La Carta
de Judas
Lic. Claudia Mendoza /// 2014
Se trata de un mensaje breve, muy
polémico contra otros cristianos
“alejados de la verdad”
escrito por “Judas” a
comunidades con las que está en contacto
para prevenirlas y apoyarlas
en un clima de controversia doctrinal
Estructura
temática
Entre la parte inicial (vv. 1-2)
y la doxología conclusiva (vv. 24-25)
se desarrollan los siguientes temas
1. Breve introducción explicando el motivo y el objeto de la
carta (3-4)
2. Polémica contra los falsos maestros (5-16) Tres ejemplos veterotestamentarios de castigos divinos
(5-7) Aplicación los adversarios (8-10) El castigo anunciado por Henoc (14-16)
3. Exhortación a la comunidad (17-23) Realización de lo anunciado por los apóstoles (17-19) Exhortación a una conducta cristiana (21-22) La conducta de los indecisos e inseguros (22-23)
Remitente y
presuntos destinatarios
El autor se autopresenta en 1,1 como
“Judas, siervo de Jesucristo,
hermano de Santiago...”
(Judas 1,1)
Al nombre “Judas” sigue primero
una caracterización genérica:
“siervo de Jesucristo”
y luego, otra más específica:
“hermano de Santiago”
En el Nuevo Testamento
aparecen cuatro personajes
de nombre Judas
Judas Iscariote y Judas de Santiago, que aparecen
en la lista de “los Doce” de la versión lucana
Lucas 6,13-15 Cuando se hizo de día, llamó a sus
discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó
también apóstoles. v14 A Simón, a quien llamó Pedro,
y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe
y Bartolomé, v15 a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo
y Simón, llamado Zelotes; v16 a Judas de Santiago,
y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor”
Hechos 1,13
Y cuando llegaron subieron a la estancia superior,
donde vivían, Pedro, Juan, Santiago y Andrés;
Felipe y Tomás; Bartolomé y Mateo;
Santiago de Alfeo, Simón el Zelotes
y Judas de Santiago
De Jerusalén envían a “un profeta Judas llamado
Barsabás” a Antioquía. llevando las decisiones de la
Asamblea de Jerusalén:
Hechos15,22
Entonces decidieron los apóstoles y presbíteros, de acuerdo
con toda la iglesia, elegir de entre ellos algunos hombres y
enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé; y estos fueron
Judas, llamado Barsabás, y Silas, que eran dirigentes entre
los hermanos
Cf. Hechos 15,27-33
Quien tiene un hermano muy importante
y conocido –como para autopresentarse
en clara referencia a él– llamado Santiago
es “Judas hermano de Santiago,
hermano de Jesús”
Marcos 6,3 (// Mt 13,55)
No es éste el carpintero, el hijo de María
y hermano de Santiago, Joset, Judas y Simón?
¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?»
Y se escandalizaban
a causa de él
De este Judas prácticamente no se tienen
noticias: sólo se conoce –por unos datos
transmitidos por Eusebio de Cesarea,
quien, a su vez, los recibió de Hegesipo–
que sus nietos fueron interrogados
bajo Domiciano, y luego fueron
puestos en libertad
Más tarde, fueron dirigentes
de la comunidad,
hasta los tiempos
de Trajano
(cf. III HE 20)
Eusebio de Cesarea, III HE 20Acerca de la familia de nuestro Salvador
1. Todavía se hallaban con vida, de la familia del
Señor, los nietos de Judas (llamado su hermano
según la carne). A éstos delataron porque eran de
la familia de David. El evocato los llevó ante el
césar Domiciano, pues, como Herodes, también
tenía miedo de la venida de Cristo.
III HE 20
2. Les preguntó si eran descendientes de David y ellos lo
confesaron. Luego les preguntó acerca del número de
sus bienes o cuánto dinero poseían, pero ellos dijeron
que entre ambos sólo sumaban nueve mil denarios, la
mitad cada uno; y persistían en decir que ni siquiera
esto tenían en metálico, sino que se trataba de la
tasación de sólo treinta y nueve pletros de tierra, por la
que pagaban impuestos y la trabajaban ellos mismos
para su subsistencia
III HE 20
3. A continuación mostraron sus manos, y
ofrecieron como testimonio de su trabajo
personal su fortaleza física y los callos que
les habían salido en sus propias manos por la
obra ininterrumpida.
III HE 20
4. Interrogados sobre Cristo y su reino, qué tipo de
reino era, dónde y cuándo aparecería, explicaron
que no se trataba de un reino de este mundo o de
esta tierra, sino celestial y angélico y que ha de
tener lugar en el final de los tiempos. Porque
viniendo en gloria juzgará a vivos y muertos y
pagará a cada uno según sus obras.
III HE 20
5. Observando todo esto, Domiciano nada les
reprochó, sino que incluso los menospreció como a
gente vulgar y, dejándolos en libertad, puso fin a la
persecución de la iglesia mediante un decreto. 6.
Los que habían sido liberados dirigieron las iglesias
por haber testificado y por pertenecer a la familia
del Señor, y habiendo llegado la paz, vivieron hasta
Trajano.
A diferencia de Santiago,
no hay indicios de que este Judas
haya tenido protagonismo
digno de ser mencionado
en la historia del cristianismo primitivo
Los investigadores suelen sugerir
como más plausible la atribución del texto
a este Judas “hermano del Señor”,
que, en cuanto “hermano de Santiago”,
habría tenido el tipo de autoridad suficiente
como para darle legitimidad a la obra
¿Es pseudoepigráfica?
¿Es posible que este Judas
“hermano de Santiago”
haya sido el autor de esta “carta”?
La mayoría de los investigadores
modernos entienden que se trata
de una “pseudoepigrafía”
Se esgrimen varias razones
para fundamentar la duda…
Uno de la primera generación no habla
de “los apóstoles de nuestro Señor
Jesucristo” (v.17-18) como figuras
de un pasado distante, cuyas palabras
se puedan citar como “vaticinios”
La fe se ha convertido
en un contenido bien definido
“que ha sido transmitida a los santos
de una vez para siempre” (v. 3)
El autor escribe en un griego correcto,
que difícilmente
puede haber correspondido
a un “obrero” palestinense
Se trataría más bien de un (sobrio)
uso de la pseudoepigrafía,
en el que el autor se autolegitima,
indirectamente, mediante la autoridad
de Santiago, el hermano del Señor
La mención de Santiago
podría entenderse entonces
como una clara toma de posición
a favor de la línea teológica y eclesial
representada por Santiago
El autor parece ser
un judeo-cristiano helenista
que se confiesa partidario
de la misma línea teológica
representada por Santiago
¿Quiénes eran
estos “adversarios”?
Se trata de un reducido grupo
de personas que recientemente
se ha infiltrado entre ellos
y que constituyen un grave peligro
por su falsa doctrina
y su conducta depravada
No se puede distinguir con precisión
los contornos de la enseñanza
pues el autor se limita
a llenarlos de reproches encendidos
sin exponer con claridad sus ideas
ni el contenido de la “enseñanza”
Se suele caracterizar
a los falsos maestros como
“gnósticos cristianos libertinos”
También el texto dice
que los adversarios
no tienen respeto por los ángeles
y que llegan incluso a maldecir
a los seres gloriosos (vv. 8.10)
Forma
literaria
La forma literaria del texto corresponde
a la de una “carta”
pero con características muy especiales
ya que al mencionar a los destinatarios
no indica ningún lugar específico
ninguna región, o persona o iglesia local
Se dirige a ellos simplemente como a
“los llamados,
amados en Dios Padre
y protegidos por Jesucristo”
(Judas 1-2)
El texto probablemente
nunca fue enviado
como una “carta”
en el sentido usual del término
Por lo que cabe concluir que la estructura
epistolar que presenta es ficticia
Los investigadores suelen
caracterizar a este texto
como un “folleto
o volante polémico”
al servicio de la contienda
¿Por qué
fue tan discutida?
Ya desde épocas relativamente
tempranas se hizo notar
que la carta pudo haber sido rechazada
por muchos por el uso que hace
de los apócrifos judíos
San Jerónimo –que en este asunto depende
del testimonio de Dídimo el Ciego (+ 398)–
indica que esa es, precisamente, la razón
por la que los antiguos se resistieron
a admitir este libro en el Canon
“Judas, el hermano de Santiago, dejó una breve
carta que es una de las siete católicas.
Es rechazada por muchos porque en ella se
apela al testimonio del libro de Henoc, que es
apócrifo. Sin embargo, el uso y la antigüedad
le han dado autoridad, y se cuenta entre las
Sagradas Escrituras”
(Jerónimo, De Viris Illustribus IV)
Remitente y (presuntos) destinatarios
¿Qué Judas? ¿Es pseudoepigráfica?
Finalidad principal y carácter del escrito
Aceptación. ¿Por qué fue tan discutida?
Fecha y lugar de composición
Esquema de presentación
La Segunda
Carta de Pedro
El “autor” presenta su mensaje
como la expresión de
la última voluntad de Pedro,
destinado a ser recordado
en el tiempo posterior a su muerte
(1,13-15)
En la intención del “autor”
el texto adquiere así
un valor testamentario,
que va más allá de su tiempo original
sin limitarse a los destinatarios
“originales”
Estructura
temática
Entre la parte inicial (vv. 1-2)
y la doxología conclusiva (vv. 3,18b)
se desarrollan los siguientes temas
2 Pedro 1,3-15
Discurso introductorio
sobre los dones salvíficos, el deber de una
respuesta adecuada a estos dones
y el anuncio y en carácter “testamentario”
del escrito ante la muerte inminente de “Pedro”
2 Pedro 1,16-3,13
La defensa de la fe
en la (segunda) venida del Señor
Es la parte más importante del texto
y está dedicada a la defensa de la fe
en la (segunda) Venida del Señor
1,16-21: Factores legitimantes
Para demostrar la autoridad que tiene
para enseñar respecto del tema
en cuestión, el autor se apoya en
su identificación ficticia con “Pedro”
en cuanto testigo ocular
de la “transfiguración” (1,16-18)
Esta experiencia de “Pedro”
confirma la palabra profética
–a la que el autor exhorta
a prestar atención
como lámpara que brilla en las tinieblas
“hasta que despunte el día” (1,19)–
Teniendo en cuanta probablemente ya
a los adversarios que va a combatir
en el capítulo siguiente
enseña a continuación que la palabra profética
de la Escritura no puede ser objeto
de interpretaciones personales (1,20-21)
2,1-22: Polémica propiamente dicha
La polémica contra los adversarios se abre
con una comparación: así como en el pueblo
de Israel aparecieron falsos profetas, ahora
también han surgido falsos maestros que
niegan al Señor que los rescató obrando así
su propia ruina
La comunidad está en peligro (2,1-3)
Dejándose guiar por el hilo conductor que le
brinda la “Carta de Judas”, el autor cita a
continuación varios ejemplos de castigos
ejemplares infligidos por Dios:
“los ángeles caídos” (2,4; cf. Génesis 6,1-4);
“el diluvio” (2,5; cf. Génesis 7s); “la destrucción
de Sodoma y Gomorra” (2,6; cf. Génesis 19,24s);
“la historia de Lot en medio del desastre”
(2,7-10a; cf. Génesis 19,7-9.16.19)
En 2,10b-22, haciendo gala de un uso versado
del lenguaje de la polémica,
apunta a los adversarios:
Su atrevimiento los lleva a maldecir
a los ángeles (2,10b-11)
Son seres irracionales destinados
a la perdición (2,12)
Viven entregados al placer (2,13-14)
Siguen el camino de Balaam (2,15-16)
Son fuentes sin agua,
nubes llevadas por el viento (2,17)
Con palabras pomposas y con promesas
de libertad llevan a otros a la esclavitud
(2,18-21)
En relación con la “Carta de Judas”
este texto extrema la caracterización negativa
de los adversarios
precisando detalles
sobre la inmoralidad de los oponentes
Sus ojos se dirigen llenos de deseos
hacia las mujeres adúlteras
/// no cesan de pecar /// seducen
a las personas inseguras /// tienen
un corazón lleno de codicia /// son
hijos de la maldición (2 Pedro 2,14)
Conducen al libertinaje a aquellos
que recién se han liberado del error ///
les prometen libertad mientras
que ellos mismos son esclavos
de la corrupción (2 Pedro 2,18-19)
3,1-13: ¿Por qué aún
no se ha realizado la Parusía?
Antes de iniciar la defensa de la fe
en “la (segunda) Venida del Señor”
el autor pone otra nota “personal”:
él mismo ya ha escrito antes una carta a los
fieles para recordarles las palabras dichas
por los santos profetas y el mandato del Señor
anunciado por los apóstoles (3,1-2)
Tras recordar esto, enfrenta directamente
el problema central: la presencia de hombres
cínicos y burlones que socarronamente
preguntarán: “¿Qué ha quedado de la promesa
de su Venida? Desde que nuestros padres
murieron todo sigue igual como en el comienzo
de la creación” (3,3-4)
Los adversarios se mofan de los que todavía
esperan “la Venida del Señor”
basados en la experiencia
Nada ha cambiado,
todo sigue igual
(e, implícitamente,
se sugiriere que también seguirá igual)
El autor responde a la objeción dando tres pasos
argumentativos:
1. Los que se burlan de la promesa de la “Parusía”
no advierten que toda la creación está en manos
de Dios, que la salvó después del diluvio y la
tiene reservada para el día del juicio, cuando los
impíos sean castigados (3,5-7)
2. Los creyentes deben
advertir que el paso del tiempo
es relativo para Dios:
mil años son como un día
ante sus ojos
(cf. Salmo 90,4)
3. En realidad no es que
la “Parusía” se retrase
sino que Dios
tiene paciencia
con los hombres
y les da tiempo para que se arrepientan
(3,8-9; cf. Sirácida 35,19 y 1 Pedro 3,10)
3. El “Día del Señor” llegará
como un ladrón
y será el momento
de la desintegración universal,
cuando se disuelva
todo lo que existe
Frente a esta perspectiva, los creyentes pueden
(y deben) “acelerar” la llegada de la “Parusía”
llevando una vida santa, esperando la llegada
del Señor, cuando este mundo llegue a su fin
y se cree “un cielo nuevo y una tierra nueva”
en la que reine la justicia (3,10-13)
2 Pedro 3,14-18a
Exhortaciones finales
El autor comienza con las exhortaciones
conclusivas (3,14-15a)
pero, inesperadamente, interrumpe su
discurso para referirse a las enseñanzas
de las cartas de Pablo (3,15b-16)
El tema paulino de “la paciencia de Dios”
como “salvación” de los creyentes
(Romanos 2,4)
lo mueve a alabar
la sabiduría del apóstol
Sin embargo –revelando sin duda
un trasfondo polémico–
aprovecha la ocasión para advertir
acerca de la complejidad de los textos paulinos
Hay gente ignorante e inestable que,
para su propia ruina, tergiversa su sentido
(como el de otros textos de la Escritura)
Al final, retoma el tono exhortativo
para recomendar tener precaución
a fin de no dejarse arrastrar por
el error de personas sin principios y alcanzar
el objetivo de crecer en la gracia y
en el conocimiento de Cristo (3,17-18a)
Esquema de presentación
Remitente y (presuntos) destinatarios
¿Es pseudoepigráfica?
Relación con Judas
Motivo y ocasión del texto
(Ocasión real // ocasión “ficticia”)
La “demora de la parusía”
Pedro, garante de la tradición
Remitente
y presuntos
destinatarios
El “remitente” no sólo se presenta como
“Simeón Pedro, servidor y apóstol
de Jesucristo”, con la forma semita del
nombre (2 Pedro 1,1), sino que también
inserta recuerdos personales
del “príncipe” de los apóstoles…
En 1,14 afirma que Jesús
predijo su muerte como mártir (cf. Juan 21,18ss)
En 1,16-18 se proclama testigo ocular
de la transfiguración (Marcos 9,2ss y //)
En 3,1, haciendo referencia a 1 Pedro,
señala que este escrito es la “segunda”
carta que les escribe
En 3,15 se presenta, por medio de la expresión
“nuestro querido hermano Pablo”, como
contemporáneo y colega en el ministerio de Pablo
Declara solemnemente
que escribe la carta poco antes
de su muerte para que los lectores
guarden en la memoria
“la verdad presente”
(1,12ss) como un legado P72
2 Pedro se presenta así
como “testamento”
o “discurso de despedida”
del príncipe de los apóstoles
antes de su “partida”
Así y todo, casi todos los comentaristas
actuales consideran que se trata
del caso más claro de pseudoepigrafía
Relación
de 2 Pedro
con Judas
Numerosos bloques de material de 2 Pedro
tienen claros paralelos con Judas
Esto resulta especialmente llamativo en
relación con 2 Pedro 2,1-18 y 3,1-3
–es decir, en la polémica contra los adversarios–
donde prácticamente todos los versículos de
2 Pedro tienen paralelo en Judas 1,4-19:
Judas 2 Pedro
v.4 2, 1.3b Aparición de los falsos maestros (intrusos)
v.6 2,4 Castigo de los ángeles pecadores
v.6 2,9 Justos salvados, impíos condenados
v.7 2,6 Condena de Sodoma y Gomorra
v.7-8 2,10 Desenfreno carnal de los intrusos
v.9 2,11 Ni los ángeles osan actuar como ellos
v.10 2,12 Se portan como animales sin razón
v. 11 2,15 Caen en la traición de Balaam
v. 12 2,13 Abusan en las comidas comunitarias
v. 13 2,17 Son como fuentes (nubes) sin agua
Judas 2 Pedro
v. 16 2,18 Su boca profiere insolencias
v. 17 3,2 Recuerdo de los profetas y apóstoles
v. 18 3,4 Estaba previsto (en la Escritura) que aparecerían
Hay algunos párrafos de 2 Pedro
que no tienen paralelo en Judas:
2 Pedro 2,2-3.5.7-8.14.16.18-22
Se trata:
O de invectivas contra los falsos
maestros (2,2-3.14.16.18-22)
O de ejemplos bíblicos que no están
en Judas: Noé (2 Pedro 2,5);
Lot (2 Pedro 2,7-8)
Hay algunos versículos de Judas
que no tienen correspondencia en 2 Pedro:
Judas 3.5.15.19-25
Se trata casi exclusivamente
de citas de apócrifos
Podemos decir que el núcleo central
de Judas reaparece en 2 Pedro:
A excepción del saludo inicial
y de la doxología final
son muy pocos los versículos de Judas
sin paralelo en 2 Pedro
Todo parece indicar que el autor de
2 Pedro reeditó el texto de Judas
expurgándolo de las citas de apócrifos
y explicitando el error que se quiere
combatir: “¿En qué ha quedado
la promesa de su venida?” (2 Pedro 3,4)
Concepciones
teológicas