UNIVERSITARIOS POTOSINOS 249 JULIO 20204 ARCUDIA, C., ORTA, S. Y TORRES, B. PÁGINAS 4 A 10
Recibido: 06.02.2020 I Aceptado: 29.04.2020
Palabras clave: Conocimiento etnobotánico, derecho indígena, Huasteca potosina, Protocolo de Nagoya, propiedad intelectual.
La protección jurídica de los conocimientos tradicionales es un tema que ha estado presente en el seno de la Organización Mundial de la Propiedad Industrial (OMPI) desde fines del siglo XX.
La protección de conocimientostradicionales etnobotánicos enla Huasteca potosinaCARLOS ERNESTO ARCUDIA HERNÁ[email protected] BERENICE ORTA FLORESBLANCA TORRES ESPINOSAFACULTAD DE ESTUDIOS PROFESIONALES ZONA HUASTECA, UASLP
JULIO 2020 249 UNIVERSITARIOS POTOSINOS 5PROTECCIÓN DE CONOCIMIENTOS ETNOBOTÁNICOS
lleva inserto valores religiosos y culturales. Por último,
debemos señalar que los titulares de los conocimientos
tradicionales son sus generadores, no el Estado (To-
bón, 2007, pp 100-101).
Conocimientos etnobotánicos susceptibles
de protección en la Huasteca potosina
En el ámbito de los conocimientos tradicionales, aque-
llos relacionados con los recursos genéticos revisten
una mayor importancia. En efecto, estos conocimientos
están relacionados con la utilización y la conservación
de los recursos, a veces a lo largo de generaciones y
por su uso corriente en la investigación científica mo-
derna, por cuanto esos conocimientos orientan a los in-
vestigadores en su tarea de aislar valiosos compuestos
activos en los recursos genéticos (OMPI, 2015, p. 18).
Para fines de la presente reflexión, nos enfocaremos en
los conocimientos etnobotánicos en la Huasteca poto-
sina. Como sabemos, es una de las cuatro regiones en
las que se divide nuestro estado; es una zona de altas
temperaturas, de abundante vegetación y con vastos
recursos hidrológicos.
Cuenta con importante presencia de pueblos indíge-
nas tének, náhuatl y pame o xi’oi. Los tének habitan
principalmente en los municipios de Aquismón, Tan-
lajás, Tampacán, Ciudad Valles, Huehuetlán, San Anto-
nio, Tanquián y Tancanhuitz; los náhuatl se encuentran
asentados principalmente en los municipios de Ta-
mazunchale, Axtla de Terrazas, Xilitla, San Martín
Chalchicuautla y Coxcatlán; los pames radican
en el municipio de Tamasopo (Gallardo,
2004, p. 7).
Las comunidades de la Huas-
teca cuentan con conoci-
mientos tradicionales sobre
el uso y manejo de los
recursos naturales. Estos
saberes se transmiten oral-
mente por generaciones y
se aplican a las actividades
económicas y al cuidado de la
salud. El uso de las plantas es me-
dicinal y agrícola para consumo propio.
Ante el aumento de los estándares de protección de
propiedad industrial en el ámbito mundial, ocasionado
por la entrada en vigor de los Acuerdos de Propiedad
Intelectual Relacionados con el Comercio (ADPIC) vin-
culados al establecimiento de la Organización Mun-
dial del Comercio (OMC), el ADPIC obligó a los países
miembros de la OMC a conceder protección mediante
patente a todas las invenciones, sean de productos o
de procedimientos, en todos los campos de la tecno-
logía (artículo 21.1 del ADPIC, 1994).
Esta ampliación radical de la propiedad industrial tra-
jo como una de sus consecuencias la apropiación
indebida de conocimientos tradicionales. A guisa de
ejemplo, la patente del frijol amarillo de México por
PODNERS L. L. C.; o bien, la del árbol de neem de la
India, patentado por W. R. Graces & Co, ambas com-
pañías establecidas en Estados Unidos de América.
Conceptualización y características del
conocimiento tradicional
Según la OMPI (2015) los conocimientos tradiciona-
les abarcan:
conocimientos, experiencia, competencia, innovaciones y prác-
ticas, que se transmiten de una generación a otra, se enmarcan
en un contexto tradicional y forman parte de un modo de vida
tradicional de las comunidades indígenas y locales, que desem-
peñan la función de guardianes o custodios (p. 13).
Para distinguirlos de los conocimientos de corte
occidental, debemos mencionar sus características. En
primer lugar, los titulares de los conocimientos tradicio-
nales pueden ser un individuo o grupo de personas.
En segundo, tienen una relación cercana con el hábitat,
toda vez que es un conocimiento que se basa en el uso
de recursos naturales que rodean a los pueblos indíge-
nas. En tercero, y probablemente ésta es una de las di-
ferencias mayores con los conocimientos occidentales,
no están fijos materialmente, dado que se transmiten
oralmente y rara vez por escrito. En cuarto, y he aquí
otra característica diferenciadora de importancia, el co-
nocimiento tradicional genera productos inacabados, es
decir, no siempre llegan a cumplir todos los requisitos
necesarios para su comercialización en los mercados
occidentales. En quinto, el conocimiento tradicional
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La protección de los conocimientos tradicionales etnobotánicos en la
Huasteca potosina
La entrada en vigor de los Acuerdos de Propiedad Intelectual Relacionados conel Comercio (ADPIC) trajo como una de sus consecuencias la apropiación indebidade conocimientos tradicionales. A guisa de ejemplo, la patente del frijol amarillode México patentado en Estados Unidos de América por POD-NERS L.L.C.; o bien,la del árbol de neem de la India, que fue patentado por W. R. Graces & Co.
Los conocimientos tradicionales se distinguen por su titularidad, que puede seren individuo o grupo de personas; se basan en el uso de recursos naturales;
se transmiten oralmente; generan productos inacabados y llevan insertos valoresreligiosos y culturales.
Las comunidades de la Huasteca cuentan con conocimientos tradicionales sobre el usoy manejo de los recursos naturales. Estos saberes se transmiten oralmente por generaciones y se aplican a las actividades económicas y al cuidado de la salud. El uso de las plantas es medicinal y agrícola para consumo propio.
Los principales productos de la agricultura tradicional en la Huasteca son el maíz, la caña de azúcar y el café. El primero tiene capital importancia desde el punto de vista
identitario, ya que los huastecos se consideran ‘hombres de maíz’. Diphak, el Diosdel Maíz, hizo a los hombres y mujeres a partir de este grano, pues lo consideran el
origen de la vida y es central en su cosmogonía.
En cuanto al uso medicinal, éste ha sido parte fundamental de la formade vida de los pueblos indígenas. Los médicos tradicionales han jugado un papel muy importante, pues al no existir centros de salud, la gente se curaba con hierbasmedicinales.
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Los principales productos de la agricultura tradicional
en la Huasteca son el maíz, la caña de azúcar y el
café. El primero tiene capital importancia desde el
punto de vista identitario, ya que los huastecos se
consideran ‘hombres de maíz’. Diphak, el Dios del
Maíz, hizo a los hombres y mujeres a partir de este
grano, pues lo consideran el origen de la vida y es
central en su cosmogonía.
La milpa, que es la unidad productiva del maíz, se
siembra junto con chile, frijol y calabaza; de tal suer-
te que se complementan y aumentan el rendimien-
to de la tierra. El cultivo de la milpa es uno de los
saberes ancestrales más preciados. En general, hay
dos ciclos agrícolas para la producción de maíz: el de
temporal o xopanmili (milpa de lluvia) y el tonalmili
(milpa de sol). El primero se siembra en junio-julio y
se cosecha en noviembre-diciembre y el segundo se
siembra en diciembre-enero, cosechándose en julio.
Otro de los productos tradicionales de las comuni-
dades indígenas es el cultivo de caña de azúcar para
fabricar piloncillo. Antiguamente se producía en casi
todos los ranchos y haciendas; hoy sólo caracteriza
a la agricultura de las tierras marginales de la región.
Dada la distancia crítica en torno a los ingenios, el
transporte de la caña se vuelve costoso para las uni-
dades productivas que se encuentran fuera de dicha
distancia. La caña de piloncillo que plantan los indíge-
nas es de bajo contenido en azúcar, es de agricultura
de temporal y muchas veces no emplea fertilizantes
artificiales. La producción de piloncillo es compatible
con la economía casera campesina, gracias a lo cual
los indígenas pudieron resistir las tremendas depre-
ciaciones del piloncillo y eliminaron del mercado a los
productos comerciales (Lomnitz, 1995, pp. 207-208).
El café, otro de los productos importantes en la agri-
cultura tradicional, está en vías de abandono. Esto se
debe a la gran variación de los precios internacionales
y a que el Estado abandonó hace muchos años la ac-
tividad cafetalera, vía el extinto Instituto Mexicano del
Café. Por último, el uso de distintas variedades hace
poco homogénea la calidad del producto.
En cuanto al uso medicinal, éste ha sido parte funda-
mental de la forma de vida de los pueblos indígenas.
Los médicos tradicionales han jugado un papel muy
importante, pues al no existir centros de salud, la
gente se curaba con hierbas medicinales.
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En los tratamientos se utilizan plantas de la región
que poseen propiedades medicinales. Citaremos al-
gunos ejemplos: para el tratamiento de una enfer-
medad denominada “cambio de vida”, cuyos sínto-
mas son ictericia y falta de apetito, y hay peligro de
muerte, al paciente se le baña con una infusión de
chaca, cedro y palo de rosa. Para la diabetes se utiliza
la infusión de neem y los nopales asados. El resfriado
se combate con té de zacate limón.
Es de suma importancia la adecuada protección de
estos conocimientos, a fin de evitar casos de biopi-
ratería por un mal uso de los sistemas de protección
de propiedad intelectual.
Necesidad de una adecuada protección de los
conocimientos tradicionales
La protección de los conocimientos tradicionales
puede ser de dos tipos: positivo, mediante dere-
chos de propiedad intelectual de corte occidental; y
preventivo, que tiene por objeto impedir la adquisi-
ción y mantenimiento de derechos de propiedad in-
telectual de manera ilegítima por parte de terceros.
Ambos pueden utilizarse de manera simultánea y
complementaria (OMPI, 2015, p. 22).
El conocimiento sobre los recursos naturales en la Huasteca se transmite oralmente y es generacional
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La protección de tipo preventivo es la que se asocia
con los derechos de los pueblos indígenas; su mar-
co constitucional está en el apartado A del artículo 2º
constitucional. La fracción IV de ese apartado garan-
tiza la autonomía indígena para preservar y enrique-
cer sus lenguas, conocimientos y todos los elemen-
tos que constituyan su cultura e identidad, mientras
que la fracción VI protege los derechos indígenas para
acceder al disfrute preferente de los recursos naturales
de los lugares que habitan y ocupan las comunidades.
En este marco constitucional, es de plena aplicación
el artículo 8j del Convenio de la Diversidad Biológica
(CDB), que establece la obligación a los Estados
miembros del pacto a que:
Con arreglo a su legislación nacional, respetará, preservará y man-
tendrá los conocimientos, las innovaciones y las prácticas de las
comunidades indígenas y locales que entrañen estilos tradiciona-
les de vida pertinentes para la conservación y la utilización soste-
nible de la diversidad biológica y promoverá su aplicación más
amplia, con la aprobación y la participación de quienes posean
esos conocimientos, innovaciones y prácticas, y fomentará que
los beneficios derivados de la utilización de esos conocimientos,
innovaciones y prácticas se compartan equitativamente.
Se han elaborado algunos acuerdos de bioprospección,
los más connotados han sido los de Costa Rica con
algunas farmacéuticas. También, al amparo de esta
regulación, ese mismo país y Panamá han aprobado
legislaciones específicas para proteger adecuadamen-
te los conocimientos tradicionales.
El artículo 8j del CDB ha sido objeto de desarrollo
a través del Protocolo de Nagoya, cuyo objetivo es
permitir un acceso consensuado a los recursos gené-
ticos y los conocimientos tradicionales asociados; así
como hacer partícipes de los beneficios a los países
que conceden el acceso.
A partir de la ratificación del Protocolo de Nagoya por
parte de México, las comunidades indígenas tienen
derecho a participar y otorgar conocimiento previo
informado; negociar las condiciones mutuamente
acordadas; participar en la distribución justa de los be-
neficios; además de respeto a las normas, protocolos,
procedimientos comunitarios y leyes comunitarias.
La forma de implementar las disposiciones al inte-
rior de las comunidades es mediante la adopción de
protocolos comunitarios. Un proyecto de coopera-
ción internacional entre la Comisión Nacional para
el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)
y el Ministerio de Cooperación Alemán (GIZ, por sus
siglas en alemán) documentaron prácticas de apro-
vechamiento sustentable y distribución equitativa de
los beneficios en comunidades de Cherán, Michoa-
cán, donde el Consejo de Bienes Comunales propu-
so el uso sustentable de los recursos maderables de
diversas especies de pino en su territorio.
UNIVERSITARIOS POTOSINOS 249 JULIO 202010 ARCUDIA, C., ORTA, S. Y TORRES, B. PÁGINAS 4 A 10
Es doctor en Derecho Mercantil por la Universidad Complutense de Madrid, España. Es profesor investigador en la Facultad de Estudios Profesionales Zona Huasteca y trabaja en el proyecto “La protección jurídica e institucional del patrimonio de los pueblos indígenas”.
CARLOS ERNESTO ARCUDIA HERNÁNDEZ
El mismo estudio también documentó que en la co-
munidad de Calpulálpam, Oaxaca, no solamente es-
tablecieron un Consejo de Bienes Comunes y dise-
ñaron un plan de aprovechamiento de los recursos
del territorio, sino que también crearon empresas
comunales de aprovechamiento de recursos made-
rables, pétreos y, finalmente, de ecoturismo.
Conclusión
De lo expuesto anteriormente, podemos colegir la
necesaria protección de los conocimientos tradicio-
nales sobre plantas en la Huasteca potosina. La es-
trategia de protección pasa por un aprovechamiento
sustentable y ordenado de los recursos; así como la
participación equitativa de los beneficios. La regula-
ción constitucional, el CDB y el Protocolo de Nagoya
proporcionan un marco para explotar adecuada-
mente la riqueza del conocimiento tradicional
etnobotánico en nuestra región.