CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS, PSICOLOGICAS Y SEXOLOGICAS DE VENEZUELA
NÚCLEO TÁCHIRA SAN CRISTÓBAL – EDO TÁCHIRA
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DE LOS PADRES ANTE EL EJE RCICIO DEL BINOMIO AUTORIDAD - AFECTO EN LOS HIJOS, ESTUDI ANTES
DE EDUCACION MEDIA GENERAL
(Lineamientos de Orientación Cognitivo - Conductual )
AUTORA: YUSMEY M. GIL VANEGAS
TUTORA: ESPERANZA COLMENARES
JUNIO 2012
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CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUITRICAS, PSICOLOGICAS Y SEXOLOGICAS DE VENEZUELA
NÚCLEO TÁCHIRA SAN CRISTÓBAL – EDO TÁCHIRA
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DE LOS PADRES ANTE EL EJE RCICIO DEL BINOMIO AUTORIDAD - AFECTO EN LOS HIJOS, ESTUDI ANTES
DE EDUCACIÓN MEDIA GENERAL (Lineamientos de Orientación Cognitivo - Conductua l)
AUTORA: YUSMEY M. GIL VANEGAS
TUTORA: ESPERANZA COLMENARES
TRABAJO DE GRADO PRESENTADO COMO PARTE DE LOS REQUISITOS EXIGIDOS PARA OPTAR AL GRADO
MAGÍSTER SCIENTIARUM
JUNIO 2012
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LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DE LOS PADRES ANTE EL EJE RCICIO DEL BINOMIO AUTORIDAD - AFECTO EN LOS HIJOS, ESTUDI ANTES
DE EDUCACION MEDIA GENERAL
(Lineamientos de Orientación Cognitivo - Conductual )
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DEDICATORIA
A Dios, por todo lo que me ha dado, por la vida, por sus bendiciones y por
darme la oportunidad de alcanzar una meta más en mi vida.
A mi abuela Alejandrina, porque siempre fue ejemplo de amor y entrega, con
sus sabios consejos me enseñó a luchar y aunque físicamente no está a mi
lado, se que desde el cielo me ha guiado. Por eso le dedico con todo mi
corazón este nuevo logro.
A mis padres, Margarita y Víctor por haberme apoyado en todo momento, por sus consejos, sus valores, pero más que nada, por su amor incondicional.
A mi esposo e hijo, fuentes inagotables de amor y apoyo emocional quienes
me han dado la fortaleza necesaria para luchar por mis metas, y aunque
algunos momentos han sido difíciles, siempre han estado ahí para apoyarme
y brindarme todo su amor, les agradezco de corazón que estén a mi lado.
A todos mis familiares, en especial a mi tía Antonia y mi tío Carlos porque
siempre ha confiado en mí como persona, y sé que su apoyo ha sido
incondicional; a mis niños consentidos: Yampier, Joivy, Yandel, Danieth y
Yendelmer, ustedes iluminan mi vida de alegría y amor.
A mis amigas, Leidy y Yaqueline por todos aquellos momentos que compartimos juntas y por su apoyo mutuo en nuestra formación profesional.
A mis estudiantes, por ser la principal fuente de inspiración para la
realización de esta investigación y que sin esperar nada a cambio, han sido
parte de este logro en mi desarrollo profesional.
YUSMEY GIL
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AGRADECIMIENTOS
A Dios, por acompañarme todos los días, por darme la sabiduría necesaria
para colocar mi vida en sus manos, porque sé que sin él nada de esto se
habría logrado.
A mis padres por darme la vida, por su ternura y todo su amor, por
contagiarme de sus mayores fortalezas, y enseñarme el amor al estudio.
A mi hijo Leyderth, por formar parte de mi vida, por enseñarme a ser mamá,
tu apoyo incondicional me ha impulsado a lograr este nuevo éxito en mi vida,
siempre serás mi fuente inagotable de alegría y amor.
A mi esposo, Adriano por su amor, su apoyo, compresión y su infinita
paciencia. Gracias por compartir mi vida y mis logros.
A mi Tutora Esperanza Colmenares, por sus palabras de aliento, sabiduría,
sus manifestaciones de afecto y su apoyo en mí desempeño profesional.
A los padres y estudiantes de la U.E Instituto Metropolitano Adventista, por
su comprensión y colaboración para permitir que se llevara con éxito este
trabajo de investigación.
Finalmente al Centro de Investigaciones Psiquiátricas, Psicológicas y
Sexológicas de Venezuela (CIPPSV) por contar con excelentes docentes que
contribuyeron con su apoyo y motivación al desarrollo de nuestra formación.
GRACIAS
vii
ÍNDICE GENERAL
LISTA DE CUADROS………………………………………………………..... ix
RESUMEN……………………………………………………………………… x
INTRODUCCIÓN………………………………………………………….…… 1
CAPÍTULO
I EL PROBLEMA………………….…………………………………….……..
Planteamiento del problema…………..……………..…………….......…...
Objetivos de la investigación………….…….…………...……….…….......
Justificación e importancia……………………….……...……….………....
3
3
9
9
II MARCO TEÓRICO…………………….……………………………….…….
Antecedentes de la Investigación………………....………...……………
Bases teóricas……………..…………………………….………….….…...
12
12
16
III MARCO METODOLÓGICO……………….………………………….…….
Naturaleza y Tipo de investigación….………………..………………….
Diseño de la investigación……………………………………..…….…….
Etapas del estudio………………………………………....……….……...
Etapa descriptiva…………..…………………………………...………
Sistema de variables…………………………………………..…….……..
Población y muestra……………………………………...……..…….……
Técnicas e instrumento de recolección de datos……………..…….......
Validez y confiabilidad del instrumento……………………..……...……
Procedimiento para la recolección de los datos……….……..….………
Técnicas de análisis de datos………………………………..……………
35
35
36
37
37
38
39
41
42
44
44
IV PRESENTACIÓN, ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE
RESULTADOS…………………………………………………..…..………....
Dimensión: Competencias personales……...…………………….…..….
Dimensión: Competencias sociales…………………………………….....
47
46
57
V CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES………………….……..…...
Conclusiones…………………………………………………………………
65
65
viii
Recomendaciones…………………………………………………………..
VI LA PROPUESTA…………………………………………………………...
LINEAMIENTOS DE ORIENTACIÓN COGNITIVO CONDUCTUALES
DIRIGIDOS A LOS PADRES PARA EL MANEJO OPERATIVO DE LA
INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL EJERCICIO DEL BINOMIO
AUTORIDAD- AFECTO EN LA FORMACIÓN DE LOS HIJOS…………...
Presentación……….………………………………………………………..
Justificación………………….…………………..…………………………..
Objetivos de la Propuesta ………...……………………….......................
68
70
69
69
70
72
Fundamentación Teórica……………………...………………....….……..
Estructura de la propuesta …………………………………………………
Anexos de la propuesta …………………………………………………….
Referencias de los lineamientos …………………………………………..
REFERENCIAS………………………………………………………………...
ANEXOS…………………………………………………………………………
A. INSTRUMENTO APLICADO A LOS PADRES………………………. B. MATRIZ DE CONFIABILIDAD…………………………………………. C. CONSTANCIAS DE VALIDACIÓN..…………………………………...
CURRICULUM VITAE…………………………………………….……...........
73
82
94
101
103
107
108
111 113 116
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LISTA DE CUADROS
CUADRO
1. Operacionalización de la variable……………….………………. 39 2. Distribución de frecuencias absolutas y porcentuales para la
dimensión competencias personales en la subdimensión Autorregulación.……………..……...…………………..…………
47 3. Distribución de frecuencias absolutas y porcentuales para la
dimensión competencia personales en la subdimensión Autoconciencia….…………………. ……………………………..
51-52 4. Distribución de frecuencias absolutas y porcentuales para la
dimensión competencia personales en la subdimensión Automotivación….…………………. ……………………………..
55
5. Distribución de frecuencias absolutas y porcentuales para la dimensión competencia sociales en la subdimensión Empatía….…………………. ……………………………………..
58
6. Distribución de frecuencias absolutas y porcentuales para la dimensión competencia sociales en la subdimensión Habilidades sociales……………. ………………………………..
60-61
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CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA
NÚCLEO TÁCHIRA MAESTRÍA EN ORIENTACIÓN DE LA CONDUCTA
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DE LOS PADRES ANTE EL EJE RCICIO
DEL BINOMIO AUTORIDAD – AFECTO EN LOS HIJOS. (Lineamientos de Orientación Cognitivo Conductual)
AUTORA: YUSMEY GIL VANEGAS TUTORA: ESPERANZA COLMENARES
FECHA: JUNIO, 2012
RESUMEN
Este trabajo tuvo como objetivo describir La inteligencia Emocional de los padres ante el ejercicio del Binomio Autoridad- afecto en los hijos, estudiantes de Educación Media General, de la U.E Metropolitano Adventista, ubicado en San Cristóbal Estado Táchira. El estudio se desarrolló como una investigación dentro del paradigma cuantitativo, sustentado en un estudio de campo y de naturaleza descriptiva, bajo la modalidad de una investigación proyectiva, con un diseño no experimental y transeccional. La población estuvo conformada por 54 padres. Para obtener información se aplicó un cuestionario contentivo de 36 ítemes, donde se generó como alternativas de respuesta. Siempre (S), Algunas Veces (AV) y Nunca (N). La validez del instrumento se efectuó a través del Juicio de tres (03) expertos, tanto del área temática como del área metodológica, en tanto que la confiabilidad se obtuvo a través del coeficiente Alfa Cronbach arrojando un coeficiente de 0.95, considerada Muy Alta. Los resultados demostraron que los sujetos de estudio para la dimensión competencias personales a veces no regulan sus emociones frente a sus hijos cuando enfrentan situaciones difíciles o conflictivas, sin embargo, están consientes de que deben adaptarse a los cambios que constantemente demandan sus hijos. De la misma manera manifestaron en las competencias sociales que pocas veces son empáticos con ellos, pues consideran que deben castigarlos para evitar que cometan errores, en ocasiones no cumplen operativamente con su responsabilidad como padre pues la multiplicidad de compromisos limita su rol. De allí, la necesidad de implementar lineamientos de orientación cognitivo conductual en los padres para que apliquen operativamente la inteligencia emocional en el ejercicio del binomio autoridad – afecto en la formación de sus hijos. Descriptores: Inteligencia emocional, autorregulación, autoconciencia, automotivación, empatía, habilidades sociales, padres, familia.
1
INTRODUCCIÓN
El término Inteligencia Emocional (IE), hace referencia a la capacidad
humana de sentir, entender, controlar y modificar los estados emocionales en
uno mismo y en los demás. Por lo tanto, es importante que se aprenda a
dirigir y equilibrar de manera operativa las emociones, para así manejar
competencias personales y sociales que determinan la conducta de un
individuo y contribuyan al éxito en su vida. Tras diversos estudios se ha
comprobado que la IE, como toda conducta, es transmitida de padres a hijos,
y uno de los motivos por los que esto sucede, tiene que ver con los modelos
que estos se crean de sus progenitores. De allí, la importancia que los
padres desarrollen las competencias emocionales que le permitirán
administrar operativamente las emociones en el ejercicio del binomio
autoridad- afecto en la crianza de los hijos.
También, es imprescindible que los padres cuenten con la suficiente
información para poder desarrollarla en sí mismos y hacer que los hijos
también la aprendan y desarrollen. Además, deben tener presente que estos
aprenden poco a poco y que ellos como padres son la principal fuente de
información; es allí donde radica la importancia de formar y educar las
emociones que permitirán adquirir habilidades que no sólo les servirán para
desenvolverse en determinados contextos, sino para toda la vida. Por eso,
los padres deben regular sus emociones y tener control de ellas para
manifestarles a los hijos con el ejemplo la importancia de la inteligencia
emocional en las relaciones con nuestros semejantes.
En la medida, en que los padres adopten las competencias de la
Inteligencia Emocional lograrán también manejar operativamente el binomio
autoridad – afecto en la crianza de los hijos, lo que favorecerá la
comunicación, afianzará aun más los vínculos afectivos que le permitirán
disciplinarlos adecuadamente; ya que estos son considerados como
2
elementos esenciales para fortalecer las relaciones familiares donde reine la
armonía y el bienestar entre padres e hijos.
Debido a la relevancia del tema abordado, en esta investigación se
planteó como propósito fundamental describir La inteligencia emocional de
los padres ante el ejercicio del binomio autoridad afecto en los hijos,
estudiantes de Educación Media General de la U.E “Instituto Metropolitano
Adventista”, para el diseño de Lineamientos de Orientación Cognitivo-
Conductual.
Para lograr tal propósito se realizó la presente investigación, la cual se
estructuró en seis capítulos; el capítulo I, presenta el planteamiento del
problema, los objetivos y la justificación. El capítulo II, está formado por el
marco teórico, que comprende antecedentes de la investigación y bases
teóricas que sustentan el estudio. El capítulo III presenta la metodología, la
naturaleza y tipo de investigación, diseño metodológico, etapas del estudio,
sistema de variables, la población y muestra, la técnica e instrumento de
recolección de datos, validez y confiabilidad del Instrumento, así como, el
procedimiento para la recolección de datos y la técnica de análisis de los
datos. En el capítulo IV, se presentan, analizan e interpretan los resultados.
El capitulo V, contiene las conclusiones y recomendaciones. El Capítulo VI
presenta los lineamientos de orientación cognitivos conductual dirigidos a los
padres para el manejo operativo de la inteligencia emocional en el ejercicio
del binomio autoridad afecto en la formación de los hijos. Finalmente, se
incluyen las referencias, los anexos que sirven de soporte a la investigación y
el curriculum vitae de la autora.
3
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
Planteamiento del Problema
La familia es el primer contexto de aprendizaje humano; dentro de ella se
aprende a existir como persona, además se satisfacen necesidades
económicas, de identidad, afecto, disciplina, entre otras. Así mismo, se
adquieren una vasta gama de pautas en el comportamiento para manejar
diferentes conductas. En definitiva, es en la familia donde se inicia y
consolida el proceso de desarrollo integral del individuo, ya que ésta
constituye la institución más importante de la sociedad.
En consecuencia, los padres se presentan como sujetos activos de la
familia que se organizan en torno a propósitos comunes o inducidos, centran
la atención en la enseñanza de valores, pensamientos, costumbres e
ideologías para educar a los hijos lo mejor posible, creando así un espacio
de armonía familiar. Dada la importancia de los padres dentro de la familia y
en la formación de los hijos, Bianco (1998) concibe la relevancia de la misma
como:
La aceptación de la criatura al nacer (y aún antes) sea la paternidad consanguínea o no. Esta aceptación obliga a dar: asistencia afectiva o estimulación de afecto, es decir, el aprender a dar y a recibir amor, ya que es de singular importancia para el crecimiento y desarrollo del niño. (p. 51)
En efecto, ser padre conlleva al ser humano a enfrentar un cúmulo de
responsabilidades ante una serie de luchas y desafíos pero también ofrece
grandes satisfacciones que pueden durar toda la vida. En esta línea de
pensamiento, el Binomio Autoridad/Afecto es relevante en la enseñanza del
4
niño, pues éste necesita amor pero también supervisión por parte de sus
padres, lo más importante es orientarles a que asuman las consecuencias de
sus acciones, que le permita así ser responsables por lo que hace, de vivir un
ambiente de libertad donde aprendan a hacer, sentir y pensar con justicia y
equidad, tomando en cuenta su propio Yo y a los demás.
Dentro de esta misma idea Bianco (obc. cit), considera que: “…el Binomio
Autoridad/Afecto constituye la base del funcionamiento operativo de la familia”
(p. 32). En tal sentido, la relación que existe entre padres e hijos no debe ser
vista como un vínculo de igualdad sino jerarquizada; pues los padres son
adultos a los que se les supone una sabiduría e inteligencia emocional que los
hijos todavía no poseen, es por ello que los padres deben colocar los límites a
la libertad individual para protegerlos física y mentalmente.
Para comprender la especificidad del Binomio Autoridad/Afecto es
necesario abordar ambos componentes desde una perspectiva clara que
permita afianzar la importancia dentro del contexto de la familia puesto que es
indispensable que exista un equilibrio en el mismo. En el caso del principio de
autoridad, Bianco (ob.cit), señala que, es el fundamento sobre el cual se
consolida una idea que conlleva a que los padres se revistan de poder, por
ende este derecho lo adquieren desde el primer momento en que se
transforman en padres.
En relación al principio del afecto, refiere el autor que el ser humano
responde con sensaciones agradables o desagradables ante diversas
situaciones de la vida cotidiana e incluso ante estímulos del ambiente, por
consecuencia al quedarse estas en la memoria de la persona y al evocarlas
en determinado momento se establece un vínculo afectivo, esto conlleva a
que en las relaciones del seno familiar se formen nexos de sentimientos,
afectos e intereses que originan en el individuo un bienestar para sí mismo y
para los demás.
De acuerdo con lo expuesto anteriormente, el vínculo que existe entre los
componentes del Binomio Autoridad/Afecto juega un papel muy importante en
5
la formación de los hijos, pues éste a su vez se relaciona con las diferentes
funciones de la familia, como lo señala Contreras (2002):
La protección, socialización, canalización de afectos, el nivel educativo de los padres, el lenguaje usual, los gestos, la personalidad, el cansancio, los logros y las frustraciones personales son elementos que se dan en un período y lugar específico y en consecuencia determinan diversas formas de formación. (p.36). Así, los padres que manejan operativamente el Binomio Autoridad /Afecto
de una forma equilibrada, expresan ante la formación de sus hijos un nivel de
satisfacción que le permitirá desenvolverse satisfactoriamente en determinado
contexto social. Claro está que para lograr en un individuo la socialización
esperada, debe fundamentarse un proceso donde el padre y/o la madre
cumplan un papel predominante para la formación de los hijos, es aquí donde
tiene especial relevancia la autoridad y las manifestaciones del afecto, pues al
ir madurando el niño, adquiere nuevas habilidades y destrezas, lo cual le
permite un dominio cada vez mayor de sí mismo y de su medio, permitiéndole
enfrentar nuevos retos, esto se debe a que los padres proporcionan seguridad
y confianza para lograr un desarrollo emocional.
En otras palabras, la autoridad sana que puedan ejercer los adultos
progenitores les permite a los menores que al no tener ellos todavía control
interno de sus emociones, el control provenga de sus padres, esto le
proporciona un ambiente seguro, regulado por un sistema de límites y normas
de comportamiento, así como de sus posibles sanciones y estímulos, los
cuales deben ser muy claros y consecuentes. De hecho, en el sistema de
formación, el afecto que los progenitores demuestren a los hijos, y que estos
perciban, es básico para que sientan la seguridad psicológica de saberse
queridos e importantes. Todo ello, contribuye a una buena conformación de la
autoestima, la confianza y seguridad para que desarrollen el potencial con el
cual han nacido.
Dentro de estas líneas de pensamiento, surge la inteligencia emocional
como un elemento importante que los padres deben desarrollar para la
6
formación de los hijos, entendiéndose ésta como el uso inteligente de las
emociones, es hacer que, intencionalmente las propias emociones trabajen
para sí mismos, utilizándolas de manera que ayuden a guiar la conducta y
procesos de pensamientos a fin de alcanzar mejores resultados. En este
orden de ideas, Goleman (2004), refiere que las personas emocionalmente
desarrolladas son capaces de controlar operativamente sus sentimientos,
saben interpretar y relacionarse con los sentimientos de las demás personas,
suelen disfrutar las diferentes situaciones que se le presentan en su día a día.
Sintiéndose así, más satisfechos, eficaces y con la capacidad de dominar los
hábitos mentales que determinen el bienestar en su vida.
En efecto, es importante que los padres experimenten frente a los hijos
una autorregulación de las emociones, esto les va a permitir mantener una
relación de amor, disciplina, enseñanza y orientación, para ello es necesario
que los padres estén dotados de grandes dosis de amor, paciencia, sentido
común, la habilidad de aprender y adaptarse, así como a estar dispuestos a
ofrecer orientación y disciplina incluso en los momentos difíciles del
crecimiento de los hijos. Por tal motivo ser buen padre no es algo que se
pueda hacer de forma aislada, sino ocurre dentro de las familias en las que
hay cariño, confianza, seguridad y respeto.
No obstante, la crisis de la familia venezolana actual se acrecienta, por una
serie de carencias que van desde la falta de atención, seguridad y amor
hasta aspectos problemáticos que implican efectos como la ausencia de uno
de los progenitores, problemas económicos, sociales, culturales, laborales,
entre otros. Debido a esto, los padres por estar ocupados y no tener tiempo
suficiente para dedicar a sus hijos, aumenta la separación entre unos y otros,
lo que trae consigo el manejo no operativo del Binomio Autoridad - Afecto.
Interpretando a Contreras (ob.cit), los padres ya no tienen tiempo para
reunirse en la intimidad del hogar para descansar de las faenas diarias o para
aprovechar el tiempo libre para compartir, oír, hablar, exigir, y tolerar los
hechos y comportamientos realizados por los hijos, esto trae consigo dejar de
7
cumplir con las funciones inherentes a la familia y por ende descuidan
totalmente la formación de los mismos. De esta manera, se debilitan las
relaciones entre padres e hijos, la unidad emocional disminuye y el afecto
necesario para el bienestar del individuo dificultan su desarrollo
biopsicosocial.
De acuerdo con los señalamientos antes expuestos, se puede indicar que
algunos padres de los estudiantes de Educación Media General de la U.E
“Instituto Metropolitano Adventista”, ubicado en el Municipio San Cristóbal
Estado Táchira, no están empleando la inteligencia emocional para el manejo
operativo del binomio autoridad – afecto en la formación de los hijos,
presentando así dificultades en la conducción de los mismos, por cuanto
manifiestan comportamientos emocionales no operativos en las relaciones
familiares, manejan mal la presión, son propensos al malhumor y a las
manifestaciones de ira, agresividad, ansiedad, irritabilidad y hostilidad,
reaccionan de manera defensiva ante los errores y las críticas,
encubriéndolas o intentando descargar su responsabilidad sobre otras
personas, incluso en sus propios hijos, agrediéndoles física, psicológica y
verbalmente. De igual forma las pocas expresiones de afecto y comunicación
para con ellos, y la ausencia de halagos o palabras afables que deterioran las
relaciones familiares entre padres e hijos y el equilibrio del binomio autoridad
afecto.
Cada vez más padres se sienten totalmente incapaces e incompetentes
para educar a sus hijos, esto se podría estar originando por el descontrol
emocional, el estrés, la falta de autorregulación emocional, la no asertividad,
el exceso de trabajo, problemas laborales y/o económicos o simplemente
porque sienten que no tienen los recursos necesarios para manejar las
situaciones que se le presentan. Lo que ha ocasionado el descontrol
emocional de muchos padres en la formación de sus hijos.
De continuar sucediendo estos hechos, podría traer como consecuencia, la
no operatividad del binomio autoridad – afecto, y problemas de orden afectivo
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en el círculo familiar, alterarse la armonía del hogar, además los padres
mostrarán incapacidad para mantener el equilibrio emocional cambiando así
su forma de pensar, actuar, y representarse ante su rol y los hijos, ante
determinadas situaciones reflejarán conductas no operativas como
agresividad, indisciplina, timidez, baja autoestima, inseguridad, haciendo del
ambiente escolar el lugar adecuado para imitar las conductas no operativas
de sus padres, y manifestar las carencias de afecto y autoridad que estos no
le brindan. También, presentarían serios problemas de identidad, poca
capacidad para expresar sus sentimientos u opiniones, falta de motivación e
incluso bajo rendimiento escolar.
Es síntesis, es necesario que los padres tengan claro la importancia de la
inteligencia emocional en el manejo operativo del Binomio Autoridad-Afecto,
pues esto es pieza fundamental en la formación de los hijos, ya que ellos
necesitan constantemente atención, seguridad, disciplina y afecto. La
seguridad emocional y su valor suelen ir ligados al tiempo y a la atención que
los padres presten a sus hijos.
De allí, que se formule el problema mediante la siguiente interrogante:
¿Cómo es la inteligencia emocional de los padres en el manejo del Binomio
Autoridad – Afecto en la formación de sus hijos, estudiantes de Educación
Media General de la U.E “Instituto Metropolitano Adventista”?, se sistematiza
a través de las siguientes interrogantes ¿Cuáles competencias personales
presentan los padres sujetos de estudio respecto a la autorregulación,
autoconciencia y automotivación, para el manejo inteligente de sus emociones
en el ejercicio del binomio autoridad afecto?, ¿Qué competencias sociales
emplean los padres del estudio a través de la empatía y habilidades sociales
para el manejo del binomio autoridad-afecto?, ¿Qué elementos son
fundamentales en el diseño de lineamientos de orientación cognitivo
conductual dirigidos a los padres de los estudiantes de la U.E “Metropolitano
Adventista”, para el manejo operativo de la inteligencia emocional en el
ejercicio del binomio autoridad afecto en la formación de los hijos?.
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Estas interrogantes sirvieron de base para la formulación de los objetivos
del estudio.
Objetivos de la Investigación
Objetivo General
Describir La inteligencia emocional de los padres ante el ejercicio del
binomio autoridad afecto en los hijos, estudiantes de Educación Media
General de la U.E “Instituto Metropolitano Adventista”, para el diseño de
lineamientos de orientación.
Objetivos Específicos
Diagnosticar las competencias personales que presentan los padres
sujetos de estudio respecto a la autorregulación y autoconciencia, para el
manejo inteligente de sus emociones en el ejercicio del binomio autoridad
afecto.
Identificar las competencias sociales presentes en los sujetos de estudio a
través de la automotivación, empatía y habilidades sociales que emplean en
el manejo del binomio autoridad-afecto.
Diseñar lineamientos de orientación cognitivo conductual dirigidos a los
padres de los estudiantes de la U.E “Metropolitano Adventista”, para el
manejo operativo de la inteligencia emocional en el ejercicio del binomio
autoridad afecto en la formación de los hijos.
Justificación
En la actualidad, la Formación de los hijos se hace más exigente en los
padres y requiere de mayor atención por parte de estos para optimizar las
relaciones dentro del seno de la familia, es por ello, que los progenitores
deben considerar la inteligencia emocional en las manifestaciones de
autoridad y afecto, puesto que, le va a permitir regular sus propias emociones,
comprender y educar mejor a sus hijos. Claro está que, para ello deben fijar
10
límites y reconocer que el impacto personal y emocional que les brinden a sus
hijos formará parte de habilidades necesarias para que se desenvuelvan en la
vida.
Por ende se consideró relevante investigar la inteligencia emocional de los
padres hacia el ejercicio del Binomio Autoridad - Afecto en los hijos,
estudiantes de Educación Media General de la U.E “Instituto Metropolitano
Adventista”, ubicado en el Municipio San Cristóbal Estado Táchira, porque
esto incide en la conducta de los estudiantes, en las responsabilidades
escolares, además guía el comportamiento y pensamiento operativo en las
relaciones con las demás personas que están tanto en su entorno familiar
como en el escolar y social.
Lo planteado anteriormente permite justificar el estudio desde siete puntos
de vista: científico, social, institucional, teórico, metodológico, práctico y
académico. Bajos estos propósitos, la investigación se justifica desde el punto
de vista científico, puesto que se considera relevante porque permite crear
referentes necesarios para continuar hallando respuestas a las múltiples
interrogantes que han llevado al ser humano a realizar estudios sobre la
conducta humana, pues en los últimos años, la inteligencia emocional ha
adquirido una base sólida que empieza a madurar como marco de estudio.
En el aspecto social, el tema objeto de estudio toma una gran importancia,
ya que la inteligencia emocional también hace énfasis en las habilidades
interpersonales. Puesto que, las personas emocionalmente inteligente no sólo
serán más hábiles para percibir, comprender y manejar sus propias
emociones, sino también serán más capaces de tener una mejor
comunicación con otras personas, tal es el caso de los padres hacia los hijos.
A nivel institucional la investigación se justifica desde el contexto tanto
familiar como escolar, debido a que el niño copia conductas que observa en el
hogar y esto lo va a manifestar en el aula de clases, ya que la principal fuente
de enseñanza radica desde el seno de su familia, es por esto que los padres
tienen gran influencia sobre el aprendizaje y conductas de sus hijos.
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Adicionalmente, el valor teórico de la investigación, generará reflexión y
discusión tanto sobre el conocimiento existente del área investigada, como en
ampliar el conocimiento que se tiene sobre la Inteligencia Emocional de los
padres en el ejercicio del Binomio Autoridad – Afecto en los hijos, debido a
que los mismos se encuentran en una etapa donde requieren de más
atención, seguridad, autoridad y afecto.
Desde el punto de vista metodológico, se justifica debido a la aplicación de
los pasos del método científico y la utilización de instrumentos para medir la
variable de estudio que permita contextualizar la realidad de la temática
expuesta, además contribuirá a la orientación de otros investigadores que se
interesen en abordar el tema objeto de estudio.
Por otra parte, en cuanto a su alcance práctico, esta investigación
propone al problema planteado la creación de lineamientos de orientación
dirigidos a los padres con el propósito de mejorar la relación intima y
verdadera con sus hijos, para sí abrir nuevos caminos para las familias que
presenten situaciones similares a la que aquí se plantea, sirviendo como
marco referencial a éstas y contribuir a resolverlo.
En último lugar, se ajusta desde el punto de vista académico por cuanto se
inserta en las líneas de investigación del Centro de Investigaciones
Psiquiátricas, Psicológicas y Sexológicas de Venezuela (C.I.P.P.S.V),
específicamente en el área de Orientación de la Conducta humana, en la
subárea Aprendizaje Familiar, dentro de la línea Inteligencia Emocional,
específicamente de los padres en el ejercicio del binomio autoridad afecto
hacia los hijos.
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CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
Antecedentes de la investigación
Para dar continuidad al desarrollo de la investigación, se hace necesario
revisar diferentes fuentes de información que sirvan de sustento al presente
objeto de estudio. Por lo que se presentan a continuación algunas
investigaciones analizadas en el ámbito Internacional, nacional y local.
A nivel internacional, Sánchez (2008), en España realizó una investigación
descriptiva, de campo, correlacional, con un diseño experimental, bajo el
paradigma cuantitativo, cuyo objetivo fue relacionar la Inteligencia Emocional
Autoinformada (IEA) y su relación con el parentesco padres e hijos, así como
la influencia sobre otras variables de importancia como el género, el clima
familiar y la salud mental de los integrantes de la familia. Los sujetos fueron
seleccionados de entre el grupo de estudiantes de la Universidad de Castilla-
La Mancha en la E.U. de Magisterio de Toledo. Junto a los estudiantes se
incluían, obligatoriamente, el padre y la madre. En total 73 familias que
contestaron a todas las pruebas contenidas en el estudio. Para el estudio de
la investigación se emplearon pruebas psicométricas donde se seleccionaron
variables socio-demográficas que se recogieron en dos cuestionarios
elaborados tanto para padres (padre-madre) e hijos (hijos/as) distintamente y
la aplicación de cuatro escalas (escala de Inteligencia Emocional
Autoinformada, escala de IE percibida, escala de salud mental y escala de
clima familiar). Además se consideraron criterios de inclusión de la muestra de
tal manera que los miembros de las familias participantes estuvieran
capacitados para poder contestar a las preguntas de las escalas y
cuestionarios. De acuerdo con los hallazgos obtenidos en la investigación se
13
determinó que existe una clara relación entre la Inteligencia Emocional
autoinformada de los padres y la de sus hijos/as, ya que a mayor control
emocional por parte de los padres mayor control emocional tendrán sus
hijos/as. Además una alta Inteligencia Emocional Autoinformada por parte de
la familia contribuye a establecer un mejor clima familiar favoreciendo un
ambiente óptimo para el desarrollo de las competencias emocionales de los
integrantes de la misma.
Así mismo, Carrasco (2008), en Perú realizó un trabajo de investigación
para determinar la relación que existe entre la labor educativa de los padres y
el desarrollo de la inteligencia emocional de los niños. La investigación se
asumió bajo un estudio de tipo básica o pura, de carácter descriptivo –
correlacional. Para la población se consideraron todos los alumnos del 6to
grado del Colegio Champagnat de Tacna. que suman 120, tomando como
muestra a 40 alumnos de una sección que representan el 33% del total de la
población total. Para la recolección de datos se aplicaron encuestas, test de
inteligencia emocional y cuestionarios tanto para los padres como para los
hijos. Donde los resultados demostraron que una buena labor educativa de
los padres basada en fomentar y cultivar capacidades y habilidades tanto
cognitivas como emocionales, conduce a una formación adecuada y sana de
inteligencia emocional de sus hijos, además contribuyen para poder afrontar
diferentes situaciones de su entorno de manera autónoma y eficaz, por lo que
se fortalece la Inteligencia emocional como necesaria para que exista una
relación favorable entre padres e hijos ya que es indispensable el apoyo
afectivo de la familia para el bien del niño.
Por su parte, Vílchez (2007) en España llevo a cabo un trabajo de
investigación en el cual se describe la incidencia de elementos
específicamente emocionales en la educación familiar como aspectos
socioemocionales importantes en las relaciones entre padres e hijos. Dicha
investigación se asumió bajo un estudio de campo de tipo explicativo, con
base al paradigma organicista, buscando cualitativamente significados
14
individuales. Para ello se aplicaron 20 entrevistas a la población formada por
padres y madres pertenecientes a familias biparentales y mono parentales
españoles, con el complemento de un segmento representativo de
inmigrantes latinoamericanos. De tal manera que la muestra se distribuyo en
12 grupos de discusión con padres, madres e hijos, en etapas infantiles y/o de
adolescencia. De acuerdo con lo antes señalado el autor de dicha
investigación llegó a la conclusión de que efectivamente existe la presencia
de elementos como la autoridad y el afecto en la educación familiar, que
recorren transversalmente todos sus procesos y cuyo manejo resulta difícil a
los padres, ya que va asociada a un conjunto de preocupaciones emocionales
producto de la ansiedad de las cuales muchos padres son conscientes de que
afectan considerablemente el equilibrio emocional de sus hijos.
En el ámbito nacional, López (2006), en Lara, propone en su trabajo de
investigación realizar un programa dirigido a padres para el manejo operativo
de las emociones con sus hijos estudiantes de 6to grado en la U.E “Padre
Oreni” de Duaca, Estado Lara. Considerando el propósito anterior, la
investigación se presenta bajo la modalidad de proyecto factible sustentado
en un estudio de campo de carácter descriptivo. Para la muestra se tomó el
30 % del total general, es decir, 75 padres de los estudiantes del de la U.E
“Padre Oreni”. De acuerdo con los hallazgos obtenidos en la investigación el
autor refiere que el manejo de las emociones de los hijos por parte de los
padres no es operativo debido a que el miedo, la rabia y la tristeza no son
abordados por la falta de comunicación asertiva entre padres e hijo, el
contacto físico, caricias, besos y juegos casi nunca se realizan. Así mismo la
falta de operatividad en relación a los padres e hijos es evidente debido a que
no saben relacionarse y comunicarse de manera afectuosa, y tampoco
enseñan a sus hijos a defender sus derechos, sin ser ofensivos y agresivos.
En el ámbito regional, Romero (2008), realizó un trabajo con el objetivo de
describir el desarrollo de la inteligencia emocional en los padres como modelo
de sus hijos. El estudio se realizó por medio de un enfoque cuantitativo, de
15
carácter descriptivo, de campo, con un diseño no experimental, el cual tuvo
lugar en el Centro de Educación inicial “Sánchez Carrero”, ubicado en
pregonero Municipio Uribante, Estado Táchira. La importancia del mismo
radicó en tomar elementos de estudio que permitieran un acercamiento a la
realidad familiar de los estudiantes en torno a la habilidad emocional que
empleen en dicho contexto. Los sujetos de estudio lo conformaron 81 padres
y/o representantes de la mencionada institución, a los cuales se les aplicó un
instrumento tipo cuestionario. El investigador llegó a la conclusión de que los
padres desarrollan la autoconciencia emocional de los hijos; en el mismo
sentido, la motivación como factor determinante para el desarrollo de la
inteligencia emocional en los hijos, de una manera significativa, sin embargo,
los padres y representantes no advierten la necesidad de identificar el
autocontrol como capacidad para que los hijos obtengan un mayor dominio de
las emociones o bien muestren empatía como modo para desarrollar la
capacidad emocional. Este resultado condujo al investigador a diseñar
lineamientos cognitivo conductuales para el manejo de la IE en padres para
contribuir al buen desarrollo de las habilidades sociales que le permitan estar
equilibrados emocionalmente.
A partir de los resultados obtenidos en las investigaciones referidas
anteriormente, se evidencia una clara relación con el presente estudio, puesto
que, es indiscutible la importancia de la inteligencia emocional dentro del
contexto familiar, ya que ésta permitirá que los padres manejen
operativamente el binomio autoridad afecto en la Formación de sus hijos,
además el manejo adecuado de las emociones contribuirá a fomentar y
cultivar capacidades y habilidades tanto cognitivas como emocionales, que
conducirán a una formación adecuada y sana para reconocer sentimientos
propios y ajenos, y la habilidad para saber manejarlos. Por lo tanto, es
indudable que para el fortalecimiento de la Inteligencia emocional es
necesario que exista una relación favorable entre padre e hijos, ya que es
indispensable el apoyo afectivo de la familia para el bien del niño, por cuanto
16
la Inteligencia Emocional es un factor determinante para poder afrontar
diferentes situaciones del entorno de manera autónoma y eficaz.
Bases Teóricas
La inteligencia emocional de los padres ante el eje rcicio del binomio
autoridad afecto en los hijos.
La inteligencia emocional (IE) ha surgido en las últimas décadas como un
concepto relevante en el aspecto emocional, el bienestar personal, el éxito en
la vida y las relaciones interpersonales en distintos contextos de la vida
cotidiana. En muchos estudios efectuados en diferentes contextos han puesto
de manifiesto la importancia que tiene la Inteligencia Emocional en el
comportamiento humano y en la consecución del éxito en la vida. Debido a
que ayuda a las personas a contener sus impulsos, resolver los conflictos de
manera pacífica con el diálogo, interpretar correctamente los
comportamientos propios y de los demás, dado que implica la habilidad que
se posee para comprender sentimientos propios y ajenos, de tal manera que
se puedan utilizar operativamente para los pensamientos y acciones tanto en
el componente personal como social.
Cabe reiterar que la Inteligencia Emocional también cumple un papel muy
importante dentro del funcionamiento familiar, su conocimiento y ejercicio
constante por parte de los padres permiten el desarrollo operativo del Binomio
Autoridad/Afecto, en la Formación de los hijos. Por ello, es importante que en
el seno familiar funcione el Binomio autoridad- afecto, ya que el primero es el
control paternal, es decir el grado en que el niño es disciplinado; el segundo,
es el afecto por parte de los padres, es decir, la cantidad y calidad del apoyo,
afecto y comprensión que estos le proporcionen. La combinación adecuada
de estos dos elementos, constituirá una familia estructuralmente operativa.
Por el contrario, un desequilibrio en cualquiera de ambos componentes del
binomio daría lugar a familia disfuncionales y desadaptativas.
17
De acuerdo con lo expuesto, Smeke (2006), señala que: “…la inteligencia
emocional es el conjunto de destrezas, actitudes, habilidades y competencias
que determinan la conducta del individuo, sus relaciones y estados mentales.”
(p.206). En efecto la Inteligencia Emocional, contribuyen a mejorar la calidad
de vida de las personas. De allí, que se centre su importancia hacia la familia,
ya que los padres deben recurrir a un conjunto de conocimientos para tomar
decisiones que le permitirán afianzar el binomio autoridad afecto en los hijos,
por lo tanto no deben descuidar aspectos significativos como el afecto,
disciplina, enseñanza y orientación.
Es importante destacar que estos aspectos influyen directamente sobre las
conductas del individuo porque a partir de los modelos que el niño se forme
de sus padres, dependerán las manifestaciones que serán transmitidas hacia
las otras personas. De allí, que los padres tienen el rol de orientar al niño a un
adecuado desarrollo emocional, fortaleciendo su autoestima, brindándole así
los instrumentos necesarios para alcanzar un nivel óptimo, para ello los
padres han de amar, sustentar y educar a sus hijos, cuidando de sus
necesidades de disciplina y afecto.
Diversos estudios demuestran que la forma en que los padres tratan a sus
hijos, ya sea la disciplina autoritaria, la comprensión más empática o la
indiferencia hacia el afecto por los mismos, tiene consecuencias muy
profundas y duraderas sobre la vida emocional del niño y sin duda alguna
juegan un papel importante en el conocimiento afectivo, la madurez general,
autonomía y la competencia social del individuo. Por tal razón Goleman
(citado por Maurice, Tobías y Friedlander, 2003), afirma que el aprendizaje
emocional no sólo se aplica a través de lo que los padres dicen y hacen
directamente a sus hijos, sino que también se manifiesta en los modelos que
estos le ofrecen para manejar sus propios sentimientos.
Claro está que, es necesario que la personalidad se desarrolle a raíz del
proceso de socialización, en la que el niño asimile las habilidades
interpersonales y sociales, las actitudes, valores y costumbres de su entorno
18
familiar, para ello, los padres deben encargarse principalmente de contribuir
en el modelo de identificación de los hijos durante su crecimiento, ya que ellos
son el ejemplo a seguir, de allí que la vida familiar es considerada la primera
escuela de aprendizaje emocional del niño.
En este orden de ideas, Severe (2002), señala que “…la vida en familia es
la primera escuela para el aprendizaje, allí se aprende el cómo sentirse con
respecto a sí mismo y como los demás reaccionarán a cada una de las
expresiones” (p.63); En otras palabras, es en la familia donde se forma el
constructo de las habilidades personales y sociales del individuo que
permitirán la conformación de la buena autoestima, el equilibrio emocional, la
confianza y la certeza de tomar decisiones responsables que le permitirán
desenvolverse satisfactoriamente en la vida cotidiana.
De allí, que autores como, Salovey, y Mayer (citados por Vivas & Gallego
2008), explican la relación que existen entre diversos elementos de la
inteligencia emocional con el aspecto personal como social del individuo.
Simultáneamente, éstas indagaciones han permitido la creación de diferentes
modelos sobre la Inteligencia Emocional, puesto que constituye un objeto de
investigación reciente que se ha visto en plena expansión en los últimos años,
por tal motivo se debe tener presentes que los elementos constitutivos que la
integran están sujetos aún a dilucidaciones permanentes; de ahí que existan
algunas discrepancias al establecer cuáles son los componentes precisos que
la conforman.
Debido a esto, se presentarán algunos elementos constitutivos de la
inteligencia emocional en relación a las dimensiones del componente personal
y social considerando diversos modelos propuestos por autores como Salovey
y Mayer (1990), Bar-On (2000), Goleman (2005), et ál. Ya que el término ha
sido utilizado frecuentemente con un sentido amplio y variable privándosele
de una clara precisión conceptual. De allí que surjan dificultades para
distinguir la definición de cada uno de los elementos establecidos en la
operacionalización de la variable.
19
De acuerdo con ese enfoque, Acosta (2006), señala que las
competencias personales de los padres tienen relación casi exclusiva con
sí mismos, pues tienen que ver con la percepción y regulación de las
emociones aunque éstas acaben afectando la relación con las demás
personas. De igual forma, Goleman (citado por Vivas y Gallego 2010),
presentó dentro del modelo de la inteligencia el componente personal como:
“…la percepción y regulación de las emociones en uno mismo”. (p.71). Es
decir, existe una correspondencia en las definiciones respecto a que conciben
la percepción y regulación de las propias emociones.
Así mismo, González (2010), concibe dichas competencias bajo el nombre
de competencias intrapersonales como: “…aquellas que se refieren a la
conducción de la propia vida. Además permiten regularse como persona, en
equilibrio con uno mismo con y en las relaciones interpersonales, integrando
el pensar, el sentir y el actuar”. (p. 316). En tal sentido, todas las personas
poseen las potencialidades para desarrollar competencias de percepción,
regulación y motivación de sus emociones para conducirse de manera
autónoma en la vida.
En este orden de ideas, los padres deben enseñarles a los hijos a tomar
mejores decisiones, a pensar por ellos mismos, guiarles para que sean
responsables, y hacerles saber que tienen poder de decisión sobre su
comportamiento, de allí que la autorregulación, la autoconciencia y la
motivación como elementos de competencia personal que influyen
considerablemente en el desarrollo de la inteligencia emocional y en las
relaciones entre padres e hijos. Además, hay que recordar que la operatividad
del binomio Autoridad- Afecto, es beneficioso tanto para los padres como para
los hijos. Puesto que la disciplina con el amor fomenta en los hijos una actitud
de pensar antes de hacer las cosas;
promueve el control en sí mismo y aprender a tomar responsabilidad de sus
acciones.
En lo que se refiere a la autorregulación, Vivas y Gallego (2008),
20
expresan que “…es el control que se hace de los propios estados
emocionales, impulsos, recursos internos” (p.72). También autores como
Peñafiel y Serrano (2010), la consideran como: “…la capacidad que tienen los
individuos para modificar su conducta en función de las demandas de
situaciones específicas”. (p.34). Esto sin duda le va a permitir a los padres
desarrollar la habilidad necesaria para percatarse y comprender sus
sentimientos y sus emociones, diferenciarlos y conocer el por qué de estos,
ya que de nada sirve reconocer las propias emociones si no se pueden
manejar de forma operativa en el ejercicio del binomio Autoridad- Afecto en la
Formación de los hijos, por lo que la autorregulación seria un sistema de
control que no permitiría que los padres se dejen llevar por los sentimientos
de determinado momento.
Dentro de la autorregulación se encuentran elementos como el autocontrol
para disciplinar, la adaptabilidad ante la adversidad y la asertividad que son
necesarios para la aplicabilidad de la inteligencia emocional, además influyen
considerablemente en las relaciones entre padres e hijos pues éstos harán
que las conductas no operativas sean modificadas lo que permitirá que los
padres apliquen disciplina con amor, para así mantener el control de la
situación, por lo tanto, enseñar a los hijos a regular sus emociones por sí
mismos les permitirá desarrollar hábitos y métodos de autocontrol.
En el sentido, Reynoso y Seligson (2005), definen el autocontrol para
disciplinar como “…un proceso en el cual el individuo, es el principal agente
en guiar, dirigir y regular el proceso de cambio de su propia conducta” (p.14).
De allí que, permite la adaptabilidad de una persona luego de enfrentar
cambios o adversidades que exigen de él una conducción adecuada de su
conducta.
De la misma manera Skinner (citado por Polaino, Cabanyes y Pozo, 2003)
define el autocontrol como “…un tipo de conducta que puede aprenderse y
que responde a las mismas influencias ambientales que otras conductas”.
(p.410). Por consiguiente, las personas que controlan su propia conducta se
21
encuentran en una situación privilegiada, porque tienen acceso a sus propios
estímulos privados.
A partir de lo anteriormente expuesto, el autocontrol requiere que las
padres conozcan cuales son los factores que influyen en su conducta y cómo
esos factores pueden ser modificados para producir el cambio conductual
deseado, evitando así un comportamiento no operativo y las consecuencias
negativas que estás puedan generar en la Formación de los hijos. De allí su
importancia dentro del ejercicio del binomio autoridad afecto, pues éste les
permitirá a los padres implementar normas consistentes y mantener bajo
control las emociones e impulsos al momento de corregir a los hijos o tomar el
control sobre las situaciones conflictivas que se le presenten, además le
ayudará a expresar de manera abierta sus emociones de forma equilibrada.
En este sentido, Perea (2009), expresa que los padres deben enseñar a los
hijos a controlar sus propias emociones y estados de ánimo, aunque este
proceso de aprendizaje es lento, ya que la falta del autocontrol emocional
puede generar consecuencias que pueden ir desde los problemas de relación
con los demás hasta comportamientos conflictivos que deterioran la armonía
familiar.
Con respecto a la adaptabilidad ante la adversidad, Alles (2006), la define
como: “…la capacidad de modificar la propia conducta para alcanzar
determinados objetivos cuando surgen dificultades, nuevos datos o cambios
en el entorno” (p.103). Así mismo, Goleman (2004), la describe como la
flexibilidad para adoptar los cambios necesarios que le permitirán al individuo
manejar adecuadamente sus respuestas y tácticas en determinadas
circunstancias cambiantes, por lo que reorganizará de nuevo sus prioridades
y las ajustará rápidamente a los cambios.
Considerando lo anteriormente expuesto, es importante que los padres
tengan la capacidad y disposición de adaptarse a los cambios que
constantemente demanda la sociedad, pues en determinado momento tendrá
que ser flexibles ante alguna circunstancias modificando así patrones que ya
22
están establecidos, de tal manera que mantengan operativo del binomio
autoridad-afecto en la Formación de los hijos, lo que le permitirá entender las
expresiones emocionales que los hijos presentan debido a los cambios que
ocurren en la etapa de la adolescencia, y sentir que las experiencias
negativas pueden motivarles a generar en ellos un cambio positivo.
En lo que se refiere a la asertividad existe cierta confusión al utilizar la
palabra dentro del componente personal, de forma que hay autores que la
consideran elemento del componente social o interpersonal, no obstante,
abordada desde el ámbito personal, el constructo asertividad según Alberti y
Emmons (citado por Peñafiel y Serrano 2010), tiene que ver con:
El comportamiento que fomenta la igualdad en las relaciones humanas, permitiéndonos actuar en defensa de los intereses propios, defendernos sin ansiedad justificada, expresar sincera y agradablemente nuestros sentimientos y poner en práctica nuestros derechos personales, respetando los derechos de los demás. (p.17). Por consiguiente, la asertividad garantiza la defensa de los propios
derechos, a la vez que permite la sana convivencia, toda vez que implica
respetar los derechos propios sin lesionar los derechos ajenos. En el caso de
los padres, cuando éstos son asertivos en el ejercicio del binomio autoridad
afecto hacia los hijos, logran que se fortalezca la relación familiar a través del
respeto mutuo.
De la misma forma, Bar-On (citado por Vivas y Gallego 2008), estima que
la asertividad: “…es la capacidad para expresar constructivamente las propias
emociones” (p.66). Por esta razón, es indispensable que los padres al
solucionar un conflicto con los hijos, sean asertivos para no expresar
intolerancia ante ellos cuando cambian de parecer con respecto a una
situación a fin de que puedan establecer acuerdos positivos que les permita a
ambos expresar sus emociones, opiniones e inquietudes.
Por lo anteriormente expuesto, es de resaltar que si dentro del seno familiar
los padres promueven la asertividad en el ejercicio del binomio autoridad
afecto, se creará un ambiente de libertad de opinión, los hijos tomarán
23
responsabilidad ante situaciones cotidianas y se fortalecerá la relación entre
padres e hijos.
En lo referente a La autoconciencia, Goleman (ob.cit), expresa que es la
conciencia de los propios estados internos, recursos e intuiciones. Ésta a su
vez comprenden tres aspectos fundamentales: la conciencia emocional,
autovaloración y la confianza en uno mismo. De allí que es necesario el
abordaje de dichos aspectos pues los padres deben reconocer como sus
emociones, virtudes y/o debilidades pueden llegar a afectar la relación con los
hijos si no se manejan operativamente.
Asimismo, Vivas, Gallego y González (2006), definen el término como “…la
capacidad que tiene el individuo para reconocer las propias emociones y los
efectos que éstas tienen sobre su estado físico, comportamiento y
pensamiento”. (p.31). Por eso, importante que los padres reconozcan sus
emociones y cómo estas afectan a sus hijos, cuando no son administradas
operativamente. De hecho, la autoconciencia que los padres posean cumple
un papel muy importante para el ejercicio del binomio Autoridad- Afecto en la
Formación de los hijos, por cuanto ese reconocimiento tendrá un impacto en
la educación de los mismos.
Ciertamente, la autoconciencia no es una función tan simple y directa como
pudiera parecer a primera vista, y menos respecto a las emociones. De allí
que los modelos de la Inteligencia emocional propuestos por autores como
Mayer, Salovey, Bar-On y Goleman incluyan el principio de la autoconciencia,
como uno de los tantos pasos indispensables a seguir para lograr, crear y
mantener conductas operativas dentro de diferentes ámbitos, bien sea familiar
y/o social en el que se desenvuelve el individuo.
A partir de lo antes señalado, Bisquerra y Pérez, (2007), consideran el
constructo competencia emocional como “…el conjunto de conocimientos,
capacidades, habilidades y actitudes necesarias para comprender, expresar y
regular de forma apropiada los fenómenos emocionales”. (p.68). Al mismo
tiempo el mencionado autor, señala que es una competencia compleja que
24
implica la conciencia emocional para generar cambios, entendiéndose ésta
como: “…la capacidad de reconocer y ser consientes de las propias
emociones y de las de los demás, es decir, captar el clima emocional de un
contexto”. (p.69). Por ello, es importante que los padres desarrollen esta
capacidad emocional frente a sus hijos.
Este punto de vista es compartido también por Bernal y Medina (2003),
cuando definen el término conciencia emocional como “…la capacidad que les
permite a las personas conocer los propios estados emocionales para así
reconocer cuales de las emociones son propias y cuales son la de los demás,
de forma que pueda controlarlas” (p.122). En tal sentido, es necesario que los
padres reconozcan sus emociones y las consecuencias que estas pueden
ocasionar cuando ejercen la autoridad y el afecto a los hijos.
En consecuencia, si los padres no son conscientes del vínculo que existe
entre los propios sentimientos, pensamientos, palabras o acciones, pueden
alterar a los hijos psicológica y emocionalmente, lo que puede ocasionar
problemas de conducta, alterar la operatividad del binomio Autoridad- Afecto y
deteriorar las relaciones familiares. De allí la importancia de que los padres
reconozcan cómo las emociones negativas le afectan a él y a los demás.
De acuerdo al modelo de la inteligencia emocional descrito por Goleman
(2004), se puede decir que la autovaloración de logros: “…es conocer los
recursos, capacidades y limitaciones internas que se posee para estar
consientes de las fortalezas y debilidades que se poseen” (p.70). Asimismo,
autores como González y Pérez (citado por Smeke 2006), en diversos
estudios proponen la autovaloración como un componente esencial de la
autoconciencia, pues les permite a los padres evaluar sus potencialidades de
acuerdo a las exigencias del medio y en correspondencia con ello plantearse
determinados objetivos para lograr un Formación adecuada en los hijos.
Por ello, es importante que los padres tengan presente que es imposible
educar aquello que no se tiene y aquello en lo que no se cree, situación que le
obliga a realizar un análisis profundo de las propias actitudes, habilidades y
25
limitaciones; para superar aquellas posturas que le impiden alcanzar un
ejercicio operativo del binomio Autoridad- Afecto en la formación de los hijos.
Como se puede observar, existe una estrecha relación entre autovaloración y
el nivel de aspiración de los padres, pues esto le permitirá reconocer las
debilidades y fortalezas que tengan para manejar adecuadamente la
autoridad y el afecto, por cuanto le llevará a evaluar sus logros y aprender a
tolerar las frustraciones.
En este orden de ideas, Goleman (citado por Vivas y Gallego 2008),
concibe la confianza en si mismo, como “…la seguridad en las valoraciones
que se hacen sobre sí mismo y sobre las propias capacidades” (p.72).
Asimismo, Franken (Citado en Bethencourt 2009), señala que: “… el concepto
que se tiene de uno mismo es el que alimenta todas las posibles versiones
futuras que podemos llegar a crear” (p.96). Por tanto, se presenta como una
actitud que ejerce una influencia positiva en el desarrollo y en la relación con
los otros.
En efecto, la capacidad de los padres para confiar en sí mismos proviene
del amor incondicional a los hijos, esto le ayudará a ser positivo ante las
dificultades que se le presenten y a establecer normas claras que le permitan
mantener un ejercicio operativo del binomio Autoridad- Afecto, es decir,
cuando los padres logran desarrollar esta cualidad, se muestran ante los hijos
con determinación para generar las acciones que requiere de ellos en el
mantenimiento de la dinámica familiar.
Por su parte, Furnham (2010), considera la automotivación , desde los
componentes de la inteligencia emocional como “…la capacidad de no
abandonar frente a la adversidad” (p.61). De igual manera Goleman (citado
por Vivas y Gallego 2008), considera el constructo como: “…la tendencia
emocional que guía o facilitan el logro de los objetivos” (p.73). De allí que,
constituye el impulso emocional que requieren los padres para conducirse
hacia un ejercicio del binomio autoridad afecto de una manera operativa.
Tomando como consideración estas definiciones, se puede decir que un
26
padre actúa y se comporta de una determinada manera de acuerdo a sus
procesos emocionales, intelectuales, fisiológicos y psicológicos. Es decir, esta
competencia se manifiesta en la persona como el motor interior que lo
impulsa a lograr lo que quiere. De allí su relevancia en la educación de los
hijos, puesto que el grado de motivación que los padres posean, dependerá la
operatividad del Binomio Autoridad- Afecto en la formación de los mismos, por
cuanto los padres no se darán por vencidos ante las dificultades que se le
presenten.
En consecuencia, los padres mantendrán la motivación y fijarán la atención
en las metas en lugar de los obstáculos, en los objetivos propuestos y no en
los riesgos. Sin duda alguna, para ser padres operativos en el ejercicio de la
autoridad y el afecto, se necesita una gran dosis de amor, paciencia,
ecuanimidad, comprensión, disciplina, flexibilidad y automotivación para poder
proyectar todos estos aspectos en la formación de los hijos.
En el modelo de la Inteligencia Emocional propuesto por Goleman (2004)
se incluye dentro de esta competencia elementos como el compromiso y la
iniciativa que le permitirán al individuo reestructurar las conductas no
operativas que le impiden actuar con inteligencia emocional. En cuanto a la
definición de compromiso se han presentado diversidad de opiniones en torno
a la naturaleza del constructo puesto que los investigadores lo conceptualizan
desde una visión actitudinal o comportamental; y otros en relación a sus
dimensiones bien sea unidimensional o multidimensional.
En vista de lo anteriormente expuesto, Vivas, Gallego y González (2006),
sostienen que el compromiso ante la formación, “…es la capacidad de asumir
la visión y los objetivos del grupo o la organización, puesto que las personas
bien dotadas de esta competencia están dispuestas a sacrificarse en pro del
propósito superior de la misma”. (p.48). de allí que, se presenta como uno de
los elementos esenciales que debe acompañar a los padres en el ejercicio de
su rol.
Por su parte, López y González (2006), estiman que el compromiso “…es
27
una promesa implícita o explícita entre las personas que interactúan de cara a
mantener una buena relación” (p.85), es decir, posibilita la concentración de
esfuerzos en los padres por mantener la armonía en la convivencia con los
hijos sin desligarse de sus obligaciones.
De acuerdo con estos planteamientos y sin caer en un determinismo
absoluto, se puede decir que, dicha competencia está vinculada al estado
psicológico, a las actuaciones, emociones y/o estado de ánimo en que se
encuentren los padres. Lo cual significa que deben jerarquizar las prioridades
para adquirir la habilidad de educar operativamente a sus hijos, ya que el
compromiso de ser padres requiere esfuerzo, tiempo y dedicación. Por lo
tanto deben comprometerse a estar revisando el equilibrio entre la autoridad y
el afecto a fin de que mantengan su responsabilidad de ser padres.
En este orden de ideas, Caldas y Murias (2008), hacen referencia a la
iniciativa al cambio, como: “…cualidad personal que supone analizar las
situaciones desde una óptica distinta a la habitual y proponer soluciones
originales sin miedo al cambio” (p.8). Asimismo, Goleman (ob.cit), expresa
que la iniciativa es una actitud relacionada con la capacidad de actuar con
prontitud cuando se presenta determinada ocasión. Por tanto, la iniciativa en
los padres es relevante, por cuanto se requiere que éstos se esfuercen en
cambiar las emociones no operativas por amor o comprensión hacia los hijos.
Además les ayudará a tomar decisiones operativas que les permita mantener
en equilibrio el ejercicio que hacen de la autoridad y el afecto sin dejar que
otros afecten las relaciones y el bienestar familiar.
En lo que respecta a Las competencias sociales de los padres , Pérez
(2007), destaca que dicho constructo se ha tomado como referencia en el
ámbito de la terapia de conducta gracias al modelo desarrollado por Argyle y
Kendon en el año de 1967. Además, ha sido objeto de diversas definiciones,
por cuanto existe pluralidad de pareceres con la que los teóricos de la
psicología social lo han enfocado.
De esta manera, Mejias (citado por Peñafiel y Serrano 2010), expresa que
28
las competencias sociales “…son entendidas como destrezas sociales
básicas aprendidas a través del estímulo social, necesarias para interactuar,
influir, guiar y orientar a otros en diferentes escenarios” (p.58). En tal sentido,
son producto de la interacción de la persona con su contexto social y
adquirido o potenciado a través del aprendizaje y la experiencia.
Por otra parte, Ballesteros (citado por Pérez 2007) define el término
competencia social como:
Un constructo que abarca múltiples facetas relativas a la calidad de los logros de un individuo en el desempeño de sus distintos roles sociales... Muy sucintamente podemos decir que se considera que individuos socialmente competentes son capaces de hacer frente con éxito a las demandas de la vida cotidiana y asumir la responsabilidad de su propio bienestar y, en parte, del de sus allegados. (p.36) En tal sentido, la competencia social es única de los seres humanos por su
condición de ser social, así, se adquiere a lo largo de los años según las
experiencias vividas. De igual forma, en la familia, los padres adquieren
competencia social a partir de las experiencias que enfrentan en el diario
convivir con los hijos.
Es de destacar que en el modelo de la Inteligencia Emocional propuesto
por Goleman (2004), refiere que la competencia social es: “…La percepción y
regulación de las emociones en los demás, incluyendo a su vez la empatía y
las habilidades sociales”. (p.81). En tal sentido, puede considerarse que
mediante las competencias sociales los padres actuarán con inteligencia
emocional cuando deban disciplinar y dar afecto a sus hijos, por lo que
estarán más atentos a lo que sucede en su entorno, a través de un continuo
desarrollo de las habilidades sociales lo que le permitirá, orientar, corregir,
mejorar y conservar las relaciones familiares y mantener operativo el Binomio
Autoridad –Afecto.
Para Harré y Lamb (2003), la empatía, es: “…comprender, compartir la
experiencia emocional de la otra persona en una situación particular”
(p.139).En otras palabras, es la capacidad que desarrolla la persona de
29
ubicarse en el plano de la otra con la cual interactúa, a fin de comprenderla en
sus sentimientos, pensamientos y acciones.
A su vez, Vivas, Gallego y González (2006), consideran el término como
“…la capacidad de percibir el mundo interior emocional y vivencial de otras
personas, por tanto, es la raíz de la comunicación emocional, y de las
relaciones positivas con los otros” (pág.57). Así mismo, Ríos (2005), expresa
que “…es la habilidad de sentir con los demás, de experimentar las
emociones de los otros como si fuesen propias”. (p.104). Siendo así, permite
despertar la sensibilidad de la persona ante el entorno, ante lo que le sucede
a los demás.
En otras palabras, a través de la empatía, los padres pueden establecer
sintonía con lo que sienten los hijos, y así pueden comprender lo que les
sucede desde la perspectiva emocional. De igual manera favorece las
relaciones familiares y el manejo operativo del binomio Autoridad – Afecto, ya
que los padres serán capaces de percibir y comprender las necesidades,
sentimientos, circunstancias, motivos, pensamientos y emocionales de los
hijos cuando deban disciplinarlos o darles manifestaciones de afecto.
La empatía comprende a su vez elementos como la comprensión de los
hijos y la orientación hacia el servicio. De allí que, Goleman (2004), señala
que la comprensión de los hijos, consiste en “…experimentar los sentimientos
y las perspectivas de los demás e interesarse activamente por sus
preocupaciones”. (p.195). Por otra parte, autores como Vivas, Gallego y
González (2007) la definen como:
“La capacidad de captar los sentimientos y las perspectivas de los demás e interesarse genuinamente por sus preocupaciones. Las personas dotadas de estas competencias permanecen atentas a las señales emocionales de los demás; son sensibles y comprenden los puntos de vista de los demás, y los ayudan basándose en la comprensión de sus necesidades y sentimientos” (p.75) De acuerdo con lo antes señalado se puede inferir que los padres que son
capaces de colocarse en el lugar de los hijos, cuando éstos cometen errores,
30
logran comprender las emociones, las comparten y en cierta forma las viven,
situación que les permite manejar operativamente las frustraciones, lo que
conlleva a fortalecer las relación entre padres e hijos en el binomio autoridad
afecto.
Los autores antes citados establecen la orientación hacia el servicio, como
“La anticipación en reconocer y satisfacer, en la medida de lo posible, las
necesidades de los demás” (p.75). Por cuanto las personas que están
dotadas con esta competencia perciben las necesidades de los otros y tratan
de satisfacerlas a medida en que le sea posible; además brindan su ayuda
desinteresadamente y asumen el punto de vista de otros sin caer en
polémicas.
Así mismo, Catret (2003), señala que la orientación hacia el servicio tiene
que ver con “…la inclinación que tienen las personas de servir a los demás sin
esperar nada a cambio”(p.34). Así, la orientación al servicio conlleva a que los
padres reconozcan las verdaderas necesidades de sus hijos, dediquen tiempo
suficiente para participar en sus actividades, de tal manera que éstos se
sientan emocionalmente apoyados, situación que además permitirá
administrar inteligentemente las emociones para mantener en equilibrio el
binomio autoridad-afecto en la formación de los mismos.
En otro orden de ideas, Combs y Slaby (citado por Peñafiel y Serrano
2010), definen las habilidades sociales como “…la capacidad para
interactuar con las demás personas en un contexto social dado de un modo
determinado que es aceptado o valorado socialmente y, al mismo tiempo,
personalmente beneficioso para los demás”. (p. 9). En tal sentido, las
habilidades sociales permiten al individuo ser aceptado por los miembros de
un grupo social, toda vez que logre adaptar su comportamiento a las normas
establecidas socialmente.
Por su parte Pérez (2007), señala que las habilidades sociales “…son
conductas y repertorios de conductas adquiridas principalmente a través del
aprendizaje siendo una variable crucial en el proceso de aprendizaje el
31
entorno interpersonal en el que se desarrolla y aprende el niño/a” (p.41).
Considerando lo anteriormente expuesto, las habilidades sociales determinan
el desarrollo socioemocional de las personas y además son esenciales para
facilitar la adaptación social tanto en la infancia como en la vida adulta.
Dentro de esta competencia se abarcan elementos como la comunicación,
y resolución de conflictos, estas de forma integrada destacan en el individuo
la habilidad social para vincularse y relacionarse con sus semejantes. De allí
que Franco (2005) afirma que la comunicación “…es el arte de transmitir
información, ideas, creencias, sentimientos y pensamientos de una persona a
otra” (p.22). En tal sentido, este constructo es la vía que les permite a los
padres equilibrar y ejercer la autoridad y el afecto, disfrutar los derechos y
cumplir con los deberes en la formación de los hijos.
Por su parte Bianco (1998) afirma que la comunicación es: “…la base o
fundamento de toda relación humana y que la familia es la entidad primaria de
comunicación” (p.81). De allí la importancia de que los padres establezcan
una buena comunicación con los hijos, de ellos dependerá el éxito de ellos en
el ejercicio de su rol.
En lo que se refiere a la resolución de conflictos familiares Goleman (2004),
expresa que las personas dotadas con esta competencia tienen la capacidad
de negociar y llegar a acuerdos, pues tienen habilidades para manejar a las
personas difíciles y a las situaciones tensas con diplomacia y tacto; de igual
manera reconocen los posibles conflictos, sacan a la luz los desacuerdos y
buscan la manera de llegar a las soluciones que satisfagan plenamente a
todos los implicados. Es decir, las personas que poseen cualidades para
resolver conflictos, son en esencia mediadoras. Así mismo, Sendra (2009),
expresa que “…es el compendio de conocimientos y habilidades que posee
una persona para comprender e intervenir en la resolución pacífica y no
violenta de los conflictos sociales.”(p.270).
Es necesario destacar que los conflictos entre padres e hijos adolescentes
están presentes en numerosos contextos y sociedades, de allí la importancia
32
que los padres analicen las diferentes alternativas de solución a un conflicto
con los hijos, de tal manera que puedan resolverlo sin agredirles física y
verbalmente, por cuanto la operatividad en la resolución de conflictos le
permitirá clarificar y mejorar las relaciones familiares, emplear estrategias que
le permitan establecer contacto con ellos para dar, recibir, y/o expresar las
emociones, respetar a su vez las diferencias que tienen en cuanto a
opiniones, creencias, aspiraciones, y necesidades para así mantener
operativo el binomio autoridad-afecto.
Con el propósito de establecer los referentes teóricos o enfoques que
sustenta la presente investigación. La autora de la misma ha considerado
desde la perspectiva de la orientación analizar la Inteligencia emocional de los
padres ante el ejercicio del binomio autoridad afecto en los hijos, la Teoría
cognitivo - conductual puesto que se tienen los aportes de Beck y Ellis (citado
por Hernández y Sánchez, 2007), quienes sostienen que:
La Terapia Cognitiva está basada en el modelo cognitivo que postula que las emociones y conductas de las personas están influidas por su percepción de los eventos. No es una situación en y por sí misma la que determina lo que una persona siente, sino más bien la forma en que ella interpreta la situación. Por lo tanto la forma en que se sienten las personas está asociada a la forma en que interpretan y piensan sobre una situación. La situación por sí misma no determina directamente cómo se sienten; su respuesta emocional está mediada por su percepción de la situación. (p.12) Es decir, la terapia cognitiva conductual se centra en la modificación de
cómo el ser humano piensa, siente, se comporta y se comunica con sus
semejantes en determina situación. De acuerdo con este enfoque, los padres,
pueden cambiar las interpretaciones de lo que ocurre a su alrededor,
modificando lo que piensan, sienten y cómo actúan para así aplicar la
inteligencia emocional en el manejo operativo del binomio autoridad- afecto en
los hijos.
A su vez, se considera la Teoría del Aprendizaje Social de Albert Bandura
como otra teoría de gran relevancia para el tema objeto de estudio, por cuanto
33
explica la conducta humana en términos de una interacción recíproca entre
las influencias cognitivas, conductuales y ambientales, así como los procesos
que componen el aprendizaje por observación. Para Kort (2003), el énfasis de
la teoría del aprendizaje social está en observar y modelar las conductas, las
actitudes y las reacciones emocionales de los otros. (p.10).
De allí que Moles (2004), expresa que “La adquisición de respuestas
modeladas resulta primordialmente de la continuidad de fenómenos
sensoriales, mientras que las consecuencias de las respuestas para el
modelo o el observador sólo adquieren una importancia fundamental cuando
se ejecutan respuestas aprendidas o imitadas” (p. 70). Ideas que guardan
relación con la investigación por cuanto se fundamenta en la importancia que
tiene la observación y la imitación de las conductas de los padres por parte de
los hijos, puesto que las mismas llegan a representar un modelo para el
establecimiento de nuevas conductas.
Es decir, el modelo básico que imitan los hijos deriva principalmente de la
conducta que aprenden, sobre todo de los padres y las personas que lo
rodean. Vale la pena resaltar, que para conseguir que los hijos desarrollen las
competencias emocionales será, por lo tanto, imprescindible que los padres
cuenten con la suficiente información como para poder desarrollarla en sí
mismos y hacer que ellos también la aprendan y desarrollen. Ya que, si los
padres logran ser emocionalmente inteligentes les facilitará la operatividad en
el binomio autoridad – afecto en la formación de los hijos, además, lograrán
conseguir que ellos sean cada vez más capaces de adecuar sus emociones a
las diversas situaciones en las que se desenvuelven, sentirse bien consigo
mismos y relacionarse con los demás, de manera que puedan ir avanzando
en su desarrollo personal.
En síntesis, es necesario que los padres se muestren emocionalmente
inteligentes en la formación de los hijos, ya que muchos de los esquemas
cognitivos y conductuales que identificarán la vida de los mismos, dependen
de los valores, creencias y actitudes que estos le transmitan desde el seno
34
familiar, ya que ésta es la principal fuente de modelamiento. Además es
necesario que como padres se apoyen en el crecimiento de los hijos; estén
presenten en el desarrollo de su autonomía; tenga capacidad para entender y
adaptarse a los cambios que se producen en los hijos sobre todo cuando son
adolescentes; logren resolver e incorporar saludablemente los conflictos que
surgen en la dinámica familiar; conozca y comprenda la existencia de nuevos
roles dentro de la familia; y pueda, desde una postura empática, guiar,
aconsejar, colaborar y supervisar la operatividad del binomio autoridad -
afecto.
35
CAPITULO III
MARCO METODOLÓGICO
Naturaleza y Tipo de la Investigación
La investigación se desarrolló dentro del paradigma cuantitativo,
sustentado en un estudio de campo y de naturaleza descriptiva, bajo la
modalidad de una investigación proyectiva. Con respecto al paradigma
cuantitativo, Sarantakos, (citado por Palella Stracuzzi, y Martins, 2003)
señalan que ésta “…permite examinar los datos de manera científica o más
específicamente de forma numérica generalmente con la ayuda de
herramientas del campo de la estadística” (p.22). Ciertamente en el presente
estudio los datos obtenidos se cuantificaron para comprobar la variable objeto
de estudio, es decir, se empleó la estadística descriptiva.
En cuanto al estudio de campo, Arias (2006), afirma que “…es aquella
investigación donde se recogen datos directamente de los sujetos
investigados o de la realidad donde ocurren los hechos, sin manipular variable
alguna” (p.31). En el sentido de lo anteriormente expuesto, la naturaleza de la
investigación permitió obtener datos directamente de los padres, sujetos de
estudio para así evidenciar de que manera manejan la Inteligencia Emocional
en el Binomio autoridad afecto en sus hijos.
Al mismo tiempo, la investigación en concordancia con los objetivos, se
apoya en una investigación de carácter descriptiva, por cuanto Hernández,
Fernández y Baptista (2008) precisan que “…este tipo de investigación busca
describir situaciones y eventos, cómo es y se manifiesta determinado
fenómeno de estudio” (p.31). En tal sentido, la autora de la presente
investigación se avocó a describir cómo es, y de qué manera se maneja la
inteligencia emocional por parte de los padres en el ejercicio del binomio
36
autoridad afecto, de tal manera que permitió detallar los fenómenos que
conforman el problema.
En cuanto al enfoque de investigación proyectiva, Hurtado de Barrera
(2008), la define como “…un plan o programa que se debe elaborar con la
finalidad de dar solución a un problema de manera práctica, además intenta
proponer soluciones a una situación determinada, implica explorar, describir,
explicar y proponer alternativas de cambio y no necesariamente ejecutar la
propuesta” (p.103), en ese sentido, se busca lograr soluciones a los
conflictos que están inmersos dentro del tema objeto de estudio para
proyectar hacia el futuro un modelo de comportamiento obtenido de la
observación de la variables con el propósito de diseñar un plan que permita
dar respuestas óptimas al fenómeno en estudio.
Diseño de la Investigación
En lo que se refiere al diseño de investigación Vergara (citado por Palella
Stracuzzi, y Martins, 2003), expresa que: “…es un conjunto de reglas a
seguir para obtener observaciones sistemáticas y no contaminadas del
fenómeno que constituye el objeto de nuestra investigación” (p.11). Por lo
tanto el diseño permitirá a la autora elaborar lineamientos de orientación que
serán adoptados para responder al problema de investigación.
En ese sentido, para el desarrollo de la presente investigación se
seleccionó el diseño no experimental, cabe decir que, Hernández, Fernández
y Baptista (Ob.Cit) establecen que este diseño de investigación, es “…el que
se lleva a cabo sin manipular deliberadamente variables por cuanto se
observan fenómenos tal y como se dan en su contexto natural para
posteriormente analizarlos” (p.189). Por tal razón, lo que se quiere lograr es
recabar la información y datos necesarios para describir de qué modo los
padres aplican la inteligencia emocional en el ejercicio del Binomio Autoridad-
Afecto con sus hijos.
De manera paralela, el estudio constituye una investigación transeccional
37
o transversal, ya que siguiendo a Díaz (2009), este diseño se especializa en
recolectar datos en un momento determinado, “…su propósito es describir
variables, analizar su incidencia y las posibles interrelaciones que existan
entre variables de interés”. (p.122). De acuerdo a la definición anterior, la
investigación se ubica en esta modalidad, puesto que la autora propone
aplicar un instrumento que le permita una medición única y simultanea de
todos los datos disponibles, con el propósito de analizar la información
necesaria que describa la variable dentro de los sujetos que se establecieron
como objeto de estudio.
Por último, por ser una investigación proyectiva, el Manual del Centro de
Investigaciones Psiquiátricas, Psicológicas y Sexológicas de Venezuela
(2007) la concibe como una “Proposición de una solución desde el campo de
la orientación cognitiva conductual a los problemas prácticos encontrando
nuevas formas e instrumentos de actuación y nuevas modalidades de su
aplicación a la realidad” (p.16). Además, plantea que esta investigación se
lleva a cabo dando consecución a tres fases: descriptiva, propuesta y
validación, las cuales se explicarán posteriormente.
Visto que, la inteligencia emocional de los padres es necesaria ante el
manejo operativo del Binomio Autoridad-Afecto en los hijos, se propone
diseñar lineamientos de orientación cognitivo conductual dirigidos a los
padres de los estudiantes de la U.E “Metropolitano Adventista”, para el
manejo operativo de la inteligencia emocional en el ejercicio del binomio
autoridad afecto en la formación de los hijos.
Etapas del Estudio
Dado que la investigación proyectiva se ocupa de cómo deberían ser las
cosas, para alcanzar los objetivos propuestos y funcionar adecuadamente,
en el Manual para la Presentación de trabajos de Grado del Centro de
Investigaciones Psiquiátricas, Psicológicas y Sexológicas de Venezuela,
CIPPSV, (2007) , se considera importante la consecución de las etapas de
38
estudio: (a) etapa descriptiva; (b) etapa de propuesta y (c) etapa de
validación
Etapa Descriptiva
Esta fase radica en: Caracterizar un fenómeno o situación concreta
indicando sus rasgos más peculiares o diferenciados precisando las
condiciones existentes en este momento de la conducta humana o grupo
social. (p.16), es decir, se trata de establecer características que describan la
inteligencia emocional de los padres ante el manejo operativo del Binomio
Autoridad - Afecto, como fundamento para la elaboración de lineamientos de
orientación.
Esta fase comprende aspectos como: selección de la población, definición
y Operacionalización de la variable, descripción del instrumento para recabar
datos, la validez y confiabilidad del mismo, procedimiento para la recolección
de datos y técnicas de análisis.
Sistema de Variables
Arias (2006), sostiene que una variable “…es una característica o
cualidad; magnitud o cantidad que puede sufrir cambios, y que es objeto de
análisis, medición, manipulación o control en una investigación” (p.57). En la
presente investigación la variable de estudio está representada por la
inteligencia emocional de los padres ante el manejo operativo del Binomio
Autoridad –Afecto en los hijos y es definida por la autora de la investigación
como la capacidad que deben tener los padres para reconocer sentimientos
propios y ajenos, de tal manera que puedan manejar operativamente el
binomio autoridad- afecto durante el proceso de formación de los hijos, esto
con el propósito de disciplinarlos con amor, respeto y así disfrutar
satisfactoriamente su formación, lo que le permitirá desenvolverse en las
competencias tanto personales como sociales.
Para la Operacionalización de La variable, se abordaron dos dimensiones
estructuradas de la siguiente manera: 1) Las competencias personales, que a
39
su vez incluye tres subdimensiones como: autorregulación con indicadores
como: el autocontrol, la adaptabilidad y la asertividad, y la subdimensión
autoconciencia con los siguientes indicadores: conciencia emocional,
autovaloración, y confianza en sí mismo. Y la tercera subdimensión
automotivación incluye indicadores como: el compromiso y la iniciativa. 2)
Las competencias sociales, determinada por dos subdimensiones: Primero la
empatía cuyos indicadores son: la compresión de los demás y la orientación
al servicio. Y tercero las habilidades sociales que circunscriben los
indicadores: la comunicación y la resolución de conflicto, tal como se
presenta en el siguiente cuadro:
Cuadro 1 Operacionalización de la Variable
Variable Variable conceptual Dimensiones Subdimensiones Indicadores Ítems
La inteligencia emocional de los padres ante el ejercicio del binomio autoridad afecto en los hijos.
Capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, de tal manera que puedan manejarse operativamente durante el proceso de formación en los hijos, con el propósito de disciplinarlos con amor y disfrutar satisfactoriamente su formación.
Competencias Personales de los padres
Competencias Sociales de los padres
Autorregulación
Autoconciencia
Automotivación
Empatía Habilidades sociales
-Autocontrol para la disciplina -Adaptabilidad ante la adversidad -Asertividad -Conciencia emocional para generar cambios -Autovaloración de logros -Confianza en uno mismo -Compromiso ante la formación. -Iniciativa al cambio -Compresión de los hijos -Orientación al servicio de sus hijos -Comunicación -Resolución de conflictos familiares
1-2-3 4-5-6 7-8-9 10-11-12 13-14-15 16-17-18 19-20-21 22-23-24 25-26-27 28-29-30 31-32-33 34-35-36
40
Fuente: objetivos de la Investigación
Población y Muestra
Para Balestrini (citado por Veliz, 2010), se entiende por población
“…cualquier conjunto de elementos de los que se quiere conocer o
investigar, alguna o algunas de sus características” (p.79). En el caso objeto
de estudio, la población está constituida por 130 padres de los estudiantes de
Educación Media General del Instituto Metropolitano Adventista, Ubicado en
el sector, Santa Teresa. San Cristóbal. Estado Táchira.
Respecto a la muestra, Arias (2006), la define como: “un subconjunto
representativo y finito que se extrae de la población accesible” (p.83). Para
este estudio se utilizó una muestra probabilística (si es posible conocer la
probabilidad de selección de cada unidad que compone la muestra), que es
aquella obtenida a través de la aplicación de fórmulas matemáticas y/o
estadísticas. El procedimiento utilizado es el propuesto por Hernández,
Fernández y Baptista (2006):
Donde: = muestra
= Población
= error al cuadrado (0,0025)
= =
Luego se aplica la fórmula para optimizar la muestra:
41
Donde: = muestra óptima
= muestra
N =total de población Se aplica la doble “C”
La muestra se seleccionó incidentalmente de 54 padres de los
estudiantes de la mencionada institución, los cuales se escogieron al azar.
Técnica e Instrumento de Recolección de Datos
Las Técnicas de recolección de datos según Tamayo y Tamayo (2000)
“…es la parte operativa del diseño investigativo. Hace relación de datos”. Son
lo relativo a los instrumentos, dice que “deberán ser estructurados de
acuerdo al tipo de investigación adoptado y cumplir los requisitos
fundamentales de validez y confiabilidad”. (p.182). En el caso de la presente
investigación se aplicó como técnica la encuesta y el cuestionario como
instrumento. En lo que respecta a la Técnica, Arias (Ob.Cit), señala que
“…es el procedimiento o forma particular de obtener datos o información”
(p.67), Bajo la modalidad de la encuesta; ésta según el precitado autor, “Es
una técnica que pretende obtener información que suministra un grupo o
muestra de sujetos acerca de sí mismo, o en relación con un tema en
particular” (p.72). Ahora bien, la aplicación de la misma conlleva a buscar un
soporte o instrumento que permita conseguir y almacenar la información para
luego ser procesados, analizados e interpretados posteriormente.
Al respecto Sabino (2002) indica, que un instrumento es “…cualquier
recurso del que se vale el investigador para acercarse a los fenómenos y
extraer de ellos la información" (p. 99). Y el cuestionario, como “… una forma
42
concreta de la técnica de observación logrando que el investigador fije
atención en ciertos aspectos y se sujeten a determinadas condiciones”
(p.106). A tal efecto, se diseñó para la presente investigación como
instrumento un cuestionario tipo escala de frecuencias.
De acuerdo a la definición anterior, el cuestionario diseñado está
conformado por 36 ítemes, con tres (3) alternativas de respuesta: Siempre
(S); Algunas veces (AV) y Nunca (N), dichos ítems se desprenden de los
indicadores de la operacionalización de la variable que permiten describir la
inteligencia emocional de los padres hacia el manejo operativo del binomio
autoridad - afecto en los hijos. (Ver anexo A)
Validez y Confiabilidad
Para Arias (Ob.Cit), la validez del cuestionario significa que “Las preguntas
o ítems deben tener una correspondencia directa con los objetivos de la
investigación. Es decir, las interrogantes consultarán sólo aquello que se
pretende conocer o medir” (p.79). En este sentido el criterio de validez del
instrumento está relacionado con el contenido y construcción del mismo y si
efectivamente mide la variable objeto de estudio.
En esta investigación la validez se llevó a cabo a través del "Juicio de
Expertos", para ello se seleccionaron tres (03) expertos: dos (02)
orientadoras de la conducta y una (01) metodóloga, quienes analizaron el
instrumento en cuanto a claridad, redacción y pertinencia entre objetivos,
variables, dimensiones, subdimensiones e indicadores. De acuerdo con las
observaciones y sugerencias de los expertos se procedió a realizar las
correcciones indicadas previas a la elaboración del instrumento definitivo (ver
anexo B)
En cuanto a la confiabilidad, Hernández, Fernández y Baptista (2008)
señalan que es: “El grado en que su aplicación repetida al mismo sujeto
produce iguales resultados” (p. 247). De acuerdo con lo señalado, la
confiabilidad consiste en determinar si un instrumento ofrecerá los mismos
43
resultados cuando es aplicado a un individuo de manera repetida.
A tal efecto, se procedió a la aplicación de la prueba piloto, para ello se
seleccionaron diez sujetos con características muy similares a la población
objeto de estudio, a fin de determinar si los ítemes son comprendidos con
claridad, así como determinar las dudas u opiniones respecto al desarrollo
del instrumento, se aplicó el instrumento a diez (10) padres, pertenecientes al
Colegio La Villa de los Niños del Municipio San Cristóbal Estado Táchira.
Posteriormente, se procedió a estimar la confiabilidad mediante el estadístico
Alfa de Cronbach, a través de la siguiente fórmula:
α = N /N-1*[1- ( ∑ Si2 /∑ St2)]
Donde:
α= Coeficiente Alfa de Cronbach
N = Número de ítems del instrumento
∑ Si2 = varianza de cada uno de los ítems.
∑St2 = Varianza total del instrumento.
α = 10 /10-1*[1- ( 149,7) 2 /(542,9)2]= 0.95
Consecutivamente, se procedió a utilizar los datos recopilados a través de
la prueba piloto de la siguiente manera: (a) revisión de los cuestionarios para
comprobar que fueron respondidos todos los ítemes; (b) codificación de las
alternativas de respuestas, dándole el valor máximo a la opción operativa o,
deber ser, del ítem; (c) vaciado de las alternativas de respuestas en una
matriz de doble entrada; (c) cálculo de los parámetros estadísticos y del
coeficiente de confiabilidad se realizaron manualmente, luego se confirmaron
mediante el programa Excel y; (d) interpretación del coeficiente de
confiabilidad según la escala sugerida por Ruiz (2002) los criterios de
confiabilidad que este autor estima son los siguientes:
Criterios para la Magnitud de Confiabilidad
Magnitud Rango Muy alta 0,81 a 1,00 Alta 0,60 a 0,80 Moderada 0,41 a 0,60
44
Baja 0,21 a 0,40 Muy baja 0,01 a 0,20
Cuando se aplicó la fórmula del coeficiente alfa de Cronbach para
determinar la confiabilidad del cuestionario, se obtuvo como resultado 0.95,
lo que significa que es altamente confiable. (Ver anexo C)
Procedimiento para la Recolección de Datos
Para cumplir con este proceso, se llevaron a cabo las siguientes
actividades:
1. Entrevista con el director del plantel objeto de estudio, con la
finalidad de explicarle el motivo de la investigación y solicitar la
colaboración necesaria.
2. Reunión con las unidades muéstrales con el fin de informarles
acerca del estudio y concretar la fecha y hora en que se desarrollará el
proceso de recolección de datos.
3. Seguidamente, en la fecha concretada se aplicó el instrumento.
4. Una vez desarrollados los pasos anteriores se recopilaron y
tabularon los datos a fin de realizar el análisis estadístico pertinente.
Técnica de Análisis de Datos
Los datos obtenidos a través de la aplicación del instrumento
(cuestionario), fueron ordenados, codificados y tabulados. Además se
determinó las frecuencias relativas para representarlos en cuadros con sus
respectivos análisis e interpretación de los resultados obtenidos a través de:
1. Revisión detallada de cada uno de los instrumentos para verificar que
fueron respondidos en su totalidad.
2. Se elaboró una matriz de doble entrada para plasmar las respuestas
emitidas por los padres sujetos de la investigación.
3. Se realizó la tabulación de los datos en forma manual para determinar
las frecuencias simples y absolutas para cada reactivo.
45
4. Los datos se organizaron en cuadros de distribución de frecuencias
absolutas y porcentuales, uno para cada Subdimensión.
5. Conforme a las alternativas de respuesta siempre(S), algunas veces
(AV), y nunca (N) se consideró para el análisis e interpretación de los datos
la técnica de análisis porcentual donde se cuenta la opción más alta como la
representativa del ítems para inferir si existe la presencia marcada o no del
indicador respecto al empleo de la inteligencia emocional en el ejercicio del
binomio autoridad afecto en la formación de los hijos.
6. Los resultados obtenidos luego fueron confrontados con las diferentes
posturas consideradas en el marco teórico a fin de establecer comparaciones
entre lo expuesto por los autores consultados y los resultados obtenidos en el
presente estudio.
7. Finalmente se procedió a la elaboración de las conclusiones y
recomendaciones en función de los datos obtenido en el diagnóstico y
tomando en consideración cada uno de los objetivos planteados.
Etapa de Propuesta
Esta fase consiste en la elaboración de una solución viable, la cual deberá
contener presentación, justificación, objetivos, fundamentación teórica,
diseño, estructura, entre otros elementos indispensables para llevar a cabo la
misma.(p.16). Atendiendo a este planteamiento, una vez finalizada la etapa
descriptiva y siguiendo los resultados obtenidos, se procedió a realizar la
fase de diseño y elaboración de los lineamientos de orientación cognitivo
conductuales dirigidos a los padres para el manejo operativo de la
inteligencia emocional en el ejercicio del binomio autoridad- afecto en la
formación de los hijos.
Etapa de Validación
El Manual para la elaboración y presentación de trabajos de grado CIPPSV,
(2007), refiere que: “Este procedimiento se pretende dar validez a la
propuesta mediante la revisión de expertos versados en la temática o puesta
en práctica. Presentando resultados de contenido, diseño, estructura, entre
46
otras” (p.16). Para efectos del presente estudio la etapa de validación estará
contenida en los lineamientos que según AnderEgg (Citado por el Manual
para la elaboración y presentación de trabajos de grado CIPPSV, 2007),
hace referencia a “Un conjunto organizado, coherente de actividades,
servicios o procedimientos expresados en un conjunto de proyectos
relacionados, coordinados entre si y que son de similar naturaleza” (p.16).
Por consiguiente, los lineamientos de orientación cognitivo conductual a
proponer por la autora en el presente estudio serán validados una vez que
sean llevados a la práctica.
47
CAPÍTULO IV
PRESENTACION, ANÁLISIS E INTERPRETACION DE RESULTAD OS
A continuación se presentan los resultados obtenidos en la aplicación del
instrumento a los padres de estudiantes de la Unidad Educativa Instituto
Metropolitano Adventista, San Cristóbal, Estado Táchira, sujeto del estudio. A
tal efecto, la información obtenida se analizó desde el punto de vista de las
dimensiones: competencias personales y competencias sociales, con sus
respectivas subdimensiones e indicadores.
En tal sentido, los datos se organizaron en cinco (05) cuadros de
distribución de frecuencias absolutas y porcentuales, uno para cada
Subdimensión, donde se presentan los ítemes e indicadores conforme a las
alternativas de respuesta, permitiendo hacer el análisis e interpretación de
acuerdo a los criterios establecidos en el capítulo anterior. Luego se
confrontaron los resultados con las referencias teóricas que sirvieron de base
al estudio.
Para el análisis se utilizó la técnica de análisis porcentual donde se
cuenta la opción más alta como la más representativa del ítemes, para inferir
si existe la presencia o no del indicador en los padres, respecto al empleo de
la inteligencia emocional en el ejercicio del binomio autoridad afecto con los
hijos.
Dimensión: Competencias Personales de los padres
Esta dimensión se vincula con la percepción y regulación de las
emociones de los padres y cómo afectan la relación con los hijos.
Comprende las subdimensiones: autorregulación, autoconciencia y
automotivación, con sus respectivos indicadores.
48
Cuadro 2 Resultados obtenidos en los indicadores e ítemes co rrespondientes a la dimensión competencias personales de los padres en la subdimensión Autorregulación.
INDICADORES E ÍTEMES En la relación cotidiana con mis hijos (as)
S
AV
N
Autocontrol para la disciplina 1. Implemento normas consistentes y
predecibles para no perder el control de mis emociones ante ellos.
Fi % Fi % Fi %
17 31.5 34 63.0 3 5.5
2. Expreso abiertamente mis emociones de manera equilibrada sin agredirlos o descalificarlos.
13
24.1
40
74.1
1
1.9
3. Tomo el control sobre las situaciones, es decir, pongo límites a sus comportamientos.
43
79.6
10
18.5
1
1.9
Promedio
45.1
51.8
3.1
Adaptabilidad ante la adversidad
4. Se me dificulta entender las expresiones emocionales que constantemente experimentan ellos ante los cambios de su etapa.
17 31.5 21 38.9 16 29.6
5. Soy flexible con la autoridad y afecto que requieren en su proceso de formación y/o formación.
15 27.8 33 61.1 6 11.1
6. Siento que mis errores y/o fracasos son experiencias de las que puedo aprender, además me ayudan afrontar las situaciones (divorcio, laborales, otros).
44
81.5
9
16.6
1
1.9
Promedio
Asertividad 7. Cuando no quieren hablar respecto a un
tema que los irrita y/o perturba, respeto su decisión y les dejo tranquilo.
47.0 39.0 14.0
17 31.5 29 53.7 8 14.8
8. Expreso intolerancia ante ellos cuando cambian de parecer con respecto a una situación.
17 31.5 19 35.2 18 33.3
9. Al solucionar un conflicto con ellos, tengo control de mis emociones a fin de establecer acuerdos positivos para ambos.
24 44.4 26 48.1 4 7.4
Promedio
35.8 45.7
18.5
En relación a los datos presentados en el cuadro 2 para la Dimensión
Competencias personales de los padres , en la subdimensión
Autorregulación, se hace mención a los resultados respecto al indicador
49
Autocontrol para la disciplina, valorado mediante los ítemes 1, 2 y 3, se
tiene que el 63% de los padres encuestados señala que solo algunas veces
implementa normas consistentes y predecibles para no perder el control de
sus emociones ante los hijos; un 74.1% de los encuestados refiere que
algunas veces expresa abiertamente de manera equilibrada sus emociones
sin agredirlos o descalificarlos; mientras que el 79.6% manifiesta que siempre
toman el control de las situaciones donde se amerita poner límites a los
comportamientos inadecuados de sus hijos.
Como promedio se tiene para el presente indicador que el 55.6% de los
padres encuestados manifiestan que siempre implementa normas
consistentes y expresa abiertamente las emociones para tomar el control de
las situaciones que se presentan con sus hijos, lo que les permite mantener
el autocontrol de sus emociones para no agredirlos, descalificarlos y asumir
los límites correspondientes a su comportamiento. Lo que concuerda con lo
expresado por Kanfer (citado por Pérez, 2007), cuando señala que: “…el
autocontrol es el conjunto de estrategias aprendidas que le permite al sujeto
modificar la probabilidad de que ocurra una respuesta contraria a lo esperado
en relación a las influencias externas existentes” (p.125). En el presente
caso, se percibe que los padres del estudio en la relación cotidiana con sus
hijos emplean el autocontrol para manejar sus propios estados emocionales
con la finalidad de asumir la responsabilidad de los propios actos y
reacciones.
Respecto al indicador Adaptabilidad ante la adversidad, valorado
mediante los ítemes 3, 4 y 5, se encontró que el 38.9% de los padres
encuestados manifestó que algunas veces se les dificulta entender las
expresiones emocionales que experimentan sus hijos ante los cambios de la
adolescencia. El 61.1% reveló que algunas veces son flexibles con la
autoridad y el afecto que requieren sus hijos en su proceso de formación.
También se encontró que el 81.5% de los padres encuestados, siente que
sus errores y/o fracasos son experiencias significativas que le permiten
50
entender las situaciones por las cuales ha pasado.
Como promedio se tiene para este indicador que el 47.0% de los padres
encuestados admiten que algunas veces se les dificulta entender las
expresiones emocionales que experimentan sus hijos en la etapa de la
adolescencia, sin embargo, son flexibles con la autoridad y el afecto que
éstos requieren, ya que sienten que las experiencias que han vivido les
ayuda a crecer como personas, así como, enfrentar las situaciones que se
les presentan en la formación de sus hijos.
Los resultados contrastan con lo expuesto por Alles (2006), quien define la
adaptabilidad como: “…la capacidad de modificar la propia conducta para
alcanzar determinados objetivos cuando surgen dificultades, nuevos datos o
cambios en el entorno” (p.103). Considerando lo anteriormente expuesto, es
notable que los padres están consientes de que deben tener la capacidad y
disposición de modificar su conducta para lograr adaptarse a los cambios
que constantemente demandan sus hijos y de la necesidad de mantener en
equilibrio el Binomio autoridad-afecto, ya que esto contribuirá
significativamente en su rol de padre o madre.
En cuanto al indicador Asertividad, valorado mediante los ítemes 7, 8 y 9
los padres revelaron, en un 53.7% que algunas veces en la relación cotidiana
con sus hijos respetan sus decisiones y les dejan tranquilos cuando no
quieren hablar de un tema que les perturba o irrita. Un 35.2% respondió que
algunas veces expresan intolerancia ante sus hijos cuando cambian de
parecer con respectos a una situación. Finalmente, el 48.1% de los padres
respondió que algunas veces logra mantener el control de las emociones
cuando tiene que solucionar un conflicto con sus hijos lo que le permite llegar
a un acuerdo positivo que favorezca a ambos.
Como promedio se tiene para el presente indicador que el 45.7% de los
padres encuestados manifiestan que solo algunas veces logra ser asertivo en
la relación cotidiana con sus hijos, pues en ocasiones no respetan la decisión
de ellos cuando se niegan hablar de algún tema que les irrita, además
51
expresan intolerancia ante los mismos cuando cambian de parecer ante
determinada situación, lo que trae consigo que en ocasiones se le dificulte
controlar las emociones cuando debe solucionar un conflicto de tal manera
que les permita llegar a un acuerdo positivo que beneficie a ambos.
Estos resultados difieren con lo expresado por Alberti y Emmons (citado
por Peñafiel y Serrano 2010), cuando definen el término asertividad como
“…el comportamiento que fomenta la igualdad en las relaciones humanas,
permitiéndonos actuar en defensa de los intereses propios, defendernos sin
ansiedad justificada, expresar sincera y agradablemente nuestros
sentimientos y poner en práctica nuestros derechos personales,
respetándolos derechos de los demás”. (p17).
Es evidente que los padres del presente estudio no son asertivos cuando
deben manejar el binomio autoridad afecto con sus hijos ya que manifestaron
que algunas veces no respetan las decisiones que ellos toman cuando se
oponen a hablar de un tema que les moleste, además suelen mostrarse
intolerantes cuando cambian de parecer ante determinada situación, lo que
trae consigo que en ciertas ocasiones se les dificulte llegar a un acuerdo
positivo que favorezca la relación entre padres e hijos.
Ahora bien, los resultados promedios para la subdimensión
autorregulación permiten inferir que los padres buscan mantener el
autocontrol de las emociones frente a las situaciones difíciles o conflictivas
que se presentan con sus hijos, aunque señalan que en determinadas
ocasiones se les dificulta entender las expresiones emocionales que
constantemente experimentan ante los cambios de la adolescencia. Además,
en ciertos casos suelen ser flexibles con la autoridad y el afecto en la
formación de los mismos, por cuanto consideran que sus experiencias
personales les pueden ayudar en dicha formación. También, procuran ser
asertivos cuando expresan sus opiniones a fin de no agredirlos y de lograr
solucionar los conflictos de manera operativa con sus hijos.
Es importante destacar que los padres en la aplicabilidad del binomio
52
autoridad- afecto deben aprender a autorregular las emociones, no se trata
de reprimirlas sino tener la capacidad de dirigirlas y equilibrarlas, para que le
enseñen a sus hijos la manera de tranquilizarse a sí mismo y bloquear los
sentimientos negativos que aparecen reiteradas veces como la ira, el odio, o
la agresión cuando deben disciplinar a sus hijos. De allí la importancia de los
lineamientos de orientación cognitivo conductuales que propone la autora del
estudio para el manejo operativo de la inteligencia emocional en el ejercicio
del binomio autoridad afecto en la formación de los hijos.
Cuadro 3
Resultados obtenidos en los indicadores e ítemes co rrespondientes a la dimensión competencias personales de los padres en la subdimensión Autoconciencia.
INDICADORES E ÍTEMES En la relación cotidiana con mis hijos (as)
S
AV
N
Conciencia emocional para generar
cambios 10. Reconozco mis emociones y sus
consecuencias cuando ejerzo la autoridad ante ellos.
Fi % Fi % Fi %
11 20.4 22 40.7 21 38.9
11. Soy consciente del vínculo que existe entre mis sentimientos, pensamientos, palabras o acciones.
13
24.1
18
33.3
23
42.6
12. Me disculpo con ellos cuando incurro al expresar emociones negativas como ira, desagrado, frustración, hostilidad, soberbia o desprecio.
12
22.2
29
53.7
13
24.1
Promedio Autovalo ración de logros
22.2 45.7 35.2
13. Reconozco mis debilidades y fortalezas para manejar adecuadamente la autoridad y el afecto con ellos.
17 31.5 34 63.0 3 5.6
14. Valoro positivamente la forma que tengo para ejercer mi autoridad. 41 75.9 12 22.2 1 1.9
15. Les enseño a autoevaluar sus logros para que aprendan a tolerar las frustraciones.
19
35.2
30
55.6
5
9.3
Promedio
Confianza en sí mismo 47.5 46.9 5.6
16. Me angustio exageradamente por ellos, pues me da miedo que al aplicar mi rol de autoridad me dejen de querer.
8 14.8 9 16.7 37 68.5
53
Continuación … 17. Confío en mi capacidad para
establecer normas claras que me permitan enseñarles la manera operativa de realizar las actividades
42 77.8 10 18.5 2 3.7
18. Me muestro positivo ante las dificultades que se me presentan cuando tengo que equilibrar la autoridad y el afecto.
36 66.7 18 33.3 0 0.0
Promedio
53.1 22.8 24.1
En relación a los datos presentados en el cuadro 3 para la Dimensión
Competencias personales de los padres , en la subdimensión
Autoconciencia, se hace mención a los resultados respecto al indicador
Conciencia emocional para generar cambios, valorado mediante los ítemes
10,11 y 12, se tiene que el 40.7% de los padres encuestados señala que
algunas veces reconocen sus emociones y las consecuencias que estas
pueden generar cuando ejercen la autoridad ante sus hijos; un 42.6% de los
encuestados refiere que algunas veces no son conscientes del vínculo que
existe entre sus sentimientos, pensamientos, palabras o acciones; el 53.7%
respondió que algunas veces se disculpan con sus hijos cuando manifiestan
emociones negativas como ira, desagrado y/o hostilidad en la relación
cotidiana con sus hijos.
Como promedio se tiene para el presente indicador que el 45.7% de los
padres encuestados manifiestan que algunas veces reconocen sus
emociones y las consecuencias que estas pueden ocasionar cuando
disciplinan a sus hijos, ya que en ciertas ocasiones no son conscientes de la
relación que existe entre sus sentimientos, pensamientos, palabras y
acciones, sin embargo suelen disculparse con ellos cuando incurren en
expresar emociones negativas cuando están llenos de ira, soberbia u
hostilidad.
Los resultados contrastan por lo expresado por Bernal y Medina (2003),
cuando definen el término conciencia emocional como: “…la capacidad que
les permite a las personas conocer los propios estados emocionales para así
54
reconocer cuales de las emociones son propias y cuales son la de los
demás, de forma que pueda controlarlas. (p.122).
Por consiguiente, se puede inferir que los padres objetos de estudio en la
relación cotidiana con sus hijos incurren en expresar emociones negativas
como ira, desprecio, desagrado, u hostilidad ante ellos cuando están
emocionalmente perturbados, aunque algunas veces no son conscientes de
los sentimientos, pensamientos, palabras y/o acciones que puedan darse
mientras que ejercen el binomio autoridad – afecto en la formación de sus
hijos. Se puede observar que los padres no tienen conciencia de sus propias
emociones por lo tanto terminan siendo controlados por las mismas.
Por su parte, en el indicador Autovaloración de logros, apreciado mediante
los ítemes 13, 14 y 15 se observó que el 63% de los sujetos consultados
admitieron que algunas veces reconocen las debilidades y fortalezas que
tienen como padre para manejar operativamente el Binomio autoridad-afecto
con sus hijos; el 75.9 % siempre valora positivamente la manera que tienen
para ejercer la autoridad; sin embargo, el 55.6 % refiere que algunas veces le
enseñan a sus hijos la manera de autoevaluar sus logros para que aprendan
a tolerar las frustraciones.
Como promedio se tiene para el indicador autovaloración de logros que el
47.5% de los padres encuestados siempre reconoce las debilidades y
fortalezas que posee como padre para criar a sus hijos, aunque valora
positivamente la manera en que ejerce la autoridad ante ellos ya que le
enseñan a que evalúe sus logros para que aprendan a tolerar las
frustraciones. Resultados que coinciden con lo expuesto por Goleman (citado
por Vivas y Gallegos 2008), cuando afirman que: “…la autovaloración o
valoración adecuada de uno mismo permite conocer los recursos,
capacidades y limitaciones internas que se tiene para estar consientes de las
fortalezas y debilidades que se poseen. (p.71).
Es de suma importancia que los padres en el proceso de formación de los
hijos tengan presente cuales son las debilidades y fortalezas con la que
55
cuenta para que así pueda lograr mantener en equilibrio la autoridad y el
afecto, por cuanto se requiere que reconozcan el verdadero valor que tiene
como principales protagonistas de la formación de sus hijos.
Con relación al indicador confianza en sí mismo, medido a través de los
ítemes 16,17 y 18 se obtuvo como resultado que el 68.5% de los padres
manifiestan que nunca se han angustiado porque sus hijos dejen de
quererlos cuando ellos aplican la autoridad; El 77.8% señaló que siempre
confía en su capacidad para establecer normas claras que le permita
enseñarle a sus hijos la manera operativa de realizar las actividades;
Igualmente, el 66.7% refiere que siempre se muestra positivo ante las
dificultades que se les presentan cuando tienen que equilibrar la autoridad y
el afecto en la formación de sus hijos.
Como promedio se tiene para el indicador que el 53.1% de los padres,
manifiestan que no siente miedo que sus hijos dejen de quererlos cuando
ellos aplican su rol de autoridad, ya que confían en la capacidad que poseen
para establecer normas que claras que le permitan enseñarles la forma
adecuada de hacer las cosas, por lo tanto se muestran positivos ante las
dificultades que se le presentan cuando tienen que mantener en equilibrio el
binomio autoridad – afecto. Resultados que concuerdan con lo expresado por
Goleman (citado por Vivas y Gallegos 2008), cuando refiere que la confianza
en sí mismo: “…es la seguridad en las valoraciones que se hacen sobre sí
mismo y sobre las propias capacidades” (p.72).
Al examinar los resultados obtenidos en la presente subdimensión se
evidencia que los padres a pesar de reconocer sus debilidades, fortalezas y
de la confianza que tiene para enseñarles a sus hijos la manera correcta de
hacer las cosas considera que algunas veces no son conscientes de sus
emociones, pensamientos, palabras y/o acciones, por cuanto incurren en
expresar emociones negativas como ira, desagrado u hostilidad ante sus
hijos, lo que trae como consecuencia la no operatividad del binomio autoridad
- afecto. No obstante, se esfuerzan por cambiar esas conductas no
56
operativas por aquellas que les permita manejar sus frustraciones.
Cuadro 4
Resultados obtenidos en los indicadores e ítemes co rrespondientes a la dimensión competencias personales de los padres en la subdimensión Automotivación.
INDICADORES E ÍTEMES En la relación cotidiana con mis hijos (as)
S
AV
N
Compromiso ante la formación
19. Me comprometo a estar revisando el equilibrio entre la autoridad y el afecto a fin de enseñarles a solucionar los conflictos.
Fi % Fi % Fi %
11 20.4 41 75.9 2 3.7
20. Se me dificulta jerarquizar las prioridades debido a la multiplicidad de actividades que realizo.
14
25.9
21
38.9
19
35.2
21. Me siento afectivamente comprometida (o) cuando se les presentan dificultades personales, sociales o académicas.
41
75.9
10
18.5
3
5.6
Promedio Iniciativa al cambio
40.7 44.4 14.8
22. Para mi es fácil tomar la iniciativa de dar afecto (abrazo y/o besos). 15 27.8 22 40.7 17 31.5
23. Me esfuerzo por cambiar mis emociones no operativas como: ira e intolerancia por amor o comprensión hacia ellos.
27 50.0 25 46.3 2 3.7
24. Tomo decisiones operativas que me permitan mantener en equilibrio el binomio autoridad-afecto.
20
37.0
24
44.4
10
18.5
Promedio 38.3 43.8 17.9
Conforme a los datos presentados en el cuadro 4 para la Dimensión
Competencias personales de los padres , en la subdimensión
Automotivación, se hace mención a los resultados respecto al indicador
Compromiso ante la formación, valorado mediante los ítemes 19, 20 y 21, se
tiene que el 75.9% de los padres encuestados señala que algunas veces se
compromete en revisar el binomio autoridad-afecto a fin de enseñarles a sus
hijos a solucionar los conflictos; un 38.9% manifiesta que algunas veces se
les dificulta jerarquizar las prioridades relacionadas con la formación de sus
hijos debido las múltiples actividades que realiza. El 75.9% señala que
57
siempre esta afectivamente comprometida (o) con sus hijos cuando se les
presentan dificultades personales, sociales y/o académicas.
En consideración a los resultados expuestos, se tiene para el indicador
que el 44.4% de los padres encuestados manifiestan que en ocasiones se
siente motivado en cuanto a la formación adecuada de sus hijos lo que le
permite estar revisando el equilibrio entre la autoridad y el afecto pero
algunas veces se les dificulta jerarquizar las prioridades en cuanto a la
formación de los hijos debido a la multiplicidad de actividades que realiza. Lo
anteriormente expuesto contrasta con lo divulgado por Catret (2003), quien
argumenta que la automotivación es: “…el motor interior que nos impulsa
hacia lo que queremos, además selecciona, dirige y mantiene nuestro
comportamiento” (p.103).
Por lo tanto, se puede inferir que los padres del presente objeto de estudio
a pesar de sentirse afectivamente comprometidos con los hijos tienen
algunos inconvenientes para dirigir las emociones, ser constantes y alcanzar
los objetivos en cuanto a la formación de los hijos. Por lo tanto, la
automotivación debe ser vista como un factor decisivo para la promoción de
los hijos ya que esta permite superar cualquier obstáculo, limitaciones o
fracaso, ya que de cualquier experiencia se pude aprender.
Respecto al indicador iniciativa al cambio, valorado mediante los ítemes
22, 23 y 24, se encontró que el 40.7% de los padres señala que algunas
veces toman la iniciativa de darles besos y abrazos a sus hijos; También
revelaron, en un 50% que siempre se esfuerzan por cambiar las emociones
no operativas como ira e intolerancia por amor y comprensión hacia sus
hijos. Refirieron además en un 44.4% que algunas veces toman decisiones
operativas que le permitan mantener en equilibrio el binomio autoridad –
afecto.
Como promedio se tiene para el indicador que el 43.8% de los padres
algunas veces se animan a demostrarles a los hijos con besos y abrazos el
afecto que siente por ellos, lo que les brinda una mejor comprensión hacia
58
sus hijos, además señalaron que se esfuerzan por cambiar las emociones
negativas que le impiden tomar decisiones asertivas que mantengan en
equilibrio el binomio autoridad – afecto. Todo ello concuerda con lo
expresado por Betancourt (citado por Catret 2003), cuando dice que: “…la
iniciativa es la que le permite al individuo hacer lo que se debe hacer, bien
hecho y sin que nadie lo mande. (p.185).
Los resultados de este indicador permiten inferir que a los padres se les
dificulta en cierta manera dar manifestaciones de afecto a los hijos, aunque
están conscientes del vínculo que existe entre ellos, por ende se esfuerza en
cambiar las emociones negativas que expresa cuando está enojado (a) por
aquellas que le permitan tomar decisiones para valorar su rol como padre y
lograr mantener una relación operativo con los hijos.
Dimensión: Competencias Sociales de los padres
Esta dimensión está relacionada con un conjunto de habilidades que se
emplean para la percepción y regulación de las emociones en las demás
personas. Comprende la Subdimensión empatía y habilidades sociales cada
una con sus respectivos indicadores.
Cuadro 5
Resultados obtenidos en los indicadores e ítemes co rrespondientes a la dimensión competencias sociales de los padres en la subdimensión Empatía.
INDICADORES E ÍTEMES En la relación cotidiana con mis hijos (as)
S
AV
N
Comprensión de los hijos
25. Asumo una posición empática hacia sus errores, a fin de que ellos comprendan los que cometen los demás.
Fi % Fi % Fi %
12 22.2 33 61.1 9 16.7
26. Se me dificulta colocarme en la posición de ellos, pues las faltas deben sancionarse para evitar que las vuelvan a cometer.
15
27.8
23
42.6
16
29.6
59
Continuación… 27. Ante sus frustraciones me preocupo
por escucharle sin juzgarlo (a) para que se sienta apoyado (a) y/o entendido (a).
25
46.3
28
51.9
1
1.9
Promedio
32.1 51.9 16.0
Orientación al servicio de los hijos 28. Participo de sus actividades
académicas como: reuniones escolares, retiro de boletines para que se sientan emocionalmente apoyados.
24 44.4 28 51.9 2 3.7
29. Administro inteligentemente mis emociones para mantener en equilibrio el binomio autoridad-afecto.
16 29.6 36 66.7 2 3.7
30. Dedico tiempo suficiente para enseñarle los medios adecuados para que exprese sus opiniones y/o solucione sus conflictos.
22
40.7
29
53.7
3
5.6
Promedio 38.3 57.4 4.3
En este apartado se presenta el análisis de los resultados obtenidos en la
presente investigación, se tiene que en la dimensión competencias sociales
de los padres , para la subdimensión Empatía , los resultados respecto al
indicador comprensión de los hijos, valorado mediante los ítemes 25, 26 y 27,
donde el 61.1% de los padres encuestados manifestó que algunas veces
asume una posición empática ante los errores de sus hijos con la finalidad de
que comprendan que los errores de los demás; también manifestaron en un
42.6% que algunas veces se les dificulta colocarse en la posición de sus
hijos, pues consideran que las faltas deben sancionarse para evitar que las
vuelvan a cometer; y el 51.9% argumento que algunas veces ante las
frustraciones de sus hijos se preocupa por escucharle sin juzgarlo (a) para
que se sientan apoyados o entendidos.
Como promedio se tiene para el indicador que el 51.9 % de los padres
manifiestan que algunas veces asumen una posición empática hacia los
errores de los hijos y se preocupan por escucharles, aunque admiten que en
ciertas ocasiones se les dificulta comprenderlos pues considera que las faltas
deben sancionarse para que no las vuelvan a cometer pues es necesario
aplicar la autoridad a fin de que los hijos mantengan una actitud positiva ante
60
la relación con los demás. Al confrontar los resultados anteriores es
pertinente mencionar lo expresado por Goleman (citado por Vivas y Gallegos
2008) quien refiere que la comprensión de los demás es: “…la capacidad de
captar los sentimientos y las perspectivas de los demás e interesarse
genuinamente por sus preocupaciones” (p.75).
En tal sentido, se puede inferir que los padres sujetos de estudio en la
relación cotidiano con los hijos se preocupa por los problemas que estos
tengan pero en ciertas ocasiones no logra colocarse en la posición de ellos
pues esta conscientes que debe aplicar la autoridad para que no vuelvan a
cometer faltas que limiten sus relaciones familiares o sociales.
En cuanto a los resultados respecto del indicador orientación al servicio de
los hijos, valorado mediante los ítemes 28, 29 y 30 se tiene que el 51.9% de
los padres consultados señalan que algunas veces asisten a las reuniones
escolares, retiro de boletines de sus hijos; el 66.7% de los encuestados
refiere que algunas veces administran inteligentemente sus emociones para
mantener un equilibrio entre el binomio autoridad – afecto; un 53.7%
respondió que algunas veces dedica tiempo a sus hijos para enseñarles los
medios adecuados para que exprese sus opiniones o soluciones sus
conflictos.
El promedio para el presente indicador señala que un 57.4% de los padres
manifiestan que algunas veces participa de las actividades académicas de
sus hijos, de igual forma sienten que administran inteligente sus emociones
para lograr mantener en equilibrio el binomio autoridad afecto, por cuanto se
preocupa en dedicar tiempo para enseñarles los manera indicada para que
expresen sus opiniones y logren solucionar sus conflictos. Los resultados
difieren con lo expresado por Goleman (2005), cuando define la orientación
al servicio como: “…la anticipación en reconocer y satisfacer, en la medida
de lo posible, las necesidades de los demás”. (p.132).
Es evidente que los padres en la relación cotidiana con sus hijos están
presentando inconvenientes en cuanto al cumplimiento de los compromisos
61
adquiridos con la educación de sus hijos, por cuanto se observa que solo
algunas veces logra cumplir con los compromisos adquiridos en cuanto a la
formación de los mismos. De allí la importancia que de que los padres logren
jerarquizar sus actividades para que dediquen el tiempo necesario para
involucrase en las actividades académicas, sus necesidades afectivas y de
aplicar operativamente la disciplina en su proceso de formación.
Cuadro 6
Resultados obtenidos en los indicadores e ítemes co rrespondientes a la dimensión competencias sociales de los padres en la subdimensión Habilidades sociales.
INDICADORES E ÍTEMES En la relación cotidiana con mis hijos (as)
S
AV
N
Comunicación
31. Se me dificulta equilibrar la autoridad y el afecto al comunicarme con ellos.
Fi % Fi % Fi %
14 25.9 11 20.4 29 53.7
32. Empleo estrategias que me permitan establecer contacto con ellos para dar, recibir, y/o expresar mis emociones.
15
27.8
33
61.1
6
11.1
33. Se me dificulta la comunicación cuando debo ejercer el binomio autoridad - afecto.
11
20.4
12
22.2
31
57.4
Promedio
Resolución de conflictos familiares
24.7 34.6 40.7
34. Se me hace difícil llegar a un acuerdo con ellos que favorezca la solución de un conflicto, sin imponer mi voluntad.
13 24.1 12 22.2 29 53.7
35. Reconozco y respeto las diferencias que tenemos en cuanto a opiniones, creencias, aspiraciones, y necesidades para así vivir en armonía.
23 42.6 29 53.7 2 3.7
36. Analizo las diferentes alternativas de solución a un conflicto, con la finalidad de resolverlo operativamente para evitar agredirlos física y verbalmente.
15
27.8
39
72.2
0
0.0
Promedio 31.5 49.4 19.1
En relación a los datos presentados en el cuadro 6 para la Dimensión
Competencia sociales de los padres en la subdimensión Habilidades
62
Sociales , se hace mención a los resultados respecto al indicador
Comunicación, valorado mediante los ítemes 31,32 y 33, se tiene que el 53.7
% de los padres manifestó que nunca se les dificulta equilibrar la autoridad y
el afecto al comunicarse con sus hijos; el 61.1% señala que algunas veces
emplea estrategias que le permiten mantener contacto con sus hijos para
expresarles sus emociones; y un 57.4% indicó que nunca se les dificulta
comunicarse con sus hijos cuando debe ejercer el binomio autoridad- afecto
en sus hijos.
Como promedio se tiene para el presente indicador que el 40.7% de los
padres refiere que nunca se le ha dificultado equilibrar el binomio autoridad
afecto en sus hijos, por cuanto recurre al diálogo cuando debe disciplinarlos,
además emplean estrategias que le permitan establecer contacto con ellos a
fin de dar, recibir y expresar emociones que le permitan mantener una
relación operativa entre ambos. Lo antes expuesto concuerda con lo
expresado por Bianco (1998) cuando señala que la comunicación es: “…la
base o fundamento de toda relación humana y que la familia es la entidad de
primaria de comunicación”. (p.81).
Conforme a estos resultados se evidencia que los padres a pesar de no
manifestar tener dificultades en cuanto a la comunicación con los hijos,
cuando aplican la autoridad y el afecto, deben tener presente que en el
proceso de comunicación las emociones cumplen un papel muy importante,
ya que cuando se tiene la habilidad de experimentar la emoción y se
complementa con la razón ayudará significativamente a comunicar con
claridad y efectividad el mensaje y la interacción fluye con mayor facilidad
En el indicador resolución de conflictos familiares, medido a través de los
ítemes 34, 35 y 36 se obtuvo como resultado que el 53.7% reveló que nunca
se le ha dificultado llegar a un acuerdo favorable con sus hijos cuando deben
solucionar algún conflicto; el 53.7 % expuso que algunas veces reconoce y
respeta las diferencias que tiene con sus hijos en cuanto a las opiniones y/o
aspiraciones; el 72.2% señala que algunas veces se detiene analizar las
63
diferentes alternativas para solucionar un conflicto con sus hijos a fin de
evitar agredirlos física y verbalmente.
Como promedio se tiene para el presente indicador que el 49.4% de los
sujetos consultados en la investigación señalan en el indicador resolución de
conflictos que algunas veces tiene inconvenientes para reconocer y
diferenciar los interés propios de sus hijos, sin embargo, se preocupa en
buscar alternativas positivas que le permitan mantener en armonía las
relaciones familiares para evitar imponer su voluntad para llegar a un
acuerdo que beneficie a ambos.
Resultados que coinciden con lo referido por Goleman (2005), cuando
señala que: “…las personas con estas competencias tienen la capacidad de
negociar, resolver conflictos, trabajar con personas difíciles, con diplomacia y
tacto, de igual manera, reconocen los posibles conflictos, sacan a la luz los
desacuerdos y buscan la manera de llegar a soluciones que satisfagan
plenamente a todos los implicados. (p.145).
Al analizar la información suministrada por los sujetos circunscritos en la
investigación, se tiene que los padres en la subdimensión habilidades
sociales se preocupan en mantener el diálogo operativo con los hijos, lo que
les permite implementar estrategias para llegar a un acuerdo positivo en
cuanto a las diferencias que existen entre las opiniones, aspiraciones,
gustos, y/o creencias, que tienen con los mismos y la solución de posibles
conflictos que se puedan presentar en la formación de los hijos.
Por otra parte, es importante considerar que la autora del presente estudio
expone que los padres deben propiciar un acercamiento continuo en el
proceso de formación de sus hijos, basado en la expresión libre de sus
propias emociones pero también en el reconocimiento y respeto hacia las de
sus hijos, a fin de lograr que sus pensamientos, emociones y acciones se
mantengan en equilibrio para manejar de forma operativa el binomio
autoridad-afecto.
En tal sentido, se propone un conjunto de lineamientos de orientación
64
cognitivo conductuales dirigidos a los padres para que manejen
operativamente la inteligencia emocional en el ejercicio del binomio autoridad
afecto en sus hijos, estudiantes de Educación Media General.
65
CAPÍTULO V
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Conclusiones
De acuerdo con el análisis de los resultados de estudio se plantearon las
siguientes conclusiones:
En relación al objetivo uno, donde se planteó diagnosticar las
competencias personales que presentan los padres, sujetos de estudio,
respecto a la autorregulación y autoconciencia, para el manejo inteligente de
sus emociones en el ejercicio del binomio autoridad afecto, se tiene que:
Un número significativo de los padres evidencian para la subdimensión
autorregulación que pocas veces tiene un manejo operativo del autocontrol
emocional frente a sus hijos cuando enfrentan situaciones difíciles o
conflictivas, aunque demuestra un manejo operativo de la adaptabilidad,
pues en ciertas ocasiones se les dificulta entender sus expresiones, están
consientes de que deben tener la capacidad de modificar su conducta para
lograr adaptarse a los cambios que constantemente demandan sus hijos en
la etapa de la adolescencia, por ello, buscan un equilibrio en el ejercicio del
binomio autoridad-afecto. Sin embargo, presentan un manejo poco operativo
de la asertividad en el proceso de autorregulación, por cuanto en ocasiones
no respetan las decisiones que ellos, así como, son intolerantes cuando sus
hijos cambian de parecer ante determinada situación, lo que dificulta llegar a
acuerdos positivos que favorezcan la relación padres e hijos.
Respecto a la subdimensión autoconciencia, los padres en un número
significativo refieren un manejo poco operativo de la conciencia emocional,
pues en su relación cotidiana con los hijos incurren en expresar emociones
negativas como ira, desprecio, desagrado, u hostilidad ante ellos cuando
están emocionalmente perturbados, de allí que se les dificulta tener
66
conciencia de sus propias emociones, por lo que se dejan controlar por las
mismas.
Por otra parte, presentan un manejo operativo de la autovaloración ya que
siempre reconocen las debilidades y fortalezas que poseen como padres
para criar a sus hijos, aunque valoran positivamente la manera en que
ejercen la autoridad ante ellos y que evalúen sus propios logros para que
aprendan a tolerar las frustraciones. Igualmente presentan un manejo
operativo de la confianza en sí mismos, por lo que se muestran positivos ante
las dificultades al no sentir miedo de que sus hijos dejen de quererlos cuando
ellos aplican la autoridad, pues confían en su capacidad para establecer
normas que claras que les permita enseñarles la forma adecuada de hacer
las cosas.
Con relación a la subdimensión automotivación se aprecia que los sujetos
de estudio son poco operativos en cuanto al compromiso que tienen como
padres, ya que no jerarquizan sus prioridades para garantizar un equilibrio en
el binomio autoridad – afecto en la formación de los hijos, por lo tanto, se les
dificulta mantener una relación operativa ante los conflictos personales,
académicos y/o sociales que se le presentan. Además, se les dificulta tomar
la iniciativa para dar manifestaciones de afecto como besos y abrazos,
aunque están conscientes del vínculo que existe entre sus hijos y ellos. No
obstante, se esfuerzan por cambiar las emociones no operativas como ira e
intolerancia por amor y comprensión hacia ellos de tal manera que le
permitan tomar decisiones operativas que beneficien la relación entre padres
e hijos.
En el segundo objetivo, donde se planteó Identificar las competencias
sociales presentes en los sujetos de estudio a través de la empatía y
habilidades sociales que emplean los padres en el manejo del binomio
autoridad-afecto, se tiene que:
La mayoría de los padres encuestados refieren para la subdimensión
empatía ser poco operativos en la compresión hacia sus hijos pues solo en
67
ciertas ocasiones es empático con ellos, ya que considera que las faltas
deben castigarse para evitar que las vuelvan a cometer. Por otra parte,
asume que en ciertas ocasiones se preocupa en escucharles sin juzgarlo
para que se sientan apoyados y entendidos ante las dificultades que se le
puedan presentar.
Del mismo modo, presentan un manejo poco operativo ante la orientación
al servicio en su rol de padres, pues participan solo algunas veces en las
actividades académicas de los hijos, lo que trae consigo que ellos no se
sienten apoyados emocionalmente por sus padres, por cuanto se les dificulta
administrar sus emociones y responsabilidades de manera operativa para
mantener en equilibrio el binomio autoridad – afecto. Aunque se preocupa en
dedicar tiempo para enseñarles a sus hijos los medios adecuados para que
estos aprendan a manejar de forma asertiva sus opiniones y acciones.
Por otra parte, los padres de dicha investigación en la subdimensión
habilidades sociales reflejan que al ejercer la autoridad y el afecto se
esfuerzan por mantener una comunicación operativa con los hijos pues
consideran importante el diálogo dentro del núcleo familiar, ya que esta les
permite expresar con claridad sus ideas e inquietudes en cuanto a un
determinado tema.
También admitieron que algunas veces emplean estrategias para
establecer contacto con ellos y mantener una comunicación abierta que les
permita dar, recibir y expresar emociones u opiniones sin imponer su
voluntad y que le imposibilite el manejo operativo del binomio autoridad –
afecto. No obstante, admite que en ciertas ocasiones al solucionar los
conflictos con sus hijos se muestran poco operativos debido a que se le
dificulta reconocer y respetar las diferencias que poseen en cuanto a
opiniones, creencias, gustos y/o aspiraciones. Aunque a veces implementa
alternativas que le permitan llegar a un acuerdo mutuo que beneficie la
relación entre padres e hijos sin que se tenga que recurrir a las agresiones
físicas o verbales.
68
Los resultados permiten vislumbrar que se requiere de la consideración de
los elementos o indicadores estimados en el presente estudio, tal es el caso
de autorregulación y autoconciencia emocional como competencias
personales que deben exhibir los padres frente a los hijos en el ejercicio del
binomio autoridad afecto, así como, la automotivación, empatía y habilidades
sociales, como competencias sociales a desarrollar en los padres, por lo que
se hace necesario el diseño de lineamientos cognitivo conductuales para el
manejo operativo de la inteligencia emocional en el ejercicio del binomio
autoridad afecto por parte de los padres en la formación de los hijos.
Recomendaciones
Con base en los argumentos que sugiere el cuerpo de conclusiones
planteado en el punto anterior se asumen las siguientes recomendaciones:
En primer lugar se recomienda dar a conocer los resultados del estudio
ante las autoridades de la institución donde se desarrollo el trabajo de
investigación como muestra de la necesidad de propiciar acciones que
contribuyan a fortalecer la inteligencia emocional de los padres en el manejo
operativo del binomio autoridad – afecto de sus hijos. Se propone como
iniciativa que surge de los resultados obtenidos, el diseño de un conjunto de
lineamientos dirigidos a los padres para el fortalecimiento de la inteligencia
emocional, de tal manera que les permita reconocer los sentimientos y/o
emociones propias y las de sus hijos para lograr desarrollar la habilidad de
manejar operativamente la autoridad y el afecto en la formación de sus hijos.
Que se empleen los lineamientos diseñados como marco de referencia
para otras instituciones enmarcadas dentro de la misma problemática, por
tanto, se considera conveniente que una vez diseñados sean divulgados
como aporte al fortalecimiento de la inteligencia emocional de los padres en
el manejo operativo del binomio autoridad –afecto en la formación de los
hijos.
Ofrecerles a los padres de la institución la creación de una escuela para
69
padres donde se dicten talleres, cursos o charlas con el fin de sensibilizarlos
y comprometerlos en su rol como padres, ofreciéndoles herramientas
necesarias para que entiendan, controlen y modifiquen las conductas no
operativas de tal manera que tengan la capacidad de dirigirlas y controlarlas
operativamente ante el manejo operativo del binomio autoridad – afecto en
sus hijos estudiantes de Educación Media General.
Finalmente la autora recomienda colocar en práctica los lineamientos de
orientación cognitivo conductuales para el manejo operativo de la inteligencia
emocional en el ejercicio del binomio autoridad afecto por parte de los padres
en la formación de los hijos en la institución donde se desarrollo el trabajo de
campo u otras instituciones que tengan la misma problemática del tema
objeto de estudio.
70
CAPÍTULO VI
PROPUESTA
LINEAMIENTOS DE ORIENTACIÓN COGNITIVO CONDUCTUALES
DIRIGIDOS A LOS PADRES PARA EL MANEJO OPERATIVO DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL EJERCICIO DEL BINOMIO
AUTORIDAD- AFECTO EN LA FORMACIÓN DE LOS HIJOS
Presentación
La familia es el mayor agente educativo, en donde ha de empezar la
formación de los hijos. Allí, los padres son como maestros, que deben
enseñarles con amor las lecciones de respeto y obediencia, que le guiarán a
través de la vida. Ya que, sobre los padres recae la obligación de dar
instrucción física, mental y emocional a los hijos. Debe ser objeto de todo
padre, asegurar para su hijo un carácter bien equilibrado, sustentado en los
principios de la autoridad y el afecto.
Sin embargo, en la actualidad han acontecido numerosos cambios en la
cultura que han tenido gran impacto en la inteligencia emocional de los
padres para el ejercicio del binomio autoridad – afecto en los hijos. El estrés,
el exceso de trabajo, la tensión financiera, entre otros, son solo algunos de
ellos. Muchos padres no saben cómo actuar ante estas situaciones que
generan conflictos y la razón no es que estén incapacitados o que no quieran
a sus hijos. Simplemente, son padres que no administran operativamente las
emociones, es decir, castigan alterados en momentos de enojo; les falta
paciencia, dan pocas manifestaciones de afecto y son inconstantes e
incoherentes con la disciplina que aplican.
Por tal motivo, en el presente capítulo se ofrecen a los padres una serie de
acciones a través de los lineamientos cognitivo conductual que les oriente
respecto al empleo de la inteligencia emocional para el manejo operativo del
71
Binomio Autoridad-Afecto en los hijos, puesto que son elementos que se
consolidan desde el nacimiento hasta la edad adulta. De allí que Jaksa
(2005), exprese que: “…ser padres es un trabajo que nunca se acaba” (p.31),
por tanto, es importante que los padres tengan grandes dosis de paciencia,
amor y sentido común, para desarrollar así la habilidad de aprender y
adaptarse a las diferentes situaciones, incluso en los momentos difíciles
cuando oriente y discipline a los hijos.
Así mismo, Brito (citado en Zinguer 2010), explica que los lineamientos
son "Pautas directrices o guiones de acción globalizantes que se proponen
para mejorar, mantener o modificar la acción ejecutora de un parámetro
establecido en el comportamiento social, en función de un diagnóstico
obtenido" (p. 21). Por ende, la investigación ofrece líneas generales de
acción que orientan a los padres para el manejo de la inteligencia emocional
en el ejercicio del binomio autoridad afecto, es decir, para que aprendan a
controlar inteligentemente sus emociones y a reaccionar operativamente ante
los problemas que se presenten, ya que eso le proporcionará las
herramientas necesarias para mantener operativo el binomio autoridad-afecto
en la formación de los hijos.
Además, los lineamientos propuestos constituyen referentes conceptuales,
soportados en técnicas de modificación de conducta como la teoría cognitivo-
conductual y social, con el propósito de que los padres cuenten con las
herramientas suficientes para controlar y manejar operativamente sus
emociones, así como también, modificar las conductas no operativas cuando
tenga que dar manifestaciones de afecto y disciplinar a sus hijos.
Justificación
Con el propósito de sustentar las recomendaciones realizadas en la
presente investigación, se sugieren los lineamientos de orientación cognitivo
conductuales dirigidos a los padres de los estudiantes de Educación Media
General para que apliquen la inteligencia emocional en el ejercicio del
72
binomio autoridad- afecto, ya que, a pesar de tener clara la responsabilidad
que tienen en la formación de los hijos se les dificulta controlar las emociones
cuando algo les preocupa o le perturba. Lo que trae como consecuencia la
no operatividad del binomio autoridad - afecto.
Además, los lineamientos de orientación, guardan relación con la
investigación por cuanto se estudió la inteligencia emocional como
herramienta clave, que permita a los padres tanto el crecimiento personal
como social, para la adquisición de nuevas competencias emocionales, que
le favorezca actuar operativamente de manera inmediata ante las situaciones
difíciles que se le presenten. De allí la relevancia que tiene el que los padres
logren desarrollar competencias para el control emocional inteligentemente.
Por tal razón, los lineamientos de orientación se justifican sobre la base de
las teorías y técnicas que permitan modificar la conducta no operativa de los
padres, para así, orientarles a que empleen la inteligencia emocional
adecuadamente, de modo que desarrollen las competencias tanto personales
como sociales en beneficio propio y de sus hijos.
Así mismo, tienen una justificación práctica por cuanto se plantean para
brindar solución a un problema muy frecuente en las familias venezolanas
como lo es el desequilibrio o manejo no operativo que poseen los padres del
binomio autoridad afecto en los hijos, por lo cual se requiere de dicha
orientación, pues se requieren padres inteligentes emocionalmente para
ejercer operativamente la autoridad y el afecto en sus hijos.
Finalmente, se justifican los lineamientos por cuanto surgen del
diagnóstico realizado en la investigación, por lo que se plantean acciones,
estructuradas bajo objetivos y actividades factibles apoyadas en técnicas y
estrategias de modificación de conductas propias de la teoría cognitivo-
conductual.
73
Objetivos de la Propuesta
Objetivo general:
Proporcionar lineamientos de orientación cognitivo-conductuales dirigidos
a los padres de los estudiantes de la U.E “Metropolitano Adventista”, ubicado
en Santa Teresa, Municipio San Cristóbal, Estado Táchira, para el manejo
operativo de la inteligencia emocional en el ejercicio del binomio autoridad
afecto en la formación de los hijos.
Objetivos específicos:
Facilitar información a los padres para que observen e identifiquen
emociones y conductas no operativas que manifiestan cuando debe
disciplinar sus hijos.
Cultivar en los padres estrategias para la comprensión, expresión y
regulación de sus emociones en las relaciones familiares.
Fomentar actitudes positivas hacia el crecimiento emocional para que los
padres reflexionen cómo sus acciones inciden en el desarrollo biopsicosocial
de sus hijos.
Comprender la importancia y trascendencia de las competencias
personales para que reconozcan y comprendan los sentimientos y actitudes
de los hijos.
Mejorar vínculos afectivos entre padres e hijos a través de las habilidades
sociales que le favorezcan la solución de conflictos.
Metodología Propuesta
Para el desarrollo de los lineamientos cognitivos-conductuales se propone
la realización de talleres para padres de familia, estructurados en cinco (5)
jornadas, con una duración de cada encuentro de 05 horas. Esto con el
propósito de ayudarles a implementar operativamente la inteligencia
emocional cuando deba aplicar el binomio autoridad – afecto en la formación
de los hijos.
74
Fundamentación teórica
Los presentes lineamientos se elaboran con base en técnicas derivadas
de la Terapia Cognitivo-conductual por cuanto se considera que las personas
al interactuar con su entorno, aprenden pautas de comportamiento para sí
mismo y para los demás. De allí que, el estudio de la conducta se entiende
en un sentido amplio, abarcando manifestaciones visibles, así como
pensamientos, sentimientos y emociones que se derivan de la interacción
familiar y social, puesto que son espacios donde el ser humano adquiere la
manera habitual de pensar, sentir y actuar.
En ésta corriente psicoterapéutica se incorporan estrategias y
procedimientos de la teoría cognitiva propuestas por Aarón Beck y Albert
Ellis, (citados por Millán y Serrano 2002), en la que expresan que: “…los
seres humanos desarrollan patrones afectivos y conductuales, adaptativos y
desadaptativas, a través de proceso cognitivos” (p.67). De la misma manera,
la teoría Aprendizaje social de Bandura, ya que se extiende tanto en el marco
cognitivo como al marco conductual por cuanto resalta que en la observación
y la imitación intervienen factores cognitivos, además explican que las
cadenas de pensamientos, emociones y conductas, propias de cada
persona, son las que influirán en el modo de afrontar las situaciones
cotidianas.
Al respecto, Wolpe (citado por Reynoso y Seligson 2005), define la terapia
conductual como: “…el uso de principios establecidos del aprendizaje con el
propósito de cambiar conductas desadaptativas, de modo que los hábitos
inadaptativos son debilitados y eliminados, en tanto aquellos adaptativos son
reforzados” (p.8). Asimismo, la terapia conductual comprende una gran
cantidad de técnicas específicas que emplean principios cognitivos y
conductuales propios del aprendizaje, que buscan tratar la conducta
desadaptativas y ayudar a cambiar las formas de pensar, sentir y
comportarse de los humanos.
75
Puesto que, los pensamientos, los problemas emocionales y el
comportamiento son producto del aprendizaje, en consecuencia afectarán
tanto las competencias personales como sociales de cada individuo. En la
presente investigación, se busca con estas técnicas aumentar o reducir
conductas específicas en los padres objeto de estudio como por ejemplo
ciertos sentimientos, pensamientos o interacciones disfuncionales para que
controlen sus emociones y cambien las conductas no operativas que
manifiestan cuando deben disciplinar o corregir a sus hijos.
La terapia cognitiva conductual es una forma de tratamiento basada en la
evidencia experimental, se orienta hacia el problema y procura que las
personas realicen cambios que les permitirán aprender nuevas formas de
pensar, sentir y actuar. En esta línea de pensamiento diversos autores
sugieran técnicas como el autorregistro definida por Caballo (2007), como:
“…una técnica básica de autocontrol, en la que la persona debe observar y
registrar sistemáticamente su propia conducta”(p.662). Esta se utiliza para
evaluar la conducta, sus antecedentes situacionales, sus consecuencias, el
efecto que la acompaña o las relaciones en todas estas variables.
También debe señalarse la técnica del automonitoreo, que de acuerdo con
Hernández y Sánchez (2007), “…es el registro sistemático de las
observaciones que el paciente hace de su propio comportamiento, es decir,
por un lado el sujeto atiende a su propia conducta y por otro, la registra con
un procedimiento establecido previamente” (p.85). Dentro de esta misma
idea, Meichenbaum (citado por Kirchner, Torres y Forns 2008), refiere que
las autoinstrucciones consisten en enseñar a los sujetos a instruirse
adecuadamente a sí mismos, acerca de cómo enfrentarse a situaciones
problemáticas. Es evidente entonces, que estas técnicas permitirán a los
padres sujetos de estudio hacerse más consciente de las conductas que
manifiesta cuando aplica el binomio autoridad –afecto en la formación de sus
hijos, por cuanto les permitirá evaluar directamente la conducta, registrar
respuestas subjetivas, y ver si la modificación que se realiza tras la
76
evaluación, está produciendo los efectos esperados.
La terapia cognitiva conductual no consiste solo en identificar y manejar
pensamiento y/o conductas no operativas. A veces, las personas también
requieren de determinadas habilidades para controlar sus emociones y
manejar operativamente una situación. Ciertamente determinadas técnicas le
ayudarán a mejorar su estado emocional, tener más facilidad para resolver
los problemas y llevar a cabo determinadas acciones que le permitirán ser un
adulto operativo.
Considerando lo antes expuesto, Caballo (2008), señalan desde el ámbito
de la emoción la relajación se ha entendido como un estado de
características fisiológicas, subjetivas y conductuales similares a las de los
estados emocionales, pero de signo contrario. De la misma manera, autores
como Hernández y Sánchez (2007), opinan que la relajación: “…es una
técnica que enseña al paciente a relajar de manera progresiva y pausada
todos los músculos de su cuerpo. Se utiliza la inducción a través de tensar y
relajarse paulatinamente y de manera sistemática cada uno de los músculos
del cuerpo hasta llegar a la relajación total. (p.64).
Igualmente, la respiración profunda, descrita por Salmurri (2004) como
una técnica fácil de aplicar y útil para controlar las reacciones fisiológicas
antes, durante y después de enfrentarse a las situaciones emocionalmente
intensas. Consiste en hacer las distintas fases de la respiración de forma
lenta mientras se cuenta mentalmente hasta cuatro. (p.63). En este mismo
orden de ideas Zubieta (2008), define la meditación como:
Una técnica que nos ayuda a hacernos más consientes de nuestra mente y, por lo tanto, de nuestra conducta. Por medio de una práctica de meditación regular profundizamos el conocimiento de nuestra persona, de nuestra conciencia y de nuestro entorno; conseguimos prestar más atención a nuestros estados mentales y mantener el control sobre los mismos (p.14) En tal sentido, lo que plantean estos autores es que la práctica de estas
técnicas puede ayudar a las personas a llevar una vida con cierto bienestar
77
emocional y, por tanto, a mejorar la salud física y mental en su vida personal,
familiar y social. De allí, su importancia dentro de los lineamientos de
orientación, por cuanto es necesario que los padres adopten nuevas forma
de pensar y actuar ante sus emociones.
En lo que se refiere a la técnica de la silla vacía, Leventon (2006), plantea
que se aplica para descubrir y hacer explícitos aspectos ocultos de un dilema
interno en una persona. Esta requiere la presencia de un asesor u orientador
que dirija la acción. La de una persona que proporciona el problema; y la de
una silla vacía que representa el adversario, ya sea imaginario o real.
(p.113). Por otra parte Díaz (2007) señala que es de gran importancia la
aplicación de cuestionarios de autoevaluación, por cuanto permiten obtener
información relevante para determinar las conductas operativas y no
operativas en los padres. Este autor los define, como “…una técnica en la
que los propios sujetos son los que informan sobre su comportamiento,
además, presentan escalas de afirmaciones o descripciones de sus
conductas. (p.127).
Del mismo modo, Vivas y Gallego (2008) sugieren implementar el diario
emocional para registrar sistemáticamente las emociones experimentadas. Y
autores como Friedberg y Mc Clure (2005), utilizar ampliamente los
termómetros o barómetros emocionales para ayudar a identificar la
intensidad de las emociones. (p.114). Es importante resaltar, que las técnicas
antes mencionadas le facilitará a los padres la valoración de sus habilidades
de inteligencia emocional, propiciar en ellos el autoconocimiento y la
autoconciencia de sus acciones, por cuanto es necesario que los mismos
adopten conductas operativas que le permitan mantener en equilibrio el
binomio autoridad – afecto en la formación de sus hijos.
De igual forma, otra de las técnicas propuestas es el contrato conductual
definido por Coon (2005), como una “…técnica de terapia de conducta en la
que se discute la conducta problema que se desea controlar o la meta que se
busca alcanzar. Se estipulan, asimismo, las recompensas que recibirá, los
78
privilegios de que gozará”. (p.321). Por cuanto permitirá que los padres se
esfuercen en modificar y mantener las conductas instauradas, lo que
favorecerá las relaciones personales y sociales con sus semejantes.
Por otra parte, se propone la técnica del Feedback o retroalimentación, la
cual es definida por Geissler y Hele (2002), como: “…la comunicación o
participación de una persona o más miembros del grupo sobre cómo los
modos de conducta de una persona o varias son percibidos, entendidos y
experimentados por otros”. (p.159). Al aplicar está técnica dentro del los
lineamientos de orientación permitirá mejorar la disposición y capacidad de
comprensión de los padres ante las manifestaciones emocionales no
operativas que reflejan cuando deben disciplinar y/o corregir a sus hijos.
Con respecto a, la técnica del disco rayado, Coon (2005), señala que
“…es una técnica de autoafirmación que consiste en repetir nuestro punto de
vista con tranquilidad y sin entrar en discusiones. (p.689), con esta técnica se
busca que los padres de la investigación mantengan el control de sus
emociones ante la petición que haga a sus hijos, por cuanto es necesario que
se muestren operativos mientras que estos cumplan o atiendan lo que se les
ha pedido.
Otra de las técnicas propuestas es el entrenamiento asertivo, Reynoso y
Seligson (2005), plantean que es: “…un entrenamiento terapéutico que
tiende a incrementar la capacidad del paciente para adoptar un
comportamiento operativo que implica la expresión honesta y sincera de los
sentimientos de manera socialmente apropiada” (p.61). Es decir, se
establecerán conductas asertivas que permitirán a los padres, manifestar sus
emociones, desacuerdos, decisiones, de manera positiva, sin necesidad de
agredir o lastimar a sus hijos.
En este mismo orden de ideas, Caballo (2007) señala que dentro del
entrenamiento asertivo se pueden emplear técnicas como el ensayo
conductual, puesto que por medio de dicho procedimiento se representan
maneras apropiadas y efectivas de afrontar las situaciones de la vida real
79
que son problemáticas para el paciente. Su principal objetivo es aprender a
modificar modos de respuestas no adaptativos, reemplazándolos por nuevas
respuestas adaptativas. Igualmente, es de desatacar la técnica del acuerdo
asertivo que según, Peñafiel y Serrano (2010) consiste en “…responder a la
critica admitiendo que se ha cometido un error, pero separándolo del hecho
de ser una buena o mala persona”. (p.37).
En otras palabras, se considera importante la aplicabilidad de las mismas,
por cuanto permitirá hacerle ver a los padres que aunque es posible que se
haya cometido un error en la forma de corregir y tratar a sus hijos no significa
que se es un mal padre o una mala persona. Por ello, es relevante, que se
sientan seguros de su rol y reconozcan las habilidades con que cuenta para
poder manifestarles a sus hijos autoridad y afecto de manera equilibrada.
Con respecto a lo expresado anterimormente, McGraw (2006), señala que:
“…el ensayo mental “Es una técnica que crea autoconfianza y seguridad en
uno mismo” (p.170). Consiste en practicar mentalmente lo que se va a decir y
hacer varias veces, hasta que la persona se empiece a sentir más relajado y
seguro de sí mismo.
De igual forma se puede emplear la detención del pensamiento, definida
por Walker (2002) como: “…una técnica de reducción de la ansiedad que se
utiliza para librarse de ideas o pensamientos obsesivos”. (p.89). Es decir, se
centra en el control del pensamiento antes, durante o después de una
situación que causa problemas.
Ahora bien, para entrenar e instaurar en los padres nuevas conductas
operativas, es necesaria la aplicación de técnicas que le permitan cambiar su
manera de actuar ante las dificultades que se le presente. Es por ello que
Zastrow (2008), expresa la importancia de la terapia familiar como “…un tipo
de terapia grupal destinada a ayudar a las familias que tienen problemas
relacionales, conductuales y emocionales, en caso de mala interacciones
entre padres e hijos y/o conflictos de pareja”. (p.69).
Dentro de esta se pueden emplear la comunicación positiva, la cual según
80
Perea (2009), es una técnica muy utilizada en orientación familiar. Se lleva a
cabo a través de las denominadas habilidades expresivas y
conversacionales. Es eficaz con todo tipo de personas y de situaciones
cuando se mantiene bajo determinadas condiciones: mensajes claros,
escucha activa, clima de confianza. (p.52).
Por otra parte se pueden emplear la técnica de ignorar, que de acuerdo a
Peñafiel y serrano (2010), se trata en no tomar en cuenta la razón por la
persona parece estar enfadada y aplazar la discusión hasta que se haya
calmado. (p.38), con esta técnica se busca desarrollar en los padres sujetos
de estudio la habilidad para mantener el control de sus emociones cuando
considere que sus hijos están adoptando comportamientos molestos o
desagradables que no tienen gran importancia, pero con los que
normalmente buscan hacerles perder el control de sus emociones.
También el Rol Playing es otra de las técnicas propuestas en los
lineamientos descrita por Friedberg y McClure (2005), como:
Una técnica que facilita el entrenamiento en habilidades sociales y permite elicitar emociones y pensamientos significativos. Ya que consiste en que dos o más personas representan una caso concreto de la vida real, donde se procura que la simulación sea lo más realista posible para obtener una buena información de base sobre el papel que se está representando (p.164)
Asimismo, Reynoso y Seligson (2005), detallan que la técnica del
modelamiento permite enseñar al paciente una manera de facilitarle el
aprendizaje de conductas adaptativas, ya que se basa en exponer al
paciente ante uno o más individuos presentes o filmados que muestren las
conductas que él debe adoptar.
Por su parte, Pérez (2007), expresa que el reforzamiento es una técnica
de modificación conductual, concretamente ubicada en la orientación del
análisis conductual aplicado o análisis funcional del comportamiento que
tiene por objetivo moldear las habilidades que se están aprendiendo y
conseguir su mantenimiento. (p.150).
81
Dada la importancia de crear espacios que favorezcan las entre padres e
hijos, es de considerar la aplicación de las reuniones familiares, que según,
Bianco, (1998), es un evento periódico, coordinado por el padre/ madre, en la
que se enfatizan deberes y derechos de cada integrante de la familia, se
plantea soluciones a las situaciones problemáticas por las cuales esté
pasando cualquier miembro de la familia y el señalar aspectos o conductas
positivas para recibir el reconocimiento y la felicitación familiar. Esto con la
finalidad de crear espacios de comunicación, lo que contribuirá a mejorar las
competencia personales y sociales de cada miembro de la familia.
82
CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS, PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA
NÚCLEO TÁCHIRA SAN CRISTÓBAL – EDO TÁCHIRA
LINEAMIENTOS DE ORIENTACIÓN COGNITIVO CONDUCTUALES
DIRIGIDOS A LOS PADRES PARA EL MANEJO OPERATIVO DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL EJERCICIO DEL BINOMIO
AUTORIDAD- AFECTO EN LA FORMACIÓN DE LOS HIJOS
(Lineamientos Cognitivos- Conductuales)
AUTORA: YUSMEY M. GIL VANEGAS
JUNIO, 2012
83
CONTENIDOS CONCEPTUALES
• La inteligencia emocional
• Competencias personales
de la inteligencia
emocional
• Competencias sociales de
la inteligencia emocional
• Bases conceptuales de
las emociones
• Orientación conductual
ESTRUCTURA DE
LA PROPUESTA
CONTENIDOS PROCEDIMENTALES
• Identificar, definir los
componentes de la
inteligencia emocional
• Integrar la información
proveniente de diversa
fuentes.
• Modificar conductas a
través de las técnicas
empleadas.
CONTENIDOS ACTITUDINALES
• Comprometerse con los proceso de cambio y desarrollo emocional.
• Otorgar importancia a lo emocional en la formación de los hijos.
• Valorar la inteligencia emocional como herramienta eficaz para
mejorar las relaciones familiares.
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LINEAMIENTO Nº 1
INTENCIONALIDAD Proporcionar información a los padres para que observen e identifiquen emociones y conductas no operativas que manifiestan cuando debe disciplinar a sus hijos.
DIMENSIÓN Competencias personales
de los padres
SUBDIMENSIÓN Autoconciencia
INDICADORES
Conciencia emocional para generar cambios
Autovaloración de logros
Confianza en sí mismo
TÉCNICAS A UTILIZAR • Autorregistro • Cuestionarios de autoevaluación • Feedback • Ensayo mental • Termómetro Emocional
85
LÍNEAS DE ACCIÓN
Actividades y estrategias
☺ Se realizará la dinámica de los corazones para promover la confianza y
participación en las actividades a desarrollar. (Anexo D)
☺ Desarrollar exposiciones temáticas de los contenidos conceptuales
(conciencia, valoración y confianza).
☺ Realizar seminarios de lectura que faciliten la compresión de conceptos
claves (inteligencia emocional, binomio autoridad - afecto)
☺ Presentación de situaciones problemática relacionadas al tema a desarrollar
para reunir información de lo que los padres conocen o han experimentado.
☺ Propiciar un Feedback con los padres, para informarle sobre las
consecuencias de las conductas no operativas y cómo éstas producen
efectos negativos sobre las personas.
☺ Enseñar a los padres la técnica de autorregistro, para que reconozcan y
registren las emociones y conductas no operativas que se desean modificar.
☺ Utilizar cuestionarios de inteligencia emocional que le permita a los padres
autoevaluarse.
☺ Aplicar el termómetro emocional donde los padres identificarán las
expresiones y/o emociones y su intensidad de acuerdo a las conductas que
han experimentado en determinadas situaciones.
☺ Implementar la técnica del ensayo mental los padres aprendan a regular sus
emociones y reaccionen asertivamente.
86
LINEAMIENTO Nº 2
INTENCIONALIDAD Cultivar en los padres estrategias para la comprensión, expresión y regulación de sus emociones para mejorar las relaciones familiares.
DIMENSIÓN Competencias personales
de los padres
SUBDIMENSIÓN Autorregulación
INDICADORES
Autocontrol para la disciplina
Adaptabilidad ante la adversidad Asertividad
TÉCNICAS A UTILIZAR • Entrenamiento asertivo • Detención del pensamiento • Relajación • La silla vacía • Meditación • Respiración profunda
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LÍNEAS DE ACCIÓN
Actividades y estrategias
☺ Desarrollar exposiciones temáticas de los contenidos conceptuales
(autocontrol, adaptabilidad y asertividad).
☺ Sensibilizar a los padres a través de videos y/o lecturas reflexivas para
reconozca la importancia de regular las emociones.
☺ Instruir a los padres en la técnica de detención del pensamiento para que
aprenda a identificar, controlar y cambiar las emociones negativas que
manifiesta cuando esta ante una situación que le irrite o perturbe.
☺ Formar grupos de trabajo para implementar el entrenamiento asertivo, de tal
manera que los padres logren la operatividad en el manejo del binomio
autoridad – afecto en la formación de sus hijos.
☺ Entrenar a los padres en ejercicios de relajación y respiración profunda para
que reduzca los niveles de estrés, ansiedad o ira que le permitan mantener
la calma cuando se le presenten situaciones imprevistas y pueda actuar de
forma operativa ante las mismas.
☺ Realizar una dinámica de expresión de sentimientos como “Simón manda”,
cuyas consignas expresen estados emocionales para luego propiciar un
intercambio de ideas. (Anexo E)
☺ Utilizar la técnica de la silla vacía, para que los padres reconozcan, expresen
y drene sus sentimientos.
☺ Propiciar espacios para la meditación, de tal manera que los padres se
instruyan en ver sus deficiencias psicológicas, emocionales y físicas, para
así propiciar un cambio positivo de sus pensamientos y sentimientos.
88
LINEAMIENTO Nº 3
INTENCIONALIDAD Desarrollar actitudes positivas hacia el crecimiento emocional para que los padres reflexionen cómo sus acciones inciden en el desarrollo biopsicosocial de sus hijos.
DIMENSIÓN Competencias personales
de los padres
SUBDIMENSIÓN Automotivación
INDICADORES
Compromiso ante la formación
Iniciativa al cambio
TÉCNICAS A UTILIZAR
• Autoinstrucciones • Ensayo conductual • Contrato conductual • Reforzamiento • Diario emocional
89
☺ Ante una situación
problemática, enumera las acciones que puedes tomar para aprovechar
tus puntos fuertes y minimizar los débiles. Resolución de conflictos
LÍNEAS DE ACCIÓN
Actividades y estrategias
☺ Proveer información sobre los beneficios que aporta la motivación en la
conducta humana y cómo repercute en las metas establecidas.
☺ Realizar mesas de trabajo para que los padres diseñen estrategias que le
permitan contribuir a mejorar sus conductas y optimizar las relaciones
familiares.
☺ Programar sesiones de diálogo entre grupos de padres de tal manera que
puedan expresar sus opiniones en relación a los objetivos alcanzados.
☺ Propiciar encuentros familiares entre padres e hijos para desarrollar
dinámicas de sensibilización (“Mi familia”, “Yo sé algo bueno de ti”) que le
ayuden a expresar sus sentimientos y optimizar las relaciones familiares.
(Anexo F)
☺ Sugerir a los padres la realización de un diario emocional para que señalen
lo que han aprendido cada día y pueda medir los avances obtenidos en
cuanto a las conductas a modificar.
☺ Hacer uso de reflexiones y/o videos (“Cambia de actitud”, “Has de mi un
mejor padre” “Ser feliz hoy”) que les enseñe a valorar a cada uno de los
miembros de la familia.
☺ Emplear el ensayo de conductas operativas, mediante el cual los padres
logren regular sus emociones.
☺ Sugerir a los padres establecer un contrato de conductas con los
integrantes de la familia para que les permita especificar las acciones a
realizar y las consecuencias del cumplimiento o no cumplimiento del
mismo.
90
LINEAMIENTO Nº 4
INTENCIONALIDAD Comprender la importancia y trascendencia de las competencias personales para que reconozcan y comprendan los sentimientos y actitudes de los hijos.
DIMENSIÓN Competencias Sociales de
los padres
SUBDIMENSIÓN Empatía
INDICADORES
Comprensión de los hijos Orientación al servicio de los hijos
TÉCNICAS A UTILIZAR
• Acuerdo asertivo • Role Playing • Autoinstrucciones • Modelamiento • Disco rayado • Técnica de Ignorar
91
LÍNEAS DE ACCIÓN
Actividades y estrategias
☺ Desarrollar la dinámica “Elige una imagen” para que los padres
reconozcan situaciones en las que fueron o no empáticos.
☺ Aplicar la dinámica “Carta a un pygmalión negativo” para ejercitar
habilidades de expresión de sentimientos desde una actitud
empática. (Anexo G)
☺ Simular situaciones familiares que se presentan en la vida real para
que los padres reconozcan y evidencien la importancia de la
empatía en las relaciones con los hijos.
☺ Realizar actividades colaborativas para fomentar las relaciones
entre padres e hijos.
☺ Entrenar a los padres en la técnica de acuerdo asertivo para que
mejore las relaciones con sus hijos y logre asumir actitudes
operativas antes las situaciones que se le presenten.
☺ Instruir a los padres en la técnica del disco rayado y la técnica de
ignorar para que autoafirme sus opiniones en relación a cierta
situación sin necesidad de entrar en discusión con sus hijos.
92
LINEAMIENTO Nº 5
INTENCIONALIDAD Mejorar vínculos afectivos entre padres e hijos a través de las habilidades sociales que le favorezcan la solución de conflictos.
DIMENSIÓN Competencias Sociales de
los padres
SUBDIMENSIÓN
Habilidades Sociales
INDICADORES
Comunicación Resolución de conflictos familiares
TÉCNICAS A UTILIZAR
• Modelamiento • Reforzamiento • Reunión familiar • Comunicación positiva • Terapia Familiar
93
LÍNEAS DE ACCIÓN
Actividades y estrategias
☺ Aplicar el test “Cuánto me estoy comunicando con mis hijos” (anexo H)
para que los padres autoevalúen su nivel de interacción y
comunicación con sus hijos.
☺ A través de terapia familiar crear espacios de juego y/o encuentros
entre padres e hijos que fortalezcan los lazos afectivos y de
comunicación.
☺ Proporcionar material de libros de autoayuda para proporcionarles a los
padres información que les permitan modificar las conductas no
operativas de sus hijos.
☺ Sugerir actividades que favorezcan la atmósfera familiar como: jugar, ir
de paseo, hablar en la mesa mientras se come, celebrar los
cumpleaños, entre otros.
☺ Aplicar el reforzamiento positivo para mantener o incrementar las
conductas instauradas.
☺ Darle a conocer a los padres la importancia de la aplicabilidad de las
reuniones familiares para fomentar la comunicación abierta y sincera,
necesarias para establecer normas claras y justas que favorezcan las
relaciones familiares.
☺ Desarrollar en los padres la habilidad para comunicarse con sus hijos
de una manera comprensiva y cariñosa para establecer un clima de
confianza entre los integrantes de la familia.
94
Anexos de la propuesta
95
Anexo (D)
DINÁMICA DE LOS CORAZONES
Objetivo: Ejercicio rompe hielo para promover la confianza y participación de
los padres en las actividades a desarrollar.
Preparación: Se dibujan y se recortan 25 corazones de diferentes colores.
Luego se rasgan en dos, de tal manera que queden sus bordes irregulares,
haciendo así un total de 50 partes, uno para cada padre.
Desarrollo:
Se colocan los corazones dentro de una cesta pequeña, bien mezcladas.
Luego se va pasando por cada uno de las sillas donde están los participantes
para que cada uno retire un pedazo del corazón. Después se les pide que
deben buscar al compañero o compañera que tenga la otra mitad del
corazón, debe ser la otra mitad correspondiente, es decir, deben coincidir
ambos pedazos. Al encontrarse la pareja, deben conversar por 5 minutos
sobre su rol como padre en la formación de sus hijos. Al finalizar el tiempo,
vuelven al grupo general, para exponer sus experiencias.
96
Anexo (E)
“SIMÓN MANDA”
Objetivo: Que madres y padres reconozcan cómo sus sentimientos y
emociones influyen en la formación de sus hijas e hijos.
Desarrollo:
El orientador le pide a los participantes que repitan consignas que expresen
estados emocionales como: “Todos reímos”, “Todos estamos enojados”,
entre otras.). Luego se pregunta a las madres y padres de familia, si es igual
manifestar las emociones cuando estamos solas o solos, que cuando
estamos con otras personas y como estas afectan las relaciones con los
hijos.
97
Anexo F
“MI FAMILIA”
OBJETIVO: Reforzar la importancia de la familia como base fundamental en
las relaciones entre padres e hijos.
Desarrollo: Se les pedirá a los participantes formar grupos de tres, donde
dos harán en papel de los padres y el otro el papel del hijo, a medida que
todos los grupos estén formados se les pedirá que los padres se tomen de la
mano dejando en el centro al hijo, de tal manera que cuando la facilitadora
indique los cambios referentes a los tipos de familia y tipos de padres, estos
deberán intercambiarse con los demás grupos, para así ir creando los
conceptos que se vayan solicitando. Además se dejara un participante solo
para que vaya creando la distorsión en los demás grupos los cuales estarán
representando tanto a las familias como a los padres. Al final se les pedirá a
los participantes que expresen sus opiniones en cuanto a los sentimientos o
pensamientos generados durante el desarrollo de la dinámica.
“YO SÉ ALGO BUENO DE TI”
OBJETIVO: Afianzar las manifestaciones de afecto y elogios entre padres e
hijos para que le ayuden a expresar sus sentimientos y optimizar las
relaciones familiares.
Desarrollo: Se les entregará a cada participante un papel en el cual deben
colocar cinco cualidades que posea, luego se les pedirá que se la peguen
como si fuesen escarapelas, posteriormente se les pedirá que vayan
saludándose unos con otros de tal manera que le hagan saber a los demás
participantes las cualidades que estos señalaron.
98
Anexo G
CARTA A UN PYGMALIÓN NEGATIVO
Objetivo: Ejercitar habilidades de expresión de sentimientos desde una
actitud empática.
Desarrollo: Se les pide a los participantes elegir un integrante de la familia
con la cual ha tenido diferencias. Luego se les entrega una hoja y lápiz para
que escriban una carta dirigida a esa persona, en ella deben escribir abierta y
honestamente con buena fe y sinceridad, intentando restablecer líneas de
comunicación que le permitan drenar sus sentimientos negativos y aflorar los
sentimientos positivos necesarios para restablecer la relación con esa
persona. Además, se les explica que deben exponer el dolor y heridas que
ésta persona le haya causado, pueden preguntarle las razones por las que
actúa así y como le gustaría que fuera con ella. Se le pide que exprese sus
propios sentimientos para tratar de entender el comportamiento de esa
persona. Posteriormente se comparte con el resto del grupo cómo se
sintieron al escribir la carta y el que quiera la lee al resto.
99
Anexo (H)
CUANTO ME ESTOY COMUNICANDO CON MIS HIJOS
Las siguientes preguntas te ayudaran a autoevaluar tu nivel de interacción y
comunicación con tus hijos. En el espacio coloca el número que consideres
de acuerdo a su repuesta.
3= Si, muchas veces o casi siempre.
2= Si, a veces pero no a menudo.
1= si, rara vez o casi nunca. 1. ¿Les pregunto a mis hijos acerca de alguna experiencia que han
tenido en el día?..................................................................................
___
2. ¿Comparto (expresando mis sentimientos y pensamientos) con mis
hijos las experiencias que haya tenido en el día?...............................
___
3. ¿Me conoce mi hijo a través de las cosas que le cuento de mi vida
pasada y actual?..................................................................................
___
4. ¿Mis hijos tienen oportunidad de conocer cuáles son mis
impresiones y sentimientos acerca de la familia, mi trabajo, entre
otros?...................................................................................................
___
5. Cuando mis hijos quieren intervenir en una conversación ¿Les es
permitido hacerlo, dándole importancia a sus opiniones? ..................
___
6. Cuando leo algo a mis hijos ¿Lo discutimos juntos para ver cuáles
son sus impresiones de lo leído?........................................................
___
7. ¿Pido opinión de mis hijos acerca de los programas que ven en la
televisión, internet, los juegos que realizan y las actividades que
tienen?.................................................................................................
___
8. Cuándo mis hijos me hacen preguntas ¿Respondo con paciencia y
siempre la comunicación es abierta?...................................................
___
9. Cuando mis hijos me hablan de cosas que les cuesta expresar con
claridad ¿Trato de ayudarles a expresarse mejor en vez de
100
ignorarlos?........................................................................................... ___
10. Cuando hay una discusión o pela con mis hijos ¿Trato de ayudarles
a aclarar el punto en discusión conversando, buscando llegar a una
solución, en vez de imponer mi voluntad con un castigo?..................
___
11. Cuando hay que tomar alguna decisión ¿Propongo varias
alternativas para que mis hijos puedan escoger la mejor?..................
___
12. Cuando hay algunas cosas que hacer en la casa ¿Trato de
involucrar a mis hijos conmigo, para que mi trabajo en casa también
sea una experiencia positiva para ellos?.............................................
___
13. Si mis hijos me invitan a juguetear con ellos en juegos imaginarios
que hayan inventado, ¿Me involucro con ellos?..................................
___
14. Cuando mis hijos hacen algún dibujo, ¿Les pido que me lo
expliquen?............................................................................................
___
15. ¿Enseño a mis hijos a dirigirse correctamente a otras personas
cuando hablan con ellos?....................................................................
___
16. Cuando mis hijos hacen algo indebido, ¿Les pido una explicación
antes de regañarlos y castigarlos?......................................................
___
17. ¿Enseño a mis hijos a orar?................................................................ ___
LA SUMA TOTAL ES DE…………………………………………………
___
Fuente: Isaza (1999). Construyendo familia. Ediciones Paulinas
101
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y cómo desarrollarla?” Mérida: Impreso por Universidad de Los Andes
Consejo de Publicaciones.
107
ANEXOS
108
Anexo (A)
CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS, PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA
NÚCLEO TÁCHIRA MAESTRÍA EN ORIENTACIÓN DE LA CONDUCTA
Estimado padre:
A continuación se presenta un instrumento tipo cuestionario, con la finalidad de recoger datos necesarios para la investigación que se realiza, referente a la Inteligencia emocional de los padres ante el manejo operativo Binomio Autoridad- Afecto, como parte de mi trabajo de grado de la Maestría en Ciencias, Mención Orientación de la Conducta, que curso en el Centro de Investigaciones Psiquiátricas, Psicológicas y Sexológicas de Venezuela, en el núcleo Táchira.
En este sentido, y dada la importancia de la investigación, se agradece responder con la mayor sinceridad y objetividad posible a los Ítems que se le presentan, los cuales contienen alternativas de respuesta que están enmarcadas dentro de la siguientes instrucciones:
1.- Lea cuidadosamente el instrumento.
2.- Marque con una (x) la respuesta seleccionada.
3.- Seleccione solo (1) alternativa.
� S = Siempre � AV = Algunas veces � N = Nunca
4.- En caso de duda consultar al investigador.
Por su colaboración, muchas gracias…
La Autora
109
Ítems Nº
En la relación cotidiana con mis hijos (as): S AV N
1 Implemento normas consistentes y predecibles para no perder el control de mis emociones ante ellos.
2 Expreso abiertamente mis emociones de manera equilibrada sin agredirlos o descalificarlos.
3 Tomo el control sobre las situaciones, es decir, pongo límites a sus comportamientos.
4 Se me dificulta entender las expresiones emocionales que constantemente experimentan ellos ante los cambios de su etapa.
5 Soy flexible con la autoridad y afecto que requieren en su proceso de formación y/o crianza.
6 Siento que mis errores y/o fracasos son experiencias de las que puedo aprender, además me ayudan afrontar las situaciones (divorcio, laborales, otros).
7 Cuando no quieren hablar respecto a un tema que los irrita y/o perturba, respeto su decisión y los dejo tranquilo.
8 Expreso intolerancia ante ellos cuando cambian de parecer con respecto a una situación.
9 Al solucionar un conflicto con ellos, tengo control de mis emociones a fin de establecer acuerdos positivos para ambos.
10 Reconozco mis emociones y sus consecuencias cuando ejerzo la autoridad ante ellos.
11 Soy consciente del vínculo que existe entre mis sentimientos, pensamientos, palabras o acciones.
12 Me disculpo con ellos cuando incurro al expresar emociones negativas como ira, desagrado, frustración, hostilidad, soberbia o desprecio.
13 Reconozco mis debilidades y fortalezas para manejar adecuadamente la autoridad y el afecto con ellos.
14 Valoro positivamente la forma que tengo para ejercer mi autoridad.
15 Les enseño a autoevaluar sus logros para que aprendan a tolerar las frustraciones.
16 Me angustio exageradamente por ellos, pues me da miedo que al aplicar mi rol de autoridad me dejen de querer.
17 Confío en mi capacidad para establecer normas claras que me permitan enseñarles la manera operativa de realizar las actividades.
18 Me muestro positivo ante las dificultades que se me presentan cuando tengo que equilibrar la autoridad y el afecto.
19 Me comprometo a estar revisando el equilibrio entre la autoridad y el afecto a fin de enseñarles a solucionar los conflictos.
20 Se me dificulta jerarquizar las prioridades debido a la multiplicidad de actividades que realizo.
21 Me siento afectivamente comprometida (o) cuando se les presentan dificultades personales, sociales o académicas.
110
Ítems Nº
En la relación cotidiana con mis hijos (as): S AV N
22 Para mi es fácil tomar la iniciativa de dar afecto (abrazo y/o besos)
23 Me esfuerzo por cambiar mis emociones no operativas como: ira e intolerancia por amor o comprensión hacia ellos.
24 Tomo decisiones operativas que me permitan mantener en equilibrio el binomio autoridad-afecto
25 Asumo una posición empática hacia sus errores, a fin de que ellos comprendan los que cometen los demás.
26 Se me dificulta colocarme en la posición de ellos, pues las faltas deben sancionarse para evitar que las vuelvan a cometer.
27 Ante sus frustraciones me preocupo por escucharle sin juzgarlo (a) para que se sienta apoyado (a) y/o entendido (a).
28 Participo de sus actividades académicas como: reuniones escolares, retiro de boletines para que se sientan emocionalmente apoyados.
29 Administro inteligentemente mis emociones para mantener en equilibrio el binomio autoridad-afecto.
30 Dedico tiempo suficiente para enseñarle los medios adecuados para que exprese sus opiniones y/o solucione sus conflictos.
31 Se me dificulta equilibrar la autoridad y el afecto al comunicarme con ellos.
32 Empleo estrategias que me permitan establecer contacto con ellos para dar, recibir, y/o expresar mis emociones.
33 Se me dificulta la comunicación cuando debo ejercer el binomio autoridad - afecto.
34 Se me hace difícil llegar a un acuerdo con ellos que favorezca la solución de un conflicto, sin imponer mi voluntad.
35 Reconozco y respeto las diferencias que tenemos en cuanto a opiniones, creencias, aspiraciones, y necesidades para así vivir en armonía.
36 Analizo las diferentes alternativas de solución a un conflicto, con la finalidad de resolverlo operativamente para evitar agredirlos física y verbalmente.
111
Anexo (B)
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DE LOS PADRES ANTE EL EJE RCICIO DEL BINOMIO AUTORIDAD -
AFECTO EN LOS HIJOS, ESTUDIANTES DE EDUCACION MEDIA GENERAL
Sujetos/ítemes 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18
1 2 1 3 2 2 1 2 3 1 3 3 3 3 2 3 1 3 3
2 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 1 3 3
3 3 3 3 1 1 3 3 1 3 3 3 3 3 3 3 1 3 3
4 3 3 3 1 1 3 1 1 3 3 3 3 3 3 3 1 3 3
5 2 2 3 3 2 3 1 3 2 3 3 3 2 2 2 2 2 2
6 1 3 2 2 2 3 3 3 3 2 3 3 3 3 3 1 3 2
7 2 3 3 3 3 3 3 2 3 3 3 3 3 3 2 1 2 2
8 2 3 3 3 2 3 3 2 2 2 3 3 3 3 3 1 3 3
9 3 2 3 2 3 3 3 1 2 3 2 1 3 2 2 1 3 3
10 3 3 3 3 2 3 3 1 3 3 3 3 3 3 3 1 3 3
ΣΣΣΣ 24 26 29 23 21 28 25 20 25 28 29 28 29 27 27 11 28 27
Promedio 2,4 2,6 2,9 2,3 2,1 2,8 2,5 2,0 2,5 2,8 2,9 2,8 2,9 2,7 2,7 1,1 2,8 2,7
S i^2 4,4 4,4 0,9 6,1 4,9 3,6 6,5 8,0 4,5 1,6 0,9 3,6 0,9 2,1 2,1 0,9 1,6 2,1
112
19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 Total Σ Σ Σ Σ S t^2 2 3 3 3 3 3 2 2 2 3 1 2 2 2 1 1 2 2 80 47,61
2 3 2 3 3 3 2 2 3 3 3 3 1 2 1 3 3 3 97 102,01
3 1 2 3 2 3 3 1 3 3 3 3 1 3 1 1 3 3 88 1,21
3 1 3 3 3 3 1 1 3 3 3 3 1 3 1 1 3 3 86 0,81
3 3 3 3 3 3 3 3 2 2 2 2 3 2 2 3 2 2 88 1,21
3 1 3 1 2 3 2 2 3 3 3 1 1 1 1 1 3 3 82 24,01
2 1 1 3 1 1 2 3 3 2 1 2 1 1 1 1 1 3 77 98,01
3 3 3 3 2 3 3 3 3 3 3 3 3 1 3 3 3 3 98 123,21
2 1 3 1 2 1 3 3 3 3 2 3 1 1 1 1 3 2 78 79,21
3 1 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 1 3 1 1 3 3 95 65,61
26 18 26 26 24 26 24 23 28 28 24 25 15 19 13 16 26 27 869
2,6 1,8 2,6 2,6 2,4 2,6 2,4 2,3 2,8 2,8 2,4 2,5 1,5 1,9 1,3 1,6 2,6 2,7 86,9
2,4 9,6 4,4 6,4 4,4 6,4 4,4 6,1 1,6 1,6 6,4 4,5 6,5 6,9 4,1 8,4 4,4 2,1 149,7 542,9
El resultado de la confiabilidad de los ítemes 1 al 36, del instrumento de Evaluación, se aplicó con el Alpha de
Crombach y se obtuvo un resultado de 0.95
El instrumento contaba con tres posibilidades de respuesta, las cuales fueron calificadas con una puntuación, de la
siguiente manera: SIEMPRE (3), A VECES (2), NUNCA (1)
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Anexo (C)
114
115
116
CURRÍCULUM VITAE
Yusmey Margarita Gil Vanegas, cédula de identidad V.- 14.349.086, nació en San Cristóbal, Estado Táchira el día 23 de Junio de 1980. La Educación primaria la realizó en la Escuela Rural NER 138 “La Laja”, Municipio Independencia, Estado Táchira, posteriormente ingresó al Liceo “Román Cárdenas” a cursar el 1er año hasta el 3er año de Educación Básica y de 4to año a 5to año de bachillerato en la Unidad Educativa Instituto Bolivariano, San Cristóbal, Estado Táchira, obteniendo en 2004 el título de Bachiller en Ciencias. La Educación Superior la realizó en La Universidad de los Andes, Núcleo Táchira Dr. “Pedro Rincón Gutiérrez” Obteniendo en 2009 el título de Licenciada en Educación Básica Integral, Distinción Cum Laude. Ha participado en talleres, congresos, cursos y seminarios en los que se destacan: I Congreso Andino, II Congreso de Educación, Secretariado Ejecutivo, Tejiendo Sociedad desde la Recreación, Nueva Racionalidad e Investigación, Capacitación del Nuevo Diseño Curricular del Sistema Educativo Bolivariano, Curso Básico de Primeros Auxilios, Jornadas de Enseñanza y Promoción de la Lectura y Escritura, Auxiliar de Preescolar, Lectura Técnica Comprensiva y Procesamiento de Material Intelectual, Manejo de Herramientas Microsoft Office 2007, Creación de Modelos de Estrategias Didácticas Innovadoras, “Sensibilización pedagógica aplicada a la Evaluación”, “La Intersubjetividad como Estrategia para la socioformación en la Educación”, Gestión y Educación Ambiental, Curso Audiovisual de “Formación de Seres Integrales para la vida”, “El niño intranquilo”, abordaje psicológico, social y educativo del trastorno por Déficit de atención e hiperactividad, Taller de Inducción “Docente Institucional”. Actualmente (junio 2012) realiza en la sede de la UPEL San Cristóbal diplomado en Metodología de la Investigación. Experiencia Laboral: Escuela Rural NER 138 “La Laja” como suplente, Escuela Bolivariana “Bustamante”, en la Unidad Educativa Estadal “República del Ecuador”, en la Escuela Bolivariana “Carlos Rangel Lamus” docente facilitadora, U.E.E “Ramón Vivas Gómez” docente facilitadora y Auxiliar en Prácticas de Lectura y Escritura, U.E. Metropolitano Adventista docente de Estudios de la Naturaleza, Biología y Educación para la Salud. Cursó la escolaridad de la Maestría en Orientación de la Conducta en el CIPPSV opta al título correspondiente a la presentación de la presente tesis.