REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD DEL ZULIA
FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN DIVISIÓN DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS
MAESTRÍA EN LITERATURA MENCIÓN: LITERATURA VENEZOLANA
LOS CUENTOS DE JULIO GARMENDIA COMO ESTRATEGIA PARA EL FOMENTO DE VALORES UNIVERSALES EN EL AULA
AUTORA: LORENA QUINTERO
C.I: 10.445.027
TUTOR: CÓSIMO MANDRILLO C.I: 7.972.293
MARACAIBO, ENERO 2009
Dedicatoria A Dios por brindarme la oportunidad de contar con la ayuda de personas sabias e inteligentes, junto al apoyo, comprensión y valoración ofrecida por mis hijos y mi esposo quienes con paciencia y consideración me permitieron dedicar el tiempo necesario para la elaboración de este estudio.
Agradecimiento A Dios y con él a las personas e instituciones que hicieron posible la realización de este estudio, Universidad del Zulia, E. B. “Federación Venezolana de Maestros” y sus docentes, a los alumnos del 6º “A”, Dr. Cósimo Mandrillo, Mgs. Malena Fernández, Dra. Jóvita Pérez, Lcda. Tamara Rincón, Lcda. Mariángela Paredes.
ÍNDICE GENERAL
Pág.
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTO
INDICE GENERAL
RESUMEN
ASTRACT
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………… 1
CAPITULO I. EL PROBLEMA
1.1. La lectura y los valores universales en el sistema educativo……………………… 3
1.2. Formulación del problema y objetivos de la investigación……………………….. 9
1.3. Justificación de la investigación…………………………………………………... 10
1.4. Delimitación de la investigación…………………………………………………... 11
1.4.1. Delimitación espacial y temporal…………………………………………... 11
1.4.2. Delimitación teórica………………………………………………………… 11
1.4.3. Delimitación metodológica………………………………………………… 11
1.4.4. Delimitación social e institucional…………………………………………. 12
1.5. Sistemas de variables……………………………………………………………… 12
1.6. Antecedentes de la investigación…………………………………………………. 13
CAPITULO II. BASES TEÓRICAS DE LA INVESTIGACIÓN
2.1. Teorías que sustentan la investigación……………………………………………. 18
2.1.1. Teoría axiológica……………………………………………………………. 18
2.1.2. Teoría de los valores de Kohlberg…………………………………………. 21
2.1.3. Teoría de Rokeach…………………………………………………………... 26
2.1.4. Teoría constructivista……………………………………………………….. 26
2.1.5. Enfoque humanista………………………………………………………….. 30
CAPITULO III. EL CUENTO DE JULIO GARMENDIA COMO ESTRATEGIA PARA LA
REFLEXIÓN
3.1. Figuras retóricas…………………………………………………………………… 35
3.1.1. Símil………………………………………………………………………… 36
3.1.2. Humanización……………………………………………………………… 37
3.1.3. Hipérbole…………………………………………………………………… 38
3.1.4. Metáfora……………………………………………………………………. 38
3.2. Elementos actantes en los cuentos de Julio Garmendia…………………………… 39
3.2.1. Adecuación a la edad………………………………………………………. 40
3.2.2. Propiedad del tema y su tratamiento……………………………………….. 41
3.2.3. Uso correcto y apropiado de la lengua……………………………………. 42
3.2.4. Trama sencilla……………………………………………………………. 43
3.2.5. Caracterización de los personajes…………………………………………. 44
3.2.6. Importancia de la acción sobre la descripción……………………………. 45
3.3. Funciones literarias de los cuentos de Julio Garmendia…………………………. 45
3.3.1. Ética……………………………………………………………………….. 46
3.3.2. Estética…………………………………………………………………….. 48
3.3.3. Didáctica…………………………………………………………………… 50
3.3.4. Psicosocial…………………………………………………………………. 52
CAPITULO IV. VALORES
4.1. Valores morales……………………………………………………………………. 56
4.1.1. Autoestima………………………………………………………………….. 58
4.1.2. Libertad…………………………………………………………………….. 60
4.1.3. Solidaridad………………………………………………………………….. 62
4.1.4. Tolerancia…………………………………………………………………… 64
4.1.5. Amor………………………………………………………………………… 65
4.2. Valores sociales……………………………………………………………………... 67
4.2.1. Responsabilidad……………………………………………………………… 68
4.2.2. Cooperación………………………………………………………………….. 71
4.2.3. Respeto………………………………………………………………………. 72
4.2.4. Justicia……………………………………………………………………….. 73
CAPITULO V. ANÁLISIS DE LOS VALORES EN LOS CUENTOS DE JULIO GARMENDIA
5.1. Autoestima……………………………………………………………………………. 78
5.2. Libertad………………………………………………………………………………. 81
5.3. Solidaridad…………………………………………………………………………… 83
5.4. Tolerancia……………………………………………………………………………. 87
5.5. Amor…………………………………………………………………………………. 89
5.6. Responsabilidad…........................................................................................................ 91
5.7. Cooperación………………………………………………………………………… 93
5.8. Respeto………………………………………………………………………………... 95
5.9. Justicia………………………………………………………………………………… 97
CAPITULO VI. EXPERIENCIA PRÁCTICA PARA LA PROMOCIÓN DE LOS VALORES
DE LOS CUENTOS DE JULIO GARMENDIA
6.1. Diseño de la investigación………………………………………………………… 103
6.2. Población y muestra……………………………………………………………… 104
6.3. Técnica e instrumento……………………………………………………………… 104
6.4. Procedimiento para la recolección de datos y elaboración de estrategias…………. 105
6.5. Estrategias y actividades para la promoción de valores…………………………… 106
Valor: Autoestima…………………………………………………………………… 107
Actividad: El árbol de mi autoestima
Valor: Libertad……………………………………………………………………… 109
Actividad: Como un ave
Valor: Solidaridad………………………………………………………………….. 111
Actividad: Un regalo maravilloso
CAPITULO VII. ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS
Análisis de los resultados del pretest y postest……………………………………… 115
CONCLUSIONES……………………………………………………………………….. 131
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS……………………………………………………135
ANEXOS………………………………………………………………………………….140
A. Pretest y postest……………………………………………………………………142
B. Cuestionario para analizar la Libertad……………………………………............. 145
C. Cuestionario para después de la lectura del cuento Manzanita……………………146
D. Operacionalización de las variables……………………………………………….147
E. Cuadro de análisis de la encuesta…………………………………………… …….149
F. Cuadro de análisis del pretest y postest…………………………………………….151
G. Producciones y desarrollo de actividades (El árbol de mi autoestima)…………… 152
H. Producciones y desarrollo de actividades (Como un ave)………………………….153
I. Producciones y desarrollo de actividades (Un regalo maravilloso)…………………154
QUINTERO REYES, Lorena Margot. Los Cuentos de Julio Garmendia como Estrategia para el Fomento de Valores Universales en el Aula del 6º sección “A” de la Escuela Básica. UNIVERSIDAD DEL ZULIA. Facultad de Humanidades y Educación. 2009.
RESUMEN La presente investigación fue realizada con el objetivo de analizar los cuentos de Julio Garmendia como estrategia para el fomento de valores universales. La investigación fue de tipo descriptivo bajo el diseño descriptivo no experimental transeccional contemporánea invariable de campo, permitiendo relacionar los cuentos de Julio Garmendia con los valores universales desarrollados en los alumnos del 6º sección “A” de la Escuela Básica “Federación Venezolana de Maestros”. La muestra quedó conformada por un censo poblacional o la totalidad de la población constituida por treinta y cinco (35) alumnos, a quienes se les aplicó la técnica de la encuesta con un tratamiento (pretest, postest) y una lista de cotejo como instrumento de registro de la información recopilada; para el análisis de los resultados se realizó una comparación entre las respuestas dadas en el pretest con las del postest, al igual que se observó la parte conductual manifestada por los alumnos durante la realización de las actividades, dando como resultado que la mayoría de los estudiantes mostraron cambios significativos en el postest luego de aplicar las estrategias basadas en los cuentos de Julio Garmendia, logrando así, la internalización de los valores de autoestima, libertad y solidaridad, desarrollando en ellos el pensamiento crítico, creativo, la imaginación y la sensibilidad, al igual que, el goce y el disfrute por la lectura. Palabras clave: Cuentos, Valores, Estrategias, Educación, Alumnos.
QUINTERO REYES, Lorena Margot. Los Cuentos de Julio Garmendia como Estrategia para el Fomento de Valores Universales en el Aula del 6º sección “A” de la Escuela Básica. UNIVERSIDAD DEL ZULIA. Facultad de Humanidades y Educación. 2009.
ASTRACT
This research studies Julio Garmendia's short stories as a resource to teach universal values to elementary school students. This descriptive research gave two different tests (pre and post test) to 35 students registered to the last year (6th grade) of elementary school in Venezuela. The first test was given before doing the reading of Garmendia's work and its results were compared with those obtained after reading the author's short stories, and after the students participated in several ad hoc activities. Most students did show changes in their comprehension of the meaning and importance of universal values and were able to internalize values like self esteem, freedom, and solidarity. At the same time most of them were involved in a process of developing critical and creative thinking, imagination, sensibility and the ability to enjoy reading. Clue Words: Stories, Values, Strategy, Education, Pupils.
1
INTRODUCCIÓN
El objetivo principal de la presente investigación es, analizar los cuentos de Julio
Garmendia como estrategia para fomentar valores universales en el aula; en este sentido, se debe
identificar las figuras retóricas presentes en los cuentos de Julio Garmendia, describir los
elementos actantes en sus obras; determinar las funciones literarias de los cuentos de Garmendia;
al igual que relacionar los cuentos de Julio Garmendia con los valores morales y sociales, con el
propósito de formar individuos sensibles y más humanos, que practiquen valores universales,
para lograr sociedades que vivan en armonía y paz, buscando la felicidad deseada enmarcada
dentro del deber ser y proceder.
El cuento es un instrumento de gran importancia en la actividad pedagógica, ya que éste
representa la imaginación, lo sorprendente, las alegorías, el arte, lo bello, lo creativo, el humor, el
conocimiento y los valores; es por eso que, el utilizarlo con frecuencia en las instituciones
educativas, brindaría una mejor opción para lograr el desarrollo de valores en los alumnos,
contribuyendo así, a su práctica. En esta investigación se presentan los cuentos de Julio
Garmendia como estrategia para el alcance de este fin; presentando una forma particular de
conocer y emplear los relatos del autor en pro de formar seres humanos capaces de convivir en
una sociedad cargada de conflictos y exigencias.
El sistema educativo tiene como una de sus funciones, el activar y desarrollar en el
educando los valores universales que sirvan para la incorporación del individuo en la sociedad.
En la actualidad, es de gran relevancia educar en valores y una forma pedagógica de hacerlo, es a
través de los cuentos de Julio Garmendia; estas historias complementadas con estrategias bien
estructuradas, fomentan valores en los estudiantes, fortaleciéndolos y desarrollando la capacidad
de reflexión y de razonamiento, y a su vez, les permite despertar o activar su interés y el disfrute
por la lectura, de manera amena, divertida y entretenida, siendo propicio resaltar que los mismos
pueden ser adaptados a situaciones diversas en la vida real.
Este trabajo recoge los resultados de una investigación con base en una muestra de
experiencias del quehacer educativo, en cuanto a la implementación de estrategias de enseñanza
en el 6º “A” de la Segunda Etapa de Educación Básica en la Escuela Básica “Federación
Venezolana de Maestros”, con la intención de enriquecer el producto final y así lograr la misión
2
como ente educador. El estudio está estructurado en capítulos, en el primero se expone el
problema; en lo que respecta al segundo capítulo, se incluye el marco teórico; en el tercero, se
plantea el cuento de Julio Garmendia como estrategia para la reflexión; en el cuarto, se presentan
los valores morales y sociales que se muestran en los relatos; en el quinto, análisis de los valores
en los cuentos de Julio Garmendia; en el sexto, se detalla el marco metodológico; y en el séptimo,
lo concerniente al análisis de los resultados, conclusiones y recomendaciones.
3
CAPITULO I
EL PROBLEMA
1.1. La lectura y los valores universales en el sistema educativo
En el ámbito mundial, latinoamericano y específicamente el venezolano, se considera a la
educación como uno de los pilares fundamentales para el desarrollo social, pues su adecuado
funcionamiento contribuye a crear ciudadanos críticos, y por ende, a mejorar su calidad de vida.
Por lo tanto, es importante considerar e implementar sistemas educativos eficientes donde se
practique y logre una concepción específica del individuo, permitiendo formar integralmente
tanto a los niños, niñas y adolescentes en el campo de la lectura, buscando el desarrollo de los
valores.
En este sentido, Venezuela dentro de sus políticas educativas ha dirigido su atención a
desarrollar el deber ser, es decir, formar seres humanos capaces de asumir conductas y
pensamientos que los favorezcan como entes sociales en función de la colectividad. Por ello, el
Estado garantiza una educación de libre pensamiento, donde se enriquezcan los conocimientos y
se desarrollen valores que actúen en pro de la humanidad. Ambos aspectos son imprescindibles
pues éstos funcionan como guías en la vida de los individuos, orientando y descubriendo
actitudes y pensamientos. Por estas razones, el Ministerio del Poder Popular para la Educación
M.P.P.P.E. a través del Currículo Básico Nacional C.B.N. (1999), establece en su contenido la
utilización de los ejes transversales Lenguaje y Valores, los cuales se encuentran implícitos
dentro de las diferentes áreas académicas refiriendo:
“…el eje transversal lenguaje, en armonía con los otros ejes, tiene como propósito la formación de hombres y mujeres que comprendan que el intercambio comunicativo debe fundamentarse en valores esenciales… Las razones expuestas justifican la consideración de tres dimensiones en el eje lenguaje: comunicación, comprensión y producción.” (p. 22).
Con el eje transversal lenguaje, se busca que el alumno desarrolle su capacidad de
comunicación, que comprenda los usos lingüísticos y a su vez, realice producciones verbales,
escritas y simbólicas, constituyendo así, la posibilidad de transformar cualquier situación de la
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vida cotidiana en un acto de aprendizaje. En el caso del eje transversal valores, contenido en el
C.B.N. (1999) establece como objetivo:
“… una educación en valores debe promover cambios significativos que conduzcan a la formación de un ser humano capaz de desenvolverse en una sociedad pluralista en la que pueda de una manera crítica, ejercer como norma de vida la libertad, la tolerancia, la solidaridad, la honestidad, la justicia, el respeto a los derechos humanos, y los valores que de ella se desprenden.” (p. 29).
En efecto, la educación contribuye en la construcción de un país creando seres humanos
concientes, con capacidad de desarrollarse en una sociedad libre, en la cual puedan formular
juicios y actuar conforme a ellos. Para Pérez Esclarín (2004) “la educación puede formar
personas egoístas o solidarias, convertir a los alumnos en asesinos o en santos, enseñar a ver a los
otros como rivales y enemigos, o como compañeros y hermanos. De allí la nobleza de la
educación…” (p. 28). En este sentido, es importante destacar que el acto educativo tiene en sus
manos la capacidad de destruir o construir el futuro de los estudiantes.
Por lo tanto, es necesario fomentar una educación de calidad donde se cultiven los valores
universales para poder crear individuos comprensivos, sensibles ante el dolor ajeno, que trabajen
por la igualdad y con sentido de justicia, en fin, cultivar el amor ya que por su medio, la persona
sufre y procura actuar ayudando al que lo necesita, comenzando así a liberarse de los prejuicios
sociales como el poder desmedido, la demagogia y la avaricia, entre otros aspectos.
Según los planteamientos antes expuestos, para desarrollar el proceso de enseñanza –
aprendizaje con calidad, es necesario incluir los ejes transversales antes nombrados, pues los
mismos tienen la finalidad de convertir la práctica pedagógica en forma significativa para formar
niños, niñas y adolescentes capaces de establecer actos comunicativos coherentes, propios y
adecuados. Igualmente, por medio de ellos pueden establecerse procesos de comprensión y
producción de textos, basados en los usos verbales y no verbales. Así mismo, ayudan a la
ampliación de estrategias que permiten a los estudiantes interiorizar, sensibilizar, identificar y
construir valores propios fundados en criterios y principios éticos universales, que sirvan de
plataforma para la puesta en práctica ante cualquier situación que se le presente en la vida.
5
En este sentido, los cuentos contienen una gran carga significativa de valores universales y
a la vez, proporcionan a los educandos y educadores herramientas que facilitan los actos
comunicativos a través de la comprensión lectora, que ayuda a reflexionar a cerca de los valores
que el individuo posee y los que pueden llegar a desarrollarse; de igual manera, constituyen una
importantes herramientas para activar y ampliar los valores en los estudiantes, a través de su
lectura, estimulando su sensibilidad, el vocabulario, el pensamiento crítico – creativo, la
comprensión y la reflexión, entre otros aspectos importantes. La incorporación de estrategias para
comprender lo que se lee utilizando material didáctico apropiado, contribuiría a crear educandos
con principios éticos, capaces de enfrentar situaciones diversas, las cuales pueden estar
representadas dentro de las acciones vistas a través de los textos leídos.
Para Rosenblatt (2002), los textos literarios y específicamente los cuentos son un
instrumento de gran importancia para desarrollar en los estudiantes valores, ya que involucran
inevitablemente el refuerzo de la conciencia o inconsciente de las actitudes éticas, “cuando el
alumno se ha conmovido por una obra literaria, se verá llevado a reflexionar sobre cuestiones del
bien o del mal, de cualidades admirables o antisociales, de acciones justificables o injustificables”
(p. 42) Los cuentos proporcionan diversidad de valores que se encuentran enmarcados en los
personajes, situaciones y en las acciones de las historias que captarían la atención de los alumnos,
incorporándolos voluntariamente en su argumento.
En efecto, los docentes como facilitadores u orientadores de los alumnos, son los
encargados de llevar a cabo actividades diversas que estimulen y sensibilicen a los estudiantes
hacia la utilización de los materiales de lectura. Es importante utilizar cuentos adecuados que
permitan crear y desarrollar los valores que produzcan sensibilización, afecto e intelectualidad.
Por lo tanto, este género literario sirve para promover valores y a su vez crear hábitos lectores.
Para este propósito los cuentos de Julio Garmendia se encuentran cargados de gran
significación. Este escritor larense durante su vida publicó sólo dos libros La tienda de muñecos
(1927), y La tuna de oro (1951). A éste último le debe el Premio Municipal de Prosa en Caracas.
Sus historias poseen valores estéticos y literarios que con una buena disposición educativa, sería
un valioso recurso para el proceso de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes. Este autor se
caracteriza por su realismo fantástico y su apego a la naturaleza, sirviendo sus obras como
ejemplo de estímulo en los alumnos para desarrollar la sensibilidad humana junto al amor hacia
6
el ambiente, las personas y la vida. Indudablemente, su utilización sería una herramienta para
promover y desarrollar valores que actualmente se encuentran en crisis, tanto en los educandos
como en la sociedad.
Vale la pena considerar los aportes que proporcionan los cuentos de Julio Garmendia, los
cuales están encarnados con los personajes de sus narraciones y a su vez, éstos están relacionados
con el mundo real por su significado. Su uso en el aula serviría como instrumento útil, ya que
ayudarían a iniciar y desarrollar valores morales y sociales en los educandos, formando seres
humanos capaces de vivir en la sociedad en busca del bien común.
En el sistema educativo venezolano se establecen diferentes leyes y reglas que se
encuentran plasmadas sólo en el papel. Estas exigencias legales parecieran no trascender de las
mejores intenciones. Si bien es cierto que los programas educativos demarcan los lineamientos
generales para que se establezca un proceso de enseñanza – aprendizaje adecuado, es también
cierto que por parte del docente se espera la aplicación o desarrollo, de estrategias para obtener
como resultado una educación de calidad útil para la vida, donde los estudiantes se motiven a
comprender las lecturas realizadas, producir textos que para ellos sean significativos en su
desarrollo personal y profesional, que evidencien una formación acorde con las exigencias del
nuevo siglo.
Las prácticas pedagógicas realizadas por algunos docentes propician el sistema de
memorización, obviando la realidad en la cual viven los estudiantes, sin tratar de establecer
estrategias que permitan la comprensión lectora o de buscar en ella el valor significativo que
merece. Igualmente, se desestiman las opiniones de los alumnos, negando la comunicación y las
expresiones propias que contribuyen a desarrollar la habilidad de aprender a aprender.
Por otra parte, existe una incongruencia entre el discurso programático que plasma el
docente en las planificaciones y lo realizado en el aula, logrando así un desfase en el proceso
educativo. Además, aún se asumen la formación del adoctrinamiento, un enfoque educativo
tradicionalista, transmisivo, memorístico y autoritario, en donde se imparte una educación con
valores indiscutibles y los conocimientos se miden por la acumulación de datos. Por lo tanto,
parece existir una transmisión de los valores personales del maestro a los grupos de estudiantes,
sin tomar en cuenta las necesidades de los alumnos, ni buscando los mecanismos que propicien
7
su crecimiento humano, ni desarrollando en ellos valores que les permitan enfrentar situaciones
difíciles.
Es importante destacar además, la problemática de la poca aplicación de los valores dentro
de las actividades en el aula durante el proceso educativo, pues, este se encuentra desvinculado de
los diversos factores que rodean al alumno: la familia, la comunidad, los medios de comunicación
e información y los educadores. Según Pérez Esclarin (2004), la familia ha abandonado y
otorgado a los maestros la responsabilidad de educar a sus hijos, olvidando que son ellos quienes
tienen la posibilidad de iniciarlos en la formación de hábitos, normas, aptitudes, actitudes que les
permitan establecerse dentro de una sociedad llena de exigencias, pues aunque los padres son
quienes pueden crear en los estudiantes el entusiasmo por la lectura, valor de la responsabilidad,
convivencia e inculcar los valores morales y sociales, parecen despreocupados al respecto.
Por otra parte, en el plan de La escuela necesaria Proyecto para la acción en Fe y Alegría
(2002) plantea, que algunos docentes poco se actualizan en su formación académica, incurriendo
en ocasiones en la improvisación, demostrando falta de dominio de los contenidos básicos y
didácticos que pretenden impartir, utilizando estrategias de comprensión lectora que no buscan
resultados beneficiosos para el alumno, haciendo difícil lo que puede ser fácil y desvirtuando la
información suministrada. Igualmente, es importante destacar que el docente debe presentar una
conducta enmarcada dentro de los valores universales en el aula y en la institución, que sirvan de
modelo y ejemplo a los estudiantes para desarrollar el deber ser del individuo.
La imposición de valores a los estudiantes coloca una barrera entre el educando y el
educador, ya que la acción que ejerce el docente de reprimir y dominar al alumno, hace que éste
se frustre y manifieste un rechazo ante los valores planteados por el docente. Visto así, es
necesario implementar estrategias lectoras que propicien actos comunicativos y a la vez, que
permitan a los escolares reflexionar sobre sus valores, desarrollarlos, activarlos y adaptarlos a una
sociedad que necesita urgentemente un cambio.
Muchas veces dentro de la matricula escolar se encuentran alumnos socializados
negativamente, que emplean la mentira, robo, agresión y la violencia como manera para resolver
sus dificultades y lograr con facilismo alcanzar sus objetivos. Los docentes a diario deben tratar
con el desinterés, la apatía, la hostilidad y violencia, que convierten las aulas en espacios
limitados para ser solidarios. Como resultado, se sienten atados, decididos sólo a desempeñar la
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función de instructor de conocimientos de cara a unos estudiantes que poco se interesan en su
educación y que poco colaboran a alcanzar el propósito de la profesión docente.
Es igualmente importante destacar, la escasez de materiales educativos necesarios para
incentivar e incrementan la lectura de cuentos y con ello los valores y más aún cuando se trata de
desarrollar en los niños, niñas y adolescente el hábito de la lectura. Existe una gran deficiencia de
textos apropiados, de manera que los docentes poco cuentan con material didáctico suficiente
para satisfacer las necesidades en los estudiantes, pues las bibliotecas tanto de aula como de la
institución están desprovistas de ellos y los que existen se encuentran en malas condiciones o
carecen de resistencia, imágenes y títulos llamativos o muestran realidades ajenas al ámbito
venezolano, por lo cual dejan de ser atractivos para los estudiantes y útiles para los educadores.
Muchas veces se les dice a los alumnos que lleven libros o textos escritos a las escuelas que
sean de su agrado, no obstante, casi siempre los escolares manifiestan no tener libros, más aún,
alegan que en sus casas no compran ni siquiera el periódico; es importante considerar que a las
escuelas públicas asisten estudiantes de familias de bajos recursos y muchas veces no tienen para
poder alimentarse, mucho menos para comprar libros o periódicos, los cuales pueden ser creados
por ellos mismos a partir de las estrategias aplicadas en el área.
Así mismo, se evidencia la falta de motivación por parte de los alumnos y preparación por
parte de los docentes para desarrollar en los estudiantes el hábito de la lectura. Los educadores
requieren de investigación y de conocimientos previos antes de llevar a cabo cualquier actividad
en el aula, necesitan buscar los elementos y herramientas necesarias, que se puedan implementar
en una clase; es importante considerar, que en la mayoría de las actividades utilizan sólo los
programas educativos para realizar sus planificaciones, sin embargo, poco se implementa la
creatividad y la innovación con materiales impresos que despierten en el alumno el hábito de
querer leer y con ello de comprender y compartir lo leído en grupo.
Igualmente, se hace difícil a los educadores el llevar a cabo los conocimientos recibidos en
los talleres, que aunque, estos se muestran entusiastas, con ganas de poner en práctica lo
aprendido, el problema surge cuando se enfrentan a la realidad del tiempo, dedicando más de lo
que invertían con anterioridad; observando que los resultados esperados no se dan a corto plazo,
haciendo que el entusiasmo del educador disminuya y decaiga en su labor, retornando a las tareas
tradicionalistas que han venido ejecutando.
9
La situación antes descrita parece estar manifestándose en la Escuela Básica Federación
Venezolana de Maestros “F.V.M.”, situada en la ciudad de Maracaibo – Venezuela. Este es un
centro educativo perteneciente a la Gobernación del Estado Zulia, en él funcionan las tres etapas
de educación básica en ambos turnos. En la segunda etapa de la institución, se observa diversas
situaciones que son manifestadas por los docentes del plantel; actualmente se ha observado
deficiencias en los estudiantes que pasan de un grado a otro; debido a que los alumnos se
muestran apáticos y poco interesados hacia la lectura, manifestando actitudes y aptitudes
inadecuadas, que reflejan un escaso desarrollo de valores. Esto no hace más que indicar que
dentro del proceso de enseñanza – aprendizaje en la institución se establecen elementos como la
lectura impuesta que obstaculizan el desarrollo integral de los estudiantes y es necesario buscar
los mecanismos que permitan obtener un cambio significativo ante esta situación.
Además, los niños muestran desde muy temprana edad, el poco entusiasmo hacia la lectura,
no se sienten incentivados y manifiestan desagrado cuando se les propone que la realicen. Por su
parte, los representantes demuestran poco interés en ayudarlos y dicen no tener tiempo para
crearles el hábito de la lectura, dejando así, toda la responsabilidad en los educadores. Por lo
tanto, una propuesta para crear lectores autónomos, y a su vez, buscar desarrollar los valores es la
promoción de una lectura adecuada y eficiente; es decir, establecer estrategias apropiadas que
permitan a los estudiantes adentrarse dentro del mundo de la lectura. Ante esta situación descrita
se formula las siguientes interrogantes
1.2. Formulación del problema y objetivos de la investigación.
De acuerdo a lo expuesto en el planteamiento del problema, se presentan las siguientes
inquietudes:
¿Son los cuentos de Julio Garmendia una estrategia para fomentar valores universales en el aula?
¿Se identifican en los cuentos de Julio Garmendia las figuras retóricas que faciliten la aplicación
de estrategias para la comprensión lectora?
¿Se describen en los cuentos de Julio Garmendia los elementos actantes que facilitan su
comprensión?
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¿Se determinan las funciones literarias en las obras de Julio Garmendia para el desarrollo de
valores?
El presente trabajo es el resultado de una investigación realizada sobre los cuentos de Julio
Garmendia, los cuales sirven como estrategia para fomentar valores universales en el aula,
contribuyendo a mejorar significativamente el proceso de enseñanza – aprendizaje en el sistema
educativo.
Así mismo, se ha tomado como objetivo general de éste proyecto, el análisis de los cuentos
de Julio Garmendia como estrategia para fomentar valores en el aula, teniendo como objetivos
específicos: el identificar las figuras retóricas presentes en los relatos del autor, describir los
elementos actantes planteados en sus obras y determinar las funciones literarias de sus cuentos;
así como también, relacionar los cuentos de Julio Garmendia con los valores morales y sociales.
1.3. Justificación de la investigación.
La educación en valores se justifica por la necesidad que tienen los educandos de
comprometerse con determinados principios éticos que les sirvan para evaluar sus propias
acciones y la de los demás, ya que los mismos están presentes en la vida cotidiana,
manifestándose mediante conductas, actitudes y aptitudes; al igual que en la comunicación oral y
escrita, que suelen dar lugar a normas sociales. Además, estos guían las acciones de las personas
pues son el fundamento por el cual se hace o se deja de hacer una cosa en determinado momento,
definiendo si una conducta es personal y socialmente preferible a otras que se consideran
opuestas o contradictorias a su concepción individual.
De allí, la importancia que tiene la labor que desempeña el docente en la instituciones
educativas, quien debe preocuparse por buscar la manera más significativa de abordar los valores
universales, utilizando para ello los mensajes implícitos que contienen los cuentos de Julio
Garmendia. Con base en esto, la presente investigación se justifica porque constituye un aporte a
los educadores comprometidos con el sistema educativo, y que deseen mejorar en la calidad del
proceso de enseñanza - aprendizaje en pro de la formación integral del alumnado.
Así mismo, desde el punto de vista teórico, el estudio presenta un valioso material
bibliográfico que puede servir de sustento a otros estudiosos interesados en este tipo de
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investigación. Desde el punto de vista práctico, la investigación se justifica por cuanto los
resultados que se obtengan podrían ayudar a visualizar posibles soluciones a la problemática
antes expuesta.
1.4. Delimitación de la investigación
1.4.1. Delimitación espacial y temporal
La presente investigación se realizó sobre los cuentos de Julio Garmendia como estrategia
para el fomento de valores universales en el 6º “A” de la Escuela Básica “F.V.M.” ubicada en el
Circuito Escolar Nº 4, Parroquia Francisco Eugenio Bustamante, Municipio Maracaibo, Estado
Zulia, durante el lapso comprendido desde septiembre de 2007 hasta enero de 2009.
1.4.2. Delimitación teórica
La presente investigación está sustentada en la teoría del humanismo, constructivismo y
axiológica; así como también, las teorías de Kohlberg, Rokeach, Piaget, Scheler, Hartmann y
Vygotski, considerados en los planteamientos de: Hernández, Carlos (2005), Molina, Surd
(2005), López, Marcos (2004), Barrera, Cesar (2003), Ramos, Guadalupe (2002), Turiel, Elliot
(2000), Escobar, Gustavo (2000), Díaz Javier y col. (2000), Coll, Cesar (2000), Rodríguez, Mario
(2000), Rebould, Olivier (1999), Lipman, Matthew (1998) y Ander–Egg, Ezequiel (1996) entre
otros autores; quienes han proporcionado las bases teóricas que contienen técnicas y modelos
ajustados a las necesidades aproximadas, requeridas para el desarrollo del presente estudio en el
contexto educativo.
1.4.3. Delimitación metodológica
En cuanto a la fundamentación metodológica de la investigación, se basó en autores como
Sierra Bravo R. (2001), Tamayo y Tamayo, Mario (2000) y (1990),Ander-Egg (2000), Hurtado
(2000), Olivares (2000) y Bavaresco, A. (1994); de los cuales se tomaron las herramientas
indispensables para orientar el marco metodológico de la investigación, en cuanto al tipo de
investigación y diseño; población y muestra; técnicas e instrumentos; validez, técnica de análisis
y elaboración de conclusiones.
12
1.4.4. Delimitación social e institucional
Cabe considerar que el estudio en cuestión se propone contribuir a enriquecer el proceso de
aprendizaje en el acto educativo, sugiriendo estrategias que contengan las lecturas de los cuentos
de Julio Garmendia, que permitan obtener como resultado el fomento de valores universales en la
segunda etapa de la Escuela Básica “F.V.M.”, estudio que contribuya a desarrollar y fortalecer en
el educando los valores morales y sociales, y a su vez se convierta en instrumento de apoyo para
lograr la misión de la institución, que es la de formar jóvenes con una educación integral, con
sentido reflexivo, capaces de interactuar con el medio donde se desenvuelven de una manera más
humana, eficaz y eficientemente.
Desde el punto de vista social, atenderá a la población de alumnos del 6º “A” de la Escuela
Básica “F.V.M.”, aportando herramientas de trabajo que servirán para la revisión, reflexión y el
ajuste de los procesos de enseñanza por parte del docente, en pro de cambiar el modelo
tradicional de la educación, que muchas veces se limita por desconocimiento o por no querer
buscar nuevas alternativas que fortalezcan el aprendizaje del educando.
Para la institución, la aplicación de la propuesta se convertirá en la oportunidad de
implementar las estrategias sugeridas basadas en los cuentos de Julio Garmendia, presentando
cambios que contribuyan a mejorar la calidad de la educación de la institución, permitiendo la
formación de individuos integrales, con miras a formar seres humanos críticos, reflexivos y
sensibles capaces de desenvolverse en la sociedad.
1.5. Sistema de variables
Definición nominal: Los cuentos de Julio Garmendia como estrategia para la reflexión.
Definición conceptual: es una narración corta, de hechos reales o ficticios cuyo origen es la
anécdota. Tiene una acción y es sencillo, destacándose en los mismos personajes reales o
ficticios. Presenta muy pocos diálogos, la mayoría de las veces moralizadores, siendo su finalidad
fundamental entretener al lector u oyente. Molina (2005)
Definición nominal: Valores universales
13
Definición conceptual: son ejes fundamentales por los que se orienta la vida humana y
constituyen, a su vez, la clave del comportamiento de las personas. Izquierdo (2001)
1. 6. Antecedentes de la investigación
Se presentan a continuación algunos estudios que soportan científicamente las variables
objeto de la investigación: Guillén (2005), realizó una investigación titulada “El cuento como
recurso pedagógico en el desarrollo de valores”, cuyo objetivo fue determinar la incidencia del
cuento como recurso pedagógico en el desarrollo de los valores en el niño de la I y II etapa. El
tipo de investigación fue descriptivo. La muestra estuvo conformada por 23 docentes que
laboran en la E.B.N. “Barrio El Descanso” en el municipio San Francisco del Estado Zulia
Venezuela.
Se les aplicó un cuestionario conformado por 30 ítems con 3 alternativas de respuesta, al
cual se le dio validez del juicio de expertos y se midió su confiabilidad a través del Coeficiente de
Cronbach, siendo su resultado de 0,81. Para el tratamiento estadístico, se siguió la descriptiva a
través de la distribución de frecuencias y porcentajes. Los datos revelaron que menos de la mitad
de los docentes encuestados utilizan frecuentemente el cuento para transmitir valores y sólo el
26% fomenta los valores éticos a través de ella. Se constata un alto fomento de los otros valores,
como son los valores estéticos, ecológicos, religiosos, entre otros, por parte de los docentes.
Además, se evidenció la subutilización de algunos recursos para el relato de la literatura infantil
como la onomatopeya y por último, se constató la poca utilización de cuentos como estrategia
pedagógica.
El estudio de Guillén (2005) enfatiza la necesidad comprobada que tienen los educandos de
la región en ser formados en distintos tipos de valores morales y sociales, mediante la utilización
de diversos medios y actividades pedagógicas. Entre las teorías que sustentaron su estudio se
destacan el enfoque humanista, la teoría constructivista y la teoría de los valores de Kolberg, las
cuales sirven también de sustento a la presente investigación.
El estudio de Casals y Travé (2005) titulado “La educación en valores en las primeras
edades. Programa de Educación en Valores (PEVA)”, realizado en Barcelona España, fue de tipo
descriptivo y documental, el cual partió de un programa piloto de observación de 5 centros
14
docentes de educación parvularia, que albergó más de trescientos niños, cuyo método de sondeo
fue la entrevista estructurada a especialistas en psicología y psicopedagogos, con un seguimiento
de dos años. Los especialistas coinciden en definir los primeros años de vida como determinantes
para que la integración de los niños a las sociedades sea adecuada a las normas, costumbres y
valores ético-morales que dichas sociedades postulan como válidos y prioritarios para su propio
progreso económico y cultural.
Sus resultados plantean, cómo la educación en valores ayuda a las personas a construir
racional y autónomamente sus valores, capacitando al ser humano con aquellos mecanismos
cognitivos y afectivos, que en completa armonía, ayudan a convivir con la equidad y
comprensión necesarias para integrarse como individuos sociales y como personas únicas, en el
mundo que les rodea.
Señala el estudio que, al trabajar las dimensiones morales de los niños es un punto de
partida para así potenciar el desarrollo y fomento de su autonomía, racionalidad y uso del diálogo
como mecanismo habilitador en la construcción de principios y normas, tanto cognitivos como
conductuales. Indica así mismo, que dichas dimensiones, posibilitarán la equidad y empatía
necesarias en los procesos, para que las formas de pensar y actuar se presenten parejas, en una
relación simétrica frente a la resolución de conflictos de valores.
El aporte de estos autores a la investigación, es que destacan como prioritario en la educación
desde los primeros años de vida, que se inculquen valores morales a los niños y niñas mediante el
desarrollo de diferentes actividades, referidas estas a la autoestima, el amor y el diálogo, entre
otros, a fin de prepararlos para aceptar las normas y costumbres del contexto social que los rodea,
y al mismo tiempo, ayudarlos a internalizar los mismos.
Chourio (2005), en su investigación “Incidencia de los valores en la formación de la
identidad cultural del educando” tuvo como propósito determinar la incidencia de los valores en
la formación de la identidad cultural del educando de la II etapa de la Unidad Educativa Colegio
“Bellas Artes” en Maracaibo estado Zulia Venezuela. Dicho estudio, se sustentó en las teorías de
Piaget y Kohlberg, quienes comparten la creencia de que una moralidad avanzada exige una
reflexión continua por parte de los sujetos.
El tipo de investigación fue descriptivo con un diseño de campo no experimental,
utilizándose 2 instrumentos de recolección de datos: un cuestionario para el docente y una
15
encuesta para los alumnos, ambos conformados por 15 ítems y 4 alternativas de respuesta: casi
siempre, algunas veces, casi nunca, nunca. Los resultados evidenciaron que la mayoría de los
educadores no conocen el contexto en el cual se forja la identidad, ya que no se conocen cuáles
son los elementos que pertenecen a la misma. Dado que dicho término es muy amplio, se le da
relevancia a los factores socioculturales que rodean al alumnado tales como la familia y los
medios de comunicación social.
Chourio aporta al estudio, aspectos importantes referidos a la teoría de valores de Kolberg,
donde se destaca que la moral se manifiesta en los individuos mediante el desarrollo de una serie
de etapas que van apareciendo secuencialmente como un proceso de aprendizaje reversible en la
que se adquieren nuevas estructuras de conocimientos, valoración y acción.
Rodríguez (2004) en su estudio “Funciones del docente como agente de valores universales
en la educación básica”, tuvo como propósito analizar las funciones que ejecuta el docente como
agente de valores universales en la I y II etapa de la Educación Básica. El tipo de investigación
fue descriptivo, con un diseño de campo, no experimental. La población estuvo conformada por
72 docentes de la Escuela Zuliana de Avanzada “Consuelo Navas Tovar” en San Francisco
estado Zulia Venezuela.
Como instrumento de recolección de datos se aplicó un cuestionario a los docentes
conformado por 30 ítems y 5 alternativas de respuesta: siempre, casi siempre, a veces, casi nunca,
nunca. El mismo fue sometido a la prueba de confiabilidad alfa Cronbach siendo su resultado de
0,90. Los resultados revelaron que las funciones referidas a la coordinación, planificación,
supervisión y orientación no son las más favorables para promover los valores universales,
existiendo por parte del alumnado una baja internalización de los mismos, referidos a la justicia,
honestidad, responsabilidad, cooperación, paz, sinceridad, entre otros.
La investigación de Rodríguez, aporta al presente estudio fundamentos importantes acerca
de los valores sociales referidos a la responsabilidad, la paz y la justicia, y al valor moral
solidaridad, los cuales están enfocados en las teorías de Carreras y otros (2001), Camps (2000),
Ramos (2002) entre otros autores, que también sustentan las bases teóricas del presente estudio.
Cassino y Martín (2004), realizaron un estudio titulado “Una experiencia de formación en
valores”, cuyo objetivo general fue aplicar estrategias metodológicas que permitieran fomentar y
16
desarrollar valores en los alumnos de primer grado de la Unidad Educativa Nacional “13 de
junio”, Araure, Estado Portuguesa. El tipo de investigación fue descriptiva. La población o
muestra fueron 24 alumnos (14 varones y 10 hembras), cursantes del primer grado de la citada
escuela.
El instrumento utilizado fue la encuesta. La estadística utilizada se realizó siguiendo el
esquema de la investigación activa de Nasareide Rodríguez a través de las etapas: diagnóstica,
planificación, acción y evaluación. Los resultados indicaron que la experiencia fue efectiva para
lograr los cambios esperados, formándose valores como la justicia, la paz y el respeto.
Cassino y Martín, dan gran importancia en el desarrollo de su estudio a los valores
sociales, justicia, paz y respeto, ya que los mismos se interrelacionan estrechamente con otros
valores, facilitando al alumnado de la Educación Básica, la aparición de comportamientos
deseados por la sociedad. Además, estos valores han sido considerados como indicadores en la
presente investigación.
Briceño y Rodríguez (2003), realizaron una investigación titulada “Estudio y Análisis de
los Valores de Solidaridad, Responsabilidad y Respeto de los alumnos que egresan de la Escuela
Básica Nueva América”, cuyo propósito fue revisar la labor educativa en valores, para mediar el
proceso de clarificación y asimilación de los mismos. El tipo de investigación fue descriptiva,
utilizando una población muestral de 50 exalumnos entre 11 y 15 años de edad.
El instrumento empleado fue una encuesta, utilizando la estadística descriptiva,
aprobada por los expertos como instrumento útil de medición. Los resultados indicaron que la
educación en valores es necesaria e importante en la formación del niño en estas edades, y que la
misma depende de la escuela, del grupo familiar y de la comunidad educativa. El estudio de
Briceño y Rodríguez, guarda correspondencia con esta investigación, debido a que se profundiza
el valor moral de la solidaridad, y los valores sociales responsabilidad y respeto, los cuales
forman parte en el presente estudio, resultando básicos para la formación integral del alumnado y
para la convivencia armoniosa con sus semejantes.
Moreno (2003) en su investigación “El rol orientador del docente para fomentar valores
en las instituciones de educación básica” tuvo como objetivo analizar el rol orientador del
docente para fomentar valores en las instituciones de educación básica, además de identificar las
17
funciones orientadoras de éste, determinar el grado de participación que el educador le da a los
padres, colegas, comunidad, equipo multidisciplinario al fomentar valores, caracterizar las reglas
que toma en cuenta el docente orientador para fomentar dichos valores, estableciendo estrategias
para contribuir con este rol.
El tipo de estudio fue descriptivo, analítico y de campo con un diseño no experimental,
transversal, tomando como población a la totalidad de docentes y padres de las instituciones de la
I Etapa de Educación Básica de la Parroquia Escolar 6 del Sector 7 de la Parroquia Caracciolo
Parra Pérez del Municipio Maracaibo, seleccionando como muestra a 329 padres y a 54 docentes.
La técnica utilizada fue la encuesta, elaborándose dos cuestionarios, dirigidos a los docentes y a
los padres, validados por 7 expertos y su confiabilidad se realizó mediante la fórmula Alfa
Cronbach, obteniendo 0,89 el primero y 0,95 el segundo.
Los resultados confirmaron que el docente está cumpliendo las funciones del rol
orientador al estimular, apoyar, servir de modelo y asesorar, según percibieron ambos grupos
encuestados. No obstante, resultó que el grado de participación solicitado a padres, colegas,
comunidad y equipo multidisciplinario es de intermedio a bajo. Además, se están fomentando los
valores al desarrollarse las reglas de internalización y de identidad del yo en el contexto escolar.
Todo esto condujo a establecer estrategias de liderazgo, comunicación, relaciones interpersonales
y de intervención, coadyuvantes con el rol orientador del docente para fomentar valores, haciendo
partícipe a los padres y representantes de las instituciones de Educación Básica seleccionadas
para este estudio.
El estudio de Moreno, aporta a la presente investigación importantes referencias
bibliográficas actuales que destacan significativamente de los roles y funciones del docente como
orientador en la I y II etapa de la Educación Básica relacionados con el fomento de valores tanto
morales como sociales, ya que los mismos contribuyen a formar un sistema de ideas y creencias
que van en beneficio del desarrollo integral del educando.
18
C A P I T UL O II
BASES TEÓRICAS
A continuación, se exponen las teorías que sustentan la investigación, entre las que se
encuentran la axiológica, la teoría de valores de Kohlberg, la de Rockeach, la constructivista y la
humanista, dando sustento a los valores, presentadas como variables analizadas en este estudio.
2.1. Teorías que sustentan la investigación
2.1.1. Teoría axiológica
En todas las culturas y en todos los tiempos se encuentran implícita y explícita una gran
variedad de ideales y valores que asumen las personas, dichos valores tienen diferentes formas de
manejarse en el individuo, unas basadas en normas establecidas en una sociedad, es decir, las que
deben ser cumplidas, y otras deseables por su valor que desarrolla el individuo en su interior.
El término axiología, fue empleado por primera vez por Urban en 1906 para designar la
rama de la filosofía que estudia la naturaleza de los valores y los juicios valorativos. Según
Hernández (2005), dicho término proviene del griego axios, que significa “lo que es valioso o
estimable”, y logos, “ciencia, estudio o tratado”, se ocupa de estudiar los valores. Dicha teoría, no
sólo trata de los valores positivos, sino también de los valores negativos, analizando los
principios que permiten considerar que algo es o no valioso para determinado individuo, por ello,
toma en cuenta al mismo tiempo, los fundamentos de tal juicio.
La investigación de una teoría de los valores ha encontrado una aplicación especial en la
ética y en la estética, es decir, la ética porque le interesa analizar los (valores morales), y la
estética, porque que no puede prescindir de la noción de “valor”, toda vez que las normas que
conforman el mundo moral implica apreciaciones y valoraciones que permiten al individuo
formularse el concepto de lo bueno y lo malo.
Hernández (2005), menciona algunos filósofos como los alemanes Heinrich Rickert o Max
Scheler indicando que estos han realizado diferentes propuestas para elaborar una jerarquía de los
19
valores. En este sentido, puede referirse de una ética axiológica, que fue desarrollada
principalmente, por el propio Scheler y Nicolai Hartmann.
Para Scheler y Hatmann en Escobar (2000): “Los valores son esencias, cualidades a priori,
que no depende en nada del sujeto que los capta y de los bienes en que se hallan incorporado. El
conocimiento se produce por intuición de esencia… Los valores son absolutos; sólo nuestro
conocimiento de los valores es relativo.” (p. 77). Scheler, busca alternativas en los valores,
estableciendo una jerarquía objetiva, considerándolo como una elección de preferencia y los
clasifica en:
• Valores de lo agradable y desagradable, correspondiente a las funciones de gozar y sufrir.
• Valores vitales correspondiente a los modos de sentimientos (salud y enfermedad,
etcétera)
• Valores espirituales.
• Valores religiosos.
Desde el punto de vista ético, la axiología es una de las dos ramas principales de la ética
normativa junto con la deontología; siendo esta última una teoría que se encarga de los deberes
de los individuos en la profesión que ejerce o en situaciones determinadas. Por su parte, la teoría
axiológica culmina con el desarrollo de un sistema de valores, los cuales pueden ser objetivos o
subjetivos. Ejemplos de valores objetivos incluyen el bien, la verdad o la belleza, siendo
finalidades ellos mismos. Se consideran valores subjetivos, en cambio, cuando éstos representan
un medio para llegar a un fin, en la mayoría de los casos caracterizados por un deseo personal.
Además, destaca esta teoría, que los valores pueden ser fijos (permanentes) o dinámicos
(cambiantes).
Los valores también pueden diferenciarse con base en el grado de importancia que le
otorga el individuo o lo requerido por la acción a emprender, tal como lo indican los fundamentos
que se establecen, así tenemos por ejemplo, el Currículo Básico Nacional C.B.N. (1.999), entre
los que se encuentran las dimensiones del ser, hacer, conocer y convivir; donde el ser del
individuo necesita consolidarse y desarrollarse en cuanto al crecimiento humano basado en los
valores universales. Valores que pueden ser conceptualizados en términos de una jerarquía, en
cuyo caso algunos poseen una posición de relevancia más alta que otras. En el caso de la teoría
20
axiológica nombra cinco postulados que describen la implicación que tienen los valores en la
formación integral de la persona, en un proyecto educativo centrado en la humanidad del ser:
1. Los valores aún cuando se eligen en un acto de opción libre son cultivables de múltiples
formas en la educación. Así, por ejemplo, el ambiente familiar es un medio propicio para
cultivarlos; igualmente el clima espiritual dentro de la escuela, despierta en el estudiante el
interés por ellos. Asimismo, el modelo de los docentes en una institución educativa, es un factor
fundamental para despertarlos o modelarlos en los niños y niñas, ya que mediante el ejemplo, las
actitudes, aptitudes, la disposición al diálogo y la madurez de sus criterios, motivan a sus
alumnos en la opción por los valores deseados universalmente.
2. Los valores son, simultáneamente, motivos y criterios para juzgar y valorar la
existencia humana. En otras palabras, constituyen ideales reforzantes para los niños y niñas, en
una sociedad que se visualiza cada día más, como carente de criterios que faciliten la capacidad
de emitir juicios morales, tan fundamentales en una educación libre y personalizada. Kuhn (1977)
en Lipman (1998), plantea que en los seres humanos el pensamiento crítico actúa en forma
razonable y a su vez ejerce funciones juiciosas “…pretende medir entre argumentos diversos,
variados puntos de vista y al mismo tiempo siendo sensibles al único contexto en que nos
hallamos inmersos… manteniéndose leales a los principios e ideales que nos comprometen” (pág.
222). Por lo tanto, la escuela debe ser el medio privilegiado para la promoción de los valores
universales, en la búsqueda de una formación integral de la persona sobre todo en la dimensión
del ser que desarrolle un pensamiento crítico que facilite la capacidad de juicios valorativos.
3. Los valores se pueden considerar bienes objetivos cuando son fijos e inmutables; pero,
en cuanto a su valía, pueden ser atractivos, interesantes, preferibles para cada uno, variables y
cambiantes. Por lo tanto, las valoraciones y las escalas jerárquicas evolucionan conjuntamente
con el individuo y la sociedad. “… los valores varían con las culturas, eso significa que cada
cultura imponen los suyos a los individuos…” (Reboul. 1999: 78) En las sociedades se establecen
una jerarquía de valores, los cuales se deben llevar a la reflexión y considerar el aspecto del ser
humano que permita la consolidación de comunidades que busquen el bien común.
De allí que los seres humanos, los bienes materiales y las instituciones educativas proceden
o se establecen en el ámbito social de una manera determinada, y su validez objetiva no cambia;
pero la apreciación humana hacia estos bienes experimenta vaivenes constantes, variando al
21
grado de jerarquizar cada cosa, estableciendo una recepción subjetiva. Es por ello, que el
educador necesita buscar los mecanismos que le permitan acercarse al alumno para saber
adecuarse a su ámbito de motivaciones. Por estas razones, es básica la necesidad del diálogo y la
participación entre educadores, educandos y representantes, que permita la interacción de todos
los factores para un beneficio común.
4. Los valores deben estar dirigidos a fomentar la cooperación y la solidaridad
oponiéndose al individualismo. Es urgente que los seres humanos depongan la agresividad y la
violencia para sustituirlas por la colaboración y el diálogo. Los educadores deben cultivar en los
niños, niñas y jóvenes los valores de solidaridad y colaboración mutua entre otros principios, que
permita superar el alejamiento de la sociedad y el egoísmo, desarrollando así, la unión de los
seres humanos.
Para Rebould (1999), las instituciones educativas deben basarse en tres valores
fundamentales “comunicación, igualdad y solidaridad subjetiva”, comunicación, esta consiste en
comprenderse más allá de las culturas, entender que quiere decir el otro por medio de la palabra,
el diálogo y la connotación ética y estética que se presenta. Por su parte, la igualdad implica todo
derecho que poseen los seres humanos de ser tratados con equidad, sin distingo de raza, clase
social, religión, ideología o pensamiento; manteniendo el derecho a ser instruidos e instruir con la
intención de formar hombres y mujeres de bien; y por último, la solidaridad subjetiva, la cual se
basa en brindar a la humanidad los conocimientos científicos, estéticos y valores humanos que
permitan a los estudiantes abrir y enriquecer sus pensamientos en función de consolidar un
individuo solidario.
2.1.2. Teoría de valores de Kohlberg
De acuerdo con López (2004), Kohlberg comparte con Piaget la creencia en que la moral
se desarrolla en cada individuo pasando por una serie de fases o etapas. Estas etapas son las
mismas para todos los seres humanos y se dan en el mismo orden, creando estructuras que
permitirán el paso a otras posteriores. Sin embargo, no todas las etapas del desarrollo moral
surgen de la maduración biológica como lo plantea Piaget, es decir, existen también otros
factores que intervienen en el desarrollo del niño y niña como es la interacción con el ambiente
social donde se desemvuelven.
22
En este orden de ideas, el desarrollo biológico e intelectual es, según lo
planteado una condición necesaria para el desarrollo moral, pero no es suficiente. Para
Kohlberg, no todos los individuos llegan a alcanzar las etapas superiores de este
desarrollo, ya que, el individuo que supera todas las fases llegaría a obtener el bien
planteado por una conciencia autónoma iluminada por las normas “pertinentes, coherentes,
globales y universales” (Reboul, 1999: 152). En otras palabras, el paso de una etapa a
otra, se manifiesta como un proceso de aprendizaje irreversible en el que se adquieren
nuevas estructuras de conocimiento, valoración y acción. Estas estructuras son solidarias
dentro de cada etapa, es decir, actúan conjuntamente y dependen de la puesta en
marcha de las otras.
Kohlberg no encuentra razón para que una vez puestas en funcionamiento, dejen de
actuar, aunque sí acepta que se produzcan fenómenos de desajuste en algunos individuos
que hayan adquirido las estructuras propias de la etapa de un modo deficiente. En este
caso, los restos de estructuras de la etapa anterior, podrían actuar dando la impresión de un
retroceso en el desarrollo.
De esta forma, Kohlberg extrajo las definiciones concretas de sus etapas del desarrollo
moral de la investigación que realizó con niños y adolescentes de los suburbios de
Chicago, a quienes presentó diez situaciones posibles en las que se daban problemas de
elección moral entre dos conductas, analizando el contenido de las respuestas, el uso de
razonamientos y juicios, la referencia o no a principios. Así mismo, consideró treinta factores
diferentes en todos los sujetos objeto de estudio, para posteriormente demostrar que estas
etapas eran universales.
Cabe destacar, que Kohlberg citado por López (2004) reafirmó la idea, en base a sus
experimentaciones e investigaciones, realizado a los estudiantes de Chicago y que le
proporcionaron resultados satisfactorios; donde el desarrollo moral comenzaría con la
etapa cero, considerando bueno todo aquello que se quiere y que gusta al individuo, por
el simple hecho de que se desea. Una vez superado este nivel anterior a la moral, se
produciría el desarrollo; en este sentido se presenta a continuación una serie de niveles y
etapas donde la moral evoluciona de acuerdo a una serie de esquemas, y el individuo
incorpora a su personalidad nuevas actitudes y aptitudes.
23
Nivel I: Moral preconvencional
Etapa 1: El castigo y la obediencia (heteronomía)
El punto de vista propio de esta etapa es el egocéntrico, donde no se reconocen
los intereses de los otros como diferentes a los propios. Las acciones se consideran sólo
físicamente, y no se toman en cuenta las intenciones, confundiéndose la perspectiva de la
autoridad con la propia. Lo justo en esta etapa es la obediencia ciega a la norma, evitar
los castigos y no causar daños materiales a personas o cosas. Las razones para hacer lo
justo son evitar el castigo y el poder superior de las autoridades
Etapa 2: El propósito y el intercambio (individualismo)
La perspectiva característica de esta etapa es el individualismo concreto. Se
desligan los intereses de la autoridad y los propios, y se reconoce que todos los
individuos o personas tienen intereses que pueden no coincidir. De esto se deduce, que lo
justo es relativo, ya que está ligado a los intereses personales, de acuerdo a la conveniencia,
siendo necesario un intercambio con los otros para conseguir que los propios intereses se
satisfagan.
Lo justo en esta etapa es seguir la norma sólo cuando beneficia a alguien, actuar a favor de
los intereses propios y dejar que los demás lo hagan también. La razón para hacerlo, es satisfacer
las propias necesidades en un mundo en el que se tiene que reconocer que los demás también
tienen sus necesidades e intereses.
Nivel II: Moral convencional
Etapa 3: Expectativas, relaciones y conformidad interpersonal (mutualidad)
La perspectiva de esta etapa consiste en ponerse en el lugar del otro: es el punto de
vista del individuo en relación con otros individuos. Se destacan los sentimientos, acuerdos
y expectativas compartidas, pero no se llega aún a una generalización del sistema. Lo
justo es vivir de acuerdo con lo que las personas cercanas a uno mismo esperan. Esto
significa, aceptar el papel de buen hijo, amigo, hermano o el que corresponde en cada caso.
24
Ser bueno significa preocuparse por los demás y mantener relaciones mutuas de confianza,
lealtad, respeto y gratitud. La razón para hacer lo justo, es la necesidad que se siente de ser una
buena persona ante sí mismo y ante los demás, preocupándose por los otros. Esto implica, tener la
consideración de que, si uno se pone en el lugar del otro, quisiera que los demás se portaran
correctamente.
Etapa 4: Sistema social y conciencia (ley y orden)
El punto de vista desde el cual el individuo ejerce su moral, se identifica en esta etapa con
el del sistema social que define los papeles individuales y las reglas de comportamiento. De esta
manera, las relaciones individuales se consideran en función de su lugar en el sistema social y se
es capaz de diferenciar los acuerdos y motivos interpersonales del punto de vista de la sociedad o
del grupo social que se toma como referencia.
Lo justo es cumplir los deberes que previamente se han aceptado ante el grupo, es decir,
las leyes deben cumplirse salvo cuando entran en conflicto con otros deberes sociales
establecidos. También se considera como parte de lo justo la contribución a la sociedad, grupo o
instituciones. Las razones para hacer lo que está bien son: mantener el funcionamiento de las
instituciones, evitar la disolución del sistema, cumplir los imperativos de conciencia
(obligaciones aceptadas) y mantener el autorrespeto.
Nivel III: Moral postconvencional o basada en principios.
Las decisiones morales en este nivel tienen su origen en el conjunto de principios,
derechos y valores que pueden ser admitidos por todas las personas que componen la sociedad,
entendiéndose ésta como una asociación destinada a organizarse de un modo justo y beneficioso
para todos sin excepción.
Etapa 5: Derechos previos y contrato social (utilidad)
En esta etapa se parte de una perspectiva previa a la de la sociedad: es decir, una persona
racional con valores y derechos anteriores a cualquier pacto o vínculo social. Se integran las
diferentes perspectivas individuales mediante mecanismos formales de acuerdo, contrato,
imparcialidad y procedimiento legal. Se toman en consideración el aspecto moral y jurídico,
destacándose sus diferencias y encontrándose difícil conciliarlas.
25
En esta fase, lo justo consiste en ser consciente de la diversidad de valores y opiniones, al
igual, que de su origen relativo a las características propias de cada grupo y cada individuo. Se
basa también, en respetar las reglas para asegurar la imparcialidad y el mantenimiento del
contrato social. Se suele considerar una excepción por encima del mismo, el caso de valores y
derechos como la vida y la libertad, que se ven como absolutos y deben, por tanto, respetarse en
cualquier sociedad, incluso a pesar de la opinión mayoritaria.
La motivación para hacer lo justo es la obligación de respetar el pacto social para cumplir
y hacer cumplir las leyes en beneficio propio y de los demás, protegiendo los derechos propios y
los ajenos; en tal sentido, la familia, la amistad, la confianza y las obligaciones laborales se
sienten como una parte más de este contrato aceptado libremente. Asimismo, existe interés en
que las leyes y deberes se basen en la racionalidad de la utilidad general, proporcionando el
mayor bien para el mayor número de personas.
Etapa 6: Principios éticos universales (autonomía)
En esta última etapa se alcanza por fin una perspectiva propiamente moral de la que se
derivan los acuerdos sociales. Es el punto de vista de la racionalidad, según el cual todo individuo
reconocerá la importancia de tratar a las personas como lo que son, y no como medios para
conseguir alguna ventaja individual o social.
Lo justo es seguir los principios éticos universales que se descubren por el uso de la
razón. Por lo tanto, las leyes particulares y los acuerdos sociales son válidos porque se basan
en esos principios. La razón para hacer lo justo es que, racionalmente, se ve su validez y se
llega a un compromiso con ellos, siendo este el motivo del que se hable de autonomía
moral.
En todo caso, Kolbergh citado por López (2004), abogó siempre por una educación
moral que apuntara a desarrollar las más altas capacidades de juicio y discernimiento, así
como la toma de perspectiva y la empatía, en lugar de una educación que simplemente
inculcara en los estudiantes las convenciones de su grupo o sociedad. Desde una perspectiva
evolutiva, la educación debe permitir al niño y a la niña desarrollar progresivamente su
perspectiva moral hacia nociones cada vez más inclusivas de igualdad, equidad y
26
reciprocidad, es decir, debe ayudarlo a construir conceptos de justicia y beneficencia cada
vez más adecuados.
Ciertamente, en la educación se debe enfatizar la reflexión, el razonamiento, la toma de
roles, la empatía, la resolución de problemas y sobre todo, la capacidad para hacer elecciones
autónomas. Este concepto de autonomía es muy importante, pues aquí no significa separación del
grupo o independencia, sino participación en la generación de reglas y responsabilidades en su
cumplimiento.
2.1.3. Teoría de Rokeach
Para Rokeach en Ramos (2002), el valor se encuentra ubicado en el centro del
sistema total de creencias de una persona acerca de cómo se debe o no se debe comportar.
Según esta teoría, los valores son, por ende, ideales o abstractos independientes, los cuales
representan las creencias de una individuo sobre los modelos ideales de conducta en
determinado medio social. Para el mencionado autor, el valor es algo más básico que
la actitud y en la mayoría de los casos, aquello que lo sustenta sirviéndole de apoyo.
Dado este carácter al valor, para Turiel (2000) los valores han de ser considerados
como el núcleo mismo de un sistema de actitudes. Por ello manifiesta:
“Cabe afirmar que los valores constituyen el componente básico de una configuración actitudinal que orienta la conducta a largo plazo, hacia ciertas metas con preferencia a otras… desde un punto de vista motivacional los valores son más centrales. Están asociados con la tendencia fundamental de una variedad de actitudes” (Hollarde, 1968 en Turiel, 2000: 120)
En este sentido, las actitudes se diferencian de los valores en cuanto a que los
valores son más estables y centrales que las actitudes. Así, algo que permite entender su
importancia, es que los valores constituyen un proyecto o ideal compartido que da sentido
y orienta la formación de actitudes en las escuelas, como opciones personales adquiridas
en forma libre y reflexiva. Rokeach en su teoría hace referencia a los valores instrumentales
o modos de conducta (valores morales) y valores terminales o de estados deseables de existencia,
denominados también sociales (responsabilidad, cooperación, respeto, justicia, paz,
sinceridad) que se encuentran en el individuo y orientan la vida en busca de la felicidad.
27
2.1.4. Teoría Constructivista
Son muchas las corrientes psicológicas en el contexto de la educación, que han permitido
ampliar las explicaciones en torno a los fenómenos educativos. También existen los aportes de la
sociología, la antropología, el análisis epistemológico, las reflexiones pedagógicas, entre otros,
que han contribuido al desarrollo de nuevas teorías, para tratar el aspecto formativo del ser
humano desde las distintas perspectivas.
No obstante, esta investigación se desarrolla atendiendo a uno de los enfoques más recientes
de la denominada concepción constructivista, que aporta ideas interesantes y novedosas al terreno
del aprendizaje escolar y la intervención educativa, la cual se nutre de los contribuciones de
diversas corrientes asociadas generalmente a la psicología cognitiva, tales como el enfoque de
Piaget, la teoría de los esquemas cognitivos, la teoría ausubeliana de la asimilación, o el
aprendizaje significativo y la psicología sociocultural de Vygotski.
El aprendizaje implica tomar en cuenta una plataforma de experiencias, esquemas mentales,
conocimientos, que ha logrado conformar el estudiante, desde sus diferentes contextos sociales,
familia, escuela, comunidad, que de alguna manera le proporcionan un almacén de conocimientos
previos, que al ser conectados con la información nueva, logran relacionar lo que ya sabe con la
nueva información, incorporando mejor lo que va a aprender.
Sobre el mismo aspecto, según Ander-Egg (1996), el aprendizaje es un proceso de
reelaboración individual en cada cosa o contenido que se aprende, por lo tanto el mismo debe
estar conectado con lo que el alumno conoce con anterioridad. En este sentido, el niño puede
ampliar o ajustar la información nueva de acuerdo a sus esquemas previos y lo aprendido, al
participar activamente en el proceso instruccional.
Para Ander–Egg (1996), el aprendizaje es un proceso que parte de una habilidad humana
para comprender un nuevo conocimiento, considerando lo que ya el alumno sabe o conoce junto
a su capacidad de pensamiento crítico, reflexivo y creativo acompañado de su motivación e
interés por aprender. De esta manera se convierte en constructor de su propio aprendizaje, para
configurarse como un ser autónomo y autorregulador de su proceso cognitivo. Por lo tanto,
necesita la ayuda específica del docente, quien debe proponer actividades intencionales,
planificadas y sistemáticas que fomenten la internalización de valores universales (morales y
28
sociales) ya que así se motiva la actividad mental del educando.
Al respecto, Díaz y otros (2000), expresan que el constructivismo “postula la existencia y
prevalencia de procesos activos en la construcción del conocimiento” (p.68). Consideran que el
sujeto es un ente activo que rebasa a través de su labor, lo que le ofrece a su entorno. Se deduce
que el conocimiento no es una copia fiel de la realidad, sino una construcción propia del ser
humano.
En este sentido Piaget (1978), resalta el carácter constructivo o la producción del
conocimiento y su teoría de los estadios del desarrollo. La teoría de este autor presenta que es
posible el aprendizaje cuando el que aprende es un individuo activo, que se forma en la medida
que se involucra en las actividades que realiza, conoce, asimila y aprende. Esta etapa, se da en
forma escalonada, comienza por asimilación, incorpora esa nueva información en función de sus
esquemas previos y por acomodación, el niño o niña transforma la información anterior en
función de la nueva.
De acuerdo con Piaget en el desarrollo mental del educando se manifiestan dos tendencias
básicas, organización y adaptación. En la organización, todas las especies realizan una
organización sistemática coherente en sus procesos físicos y psicológicos. En cuanto a la
adaptación, todos los organismos se ajustan a las exigencias del medio en que se hallan inmersos.
Esta tendencia de la adaptación al medio, implica una revisión permanente del equilibrio
cognitivo, al relacionar ambos procesos para obtener la misma. Este estado orgánico, físico y
psicológico, permite que las actividades internas del organismo compensen las influencias
externas provenientes del ambiente, este equilibrio es dinámico cuando el individuo organiza sus
actividades, asimila los acontecimientos nuevos a la estructura preexistentes y al mismo tiempo,
acomoda éstas de tal manera que consigue superar las exigencias de la nueva situación,
produciéndose un equilibrio transitorio ya que el mismo se rompe tan pronto cambia el ambiente
y el ser humano amplia su campo de acción.
Reafirma estas ideas Coll (2000), quien señala que así mismo ocurre la construcción del
aprendizaje escolar “ya que los educandos construyen significados que enriquecen su
conocimiento del mundo físico y social y los saberes de su grupo cultural” (p.103). Esto significa
que el docente debe actuar como mediador, guiado por la intención de estimular e imprimir
29
significados que conviertan al educando en un ente activo cuando dialoga, explora, descubre o
inventa, incluso cuando lee o escucha las ideas de otros.
Por otra parte, Rodríguez (2000) señala que el educando no tiene que estar en todo
momento descubriendo o inventando el conocimiento en el medio escolar, pues “su actividad
mental se aplica a contenidos que ya posee en un grado considerable de elaboración” (p.143).
Además, los contenidos que se enseñan en las instituciones educativas son en realidad, el
resultado de un proceso de construcción a nivel social donde muchas veces, ni las escuelas, ni los
docentes elaboran o definen una buena parte de dichos contenidos curriculares.
Así mismo, Vygotsky (1979) plantea en sus estudios dos aspectos relevante, el primero, el
origen socio – cultural de los procesos psicológicos superiores y en segundo lugar, el concepto de
zona de desarrollo potencial. Con respecto al primer aspecto, resalta la importancia de la
interacción social - aprendizaje, donde el individuo como ente que se desenvuelve en una
sociedad asimila el conocimiento visto como producto social, donde se va configurando la
conducta, conformada por el uso de instrumentos físicos y de signos para llegar a tener una
mayor capacidad de acción en la realidad, interactuando con otras personas, socializándose,
estableciendo una relación de cultura en condiciones compartidas, para internalizar capacidades y
actuar por sí solo. En la zona de desarrollo potencial, el individuo desarrolla sus capacidades
cognitivas, con la conformación de contenidos internos y con la ayuda externa de sus
compañeros o del docente.
En este sentido, vale la pena considerar, que a través de la lectura de cuentos se puede
reconstruir un conocimiento preexistente, pero los educandos lo hacen en el plano personal desde
el momento que se acercan en forma progresiva y comprensiva a lo que significan, conectando lo
que saben a las normas culturales, tal como sucede con los valores implícitos en los cuentos. Al
respecto, Andrade (2002), señala que niños, niñas y adolescentes construyen constantemente
significados nuevos, lo cual implica un cambio en los esquemas de conocimiento que
previamente poseen logrando introducir diferentes elementos, o estableciendo nuevas relaciones
entre ellos.
Ausubel (1968), se basa en el enfoque constructivista, plantea la sustitución de las
asociaciones arbitrarias, impuesta o confusas, por relaciones que guarden conexión con las ideas
o conceptos del estudiante, cuya disposición a aprender sean significativos, ofreciéndoles un
30
material de aprendizaje que tenga sentido lógico, conectando la experiencia previa y la
información nueva obviando todo aprendizaje impuesto, mecánico o memorístico. En este
sentido, los textos literarios y en especial los cuentos de Julio Garmendia son una herramienta
útil en el aprendizaje de los alumnos, ya que con estos relatos se pretende cautivar, enamorar a
los niños para que voluntariamente se incorporen al hábito lector, y a su vez, obtengan a través de
esa lectura la capacidad de reflexionar a cerca de sus valores.
Desde esta perspectiva, se deduce que el docente debería ser un promotor de prácticas
auténticas dentro y fuera del aula, fomentar actividades diarias, significativas y relevantes, a
través de procesos de interacción social. Según estas aseveraciones, la calidad de la enseñanza en
valores, se relaciona con la capacidad de atender a las necesidades e intereses que tienen los niños
y niñas en sus vidas, aspecto que puede cubrirse al resaltar los mensajes contenidos en los
cuentos de Julio Garmendia. Atendiendo así, a la diversidad de educandos que aprenden,
ofreciendo una enseñanza adaptada a sus edades y características, rica en valores universales.
2.1.5. Enfoque Humanista
Los representantes del enfoque humanista, provienen de diferentes orientaciones y
disciplinas, sin embargo, comparten el ideal de una educación ajustada al niño y a la niña. Esta se
basa en una filosofía que coloca al hombre en el centro de su reflexión. Según Maslow, (1994)
citado por Pérez (2003), ante todo, la corriente humanista contempla al ser humano “como una
unidad biopsicosocial, que debe funcionar como un todo armónico” (p.94). Esta unidad, se basa
en el aspecto biológico, psicológico y social, estos tres elementos que la constituyen deben estar
en continua interacción e interdependencia, es decir, ninguno puede actuar separadamente de
otro.
Así, el primer aspecto hace referencia a la organización biológica del ser humano, que da a
éste posibilidades y condiciones previas, necesarias para su desarrollo, así como el
desenvolvimiento de su conducta. En otras palabras, mediante la acción integradora del sistema
nervioso, el individuo está capacitado para que funcione efectivamente su conducta como ser
total. También, señala Pérez (2003), en cuanto al segundo aspecto, que la organización
psicológica del ser humano está formada por el intelecto, en el que se establece el conocimiento,
las ideas, el pensamiento y también el centro del mundo interior del espíritu o del “yo” “en el cual
31
residen emociones, afectos, experiencias, vivencias, sentimientos, ideales, valores y actitudes
ante la vida” (p.96).
En el último caso, se puede afirmar en cuanto al aspecto social, que el desarrollo
del ser humano no puede entenderse separadamente de la realidad sociocultural (ambiente)
en que ocurra, ya que, dichos aspectos son factores que influyen en el desarrollo
psicológico, pero no se pueden considerar como influencias modeladoras determinantes.
En efecto, el ser humano es un ente social por naturaleza, pues no puede vivir aislado.
A pesar de ser un todo, no puede bastarse por sí mismo, necesita de un mundo que lo
rodee y que le brinde un ambiente armónico y propicio para su desarrollo integral, sin
embargo, depende del individuo tomar o dejar lo que plantea una sociedad.
Pérez (2003), coincide con las ideas expuestas al señalar que “el ideal del humanismo
es la escuela autogobernada, en la cual todo es decidido por consenso, asignando igual
importancia a la opinión de docentes y educandos” (p.146). Se trata, de que éstos
formen sus propios criterios y normas de vida. Para ello, hay que mantenerlos al
margen de sistemas de valores basados en la autoridad y en la moralidad
exagerada.
Se deduce de lo expuesto, que la esencia de la educación integral, la constituye el hecho
de que alumnos y alumnas lo descubren todo por si mismos construyendo, reflexionando
y cambiando. Este es el principio que regula su comportamiento, produciendo un
conjunto de conductas autocontroladas, originadas en su propia personalidad.
En conclusión, el enfoque humanista da gran importancia al aprendizaje participativo, pues
se facilita cuando los educandos cooperan y comparten sus ideas responsablemente en el proceso
mismo de aprender, mientras que en el pasivo, los educandos se encuentran desligados, aislados
del acto de aprendizaje. Por ello, el grupo juega un papel importante pues implica la
estructuración de actividades comunes, cuyo cumplimiento exige la repartición del trabajo y una
fijación de metas también comunes. De allí que, esta diversidad de funciones le da cohesión y
unidad al grupo, puesto que dentro de este permanente movimiento, cada educando se mantiene
libre para incorporarse a las tareas y a la discusión y para hacer nuevos planteamientos según sus
intereses y necesidades.
32
C A P I T UL O III
3. El cuento de Julio Garmendia como estrategia para la reflexión
El cuento ha sido conceptualizado de diversas formas, para la Enciclopedia Salvat (2006)
“es una narración breve, escrita generalmente en prosa y que por su enfoque, constituye un
género literario típico distinto de la novela” (p.378). Este se originó por el simple hecho de
contar historias y de ahí su aceptación popular, muy distinta de la que tienen los lectores
familiarizados con la literatura contemporánea.
Para Molina (2005), el cuento es una narración corta, de hechos reales o ficticios cuyo
origen es la anécdota. “Tiene una acción y es sencillo, destacándose en los mismos personajes
reales o ficticios. Presenta muy pocos diálogos, la mayoría de las veces moralizadores, siendo su
finalidad fundamental entretener al lector u oyente” (p.78). Se deduce que el cuento es una
excelente herramienta educativa que permite al educando reflexionar acerca de los contenidos
que posee el relato, así como también se presentan cualidades que promueven la aceptación y
captación de mensajes valorativos.
Por su parte, Barrera (2003) expresa que el cuento tanto tradicional como contemporáneo,
folklórico o indígena, con la presencia de lo maravilloso, las alegorías, el concepto de lo noble, la
exaltación de lo bello, la creatividad que manifiesta en su desarrollo y en sus personajes, el
humorismo y la chispa popular, logra reunir y armonizar en sí mismo “una integración de valores
y a su vez constituye un valioso estímulo para el desarrollo del educando y un certero apoyo para
el educador, como lo reconocen la mayoría de los psicólogos contemporáneos” (p.491). En este
sentido, lo anterior manifiesta que el cuento es el género de la literatura más comúnmente leído,
siendo aceptado por las personas de todas las edades, de igual manera, es el más adecuado para
los niños y niñas de las escuelas, debido a las variadas posibilidades de utilización que ofrece.
Para Pacheco (2004), todo cuento debe poseer una secuencia de acciones realizadas por
personajes (no necesariamente humanos) en un ámbito de tiempo y espacio definido, por lo cual
lo conceptualizan como “una relación corta, cerrada sobre sí misma, en la cual se ofrece una
circunstancia y su término, un problema y su solución, siendo la narratividad una condición
específica del mismo” (p.16).
33
En efecto, el cuento ha sido una gran expresión de la literatura, la cual es capaz de satisfacer
la fantasía del niño, niña y el adolescente; crear para ellos un mundo rico, deleitable en
posibilidades, en el cual han de estar comprendidos los intereses morales y sociales propios de
estas edades. Según la Universidad Central de Venezuela U.C.V. (2003), todo cuento se
considera como una obra con arte creador y riqueza imaginativa, que trata en forma escrita los
más variados temas reales e irreales y que persigue interesar, divertir, entretener, emocionar y
formar a un destinatario caracterizado por su niñez o juventud.
Por ello, el cuento desarrolla la creatividad, la sociabilidad y la sensibilidad artística,
asimismo, crea el amor por la lectura, formando hábitos de observación y reflexión, pues
contribuye a enriquecer las posibilidades de relaciones interpersonales, incremento de los usos
lingüístico del niño, niña y el joven. Al igual que permite expresar deseos, inquietudes y
conocimientos por medio de la palabra, así como también, expresar las emociones básicas, y
hasta la más mínima experiencia o los más pequeños aprendizajes en valores. Según la
Universidad Nacional Abierta U.N.A. (2002), los cuentos tienen objetivos concretos, los cuales
enriquecen el proceso de enseñanza y aprendizaje:
1. Ampliar el horizonte intelectual y artístico de los educandos, así como también,
desarrollar su universo social, afectivo, imaginativo, ético y lingüístico mediante la
propuesta y el uso de la palabra literaria.
2. Formar un ser socializado, participativo, abierto e interesado en nuevos contactos y a
la vez capacitado para establecer asociaciones nuevas y formular críticas, mediante la
función de intermediario del docente.
3. Estimular el desarrollo de un ser humano libre y creativo en su pensamiento,
expresión, palabra y acción, mediante el ejercicio conjunto de las actividades que
acompañan la presentación del cuento en el medio escolar.
De este modo, el cuento es un excelente medio para la creación de distintos aspectos orales,
escritos, artísticos y también se considera como una integración de valores universales. Por ello,
se aspira lograr a través de su lectura, unos objetivos relacionados con las necesidades e intereses
de los educandos y por lo tanto se propone utilizarlo con variadas finalidades que reafirmen estos
valores.
34
Esta investigación está basada en los cuentos de Julio Garmendia (1872 – 1977), los aportes
literarios y significados valorativos que proporcionan sus historias; la estructura narrativa, los
elementos que la conforman como personajes, acciones, descripciones, sus figuras retóricas, los
elementos actantes, sus funciones literarias y los valores que se ven reflejados en el discurso
poético del autor.
Este escritor larense durante su vida publicó solo dos libros, el primero La Tienda de los
Muñecos (1972). El segundo La Tuna de Oro (1951), a este último le debe el reconocimiento de
la crítica como uno de los más novedosos narradores latinoamericanos de la época, por lo que
obtuvo el Premio Municipal de Prosa en Caracas (1952), y el Premio Nacional de Literatura
(1973). Sin embargo, posee otros cuentos que fueron publicados después de su muerte como los
son; La hoja que no había caído en su otoño (1981), La motocicleta selvática (2004), El regreso
de Toñito Esparragosa (2005), entre otros cuentos cortos que fueron publicados en el periódico
que laboraba.
Los cuentos de Garmendia contienen valores universales (morales y sociales) entre los que
se puede destacar la solidaridad, la autoestima, la tolerancia y el amor en los valores morales; y
en los valores sociales: la responsabilidad, la cooperación, el respeto y la justicia. La carga
emotiva de sus historias, hace que el lector establezca una relación entre el mundo ficcional y el
mundo empírico, reconociendo y reflexionando sobre lo que acontece en el relato, obteniendo así,
un referente ante una situación que se pueda presentar en la vida.
Por otra parte, las historias del autor cuentan con elementos fantásticos, de gran
imaginación, como es el caso de frutas que hablan en Manzanita, o de hojas que expresan sus
sentimientos en La hoja que no había caído en su otoño, igualmente, pueden también ser
semejantes a la realidad e incluir en ellos la sensibilidad y las emociones, tal es el caso de Las dos
Chelitas y La tienda de muñecos. Es por medio de sus relatos como este autor plantea un mundo
imaginario, partiendo de la realidad, dejando al lector el trabajo de crear en sí mismo una nueva
historia.
3.1 Figuras retóricas
Las figuras retóricas son palabras o grupo de palabras utilizadas para dar énfasis a una idea
35
o sentimiento. Según Álvarez (2006) “el énfasis deriva de la desviación consciente del creador
con respecto al sentido literal de una palabra o al orden habitual de las mismas en el discurso”
(p.11). Cabe destacar, que investigadores han analizado y revisado la clasificación de las figuras
según la retórica tradicional, destacándose entre estos Roland Barthes, Tzvetan Todorov y Gérard
Genette.
Los autores antes mencionados han estudiado la estructuración de los códigos verbales en
momentos concretos de su evolución, orientándose dentro del discurso literario. Sin poner en
discusión el mayor o menor rigor de las diferentes clasificaciones propuestas por estos autores, la
retórica tradicional ha dado nombres a los procedimientos de desautomatización usados y
repetidos a través de la historia de la literatura, siendo éstas las figuras retóricas.
En los cuentos, la retórica es utilizada con frecuencia, ya que le da diversos significados al
discurso ficcional. En el caso de las historias de Julio Garmendia, la retórica es empleada por el
autor para dar mayor nitidez y claridad al relato; considerando que sus obras contienen diversos
elementos elocuentes que conllevan al alumno a entender lo planteado en el texto, y a su vez,
ayudan al lector a establecer comparaciones entre lo planteado en el relato y lo que se presenta en
el mundo empírico.
Entre los efectos verbales, se pueden mencionar las figuras de significación o tropos
(antítesis y oxímoron, comparación o símil, concepto, eufemismo, hipérbole y lítotes, ironía,
metáfora, metonimia y sinécdoque, paradoja, personificación, sinestesia); figuras de dicción, que
afectan a la composición de la palabra (calambur, metátesis, paragoge, paronomasia); figuras de
repetición (anáfora, apóstrofe, clímax y anticlímax, exclamación, interrogación, onomatopeya);
figuras de construcción, que afectan a la estructura sintáctica (anacoluto, asíndeton y
polisíndeton, hipérbaton, pleonasmo, quiasmo, zeugma). Es importante tomar en cuenta que,
como en toda clasificación, no siempre son rígidos los límites entre unas y otras figuras. A
efectos de este estudio, resaltan el símil, la humanización, la hipérbole y la metáfora.
3.1.1 Símil
Esta figura retórica, destaca el parecido de elementos de una cosa con otra, incluyendo la
partícula como, cual o tal, o bien utilizando el verbo parecer o el adverbio así. Es un recurso más
elemental y primitivo que la metáfora, según el poeta expresionista Gotfried Behn (1999) y se
36
puede encontrar con frecuencia en las epopeyas clásicas de Homero, Virgilio, en la Biblia y en
poemas o cuentos didácticos. Los símiles pueden ser reversibles o graduados, pues la gramática
admite tres grados de comparación: de inferioridad, igualdad y superioridad y pueden estar
asociados a otros recursos retóricos como la alegoría, la alusión o la antonomasia.
En retórica, el símil se utiliza para fundamentar las tesis en una argumentación. Su ámbito
pertenece a los razonamientos que se apoyan en la analogía o las relaciones de semejanzas entre
los argumentos tratados. Cabe destacar, los señalamientos de Tovar y González (2006) quien
explica que se distinguen cuatro técnicas dentro del símil. Las dos primeras: ejemplo y similitud
tienen un claro valor probatorio dentro del razonamiento; las otras dos: símil y comparación, sin
embargo, tienen un valor puramente retórico, en el sentido de ornamental.
• Ejemplo: el elemento con el que se establece la analogía en un hecho concreto (ficticio o
real) protagonizado por unos personajes en un tiempo determinado.
• Similitud: a diferencia del anterior, en este caso el hecho con el que se establece la
analogía es un hecho cotidiano, no concreto, con protagonistas no especificados.
• Símil: analogía en la que los elementos relacionados son presentados como iguales en
cuanto a una cualidad.
• Comparación: en este caso, la analogía presenta a uno de los elementos en cuestión como
superior o inferior al otro, de acuerdo con alguna cualidad específica.
En los cuentos de Garmendia el símil se presenta cuando en Eladia, perteneciente al libro
La tuna de oro (1951), en él se presenta una señora de servicio, de piel oscura, trabajadora y de
pocas palabras, la cual es descrita por el autor en el texto refiriéndose a ella: “Como su pelo, su
alma de hilos innumerables estaba encogida y replegada sobre sí misma” (p. 57). En este caso, el
escritor compara el pelo de Eladia con su alma que se encoge por ser sumisa y callada.
Un símil, es una comparación de dos cosas semejantes, marcada típicamente y es
ampliamente utilizado en la literatura, tanto moderna como antigua. Aristóteles dijo que los
buenos símiles dan un “efecto de brillantez”, pero él prefirió utilizar la metáfora, pues era más
corta y por lo tanto, más atractiva en uso creativo. Los símiles son también ampliamente
utilizados en la literatura moderna, pues son más espontáneos y expresivos, incluyéndose no sólo
en los cuentos sino también en la lengua cotidiana.
37
3.1.2 Humanización
Otra figura retórica presente en los cuentos de Garmendia es la humanización, descrita por
Meneses (2001) como la “representación de objetos inanimados o ideas abstractas como seres
vivientes” (p.19). También se le llama prosopopeya, pues es un recurso artificioso para poner el
discurso en boca de algún objeto inanimado: animal, cualidad abstracta, persona ausente o
imaginaria..
Los seres inanimados pertenecen al género fantástico, éstos pueden ser tanto un personaje
como el sujeto de un discurso completo, que constituye la obra o pasaje literario en su integridad.
Más característico todavía, es que ese discurso tenga una intención determinada, que no pueda
realizarse sino mediante la figura de ese personaje.
Por lo tanto, la humanización apunta a la intención que se oculta en el fondo de una figura
que parece a veces pueril, es decir, representaría simplemente a la obra de arte, que es a la vez
objeto inerte, y soporte del cuento, caracterizado por un objeto parlante.
En La hoja que no había caído en su otoño (1982), se presenta la humanización, los
personajes del relato son seres inanimados con características y cualidades humanas, representada
por Julio Garmendia en forma fantástica: “¡Oh, pimpollos! ¡Oh, nacientes pimpollos! – exclamó
entonces la hoja- “ (p. 29). Una hoja que siente, habla y muestra una conmovedora situación de
mantenerse en la Ceiba o de irse de esa vida.
3.1.3 Hipérbole
La hipérbole es la figura retórica consistente en ofrecer una visión desproporcionada de una
realidad, amplificándola o disminuyéndola. Para Suárez (2004) “se concreta en el uso de términos
enfáticos y expresiones exageradas” (p.22). Este procedimiento es utilizado con frecuencia en el
lenguaje coloquial y en algunos géneros literarios como el cuento. En este último se produce una
comunicación desmesurada con el fin de provocar en el oyente o en el lector la adhesión al
mensaje.
Presenta desproporcionadamente cualquier hecho, situación, característica o actitud, ya sea
por exceso (aúxesis) o por defecto. La hipérbole es predominantemente una figura retórica
38
cómica, pero también puede usarse para expresar la desesperación. Un ejemplo en donde se
aprecia muy bien el efecto cómico de una hipérbole es por medio de un anticlímax.
En El médico de los muertos incluido en los cuentos de La tuna de oro (1951) se plantea la
hipérbole cuando en la historia se realizan descripciones sobre el ambiente donde se encuentran
los muertos: “Poco a poco iban cayendo, como pesadas gotas de algún licor capitoso, las
pequeñas hojas blancuzcas de concentrado y denso aroma embriagador…” (p. 55). Las hojas son
comparadas con un licor, exagerando el olor que emanan las hojas, sin embargo, se presenta una
similitud entre ambos elementos.
3.1.4 Metáfora
Es una figura retórica, consistente en designar una realidad con el nombre de otra con la que
mantiene alguna relación de semejanza. Según Suárez (2004) desde la retórica grecolatina
(Aristóteles, Quintiliano) se viene considerando la metáfora como una comparación implícita,
fundada sobre el principio de la analogía entre dos realidades, diferentes en algunos aspectos y
semejantes en otros, señalando “en toda comparación hay un término real, que sirve de punto de
partida y un término evocado al que se designa generalmente como imagen” (p.24).
La retórica contemporánea, a la hora de explicar los mecanismos lingüísticos que están en
la base de la construcción metafórica, centra su interés, más que en el aspecto comparativo, en el
hecho previo de la semejanza. En este sentido, la metáfora no es en sus orígenes una figura
literaria, sino un fenómeno estrictamente lingüístico que afecta a la vía de conocimiento y
designación de las cosas por relaciones de semejanza. Una metáfora del griego meta, «más allá»,
y phorein, «pasar, llevar» consiste en el uso de una palabra con un significado o en un contexto
diferente del habitual. El término es importante tanto en teoría literaria (donde se usa como
recurso literario) como en lingüística (donde es una de las principales causas del cambio
semántico).
Cuando aparecen los dos términos (real y evocado) se está ante una metáfora impura o
imagen. Cuando no aparece el término real, sino sólo el metafórico, es una metáfora pura. Se usa
cuando no existe término propio para la situación. El término propio no tiene la connotación
deseada, cuando se quiere evitar la repetición del mismo, se desea hacer palpable lo que se
designa o dirigir la atención hacia el significante. En suma, cuando se busca novedad se pretende
39
conceder a lo cotidiano la dignidad de lo desconocido. Sin embargo, el abuso de la metáfora lleva
a una acumulación de metáforas puras tópicas que pueden hacer del cuento algo ininteligible para
el educando.
Los cuentos de Garmendia contienen metáforas, en La tuna de oro (1951) se encuentra
Manzanita, relato que muestra como una manzana criolla se ve despreciada y degradada con la
llegada de las manzanas del note. En el momento cuando manzanita era consolada por el señor
coco le dice Manzanita a éste: “…manzanas de oro…” (p. 35). En éste caso, el autor realiza una
comparación entre un referente, ausente, implícito, sugerido que es el agua del coco, y el
elemento expreso, sugerente que son las lagrimas, estableciendo una metáfora.
3.2 Elementos actantes en los cuentos de Julio Garmendia.
Cuando se habla de elementos actantes en los cuentos de Garmendia, se plantea una manera
de coordinar lo narrado por el autor en el relato con lo expresado por el objeto o sujeto que se
encuentra en la obra. Si una historia posee una estructura bien definida, compuesta por personajes
caracterizados adecuadamente, y en la lectura se toma en cuenta la edad a quien va dirigido, el
tema, la trama y la acción, podría decirse que cuenta con elementos actantes adecuados, para que
la información o el mensaje que se desea transmitir llegue de manera eficaz y eficientemente al
receptor o lector.
El término actante, abarca las relaciones o funciones que aparecen en el recorrido
regenerativo en el momento de la constitución de los enunciados de la sintaxis narrativa. Para
Wagner (1999) los elementos actantes de la comunicación mediante la lectura de obras literarias
son los diálogos; estos elementos de la narración o del enunciado son el sujeto y objeto,
destinador y destinatario, y los actantes funcionales son los sujetos pragmáticos y cognitivos. Si
se considera esta proyección en la semántica discursiva un actante, puede ser individual, dual o
colectivo.
Un actante puede proyectarse sobre varios actores e inversamente un solo actor puede ser el
lugar de proyección de varios actantes. Existe entre actantes y actores una relación general de
tipo co-ocurrencia que no es término a término, sino que concierne al conjunto de los actantes y
al conjunto de los actores, el primero da cuenta de la estructura narrativa, el segundo de las
40
estructuras discursivas. Los actores o personajes realizan la acción en un relato y su función es
determinante, clasificándolos dentro de un tipo de actantes, los cuales pueden ser, según Navas
(1995), de variadas formas “Por medio de reglas de derivación y acción pueden multiplicarse”
(p.273), destacando la de oposición y pasivo entre otras.
Julio Garmendia desarrolla en sus cuentos una estructura narrativa coherente, hilada desde
el inicio hasta el final, donde intervienen elementos determinantes, como personajes y acciones,
enmarcados en su función correspondiente la cual establece secuencias que permiten al lector
determinar los lugares que ocupan dichos personajes.
3.2.1 Adecuación a la edad
Para que la literatura cautive a los niños, el cuento debe cumplir principalmente con algunas
condiciones en la adecuación a la edad. Elizagaray (1975) citada en Navas (1996) plantea que es
necesario conocer los intereses en las diferentes edades, para los primeros años de escolaridad es
preciso elegir historias que posean un contenido significativo, cargado de valores, los cuales se
asemejen a su vida diaria o lo que se observe a su alrededor.
Así mismo, de acuerdo a la edad, el educando van cambiando sus intereses y buscan en los
cuentos otros elementos diferentes, entre los que se puede mencionar los imaginativos, en los
cuales se comienza a soñar, figurándose a los personajes realizar actos sorprendentes, sin
embargo, a la vez buscan el significado de las cosa superando esta fase. Luego su imaginación se
entrena, los niños y niñas pasan a otra etapa, se sienten atraídos por las historias primitivas o
genéricas, llamadas también “cuentos de hadas”.
Con el tiempo los educandos superan esta etapa, el niño o niña entran a la “edad heroica”, le
llaman la atención las historias que se asemejen a su vida real; en este lapso se puede obtener
mayores logros y mejores efectos reflexivos por medio de los cuentos, ya que es la etapa donde
establecen relación entre lo observado en el cuento y su realidad. Más adelante, con ayuda de los
docentes o representantes, los estudiantes pueden cambiar sus intereses, si se les presenta de
forma sencilla y amena lo cuentos heroico y romántico. Igualmente, el niño y niña, va creciendo
y a su vez cambiando sus hábitos de vida, al igual que el gusto por la literatura; entra en otra fase,
éstos se pueden inclinar por un “heroísmo superior” y de “corte romántico y caballeresco"
41
En otras palabras, un cuento valioso mantiene desde el inicio hasta el final la atención del
alumno, estimula sus curiosidades y aspiraciones, le da respuestas a sus inquietudes y a los
problemas que lo preocupan. Al respecto, Rodríguez (1999) aclara “el cuento debería ser en su
mayor parte, una imagen transfigurada de la vida del niño, relacionándolo con los aspectos de su
personalidad, con sus conflictos, satisfacciones y esperanzas” (p.11). Por lo tanto, es necesario
presentar a los estudiantes historias que se asemejen a su realidad sin dejar de un lado la
imaginación y a la vez que contengan valores universales adecuados a las edades en las que se
encuentran; en este caso, los cuentos de Julio Garmendia contienen los elementos necesarios para
captar la atención del niño y niña, al mismo tiempo muestran valores morales y sociales que
llevan al lector a reflexionar sobre sus acciones, pueden ser utilizados en diferentes edades
escolares, destacando la segunda etapa de primaria o la primera y segunda de secundaría
3.2.2 Propiedad del tema y de su tratamiento
La propiedad del tema tiene relación con la adecuación de la edad, ya que no todos los
textos interesan a los niños y niñas de todas las edades. Por ello, el tratamiento debe ser distinto
según la edad que posea el estudiante a la cual va dirigido el cuento. Según Wagner (1999) se
entiende por tema “lo que el autor quiere comunicar y por trama lo que va sucediendo en el
cuento” (p.47). En todo caso, el comienzo debe ser atractivo y estimulante para así llamar la
atención del oyente o su motivación. Sin embargo, el cierre puede presentarse con un final feliz o
diferente a lo esperado, sin olvidar que tanto el inicio como el final deben impactar o enganchar
al educando o lector, contribuyendo el tema a la reflexión de uno o varios valores universales.
A los docentes les corresponde utilizar estrategias pedagógicas que permitan a los
estudiantes aprender a reflexionar sobre sus valores. Los cuentos de Garmendia son una
herramienta útil en el proceso del aprendizaje del estudiante, ya que plantean temas diversos y
fantásticos que propician el desarrollo de la imaginación, enriquecen el vocabulario y propician el
pensamiento crítico y creativo.
3.2.3 Uso correcto y aprobatorio de la lengua
El narrador o el docente debe tener mucho cuidado al relatar o leer cuentos a los niños,
niñas o jóvenes, ya que el uso de la lengua en las historias debe ser siempre claro y adaptado a los
42
conocimientos previos que puedan tener los educandos, tratando de evitar las ambigüedades,
los dobles sentidos y las malas interpretaciones. Para Bernal (2005), “El valor estético del
cuento literario no depende sólo de los contenidos, sino especialmente de la forma y del
manejo literario de la anécdota” (p.50). Por lo tanto, es preciso que un texto literario mantenga
las cualidades y características estéticas respectivas, evitando las expresiones populares, que
toman las personas de su medio ambiente sin que tengan ningún significado.
Es importante destacar que los textos son un instrumento de comunicación; por medio de
las obras literarias se establece una interacción entre el texto y el lector; si una historia no posee
una estructura narrativa coherente y el lenguaje utilizado es inadecuado, el lector se pierde y no
se involucra con el tema. Así lo plantea Cervera (1992), “Todo lenguaje vinculado a
manifestaciones artísticas debe cumplir una función: ser sistema de comunicación que no limite
la expresión y favorezca la creación” (p. 116). Los cuentos de Julio Garmendia propician la
comunicación entre el texto y el lector, desarrolla los usos lingüísticos y favorece la creación
artística de los educandos.
El lenguaje que utiliza Garmendia en sus obras es de fácil comprensión, su lenguaje
es claro y poético; generalmente, sus discursos se encuentran estructurados ordenadamente,
aunque, en algunas ocasiones juega con inconsecuencia coordinativa, técnica relacionada
en la causalidad accional. Es decir, se realiza sutilmente comparaciones y diferencias entre
el mundo ficcional y el empírico.
En este sentido, Sambrano (1999) afirmaba que Garmendia poseía cualidades
extraordinarias, su discurso en los cuentos tenía variaciones, no estaban enmarcados
específicamente dentro de un convencionalismo literario, todo lo contrario, se encuentran
ajeno a normas retóricas. Su particular maestría en el relato le permitió incursionar sin
proponérselo “…dentro de todas las categorías literarias del realismo, comenzando por el
fantástico… siguiendo por lo que es un trasunto fiel de la realidad… e incorporando
cuando lo creyó necesario, lo mágico y lo real maravilloso…” (p. 125). Por todo lo anterior,
los cuentos de éste autor ayudarían a enriquecer el vocabulario de los estudiantes y a la vez les
permitirá desarrollar la imaginación y el conocimiento literario; ya que, dentro de las historias
Garmendia utiliza palabras diferentes del uso cotidiano y emplea los recursos literarios para
describir situaciones.
43
3.2.4 Trama sencilla
Mucho se ha dicho acerca de la trama, sin embargo Anderson (1999) plantea que
Aristóteles describió a la trama como “-(mitos), decía él – como combinación de incidentes en
una acción completa, unitaria, que la mente puede captar de una vez. La trama es una totalidad
causalmente concatenada, en principio, medio y fin” (p.89). En este sentido, la trama conforma
las acciones completas que acontecen en un relato desde el principio hasta el final.
En un cuento para niños, niñas y jóvenes es necesario que todo sea claro, sencillo y
ordenado, evitando las dificultades de comprensión, la repetición exagerada, las complicaciones,
ya que todo esto crea en el educando confusión. Bernal (2005) realiza reflexiones sobre el
contenido que debe tener una literatura para niños, niñas y jóvenes, entre los cuales se
encuentran: “descripciones cortas, claras y ágiles. Diálogos frecuentes, rápidos, que permitan la
transmisión de pensamientos completos en pocas palabras” (p.35) Por lo tanto, si se desea
presentar un cuento a los estudiantes, es necesario tomar en cuenta que la trama muestre una
secuencia, acciones y personajes entre otros elementos, que faciliten la comprensión del texto, y
así mismo, que exprese en su contenido valores universales.
En los relatos pueden participar elementos irreales, maravillosos e imaginarios, como los
animales que hablan, el niño que se convierte en un conejo y otras cosas que son admisibles y que
tienen su validez interior en el cuento; cabe destacar, que las tramas no son fijas ni estereotipadas,
forman parte del mundo fantástico que crea el autor, los cuales poseen un sentido perfectamente
comprensible y aceptable sobre todo si se desea educar en valores. En este caso los cuentos de
Julio Garmendia cumplen la función fantástica, sus personajes son variados, entre los que se
encuentran seres inanimados, animales que hablan y seres humanos que son personajes, así
mismo, sus tramas son sencillas y propician la reflexión del lector
3.2.4 Caracterización de los personajes
Los personajes se encuentran estrechamente ligados a la trama, y la trama a los personajes.
Los personajes son aquellos quienes realizan la acción y se ven revelados en la trama. Por su
parte Anderson (1999) plantea que las acciones conforman la trama y esta a su vez caracteriza a
los personajes de la obra.
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En los cuentos existen variedades de personajes, entre los que se pueden encontrar los
agentes no humanos: cosas, animales, monstruos, fuerzas, ideas abstractas, criaturas
sobrenaturales, etcétera. Así como también, existen las personas, personajes ficticios que crea el
autor con las cualidades y características humanas que son establecidas de acuerdo a las
intenciones que tiene el narrador en la historia.
La caracterización en los personajes es sumamente importante, ya que son las cualidades
particulares que le atribuye el narrador a los personajes para interactuar en la trama del relato.
“La caracterización consiste en hacernos creer que ese personaje ficticio recibe, como una
persona real estímulos de su medio y que responde a ellos, se lanza por un camino y tropieza
con obstáculos, quiere esto y rechaza aquello, existe, vive”. (Anderson. 1999:242) En este
sentido, los personajes forman parte imprescindible de la historia, así como también, la
caracterización que se les dé. En los cuentos de Julio Garmendia estos elementos favorecen a
descubrir los valores universales implícitos en sus relatos, ya que muestran actitudes y aptitudes
que permiten que el lector reflexione acerca de sus actos.
Los personajes de los cuentos pueden llegar a ser muy recordados por los
educandos, adquiriendo de esta manera más popularidad que el relato mismo. De allí, que el
protagonista recibe una gran consideración y admiración por parte del alumno cuando la
historia es agradable y más aún, cuando es original, atractivo, simpático y poseedor de rasgos
particulares que lo lleven a ser el centro de la historia. El autor es quien se encarga de darle al
personaje esa caracterización.
En el caso de los cuentos de Garmendia sus personajes parecen, a primera vista simple en
apariencia, sin embargo, sus seres reales en la palabra escrita, se tornan inverosímiles “… seres
ficticios que reclaman su derecho a que se les considere ilusorios, fantásticos e irreales.”
(Sambrano. 1999: 136); con estas palabras Sambrano le atribuye a los personajes de Garmendia
el carácter de sorprendentes, ficticios e increíbles, pero reales en la palabra escrita.
3.2.5 Importancia de la acción y la descripción
Todo cuento comprende partes de acción y descripción. La acción es lo que sucede en el
cuento (viajes, aventuras, entrada y salida de personajes) al igual que le da movimiento al cuento,
lo hace interesante, novedoso y mantiene siempre viva la atención. La descripción se basa en los
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lugares, personajes, objetos que estimula el estado de ánimo del educando. Estas descripciones
son presentadas por el autor de diferentes maneras, en algunos casos es planteada para describir
el ambiente donde se desarrolla el cuento, y también es utilizada para determinar las cualidades o
características de los personajes, estos elementos se nutren de los recursos expresivos:
comparaciones, hipérbole, metáforas e imágenes.
En sus historias Garmendia utiliza la descripción de forma poética, señala los elementos que
integran su obra de manera natural, onírica y hasta fantasmal; en todos sus relatos plantea
ambientes, personajes y cosas que permiten al lector adentrarse en el mundo ficcional. De igual
manera, establece acciones que no sólo sirvan para desarrollar una historia, sino en proporcionar
al lector una comunicación entre el texto y el lector, donde el lector interpreta lo que el texto
contiene a través de las imágenes y palabras poéticas de los cuentos.
3.3 Funciones literarias de los cuentos de Julio Garmendia
Las funciones literarias en los cuentos de Garmendia proporcionan al lector unas
herramientas que facilitan la comprensión y el conocimiento de lo que plantea el relato. Es
importante destacar, que los cuentos de éste autor contienen funciones literarias que desarrollan
en el educando la capacidad de reflexión, la creatividad, la imaginación y les permiten de manera
recreativa, establecer comparaciones entre el mundo ficcional y el mundo empírico, para
incorporarse de manera adecuada a la convivencia social.
Según la Universidad Nacional Abierta U.N.A. (2002), toda expresión literaria posee
valores y éstas pueden estar adecuadas para niños, niñas y jóvenes, siempre y cuando contengan
la capacidad de ejercer una función en su formación integral, por lo tanto, el cuento debe poseer
ciertos elementos determinantes que indiquen su función en los estudiantes, destacando así las
siguientes: ética, estética, didáctica y psicosocial, explicadas a continuación.
3.3.1 Ética
El cuento debe lograr transmitir a los educandos valores morales y sociales que permitan
establecer en ellos una conciencia para la reflexión, las cuales contengan mensajes que
contribuyan a la formación de la personalidad o a una mejor integración del niño, niña o joven a
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la sociedad. Dicha función permite despertar y conformar una conciencia moral y social basada
en los valores, formar hábitos y modificar conductas personales o sociales.
En tal sentido, Kolbergh citado por López y Violi (2001) señala que el fin de la educación
moral es la conducta “ya que es un aspecto central de la persona moral, es el modo cómo se
comporta el individuo” (p.96). En el desarrollo de este componente, el cuento constituye el eje
primordial del proceso educativo, ya que una obra literaria no sólo debe establecer unas normas o
valores, sino que éstas deben ser factibles o útiles para los educandos. Es decir, al docente le
corresponde actuar como mediador y orientador entre el texto y el educando tratando de ofrecer
el apoyo necesario para satisfacer tales normas o valores aplicándolas de modo justo, cuidadoso y
respetuoso; “…la comprensión de la sensibilidad individual que presenta el texto puede guiarnos
para comprender el sistema implícito de valores y el sentido de la relación de los seres humanos
con el mundo.” (Rosenblatt. 2002: 142).
Ahora bien, para educar a los alumnos con base en los valores, es necesario presentar textos
adecuados, es decir, que posean una calidad estético - literaria que brinden al lector una relación
entre el mundo empírico y el mundo ficcional, proporcionando modelos de conductas acordes
enmarcadas dentro de las normas y valores universales, que sirvan de guía ante situaciones
vividas o por vivir.
Los niños, niñas y jóvenes desarrollan la personalidad de acuerdo a las posibilidades que le
brinde la familia, la escuela y el entorno social. Si las personas que rodean al estudiante ofrecen
ambientes sanos, de libre pensamiento, solidarios y justos, entre otros valores, los educandos
crecerán fortalecidos siendo seres más concientes, reflexivos en busca del bien común.
En lo que se refiere a modelos de actuación o de roles, es más probable que los alumnos
actúen siguiendo las instrucciones y el ejemplo del docente. Por ello es importante que las
personas significativas en la vida del educando, se comporten como dicen y en el modo en que
desean que éstos lo hiciesen, ya que las familias, escuela y sociedades que se basan en la
implementación del poder autoritario, la toma de decisiones estrictas, unidireccional y anárquica
crean una estructura claramente opresora, produce individuos menos sanos y desorientados
moralmente.
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En otras palabras, se necesita confiar en la comunicación abierta, en una toma de
decisiones colectiva y democrática, basada en el respeto por el ser humano y en la
convivencia social. Al respecto, Lickona (2000), expresa que ésta última sugerencia se
hace operativa cuando los individuos alcanzan la edad escolar “pero debe comenzar antes si se
ha de convertir en un hábito, el cual se anidará en las etapas posteriores de la adolescencia”
(p.25).
De acuerdo a lo antes expuesto, se puede deducir que la misión del docente en el fomento
de valores se observa de dos modos: facilitadora o subsanadora. La educación en valores en el
ámbito educativo es facilitadora si complementan los efectos positivos sobre la formación moral
del niño y es subsanadora, si sustituye o corrige las influencias negativas, transformándolas en
positivas.
En este sentido, se presentan los cuentos de Julio Garmendia para promover y fomentar
valores en los estudiantes; como ejemplo se toma el siguiente fragmento de La hoja que no había
caído en su otoño:
“Y la hoja empezó a lamentar su terquedad y su aislamiento. De modo que cuando ya el viento de marzo venía a silbar con fuerza entre las desnudas ramas de la Ceiba, ella crujía (o rechinaba) diciendo al pasar:
- ¡Viento de marzo! ¡Llévame a mí! ¡Llévame a reunirme con las hojas que cayeron de esta rama en su época!” (Garmendia, 1997: 28).
En este segmento se observa el arrepentimiento que sintió la hoja por no haberse
desprendido en el tiempo que le correspondía; la irresponsabilidad tiene sus consecuencias y la
hoja asumió de manera responsable de acuerdo a lo que implica; cabe destacar, que este
fragmento propicia la reflexión sobre los valores que se poseen, tratando de cambiar conductas
negativas a positivas.
Por lo tanto, a los docentes les corresponde facilitar el proceso de aprendizaje en los
estudiantes, brindar los elementos necesarios que les permita crear una personalidad fortalecida
con base en valores, utilizando para este propósito los cuentos de Julio Garmendia, los cuales
ofrecen en sus contenidos mensajes que llevan a reflexionar sobre los valores que posee cada
individuo, así como también a desarrollarlos.
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3.3.2 Estética
Según la Universidad Nacional Abierta UNA. (2002), esta función presente en los cuentos
se encarga de transmitir a los alumnos y a las alumnas los valores artísticos que el texto posee,
con el fin de que desarrollen su sensibilidad y su capacidad para expresarlo con los medios
disponibles. Sus principales características son las siguientes:
• Desarrollar la creatividad
• Contribuir a formar el buen gusto estético
• Despertar en el educando el amor por la lectura
• Estimular al educando las diferentes áreas emocionales
• Desarrollar el pensamiento crítico y creativo
Remigio (2003) señala que la lectura de los cuentos se orienta principalmente a “enriquecer
la capacidad creativa de los educandos durante el proceso de enseñanza y aprendizaje” (p.344).
Igualmente, estimula el desarrollo del pensamiento, el espíritu crítico, el ejercicio del criterio, la
interpretación y la valoración. Sin embargo, la lectura no debe ser una actividad que se limite al
aula, es decir, debe trascender el ámbito escolar, por ello al docente le corresponde fomentar e
incentivar el goce por la lectura en los espacios personales, familiares, sociales y culturales.
Al docente le corresponde implementar estrategias de lectura que cautiven a los educandos
y los inserten dentro del mundo de los libros, tanto en la escuela como fuera de ella. Esto
significa promover y fomentar una cultura de lectura literaria. Para Llerena (2005) los educadores
deben emplear estrategias innovadoras y constructivita para fomentar la lectura de los cuentos, “a
fin de despertar el interés de los estudiantes y su desarrollo integral a través de la lengua, el
disfrute estético, la creatividad y la producción de conocimientos mediante un conjunto de
actividades programadas, relacionadas con los propósitos educativos” (p. 626)
En la actualidad la capacidad de pensar se encuentra atravesando una crisis, ocasionada
como consecuencia de un gran bombardeo de informaciones diversas (Internet, medios de
comunicación), que no hacen más que confundir y crear en los niños, niñas y jóvenes antivalores,
dificultando la capacidad de reflexión, es labor del docente buscar los mecanismos necesarios que
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luchen contra los contavalores que se presentan en el estudiante y un instrumento válido para su
lucha es la lectura de cuentos que permitan la reflexión e interiorización de valores universales.
Por lo tanto, el cuento debe ayudar a los alumnos a aplicar lo aprendido, resolver problemas
sociales y cotidianos, adoptar posiciones críticas y constructivas frente a la realidad en la que
viven. Este hecho hace que a la hora de abordar la tarea educativa, se plantee la necesidad de
considerar el desarrollo del pensamiento en forma integral, desarrollando la capacidad creativa,
permitiendo la construcción de nuevas historias enmarcada dentro de los valores, donde los niños
pongan de manifiesto sus emociones, sentimientos e imaginación.
Así mismo, la función estética del cuento según Llerena (2005) ayuda al educando “a
desarrollar la capacidad de pensar, imprescindible para el libre desarrollo de su personalidad, ya
que les permite la creación de ámbitos de participación activa, consciente y responsable en la
construcción de su futuro individual y comunitario” (p.635). Es decir, las lecturas de cuentos y en
especial los de Julio Garmendia contribuyen al desarrollo estético de los alumnos, permite que
éstos amplíen la imaginación y la sensibilidad, ya que las historias parten en sus mensajes de
realidades humanas, pero al mismo tiempo se transforman en fantasías, oníricas y fantasmales
perteneciente al mundo ficcional. De acuerdo a lo manifestado, se presenta a continuación un
fragmento del cuento del Cucarachero de Julio Garmendia donde se observa el valor estético:
“Un pequeño, parduzco y casi redondo Cucarachero salió a dar unas vueltas – o a echar unos vuelecillos – por la plaza una mañana. El tiempo era magnífico, y el minúsculo paseante saltando de rama en rama, y de farol en farol, se había ido entusiasmando más y más, hasta perder por completo la noción de lo ambiental. Cogía insectos en las ramas de los árboles en lo alto de los postes de la luz, en lo hueco de los faroles. Había gran abundancia de todo, y esto lo fue poniendo de tan alegre y desbordante humor, que se le escapaba en trinos y cantos y gorjeos, los cuales dejaban caer a cada instante como pequeñas cascaditas melodiosas.” (Garmendia, 2004: 79).
En este párrafo, Garmendia realiza una descripción de las acciones del Cucarachero,
narrando situaciones cotidianas y usuales en estas aves de manera artística y con gran valor
estético, utilizando un lenguaje claro y sencillo que ayudan al lector a entender lo que plantea el
texto; propiciando a través de éste, la imaginación y la creatividad, el pensamiento crítico y
creativo, al igual que los valores universales.
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3.3.3 Didáctica
Según la Universidad Nacional Abierta UNA. (2002), la función didáctica consiste en la
utilidad que ésta puede prestar “para las actividades diarias en el aula, bien sea como motivación,
como puente de partida para explicar distintos temas o para llevar a cabo ejercicios de expresión
oral o escrita” (p.67). Además, esta función la refuerza el docente cuando enseña al educando a
reconocer los diversos recursos literarios presentes en el cuento. Según Pérez (2000), los recursos
literarios son de gran aceptación en la infancia y adolescencia, por lo cual el docente debe
proponer obras adecuadas que permitan la utilización de los recursos literarios, destacando los
siguientes, entre otros:
Comparación: Las comparaciones son agradables, ayudan a los estudiantes a comprender,
visualizar y recordar los cuentos leídos. Además, permiten al educando establecer relaciones
desde un punto de vista psicológico, como también lo dirige hacia la comprensión y creación de
metáforas y de imágenes desde un punto de vista literario.
Repetición: La repetición se ha utilizado durante varios años, en donde se repiten textualmente
las mismas palabras. Fue incorporada a los juegos infantiles tradicionales y después a la
literatura infantil y juvenil en general. Se aceptaba la repetición porque posiblemente se
encuentra implícita la creación del ambiente y la satisfacción del deseo de seguridad, propio de la
niñez. En todo caso, las repeticiones ayudan al educando a captar los mensajes de los cuentos y
crear su propio esquema de valores.
Onomatopeya: Al educando le gusta escuchar los sonidos o ruidos de la naturaleza, ya que los
conoce, pues son elementos de identificación, utilizándolos con valor significativo. Si en una
obra los perros ladran, los leones rugen, van a ocasionar una armonía imitativa que se logra en la
palabra, la cual se denomina onomatopeya.
Empleo de rimas: La rima es un recurso muy cautivador, identifica algunos relatos, les da
simpatía a las historias. A través de ellas, los cuentos se prolongan, pues, los alumnos lo
aprenden y lo repiten, lo cual trae resultados favorables al estudiante, tales como recordar la obra
leída, volverla a contar, dramatizarla, hacer dibujos alusivos, crear nuevas obras propias a partir
del mismo, discutirlo en grupo, entre otras actividades.
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A este respecto, dice el dramaturgo Carballido (2001) “la rima y los versos resultan siempre
gratos y aconsejables, porque confieren magia irracional a las palabras, le dan una función extra,
gratuita, musical, misteriosa o cómica, cuando el cambio debe estar al mismo nivel” (p.19). Se
deduce que, el docente debe considerar la función didáctica presente en los cuentos, buscar la
manera de que los niños no se aburran a la hora de escuchar o leer una historia, sino por el
contrario, crear un ambiente acorde y propicio, utilizar un tono de voz adecuado al leerlo,
dramatizar el cuento, jugar con él, utilizar los recursos que brinda la historia para entretener y
disfrutar de la lectura.
Es importante destacar que existen diversas formas didácticas de motivar a los niños a la
lectura, y una de ella, entre varias, es el juego. El hombre por naturaleza aprende por medio del
juego, es un ser lúdico; ya que éste es utilizado en la infancia como manera de involucrarse en su
entorno o grupo social.
Los estudiantes se motivan a realizar actividades de lectura sobre todo si se establecen por
medio del juego. Para Bernal (2005) la animación a la lectura “es un acto dirigido a lograr un
efecto e intelectual acercamiento a un libro concreto” (p.22). En este caso, los cuentos de Julio
Garmendia proporcionan elementos suficientes si se quiere establecer el juego o cualquier otro
método didáctico para su promoción, sus historias desarrollan el conocimiento y permite la
creación y consolidación de valores universales.
En relación a lo antes expuesto, una manera de incentivar a los alumnos a involucrarse
activa y espontáneamente en el proceso de enseñanza – aprendizaje, es la representación de
obras teatrales; si se utiliza, como por ejemplo, el cuento de Manzanita de Julio Garmendia
para realizar interpretaciones de los personajes, los alumnos se motivaran a participar en
la obra y realizaran la lectura del cuento por sí mismo, ayudándolos a enriquecer su
imaginación, conocimiento y valores personales; si lo que se desea desarrollar en el
alumno es la escritura, se puede utilizar un personaje de la obra para protagonizar un
cuento diferente, se puede redactar escritos sobre las frutas y el valor nutritivo que
posee, o se pueden realizar adivinanzas de manera escrita sobre las frutas de la obra, en
fin, se presentan variadas formas didácticas de relacionar el cuento con las diferentes
áreas del conocimiento de manera que mantenga y conserve la atención de los
estudiantes en el relato.
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3.3.4 Psicosocial
El aspecto psicosocial corresponde a la comunicación que existe entre el individuo y la
sociedad. En este elemento se plantea la forma como el estudiante se desenvuelve en el ámbito
social, su integración y su adecuación. En algunos casos existen alumnos que se le dificulta
comprender, aceptar y reflexionar a cerca de los comportamientos propios y ajenos; sin embargo,
es necesario buscar los mecanismos para que el estudiante reflexione acerca de su actuación, sin
maltrato, de forma didáctica, mediante el diálogo, mensajes psicosociales, que permita la
superación de los conflictos.
En un sentido amplio, el diálogo es una conversación entre dos o más personas en la que se
intercambian opiniones o puntos de vista a veces irrenunciables, en la búsqueda de un
entendimiento entre las partes. El dialogar supone y exige la voluntad decidida en los educandos
de aceptar parte de la verdad del otro y la consiguiente actitud de provisionalidad de la propia
verdad, aspecto que se manifiesta claramente reflejado en la función psicosocial del cuento.
“…la narrativa, presenta con frecuencia los problemas encarnados en los personajes. El texto ha de hablar al lector y ofrecerle atractivos para que éste se sitúe en el lugar del personaje afectado por el problema e intente resolverlo, es decir, llegar a las conclusiones para superarlo.” (Cervera. 1992: 298).
Esto quiere decir, que la comunicación por medio de los textos literarios sería de gran
ayuda para el educando a quien se le dificulta comprender situaciones diversas. En el caso de los
cuentos de Garmendia, éstos establecen situaciones que permiten llevar a la reflexión a los
estudiantes, ya que el docente puede colocar a los alumnos en los lugares de los personajes y así
trasladar sus pensamientos hacia las conductas que se presentan en las historias.
Una de las historias de Garmendia donde se establece la comunicación es en Manzanita,
esta obra presenta el sufrimiento de Manzanita ante la llegada a la frutería de las manzanas
importadas. La manzana criolla se encuentra desconsolada y las demás frutas le brindan su
apoyo: “- Cálmate, Manzanita, cálmate – le decía maternalmente la Lechosa…” (2005: 32); la
actitud que demuestra la señora Lechosa demuestra la solidaridad en la obra, lo cual ayuda a que
el lector reflexione sobre los valores que posee.
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En este sentido, Ortega, Minues y Gil (2000) consideran “el diálogo parte del
reconocimiento de la igual legitimidad de los interlocutores y la voluntad de comprender y
respetar las razones que apoyan las diferentes posiciones, concepciones, valores y conductas”
(p.28). Se infiere por tanto, que el saber dialogar es una capacidad básica para todo ser humano y
como toda capacitación, precisa de un aprendizaje. Por eso los docentes puedan ejercitar a sus
alumnos en la escucha atenta, el uso de la palabra adecuada y la comunicación espontánea, entre
otros aspectos.
Así mismo, el diálogo tiene un valor intrínseco para la discusión de los cuentos y precisa de
unos cuidados para dar su fruto. Estos son: abrirse al otro, respetar, escuchar, comunicar, darse
serenidad y tiempo mutuamente, utilizar un lenguaje comprensible, compartir la reflexión y la
crítica. Por lo tanto, el diálogo es la base del entendimiento y de la convivencia entre las
personas, es decir, una comunicación asertiva entre los miembros de la escuela, especialmente
entre docentes y alumnos. Esto significa, que debe ser constante, vivirse a diario, lo cual va a
permitir que los educandos manifiesten adecuadamente sus necesidades, intereses e inquietudes y
que el docente lo diagnostique para la preparación de estrategias y todo ello permitirá que se
enriquezcan mutuamente.
Lo antes expuesto coincide con lo expuesto por Bianco (2000), quien expresa:
“La falta de comunicación entre los educandos, trae consigo toda clase de problemas, resentimientos, incomprensiones, conflictos, preocupaciones, sentimientos reprimidos, conceptos contradictorios y toda una gama de elementos que entorpecen las relaciones sociales y la auténtica transmisión de valores, tan necesarios en la etapa de la niñez y la adolescencia, pues el joven motivado a los cambios que experimenta, puede quedar desprovisto de pautas que orienten con precisión sus comportamientos” (p.305).
Es por ello, que la comunicación franca dentro del ámbito educativo utilizando como
herramienta los cuentos de Garmendia, constituye un medio eficaz para mantener relaciones
positivas entre docentes y alumnos, pues a través de ella se crece en el amor, se fomenta la
sinceridad, la tolerancia, la confianza, la autoestima, la educación para la paz, los valores
intrínsecos o morales que se desarrollan en el interior del individuo, el optimismo para resolver
conflictos y satisfacer necesidades y se generan verdaderas enseñanzas en un ambiente motivador
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C A P I T UL O IV
Valores
En todas las culturas, en todos los tiempos se fija y se encuentra implícita una gran variedad
de ideales y valores que se adhieren a las personas. Los valores tienen diferentes formas de
conectarse al individuo, una de ellas es la que se encuentra basada en las normas que se plantean
en la sociedad, es decir, las que deben ser cumplidas por todos para mantener una convivencia
sana, y otras son las deseadas por su valor mismo, que se encuentran en el ser de las personas, en
la conciencia y buscan crear seres más humanos.
Es importante considerar que, los valores no se encuentran enmarcados jerárquicamente,
esto depende de cada individuo y la influencia que ejerzan las normas sociales en él. Por lo tanto,
los valores son relativos en cada persona y sociedad. Para los sofistas griegos, según Reboul
(1999), “…los valores y las verdades son relativas al sujeto que lo afirma, lo que es verdadero,
justo y bello para tal hombre (o tal ciudad) no lo es para otras.” (p. 73). Esto quiere decir que, un
valor puede no ser tan importante en una sociedad y para otra puede ser el más grande de todos,
sin dejar de ser considerado un valor.
Sin embargo, es importante destacar que los valores también son universales, ya que existen
normas y principios que se plantean en todo el mundo. Para Sócrates según Rouboul (1999)
“…los valores, son universales porque cada cual puede hallarlos en su propia razón, se imponen
así a todos los hombres…” (1999: 73-74). En este sentido, los valores son considerados
universales, los cuales se establecen en algunas sociedades por consenso, como en la democracia;
en otras, sólo son impuestos como en los países anárquicos, cosa que no debe constituirse en
ninguna sociedad y mucho menos en la educación.
Dos visiones diferentes de los valores, sin embargo, cada una tiene un grado de sustento;
por un lado es cierto que éstos sean relativos en los individuos o en las sociedades, ya que cada
persona observa las cosas de manera diferente, piensa diferente y actúa diferente, no obstante, se
puede llegar a coincidir, en algunos pensamientos y actitudes, dialogando para establecer
consensos y normas que guíen el comportamiento.
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Igualmente, los seres humanos necesitamos normas sociales que encaminen la conducta para
una convivencia sana y feliz. Jean – Jacques Rousseau en Reboul (1999) manifiesta “…sólo
varían las costumbres exteriores, pero los valores fundamentales son siempre iguales en todas
partes.”, en este sentido, los valores están orientados en la búsqueda del bien y lo bueno del ser
humano, se muestran a través de los actos que realiza el hombre; ubicándose en la conciencia, en
el deber ser, y a la vez forman parte de la cultura de la sociedad que incide en la manera de
comportarse y pensar.
De acuerdo con Izquierdo (2001), los valores universales “son ejes fundamentales por los
que seorienta la vida humana y constituyen, a su vez, la clave del comportamiento de las
personas” (p.31). Esto significa, que se puede establecer una clasificación de los valores, la
primera basada en la moralidad y la segunda en la sociedad, ambos fundamentales para el pleno
desarrollo de la personalidad del individuo en formación.
En las instituciones educativas se sugiere que se establezcan acuerdos de convivencia,
donde los niños participen en la elaboración de las mismas; esto quiere decir, que la escuela debe
ser una sociedad participativa, donde los miembros que la conforman constituyan normas y
valores que guíen el comportamiento del grupo escolar. Esto no puede ser posible si los docentes
poco desarrollan en los estudiantes los valores; para que éstos sean la base de la sociedad escolar,
los docentes pueden buscar los mecanismos necesarios para fomentarlos en los educandos, y una
herramienta útil para desarrollar valores es la utilización de los cuentos de Garmendia como
estrategia que lleve a los estudiantes a reflexionar sobre los valores que posee y los que puede
desarrollar en su vida.
4.1 Valores morales
Según Cortina (2003), los valores morales “son aquellos que perfeccionan al individuo en lo
más íntimamente de su ser, haciéndolo más humano, con mayor calidad como persona” (p.320).
Esto sugiere, que los valores son propios del ser humano, que radican en su conciencia y que
buscan la propiedad particular de formar un individuo más noble y humano. Es importante que la
familia forme valores morales en el niño y la niña, ya que estos son reforzados, desarrollados y
ampliados en la escuela. Entre los valores morales se pueden destacar para ésta investigación: la
autoestima, la libertad, la solidaridad, la tolerancia y el amor.
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La transmisión de valores es de vital importancia para la calidad de las relaciones de los
niños y niñas con las personas significativas en su vida: padres, hermanos, parientes y
posteriormente amigos y maestros. Es además indispensable, el modelo y ejemplo que muestren
estas personas importantes para los estudiantes, ya que debe existir una coherencia entre lo que se
piensa, dice y hace.
Además, es de suma importancia la comunicación con sus compañeros de escuela, ya que el
educando se hará participe de la misma, facilitándole la toma de decisiones y el aporte de
opiniones sobre los asuntos escolares. Posteriormente, estos valores adquiridos en su seno,
ayudarán a insertarlos eficazmente en la vida social.
Así mismo, Cortina (2003) señala, que es necesario reconocer una realidad, en gran medida
el comportamiento de los niños y niñas en el medio familiar, indica que se están dejando de
asumir los valores morales y en cambio se asumen otros denominados antivalores o
contravalores, que no hacen más que destruir las relaciones humanas.
Las causas de la aparición de estos antivalores pueden ser diversas; y resaltan entre las
mismas el egoísmo excesivo, la influencia de algunos medios de información, conflictos
familiares, padres con escasos valores de responsabilidad en la educación de sus hijos, presiones
económicas, escasos recursos económicos, poco interés por las necesidades de los hijos, entre
otros aspectos.
Por lo tanto, la formación en la escuela debe ser el medio que conduzca al desarrollo de
valores morales, fomentar e incentivar estudiantes críticos y reflexivos ante los antivalores que se
les presentan. Por ello es indispensable que se renueven los roles del educador, otorgando
prioridad a las diferentes problemáticas que surge durante la etapa infantil, ya que el proceso de
desvalorización siempre ha estado presente en todos los tiempos y civilizaciones a esas edades,
pero, no tan acentuadamente como en la actualidad, aunque todavía existen algunos que revelan
una gran calidad humana, es decir, que asumen las normas universales de toda sociedad.
Sin embargo, para algunos docentes la aparición de los antivalores o contravalores podrían
ser normales e incluso justificables, ya que pueden considerarse que los cambios emocionales y
físicos de la infancia son diversos; pero esto no es una verdad absoluta sino circunstancial, puesto
que los mismos son impredecibles, distintos entre sí, ya que las realidades en cada hogar es
57
diferente, y se desarrollan conforme a las situaciones de su entorno. Por ello, los docentes pueden
promover estrategias y ambientes agradables que les permita educar adecuadamente evitando
toda manifestación antisocial.
En este sentido, se hace necesario que el docente sea humanista y desarrolle esa cualidad
en los educandos, para ello el educador debe adquirir los conocimientos y las herramientas que le
permitan fomentar los valores morales en los estudiantes y una de esos instrumentos son los
cuentos de Julio Garmendia, los cuales hacen que el lector reflexione acerca de sus actos Desde
esta perspectiva, la nueva educación del siglo XXI tendrá que ser esencialmente preventiva,
creando bases sólidas para que los niños, niñas y jóvenes, en el futuro sean seres humanos con
mejor calidad de vida, en busca del bien común.
4.1.1 Autoestima
La autoestima, es la percepción y la valoración del sí mismo, es un factor predominante en
el proceso de crecimiento, no es un factor congénito de la personalidad, sino una conquista
personal que se aprende en las interacciones con el entorno, desde los primeros años de vida.
Puede cambiar, oscilar según las experiencias del momento; es una tarea permanente durante toda
la vida y se considera por tanto, un valor moral necesario para consolidar las creencias
personales. Cortés de Aragón y Aragón Diez (1999), consideran la autoestima como:
“La organización relativamente estable y duradera de creencias, opiniones, percepciones, conocimientos y de valoraciones que cada cual tiene sobre si mismo, cargada de afectos, sentimientos y emociones, también sobre uno mismo, que orienta o dirige la conducta de manera consistente y coherente” (p. 19).
Ciertamente, que la autoestima como valor se construye desde los primeros años de vida,
tanto en la familia como en la escuela y juega un papel muy importante en este proceso. Se puede
considerar como el sistema inmunológico de la mente y funcionan como un escudo que protege
de la hostilidad y la adversidad. De allí que las personas significativas para los educandos, deben
realizar esfuerzos que vayan dirigidos a ayudarlos a tomar conciencia de sus rasgos positivos y
como utilizarlos para su propio desarrollo, a fin de que aprendan a reconocer y aceptar
serenamente sus limitaciones.
58
Al mismo tiempo, cuando los niños crecen en un contexto adecuado, en un clima de
confianza y respeto llegarán a desarrollar una autoestima alta, porque ésta se construye a partir de
las experiencias, vivencias y sentimientos producidos durante todas las etapas de su vida y el ser
humano necesita de la valoración que le han hecho las personas más importantes para ellos.
Por el contrario, si crecen en un ambiente hostil, agresivo donde sólo se le muestran las
faltas que comete, se irán quebrantando poco a poco los frágiles principios de la autoestima y
cuando se convierta el niño en adolescente, desarrollará una autoestima baja, aparecerán los
sentimientos de incompetencia y el obsesivo deseo de la aprobación de los demás.
Así mismo, si los docentes transmiten y refuerzan valores en el niño estos transitarán por la
vida sin dificultades o por lo menos con herramientas para resolver cualquier situación que se le
presente. Eso le permitirá tener confianza, seguridad en su propia valía y de esta manera
accederán pronto a la madurez psíquica, a la autoaceptación que les permitirá considerar
irrelevantes la aprobación o desaprobación de los demás, ya que lo que verdaderamente les
preocupará es el juicio que merezcan para sí mismos.
Ramos (2002), establece algunos indicadores que caracterizan a una persona con
autoestima adecuada:
• Estará orgulloso de sus logros.
• Actuará con independencia.
• Asumirá responsabilidades con facilidad.
• Sabrá afrontar nuevos retos con entusiasmo.
• Aceptará las frustraciones en su justo nivel
• Será capaz de influir sobre otros.
• Mostrará amplitud de emociones y de sentimientos.
• Sabrá disponer de medios, oportunidades y capacidades para modificar las circunstancias
de la vida de manera significativa.
• Establecerá escala de valores, objetivos, ideales y exigencias personales de acuerdo a
pautas adecuadas.(p. 131 - 132)
Una persona con una autoestima adecuada logrará obtener las metas propuestas, ya que
conocerá sus limitaciones y desarrollará al máximo sus potencialidades, se conocerá a sí mismo y
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tendrá dominio de sus emociones, sentimientos y actos. Por lo tanto, en la educación se busca el
desarrollo de estudiantes que posean una autoestima alta, que permita la conformación de seres
humanos capaces de desarrollar valores morales y de rechazar los antivalores que se presentan en
la sociedad.
En este sentido, los cuentos de Julio Garmendia muestran este valor, cuando en La hoja que
no había caído en su otoño (1981), se presenta el personaje principal con una elevada autoestima,
pues la hoja no permitía ser rozada por ningún elemento natural (viento, lluvia) para no ser
maltratada, creyendo que siempre estaría bella. Esto quiere decir, si se muestra a los estudiantes
la actitud de éste personaje, se estaría llevando a la reflexión una excesiva autoestima o
confianza en sí mismo que alimenta el ego personal; de acuerdo con la historia, la hoja no se
detuvo a reflexionar acerca de sus limitaciones o fortalezas y esto la llevó a creerse lo
suficientemente fuerte para superar todas las dificultades, alimentando su ego, lo que le ocasionó
consecuencias en su vida.
Una actitud positiva puede jugar un papel fundamental en la vida del educando al canalizar
sus impulsos, emociones, conducta, permitiéndole alcanzar su paz, la cual se caracteriza por
poseer un equilibrio psíquico, sentimientos generosos, ausencia de conflictos entre su corazón, su
mente y su entorno.
4.1.2 Libertad
Para García (2002), la libertad es reconocida como derecho humano. En su libro plantea
que la Organización de Naciones Unidas ONU (1948) determina: “…la libertad, la justicia y la
paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca…de todos los
miembros de la familia humana…” (2002:117). Así, como la ONU reconoce a la libertad tal
valor del individuo, éste ya ha sido anteriormente reconocido por otros organismos
internacionales como valor humano; tal es el caso de los Derechos de Virginia, EE.UU. (1776)
“…todos los hombres son por naturaleza igualmente libres e independientes…” (Ramos.
2002:117).
La libertad consiste en la acción de elegir libremente. Los individuos tienen el derecho de
libre pensamiento, conciencia, religión, libertad de vivir en cualquier lugar y de circulación, entre
otras. En base a éste valor, todos los demás valores tienen su origen, ya que el ser humano puede
60
elegir los valores y establecer su propia jerarquía de acuerdo con su preferencia. Para Ramos
(2002), “…es el medio educativo, en un sistema democrático, el lugar propicio para el cultivo de
la libertad como valor personal, social y universal, al cual todos pueden optar.” (118).
Las instituciones educativas tienen entre sus funciones el deber de desarrollar en los
estudiantes el valor de la libertad, sin olvidar que este se encuentra estrechamente ligado a la
responsabilidad. Es decir, que todos los seres humanos tienen derecho a pensar, elegir y actuar de
manera libre, sin olvidar que la libertad de preferir o hacer algo siempre va de la mano con la
responsabilidad, si se actúa de una manera inapropiada es evidente que ésta persona debe asumir
la responsabilidad de la libertad de sus actos.
Es importante considerar, que si una persona es libre para actuar de acuerdo a sus
pensamientos, también debe reflexionar acerca de las limitaciones o responsabilidades a la que
está sujeta la libertad, es decir, saber hasta donde puede llegar la libertad y pensar que no es un
ser único en el mundo, sino, que comparte con muchos más individuos el planeta. Villapalos
(2002) manifiesta: “Vivir con libertad interior, tomando las riendas del propio destino,
haciéndose responsable del propio desarrollo personal, no es tan sencillo como actuar a impulsos
de las apetencias…” (p. 284), lo que significa, que es importante reflexionar hasta donde se tiene
la libertad y la responsabilidad de actuar de cierta manera inapropiada, que puede perjudicar
tanto a la persona que actúa de forma libre, como a los demás.
En el campo educativo, los niños y niñas tienen el derecho a ser libres. Dicha libertad los
llevará a ser creativos, críticos y reflexivos, al asumir que es un ser libre, el estudiante poseerá
ciertas cualidades que los conllevará, según Ramos (2002), a conocerse y valorarse a sí mismo
como a los demás, a adquirir compromisos de trabajo, a ser honestos, a ser creativos para
desarrollarse como personas, a luchar por y con demás, al igual que promover el reconocimiento
y el respeto por los derechos humanos.
La libertad se ve reflejada en el las obras de Julio Garmendia, en especial La hoja que no
había caído en su otoño (1981), en esta historia se pone de manifiesto, como una hoja actuó de
forma libre al quedarse en lo alto de un árbol, sola, sin desear que nada se interpusiera en
permanecer en la gran seiba. Asimismo, se observa en este relato las consecuencias de quedarse
en el árbol por mucho tiempo, sin dejar que la naturaleza siguiera su rumbo. Los seres humanos
tienen derecho a ser libres y actuar de acuerdo a como le indique su conciencia y luchar por lo
61
deseado, sin embargo, es importante considerar en que beneficia o perjudica esos actos al
individuo en particular o a la colectividad donde se desenvuelve.
4.1.3 Solidaridad
La palabra solidaridad proviene de la expresión jurídica latina insolidun designado como
obligación, la cual se les adjudicaban a los deudores y esta era demandada por los acreedores. Por
su parte, López y Violi (2001) consideran a la solidaridad como “el valor que facilita la
capacidad para adherirse a la empresa de otros; es sentir, expresar y actuar de tal manera que las
personas sepan que pueden contar con su apoyo” (p.134). Esto quiere decir, que la solidaridad
está basada en la obligación del individuo en saldar una cuenta; asimismo, se refiere a la forma
que tiene el ser humano de brindar su apoyo en momentos determinados.
Este valor es personal, pero se convierte en social en el momento que se establece un
hecho, que se realiza un acto social. Cabe considerar que los seres humanos somos por naturaleza
seres sociales, es decir, necesitamos relacionarnos con las demás personas y es deber de todos
compartir las necesidades, dificultades y convivencias que conlleven al beneficio común. Por lo
tanto, se hace necesario que la educación establezca la solidaridad como valor importante, ya
que, lo que se busca es formar alumnos que reflexionen a cerca de las dificultades de sus
semejantes y actúen de acuerdo a su conciencia, espontáneamente en busca de la mejora
colectiva.
La educación contribuye en la construcción de un país, formando seres humanos concientes
con capacidad de desarrollarse en una sociedad de libre pensamiento, en el cual, puedan formular
juicios y actuar conforme a ellos, basado en la solidaridad, la justicia y la libertad como eje
fundamental para obtener una educación de calidad. Para Pérez Esclarín (2004): “La educación
puede formar personas egoístas o solidarias, convertir a los alumnos en asesinos o en santos,
enseñar a ver a los otros como rivales y enemigos, o como compañeros y hermanos. De allí la
nobleza de la educación…” (p. 28). En este sentido, es importante destacar que la educación tiene
en sus manos la capacidad de destruir o construir en los estudiantes el deber ser. Es necesario
fomentar una educación de calidad donde se cultive los valores y entre ellos la solidaridad, para
poder crear individuos comprensivos, sensibles ante el dolor ajeno, que trabajen por la igualdad y
con sentido de justicia, en fin, cultivar el amor, ya que por medio de él, la persona procura actuar
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ayudando al que lo necesita, comenzando así a liberarse de los prejuicios sociales como el poder
desmedido, la demagogia, la avaricia y el protagonismo entre otros.
Se ha comprobado que cuando los docentes exaltan y promueven esas actitudes, los
educandos tienen niveles más altos de desarrollo moral y por lo tanto, mayor probabilidad de ser
solidarios y generosos. En este sentido, un educador solidario se caracteriza por saber escuchar,
favoreciendo la comunicación, ya que ser solidarios es compartir alegrías y tristezas, valorar lo
que las demás personas piensan. Por su parte, Arquetipo (2003) sostiene que: “La solidaridad
consiste en un sentimiento de comunidad, de afecto hacia el necesitado, de compartir no sólo
cosas, sino también obligaciones. La solidaridad tiene los siguientes componentes: compasión,
reconocimiento y universalidad.” (p.47)
La solidaridad como valor dentro del medio educativo debe abarcar el ámbito universal y
llegar con la práctica hasta los detalles más pequeños de generosidad, condescendencia,
comprensión y colaboración. Si se practica este valor, los educandos llegarán a asumir con el
tiempo, una conducta solidaria conciente y espontánea sin ninguna coacción o imposición.
En este sentido, se considera que la solidaridad verdadera implica afecto hacia el que lo
necesita, se acerca más a las actitudes particulares, así como la justicia tiende a ser más cercana a
la ley, que es general. De allí que la solidaridad es el camino seguro hacia la justicia que es
impuesta, mientras ser solidario es un hecho de la propia voluntad.
Entre los cuentos más conmovedores de Julio Garmendia se encuentra Las dos Chelitas
(1951), en él, el autor emplea una sencilla pero significante ternura. La utilización de animales y
niños hace que los estudiantes se identifiquen con el relato. En esta historia se presentan dos
niñas que poseen el mismo nombre Chelita, una que se encuentra muy enferma y poseía animales
y juguetes diversos; la otra no podía tener animales porque a su papá no le gustaban, sólo contaba
con un sapo que se escondía en el jardín de su casa.
Chelita, la de enfrente quería el sapo de su amiga, y le ofrecía sus cosas a cambio de éste,
Chelita la de acá no entendía porque su amiga quería su sapo si tenía tantas cosas, ésta, no sabía
que su vecina estaba enferma y pensaba que era sólo un capricho lo del sapo. Cuando Chelita la
de enfrente murió, Chelita la de acá fue a visitarla en el cementerio donde dormía, allí dejó al
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sapo para que le hiciera compañía a su amiga. Un acto de generosidad y desprendimiento, la
solidaridad se ve reflejada cuando Chelita la de acá decide regalar a su amiga su preciado animal.
4.1.4 Tolerancia
La tolerancia es la actitud de comprensión frente a las opiniones contrarias en las relaciones
interpersonales, sin este valor se hace imposible dichas relaciones, pero no como una concesión
gratuita; por el contrario, cuando se tolera no se hace más que manifestar el reconocimiento de la
dignidad del otro, que le viene dada por su condición de persona.
Ortega, Minués y Gil (2000), señalan que la tolerancia “como valor moral está determinada
por creencias básicas que orientan la propia vida del ser humano, no se hereda, se aprende. Ello
exige entonces, crear las condiciones adecuadas para dicho aprendizaje” (p.57). El valor de la
tolerancia conlleva, además, unos aprendizajes previos como respetar el modo de pensar y
comportarse de los otros, es decir, presupone aceptar que pueden existir otros modos de vivir y
entender la vida desde un punto de vista distinto al propio y que la verdad puede ser compartida;
además, esta se basa en la competencia comunicativa, y en el aprendizaje de las habilidades
sociales de la comunicación.
Se puede considerar a la tolerancia como el medio ambiente de una sociedad plural, donde
las creencias de todo tipo y sus manifestaciones encuentran soporte y son efectivamente
promovidas, sin más limitaciones que las impuestas por los derechos de los demás. Se puede
decir, que tolerar a las personas es respetar su vida, sus creencias, valores, su modo de ver la
vida, aunque sean diferentes a los propios.
Los educadores pueden promover la tolerancia en los alumnos. Esto implica la necesidad de
buscar la manera que los estudiantes se acepten a sí mismos y a los demás como son. Nadie es
peor o mejor que nadie por pensar o ser diferente que otros. Todas las personas somos diferentes,
pero iguales, aunque tengamos razas o colores de piel u ojos diferentes, somos seres humanos
iguales. Desde esta perspectiva, debe plantearse la educación; pensar en tolerar y aceptar a
nuestros semejantes tal y como son, sin etiquetar o discriminar a las demás personas.
En este sentido, el cuento Manzanita de Julio Garmendia incorpora la tolerancia como
valor. En este relato el autor plantea una confrontación de sentimientos, a pesar de que la historia
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fue trabajada con seres inanimados, las frutas que hablan, estos actúan y sienten como seres
humanos. En una frutería, donde se encontraba una manzana criolla, llegan nuevas manzanas
extranjeras, éstas son compradas por las personas, ignorando a Manzanita, la cual se siente triste
y desea morirse por la presencia de las norteñas. Al final Manzanita, comprende que todas son
iguales y desea lo mejor para ellas.
Aceptar a los demás como son es una característica de la tolerancia, así como aceptarse a si
mismo. Para procurar una convivencia feliz, es necesaria la colaboración de todos, el respeto por
la opinión ajena, aceptar y respetar que las cosas pueden ser diferentes o distintas a lo
acostumbrado; así mismo, el respeto a las costumbres, hábitos y gustos. Por lo tanto, se debe
mantener un diálogo abierto y lógico que permita la maduración del ser humano en busca de una
convivencia adecuada.
4.1.5 Amor
El ser humano responde con sensaciones agradables o desagradables ante situaciones de la
vida diaria o estímulos del ambiente. Cuando éstas suceden con regularidad e inclusive se evocan
con la memoria (imaginación), se ha establecido en el individuo un afecto y el valor del amor. El
ejercicio constante de acciones que tiendan a provocar respuestas afectivas agradables en los
estudiantes, es una responsabilidad primordial de los docentes.
Para Villapalos (2002), este valor constituye: “La grandeza del amor auténtico radica en
que su meta es la persona amada, no la correspondencia que puede obtenerse. Amor
condicionado no es amor, es interés, reduce la persona amada a medio para algún fin.” (2002:
325). En el campo educativo, conviene que los docentes manifiesten el amor por los niños y
niñas; es importante considerar que éstos muchas veces no reciben amor en el núcleo familiar, y
es labor del educador demostrar a los estudiantes ese sentimiento, para formar hombres y mujeres
que valoren y amen a sus semejantes, sin esperar nada a cambio.
Según López y Violi (2001), el clima de cordialidad necesario para el desarrollo del niño se
logra principalmente con la expresión del afecto dentro del ámbito escolar, lo cual aumenta y
consolida su autoestima. Sin embargo, hay que diferenciar el afecto de la autoridad consentidora
de algunos ámbitos educativos y regir o evitar el chantaje de lo afectivo, pues ello destruye al
grupo, y por consiguiente, la autoestima en cada uno de sus miembros. Es importante considerar,
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que el binomio autoridad-afecto es una de las piezas fundamentales del funcionamiento escolar.
Su conocimiento permite el desarrollo de un grupo más operativo y por ende, más sano. En este
sentido, se debe tener claro lo siguiente:
a) El exceso de autoridad por parte de los docentes impide el crecimiento del valor de la libertad
y su continua supervisión puede fomentar en el educando el contravalor de la sumisión o rebeldía
se presentan una imposición.
b) El exceso de afecto atenta contra el desarrollo de la capacidad de tolerar la frustración y puede
llegar a formar individuos tímidos, malcriados (sobreprotegidos) y evasivos.
c) La ausencia de autoridad o de afecto puede conllevar a la aparición de conductas poco
predecibles y, por ende, inadecuadas, fomentando así los antivalores.
Es por eso que en el medio escolar es importante la actuación de los docentes, por cuanto
estos son el modelo a seguir por los niños y niñas, quienes los instruyen acerca de los valores, les
brindan afecto, demostrando actos de amor a través de sus enseñanzas y gestos o actitudes.
Al respecto, Albornoz (2001) expresa “los valores son la herencia moral que los adultos les
dejan a los menores” (p.111). En este sentido, se puede decir que estos son libres y se transmiten
sólo en forma efectiva, cuando el niño o niña los adopta y los vive conscientemente. Los valores
se transmiten en el campo educativo, porque los docentes tienen la oportunidad de ofrecérselos a
los alumnos como algo que vale la pena adoptar, y se fortalece en la convivencia diaria, a través
de las interacciones con los demás y de las experiencias que proporcionan la satisfacción y la
alegría de vivirlos.
“Si un niño vive amado, aprenderá a amar (se)… El amor y la protección a un niño deben ser incondicionales. Nunca deben ponerse en duda. El niño debe saber que se le quiere siempre. También por supuesto cuando se le regaña. Cuando se le reprende es por su bien y así debemos hacérselo entender.” (Díaz. 2004: 10)
Si se toma en cuenta que la escuela es una de las instituciones que más influye en los
menores, se comprende la importancia de darle a los valores plena vigencia en su ambiente.
Savater (2001), plantea algunas pautas que podrían orientar a los docentes en la transmisión y
reforzamiento de los valores morales, entre ellos el amor:
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a) Educar con el ejemplo.
b) Respetar las decisiones de los educandos, siempre que estas sean adecuadas.
c) Proponer modelos de identificación que consoliden la vigencia de los valores con el peso de la
tradición.
d) Ayudar a los niños y niñas a descubrir el sentimiento de gratificación que nace de la adhesión
a los valores, entre otros aspectos.
Además, todos los docentes se enfrentan al desafío de inculcar a sus alumnos valores que
enriquezcan su vida. Por esta razón, se hace necesario que los mismos se comuniquen entre sí, se
respeten, sean coherentes en sus exigencias, no formen dudas y a través de su conducta brinden
valores morales sólidos, a pesar de las diferencias que pueden existir con el educando. Es decir,
deben comprender que además de ser responsables por ellos, son unos modelos a imitar, por lo
cual tienen que resaltar el valor del amor mediante diversas actividades o reflexiones en el medio
educativo.
4.2 Valores sociales
Según Muller (2001), los valores sociales “son aquellos criterios que rigen el
comportamiento de los seres humanos y su práctica se identifica con un individuo y su manera de
desenvolverse en el grupo al cual pertenece, afirmando así una determinada concepción de la
humanidad” (p.114); es decir, que los valores sociales se ponen en práctica continuamente dentro
del ámbito donde se desenvuelve el individuo e indica la manera o visión que se posea del
entorno.
Por otra parte, los valores sociales poseen una jerarquización o clasificación que ha sido
objeto de discusión e interpretación desde diversos puntos de vista, ya que éstos varían con las
épocas y las necesidades, así como también, con la evolución del mundo, dado que éste se
encuentra en constante progreso y no se aplica una axiología que postule valores eternos e
invariables.
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Sin embargo, Suárez (2004) señala que los valores sociales que deben internalizar los niños
y niñas dentro del medio escolar son los siguientes “responsabilidad, cooperación, respeto,
justicia, paz y sinceridad entre otros, ya que todos ellos van incluidos en el proceso unitario del
desarrollo personal” (p.242). En este sentido, señala la mencionada autora, que todas las personas
nacen en un ámbito social, pero no en estado de desarrollo y madurez en sus relaciones humanas,
es decir, tener la capacidad de llevar a cabo actos positivos de vida, supone todo un proceso
educativo, vivencial que es a su vez social.
De allí, que el docente debe tener entre sus prioridades desarrollar el carácter de los
educandos, formar actitudes, aptitudes y facilitarles el descubrimiento de virtudes, de manera que
se conviertan en aspectos necesarios para una auténtica educación integral que les permita
relacionarse de una manera adecuada con la sociedad.
Por su parte Buxarraís (2003) plantea: “Los valores tienen tres dimensiones: una objetiva,
de ser y valer en sí mismos; otra sujetiva, se valoran en cuanto representan un interés para el
sujeto; y un carácter social en cuanto aspiran de un colectivo humano determinado” (2003:83).
En el sistema educativo, es importante que el educando desarrolle valores sociales para poder
convivir armónicamente, estos se estructuran en las dimensiones objetivas, sujetivas y social;
buscando que el niño, niña y joven desarrolle su capacidad crítica, creativa, intelectual, entre otos
aspectos; para incorporarse a la sociedad de una manera adecuada, conforme y útil.
La responsabilidad del docente radica en formar niños y niñas, que se encuentren
preparados tanto intelectualmente como socialmente para incorporarse a una sociedad
competitiva y exigente. Esa sociedad necesita, además de conocimientos, valores sociales que
permita la convivencia sana, la participación de todos los que la integran de manera responsable,
cooperativa, respetuosa y justa, entre otos valores. Por lo tanto, se hace necesario implementar y
desarrollar los valores antes mencionados en las escuelas, que permita crear hombres y mujeres
capaces de enfrentar dificultades y unirse para obtener una mejor sociedad.
4.2.1 Responsabilidad
Según Faría (2001), la responsabilidad es la “capacidad que tiene el ser humano de conocer
y aceptar las decisiones y actos que realiza conscientemente” (p.101). Es decir, que el valor de la
responsabilidad radica en el conocimiento conciente de lo que hace o deja de hacer una persona.
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El ser humano constantemente realiza actos para los cuales se debe tener conciencia, para ello, es
importante hacerse cargo de dichos actos y la responsabilidad se basa en aceptarlos y tomar
conciencia sobre ellos.
El autor antes mencionado, considera la responsabilidad como el talento que tiene el
individuo para aceptar sus deberes y derechos, al igual que reconocer las consecuencias de sus
actos. Esto significa, que si el educando ha consolidado unos criterios de valores dentro del
ámbito educativo, puede responder ante cualquier situación que le corresponda vivir ya sea a
nivel individual o colectivo. En concordancia con lo anterior, Carreras y otros (2001), afirman:
“Se considera individual la capacidad que tiene una persona de conocer y aceptar las consecuencias de ser libres y conscientes; y se llama colectivo, la capacidad de influir en lo posible en las decisiones de una colectividad, al mismo tiempo que responde a las decisiones que se toman como grupo social en donde están incluidos” (p. 49)
Uno de los valores más importantes debe ser la responsabilidad, lo que implica asumir las
consecuencias de los propios actos, ser consciente, libre al obrar y tomar conciencia acerca de sí
mismo, siendo responsable de sus propias acciones. Por ello, para lograr que los niños y niñas
internalicen este valor, es poniendo en práctica actividades sencillas para formar o desarrollar el
hábito; es decir, se trata en general de educar la responsabilidad, aprovechar o establecer
situaciones en las que puede ir responsabilizándose de algo específico, comenzando por la
infancia y adolescencia.
Al respecto, el sentido de responsabilidad surge de la dignidad personal y de una voluntad
siempre vigilante de producir según principios conscientes, asegurados y con duradera fuerza de
reflexiva autodeterminación. Se trata de un cumplimiento integral de las obligaciones adquiridas
y del puesto que cada uno ocupe en la vida social. En este sentido, es pertinente resaltar a
Arquetipo (2003), cuando considera “ser responsable es tener conciencia de las obligaciones
propias. Es actuar cumpliendo con ellas por convicción y no simplemente porque sean
obligaciones sentidas como una carga, sino disfrutando de la satisfacción del deber cumplido”
(p.178).
La responsabilidad es la respuesta a cada situación, cuya capacidad es tan amplia como el
ámbito vital del ser humano. Esta capacidad de percibir la obligación, depende de la amplitud de
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espíritu de cada niño y niña, pues nunca se puede hacer caso omiso a la autonomía moral que
determinará el campo personal. Esta autonomía definirá en caso particular, el rol individual que
le toca cumplir, siempre en relación con la sociedad a la que pertenece.
Por lo tanto, corresponde al docente hacerles comprender el valor de la responsabilidad y
todas las consecuencias que se derivan de ello, por el hecho de vivir y convivir en una sociedad.
Se habla, en este caso de la corresponsabilidad que a cada ser humano le corresponde. El valor de
la responsabilidad va apareciendo y se va socializando a través del tiempo, del paso de los años,
al ir adquiriendo la madurez moral.
En tal sentido, el ámbito educativo debe ser uno de los mejores lugares para desarrollar este
valor en el educando, el espacio propicio para educar la responsabilidad, pero eso trae consigo el
que cada familia y específicamente cada docente tenga una idea clara del campo conceptual que
abarca la interiorización del mencionado valor: solidaridad significa responsabilidad con el
necesitado, compromiso es responsabilidad adquirida, la justicia es responsabilidad de todos,
tener derechos implica tener responsabilidad y amar es responsabilidad. Todos los valores tienen
un grado de responsabilidad y es deber del individuo adquirirlo y llevarlo a cabo.
Según Carreras y otros (2001), “la responsabilidad es un valor que se constituye en la
capacidad de sentirse obligado a dar una respuesta o a cumplir una actividad sin presión externa
alguna” (p.67). Desde este punto de vista, en la escuela desde la vertiente individual debe
intentar, por ejemplo a través de diversas actividades, responsabilizar al niño de ir limpio y bien
arreglado a la institución, que tenga una alta autoestima y un buen comportamiento, entre otros
aspectos.
En la segunda vertiente, le debe enseñar que además de ser responsables de las decisiones
que tome, también tiene que responsabilizarse junto con sus compañeros en las tareas o
actividades que se realicen en el aula o fuera de ella, para que exista una buena relación. Según
estos planteamientos, los niños y niñas deben aprender a cumplir las normas que les dictan sus
docentes y la comunidad donde viven, así como respetar el entorno. Esto puede llevarse a cabo
por medio de lecturas de cuentos que les permitan reflexionar acerca del valor de la
responsabilidad.
70
En este sentido, la responsabilidad es vista en una obra emblemática de Jilio Garmendia,
como La tienda de muñecos (1927). Esta historia se establece en una tienda de muñecos, donde
los propietarios de esta han sido descendientes de una familia. Dentro del relato se plantea una
organización familiar, por el hecho de mantener un negocio que ha pasado de generación en
generación, mostrando así, una secuencia en los tiempos de la obra, comenzando por el abuelo,
luego por el padrino y por último por el nieto, conservando una tradición que se consolida y
donde se establece la responsabilidad de mantener la tienda, entre los miembros que la integran.
Como la responsabilidad es un valor muy amplio, se deben realizar propuestas o prácticas
para habituarlos a aceptar cualquier crítica positiva, evitando la pasividad; profundizar y ampliar
la visión de los problemas; escuchar y dialogar para intercambiar puntos de vista; fomentar el
optimismo frente a las peores situaciones; buscar soluciones y actuar en consecuencia.
4.2.2 Cooperación
De acuerdo con Carreras y otros (2000), la cooperación se puede definir “como la acción
que se realiza conjuntamente con otro y otros individuos para conseguir un mismo fin” (p.237).
Esta acción aunque a veces es un beneficio para si mismo, siempre tiende a beneficiar a los
demás. Se infiere por tanto, que para que este acto se considere cooperativo tiene que existir una
reciprocidad, si no existe ésta, no se puede considerar la cooperación, sino sólo de ayuda.
Asimismo, señala que en la actualidad existe aparentemente, una contradicción entre la
cooperación y la competición, por ello en las últimas décadas se ha favorecido mucho esta última.
Este es un aspecto negativo y contrario al valor nombrado y se debe evitar dentro del medio
escolar. En efecto, dentro de la cooperación se debe ser un miembro activo e iniciar la acción y
no esperar que los demás empiecen a actuar, es decir, es importante ser los iniciadores o tomar la
iniciativa ante cualquier situación que requiera buscar soluciones.
De allí, que los docentes pueden seleccionar varias actividades mediante la lectura de
cuentos que sirvan para fomentar la cooperación y observar la necesidad que se tiene de las
demás personas (familiares, amigos, miembros de la comunidad); estimular la comunicación y
coordinación en el grupo; así como también, tomar conciencia acerca de que las diferencias
existentes entre las personas, no son una dificultad para que se produzca una buena convivencia.
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En Manzanita (1951) cuento de Julio Garmendia, se presenta la cooperación. Esta historia,
antes mencionada, trata de la pena y el dolor que sentía una manzanita criolla ante la llegada de
unas manzanas del norte. Ante tanto dolor las frutas se solidarizan con Manzanita, la ayudan en
su dolor, cooperan hablándole y dándole ánimos para que no se sienta mal, y hasta la llevan a
enterrar, así mismo, aparece un gusano para darle ánimos y explicarle que todas las manzanas son
iguales. La cooperación de las frutas y el gusano hace que en la frutería se presente la alegría y
convivencia feliz.
En las escuelas se hace necesario propiciar la cooperación, por medio del trabajo en equipo
orientando y desarrollando éste hábito. Para que este valor se consolide en los educandos, el
docente puede establecer estrategias constantes, que permita que los alumnos adquieran la
cooperación como valor personal, y la pongan en práctica de manera constante.
En este sentido, señala Aguilar (2002) “los aspectos o valores relacionados con la
cooperación son la ayuda, el compañerismo, la colaboración, la amistad, la generosidad, la
imaginación, amabilidad, el respeto y la solidaridad” (p.221). Así mismo destaca sus
contravalores, que para la autora son la enemistad, el egoísmo, el individualismo, el desprecio y
la irresponsabilidad.
4.2.3 Respeto
Según Carreras (2000) el respeto “es la consideración, atención o admiración que se le debe
a una persona” (p.199). Se puede decir también, que es el sentimiento que lleva a reconocer los
derechos y la dignidad de los otros individuos. Por lo tanto, este valor se fundamenta en la
dignidad de la persona, la cual debe ser compartida de igual a igual.
Además, el respeto hacia sí mismo se basa en el respeto que se profesa a los otros como
personas. De esta manera, la dignidad queda situada entre dos coordenadas básicas: la del respeto
que se tiene el educando hacia si mismo y el que siente por los demás. El primero es la condición
para saber vivir y sentar las bases para una auténtica convivencia en paz; y el segundo es el que
se plantea a una sociedad.
Desde esta perspectiva, el docente también debe inculcar el valor del respeto a la naturaleza,
al mundo que los rodea, a los animales y a las plantas; es decir, para que el educando respete a los
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demás siempre ha de tener unos modelos a seguir, tales como los padres y educadores, los cuales
son su ejemplo y respetándolo a él, han marcado unas pautas que podrá seguir toda su vida.
En este orden de ideas, Aguilar (2002) expresa “por el hecho de ser personas, siempre
seremos más importantes que cualquier cosa, por valiosa que sea, lo cual nos infundirá un gran
respeto por la dignidad humana” (p.222). En tal sentido, explica que el docente debe proponerse
lograr objetivos como los siguientes:
• Despertar en los educandos el respeto hacia el sí mismo y a los demás.
• Respetar el entorno.
• Favorecer este valor en todas las oportunidades posibles.
• Potenciar el respeto al medio ambiente.
• Descubrir el valor de la convivencia y la aceptación de la diversidad.
Cabe destacar que otros valores relacionados con el respeto son: la sinceridad, amabilidad,
aprecio, autoestima, comprensión y humanidad. Sus contravalores son el egoísmo, desfachatez,
desconsideración, desigualdad e incomprensión.
En La hoja que no había caído en su otoño (1981) se plantea situaciones de irrespeto, esto
es el contravalor del respeto. Cuando la hoja que se encontraba en la gran Ceiba, sola en el árbol,
ésta fue envejeciendo y llego de nuevo la primavera, comenzaron a salir nuevas hojas bellas. La
hoja envejecida pedía que la ayudaran a volver al sitio donde salieron las hojas de su tiempo, las
hojas nuevas se burlaban de lo que decía la anciana y se reían de ella. Por medio de ejemplos se
puede llevar a la reflexión a los estudiantes, haciendo que tomen conciencia sobre los actos que
se pueda presentar en sus vidas.
4.2.4 Justicia
Para Carreras (2000), tanto la justicia como la injusticia se descubren en la simple
convivencia, siendo clásica su definición como “actitud moral o voluntad decidida de dar a cada
uno lo que es suyo” (p.11). Ese cada uno es la parte fundamental de la justicia, y debe existir la
equidad en ambos lados. Por lo tanto, es un valor que supone siempre, la consideración de la otra
persona a quien debe respetarse. Es la virtud de la equidad, de la medida, de la igualdad y el
orden.
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De allí, que conocer este valor es fundamental porque es la base de otros valores. Sin
justicia es falsa la actitud de paz, cooperación, tolerancia. Al respecto, Aguilar (2002) señala que
se deben ejecutar actividades tales como:
• Educar a los educandos en la práctica y el conocimiento de la justicia, tanto en la escuela
como fuera de esta.
• Enseñar a aceptar y respetar las normas siendo equitativo.
• Informarles sobre sus derechos y deberes e iniciarlos en el respeto de los demás.
Cabe destacar que sus valores asociados son el respeto mutuo, la cooperación, tolerancia,
reconocimiento, imparcialidad y honradez. Sus contravalores son la violencia, injustita, falsedad,
intolerancia, envidia y egoísmo.
Para Vinuesa (2002), actuar con justicia implica: “El que actúa con justicia ha elegido
libremente y cuenta con razones para actuar de ese modo. Razones como hacer el bien o lograr la
felicidad.” (p. 180). En La hoja que no había caído en su otoño (1981), se presenta igualmente
como otros valores, la justicia, y su contravalor la injusticia. La injusticia es observada cuando las
nuevas hojas se burlan de la hoja envejecida, sin saber por los que estaba pasando esta; por otra
parte también se puede mencionar la justicia divina, esta se vislumbra cuando un tordo
enamorado decide arrancar la hoja envejecida y llevársela, cuando por cosas del destino la suelta
para hacer un “pío” a una pajarita; la hoja es soltada y es llevada por los vientos a dar vueltas y
vueltas. La justicia puede venir de quien uno menos lo espera, es necesario cultivar en los niños
la justicia para crear hombres y mujeres de bien.
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CAPITULO V
Análisis de los valores en los cuentos de Julio Garmendia
La literatura representa un reflejo de lo material y de la vida real, que mediante símbolos y
signos bien estructurados, muestran creaciones llenas de fantasías e imaginación, que proporciona
a todo aquel que lo lee, goce, aventura creativa y crecimiento humano.
Cuando se realiza una lectura de un texto literario, el lector accede a involucrarse en la obra,
anteponiendo sus experiencias previas, estableciendo un enlace con lo que se plantea en la obra,
envolviéndose dentro de las emociones y la imaginación que le proporciona el texto, a la vez que
adquiere nuevas vivencias que le permiten comprender situaciones cotidianas.
“La obra literaria no es de manera primordial, un documento de la historia del lenguaje o de la sociedad. No es un simple espejo de la vida ni un informe sobre ella. No es una homilía que expresa preceptos morales, filosóficos o religiosos. En cuanto a obra de arte ofrece una clase especial de experiencia. Es una forma de vida. El poema, la obra de teatro, el cuento, son entonces una extensión, una ampliación de la vida misma. El propósito principal del lector es añadir, esta clase de experiencia a los demás tipos de experiencia deseable que puede ofrecer la vida.” (Rosenblatt. 2002:299).
El hombre se expresa a través de las palabras, estas se encuentran en nuestros pensamientos,
el lenguaje es utilizado para nombrar todo lo que nos rodea, lo que pensamos y lo que sentimos.
Para Octavio Paz (1983): “La palabra es el hombre mismo. Estamos hechos de palabras.” (p. 30),
de este modo, la palabra es la base en la comunicación y le da nombre a todo aquello conocido.
El lenguaje es una condición de la existencia del hombre y su esencia es simbólica, porque
consiste en representar o comprender un elemento de la realidad por otro. Los escritores de
literatura plasman mediante el juego de palabras su visión particular del mundo, tal es el caso de
Julio Garmendia (1898 – 1977), escritor larense que durante su vida publicó solo dos libros, el
primero La tienda de muñecos (1927), y el segundo La tuna de oro (1951); a este último le debe
el reconocimiento de la crítica como uno de los más novedosos narradores latinoamericanos de la
época. Obteniendo el Premio Municipal de Prosa en Caracas en 1952 y posteriormente el Premio
Nacional de literatura en 1973. Después de su muerte se editaron algunos textos inéditos junto a
otros ya conocidos en el volumen La hoja que no había caído en su otoño. (1979), La
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motocicleta selvática (2004) y El regreso de Toñito Esparragosa contado por él mismo (2005).
Sus cuentos poseen una gran riqueza en cuanto a su carácter valorativo, colmados de diversos
significados y con profundas reflexiones.
Los relatos de Julio Garmendia, poseen una aparente simplicidad narrativa, sus historias
reducidas al mínimo accional, están cargadas de diversos significados; uno de sus rasgos más
sobresaliente y atractivo es la originalidad en los temas que trata; así mismo, se muestra en
algunos de sus cuentos la veneración extraordinaria y auténtica del narrador protagonista, en la
que representa elementos de la naturaleza como plantas y animales. En algunos de sus
narraciones suele presentarse su carácter ambiguo, es decir, una significación diferente que hace
que el lector desarrolle su libertad imaginativa, donde se plantean dos historias, dos conflictos y
dos finales en los cuales uno se encuentra dentro del otro en el mismo discurso. Tal es el ejemplo
de Manzanita (1951), donde el autor incorpora en su discurso la doble significación, por un lado
el sufrimiento de Manzanita por la llegada a la frutería de las manzanas extranjeras, y por otro
lado el conflicto social que se plantea entre las frutas.
Garmendia utiliza en la narrativa de sus obras diferentes técnicas o métodos literarios, que
van desde lo real, a lo fantástico y mágico. Para Carpentier (1949) en Sambrano (1999) una obra
literaria es realista, cuando el autor emplea su discurso poético para referirse o aludir a dos
realidades, una denotada perteneciente al discurso y otra connotada referida al universo
extratextual. Es fantástica, porque el autor se desliga de los fenómenos comunes o frecuentes para
incorporar lo maravilloso, lo insólito y lo inusitado, apartándose de la realidad natural y
cotidiana; y es mágica, cuando existe una relación en la misma obra de los elementos reales y
elementos fantásticos.
Un claro ejemplo de la técnica realista es el cuento titulado La tienda de muñecos (1927),
en esta historia Garmendia utiliza un discurso poético con doble significación, la primera basada
en la visión de la realidad presente en el texto, que muestra los sucesos que ocurren en una tienda
de muñecos, y la otra es la que el autor asoma y se relaciona con el relato dando a entender
situaciones que acontecen en cualquier época, lugar o sociedad.
Por otro lado, Garmendia emplea la técnica de lo fantástico, cuando incorpora en sus relatos lo
asombroso, lo extraño, lo único, lo nunca visto ni oído; alejándose de la realidad y
desprendiéndose de lo cotidiano. Ésta característica se ve representado en su obra El médico de
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los muertos (1951), el titulo en sí mismo parece un absurdo a simple vista, pero, su contenido
posee una profundidad alegórica, irónica y fantasmal, que hace que el lector entre al mundo de la
fantasía.
Otro elemento que utiliza Garmendia en su discurso literario es el realismo mágico; ésta
práctica se caracteriza por mantener una relación entre la realidad y la fantasía o viceversa,
detectándose una yuxtaposición aceptada por los integrantes del acto comunicativo (emisor,
receptor), que permite la incorporación en el juego imaginativo, donde intervienen los elementos
literarios de la ironía y el humor.
Como ejemplo de lo antes mencionado, puede tomarse el cuento Manzanita (1951). En ésta
historia Garmendia incorpora las tres elementos: lo real, lo fantástico y lo mágico. Se presenta
como mágico, cuando el lector accede a la propuesta del texto, sabiendo que lo planteado en la
historia es ficción, sin embargo, se involucra en el juego de la imaginación. Manzanita presenta
el animismo en sus personajes, a los cuales se les atribuyen cualidades humanas. Personajes que
sufren, piensan y sienten; pero, que al mismo tiempo, plantean situaciones reales, como el
sentimiento que manifiesta la Manzanita al creerse desplazada por la llegada de las manzanas del
norte. Los elementos que el autor maneja en el discurso narrativo, hacen que el lector se
involucre y participe en el acto comunicativo empleando la imaginación.
En las historias de Garmendia, es normal observar frutas que hablan como en Manzanita, o
emocionarse con las aventuras de una hoja como en La hoja que no había caído en su otoño.
Igualmente, resulta divertido observar muertos que cuentan sus historias como en El médico de
los muertos, o El día de San Marginado, donde un santo se ve ignorado. Relatos que en
apariencia son sencillos, sin embargo, cuentan con elementos literarios (símil, metáforas,
humanización) que proporcionan al lector una gran gama de posibilidades imaginativas.
Garmendia, considerado uno de los más notables exponentes de la narrativa venezolana,
escribe obras que no se enmarcan en un tiempo o momento específico, en ellas sólo se observan
lugares y espacios, que determinan situaciones y conflictos. Los personajes se adaptan a
realidades de cualquier sociedad, y los valores que se representan en sus relatos, son adaptados a
las necesidades o inquietudes del momento.
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Los cuentos de Garmendia contribuyen a que los lectores desarrollen la capacidad reflexiva,
si se analizan los valores morales y sociales que se presentan en los relatos. En el caso de los
estudiantes, las historias del autor contribuyen a formar una percepción de lo bueno y lo malo,
creando una concepción y jerarquización de valores personales. De acuerdo con Rosenblatt
(2002) los alumnos se conmueven ante la obra literaria, al punto que los lleva a reflexionar sobre
las actitudes que posean, sobre el bien y el mal. En este sentido, las narraciones de Garmendia
sensibilizan y conmueven al lector, contribuyendo a reflexionar sobre los valores universales que
posee tanto el individuo como el relato.
En la presente investigación se plantea un análisis de los cuentos de Julio Garmendia,
basada en los valores seleccionados para este estudio. Dentro de la variable valores universales se
encuentran contenidos los valores morales, como la autoestima, la libertad, la solidaridad, la
tolerancia y el amor; mientras que en los otros valores sociales se encuentran: la responsabilidad,
la cooperación, el respeto y la justicia.
5.1 Autoestima
Se define la autoestima como la aceptación de sí mismo, la cual se desarrolla durante el
transcurso de la vida, y tienen sus bases en la familia, en la escuela y en la sociedad. Es
importante que los alumnos fortalezcan su estima, ya que el consolidar éste valor le ayudará a
enfrentar y superar los momentos difíciles que puedan presentarse.
Una autoestima adecuada o equilibrada contribuye a crear seres humanos seguros de sí
mismos, competentes y competitivos; capaces de trazarse metas y saber que quiere, y hacia donde
va, labrando sus propios caminos con base en los valores desarrollados. Si la autoestima de un
niño o niña es baja, se sentirá inseguro de sus actos, manifestará dudas y necesitará siempre de la
aprobación de los demás para concretar una labor.
Por lo tanto, es importante desarrollar en el estudiante el valor de la autoestima, una
estrategia para lograrlo son los cuentos de Julio Garmendia. Entre los relatos que poseen éste
valor podemos encontrar a Manzanita, ésta historia se presenta como una narración pintoresca de
personajes novedosos y simpáticos, llenos de imaginación y humor, donde las frutas están
humanizadas. En el relato se plantea un conflicto, Manzanita se ve amenazada por la presencia de
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unas manzanas extranjeras, esto hace que Manzanita se sienta muy mal, triste y menospreciada,
desvalorizándose a sí misma.
“- Y usted se habrá fijado – dijo la Manzanita, conteniendo a duras penas sus sollozos – en lo que está pasando aquí en la frutería. Esas del norte ¡esas intrusas! Ocupan la atención de todo el mundo, y todos las encuentran muy de su gusto…” (Garmendia. 1951: 31).
Manzanita, se ve desfavorecida por los clientes de la frutería. Siente un gran dolor; cree que
para sobrevivir debe tener una gran apariencia, no se acepta como es, sino que observa en las
manzanas extranjeras las cualidades que ella juzga no poseer. Sin embargo, después de tanto
sufrir, Manzanita se acepta como es, aprecia y se siente feliz de ser una manzana criolla, que
pertenece al lugar donde está, al igual que reconoce sus limitaciones y debilidades: “- Después de
todo – dijo… son frutas como yo, hijas de la tierra y del sol, buscadas por los niños y los
pájaros… ¡Perecederas frutas como yo!” (Garmendia. 1951: 42).
Otra historia de Garmendia donde se ve reflejada la autoestima y otros valores, es en La
hoja que no había caído en su otoño (1982). En éste cuento se presenta la vida de una hoja, sus
deseos de permanecer en un árbol aún en contra de su evolución natural, sin que nada ni nadie se
interpusieran en su permanencia en la gran Ceiba. La hoja, a comienzos de su vida lucia bella,
esbelta y joven; poseía una alta autoestima; creía que su juventud iba a ser eterna, y no aceptaba
los designios de la naturaleza:
“…en ocasiones, se sentía un sí es no es tentada a considerar aquella resistencia especial suya, y aquella su normal adherencia, y su fijeza y duración, como indicio de quién sabe qué supervivencia extraordinaria, que a ella le estuviera reservada entre las hojas…” (1982: 27).
Con el pasar del tiempo la hoja fue desmejorando, su apariencia comenzó a sufrir cambios
que se vieron reflejados en su textura y color. Sus sentimientos comenzaron a cambiar y empezó
a lamentar el haberse quedado en el árbol, sola y envejecida. Su autoestima comenzó a
resquebrajarse como ella, a tal punto que deseaba morir y ser llevada por cualquier elemento
natural o humano. “- ¡Vientos de marzo! ¡Llévame a mí! ¡Llévame a reunirme con las hojas que
cayeron de esta rama en su época!” (1982: 28).
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Cuando una persona posee una autoestima baja, puede llegar al punto de desear hasta la
muerte. Por lo tanto, es necesario llevar a que los estudiantes reflexionen sobre lo importante de
éste valor y desarrollarlo en ellos, con el fin de crear hombres y mujeres estables
emocionalmente, autónomos, seguros de sí mismo, capaces de enfrentar la vida.
La autoestima también puede presentarse como la aceptación de sí misma, y ésta se ve
reflejada en Eladia (1951), una historia que refiere a un personaje sumiso, trabajador y religioso.
Eladia, es una mujer que presta su servicio como domestica en una casa de familia; es callada y
obediente, y tenía como frase que no se cansaba de repetir “¡Me pesa! ¡Me pesa!", esto como
forma de demostrar para sí misma, su devoción religiosa.
Una mujer de pocas palabras y laboriosa, decide un día irse sin ninguna explicación. Con el
pasar del tiempo, regresa a la casa donde trabajaba y pide ser recibida con una niña en brazos.
Eladia, enfrenta su situación y decide criar a su hija de la manera como fue criada ella; le inculca
a su hijita el amor, la humildad y su creencia religiosa.
“Sonreía como no había sonreído nunca; hablaba, sonreía su mirada. Era feliz, casi hermosa. Era como si ella misma hubiera vuelto a nacer, y se cargara en sus brazos, y se cantara a sí misma. Acariciaba la cabeza de su nenita, la apretaba con fuerza contra su pecho…” (1951: 61)
La autoestima de Eladia había crecido con el nacimiento de su hija. Su vida había
cambiado, ya no era callada y de pocas palabras, todo lo contrario, ella reflejaba la grandeza y la
dicha de ser madre. Sus ojos, sus palabras y su mirada daban muestra de una mujer dichosa,
capaz de enfrentar cualquier obstáculo en su vida.
En Eladia la autoestima es singular, es decir, se ve representada desde el respeto y la visión
de sentirse un ser especial. Este personaje, a pesar de ser trabajadora doméstica, le inculca a su
hija la cualidad de ser buena trabajadora responsable y de mantener su obediencia hacia la
patrona. Sabemos que los hombres y mujeres somos seres iguales; sin embargo, el estilo que
identifica cada individuo es lo que lo hace diferente; las actitudes que desarrollan en el transcurso
de su vida son las que llegan a identificarlo.
Tres historias que coinciden en enfocar la autoestima, entre otros valores que se ven
expresados en las obras. La alegoría y la ironía se hacen presentes al representar dos realidades en
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cada historia; por un lado, en el caso de Manzanita se observa la situación que muestra el autor en
la obra, donde Manzanita se ve afectada por la llegada de las manzanas del norte y por el otro
lado, el autor plantea un conflicto social, el cual manifiesta la incursión de personas extranjeras a
un país o sociedad con modelos y creencias diferentes.
Por su parte, La hoja que no había caído en su otoño presenta igualmente dos realidades, en
primer lugar el conflicto personal que vive la hoja en la Ceiba, y en segundo lugar el enfoque
social que suele presentarse cuando un ser humano llega a la edad madura, siendo en muchos
casos, menospreciado y rechazado.
En Eladia también se observa el doble sentido o la ambigüedad, por una parte el estilo de
vida de un ser humano, acostumbrado a servir en una casa de familia, callada y obediente; y por
el otro la desigualdad de clase sociales y el sentido de religiosidad que existía en una mujer.
El realismo, la fantasía y lo mágico son métodos que utiliza Garmendia en sus relatos para
desarrollar la imaginación del lector. Así mismo, la ironía, la alegoría y el humor se hacen
presentes en el discurso poético que brinda el autor, con la intención de proporcionar las
herramientas necesarias que permitan ampliar la capacidad de análisis y de reflexión del que lee,
ante los valores que se presentan en los cuentos.
5.2 Libertad
La libertad como valor, es la opción de elegir atribuyéndole una responsabilidad a quien la
ejerza. Todo ser humano tiene el derecho de elegir, sin embargo, su elección le confiere una carga
de responsabilidad, al cual se debe responder de acuerdo con lo elegido.
Garmendia hace uso de la libertad en la historia La hoja que no había caído en su otoño
(1982), en ella representa claramente este valor; desde el inicio hasta el final se muestra el deseo
de una hoja por permanecer en la Ceiba. La hoja fue libre de elegir el camino que anhelaba vivir,
y éste camino la llevó a reflexionar sobre su terquedad, asumiendo la responsabilidad de sus
actos. Al final la hoja optó por buscar su origen natural, sintió la necesidad de encontrar su
verdadero camino; suplicando ser llevada con las otras hojas de su época. Así mismo, la historia
culmina mostrando el valor de la libertad, cuando la hoja es desprendida por un tordo enamorado,
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y a su vez, es soltada por él; la hoja es llevada por un remolino de hojarascas que se encontraban
maniobrando en el lugar.
“… y soltó la pobre hoja, dejándola caer en medio de una ronda de primaverales brisas que danzaban y jugueteaban y loqueaban por allí en aquel momento. Y la hoja tuvo que dar mil y mil vueltas; tuvo que hacer muchas piruetas y cabriolas… ” (1979: 31)
Otra obra en la cual se observa la libertad es El Cucarachero; este relato pertenece a los
cuentos inéditos de Garmendia y se encuentra en el volumen de La motocicleta selvática (2004).
El humor y los conocimientos de la naturaleza son puestos de manifiesto en El Cucarachero; esta
historia presenta como personaje principal a un ave; un cucarachero que se divertía volando,
saltando y cantando, por los alrededores de una plaza. “En la plaza, el Cucarachero se divertía
yendo y viniendo, echando un trino aquí, allá un gorjeo, y riendo a desbordantes carcajadas
musicales que se iban desgranando – como sólo él sabía cantarlas y reírla.” (2004: 80).
Esta ave no tenía conocimiento de que por orden del Gobierno se había decretado un
minuto de silencio, en honor a un personaje. En el instante que el cucarachero disfrutaba de su
faena de cantos y trinos en la plaza, se llevó a cabo el minuto promulgado. El cucarachero fue
apresado por cometer tal desacato a la ley, y llevado al calabozo de la prefectura; hasta que con la
ayuda de la señora cucarachera logró escapar de la celda, y volver a la plaza a cantar, saltar y
volar.
La libertad se observa en esta historia en todo su desarrollo. El personaje principal
simboliza la libertad, un pájaro que canta, salta y vuela por la plaza; luego se presenta el antivalor
que es la represión, el encierro y la cárcel; así mismo, en su desenlace ocurre el escape de la
celda, donde el cucarachero escapa del lugar retenido con ayuda de la señora cucarachera, quien
con gran habilidad engañó al guardia de la cárcel; esta liberación representa la libertad para el
cucarachero que regresa a su faena en la plaza.
Dos historias cuyos personajes son animales y plantas, muestran cualidades humanas
admirables. La libertad vista en el primer relato como el deseo de vivir y subsistir en un mundo
cargado de prejuicios; donde el anciano es despreciado, ignorado y apartado de la sociedad, sin
tener derecho a convivir, pensar y sentir, en un ambiente donde todos tienen cabida.
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En segundo lugar, un cuento que representa el derecho que poseen los individuos de actuar
libremente y sin atropellos, con la fortaleza de convivir en una sociedad donde todos son iguales,
y la dignidad sea valorada tanto en los animales como en los seres humanos.
Para Garmendia según Sambrano (1999), los animales y las plantas eran sumamente
importante; el autor demostraba un gran aprecio por la vida de todo ser vivo, brindándole la
protección y cuidado que estaba a su alcance. Es necesario respetar los pensamientos y actos de
las demás personas para convivir en un mundo donde antivalores se hacen presentes con
frecuencia. Imponer una conducta, una forma de vida y hasta unos valores conllevarían a un
adoctrinamiento y una anarquía. Privar de libertad a un ser humano sólo por complacer a alguien,
por no compartir el mismo punto de vista de esa persona o por valerse de ser la autoridad para
ejercer el poder y hacer la voluntad del más fuerte, sería llevar a la sociedad a una represión y a la
infelicidad.
5.3 Solidaridad
El individuo es por naturaleza un ser social, y por lo tanto convive con otras personas. La
solidaridad es el acto de comprometerse a convivir en sociedad y pensar que todo ser humano
necesita de los demás para poder vivir.
Julio Garmendia, en su obra La tienda de muñecos (1927) incorpora la solidaridad entre
otros valores, con la intención de promover en el lector un proceso de reflexión acerca de lo que
acontece en la historia; la cual se enmarca dentro del realismo fantástico, y en el que se
desarrollan una serie de acontecimientos que fácilmente pueden relacionarse con la realidad
política – social de cualquier tiempo.
La tienda de muñecos que pertenece a una familia, es dirigida en sus inicios por el abuelo,
luego al fallecer éste, es administrada por el padrino, y por último es heredada por el nieto quien
representa el personaje principal. La tienda posee diferentes tipos de muñecos que deben ser
tratados en forma particular de acuerdo al valor económico que representaban. La herencia no
sólo se basa en obtener la tienda y administrarla, sino en mantener una posición de superioridad y
dominio sobre unos muñecos, un empleado y un negocio que se asemeja a la conformación de
una sociedad.
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La solidaridad es interpretada en la obra desde la visión familiar, representando la unión
entre el abuelo, el padrino y el ahijado; el desprendimiento y el respeto por lo enseñado.
Igualmente, existe la contraposición a este valor o la visión desde otra perspectiva, en cuanto a la
frialdad con la cual fue educado el último heredero para tomar la administración de la tienda,
donde se mantiene el dominio sobre unos muñecos que son clasificados según el costo que
representa para el cliente, ricos o pobres, por lo que existe así una discriminación.
“Por sobre todas las cosas, él imponía a los muñecos el principio de autoridad y el respeto supersticioso al orden y las costumbres establecidas desde antaño en la tienda… Hallábase imbuido de aquellos erróneos principios en que se había educado y que procuró inculcarme por todos los medios…” (1927: 6)
La solidaridad representa el acercamiento humano y social, basado en la sensibilidad,
comprensión y en el encuentro de los individuos para buscar el bien común. Por lo tanto, el
contravalor es todo lo contrario, deshumanizarse, desprenderse de la sensibilidad, lograr el
beneficio individual sin importar los demás. El escritor hace uso del contravalor como una crítica
a los sistemas políticos - sociales, expresando irónicamente su descontento y desagrado hacia una
sociedad que personifica el egoísmo y la desigualdad.
“Muerto mi abuelo, mi padrino tampoco me permitió jugar con los muñecos, que permanecieron en los estantes de la tienda, clasificados en orden riguroso, sometidos a una estricta jerarquía, sin que jamás pudieran codearse un instante los ejemplares de diferentes condiciones; ni los plebeyos andarines que tenían cuerda suficiente para caminar…” (1927: 5).
Este fragmento hace alusión a un niño que no tuvo la oportunidad de jugar y manipular los
muñecos con los cuales convivió. Del mismo modo, la discriminación que se presentaba dentro
de la juguetería, apartando aquellos juguetes que no proporcionaban ningún ingreso,
estableciendo diferencias en el trato y en la ubicación.
Dentro del relato se plantea una organización familiar, por el hecho de mantener un negocio
que ha pasado de generación en generación, mostrando así, una secuencia en los tiempos de la
obra, comenzando por el abuelo, luego por el padrino y en último lugar por el nieto, conservando
una tradición que se consolida y donde se establece la solidaridad entre los que la integran. “…la
vieja Tienda de Muñecos de mi abuelo, que después pasó a manos de mi padrino, y de las de éste
a las mías.” (1927: 5)
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Los valores en las obras literarias representan para el lector una visión del mundo real, la
ficción es trabajada por el autor desde una perspectiva social que incorpora en la narratología
una creatividad particular, haciendo ver dentro de lo imaginario, la corta distancia que existe
entre el mundo ficcional y el mundo empírico. Por lo tanto La tienda de muñecos, expone la
solidaridad como la esencia en una sociedad que busca un cambio en función del bien común,
donde la ficción y la realidad se fusionan para dejar un mensaje, en el cual los valores familiares
forman el centro de la historia.
Otra historia donde la solidaridad se ve representada es Manzanita (1951). Este relato posee
una profundidad alegórica que la convierte en una gran metáfora de la vida, y como se ha
mencionado anteriormente, esta narración se asemeja a la fábula, debido a la humanización de
seres inanimados y también a la moraleja indirecta que parece desprenderse de la solución dada a
los conflictos.
El cuento se basa en el sufrimiento y la desesperación que siente manzanita ante la llegada
de las hermosas manzanas extranjeras cuando es menospreciada a sí misma, y a medida que se
va desarrollando el cuento, esta persona descubre en sí mismo su propio valor.
La solidaridad se encuentra representada en la unión de las frutas, al compartir el dolor y el
sufrimiento de Manzanita. “Cálmate, Manzanita, cálmate- le decía maternalmente la lechosa... ”
(1951: 32). El autor muestra como las frutas se solidarizan hacia la Manzanita, comparten su
dolor, cooperan con ella, tratan de consolarla, uniéndose al sufrimiento que siente su compañera.
Así mismo, la solidaridad es representada desde la parte humorística. Garmendia incorpora
el afecto y el humor en el relato, lo cual le da una visión diferente y adaptable para niños. La
ternura que expresa la Piña hacia Manzanita muestra como un personaje que posee las cualidades
brindadas por el animismo, asume una actitud y una conciencia hacia otro ser que necesita de
consuelo y compañía: “... se acercó la Piña y se puso a acariciarla y a mimarla. Pero cada vez
que doña Piña le hacia un mimo en la mejilla, Manzanita se escurría un poco hacia atrás,
diciendo: ¡Ay, señora Piña! ¡Ay! ¡Ay!”. (1951: 35)
El humor forma parte de esta historia. Aunque Manzanita es consolada y abrazada por la
señora piña, también sufre, porque al ser acariciada las sierritas y las escamas molestaban a
Manzanita. Las frutas plantean un diálogo en donde intervienen las Parchitas, la Piña, los
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Mangos, la Granada, el Membrillo, la Patilla, las Guayabas y la Tuna; las cuales hablan de sus
linajes demostrando cada una su superioridad ante las demás.
En esta historia al igual que se presenta el valor de la solidaridad, también se evidencia el
egoísmo y el individualismo. Cuando las frutas comentan sobre sus orígenes, se observa como
algunas de ellas manifiestan ser superiores a otras por descender de alguna manera de frutas
extranjeras. “- también yo tengo cierto grado de parentesco con esas extranjeras por el lado
materno, como bien puede verse por mi segundo apellido, pues, como saben, yo soy el cambur
Manzano.” (1951: 35)
La solidaridad se observa al final de la historia cuando Manzanita decide aceptar a las
manzanas del norte. El respeto hacia los demás personajes y en éste caso, hacia las frutas, hace
que la solidaridad se consolide y desarrolle en una sociedad donde la igualdad y la equidad deben
prevalecer; sin distinción de clases sociales.
En Manzanita aparece el juego de lo ambiguo y la polisemia donde con particular maestría
el autor juega con el equívoco, con la doble significación, y produce una gama de tonos que van
desde lo lírico hasta lo patético, desde lo trágico hasta lo humorístico y lo irónico. Ésta narración
permite invertir el enfoque de lo que puede entenderse por valores deseables, como la presencia
de antivalores. Tal inversión del autor, confiere a muchas palabras una carga significativa
contraria a la que usualmente tienen, es decir, que aunque presenta el antivalor en el relato como
el egoísmo, se planta la posición del deber ser que es la solidaridad.
De igual manera, este relato posee una inconsecuencia coordinativa, quiere decir, la falta de
secuencia entre dos partes del discurso puestas una a continuación de la otra, sin que se
relacionen semánticamente. Se observa dicha inconsecuencia en lo que acontece en la frutería,
luego la muerte de Manzanita, su entierro en la colina y al final despertar de lo que era solo un
sueño.
La solidaridad en ambos relatos La tienda de muñecos y Manzanita, presentan la
unión, la cooperación, la búsqueda del bien común; que aunque son vistos desde los
antivalores, las historias expresan el deseo de dar un enfoque diferente del valor deseado o
ausente.
86
5.4 Tolerancia
La tolerancia corresponde a la conciencia y el comportamiento del ser humano para
encontrar el equilibrio entre dos situaciones controvertidas. Así mismo, su práctica conlleva al
respeto por la opinión ajena, al igual que considerar las costumbres, hábitos, gustos, tendencias
políticas y religiones, es decir, a respetar todo lo relacionado con la manera de ser de las
personas.
Todo valor posee un antivalor, que en este caso es la intolerancia. La intolerancia se
observa en uno de los cuentos inéditos de Julio Garmendia La joroba, perteneciente al volumen
La hoja que no había caído en su otoño (1981), el cual fue escrito por el autor en 1923.
Esta historia en su inicio plantea una diferencia de opiniones entre un hombre y una mujer,
y luego, se incorporan diferentes personas que hacen de la discusión una disputa. El narrador le
atribuye a la mujer (personaje que posee la joroba) una característica particular, catalogándola de
feminista. “Se considera a una mujer feminista como una mujer a quien le ha acontecido algo
extraordinario, a quien le ha sucedido una desgracia indispensable, a quien le ha salido una
joroba, por ejemplo.” (1981: 25).
La discusión comienza cuando un hombre ofende a una mujer con un comentario que hizo,
sin tener intención de hacerlo. Cuando el hombre arremete con sus palabras a la mujer, ésta se
siente agredida y corresponde al insulto de la siguiente manera: “- ¡El más inteligente de los
hombres no vale lo que la más estúpida de las mujeres!” (1981: 25). El respeto y la tolerancia
quedan de un lado, y se plantea una discusión.
El narrador en tercera persona indica como se burlan de una mujer feminista y se presenta
una diferencia de opiniones entre hombres y mujeres, argumentando cada grupo sus puntos de
vista; destacando que sin distingo de sexo se agrupaban de un lado y del otro, manifestando sus
discrepancias.
Las diferencias se mostraban con ofensas de palabras que no hacían más que aumentar la
intolerancia y el irrespeto por la condición del otro. Todos los involucrados en el hecho, no
buscaban de una forma cordial un acuerdo, o simplemente, no pensaron en acabar con la
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discusión. El autor mostró la intolerancia que muchas veces suele presentarse en cualquier lugar o
situación, planteándose así un conflicto social.
“Y a propósito de esto, ¿quién será el más estúpido de los hombres y quién será la más inteligente de las mujeres? ¿será posible decir cuál es el más inteligente de los hombres y cuál es la más estúpida de las mujeres?” (1923 en 1981: 26)
La tolerancia tiene como base el respeto hacia las demás personas, si éste respeto es
infringido se cae en la intolerancia. Es importante considerar que la práctica de los valores
permite que el ser humano comparta y conviva armónicamente en un ambiente social; si la
intolerancia prevalece es imposible que la convivencia se lleve a cabo.
Otra historia en la cual se observa la tolerancia, o en su defecto la intolerancia, es El gusano
de luz; publicado por Garmendia en 1917, y recopilado en el volumen La hoja que no había
caído en su otoño en 1981. En El gusano de luz la guerra es planteada por el autor
metafóricamente, a modo de sátira y con una polisemia en su lenguaje.
El gusano de luz posee dos historias; por un lado se presenta la guerra y las secuelas que
ésta va dejando a su paso; por otro lado, se describe el movimiento, comportamiento y
desplazamiento de un gusano.
“- No pongas tu esperanza, hermano mío, en esa luz maldita. No es luz, no es luz verdadera, es un gusano luminoso que está pasando por ahí. El mismo que ha dado la vuelta a la tierra. ¿No vez aquellos puntitos fosforescentes que brotan y se apagan por todas partes? Son la huellas del gusano, por ahí ha dejado él su rastro…” (1917 en 1981: 23).
El autor hace la comparación de lo que se presenta en una guerra y un gusano. Dicha
comparación conlleva al lector a reflexionar sobre lo que sucede o podría suceder si se presenta
una guerra. La falta de comunicación, acuerdos e intolerancia contribuyen a que los seres
humanos vivan alejados, separados, cargados de conflictos que inducen a los enfrentamientos.
La guerra solo es el efecto de la intolerancia entre sociedades. Garmendia plantea las
secuelas que de la intolerancia se desprende, y a su vez, le atribuye al gusano características
referidas a su naturaleza. Estas dos vertientes se unen para mostrar una historia diferente, en la
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cual, el autor manifiesta su desagrado e inconformidad hacia la actitud asumida por algunas
naciones o estados cuando llegan a la guerra.
La joroba y El gusano de luz, son dos relatos que muestran la intolerancia desde diferentes
ópticas. Por un lado, la primera contempla una situación cotidiana, que puede presentarse en
cualquier momento o sitio; y por el otro lado, el efecto que produce la intolerancia mostrado en
su nivel más extremo.
Los seres humanos conviven en un mundo donde existe pluralidad de pensamientos,
opiniones y acciones. Si todos tomamos conciencia de esta diversidad podría ser un lugar donde
prevalezca la igualdad, sin distingos de raza, credo, posición social, pensamiento y religión, un
mundo donde todos la poseen la misma condición de vida.
5.5 Amor
El amor es un sentimiento que radica en una meta, es la persona amada; tratando de realzar
y dignificar a éste ser. Así mismo, todo ser humano desea dar amor y ser amado, el cual, puede
proceder de los padres, amigos, pareja, hermanos y de todos los que se encuentran a su
alrededor.
En el cuento Eladia (1951), se presenta el valor del amor. Eladia como se ha dicho
anteriormente, es una historia que trata de una doméstica que trabaja en una casa de familia; esta
señora se caracterizaba por ser humilde, trabajadora, callada e introvertida. Esta historia posee
una trama sencilla, aunque, su calidad valorativa la transforma en un mensaje de amor y
religiosidad.
“A veces cogía con su fuerte mano la lavandera la manita apretada de la criatura, la hacia ir y venir sobre el pecho, al mismo tiempo que iba diciendo, con los ojos sonreídos fijos en los ojos de la niña: - ¡Me pesa! ¡Me pesa! ¡Diga!” (1951: 61).
Eladia es una mujer que se transforma en un ser feliz. Expresa por medio de sus gestos y
sus actos el amor a su hija; asimismo, le brinda la protección y el cuidado al pequeño ser que le
ha obsequiado la vida.
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El amor de una madre sobrepasa cualquier sentimiento. Una madre como Eladia brinda el
amor a sus hijos de manera desinteresada, solo con la finalidad de verlos crecer y ser felices, sin
esperar una retribución de ellos.
Un cuento igual o más conmovedor se presenta en Las dos Chelitas. Este texto literario
fácilmente podría relacionarse con la vida real, ya que su semejanza al mundo empírico y nos
proporciona una referencialidad que nos transporta a la situación que se presenta en la obra.
El hecho de que el ser humano padezca una enfermedad o presente un problema, el cual no
puede solucionar, despierta en todo aquel que conozca su situación un sentimiento de bondad, de
solidaridad y amor, proveniente de la conciencia y del razonamiento del ser humano. En el cuento
Las dos Chelitas se observa un juego de ideas que maneja el autor donde, una niña rodeada de
animales y de diferentes objetos, intenta persuadir a su vecina que le cambiara la única mascota
que tenia la otra niña (el sapo), por lo que ella poseía.
“Chelita tiene un conejito; pero Chelita la de enfrente tiene un sapo. Además de su conejito tiene Chelita una gata, dos perros, una perica y tres palomas blancas en una casita de madera pintada de verde. Pero no ha podido ponerse en un sapo como el de Chelita la de enfrente, y su dicha no es completa.” (1951: 63).
El deseo de tener un sapo motiva a Chelita la de acá a insistir en la proposición de cambiar
por el sapo, sus pertenencias a su amiguita. Sin embargo, al final de la historia, cuando Chelita la
de acá muere, Chelita la de enfrente reflexiona y decide obsequiarle aquel preciado animal a su
amiga, dejando su mascota en el jardín donde ella dormía: “Era Chelita - Chelita la de enfrente –
que se lo hallevado a Chelita, y de lo había puesto allí.” (1951: 67).
En este relato, el autor observa del mundo empírico los hechos que muchas veces pasan
inadvertidos; sin embargo, el escritor profundiza y encuentra pequeños acontecimientos por los
cuales se puede formar una historia conmovedora, real y humana.
En Las dos Chelitas el amor se muestra en el deseo por la vida; en la compañía y la cercanía
con los animales que son significativos para ambas niñas. El afecto que originó la muerte de la
niña a Chelita la de enfrente, la llevó a desprenderse de su preciado animal. Del amor deriva la
amistad, que contribuye a crear y desarrollar individuos sensibles, capaces de entender las
necesidades y dificultades de los otros, buscando el beneficio social.
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En ambas relatos se presenta el amor; en Eladia se manifiesta por medio del amor materno,
en la cercanía del ser amado al cual se le brinda todo un sentimiento de ternura y apego. En Las
dos Chelitas se observa dos tipos de amor, en primer lugar, el amor por la vida de Chelita la de
acá, que se aferraba a las cosas para continuar con vida; y en segundo lugar, la solidaridad que
despertó su muerte en Chelita la de enfrente.
5.6 Responsabilidad
La responsabilidad plantea como base el deber de responder, o dar razón de lo que el
individuo ha dicho, hecho u omitido. Cuando una persona actúa de cierta forma asume la
responsabilidad de sus actos. En este sentido, toda persona que practica la responsabilidad esta
capacitado para responder de algo ante alguien dando razón de sus actos.
La responsabilidad se encuentra en El alma (1927); esta historia es diferente a otras del
autor, al plantear como personaje al Diablo o Satán. Dicho personaje presenta unas características
particulares que lo diferencian de lo que usualmente se entiende de él. La cortesía, la amabilidad,
la prudencia, la complicidad y hasta la inocencia son características que le atribuye el escritor a
este personaje.
“No se atrevía a penetrar todavía pero acercábase a la ventana y enviaba hacia adentro miradas llenas de ternura e interés. Satán, no cabía duda, procedía conmigo a la manera que con una doncella a quien temía asustar y correr para siempre si le hacía violentamente sus proposiciones.” (1927: 17).
La historia presenta como trama la compra y venta de un alma; sin embargo, la persona que
acepta la negociación duda de tener alguna. El Diablo plantea al dudoso portador una forma de
indagar si verdaderamente posee o no un alma. La investigación consistía en que el hombre
moriría en manos del maligno y luego iba a volver a la vida para contar sobre su experiencia y
decir si poseía un alma.
Al final de la obra el autor no aclara si verdaderamente el alma fue vendida, o la persona
envuelve al Diablo con su discurso, al serle concedido el deseo de mentir sin parpadear.
Esta historia lleva al lector a reflexionar sobre sus actos; cada persona debe hacerse
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responsable de lo que hace, dice o deja de hacer, ya que le corresponde cumplir de alguna
manera ante alguien, o en el caso de la obra, ante algo.
Otra obra de Garmendia donde se acentúa y observa la responsabilidad es La
tienda de muñecos (1927). En ella se plantea, como se dijo anteriormente, una sucesión
en la posesión de la tienda de muñecos; la cual, ha pasado por tres generaciones, primero
por el abuelo del personaje principal, en segundo por el padrino, y por último por el nieto del
personaje.
La responsabilidad es inculcada al ahijado desde que era niño; se le enseñó a mantener una
distancia y un riguroso orden dentro de la tienda. Asimismo, fue educado con la finalidad de
asumir la dirección del negocio, sin importar sus sentimientos hacia los muñecos.
“A unos y otros, mi padrino no le dispensaba más trato que el imprescindible para mantener la limpieza donde estaban ahilerados. No se tomaba ninguna familiaridad ni se permitía la menor chanza con ellos. Había instaurado en la pequeña tienda un régimen que había de entrar en decadencia cuando entrara yo en posesión del establecimiento…” (1927: 6).
El personaje principal asume la responsabilidad de administrar y continuar con el trabajo
legado. Las enseñanzas que recibió de sus antecesores le permitieron adquirir una posición de
frialdad y rigidez ante el orden que debía prevalecer en la tienda de muñecos a pesar de sus
sentimientos, ante la muerte de su padrino.
“Cerré piadosamente sus ojos y enjugué en silencio una lágrima. Me mortificaba que Heriberto diera mayores muestras de dolor que yo… Me desasí de él sin violencia y señalándole con el dedo el sacerdote, el feo doctor, las blancas enfermeras, muñecos en desorden junto al lecho, le hice señas de que los pusiera otra vez en sus puestos…” (1927: 9).
Dos historias que coinciden en presentar el valor de la responsabilidad. Sin embargo,
plantea dos enfoques diferentes; por un lado El alma nos muestra que si una persona
obra de una manera inapropiada, se espera dar cuenta de alguna forma sobre lo que se ha hecho
(el mal proceder). Por otra parte, La tienda de muñecos plantea la responsabilidad al asumir
la administración y la coordinación de expendio de juguetes por parte del nieto (el deber
proceder).
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5.7 Cooperación
Se entiende a la cooperación como la actitud generosa y participativa de los individuos en
función de obtener un beneficio en común. Ésta establece que toda persona que practique la
cooperación, lo hace con el sentido de reciprocidad, de colaboración y de ayuda, para buscar un
beneficio que contribuya a mejorar a una colectividad en particular.
Uno de los cuentos de Garmendia en que la cooperación se ve representada es El médico de
los muertos (1951); este relato plantea las vicisitudes que atraviesan unos muertos en un
camposanto. Se presenta como trama la inconformidad que sienten los difuntos del cementerio al
ser afectados por el crecimiento urbanístico de la ciudad; y a su vez, se muestra en la obra, la
búsqueda de una solución en común que beneficie a los perturbados del camposanto.
“Llamemos al médico a ver que opina – propuso alguien, volviendo a dirigirse al celador y tratando al parecer, de evitar que resurgieran, junto con los restos de los difuntos, recriminaciones y suspicacias que para nada venían ahora al caso.
- Nos dará algo para dormir - tal vez – insistió una voz.” (1951: 49).
La cooperación se observa en la unión de los muertos para buscar la solución del problema
del descanso eterno. Los difuntos sienten grandes dificultades para poder conciliar el sueño,
debido a los constantes movimientos y ruidos que acontecen en los alrededores del lugar, siendo
este en otros tiempos, un sitio donde la calma y la quietud reinaban, donde las plantas y las flores
embellecían los hermosos jardines del cementerio, y en el cual, se podía descansar sin ninguna
perturbación.
“Esto ha cambiado mucho, mucho… - dijo uno de los difuntos echando un vistazo en derredor – Recuerdo muy bien que, cuando a mí me trajeron a enterrar, quedé materialmente cubierto de rosas, azucenas y jazmines del Cabo; no veo ahora ninguna de esas flores por aquí; paja verdosa e insignificantes florecillas, de esas que no tienen nombre alguno…” (1951: 47).
El médico de los muertos plantea dos realidades, por un lado se observa el enfoque desde el
cuento, la historia misma de los difuntos que buscan la solución a su problema; y por oto lado, el
autor proyecta en la obra un conflicto social, es decir, esboza la situación del crecimiento
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urbanístico y de cómo este afecta no sólo a los difuntos, sino que perjudica a los seres humanos
en general, y cómo acabando con el ambiente natural y con la tranquilidad de los individuos.
Otra historia en la cual se ve representada la cooperación es El cucarachero (2004). Como
se ha mencionado anteriormente, este relato trata de un ave que cantaba y se divertía volando en
una plaza de un pueblo; cuando el Cucarachero se hallaba en su faena diaria, fue apresado por
autoridades de la localidad por quebrantar un minuto de silencio que había sido decretado. Al ser
arrestado el ave, la señora cucarachera ayuda a escapar a su pareja del lugar de aprehensión, para
poder regresar a la plaza y continuar con sus acostumbradas actividades de cantos, trinos y
vuelos.
“… la señora del Cucarachero entró en conversación con el loro y éste le contó dónde estaba su marido, indicándole además una cierta claraboya por donde tal vez podría verlo y hablarle a través de una rejilla o alambre que allí había… Y cuando vinieron a comprobar si era él o ella quien andaba suelto por el patio, el Cucarachero, que se había puesto detrás de la puerta del calabozo, cuando la abrieron ¡zas! salió volando por encima de la cabeza de la autoridad.” (2004:85).
La cooperación se plantea cuando la señora del Cucarachero busca y libera a su compañero
para poder convivir y disfrutar de la vida con su pareja. A pesar de las dificultades que se le
presentaron a la señora del detenido, esta superó los problemas y encontró la salida hacia la
libertad y la unión.
La ayuda que brinda un ser a otro, con la intención de obtener un beneficio en común,
contribuye a consolidar el valor de la cooperación; y este a su vez, favorece el desarrollo
individual y social de la humanidad.
Dos historias que poseen una riqueza estética y una trama de conflictos sencillos a simple
vista; sin embargo, proporcionan un mensaje reflexivo que hace alusión a los inconvenientes que
se presentan en la sociedad.
La cooperación contempla la ayuda mutua para obtener un provecho compartido, y ésta se
plantea en El medico de los muertos como una historia fantástica, donde se dan a los personajes
cualidades de seres humanos vivos, que manejan un conflicto, y que a su vez, buscan la solución
deseada.
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Por otra parte, el Cucarachero muestra un relato fresco, ligero y humorístico, donde el autor
les atribuye a los animales la cualidad del animismo, éstos asumen actitudes y cualidades
humanas, destacando entre ellas el sentido de la cooperación, que se ve representado en las
condiciones y actos de los personajes.
5.8 Respeto
El valor del respeto es visto como la acción de reconocer que todos los individuos tienen el
derecho de ser considerados y apreciados, en la cual, debe existir una reciprocidad mutua entre
los seres humanos; y a su vez, corresponde el ser practicado este valor en los elementos de la
naturaleza (animales, plantas, ambiente). Es decir, las personas comparten y conviven
constantemente con otras personas, animales, plantas y ambiente, los cuales deben ser respetados,
valorados y apreciados para poder mantener una buena relación, una convivencia armónica con
un funcionamiento adecuado de la naturaleza, considerando siempre la existencia del otro u otros
seres vivos.
Una obra de Garmendia donde se observa el respeto o irrespeto es La Joroba (1923). Como
se ha mencionado anteriormente, éste relato trata de una mujer que se sintió agredida y lastimada
por las palabras y comentarios que hiciera un hombre, a su vez, la mujer respondió con
expresiones verbales que molestaron a otro caballero que se encontraba en el sitio. Los
comentarios y los insultos se manifestaron de parte y parte; se conformaron grupos de sexos
mixtos, es decir, no existía bandos de hombres y mujeres, sino que en cada grupo se encontraban
de ambos sexos.
El respeto o irrespeto, en este caso, se presenta cuando al inicio el narrador como personaje
de la obra arremete con sus palabras, sin saberlo contra una mujer; igualmente, esta mujer
feminista irrespeta a los hombres al decir: “¡El más inteligente de los hombres no vale lo que la
más estúpida de las mujeres!” (1923 en 1982: 25). Los comentarios provocan en cada uno de los
partícipes alteraciones, dando como resultado un encuentro de palabras que agredían a los
involucrados.
Es necesario respetar a los demás para recibir respeto; este acto debe ser mutuo ya que
todos los seres humanos tienen el derecho y el deber de respetar y ser respetados. Si
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contemplamos a nuestro alrededor, observaremos que no estamos solos, y que hay que considerar
a los otros individuos y seres que existen. Un comentario, un gesto y hasta una omisión
contribuirían a irrespetar a otra u otras personas.
Otra obra de la cual ya he hablado con anterioridad, y en donde se observan varios valores,
y donde destaca en este caso el respeto, es La hoja que no había caído en su otoño (1982). Esta
historia presenta la tenacidad de una hoja en permanecer en una Ceiba, su sufrimiento al verse
maltratada por los avatares del tiempo. Cuando la hoja se vio envejecida y sin fuerzas pidió ayuda
a unos pimpollos que nacían relucientes de savia y vida para que la ayudaran a volver con las
hojas de su época. “- ¡Oh, pimpollos! ¡Oh, nacientes pimpollos! – exclamó entonces la hoja – y
les rogó que la llevaran hasta el sitio en donde estaban las hojas que habían caído allí en su
época.” (1982: 29)
El cuento presenta el antivalor del respeto, es decir, el irrespeto; la hoja es maltratada en su
estima y dignidad; los pimpollos se burlan de la hoja envejecida con risas y palabras que la hieren
en lo profundo de su ser, y las cuales contribuyen a socavar y desmejorar a la hoja.
“- ¿Qué es lo que dice ésa? – preguntábanse unos a otros los retoños -, ¿Qué hubo hojas que una vez cayeron? ¿Qué hay algo llamado otoño? ¿Qué el tiempo nos abate y nos dispersa? ¿Qué el viento nos destroza? ¿Qué nos tumba la lluvia? ¡Ay, qué sandeces! ¡Ay, qué tonta! ¡Ay, pero qué chocha! ¡Está chiflada! ¡Ja, ja, ja!” (1982: 29,30).
Julio Garmendia emplea en algunos de sus relatos personajes de la naturaleza para
visualizar y dar a conocer los sucesos de la realidad. Es decir, en la obra La hoja que no había
caído en su otoño, representa hechos del mundo empírico, cuando personifica por medio de una
hoja a un ser humano que llega a la edad madura y se siente solo, abandonado y apartado por el
hecho de estar viejo; y a su vez, el autor emplea elementos naturales de seres inanimados,
dotados de características humanas, con la intención de dar a conocer a la naturaleza y los
elementos que lo conforman.
Cuando en la historia se observa el irrespeto, este contravalor se ve representado para dar
paso al valor del respeto. Cuando está presente el antivalor en una obra u hecho de la realidad,
también se encuentra presente de alguna forma el valor deseado.
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Dos historia diferentes de contenido y trama, pero que coinciden al verse representadas en
ellas el valor del respeto. Por una parte, en La joroba se observa el irrespeto mutuo, es decir, los
personajes manifiestan insultos unos a otros, sin tratar de controlar o detener la acción. Mientras
que en La hoja que no había caído en su otoño un personaje es el irrespetado y agredido
verbalmente por los pimpollos, al igual que se muestra el respeto a la naturaleza y a su normal
evolución.
Al mismo tiempo, las tramas que presentan ambas obras son sencillas y de fácil
entendimiento, en especial para niños de la segunda etapa de primaria, debido a que el lenguaje
utilizado por el autor es claro, con palabras de fácil comprensión, y que ayudan a enriquecer el
vocabulario del lector, igualmente, en los relatos se ven representados valores que se asemejan a
la realidad y cotidianidad de las sociedades.
5.9 Justicia
La justicia radica en la exactitud moral, es decir, se establece una igualdad de condiciones
en forma razonable o equitativa, donde cada quien objetivamente adquiere lo que le corresponde,
nunca debe faltar o sobrar para ella. Su cualidad reside o se basa en ser justo y obrar de manera
justa. Un individuo que practique la justicia ha elegido el camino del bien en pro de lograr la
felicidad. Victoria Camps en Vinuesa, afirma que la justicia es la consolidación y materialización
de todos los valores o virtudes, en especial la igualdad, el respeto, la libertad, la tolerancia y la
solidaridad entre otros valores, la cual se halla en la vida moral de la personas, es la búsqueda de
una mayor calidad de vida.
Todos los seres humanos tiene derecho a libertad de pensar, opinar y actuar, siempre y
cuando exista una justa igualdad, respetando a los que se encuentran alrededor, manteniendo la
tolerancia y siendo solidario. Es necesario tomar en cuenta que la justicia es un valor social y por
lo tanto, se exige su realización para lograr una convivencia pacífica.
Julio Garmendia nos presenta la justicia o injusticia en la obra El día de San Marginado
(2004), que pertenece al volumen La motocicleta selvática. La historia se desarrolla en la iglesia
de un pueblo, donde se encuentran varios santos, ángeles, vírgenes y todo aquello que usualmente
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poseen las capillas. Entre los santos del templo se hallan dos en particular, uno llamado San
Tremendín y otro San Marginado, vecinos de altares.
San Tremendín posee muchos devotos, gracias a los milagros que concedía; en su altar
siempre se contempla variedades de flores frescas, velas encendidas, bombillas alumbrando a su
alrededor, inscripciones y limosnas en abundancia. Todo lo contrario se puede ver en el altar de
San Marginado, las pocas flores que posee son artificiales y se encuentran envejecidas, no
conserva velas, la única bombilla que preserva enciende en ocasiones y nunca se observa los
devotos ni las ofrendas en su sagrario.
“Nunca se detiene nadie ante su altar, ni tiene el otras velas o lamparillas que el reflejo de las de su vecino sobre las tapas de vidrio de su nicho…La miseria lo persigue aun en efigie, en tanto que al otro, al gran vecino, la santidad le ha traído toda la abundancia y riquezas de las devociones, de las ofrendas y la fama.” (2004: 55, 56).
San Marginado se sentía ignorado por todos (sacerdote, monaguillo y el pueblo); observaba
siempre que a su vecino San Tremendín le celebraban su día, y se llevaba a cabo en el pueblo una
gran festividad religiosa que enaltecían al santo; mientras que de él se habían olvidado
completamente.
Un día antes de la celebración de San Tremendín, San Marginado pidió y suplicó a su
vecino cambiar de lugar para poder conocer de alguna manera que se siente saberse amado y
adorado por otros. San Tremendín accedió a sus suplicas y cambiaron de lugar y ropa; al día
siguiente San Marginado fue llevado en procesión con cantos y sonidos de campana.
Los devotos se acercaban a San Marginado creyendo que era San Tremendín, lo tocaban, le
hacían peticiones, le oraban y agradecían sus milagros, hasta que una persona qué participaba en
la celebración observó que no era San Tremendín; los creyentes se sintieron engañados por el
cambio de los santos, y culparon al monaguillo de la iglesia de lo sucedido. Bajaron a San
Marginado del retablo con golpes e insultos y lo cambiaron por San Tremendín que se hallaba en
el templo, luego de lo sucedido continuaron con la realización de la procesión.
Muchos años pasaron y San Marginado se encontraba solitario en su nicho, contaba sólo
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con la compañía de unos ratoncitos que de vez en cuando paseaban por su altar; hasta que un día
la justicia divina llegó a su puerta:
“Pero un día… – era un día de San Marginado, pero nadie ni siquiera él mismo lo sabía… Y entonces de repente se entreabrieron las antiguas puertas, sobrenaturales luces se encendieron por millares, repicaron desconocidas campanas de dulcísimas voces, y empezaron a oírse cerca y lejos, cánticos y divinas músicas sin que nadie pudiera saber de donde venían tales portentos.” (2004: 61,62).
La justicia radica en la igualdad, en saber dar el trato justo a todos; y Garmendia plantea en
su historia un conflicto social en cuanto a las desigualdades que suelen mostrarse en la vida real,
donde el antivalor se hace presente para dar cabida al valor deseado que es la justicia. Se observa
dentro del relato la injusticia, ésta aparece desde el inicio cuando existe la diferencia entre el trato
que recibe cada santo por parte del sacerdote, monaguillo y devotos.
Se presenta la injusticia cuando los religiosos golpearon a San Marginado por estar
ocupando el sitio de San Tremendín, y también cuando culparon al monaguillo de la iglesia de
haber cambiado a los santos. Sin embargo, la justicia se ve representada al final de la historia
cuando un acto milagroso y fantástico acontece en el lugar, se escucha el sonido de las campanas
y los cantos, al igual que, las luces y las palomas se hacen presentes en un día de San Marginado,
concediendo al santo lo que tanto anhelaba.
Garmendia incorpora al final de la obra elementos fantásticos, que contribuyen a que el
lector desarrolle su capacidad imaginativa, dando fe de un modo particular a la creación del
autor; y a su vez, emplea elementos literarios como el símil y la metáfora, para acercar el lector al
texto.
La justicia se muestra en otro relato conmovedor de Julio Garmendia, tal es el caso de
Guachirongo (1951); éste cuento se halla en el volumen La tuna de oro, y está basada en un
personaje real de la ciudad de Barquisimeto. Así lo afirma Oscar Sambrano Urdaneta:
“Fue Guachirongo un personaje popular que deambuló por las calles de Barquisimeto a comienzos de siglo. Julio debió verlo más de una vez en sus años de infancia. El personaje lo sedujo, se aquerenció en su memoria, y un día se le escapó hacia las páginas de un cuento…” (1999: 42).
99
En el relato, Guachirongo era un personaje humilde que vagaba por las calles del pueblo,
cambiando sus gritos y bailes particulares por unas pocas monedas; nunca se encontraba solo,
siempre lo acompañaba unos perros que lucían como él. Los adultos y los niños disfrutaban de
los entretenidos actos que hacía Guachirongo en medio de las calles o en las aceras; les gustaba
escuchar a este personaje y verlo moverse siempre con la mirada puesta al cielo, contemplando
los crepúsculos de la ciudad.
Con los años Guachirongo envejeció y continuaba entreteniendo a los pobladores con sus
acostumbradas faenas, hasta que un día en una calle del pueblo apareció un hombre muerto;
Guachirongo bailaba alrededor del difunto con vista al cielo como poseído, y por no hacer caso
de los llamados de atención de las personas del lugar para detenerse, fue apresado y encarcelado,
y al poco tiempo se le dio la libertad. Sin embargo, luego de lo sucedido, sus bailes y gritos
asustaban a los niños, éstos se escondían al verlo, Con el paso del tiempo Guachirongo
desapareció, y no se supo más de él, ni de los perros que lo acompañaban.
En la obra, la justicia o injusticia se observa en la desigualdad que existe entre Guachirongo
y las personas del pueblo. Su apariencia era degradante e inhumana y el trato que recibía era
humillante, en especial cuando fue encarcelado por hacer sus acostumbradas faenas de bailes, que
en este caso en particular realizó alrededor del muerto. La obra representa un problema social que
suele verse con regularidad en la vida real, y que muestra un mensaje reflexivo, que refiere al
trato justo que merecen las personas diferentes en cuanto a su condición humana.
Dos historias que enfocan la justicia desde diferentes perspectivas. En El día de San
Marginado, se percibe la injusticia en los creyentes, el sacerdote y el monaguillo de la iglesia, al
tratar de manera diferente a los santos; aunque, al final del relato la justicia divina se hace
presente. Por otra parte, Guachirongo presenta la injusticia desde el inicio hasta el final, un trato
degradante, que no contribuía a mejorar su condición humana, todo lo contrario la empeoraba.
En este sentido, los cuentos El día de San Marginado y Guachirongo, desarrollan la
sensibilidad del lector, al conectar su experiencia vivencial con el texto. Es decir, el lector
interpreta lo que lee de acuerdo a la experiencia que posee del mundo empírico, relacionando los
personajes de las obras con personas de la vida cotidiana. En el caso de San Marginado, puede
verse que en algunos templos, ciertos santos no tienen el mismo trato que otros; igual sucede con
100
Guachirongo, muchas veces suele observarse indigentes por las calles del país y el mundo, que
no reciben ninguna atención ni ayuda.
Un ser humano con alguna discapacidad amerita de todos los individuos un trato justo, no
merece ser discriminado. Considerar ayudar a personas con dificultades de aprendizaje es labor
de todos y en particular de los entes gubernamentales; es importante tomar en cuenta que todas
las personas tienen derecho a recibir un trato justo, de acuerdo a su condición humana.
En este sentido, es función de los padres, maestros y gobierno, crear conciencia en los niños
y niñas de que cada individuo es único e irrepetible, con características propias, tomando en
cuenta que cada estudiante posee una visión individualizada de su realidad, y en la medida que se
practique la justicia y libertad, ellos conformarán mejores sociedades donde la meta principal es
vivir en armonía e igualdad, con fácil adaptación a las condiciones presentes, desarrollando
valores como herramientas de vida.
101
CAPITULO VI
Experiencia práctica para la promoción de valores a través de los cuentos de
Julio Garmendia
La presente investigación es considerada descriptivo-documental, puesto que busca en
relación con los objetivos, identificar, describir y analizar en los cuentos de Julio Garmendia los
valores universales que permitan, a través de sus obras aplicar estrategias para reflexionar,
desarrollar y consolidar valores dentro del aula durante la actividad escolar. Asimismo, su
naturaleza descriptiva permite realizar un análisis cualitativo de los cuentos, establecer una
relación entre los valores morales y sociales presentes en las obras del autor junto al desarrollo de
dichos valores en los estudiantes durante la lectura.
De acuerdo con Tamayo y Tamayo (2000), la investigación descriptiva “comprende la
descripción, registro, análisis e interpretación de la naturaleza actual, composición o procesos de
los fenómenos” (p.35). En este caso; los valores universales que se encuentran en los cuentos de
Garmendia son analizados e interpretados de acuerdo con las propuestas constructivistas y
humanísticas presentes en la investigación, donde el alumno o alumna construya su propio
aprendizaje a partir de los cuentos del autor.
Por otra parte, Bavaresco (1994) expresa que el tipo de investigación descriptiva busca los
aspectos que se desean conocer y de los que se pretende obtener respuesta; “consiste en describir
y analizar sistemáticamente las características homogéneas de los fenómenos estudiados sobre la
realidad, individuos, comunidades o grupos” (p.31). En este sentido; en los cuentos de Garmendia
se describen hechos que se relacionan con el mundo empírico del lector y promueven el
desarrollo de valores como la solidaridad, justicia, amor, libertad, cooperación, respeto,
autoestima, tolerancia y responsabilidad; que acontecen en la sociedad actual.
Sierra Bravo (2001) afirma que según su naturaleza la investigación es documental, ya que
“…tienen como objeto directo la observación de fuentes naturales.” (p.35). De acuerdo con lo
antes mencionado, ésta investigación es documental, puesto que se basa en textos publicados por
el autor; utilizando sus escritos para un análisis de cada obra presentada, sistematizando y
102
ordenando conforme a cada valor los relatos, estableciendo a partir de cada historia estrategias
para reflexionar sobres los valores morales y sociales presentes en los individuos.
6.1 Diseño de la investigación
De acuerdo con Ander-Egg (2000), el diseño de la investigación es “el paradigma del
estudio: plan, estructura y estrategia de la labor estrictamente científica” (p.69); es decir, que el
tipo de investigación, en este caso descriptiva, indica el procedimiento a seguir durante el
desarrollo de la misma: recolección de datos e información, análisis crítico, comparación,
organización y composición del escrito; estableciendo en la investigación una relación entre las
bases teóricas y el objeto de estudio.
En la presente investigación la recolección de datos se realizó mediante encuestas (pretest y
postest) efectuadas a 35 alumnos del 6º “A” de la Escuela Básica Federación Venezolana de
Maestros “F.V.M.”, para analizar los cuentos de Julio Garmendia como estrategia para el
fomento de valores universales en el aula y realizar una comparación entre las respuestas dadas
en la primera y segunda encuesta. En este sentido, el estudio en cuestión, se basa en un diseño no
experimental transeccional descriptivo contemporáneo invariable de campo. Según lo refiere
Hurtado (2000) “Son aquellas investigaciones cuyo propósito es describir un evento que ocurre…
en un momento único del presente, utilizando fuentes vivas… en su contexto natural, sin
introducir ningún tipo de modificaciones”. (p 234). En el caso específico de esta investigación se
aplican en el pretest y postest las actividades según el valor a desarrollar en un solo momento sin
introducir cambios que puedan activar los resultados.
Se utiliza para la recolección de datos un pretest y postest dirigido a un solo grupo de
alumnos; en él se establece una observación del grupo antes y después de su tratamiento con la
variable independiente, siendo esta los cuentos de Julio Garmendia y resaltando en las historias
los valores universales como variable dependiente. Según lo refiere Campbell y Stanley (1978)
en Sierra Bravo (2000) este tipo de diseño no experimental “<…puede consistir en una sola
observación, o en varias, unas después de otras, dando lugar respectivamente a los diseños
seccionales>” (p. 141).
103
6.2 Población y Muestra
En toda investigación existe una población o número de elementos, seres u objetos que
reúne y concuerda con las características que se requiere para llevar a cabo la misma. Al respecto,
para Olivares (2000). “Es el conjunto integrado por todas las mediciones u observaciones del
universo del interés en la investigación”. (p. 14). Como tal, en un estudio se selecciona una
población conformada por unidades, que reúne las particularidades relacionadas con la
investigación o donde puede extraerse la información que permita inferir resultados acordes con
el mismo.
Para efectos de la presente investigación, se realizó un censo de población constituido por
treinta y cinco (35) alumnos de la segunda etapa, pertenecientes al 6º sección “A” de la Escuela
Básica F.V.M., quienes poseen características homogéneas, como edades comprendidas entre 10
y 12 años, realizan lecturas y escrituras claras, son participativos y poseen un sentido crítico y
analítico de diversas situaciones.
Con respecto a la muestra, en el caso específico de la investigación, es de tipo intencional,
debido a la selección de un grupo determinado en un solo grado y la totalidad de las encuestas
realizadas a los alumnos, lo cual representa setenta (70) encuestas; cabe destacar que la autora
cumple la función como docente de los alumnos seleccionados, teniendo un conocimiento previo
de la muestra que se investiga.
De allí que, la muestra quedó conformada por treinta y cinco (35) alumnos y (70) setenta
encuestas, treinta y cinco (35) en el pretest y treinta y cinco (35) en el postest. Considerando, lo
expuesto por Tamayo y Tamayo (1990), para que sea la muestra intencional “… se exige al
investigador un conocimiento previo de la población que se investiga para poder determinar
cuáles son las categorías o elementos que se consideran como tipo o representativo del
fenómeno…” (p. 95).
6.3 Técnicas e Instrumentos
Para la recolección de datos sobre la variable a investigar, se utilizó como técnica la
encuesta; según Sierra (2000) este tipo instrumento consiste en obtener información sociológica
104
por medio de frases realizadas a los miembros de una sociedad. Para tal efecto se elaboró un
guión de encuesta basado en las variadas posibilidades establecidas con los valores sociales y
morales, junto a los aportes del constructivismo y el humanismo.
La encuesta empleada en esta investigación consta de quince (15) frases a complementar
con cinco (5) opciones determinadas por letras (a, b, c, d, e); donde el encuestado elige la
apropiada según se ajuste a su preferencia. El tipo de frases utilizadas es exhaustiva y
categorizada, puesto que abarca los posibles casos que puedan darse como respuesta; del mismo
modo se encuentra una opción abierta con la palabra “otros” la que permite al encuestado brindar
una respuesta diferente que suministre información para el objeto de estudio.
6.4 Procedimiento para la recolección de datos y elaboración de las estrategias
Para cumplir tal procedimiento, se considerará en cuanto a la preparación y ejecución de la
encuesta, la realización de las actividades:
• Se elegirá las personas a encuestar.
• Se elaborará un instrumento o encuesta para obtener la información deseada.
• Se elaborará tres estrategias pedagógicas con sus respectivas actividades, donde se
utilizarán los cuentos de Julio Garmendia para promover valores como la autoestima,
libertad y solidaridad.
• Se crearán las condiciones ambientales para la encuesta.
• Se entregará a los alumnos el pretest donde completarán las frases establecidas, para
diagnosticar, según las opciones seleccionadas o desarrolladas, en qué medida son
considerados los valores en diferentes situaciones.
• Se aplicará las estrategias establecidas, una por día según el valor trabajado.
• Al culminar las actividades, se entregará el postest a los alumnos para ser respondido y así
detectar la efectividad de la estrategia en el cambio de opciones con respecto a las
acciones seleccionadas por los alumnos.
• Se registrará la información obtenida en la matriz que contiene las frases a completar y las
opciones a seleccionar, destacando en ella los porcentajes de cada una de las respuestas
dadas
105
• Se realizará un análisis descriptivo de los resultados con base en las respuestas de los
alumnos, estableciendo una comparación entre lo expuesto en el pretest y lo manifestado
en el postest; de esta manera se obtendrá el registro de los cambios logrados en el
desarrollo de los valores de solidaridad, libertad y autoestima.
Con base en lo expuesto, se verificará el grado de reflexión manifestada que ejerció la
lectura de los cuentos de Julio Garmendia en los alumnos, para activar los valores de autoestima,
libertad y solidaridad.
6.5. Estrategias y actividades para promover valores
Todo ser humano construye su propia forma de vida, de acuerdo a la voluntad que posea y
active para ello junto a las posibilidades que se le puedan presentar. Aprender a reflexionar sobre
las acciones que se realizan, las costumbres que se poseen o sobre los sentimientos que surgen,
puede que sea difícil más no imposible de hacer. Depende de cada individuo edificar, diseñar y
acondicionar la forma de vida que desea llevar, y es labor del docente crear las condiciones
necesarias en el aula para que ese ser humano llamado estudiante desarrolle la capacidad de
reflexión, que le permita desarrollarse como un ser proactivo, feliz de ser quien es.
En capítulos anteriores se ha planteado la importancia de los valores universales (morales,
sociales), en el sentido que orienta la conducta a mantener en diversas ocasiones, dándole el
sentido a la vida, y alcanzando la persona su plenitud; funcionando ésta como una piedra angular
del edificio de cada ser humano, considerando que sin ésta piedra o estructura la construcción se
derrumbaría.
Es importante activar o desarrollar valores para poder lograr personalidades enmarcadas
dentro del deber ser; basadas en la reflexión, en el pensamiento crítico, en el razonamiento y en la
toma de conciencia de los individuos ante las acciones realizadas.
En el campo educativo, los docentes tienen la gran responsabilidad de fomentar en los
estudiantes los valores universales; por ello, se presentan a continuación estrategias para ser
aplicadas y desarrolladas en el aula; las cuales están diseñadas para reflexionar, analizar,
descubrir, activar y desarrollar los valores que poseen los educandos.
106
En la presente propuesta se utilizarán los cuentos de Julio Garmendia, ya que éstos
funcionan como estrategia para fomentar los valores universales en el aula; tomando en cuenta
que la lectura de sus relatos propicia el carácter reflexivo del individuo, el razonamiento acerca
de los valores que se posea y los que necesite reforzar. De igual manera, se presentan los relatos
del autor como modelos de conductas a seguir o transformar, basados en las acciones de los
personajes dentro de la historia, por medio de los cuales se pueda emitir juicios de valor acordes a
cada situación.
Valor: Autoestima
¿Quién eres tú?. Para el universo nada,
pero para mí, todo. M. de Unamuno
Estrategia: Lectura grupal del cuento “Manzanita” para conocer a través de un test los valores
individuales y fortalecer la autoestima en el alumno.
Objetivo de la estrategia: Conocer las cualidades personales de los educandos que permitan el
fortalecimiento de la autoestima, en busca de crear seres humanos preparados para enfrentar
diferentes situaciones en la vida.
Actividad: “El árbol de mi autoestima”
Materiales a utilizar:
- Hojas blancas.
- Creyones.
- Lápices.
- Rótulos con la definición del valor de la autoestima.
- Caramelos.
- Manzanitas.
- Cuento “Manzanita”
Recursos humanos: Alumnos de la 2da etapa de educación básica en edades comprendidas entre
10 y 12 años; docente guía.
107
Metodología:
- Para iniciar, el docente hablará acerca de la importancia de las frutas y el valor nutritivo
que poseen.
- Continuará su exposición preguntándole a los alumnos ¿Qué fruta les gusta más comer y
por qué?
- Los alumnos responderán sus preferencias en forma ordenada.
- El docente deberá escuchar atentamente las opiniones, y luego les dirá: Si ustedes
pudieran ser frutas ¿cuál elegirían y por qué?
- Los participantes dirán cada uno la fruta seleccionada.
- Al terminar de opinar el docente dirá al grupo, que la fruta seleccionada por él o ella es la
manzanita criolla, explicando las cualidades que posee y las diferencias que existen entre ésta y la
manzana importada.
- El docente llevará manzanitas para repartir a los participantes, con la intención de dar a
conocer el fruto.
- Luego, el facilitador explicará la importancia de valorar las frutas como a los seres
humanos tal y como son; de estimar su naturaleza y las virtudes que poseen.
- El docente escribirá la definición del valor de la autoestima varias veces en diversos
rótulos separados, para armar como un rompecabezas.
- Los participantes se dividirán en pequeños grupos.
- Cada grupo tendrá la misma definición de la autoestima en forma desordenada.
- El grupo que arme la definición en forma correcta en el menor tiempo posible, obtendrá
un caramelo por cada participante.
- Terminada la construcción de la definición, el docente agregará al tema los conocimientos
que tiene sobre la autoestima de forma breve, relacionando el valor que poseen las personas con
el valor de las frutas.
- Los alumnos ya organizados en grupos realizarán la lectura del cuento Manzanita.
- Después de leerlo el docente asignará una parte del texto diferente a cada grupo para que
sea dramatizado.
- Luego de ser dramatizado se comenta acerca de la historia, realizando el docente
preguntas como: ¿Qué les pareció la historia?, ¿Qué opinas acerca de los personajes?, ¿Qué
personaje les llamó más la atención? y ¿Por qué?, ¿Cómo se sentía Manzanita? y ¿Por qué?,
¿Cómo era la autoestima de Manzanita al principio del relato?, ¿Cómo era la
108
autoestima de Manzanita al final del relato?, ¿Por qué hubo un cambio en la autoestima de
Manzanita?, entre otras preguntas.
- Luego de realizar los comentarios los alumnos y alumnas dibujarán un autorretrato
escribirán a un lado una lista de logros o metas alcanzadas en su vida familiar y personal, y otra
lista de cualidades físicas o espirituales que posean.
- Al terminar el autorretrato en otra hoja dibujarán un árbol con frutos de manzanitas, al
igual dibujarán raíces al árbol.
- En cada fruto se colocará uno de los logros o realizaciones.
- En cada raíz se escribirán las cualidades físicas o espirituales.
- Cada participante se reunirá con un compañero, presentará su árbol de vida, lo
compartirá, lo analizará, expresará sus inquietudes, alegrías o preocupaciones; de igual manera.
- Los árboles se colocarán en un lugar visible y cada día se tratará de
mejorarlo, si es posible superando cada aspecto que se encuentre deficiente, o posible de superar,
sustituyendo la manzanita por otra de mayor valor personal.
Reflexión o finalidad: Por medio de esta actividad los alumnos y alumnas reconocerán lo
importante que son como seres humanos; refuerza su autoestima contribuye a cultivar las
cualidades como base del proyecto de vida.
Valor: La libertad
El valor de la libertad implica una serie de opciones, de renuncias, de preferencias, de sacrificios y de conquistas
María G. Ramos
Estrategia: Lectura continua o guiada del cuento El Cucarachero para que el
educando conozca su libertad a través de un test y la utilice de manera
responsable.
Objetivo de la actividad: Incentivar en los educandos el sentido de la reflexión, sobre la
práctica responsable del valor de la libertad para convivir en armonía.
109
Actividad: “Como un ave”
Materiales a utilizar:
- Hojas blancas.
- Creyones.
- Papel bond con el dibujo del Cucarachero
- Pizarrón.
- Marcadores para pizarra acrílica o tiza.
- Cuento “El Cucarachero”.
Metodológia:
- Para iniciar, el docente preguntará a los participantes qué símbolo o dibujo relacionan más
con la libertad.
- Cada participante dará su opinión y luego el docente dirá que para él el ave es una
representación de la libertad, y explicará las cualidades que posee.
- El docente indagará en los educandos sobre los conocimientos previos que posean acerca
del valor de la libertad.
- El docente aportará sus conocimientos sobre dicho valor para contribuir con la definición
del tema.
- Así mismo, el facilitador escribirá en el pizarrón las cualidades que poseen las aves y
cómo se relacionan con la libertad.
- El docente nombrará a un ave en particular (el cucarachero) dará pistas de lo que es un
cucarachero, para que el alumno conceptualice por construcción propia y por medio de
adivinanzas dónde se localiza y las cualidades que posee.
- Luego, el docente presentará en una lámina de papel bond el dibujo del cucarachero y
explicará su localización y sus características particulares.
- Se presentará y dará a los alumnos el cuento del cucarachero para realizar la lectura en
forma continua o guiada (todos leen el mismo texto, se nombra en forma aleatoria quién leerá en
voz alta un fragmento, continuando de nuevo el procedimiento).
- Luego de la lectura, los estudiantes formarán pequeños grupos.
- Cada grupo elaborará conclusiones referidas a cómo se observa, escucha o siente el valor
de la libertad en la historia.
110
- Dichas conclusiones serán transcritas a una hoja en blanco y expuestas por cada grupo a
todos los participantes.
- El docente tomará nota en un papel bond sobre los aspectos más relevantes referidos al
valor de la libertad, que conllevarán a una conclusión general en forma colectiva.
- Luego de unificar las conclusiones, los participantes elaborarán cucaracheros (aves) de
papel con hojas de material reciclado.
- Los participantes escribirán en sus alas, en el pico o en el cuerpo del cucarachero, las
metas que desean alcanzar.
- Cada frase se enunciará “Yo soy libre de…”
- Para finalizar, cada cucarachero elaborado se colocará en un lugar visible del aula, como
manera de reforzar el valor de la libertad.
Reflexión o finalidad: Se busca que los alumnos reflexionen sobre la libertad que poseen; sobre
las posibilidades que tienen de decidir por sí mismos, y de actuar de manera responsable ante las
diferentes situaciones que se presentan en la vida.
Valor: La Solidaridad
“Nada ha aprendido el sentido de la vida
hasta que ha sometido a su ego para servir
a sus hermanos” Ralpb Waldo Emerson
Estrategia: Lectura continua del cuento “Las dos Chelitas” para sensibilizar y concienciar al
educando a colaborar o cooperar con quienes lo rodean y conocer, a través de un Test, la
capacidad de solidarizarse con otros..
Objetivo: Sensibilizar al alumno ante situaciones que aquejan a los demás, lo cual le permitirá el
desarrollo humano en pro de unirse a una sociedad donde todos se ayuden y colaboren entre sí.
111
Actividad: “Un regalo maravilloso”
Materiales a utilizar:
- Hojas blancas.
- Creyones.
- Rótulos con la definición de la solidaridad.
- Una caja de zapatos.
- Cinta adhesiva.
- Cuento “Las dos Chelitas”.
Recursos humanos: Alumnos de la 2da etapa y docente guía.
Metodología:
- El docente repartirá caramelos a los participantes.
- Los caramelos serán repartidos de forma desigual, a algunos participantes sólo se les dará
uno, a otros dos o tres, mientras que a otros nada.
- El facilitador observará los rostros de los participantes y preguntará ¿qué sucede?
- Se espera que algunos tomen la palabra para opinar sobre lo sucedido.
- Cuando hayan terminado, el docente hablará sobre lo importante de la equidad, la justicia
que debe existir en el momento de compartir algo.
- Igualmente, el docente explicará la importancia que tiene el compartir lo que se posee,
tomando en cuenta la necesidad de los demás.
- El docente escribirá en pequeños rótulos diferentes definiciones del valor de la
solidaridad.
- Los rótulos estarán dentro de una caja de zapatos.
- Algunos participantes, tomarán cada uno un rótulo y se leerá a los demás.
- El docente explicará cada una de las definiciones.
- Se le proporciona a cada participante el cuento Las dos Chelitas y se realizará la lectura
de manera continua o guiada (todos leen el mismo texto, se nombra en forma aleatoria quién leerá
en voz alta un fragmento, continuando de nuevo el procedimiento).
- Después de leído el cuento, el docente preguntará a los alumnos:
112
1. ¿Qué les pareció el cuento?
2. ¿Qué les llamó más la atención de la historia?
3. ¿Se confundieron con los nombres de las protagonistas?
4. ¿Por qué está contenta Chelita la de enfrente?
5. ¿Por qué Chelita la de allá no quería cambiar su sapo?
6. ¿Qué era lo que le pasaba a Chelita la de acá?
7. ¿Qué hizo Chelita la de enfrente cuando Chelita la de allá se fue al más allá?
8. ¿Para ser solidario es importante conocer las necesidades del otro?
9. ¿Cuáles serían los antivalores de la solidaridad?
10. ¿Se presentan los antivalores en el cuento las dos Chelitas?
11. ¿Qué aprendizaje te ha dejado este cuento?
- Seguidamente, cada participante doblará una hoja de papel en tres partes como una tarjeta,
y dibujará sobre la cara la parte delantera la figura de un regalo.
- Dentro del regalo escribirán el objeto o ser más preciado que posean.
- Luego, cada autor leerá en voz alta su objeto o ser preciado y dirá por qué es tan valioso.
- Los participantes pegarán en un papel bond las hojas donde dibujaron los regalos.
- Al terminar el proceso de pegado, el docente preguntará si son capaces de obsequiar su
regalo a alguien necesitado.
- El docente escuchará atentamente las respuestas dadas, respetando siempre la opinión de
los participantes.
- Si las respuestas son afirmativas el docente reforzará lo importante del valor de la
solidaridad; en caso contrario de que sea negativa, el docente pondrá de ejemplo el tema de la
historia Las dos Chelitas y la comprensión que implica la solidaridad.
- Asimismo, el docente reforzará lo importante de ser solidario, destacando que lo
significativo no son los bienes materiales, sino lo que posee el ser humano en su interior, son sus
sentimientos y valores lo que los hace ser grandes personas.
113
Reflexión o finalidad: Los vencedores no son aquellos que están siempre aferrados a sus
bienes; ni los que se pasan la vida rezando con las cuentas secas del deber; son aquellos que
aman porque viven, y vencen de veras porque de veras se dan; los que aceptan el dolor con toda
su alma y con toda su alma separan el dolor; los que crean porque conocen el secreto de la
única alegría, que es el secreto del desprendimiento”.
Rabindranath Tagore
114
CAPITULO VII
Análisis de los resultados del pretest y postest
Las historias propuestas en los cuentos de Julio Garmendia buscan desarrollar el sentido de
reflexión y sensibilizar a los estudiantes ante diversas situaciones que se les pueda presentar en la
vida, proponiendo desarrollar los valores de solidaridad, autoestima y libertad que se muestran en
esta investigación; basados por una parte en el humanismo, en lo cual Maslow propone al ser
humano como una unidad biopsicosocial que funciona como un todo armónico; la teoría de
Rokeach y el constructivismo donde convergen diversas teorías cognitivas como la de Piaget,
Ausbel y Vygotski.
Para tener mayor comprensión de los resultados se muestra a continuación los valores
seleccionados, sus estrategias, los cuentos trabajados y la relación que existe entre las actividades
con la encuesta propuesta a los alumnos; al igual que se describen algunas observaciones
realizadas durante la actividad desarrollada.
En el valor de la Solidaridad se realiza la lectura del cuento “Las dos Chelitas” en forma
continua o guiada. El propósito de ésta lectura era sensibilizar y concienciar al educando a
colaborar o unirse solidariamente a otras personas; para lograr una convivencia más humana,
resaltando lo establecido por el humanismo según Maslow, sobre la unidad biopsicosocial y lo
planteado por Rokeach quien manifiesta que los valores morales, entre los que se encuentra la
solidaridad, constituyen un proyecto de vida compartido que dan sentido a las actitudes en las
escuelas.
La actividad planteada a los alumnos llevó por nombre: “Un regalo maravilloso” y se
relaciona con las frases colocadas en números y las opciones correspondientes escritas en letras,
presentadas a continuación: 1 “Me siento feliz cuando…” (b) “Comparto con mis amigos o
amigas”; 2 “Mi mayor valor es…” (a) “Ayudar a los demás”; 3 “Cuando comparto con mis
amigos me gusta sentirme…” (d) “Feliz de estar juntos o juntas”; 4 “Yo me siento bien cuando
soy…” (a) “Colaborador o colaboradora” y 6 “Cuando estoy con mis amigos me gusta…” (c)
“Colaborar con lo que necesiten”.
115
Siguiendo en el mismo orden: 8 “Aprecio a mis amigos cuando…” (c) “Me ayudan sin
esperar nada a cambio”; 9 “Quisiera tener como persona…” (b) “Más comprensión para
ayudar a los necesitados”; 10 “Con mi esfuerzo he logrado…” (d) “Comprender a los demás”;
11 “He aprendido a ser…” (a) “Colaborador o colaboradora” y (d) “Comprensivo o
comprensiva”; 12 “Me aprecio por…” (d) “Ser solidario o solidaria”; 14 “Soy responsable
cuando…” (b) “Comparto con mis amigos” y (d) “Decido ayudar a alguien” y 15 “Cuando sea
adulto me gustaría ser…” (b) “Padre o madre de familia”.
Es importante destacar, que las frases donde el valor de la solidaridad obtuvo un aumento
significativo, fueron los siguientes números de las oraciones propuestas: 1, 2, 4, 6, 8, 10, 12 y 15;
las cuales serán planteadas a continuación con sus respectivos resultados:
En la frase 1: “Me siento feliz cuando…”
Los alumnos en el pretest se inclinaron en su mayoría hacia la opción “a” “Estoy con mi
familia” con un (89%) aproximadamente; en segundo eligieron la “b” “Comparto con mis amigos
o amigas” con un (9%); en tercer lugar la “c” “Descanso” con un (3%); mientras que en último
lugar se encuentran la “d” “Dramatizo un cuento” y “e” “otros” con un (0%).
En el postest se observa una variación, la opción “a” sigue manteniendo el primer lugar,
aunque disminuye al (69%) aproximadamente; en segundo lugar la opción “b” aumenta al (23%);
le sigue la “d” con un (6%); asimismo, continúa la “c” con un (3%) y por último la “d” con (0%).
En esta frase se observó un cambio significativo sobre lo seleccionado el pretest y postest,
se presenta un aumento en la opción relacionadas con el valor de la solidaridad siendo en el
pretest (9%) y el postest (23%) al compararse se muestra un incremento de un (14%)
evidenciando la influencia que ejerció la lectura del cuento en los estudiantes.
En la frase 2: “Mi mayor valor es…”
Los alumnos seleccionaron en el pretest en su mayoría la opción “a” “Ayudar a los demás”
con un (51%) aproximadamente; en segundo lugar la “c” “Saber entender a mis amigos” con un
(20%); en tercer lugar la “d” “Apreciarme como soy” con un (17%); en cuarto lugar la “b” “Ser
amoroso o amorosa” con un (11%) y por último la “e” “Otros” con (0%).
116
En el resultado del postest la opción “a” mantiene el primer lugar, aumentando al (60%)
aproximadamente; la opción “c” se conservó en (20%) con la respuesta “d” en un (17%);
mientras que la “b” disminuyó al (3%) y la “e” se mantuvo en un (0%).
Se observa que existe mayor inclinación hacia la opción “a” “Ayudar a los demás”
obteniendo un porcentaje en el pretest de (51%) y en el postest de (60%); aumentando un (9%)
esta la opción después de haber realizado la lectura y la actividad con el cuento “Las dos
Chelitas”.
En la frase 4: “Yo me siento bien cuando soy…”
Los alumnos en el pretest eligieron en su mayoría la opción “a” “Colaborador o
colaboradora” con un (37%) aproximadamente; en segundo lugar eligieron la respuesta “c”
“Divertido o divertida” con un (29%), en tercer lugar la “b” “Participativo o participativa” con
un (26%); en cuarto lugar la “d” “Comprensivo o comprensiva” con un (9%), y en quinto y
último lugar la “e” “Otros” con (0%).
En el postest se mantuvo en primer lugar la opción “a” aumentando a un (43%)
aproximadamente; en segundo lugar la respuesta “c” aumenta a un (34%); en tercer lugar
disminuyó la opción “b” a un (14%); en cuarto se mantuvo la “d” con un (9%), y en último la “e”
con (0%).
Se muestra en el resultado que la opción “a” “Colaborador o colaboradora” obtuvo en el
pretest un (37%) y en el postest un (43%), evidenciando que se presentó un aumento de (6%);
esto quiere decir que ocurrió un cambio en algunos alumnos que se observaban apáticos e
introvertidos, reflexionando estos sobre la solidaridad que poseen y representándolo en la
elección.
En la frase 6: “Cuando estoy con mis amigos me gusta…”
En el pretest la opción más elegida fue la “d” “Que me tomen en cuenta” con un (31%)
aproximadamente; en segundo lugar la respuesta “c” “Colaborar con lo que necesiten” con un
(29%); en tercer lugar la opción “a” “Que me escuchen” con un (17%); en cuarto lugar la “b”
“Sentirme importante para ellos” con un (14%), y en quinto lugar la “e” “Otros” con un (9%)
117
siendo las respuestas: “Que me respeten”, “Que nos divirtamos” y “Que me aprecien como
soy”.
En el resultado del postest ocurrió un cambio, el primer lugar lo obtuvo la opción “c” con
un (43%) aproximadamente, en segundo quedaron iguales la respuesta “a” y “d” con un (20%)
cada una, en tercer lugar se presenta la “d” con un (11%), y en última posición la “e” con un (6%)
siendo las respuestas: “Que me quieran como soy” y “Ayudarlos”.
Se observa un incremento significativo en la opción “c” “Colaborar con lo que necesiten”
relacionada con la solidaridad presentando en el pretest un (29%) y en el postest un (43%),
aumentando un (14%) mostrando un cambio en las opciones seleccionadas después de haber
realizado las lecturas de los cuentos y las actividades; asimismo, la opción “Otros” plantea
respuestas diferentes que se relacionan con la autoestima y la solidaridad “Que me quieran como
soy” y “Ayudarlos”.
En la frase 8: “Aprecio a mis amigos cuando…”
En el pretest los alumnos en su mayoría seleccionaron la opción “c” “Me ayudan sin
esperar nada a cambio” con un (46%) aproximadamente; en segundo lugar la respuesta “a” “Me
respetan” con un (26%), en tercera posición la opción “b” “Me quieren” con un (14%); en cuarto
lugar la “d” “Me toman en cuenta”, y en último lugar la “e” “Otros” con un (3%) siendo la
respuesta “Los quiero como son”.
El resultado del postest se observó que se mantuvo en el primer lugar la opción “c”
aumentando al (54%) aproximadamente; en segundo lugar la respuesta “a” disminuyendo al
(17%); en tercer lugar cambia a la opción “d” con un (14%); en cuarto lugar se encuentra la
respuesta “b” con un (11%) y en último lugar la “e” con un (3%) con la misma respuesta
planteada en el pretest.
Se observó en el resultado un aumento importante en la opción “c” “Me ayudan sin esperar
nada a cambio”; en el pretest esta oración obtuvo un (46%) y en el postest presentó un (54%)
aumentando un (8%) luego de haber realizado las lecturas de los cuentos a los alumnos;
manifestando en la elección el aprecio que sienten los estudiantes hacia a sus compañero que
118
brindan una ayuda desinteresada, y mostrando a través su selección el valor de la solidaridad y la
estima a los amigos.
En la frase 10: “Con mi esfuerzo he logrado…”
En el pretest los alumnos seleccionaron en su mayoría la opción “a” “Superarme en los
estudios” con un (57%), en segundo lugar coincidieron con el mismo porcentaje las respuestas
“b” “Tener amigos”, la “c” “Tener lo que me gusta” y la “d” “Comprender a los demás” con un
(14%) cada una; y en último lugar la “e” “Otros” con (0%).
Por otra parte, en el postest la opción “a” mantuvo el primer lugar, aunque baja al (51%)
aproximadamente, en segundo lugar se presenta la respuesta “d” con un (29%); en tercera
posición la opción “b” con un (14%); en cuarto lugar la opción “c” al igual que la “e” con un
(3%) cada una, siendo la respuesta de la ”e” “Superar mis metas” .
Se presenta un cambio en el postest, la opción “a” “Superarme en mis estudios” se
mantiene el primer lugar, teniendo en pretest un (57%) y en el postest un (51%), esta elección
disminuye un (6%); mientras que la opción “d” “Comprender a los demás” tiene un resultado en
el pretest de (14%) y en el postest de (29%) ubicándose en el segundo lugar demostrando que si
se activó el valor de la solidaridad en algunos alumnos que se mostraba introvertidos y con poco
ánimo de integrarse a la actividad; estos estudiantes después de haber realizado las lecturas de los
cuentos, cambiaron sus respuestas en el postest.
En la frase 12: “Me aprecio por…”
En el pretest la mayor parte de los educandos seleccionaron la opción “d” “Ser solidario o
solidaria” con un (49%) aproximadamente; en segundo lugar la respuesta “b” “Ser valiente” con
un (34%); en tercer lugar la opción “c” “Ser comunicativo o comunicativa”; en cuarto lugar la
“a” “Ser fuerte” con un (6%), y en quinto lugar la “e” “Otros” con un (0%).
Por otra parte, en el postest el primer lugar lo obtuvo la opción “d” aumentando su
porcentaje a (54%), mientras que en segundo lugar se encuentra la “b” disminuyendo al (23%);
en tercer lugar se encuentran las opciones “a” y “c” con la misma proporción de (11%), y en
quinto lugar la “e” con (0%).
119
De acuerdo con los resultados se plantea una variación en cuanto a la proporción de las
elecciones; la opción “d” “Ser solidario y solidaria” en pretest presenta un (49%) y el postest un
(54%) aumenta después de realizar la lectura y las actividades en el aula un (5%), demostrando
que se activó y desarrolló en los niños y niñas el valor de la solidaridad.
En la frase 15: “Cuando sea adulto me gustaría ser…”
En el pretest los estudiantes eligieron en su mayoría la opción “b” “Padre o madre de
familia” con un (34%) aproximadamente; en segundo lugar la respuesta “a” “Amistoso o
amistosa” con un (29%); en tercer lugar la opción “d” “Valorado por los demás” con un (17%);
en cuarta posición la “e” “Otros” con un (14%) siendo las respuestas dadas “Ser ingeniero
petrolero”, “Ser abogado”, “Ser un profesional”, “Ser maestra” y “Ser ingeniero”; en último
lugar lo ocupa la opción “c” “Ser el mejor de todos mis amigos” con un (14%).
En el resultado del postest, los estudiantes mantuvieron en el primer lugar la opción “b”
aumentando esta al (43%); en segunda posición se presenta la respuesta “a” con un (26%); en
tercer lugar se ubica la opción “d” con un (17%); en cuarto se muestra la “e” con un (11%) siendo
las respuestas dadas “Ser ingeniero petrolero”, “Ser abogado”, “Ser un profesional”, “Ser
maestra”; y en último lugar la “c” con un (3%).
Basados en los resultados de la encuesta, los alumnos se inclinaron hacia la opción “b”
“Padre o madre de familia”; esta elección presentó en el pretest un (34%) y en el postest un
(43%) incrementándose un (9%). Si se considera que las lecturas realizadas en las actividades
incentivan el valor de la solidaridad, la libertad y la autoestima, y a su vez, estos conllevan a la
reflexión de que el valor de ser solidario también se relaciona con la familia, el amor, justicia,
entre otros valores; podría decirse que los educandos seleccionaron la respuesta “b” porque la
familia representa todos los valores juntos, y a su vez, desean ponerlos en práctica cuando sean
adultos.
En la observación realizada a los alumnos durante la aplicación de la actividad relacionada
con la solidaridad, los estudiantes manifestaron agrado hacia la lectura y expusieron sus puntos
de vista de acuerdo al texto; argumentando sobre la actitud asumida por Chelita la de acá y
Chelita la de enfrente, cuestionando su proceder con las siguientes palabras expuestas por los
alumnos:
120
- Chelita la de enfrente era una egoísta-
- Chelita la de acá era envidiosa y quería tener de todo-
- A Chelita la de acá sólo le importaba quedarse con el sapo de la otra Chelita-
- Chelita la de enfrente no sabía que la otra Chelita se iba a morir-
- A Chelita la de acá la consentían porque estaba enferma-
- Chelita la de enfrente debió investigar, porqué Chelita quería su sapo- entre otros
comentarios.
Luego de haber finalizado la realización de las tarjetas de regalo, se continuó con la
realización de la pregunta - ¿Serán ustedes capaces de obsequiar su regalo especial a una persona
necesitada?-. Los alumnos reaccionaron de diversas maneras; y unos argumentaron lo siguiente:
- ¡Yo no regalo a mi perro!, le busco otro perro y lo regalo-
- ¡Mi mamá es mía y no la regalo!-
- ¡Mi juego de video no lo regalo!-
- ¡Yo si regalo mi casita de muñecas!-
- ¡Mi abuela es especial, pero sí la regalo!-
- Si mi mamá se quiere ir, y está feliz, yo la regalo- entre otras respuestas.
Al culminar las opiniones de los alumnos sobre el tema se les preguntó: -¿Habrán actuado
ustedes como las dos Chelitas?- Se mantuvo unos segundos de silencio, sin embargo, las
respuestas se presentaron como gotas de lluvia, exponiendo lo siguiente:
- ¡Yo no soy egoísta!, pero mi perro no lo doy-
- ¡Mi mamá es especial!, la prestaría, pero no la regalo-
- Puedo prestar mi juego, pero no lo regalo-
- ¡Yo si quiero mucho a mi abuela, y dije que la regalaría!-
- ¡Yo regalo a mi mamá, pero la quiero seguir viendo!-
- ¡Mi mamá no la regalo, le doy otra cosa!-
Los alumnos manifestaron diversos comentarios o reflexiones; aunque, se observó un
cambio de opinión y conducta en cuanto a la percepción de la generosidad y la solidaridad que
ellos poseían. Los estudiantes reflexionaron acerca de sus valores personales, y cómo pueden
ponerse en práctica en diversas situaciones de la vida. El cuento de “Las dos Chelitas” les ayudó
121
a activar y desarrollar la solidaridad y la bondad, siendo una historia conmovedora y reflexiva
para el lector, ya que se manifiesta a través de ella, una situación de la vida real.
En el valor Autoestima, se realizó la lectura del cuento “Manzanita” en forma grupal.
Con el propósito de que los alumnos identificaran y fortalecieran este valor; basándose en lo
planteado por Vygotsky quien presenta como aspectos importantes en el aprendizaje el origen
socio – cultural de los procesos psicológicos superiores y el concepto de zona de desarrollo
potencial donde el estudiante fortalece su autoestima.
La actividad propuesta tuvo por nombre “El árbol de mi autoestima” y se relaciona con las
frases colocadas en números y las opciones correspondientes escritas en letras, presentadas a
continuación: 2 “Mi mayor valor es…” (d) “Apreciarme como soy”; 4 “Yo me siento bien
cuando soy…” (c) “Divertido o divertida”; 7“Disfruto compartir con mis amigos…” (b) “Mis
logros” y (d) “Mis sentimientos”; 10 “Con mi esfuerzo he logrado…” (a) “Superarme en los
estudios”; 11 “He aprendido a ser…” (b) “Estudioso o estudiosa”; (c) “Respetuoso o
respetuosa” y 13 “Me veo como un niño o niña…” (b) “Alegre”.
Las frases donde se presentaron un aumento importante de porcentaje relacionadas con el
valor de la autoestima fueron los siguientes números de las frases propuestas: 7, 11 y 13; las
cuales se presentan a continuación con sus respectivos resultados.
En la frase 7: “Disfruto compartir con mis amigos…”
En el pretest los alumnos eligieron en su mayoría la opción “d” “Mis sentimientos” con un
(60%) aproximadamente; en segundo lugar tuvo más porcentaje la respuesta “c” “Mis
pensamientos” con un (20%), en tercer lugar la opción “a” “Mi tiempo” con un (14%), en cuarto
lugar la “b” “Mis logros” con un (6%) y en último lugar la “e” “Otros” con un (0%).
En el resultados del postest se mantuvo la opción “d” aunque disminuyó al (54%), le sigue
en segundo lugar la respuesta “c” con los mismos (20%), al igual que la opción “a” con el (14%);
asimismo, continúa en tercer lugar la “b” aumentando al (11%) y en último la “e” con un (0%).
Se observa la disminución de la opción “d” “Mis sentimientos” presentando en el pretest un
(60%) y en el postest un (54%), una disminución de (6%), mientras que se muestra un pequeño
aumento en la respuesta “b” “Mis logros”, siendo en el pretest un (6%) y en el postest un (11%)
122
mostrando una diferencia de (5%) y evidenciando que algunos alumnos reflexionaron sobre los
valores que poseen e incrementando la autoestima, después de haber realizado las lecturas de los
cuentos.
En la frase 11: “He aprendido a ser…”
En el pretest los estudiantes eligieron en su mayoría a dos opciones la “b” “Estudioso o
estudiosa” y la “c” “Respetuoso o respetuosa” con un (34%) aproximadamente cada una; les
sigue en segundo lugar la respuesta “a” “Colaborador o colaboradora” con un (20%); en tercera
posición la “d” “Comprensivo o comprensiva” con un (11%), y en último lugar la “e” con un
(0%).
En el postest los alumnos en su mayoría se inclinaron en sus respuestas por la opción “c”
con un (40%) aproximadamente; en segundo lugar se presentó los mismos porcentajes para las
propuestas “b” y “d” con un (24%) cada una, le sigue en tercera posición la opción “a” con un
(11%) y en último lugar la “e” con un (3%) siendo la respuesta “Responsable”.
De acuerdo con los resultados obtenidos la mayoría de los alumnos se inclinó por la opción
“c” “Respetuoso o respetuosa” teniendo en el pretest un (34%) y en el postest un (40%)
presentando un aumento de (6%); igualmente, la respuesta “d” “Comprensivo o comprensiva”
mostró en el pretest un (11%) y en el postest un (24%) presentando un aumento de (13%), esto
quiere decir que, después de las actividades realizadas en el aula, los estudiantes reflexionaron
sobre los valores que poseen y manifestaron a través de sus respuestas los valores de autoestima y
solidaridad.
En la frase 13: “Me veo como un niño o niña…”
En el pretest los estudiantes eligieron en su mayoría la opción “b” “Alegre” con un (43%)
aproximadamente; en segundo lugar se presenta la respuesta “c” “Querido o querida” con un
(26%); le sigue en tercer lugar las opciones “a” “Solo o sola” y “d” “Comprensivo o
comprensiva” con un (14%) cada una; y en cuarto lugar se encuentra la “e” “Otros” con un (3%)
siendo la respuesta dada “Consentida”.
En el postest se seleccionó con más frecuencia la opción “b” aumentando al (49%)
aproximadamente; en segundo lugar la respuesta “c” con un (26%); en tercera posición las
123
opciones “a” y “d” con las mismas proporciones de (11%) cada una, y en cuarto lugar la “e” con
un (3%) respondiendo “Consentida”.
Se observa que la mayoría de los alumnos seleccionaron la opción “b” “Alegre” obteniendo
en el pretest un (43%) y en el postest un (49%), aumentando un (6%) y demostrando que los
educandos activaron el valor de la autoestima, apreciándose así mismos; igualmente, se muestra
en el pretest en la respuesta “a” “Solo o sola” un (14%) y luego en el postest un (11%); puede
decirse que la actividad de lectura contribuyó a que reconsideraran o consideraran la respuesta
dadas y seleccionaran una diferente que muestra su autoestima.
Durante la realización de la actividad, los alumnos se sintieron identificados con la historia
“Manzanita”; ya que después de haber efectuado la lectura los estudiantes representaron los
personajes del cuento, seleccionado uno de su preferencia y explicando el porqué fue elegido.
En la práctica de la actividad, los estudiantes demostraban gran entusiasmo en el aula; se
sentían motivados y dispuestos a participar. Luego de culminar la lectura, se planteó un diálogo
con los niños y niñas, manifestando éstos las partes que les llamaron más la atención del cuento,
entre las que se encontraron los fragmentos:
1. “—Pues a mí —dijo de repente, cuando menos se esperaba, un grueso señor Mamey—, a mí no me importa lo que le pase a Manzanita. Al fin y al cabo, esas son cosas de ella, un pleito de familia entre Manzanas. No hay que ocuparse más de esa llorona. ¡Mocosa!”
2. “Entonces se le acercó la Piña y se puso a acariciarla y a mimarla. Pero cada vez que doña Piña le hacía un mimo en la mejilla, Manzanita se escurría un poco hacia atrás, diciendo:
— ¡Ay señora Piña! ¡Ay! ¡Ay!”
3. “—Mira, Manzanita —le dijo otra vez al oído el gusano—, te voy a dar un consejo. Mejor es que no te mueras todavía. Oye lo que te voy a decir: esas lindas manzanas fácilmente perecen aquí, yo lo sé, y te lo digo porque soy tu viejo amigo y porque somos los dos de aquí del cerro”.
Estas fueron unas de las partes que llamó más la atención de los alumnos durante la lectura.
En el primer segmento encontramos la falta de solidaridad del señor Mamey hacia Manzanita; el
124
mal trato verbal del señor Mamey hacia la manzanita criolla, degradando su autoestima; en esta
parte se evidencia la falta de autoestima y respeto.
En el segundo fragmento a los alumnos les llamó la atención el humor del cuento; la señora
Piña pinchaba a Manzanita sin querer con sus sierritas; a los estudiantes les agrada escuchar
historias entretenidas. El último segmento se relaciona con el valor o fuerza que le da el señor
gusano a Manzanita, que interviene en la obra como agente ayudante del personaje principal,
mostrándole lo valiosa que es.
El valor de la autoestima se desarrolla en la obra Manzanita, y esto influyó en el resultado
que manifestaron los alumnos en el postest, cuando seleccionaron e incrementaron las respuestas
relacionadas con este valor mencionado anteriormente en el análisis de cada una de las frases.
En el valor de la Libertad, se presentó la lectura del cuento “El cucarachero” en forma
continua o guiada El propósito de esta lectura era que el alumno conozca su libertad y la utilice
de manera responsable; considerando que este valor desarrolla la autonomía planteada por
Kolbergh, el cual manifiesta que la educación moral debe enfocarse en el desarrollo de las
capacidades de juicio, discernimiento y la participación afectiva del individuo.
La actividad propuesta tuvo por nombre “Como un ave” y se relaciona con las frases
colocadas en números y las opciones correspondientes escritas en letras, presentadas a
continuación: 3 “Cuando comparto con mis amigos me gusta sentirme…” (a) “Libre de actuar”;
5 “Cuando quiero estar con mis amigos…” (b) “Pido permiso a mis padres para ir a
buscarlos”; 9 “Quisiera tener como persona…” (a) “Más libertad para estar con mis amigos” y
14 “Soy responsable cuando…” (a) “Actúo libremente”.
Seguidamente, se presentaran las opciones propuestas por el valor de la libertad, donde se
mostraron un aumento de elección relacionadas con dicho valor, éstas fueron los números de las
frases siguientes: 3, 5, 9 y 14. El resultado de la encuesta reflejó que las expresiones relacionadas
con el valor de la libertad obtuvieron mayor elección en los lugares donde fueron planteados.
En la frase 3: “Cuando comparto con mis amigos me gusta sentirme…”
Los estudiantes en el pretest respondieron en su mayoría la opción “d” “Feliz de estar
juntos o juntas” con un (69%) aproximadamente; en segundo lugar la respuesta “a” “Libre de
125
actuar” con un (14%); en tercer lugar la “b” “Comprendido o comprendida” junto con la opción
“c” “Apreciado o apreciada” con un (9%) cada una, y en último lugar la “e” “Otros” con el
(0%).
Los resultados en el postest presentaron que la opción “d” sigue ocupando el primer lugar,
pero disminuyendo al (51%) aproximadamente; mientras que la respuesta “a” mantiene el
segundo lugar, aunque aumenta a un (29%); en tercer lugar la “b” con un (14%); la opción “c”
disminuye al (6%), y por último la “e” continúa con el (0%).
En el resultado se muestra que la opción “a” “Libre de actuar” presenta en el pretest un
(14%) y en el postest un (29%), aumentando un (15%); lo que significa una evidencia de que el
valor de la libertad se activó en los estudiantes después de realizar las actividades de lecturas de
cuentos.
En la frase 5: “Cuando quiero estar con mis amigos…”
Los estudiantes en el pretest eligieron en su mayoría la respuesta “b” “Pido permiso a mis
padres para ir a buscarlos” con un (60%) aproximadamente; le sigue en segundo lugar la
respuesta “d” “Llamo a mis amigos para que me visiten” con un (26%); en tercer lugar las
opciones “a” “Salgo a buscarlos sin pedir permiso a mis padres” y la “c” “No digo nada a mis
padres y me quedo en casa” con un (6%) cada una, y por último la opción “e” “Otros” con un
(3%) respondiendo “Llamo o envío mensajes para ver cómo están”.
En el resultado del postest se mantiene en el primer lugar la opción “b”, aunque disminuye
al (54%) aproximadamente; en segundo lugar se conserva la respuesta “d” pero con un leve
aumento al (29%); le sigue en tercera posición la respuesta “c” con un (6%); en cuarto cambia a
la opción “e” con un (9%) respondiendo “Llamo o envío mensajes para ver cómo están”, “Nos
reunimos luego” y “Los llamo por celular” y en último se ubica la “a” con (3%).
Se muestra un cambio en el postest, algunos alumnos buscan otras posibilidades sin salirse
de las normas que se establecen en el núcleo familiar destacando la opción “d” “Llamo a mis
amigos para que me visiten” con un (26%) en el pretest, y en el postest un (29%) aumentando un
(3%); asimismo, se presenta la opción “Otros” con un (3%) en el pretest ya antes mencionada, y
en el postest un (9%) aumentando un (6%) y presentando nuevas propuestas como “Llamo o
126
envío mensajes para ver cómo están”, “Nos reunimos luego” y “Los llamo por celular”, donde
se manifiesta la libertad de decidir por si mismos y de apegarse a los acuerdos familiares que se
presentan, demostrando una conducta responsable.
En la frase 9: “Quisiera tener como persona…”
En el pretest los estudiantes seleccionaron en su mayoría la opción “b” “Más comprensión
para ayudar a los necesitados” con un (31%) aproximadamente; en segundo lugar la respuesta
“c” “Más fuerzas para superar mis debilidades o dificultades” con un (26%); en tercer lugar la
opción “a” “Más libertad para estar con mis amigos” con un (23%); en cuarta posición la “d”
“Más amor para dar a los demás” con un (20%), y en el quinto lugar la “e” “Otros” con (0%).
En el postest la opción “b” se ubicó en el primer lugar, pero disminuyó al (29%), en
segundo lugar la respuesta “a” se presentó con el (26%), mientras que en el tercer lugar la opción
“c” y “d” coincidieron con el mismo porcentaje obteniendo el (23%) cada una, y en último lugar
se encuentra la “e” con (0%).
En base a los resultados presentados se observó que la opción “a” “Más libertad para estar
con mis amigos” se mostró en el pretest con un (23%) y en el postest con un (26%) aumentando
un (3%) demostrando que algunos alumnos cambiaron sus respuestas después de las actividades
realizadas, activando el valor de la libertad y deseo de actuar libremente.
En la frase 14: “Soy responsable cuando…”
En el pretest los alumnos eligieron en su mayoría la opción “b” “Comparto con mis
amigos” con un (40%) aproximadamente; en el segundo lugar se ubica la respuesta “d” “Decido
ayudar a alguien” con un (31%); en tercera posición se encuentra la opción “a” “Actúo
libremente” con un (29%); en cuarto lugar las respuestas “c” “Acepto un reto” y la “e” “Otros”
con un (0%) ambas.
Por otra parte, en el postest se presenta un cambio, la opción “a” y “d” coinciden con la
misma puntuación teniendo un (31%) aproximadamente cada una; por su parte, en el segundo
lugar nos encontramos la opción “b” con un (26%); en tercera posición se ubica la respuesta “c”
con un (11%) y en último lugar la “e” con un (0%).
127
Se muestra en el postest un cambio radical; en el pretest la opción “b” “Comparto con mis
amigos” presenta un (40%) y en el postest un (26%) pasa al segundo lugar en el postest;
mientras que la frase “a” “Actúo libremente” obtiene en el pretest un (29%) y en el postest un
(31%) aumentando un (2%); cabe destacar que las opciones presentadas en esta frase muestran la
libertad de decidir y de actuar libremente.
Durante la realización de la actividad los alumnos se mostraron atraídos hacia la lectura,
atendiendo a lo que se presentaba en el texto. Después de culminada la lectura, los estudiantes
comentaron sus inquietudes y que les agradó de la historia; al igual, que expusieron sus puntos de
vista sobre la representación del valor de la libertad en la obra.
En el relato, los alumnos seleccionaron algunos fragmentos que llamaron más su atención,
entre los que podemos encontrar:
1. “En la plaza, el cucarachero se divertía yendo y viniendo, echando un trino aquí, allá un gorjeo, y riendo a desbordantes carcajadas musicales que se iban desgranando…”
2. “No estaba informado él, seguramente que un minuto de silencio oficial estaba decretado para las nueve y catorce minutos y medio tres cuarto en punto, hora exacta, no sé yo por el cuál motivo, para conmemorar no se yo qué…”
3. “- Pero me duele a mí… pero me duele a mí.”
En el primer fragmento los alumnos manifestaron que lo escrito allí representaba la libertad
que poseía el Cucarachero en la historia, y el deseo de ellos de hacer lo que le gustaba hacer al
ave.
Los alumnos plantearon que el segundo segmento les llamó la atención la imposición del
día, hora y mes, de un minuto de silencio; una ley que no tenía fundamento ni información de por
qué fue puesta a ejecución; y la última frase les gustó por ser graciosa y ocurrente.
El valor de la libertad se observa en la historia; los alumnos entendieron y reflexionaron
sobre el valor presente en el relato, manifestando a través de los resultados en el postest, la
elección hacia las opciones relacionadas con el valor de la libertad.
128
Luego de haber examinado cada una de las respuestas dadas por los alumnos, se considera
que las estrategias de lecturas realizadas en el aula con los cuentos de Julio Garmendia,
influyeron en las respuestas planteadas en el postest, manifestando a través de sus comentarios o
reflexiones, una inclinación hacia las respuestas relacionadas con los valores de solidaridad,
libertad y autoestima presentadas en las actividades.
Así mismo, se observa que en cada frase presentada a los estudiantes, éstos tenían la
libertad de elegir cualquiera de las opciones planteadas, destacando que si deseaban exponer una
respuesta diferente a las propuestas en la encuesta, podían hacerlo en la opción “Otros”, la cual
fue utilizada por los alumnos en diferentes ocasiones, demostrando que la encuesta utilizada
contenía varias oportunidades para respuestas.
En los resultados de la encuesta se presentaron cambios de selección; esto quiere decir, que
los alumnos seleccionaron en el pretest una respuesta, y en el postest eligieron otras, cambiando
su punto de vista. Es importante destacar que, los estudiantes poseen una formación en valores
personales que han desarrollado durante su vida, como parte de su experiencia previa; estos
valores se incrementan o activan cuando un agente externo influye en el educando; si se les
presenta una fuerza externa efectiva y eficaz, donde ellos construyen su propia experiencia de
aprendizaje con base en el constructivismo, los alumnos reaccionan de manera diferente; por lo
tanto, los resultados presentados son una muestra de que las estrategias practicadas a los
educandos contribuyeron a desarrollar la sensibilidad, la reflexión y la concienciación, activando
sus emociones y el pensamiento crítico, y fomentando valores universales en ellos.
Es importante destacar, que los alumnos poseían una jerarquía de sus valores, los cuales
fueron puestos de manifiestos durante la realización del pretest; sin embargo, sus repuestas
manifestaron cambios significativos en la mayoría de los alumnos, evidenciando lo planteado por
Scheler y Nicolai Hartmann, quienes manifiestan que los valores mantienen una jerarquía de
bienes objetivos cuando son fijos e inmutables, pero en cuanto a preferencia o valía son
cambiantes y variables en el sujeto; por lo tanto, las valoraciones y sus escala pueden evolucionar
al igual que los estudiantes, y esto se observa en el resultado presentado en el postest.
Los cuentos de Julio Garmendia fueron la base de las estrategias presentadas a los alumnos;
ya que las historias del autor poseen valores morales y sociales que sirven para desarrollar en el
lector la imaginación, la sensibilidad, la reflexión y la conciencia del individuo. Es por eso, que
129
los relatos del autor planteados dentro de unas estrategias bien estructuradas y organizadas, con
objetivos específicos, contribuirían a crear seres humanos capaces de convivir en armonía,
practicando la libertad, la solidaridad, el amor, la justicia, la cooperación, la responsabilidad, la
tolerancia, el respeto y la autoestima entre otros valores, con base en el humanismo y
constructivismo, considerando la parte humana junto a la capacidad propia de aprender de todos
los seres humanos.
130
CONCLUSIÓN
Realizando el estudio de los resultados obtenidos después de analizar los cuentos de Julio
Garmendia como estrategia para el fomento de valores universales y una vez confrontada las
informaciones recopiladas de la investigación, se concluyó lo siguiente:
En lo que respecta al objetivo de: identificar las figuras retóricas presentes en los cuentos de
Julio Garmendia, se encontró que en la mayoría de estos se encuentra el símil, la humanización,
la hipérbole y la metáfora, destacando que la humanización solo se presenta en algunas historias
del autor, en las cuales el animismo se muestra en plantas, frutas y animales; estas funciones
reflejan la realidad, constituyendo elementos de gran utilidad para llamar la atención o interés del
alumno con respecto a la lectura y su comprensión. Esto coincide con lo manifestado por Álvares
(2006), quien afirma que las funciones retóricas le dan brillo y claridad al relato, exponiendo de
una manera diferente lo que se quiere decir; es importante considerar, que los estudiosos de la
materia como Roland Barthes, Tzvetan Todorov y Gérard Genette entre otros, han enriquecido la
retórica con aportes fundamentales en el conocimiento de la misma.
En cuanto a, describir los elementos actantes presentes en las obras de Julio Garmendia los
alumnos se sintieron identificados con el discurso; es decir, luego de haber realizado las lecturas
de los cuentos los alumnos manifestaron en forma oral la preferencia o selección de pequeños
segmentos que llamaron su atención, por cuanto despertaron en ellos, el entusiasmo, el humor, la
compasión, reflexión, comparación con lo cotidiano, considerando, que en estos fragmentos se
planteaban elementos actanciales. Los personajes en las obras están definidos de acuerdo a las
características que le proporcionó el autor; desarrollándose en las mismas variadas formas
(sujeto, objeto, destinador, destinatario, ayudante, oponente), los cuales contienen una secuencia
estructurada de manera que el lector reflexione sobre lo que se plantea en el relato; Basado lo
antes dicho, en lo expuesto por Navas (1995) y Wagner (1999), los cuentos de Garmendia poseen
una estructura narrativa donde los elementos actantes cumplen la función de involucrar a los
alumnos y adentrarlos al mundo ficcional.
Con referencia a determinar las funciones literarias presentes en las obras de Julio
Garmendia, los resultados muestran que los estudiantes después de realizadas las lecturas
guiadas, continuas y grupales, comprendieron los textos propuestos, puesto que desarrollaron
131
creativamente formas, figuras y escritos, relacionadas con los cuentos, tales como: cucaracheros
de papel, tarjetas y árboles, donde resaltaban escritos concerniente a sus emociones, sentimientos
y pensamientos; internalizando los valores que activaban las lecturas de Manzanita, El
Cucarachero y Las dos Chelitas, en los alumnos, ya que las funciones literarias que poseen los
relatos actuaron eficaz y eficientemente de acuerdo al valor ético, estético, didáctico y
psicosocial; todo ello basado en las propuestas de Bernal (2005), Llerena (2005), Remigio
(2003), la Universidad Nacional Abierta (UNA, 2002), Bianco (2002), y lo planteado en los
estudios de Kolbergh y Lickona (2000); los cuales coinciden en que el aprendizaje, entre estos, la
lectura de cuentos, debe estar compuesto con bases morales que orienten al educando dentro de
los valores artísticos a desarrollar su creatividad; despertar motivación y la didáctica en el aula;
permitiendo la inclusión de los alumnos a la sociedad.
En lo que concierne a relacionar los cuentos de Julio Garmendia con los valores morales y
sociales, los alumnos lograron sensibilizarse, concienciar y reflexionar acerca de lo expuesto en
los relatos; las estrategias aplicadas a los estudiantes dieron como resultado un cambio
significativo en ellos, mostrando incrementos importantes en las respuestas del postest
relacionadas con los valores establecidos; confirmando así, lo que plantea Kohlberg y Piaget de
que el niño desarrolla la moral a medida que pasa una serie de fases o etapas; esto quiere decir,
que los educandos activaron los valores que poseían y cambiaron sus jerarquías de acuerdo a la
influencia que se ejerció en ellos.
Con respecto a establecer los valores morales y sociales en los cuentos de Julio Garmendia,
se evidenció después de aplicado el tratamiento (pretest y postest), con la realización de las
lecturas de los cuentos de Julio Garmendia , que la mayoría de los alumnos, lograron cambiar sus
elecciones o preferencias en cuanto a los valores presentados Libertad, Autoestima y Solidaridad;
manifestando transformaciones significativas que mejoran su calidad de vida, para convivir en
armonía.
En este orden de ideas y en atención a los aportes de la teoría axiológica de Scheler y
Hortmann; la teoría de Kohlberg y Rokeach; el constructivismo con Ausbel, Piaget, y Vigotsky
(1979), y el humanismo con Maslow (1994); los alumnos durante la realización de las actividades
pusieron en práctica sus conocimientos previos, reorganizaron y reestructuraron una nueva
concepción de los valores trabajados con la aplicación de las estrategias; utilizando la objetividad
132
al seleccionar lo justo y observable; la subjetividad al ser tomado por el deseo personal;
desarrollando el pensamiento crítico y creativo, sensibilizándolos ante diversas situaciones que
permiten la reflexión en el educando y lo colocan como unidad biopsicosocial que funciona a
manera de un todo armónico.
En atención a lo antes expuesto, los cuentos de Julio Garmendia constituyen una estrategia
importante en el sistema educativo para fomentar valores universales en los educandos; ya que
los relatos cuentan con elementos necesarios que permiten el desarrollo tanto intelectual, crítico y
creativo del estudiante; contribuyendo a crear seres humanos sensibles, reflexivos y concientes,
capaces de enfrentar diversas situaciones de la vida y de establecer una sociedad donde la
autoestima, la libertad, la solidaridad, la tolerancia, el amor, la responsabilidad, la cooperación, el
respeto y la justicia sean la bandera para una convivencia cargada de felicidad en pro de un futuro
mejor, considerando al individuo como un ente cambiante, activo y participativo en su propio
aprendizaje, lo que conlleva a la formación de un individuo exitoso personal y profesionalmente.
Considerando los resultados obtenidos en la investigación y con el propósito de enriquecer
el proceso de aprendizaje, se sugiere lo siguiente:
A las autoridades universitarias de pregrado, como ente preparador del personal profesional
de la educación, se propone que consideren entre sus programas de formación, uno relacionado
con los cuentos venezolanos donde se analicen los valores universales presentes en ellos,
promoviendo estrategias dirigidas alternativas para establecer los cambios requeridos en el
sistema educativo, que brinden al egresado de Educación la manera de analizar y crear por sí
mismos nuevas estrategias de aprendizaje que contengan valores; igualmente, se sugiere realizar
un seguimiento de las actividades para constatar o verificar los resultados obtenidos.
Al gobierno nacional y regional, se le sugiere que establezcan entre los contenidos del
programa curricular educativo, objetivos dirigidos a la comunidad y a las escuelas; que
promuevan la lectura y análisis de los cuentos venezolanos, entre estos, los de Julio Garmendia,
para fomentar valores universales en los educandos o colectividad, el mismo debe ser más activo
y amplio en sus redes orientadoras.
Al personal perteneciente a la Secretaría de Educación, como organismo regional de
educación, la promoción de material y talleres relacionados con cuentos de autores venezolanos,
133
que brinden a los docentes alternativas de cambio personal y profesional con la aplicación de
estrategias en el aula, proyectándose así una nueva concepción y compromiso cambiante de tan
importante figura dentro del sistema. Del mismo modo, se sugiere a esta instancia oficial que el
personal encargado de dirigir los talleres, cumplan las condiciones y perfiles académicos
requeridos para desempeñar la labor asignada.
Al personal directivo de la institución educativa Escuela Básica “Federación Venezolana de
Maestros”, en proporcionar el tiempo y el espacio donde se promuevan estrategias para fomentar
valores universales a través de los cuentos venezolanos, entre los que destaca los de Julio
Garmendia.
Al personal docente de la Segunda Etapa de la Escuela Básica “F.V.M.”, la puesta en
práctica de estrategias de lecturas de los cuentos de Julio Garmendia para fomentar valores
universales en el aula.
Al personal facilitador de la Segunda Etapa de la Escuela Básica “F.V.M.”, que sirvan de
promotores en el ejercicio de sus funciones, tomando en cuenta las condiciones necesarias que
brinda esta investigación, presentadas a continuación:
• Crear un ambiente físico adecuado para llevar a cabo talleres de lecturas de
cuentos, utilizando estrategias para fomentar valores universales en el educando.
• Contar con la autorización del personal directivo para aplicar la propuesta.
• Selección del personal participante, que mantengan la motivación y la disposición
para obtener conocimientos sobre las estrategias de lectura y aplicación para el
fomento de valores universales en el aula.
• Realización de una evaluación y control permanente de los procesos
instruccionales referidos al fomento de valores universales en el aula, a través de
la lectura de los cuentos venezolanos, entre ellos los de Julio Garmendia.
134
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139
ANEXOS
140
INTRODUCCIÓN
Esta investigación tiene como objetivo:
Analizar los cuentos de Julio Garmendia como estrategia para el fomento de valores
universales en el aula, implícitas en el proceso instruccional de la II etapa de la Escuela Básica
“Federación Venezolana de Maestros”.
Proponer estrategias instruccionales relacionadas con los cuentos de Julio Garmendia, para
fomentar valores universales en la segunda etapa de la Escuela Básica Federación Venezolana de
Maestros.
Para ello es necesario recopilar información al respecto, razón por la cual ha sido
seleccionado para tomar parte de este estudio. La información que pueda proporcionar será de
suma importancia y, sin duda, contribuirá a mejorar el proceso de aprendizaje significativo en la
comunidad educativa efevemista, y al éxito de esta investigación.
141
Parte A. Pretest y postest realizado a los alumnos del 6º “A” de la Escuela Básica “FVM” Maracaibo, noviembre de 2008 Nombre y Apellido del alumno: ________________________________________
A CONTINUACIÓN SE PRESENTA UNA SERIE DE FRASES LAS CUALES NECESITAN SER COMPLETADAS CON UNA Y SOLO UNA DE LAS OPCIONES PRESENTES QUE SE TE OFRECEN, EN CASO DE FALTAR ALGUNA QUE TE AGRADE, ESCRIBE TU OPINIÓN EN LA OPCIÓN (OTROS).
1. Me siento feliz cuando: a. Estoy con mi familia. (__) b. Comparto con mis amigos o amigas. (__) c. Descanso. (__) d. Dramatizo un cuento. (__) e. Otros: _____________________________ 2. Mi mayor valor es: a. Ayudar a los demás. (__) b. Ser amoroso o amorosa. (__) c. Saber entender a mis amigos. (__) d. Apreciarme como soy. (__) e. Otros: _____________________________ 3. Cuando comparto con mis amigos me gusta sentirme: a. Libre de actuar. (__) b. Comprendido o comprendida. (__) c. Apreciado o apreciada. (__) d. Feliz de estar juntos o juntas. (__) e. Otros: ____________________________ 4. Yo me siento bien cuando soy: a. Colaborador o colaboradora. (__) b. Participativo o participativa. (__) c. Divertido o divertida. (__) d. Comprensivo o comprensiva. (__) e. Otros: ____________________________ 5. Cuando quiero estar con mis amigos: a. Salgo a buscarlos sin pedir permiso a mis padres. (__) b. Pido permiso a mis padres para ir a buscarlos. (__) c. No digo nada a mis padres y me quedo en casa. (__) d. Llamo a mis amigos para que me visiten. (__) e. Otros: _______________________________
142
6. Cuando estoy con mis amigos me gusta: a. Que me escuchen. (__) b. Sentirme importante para ellos. (__) c. Colaborar con lo que necesiten. (___) d. Que me tomen en cuenta. (__) e. Otros: ____________________________ 7. Disfruto compartir con mis amigos: a. Mi tiempo. (__) b. Mis logros. (__) c. Mis pensamientos. (__) d. Mis sentimientos. (__) e. Otros: ____________________________ 8. Aprecio a mis amigos cuando: a. Me respetan. (__) b. Me quieren. (__) c. Me ayudan sin esperar nada a cambio. (__) d. Me toman en cuenta. (__) e. Otros: _____________________________ 9. Quisiera tener como persona: a. Más libertad para estar con mis amigos. (__) b. Más comprensión para ayudar a los necesitados. (__) c. Más fuerza para superar mis debilidades o dificultades. (__) d. Más amor para dar a los demás. (__) e. Otros: _____________________________ 10. Con mi esfuerzo he logrado: a. Superarme en los estudios. (__) b. Tener amigos. (__) c. Tener lo que me gusta. (__) d. Comprender a los demás. (__) e. Otros: _____________________________ 11. He aprendido a ser: a. Colaborador o colaboradora. (__) b. Estudioso o estudiosa. (__) c. Respetuoso o respetuosa. (__) d. Comprensivo o comprensiva. (__) e. Otros: _____________________________ 12. Me aprecio por: a. Ser fuerte. (__) b. Ser valiente. (__) c. Ser comunicativo o comunicativa. (__) d. Ser solidario o solidaria. (__) e. Otros: _____________________________
143
13. Me veo como un niño o una niña: a. Solo o sola. (__) b. Alegre. (__) c. Querido o querida: (__) d. Comprensivo o comprensiva. (__) e. Otros: _____________________________ 14. Soy responsable cuando: a. Actúo libremente. (__) b. Comparto con mis amigos. (__) c. Acepto un reto. (__) d. Decido ayudar a alguien. (__) e. Otros: ______________________________ 15. Cuando sea un adulto me gustaría ser: a. Amistoso o amistosa. (__) b. Padre o madre de familia. (__) c. Ser el mejor de todos mis amigos. (__) d. Valorado por los demás. (__) e. Otros: _____________________________
144
Parte B. Cuestionario dirigido a los alumnos para analizar la autoestima que poseen
Completa las siguientes frases
1. Me siento feliz cuando _____________________________________________
__________________________________________________________________
2. Mi mayor valor es _______________________________________________
__________________________________________________________________
3. Mis amigos me aprecian por ________________________________________
___________________________________________________________________
4. Mi cualidad es ___________________________________________________
___________________________________________________________________
5. Mi mayor alegría es _______________________________________________
___________________________________________________________________
6. Disfruto compartir mi o mis _________________________________________
___________________________________________________________________
7. Aprecio a mis amigos cuando ________________________________________
___________________________________________________________________
8. Con mi esfuerzo he logrado _________________________________________
___________________________________________________________________
9. He aprendido a ser ________________________________________________
___________________________________________________________________
10. Me aprecio por ser ________________________________________________
___________________________________________________________________
11. Me veo como _____________________________________________________
__________________________________________________________________
12. Me gusta ser _____________________________________________________
___________________________________________________________________
145
Parte C. Cuestionario dirigido a los alumnos, este se realiza después de la lectura del cuento Manzanita para conocer la Autoestima que poseen
¡QUÉ EMOCIONANTE FUE CONOCER A MANZANITA!
¡VAMOS!, TE INVITO A RECORDAR EL CUENTO
1. ¿Qué fruta del cuento representa o manifiesta tener una autoestima baja?
2. ¿Qué frutas consideras tú es el líder de las frutas en el cuento?
3. ¿Cómo se lamentaba Manzanita al ver las manzanas del norte?
4. ¿De qué hablaban los frutos para no hacer sentir mal a Manzanita?
5. ¿Quién fue el primer fruto al que Manzanita le planteó su dolor?
6. ¿Por qué el señor coco dice que tiene buen corazón?
7. ¿Por qué el señor aguacate dice ser sensible?
8. ¿Qué vecina se acercó a Manzanita de forma maternal?
9. ¿Qué fruta dijo no importarle el sufrimiento de Manzanita?
10. ¿Qué dijo el señor coco a todas las frutas?
11. ¿Qué frutas dicen tener un parentesco con las frutas extranjeras?
12. ¿Cuál de las frutas del cuento dice ser la reina de las frutas por tener una corona de seis
picos?
13. ¿Quién llamó dientona a la granada?
14. ¿Qué soñaba Manzanita?
15. ¿Por qué se murió Manzanita?
16. ¿Cómo era el corazón de Manzanita?
17. ¿Quién se le apareció a Manzanita cuando estaba enterrada?
18. ¿Qué animalito logró que Manzanita reflexionara sobre su muerte y se autovalorara?
19. ¿Qué le dijo el señor gusano a manzanita para que no se muriera?
20. ¿Qué reflexión realizó Manzanita al ver las manzanas extranjeras dañadas?
146
Encuesta (pretest y postest)
Lista de cotejo
Alumnos del 6º “A” de la II
etapa de la Escuela Básica
“F.V.M.”
•Símil •Humanización •Hipérbole •Metáfora •Adecuación a la edad •Propiedad del tema y su tratamiento •Uso correcto y apropiado de la lengua •Caracterización de los personajes •Importancia de la acción y la descripción •Ética •Estética •Didáctica •Psicosocial
•Las funciones retóricas del cuento como reflejo de la realidad. •Los elementos actantes en la estructura narrativa del cuento. •Funciones literarias del cuento.
•Los cuentos de Julio Garmendia como estrategia para la reflexión.
Identificar las figuras retóricas presentes en los cuentos de Julio Garmendia. Describir los elementos actantes presentes en las obras de Julio Garmendia. Determinar las funciones literarias presentes en los cuentos de Julio Garmendia.
Técnicas e Instrumentos
Fuente Indicadores Dimensiones Variable Objetivos Específicos
Objetivo General: Analizar el cuento de Julio Garmendia como estrategia para el fomento de valores universales
OPERACIONALIZACIÓN DE LA VARIABLEParte: D
147
Encuesta (pretest y postest)
Lista de cotejo
Alumnos del 6º “A” de la II
etapa de la Escuela Básica
“F.V.M.”
•Autoestima •libertad •Solidaridad •Tolerancia •Amor •Responsabilidad •Cooperación •Respeto •Justicia
•Valores morales •Valores sociales
•Fomento de valores universales.
Relacionar los cuentos de Julio Garmendia con los valores morales y sociales.
Técnicas e Instrumentos
Fuente Indicadores Dimensiones Variable Objetivos Específicos
Objetivo General: Analizar los cuentos de Julio Garmendia como estrategia para el fomento de valores universales en el aula.
OPERACIONALIZACIÓN DE LA VARIABLE Parte: D
148
Cuadro de análisis sobre las encuestas aplicadas (pretest y postest)
a dieciocho alumnos del 6º “A”
A: Pretest B: Postes
Parte: E
149
Cuadro de análisis sobre las encuestas aplicadas (pretest y postest) a diecisiete alumnos del 6º “A”
A: Pretest B: Postest
Parte: E
150
Parte F. Cuadro de valores sobre los resultados de las encuestas (pretest y postest) aplicadas a treinta y cinco alumnos del 6º “A”
Pretest Postest
Nº Frases a % b % c % d % e % a % b % c % d % e % 1 Me siento feliz cuando 31 89 3 9 1 3 0 0 0 0 24 69 8 23 1 3 2 6 0 0
2 Mi mayor valor es 18 51 4 11 7 20 6 17 0 0 21 60 1 3 7 20 6 17 0 0
3 Cuando comparto con mis amigos me gusta sentirme 5 14 3 9 3 9 24 69 0 0 10 29 5 14 2 6 18 51 0 0
4 Yo me siento bien cuando 13 37 9 26 10 29 3 9 0 0 15 43 5 14 12 34 3 9 0 0
5 Cuando quiero estar con mis amigos 2 6 21 60 2 6 9 26 1 3 1 3 19 54 2 6 10 29 3 9
6 Cuando estoy con mis amigos me gusta 6 17 5 14 10 29 11 31 3 9 7 20 4 11 15 43 7 20 2 6
7 Disfruto compartir con mis amigos 5 14 2 6 7 20 21 60 0 0 5 14 4 11 7 20 19 54 0 0
8 Aprecio a mis amigos cuando 9 26 5 14 16 46 4 11 1 3 6 17 4 11 19 54 5 14 1 3
9 Quisiera tener como persona 8 23 11 31 9 26 7 20 0 0 9 26 10 29 8 23 8 23 0 0
10 Con mi esfuerzo he logrado 20 57 5 14 5 14 5 14 0 0 18 51 5 14 1 3 10 29 1 3
11 He aprendido a ser 7 20 12 34 12 34 4 11 0 0 4 11 8 23 14 40 8 23 1 3
12 Me aprecio por 2 6 12 34 4 11 17 49 0 0 4 11 8 23 4 11 19 54 0 0
13 Me veo como un niño o una niña 5 14 15 43 9 26 5 14 1 3 4 11 17 49 9 26 4 11 1 3
14 Soy responsable cuando 10 29 14 40 0 0 11 31 0 0 11 31 9 26 4 11 11 31 0 0
15 Cuando sea adulto me gustaría ser 10 29 12 34 2 6 6 17 5 14 9 26 15 43 1 3 6 17 4 11
O: Opciones V: Valor en porcentaje
O V O V O V O V O V O V O V O V O V O V
151
PPrroodduucccciioonneess yy DDeessaarrrroolllloo ddee AAccttiivviiddaaddeess
“Un regalo maravilloso”
152
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“Como un ave”
153
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““EEll áárrbbooll ddee mmii aauuttooeessttiimmaa””