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IDENTIFICA LA ANOREXIA
Si tu hija ha caído en las redes de la
anorexia, revisa estos consejos que pueden
servirte para ayudarla a salir de esta
enfermedad.
La anorexia nerviosa es una enfermedad
que puede aparecer a cualquier edad. Se
presenta, sin embargo, con más frecuencia
durante la adolescencia y en mayor medida
entre las mujeres. De acuerdo con la fundación especializada en trastornos alimenticios, Ellen
West, este padecimiento es consecuencia del temor de aumentar de peso y de una alteración
de la imagen corporal, debido a factores biológicos, psicológicos, culturales, una baja
autoestima y la presión por alcanzar la perfección en cada aspecto de la vida. Algunas señales
de que una adolescente padece anorexia son la mínima ingesta de alimentos, uso de
laxantes, ayunos, ejercicio excesivo, miedo a la obesidad, el uso frecuente de dietas y el
saltarse alguna comida, lo que lleva a una rápida pérdida de peso, falta de energía,
irritabilidad, caída de cabello y piel pálida, entre otras.
Aunque hay formas de evitar que un adolescente caiga en la anorexia y llegue a este punto, si
notas que tu hija presenta uno o más síntomas, es importante llevarla con un médico. Si ya
tienes el diagnóstico, entonces es hora de trabajar en la recuperación, para lo cual es
necesario un tratamiento integral que incluya médicos, terapeutas y el apoyo de la familia y los
amigos. De modo que si pasas por una experiencia similar, te invito a que leas estos consejos,
con el objeto de que la ayudes en su recuperación.
1. Infórmate. Es el primer paso para saber si tu hija padece anorexia y todo lo que conlleva la
enfermedad. Lee todo lo que puedas acerca del tema (internet tiene mucha información), pero
revisa que los datos sean fiables. Acércate a médicos u organizaciones especializadas para
saber cómo puedes y debes ayudarla.
2. Evita medios de comunicación riesgosos. Los medios de comunicación bombardean con
imágenes y programas que le prestan demasiada atención a la apariencia. Vigila lo que tu hija
ve, escucha y lee, ya que es susceptible a cualquier información y puede recaer. Monitorea lo
que busca en la red, pues hay muchos sitios nocivos, como blogs que se hacen llamar pro ana
y pro mia (anorexia y bulimia) y están dedicados a aconsejar sobre cómo ser “un buen
anoréxico”.
3. Tiempo y cariño. La carga emocional de un adolescente con anorexia es enorme, por lo que
necesitará del cariño y atención de sus padres para que pueda reponerse. Acompáñala a sus
citas médicas, salgan como familia a divertirse y con ella únicamente; abrázala, dile cuánto la
quieres y que note que la apoyas.
4. Sube su autoestima. Una de las causas que lleva a una joven a la anorexia es la baja
autoestima. Como padres hay que reforzar sus cualidades, hacerle ver que es única y que no
todo lo que importa es la apariencia; no hagas comentarios relacionados con la imagen o
peso, y evita las comparaciones, ya que esto solo incrementará su nivel de ansiedad.
5. Comunicación. Es la base de cualquier relación, pero en este caso resulta esencial. Date
tiempo para escucharla hasta en los comentarios más simples, como el tipo de música que le
gusta o cuál es su materia preferida, pues poco a poco irás conociéndola más a fondo y se irá
abriendo para contarte sus preocupaciones y emociones.
6. Sigue las indicaciones de los médicos. Ellos son parte del proceso de recuperación, así que
si el doctor dice que tu hija debe comer cinco veces al día o incluir ciertos alimentos en su
dieta, da puntual seguimiento a estas recomendaciones, aunque no le gusten a ella. Recuerda
que se trata de un tratamiento integral. No lo consientas o le des permisos si el médico no los
concede, ya que esto quizá lo haga feliz por un momento, mas no ayudará en su tratamiento.
7. Sé paciente. Si de por sí un adolescente sufre de cambios constantes de humor, cuando
padecen anorexia estos pueden acrecentarse, aunado a los enojos por hacerlo comer. Seguro
buscará por todos los medios dejar de comer, pero como padres deberán mantenerse firmes
en sus decisiones y dejar a un lado la compasión o falta de autoridad. No dejes que los
chantajes te ganen y de una forma firme, pero amable, guíala para que haga lo que es bueno
para su recuperación.
8. Dedícale tiempo a la alimentación. Hacer que una persona con anorexia vuelva a comer es
un reto más difícil de lo que imaginas, así que es recomendable trabajar en el menú de tu hija.
Prepara platillos saludables para toda la familia, de manera que se sienta apoyada; busca
recetas apetitosas e innovadoras que incluyan lo que el médico recomienda, y haz que ingiera
toda la porción que le sirvas.
9. Ayuda para ti también. El camino a la recuperación puede desgastarte física y
emocionalmente, por lo que es importante que tengas una red de apoyo para los momentos
difíciles: tu pareja, familia, amigos e inclusive un terapeuta que te ayude con la carga.
Recuerda que si no estás bien, no podrás ayudar a otros.
La recuperación de una persona con anorexia puede ser larga y a veces muy pesada, por lo
que deben estar preparados para afrontar cualquier obstáculo y trabajar en equipo para salir
adelante.