Download - Las Pruebas de la Existencia de Dios
DESEO DE DIOS
REVELAR = quitar el velo que esconde algo. En teología significa la
manifestación que Dios hace a los hombres de cosas que les estaban escondidas
tanto sobre Dios como sobre el mundo.
En un primer momento, Dios revela
su majestad y omnipotencia
mediante hechos. El hombre puede
llegar al conocimiento de Dios
contemplando estos hechos.
La creación
entera es un
camino hacia
Dios.
El universo es
un signo de la
presencia y
Belleza divinas.
= revelación natural de Dios
Revelación natural de Dios
Vaticano I: “Dios, principio y fin de
todas las cosas, puede ser conocido
con certeza por la luz natural de la
razón humana a partir de las cosas
creadas”.
Rom 1, 20: “Desde la creación del
mundo las perfecciones invisibles de
Dios -su eterno poder y su divini-
dad- se han hecho visibles a la inte-
ligencia a través de las cosas
creadas”.
DESEO DE DIOS
Hay que tener en cuenta que las personas que llegan al
conocimiento de Dios a través de la naturaleza, no la
perciben como “creada” al principio, sino sólo al final
de sus reflexiones. Parten del mundo, no de Dios.
Vaticano I sólo enseña que se puede conocer a Dios a
partir del mundo con la ayuda de la razón. Quiso soste-
ner con esto que a cualquier hombre se le puede hablar
de Dios con sentido.
El Dios que alcanzan nuestras meras fuerzas naturales, es
el Fundamento del mundo, un Incondicionado y Absoluto.
Pero no el Dios vivo y personal de la Biblia. Al Dios de los
filósofos no se le puede rezar. Puede facilitar vías de com-
prensión de la fe y manifestar que la fe no es irracional.
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DESEO DE DIOS
Revelación natural de Dios
“En la mente de todo hombre existe la idea del
ser mayor que el cual no se puede pensar otro.
Pero este ser –Dios– ha de existir también en la
realidad. En efecto, existir en la mente y en la
realidad es más que existir sólo en la mente. Pero
si el ser mayor que el cual no se puede pensar
otro no existiera en la realidad, entonces no sería
el ser mayor que el cual no se puede pensar otro,
pues se podría pensar otro mayor, a saber, el
que, existiendo en la mente como el mayor que se
puede pensar, existiese también en la realidad.
Luego el ser mayor que el cual no se puede
pensar otro, existe en la mente y en la realidad.
Luego existe Dios”.
PRUEBAS A PRIORI
I.- Argumento Ontológico (San
Anselmo de Canterbury)
PRUEBAS A PRIORI
PRUEBAS A POSTERIORI
Las vías del conocimiento de Dios son pruebas metafísicas que necesitan:
a) La aceptación de la existencia del mundo externo, esto es, de la
naturaleza y de los otros hombres: sin ella el sujeto no se distingue del objeto,
el hombre de la naturaleza, sino que la conciencia vive en el caos.
b) La conciencia del propio yo como realidad compleja de alma y cuerpo y,
sobre todo, como núcleo personal que debe orientarse en el ser y en la
vida: sin la conciencia de la propia personalidad no surge ningún interés, ni
problema, y mucho menos el de Dios.
c) La convicción de la validez u objetividad del conocer y de su capacidad,
por tanto, de avanzar con la experiencia y la reflexión hasta poder pasar
de las apariencias a las esencias, de las partes al todo, de los efectos a las
causas y viceversa. Todo hombre se encuentra en esa persuasión: las dudas
sobre estos puntos son extravagancias de la sofística.
II.- PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS
(Santo Tomás de Aquino)
PRUEBAS A POSTERIORI
Las vías expuestas por Santo Tomás
tienen una estructura parecida. Hay en
ellas cuatro elementos:
A)El punto de partida.
B)La aplicación de la causalidad al punto
de partida.
C)La imposibilidad de proceder al infinito
en la serie de las causas.
D)El término final: necesidad de la
existencia de Dios.
PRUEBAS A POSTERIORI
1era. Vía.- El movimiento y
el motor inmóvil
PRUEBAS A POSTERIORI
1era. Vía.- El movimiento y el motor inmóvil
«La primera y más manifiesta vía se toma del movimiento (ex parte motus). Es innegable y
consta por el testimonio de los sentidos que en este mundo hay algunas cosas que se mueven.
Ahora bien, todo lo que se mueve es movido por otro, ya que nada se mueve sino en cuanto está
en potencia respecto a aquello para lo que se mueve, pues mover requiere estar en acto, ya que
mover no es otra cosa que hacer pasar algo de la potencia al acto. Esto no puede hacerlo más
que lo que está en acto; por ejemplo, lo cálido en acto, como el fuego, hace al leño, que es cálido
en potencia, ser cálido en acto, y por esto lo mueve y altera. Pero no es posible que una cosa esté al
mismo tiempo en acto y en potencia respecto a lo mismo, sino sólo respecto a cosas diversas, pues lo
que es cálido en acto no puede ser al mismo tiempo cálido en potencia, sino frío en potencia. En
consecuencia, es imposible que algo sea, bajo el mismo respecto, motor y movido, esto es, que se
mueva a sí mismo. Por consiguiente, todo lo que se mueve se mueve por otro. Pero si aquello por lo
que se mueve es también movido, es necesario que se mueva por otro, y éste por otro. Pero aquí
no se puede proceder al infinito, porque entonces no habría un primer motor y, por consiguiente,
tampoco ningún otro motor, puesto que los motores segundos no mueven sino en cuanto son movidos
por el primero, como el báculo no se mueve más que siendo movido por la mano. Por tanto, es
necesario llegar a un primer motor que no sea movido por nadie, y por éste todos entienden a
Dios» (S.Th. I, q. 2, a. 3. )
PRUEBAS A POSTERIORI
2da. Vía.- La causalidad eficiente y la
Primera Causa Incausada
PRUEBAS A POSTERIORI
2da. Vía.- La causalidad eficiente y la Primera
Causa Incausada
«La segunda vía procede a partir de la razón de causa eficiente. En las
cosas sensibles hallamos un orden de causas eficientes. No se encuentra, en
cambio, ni es posible, que algo sea causa eficiente de sí mismo, pues si
así ocurriera sería antes de sí mismo, lo cual es imposible. Ahora bien, no
es posible tampoco proceder al infinito en la serie de causas eficientes,
porque en todas las causas eficientes ordenadas, la primera es causa de la
intermedia, y ésta es causa de la última, sean las intermedias una o varias.
Pero si se quita la causa, se quita el efecto; luego si no hubiera una primera
en las causas eficientes, tampoco se daría ni el efecto último ni causas
eficientes intermedias, lo cual es, evidentemente, falso. En consecuencia, es
necesario que haya una primera causa eficiente, a la que todos llaman Dios»
(S.Th. I, q. 2, a. 3.)
PRUEBAS A POSTERIORI
3era. Vía.- De la generación y la corrupción a Dios
como Ser Necesario.
PRUEBAS A POSTERIORI
«La tercera vía parte del ente posible y necesario, y puede formularse así. Encontramos
en el mundo algunas cosas que son posibles de ser y no ser. Ahora bien, es imposible que los
seres de tal condición sean siempre, puesto que lo que es posible de no ser, alguna vez no
es. Si, pues, todas las cosas son posibles de no ser, alguna vez no existió nada; pero
si esto es verdad, tampoco existiría nada ahora, porque lo que no es no empieza a
ser sino por algo que es. Luego si nada existió fue imposible que algo comenzara a ser,
y de este modo no existiría nada, lo cual es evidentemente falso. Luego no todos los entes
son posibles, sino que debe existir alguno que sea necesario. Pero todo ente necesario o
tiene causa de su necesidad en otro, o no la tiene. No es posible proceder al infinito en
los seres necesarios que tienen causa de su necesidad, como tampoco lo era en las causas
eficientes, según se probó. En consecuencia, necesariamente debe existir algo que sea
necesario por sí mismo, que no tenga la causa de su necesidad fuera de sí sino que sea
causa de la necesidad de los demás, al cual todos llaman Dios» (S.Th., I, q. 2, a 3.)
3era. Vía.- De la generación y la corrupción a Dios
como Ser Necesario.
PRUEBAS A POSTERIORI
4ta. Vía.- De
los grados de
perfección al
Ser Perfecto.
PRUEBAS A POSTERIORI
La cuarta vía se toma de los grados que se encuentran en las cosas.
Efectivamente, se encuentran en las cosas algo más o menos bueno, más o menos
verdadero, más o menos noble, e igualmente de otras cosas semejantes. Pero el
más y el menos se dicen de diversas cosas según se aproximen de diverso modo
a algo que es máximamente, como es más cálido lo que más se aproxima a lo
máximamente cálido. Por tanto, existe algo que es verísimo, y, en consecuencia,
máximamente ente, ya que las cosas que son máximamente verdaderas son
máximamente entes, como se dice en II Metaph. Ahora bien, lo que se dice
máximamente tal en algún género es causa de todos los que están en aquel
género, al igual que el fuego, que es máximamente cálido, es causa de todo lo
cálido. Por consiguiente, hay algo que es causa para todas las cosas del ser y
de la bondad y de cualquier otra perfección. A este ser le llamamos Dios»
(S.Th., I, q. 2, a 3.)
4ta. Vía.- De los grados de perfección al Ser Perfecto.
PRUEBAS A POSTERIORI
5ta. Vía.- De la finalidad de las cosas a la
Inteligencia Ordenadora.
PRUEBAS A POSTERIORI
La quinta vía se toma del gobierno del mundo. Vemos, en efecto,
que las cosas que carecen de conocimiento, como los cuerpos
naturales, obran por un fin, como se pone de manifiesto porque
siempre o muy frecuentemente obran de la misma manera para
conseguir lo mejor; de ahí que llegan al fin no por azar, sino
intencionadamente. Pero los seres que no tienen conocimiento no
tienden al fin sino dirigidos por algún ser cognoscente o
inteligente, como la flecha es dirigida por el arquero. Luego existe
un ser inteligente por el cual todas las cosas naturales se ordenan
al fin: a este ser llamamos Dios» (S.Th., I, q. 2, a 3.)
5ta. Vía.- De la finalidad de las cosas a la
Inteligencia Ordenadora.
Otro grupo de pruebas de la existencia de Dios se basa en la
realidad humana:
- Experiencia de nuestra finitud: siempre nos hacemos preguntas,
especialmente sobre el sentido de la vida, la experiencia del
sufrimiento (enfermedad, preocupación, soledad, fracaso).
- Experiencia de la muerte: ¿de dónde vengo, a dónde voy?
- Tampoco en nuestra búsqueda de felicidad podemos alcanzar
la plenitud: todo lo que encontramos es finito y limitado, imper-
fecto y pasajero.
- En el hombre se da también la esperanza de la infinitud: tenemos
siempre hambre y sed de más verdad, más justicia y más felicidad.
- Además hay algo incondicionado y absoluto en nuestro interior.
Ejemplo: la voz de la conciencia que advierte, aprueba, reprende.
OTRAS PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS
Otras pruebas de la existencia de Dios que se basan en la
realidad humana:
- Hay injusticias que claman al cielo, como la muerte de un inocente.
- Lo incondicionado y absoluto se nos revela también en el amor.
Pero el amor humano puede llegar a decepcionar. Ansiamos lo
infinito, lo eterno y lo absoluto y no lo podemos alcanzar en esta vida.
- Sólo Dios puede llenar el corazón humano. San
Agustín, Confesiones 1, 1: “Inquieto está nuestro
corazón hasta que descanse en Ti”.
- Sólo si Dios existe, tiene sentido la vida humana.
- La dignidad humana “tiene en el mismo Dios su
fundamento y perfección” (Gaudium et spes 21).
OTRAS PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS