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Lo Noc1on, domingo LI ae mayo oe 1 Y04 ,
La perennidad de Aquileo J. Echeverría
Licda. lvonne Robles Motis
L a conmemoración del septuagésimo
1u~~ ¡\~o a1n i ~e:~!~~~rí~e ml!1; ~~~r~~ P~e sición ae las presentes !meas.
Echeverría no sólo fue uno de los progenitores de la literatura nacional, sino que s'us Concherías lo convirtieron en un clásico de las letras costarricenses y centroamericanas. Por Concherías, Rubén Darío lo llamó el poeta nacional, el poeta familiar de Costa Rica y, en 1948, la comisión presidida por Rafael Arévaio Martinez, designada por el Gobierno de Guatemala, lo eligió como el escritor representativo de la literatura costarricense para in· legrar la colección bibliográfica "Los Clásicos del Istmo". Tales reconocimientos han sido ampliados con los justos homenajes que le ha hecho la patria:en 1953, la Asamblea Legislativa lo declaró Benemérito de las Letras Patrias; en 1961, esta entidad creó el Premio "Aquileo J. Echeverría" en las ramas de novela, cuento, ensayo, poesía , historia, teatro, música y artes plásticas, y, en 1982, la Asociación de Autores de Costa Rica institucionalizó el día de su nacimiento como Día de la Cultura.
Aquileo, quien también ejerció los oficios de militar, periodista, diplomático y comerciante, ~'..!~H:é ~!;~ pr i11: eras CGi1ipü~iLi t.; l 1CS l)ü¿lií...d~, crónicas y cuentos en la prensa de su tiempo, La República, El Comercio y Costa Rica Ilustrada, en la que firmó con los seudónimos Boccaccio, Dixie y Kalisto. Nacido en San José e:1 i 866, vivió en Heredia, donde tuvo la oportunidad de conocer y convivir con los campesinos, a quienes institucionalizó por medio de la palabra poética. Al decaer su salud, viajó, con medios proporcionados por el Estado, a París y, luego, a Barcelona, donde falleció el 11 de marzo de 1909; seis años después, sus restos fueron traídos al suelo patrio.
Aunque Concherías le concedió la perennidad, su producción ha sido objeto de varias ediciones, refundiciones y publicaciones póstumas: Romances (1903), Concherías (1905), Concherías (España, 1909), Concherías (Guatemala, 1948), Concherías (Romances y epigramas, 1950), Concherías (Romances, epigramas y otros poemas, 1953), Concherías (1973,1981 y 1982) y Crónicas y Cuentos míos (1934 y 1981).
Poeta de la Lira Costarricense y de Concherías.
En el marco del nacimientc v rles.arrnlln .,i,. :;; pucsla lirica nacional, la Lira Costarricense, preparada y prologada por Máximo Fernández, constituye la primera antología que da cuenta de las manifestaciones del quehacer lírico de los últimos años del siglo XIX. Las composiciones allí contenidas se inscriben, principalmente, en el ámbito de la producción de carácter pos romántico; la infancia, el amor sufrido y el galante, la vida, el tiempo, la fe religiosa, la muerte, la poesía y la mujer, y el paisaje patriótico fueron los temas que inspiraron a Aquileo, Juan Diego Braun, Jenaro Cardona, Carlos Gagini, Justo A. Facio y José María Cooper, entre otros; en todos, es expresa la preocupación formal por el logro de una versificación correcta.
En ese momento, Echeverría escribió romances y composiciones ocasionales. Pero esta etapa de iniciación y aprendizaje; de cultivo de temas y formas tradicionales, que incluso se proyecta en Romances fue opacada por su obra de tendencia costumbrista, Concherías , y con la cual inauguró su segunda fase de producción, de búsqueda y encuentro de formas y contenidos propios, de manifestación de su ca¡.iacidaú creadora.
La obra costumbrista echeverriana, como toda escritura de tal naturaleza, es transparente, es decir, su significación establece una relación inmediata, directa, con el medio social que le dio génesis; por ello, la fijación poética de la circunstar.cia concreta, el ser del sector campesino costarricense de los primeros años del siglo XX, la costumbre popular y el tipo genérico definen su carácter referencial, la plasmación objetiva de las experiencias vitales de tal grupo social.
El interés de Echeverría por los temas locales no sólo marcó, entonces, el establecimiento de una nueva temática expresada en verso, sino que, junto con Joaquín García Monge y Manuel González Zeledón, impuso lo nacional, lo autóctono, sobre la literatura de concepción europea.
El universo poético de Concherías En la red discursiva de Concherías, la reite
ración de las proposiciones fundamentales y
homogéneas pone de manifiesto el conjunto de pautas temáticas sobr~ el c~al se articula .~t sistem:i ~e~!~u!\Í: el· m odt5 de v1du., la m c nta11dad, el proceder, e! habla, la actitud política y la caracterización del estado socio-cultural del campesino, del "concho" costarricense. Por esto, cada "conchería", en tanto poema, se presenta como una variante de tal programación temática. Aunque cada una posee unidad y autonomía, es claro que, poéticamente, Echeverría historiza al "concho", casi siempre pobre, escasas veces ' '.de leva", en el cuerpo de las diecinueve composiciones; de aquí que sea posible develar la unidad semántic<! del discurso múltiple.
Conforme con la ilusión de realidad que pretende provocar todo texto costumbrista, la referencialidad de Concherías está íntimamente relacionada con lo patrones culturales del modo de vida campesino. Desde este ángulo, los · presupuestos tematizadores como la ingnorancia del "concho" y sus consecuentes respuestas a lo cotidiano, la celebración de una boda campestre, la visita · de pésame, los juegos de prendas, los juegos pirotécnicos, las supersticiones, la curandería, 'las creencias, los vicios, los regateos, las reyetas, el duelo a cuchillo entre dos rivales v la ~o<::ar ronería conforman las caracterizaciones propias de la realidad cultural poética.
Otras proposiciones consolidan la astmósfera rural y homogénea: las partes de la casa, la tranquera, la sala, el aposento, la cocina, el fogón y el patio; la rama de actividad, tareas agrícolas: cultivo del café, frijol y maíz, tareás comerciales: venta de los productos agrícolas, de leña y de animales, y el fleteo; la determinación de la taberna como escenario de las relaciones interpersonales; las fechas y acontecimientos festivos; la biogeografía, y la farmacopea.
La flora y la fauna no sólo ratifican la naturaleza agreste de la sociedad contextual, sino que condicionan su régimen social, o sea, el sistema alimentario, la estructura ocupacional y las posibilidades del ejercicio· de la medicina propia. Consecuentemente, -las constantes referencias a la biogeografía dan cuenta de las particularidades bióticas de la zona y de la psicología de sus habitantes; en varias composiciones, por ejemplo, a través de los diagnóstt-
cos y de los respectivos tratamientos, se refieren conjuntamente las singularidades de la biogeografía y de la farmacopea; así se manifiesta en "El curandero", donde Espiridón ha advertido, por el conjunto de síntomas presentados, que padece de "viento colao''., diagnóstico que resulta errado para el medicastro, pues, para éste, Espiridón padece de "pasmo" y, por ende, rectifica los medicamentos con el fin de lograr el verdadero efecto curativo:
" ... restriegue unas daguiyas y'unas hojas de culantro, y cuatro cabesas de ajo; le mescla flor de senisa y'unas venas de tabaco' lo pone todo a coser, ojalá en traste de barro y luego con un olote le flotan el espinaso, hasta que enronche el pellejo y se ponga colorao; después le pasa el untizo y lo abriga bien en trapos.
Y diay le atoya una ayuda de romero con guarapo, y en cada uno de los oidos me le va a poner un taco de buñiga con mostasa'' .
Si bien el enfoque de Aquileo es superficial, en tanto que en el poemario predomina la visión localista, en ciertas composiciones irrumpe la denuncia social. En "Modelo epistolar", Pedro Vindas emigra a la ciudad y se convierte en un servil de sus superiores; en "La firmita", un "concho" víctima de una desagradable experiencia, se resiste ahora a dar su firma a un candidato político, a la vez que denuncia la dema11:ogia y los vicios políticos: en J
''Trato frustrado" y "La visita del compadre'', algunos campesinos atraídos por mejores salar.íos se trasladan a la zona atlántica, a La Línea, pero regresan acabados. ya que por las inhóspitas condiciones del lugar enferman de paludismo. · '
Aquileo ha sido conceputado como un maestro del diálogo y de la descripción, con la última reveló su capacidad de síntesis, de concisión y habilidad para conformar, con pocos versos, la atmósfera ambiental; así, en ·'Trato frustrado", el comprador, por medio de una breve descripción, refiere a la esposa de "ñor Colás" las particularidades de la zona mencionada, sus malsanas condiciones climáticas y las graves consecuencias que provoca en los pobladores:
"-Yo he'stao alli. - ¿Qué tal es eso? -Se gana; pero hay un calenturiambre, y un culebro y un agua .. . allí llueve todo el año: vive uno como las ranas''.
La tematización, las pequeñas anéctdotas y el protagonista, "el concho", constituyen , pues, los recursos poéticos que, al cohesionar el volumen de "concherías", elucidan su significado integral y, por otra parte, su correspondencia con las propiedades de la escritura costumbrista, es decir, tales recursos despliegan la esencia del modo de vida del "concho", del ser de un espacio cultural. Aquileo, al sintetizar, poéticamente, un amplio aspecto de la biografía del campesino costarricense, instituyó la riqueza documental e histórica de Concherías: la identidad existencial de su protagonsita y la atmósfera cultural que lo simboliza: acciones, habla, creencias, enseres domésticos y oficios.
Toda esta· coherencia semántico-estructural se refuerza con la homogeneidad de los medios y procedimientos expresivos: el predominio del romance, combinación métrica de versos_ oc:
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La perennidad de Aquileo J. Echeverría Viene de la Pág. lera.
tasílabos y que repite una misma asonancia al final de los versos pares; el tono narrativo de las composiciones; la actitud enunciativa plural, en la que es notable el esfuerzo por configurar un espacio cultural homogéneo, cuando el locutor refiere el suceso o cuando éste es dado por los propios personajes; y el matiz humoristico de casi todas las "concherías", el cual brota de la naturaleza de los sucesos, de las características del propio contexto cultural, de los nombres y caracterizaciones de los personajes, de los refranes, de los giros idiomáticos y de la fonética popular.
La acertada conjunción de gracejo y sentimiento de las composiciones reafirma la capacidad de Aquileo; su humorismo no tiene afán correctivo, es decir, este recurso poético no opera como medio para minimizar o ridiculizar al protagonista, sino para presentarlo desde el propio escenario de sus circunstancias.
En "Andaluzas ticas", el humor se desprende de los acontecimientos maravillosos referidos, y de su posible justificación : José María, al diparar dos balas , logró matar tres ardillas y, al caérsele el rifle, éste disparó solo la muni -
ció restante y mató a la serpiente; según el hablante, tales hechos han sido posibles por cuanto "le han echao su basurilla" al arma; en "Trato frustrado", parte del humor reside en lo cómico verbal, en el modo con que un campesino reproduce el habla de su patrón, "un machote" , quien tiene "un hablar tan enr~dao" / que no se entiende lo qui'habla/; no obstante, el primero ha aprendido "algunos vocablos" :
" como el de guate por agua ; deme es guime, jor, caballo; blac es negro; jos es casa; un estope es esperate; el coteje! es mistao y el gordemis es 'tu mama ' "
Con la fijación poética de la circunstancia del campesino, Aquileo no sólo contribuyó a darle carácter nacional a la literatura naciente de su época, sino que, con el logro de una sín tesis de expresión y contenido, sus Concherías son testimonio de su originalidad y testimonio de una época, de un grupo social y, con éstos, de una fase de la historicidad del ser costarricense. He aquí las razones de su perennidad.