien
se halle á la izquierda : " El León de la tribu de Judá." Todo
esto alude á nuestro Redentor Jesus-Cristo, en quien todos
los Masones Cristianos ponen su confianza, y á cuyo nacimien
to se alude en las frases que se hallan en la parte arriba del
Diploma, á saber : He visto su Estrella en el Oriente y
he venido Á adorarle. (El Patrono explicará esto á cada una
en particular á fin de que todas queden perfectamente instruidas.)
Estos emblemas os demostrarán cuán ligada está la religion
cristiana con este bello é interesante grado !
Este bello Diploma está circunvalado de flores y símbolos
que pertenecen á cada punto del grado. En la parte superior,
poco mas arriba de la Estrella que se halla en su centro, está
la representacion de la Hija de Jephte, parada delante de
su padre, preparada para su sacrificio.
A la derecha está la representacion de Ruth, parada delan
te de Booz, implorando su simpatía y proteccion.
A la mano derecha, en la esquina de la parte baja, se halla
la representacion de Erther, delante del Rey Asuero, implo
rando proteccion en favor de su pueblo. En la esquina de la
16
MANUAL.
parte baja de la izquierda, está la representacion de Marta,
arrodillada delante de Cristo, suplicándole que resucitara á
su hermano Lázaro. En el centro del Diploma, á la izquier
da, está la representacion de Electa en su mision de Caridad,
socorriendo á los pobres y consalando á los afligidos.
El moto de la órden : " Virtus omnia nobilitat." La
virtud ennoblece a todos, se halla en el sello del Diploma.
Las cinco puntas de la Estrella hacen alusion al Nacimien
to, Vida, Muerte, Resureccion y Ascencion de Nuestro Señor
Jesus-Cristo. Cada punta de la Estrella tiene su color pecu
liar ; y su significado se os explicará en debido tiempo. Los
nombres de los cinco caracteres, es decir, La Hija de Jephte,
Ruth, Esther, Marta y Electa, se ven en las cinco puntas
y su historia forman este grado. Cada uno de ellos tiene un
emblema en frente, y son : la espada, el mazo de espigas, la
corona, la columna rota, la copa y las manos unidas. Estas for
man una parte de las historias. En una palabra, sin la Estrella
signos mencionados, seria tan difícil para vosotras recordar las
explicaciones del grado de La Estrella del Oriente, como
lo seria al Mason recordar los grados que toma en Logia sin
la ayuda del Monitor para refrescarle la memoria.
Siempre que una Señora se encuentre en desgracia ó ne
cesidad en medio de extraños, puede hacerse conocer por
cualquier Maestro Mason que se halle presente, haciendo una
de las cinco señales que le enseñaré. Cada señal tiene su
nombre propio y su explicacion, así como su palabra de
pase, que se dará en contestacion por el Hermano Mason que
la reconozca. Os suplico que pongais la mayor atencion
miéntras os explico los cinco puntos y os enseño las señales
y palabras de pase, pues ellas son la esencia del grado de La
Estrella del Oriente. Cuando un Maestro Mason vea una
de estas señales, es su deber contestar como sigue : escribe su
nombre en una tarjeta ó un pedazo de papel, y al reverso pone
la palabra de pase correspondiente. Esto sirve de introduccion
entre ellos, y les facilitará el que vayan adelante, y por
medio de las otras señales de reconocimiento se satisfagan de
sus respectivos privilegios masónicos.
17
LA HIJA DE JEPHTE.
LA HIJA DE JEPHTE.
PRIMER PUNTO.
LA historia completa de estos cinco caracteres femeninos
la encontraréis en la Sagrada Escritura ; ó tal vez la co
noceréis perfectamente. Por consiguiente, solo os recitaré
aquellos pedazos escogidos que tienen relacion con la Maso
nería y con el grado de La Estrella del Oeiente. Comen
zaré, pues, con la de la hija de Jephté, que, como os he dicho,
está representada en la parte superior del Diploma, parada
delante de su padre, preparada para su sacrificio.
Jephté fué Gobernador de Israel y Comandante de las ar
mas del Señor. Fué un hombre muy piadoso, y, segun la
tradicion, fué Mason. Habiéndose puesto en marcha con su
ejército en una ocasion, rogó á Dios del modo mas ferviente
que le ayudara á fin de salir victorioso, é hizo al efecto
la siguiente promesa (la mas imprudente é infortunada que
18
LA HIJA DE JEPHTE.
pudo haber hecho, como se vió luego ) que si Dios accedia á sus
súplicas, y volvia triunfante, ofreceria en holocausto á cual
quiera que saliera á recibirle de su casa. Sus súplicas fueron
oidas de Dios : Jephté ganó una gran batalla, y volvió á su
casa triunfante á la cabeza de su ejército. Cuando llegó cer
ca de su casa se detuvo por un momento á considerar, pues
entonces recordó el voto solemne que habia hecho, y espera
ba con ánsias ver cual era el primer objeto que salia á reci
birle. Él esperaba que seria un cordero mimado que tenia su
hija. Pero, imagínese, concíbase cual no sería su agonía y
dolor cuando vió á su única hija, una niña hermosa que ape
nas comenzaba á ser muger, salir de su casa, llena de gozo,
cantando y bailando con panderetas para recibir á su padre
y abrazarle ! Él rasgó sus vestidos, y con angustia y dolor,
dijo : " At, hija mia ! de verdad me has abatido, t tu eres
DE LOS QUE ME ABATEN ; PORQUE HE ABIERTO MI BOCA Á JeHO-
VA T NO LO PODRÉ REVOCAR."
Cuando se informó á su hija el carácter de la promesa
que su padre habia hecho, y se la hizo entender que la vi
da y honor de su padre estaban comprometidos, ella no
vaciló un momento en cumplir la promesa de su padre, y so
lamente dijo : " Padre mio, si has dado tu palabra al Señor,
haz de mí todo lo que le has prometido." Entonces suplicó
á su padre que la concediera dos meses de tiempo para prepararse
á sufrir su terrible hado ; y habiéndole sido concedido, se re
tiró con sus amigas á las cuevas de las montañas, á orar de
dia y de noche. Cuando los dos meses se cumplieron, y lle
gó el dia fatal destinado para su sacrificio, una vasta multi
tud se reunió para presenciar el evento. Muchos creian que
la hija de Jephté rehusaría el someterse á tan terrible sa
crificio. Pero al llegar el sol á su meridiano, se la vió bajar
por la montana, acompañada de un gran número de sus ami
gas, y aproximarse al lugar donde se habia erigido el altar, y
su padre, con el corazon desgarrado, yacia preparado á cum
plir su promesa.
Ella se acercó á él, le dió un afectuoso beso, y se despidió
de él. Entonces su padre tomando el espeso velo negro que
19
LA HIJA DE JEPHTB.
ella traia, la cubrió el rostro y sacó su espada. Pero ella in
mediatamente tiró del velo y dijo : " que no quería tener su
rostro cubierto, pues no temía morir." Su padre la replicó, que
no podriia descargar el golpe miéntras ella lo mirara, y volvió
á cubrirla con el velo. Ella se descubrió por segunda vez, y
' dijo á su padre " que miraria al cielo para que su mano no
temblara al ver su rostro, pero que no consentiría morir cu
bierta." Por tercera vez su padre insistió en cubrir su rostro,
pero con gran resolucion ella lo arrojó detras de su espalda,
asiéndolo por ámbas puntas firmemente, y dirigiéndose á su
padre ante la multitud, le declaró solemnemente, " que si in
sistia en cubrirla, apelaria á las leyes en su favor, y rehusaría
morir, lo cual ella estaba dispuesta á hacer gustosamente."
Ella dijo, " que la costumbre era cubrir el rostro de los asesi
nos y criminales cuando se les iba á ejecutar, pero que ella no
era criminal y moría solomente por salvar el honor de su padre."
Ella repitió " que alzariia los ojos al cielo, y que así se la die
ra el golpe fataL" Este se descargó ; y su espíritu se levan
tó á los cielos, sobre los cuales sus últimas miradas estaban
fijadas. Así se consumó la obra que ha hecho el nombre de
la Hija de Jephté inmortal en los anales de la Sagrada Escri
tura y en la Masoneria.
Durante muchos siglos, y hasta la época de Samuel, " era
oostumbre en Israel que sus hijas fueran anualmente cuatro
días á lamentar la muerte de la hija de Jephté.
(Aquí el Patron enseña las palv, sigv y las repite.)
La señal es * * * y alude á * * *
La palabra de pase nos recuerda el lamentable pero glo-
. rioso acontecimiento á que se refiere la historia de la hija de
Jephté.
El color azul.—Alude al color cerúleo de las montañas
en las cuales la hija de Jephté pasó los dos meses en reclu
sion, preparándose para su muerte.
20
LA HIJA DE JEPHTB.
Emblema.—La espada y el velo.
PA8AGE DE LA ESCRITURA.
T cuando él la vio, rompió sus vestidos diciendo : At, hija
mia ! De verdad me has abatido, y tú eres de los que me
abalen ; porque he abierto mi boca á Jehova y no lo podré
revocar.—Jueces, cap. XI, 35.
21
RUTH.
RUTH.
SEGUNDO PUNTO.
LA narracion que nos hace la Escritura sobre Ruth es una
de las bellas, tiernas y patéticas del Sagrado libro. Es
tan interesante á los jóvenes como á las personas de edad, y
nos da cuenta exacta de la sociedad antigua, 1,300 ántes de
la era Cristiana ; pero cuando la ilustramos con las tradicio
nes de la Masonería, como lo hacemos en el grado de La
Estbella del Oriente, es aun mas interesante.
Ruth pertenecia á la nacion de Moab, un pueblo idólatra.
Se casó con un cristiano ; y por sus ejemplos de piedad y be
neficencia, ella se convirtió en la verdadera religion. En
su hora postrera él la suplicó que abandonara la mala compa
ñía con que ella tendria que asociarse, y que fuera á la ciudad
de Bethlehem, donde habitaba el pueblo de Dios. El nom
bre de este cristiano era Mahalon, y segun la tradicion fué
Mason.
22
RUTH.
Despues de su muerte ella siguió sus consejos. Abandonó,
pues, su casa, sus propiedades y sus amigos, y en compañía
de su anciana madrasta se dirigió á Bethlehem, donde llegó
tan andrajosa y pobre que tuvo que dedicarse á algun traba
jo para asegurar su subsistencia y la de su madrasta. Sin
embargo, no podia hacer otra cosa mas que ir á los campos
de cebada, (pues era el tiempo de la cosecha) á trabajar entre
lo mas comun del pueblo, para mantenerse. En su primera
tentativa le faltaron las fuerzas, pues ella habia sido criada
en el lujo y la abundancia, y ese trabajo era muy fuerte para
ella. Las puntas de las piedras herían sus pies, y el re
verberante sol la sofocaba. Las burlas é insultos de sus com
pañeros la alarmaban y descorazonaban. Así fué que á eso
del medio dia, no habia recogido mas que un mazo de espi
gas, fruto de todo su trabajo; y cansada y agoviada bus
có la sombra de un árbol para refrescarse y descansar un mo
mento, ántes de retirarse del campo.
A la sazon entró Booz, dueño del campo. Él era uu
hombre piadoso y caritativo, y segun la tradicion era Mason.
Era el mas rico y mas querido y respetado en Bethlehem.
Cuando entró en el campo, observó debajo del árbol la figura
de una persona distinta en forma y manera á los demas
segadores, y dijo Booz al que cuidaba de los segadores :
" ¿ Quién es esta ? " A lo que el segador respondió : " esta
es aquella Moabita que vino de Moab, y pidió permiso para
recoger las espigas que se fuesen escapando de las manos de
los segadores : desde esta mañana ha estado en el campo,
sin ir un momento á su casa y solo ha recogido un puño."—
Esto excitó las simpatías de Booz, quien desde luego se di
rigió á ella para consolarla y animarla.
Cuando ella le vió venir, creyendo que era el dueño del
campo y se dirigía hácia ella para despedirla por haragana, ó
creyendo que tal vez seria una ladrona, ella levantó sus ma
nos para enseñarle todas las espigas que habia recogido, y
que no se habia robado nada, y luego suspendió ambas ma
nos sobre el pecho, demostrando que estaba dispuesta á so
meterse á cualquier pena que se la impusiera, elevando sus
ojos hácia el cielo, implorando su clemencia y proteccion.
23
RUTH.
Ella habia abandonado su casa, sus propiedades y sus amigos
por Dios, y de Él esperaba proteccion. Booz no fué in
diferente á esta muda apelacion, y la animó á que continuara
en su trabajo ; ordenando á sus criados que no se la inquie
tase y que de sus gavillas le arrojasen á propósito algunas es
pigas para que ella las recogiera sin rubor, á fin de obtener
una cantidad suficiente para poderla mostrar á su suegra.
Booz tambien ordenó que de las provisiones que se traje
ran para sus segadores, se la diera de comer y de beber. Aquí
concluye la Historia Masónica de Ruth ; pero la Sagrada Es
critura nos dice que ella se casó despues con este hombre ge
neroso, y que tuvieron por hijos á Obed, padre de Isaí, y
abuelo de David, padre de Salomon, cuyas virtudes y poder
son bien conocidos de todos los Masones.
(Aquí el Patron explica las señales de Ruth, el color, etc.)
La señal es * * * y alude á * * *
La palabra * * * y tiene por objeto recordarnos la humil
de pero gloriosa historia de Ruth.
El color amarillo alude al grano maduro que contenían
los mazos de trigo maduro que Ruth recogia en los campos
do Booz.
Emblema.—El mazo de trigo.
PASAGE DE LA ESCRITURA.
Y Booz dijo al que cuidaba de los segadores : ¿ Quién es
esta moza ?—Ruth, cap. II, 5.
24
ESTHER.
ESTHER.
TERCER PUNTO.
LA historia de Esthee es la de una heroina, inspirada por
los nobles sentimientos de la religion, dispuesta á salvar
á su pueblo, ó á perecer con él. La narracion que nos hace
la Sagrada Escritura, y se encontrará en el Libro de Esther,
es bella é instructiva.'
Esthee nació y se educó en la pobreza entre los desterra
dos de Israel, que entonces vivian en la Persia. Su belle
za y virtud, y, aun mas que todo, sus facultades intelectuales,
atrajeron la atencion del Poderoso Rey Astjero, quien se ca
só con ella y la coronó, regalándola un hermoso palacio y
elevándola mas que á todas las mugeres de la nacion.
Miéntras mas íntimamente la conocia y descubriia sus gran
des talentos, mas la amaba y admiraba. No habia una cues
tion, por difícil que fuera, que ella no la resolviera, ni un
caso intrincado que ella no pudiera asistirle á esclarecer
25
ESTHER.«
lo. Así fué que él la hizo su confidenta en todos los asuntos
del reino, probando Esther, en todas ocasiones, que era una
verdadera descendienta del sabio Rey Salomon. Todas las
tradiciones de aquella época prueban que Estheb fué una
de las mugeres mas notables que adornan las páginas de la
historia.
Ls tradicion masónica nos informa tambien que el Rey
Asuero fué Mason : que era un hombre que se jactaba de
cumplir su palabra ; y que el poder omnipotente é importan
te de la verdad, le eran un objeto de gran contemplacion.
No os sorprendais, por consiguiente, cuando oigais la nar
racion de esta historia singular.
Los enemigos de los Judíos, que eran muchos y muy pode
rosos, los habian acusado al Rey, falsa y calumniosamente,
y le habian inducido á publicar un Edicto, por el cual, en
cierto dia, todo el pueblo judaico seria exterminado. Todos
los hombres, las mugeres y los niños de estos desterrados,
debian ser asesinados; y así el pueblo escogido de Dios,
iba á ser borrado de la faz de la tierra. Pero Dios esco
gió á la Reina Estheb como el instrumento para evitar tan
grande calamidad.
Tan pronto como ella supo que se habia promulgado tan
cruel edicto, determinó ejercer toda su influencia con el Rey
para salvar á su pueblo ó perecer con él. El Rey la habia
prometido que cuando ella viniera ante él, adornada y deco
rada como Reina, y solicitara alguna gracia, le seria otorga
da " aun que pidiera la mitad del reino." Ella creyó que la
hora de probar su sinceridad habia llegado ; y no dudaba
apelar á él, pues sabia cuán fiel era á sus promesas. Ella se
dedicó á orar, y á ayunar tres dias, y vistiéndose luego con
sus atavíos reales y poniéndose su corona se presentó al
Rey. Era un dia de gala : el Rey estaba recibiendo á los
gobernadores de las diferentes naciones que estaban bajo su
dominio, y su sala de audiencia estaba llena de los diferentes
dignatarios de su reino. La escena, al entrar esta heroína en
la sala de audiencia, fué magnífica. Todo lo que podia ha
cer el acto mas brillante é imponente, estaba allí, pues se veía
ESTHER.
al Rey en su trono, lleno de joyas radian es : los brillan
tes uniformes de los oficiales y decoraciones del salon real :
en fin : todo formaba un contraste esplendoroso. La Reina,
pálida con la larga abstinencia que habia sufrido, se paró de
lante del trono del Rey, y así que él la vio, se levantó y
alargando hacia ella su cetro de oro, que tenia en la mano, y
que ella besó, la dijo : " ¿ Qué es lo que quieres, Reina
Esther ? " " ¿ Qué peticion es la tuya ? " " Aun que me pidas
la mitad de mi reino se te dará."
La historia masónica de Esther termina aquí, pero la Es
critura nos dice que, á su debido tiempo, ella hizo su súplica
al Rey, la cual le fué concedida, y así salvó á todo el pueblo
jndáico de la muerte cierta que le estaba preparada, sin que
se hubiera saciificado una sola victima.
En conmemoracion de haber Esther librado al pueblo ju
dío de la conspiracion que Haman habia formado para des
truir, en cierto dia, á todos los Israelitas en la Persia, los ju
díos celebran una fiesta solemne, y del carácter mas im
ponente, el 14 y 15 del mes Hebreo T|¡$ ( Adar ) que corres
ponde á nuestro mes de Marzo. Dicha celebracion se llama
Pür ó Pürim, ó La fiesta de los sorteos.
Estos sorteos se hacian el primer mes de cada año y desig
naban el vigésimo del mismo año para la egecúción de los
perversos designios de Hamait. Pero esta supersticion le
'causó su propia ruina y fué el medio de la preservacion de
los Judíos, quienes pudieron evitar la catástrofe qtfe les ame
nazaba, por la influencia de la reina Esther.
Dicha fiesta se celebra con mucho regocijo, disfrutándose
de toda clase de placeres y recreaciones inocentes. La vís
pera de la fiesta dan limosnas á los pobres para que puedan
gozar tambien de ellas; y en la tarde del 13 de Adar, que
es cuando comienza dicha fiesta, los judíos se reunen en la
Sinagoga y encienden las lámparas ; y así que las estrellas
empiezan á aparecer, ellos dan principio á la lectura del " Li
bro de Esther." Hay cinco lugares en el texto que cuando
el lector llega á ellos, suspende la voz hasta donde le es
dable; y cuando llega al pasage en donde se mencionan los
27
ESTHER.
diez hijos de Haman, los pronuncia á la carrera y casi sin to
mar aliento, para manifestar que estas diez personas fueron
destruidas en un momento. Cada vez que se nombra á Ha-
man toda la congresion palmetea y da golpes en el piso con
los pies, diciendo : " Que perezca su memoria."
Existía una antigua costumbre de traer á la Sinagoga una
piedra grande, con el nombre de Haman escrito sobre de ella,
y miéntras se leia el " Libro de Esther," la congregacion pe
gaba á la piedra con otras chicas hasta hacerla pedazos.
En la mañana del siguiente dia, bien témprano, vuelven á
la Sinagoga, donde, despues de leer aquel pasage del Exodo,
cap. XVII, 5-16, en que se menciona la guerra con Amaleo,
se repite la lectura del " Libro de Esther " con las mismas ce
remonias del dia anterior, y despues se van á sus casas muy
contentos y satisfechos y tratan de pasar el resto del dia
en juegos y distracciones.
Obligan á todos los de sus casas á ir á la Sinagoga y asistir
á las ceremonias, porque dicen que todos disfrutaron del be
neficio del perdon que Esther obtuvo para ellos. Este dia
los discípulos hacen regalos á sus preceptores ; los padres de
familia á sus hijos y sirvientes, siendo los regalos que se dan
á estos últimos arreglados al estado mas ó menos de indigencia
en que se hallan. En una palabra : todo este dia y la no
che la invierten en juegos, diversiones, banquetes y gozos,
como para cumplir con lo que se previene en el citado "Libro.
de Esther," cap. IX, 22, que dice : " Por aquellos dias en que
los judíos tuvieron reposos de sus enemigos: y aquel mes
que les fué tornado de tristeza en alegria y de luto en regoci
jo ; que los hicieran dias de banquetes y de gozo, y de enviar par
tes á cadd uno su vecino y dádivas á los pobres.
(Aquí el Patrono explica las señales, emblemas, color, etc.)
La señal es * * * y alude á * * *
La palabra de pase es * * * y nos recuerda el gran sacri
ficio y triunfo de la heroína Esthee.
El coloe blanco alude al vestido de seda de Esthee, em
blemático de la pureza de sus sentimientos.
28
ESTHER.
El emblema nos recuerda la condicion regia de Esther y
la manera en que ella se condujo con el rey.
PASAGE DE LA ESCRITURA.
Y el rey la dijo : ¿ Qué es lo que quieres, reina Esther ?
I Qué peticion es la tuya P Aunque me pidas la mitad de mi
reino, se te dará.—Libro de Esther, cap. V, 3.
20
MARTA.
MARTA.
CUARTO PUNTO.
HEMOS llegado á los puntos de La Estrella del Orien
te que son especialmente de un carácter cristiano, pues
los de Marta y Electa están basados en el Nuevo Testamen
to, miéntras los otros tres mencionados pertenecen al Viejo
Testamento.
La historia de Marta es la de una joven oprimida por el
pesar de haber perdido á su único hermano, Lázaro, y sin em
bargo, descorazonada con tan terrible golpe, tenia una fé ili
mitada en Cristo. Marta y Maria eran hermanas que vivian
con su hermano Lázaro. La tradicion nos informa que es
te era Mason. Los tres hermanos vivian en gran armonía, y
eran amados y estimados de todos los vecinos de Bethania,
porque eran amigos de Jesus Cristo, quien, en sus frecuentes
visitas á aquel pueblo, que se hallaba inmediato á Jerusalem,
residía con ellos durante su estadia. Ellos eran conocidos
30
MARTA.
por el nombre de " discípulos de Jesus," á quien manifesta
ban la mayor afeccion.
■ Una ocasion en que Cristo estaba ausente de Betbania, Lá
zaro cayó repentinamente enfermo. El caso no admitia dila
cion, y " las afligidas hermanas enviaron un mensagero á
Cristo, diciéndoles : Señor, mira que aquel á quien amas está
enfermo." Ellas creian que tal mensage tendria por objeto
el apresurar al Divino amigo en su favor y hacerle venir
á salvar la vida de Lázaro. Pero Jesus no vino. Lázaro con
tinuó de peor en peor y al fin murió ! Segun costumbre, fué
enterrado, y las dos hermanas lloraban desoladas la muerte
de su hermano ! El amigo bajo cuyo milagroso poder habian
vivido hasta entonces, las habia abandonado en su mayor ne
cesidad ! ¿ Cómo podian ellas vivir en lo adelante ?
Pero aun cuando Cristo habia aparentemente sido indife
rente á su llamamiento, él sabia lo que hacia. Él queriá probar
la fé de Marta ; y la muerte de su hermano era una parte de
su prueba. Al cabo de los cuatro días, Marta, que no ce
saba de mirar hácia Jerusalem, con la esperanza de que Él
(Cristo) aun vendría á consolar sus afligidos corazones, oyó,
con indecible gozo, que " el Maestro venia," y salió á recibirle.
Al encontrarle, se arrodilló delante de Él, y con las manos
levantadas, en una actitud suplicante, le dijo : " Señor, si hu
biérais estado aquí, no hubiese muerto mi hermano." Y al
mirarle, descubrió aquella gentil sonrisa, presagiadora de es
peranza y misericordia, y ella añadió : " Bien que aun estoy
persuadida de que ahora mismo te concederá Dios cualquier
cosa que le pidais." Jesus la contestó: "Tu hermano re
sucitará." Marta replicó : " Bien sé que resucitará en la re
surreccion, en el último dia." Jesus díjola entonces : " Yo%
soy la resurreccion, y la vida; el que crea en mí, aunque hu
biere muerto, vivirá ; todo el que vive y cree en mí, no mori
rá eternamente." ¿ Crees tú esto ?
Así el Señor probó la fé de Marta. ¿ Creia ella que Él te
nia el poder de resucitar á su hermano de entre los muertos ?
Ese fué el objeto de su prueba ; y hubiera sido bastante para
desanimar y hacer vacilar á otras, pero no á Marta, quien
31
MARTA.
contestó inmediatamente, con toda la fé posible : " ¡ Oh, Se
ñor ! si lo creo, y que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que
has venido á este mundo!"
Jesus recompensó en breve la fé de Marta. Tomándola
de la mano, se fueron á la casa de Maria, y de allí los tres
juntos se dirigieron al sepulcro de Lázaro, á quien Jesus re
sucitó de entre los muertos.
(Aqui el Patrono explica las señales, emblemas, color, etc.)
La señal es * * * y alude á * * *
La palabra de pase es * * * y nos recuerda el espíritu de
fidelidad que caracteriza la historia de Marta.
El color verde alude á lo resurreccion de Lázaro y, de
un modo indirecto, á la final y grandiosa resurreccion des
pues de esta vida pasagera.
Emblemas.—La columna tronchada es el emblema de la
muerte de un joven en la primavera de su vida.
PASAGE DE LA ESCRITURA.
Jesus dijola entonces : Yo soy la resurreccion, y la vida ; y
el que crea en mí, aunque esté muerto, vivirá. T todo el que
vive y crée en mí, no morirá eternamente. ¿ Crees tú esto ?
—Juan, cap. XI, 25-26.
32
ELECTA.
ELECTA.
QUINTO PUNTO.
EL último de los cinco caracteres femeninos, cuyas virtudes
y desgracias hacen la gloria de la Estrella del Orien
te, es Electa. En la Sagrada Escritura no se menciona á
esta célebre cristiana, excepto la alusion que de ella hace San
Juan, el Apóstol, en su Segunda Epístola. Todo lo que de ella
sabemos lo debemos á la tradicion masónica. El nombre de
su esposo era Gaio, y fué por mucho tiempo Oran Maestro de
los Masones, en cuyo destino le sucedió el ilustre Juan, el
Evangelista. Electa nació y se crió entre un pueblo idóla
tra, y por consiguiente ella y sus hijos adoraban los ídolos.
Afortunadamente ella, su esposo y toda su familia oyeron un
discurso de San Pablo, y todos se convirtieron en la fé de
Jesus y se hicieron cristianos.
Esto fué en un período cuando se perseguía atrozmente á
todos los que profesaban la fé de Cristo. Prisiones, perse
cuciones, pérdidas de propiedades, y aun á menudo la pérdi
33
ELECTA.
da de vida, eran el premio dado á los que se adherian á Cris
to. Sin embargo á Electa y á su familia no se molestó por
muchos años. La gran influencia masónica que su espo
so ejercía, le habian creado amigos entre las personas que de
otro modo los hubieran perseguido ; y aun cuando se les seña
laba y burlaba como á los discípulos de un Salvador crucifica
do, sin embargo, no se les hacia daño.
Al adoptar la religion cristiana, Electa habia adoptado
todas las virtudes y gracias que aquella proporciona. Ella
gastaba una gran suma de dinero en socorrer á los pobres ; y
dedicaba la mayor parte de su tiempo en visitar y cuidar á
los viageros indigentes, y en dar de comer á los hambrien
tos. Estas eran las doctrinas que el espíritu de- la religion
cristiana la habia enseñado á practicar. Ella se preparaba así
para otra vida mejor, mas positiva. Sus hijos que crecían á
su lado la imitaban en cuanto veian. Su fama se extendió
por todas partes, y Electa se nombraba como la madre de los
Jieles y amiga de los afligidos.
Sin embargo, la hora de sus pruebas habia llegado. El Em
perador Romano dió órdenes estrictas para que todos los que
profesaban la religion de Cristo, la adjuraran, ó de lo contra
rio sufririan la pena de muerte. Los soldados del Imperio
recorrian todos los campos y ciudades en busca de los que se
sabian que eran adictos á la fé de Cristo, y millares fueron
sacrificados por su fidelidad á la causa santa. No era, por
oonsiguiente, posible que una persona tan conocida como
Electa, pudiera escaparse. Un piquete de soldado pronto
se hizo paso por las puertas que siempre estaban abiertas
para el pobre y desgraciado, pero el capitan, que era un
Mason, y habia oido todas sus buenas obras, trató de
salvarla, suplicándole ardientemente que abjurara de la reli
gion de Cristo : que dicho acto no era mas que una mera for
ma, que no afectaria sus creencias privadas ; y dándole un
crucifijo, la dijo que lo arrojara al suelo y lo pateara, asegu
rándola que si hacia esto delante de sus soldados, la dejaria
inmediatamente y ella y su familia se salvarian.
Pero en vez de arrojar la cruz, ella la tomó, y la besó, y
colocándola en su pecho la estrechó fervientemente, derra
34
ELECTA.
mando lágrimas de amor y de adhesion á Jesus-Cristo ; ase
gurando á los soldados que en esta posicion estaba dispuesta
á morir, pues desde que abrazó la religion cristiana habia de
seado que se le presentara la ocasion para probar su amor
y fe en Jesus-Cristo. Ella suplicó al capitan que cumplie
ra con su deber, cualquiera que fuera, pues Cristo la ayudaría
con su divina gracia á cumplir con el de ella.
Ella y toda su familia fueron puestos en una obscura prision,
donde permanecieron por espacio de un año. Su magnifica
casa fué quemada, y todas sus propiedades robadas y des
truidas. Al fin del año, el Juez Romano fué en persona á la
prision, y como era Mason y se habia á menudo reunido y
recibido las instrucciones del Gran Maestro, su esposo, él les
suplicó que adjuraran de su fé, pues aun no era tarde, y podia
salvarles. Él la suplicó, en nombre y por el amor de sus hi
jos y en vista de los horrores de la muerte que indudablemen
te les esperaba, que desistiera de la determinacion que habia
tomado. Pero Eleota estaba tan firme en su propósito como
el primer dia de su prision ; y ella y toda su familia estaban
dispuestos á morir. Ella sostenia que era propio que aquellos
por quienes Cristo habia muerto, dieran una prueba de su fé,
muriendo por él.
Ella y su familia fueron sacados y arrastrados, hasta que
apénas les quedó un átomo de vida. Entonces los pusieron
en carros, tirados por bueyes, y entre la algazara y burla del
pueblo, los llevaron á una loma inmediata, donde uno á uno
los fueron clavando en cruces. Ella fué la última á quien se
crucificó, y como la amante y fiel sirvienta de Cristo, vió á
su marido y á cada uno de sus hijos suspendidos y clavados,
hasta que la muerte puso fin á sus sufrimientos. Ella tam
bien pronto espiró, y sus últimas palabras fueron dirigidas
á Dios para que perdonaría á sus asesinos, escitando á estos Á
AMARSE LOS UNOS Á LOS OTROS.
En la primera sesion que tuvo la Gran Logia, después del
desgraciado acontecimiento, San Juan relató el hecho tal cual
ahora lo damos. Y como habia pocas personas presentes que
no hubieran participado de las bondades y hospitalidad do
Electa, la relacion se recibió con un profundo interes, y se
ELECTA.
acordó perpetuar dicho acontecimiento con las señales y pa
ses que ahora os doy. 1800 años han transcurrido ya, y, sin
embargo, de generacion en generacion se transmite el calami
toso, pero triunfante suceso de la Cristiana Mártir Electa.
La señal es * * * y alude á * * *
La palabra de pase es * * * y nos recuerda el fin trágico
de la heroina Electa y sus últimas palabras Amarse los
unos Á los otros.
El color rojo simboliza su fervor y ardiente devocion por
la fé, y alude á la noble generosidad de Electa para con los
pobres y desvalidos y aun con sus perseguidores y asesinos.
El emblema nos recuerda la ardiente hospitalidad de
Electa.
fasage de la escritura.
Y al presente os ruego, Señora, no como escribiéndoos un
nuevo mandamiento, sino aquel que hemos tenido desde el
principio, que nos amemos los unos á los otros.—II Juan,
CAP. I, 5.
(Aquí el Vice-Patrono repetirá todas las señales, pala
bras de pase, colores emblemas, etc., de cada grado, teniendo
un Diploma en la mano para poder explicarse mejor, y lo re
petirá todo tan á menudo como fuere necesario, ordenando que
una señora haga una señal y que los caballeros presentes con
testen y continúen haciendo todas las señales y recibiendo
las contestaciones, á fin de que las señoras se familiaricen
bien con las señales, palabras, colores, emblemas y los caba
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ELECTA.
Ueros queden perfectamente instruidos en el modo de recono
cimiento.)
Os he hecho, pues, una narracion completa de estas cinco
bellas historias, y podréis fácilmente percibir cuan instruc
tivas son las tradiciones masónicas, cuando se ilustran con la
Escritura. Ahora llamaré otra vez vuestra atencion sobre la
Estrella que se halla en el Diploma.
(Aquí el Patrono explicará el significado de las palabras :
HE VISTO SU ESTRELLA EN EL ORIENTE
T HE VENIDO Á ADORARLE :
dará la gran palabra cabalística y enseñará el gran tocamien
to del grado.)
Ahora bien, Señoras, ó mas bien dicho Hermanas : tal cual
ilustréis las virtudes de las escogidas de Dios, así seréis re
compensadas. ~No tendréis que sufrir lo que ellas ; sin em
bargo, penas y sufrimientos os aguardan en la vida ; y las
que sufran con mas resignacion y resistan mas las tentacio
nes mundanas, probarán, que si hubieran vivido en tiempos
antiguos, habrian sido tal vez dignas imitadoras de Ruth
y de Electa.
Antes de concluir, os haremos una súplica. Como Maso
nes, os encarecemos especialmente que intercedais en nuestro
favor en la buena obra de la redencion del género huma
no en que estamos empeñados. Os hemos probado que lo que
hacemos es tanto para vuestro bien como para el nuestro.
Así, pues, Hermanas, ayudadnos. Ayudadnos, defendiendo
nuestros principios, siempre que oigais que los ignorantes los
atacan, haciéndoles conocer su error y persuadiéndoles en
nuestro favor. Vuestras sonrisas y vuestra buena voluntad
son el mejor estímulo que necesitamos. Con esto podeis ha
cer cuanto querrais, y nosotros os prometemos hacer doble de
lo que hagais, en vuestro favor. A las buenas Hermanas v
37
DECORACIONES.
amables Señoras que prueben ser las amigas de los Masones
y de la Masonería, les prometemos amarlas y respetarlas
miéntras vivan ; y cuando dejen este mundo y pasen á la mo
rada del Señor, tributaremos á su memoria el recuerdo fra- i
ternal que merecen los buenos y virtuosos.
DECORACIONES.
TODAS las Señoras que reciban el grado de La Estrella
del Oriente, deben llevar una divisa, particularmente
cuando viajen, de modo que, en caso de un accidente ó des
gracia, sean fácilmente reconocidas y obtengan la proteccion
de los Masones.
Con este objeto el Gean Patronato ba adoptado un alfi
ler de cinco puntas (la Estrella de la Orden) hecho de oro
fino, esmaltado con los diferentes colores y emblemas respec
tivos, para que las Señoras puedan usarlo en el pecho, en to
das ocasiones, pues es una joya preciosa.
Los Caballeros (Masones) deben tambien llevar dicho al
filer prendido en el chaleco.
Ademas se ha adoptado una banda de cinta de seda, hecha
á propósito, de tres pulgadas de ancho, con los cinco colores
de la Orden, á lo largo de la banda, para que las Señoras pue
dan usarla en las fiestas y banquetes masónicos. La banda
tiene tres rosetas de cintas de los cinco colores de la Orden.
Una roseta se halla en la parte superior de dicha banda ó so
bre el hombro derecho. Otra sobre el pecho, y la tercera so
bre la union de las dos puntas ó extremos de la banda. En
el centro de cada una de dichas tres rosetas hay una estrellita
dorada, de cinco puntas.
Los extremos de la banda deben estar adornados con ca
nelones de plata»
Dicha banda se lleva de derecha á izquirda.
Para mejor inteligencia de las Hermanas, les doy un gra
bado ó facsímile de dicha banda asi como tambien del alfi
ler ó joya de la Orden.
Los Vice-Patronos deben usar dicha Banda cuando
actúen.
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