Download - La importancia de amar a Israel
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.20
El Cristianismo tuvo que ver con Israel, el Cristianismo es
parte de Israel también.
En el tiempo de los apóstoles el Cristianismo en medio del
pueblo hebreo era conceptuado como una secta del Judaísmo,
que un líder, un rabino, un rabí judío estableció; o sea, que
debe ser reconocido el Cristianismo en Israel como una de las
líneas del Judaísmo bajo un nuevo Pacto. La única línea bajo
el nuevo Pacto del Judaísmo, es el Cristianismo.
Conociendo estas cosas sentimos amor por Israel y
esperamos las bendiciones de Dios para Israel, esperamos su
restauración total, esperamos la restauración del Reino de
David muy pronto, y así comenzará el glorioso Reino milenial
donde estarán los cristianos con los judíos, o el Judaísmo allá,
reinando con el Mesías.
Hemos visto el porqué esperamos estar en la tierra de Israel
en el Reino del Mesías. Millones de creyentes en Cristo son
descendientes de las tribus perdidas.
Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en
esta ocasión, dándoles testimonio de porqué debemos amar a
Israel.
Aprecio mucho vuestra atención, y también la invitación
que me fue hecha para estar con ustedes en esta ocasión.
Que Dios les bendiga y les use grandemente, y que miles de
personas vengan a los Pies de Cristo, y pronto se complete la
Iglesia del Señor Jesucristo; porque sin que se complete,
Cristo no puede venir; Cristo no puede salir del Trono de
Intercesión, hasta que se complete Su iglesia, y no puede tratar
con el pueblo hebreo hasta que se complete Su iglesia.
Que Dios les bendiga y les prospere espiritualmente y
materialmente también, y que muchas almas vengan a los
Pies de Cristo en vuestras congregaciones.Dios les bendiga.
“LA IMPORTANCIA DE AMAR A ISRAEL.”
LAIMPORTANCIA
DE AMARA ISRAEL
Domingo, 30 de agosto de 2008Río de Janeiro-RJ, Brasil
Rev. William Soto Santiago, Ph.D.
NOTA AL LECTOREs nuestra intención hacer una transcripción fiel yexacta de este Mensaje, tal como fue predicado; por lotanto cualquier error en este escrito es estrictamenteerror de audición, transcripción e impresión; y no debeinterpretarse como errores del Mensaje.El texto contenido en esta Conferencia, puede serverificado con las grabaciones del audio o del video.Este folleto debe ser usado solamente para propósitospersonales de estudio, hasta que sea publicadoformalmente.
LA IMPORTANCIA DE AMAR A ISRAEL 19
Todo creyente en Cristo siente amor por Israel, siente amor
por la nación que trajo a existencia terrenal al Salvador del
mundo.
Conociendo estas cosas podemos decir: “Yo siento un amor
grande en mi corazón por Israel, y lo quiero expresar no
solamente con palabras, sino trabajando, haciendo algo por
Israel, y también cuando tenga el tiempo y el dinero visitar la
capital del mundo, que será Jerusalén en el Reino del Mesías.”
La importancia de amar a Israel es grande para todas las
personas, el que bendiga a Israel será bendito. Hay muchas
bendiciones para todos los que aman a Israel.
Que todas las bendiciones que hay para todos los que
aman a Israel sean una realidad, se manifiesten de parte
de Dios para todos ustedes.
Hemos visto: “LA IMPORTANCIA DE AMAR A
ISRAEL.”Estamos amando al pueblo que nos dio un Salvador. Esto
es porque la salvación, dijo Jesucristo a la mujer samaritana,
viene de los judíos. [San Juan 4:22].
“LA IMPORTANCIA DE AMAR A ISRAEL.”No solamente de palabras, sino con acciones concretas en
nuestro tiempo.
¿Saben una cosa? Que Israel es una nación libre y
soberana, porque para la partición del territorio que le fue
asignado, los países latinoamericanos dieron trece votos en
favor; o sea, que la América Latina tiene una parte muy
importante, sintió amor en ese momento; y llevó a cabo una
obra concreta de amor por Israel.
Y si contamos todos los demás votos que fueron a favor,
encontraremos que la mayoría fueron de naciones cristianas,
que creen en Cristo, o sea, que ha sido un milagro de amor el
voto en favor de Israel para tener ese territorio que le fue
asignado.
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.18
Por lo tanto, ya vamos conociendo que los hebreos que
están en Israel son nuestros hermanos. Y sin los descendientes
de las tribus perdidas no pueden establecer el Reino de Dios
en la Tierra, no puede ser restaurado el Reino de David; o sea,
que ellos necesitan más del Cristianismo que el Cristianismo
de ellos, aunque ambos se necesitan.
En este tiempo estamos viendo un acercamiento de los
judíos con el Cristianismo, es que ya estamos en el tercer día
de Cristo hacia acá, en el tercer milenio; y por esa causa eso
está sucediendo.
Oremos por Israel, hemos visto que tenemos motivos para
amarlo de todo corazón. De ahí vino el Mesías: Jesucristo, que
pasó la bendición de Abraham a los gentiles, donde han estado
millones de descendientes de las tribus perdidas a través del
tiempo.
Cuando una persona recibe a Cristo como Salvador y es
bautizada en agua, y recibe el Espíritu de Cristo, entra al
Nuevo pacto, queda sellado en el Reino de Dios con Vida
eterna para vivir por toda la eternidad.
Es importante que toda persona comprenda eso para que
entre al Nuevo pacto que Dios dijo que establecería con la
casa de Israel y con la casa de Judá. El Cristianismo debe
seguir creciendo; mientras más cristianos hayan, más amigos
de Israel aparecen. Son los mejores amigos de Israel, es que la
mayoría son parte de ellos también, de las tribus perdidas.
¿Quién mantiene el turismo en la tierra de Israel? El
Cristianismo. Si el Cristianismo dice: “No vamos más a la
tierra de Israel,” se acabó el turismo.
¿Quién ha dado a conocer al pueblo hebreo a nivel
mundial? El Cristianismo. ¿Y quién ha sido el hombre que ha
estado a la cabeza de todo eso? Jesucristo. Él ha sido la
persona que ha dado a conocer a Israel, y que ha colocado en
el corazón y la mente de las personas el amor hacia Israel.
LA IMPORTANCIA DE AMAR A ISRAEL
Rev. William Soto Santiago Ph.D.
Domingo, 30 de agosto de 2008
Río de Janeiro-RJ, Brasil
Mi cordial saludo al cuerpo ministerial aquí presente, al
ministro de esta iglesia, y también a todos los hermanos
y amigos presentes; es para mí un privilegio grande estar con
ustedes en esta ocasión para tener unos momentos de
compañerismo alrededor de la Palabra de Dios, y Su Programa
correspondiente al tiempo final, para ver: “LA
IMPORTANCIA DE AMAR A ISRAEL.”Israel está en su tierra, y es un milagro que esté allí como
una nación libre y soberana. Dios había prometido regresarlos
nuevamente a su tierra, y allí está. Israel tiene una bendición
muy grande por cuanto desciende de Abraham; y si leemos en
el Génesis, en el capítulo 12, encontraremos algo muy
importante con relación a Abraham. Esto fue cuando Dios
llamó a Abraham, y le dice [Génesis 12:1-3]:
“Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de
tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te
mostraré.
Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y
engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren
maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la
tierra.”
Podemos ver que Dios bendijo a Abraham, y también dice
que bendecirá a todos los que lo bendigan; y esta bendición
continúa para Isaac, Jacob, los patriarcas y todos los
descendientes de Abraham.
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.4
Bendecir a la descendencia de Abraham significa para la
persona o cualquier nación, que Dios bendecirá a la tal
persona o a la tal nación; o sea, que hay un secreto ahí en
Israel. Bendecir a Israel, amar a Israel y ayudarlo es una
bendición más grande para quien lo hace que para el mismo
Israel; y para el que lo persiga, para el que le haga daño, dice
que es una maldición para la tal persona o la tal nación.
Es importante amar a Israel, y para amarlo hay que
conocerlo. Porque no podemos amar a quien no conocemos.
Israel es el pueblo de los profetas. Es el pueblo del cual Dios
dice en Éxodo, capítulo 4, que es Su hijo, o sea, como nación
Israel es el hijo de Dios, y no solamente el hijo de Dios, sino
algo más. Capítulo 4 del Éxodo, verso 22, dice Dios a Moisés:
“Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo,
mi primogénito.”
O sea, la primer nación hijo de Dios es Israel, y por lo tanto
es el modelo para las demás naciones que saldrían de
Abraham. Por ejemplo: tenemos la promesa de que Abraham
vendría a ser padre de naciones, y Jacob (o sea, Israel), es el
modelo para las otras naciones que vendrán de Abraham. Así
como en un hogar todos los hermanos miran al hermano
mayor y lo imitan, desean ser como él, se colocan la camisa
del hermano mayor y los zapatos también en muchas
ocasiones, es que lo admiran; así es Israel para todas las
naciones.
ISRAEL TIENE GRANDES PROMESAS DE DIOS.
Ahora, ¿por qué tantos problemas ha tenido Israel? Dios le
dijo al Rey David que Él confirmaría Su reino sobre Israel,
por cuanto Saúl fue desechado, por cuanto no obedeció a
Dios.
Y ahora, el reino de David sobre Israel fue confirmado por
Dios. ¿Qué es el Reino de David? ¿Por qué es tan importante?
¿Y por qué se menciona tanto en la Escritura? El Reino de
LA IMPORTANCIA DE AMAR A ISRAEL 17
Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor.
Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de
Israel
Después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en la mente de ellos,
Y sobre su corazón las escribiré;
Y seré a ellos por Dios,
Y ellos me serán a mí por pueblo.”
Y ahora, el Cristianismo es el que ha entrado a este nuevo
Pacto, el que tiene este nuevo Pacto, y el Cristianismo por
consiguiente tiene la bendición del nuevo Pacto, las leyes
divinas escritas en el corazón y en la mente, en las tablas del
corazón. A este nuevo Pacto han estado entrando millones de
seres humanos, y entre ellos, millones de descendientes de las
tribus perdidas, con las cuales Dios haría un nuevo Pacto. El
verso 13, dice:
“Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo
que se da por viejo y se envejece, está próximo a
desaparecer.”
O sea, que el Pacto que tiene promesas para siempre, el
Pacto eterno es el nuevo Pacto. El Pacto antiguo dice San
Pablo, que lo que se da por viejo está próximo a desaparecer.
Y ahora, el Cristianismo tiene una bendición muy grande,
por lo cual siente amor por el pueblo hebreo, por Israel, y
algunas veces no sabe porqué; y es que en la mayoría de los
cristianos corre sangre hebrea de las tribus perdidas del reino
del Norte, que fueron desterradas y fueron colocadas en todas
las naciones a través del tiempo.
Hay un anhelo por ir a Israel también, dicen que la sangre
llama, hala, es eso; el nuevo Pacto ha estado funcionando por
dos mil años. Ahí encontramos los que entrarían al nuevo
Pacto. Pablo dice que este es el nuevo Pacto, y Jesús dijo que
Su Sangre es la Sangre del nuevo Pacto.
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.16
dicho a Sus discípulos: “Vayan a las ovejas perdidas de la
casa de Israel.” [San Mateo 10:6].
Por medio de la predicación del Evangelio de Cristo han
estado entrando en estos dos mil años que han transcurrido,
millones de los descendientes de las diez tribus del reino de
Israel. ¿Cómo lo podemos entender? Cuando Cristo en Su
última cena o pascua (o la víspera de la Pascua), tomó el pan
y dio a Sus discípulos diciendo a ellos: “Este es mi cuerpo.”
Y tomando la copa de vino dio a Sus discípulos diciendo:
“Esta es la Sangre del nuevo Pacto que por muchos es
derramada.” [San Marcos 14:22-24]. Está hablando de un
nuevo pacto, de lo mismo que habló Jeremías en el capítulo
31. Eso está en San Mateo, capítulo 26, versos 26 al 29, y
también en San Lucas, capítulo *22, del 19 al 20.
Luego San Pablo en Hebreos, capítulo 13, verso 20, dice
que la Sangre de Cristo es la Sangre del Pacto eterno; y por
consiguiente al que entra a ese Pacto recibe Vida eterna, y
queda cubierto con esa Sangre.
Y ahora, San Pablo hablándonos de las palabras de
Jeremías, capítulo 31, nos dice en Hebreos, capítulo 8, verso
7 en adelante:
“Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto,
ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo
(o sea, si el primer pacto fuera sin defecto, no se buscaba un
lugar para un segundo pacto).
Porque reprendiéndolos dice:
He aquí vienen días, dice el Señor,
En que estableceré con la casa de Israel y la casa de
Judá un nuevo pacto;
No como el pacto que hice con sus padres
El día que los tomé de la mano para sacarlos de la
tierra de Egipto;
Porque ellos no permanecieron en mi pacto,
LA IMPORTANCIA DE AMAR A ISRAEL 5
David veamos lo que es, en y ante los ojos de Dios. En el
capítulo 28 de Primera de Crónicas, nos dice en los versos 4
y 5 de la siguiente manera (dice el Rey David):
“Pero Jehová el Dios de Israel me eligió de toda la casa de
mi padre, para que perpetuamente fuese rey sobre Israel;
porque a Judá escogió por caudillo, y de la casa de Judá a la
familia de mi padre; y de entre los hijos de mi padre se
agradó de mí para ponerme por rey sobre todo Israel.
Y de entre todos mis hijos (porque Jehová me ha dado
muchos hijos), eligió a mi hijo Salomón para que se siente en
el trono del reino de Jehová sobre Israel.”
El Trono del Reino del Señor sobre Israel es el Trono de
David. Y el Reino de Dios sobre Israel es el Reino de David,
y por consiguiente el Reino de Dios en la Tierra es el Reino de
David, y el Trono de Dios en la Tierra es el Trono de David.
Israel tiene el privilegio y bendición de ser el pueblo heredero
del Reino de Dios, y de tener el Trono de Dios terrenal.
También en el capítulo 29 de este mismo libro de Primera
de Crónicas, verso 22 en adelante, dice:
“Y comieron y bebieron delante de Jehová aquel día con
gran gozo; y dieron por segunda vez la investidura del reino
a Salomón hijo de David, y ante Jehová le ungieron por
príncipe, y a Sadoc por sacerdote.
Y se sentó Salomón por rey en el trono de Jehová en lugar
de David su padre, y fue prosperado; y le obedeció todo
Israel.”
Aquí nos dice que Salomón se sentó por rey en el Trono de
Jehová, en el Trono del Señor, en lugar de David su padre. El
Trono de Dios terrenal es el Trono de David, donde luego se
sentó Salomón por rey; y el Reino de Dios en la Tierra es el
Reino de David. ¿Qué otra nación puede decir que tiene el
Trono de Dios terrenal? Solamente hay una nación y esa
nación es Israel.
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.6
¿Qué otra nación puede decir que Dios le ha dado el Reino
de Dios terrenal? Solamente hay una nación y esa es Israel.
¿Por qué debemos amar a Israel? Por lo que hemos visto
tenemos muchos motivos para amar a Israel. Israel es la
nación primogénita, admirada por todos los cristianos del
mundo entero; es la nación que tuvo la promesa del
nacimiento del Mesías a través de una virgen. Nació como
judío, fue circuncidado al octavo día, observaba los
mandamientos divinos, vivió como judío y murió también
como judío, y ese es el Rey heredero al Trono de David.
Por lo tanto, hay muchos motivos para amar a Israel. El Rey
de los cristianos, ¿quién es? Jesús. Uno que nació en la tierra
de Israel, y por consiguiente un judío descendiente de la tribu
de Judá, y descendiente del rey David. De esa persona tan
importante, la persona más importante que ha pisado este
planeta Tierra, dijo el arcángel Gabriel a la virgen María de la
siguiente manera (capítulo 1 de San Lucas, verso 30 en
adelante):
“Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has
hallado gracia delante de Dios.
Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y
llamarás su nombre JESÚS.
Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el
Señor Dios le dará el trono de David su padre;
y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino
no tendrá fin.”
Jerusalén tendrá al Mesías príncipe sentado sobre el Trono
de David, reinando sobre todo Israel y sobre todas las
naciones. En palabras más claras: en el Reino del Mesías, en
el reino milenial, la capital del mundo será Jerusalén, y de
Jerusalén saldrá la paz para todas las naciones; porque el
Príncipe de paz, el Mesías Príncipe, mencionado en Isaías,
capítulo 9, se sentará en el Trono de David, y traerá la paz
LA IMPORTANCIA DE AMAR A ISRAEL 15
Ahora, tenemos la promesa de una restauración para el
reino del Norte (eso está en Ezequiel, capítulo 37), si vamos
a amar a Israel tenemos que conocerlo y tenemos que conocer
las promesas de Dios para Israel, y tenemos que saber que
Israel es el hijo primogénito de Dios como nación; y por lo
tanto, es el modelo para las demás naciones, para las demás
naciones hijas de Dios que serían formadas por Efraín.
La bendición de la primogenitura la tiene José a través de
Efraín y Manasés, los hijos de José, y la bendición de la
primogenitura es la bendición más importante. Por lo cual no
puede establecerse el Reino de Dios en la Tierra, que será la
restauración del Reino de David, sin que aparezcan las tribus
perdidas, sin que sea restaurado las tribus perdidas.
¿Y ahora cómo las vamos a encontrar? Dios dice en
Ezequiel, capítulo 37, verso 1 en adelante a Ezequiel
mostrándole un campo de huesos secos, y le pregunta:
“¿Vivirán estos huesos?” Huesos y para colmo secos ya, ya no
hay vida en ellos. Ezequiel le dice: “Señor, Tú lo sabes.”
Dios le dice que hable, él habló y los huesos comenzaron
a moverse y a colocarse cada uno en su lugar. Volvió, habló:
vinieron tendones, y luego así continuó hablando cada vez que
Dios le ordenaba; vino carne y piel sobre ellos, y un gran
ejército en pie. Dios le dice a Ezequiel que esos huesos secos
es la casa de Israel, cuando dice “la casa” se refiere al reino
del Norte, cuando fueron desterrados, murieron. Y también
Dios dice que le dio carta de divorcio, lo repudió.
Y ahora, no puede venir un nuevo Pacto si el primero no es
quitado.
Ahora, Israel, aparentemente la casa de Israel (el reino del
Norte), desapareció, fueron llevados a diferentes naciones,
fueron asimilados por diferentes naciones y por causa de las
persecuciones hasta se cambiaron los nombres, los apellidos,
para que no los conocieran. ¿Pero qué sucedió? Cristo había
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.14
que ser identificadas.
¿Cómo podemos identificar los descendientes de las tribus
perdidas? El mismo Jesús dijo: “Yo no he venido, sino a las
ovejas perdidas de la casa de Israel.” [San Mateo 15:24]. O
sea, de las diez tribus del reino del Norte, porque cuando
habla de la casa de Israel se refiere al reino del Norte,
compuesto por las diez tribus, que fueron desterrados y
esparcidos por el mundo.
Y para algunos rabinos ya están perdidos, pero Jesucristo
no sería un Salvador, un Redentor, si no puede salvar esos
descendientes de las tribus perdidas. El mismo Jesús dijo: “El
Hijo del Hombre ha venido para buscar y salvar lo que se
había perdido.” [San Lucas 19:10]. Y las diez tribus, algunos
dicen: “Ya se perdieron.” Pero el Hijo del Hombre vino a
buscar y a salvar lo que se había perdido.
Dios en Jeremías, capítulo 31, verso 31 al 36, dice que hará
con la casa de Israel (reino del Norte) y la casa de Judá (reino
del Sur) un nuevo Pacto; no como el pacto que hizo al
principio, porque ellos invalidaron el pacto. Luego dice:
“Haré con la casa de Israel un nuevo Pacto, escribiré mis leyes
en sus corazones y en su mente (un nuevo Pacto).”
Por lo tanto, la casa de Israel que es mencionada aquí, y ya
no es mencionada la casa de Judá, lo cual nos muestra algo
que tiene que suceder en la trayectoria de la historia del
pueblo hebreo.
Como cuando bendijo Jacob a Efraín y Manasés, dice la
Escritura: “Y colocó a Efraín primero que a Manasés.”
[Génesis 48:14-20]. Lo cual tiene un significado. Y también
Jacob le dijo a José que Manasés vendría a ser un pueblo
grande, importante, pero su hermano menor sería mayor que
él y formaría multitud de naciones. ¿Dónde están esa multitud
de naciones? Esas las tenemos que ver, porque la Escritura no
puede fallar.
LA IMPORTANCIA DE AMAR A ISRAEL 7
para Israel y para todas las naciones.
Israel tiene mucha prosperidad, pero hay algo que no tiene,
o dos cosas que no tiene; una: la paz. El primer día que fue
declarada una nación libre y soberana le comenzó la guerra al
Estado de Israel, le declararon la guerra; y así ha estado por
estos sesenta años.
La paz es muy importante para las naciones como para los
individuos. Sin paz no hay felicidad. Por lo tanto, la
necesitamos; no es un anhelo, es una necesidad.
Y ahora, ¿cómo vendrá la paz para Israel? Recuerden que
les dije que hay dos cosas que le faltan a Israel: la paz, y la
otra es la presencia de Dios; porque la presencia de Dios que
estaba en el templo, salió, ya no tiene templo Israel, allí lo que
está es una mezquita.
Y ahora, por consiguiente no tienen sacrificio, y sin
sacrificio el pueblo hebreo se encuentra en problemas, porque
la reconciliación con Dios es por medio del sacrificio, de la
sangre del sacrificio conforme a Levítico, capítulo 23, versos
26 al 29.
Una vez al año se llevaba a cabo la fiesta de la expiación
donde se sacrificaba un macho cabrío; y el sacerdote (sumo
sacerdote), entraba la lugar santísimo con la sangre en una
vasija y esparcía con su dedo siete veces sobre el
propiciatorio; y llevaba a cabo las labores ese día en el lugar
santísimo, al cual entraba unas cuantas veces; y cuando
terminaba ese día, el pueblo que se había arrepentido quedaba
perdonado y quedaba reconciliado con Dios por un año más.
Pero ahora, ¿cómo van a tener ese sacrificio? Ese sacrificio
tenía que efectuarse allá en el templo. El Cristianismo no tiene
ese problema, porque el Cristianismo tiene un Templo que
está en el Cielo, y tiene un Sumo Sacerdote según el orden de
Melquisedec, el cual es el Señor Jesucristo, un Sumo
Sacerdote que con Su propia Sangre expiatoria intercede por
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.8
cada cristiano (cada persona) que lo recibe como único y
suficiente Salvador, y lo limpia con Su Sangre de todo pecado,
y lo mantiene limpio, que es lo otro; porque si falla en algún
momento pide perdón a Dios, Cristo lo perdona, con Su
Sangre lo limpia de todo pecado y continúa su vida cristiana
hacia adelante, porque hemos puesto la mano en el arado y no
podemos mirar hacia atrás.
Cualquier problema lo confesamos a Cristo, y entonces
Cristo nos perdona, con Su Sangre nos limpia de todo pecado
y quedamos como si nunca en la vida hubiésemos pecado. “Si
alguno ha pecado, abogado tenemos para con el Padre: a
Jesucristo.” [Primera de Juan 2:1] Eso es lo que hace un sumo
sacerdote, es el intercesor, el intermediario, el que aboga por
el pueblo. Y nuestro abogado, nuestro intercesor, nuestro
Sumo Sacerdote lo tenemos en el Cielo, en el Templo
celestial.
Por lo tanto, para el Cristianismo no hay ningún problema
que no haya templo en Jerusalén, hay uno en el Cielo y ése no
puede ser destruido. Hay un orden sacerdotal celestial, el
orden Sacerdotal según Melquisedec; el orden de Aarón no
tiene templo, pero el orden de Melquisedec tiene un Templo
eterno en el Cielo.
Por lo tanto, el Cristianismo tiene una bendición muy
grande que debe apreciar.
Ahora, tenemos al pueblo hebreo, el cual tiene una
comisión divina. En el tiempo del rey Salomón, Dios dijo que
si Salomón se mantenía guardando Sus mandamientos,
poniéndolos por obra, Dios confirmaría Su Reino.
En palabras más claras: todos los descendientes que se
sentarían en el Trono de David vendrían por la línea de
Salomón, pero si se tornaba a la idolatría, Dios lo castigaría
con vara de hombre, o sea, con personas y naciones que se
levantarían en contra de él.
LA IMPORTANCIA DE AMAR A ISRAEL 13
¿Qué consiguió Jacob al obtener la bendición de la
primogenitura? ¿Y qué perdió Esaú? Si Esaú no pierde la
bendición de la primogenitura, el Mesías tenía que ser
descendiente de Esaú. Si Esaú no pierde la bendición de la
primogenitura, el Reino de Dios tenía que ser dado a Esaú y
su descendencia, y el Trono de Dios en la Tierra no se
llamaría del nombre del Trono de David, sino que se llamaría
del nombre de un descendiente de Esaú; y toda la tierra de
Israel que le fue dada por Dios cuando entraron a la tierra
prometida con Josué, todo eso le hubiera tocado a Esaú, a la
descendencia de Esaú.
Ahora vean, lo que es la bendición de Dios. La Escritura
dice que la bendición de Dios es la que enriquece.
Ahora podemos ver porqué nuestro Salvador, el Mesías, fue
judío, de la descendencia de David y por consiguiente de la
dinastía de David. Era un príncipe el que estaba en medio del
pueblo hebreo, y heredero al Trono de David.
Ahora, estamos ya conforme al calendario gregoriano, en
el tercer día de Cristo hacia acá, o sea, tercer milenio de Cristo
hacia acá. Algunas veces escuchamos hablar acerca de los días
postreros, y algunos dicen: “Ya estamos, van a comenzar, o
están comenzando los días postreros.”
Los días postreros comenzaron en los días de Jesús. Pablo
dijo: “En estos postreros días nos ha hablado por el Hijo.” Y
también Pedro, el día de pentecostés, dice que Dios prometió
derramar de Su Espíritu Santo en los postreros días. El día de
pentecostés ya se estaba en los postreros días, o sea, en los tres
milenios postreros, ya había comenzado el primero de los tres
milenios, que es el quinto milenio.
Y ahora, han transcurrido dos milenios de Cristo hacia acá,
dos días delante de Dios, y ya estamos en el tercer milenio de
Cristo hacia acá, en el cual Israel espera esta restauración. Y
por consiguiente, las tribus perdidas de la casa de Israel tienen
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.12
Israel, el pueblo hebreo, no acepta evangelistas, no acepta
pastores evangélicos tampoco, ellos solamente creen a los
profetas. Y para recibirlos, tienen que estar vivos.
Y ahora, la promesa es que esto va a hacerse una realidad.
Israel, las tribus del Norte fueron desarraigadas de su tierra,
desterradas, el nombre de ellos también desapareció. Fueron
esparcidos, primero por Siria o Asiria, y después por el mundo
entero. Pero por cuanto todo obra para bien en el Programa
Divino, todas las naciones se han llenado de miembros de las
diez tribus del Norte, para que se cumpla la promesa que
habló Jacob a Efraín.
Cuando bendijo a Efraín y a Manasés, José quería que
colocara la mano derecha sobre Manasés que era el mayor,
porque la primera bendición en donde se coloca la mano sobre
la cabeza del hijo, se coloca sobre el hijo mayor, que es el
primogénito, para que venga la bendición de la primogenitura.
Ahora ustedes pueden ver porqué Jacob luchó por la
bendición de la primogenitura también, por la primera
bendición, en donde Isaac, cuando lo bendijo, dijo que el que
lo bendijera, sería bendito; y el que lo maldijera, sería maldito.
Y también le dijo a Esaú: “Yo lo bendije, y será
bendito.”[Génesis 27:33]. O sea, que Jacob agarró esa
bendición y no solamente para él, sino para toda la
descendencia de Israel. Dicen que los judíos son buenos
comerciantes. Le compró la primogenitura primero a Esaú por
un plato de lentejas. Eso es ser buen comerciante. ¿Y qué
logró con eso? Después consiguió que su padre le echara la
bendición de la primogenitura. Y después consiguió que el
Ángel de Dios, el cual es Cristo en Su cuerpo angelical, le
echara la bendición cambiándole el nombre. Y eso
aparentemente no es nada, porque son cosas que no se ven;
pero son cosas que delante de Dios tienen un beneficio
grande.
LA IMPORTANCIA DE AMAR A ISRAEL 9
El rey Salomón, el hombre más sabio que hubo en aquellos
tiempos, porque cuando Jesús vino, vino uno más sabio que
Salomón, Jesús decía: “He aquí uno mayor, uno más grande
que Salomón.” [San Lucas 11:31]
Y aun del templo decía: “He aquí uno más que el templo.”
[San Mateo 12:6] En una ocasión también dijo: “Destruyan
este templo, y en tres días yo lo levantaré.”San Juan, capítulo
2 [verso 19]. Las personas pensaban que estaba hablando del
templo literal, pero Él estaba hablando de Su cuerpo, que es
templo de Dios, en el cual habitaba la plenitud de Dios, o sea,
Padre, Hijo y Espíritu Santo estaba allí manifestado en Jesús.
Fue la primera ocasión en que la trinidad fue vista manifestada
en carne humana: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Ahora, podemos ver que Jesús es la persona más
importante que ha pisado este planeta Tierra. Es tan grande
que el apóstol San Pablo hablando de Él en Hebreos, capítulo
1, nos dice de la siguiente manera... recuerden que también
para amar a Jesús hay que conocer a Jesús. Usted no ama a
una persona si no la conoce, algunas personas dicen: “Quiero
amar más a Jesús,” pues conozca más a Jesús a través de la
Escritura. Dice en Hebreos capítulo 1, verso 1 al 3:
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas
maneras en otro tiempo a los padres por los profetas.”
¿Cómo es que Dios ha hablado a Su pueblo? Por medio de
los profetas. Lo pueden confirmar con Zacarías, capítulo 7,
verso 11 al 12.Dice:
“...en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a
quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo
el universo.”
Cuando conocemos a Jesús estamos conociendo al
Heredero de todas las cosas, del planeta Tierra, del sistema
solar nuestro completo, y de todas las galaxias, de toda la
creación. Es la persona más importante que existe y está
REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.10
sentado en el Trono de Dios; y es el Sumo Sacerdote: es Rey
y Sacerdote, y también Juez; porque Dios ha colocado a
Jesucristo como Juez de los vivos y de los muertos. Ese es
nuestro Salvador, ese es nuestro amado Jesús, y cuando
podemos ver estas cosas, surge más amor de nuestra alma
hacia Jesús. Sigue diciendo:
“...el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen
misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con
la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de
nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra
de la Majestad en las alturas.”
Nuestro Señor Jesucristo está en el Cielo, sentado en el
Trono de Dios; y es también el Sumo Sacerdote del Templo
celestial, Él es el amado de todos los cristianos. Dice:
“...en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo...”
Los postreros días son los milenios postreros; porque un
día delante del Señor es como mil años, y mil años como un
día, eso está en el Salmo 90, verso 4; y en Segunda de Pedro
capítulo 3, verso 8.
Ahora, han transcurrido de Cristo hacia acá dos mil años,
son solamente dos días delante de Dios. Y ya estamos, hemos
entrado conforme al calendario gregoriano, al tercer día de
Cristo hacia acá, y ese día es muy importante delante de Dios.
¿Por qué? Porque en ese tercer día delante de Dios Israel va
a recibir una bendición muy grande.
Israel está esperando esa bendición, Israel desde que fue
dividido en dos reinos: reino del Norte y reino del Sur, a causa
del pecado de Salomón, pecado de idolatría (cuando ya estaba
viejo cometió esos errores).
Y ahora, fue dividido en dos reinos: reino del Norte y reino
del Sur. El reino del Norte estuvo en la mano Efraín, porque
Jeroboam es de la tribu de Efraín; y las dos tribus del Sur
quedaron en la manos de Roboam, hijo de Salomón. Luego el
LA IMPORTANCIA DE AMAR A ISRAEL 11
mismo pecado cometió Jeroboam en el reino del Norte
colocando dos becerros de oro, para que el pueblo no fuera a
Jerusalén a adorar a Dios, y no se tornase al rey de Judá, o sea,
a Roboam; colocó en Bet-el un becerro de oro, y otro a
Samaria.
Ahora, vean el problema que tenía Israel con el becerro de
oro, lo mismo que en el monte Sinaí cuando Moisés estuvo en
el monte Sinaí, y bajó con las tablas de la ley, tenían un
becerro de oro y estaban adorando también. Eso es un
problema que viene de lejos, algún día les voy a decir de
dónde viene esa religión de becerro de oro.
Ahora, miren lo que dice Oseas, capítulo 5 y capítulo 6. El
verso 15 del capítulo 5, dice:
“Andaré y volveré a mi lugar, hasta que reconozcan su
pecado y busquen mi rostro. En su angustia me buscarán.”
O sea, la angustia que le vendrá a Jacob, que eso es en la
gran tribulación, van a buscar a Dios. Y luego, el capítulo 6,
verso 1 en adelante, dice:
“Venid y volvamos a Jehová (estoy leyendo Jehová aquí
porque la versión que tengo dice Jehová); porque él arrebató,
y nos curará; hirió, y nos vendará.
Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos
resucitará, y viviremos delante de él.”
Ahí tienen el tercer día, el tercer milenio. El Cristianismo
ha tratado de convertir el pueblo hebreo al Cristianismo, y no
ha podido; es que Dios trata con el pueblo hebreo como
nación, no como individuos. Como individuos han entrado
muchos al Cristianismo, y eso ha sido una bendición para esas
personas. Pero como nación solamente en el tercer día, tercer
milenio de Cristo hacia acá, es que viene el llamamiento para
Israel bajo el ministerio de los dos Olivos, de los dos
Candeleros de oro, que son los ministerios de Moisés y Elías.
Esa es la única forma en que van a ser restaurados.