Transcript

Introduccin

El presente artculo, se propone analizar, en sus respectivos contextos histricos y culturales, un conjunto no exhaustivo pero si representativo, de actitudes filosficas de reflexin y de crtica del proceso educativo partiendo de una nocin elemental del mismo que se ir complejizando paulatinamente. El par conceptual fundamental es el que contrapone naturaleza a civilizacin/cultura, entendida esta ltima generalmente aunque no nicamente como trabajo histrico de manipulacin y transformacin de la naturaleza humana, de los instintos fundamentales del hombre, en aras de favorecer (de manera ms o menos explcita-consciente) los fines de la comunidad y de la sociedad que por lo general se encuentran vinculadas a una determinada metafsica. Desde los tiempos de Prometeo se entiende que sin cultura el hombre vive en la miseria moral y material, la escapatoria de est miseria es un proceso educativo doloroso que se encuentra figurado en la clebre salida de la caverna y que implica podar la excrecencia plmbea. Esta poda aparece, en el artculo, como una primera nocin de disciplina (cuestin tratada en la nota uno). La modernidad nos encuentra con un optimismo de fondo en lo que a las posibilidades del hombre se refiere, Kant y Rousseau se apoyan en la cultura y en la naturaleza respectivamente. Rousseau establece que por debajo de la corrupcin histrica progresiva habra una naturaleza fundamentalmente buena y una moral natural intacta, mientras que Kant, propone borrar la animalidad mediante la disciplina y la instruccin para que la humanidad de ser humano sea lograda. De estos dos planteos fundamentales se siguen, como podr deducirse, distintas nociones de cmo debe ser el proceso educativo y qu relacin habra entre el mismo y la disciplina (nota dos y tres). En Nietzsche aparecer la sospecha de que el proceso educativo burgus, tal como l lo conoce, responde a fines no expresos que bajo el epgrafe de la crtica y la autonoma esconde la homogeneizacin y atomizacin de la subjetividad dejando fuera o mermando drsticamente lo que l entiende por autentica cultura (nota cuatro). Esta sospecha adquirir su forma concreta, es decir histrica, en el planteo de Foucault que da cuenta como, en el siglo XVIII el Estado se apropia de diferentes mecanismo de control y vigilancia que formaban parte de la autorregulacin de los estratos bajos de la sociedad y los pone a funcionar al interior de distintas instituciones de encierro, entre ellas las educativas. Con este planteo parece querernos decir Foucault que, si bien sin disciplina no hay educacin, nuestra disciplina tiene una procedencia y una razn de ser bastantes peculiares (nota cinco). Finalmente (nota seis) trataremos de extraer algunas conclusiones abiertas que favorezcan el debate sobre la disciplina y la constitucin de la subjetividad, cuestin que nos parece fundamental y que hace parte constituyente del objeto de este artculo: Cul es la naturaleza y el sentido o finalidad del proceso educativo?


Top Related