E s e e n a r I o
LA SONRISA.OCULTANDOEL DOLOR
Por G/Ida Waldman
U n novelista que escribe una obra deteatro, un escritor cuyas obras siempresitúan perfectamente a sus personajesen espacio y tiempo que se basa en unanovela sin espacio ni t iempo definido, unensayista para quien el mundo se havuelto una trampa que resta una obraplena de libertad, fantasía y humor. .. sonalgunas de las paradojas de Jacques y suamo (Homenaje a Denis Diderot), primera y hasta la fecha única pieza teatraldel conocido autor checo Milan Kundera.
Pero -y siguiendo con las paradojasJacques y su amo es mucho más queesto. Es un tributo y una despedida, unreencuentro y un final, un círculo que secierra entre dos sensibilidades, dos épocas, dos mundos.
Milan Kundera escribe esta obra deteatro poco después de la invasión aChecoslovaquia en 1968. Autodefinidocomo " un sobreviviente de la última generación de la gran cultura centroeuropea", Milan Kundera se asume como untestigo, un actor y una víctima de la paulatina extinción de la cultura y del espíritu de Occidente, cultura y espíritu claramente reflejados, según Kundera, en lanovela Jacques el fatalista, de Diderot.Sobre el sustento de esta novela, Kundera construye su obra de teatro, nocomo adaptación sino como una "variación" personal, en la cual se sintetizanlos mejores rasgos de la tradición novelística: el quiebre de las verdades sacralizadas, el cuestionamiento de las certezas, la ruptura de los absolutos, etc .,rasgos que también conforman la esencia de los Tiempos Modernos cuandoDios cae de su pedestal y todos los horizontes se le abren al ser humano.
La novela surge con una lógica dist intaa la de la ciencia, y por ello, LaurenceSterne (autor de Tristam Shandy, una novela muy admirada por Kundera) escribía: " La poesía no reside en la acción,sino en la interrupción de la acción" .Kundera escribe Jacques y su amo re-
nunciando a la unidad estricta de la acción para crear una obra de múltiplesplanos y voces, de simultaneidad de espacios y acciones, en la que las historiasde tres personajes (Jacques, su amo, yMadame de Pommeraye) se entrecruzany entretejen en un juego musical de contrapuntos ágiles y divert idos. (En estesentido, Milan Kundera hace suya la afirmación del crítico literario Georges Steiner cuando éste destaca "la sumisión delas formas literarias a ejemplos e idealesmusicales" .) Pero tras la ligereza de la" variación polifónica " subyace en Jacques y su amo un profundo matiz melancól ico . Milan Kundera , el europeodesgarrado por la desvastación de unmundo, quiere reencontrarse con el filósofo de la Enciclopedia; el hombre- desilusionado de las fantasías sobre el poderde la Historia, quiere recuperar las promesas de la Ilustración; el escritor quevive lo que a su juicio es el final del espíritu de Occidente, quiere rescatar el"leit-motiv" de ese espíritu: la razón, lapluralidad, la libertad, la subjetividad.Pero pareciera ser imposible. El Siglo delas Luces y el final del siglo XX están separados, al parecer, por un infinitoabismo . Kundera vuelto hacia Diderot, elteatro rindiendo homenaje a la novela, lasonrisa ocultando el dolor, conforman elescenario de la reflexión sobre la historiay el destino de la historia occidental moderna. Que su ocaso no sea en vano. \)
Milan Kundera. Jacquesy su amo (Homenaje a DenisDiderot) , Barcelona, Tusquets editores, 1986.
Milan Kundera
ESPECULARSOBRE DERRIDA
Por Jaime Lorenzo
A no dudar una to rtuosa traducciónque Tomás Segovia resuelve con brillan- .tez y conocimiento de causa muy notables, La Tarjeta Postal, de Freud a Lacan ymás allá (La Carte Postele, De Socrates aFreud et eu-delé, Au bier Flammarion,1980), se presenta en español en una"llegada" , como dicen los traductores,que lo fuerza inevitablemente, pues Derrida pone en escena las posibilidadesprohibidas del lenguaje: la diseminacióndel sentido, el querer decir sin decirlonecesariamente, la apertura de lo impensable, la estrategia de las comi llas, loirreductible en la escritura, etcétera.
"La mente más podero sa del pensamiento francés contemporáneo" , a decirde un perple jo comentarista cuya opinión se menc iona en la entrevista que seincluyeal final de La Tarjeta Postal, es Jacques Derrida.
Por supuesto, el primero en sonreír alrespecto es el propio Derrida: " ... estostextos (se refiere a los suyos)... son sinduda el prefacio interminable de otrotexto que me gustaría tener un día lafuerza de escrib ir, o también el epígrafea otro del que nunca habré tenido la audacia... " (Posiciones, entrev ista " Implicaciones", con Henri Ronse).
Labor interminable la suya que nocoincide con la perspectiva historicistade la tarea infinita de la teoría, pues nose guía por los mismos términos, fin , finalidad (teleología), descubrimiento ,acumulación de conocimientos (apofántica). Para Derrida la cuestión es otracosa. Si hay algo que responda al calificativo de "metafísica occidental " , unasuerte de legado que desde Sócrates organiza la intención de discurrir "acercade" (aquí es posible colocar todos lostemas metafísicos), el desafío consisteen la interrogación permanente, en elplanteamiento de la posibilidad de pensar "al margen " de la " metafísica occidental" . (Las comillas juegan un papelestratégico en sus textos: abren un sent ido inapresable para los principios de
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clasificación del lenguaje, ot ra escenaque no se deja escribir-ni " des-cribir"simplemente por las opos iciones binarias, 'un tercer término que se diseminaen el silencio de su impensabilidad.)
Filósofo ante todo , sin embargo no hasido fácilmente ubicable en las corrientes contemporáneas. De heideggerianosa neorretóricos, los textos derrideanosno se dejan clasificar, no se reducen alos simplismos más obedientes a la difusión cultural que a las alturas de los nuevos desafíos del pensamiento.
De sus textos sólo unos cuantos sehan traducido al español: De la Gramatología (Siglo XXI), Posiciones (Pretextos),Espolones (Pretextos), La Disem inación(Fundamentos), La Tarjeta Postal (SigloXXI) y LaFilosofía como institución (Conferencias en el País Vasco).
Al reverso de La Tarjeta Postal, leemos: " tú sitúas el tema del libro: entrecorreos y movimiento analítico, principiodel placer e historia de las telecomunicaciones, tarjeta postal y carta robada, enresumen la transferencia de Sócrates aFreud y a Lacan y más allá. Esta sátirade la literatura epistolar debía rellenarse:de direcciones, de códigos postales, denotas cifradas, de cartas anónimas, todoello conf iado a otras tantas modas, géneros y tonos. En él prodigo abusivamente las fechas, las firmas, los títulos olas referencias, la lengua misma."
Un poco desconcertante es esta " reversión" del texto . Sin embargo, éste,como los demás derrideanos, tal vezapresable s " dent ro" del impulso pordescentralizar el raciocinio que ha dominado en Occidente (en el que se cuentaa Foucault, Deleuze, Baudrillard, Lyotard,entre otro s), no sigue tan abierta " dispersión" , aunque sus implicaciones sediseminan en el vasto terreno de la especulación filosófica en torno a la consecución de la "verdad" (el centro metafísico por excelencia).
En la primera parte, " Especular sobreFreud" , Más allá del principio del placer,texto en el que Freud especula sobre sufamoso instinto de muerte, es " entrelineado" minuciosa y morosamente . El legado que desde Sócrates constituye laespeculación, que Freud enmascara de"metodología científica", se hace legibleen la andadura textual , en el terrenomismo de " lo psicoanalítico" , en el quéy cómo se dice, en cada paso metodológico, en cada aserto, en cada juicio y decisión, en cada toma de postura, en losresultados a que Freud llega. El " másallá" se desnuda en cuanto mera opción
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e r í t.I e o
Freud
discursiva. Derrida muestra aquí cómotoda "trans" o "tra" (traducción, transposición , transferencia, etc), que parafreud constituiría la "traslación" del" más allá" al discurso psicoanalítico, sufre el " ret raso originario" (o transa epistemológica) respecto a lo " en sí" de lascosas, que hace posible al lenguaje. Porotra parte, se hacen legibles las referencias, los apoyos, los préstamos discursivos que Freud, en su afán de originalidad, toma sin mencionar en su texto,aparentando un ingenuo desapego a lafilosofía que, como demuestra Derrida,es imposible.
En un segundo ensayo, " El cartero dela verdad", se analiza el seminario de Lacan sobre " La carta robada" de Poe.
Lacan
Como se sabe, ese seminario pretendla"ilu strar la verdad que se desprende delmomento del pensam iento freudianoque estudiamos, a saber que es el ordensimbólico el que es, para el sujeto, constituyente, demostrándoles en una historia la determinación principal que el sujeto recibe del recorrido de un significante" (Lacan) .
Pues bien, Derrida, que ya en Posiciones habla prometido discutir los problemas que plantea la escritura lacaniana,va localizando, haciendo legible, la huelladel logocentrismo (economía discursivaque desde Sócrates confiere el sentidoen sí -su verdad- a la "realidad"). Elcómo se despliega en la andadura textual del seminario, la puesta en escenade la "verdad", la organización logocéntrica de la misma, vale decir, la metáforade la verdad que se hace pasar por la" verdad" misma, es analizado aquí detenidamente. Lacan se hace portavoz dela "verdad", es " el cartero de la verdad"; encuentra en el texto de Poe loque busca, sin darse cuenta (o fingiendo)que su demostración estaba preparadade antemano por el discurso psicoanalítico, del que nunca sale, y dándole unalectura interpretativa que no devela sinoel recorrido del signif icante psicoanalítico, una " verdad" que en el texto no sepone en escena más que a través de laespeculación de Lacan.<>
La Tarjeta Postal(De Freud a l.acan y más allá). SigloXXI Editores, México, 1986. Traducción de TomásSegovia.
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