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CAPÍTULO SEGUNDO ESTRUCTURA DE LOS SERES EN CUANTO SERES MÚLTIPLES
INTEGRANTES:
- PABLO HUARANGA. - JOSÉ CUBAS. - PAÚL VICENTE.
ARTICULO 1.
GÉNESIS HISTÓRICA
Estructura de los seres en cuanto seres múltiples
El problema de lo uno y lo múltiple:
En este mundo, nada es lo que es de una manera total. Incluso aquello que somos no nos pertenece en propiedad. El hombre que yo soy no es absolutamente distinto del hombre que tú eres.
Solo por irrisión, o por énfasis, por lo que se dice de ciertas personalidades: a ¡Que tipo! Nadie es, en sí mismo y por si mismo, un «tipo».
De este hecho es, a la vez, deprimente y consolador…
Deprimente, porque esta ley nos unifica a todos bajo un común denominador. Es la humillación de nos ser más que lo que otras muchos son.
Consolador, pues la pluralidad de realizaciones de nuestro tipo nos permite alcanzar juntos más fácilmente su perfección.
La personalidad y la historicidad exigen, con toda seguridad, la toma de conciencia, por parte del hombre, de esta comunicación de todos en un solo y mismo tipo.
Sin embargo, por profunda y real que sea la comunicación, no dejan de serlo también la multiplicación y la multiplicidad. Hay aquí una contradicción aparente cuyo examen va a iluminar con una nueva luz la estructura de los seres de este mundo.
ARTICULO I.
Génesis Histórica
Lo substrato: Admitir, como los milesios, un substrato único, no es más que un primer paso en la inteligencia del universo. Pues el substrato permanente y universal (agua, «lo indeterminado», aire…) absorbería en su unicidad a todos los seres que pasa por fundar.
Los Opuestos. Heráclito aseguró la pluralidad con su doctrina de los contrarios, y la unidad del universo con su teoría de la armonía de los contrarios; mostró en todos los campos la unidad que resulta, no de la monotonía o de la uniformidad sino de la convergencia de los opuestos.
los Opuestos
Hombre Mujer
De los seres distintos surge la más bella armonía y, para concluir , «es prudente confesar que todo es uno».
Mientras no se le preste atención a la EXISTENCIA, lo de Heráclito está muy bien
Para Parménides:
Todas las cualidades por diversas que sean: son
Las oposiciones son sólo aparentes
La misma cosa es y no es – Ataque a Pitágoras
LOS PITAGÓRICOS
Multiplicación de las existencias individuales a partir de la única materia fundamental.
EL VACIO
Inte
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Y con ello
Sería el principio de la Multiplicidad
Ausencia de aquello
de que están
formados los seres
El intervalo separador dentro del
número
Con el Materialismo inconsistente de Pitágoras
Se llega a identificar El ser con lo lleno
Y la ausencia del ser con el vacío
Parménides
Leucipo, Demócro y Platón
El no ser no es
Reconocimiento de la existencia del no ser
(Leucipo y Demócrito)
Con ello
Platón salva la diversidad de Tipo y Forma.
El no ser es
De cada forma
Su ser es mucho
Su no ser es en cantidad infinita.
La idea del no ser existente
Se funda
La idea de “LO OTRO”
Ejemplo:
no es
El movimiento
El reposo
Para Aristóteles, todo esto le parece que peca de verbalismo (Lógico), no cree ya en la existencia de los géneros; ¿qué sucede, pues, con la existencia de género, “NO-SER”?... ¿No podría haber otras fórmulas más sobriamente realistas?
EL mismo Platón se había orientado hacia la idea de una composición de los seres existentes a partir de dos principios:
1.- “UNIDAD”,
2.- “MULTIPLICIDAD”.
Así la ley de todo empezar a existir, tanto en la naturaleza como en el arte, es la composición de un indefinido y de una determinación:
lo indefinido o lo ilimitado da la razón del reparto en individuos sin número; la determinación explica la unidad de cada ser en si mismo.
Aristóteles recoge la tesis de la última fase del platonismo acerca de la composición del ser.
Concibe el principio de unidad y determinación como “ENTELEQUIA” (o forma), y el principio de multiplicidad e indeterminación como “POTENCIA” (o materia).
Si se pueden realizar varios ejemplares de la estatua de Hermes, es la razón de la cantidad de mármol de que dispone el escultor; pero cada estatua es precisamente y no Zeus, es en razón de su forma. La multiplicación, por la materia, de la unidad que proviene de la forma, es la solución aristotélica al problema de lo “UNO” y lo “MULTIPLE”