BENZODIACEPINAS
Las benzodiacepinas, benzos o BZM son una familia de
principios activos de estructura química similar que
habitualmente se utilizan en medicina como tratamiento a
problemas neurológicos y psiquiátricos, así como para el
insomnio y el estrés. Desde el lanzamiento de la
compañía farmacéutica ROCHE en 1963 del conocido
Valium®, esta familia de medicamentos se han convertido
en uno de los más vendidos de todos los tiempos.
Baste decir que según el Euskadi Drogas 2012 “prácticamente una de cada cinco
personas de 15 a 74 años residente en la CAPV ha consumido en algún momento
de su vida (…) psicofármacos”, familia de medicamentos donde se engloban las
benzodiacepinas. Además “un 11,3% de la población señala haber consumido al
menos alguna de estas sustancias (psicofármacos) en el último año”. Por último
este estudio también indica “un incremento impórtate del uso de este tipo de
medicamentos sin receta médica”, si bien siguen siendo minoritarios ya que su
“prevalecía de uso habría pasado del 0.5% al 1.1%”.
Dentro de la familia de las benzodiacepinas existen más de 30 diferentes
moléculas que debido a sus diferencias estructurales también producen
diferentes efectos.
La presentación habitual es como
medicamento en forma de comprimido,
aunque es posible encontrarlo también
como líquido y microenemas. La
denominación de estos medicamentos suele
caracterizarse por la terminación -pam
(diacepam o valium®, lorazepam o orfidal®
bromazepan o lexatin®,…) o –lam
(alprazolam o trankimazin®,..), aunque pueden tener otras denominaciones como
clorazepato (tranxilium®) u otras.
La vía de administración habitual es la oral, si bien existen varios medicamentos
para la administración sublingual, inhalada, intravenosa y rectal.
La dosis de cada benzodiacepina depende de su potencia y su vida de
eliminación. Cada señalar que dependiendo de del tiempo de duración de los
efectos se clasifican en: ultracortos (1-5h), cortos (5-20h), intermedios (20-40h) y
largos (40-120h).
BENZODIACEPINAS
Los efectos de las benzodiacepinas varían en función de la dosis ingerida, del
contexto del consumo y del estado de ánimo de la persona consumidora, así
como de sus expectativas y características personales. De forma general todas
las benzodiacepinas son depresoras del sistema nervioso central. Aunque
también puede producir desinhibición, ganas de hablar, y estimulación. Los
efectos más comunes se pueden describir como: Sedantes, que disminuye la
actividad; hipnóticos, que induce la somnolencia; miorelajantes, que relajan los
músculos, antiepilépticos, anticonvulsivantes e inductores de la anestesia. Pueden
producir amnesia anterógrada, esto es, dificultad para recordar hechos recientes.
Dosis elevadas provocan somnolencia, fatiga, pesadillas, mareos, lentitud
psicomotriz, náuseas, aturdimiento, confusión, o disminución de la coordinación
psicomotriz.
Su uso continuado genera una rápida tolerancia, con lo que para conseguir los
mismos efectos debemos consumir una dosis mayor. Su consumo puede originar
una dependencia física y psíquica. En caso de generar una dependencia física
tendríamos que tener en cuenta que su retirada brusca puede conllevar
problemas graves. Con el consumo habitual pueden aparecer la "anestesia
emotiva" o incapacidad de sentir placer o dolor. En ciertas ocasiones pueden
provocar efectos paradójicos, esto es: mayor excitación, incremento del nivel de
ansiedad, insomnio, pesadillas, alucinaciones en la primera fase del ciclo del
sueño, irritabilidad, o comportamiento hiperactivo o agresivo. Los de acción corta
a veces pueden causar fenómeno de rebote al cesar el efecto.
El consumo junto con algún otro depresor del sistema nervioso central (como
alcohol, opiáceos, ketamina u otros) puede hacer que los efectos se multipliquen
pudiéndose a llegar a intoxicaciones agudas, e incluso riesgos de sobredosis. El
consumo con estimulantes (como cafeína, anfetamina, cocaína u otros) puede
incrementar el consumo de ambos y por lo tanto los riesgos del aumento de
dosis. Si se consumen para mitigar los efectos no deseados de los estimulantes
aumentamos el riesgo de generar una dependencia al consumo de ambas. Junto
con alucinógenos (como monguis, LSD u otros) puede disminuir la ansiedad en
caso de que aparezca pero no elimina los efectos alucinógenos. Junto con otros
medicamentos (anticonceptivos orales, algunos antibióticos, antiácidos…) puede
aumentar los efectos por inhibición del metabolismo de la benzodiacepina.
Son varias las situaciones de especial características cuando no se deben de
cosumir. En concreto si se van a realizar tareas de riesgo o que necesiten de toda
nuestra atención como es conducir, si se está en edad de desarrollo, si se está
BENZODIACEPINAS
embarazada o en periodo de lactancia, si se padece
enfermedad respiratoria grave o apnea del sueño o de
insuficiencia hepática severa. Si la decisión final respecto a
estas sustancias es su consumo podemos tener en cuenta
diferentes cuestiones para gestionar placeres y riesgos.
Antes de consumir infórmate sobre esta sustancia, ten en cuenta que son
sustancias legales por lo que los profesionales de la salud (personal médico o
farmacéutico) pueden ayudarte en esta tarea. Además en internet puedes
encontrar los prospectos de cada una de ellas. Otra buena manera de informase
es utilizando los programas de la asociación Ai Laket!! Lo mejor es planificar tu
consumo marcándote tus límites y cumpliéndolos. Aunque haya personas que las
consuman bajo prescripción médica ten en cuenta que su consumo también
acarrea riesgos. El consumo de psicofármacos, donde se clasifican las
benzodiacepinas, son las únicas sustancias que consumen más mujeres que
hombres1. Ten en cuenta que el género es una variable importante en el consumo
drogas, tanto en la elección de las mismas como en el uso que se las da, así
como en la percepción que la sociedad tiene sobre su consumo. En los últimos
años han aparecido nuevas moléculas de la familia de las benzodiacepinas
vendidas como si fueran otras más habituales. Recuerda que el análisis es la
única manera de conocer la composición de aquellas sustancias adquiridas en el
mercado negro.2
Durante el consumo acuérdate que la vía oral es de absorción lenta y que los
efectos por tanto tardarán en aparecer. Recuerda de todas formas que hay
diferentes tipos de benzodiacepinas que actúan con diferente rapidez.
Después del consumo recuerda que la manera de no generar tolerancia es
haciendo pausas en el consumo. Si se tiene una adicción física a estas sustancias
es ten en cuanta no detener de golpe su consumo. Su consumo se puede
detectar en orina y en sangre hasta dos semanas después del último consumo
según el tipo de benzodiacepina. Se puede detectar en saliva días después de su
consumo. Ten en cuenta que el tráfico, venta o distribución de medicamentos sin
autorización está penado con la cárcel. 1 Euskadi y Drogas 2012
2 Informe Europeo sobre Drogas 2016