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  • EL MUNDO, SAN JUAN, P. R. DOMINGO 12 DE JUNIO DE 1938. -* X

    La conservacin de suelos en la finca Zalduondo de la Por ANTONIO CRUZ Y NIEVES

    Control de la erosin en Puerto Rico

    La labor que realiza el Gobier- no Federal en todos lot Estados Unidos, territorios y posesiones por conservar los suelos frtiles de la tierra se extiende tambin a Puer- to Rico a travs de lo que se lla- ma 1 Servicio de Conservacin de ( Suelos, el cual ha venido traba-! jano en estrecha colaboracin con la P. R. R. A.

    Antes de que llegaran los descu-;

    conquistadores o aquellos descen- dientes de ellos que acabaron por dedicarse a la agricultura se die- ron a talar los grandes y espesos bosques que poblaban la isla, para cultivar las tierras, abandonndo- las por otras mejores cuando ya las dejaban exhaustas y sin pro- teccin contra el constante barrer de las lluvias y los vientos. La eli- minacin del boscaje y el descuido I de la vegetacin acabaron por crear en ciertas zonas de la isla el problema de la erosin del sue-

    !

    cia de Suelos del Gobierno Fede- ral en Puerto Rico. El grupo es- taba compuesto por tcnicos ameri-1 canos y nativos, incluyendo varios jvenes ingenieros agrnomos por-. torrlqueos, a quienes capitanea el seor G. L. Crawford; cuarenta; muchachos borlcuas llenos de ener- gias y ambiciones adiestrndose eni estas tiles y necesarias prcticas] que constituyen un porvenir de lli-i mltadas perspectivas. Estaban ilUI como tcnicos adems del Dr. G.' L. Crawford. otros oficiales del:

    en esa parte de la isla. El grupo realiz un viaje de inspeccin por la comarca, sublendb por las fal- das de las montaas donde se ha hecho Intenso trabajo de abanca- lado y mirando a lo lejos las o.ras "terrazas" tterraces) cavadas por conservacin de suelo para conser- var las capas frtiles de la re- gln. Dirigan a los presentes los seores R. E. Whitherell y W'il- llam Gracia, quienes iban explican- do los diferentes aspectos del tra- bajo llevado a cabo.

    Gracias a la obra de la Divisin de Ingeniera de la PRRA. aquellas inmensas 1.500 cuerdas que compo- nen a Zalduondo estn cruzadas por carreteras de las cuales, aun-

    Izqulerda: Eata fotografa muestra uno de loa valles que han sido han- calados por el mtodo de "terrazas abancaladas". Puede notara* que hay una corriente hada abajo del centro Izquierdo al final o piso del valle; tambin puede verse a la de- recha cerca del plao del valle otra zanja para deaare. Cerca del cen- tro y casi sobre un nmero de tra- ba Jadorea hay una pequea rea conteniendo tres rboles de mango que no ha aldo abancalada: al ex- tremo derecho hay tambin otro paraje aln abancalar. Estas peque. Aaa reaa son muy emplnadaa aun para "terrazas abancaladas" y se- rn sembradas de caa bamb y de , variedades de mangoes.

    Derecha: Vista tomada de lo alto de uno de Ion edificio* del Campa- mento de Conservacin de Suelos, mostrando uno de los trabajos de ahan< alado en I-a* Mesas, Maya- gez. El cerco blanco alrededor del borde de las terrazas es yerba sem- brada por el seor Davls, agrno- mo del Servicio de Conservacin de Suelos. Desde que se tom esta fo- tografa, la yerba se ha extendido y prcticamente ha cubierto el te- rreno, lo cual no slo proteger la erosin de dicho terreno sino tam-* hln suplir yerba para el ganado. Fstos abancalados son de cuatro y medio pies (verticales) aproxima- damente y pon un terrapln de cer-

    ca de 15 pies de ancho.

    Abajo: I na muentra nhjetl\a del trabajo de ahancaladn, (terracing), que ae viene llevando a cabo en las laderas de nuestras montaas para evitar la erosin del terreno.

    que darn a una gente que sin du- da habla tenido antes u.ia opor- tunidad parecida la ocasin de en- cauzar su vida por el verdadero camino que les corresponde. Las granjas mayores de una cuerda de Zalduondo sern tranferidas en parte, a familias de agricultores que una vez poseyeron tierras y que. debido a los altibajos de lo negocios, por alguna razn las per- dieron, escapando a las ciudades en pos de mejor fortuna, pero sin per-

    premio como el primero de los cam- pamentos de la PRRA. En Adjun- tas, Aibonito, y Cayey. de la Ame- rican Suppliers. se han venido tra- bajando en la regin montaosa y adiestrando al granjero en los se- cretos para conservar la fertilidad de sus tierras. Y por ltimo en Lu- quillo, donde le es fcil al viajero que va de "week-end" contemplar los progresos alcanzados, si abando- na un Instante su ruta de placer hacia "El Yunque" y se detiene a

    de la Divisin de Ingeniera de la PRRA, y con la instalacin del alumbrado elctrico smbolo det progreso que la PRRA ha llvalo consigo a donde quiera que ha Ido. Hay una Unidad Vocaclonal para la educacin de granjeritos y gran- jeritas; una Granja Central > Ser- vicio para Ilustrar a los agriculto- res ^en modernas materias tcni- cas de agricultura, tales como el cultivo y el abonado cientfico de la tierra, y para suplirles semillas

    hermosa finca, el grupo st reunid a almorzar en el comedor dtl Cen- tro de Recreo del Bosque Nacional de Luqulllo donde ms tarda niela- ron uso de la palabra el seor Had- ley, de Repoblacin Forestal, y al doctor Rodrguez Gigel, Director de Extensin Agricoa de 1 Univer- sidad de Puerto Rico. Despus da los discursos, se gir una -visita da inspeccin al rea del boque ba- jo la direccin del mismo seor Hadley y del seor Thurraond, tam- bin del Servicio de Repoblacin Forestal.

    Es incalculablemente valiosa la labor que en pro de la fertilidad da nuestras tierras viene realizando al Servicio de Conservacin da. Suelos en los sitios que en el curso* da es- te articulo hemos mencionado y la que se propone realizar en el futu- ro en otros sitios tales como Boque- rn, Coamo y Salinas, 'l distrito Lafayette, Cales y MoroVl*. Fu. la falta de una labor parecida a la que convirti en desiertos'frandee extensiones de terrenos americanos que antes hablan sido de una fer- tilidad asombrosa. Con* la "nueva siembra de bosques, qu se lleva a cabo en una proporcin d 1,000, 000 de arbustos anuales aproxima-

    Izquierda: Cmo ae educa objeti- vamente a loa granjeros en loa ae- eretos de la conservacin de suelos.

    Ahajo: Delicioso rincn del Campa- mento El Caribe, de Mayaguas, donde se comenzaron loa primeros trabajo de conservacin da suelos a que nos referimos en el presento

    articulo.

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    bririor-s a nuestras playas, por si- glos y siglos los huracanes, las grandes lluvias tropicales que se resuelven en torrentes de aguas impetuosas y las peridicas aveni- das de ios ros venan arrastrando consigo grandes pon-iones de lns rapas frtiles de nuestros suelos. Despus del descubrimiento, los

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    lo provocado por la prdida de las capas frtiles riel terreno, a cuyo problema so enfrenta ahora el Ser- vicio de Conservacin de Suelos con' denuedo y paciencia. El problema ha sido examinado, sus causas ana- lizadas y la responsabilidad de 'a solucin puesta en manos de un1

    grupo de especialistas compuesto' por agrnomos, expertos en sucios. en el cuidado de las tierras y en la seleccin de cultivas apropiados, y gelogos. En diferentes parte, de la isla estos hombres han comen-1 zado su campaa para que las tie- rras de cultivo conserven y mejo-j ren. cuando ello sea necesario, sus condiciones normales de producti- vidad.

    Hace poco acompaamos a estos hombres a una de las regiones don- de trabajan. Y de eso queremos1

    hablar.

    Tfrniros continentales y nativos

    El sbado 21 de mayo en cursi, se dieron cita en el rea de Luqui-' lio para celebrar lo que en trml- nos de la profesin se llama un) "fiPld meeting" todos ios mucha-1 chos y la plana mayor que forman ' el entusiasta Servicio de Conserva-

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    Al lado de la Intendencia.

    SAN JUAN

    servicio incluyendo a U. S. Alll- son. R. L. Davls, W. V. Thalman. W. G. Kincannon, Wm. R. Glover, Robert E. Witherel!, H. \V. Al- berta, W. L. Slmmons, R. R. Mont- gomery, J. J. Landrn, Ulpiano E. Colom, Supt. del Proyecto Zalduon- do y, entre los jvenes del pais que se adiestran en estos menesteres, los seoras Pedro P. Rinaldi. Ra- fael Ruiz Somohano, Radams Lo- pes Molina, Luis Morera Caratni, Jess Guzmn, Domingo Antonio Scarano, Modesto Escudero. Fausto Marlota Trais, Jos D. Orlandi. Jus- to Enrique Vrela. Pedro Costa, Jaime Blaneh. Jr. William Lpez, Joaqun Oliver, Juan Crdova. Sa- muel Gracia, Herminio Negrn. Jo- s Cestero Jimnez, Jos Luis Cos- tas, Heliodoro Merle, Jos Gonz- lez, Esteban Carrin, Juan Jurez. Jacinto Rivera. Miguel Garca Her- nndez,- Armando Roura, Federico Stubbe. Jr.. Carlos Archevald. Car- los Rinaldi. Pablo Moragn. Artu- ro Rivera Brenes. Miguel A. Dio- nisi. Ovidio Garca Molinary, Jai- me Castaer Bermdez, Miguel Ro- drguez Cabrera, Manuel Ferrer y Juan B. Gaztambide.

    Da gusto or como hablan los seores Crawford y Allison de es- tos nuevos tcnicos nativos, de la facilidad con que asimilan y com- prenden los nuevos conocimientos, del talento demostrado en cuanto escriben en relacin con la labor que realizan y de su entusiasmo y voluntad de trabajar y crear indi- vidualmente.

    E una gran puerta que se :e. abre a los estudiantes de agricul- tura portorriqueos, nos dice el se- or Crawford. Y es bueno que us- ted sepa, aade, que juzgando ti talento del portorriqueo por el material humano con que contamos. es cosa cierta que sabrn aprove- charse de sa oportunidad.

    Por ios caminos que ha abierto Ingeniera Rural

    A las 8:30 de la maana s en- contr en el rea de Luqulllo el grupo de persona Interesadas en el trabajo que se viene llevando a cabo para el control del terreno

    que algunas no estn terminadas ni el afirmado acabado, se aprove-! chan-los viajeroa -para llegar en | sus automviles a los ms apa/- lados- rincones. Los granjeros all | establecidos cultivan actualmente frutos menores, incluyendo plta- nos, guineos, maz, habichuelas,, malangas, yautlas y otros frutos que se producen muy bien en Zal- duondo.

    Granjas y granjeros

    Mientras recorremos los abanca- lados de conservacin de suelos, vamos descubriendo que la gran finca ha sido destinada a 128 gran- jas de una cuerda. 40 granjas de 10 cuerdas y 35 granjas de 20 cuer- das. Las granjas de una cuerda son habitadas por trabajadores agrco- las de la reconstruccin que se en- trenaron en el campamento del pro- yecto. En el momento en que escri- bimos ya hay Instaladas 80 de es- tas familias de obreros agrcolas en la. granjas de Zalduondo.

    Eso, en cuanto a las granjas de una cuerda. En lo que respecta a la de 10 y 20 cuerdas, stas cons- tituyen un aspecto muy interesan- te de la obra de reconstruccin ya

    der sus condiciones de agricultores natos. En parte, tambin estas fin- cas de 20 cuerdas sern puestas en manos de tcnicos pobres, gradua- dos de agricultura, que se encuen- tran Imposibilitados de poner en prctica sus conocimientos y los planes al calor de ellos concebidos, porque carecen de tierras donde hacerlo. Sabe Dios cuntas veces, abatidas por los infortunios de la ciudad, aquellas familias han am- bicionado poseer de nuevo una fin- ca donae cultivar amorosamente la tierra! Cunto* jvenes graduados de agricultura, llenos de ideas ti- les y planes provechosas, no han fracasado por carecer de un peda- zo de fierra donde ejercitar sus conocimientos tcnicos!

    Pues bien, muchos de ellos en- contrarn all 1 realizacin de sus esperanzas.

    CONSERVANDO EL SUELO DE ' ALDUONDO Y DE OTRAS

    PARTES Las feraces tierras de Zalduondo

    adquieren mayor importancia cuan- do se considera el esplndido tra- bajo que llevan a cabo alli los hom- bres del proyecto de conservacin de suelos. Montes y laderas se en- cuentran listos para ser sembrados hasta la cumbre sin prdida algu- na de suelos; ya puede llover a cntaros que los altozanos de Zal- duondo no Je permitirn a las aguas barrer ahora, como barran antes, las capas frtiles. Por donde quie- ra que se extiende la vista, el tra- bajo de abanralado llevado a cabo atrae la atencin. Los montculos con tus terrazas parecen, por el co- lor del barro, cabezas de nias pe- lirroja* que han pasado por las manos del "beauticlan".

    Pero no es slo en Zaldaondo don- de los hombres de conservacin de suelos han llevado a cabo este tra- bajo que hoy se extiende tamb'n por Mayagllez. donde el primer cen- tro de actividades de conservacin lo constituye ese famoso campa- mento, "El Caribe", que se llev el

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    El zarevitch Pablo, hijo de la gran Catalina, viva voluntaria- mente confinado en sus posesiones de Gatchlna, lejos de la Corte, te- meroso de tofios y de todo.

    All, en su palacio pequeo y sombro, el zarevitch espera con impaciencia extraordinaria el mo- mento de ascender al trono. Un re- gimiento enteramente suyo lo cus- todiaba dia y noche. Veinte cosa- cos dorman en el suelo frente a la puerta de su cmara, con la orden de hacer fuego sobre el primero que pretendiera acercarse a los aposentos del gran duque.

    Pablo sabia que su madre lo odiaba, y saba tambin que la em- peratriz haba suscrito un testa- mento secreto legando la corona imperial al Dequeo Alejandro, hi- io mayor de Pablo

    Aquella tarde, el zarevitch esta- ba ms sombro que nunca No ha- blan llegado noticias de San Pe- tersburgo y esto le preocupaba pro- fundamente. Dorma Pablo en un silln de cuero cuando uno de sus ayudantes le anunci la llegada de un correo Imperial: un joven te- niente de coraceros, plido y tem- bloroso.

    Qu ocurre? le pregunt el zarevitch.

    Vengo a postrarme a los pies de mi zar.

    Qu ests diciendo? Que ha muerto la emperatriz

    Catalina, Majestad Imperial. Pablo mir largamente al co-

    rreo; luego, quitndose la cruz de San Andrs jue llevaba en su ca- saca verde, la coloc en el pecho del joven oficial. Este cay de ro- dillas, diciendo:

    La cruz de San Andrs, Ma- jestad Imperial? Por qu me dais ton alta reoompensa?

    Porque no sabes, ni sabrs en

    Servicio Exclusivo de la Agencia . mucho tiempo, el enorme favor Flus Ultra cue me acabas de hacer.

    II

    Horas antes de morir asesinado, I el zar Pablo I dijo a sus cortesa- nos:

    S que ser traicionado por to- , dos. Temo qi*e se produza un hecho terrible.

    Hubo un silencio de muerte en la cmara Imperial. El conde de Phalen se atrevi a decir:

    Creo exagerados los temores |d> Vuestra Majestad. Todos somos f'eles a nuestro amadsimo sobera- no.

    Todos, no querido Phal"en; pe- ro t si. De ti estoy seguro, y es- pavo que me salvars.

    Y el conde de Phalen era el ni- co traidor que se hallaba en la c- mara del zar.

    III Perseguido por sus asesinos, el

    zar Pablo I se refugi en el saln oel trono. Cubri sus desnudeces ron el manto de prpura y tuvo el valor de enfrentarse con los fac- ciosos. -

    Quin se atreve a levantar su mano contra mi?

    Los amotinados retrocedieron. Aquel loco impona, revestido con ( manto imperial. Adems .un te- rror supersticioso se apoder de los amotinados, %

    "Si aquella situacin se prolonga diez, minutos, el zar nos hubiera desarmado" escribi Phalen me- ses ms tarde. Pero Pablo sinti un miedo horrible y pidi clemen- cia. Baj de: trono y all mismo cumplieron los asesinos su terrible misin...

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    mirar la obra de trabajo y cons- tancia que lleva a cabo el Gobier- no Federal en lo que fu fundo de Zalduondo.

    VEGETALES Y ARBOLES

    Con el grupo de tcnicos, nos de- tuvimos a comentar entre los gran- jeros las grandes siembras de ve- getales que aseguran haber reco- gido este ao. Ello es una prueba magnifica de lo que se puede obte- ner alli con relacin a estos pro- ductos en produccin prvida y calidad superior, o hay duda de que el cultivo de vegetales en Zalduon- do es absolutamente provechoso.

    Acompabanos el seor E. W. Hadley, Jefe de la Divisin de Re poblacin Forestal de la PRRA. cu- ya labor de resiembra del arbolado en la isla es parte consustancial de la obra de conservacin de suelos. Lo* boscajes detienen la humedad, contienen las aguas, protegen los cauces de los ros y dicese que exis- te tambin cierta relacin entre el arbolado de un pas y su promedio de lluvia. A este respecto los gran- jeros de Zalduondo venen realizan- do una importante labor en la siembra de rboles donde quiera que ello es posible, especialmente en ios alrededores de la granja cuando su siembra no interfiere con el cultivo de los productos comer- ciales. Las especies con ms fre- cuencia sembradas son rboles de aguacates, panapen, panas, chinas, mangos, nsperos, caimitos y otras frutas. Con muy buen juicio, y como ejemplo para aquellos a quie- nes gusta que se siembren rboles, los granjeros de Zalduondo siem- bran rboles frutales que, adems de servir para decorar y crear el boscaje tan necesario, ofrecen fru- tas alimentaciones y sanas a la lar- ga resultan de utilidad, aunque no es su objetivo sembrarlos con fi- nes pecunarios.

    PROGRESO GENERAL DE ZALDUONDO

    Junto a los trabajos de conserva- cin de suelos, hay que mencionar con respecto al progreso de la co- munidad, los que se llevan a cabo en relacin con el acueducto, con los caminos ya mencionados ante- riormente, al referirnos a la labor

    seleccionadas y otras ventajas; un Centro Mdico que vela por la sa- lud del granjero y su familia, un Centro de Enlatado, Servicio Social y otras ventajas.

    VIAJE AL YUNQUE, DISCURSOS Y RESUMEN

    Terminada la Inspeccin de la

    damente, y el formidable trabajo del Servicio de Conservacin de [ Suelos no hay temores de qut co- sa asi pueda sucedemos a nosotros en el futuro. No habr una. sola. I persona cuya cooperacin falte pa- ra que Puerto Rico contine sien- do un jardn tropical sobre el At-| lntico.

    *

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