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Universidad del mar
La fiebre Q
Segundo Semestre
Lic. Zootecnia
Biología
Presenta
Palmira Díaz Altamirano
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Introducción
Sabemos que las bacterias pertenecen al reino mónera, son microrganismos
unicelulares de diminuto tamaño. Las bacterias son procariontes, no tienen el
núcleo definido ni presentan en general organélos membranosos internos.
Generalmente poseen una pared celular compuesta de peptidoglicano. Muchas
bacterias disponen de flagelos o de otros sistemas de desplazamiento y son
móviles. La bacteriología s encarga del estudio de las bacterias.
La fiebre Q todavía es una enfermedad poco conocida, a pesar de que se
describió hace más de 60 años. Aunque tampoco se conoce la prevalencia exacta,
probablemente el número de casos de fiebre Q está subestimado, la presentación
clínica es muy variada e incluye formas graves con un mal pronóstico
frecuentemente.
La fiebre Q es una zoonosis causada por la bacteria Coxiella burnetii que tiene
una amplia distribución por todo el mundo. Fue comunicada por primera vez por el
Dr. Derrick en 1937, quien describió una enfermedad desconocida hasta entonces
que afectaba a granjeros y trabajadores de mataderos. La denominó como fiebre
Q (inicial de query, término inglés que significa duda, investigación) porque en ese
momento su agente causal no había sido descubierto. Hoy en día, a pesar de
haber sido extensamente estudiada por numerosos investigadores, quedan aún
una gran cantidad de dudas por resolver en torno al ciclo vital de la bacteria, sus
mecanismos fisiopatológicos, interacciones con la inmunidad del huésped e
incluso en las modalidades de tratamiento ideal en algunas circunstancias.
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La fiebre Q
La mayoría de los microrganismos son inocuos para los demás seres vivos.
Muchos de ellos incluso se han adaptado a las condiciones especiales que tienen
los tejidos de los animales, viviendo en ellos, en su piel, en sus conductos
digestivos o respiratorios; son la denominada flora normal. Sin embargo, los
microbios más conocidos son aquellos que producen enfermedades infecciosas en
las plantas, en los animales y en la especie humana; estos son los
microrganismos patógenos. El grado de patogenidad se denomina virulencia y se
mide, generalmente, por el número de microrganismos necesarios para desarrollar
la enfermedad. Hay microrganismos que normalmente no son patógenos pero
pueden serlo cuando disminuyen los mecanismos defensivos de un animal: son
los microrganismos oportunistas.
El agente etiológico de la fiebre Q es un pequeño cocobacilo pleomórfico
gramnegativo de crecimiento intracelular que inicialmente, y debido a su
comportamiento biológico, ha sido denominado con un nuevo nombre, Coxiella
burnetii, y actualmente ya no se identifica como un miembro de la familia
Rickettsiaceae. La asignación a un nuevo género es debida a la gran variedad de
diferencias entre el agente de la fiebre Q y los miembros del género Rickettsia. Su
genoma ha sido secuenciado e incluye un cromosoma circular y la bacteria puede
albergar también un plásmido, aunque también puede carecer de el. Los
diferentes plásmidos confieren características microbiológicas distintas, pero no se
ha comprobado que ello se asocie a su comportamiento clínico. En su genoma
están ampliamente representadas proteínas transportadoras y secretoras.
Además, se ha detectado una región donde se agrupan genes de virulencia con
capacidad de incorporar otros nuevos. Una característica esencial de esta
bacteria, es que posee dos formas antigénicas: la fase I patogénica aislada de
humanos y animales infectados, y la fase II avirulenta obtenida in ovo e in vitro.
Estructura y fisiología de las bacterias:
La cápsula no es constante. Los cilios, o flagelos, no existen más que en ciertas
especies. La pared que poseen la mayoría de las bacterias explica la constancia
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de su forma. En efecto, es rígida, dúctil y elástica. Su originalidad reside en la
naturaleza química del compuesto macromolecular que le confiere su rigidez. Este
compuesto, un mucopéptido, está formado por cadenas de acetilglucosamina y de
ácido murámico sobre las que se fijan tetrapéptidos de composición variable. La
membrana citoplasmática.
Estructuras internas: El núcleo, los ribosomas, el citoplasma Nutrición y
crecimiento bacterianos, las bacterias necesitan de un aporte energético para
desarrollarse. Además de los elementos indispensables para la síntesis de sus
constituyentes y de una fuente de energía, ciertas bacterias precisan de unas
Sustancias específicas: Los factores de crecimiento. Se puede medir el
crecimiento de las bacterias siguiendo la evolución a lo largo del tiempo del
número de bacterias por unidad de volumen. Existen seis fases en las curvas de
crecimiento. Las más importantes son la fase de latencia (que depende del estado
fisiológico de los gérmenes estudiados) y la fase exponencial, en la que la tasa de
crecimiento es máxima.
Genética bacteriana: Por la rapidez en su multiplicación, se eligen las bacterias
como material para los estudios genéticos. En un pequeño volumen forman
enormes poblaciones cuyo estudio evidencia la aparición de individuos que tienen
propiedades nuevas.
Las mutaciones: Todos los caracteres de las bacterias pueden ser objeto de
mutaciones y ser modificados de varias maneras. El estudio de las mutaciones
tiene un interés fundamental. En efecto, tiene un interés especial de cara a la
aplicación de dichos estudios a los problemas de resistencia bacteriana a los
antibióticos. Estos procesos son realizados mediante la transmisión de caracteres
hereditarios
Epidemiología
C.burnetii es capaz de infectar una gran variedad de animales que incluyen
mascotas, animales de granja, mamíferos salvajes y más raramente aves, peces,
reptiles e incluso garrapatas. Parece que en estos animales la infección suele ser
asintomática o paucisintomática (favorece la aparición de abortos en el ganado).
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Los animales infectados son capaces de excretar el microrganismo en la leche, la
orina, heces y muy notablemente en las membranas fetales, eliminando en este
caso enormes cantidades de bacterias. Algunas de ellas pueden sobrevivir en el
entorno, permanecer viables y retenerla capacidad infectiva durante meses en
incluso años. La adquisición del microrganismo puede realizarse mediante
inhalación de partículas aerosolizadas a partir de animales cercanos en el
momento el parto, al ser sacrificados o con la manipulación de los restos. Además,
se han notificado casos en personal expuesto a algunos productos como la lana o
piel de ganado. En este caso probablemente a través de la inhalación de las
deyecciones de garrapatas infectadas. También se ha asociado la infección con
inoculaciones fortuitas, consumo de productos lácteos contaminados, transmisión
directa durante autopsias, a través de productos sanguíneos o incluso adquirida
por el ginecólogo que atendió el parto de una mujer infectada. No obstante, en un
elevado porcentaje de sujetos no se identifican antecedentes epidemiológicos
significativos e incluso aparecen casos esporádicos en habitantes de áreas
urbanas. Estos casos se atribuyen a que las bacterias pueden ser transportadas a
grandes distancias por el viento, polvaderas o diferentes medios.
C. burnetii es altamente infectante y un solo microrganismo es capaz de producir
infección. La elevada infectividad de la bacteria, junto con los diversos
mecanismos de transmisión ha hecho que este microrganismo sea considerado
como un arma biológica que podría ser utilizada con fines terroristas.
Modos de transmisión y síntomas en los animales
La fiebre Q es una bacteria que se reproduce dentro del huésped que lo tenga y
se propaga rápidamente por distintas vías y el ser humano esta muy expuesto a
ellas, no solo le afecta a los animales que con mas frecuencia se trabajan por eso
que tienen que tomar las medidas necesarias por que podríamos introducir la
bacteria causante de la fiebre Q a nuestro organismo.
Los humanos son sumamente susceptibles a la enfermedad, y se requieren
relativamente pocos microrganismos para ocasionar una infección.
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La transmisión puede ser indirecta, por medio de la intervención de un vector
artrópodo que transmite el germen con sus picaduras (raro) o, lo que es mas
frecuente, al depositarse deyecciones virulentas en la piel lesionada. También
puede estar implicado un vector inanimado, sea polvo virulento o de productos
animales (aspiración de polvo contaminado; contacto directo con animales
infestados, con sus excreciones o de persona a persona; consumo de leche cruda
contaminada). La saliva, los tejidos y las deyecciones son las principales materias
virulentas de los artrópodos.
En las aves, las materias virulentas son la sangre, las heces, las expectoraciones
y los huevos. El germen se encuentra en el bazo y en los riñones, donde puede
persistir cinco meses. La Coxiella burnetti puede resistir 42 días en las heces. En
el medio exterior, las materias virulentas son el suelo sucio y el polvo.
Los animales, la mayor parte de las veces, se infectan por vía digestiva o
respiratoria antes que por picadura de garrapata. Los carnívoros lo hacen
husmeando, o ingiriendo leche, orina, placenta o carne procedentes de animales
infestados. La infección se produce a menudo de manera indirecta, en contacto
con el ambiente, ya que el germen perdura mucho tiempo en el medio exterior.
Para el diagnostico experimental, pueden utilizarse estas fuentes de información:
expectoraciones, deposiciones, sangre, muestras de órganos (brazo, riñón).
Puede hacerse una prospección bacteriológica por inoculación a roedores de
laboratorio (aislamiento del germen en frotis de bazo, por ejemplo), por cultivo en
huevo embrionario. En los carnívoros domésticos, la fiebre Q es asintomática en la
mayor parte de los casos. En el gato se ha observado fiebre, letargo y anorexia.
Importancia Zootécnica
Las bacterias juegan un papel fundamental en la naturaleza y en el hombre: la
presencia de una flora bacteriana normal es indispensable, aunque gérmenes son
patógenos. Análogamente tienen un papel importante en la industria y permiten
desarrollar importantes progresos en la investigación, concretamente en fisiología
celular y en genética.
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Existen bacterias en todos los sitios. Hemos visto el interés de su estudio para la
comprensión de la fisiológica celular, de la síntesis de proteínas y de la genética.
Aunque las bacterias patógenas parecen ser las más preocupantes, su
importancia en la naturaleza es ciertamente menor. El papel de las bacterias no
patógenas es fundamental. Intervienen en el ciclo del nitrógeno y del carbono , así
como en los metabolismos del azufre, del fósforo y del hierro. Las bacterias de los
suelos y del las aguas son indispensables para el equilibrio biológico. Por último,
las bacterias pueden ser utilizadas en las industrias alimenticias y químicas:
intervienen en la síntesis de vitaminas y de antibióticos. Las bacterias tienen, por
lo tanto, un papel fundamental en los fenómenos de la vida, y todas las áreas de la
biología han podido ser mejor comprendidas gracias a su estudio.
Sólo una pequeña parte de los miles de especies de bacterias causan
enfermedades humanas conocidas. Las infecciones bacterianas se evitan
destruyendo las bacterias con calor, como se hace en las técnicas de
esterilización y pasteurización. Cuando se producen, las enfermedades
bacterianas se tratan con antibióticos. Pero el abuso de estos compuestos en los
últimos años ha favorecido el desarrollo de cepas de bacterias resistentes a su
acción. La Fiebre Q causada por una bacteria, forma parte del reino mónera y
como se sabe las bacteria se puede encontrar en distintas áreas y son resistentes
al medio natural, por eso es importante su estudio de la Coxiella burnetti ya que no
se tiene mucho conocimiento sobre su ciclo de vida.
Resiste los cambios de temperatura en la pasteurización de la leche y tres de los
animales que la contienen se ocupan para la producción de esta, tiene importancia
para la zootecnia no solo por la leche si no por que afecta a todo el huésped. El
zootecnista esta en contacto con todos los medios en los que se puede hallar la
bacteria, por eso se debe conocer sobre esta y otras bacterias para prevenir ser
afectados por ellas tomando medidas de control necesarias.
Síntomas en el ser humano
Otro de los aspectos que se debe tomar en cuenta, es que los animales están a
expensas de poder infectarse si no se tiene un control sanitario y un buen manejo
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del animal, esto puede repercutir en la sociedad a la que serviremos. Por ejemplo
si no se toman medidas de control necesarias en donde se trabaje la bacteria
puede distribuirse por medio de nuestros animales o derivados de ellos y afectar a
nuestro consumidor.
La enfermedad se presenta bajo tres formas:
1. Una no aparente, que es la mas frecuente
2. Una forma aguda, cuya duración media de incubación es de 3 semanas. La
fase de inicio se caracteriza por un síndrome febril como hipertermia,
escalofríos, cefaleas,etc., en general durante menos de 15 días. La
afección pulmonar, inconstante, origina tos seca, acompañada de dolores
toráxicos. La afección hepática, a menudo frecuente, es responsable de
vómitos, nauseas y a veces diarrea.
3. Una forma crónica: las endocarditis, aparecidas entre los 3 y los 20 años
posteriores a una fiebre Q aguda, afectan, la mayor parte de las veces, a
hombres adultos que presentaron inicialmente una valvulopatía o estuvieron
en contacto con ganado. También se encuentran casos registrados de
hepatopatía crónica u osteomielitis.
Tratamiento
Si se llegara a contraer la fiebre Q se debe tener en cuenta como tratarla. Cuando
se inicia en los tres primeros días de la enfermedad. Una dosis de 100 miligramos
de doxiclinatomados oralmente dos veces al día durante 15−21 días, es una
terapia que se prescribe con frecuencia. La terapia debe reiniciarse de nuevo si se
producen recaídas.
La endocarditis de la fiebre Q crónica es mucho más difícil de tratar efectivamente
y a menudo requiere usar múltiples drogas. Se han evaluado dos protocolos
diferentes de tratamiento:
1. Doxiciclina en combinación con quinolonas durante al menos 4 años y
2. Doxiciclina en combinación con hidroxicloroquina durante 1,5−3 años.
Con la segunda terapia se originan pocas recaídas, pero requiere exámenes
rutinarios oculares para detectar acúmulo de cloroquina. En algunos casos puede
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ser necesaria la cirugía para cambiar válvulas cardiacas dañadas en endocarditis
por C. burnetii.
Enfermedad aguda: El tratamiento debe iniciarse de manera precoz, pues nose ha
comprobado que el inicio a partir del tercer día desde el comienzo de la clínica
modifique la evolución. El tratamiento de elección es la doxiciclina en dosis de 100
mg cada 12 horas durante 14 días. En niños pequeños o en las mujeres
embarazadas, cotrimoxazol puede ser una alternativa válida 14. En los pacientes
con fiebre Q aguda se debe realizar una exploración ecocardiográfica, puesto que
la presencia incluso de lesiones valvulares menores supone un alto riesgo para el
desarrollo de endocarditis, y en este caso se debe realizar un tratamiento
prolongado durante un año. Es necesario un seguimiento serológico cada 3-4
meses durante el siguiente año para detectar posibles elevaciones de anticuerpos
frente a antígenos de fase I que marcarían la evolución a la cronicidad.
Enfermedad crónica: Para el tratamiento de la endocarditis se recomienda una
combinación de doxiciclina e hidroxicloroquina (200 mg cada 8 horas), puesto que
la doxiciclina sola raramente es capaz de conseguir la curación definitiva. Como
alternativa se pueden utilizar fluorquinolonas en lugar de hidroxicloroquina,
aunque se aconseja en este caso prolongar el tratamiento. La duración óptima del
tratamiento se desconoce, pero con la combinación doxiciclina / hidroxicloroquina
la duración mínima es de 18 meses. Para la combinación de doxiciclina /
fluorquinolona se aconseja prolongarlo durante 3 años.
Medidas de control y prevención
Las medidas para limitar la expansión de la fiebre Q pueden ser de carácter
general, consistentes en el control serológico de los animales y la adopción de
medidas higiénicas, o bien, de carácter especifico, es decir, la vacunación, si bien
por el momento, no se dispone de vacuna totalmente segura y eficaz, que pueda
utilizarse de forma rutinaria tanto en humanos como en el ganado. Las medidas
generales aplicables al entorno animal deben basarse en principio en la detección
del reservorio, para lo cual el método a emplear es el análisis serológico del
ganado y/o la detección del germen en la leche o en las placentas, especialmente
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en los casos de hembras que abortan. La mejor época para buscar anticuerpos en
suero, en especial en ovejas y cabras es en la época de partos, que es cuando,
por diseminación aérea, se infecta un mayor número de animales. Ante la
detección de casos positivos en un rebaño de alguna hembra que ha abortado por
Fiebre Q, se hace aconsejable el sacrificio del animal, para evitar que la infección
se propague al resto o al ser humano. No obstante, cuando son muchos los
animales infectados, esta medida puede resultar inviable por antieconómica. En
estos casos se ha propuesto: Tratamiento con tetraciclinas: se utilizan para limitar
los abortos dentro de un rebaño infectado, pero tienen el inconveniente de no
suprimir la excreción bacteriana.
Medidas higiénicas:
1. Aislamiento de hembras en parto, separación de animales.
2. El personal debe utilizar vestimenta y calzado exclusivo para esa zona,
guantes, e incluso mascarilla.
3. La placenta y los anejos fetales, o los fetos abortados, deben eliminarse
higiénicamente. Deben desinfectarse las instalaciones
4. Debe impedirse la entrada de perros y gatos en las instalaciones de
aislamiento, dado que ellos también pueden infectarse y diseminar después
la infección.
5. El estiércol no se debe extender sobre el terreno a modo de abono, con el
fin de evitar su desecación y transporte por el aire. Debe ser enterrado.
En general, es recomendable que los apriscos y las sendas del ganado estén
alejados de áreas pobladas.
Así mismo, y como norma que previene otras zoonosis, debe evitarse el consumo
de leche cruda y de queso fresco de leche sin tratamiento térmico.
El diagnóstico de fiebre Q debe ser considerado en los casos de fiebre de origen
desconocido, especialmente si el sujeto ha estado en contacto con mamíferos
posiblemente contaminados.
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Conclusiones
Una vez señalada la importancia que esta enfermedad tiene en nuestro entorno,
cabe concluir que se debe establecerse una adecuada vigilancia de la fiebre Q a
nivel humano, para lo que debería valorarse su inclusión en el Sistema de
Notificación de Enfermedades de Declaración Obligatoria. A los médicos, en
especial a los que ejercen en las áreas rurales, se les debería recordar el
considerar esta patología ante cuadros clínicos compatibles con la fiebre Q, con el
fin de que no se subdiagnostique, en determinados casos es necesario establecer
programas de control en animales, en especial en granjas-escuela y otros
establecimientos con afluencia de público. Los veterinarios y zootecnistas que
ejercen su profesión con animales de abasto, deben estar alertas para evitar, en la
medida de lo posible contraer esta zoonosis. Por ultimo, hay que sensibilizar al
ganadero y realizar una labor de educación sanitaria, para que se apliquen de
forma rutinaria las medidas higiénicas como parte de unas buenas prácticas de la
producción ganadera, que ayudarán también en la prevención de otras
enfermedades.
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