La espalda, guía útil para •
nuestros pacientes
¿Sabía que la columna vertebral está compuesta de 24 vértebras y que éstas son móviles entre sí en todas las direcciones del espacio 7
¿Sabía que el músculo más importante de la espalda (el transversoespinoso) es idéntico al músculo que permite el movimiento de reptación de las serpientes?
Entonces tenemos la capacidad de realizar movimientos de flexión, extensión, inclinación, torsión, contorsión . . .
Y es sorprendente la cantidad de malformaciones, lesio-nes, dolores, impotencias, reumatismos, que nos azotan.
¿Cómo debemos comprender lo que nos llega? ¿Cómo debemos elegir un tratamiento? Hay que revelarse ante el comercio que se desarrolla,
bien directamente por la medicina, la fisioterapia, las curas, etc., bien indirectamente por la prensa médica y la publicidad.
Y podemos descartar toda solución de receta milagrosa : la complejidad de la columna vertebral no lo permite. Igualmente debemos renunciar a la gimnasia clásica por razones de ineficacia. Y el buen sentido se revela también ante las terapias agresivas aplicadas ante un simple dolor de espalda.
ANATOMÍA Y LAS CURVATURAS VERTEBRALES (Expicación a Luisa de 7 de años)
Cuando quieres apilar tres cubos de forma vertical, los alíneas entre sí pero también puedes desplazar ligeramente hacia atrás el cubo del medio si adelantas un poco el de
Fig. 1
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Ph. Souchard
arriba. Este es el caso de la columna vertebral. El cubo inferior corresponde a la región lumbar que debe estar cóncavo, y se llama lordosis lumbar. El cubo del medio representa la espalda y está curvado, es la cifosis dorsal. El cubo superior está adelantado como la nuca y es la lordosis cervical (fig. 1).
Este sistema está mantenido por los músculos llamados espinales y que a la vez puede suspender nuestros órganos: los pulmones, el corazón, etc., como una caña de pesca suspende el pez gracias a su hilo (fig. 2).
-¿Y si el pez es muy grande, la caña se dobla? -Sí, y sobre todo si el hilo es demasiado corto. -¿Entonces, si yo tengo una buena espalda todos mis ór-
ganos estarán bien sujetos? -Exactamente, estarán en buena posición y su rendi
miento será mejor.
LA MECÁNICA, PATOLOGÍA Y LA REEDUCACIÓN VERTEBRAL (Explicación a Eric de 15 años)
No tenemos tres cubos móviles, sino en realidad poseemos 24: - 7 cubos o vértebras cervicales. - 12 cubos o vértebras dorsales. - 5 cubos o vértebra! lumbares (ver figura 3).
Además, estos están fuertemente sostenidos por el tejido elástico que son los músculos espinales. Estos músculos llamados de la estática, tienen como función funda-
Fig. 3
12
(
Fig. 4
mental la de sostenernos. Son cuatro y son muy sólidos y fibrosos (fig. 4 ).
Son muy diferentes de los músculos de la dinámica por el hecho que poseen tono muscular. Es decir, que siempre están en un estado de contracción mínimo.
-¿Un poco como el ralentí de un coche parado en un stop? -Es una buena comparación. La diferencia entre los mús-
culos que tienen este ralentí y los que no lo tienen prácticamente, puedes apreciarlo muy fácilmente.
Es suficiente que palpes tu vientre y verás que los músculos están relajados, son músculos dinámicos. Palpas seguidamente la región lumbar y comprenderás inmediatamente que se trata de músculos estáticos.
-¿Y existen más en el cuerpo? -Ciertamente, de lo contrario no nos tendríamos de pie.
Los principales músculos estáticos se encuentran en la pantorrilla, parte posterior del muslo y sostienen las piernas.
Los músculos de la espalda ya los hemos descrito. En el cuello y en profundidad están los que suspenden la parte alta del tórax y en la superficie los que suspenden el hombro. Los músculos que se sitúan en la cara anterior del brazo y ante-brazo sostienen el codo y las manos. También existen los que unen las costillas entre sí y contornean el tórax. Y hay otros que no he citado (fig. 5).
-¿Por qué no los conoces? -¡Insolente! Yo los conozco muy bien a causa de las de-
formaciones que producen a las personas. Pero será mejor que volvamos a nuestros músculos espinales. Estos famosos músculos elásticos que mantienen nuestros cubosvértebras están dispuestos oblicuamente de forma que no sólo mantienen la columna en contra de la fuerza de gravedad, sino que además impiden a las vértebras inclinarse o girar en rotación.
-¿Entonces no los podemos mover más? -Sí, paradójicamente son los mismos espinales los que
realizan el movimiento de la columna con solo contraer-
Fig. 5
se. Cuando poseen el ralentí actúan como frenos (fig. 6). Por el contrario, si contraemos el músculo del lado de
recho, éste va a girar la vértebra de su lado (fig. 7).
Es de esta manera que los músculos de la estática que impiden que nos caigamos hacia delante, realizan igualmente la flexión posterior y los que nos mantienen lateralmente realizan la inclinación lateral, etc. Una contracción de todos estos músculos de un lado va a realizar una torsión (fig. 8).
-¡Otra vez la serpiente! -Exactamente. Pero los músculos espinales tienen ade-
más otras características, pues se insertan de vértebra en vértebra, a veces saltándose varias vértebras de manera que en realidad estos cuatro músculos espinales conforman un solo músculo desde la base del cráneo hasta el sacro.
-No me gustan sus paradojas. -Realmente la paradoja es la vida. Observa y palpa mi
espalda y verás que existen dos columnas musculares situadas a ambos lados de las vértebras y que son homogéneas desde abajo hacia arriba.
-Pero es más grueso abajo. -Abajo y arriba, en las dos concavidades, lumbar y cer-
vical. Abajo nos sirve para sostenernos mejor y arriba para movernos mejor.
Todo esto es complejo y admirable a la vez. Mira, en cierta época cuando la gente se preocupaba de la estética, una espalda sana era a la vez una bella espalda y viceversa. Como le afirmaba antes a Loi:se el rendimiento de nuestros órganos será mejor, pues no podemos separar de la
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Fig. 6 Fig. 8
estructura la forma, función y sensibilidad de nuestros órganos. Por ejemplo, si golpeo un martillo sobre el motor de tu motocicleta, no te extrañará que no funcione después. Pero nosotros los humanos queremos funcionar siempre, aunque sea con un cuerpo torcido.
-¡Pero la gente que sufre de la espalda no muere! -No, pues afortunadamente el hombre es más comple-
jo que una motocicleta y disponde de prodigiosos sistemas o mecanismos de defensa que compensan estas anomalías o carencias; pero esto supone un gran gasto de energía y post�ormente tiene graves consecuencias. Te lo explicaré volviendo a recordar la cuerda muscular que une nuestro sacro al occipital. ¿Quieres que realicemos una experiencia?
¿Si intento estirar tu nuca que consideramos que está un poco cóncava o lordosada qué es lo que sientes?
-Siento que esto tira sobre mis músculos espinales y me parece que hundo mi región lumbar (foto n? 9 y 10).
-¿Y si ahora suelto tu nuca y por el contrario corrijo tu arqueo lumbar? (foto n° 11).
-Vuelvo a arquear mí nuca. -Y giras tus hombros hacia delante. ¿Cuál es la
conclusión? -Que cuando tiro de un extremo esto relaja al otro extremo. -Por qué? -Es un solo cordón. -Es lo que llamamos una cadena muscular. Nuestros
músculos de la estática están organizados siempre así. Si tratas de estirarlos de un extremo, provocas una compesación en el otro extremo. Acabas de recibir tu primera lección de globalidad.
-Ya sabía que cuando empujo las puntas de los píes hacía mí me tira detrás de la rodilla.
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-Sabes que no tengo otra pretensión que afirmar evidencias. Simplemente no queremos ver las evidencias.
-Pero estas cadenas, ¿no son molestas? -Al contrario, nos permiten sujetarnos de pie gracias
al tono del que ya hemos hablado y movernos de modo coordinado cuando se contraen. Pero este prodigioso mecanismo tiene sin embargo inconvenientes y ya que te gustan las paradojas te voy a explicar otra.
Estás de acuerdo en que nuestros músculos espinales se sitúan a lo largo de la columna vertebral. Si retomamos el ejemplo de los cubos unidos entre ellos por elásticos que tienen sensiblemente la misma dirección que nuestros músculos de la columna, constatamos que el elástico que termina en el cubo situado detrás lo empuja hacia delante. Este cordón hace la función de freno de la que ya hemos hablado, impide al cubo caer demasiado hacia atrás. Pero al mismo tiempo constatas que este músculo que es más vertical que horizontal va a tirar igualmente hacia abajo. Paradójicamente los músculos que nos erigen manteniendo nuestros cubos nos aprietan a nivel de las articulaciones. Es lo que llamo el componente de sentamiento de nuestros músculos de la estática. Y este componente está desgraciadamente en el paralelogramo de las fuerzas que hemos trazado, siempre más importante que los otros componentes.
-Cuanto más me enderezo, más me aprieto. -¡Bravo! Comienzas a fainilliarizarte con la noción de
relatividad. Has aprendido igualmente que no se puede escapár al envejecimiento, pero desgraciadamente hay viejos de la columna vertebral a los treinta años.
-Y yo, a mis quince años, con mí nuca demasiado apretada. -No dramaticemos; digamos que nó eres perfecto y que
tienes además en esta zona un segundo inconveniente. Si palpas tu nuca como lo hacías en la zona lumbar constatas que tus músculos están todavia más duros en este lugar.
-A veces me duele un poco. -Es porque el tono de estos músculos de la nuca está
aumentado. Se dice que están ligeramente contraídos. Cuando somos víctimas de una agresión de cualquiera de nuestros músculos de la estática se defienden. Aumentan su tono y se vuelven así más resistentes pero también más cortos.
-¡Qué bien! -¡No! pues contrariamente a lo que se piensa, un mús-
culo rígido y resistente no es más fuerte que un músculo normal.
Cuando con tu honda quieres alcanzar un blanco situado lejos de tí ¿qué haces?
-Tiro muy fuerte de los elásticos. -Perfecto, pasa lo mismo con los múscu1os. Si los elás-
ticos musculares son flexibles se podrá al estirarlos mucho obtener un acortamiento y una potencia máxima en la contracción.
Si el elástico de tu honda está rígido y seco, ¿que pasa? -No puedo alcanzar más que blancos cercanos y me arriesgo
a que se rompa. -Exactamente, lo que quiere decir que un elástico mus-
cular demasiado tónico, demasiado corto, demasiado rígido, se vuelve más resistente pero en realidad pierde su fuerza activa que es directamente proporcional a la flexibilidad.
-¿Y sí me quiero hacer fuerte? -¡Ay de ti! Te volverás viejo antes de tiempo. El com-
ponente de sentamiento va a aumentar y aplastar tus discos intervertebrales y todas tus articulaciones. La artrosis, los dolores te acecharán; fin al fútbol.
-¡Qué horror! Sin embargo estoy demasiado flaco y quiero ponerme musculoso. A ver, sí comprendo bien, cada vez que hago trabajar mis estáticos los endurezco. ¿Qué debo hacer para tener bellos músculos que sean flexibles y potentes?
-Es todo un problema, y es incluso más complicado de lo que piensas pues tú mismo has observado que tus músculos abdominales que son músculos de la dinámica, están naturalmente relajados. Ahora bien, cada vez que son agredidos o insuficientemente mantenidos por causa de la sedentariedad se relajan todavía más.
-¿Sucede a la inversa con los músculos de mí cuello? -Decididamente tienes el pensamiento más ágil que la
nuca. Ante cualquier agresión los estáticos se refuerzan y los dinámicos se relajan.
-¡Vaya! los que se refuerzan se vuelven débiles por estar demasiado tónicos y los que se relajan se vuelven débiles por estar hipo-tónicos. No tiene solución.
-Es irresoluble. -¿Ha llegado el Zorro? -¡No empieces! Y escúchame atentamente. ¿Qué hay que
hacer ante músculos que siempre tienen tendencia a relajarse, a estirarse de forma excesiva? . . . Acortarlos por ejercicios de musculación; llamamos a esto la contracción isotónica concéntrica (fig. 12).
-Es lo que hago en la escuela. -Es lo que se practica en todos los sitios. Pero es lo que
se aplica también a los músculos de la estática, que siempre están hipertónicos y acortados. Esto los agrava.
Te da músculos, pero músculos malos. -Pero también se hacen estiramientos. -Esto no hace músculo, y has dicho que los quieres de-
sarrollar. Hay una solución para los músculos estáticos. Lo llamo la contracción isotónica excéntrica.
Supón que tratas de sujetar con los codos flexionados una carga demasiado pesada para tí. A pesar de tus esfuerzos hay que estirar tu codo y dejar la carga (fig. 13 y 14).
Tu bíceps que es un músculo estático, se ha estirado mientras musculaba. Este entrenamiento, diametralmente opuesto al anterior, es el que hay que aplicar a los músculos estáticos ami-gravitatorios. Con intensidad en los entrenamientos deportivos1 con suavidad, progresiva y débil resistencia en las reeducaciones.
-¡Bien dicho! ¿Y será suficiente? ¿Será más bello? -Para ti y todas las personas que no tienen grandes pro-
blemas, sí. Una sesión de auto-posturas de vez en cuando reestablecerá el equilibrio.
-¿El libro que has escrito con el casete?2 No me gusta, me tira demasiado de los tendones.
-Hay que saber lo que se quiere. El culturismo o el body building son mucho más crueles y con un resultado catastrófico. En todos los casos donde hay enfermedad, dolor, deformación, es necesaria la intervención de kinesiterapeuta formado especialmente. Hay un punto que no hemos mencionado, es el de las formas que pueden adoptar las deformaciones de nuestra espalda. Para las escuelas de kinesiterapia clásica es el peso lo que nos acorta. Lo que quiere decir que para alguien que tiene la· espalda encorvada, o los riñones demasiado arqueados, es mayor que para una persona con una bella espalda. Es absurdo. Sabemos ya que son nuestros músculos estáticos erectores los que nos acortan cuando se endurecen: Cuando hay torsión de columna, es decir escoliosis, las retracciones se hacen asimétricamente pero, es siempre un problema de retracción de los músculos espinales.
Estás de acuerdo en admitir que los músculos forman dos cordones, tensados desde los dos extremos del raquis: desde el occipital hasta la pelvis. Igualmente has aceptado el hecho de que todos somos más o menos hipertónicos en nuestros músculos estáticos. Nadie escapa, desgraciadamente la perfección no existe. Ahora bien, es evidente que todos somos individuos diferentes los unos de los otros.
Las espaldas tampoco se parecen. ¿Cómo es que algunos tienen la espalda encorvada y otros la espalda erecta?
Pongámonos en el caso de un banquero y su cliente. Éste dispone de tres cuentas en el banco pero tiene algunas dificultades a fin de mes. Siempre le falta dinero como a nosotros nos falta longitud de los estáticos en general y de los espinales en particular. Si verdaderamente falta dinerolongitud a todos los niveles de su espalda arqueará de modo excesivo la nuca y las lumbares, ya que en esta zona los
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Fig. 13 Fig. 14 Fig. 18
Fig. 16
espinales forman la cuerda del arco. Acortará su espalda que perderá su cifosis normal ya que en esta zona los espinales están en convexidad. Su retracción abolirá esta convexidad. Tranquilo que esto no suele suceder (Fig. 15).
Por el contrario, ocurrirá lo que sucede con las cuentas en el banco. Si quieres mantener la cuenta de la espalda por ejemplo, te bastará con coger un crédito de largura a la nuca y las lumbares.
Es el caso de las personas que tienen una cifosis dorsal normal o exagerada con hiperlordosis cervical y lumbar (fig. 16).
Al contrario, si quieres tener una nuca larga y despejada, tomarás un crédito de largura arqueando los riñones y la espalda. Es el caso de los bailarines (fig. 17). Personalizamos pues nuestras retracciones.
-Prefiero la espalda recta de los gimnastas o de los bailarines.
-Es cierto, es más gratificante que una espalda arqueada pero también es patológica, y te aseguro que curamos cantidades por múltiples problemas.
-¿Esto explica por qué uno tiene una nuca arqueada y el otro una espalda recta?
-Ahora que has comprendido que en todos los casos se trata de hipertonía de los espinales podemos hablar de las causas. Algunas son evidentes: actividades profesionales o deportivas; acabamos de mencionar a los bailarines. Es-
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Fig. 17
tán los traumatismos. Pero hay también todas esas deformaciones-retracciones de la columna que no se explican.
-¿Como la escoliosis? -Esto era verdad hasta ayer, pero parece que he hecho
un gran progreso descubriendo lo que parece ser la causa quasi-sistemática de las escoliosis dorsales derechas, que representan más del 80% de los casos de escoliosis.
Después de estirones de crecimiento demasiado brutales de la columna vertebral, el hilo de la línea del que hablábamos con Luisa y que constituye el sistema suspensor de nuestro diafragma y órganos no crece demasiado rápido. La falta de longitud de este enorme sistema fibroso crea problemas a nivel de la parte iquierda del diafragma, por donde pasa nuestro esófago. Ocultamos estas tensiones dolorosas torciéndonos.
-Entonces, ¿cuando hay dolor en alguna parte se deforma? -Aquí es donde quería llegar. No solamente nos torce-
mos de mil maneras para ocultar un dolor cuando aparece, sino que a veces no deformamos para evitar que aparezca.
-¿Nos deformamos sin saberlo? -Y sin que nadie lo pueda saber, a menos que hagamos
una verdadera encuesta policial. -¿Preguntas al agente Sherlock? -Mala cuestión Eric.
¿Cómo alguien puede acordarse de una cosa que se produjo hace años o de la cual nunca ha sido consciente?
Voy a poner un ejemplo sencillo: tú te tuerces el tobillo derecho. Inmediatamente se produce una cojera destinada a disminuir el dolor. ¿Esto qué supone?
-¿Una hipertonía de los estáticos y una hipotonía de los dinámicos?
-Mejor aún. La pantorrilla y los isquios de la pierna derecha se retraen, el tobillo y la rodilla se endurecen. Para compensar la cadera derecha se eleva lo que produce una hiperlordosis lumbar derecha. Cada vez que se apoya el pie en el suelo, un hombro izquierdo se eleva mediante el trapecio para aliviar el apoyo. Se forma una cadena de retracción formada por la pantorrilla, los isquios, los espinales de la derecha y el trapecio superior de la izquierda (fig. 18).
En este estadio pueden producirse dos casos: el tobillo cicatriza rápidamente, cesa la cojera, desaparecen las contracturas, no guardas prácticamente ninguna secuela.
Segunda posibilidad: la cojera sigue y la hipertonía de esta cadena muscular permanece, incluso después de la curación del tobillo. En este caso el hombro izquierdo queda alto y años después puedes presentar a este nivel una periartritis del hombro. El síntoma doloroso ha aparecido con retraso y distanciado de la causa.
-¡Esto no tiene ninguna gracia! -No. Además cuando vienes a verme con tu hombro
doloroso no puedes ayudarme ya que ni tú mismo relacionas el esguince de tobillo con la periartritis de hombro.
Hay que seguir a contracorriente la línea de las rigideces musculares.
-Ya lo sé, tú ya me lo has hecho. Tiras progresivamente de todas las retracciones.
-Comenzando por resituar el hombro dolorido. El trapecio que es demasiado corto afectará a la cabeza y el cuello. Los corrijo sin dejar que el hombro retome su mala poscición. Los espinales lumbares estirados desde la nuca arquearán los riñones, sobre todo a la derecha. Lo impediré manteniendo siempre la buena colocacion de la nuca y el hombro. La rigidez de los isquio-tibiales aparecerá entonces.
Siguiendo el mismo principio voy a estirarlos progresivamente. Esto nos va a descubrir la hipertonía de la pantorrilla. La estiraré manteniendo a la vez todas las demás correcciones. En ese momento exclamarás «me haces daño en mi antigua torsión de tobillo».
Habré llegado de la consecuencia a la causa de la lesión siguiendo la línea de las retracciones musculares y corrigiéndolas poco a poco, hasta que toda la cadena muscular hipertónica se vuelva normalmente flexible.
-¿Es un exámen o un tratamiento? -Los dos al mismo tiempo. A medida que se descubre
qué músculos están rígidos se alargan. -¿Pasivamente? -No, se realiza pidiendo al paciente que resista al esti-
ramiento. Se muscula entonces nuestros estáticos en estiramiento. Luego, cuando se ha encontrado la causa, se trata
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@.
(foto 19-22). -·-Pero durante las posturas, cuando estiras toda la colum
na vertebral, ¿no es como el yoga? -En la medida de que en los dos casos se trata de pos
turas, sí, pero es la única semblanza. Te recuerdo primero que mis tracciones no son pasivas sino que se trata de musculación en estiramiento. Además, ninguna de las técnicas que se han preocupado de flexibilizar la columna ha escapado al inconveniente que consiste en arquear la región dorsal. Hemos visto que tenemos dos concavidades, lumbar y cervical, y una convexidad dorsal. Si se tira sin precaución de los dos extremos de la cadena de los espinales, las dos concavidades se estiran, lo que se recomienda cuando están muy arqueadas las lumbares y la nuca pero, la región dorsal se aplana. La cifosis desaparece. ¡Vuelvo a pensar en los gimnastas o bailarines de los que hablábamos hace poco! Para evitar este arqueo y tener una espal-
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da normalmente arqueada hay que hacer durante la postura presiones manuales sobre el el tórax y sobre todo pedir al paciente que respire (foto 23-26).
-Eso parece fácil. -Es muy complicado, ya que nuestros músculos tienen
varias funciones y mecanismos de acción son flexores o extensores, rotadores y latero-flexores.
Cuando tiramos de ellos, se compensan de todas las formas posibles. Además, ya has comprendido que como la causa se sitúa normalmente lejos de la consecuencia para encontrarla habrá que tener una visión global.
-Quizá es complejo pero me parece totalmente lógico. -Por eso es completamente revolucionario.
l. Sobre esto se está preparando una obra. 2. Auto-Gym: Ph-E. Souchard - Ed. Ars Médica. Barcelona.