UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
FACULTAD DE COMERCIO Y TURISMO
GRADO EN TURISMO
TRABAJO FIN DE GRADO
“LA EVOLUCIÓN DE LAS TIPOLOGÍAS TURÍSTICAS ALOCÉNTRICA Y
PSICOCÉNTRICA.
POSIBLES CONDICIONANTES EN EL MOMENTO DE ADQUIRIR UN PERFIL
TURÍSTICO.”
Realizado por:
ALEJANDRO GARCÍA VILLALIBRE
Dirigido por:
NÉSTOR GARCÍA MONTES
JUNIO 2021
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
2
Resumen
El siguiente estudio pretende abordar la posible evolución tipológica del turista
psicocéntrico al turista alocéntrico desde que inicia su recorrido turístico. Se tratará de
responder también a cómo personas con unas determinadas características, estilo de vida
de carácter estructurado y un elevado poder adquisitivo realizan viajes dentro del marco
alocéntrico. Para el presente estudio se ha tenido en cuenta las teorías sobre tipologías
turísticas de Erik Cohen y Stanley Plog y la teoría de las motivaciones turísticas de J.L.
Crompton. Con este estudio se pretende comprender al turista y entender las diferentes
elecciones que se hacen respecto al viaje durante su vida turística.
Palabras clave: Psicocéntrico, alocéntrico, tipologías turísticas, motivaciones turísticas,
psicosociología del turismo.
Abstract
The following study aims to address the possible typological evolution of the
psychocentric tourist to the allocentric tourist from the moment he starts his tourist
journey. It will also try to answer how people with certain characteristics, a structured
lifestyle and a high purchasing power make trips within the allocentric framework. For
this study we have taken into account the theories on tourist typologies of Erik Cohen and
Stanley Plog and the theory of tourist motivations of J.L. Crompton. The aim of this study
is to understand the tourist and the different choices that are made regarding to travelling
during their tourist life.
Key words: Psychocentric, allocentric, tourism typologies, tourism motivations,
psicology of tourism.
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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ÍNDICE
1. A MODO DE PRESENTACIÓN PERSONAL .................................................... 4
2. INTRODUCCIÓN ................................................................................................... 5
2.1. JUSTIFICACIÓN ............................................................................................ 6
2.2. OBJETIVOS Y RESULTADOS QUE SE PRETENDEN ALCANZAR .... 7
3. MARCO TEÓRICO ............................................................................................... 8
3.1. MOTIVACIONES ........................................................................................... 9
3.2. MOTIVACIONES TURÍSTICAS ................................................................ 12
3.3. TIPOLOGÍAS TURÍSTICAS EN BASE A LAS MOTIVACIONES ....... 13
3.3.1. TIPOLOGIA DE STANLEY PLOG .................................................... 13
3.3.2. TIPOLOGÍA DE ERIK COHEN .......................................................... 15
3.3.3. TIPOLOGÍA DE J.L. CROMPTON .................................................... 19
4. ENTENDER LAS MOTIVACIONES Y AL TURISTA SEGÚN SU
TIPOLOGÍA ................................................................................................................. 25
4.1. EL TURISTA ALOCÉNTRICO. ESTUDIO DE CASO ........................... 25
4.2. EL TURISTA PSICOCÉNTRICO. ESTUDIO DE CASO ........................ 30
5. LA POSIBLE TRANSFORMACIÓN DEL TIPO DE TURISTA ................... 37
5.1. ¿POR QUÉ SE PODRÍA DAR ESTE CAMBIO? ...................................... 43
6. COMPRENDER AL TURISTA ALOCÉNTRICO CON UN ELEVADO
PODER ADQUISITIVO .............................................................................................. 44
7. CONCLUSIONES ................................................................................................. 48
8. BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................... 53
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
4
1. A MODO DE PRESENTACIÓN PERSONAL
Mi nombre es Alejandro García Villalibre y actualmente estoy cursando la carrera de
turismo en la Universidad Complutense de Madrid. Durante el transcurso de mi carrera,
he desarrollado especial interés por aquellas asignaturas ligadas al comportamiento de los
turistas en el antes, el durante y el después del viaje.
Mis motivaciones personales me han llevado a ver que los puntos de vista sociológicos y
antropológicos, sumado al estudio de la historia del turismo, y el enfoque que
proporcionan, han sido de gran interés estos cuatro años, por considerarlos elementales
para entender el fenómeno turístico y la industria. Es por este motivo por el cual estos
distintos puntos de vista han guiado el enfoque de la mayoría de las prácticas y seminarios
que he realizado durante mi proceso formativo en las diferentes asignaturas. De forma
inevitable y debido al desarrollo práctico y teórico que he llevado en mi proceso
formativo, he decido poner punto final con un trabajo fin de grado que aúne todos estos
temas en uno solo.
El comportamiento de las personas cuando están en sociedad y viajando, así como los
antecedentes históricos que han llevado a determinados comportamientos, considero que
son esenciales en el desarrollo del Ser turista. Es por ello por lo que su explicación,
entendimiento y análisis resultan de gran interés para el ámbito profesional, así como su
correspondiente explicación y adecuación de la materia en asignaturas correspondientes
para futuros turismólogos.
Desde el punto de vista personal y profesional mis diversos viajes y trabajos han marcado
la orientación de cómo estudiar el turismo. Es decir, mi forma de viajar y la elección de
los trabajos que se han ido sucediendo y que he desarrollado dentro del sector.
Respecto a lo primero, mi forma de viajar. Siempre he enfocado el viaje desde un punto
de vista en el que solo requiere organización la compra de billetes y alojamiento, llegando
incluso a veces a prescindir de la organización de lo último. Llegar al sitio es lo más
importante. En cuanto al segundo punto, mi trabajo. Al encontrarse este ligado con el
mundo del deporte al aire libre, el contacto con la naturaleza ha sido de gran ayuda para
entender y ayudar a la elaboración y desarrollo de un turismo más primario, permitiendo
crear distintas perspectivas que abren un abanico con un principio y un final, los dos
extremos tipológicos turísticos (siguiendo por ejemplo a Plog o Cohen), pasando por los
distintos niveles que tienen las dos tipologías.
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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El profesor que me ha guiado y ayudado durante la elaboración del trabajo de fin de grado
ha sido Néstor García Montes. Perteneciente al departamento de Sociología Aplicada y
docente en la Facultad de Comercio y Turismo.
2. INTRODUCCIÓN
El fenómeno turístico y la industria que permite llevar a cabo este movimiento se han
consolidado en nuestras vidas de forma absoluta, siendo una actividad extendida,
ampliamente generalizada y, por ende, llegando a formar parte de nuestro día a día. Tanto
es así que las personas, a la hora de realizar un viaje, no piensan en el viaje como algo
perteneciente a un fenómeno o que se realiza gracias a una industria perfectamente
ensamblada y coordinada que permite un viaje con comodidad y seguridad en la mayoría
de sus casos, y si el turista, en su elección, así lo desea. Sino que piensa en turismo, en el
viaje, en algo global y general que le permite un desplazamiento, alojamiento y vida -
durante el transcurso del viaje- en un lugar ajeno al suyo propio. Es decir,
automáticamente dibuja a su persona en el destino. Solo si el turista recurre a una agencia
de viajes, presencial u online, es capaz de pararse a pensar de forma más concreta en la
industria que se ha generado en torno al turismo.
Como hemos hablado, el turismo ha generado una industria, pero no solo, durante su
desarrollo, ha consolidado una industria, ha desarrollado también al turista como persona.
Ha crecido con él, se ha adaptado a él y ha creado nuevos turistas a lo largo del tiempo
que antes no existían. Es decir, desde sus inicios, el turismo ha crecido construyendo.
En definitiva, el objetivo general de este estudio pretende explicar y entender al turista de
la mano de autores como Stanley C. Plog que ya han analizado las tipologías turísticas
previamente. Este autor ha propuesto dos grandes perfiles de turistas que quedarán
claramente definidos y explicados: alocéntrico y psicocéntrico. Con una línea de por
medio que las une y sobre la que se encuentran todos los turistas en sus diferentes
tipologías, más cercanas a uno u otro extremo. Para ello nos basaremos en una pregunta
central que nos ayude a explicar y entender al turista ¿Se puede producir una evolución
de nuestra tipología turística? Es decir, ¿un turista psicocéntrico puede evolucionar hasta
convertirse en alocéntrico? Tendremos en cuenta para ello el análisis de ambos perfiles
para responder a esta pregunta e intentaremos presentar las diferentes respuestas que
surgen durante el desarrollo del estudio. La hipótesis principal con la que respondemos a
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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la pregunta es que esta evolución sí es posible. Es aquí cuando surgen diversas
consideraciones a tener en cuenta que nos llevarán a posicionar al turista alocéntrico y
psicocéntrico en un determinado punto de la escala que separa ambas tipologías y que se
alejaría de los tipos ideales de Max Weber (1922 [1993]), esenciales en la definición de
sujetos en función a sus características principales.
Para ello, como ya hemos comentado, nos apoyaremos en la teoría de distintos autores.
Organizaremos todo por puntos que permitan avanzar en el estudio de forma clara,
hilvanando definiciones con puntos de vista personales -obtenidos mediante entrevistas-
que las apoyen. Esto nos ayudará a recoger una opinión y experiencia generalizada de los
diferentes perfiles turísticos y nos permitirá crear argumentos sólidos que defiendan la
afirmación recogida en la hipótesis y nos permita desarrollar de forma clara y concisa el
estudio sobre “La evolución del turista”.
2.1. JUSTIFICACIÓN
El turismo ha construido infraestructuras, medios que son capaces de soportar el flujo
turístico y una red de transportes casi creada ad hoc. Pero también ha construido un turista
y se ha adaptado a él. Le ha dado un nombre a comportamientos de turistas que ya existían
y no lo tenían y ha dado nombre a comportamientos de turistas que se han ido creando en
su evolución y desarrollo. Y es aquí, en lo que ha construido la industria, donde queremos
detenernos. Para dejar de ver todo este fenómeno como algo global que funciona casi por
inercia y comenzar a verlo con sus distintas partes y sus distintos tipos de turistas. Porque
solo cuando se observa algo en su totalidad y con toda la profundidad que requiere somos
capaces de entenderlo correctamente, avanzar de forma paralela en su crecimiento y tomar
medidas a la altura que permitan un desarrollo seguro y sostenible de la industria. De los
emisores y receptores. Así como un crecimiento del turista que tan importante resulta y
cuya tendencia es, muchas veces, generalizarlo en demasía. Olvidando sus gustos y
preferencias y llegando a ofrecerle un servicio que deja de centrarse en sus prioridades.
Que se centra en vender, de forma sutil y casi imperceptible, un producto genérico que le
satisfaga lo suficiente y le haga creer que se cumplen sus requisitos para seguir
consumiendo en esta industria. Llegando incluso a hacerle ver que -por su propio mérito
y no por la forma que tiene de ofertar la industria- pertenece a una tipología turística de
la que podía llegar a verse incapaz de ser partícipe, todo con el fin de que la próxima vez
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baraje más posibilidades a la hora de dar forma a su viaje con el único fin de acabar
consumiendo más. Es aquí donde pretendemos profundizar, en una de las construcciones
del turismo, el turista. Entender las distintas tipologías, que entran en un amplio abanico
y que son separadas por dos extremos: alocéntrico y psicocéntrico (Plog, 1974).
Comprender la motivación del turista en sus dos vertientes y poder así explicar las
barreras que, por la personalidad, motivación, factores culturales y psicosociales del
turista, se crean a la hora de viajar y que son difíciles de traspasar sin perder o dejar de
lado las necesidades principales e iniciales que tenía el turista a la hora de iniciar el viaje.
Dejar de generalizar al turista y crear un producto más específico que atienda de verdad
sus gustos y le haga ser conocedor de lo que de verdad quería y lo que de verdad ha
recibido.
En definitiva, lo que se pretende, es conocer las motivaciones del turista y ser conscientes
de que las mismas crean unas barreras, desconocidas muchas veces, a la hora de viajar.
Que estas barreras no deben ser vistas como algo negativo y que simplemente deben verse
como algo que ayuda a entender al turista y mejorar su viaje. Con esta comprensión del
viajero se pretende reforzar un marco teórico ya existente y aumentar el conocimiento
sobre el mismo. Es decir, el análisis de las tipologías y las motivaciones turísticas
permitirá guiar la industria de viajes hacia una oferta que realmente interese al turista y
cumpla con sus expectativas dejando así de lado una generalización y masificación del
viaje. Permitiendo así que la industria crezca como realmente quiera el turista y no por la
inercia de algo que, por funcionar siempre generalmente bien, avanza solo. Se conseguirá
así un crecimiento acorde con el conocimiento turístico y se alcanzarán niveles de
sostenibilidad en la industria turística.
Para dar sentido a todo, responderemos a la hipótesis que guiará el estudio mediante la
elaboración de un marco teórico sólido, la elección de una metodología adecuada que nos
guie en el proceso y el desarrollo de conceptos clave fundamentales para el entendimiento
final de las tipologías turísticas y las elecciones que hace el turista, así como las
limitaciones que, sin darse cuenta, se crean en el propio turista.
2.2. OBJETIVOS Y RESULTADOS QUE SE PRETENDEN ALCANZAR
El objeto de estudio se centra en la siguiente hipótesis: resultará posible que se produzca
esta evolución de forma progresiva a medida que el turista vaya adquiriendo confianza a
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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la hora de viajar y aumente su interés por el viaje y sus diferentes tipologías, países o
culturas. Este cambio, de darse, también estará muy ligado, más allá de la propia
evolución del turista y su personalidad, al cambio en las motivaciones, su origen y como
son capaces de iniciar el viaje, lo que ofrece el propio destino, regulación de la
homeóstasis (Crompton, 1979), multicausalidad (ibid.) y otros factores que cobraran
importancia y trataremos llegado el momento.
Los objetivos generales del estudio son los siguientes:
1. Analizar si una persona que empieza su recorrido turístico adquiriendo una tipología
psicocéntrica, a medida que avanza su interés por el viaje puede ir evolucionando de
forma progresiva hacia la tipología alocéntrica.
2. Analizar cómo una persona que durante su día a día lleva una rutina perfectamente
organizada y estructurada, ya sea en el trabajo, vida familiar y social, y con un poder
adquisitivo elevado -lo que podríamos llamar, para comprenderlo mejor, como una vida
psicocéntrica- decide realizar un viaje con un carácter alocéntrico
Los objetivos específicos son:
1. Entender las motivaciones del turista alocéntrico y psicocéntrico.
2. Analizar y desarrollar las motivaciones clave que conducen el cambio de turista
psicocéntrico a turista alocéntrico.
3. Comprender al turista alocéntrico con un elevado poder adquisitivo.
En definitiva, el resultado principal que se pretende alcanzar con la elaboración de este
estudio es la comprensión del turista. Las tipologías están marcadas con un significado
previamente estudiado y desarrollado que las dota de sentido, y este significado hace que,
el viaje, aun en el mismo lugar, dependiendo de la tipología del turista desemboque en
experiencias totalmente distintas. El entendimiento del turista es primordial y de gran
utilidad para el desarrollo de la industria turística y los productos que se ofrecen al viajero.
3. MARCO TEÓRICO
A continuación, desglosaremos los distintos modelos teóricos que nos ayudarán al
desarrollo del estudio. Debido a que nuestro trabajo se centra en comprender las distintas
tipologías turísticas estableceremos como base teórica los modelos desarrollados por
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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Stanley Plog, J.L. Crompton o Erik Cohen entre otros para, una vez desarrolladas y
entendidas estas tipologías, poder explicar los distintos objetivos que se pretenden
alcanzar con este estudio.
Stanley Plog (1974) trató de entender la motivación del viaje mediante la comprensión de
las características personales del turista. Su estudio derivó en las definiciones de turista
psicocéntrico y alocéntrico fundamentales para la comprensión de este estudio y la
clasificación global del turista en cualquier estudio sobre las tipologías turísticas.
Erik Cohen (2005) trató de entender y desglosar tres principales tendencias en el turismo
contemporáneo. Buscó combinar la idea que se tiene del mundo actual y cómo el turista
decide enfrentarse a él durante el viaje. Se apoyó en el estudio previo de MacCannell
(1973,1976) y desarrolló una tendencia más, es decir, en su estudio acabó refiriéndose a
tres tendencias. La comprensión de éstas refuerza la teoría desarrollada por S. Plog.
J.L. Crompton (1979) trató de clasificar las motivaciones que existen en el turista antes,
durante y después del viaje. Sus conclusiones fueron que las motivaciones se dividen en
dos. Las primeras, motivaciones psicosociológicas, divididas a su vez en siete apartados,
y conocidos como factores push, de empuje. Las segundas, motivaciones de arrastre,
divididas en dos apartados, y conocidos como factores pull.
Los estudios anteriormente citados, han sido llevados a cabo desde el punto de vista
sociológico y antropológico por lo que es importante tener en cuenta los factores
emocionales y de personalidad. Estos se desglosarán y referenciarán también en este
estudio en la misma medida, y a la par, que los propios autores de las teorías principales
hicieron uso de ellos. El conocimiento de los mismos permitirá hacer relaciones con las
teorías previamente explicadas que reforzarán la comprensión de los objetivos tanto
generales como específicos.
3.1. MOTIVACIONES
En primer lugar, explicaremos todo lo referente a las motivaciones desde el punto de vista
psicológico, las diferentes corrientes teóricas que ha habido a lo largo del tiempo,
aportaciones y aclaraciones que han hecho diferentes psicólogos. Con esto pretendemos
crear unas nociones básicas para comprender el campo de las motivaciones y que la
transición a la comprensión de las motivaciones turísticas sea más sencilla.
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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Las motivaciones son aquellos estímulos que nos ayudarían a entender nuestro
comportamiento ante determinadas situaciones y por qué actuamos de una determinada
forma. Estos estímulos pueden ser de cinco tipos (Blanco et al. 2003): conscientes e
inconscientes, psicológicos o sociales y por último biológicos y son los que nos conducen
a realizar una acción que tiene un fin deseado. No tiene por qué darse un solo estímulo en
algo que nos motive, es más, pueden darse varios en una sola motivación. Es decir, a la
hora de actuar y comportarnos de una determinada forma frente a algo influyen tanto la
motivación y la experiencia que tenga hacia realizar algo como los motivos 1.
Los motivos pueden ser de dos tipos: primarios y secundarios (Blanco et al, 2003). Los
primarios son aquellos derivados de las necesidades básicas o primarias relacionadas con
la supervivencia -sueño, hambre, sed- y los secundarios, también conocidos como
psicosociales son aquellos que surgen de nuestro crecimiento, interacción -con otras
personas o con el medio- y aprendizaje del día a día -curiosidad o convencimiento entre
otros muchos-.
Volviendo a las motivaciones. En un inicio se las definió como algo que tenía un origen
intrínseco (Ryan y Deci, 2006) Más tarde se enfocó la motivación desde un punto de vista
fisiológico y homeostático dando lugar a la teoría del impulso, es decir, los motivos y la
motivación ayudaban a regular nuestro cuerpo y que este tuviese un equilibrio (Hull,
1943). Existen determinados hechos que perturbaban nuestro sistema homeostático
generando necesidades y por lo tanto el impulso de actuar para equilibrar nuestro sistema
una vez se había satisfecho esa necesidad -tengo sueño duermo, tengo hambre como-. Sin
embargo, esta corriente teórica se encontró con el siguiente fallo: no explicaba como
teniendo sueño la gente no dormía o como no teniendo sueño la gente dormía o
descansaba (Blanco et al, 2003).
La siguiente corriente teórica que abordó el campo de las motivaciones fue a través de los
autores que hablaron de la corriente conductista y la llevaron a este campo (Watson, 1913;
Pávlov, 1992 [1929]). Se volvió a hablar de estímulos -recordemos que con la fisiología
se comenzó a hablar de impulsos- y como estos nos llevaban a realizar una conducta -
1 Motivo→ Se trata de la razón que origina una actuación.
Motivación→ La fuerza que mueve a la persona a realizar dicha acción (Blanco et al, 2003).
Ejemplo: Tengo que realizar un viaje de trabajo a Barcelona porque debo realizar unas gestiones
presenciales que de otra forma serían difíciles de realizar de forma correcta.
El motivo es realizar las gestiones y la motivación que esas gestiones se realicen de forma correcta. Si solo
existe el motivo la acción no tiene por qué darse ya que el motivo es viajar, pero si no estoy motivado
porque esas gestiones se realicen de forma correcta puedo enviar a otra persona para que las haga.
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controlada por factores externos e internos y refuerzos primarios o secundarios- que
derivaría en un resultado, positivo o no, que a su vez marcaría futuros comportamientos.
Es decir, debido al valor que el sujeto dé a los resultados este motivará la conducta y
guiará los estímulos, de una manera u otra, en un futuro.
La siguiente corriente teórica que abordó el campo de las motivaciones fue a través de los
autores que hablaron de la corriente cognitiva y la llevaron a este campo (Gagné, 1965;
Piaget, 1975). Aquí las motivaciones se orientan al transcurso del conocimiento y
capacidad racional de las personas. Se hablaba de cómo los fines fijados por los sujetos
motivaban y guiaban el comportamiento gracias a lo que el sujeto sabía y era capaz de
razonar. O como el conocimiento sobre las expectativas generadas y el valor que se daba
a las mismas guiaban de nuevo la motivación.
A lo largo de los años llegaron más corrientes teóricas sobre las motivaciones como la de
A. H. Maslow (1943) de carácter humanista, que introducía, en su famosa pirámide,
nuevas motivaciones como la autoestima o autorrealización. También la teoría de las
necesidades motivacionales de McClelland (1987), de carácter conductista, el cual
afirmaba que el logro, el poder y la afiliación afectaban a las acciones de las personas. O
incluso la teoría de que no existe una sola motivación, sino que existen muchas y los
estímulos de estas se mezclan unas con otras, es decir, racionales con irracionales o
conscientes con inconscientes como ya hemos explicado al inicio.
Por último, llegó una importante teoría de carácter psicoanalítico en el estudio de las
motivaciones por su interés en como los aspectos inconscientes y las intuiciones nos
llevaban a comportamientos que racionalizábamos más tarde justificando así
comportamientos intuitivos. Es decir, las personas se pensaban que la racionalización
llegaba primero y el comportamiento después, cuando realmente era al revés, la
racionalización llegaba para justificar nuestro comportamiento. Jonathan Haidt (2019:85)
explica esta conducta en uno de sus ensayos de la siguiente forma: “Se puede observar a
menudo como la razón sirve a la intuición cuando las personas tienen un desconcierto
moral. Surgen sentimientos viscerales sobre cómo comportarse y como no y entonces las
personas luchan para fabricar justificaciones post hoc -a causa de esto, eso- para esos
sentimientos. Incluso cuando después de este intento de fabricación de justificaciones de
un comportamiento fracasa, es decir, el razonamiento fracasa, la intuición no cambia su
juicio inicial.”
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3.2. MOTIVACIONES TURÍSTICAS
En segundo lugar, explicaremos como actúan las motivaciones cuando hacemos turismo.
Debido a que a la hora de realizar un viaje confluyen muchas motivaciones el estudio de
éstas en el campo turístico se ha centrado en responder a las principales preguntas del
ciclo de vida del turismo: por qué viajo, dónde viaje, comportamiento en el destino y si
estoy satisfecho con mi viaje. Es a partir de estas preguntas que se han llevado a cabo
diferentes estudios sobre las motivaciones turísticas.
La corriente teórica sobre la que más se ha trabajado, y con la que J.L. Crompton (1979)
estableció su marco teórico, entendió que a la hora de viajar solo había una motivación2
y que esta estaba enfocada al escape del día a día y a la búsqueda de lugares. A querer
escapar se le dio el nombre de push, y pull3 recibió el nombre asociado a la búsqueda, es
decir, factores de empuje y de arrastre respectivamente. Los factores de empuje tendrían
una motivación interna y los de arrastre una motivación social. En otras palabras y para
entenderlo, se aceptó que los muchos comportamientos del turista -antes, durante y
después, relativo a la satisfacción que se siente, o no, al finalizar el viaje- se recogen en
dos necesidades que son las ya mencionadas. Tiene gran importancia entender la
satisfacción como parte crucial del ciclo de vida del turismo y también de la motivación.
Se trata de un factor a tener en cuenta ya que mide el éxito, o no, del viaje. Su
entendimiento es difícil para el turista puesto que las expectativas que se crean van a
determinar en gran medida el éxito o no del viaje. Es importante aquí que el turista
entienda sus expectativas para poder valorar con más criterio el éxito del viaje puesto que
la calidad que ha dado el destino no tiene por qué corresponderse con lo que el turista ha
percibido. Es decir, las expectativas, si el turista no analiza su viaje con un criterio
objetivo, posiblemente marcarán el éxito y este a su vez influirá en las motivaciones y
motivos del turista en su próximo viaje
Otra teoría sobre las motivaciones turísticas realizada por P. Pearce (1988; 1994) afirmaba
que esta no era de carácter estático e invariable sino al revés, que se trataba de una
motivación cambiante y que evolucionaba. Esta evolución se daba a la par de la propia
evolución del individuo y los factores influyentes eran la edad y la experiencia que
2 Realmente había varías motivaciones, pero era entendida, por su complejidad a la hora de viajar, como
una motivación con varias dimensiones. Es decir, debido a lo inabarcable y la complejidad de las
motivaciones a la hora de viajar el estudio de estas no se llevó a cabo desde un punto de vista tradicional,
sino que se abordó como una sola motivación con dos objetivos: escape y búsqueda. 3 A partir de ahora nos referimos siempre a push como empuje y a pull como arrastre
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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aportaba la misma, la experiencia turística o el nivel económico en las diferentes etapas
de la vida, siendo la experiencia, positiva o negativa, el factor más relevante en esta
evolución de las motivaciones.
3.3. TIPOLOGÍAS TURÍSTICAS EN BASE A LAS MOTIVACIONES
3.3.1. TIPOLOGIA DE STANLEY PLOG
Stanley Plog (1974) definió al turista, según su forma de realizar el viaje en dos tipologías
principales. Estas eran turista psicocéntrico y turista alocéntrico. Definió también niveles
intermedios, estos permitían aproximar al turista a aquella definición que más se acercaba
en función de sus características. Concluyó que la definición de cada una de ellas era:
• Psicocéntrico→ Son aquellos turistas que optan por destinos muy visitados y
familiares o iguales a su cultura. Resulta de suma importancia para ellos la
existencia de infraestructuras turísticas creadas específicamente, por la industria,
para la actividad. Priorizan el descanso y la relajación. Es por ello por lo que su
nivel de actividad es muy bajo y siempre que realizan actividades lo hacen de
forma estructurada o bajo un itinerario previamente definido y adquirido a la hora
de organizar el viaje junto con el viaje y el alojamiento. Su contacto con la
población local es nulo y no les resulta de interés.
• Mesopsicocéntricos→ Son aquellos turistas que optan por destinos visitados y
parecidos o muy similares a su cultura. Resulta de suma importancia para ellos la
existencia de infraestructuras turísticas creadas específicamente, por la industria,
para la actividad. Priorizan el descanso y la relajación. Es por ello por lo que su
nivel de actividad es bajo. Realizan actividades estructuradas, aunque tienen
tendencia a realizar actividades que se salgan, relativamente, de la organización.
Su contacto con la población local es más abierto y les resulta interesante,
adoptando así una actitud positiva hacia ellos.
• Céntricos→ Son aquellos turistas que varían, según el viaje, entre las tipologías
psicocéntricas y alocéntricas. Es decir, en función de la motivación o del tipo de
viaje y su interés por realizarlo, priorizarán o no la existencia de infraestructuras
turísticas, así como la realización de actividades en el destino o el contacto con la
población local. En definitiva, los destinos elegidos por estos turistas suelen ser
de fácil acceso.
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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• Mesoalocéntricos→ Son aquellos turistas que optan por destinos poco visitados y
que no tienen por qué ser similares a los de su cultura. Resulta importante para
ellos que existan unas mínimas infraestructuras turísticas. Priorizan la
exploración, evaluación e introspección propias, así como el conocimiento de la
cultura y forma de vida del lugar. Realizan actividades en función de las
necesidades y estímulos del momento. Estas, aunque poco comunes, y no elegidas
por los turistas de carácter psicocéntrico, pueden encontrarse a través de catálogos
o publicidad. Tienen gran interés en contactar con la población local y conocer su
cultura.
• Alocéntricos→ Son aquellos turistas que optan por destinos muy poco visitados y
exóticos, lugares incluso fuera de la industria turística. No suelen ser similares a
los de su cultura. No resulta importante para ellos que existan infraestructuras
turísticas, ni si quiera de forma mínima. Priorizan la exploración, evaluación e
introspección propias, así como el conocimiento de la cultura y forma de vida del
lugar. Realizan las actividades en función de las necesidades que tengan para
conocer de la forma más real posible las formas de vida y cultura del lugar,
llegando a adoptar la forma de vida de los residentes durante algunos días del
viaje. Es decir, buscan hacer, la experiencia, lo más real posible. Su interés en
contactar con la población local y conocer su cultura y formas de vida es total.
Este modelo es uno de los más referenciados en cuanto al estudio y comprensión de las
tipologías turísticas. Defiende que los rasgos inconscientes -temperamento- y conscientes
-carácter- con diferentes dimensiones cada uno recogidos por C. Robert Cloninger (1987
y Cloninger et al (2013), son de suma importancia a la adaptación, por parte del turista,
de una tipología turística. Es decir, el modelo trata de incorporar el elemento biológico
de la personalidad con el desarrollo fruto de la experiencia y el aprendizaje (Moreno et
al, 2017).
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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Figura 1. Gráfico Psicocéntrico y Alocéntrico con sus niveles intermedios según el modelo de Plog (1974)
FUENTE: PLOG, 1974
3.3.2. TIPOLOGÍA DE ERIK COHEN
Erik Cohen (2005), para la definición de las tipologías turísticas, tiene en cuenta la
globalización y el aumento de la industria turística. Habla de un mundo posmoderno que
necesita de nuevas tendencias en un turismo ya contemporáneo y plantea las tres
principales tendencias que guían este turismo. Todo el turismo contemporáneo o moderno
se encuentra bajo la “sombra” de la fabricación y la representación y es aquí donde Cohen
difiere de MacCannell.
MacCannell (1973, 1976) afirma que en el turismo hay dos factores: el de la autenticidad
y el de la representación. Desde su punto de vista, cualquier representación tiene tintes
negativos, aunque los acepta como necesarios para el turismo e incluso una forma de
evadirse de la globalización, es decir, lo ve como algo negativo pero necesario. Mientras
que Cohen defiende que hay una diferencia, distinguiendo entre representación encubierta
y manifiesta.
La representación encubierta, desde el punto de vista teórico -tanto para MacCannell
como para Cohen- trata de una realidad del día a día en el destino que no es parte de lo
vivido en el lugar, siendo exclusivamente para el uso del turista y por ende una
falsificación. Es aquí cuando Cohen introduce la definición de representación manifiesta,
que es aquella que sin ser parte de la realidad del día a día en el destino, y que por lo tanto
no es parte de lo vivido en el lugar, pueden ser ejemplos o comparaciones de algo original
que en ese momento se encuentra desaparecido o resulta inaccesible. Algunos ejemplos
son: colecciones de arte, museos o la cultura de grupos étnicos. Esta representación
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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manifiesta puede tener referentes externos -los anteriormente mencionados- o no tenerlos
-atracciones representadas basadas en temas imaginarios y que son posibles gracias al
gran avance informático, es decir, fantasía y tematización- dando lugar a parques
temáticos.
Lo anteriormente mencionado, en especial la representación manifiesta sin referentes
externos, lleva a tener en cuenta las nuevas tendencias que exige el mundo posmoderno.
Es aquí entonces cuando se habla de un turismo posmoderno como aquel que surge de la
gran movilidad que se está llevando a cabo en el mundo, tanto de personas, como de
bienes y de culturas. Esto lleva a una conglomeración y homogeneización de las mismas
que hace que las originales se vean alteradas. Cabe entonces preguntas como el turista se
comporta ante este mundo posmoderno, siendo aquí donde surgen las tres tendencias
elaboradas por Erik Cohen (2005).
• El primero denominado como: Post turista en busca de la distinción.
Se trata de aquel turista que disfruta de forma nimia de aquellos lugares que visita.
Este turista busca la aceptación social en el viaje, rechazando de forma automática
la búsqueda de lo auténtico. La novedad también es importante para él, siempre y
cuando se encuentre en culturas que puede “controlar” por la similitud a la suya.
Es decir, prioriza aquello que es más cómodo durante el viaje, sin importarle el
hecho que de lo que está disfrutando sea creado por y para el turismo. Buscan
experiencias distintivas, por eso viajan, pero siempre con una idea clara: la
experiencia que lleve a la distinción tiene que ser familiar, diferente y que
conduzca hacia la exclusividad. Se le asocia como un tipo de turismo muy ligado
a la clase, en especial clases sociales de un poder adquisitivo elevado, pero debido
a la globalización y masificación del viaje esta forma de viajar es cada vez más
común. En conclusión, buscan una experiencia de distinción, familiar y diferente.
Sus itinerarios son poco flexibles, es por ello por lo que sus actividades son
elegidas y pagadas en el lugar de origen. Apenas tienen contacto con la cultura y
habitantes locales y su planificación se lleva a cabo por turoperadores o agencias.
• El segundo denominado como: Turista de masas en busca de fantasía o turista de
masas individual. Es en este apartado donde Erik Cohen difiere de la teoría de
MacCannell. E. Cohen añade simplemente que la teoría de MacCannell, llegados
a este punto, puede reformularse y adaptarse a un mundo posmoderno que tendrá
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
17
turistas posmodernos, en vez de tachar la fantasía representada como algo
negativo. Cohen sin embargo incluye esta fantasía representada como una
representación manifiesta que origina la tipología turística mencionada y que
explicaremos a continuación.
Se trata de un turista que busca una “fantasía” de mano de empresas y agencias
especializadas en la tematización, normalmente a través de parques tematizados.
Este turista busca la satisfacción en la fantasía, una fantasía que, desde su punto
de vista, se encuentra en aquellos lugares que facilitan experiencias a través de lo
fantástico. Consideran que este turismo de fantasía tematizada - recordar llegados
a este punto que esta fantasía tematizada es nombrada por Cohen como
representación manifiesta- es una forma de escapar de la globalización y son
conscientes de que ese escape se produce gracias a una representación. Este turista
piensa y afirma que al igual que, en nuestro día a día, ha llegado una
representación gracias a medios como los libros, cines, televisión o videojuegos,
también puede llegar y darse esta representación en la industria turística. El turista
llega a desconectar del mundo real y de la globalización gracias a los avances
tecnológicos que permiten estimular al turista a través de vista, sonido y tacto. Se
dan dos tipos de parques temáticos. Los primeros, aquellos que son enfocados de
forma casi exclusiva al ocio y diversión, un ejemplo de esto son los parques de
atracciones. Los segundos, aquellos que son enfocados para evocar eventos del
mundo de épocas pasadas, presentes y futuras, un ejemplo de esto son las
representaciones de poblados o tribus en las que el propio turista es un habitante
más de la época. Estos parques pueden construirse en cualquier lugar que tenga
espacio para albergarlos, lo que influye en la elección del lugar por parte del
turista, es decir, debido a que lo que le importa es el parque, su localización en la
mayoría de los casos pasa a segundo plano. Si bien es cierto que a medida que
pasa el tiempo, estos parques acaban siendo relevantes para la ciudad dotándola
de ciertas singularidades. En este tipo de turista suele darse un hecho que es
importante mencionar: si la ciudad en la que está instalado el parque es
emblemática el turista suele dedicar un día de su viaje a visitarla. Si bien es cierto
que este hecho no se produce siempre y el turista sigue orientando el viaje en su
totalidad a la fantasía. En conclusión, buscan una experiencia de diversión y
escape de la globalización, en familia o con amigos y que sea totalmente diferente.
Sus itinerarios son poco flexibles y están ligados a las actividades que se pueden
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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desarrollar en el parque. Apenas tienen contacto con la cultura y habitantes locales
y su viaje está orientado desde un principio a disfrutar del parque.
• El tercero denominado como: Turista extremo en los márgenes.
Se trata de aquel turista que realiza un gran esfuerzo organizativo -a veces también
económico, aunque no siempre- por realizar viajes inhóspitos. Rechazan el
turismo anteriormente explicado y en cada viaje buscan alejarse de la
globalización. Priorizan siempre destinos poco habitados o incluso destinos no
visitados antes por ningún turista. Buscan explorar el lugar y cada viaje resulta un
desafío en busca de lo auténtico. Su interés por la cultura del lugar que visitan es
máximo, así como el contacto con la población local. Las actividades que realizan
en el lugar son aquellas que ven necesarias para enriquecer su experiencia de
autenticidad y no están planeadas con anterioridad, es decir, van surgiendo a
medida que se desarrolla el viaje. Muchas veces estas actividades son muy
arriesgadas con el único fin de incrementar la emoción durante el viaje. Llegados
a este punto es importante explicar una condición de este turista que puede resultar
contradictoria con el tipo de viaje que hacen. Como ya hemos mencionado, debido
a la inaccesibilidad del lugar su organización antes de realizar el viaje alcanza
niveles muy elevados, lo cual es similar a la organización del viaje del Post turista
que busca distinción. La diferencia aquí es que este turista extremo organiza solo
su viaje por las dificultades del destino y porque de otra forma sería imposible
llegar al destino y viajar en él. Dicho de otra forma, su organización respecto a
llegada y material -ropa adecuada, calzado o complementos- que van a usar en el
lugar es mucho, pero solo antes de sumergirse en el viaje, es decir, una vez están
allí la organización y planificación de actividades es nula. Sus viajes suelen crear
tendencias en el turismo, en especial a los mochileros contemporáneos 4, y es
posible que estos turistas terminen por llevar a cabo un papel de suma importancia
a la reorientación del turismo cuando este llegue a puntos de difícil viabilidad
debido a la globalización. En conclusión, buscan una experiencia totalmente
4 Se trata de una tipología turística también recogida por Cohen. Son caracterizados porque viajan por su
cuenta. Prefieren lugares nuevos y su contacto con la sociedad local es importante para ellos. No les importa
tener contacto con otros turistas y hacen uso de algunas infraestructuras creadas por el turismo. Wheeler
(2020) los define como aquellos turistas casi extremos que viajan por caminos vírgenes cercanos a los
caminos pateados. Reciben una gran influencia de los turistas extremos y acabarán realizando los viajes
que estos hacen.
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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diferente y alejada de los márgenes del turismo. Viajan solos, acompañados por
otra persona o en pequeños grupos. Su viaje está muy organizado y siempre con
mucha antelación por las condiciones del lugar. Las actividades que llevan en el
destino buscan la emoción y suelen surgir en función de las necesidades del
viajero. Tienen gran interés por la cultura del lugar que visitan, así como por los
habitantes locales.
3.3.3. TIPOLOGÍA DE J.L. CROMPTON
J.L. Crompton (1979) no estableció tipologías turísticas como tal, sino que, mediante el
estudio de las motivaciones y su clasificación trató de averiguar cómo estas influían en el
turista antes, durante y después del viaje. Las motivaciones se dividían en dos. Las
primeras, motivaciones psicosociológicas o factores de empuje y las segundas factores de
arrastre. Es importante entender cada una de estas motivaciones, pues en función de
cuáles y cómo se despierten de forma más natural y común en el turista acabarán dándose
unos u otros perfiles turísticos. Es decir, según lo que más peso tenga en el turista y lo
que más le motive le llevará a realizar uno u otro viaje enfocando este de diversas formas.
La teoría sobre las motivaciones turísticas de J.L. Crompton (1979) es la que más
relevancia ha tenido hasta el día de hoy. El éxito de la teoría de Crompton se encuentra
en que es la que más en cuenta tiene todas las teorías que afectan a las motivaciones
turísticas y las reúne y esquematiza en una sola explicación. Desde los factores de empuje
y arrastre, hasta los aspectos de multicausalidad.
Crompton pretendía por un lado identificar las motivaciones de los turistas elaborando un
marco conceptual en el cual se explicasen como estas afectaban a la hora de seleccionar
un destino. Por otro lado, Crompton añadió el siguiente punto crucial: este entendimiento
y clasificación de las motivaciones permitiría segmentar a los turistas en diferentes
tipologías, según actuaran estas en el turista.
Los puntos de inicio del estudio fueron los siguientes:
• Restauración de la homeóstasis, principio homeostático → Vemos aquí como
Crompton trata de dar respuesta a la teoría del impulso aceptando que la
motivación se origina cuando efectivamente, hay una alteración del equilibrio en
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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el organismo. Crompton traslada esto al turismo y afirma que el turista al
encontrarse en un estado que le resulta desagradable busca volver a ese equilibrio
mediante el viaje y regular de esta forma aquellos aspectos que, durante su día a
día, le provocan un desequilibrio. Es así como mediante el viaje se busca activar
o relajar el propio turista -su organismo- en función de cómo haya sido su
desequilibrio. Un ejemplo de esto es el siguiente: si el turista necesita activarse,
mediante el viaje buscará esa activación a través de la realización de actividades
que consigan este fin, por el contrario, si el turista, en su día a día, se encuentra
con unos niveles de activación muy elevados, mediante el viaje buscará esa
relajación a través de la realización de actividades que consigan ese fin.
• Factores de empuje y de arrastre. Quizás es en este punto donde Crompton hace
más hincapié. Como ya hemos comentado los factores de empuje -también
conocidos como sociopsicológicos (Blanco et al, 2003) -son aquellos que,
originados en el propio sujeto, instigan a este a tomar la decisión de viajar,
mientras que los factores de arrastre son los que ayudarían a la elección del destino
por sus características. Más tarde Crompton hace la siguiente distinción sobre los
factores de empuje y de arrastre. Los primeros crean un deseo en el turista de huir
de su rutina y entorno del día a día, mientras que los segundos buscan una
recompensan a través de las características del destino. Por último, y en relación
con lo anterior, Crompton afirma que los factores de empuje por sus características
sociopsicológicas podrían intervenir en los factores de arrastre, es decir, podrían
intervenir también, una vez se ha despertado el deseo de viajar, en la elección del
destino. También aplica esto de forma viceversa y afirma que lo que ofrece el
destino puede satisfacer los aspectos sociopsicológicos que han despertado el
deseo del viaje, es decir, el destino satisface estos aspectos sociopsicológicos y
por ende las motivaciones del turista se ven satisfechas (Crompton y McKay,
1997). Parece clara entonces la conclusión que se hace respecto a los factores de
empuje y arrastre: los dos factores tienen características diferentes, pero a la vez
actúan, la una para con la otra, de forma subyacente en el comportamiento del
turista.
Para finalizar y terminar de entender el modelo de las dos fuerzas mostraremos el
desarrollo que Crompton elabora de cada una de ellas.
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
21
Motivaciones de empuje, sociopsicológicas o push
1. Escape del ambiente cotidiano → Se trata de un cambio temporal de ambiente,
que puede referirse al lugar de residencia, al hogar o al entorno laboral. En suma,
el turista buscaría que los destinos fuesen diferentes con respecto a su entorno
habitual tanto física como socialmente.
2. Exploración y evaluación del yo → El componente de novedad física y social
presente en las vacaciones hace que éstas sean una oportunidad para que el turista
explore su propia identidad y para el autodescubrimiento, así como para poner en
práctica imágenes sobre sí mismo y evaluarlas.
3. Relajación → Se refiere fundamentalmente a la relajación mental que deriva por
ejemplo de la práctica de hobbies e intereses que no se pueden desarrollar en la
vida diaria, más que a la relajación física. Esta última no siempre tiene lugar en
las vacaciones y así, algunos de los sujetos entrevistados por Crompton afirmaban
regresar agotados a su lugar de residencia tras el periodo vacacional.
4. Prestigio → Viajar es símbolo de un estilo de vida superior, si bien llegada la
democratización del acceso a medios de transporte y la generalización del turismo
cada vez este halo de estatus asociado al viaje se hace más difuso.
5. Regresión → Se produce en dos sentidos: por un lado, las vacaciones suponen una
ruptura con los roles y obligaciones cotidianas y facilitan un tipo de
comportamiento que podría calificarse de irracional, pueril o adolescente; por otra
parte, el turista también podría estar motivado por el deseo de retornar a una época
donde el estilo de vida era más simple, lejos de la complejidad e incertidumbre de
la actual sociedad altamente tecnificada.
6. Mejora de las relaciones de parentesco → Las vacaciones constituyen una
oportunidad para reunir a miembros de una familia y enriquecer las relaciones
entre ellos. El viaje y la estancia suponen un incremento de la proximidad física y
de las posibilidades de interacción.
7. Facilitación de la interacción social → Crompton afirma que existen viajes más
orientados a las personas que a los destinos. En efecto, las vacaciones son un
tiempo propicio para conocer gente nueva y así intercambiar opiniones, extender
el número de contactos sociales o simplemente disfrutar de gente que no es
familiar. También puede existir el deseo de interaccionar con la población local,
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
22
si bien lograrlo reviste algunas dificultades y muchos turistas acaban
relacionándose con otros turistas. La cercanía en el alojamiento y el participar en
viajes organizados son factores que facilitan la interacción social. Respecto de los
viajes organizados, en ellos operan una serie de elementos que propician este
hecho: compartir experiencias, proximidad física, existencia de individuos con
intereses comunes en el grupo o la incorporación al grupo de nuevos miembros
que son introducidos por individuos ya miembros.
Motivaciones de arrastre o pull
1. Novedad → Se identifica con la curiosidad, la aventura, la búsqueda de lo nuevo
y diferente y, sobre todo, en el sentido de vivir una nueva experiencia con cierta
independencia del grado de conocimiento que se tenga del destino. No obstante,
existen casos en los que el viajero elige destinos que ya le son habituales.
Crompton lanza tres hipótesis para explicar este hecho: la primera, pueden ser
individuos que tratan de satisfacer necesidades sociopsicológicas más que
motivos culturales. La segunda, adoptan una estrategia conservadora para reducir
el riesgo de que un destino poco familiar no resulte tan satisfactorio como el ya
conocido. La tercera, pueden verse condicionados por el miedo a lo desconocido.
Así, en el turista podría darse una combinación de búsqueda de lo nuevo y de
estrategias de minimización de riesgos ante lo diferente. Entre estas estrategias,
Crompton cita los viajes organizados y la exposición gradual a situaciones
novedosas, tomando como punto de partida lo ya conocido.
2. Educación → Se caracteriza el viaje turístico como una forma de satisfacer
necesidades educativas y de adquirir un bagaje cultural, llegando a considerarse
prácticamente una obligación moral el conocer aquellos lugares que son
particularmente accesibles a los sujetos.
• Multicausalidad. Se trata del último punto de los tres tratados por Crompton para
elaborar su marco teórico. El autor asumió la multicausalidad para explicar el
comportamiento del turista a la hora de viajar. Afirmó que las motivaciones eran
el punto más importante a tener en cuenta, pero que la propia motivación tenía
varias dimensiones -puesto que el sujeto tenía varios motivos para viajar- y que
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
23
no solo esta afectaba en el viaje, también lo hacían factores como el entorno o el
aprendizaje. Una vez hemos visto cómo se asume la multicausalidad por parte del
autor, pasaremos a explicar en qué punto se da este hecho.
Debemos hacer para ello una unión con el punto anterior: factores de empuje y
arrastre y su división en dos grupos con siete y dos motivaciones cada uno
respectivamente.
Al observar que cada grupo y entender las distintas motivaciones que tiene,
podemos deducir que varias de ellas pueden darse a la vez o superponerse en el
turista. Mostraremos a continuación una serie de ejemplos en los que mostraremos
como estás motivaciones se superponen o dan a la vez.
Respecto a las motivaciones de empuje podemos observar que las siguientes
motivaciones: relajación, prestigio y mejora de las relaciones de parentesco
pueden darse a la vez sin ningún impedimento. Ejemplo: un viaje al archipiélago
de San Bernardo en Colombia con tus padres y hermanos. Este viaje cumpliría
con las tres motivaciones mencionadas puesto que permitiría la relajación en
playas y resto de la isla, demostrando cierto poder adquisitivo y mejorando, por
estar en una situación de relax, tu relación fraternal.
Respecto a las motivaciones de arrastre podemos observar que las siguientes
motivaciones: novedad y educación pueden darse a la vez sin ningún
impedimento. Ejemplo: un viaje a la Ciudad de los Muertos en Egipto. Se trata de
una ciudad cementerio con más de 6 km de largo donde conviven tumbas
familiares con familias que viven en las tumbas y realizan su día a día en el lugar.
Este viaje cumpliría con las dos motivaciones mencionadas puesto que permitiría
conocer una ciudad totalmente nueva y diferente al estilo de vida occidental
permitiéndote aprender de su cultura y aumentando tu experiencia y aprendizaje
a nivel humano.
Por último, pondremos un ejemplo en el que se pueden dar a la vez motivaciones
del grupo de empuje, sociopsicológicas, y del grupo de arrastre. Demostrando así
lo mencionado en el apartado dos: los dos factores tienen características
diferentes, pero a la vez actúan, la una para con la otra, de forma subyacente en el
comportamiento del turista. Ejemplo: un viaje de intercambio de un alumno que
va a estudiar en Australia durante nueve meses. En este viaje la interacción social,
el escape del ambiente cotidiano -en especial los primeros meses-, la exploración
y evaluación del yo, junto con la novedad y la educación, se dan sin ningún tipo
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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de problemas. Se estaría conociendo la persona en los primeros meses de
adaptación. Dejaría atrás su estilo de vida respecto a la escuela y resto de
obligaciones en su país de origen mientras conoce e interactúa con otras personas
en un ambiente totalmente nuevo que permitirá un aprendizaje tanto educativo
como cultural.
En definitiva, si las motivaciones de empuje se despiertan más en el turista, el
viaje sería un instrumento para satisfacer esas necesidades de tipo
psicosociológico, siendo el destino en sí, menos importante. Sin embargo, si las
motivaciones de arrastre son las que tienen más relevancia en el turista, el destino
y sus características serían el instrumento para satisfacer las necesidades, de tipo
cultural, que se han despertado en el turista satisfaciendo así a este.
Hemos podido observar diversas teorías de diferentes autores a la hora de explicar tanto
las tipologías turísticas como las motivaciones. Hemos mostrado aquellos autores que han
sido los más relevantes y cuyos estudios más se han citado y tenido en cuenta tanto en el
estudio de las tipologías como de las motivaciones, pero podemos encontrar muchos más.
Por ejemplo, Beltrán-Bueno y Parra-Meroño (2017) definen cuatro grupos: racionales,
antropológicos, emocionales y hedonistas. Cada uno, en función de las motivaciones que
se despiertan, con características similares a psicocéntricos y alocéntricos. Estos dos
autores terminan afirmando que las motivaciones son un buen criterio para segmentar el
mercado turístico.
Hemos seleccionado y explicado aquellos que más aspectos tuvieron en cuenta a la hora
de elaborar sus teorías y porque, sobre todo en el campo de las tipologías, todos tratan
aspectos muy parecidos respecto al tipo de turista difiriendo solo en el nombre y en
algunas cualidades que aplican a los distintos turistas. Es decir, aun con diferentes
nombres vemos similitud entre el turista psicocéntrico de S. Plog y el post turista de E.
Cohen y está similitud la veríamos, si comparamos, con otros autores que han tratado este
tema.
Respecto al campo de las motivaciones, hemos tenido en cuenta a autores que hicieron
importantes avances en el campo y posteriormente hemos seleccionado aquellos autores
que mejor supieron cohesionar a los autores que estudiaron los diferentes modelos
teóricos de las motivaciones con las motivaciones turísticas.
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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En definitiva, encontramos respecto a las tipologías turistas tres niveles claros5:
psicocéntrico, céntrico y alocéntrico. Cada una con niveles medios. Y respecto a las
motivaciones turísticas encontramos tres aspectos a tener en cuenta: restauración de la
homeóstasis, factores de empuje y de arrastre y multicausalidad.
Estos aspectos nos ayudarán a partir de ahora a abordar las cuestiones y objetivos
principales del trabajo desarrollados en el punto dos.
4. ENTENDER LAS MOTIVACIONES Y AL TURISTA SEGÚN SU
TIPOLOGÍA
Como hemos podido observar, tanto las motivaciones, el aprendizaje, como la situación
en la que se encuentre el turista influye en el viaje, su elección, la toma de decisiones
durante el desarrollo del mismo y la evaluación final que se hace de este.
A pesar de todo esto, resulta complicado, por la complejidad que conlleva analizar la
conducta de las personas, entender las tipologías si no enfocamos una tipología de viaje
desde la perspectiva de ese turista. Es decir, si intentamos empatizar con un turista
alocéntrico o psicocéntrico estableciendo como punto de partida la manera de viajar que
tenemos nosotros, será complicado comprender al turista. Solo si nuestro estilo de viaje
se acerca al turista que analizamos -alocéntrico o psicocéntrico-, seremos capaces de
comprender, con más facilidad, a estos turistas. Es por este motivo que a continuación
intentaremos terminar de entender, mediante dos casos de estudio basados en historias
reales y sabiendo ya cómo afectan las motivaciones en el turista, ambos extremos del
turismo, para a continuación, poder entender los niveles intermedios de estas tipologías y
abordar los siguientes objetivos del estudio.
4.1. EL TURISTA ALOCÉNTRICO. ESTUDIO DE CASO
Intentaremos a través de esta historia trasladar la motivación del turista alocéntrico a la
forma de viajar que, en nosotros, es capaz de motivar nuestro viaje. Buscaremos así
5 Desde este punto del estudio cada vez que hablemos de tipologías turísticas, nos referiremos a la
terminología utilizada por S. Plog.
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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empatizar con el turista alocéntrico y entenderlo. Lo haremos a través de un turista
alocéntrico que enfoca la mayoría de sus viajes en la montaña y en el deporte.
El protagonista de la primera historia se trata de Kilian Jornet. Un deportista de élite que
viaja por el mundo adquiriendo, por su forma de viajar, la tipología alocéntrica dentro de
un ámbito deportivo. Contaremos su historia y remarcaremos los distintos momentos que,
según el marco teórico de las motivaciones, afectan a la toma de decisiones a la hora de
viajar. Tendremos en cuenta y extrapolaremos, una vez contada la historia, los momentos
en los que, la regulación de la homeóstasis, los factores de empuje y arrastre y la
multicausalidad (Crompton 1979), tienen efecto en la toma de decisiones de nuestro
protagonista.
Según sus propias palabras, esta es la definición que hace de sí mismo Kilian.
“Me defino como un amante de la montaña. Me gusta la competición por las amistades y
la superación, pero para mí el deporte es, por encima de todo una forma de descubrir
paisajes tanto internos como externos. Me gusta el silencio y la soledad, aunque también
me atrae la comunicación, escuchar, leer, escribir y viajar. Soy casi nómada, viviendo a
caballo entre Chamonix, Tromso, el Pirineo… Vivo persiguiendo y luchando por mis
sueños.” (Jornet, 2012)
Su pasión por la naturaleza viene desde pequeño, sus padres eran guías de montaña y se
encargaban de un refugio en los Pirineos. Este factor le hizo vivir la montaña desde
pequeño y con tan solo tres años ya tenía en sus piernas su primer tres mil.
En su adolescencia Kilian empezó a ser conocido por las carreras de Trails6. Empezó a
participar en ellas con veinte años. Viajaba a los diferentes países donde estas se
organizaban y como ha reconocido llegaba a estas con el único objetivo de ganar y ser el
mejor. Durante los siguientes diez años se subió a lo más alto del pódium en las carreras
Trails más importantes, marcando un antes y un después en esta modalidad de maratón y
consiguiendo el reconocimiento de todos los seguidores de este deporte. A lo largo de
estos años de carreras la mentalidad de Kilian fue evolucionando y su motivación por
conseguir la victoria en estas carreras, poco a poco, fue desapareciendo.
6 Se tratan de carreras practicadas en la montaña, maratones (100 km) con avituallamientos en los que los
corredores se paran minuto y medio a reponer para después continuar.
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27
“Y en medio de la carrera, lloré, estaba triste, de repente perdí el placer de correr por la
montaña y eso me hizo abandonar.” (ibid.)
Desde aquel día que abandonó una de las carreras Trails más importantes Kilian priorizó
otros fines y acuñó una frase que le acompañaría el resto de su carrera deportiva: “La
sociedad de hoy en día nos lleva a valorizar más los resultados y a buscar una belleza que
es efímera” (ibid.). Continuó visitando la montaña y acudiendo a los eventos organizados
en ella, pero esta vez por puro placer. Un turista disfrutando del paisaje y sus medios
naturales. En una entrevista se le preguntó por qué seguía viajando para participar en las
carreras si ya no estaba motivado como antes por la victoria, su respuesta fue clara: “Me
gusta seguir compitiendo porque es un entrenamiento muy bueno, que me exige más, esta
competición la complemento con esquiar o correr y todo esto junto es lo que me llena”
(ibid.). Y es quizás aquí, llegados a este punto, cuando Kilian realizó uno de los cambios
más importantes en su vida que le llevó, posiblemente sin darse cuenta, a formar parte de
la tipología de turistas alocéntricos.
“Necesito vivir la montaña al máximo, sentirla, si dejo de hacerlo por unos medios,
buscaré otros, soy consciente de que me juego la vida en cada una de estas expediciones,
pero es mi pasión, lo que me llena y hace feliz, lo entiendo yo y mi familia, que para mí
es lo más importante” (ibid.).
En el mes de mayo de 2017 Kilian se preparaba para uno de los retos más ambiciosos de
su vida. Su plan era el siguiente: viajar a Nepal y lograr cima en el Everest, sin oxígeno.7
Solo sabía esto su patrocinador y su familia. A pesar del hermetismo con el que se realizó
el viaje, Kilian realizó en los meses previos una preparación exhaustiva y concisa en los
tres niveles fundamentales: mental, físico y material. Realizó la primera ascensión en
veintiséis horas, descendió a campo base y debido a que no estaba contento con el tiempo
de la primera ascensión, sin decir nada a nadie, espero tres días para recuperarse y volvió
a ascender al Everest, esta vez, en diecisiete horas, un récord absoluto reconocido por la
Himalayan Database.
A lo largo de su vida Kilian ha continuado realizando retos en la montaña y viajando por
el mundo. Ha contado su experiencia a través de entrevistas, redes sociales y libros bajo
7 La mayoría de las expediciones que se hacen al Everest son realizadas con oxígeno. De hecho, uno de los
problemas que está teniendo la montaña más alta del mundo es la cantidad de residuos que generan las
propias bombonas de oxígeno utilizadas por los alpinistas.
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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una máxima “Talks minous action equals zero” (ibid.) y una creencia “El mejor momento
es siempre ahora” (Jornet, 2018:240), hablando de ellas una vez ha finalizado el viaje,
tras haber conectado con el destino lo máximo posible y respetando la naturaleza y el
entorno que lo rodea.
ESTUDIO DE CASO
A continuación, veremos cómo han actuado las motivaciones turísticas -a través de la
teoría de J.L. Crompton- en Kilian Jornet a lo largo de su vida para finalizar concretando
por qué Kilian es un turista de carácter alocéntrico.
Desde un inicio hemos podido observar que lo que más peso ha tenido en la figura de
nuestro protagonista han sido los factores de empuje y arrastre, especialmente los
primeros. Una vez actuaban las motivaciones sociopsicológicas, el interés por el viaje se
despertaba. Al ser prioritarias las motivaciones de empuje, el destino pasaba “casi” a un
segundo lugar. Es decir, no le importa el destino siempre y cuando tenga montaña y pueda
vivir en él las experiencias que ésta puede darle, pero el destino debe tener esta condición
indispensable, la montaña. Dicho de otra forma, las características propias y específicas
del destino son la montaña.
Respecto a las motivaciones de empuje o sociopsicológicas las que más actúan en nuestro
turista son:
• Exploración y evaluación del yo→ Incluimos esta motivación por sus
declaraciones en entrevistas en las que afirma que le gusta la soledad, conectar
con la naturaleza y leer. Siendo estos aspectos fundamentales para crear un
entorno en el que el turista explore su propia identidad mediante la introspección
y encuentre aquello que le hace feliz.
• Relajación→ Incluimos esta motivación por sus declaraciones en libros y
entrevistas en las que afirma que realizar retos deportivos y escapadas a la
montaña le hacen conectar consigo mismo, relajarse, encontrarse y encontrar más
motivos para continuar haciendo estos viajes que le hacen estar feliz.
• Facilitación de la interacción social→ Incluimos esta motivación por las
características en las que se han dado sus viajes los últimos años. Durante sus
viajes y expediciones ha conocido gente con sus mismas inquietudes para en un
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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futuro, acabar realizando estos viajes y retos con ellos. También le ha permitido
llegar a un gran número de personas mediante sus libros y redes sociales que
siguen sus hazañas y estilo de vida. Por último, este reconocimiento mediático ha
hecho que marcas especializadas en material deportivo y para viajes se interesen
en su figura y le ayuden a preparar -con material y medios- un gran número de sus
viajes.
Respecto a las motivaciones de arrastre las que más actúan en nuestro turista son:
• Novedad→ Incluimos esta motivación ya que siempre busca a través del destino
y la cultura llevar a cabo sus retos y expediciones. Busca siempre una nueva
experiencia y en lugares que están muy concurridos busca alternativas nunca
vistas. Por ejemplo, en su última expedición al Everest ha buscado alcanzar la
cima por una ruta poco común, que solo se puede acceder mediante ella en función
de las condiciones meteorológicas y abierta en el año 1963. También ha realizado
contactos con las culturas de los lugares a los que ha viajado. En el año 2015 tras
el terremoto en Nepal, aplazó una de sus expediciones para poder vivir con la
sociedad nepalí y ayudar en las reparaciones necesarias provocadas por los
destrozos del terremoto.
Las primeras motivaciones han creado un deseo en el turista de huir, mientras que las
segundas buscan una recompensa a través de las características del destino, en este caso
un destino con montaña.
Recordemos, por último, que los factores de empuje por sus características
sociopsicológicas pueden intervenir en los factores de arrastre, es decir, podrían intervenir
también, una vez se ha despertado el deseo de viajar, en la elección del destino y en
nuestro turista, estas motivaciones sociopsicológicas que se despiertan afectan en la
elección del destino ya que son satisfechas casi de forma exclusiva a través de la montaña.
Continuamos con la explicación de otro de los factores que afectan a las motivaciones
turísticas y que han tenido efecto en Kilian: la regulación de la homeóstasis. Durante un
periodo de su vida se produjo una ruptura de equilibrio, entonces al encontrarse en un
estado que le resultaba desagradable buscó mediante nuevas formas de viajar a la montaña
y con expediciones nunca realizadas volver a ese equilibrio mediante el viaje. Consiguió
regular de esta forma aquellos aspectos que le provocan un desequilibrio, en este caso
perder la pasión y motivación en la montaña. Es así como mediante el viaje y nuevas
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actividades, o mismas actividades con distinto fin, buscó volver a activarse y encontrar
esa relajación, equilibrio y activación que la montaña le daba.
Para finalizar, hablaremos del último factor que afecta a las motivaciones turísticas y que
también se ha visto reflejado en Kilian: la multicausalidad. Las motivaciones son el punto
más importante a tener en cuenta, pero vemos que, en nuestro protagonista, esta
motivación tiene varias dimensiones ya que se despiertan varias motivaciones de empuje
y una de arrastre más la regulación de la homeóstasis.
Por último, ¿es nuestro protagonista un turista alocéntrico? Podemos ver que no resulta
importante que existan infraestructuras turísticas. Prioriza la exploración, evaluación e
introspección propias, así como el conocimiento de la cultura y forma de vida del lugar.
Las actividades que realiza en los diferentes destinos son elegidas en función de las
necesidades que tenga. Llega a adoptar la forma de vida de los residentes durante algunos
días del viaje. Buscan hacer, la experiencia, lo más real posible. Para terminar, realiza
rutas y expediciones no realizadas previamente, estas requieren de una gran preparación
mental, física y de material y en un futuro guiarán los viajes de muchas personas. Es por
todo esto que sí se puede considerar a nuestro protagonista un turista de carácter
alocéntrico.
Kilian encuentra emoción por esta forma de viajar y este estilo de vida. La organización
y preparación previa le emocionan y le llevan a estar más cerca de su destino. Lo asimila
como algo corriente, como algo que forma parte de su vida nómada y son estos factores
junto con la motivación lo que lo hace un turista alocéntrico puro. La sencillez que da a
todo y la necesidad de vivir la montaña hacen que, para él, practicar este tipo de turismo,
sea algo sencillo y casi la única opción.
4.2. EL TURISTA PSICOCÉNTRICO. ESTUDIO DE CASO
Intentaremos a través de esta historia trasladar la motivación del turista psicocéntrico en
el momento de planificar el viaje. Buscaremos así empatizar con el turista psicocéntrico
y entenderlo. Lo haremos a través de un turista psicocéntrico que enfoca la mayoría de
sus viajes desde la comodidad que aportan las infraestructuras turísticas.
El protagonista de nuestra segunda historia se trata de Luis Arturo Villar, más conocido
como Luisito Comunica. Un creador de contenido online a través de videos que viaja por
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el mundo adquiriendo, por su forma de viajar, la tipología psicocéntrica dentro de un
ámbito cultural. Contaremos su historia y remarcaremos los distintos momentos que,
según el marco teórico de las motivaciones, afectan a la toma de decisiones a la hora de
viajar. Tendremos en cuenta y extrapolaremos, una vez contada la historia, los momentos
en los que, la regulación de la homeóstasis, los factores de empuje y arrastre y la
multicausalidad, tienen efecto en la toma de decisiones de nuestro protagonista.
Nuestro protagonista de esta historia ha contado en gran cantidad de videos que siempre
le ha apasionado viajar. A la edad de 18 años realizó su primer viaje fuera de su ciudad
natal -Ciudad de México- a Estados Unidos y desde ese momento continuó viajando sin
detenerse hasta el día de hoy. Cuando alcanzó el millón de seguidores en la red social
YouTube comenzó a enfocar su contenido de forma casi única y exclusiva al viaje.
Ha visitado todos los continentes y más de 75 países. El contenido de sus videos tiene una
estructura similar a pesar de que los países a los que viaja son diferentes. Muestra cómo
es el país de la mano de un guía que contrata en todos los lugares que visita. A
continuación, suele mostrar algunas de las características más peculiares de la cultura que
visita o las actividades con las que ocupan el tiempo sus habitantes, tanto de ocio como
laborales. Muestra también, dedicando de forma exclusiva un video en cada país, cómo
comen y su gastronomía. La temática de los hoteles en los que se aloja ocupa otro video
y muchas veces, en especial si el viaje que realiza es de larga duración, muestra cómo es
el avión en el que viaja y algunos consejos para afrontar viajes largos. Suele viajar
acompañado ya sea con amigos, en pareja o familia y siempre intenta mostrar los lugares
a los que viaja de la manera más real posible.
En definitiva, se trata de un turista que realiza viajes de forma muy organizada y que da
mucha prioridad a la infraestructura turística, desde desplazamientos, hoteles, hasta guías
que le hagan más cómoda y fiable su estancia en el lugar.
Con la llegada del coronavirus Luisito, junto con el resto del mundo, se vio en la
obligación de confinarse y dejar los viajes. Durante los tres meses que duró la cuarentena
mundial no realizó ningún viaje y aunque en un principio aseguraba en sus videos que
llevaba tiempo buscando este descanso en su casa y país de origen, cuando se acercaba el
final del confinamiento empezó a manifestar su deseo de volver a viajar. Acabó la
cuarentena y realizó su viaje más largo hasta la fecha hacia el centro y sur del continente
africano -lo había visitado previamente, pero por el norte-. Comenzó en Kenia y continuó
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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en Sudán del Sur, países donde los respectivos gobiernos habían tomado escasas o
ninguna medida contra el virus.8
Ha iniciado innumerables proyectos asociados al viaje, entre ellos su libro de fotografía
y viajes -Lugares Asombrosos- en el que cuenta como viajar y las características más
destacables de cada lugar.
ESTUDIO DE CASO
A continuación, veremos cómo han actuado las motivaciones turísticas -a través de la
teoría de J.L. Crompton- en Luis Arturo Villar a lo largo de su vida para finalizar
concretando por qué Luisito se puede considerar un turista de carácter psicocéntrico. Pero
antes es necesario realizar una aclaración.
Si se conoce la trayectoria de Luis Arturo Villar, la definición de turista psicocéntrico
puede no encajar a la perfección en nuestro protagonista. En sus videos realiza numerosas
actividades fuera de las instalaciones en las que se aloja e intenta integrarse mucho con
los habitantes del destino y su cultura. Es por ello por lo que sería más correcto enmarcarlo
como turista mesopsicocéntrico o incluso céntrico. Si le hemos clasificado como
psicocéntrico es por la forma en la que realiza sus actividades en el lugar, siempre con un
guía y la gran mayoría de las veces planificado. En muchos lugares, aunque no siempre,
acepta la representación turística -en numerosas ocasiones visita casas de los habitantes
locales que realizan una representación de éstas, aunque esto no siempre es así y muchas
veces estas visitas a los habitantes sí son integrándose en su día a día- y aunque sí tiene
interés por contactar y entender a los habitantes y su cultura luego siempre recurre a
infraestructuras turísticas, reconocido por él, de alto coste y especialmente diseñadas para
la comodidad total del turista. Instalaciones que una persona de un poder adquisitivo
medio no podría permitirse. En muchos lugares, en especial aquellos que ha visitado en
más de una ocasión se centra en desconectar y relajar y realiza actividades enfocadas a
8 Se resalta este dato porque resultará importante para explicar más adelante las motivaciones que pudieron
despertarse en el viajero
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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un turista de carácter psicocéntrico en su totalidad9. Es por estos motivos por los que a
través de la figura de Luisito explicaremos la tipología psicocéntrica.10
Una vez realizada esta aclaración, continuemos con la adaptación de la teoría a la forma
de viajar de nuestro protagonista. 11
Lo que más peso tiene en la figura de nuestro protagonista son los factores de empuje y
arrastre. Una vez actuaban las motivaciones sociopsicológicas, el interés por el viaje se
despertaba. A continuación, las motivaciones de arrastre se despertaban y se buscaban
unas características específicas en un lugar determinado donde las motivaciones de
empuje se encontrarán saciadas. Es decir, en esta ocasión el destino tiene más
importancia, pues en función de las motivaciones sociopsicológicas que se despierten, se
busca un destino y otro. En este caso las características propias y específicas del destino
saciarán los factores de empuje.
Hemos visto en el marco teórico y en el ejemplo anterior que los factores de empuje
pueden intervenir en los factores de arrastre. Esta vez son los factores de arrastre son los
que tienen más peso, porque en función de las características del destino, se elige el lugar
al que se va a viajar con la esperanza de que las motivaciones sociopsicológicas se vean
satisfechas. En definitiva, encontramos que ambas motivaciones tienen un gran peso en
la elección del destino, pero las motivaciones de arrastre tienen una importancia
ligeramente mayor, ya que actúan sobre las motivaciones de empuje.
Respecto a las motivaciones de empuje o sociopsicológicas las que más actúan en nuestro
turista son:
• Relajación→ Incluimos esta motivación desde el punto de vista en el que se
realizan actividades de ocio que no podría desarrollar nuestro protagonista en su
ciudad. Lo enfocamos más a una relajación mental fruto de realizar estas
actividades.
9 Uno de los países más visitados por nuestro protagonista es Dubái. Cuando viaja a este país, o a cualquier
otro conocido, las actividades elegidas están enfocadas al descanso y al turista de forma única. Alquiler de
coches, visita de parques temáticos o visitas a islas artificiales 10 Un claro ejemplo de turista psicocéntrico sería el de una pareja que va a pasar una semana de vacaciones
en Ibiza dentro de un resort con todo incluido sin salir a penas de él. No se ha contado la historia desde esta
perspectiva porque sería más difícil empatizar con el turista y entender su emoción por el viaje. Es por ello
que en ambas tipologías hemos utilizado personajes conocidos y cuya historia está al alcance de todos. 11 Véase < https://www.youtube.com/user/LuisitoComunicaa > si se quiere más información actualizada
sobre Luisito Comunica y su forma de viajar a través de su perfil personal en la plataforma YouTube.
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• Prestigio→ Incluimos esta motivación no enfocándolo como que nuestro
protagonista busca mostrar un estilo de vida superior, sino una forma de aumentar
su prestigio en redes sociales. Viajar le permite crear más contenido y la creación
de más contenido y variado, le permite aumentar el número de seguidores,
consiguiendo así un prestigio que le otorga cierta fiabilidad a la hora de
recomendar destinos y como visitarlos. Esto le permite también colaboraciones
con hoteles o aerolíneas en sus futuros viajes.
• Regresión→ Incluimos esta motivación como un factor sociopsicológico que solo
se ha despertado al viajar a aquellos destinos que tienen un estilo de vida más
simple.
• Mejora de las relaciones de parentesco→ Incluimos esta motivación ya que
nuestro protagonista siempre suele viajar acompañado de amigos, pareja o
familiares. Se crea así una oportunidad de mejorar las relaciones con ellos ya que
se aumenta la interacción y se conoce a la persona en un ambiente diferente al
cotidiano.
• Facilitación de la interacción social→ Incluimos esta motivación porque a pesar
de que nuestro protagonista lo hace de forma muy organizada, acaba conociendo
gente e interactuando con la población local, a veces de forma real, otras de forma
representada, pero se relaciona con ellos.
Respecto a las motivaciones de arrastre las que más actúan en nuestro turista son:
• Novedad→ Incluimos esta motivación por su relación con la curiosidad y
búsqueda de lo nuevo. Es importante explicar bien esta motivación. Muchas veces
nuestro protagonista parece estar mostrándonos algo nuevo o un país remoto, y en
cierto modo sí es así. Pero resulta ser así porque está mostrando, en ocasiones, en
muchas otras no, países que sin ser el turismo su actividad principal si tienen
turismo y el poco turismo que se realiza en el lugar es el que muestra nuestro
protagonista. Es decir, muchas veces nos muestra lugares o actividades que
parecen novedosas y en cierto aspecto lo son porque poca gente visita esos países,
pero si visitas estos lugares, realizaras estas actividades. Sí busca la novedad y la
encuentra, pero porque aquellos destinos generalmente son poco visitados.
Cuando visita lugares más comunes realiza las actividades que están más
enfocadas a turistas y busca la novedad desde la perspectiva que da otra cultura
no común a él, dicho de otra forma, no crea tendencias en el turismo, busca la
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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novedad y la encuentra por visitar lugares poco comunes a nivel turístico que sí
están preparados para el turismo, pero no por realizar actividades o buscar
experiencias que antes se hayan hecho en el destino.
• Educación→ Incluimos esta motivación porque nuestro protagonista ha
reconocido en numerosos videos que el viaje ha sido para él una forma de adquirir
un bagaje cultural que de otra forma no hubiese adquirido.
Las primeras motivaciones han creado un deseo en el turista de huir, mientras que las
segundas buscan una recompensa a través de las características del destino en función de
los primeros factores. El destino tiene una gran importancia ya que las motivaciones del
turista pueden ser cambiantes y en función de las que se despierten en un determinado
momento el destino será uno u otro.
Hemos podido observar tras analizar los factores de empuje y arrastre en el turista
alocéntrico y psicocéntrico que pueden despertarse los mismos factores en uno y otro
turista. Es importante señalar que no son las motivaciones que se despiertan las que
marcan la tipología turística -aunque algunas motivaciones sí se dan más en uno u otro
turista- sino que son la forma de despertarse las motivaciones las que marcan la tipología.
A todo esto, hay que añadir y tener en cuenta los factores de aprendizaje, experiencia y
entorno -se trató su importancia en cómo afectan a las motivaciones- ya que son los que
van a guiar cómo se despierten y vean satisfechas esas motivaciones en el turista. Las
motivaciones y cómo se dan no serán el único factor que crearán una tipología turística,
también la regulación de la homeóstasis tendrá un papel fundamental que veremos más
adelante, ya que en función del entorno, experiencia y aprendizaje la regulación se dará
de una u otra forma.
Continuemos con el siguiente factor que afecta a nuestro turista psicocéntrico, la
regulación de la homeóstasis. Durante el periodo que se produjo el confinamiento
domiciliario nuestro protagonista encontró una regulación y equilibrio, porque como él
afirmó “Necesitaba ese descanso de viajes y pasar más tiempo en mi país, con mi familia
y amigos cercanos” (Comunica, 2020). Afirmó que, de no haber sido por el
confinamiento, hubiera pasado un tiempo sin viajar. Esta regulación no nos interesa tanto,
pues en este caso el sujeto buscó reequilibrarse dejando de viajar. Trataremos entonces el
momento en el que Luisito buscó la regulación de la homeóstasis mediante el viaje.
Durante las últimas semanas de confinamiento contó a través de sus redes sociales que
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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tenía ganas de volver a viajar y que durante los últimos días en los que ya podía moverse
por su ciudad estaba notando que, en cierto modo, estar ese tiempo sin viajar le creaba un
vacío el cual le hacía extrañar el ajetreo de los aeropuertos y viajar. Es aquí cuando se
produjo una ruptura del equilibrio y una incomodidad en su día a día. Se volvió a despertar
su interés por el viaje y en especial por aquellos lugares que no había visitado. Como ya
hemos comentado su destino fue Sudán del Sur y Kenia. Es importante esta aclaración,
porque buscó volver a equilibrarse viajando a países donde el coronavirus no tenía efecto
en la población -con la expresión “no tener efecto en la población” nos referimos a que,
por la laxitud de sus gobiernos respecto a tomar medidas pertinentes para frenar el virus,
se podía observar una población que llevaba a cabo un estilo de vida idéntico al que había
antes de la pandemia-. Dicho de otra forma, volvió a regular su organismo y las
inquietudes que le provocaba no viajar viajando a países nuevos para él y donde el
coronavirus no suponía un obstáculo. De esta forma volvió a un equilibrio mediante el
viaje y desconectó del estilo de vida que se llevaba en su país respecto al coronavirus,
pasando a una forma de vida similar a la que había antes de que llegara el coronavirus.
Para finalizar, hablaremos del último factor que afecta a las motivaciones turísticas y que
también se ha visto reflejado en Luisito: la multicausalidad. Las motivaciones son el
punto más importante a tener en cuenta, pero vemos que, en nuestro protagonista, esta
motivación, al igual que en el anterior caso de estudio, tiene varias dimensiones ya que
se despiertan varias al mismo tiempo tanto de empuje como de arrastre. La regulación de
la homeóstasis tiene también mucha importancia ya que tras un periodo en el que dejó el
viaje, volver a viajar era necesario para encontrar un equilibrio. En definitiva, se da la
multicausalidad, ya que son varias las causas -motivaciones y regulación de la
homeóstasis- las que le llevan a tomar la decisión de viajar.
Por último, ¿es nuestro protagonista un turista psicocéntrico? Podemos ver que resulta de
suma importancia que existan infraestructuras turísticas. Prioriza la mejora de las
relaciones sociales con familiares, la educación y la novedad, así como el conocimiento
de la cultura y forma de vida del lugar. Las actividades que realiza en los diferentes
destinos son elegidas previamente o recomendadas por sus guías. Una vez ha conocido la
forma de vida de los visitantes regresa a las instalaciones turísticas. Busca siempre la
comodidad, especialmente en el alojamiento, el medio de transporte o incluso en el propio
país con la contratación de uno o varios guías. Para finalizar, visita países poco comunes
y comunes, pero siempre, visite el tipo de país que visite, acaba realizando las actividades
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
37
turísticas disponibles en el país sin marcar una futura tendencia turística12. Es por todo
esto que sí se puede considerar a nuestro protagonista un turista de carácter psicocéntrico.
Luisito encuentra emoción por esta forma de viajar y este estilo de vida. Estar en el
destino, vivir la experiencia con sus seres más cercanos y contar todo a través de redes
sociales a sus millones de seguidores le genera una emoción y ganas de viajar que es
satisfecha mediante el propio viaje. Lo asimila como algo corriente, como algo que forma
parte de su vida y son estos factores junto con la motivación y la regulación de la
homeóstasis lo que lo hace un turista psicocéntrico.
Hemos tratado de explicar en este punto las características principales de los dos extremos
en la tipología turística: alocéntrico y psicocéntrico. Hemos podido observar que la
regulación de la homeóstasis, la multicausalidad y sobre todo la forma que tienen de
despertarse las motivaciones, en función de aprendizaje, experiencia y estilo de vida,
marcan una tipología turística. Este punto ha pretendido dar a entender ambas tipologías
mediante la historia personal de dos turistas. Para entenderlos y empatizar hay que tratar
de ver lo que a ellos les genera emoción y ganas de viajar, su forma de hacerlo y
extrapolarlo a lo que a nosotros nos genera emoción y ganas de viajar. Solo así seremos
capaces de empatizar con estos turistas. Entenderemos que hay muchas formas de viajar
y que lo que para unos resultaría una forma imposible de realizar un viaje, para otros es
la única opción.
5. LA POSIBLE TRANSFORMACIÓN DEL TIPO DE TURISTA
El siguiente punto tratará de explicar, analizar y desarrollar las motivaciones clave que
conducen al cambio de turista psicocéntrico a alocéntrico.
Hemos decidido explicar el cambio en este orden ya que por la democratización del viaje
(Turner y Ash, 1991 [1976]), formas de iniciarse un “recorrido turístico” y los estilos de
viajar que esta normalización del viaje ha creado, es más sencillo acceder a la industria
12 No marca una tendencia novedosa respecto al turismo, pero sí que marca tendencia ya que cuenta con
más de 40 millones de seguidores en sus redes sociales. Marca una tendencia de imitación, es decir, la gente
que realice los viajes a los lugares que ha visitado, por su recomendación o influencia, y realice esas
actividades, hará lo mismo que él y lo mismo que haya hecho anteriormente otro turista que haya viajado a
ese destino ya sea un destino común o no.
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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mediante los medios e infraestructuras que esta ofrece, ya que aportan seguridad y
fiabilidad a la hora de viajar.
Para explicar cómo se produce este cambio tendremos en cuenta los siguientes aspectos:
cómo se inicia el recorrido turístico en una persona, interés que se despierta por el viaje
en el inicio del recorrido turístico, entorno, nivel de independencia, poder adquisitivo e
interés por continuar viajando.
Las personas comenzamos a viajar, con la democratización del viaje, antes incluso de
tener uso de razón. Los primeros viajes los realizamos con nuestros padres en un carrito
de bebé y ni si quiera somos conscientes. Es la etapa comprendida entre los 0 y 3 años de
vida. Viajar resulta fácil, es por ello por lo que, a pesar de haber tenido un hijo, los
progenitores no van a renunciar al viaje. Hoy en día se encuentran medios que facilitan
viajar con recién nacidos y con niños, desde cunas en los hoteles o tronas en los
restaurantes de los lugares más céntricos de una ciudad. Estos viajes con los recién
nacidos suelen estar programados con antelación. Suelen ser a destinos familiares o
cercanos y las actividades están muy planificadas y miradas con antelación. Se encuentran
dentro del marco turístico y no se exceden en cuanto a la novedad. Todo esto se realiza
teniendo en cuenta que en cualquier momento puede surgir un imprevisto. Las agencias
y programas informáticos que ayudan a la organización del viaje tienen esto en cuenta.
Las primeras dan opciones y avisan de aquellas actividades que, por ejemplo, con un
carrito de bebé, son más cómodas de realizar y cuáles se pueden evitar por ser más
complejas o un posible riesgo para nuestros turistas. Las agencias tienen en cuenta
factores como aglomeraciones, temperatura y si el lugar tiene cuestas o por el contrario
es llano. Las aplicaciones informáticas facilitan la reserva de actividades con niños,
servicio de guardería o cunas en las habitaciones. Todo orientado para facilitar el viaje a
este sector. Vemos aquí un turismo muy organizado y de carácter psicocéntrico, que
podría realizarse con grupos de personas, amigos o gente cercana en las mismas
condiciones. Con actividades que no buscan ir más allá de conocer el destino y
priorizando las infraestructuras turísticas.
Más adelante continúan las vacaciones en familia, pero ya con con los hijos en sus
primeros años de vida. Es la etapa comprendida entre los 4 y 11 años de vida. El viaje
sigue siendo una opción factible e incluso una obligación para el disfrute de los niños y
que estos salgan de su entorno cotidiano (MacCannell, 1976; Fernández Fuster, 1985;
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
39
Jafari, 1987). Para los padres también es una forma de desconectar y pasar unas
vacaciones en familia. Se siguen priorizando en esta etapa destinos familiares y cercanos
y las actividades siguen estando programadas con antelación. Se busca que estén
orientadas a los hijos ya sea en el hotel o fuera del hotel. En el primero caso con los grupos
de animación de los hoteles, lo cual permite que los padres desconecten y realicen
actividades de disfrute y descanso en el destino o, generalmente, en las instalaciones del
hotel. En el segundo caso, se realizan actividades culturales, de ocio o deportivas. Desde
tours en la ciudad orientados para niños, pasar el día en la playa o el campo, parques
temáticos o actividades como piragüismo y rutas. En definitiva, se tiene en cuenta el
crecimiento de los niños y se realizan actividades turísticas de ocio y deporte y culturales.
Se viaja con familiares, amigos o en grupos con características parecidas. Se siguen
priorizando, siendo casi una obligación, la comodidad de las infraestructuras turísticas,
desde hoteles, apartamentos o campings donde poder realizar aspectos del día que, con
los niños, resulten cómodos, es decir, prepararse para salir, duchas o comidas. En
definitiva, la exploración del destino se hace de forma superficial y siempre mediante
actividades turísticas al alcance de cualquier turista. Prima la comodidad y la
organización, así como destinos cercanos y familiares, es decir, un enfoque psicocéntrico.
Llegamos quizá a la última etapa de las vacaciones en familia como única opción de viaje,
es decir, las familias seguirán yendo de vacaciones, pero los hijos a partir de este momento
tendrán la opción de comenzar a viajar por su cuenta -si viajar ha resultado hasta el
momento una experiencia gratificante- siendo el viaje familiar una forma de viajar, pero
no la única. Explicamos el viaje en esta etapa porque se trata de la última etapa en la que
los hijos viajarán adaptándose a un viaje organizado por sus progenitores, es decir, a partir
de este momento tendrán la opción de realizar sus viajes tomando sus propias decisiones.
Respecto al viaje en familia en esta última etapa, sigue siendo una forma de desconectar,
descansar, y mejorar las relaciones de parentesco. El viaje sigue siendo a lugares cercanos
o familiares que permiten una desconexión del entorno cotidiano (Jafari, 1987). Las
actividades realizadas en el lugar son organizadas con antelación, aunque se podrán
realizar actividades que surjan fruto de la estancia en el lugar. Siguen siendo actividades
programadas y al alcance de cualquier turista. Se prima la comodidad de las
infraestructuras turísticas y son importantes para conseguir un buen descanso después de
visitar la ciudad. En esta etapa las vacaciones suelen darse con amigos, familiares o el
núcleo primario familiar de forma exclusiva. La exploración del destino se hace de forma
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
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más profunda, pero siempre a través de actividades guiadas para los turistas y de fácil
alcance para todos. Sigue primando la comodidad, organización a través de paquetes
vacacionales (La Vanguardia, 25 de mayo 2013) y cierta, aunque no total, familiaridad
con el destino. Es decir, un estilo de viaje psicocéntrico.
Las etapas y algunas de sus características pueden variar, pero lo que sí podemos observar
es que en todas estas etapas del viaje en familia las características son psicocéntricas, si
no en su totalidad, sí en gran parte, puesto que se prima la comodidad del alojamiento, la
organización, la realización de actividades y el contacto con la población del destino es
nula o casi inexistente.
Es aquí cuando ya se ha iniciado el “recorrido turístico” y nuestros futuros turistas
empezarán a viajar, si el viaje les ha suscitado buenas experiencias, de forma
independiente. Es llegados a este punto cuando se podría empezar a producir la transición
de carácter psicocéntrico a mesoalocéntrico o alocéntrico, en los casos en que se dé.
Explicaremos a continuación los factores a tener en cuenta y que ayudan a este cambio
por su carácter dinámico y variable (Pearce, 1988;1994): experiencia, entorno, nivel de
independencia, poder adquisitivo e interés por continuar viajando.
• Experiencia. Este punto resulta fundamental ya que la experiencia en los viajes
previos ha tenido que ser positiva y gratificante. Es decir, al darse el viaje durante
el desarrollo y educación del hijo, si éste ha sido satisfactorio, se crearán vínculos
y asociaciones positivas cada vez que se plantee la opción del viaje. Es aquí donde
este factor hace su efecto, pues el turista buscará seguir viajando y ampliar sus
experiencias de viaje, solo o con amigos y conocidos.
• Entorno. Este punto tiene características y un peso de orden sociológico muy
importante. La experiencia ha sido positiva13 y el turista está dispuesto a seguir
viajando. Debido a que el viaje puede despertar sensaciones como miedo a viajar
solo o desconfianza, nuestro turista se apoyará en su entorno -esto no tiene por
qué suceder. Puede despertarse un interés por viajar solo como alternativa al viaje
en familia- Si este es favorable al viaje y ha tenido experiencias similares, se
abrirán un amplio abanico de opciones que despertarán más aún el interés por
viajar de una forma diferente. Sin embargo, si el entorno es contrario al viaje
13 A partir de ahora nos referiremos siempre al viaje como algo positivo para el turista. Es evidente que se
puede dar el caso contrario y que la persona no quiera seguir viajando, pero abordamos el estudio desde el
punto de vista de aquellas personas que están interesadas en el viaje.
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
41
surgirá una problemática en nuestro turista sobre cómo seguir viajando y cómo
hacerlo. Es aquí donde el grado de independencia, la capacidad para tomar
decisiones, el peso de las motivaciones y la regulación de la homeóstasis jugarán
un papel favorable o no. Si las motivaciones tienen peso, la regulación es necesaria
y nuestro turista tiene capacidad para tomar decisiones, la actividad viajera no se
verá frenada. Por el contrario, si las motivaciones no han despertado el suficiente
interés en el turista y el desequilibrio homeostático puede verse regulado mediante
otros medios que no sean el viaje, la actividad viajera se verá, en cierto modo,
frenada o limitada.
• Independencia. Este factor hará que la toma de decisiones del turista esté más o
menos condicionadas. El primer caso, nuestro turista ha adquirido un grado de
independencia elevado desde la adolescencia, tanto en toma de decisiones como
a nivel económico. Los progenitores han sido favorables a esta independencia.
Ven como algo favorable para que su hijo vaya adquiriendo ciertas
responsabilidades y aceptan que cada decisión que lleve a la independencia
marque un antes y un después hacia el crecimiento del hijo, es decir, que no haya
retorno salvo caso de fuerza mayor.14 Le permiten que elija sus actividades
extraescolares, estudios que quiere llevar a cabo, hobbies o que tenga un trabajo
para suprimir o disminuir el apoyo económico. El segundo caso, nuestro turista
no ha adquirido un grado de independencia elevado desde la adolescencia, tanto
en toma de decisiones como a nivel económico. Los progenitores han creído
conveniente ayudar a su hijo en la toma de decisiones y a nivel económico. Lo
ven como algo favorable ayudar al hijo y consideran que esa independencia y
responsabilidades debe llegar más adelante. Le ayudan a elegir sus actividades
extraescolares, su plan de estudios, transmitir la pasión por sus mismos hobbies o
proporcionar una paga para que pueda realizar cualquier actividad -entre ellas el
viaje- con los amigos sin tener que preocuparse por ganar ese dinero. Ambas
opciones crearan diferentes grados de independencia.
• Poder adquisitivo. Este factor es el que quizás más importancia tenga. Los
anteriores factores pueden haberse dado de forma positiva -la experiencia previa
14 Por ejemplo, si ha conseguido cierta independencia económica, volver a recibir la paga sería algo
negativo que podría frenar esos niveles de independencia que se estaban buscando. El caso de fuerza mayor
por el que se podría volver a recibir la paga de nuevo sería que el hijo perdiese ese trabajo que le ha ayudado
a conseguir la independencia
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
42
es positiva y quiere seguir ampliándose, el entorno es favorable al viaje y está
dispuesto junto con nuestro turista a seguir viajando y el grado de independencia
es elevado- pero el poder adquisitivo es reducido, o no.
A partir de los 18 años puede ya iniciarse el viaje de una forma diferente a la
familiar. Los progenitores pueden ayudar en los primeros viajes sufragando parte
de los costes o pagarlo en su totalidad, en especial si están interesados en que su
hijo adquiera experiencia en los viajes y ayudándole con los gastos, ven más fácil
que esto se dé de una forma positiva -poder adquisitivo no reducido-. Pero este
aspecto puede no darse siempre, bien porque prefieren que su hijo comience a
pagarse sus viajes, porque lo consideran los viajes parte del ocio y algo que debe
costearse el propio hijo o bien porque no pueden permitírselo. Es entonces cuando
entra en juego el poder adquisitivo que tenga nuestro joven turista -poder
adquisitivo reducido-. Es posible, por las condiciones económicas que se dan a
estas edades que sea reducido y se encontrará limitado a ahorros o al trabajo que
se compagina con los estudios durante el año lectivo. En definitiva, si los
progenitores ayudan económicamente al hijo, no habrá problema para seguir
viajando. Si por el contrario no ayudan económicamente al viaje, éste tendrá que
adaptarse a las nuevas posibilidades económicas del hijo.
Tabla 1. Factores a tener en cuenta en el posible cambio de tipología turística.
FACTORES A TENER EN CUENTA EN EL POSIBLE CAMBIO DE TURISTA
Experiencia Como algo gratificante que cree vínculos y asociaciones positivas
con el viaje. Esto hará que se quiera seguir aumentando la
experiencia en los viajes. El viaje como forma de adquirir
experiencia turística y en la vida.
Entorno Se puede dar un entorno favorable a la realización de viajes o un
entorno contrario al viaje. El primer caso será positivo para el viaje.
El segundo caso hará que el factor de independencia adquiera más
importancia.
Independencia Se puede dar un elevado grado de independencia, esto hará que el
turista tenga más capacidad de decisión sobre su viaje. Se puede dar
un menor grado de independencia, esto hará que el turista tenga
menos capacidad de decisión sobre su viaje.
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ELABORACIÓN PROPIA
Hemos explicado los factores a tener en cuenta y que afectarán al cambio de tipología
turística, pasaremos a responder a continuación a la pregunta principal, por qué se produce
el cambio.
5.1. ¿POR QUÉ SE PODRÍA DAR ESTE CAMBIO?
Todos los factores han recibido estímulos positivos. La experiencia es buena, el entorno
favorable, hay un elevado grado de independencia y las motivaciones han surgido con la
suficiente fuerza como para iniciar el deseo de viajar.
Si nuestro turista recibe la ayuda económica de sus progenitores, este cambio será más
difícil de producirse. Los padres costearán un viaje con las características que hayan
acordado el grupo de amigos y lo aceptarán como algo común, un ejemplo de esto son los
viajes de fin de curso o el Inter rail. Los jóvenes turistas se reúnen, diseñan su destino y
los padres, con alguna condición, lo pagan.
Por el contrario, este cambio será más fácil de producirse si, siendo favorables los factores
anteriores, nuestro turista no recibe ayuda de sus padres y tiene que plantearse el viaje
desde sus posibilidades económicas. Lo que prima aquí es el deseo de viajar, pero el
presupuesto se verá limitado a los ahorros que se hayan conseguido durante el año o a la
capacidad económica que se tiene en la adolescencia. Nos encontramos entonces un
turista que quiere realizar el viaje porque las motivaciones son fuertes y que está dispuesto
a adaptar el mismo a sus posibilidades económicas (Cohen (2005) afirma que el Post
turista, o turista psicocéntrico -el nombre dado por Cohen es diferente, pero las
características son similares- es un fenómeno relacionado con la clase y que esta
característica de distinción se asocia principalmente con las clases sociales más altas de
elevado poder adquisitivo). El destino será elegido en función de las motivaciones que se
Poder adquisitivo El turista tendrá que adaptarse a su poder adquisitivo una vez que
tome la decisión de organizar y realizar viajes de forma
independiente. Un reducido poder adquisitivo hará que el cambio
sea más factible. Un alto poder adquisitivo o recibir ayuda
económica de los progenitores hará que el cambio sea más difícil.
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44
hayan despertado o por la atracción que generen las características del destino y una vez
haya sido aceptada la decisión de viajar y el destino, la organización será totalmente
diferente.
Se seleccionará el medio de transporte más económico. El alojamiento buscará cumplir
con las necesidades básicas, dormir y asearse. Las actividades, muchas de ellas serán
suprimidas por su coste y solo se realizarán aquellas que despiertan especial interés en el
turista o que tienen un coste reducido. Al no seleccionar actividades al alcance de la
mayoría de los turistas, el contacto con la población local será mayor, ya que será el único
medio de conocer el lugar. Al no haber nada organizado el turista se guiará por las
necesidades y motivaciones que vayan surgiendo en el momento y su única prioridad será
conocer y disfrutar del destino durante su estancia.
Vemos que este cambio es posible y que hoy en día con la democratización del viaje y las
ganas de viajar más y lo antes posible, es más fácil que se produzca. Las características
anteriormente mencionadas en el turista joven de bajo presupuesto son propias de un
turista de carácter mesoalocéntrico o alocéntrico y estás se irán viendo incrementadas
durante la juventud del viajero con el fin de viajar más y conocer el mayor número de
lugares posibles.
En conclusión, hemos explicado las características y factores que tienen que darse para
que se produzca el cambio y cuando este tiene condiciones más favorables para que se
produzca y cuando no.
6. COMPRENDER AL TURISTA ALOCÉNTRICO CON UN ELEVADO
PODER ADQUISITIVO
A lo largo del estudio hemos observado, desarrollado y tratado de entender un gran
número de tipologías turísticas y, a través de historias o definiciones, qué tipo de personas
acogen las características de una u otra tipología.
A continuación, expondremos y desarrollaremos un perfil personal y turístico que tiene
gran importancia para la industria. Una vez explicadas las características personales de
este turista, trataremos de explicar por qué se podría inclinar por un tipo de turismo
contrario a su estilo de vida.
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
45
El perfil que tendremos en cuenta será el de una persona con un alto poder adquisitivo,
con un gran número de responsabilidades en su día a día y por las condiciones de su
trabajo una vida muy organizada y estructurada. Su trabajo le mantiene ocupado la mayor
parte del año, pero por el contrario este trabajo le permite disponer de unos ingresos
elevados y una gran capacidad de ahorro. Su estilo de vida es elevado, posiblemente
condicionado por las características de su trabajo y entorno. Su residencia se encuentra
en un barrio de elevado poder adquisitivo, tiene todas las comodidades y la opulencia se
refleja en la mayoría de los aspectos de su día a día: comida, ropa, transporte y ocio.
Nuestro sujeto goza de responsabilidad, prestigio, una vida estructurada y, en su tiempo
libre, ya sea vacacional o de ocio, tiene capacidad para realizar cualquier tipo de actividad.
Si tenemos que dar un nombre a su estilo de vida, como hemos concedido un nombre al
estilo de viajar, posiblemente digamos que tiene una tipología de vida psicocéntrica15. Sin
embargo, cuando nuestro sujeto decide organizar un viaje para disfrutar de sus
vacaciones, se enmarca, por la forma de hacer este viaje, dentro de la tipología
alocéntrica. Es aquí cuando nos preguntamos por qué se produce esta disonancia entre un
estilo de vida y un estilo de viaje.
De nuevo entran en juego las motivaciones de empuje y arrastre (Crompton, 1979). Pero
más importancia y peso tiene la regulación de la homeóstasis (ibid.). Consideraremos
también la teoría de Graburn (1977) y Jafari (2007) los cuales hablan del viaje como una
experiencia fuera del día a día que tiene repercusión, durante y una vez finalizado, en el
día a día.
En primer lugar, explicaremos las motivaciones, tanto sociopsicológicas como de
arrastre, que más peso tienen en nuestro turista por sus condiciones de vida en su día a
día.
• Escape del ambiente cotidiano→ Tiene gran importancia ya que busca, a través
de esta tipología turística, cambiar de forma temporal de ambiente.
• Exploración y evaluación del yo→ En este caso las vacaciones serán un medio
para la introspección y hacer énfasis en aquellos aspectos personales que en su día
a día no pueden ser tratados con profundidad por las responsabilidades de su
trabajo.
15 El término psicocéntrico y alocéntrico fue concebido para hablar de las tipologías turísticas. Se ha
realizado esta referencia para entender mejor el cambio de un estilo de vida a un estilo de viaje diferente.
Alejandro García Villalibre La evolución de las t ipologías turísticas
46
• Regresión→ Las vacaciones serán un medio para romper con sus obligaciones y
el rol de persona con grandes responsabilidades en su trabajo. El viaje le permitirá
un comportamiento más irracional y de disfrute, donde el peso de las obligaciones
y la toma continua de decisiones relevantes e importantes se vea apartada a un
segundo lugar. También el viaje le puede servir como escape hacia lugares donde
el día a día es más simple y se encuentra alejado de la complejidad de su estilo de
vida laboral.
• Mejora de las relaciones de parentesco→ El viaje permitirá a nuestro sujeto
mejorar las relaciones con amigos, pareja o familiares en caso de que sus
responsabilidades del día a día le ocupen parte de su tiempo libre, permitiendo
devolver a su entorno el tiempo que sus obligaciones le hacen estar más alejado
de ellos.
• Facilitación de la interacción social→ El viaje le permitirá conocer gente de
culturas diferentes y desinhibirse con ellos, intercambiando opiniones y formas de
pensar que, por su estatus e influencia en mucha gente, tiende a reservarse. Le
permitirá conocer también gente y establecer amistad con ellos desde una
perspectiva más relajada y despreocupada, en la que se encuentre más cómodo, al
no saber las otras personas como es su día a día y las responsabilidades e imagen
que tiene que mantener.
• Novedad→ El viaje le permitirá la aventura y la búsqueda de lo nuevo. Vivirá una
nueva experiencia alejada de su vida organizada.
• Educación→ Conocer gente y culturas diferentes le dotará de un bagaje cultural
que le servirá para ampliar su perspectiva y educarse desde un punto de vista
diferente. Esto le permitirá empatizar más y estar abierto a nuevas posibilidades
cuando tenga que retornar a su vida cotidiana.
Hemos tratado las motivaciones de empuje y arrastre que más importancia tienen en
nuestro sujeto. Todas ellas nos hacen ver que se puede crear un desequilibrio interno fruto
de la corrección que debe mantener por su estatus, el gran número toma de decisiones de
gran responsabilidad que tiene que tomar cada día y la organización de su día a día. Es
aquí cuando entra el factor de la regulación de la homeóstasis. Hay, como hemos dicho,
una alteración del equilibrio en el organismo. Nuestro sujeto se encuentra en un estado
que le resulta desagradable y busca volver a ese equilibrio mediante el viaje y regular de
esta forma aquellos aspectos que, durante su día a día, le provocan un desequilibrio. Lo
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hace mediante un viaje de características alocéntricas, ya que la psicocéntrica se asemeja
más a su estilo de vida, y es precisamente de eso de lo que quiere desconectar.
Graburn (1977;1992) y Jafari (2007) hablan del viaje cómo un acto que se lleva a cabo
cuando no se trabaja, creando un espacio-tiempo que supone una ruptura temporal con el
mundo cotidiano. El turista al encontrarse en un espacio y ambiente diferente asume un
papel distinto al de su día a día. Asumir este papel le permite tener experiencias que
tendrán una repercusión en el espacio turístico y en su espacio no turístico, el del día a
día. Jafari (ibid.) para explicar esto, creó un modelo en el que el espacio cotidiano es algo
terrenal y el espacio turístico algo sacralizado que permite un disfrute. En otras palabras,
el viaje que realiza el turista es un viaje sacralizado y vivido como un ritual que se lleva
a cabo en diferentes ciclos en el tiempo, dando lugar a experiencias que afectarán a su
propio turismo y a su mundo cotidiano. Trata diferentes fases en un orden, estas son:
corporación, emancipación, animación, repatriación, incorporación y omisión.
Explicaremos a continuación el significado de las que más peso tienen y cómo afectan
estas a la toma de decisiones en nuestro turista de elevado poder adquisitivo intentando
entender el viaje cómo una forma de desconexión y ruptura con su día a día.
• Emancipación→ Aquí el individuo se siente liberado de su mundo cotidiano y las
barreras que este crea. Empieza a conectar con el viaje saliendo de su día a día y
se empieza a ver como un turista que puede adoptar conductas diferentes.
• Animación → La cultura del turista se observa cada vez más lejana y la cultura
del lugar visitado comienza a ser la protagonista.
Figura 2. Gráfico de las fases según el modelo de Jafari (2007).
FUENTE: JAFARI, 2007
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La emancipación crea la opción del viaje y de librarse de sus obligaciones, imagen que
debe conservar y la estructuración del día a día, mientras que la animación le permite
conectar con una cultura totalmente diferente a la suya que le hace vivir nuevas
experiencias. Estas experiencias tendrán una repercusión en su día a día y en sus futuros
viajes.
En definitiva, encontramos un desequilibrio que puede regular mediante el viaje. Las
motivaciones que se despiertan son contrarias a las motivaciones que hay en su día a día
y busca saciarlas con un viaje alejado de todo aquello que ocupa la mayor parte de su
tiempo. Buscando la aventura, despreocupándose por la organización, priorizando la
relajación, regresión, contacto con familiares y la novedad y conocimiento de otros
lugares y su cultura. Se da entonces una tipología alocéntrica en un turista que, por sus
medios, podría permitirse un viaje con cualquier característica y que, por su tendencia de
vida, sería más fácil y sencillo dejar su viaje en manos de especialistas del turismo que le
organizaran todo el viaje desde el principio hasta el fin con características psicocéntricas.
7. CONCLUSIONES
Conocer al turista y sus distintas tipologías es de gran importancia para la industria y para
el propio viajero. Para conocer lo que realmente queremos a la hora de viajar se debe
realizar un esfuerzo buscando aquello que nos llene, satisfaga y cumpla con los requisitos
que teníamos sobre el viaje. Conseguir esto será fruto de haber dedicado el tiempo
necesario en indagar sobre lo que nos motiva, lo que deseamos y lo que nos ayudará a la
hora de organizar y realizar un viaje. Adquirir este servicio turístico tras una reflexión,
tendrá unas connotaciones positivas y una repercusión en el viaje y en nuestro día a día
que derivará en un aprendizaje y aumento de la experiencia.
Para ayudar a entender al turista hemos analizado diversos estudios de diferentes autores,
tanto en el ámbito turístico, como en el ámbito de la psicología, sociología y antropología.
Estos estudios demuestran que ciertos aspectos como la cultura, el aprendizaje y la
experiencia crean una personalidad en las personas que les ayudan a tomar decisiones y
llevar a cabo comportamientos en su día a día. Esto de forma directa influye en el turismo.
Se despiertan en función de nuestro aprendizaje, experiencia y personalidad, unas
motivaciones que nos llevarán a seleccionar un tipo de viaje u otro. Buscar un equilibrio
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o evadirnos de nuestra rutina son factores que también impulsan al viaje y tienen un gran
peso en la elección de éste y sus características.
Para entender las tipologías turísticas nos hemos apoyado en diversos autores. Todos, a
pesar de llegar a sus conclusiones de forma diferente, encontraban unanimidad en que
existe un turismo muy organizado de masas que prefiere visitar los principales destinos
turísticos y realizar allí sus actividades más comunes y al alcance de cualquier turista, un
punto intermedio y un turismo con menos organización, practicado por una minoría que
busca la novedad y el contacto con la población. Para dar nombre a estas tipologías nos
hemos apoyado en el estudio de Cohen (2005) y Plog (1974) el cual concedía los
siguientes nombres a las diferentes tipologías: psicocéntrico, mesopsicocéntrico, céntrico,
mesoalocéntrico, alocéntrico. Nuestro autor define a los psicocéntricos como aquellos
turistas que viajan a lugares muy visitados e iguales a su cultura. Dan una gran
importancia a las infraestructuras turísticas, priorizan el descanso y la relajación. Sus
actividades se realizan bajo una organización y el contacto con la población local no
resulta de interés. En escala descendente se encontraban los siguientes niveles, hasta
llegar a los alocéntricos. Define a estos últimos como aquellos turistas que viajan a lugares
muy poco visitados, exóticos y totalmente diferentes a su cultura. No dan importancia a
las infraestructuras turísticas, priorizan la evaluación e introspección propias, conocer la
cultura del destino y la vida que allí se lleva a cabo. Las actividades se realizan en función
de las necesidades que vaya creando el viaje y el contacto con la población local resulta
de gran interés.
Debido a que uno de los objetivos de este estudio era entender las tipologías turísticas,
tanto la psicocéntrica como la alocéntrica, una vez habíamos abordado su definición desde
la teoría consideramos importante analizar aquellos factores que despertaban el interés
por el viaje. Profundizamos en diferentes corrientes teóricas sobre las motivaciones y más
tarde en la aplicación de estas corrientes teóricas al turismo. Apoyándonos en el estudio
de Crompton (1979) dedujimos que, la experiencia, cultura, aprendizaje, motivaciones,
multicausalidad y regulación de la homeóstasis, en especial las tres últimas, resultaban de
suma importancia. Crompton defiende que las motivaciones son aquellas que despiertan
el interés por el viaje y que estas pueden ser de dos tipos: de empuje y de arrastre. Las
primeras tendrían un origen intrínseco y las segundas estarían relacionadas con las
características del lugar. En función de las motivaciones de empuje que se despiertan
buscaríamos saciarlas con unas u otras características de los lugares que visitamos y
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viceversa. Es decir, las características de un lugar también podrían crear motivaciones en
nosotros. Resulta importante destacar en el punto de las motivaciones que, una
motivación intrínseca como “mejora de las relaciones de parentesco” podía despertarse
en turistas psicocéntricos y alocéntricos y que lo que marca la diferencia es la forma en
la que esta motivación se despierta, es decir, es aquí cuando entra la influencia de la
experiencia, cultura o aprendizaje. Otro de los factores que tenían importancia según
Crompton (1979) era la multicausalidad. Dicho de otra forma, son varias las causas que
pueden motivarnos a viajar. Por último, definió el factor de la regulación de la
homeóstasis como aquel que servía para regular el organismo cuando se producía un
desequilibrio, y esta regulación se conseguía mediante el viaje.
Llegados al punto en el que habíamos entendido las definiciones de las diferentes
tipologías y cómo se despertaba el interés por el viaje en nuestros turistas pasamos a
comprender al turista alocéntrico y psicocéntrico. Realizamos este punto a través de dos
estudios de caso, uno para cada turista y más tarde extrapolamos las historias a la teoría.
Es decir, utilizamos los puntos que más importantes resultaban de las historias para
explicar cómo las motivaciones o regulación de la homeóstasis tenían efecto en los
protagonistas. Buscamos mediante la historia empatizar con el turista y aunque el estilo
de viaje fuese diferente al del lector, que este consiguiera entenderlos. Mediante la
extrapolación de la historia a la teoría, buscamos aplicar la teoría a dos casos reales.
Una vez habíamos entendido las definiciones, cómo se despertaba el interés por el viaje
y habíamos comprendido los dos extremos tipológicos, estábamos preparados para tratar
los dos objetivos específicos.
El primero es entender la posible transformación del turista. Es decir, cómo un turista
pasa de psicocéntrico a alocéntrico. Para este punto tuvimos en cuenta los factores de
democratización del viaje (Turner y Ash, 1991 [1976]) y las diferentes etapas del viaje en
familia (MacCannell, 1976). Creemos que, debido a la democratización del viaje, el
acceso a este es muy sencillo, y es más sencillo aún, por lo globalizado y adaptado que
está a nuestras vidas, que sea un acceso hacia un viaje de características psicocéntricas.
Es decir, el inicio del “recorrido turístico” es posible que sea psicocéntrico. Más adelante
nuestro joven turista seguirá viajando -si la experiencia con el viaje ha sido positiva- y
surgirá la opción de empezar a organizar sus propios viajes. Entran aquí varios factores
como el entorno, la independencia o el poder adquisitivo. Debido a que en la etapa de
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51
juventud es posible que el presupuesto sea limitado, nuestro joven turista que quiere
seguir viajando, empezará a rebajar las exigencias de su viaje con el fin de viajar y seguir
viviendo experiencias mediante el viaje. Su principal interés es hacer turismo y factores
como las infraestructuras turísticas, comodidad en el viaje y realización de actividades
turísticas en el destino pasarán a un segundo plano debido a la capacidad económica. Es
decir, se podría priorizar el interés por la cultura o el contacto con la población local como
sustitutos de las actividades turísticas para conocer el destino, en otras palabras, un viaje
con características alocéntricas.
El segundo de los objetivos específicos trata de entender las anomalías de ciertos turistas.
Pusimos como punto de partida una persona con una vida organizada, estructurada y de
elevado poder adquisitivo. Por sus características y vida psicocéntrica, podría resultar más
normal que esta persona llevase a cabo un viaje psicocéntrico, ya que sus características
son la organización, planificación, relajación, descanso del día a día y uso de
infraestructuras turísticas. Es decir, esta persona podría dejar en manos de un experto en
el sector, la organización de un viaje con características similares a las de su día a día,
para realizar un viaje que le permitiese descansar en un destino similar al de su cultura y
con todas las comodidades que tiene normalmente. Es aquí cuando tratamos de explicar
el caso contrario -esta persona iba a realizar un viaje con características alocéntricas-
apoyándonos en las teorías de Jafari (2007), Graburn (1977) y Crompton (1979). Con
Graburn y Jafari tratamos de explicar cómo el viaje era un acto ritualizado paralelo al
mundo cotidiano de nuestro turista y le permitía crear una serie de experiencias totalmente
diferentes que le servirían de aprendizaje para futuros viajes y en su rutina. Con Crompton
tratamos de explicar cómo esta persona podría, en su día a día, generar un desequilibrio
que buscaría reequilibrarse a través de un viaje que tuviese unas características totalmente
diferentes a las de su mundo cotidiano, es decir, unas características alocéntricas.
Nuestra hipótesis era que este cambio de tipología podía darse por cómo se inicia el
recorrido turístico y por las circunstancias que tienen los jóvenes a la hora de organizar
un viaje. Afirmamos también la posibilidad de que un turista con vida psicocéntrica
realizara un viaje de características psicocéntricas, apoyándonos sobre todo en la
regulación de la homeóstasis mediante el viaje.
Creo que este estudio hace una aportación interesante, dejando puertas abiertas y
numerosas posibilidades en cuanto a la comprensión del turista se refiere, que deben ser
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52
abordadas y estudiadas por expertos en la materia en un futuro, en especial por expertos
encargados de planificar el desarrollo turístico de las ciudades y la oferta de viajes a otros
destinos, es decir por la industria turística.
La industria turística debe conocer a su cliente y todas sus variantes. Cómo éstas afectan
antes, durante y después del viaje. Esto permitirá crear productos si no hechos a medida
muy ajustados a los deseos reales del turista. Esto aumentará la satisfacción por el viaje
y se creará un ciclo sostenible en el que se oferte y consuma lo que realmente se demanda
dejando de consumir un producto turístico por inercia y sin responsabilidades sobre los
países de origen y destino. En definitiva, la industria se podrá ajustar al turista y crear un
producto que realmente satisfagan las necesidades de todos los viajeros. Cada uno con
sus características, con sus diferencias. Todos ellos en armonía y preparados para el turista
que los seleccione.
Por otro lado, el turista debe conocerse y preguntarse qué es lo que realmente quiere. Qué
motivaciones tiene para hacer un viaje, cuáles son sus verdaderos deseos y como estos
deben satisfacerse mediante un tipo de viaje u otro. Ser consciente de la magnitud de la
industria turística y aprovechar todas las posibilidades que ésta ofrece de forma positiva.
Participando de aquello que a él le haga estar en armonía y ayude, con su viaje, a que la
industria crezca en función de sus demandas y la de todos los turistas, no de las múltiples
ofertas genéricas que se hacen.
Para terminar, me gustaría comentar qué es lo que me ha aportado este estudio y qué
podría aportar a las personas que lo lean. He comprendido los extremos tipológicos que
se han creado a lo largo de la historia del turismo y he entendido que este entendimiento
es fundamental para el turista y la industria. He comprendido que se podría dar, con el
paso del tiempo y determinadas circunstancias, un cambio de personalidad en el turista y
que esto podría influir en la forma de afrontar el viaje dándose también un posible cambio
en la tipología turística. Por último, he entendido también que, por parte de un
determinado tipo de personas, podrían darse anomalías y comportamientos que se salgan
de lo común a la hora de organizar el viaje.
En definitiva, el conocimiento del propio turista y que la industria conozca al turista debe
servir como un apoyo para hacer que esta crezca de forma sostenible, con sentido y en
función del turista y lo que este demande, ofrecer un producto real y con criterio, creando
un mercado turístico sostenible y lleno sentido.
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