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KARAOKE LITERARIO
Pescetti, Luis María
Shujer Silvia
La historia (Natacha)
Deme otro (Nadie te creería)
La historia
-Nati ¿Qué estás haciendo?-Estoy pensando un deber de la escuela, mami… la maestra nos contó el final de una historia y nosotros tenemos que inventar la historia.-¿Y qué final les dijo la maestra?-Éste, … y finalmente los dos hermanos encontraron el caminito a su casa donde sus papás los esperaban con mucha alegría.-Ahá. ¿Y qué historia estás pensando?-La de la película de la otra vez, ¿te acordás mami?, la del chico y el lobo y los cazadores.
-¿Y qué tiene que ver eso con la frase que te dio la maestra?- La frase de la maestra va alf inal, mami; ella nos dio un
final ¿No ves que dice, «… y finalmente»?- Por eso te digo, ¿cómo vas a hacer para que la historia de
un chico y su lobo termine en dos hermanos que encuentran su casa, Nati?
- ¡Ay, mamá! ¡es más fácil! Primero les cuento la película y cuando veo que voy a terminar le pongo la frase de la maestra.
- Pero… escucháme, Nati, no podés venir contando de un lobo y su amiguito que los perseguían unos cazadores y de repente aparecerte con la frase de tu maestra.
- ¿Por qué no?- Porque ¿de dónde salen dos hermanos que los
esperaban sus papás si contás la historia de la película?- ¡Y qué se yo, mami! ¡Preguntále al a maestra!- ¿¡Cómo preguntále a la maestra?!- ¡Y claro, mami! ¡Si es ella la que quiere que vaya esa
frase, qué se yo por qué quiere!- Nati, no es que quiere ésa frase; te dice una frase
cualquiera para que pienses, para que inventes una historia.
- ¿Y vos cómo sabés?- …porque es así, Nati, porque ella te da una tarea, sino
¿por qué va a ser?
Qué se yo… capaz que no vio la película y se la medio contaron mal y quiere saber cómo empezaba o en vez de ir al cine se compró otra cosa y nos pide a nosotros que le contemos cómo era y ella se ahorra eso, pero seguro que si nosotros le pedimos que nos comparta de lo que se compró, seguro que nos dice que no, pero bien que queire que le contemos cómo empezó ¿no?
Deme otroAl finalizar el horario de clases llega una madre a buscar a su hijo. La intercepta la maestra, que trae al niño de una mano.- Señora, hoy Fernando se portó fatal.- ¿¡Otra vez?!- Pero fatal, fatal… no hace caso, contesta, se brula de
los compañeros…- Pues, entonces, deme otro.- ¿¡Cómo que «otro»?! ¿Otro niño?- Si, porque tampoco sé qué hacer.- Pero, es que no puede ser.- Con su padre ya le dijimos (mirando al niño), pero si él
no quiere hacer caso… Qué, ¿no hay niños más niños?- Es que no se trata de eso, la escuela está llena de
niños…- Pues cámbiemelo y listo.- (Dubitativa). No, pero…- Casi mejor pruebo con una niña, estoy pensando.- Es que se me desordena todo, señora, luego vendrá la
madre de la niña…- Pero yo llegué primero.- Si, ya sé, pero luego se quejan, no se crea. Y además
(señala con la cabeza al niño) es pasarle el problema a otra familia.
- No, porque así aprende, para la próxima lo va a pensar.- ¿Y si no lo quiere nadie?- ¡¿Pero qué dice?! ¿Cómo no lo van a querer si es un
niño precioso?- Precioso sí que es, pero se porta…- Ah, ¿y qué pretende?¿Qué me lo lleve yo?- No, si no digo eso.- Hay que hacer algo, maestra, hay que poner límites, si
no van de peor en peor.- Bueno, ¿y cuál quiere?- Una niña, ¿no le digo? (mira hacia el patio). Aquélla, la
que está saltando.- ¡Elena! ¡Recoge tus cosas que te vas con la señora que
será tu madre!- ¡Uf! ( la niña con evidente fastidio), ¡estoy jugando!- ¡Ala! ¡Vamos! Sin protestar, mira qué primera
impresión más fea le vas a dar a la señora.- La niña, resoplando contrariada por la interrupción del
juego, va al salón. - ¿No sera peor que éste, no? ( la madre, preocupada).- ¡Qué va! Es un ángel, lo que ocurre es que estaba
jugando; los niños son así.- Llega la niña con su mochila.- ¿Vamos a casa, Elenita?- ¿Y hay tele?- (la maestra y la madre sueltan una risa). ¡Claro que
hay tele! Y un perro muy hermoso, que a Fernando le gustaba mucho, ¿verdad, Fernando?
- …(el niño, con la mirada baja, asiente).- ¡Qué lindo! ¡Nunca tuve un perro porque mis papás no
me dejaban!- Pues vamos a casa, que ya tienes uno. Y tú, Fernando,
pórtate bien con tu nueva familia y nos vienes a visitar cuando quieras, ¿si?
El niño asintió otra vez, sin levantar la mirada. La madre saludó amablemente a la maestra. Ésta se despidió de Elena con un beso y dio vuelta hacia el patio, con Fernando de la mano.
Shujer, SilviaDe cómo sucumbió Villa Niloca (entre las garras del mal tiempo) - Fragmento
De cómo sucumbió Villa Niloca (de las garras del mal tiempo)Fragmento
Para los que nunca fueron de visita –cosa que dudo- les cuento que Villa Niloca es un pequeño poblado ubicado acá nomás.En él, en elpoblado digo, los habitantes tienen la propiedad de hacer lonecesario sin ganas. Y lo demás… no hacerlo.¿Cómo les explico?A ver: los nilocos saben de memoria que es imprscindible plantar árboles para que los pájaros puedan construir sus nidos. Entonces, sin ganas y protestando, los plantan. Ponen semillas en la Tierra y esperan a que los aárboles crezcan. Ahora bien: si uno les dice que después de un
tiempo hay que podar las ramas y regarlos, ellos contestan:«¡Ah no!» «¡Eso no!» «¡Ni locos!». Y entonces las pobres plantas crecen tristes, sin fuerza y más de una vez se mueren resecas con el primer otoño.-Hay que talar este árbol seco- dic entonces una niloca.-Yo, ni loco- le contesta su marido.Todo es así en Villa Niloca. A la hora de cenar, para ponerl a mesa los miembros de la familia se pelean. Y, como por supuesto, viviendo en esa villa no todos «nilocos», terminan apoyando la ocmidad en cualquier parte (aunque no lo crean) comiendo con las manosContinúa…
Twist del mono liso¿Saben, saben lo que hizo el famoso Mono Liso?A la orilla de una zanjaCazó viva una naranja:¡Qué coraje, qué valor!Aunque se olvió el cuchilloEn el dulce de membrillo, la casó con tenedor.
Twist del Mono Liso
A la hora de la cenaLa naranja le dio pena.Fue tan bueno Mono LisoQue depostre no la quiso.El valiente cazadorOrdenó a su comitivaQue se la guardaran viva En el refrigerador
Twist del Mono Liso
Mono Liso en la cocina,Con una paciencia china,La domaba día a día:La naranja no aprendía.Mono Liso, con rigor, Al fin la empujó un poquito,Y dio suprimer pasitoLa naranja, sin error.
Canción de la vacuna
Había una vez un bru,Un brujito de GulubúA toda la poblaciónEmbrujaba sin ton ni son.
Paseaba una vez MambrúPor el bosque de Gulubú.El brujito se acercóY el resfrío le contagió.
Canción de la vacuna
La vaca de GulubúNo podía decir ni mu.El brujito la embrujóY la vaca se enmudeció.
Los chicos eran muy bu,Burros todos en Gulubú.Se olvidaban la lección O sufrían de sarampipon.
Pero entonces llegó el doctorrrrrrManejando un cuatrimotorrrr.¿Y saben lo que pasó?¿No?Todas las brujerías del brujito de GulubúSe curaron con la vacúCon la vacuna Luna lunaLu.
Estribillo
Ha sido el brujito el u,Uno y único en GulubúQue lloró, pateó y mordióCuando el médico lo pinchó
Y después se marchó el DoctorrrrrManejando el cuatrimotorrrr Estribillo