IDENTIDAD PROFESIONAL DE LOS MAESTROS Y
LAS MAESTRAS NORMALISTAS DE NUEVO
LEÓN.
PROFESSIONAL IDENTITY OF MASTERS AND MASTERS NORMALISTAS NUEVO LEÓN.
Resumen La temática abordada nos pone de manifiesto el cómo se ha generado la identidad profesional del
gremio magisterial nuevoleonés en la figura del normalimo nacional, esto nos da la pauta en el
análisis para generar una opinión concreta del magisterio del Estado de Nuevo León, sin embargo
la conformación de la identidad profeional de los maestros tiene muchos componentes que nos
permiten argumentar que estos estan presentes en la mayoría de los maestros y maestras
egresados de las Escuelas Normales de todo el país.
Es claro también que cada región del país tiene sus propias marcas culturales que mezcladas con
las marcas filtradas por el mismso liberalismo y sus prácticas sociales, culturales y ordenamientos
educativos, generan una mezcla identitaria con ciertos matices reionales pero con marcas
identitarias muy notorias en todo el gremio magisterial nacional.
Palabras claves: Identidad, Identidad Profesional, Normalismo, Magisterio, Liberalismo,
Escuelas Normales Cultura Madre, Huellas Identitarias.
Abstract
The topic addressed shows how Nuevo Leon has generated the professional identity of the
teachers’ union, this gives us the guidelines to analysised and generate a particular view of the
teaching of the state of Nuevo Leon, however profesional identity of teachers has many
components that allow us to argue that these are present in the majority of teachers graduated
from teachertraining colleges throughout the country.
It is also clear that each region has its own cultural properties mixed with properties filtered by
liberalism and social practices, cultural and educational systems, generate an identity mixed with
certain regional nuances but with very noticeable identity signs throughout the national teachers’
union.
Keywords: Identity, Professional Identity, Normalism, Magisterium, Liberalism, Normal Schools, Mother
Culture, Identity Footprints.
Hablar de la identidad profesional de los
maestros y las maestras normalistas de
Nuevo León constituye un punto de análisis
y reflexión sobre una realidad histórica
vivida en los cincuenta y uno municipios del
Estado, porque en cada uno de ellos la figura
del maestro normalista ha estado presente
desde los inicios de la Escuela Normal
Miguel F. Martínez, en 18701.
De una u otra manera los maestros egresados
de las escuelas normales del Estado fueron
llegando a cada uno de los rincones de la
entidad. En todos los pueblos hay recuerdos,
anécdotas, imágenes, símbolos,
representaciones del ser y quehacer de los
maestros, es decir, existe una memoria del
ámbito educativo nuevoleonés.
Introducirse en el tópico de la identidad
profesional de los maestros nuevoleoneses,
permitirá, como objeto de estudio y/o de
investigación2, focalizar la mirada desde
una postura científico crítica, al ser docente
y al quehacer magisterial en Nuevo León a
través de su propia historicidad local y/o
nacional, indistintamente
Investigar en el ámbito educativo,
especialmente en el campo de la formación
magisterial, y de manera particular el
ejercicio de la formación y el hacer docente
en la Escuelas Normales permitirá dar
cuenta de una verdad educativa vista desde
la cualidad de los sujetos protagonistas , lo
que los teóricos han llamado identidad, la
cual puede ser estudiada desde el propio ser
humano, o en el sentido territorial como
mexicano, como nuevoleonés, o desde la
construción profesional, en este caso, desde
el ser maestro.
Es un intento de mostrar lo existente, lo que
subyace, que por décadas ha permanecido
oculto, silenciado bajo la fuerte loza de la
cultura magisterial construida día con día
desde la oficialidad, el institucionalismo y la
falsa conciencia3 de una sociedad
subsumida en el idealismo liberal4. Filosofía
ejercida desde las estructuras del poder
económico, ideológico y político a nivel
nacional y local.
Es la propia historia encarnada de una
sociedad norteña que lucha por la
superviviencia diaria, condición histórica
dura en todos los tiempos en esta región del
país, la cual ha formado hombres y mujeres
con recia personalidad para responder al
trabajo cotidiano, con pocas condiciones
favorables, lo que ha generado en estas
tierras una filosofía de vida, conocida como
pragmatismo5.
La constitución cultural a la cual se hace
referencia se ha dado en la entidad y quizá
en muchas otras partes del país; es una
condición histórica que surge bajo un
diversificado entramado filosófico, el cual
se puede percibir y definir como: un
liberalismo clásico centralista y/o localista,
un pragmatismo propio de la región, un
utilitarismo y funcionalismo con influencia
norteamericana6, una iglesia católica
conservadora pendiente siempre de la
evangelización del pueblo y un escaso
manto de pensamiento social7.
Marco filosófico entrelazado con una
experiencia cotidiana, a través del cual se ha
ido forjado la identidad del ser nuevoleonés,
en este amplio contexto habrá que insertarse
para entender el significado y la contención
del ser maestro en el ejercicio educativo que
se desarrolla en Nuevo León, considerando
que el sujeto es un ser histórico que no se
puede desligar de su estar cultural y cuya
identidad profesional se condiciona al ser
histórico8, al ser cultural9; lleno de
pertenencias que lo definen como tal, lo
identifican y lo agrupan, como señala Amin
Maalouf en su obra “ Identidades Asesinas”
2001.
El debate sobre la formación humana la
Educación se gesta en Nuevo León en
condiciones socioculturales complejas que
fueron aconteciendo a través de los años,
durante los cuales transitaron las corrientes
del pensamiento citadas, dejando de lado y
en el olvido consciente a los pueblos
nómadas y semisedentarios como las tribus
chichimecas, que fueron extinguidas por los
caballeros de hierro, dando muerte a su vez,
a la cultura prehispánica de las provincias
del oriente.
El Ethos Barroco es parte del debate cultural
de México, como lo menciona el Dr. Samuel
Arriarán en su obra: “Filosofía, neobarroco
y multiculturalismo: Itaca, 1999.”, es otra
realidad pendiente por analizar en el país que
no se puede pasar por alto, dado que en las
raices del pueblo es donde se ha de encontrar
el verdadero sentido del ser mexicano, más
allá del asalto a las conciencias ejercido
desde las estructuras del poder. Y dar sentido
así a la irreconocida identidad multicultural,
la cual permitirá llegar al reconocimiento y
al autorreconocimiento del ser en su
autonomía, en el más genuino de los sentidos
de la libertad.
El debate convocado por la Dra. Sandra
Cantoral, en su texto referente a “la
sensibilidad de la razón (AIU 2006)”, se abre
en esta región españolizada, cuna del asalto
occidental y de la brutalidad ibérica sobre la
cultura prehispánica donde la dirección y
generación de la cultura surge
eminentemente desde una sola clase; la élite
ibérica, la liberal, la conservadora, según el
momento histórico vivido; élites que han
controlado la economía, el poder político e
ideológico y dictado el deber ser en todos los
sentidos: el deber ser moral, religioso,
cultural y educativo. Siendo este último
segmento el que interesa para fines de
análisis e investigación.
¿Cómo formar a los nuevoleoneses? ¿Cómo
educar a los ibéricos, a los criollos, a los
mestizos, a los tlaxcaltecas? ¿Cómo educar
al pueblo actualmente? Son preguntas que
denotan el sentido de pertenencia y dirección
que se le ha dado a la formación de los seres
humanos a través del suministro cultural en
cada momento histórico y que en la
actualidad se concreta curricularmente en las
aulas escolares; así como los procedimientos
metodológicos a través de las cuales han
sido formados los maestros del Estado de
Nuevo León, en las escuelas Normales.
El ¿quiénes somos?, ¿cómo somos?, ¿qué
hacemos?, son cuestionamientos
relacionados con la identidad y la cultura de
las personas, inmersas en un fuerte
componente social, histórico, cultural y
político, del que ningún individuo es capaz
de renunciar o evadirse, dadas las formas de
penetración e ideologización cultural a las
que fue expuesto durante la niñez,
adolescencia y adultez.
Uno de los medios más eficaces de
aculturación que se ha utilizado en nuestro
país para la propagación cultural y la
reproducción del modelo político,
ideológico y económico del sistema
capitalista, es la escuela, que en Nuevo León
adquiere las características propias de esta
región norteña, marcando una leve
diferencia con los restantes Estados del país.
Desde los laberintos de la identidad del ser
humano, desde las pertenencias
identitarias10 y desde las lógicas de la
apropiación de la realidad11 es como se da
sentido al Ser: mexicano, nuevoleonés,
sabinense, nicolaita y/o regio a la vez; desde
esta perspectiva se podrá desentrañar
también la personalidad del ser maestro
nuevoleonés, máxime si para averiguarlo se
propicia un acercamiento a los procesos
educativos ejercidos en el Estado, y desde
ahí extender la mirada, siempre analítica,
crítica y comprensiva, para lanzarse a
entender, desde este entramado identitario,
una parte del ser docente normalista, sector
desde el que se puede leer mejor la realidad
de un gremio.
El campo educativo, visto desde la
formación de los docentes y las
características de la identidad profesional
que detentan, permitirá una aproximación
precisa y objetiva para saber quiénes y cómo
son los maestros.
La educación y los educadores constituyen
el espejo más fidedigno de cualquier
realidad social, son la encarnación plena del
ser mexicano porque a través de ellos se ha
trasmitido la mayor parte de los símbolos,
códigos, pertenencias, huellas, recuerdos,
representaciones y mensajes de la
mexicanidad. Fenómeno orientado y llevado
a cabo bajo corrientes ideológicas finas que
el Estado gobierno ha suministrado a través
de este sector social, el magisterio, dada su
penetración en las comunidades.
Han sido las élites liberales (clase
política)12 en los congresos constituyentes
de 1834; 1857; 1917; 1929; 1940; hasta el
último gobierno liberal de 1982, las que han
determinado la dirección de los procesos
educativos del Estado desde México
independiente hasta la actualidad.
Es así como el magisterio se convirtió,
paulatinamente, en el arma más poderosa de
ideologización político cultural aliada a las
fuerzas del Estado Gobierno13. Es en este
gremio con enorme penetración comunitaria
donde encontramos el mejor reflejo del ser
neoleonés considerando que cada uno de
nosotros hemos estado en las aulas, desde los
seis hasta los veinticinco años o más,
recibiendo procesos de escolarización y/o
transmisión de cultura ideologizante, desde
la visón y el ángulo más alto de la pirámide
social.
El debate sobre el sujeto docente de
educación básica, medio/superior y superior,
contextuado en el ámbito de la formación
docente, está pendiente para el presente siglo
como lo menciona S. Cantoral en su obra
Autoreconocimiento de la sensibilidad
racional en la Formación Docente (AIU,
2006).
Hablar del proceso de formación humana, y
de manera específica de la Educación en
Nuevo León, es una historia propia que
representa la realidad de un país victimado
por la cultura extranjera e incapaz de
conformar la suya, a merced de una élite
nacional y local que construye el México y
el Nuevo León desde sus parámetros
culturales como clase detentadora del poder.
Una historia que refleja el actual acontecer
educativo nacional, donde la escasa cultura,
el poco entendimiento político, geopolítico,
social, cultural, científico, filosófico y
metafísico, constituyen el común
denominador que nos acaba de identificar
como un Estado pragmático, utilitario, poco
pensante14.
La confundida identidad nacional, y la no
construcción del nuevo ser capaz de superar
la miseria humana, y la incapacidad de
reconocer al otro y la propia mexicanidad. El
desprecio al hermano o al otro, como efecto
de una formación humana ensimismada,
cosificada, transmitida y enseñada en la
escuela; reafirmada en lo hogares
pragmáticos y utilitarios del Estado; es una
realidad que no se quiere enfrentar con ética,
ciencia y conciencia.
Realidad social e histórica que habrá de
reconocerse, si se intenta al menos ser
sincero con uno mismos, esto con el fin de
iniciar el debate concerniente a la formación
del sujeto docente y su impacto en la
sociedad desde una mirada crítica.
No con la intención de exhibir a nadie, sino
como un mero ejercicio profesional
orientado a hacer las cosas cada día mejor,
con mayor sustento y fundamento científico
social, desde un gremio que tiene la
obligación moral y ética de dar una
explicación científica a su quehacer.
Es un buen inicio el reconocimiento de la
historia real de la formación humana la
Educación, en un Estado norteño donde los
hombres y las mujeres “no se rajan”; por ello
hay que revelar las verdades que han
permanecido ocultas por la aplastante
cultura madre liberal, transmitida desde la
estructura política y vendida hoy a la
sociedad, a través de la distorsionada
realidad tecnologizada, como una etapa de
progreso y como línea de acceso a una
utópica sociedad del conocimiento15.
En este complejo contexto, forjado a través
del transitar histórico del Estado de Nuevo
León, están inmersas las pertenencias que
definen, explican y contienen a los
nuevoleoneses como sujetos inherentes a su
propia historia de vida, a su historia laboral
y a su corta o larga historia de formación.
Son tres los ámbitos de análisis (historia de
vida, historia laboral e historia de
formación), a los que debe someterse la
figura del formador de docentes de las
escuelas Normales, ya que en ellas se
encuentra la riqueza de las pertenencias
identitarias del gremio y sus efectos
comunitarios.
En este caso y para efectos de esta
investigación, hay que posicionarse en la
identidad profesional de los maestros y
maestras normalistas, porque es claro que
este gremio es el propagador de una cultura
madre magisterial construida desde las élites
de poder y trasmitida hacia las comunidades
de cada rincón del Estado.
Cada nuevoleonés lleva en su conciencia la
huella del Estado Mexicano Liberal, marcas
al Ser, que el magisterio introyectó sin darse
cuenta, desde una conciencia ingenua16 que
hasta la fecha no ha podido superar.
Los maestros que han logrado romper la
barrera de esa conciencia ingenua hasta el
grado de ser capaces de pensar como
intelectuales y actuar en consecuencia, han
sido señalados por el resto del gremio, se les
ha desconocido, excluido, denunciado y no
se les identifica como iguales. Se les
denomina disidentes porque no hacen lo
mismo que ellos; “piensan de más” y esa es
una actividad que no se permite dentro del
medio educativo oficial.
Sólo se le permite “pensar” a los que
detentan el poder político, siempre y cuando
sus ideas coincidan con el pensamiento
liberal nacional como aconteció en
determinado momento histórico y neoliberal
y como ocurre en la actualidad.
Para tener un acercamiento más real al
objeto de estudio que se pretende investigar,
es necesario recurrir a los enfoques y
paradigmas de la investigación educativa
más contemporáneos que permiten analizar
de fondo y por dentro el hacer, pensar y
sentir de los actores en su acontecer social,
político y cultural. Es por ello que este
trabajo se sustenta en una metodología de
investigación cualitativa etnográfica17.
Asimismo, se apoya en la investigación
crítica18, la cual proporciona una mirada y
un lenguaje que casi nadie se atreve a
pronunciar, retórico, analítico, cifrado en un
pensar más allá de las ataduras del poder
autoritario reinante en las instituciones
educativas del Estado.
Para avalar el rigor investigativo del proceso
se considerarán los aportes de la
investigación epistemológica dialéctico
crítica19, la cual permite construir y
reconstruir objetos de estudio en objetos de
investigación, profundizar en un punto de la
realidad, descubrir el velo de la realidad
simulada y revelar la verdad oculta,
mostrando el iceberg desde la base hasta la
cúspide.
En el desarrollo de la investigación van
apareciendo las verdades sociales e
históricas que muestran al sujeto atado a la
vieja cultura trasmitida, introyectada como
la “verdadera verdad”. Ya Platón lo revelaba
en el Mito de la Caverna, las sombras al
fondo de ésta no representaban la verdad,
había que ir a buscarla, haciendo un
considerable esfuerzo, hasta alcanzar la
plenitud del conocimiento verdadero y no
quedarse solamente en la falsa conciencia20.
Hoy, gracias a los avances paradigmáticos
de la investigación sociológica, histórica,
antropológica y educativa; los velos que
cubren la verdad oculta de México en el
2007 van a caer uno a uno. Nadie podrá
acallar las conciencias y auto conciencias
que se auto reconocen como sensibles,
racionales y libres de las ataduras
ideológicas suministradas por el imperio de
la dominación económica, política e
ideológica en el mundo.
Gracias a la formación profesional científico
crítica y a los procesos educativos desde el
currículum pensado, el currículum crítico21;
se genera la posibilidad de romper una
cultura manipulada por las castas que
detentan el poder y recuperar la dirección; el
rumbo social del proceso educativo.
Es precisamente en los procesos de
aprendizaje y enseñanza, en las prácticas
educativas vinculadas a la formación
humana, desde donde se puede analizar la
identidad profesional del magisterio
nuevoleonés y darse cuenta del modelo de
hombre y mujer que se ha venido
construyendo en el transcurso del tiempo, en
contextos sociales históricamente
determinados.
Es a través del análisis del currículum
formal, aprendido, enseñado y oculto22,
como se podrá encontrar la manipulación
ejercida desde la más fina ideología para
formar el tipo de hombre y mujer deseados
con fines no propiamente humanos. Es la
manera más legal de generar un mosaico
cultural a favor de un tipo de Estado, es la
verdadera reproducción de la cultura, como
dijera Pierre Bourdieu23.
Este trabajo de investigación situado en la
línea de la identidad del sujeto histórico y de
la identidad cultural conformada a través de
procesos de formación o educativos y, como
figura central del análisis la identidad
profesional de los maestros, muestra cómo la
conformación educativa recibida desde la
niñez constituye un factor predominante en
las pertenencias que definirán la identidad de
los sujetos.
El esfuerzo por investigar la realidad
magisterial normalista en el ámbito
educativo se realizó para mostrar lo que
ocurre con la formación (educación), que se
ha proporcionado a los nuevoleoneses, la
cual hoy se percibe como una herramienta
añeja y obsoleta, incapaz de competir contra
la educación de otros países que actualmente
están accediendo a la verdadera sociedad del
conocimiento24. “Mostrar” es un término
suave que permite ver la realidad de la
formación de los sujetos que conforman esta
entidad federativa.
Es penoso y triste ver el deterioro
sociocultural provocado por culturas
externas que con suma facilidad atraviesan
las débiles e ingenuas conciencias formadas
en las escuelas, en la que aún opera el
modelo pedagógico tradicional, aislado del
quehacer social, cultural, científico y
político de la Nación, provocando un
verdadero rezago educativo y cultural sitúa
a los nuevoleoneses en franca desventaja al
competir contra los parámetros y niveles
internacionales de calidad educativa.
La defensa ante el neo colonialismo
globalizante y neo liberal, tiene que
plantearse desde la formación docente, es
ahí donde se puede incidir con la nueva
identidad profesional del maestro, la cual
tendrá que romper con el viejo modelo
educativo y sobrepasar la tentación y la
tendencia mecanicista pragmática para
resolver el problema generado por la
necesidad de competir educativamente a
nivel mundial.
Es la conformación de una nueva identidad
profesional del maestro: científica, crítica,
ética y pensante, la que debe emerger desde
las escuelas Normales y los posgrados
educativos, introyectarse en cada alumno
para que no quede indefenso o se sienta
incapaz de entender su entorno local y su
momento histórico, en el cual esta “mal
viviendo”.
¿Quién se encarga de formar a los sujetos,
niños, adolescentes y adultos, para que
comprendan el enorme fenómeno socio
cultural que actualmente está aconteciendo?
Es alarmante para los hombres y mujeres de
ciencia pensar que, de nueva cuenta, es la
iglesia con todo su conservadurismo, la
única institución que está saliendo a la
defensa del Ser, ante la insaciable cultura
banal y fatua del consumismo instalado por
la nueva y falsa sociedad del progreso.
Es bastante probable que las instituciones
religiosas estén aprovechando la actual
situación social, política y económica del
mundo para confundir más a la gente o ganar
adeptos como siempre lo han hecho; pero
eso no justifica que los intelectuales de la
educación estén perdidos en la nada o
asuman una actitud indolente sin dar la más
mínima batalla ante el embate ideológico
externo que cotidianamente aturde y enajena
a los niños y jóvenes. ¿Realmente son
profesionales los docentes?, es la primera
pregunta que guía el espíritu de esta
investigación.
¿Dónde está la formación educativa? ¿Qué
está haciendo la escuela al respecto? ¿Dónde
están los docentes intelectuales y científicos
de la educación? Son planteamientos que
deben llevar a respuestas que realmente
expliquen y contengan las tendencias
avasalladoras del capitalismo global que hoy
en día asfixia a las naciones subdesarrolladas
y que en las próximas décadas dominará la
aldea mundial.
¿Dónde están los maestros y las maestras
intelectuales? ¿Dónde esta la verdadera
identidad profesional del docente? ¡No
están!, simplemente no están, han pasado los
años y no se ha podido abandonar la vieja
práctica escolar educativa tradicional
conductista, herencia de la vieja cultura
liberal y pragmática que ha caracterizado a
esta región del país.
Hoy, ante un Neo liberalismo amenazante,
no se entiende la realidad educativa. Hoy se
construye una nueva filosofía del sin sentido
humano, aún más delicada que la anterior
(liberal); una filosofía que destruirá
inexorablemente el pensamiento social,
ético y moral de la cultura mexicana.
Apenas han transcurrido tres décadas de
transición hacia este nuevo modelo,
totalmente deshumanizado, pero
eminentemente inteligente; un modelo
extranjero aún más fino que el anterior, con
mayores alcances, con sutiles tentáculos que
dominan, controlan e idiotizan al pueblo
mexicano a través de inquietantes falsedades
en la ciencia, la moral, la ética, el progreso,
la solidaridad, el humanismo, el amor al otro
y la propia realidad.
¿Cómo enfrentar una realidad amenazante,
mecanicista, individualizada,
deshumanizante? Con estrategias altamente
sofisticadas que estimulen la inteligencia,
capaces de conquistar al más ingenuo,
racional, utilitario y soñador de los sujetos;
que a través de mecanismos psicológicos
hagan vibrar las fibras emocionales más
recónditas de los mexicanos y los
nuevoleoneses, quienes han vivido de
sueños, falsas esperanzas por mejorar,
ingenuidad total ante una clase política
inmoral, perversa, hipócrita que por siglos
ha manipulado la verdad.
Hoy el liberalismo no muere, se transforma,
libera de sus entrañas el sistema socio
político más ambicioso de todos los tiempos,
el peor de los imperios, donde el falso
conocimiento es su mejor arma para
conformar una sociedad del conocimiento a
favor del poder económico, político e
ideológico de una nueva élite mundial en la
que ocho o diez naciones intentan dominar
el planeta entero con el pretexto de otorgar
protección y ayuda solidaria para favorecer
el progreso.
Es en este contexto incierto y complejo en el
cual se abre una puerta para el análisis
científico social que muestre la realidad de
la profesionalización de los maestros
normalistas y poder contar con elementos
fundamentados para el reconocimiento y el
auto reconocimiento de ¿quiénes? y ¿cómo
son los maestros y maestras de Nuevo León?
Cómo desde el aula inteligente, el aula en
resistencia, se pueden enfrentar los retos del
siglo XXI
Una vez estudiada y analizada la identidad
profesional del gremio normalista, se
contará con información precisa acerca de
cómo es el actuar docente en el Estado,
parámetros que servirán como orientación
para ejercer una nueva dirección en el
quehacer educativo y docente, que ofrezca
posibilidades reales para una transformación
estructural de los niveles educativos del
Estado constituidos paralelamente al
currículo nacional.
Con base en los resultados encontrados en
esta investigación sobre el comportamiento
de los docentes de las escuelas Normales y
los maestros egresados de éstas en diferente
momento histórico, después de un largo
trabajo documental y de campo realizado
aproximadamente durante doce años de
seguimiento (19962008), se presenta el
siguiente protocolo de Tesis.
En primer lugar aparece una explicación
sobre el enfoque metodológico y los
procedimientos herramentales utilizados
para el abordaje del objeto de estudio, desde
donde se clarifica la postura paradigmática
del ámbito de investigación en el campo de
la educación, así como la posición
epistemológica, gnoseológica y filosófica
desde donde se objetiva una mirada aguda y
crítica hacia el punto de la realidad
estudiada.
La postura paradigmática en el ámbito de la
investigación educativa se plantea desde las
concepciones pospositivistas25, lo que la
diferencia de la forma de intervención que
realiza el positivismo en el campo educativo.
La experiencia adquirida en el campo de la
investigación amplía la oportunidad de
observar distintos enfoques metodológicos
dentro del amplio mundo de la investigación
cualitativa y retomar de algunos de ellos la
metodología y el trato con respecto a la
apropiación de la realidad, es decir, la
posibilidad de retomar diversas estrategias
metodológicas, las cuales no riñen entre sí
por pertenecer a distintos enfoques porque
coinciden paradigmáticamente.
Para el caso, se decidió situarse en el ámbito
de la investigación cualitativa etnográfica26,
retomar elementos de la postura crítica27,
así como del enfoque epistemológico
dialéctico crítico28 y del método racional
del pensamiento29.
Cada uno de los enfoques tiene sus
propósitos específicos, pero se ha
encontrado la manera de hacerlos coincidir
para fortalecer tanto el trabajo de campo
como el elemento central en la investigación
pos positivista, como lo es la búsqueda a
profundidad del fenómeno estudiado hasta
encontrar el sistema que lo explique, lo
contenga.
Es precisamente en el capítulo uno del
trabajo en el cual se exponen los pormenores
de esta conjunción de enfoques
metodológicos, desde dónde se está
partiendo para fundamentar y sostener el
hacer investigativo concerniente a este
trabajo, todos ellos desde una mirada crítica.
En este mismo capítulo se presenta otro
apartado que se denomina Problema del
Conocimiento y/o Cuestiones del
Conocimiento. En él se realiza un ejercicio
de reflexión epistemológica y gnoseológica
que permite plantearse los posibles
problemas y cuestiones del conocimiento
que se presentan en el objeto de
investigación después de ser debidamente
elegido y delimitado.
Y de esa manera encontrar el sentido, la
profundidad y el rigor del análisis, como
justificación científica del quehacer
investigativo, esto para satisfacer a las
comunidades epistemológicas, quienes
participan del análisis del corpus del
conocimiento existente al respecto del
objeto de estudio que se aborda.
Se maneja otro apartado denominado
intencionalidad30, el llegar a ella permite
expresar las intenciones reales al investigar
en un punto seleccionado de la realidad, en
este caso, por el propio investigador,
haciendo consciente el juego de la
subjetividad en el proceso metodológico y
de las acciones científicas.
Situación que, dentro de los parámetros de la
investigación cualitativa se tiene que
manejar, por las implicaciones de la
conciencia en hacer ciencia con una carga
subjetiva la cual mueve al investigador.
El cómo entender el juego de la subjetividad
en un campo científico que exige objetividad
en el análisis, cuestión paradigmática
encontrada, se tiene que resolver con la
búsqueda objetiva de la subjetividad en un
mundo social de “carne y hueso” en el que
se sostiene la educación; búsqueda que con
ayuda de las acciones del ser que denota su
hacer, es donde se contiene el dato fuerte que
se define, nombra y argumenta en el argot
científico social.
También se presenta en el trabajo el
planteamiento de los objetivos de la
investigación, no por cumplir con los
presupuestos de un protocolo de
investigación de corte tradicional, en el cual
se exige la presentación obligada de ciertos
puntos, sino con el ánimo de que el lector
encuentre una reflexión con respecto al
objeto investigado y observe la dirección del
trabajo en forma sucinta.
De la misma manera se anota una hipótesis
de trabajo que sirve como guía para la
investigación, la cual invita a tener
atrevimientos intelectuales y reflexiones con
respecto al hacer educativo, puestos en uno
o varios supuestos con los cuales se pretende
abrir la realidad en la que se ha venido
interpretando el accionar de los sujetos
docentes; ahora vistos como objetos de
estudio desde el ángulo de la cualidad, la
crítica y la dialéctica epistémica.
Generalmente el significado de la hipótesis
es percibido bajo referentes científicos en el
orden de las ciencias naturales o formales,
con tendencia clara a la antigua postura de
ciencia dura, donde la hipótesis representa
una relación causal, causa efecto. En este
caso y desde los fundamentos pos
positivistas de la investigación cualitativa, la
hipótesis juega otro papel más allá de la
simple relación causal.
En el capítulo dos se muestran los aspectos
teóricos desde donde se define, interpreta y
analiza el corpus de conocimiento, con
respecto a la forma en que se ha interpretado
el fenómeno de la identidad, tanto en sus
mecanismos internos para la comprensión de
la entidad identitaria, como en los efectos de
ésta al intentar entender aspectos parciales
vinculados a la identidad profesional de los
maestros.
En esta primera parte del abordaje de la
temática se tratan los tópicos desde el sujeto
histórico como figura central para entender
la dimensión social en la apropiación de la
realidad, así como los contextos que definen
y consolidan la identidad de los sujetos.
Se observan las distintas perspectivas desde
donde puede ser interpretado el fenómeno
identitario, lo que proporcionará una
panorámica general de la importancia del
tema en el hacer social, en la comprensión
del comportamiento humano y su impacto
en el ámbito educativo; debido la trasmisión
de la cultura y la apropiación de pertenencia
con arraigo en los sujetos.
Primera parte donde se revelan los
mecanismos que aclaran y explican la
identidad profesional de los docentes
normalistas a partir de realidades capturadas
con entrevistas en profundidad, registros,
diario de campo, así como con las
tecnologías de la información y la
comunicación requeridas para el trabajo de
campo, en el marco de una metodología de
investigación cualitativa con matices;
etnográficos, críticos, epistemológicos y
dialécticos, los cuales conviven bajo una
sana aceptación y contención paradigmática.
También se muestra en este capítulo el peso
de una cultura madre magisterial que ha
dejado en el Estado una cantidad de
estereotipos con respecto al ser y el deber ser
de los maestros. Cultura generada por un
gremio viejo de profesores que data de
finales del siglo XIX y mediados del siglo
XX, desde donde la construcción
sociogremial ha
generado íconos magisteriales quienes
contienen y resguardan las pertenencias que
todo maestro deberá portar para ser
reconocido, aceptado e identificado como
igual por el grupo magisterial.
Cultura magisterial que ha estado presente
por más de 137 años en Nuevo León, lo cual
no se puede pensar que sea algo casual o
fortuito, por el contrario constituye uno de
los mecanismos ideológicos más poderosos
del Estado para difundir y propagar el tipo
de hombre a construir, a través de la imagen
y la identidad del maestro como hombre
recto, cívico, obediente, prototipo del ser y
deber ser del mexicano, lleno de
convicciones institucionales muy firmes y
digno de constituirse como el modelo de
hombre a seguir.
En esta amplia y gruesa cultura magisterial
es donde hay que hurgar para encontrar el
sentido y los mecanismos de la
conformación identitaria profesional de los
maestros de extracción normalista. Es en ella
donde se encontrarán las pertenencias31
dominantes de la identidad de cada uno de
estos protagonistas.
Marcas que todavía existen en cada uno de
los formadores y educadores del Estado,
quienes aún siguen propagando la vieja
imagen del México Liberal Revolucionario,
y hoy se quiere y buscan desesperadamente
las formas para cambiar hacia un México
Pragmático NeoLiberal.
Situación que es real y quizás no se pueda
evitar, pero indica que el papel del maestro
ha cambiado de dirección, considerando que
la infraestructura económica ha cambiado y
que la superestructura32 tendrá que
modificarse lo más pronto posible.
Esto implica que la transición que vive el
magisterio actualmente es producto de este
cambio de rumbo en la economía mundial a
partir de la caída del mundo soviético 1989,
cambio que afecta directamente a la vieja
identidad profesional del maestro y lo
obligará a transitar hacia la nueva
construcción del tipo de docente que
requiere la Nación, mostrándose así la
instrumentalización del ser maestro, es
decir, la forma en que manipulan el ser y el
deber ser del magisterio según los intereses
de la clase social hegemónica.
¿Cómo se podría pensar la figura del
maestro o maestra más allá de la
construcción ideológica manipulada de su
identidad, finamente introyectada por vías
curriculares de formación, capacitación y
prácticas escolares e institucionales?
Habrá que pensar en una formación critico
científica que le dé al joven normalista la
posibilidad de ser autónomo, libre en el
pensar, reflexivo, crítico, habilidades que le
permitirán defenderse de las finas redes
ideológicas que han envuelto la educación
de nuestra nación y que han ensombrecido el
verdadero desarrollo de la formación
humana, más allá de la simple
instrumentalización de la enseñanza, que
hoy y desde hace ya muchos años, se imparte
en las Escuelas Normales del Estado33.
En el capítulo tres, se hace un recuento
histórico de esa cultura madre magisterial
con más de cien años de existencia, cultura
que ha marcado la identidad de la mayoría
de los docentes egresados de las Escuelas
Normales del Estado, observando en ella el
dinamismo interno que la mantiene viva
hasta hoy en día, cultura que sólo se ve
afectada por los matices que la historia
política del país ha sufrido34.
Se analiza la enorme influencia que tuvo el
liberalismo clásico35, encarnado en los
grandes íconos magisteriales nuevoleoneses
como: Miguel F. Martínez, Serafín Peña,
Pablo Livas, Moisés Sáenz, Plinio D.
Ordóñez, Humberto Ramos Lozano; figuras
que contienen y representan las pertenencias
del Ser maestro que han definido y
conformado la identidad profesional de los
maestros y maestras del Estado.
La ausencia de teoría crítica36 ha llevado a
la idolatría de estos personajes de carne y
hueso, mitificando el hacer docente,
convirtiendo la profesión en un mito
ideológico a favor del sistema político
gubernamental, bajo el pretexto de hacer
patria; se generaron héroes del saber como
modelos educativos a seguir, hombres
institución, hombres auditorio, hombres
monumento, en honor a la
institucionalización del Estado político
mexicano.
Es por ello que la llamada Escuela
Tradicional y la Conductista no pueden
morir, porque ellas representan al Estado
Político liberal viejo, son y siguen siendo
reproductoras de un sistema socio político,
económico y cultural que tuvo vigencia
durante todo el siglo XX.
Las escuelas Normales del Estado son las
generadoras de la identidad profesional
instrumental, acrítica y acientífica,
construida desde un eje centralista del
Estado para la reproducción y conservación
cultural de un régimen político liberal, hoy
en transición hacia el nuevo modelo Neo
liberal.
En ese transitar del maestro entre la escuela
normal, la vida laboral de treinta años en las
aulas escolares de primaria, secundaria y/o
jardín de niños; el sindicato, la SEP, y las
escuelas formadoras del Estado; es donde
encontramos las pertenencias más
dominantes que todo maestro y maestra trae
consigo y que determinan su identidad
profesional, son marcas que el Estado
Político Mexicano dejó en cada un de sus
soldados37: obediencia ciega, disciplina,
orden, respeto a la autoridad; a las normas,
leyes y reglamentos, institucionalización
plena, lealtad al gobierno, mitos educativos,
sindicalismo, “grilla”, simulación, y más.
Ante este desolador panorama surgen las
preguntas de la ausencia: ¿Dónde estará el
maestro crítico que ponderan Paulo Freire o
Peter McLaren, ¿Dónde está el docente
científico al estilo de Thomas Kuhn? ,
¿Dónde quedó el maestro intelectual que
proyectara Antonio Gramsci?, ¿Dónde está
el sujeto histórico del que habla Carlos
Marx?, ¿Dónde está el maestro filósofo al
que refiere el pensamiento Platónico? y
¿Dónde quedó el docente ético que pensaba
Hegel?, ¿Dónde encontramos al maestro
realmente humanista pensado por Erich
Fromm?, ¿Dónde quedo el maestro
epistemólogo al que se refería Octavio
Fullat?
En el capítulo cuatro se aborda la realidad
confrontada del magisterio normalista, cuya
dureza resulta innegable en el ámbito
magisterial a nivel Nuevo León, realidad que
sitúa ante la imagen construida del ser
maestro, figura que se fue esculpiendo
lentamente hasta llegar a ser una verdadera
obra de arte cuyo autor es el Estado
gobierno, que finamente fue conformando la
identidad profesional del maestro o la
maestra normalista, identidad profesional
que refleja a un ser docente: acrítico,
aepistémico, ahistórico, simulador e
instrumental.
La formación docente ejercida en las
escuelas normales se considera como uno de
los eslabones que forman la cadena de la
identidad profesional del magisterio, la cual
marca a los jóvenes desde que inician su
carrera a los dieciséis años, dejando en ellos
el peso cultural, simbólico e ideológico
conformado durante años en el quehacer y el
sentir de la práctica docente.
También se maneja en este apartado, el
cómo las escuelas de educación básica, en
las cuales los docentes egresados de las
Normales inician y continúan su desempeño
escolar, son las reforzadoras de la identidad
profesional construida en las escuelas
Normales del Estado.
Es aquí donde se da la adquisición rápida de
la vieja cultura magisterial, por medio de las
relaciones laborales establecidas al interior
de cada escuela, los maestros viejos
aconsejan, jalan, intimidan, guían,
amenazan, amedrentan y enseñan el camino
menos tortuoso a las generaciones nuevas,
para así “llevar la fiesta en paz” con la
práctica política, académica y cotidiana, ya
instituida en las escuelas desde hace
muchísimos años.
La realidad magisterial nuevoleonesa
confrontada desde la identidad cultural e
histórica del ser docente, proporciona un
punto de análisis epistemológico de uno de
los pilares más valiosos de una nación, la
educación. A un país se le define por el nivel
educativo de los habitantes y se le conoce
por el nivel profesional de los maestros.
Otro de los eslabones de la cadena que
aporta pertenencias y da forma a la identidad
profesional de los maestros es la actividad
sindical, esta institución es otro de los
aparatos ideológicos del Estado38, que
detrás de una supuesta lucha por la mejora
magisterial, inyecta en cada docente la
forma de ser más conveniente para la
reproducción del sistema político
económico ejercido desde las cúpulas del
partido político en el poder.
El sindicalismo magisterial es otra vieja
cultura que el maestro se enseña a manipular
para sobrevivir y poder mejorar
laboralmente, quizás desde el conseguir la
plaza inicial, incrementar horas de trabajo,
avanzar en Carrera Magisterial, lograr los
puestos escalafonarios, como ser auxiliar,
subdirector, jefe de asignatura, director,
inspector o supervisor, jefe de sector, o
funcionario. Actividad manejada en todo
plantel educativo público, la cual marca y
deja huella profunda en la identidad
profesional de cada maestro o maestra del
Estado.
Es una práctica laboral que pocos, pero muy
pocos maestros logran vencer para no ser
cautivados por el ejercicio y la seducción del
poder, generando en Nuevo León una
pequeñísima cultura de resistencia
magisterial que sufre desprecio, maltrato,
intimidación y todo tipo de acciones que
muestran el poder sindical ejercido sobre los
maestros, para captar así a los más fieles.
Es el propio hogar de los maestros, donde
hay familiares relacionados con el gremio,
quienes trasmiten las pertenencias que van
definiendo la figura identitaria de este grupo.
Es común que en las familias, por
circunstancias fortuitas, un miembro de ésta
se cuele a las filas magisteriales, por ser una
actividad laboral segura, con rápida
remuneración, modelo de progreso para las
clases bajas; esta situación permite que se
genere en el centro del hogar humilde, un
prototipo de ser, una figura de maestro ya
construida, la cual se habrá de adquirir sin
cuestionamiento, dadas las necesidades
económicas de este sector social, el cual ve
en las escuelas Normales una vía rápida para
salir de su pobreza.
Extrañamente, la mayoría de los maestros
pertenecen a un sector social desfavorecido
económicamente, porque no pudieron pagar
una carrera universitaria, sector que por su
humildad, nobleza e ingenuidad es blanco
fácil de la manipulación fina del Estado,
invitándolo a ser parte de su ejército
patriótico, como un buen soldado que lleve
la cultura a los más desposeídos, generando
en él, el sentido de ser un agente cultural.
Es interesante observar cómo esa verdad
histórica hoy se trastoca un poco y los
maestros viejos hacen que sus hijos o hijas
estudien en la Normal para asegurar el
trabajo de estos al heredarles sus plazas,
práctica sindical común en el gremio, la cual
constituye otro de los eslabones reforzadores
de la vieja cultura magisterial, marcando aún
más la identidad profesional adquirida desde
el seno del hogar.
Cabe mencionar que esta realidad está
matizada con situaciones particulares
distintas en las que no se dan las condiciones
descritas anteriormente, debe existir algún
sector que realmente sí se acercó al
magisterio por verdadera afinidad con la
práctica de formación humana. Eso no
quiere decir que ese pequeño sector no sea
víctima de la manipulación identitaria
realizada por las estructuras de poder del
Estado.
En el capítulo cinco se muestra un encuentro
positivo con la identidad profesional del
magisterio de Nuevo León, en él se apunta
una tipología que define el actuar de los
maestros del Estado, la cual constituye una
muestra de las formas de ser que se han ido
construyendo en el largo caminar laboral e
institucional de las escuelas de educación
básica.
Son las representaciones sociales39
construidas dentro del gremio magisterial
que se manejan como el currículo oculto, son
situaciones que todos los agremiados
identifican y nombran, pero se mantienen
ocultas para no dañar la imagen del
magisterio nuevoleonés.
Son las características que definen al Ser
magisterial y muestran una realidad ingenua
positiva del hacer docente, formas de ser que
fueron captadas al aplicar la metodología
cualitativa, a través de entrevistas personales
fortuitas a lo largo de más de diez años de
trabajo de campo, desde que se originó el
interés por la formación de docentes
normalistas y su identidad profesional.
Se denomina encuentro positivo dado que
finalmente el docente va caracterizándose en
su forma de ser y hacer su propia práctica
escolar, y va conformando una especie de
personalidad que lo identifica con el resto
del grupo, con el cual convive laboralmente.
En el hacer cotidiano se van caracterizando
los diversos roles del maestro que se dan de
manera fortuita, por no decir natural, aunque
se sabe de antemano que no constituyen una
construcción natural, es más bien un
resultado de las relaciones de la vida
cotidiana con el hacer educativo, es decir,
una plena construcción social de la realidad
magisterial; campo idóneo para el análisis de
la identidad profesional del maestro.
Ámbito educativo que, si se estudia a fondo,
denota en su interior las pertenencias que
definen la identidad profesional de una
forma más colectiva, es decir, si bien no se
podría pensar en una multitud de
identidades, que finalmente son
características del sujeto particular
individual40, se puede pensar en un
conjunto de formas de ser y actuar
semejantes, dada la introyección ideológica
a la que es sometido el gremio desde varios
ángulos del poder, las cuales sí generan
elementos que permiten observar una
regularidad en casi la totalidad de maestros
y maestras del Estado, esto más allá de
querer remarcar las características
personales y/o los roles del docente frente a
su actuación educativa.
El caracterizar al maestro proporciona
elementos de análisis con respecto a su
actuación, lo cual permite descifrar los
laberintos de su identidad profesional, y que
por sus características será denominada
como: instrumental, acrítica, aepistémica y
ahistórica; habrá de entenderse también que
la mayoría de los docentes normalistas reúne
pertenencias dominantes de su identidad que
determinan su forma de ser, actuar y pensar,
la cual se puede nombrar y sostener con las
categorías mencionadas.
Se mostrará cómo estás pertenencias
identitarias fueron suministradas por las
diversas estructuras de poder y reforzadas en
el hacer magisterial instituido en el trabajo
diario en las escuelas, pertenencias que
generan una clara identidad magisterial
nuevoleonesa.
En este recuento positivo de las pertenencias
identitarias, que conjuntadas conforman,
sostienen y soportan las categorías
anteriormente nombradas, se puede
encontrar al maestro (o maestra): soñador,
cívico, humilde, con vocación, soldado del
Estado, promotor de la cultura, institucional,
inolvidable, solidario, sindicalista,
racionalista, maestro patria, escuelero,
rebelde o disidente, altruista, clásico
autoritario, famoso o tradicional, raro,
espejo o simulador, redentor, intelectual,
pseudo intelectual, fanfarrón, líder,
egocéntrico, el barco, paternalista, artista,
entre muchos otros.
De todos estos prototipos del ser magisterial
en el ámbito laboral, muy pocos docentes
escapan a las categorías expuestas en este
trabajo, es decir la mayoría de ellos son
profesionales: instrumentales, acríticos,
ahistóricos, aepistémicos.
En lo que respecta al capítulo seis se plantea
la necesidad de una construcción imaginaria
de la realidad educativa, al pensar en un
maestro o maestra inexistente en este
momento histórico, es decir, un verdadero
maestro o maestra intelectual, con esto no se
quiere decir que no los haya, se sabe de
antemano y por experiencia, que a lo largo
de una trayectoria de casi treinta años en el
campo educativos se ha tenido relación con
algunos de ellos, pero en realidad,
considerando los más de cuarenta mil
maestros que hay en el Estado, la cantidad
de maestros intelectuales es casi inexistente.
¿Cómo considerar a un docente intelectual?,
decía un amigo maestro, esto nos lleva a
pensar qué tipo de sujeto es considerado
como intelectual, desde la teoría gramsciana,
todo ser humano es intelectual, pero también
apunta que realmente intelectual es aquel
que se asume como tal, bajo un régimen de
compromiso social, histórico, político,
ideológico, filosófico, epistémico y desde
luego desde el plano de la conciencia.
Desde la perspectiva teórica manejada de
Octavio Fullat se podría definir a un docente
intelectual como aquel que es capaz de
levantar el tratamiento escolar a estamento
epistemológico, más allá de la simple
reproducción y repetición mecánica de
conocimientos en el aula.
En cambio, desde la concepción de Paulo
Freire, un intelectual sería aquel que lograra
romper con la educación tradicional
bancaria, que logre desarrollar el
pensamiento crítico en sus alumnos, donde
la libertad y el diálogo sean el método de
enseñanza por excelencia.
Es en este capítulo precisamente es donde se
abordarán las diferentes concepciones del
cómo pensar en un docente intelectual desde
las distintas posturas epistemológicas,
filosóficas, psicológicas, sociológicas,
antropológicas e históricas; con la intención
de fortalecer y sostener una posición propia,
a la luz de las aportaciones teóricas de
personajes de la talla de los autores
mencionados.
Como respuesta al maestro que cuestionó
acerca de cómo considerar que un docente es
intelectual, se le podría responder de la
siguiente manera: se dará cuenta de un
maestro o maestra intelectual, en medida que
éste o ésta se asuman como: sujeto y actor
del conocimiento, crítico científico,
formador de conciencias, protagonista
político y social, ser sensible, sujeto ético y
moral, investigador, autónomo, libre
pensador, constructivista real, trasgresor,
revolucionario, filósofo, metafísico y un
auténtico ambientalista.
Con respecto a la temática habrá que darle la
razón Noam Chomsky, quien ve la urgente
necesidad de que el maestro se convierta en
un intelectual, sólo que hay que precisar qué
es un intelectual y para quién, dado que la
concepción positivista dominante en el saber
científico, ha generado una imagen,
representación y figura de un intelectual
apegada a la ciencia instrumental. Es por ello
que habrá que recurrir al pospositivismo
para darle un giro a esa concepción ortodoxa
y plantear una figura de intelectual desde
una concepción científica donde el sujeto de
carne y hueso sea el centro de su hacer.
Con respecto a las características referidas
en el párrafo anterior, se dará una
explicación desde el marco correspondiente
a la labor educativa y sus implicaciones con:
la condición humana, social, científica e
histórica.
Finalmente se plantea un apartado que se
puede considerar como concluyente, en el
cual se muestra y expone el sentido real y de
fondo de este trabajo, cuyo principio básico
es, precisamente, mostrar una realidad
educativa desde dentro, hablar, nombrar,
analizar, argumentar, descubrir, poner de
manifiesto, señalar, marcar,
denunciar, y liberar una parte de realidad
educativa que sigue atada a la tradición
magisterial construida como una gran placa
cultural que pesa en cada maestro o maestra
y que no son capaces de romper para
reconstruir una nueva identidad profesional
que los identifique con el nuevo hacer del
conocimiento, el acontecer social, histórico,
político y cultural del siglo XXI.
Es preciso debatir el cómo romper con una
tradición magisterial sin dañar la imagen que
le dio sentido a los maestros nuevoleoneses,
cómo transitar hacia otros horizontes de la
formación humana sin renegar de la cultura
pasada, cómo lograr que el maestro alcance
las necesarias dimensiones del pensamiento
que lo conviertan en un sujeto autónomo,
sensible, epistémico, consciente y ético.
Existe el convencimiento de que el
intelectual se hace en la realidad concreta, no
se sueña, no se desea, más bien se lleva a la
praxis, mediante una formación profunda,
no con actualización o capacitación, hay que
invertir en programas serios y permanentes
de formación docente.
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1 Efectivamente los docentes normalistas
egresados en Nuevo León datan del origen de
la primera escuela normal en la entidad, esto
según el documento de fundación de la escuela
Normal Miguel F. Martínez, en 1870.
2 Al referirme indistintamente al objeto de
estudio y el objeto de investigación, parto de la
concepción manejada por Dr. Francisco
Covarrubias Villa, (UPN/CIEO: Oaxaca, 1998.),
quien refiere que todo objeto de realidad puede
ser objeto de estudio desde cualquier mirada de
la ciencia, pero al convertirse en objeto de
investigación pasa por la subjetividad del
investigador quien hace suya la problemática
del conocimiento y pone en juego las diferentes
lógicas de apropiación de la realidad.
3 El concepto de falsa conciencia lo manejo
desde el pensamiento marxista, para referirme
al engaño ideológico que se construye como
verdad social, el cual tiene fines de control
político, económico e ideológico, en las tesis de
Platón el equivalente sería las sombras en el
Mito de la Caverna.
4 En referencia a los conceptos de idealismo
liberal, me refiero a la filosofía del liberalismo
clásico francés en cuanto a las teorías de la
República de Juan Jacobo Rousseau, entre
otras, que fueron utilizadas y manoseadas por
los liberales mexicanos y que dieron cuerpo y
sentido a una política social, económica y
cultural por mas de doscientos años en nuestro
país, en la cual ha predominado un deber ser
que no se concreta en acciones claras, ni
congruentes con el verdadero sentido de
libertad planteado en la Revolución Francesa,
de ahí el término idealismo, postura soñadora
del deber ser, olvidando la postura del ser
histórico.
5 Al referirme al concepto de pragmático
pretendo resaltar una postura del ser práctico,
como sujeto capaz de resolver las necesidades
básicas de un ser humano, tales como el
alimentarse, vestirse y protegerse del medio
ambiente, con un nivel de pensamiento
concreto, con dificultades para entender el
acontecer social desde dimensiones con mayor
exigencia de pensamiento formal o abstracto.
6 Al referirnos al utilitarismo y funcionalismo
norteamericano, la intención es denotar que
estas posturas, muy similares entre sí, aplican
bien a las condiciones del ser nuevoleonés
dado que las condiciones rudas del entorno
natural forjaron, en los habitantes de estas
regiones, a un ser práctico que se acostumbró
a pensar en lo que dejaba utilidad en el sentido
productivo y a hacer que las cosas funcionen.
Más sin embargo, si a esta forma de ser le
damos una explicación sociológica; tendríamos
que pensar en la influencia ejercida por el país
vecino y el intercambio comercial de nuestro
Estado, desde 1850 o 1860, cuando inicia la
actividad industrial con la aparición de La Fama,
primera fábrica textil formalmente constituida
en el Estado, hasta la época actual. Esto
fundamentaría más el por qué nos referimos a
un ser utilitario y funcional.
7 Al mencionar el escaso manto de
pensamiento social, nos referimos a ciertos
momentos históricos 1963, 1971…. en algunos
municipios del Estado, Sabinas, Monterrey,
Galeana entre otros, se generaron movimientos
de izquierda que lograron agrupar algunas
células en pro de la defensa de un pensamiento
más social y/o colectivo; u orientadas hacia la
búsqueda de una sociedad más justa e
igualitaria. Aunque no los dejaron avanzar, si
tuvieron cierta presencia y, hasta la fecha, han
dejado recuerdos y quizá nuevos frutos que aún
siguen anhelando un futuro mejor, pero que
ante la magnitud con que se ha desarrollado el
imperialismo, hoy por hoy, esos movimientos
sociales se aprecian como esfuerzos muy pero
muy diluidos.
8 El concepto de ser histórico es retomado de
la tradición filosófica marxista y los aportes de
Antonio Gramsci que refieren al sujeto
histórico, aquel que es capaz de reflexionar su
entorno desde diversas dimensiones en pleno
conocimiento de la historia y el acontecer social
como fenómenos detonantes del hacer
humano.
9 El concepto de ser cultural se complementa
con el del ser histórico, pero este es tomado
desde la mirada antropológica (Serena Nanda)
al interpretar al ser como un construcción de la
cultura propia y la interacción multicultural.
10 Según nos expresa Amín Maalouf 2001, la
identidad se conforma a partir de las
pertenencias culturales que cada uno de
nosotros va retomando de la realidad vivida, las
cuales se van acomodando para generar una
identidad múltiple o compuesta, según las
vivencias personales.
11 El concepto de apropiación de la realidad es
retomado desde el pensamiento de Francisco
Covarrubias Villa, de la obra Herramientas de la
razón UPN 1998. En la cual menciona que
existen al menos cuatro formas de apropiación
de la realidad, las cuales van a determinar la
lógica del pensamiento de los sujetos, la
pragmática utilitaria, la religiosa, la estética y la
teórica; la que tenga mayor
peso en el sujeto dominará su lógica de
entendimiento y por tanto se entrelazan las
pertenencias que definen la identidad de los
sujetos.
12 El concepto de clase política se retoma
desde el pensamiento gramsciano en la
concepción de sociedad política como sector
hegemónico del ejercicio de poder.
13 Al concepto Estado Gobierno se le otorga el
mismo significado, siendo que no es así
14 La forma de manejo de la expresión poco
pensante no es con la intención de ofender, más
bien, es con el ánimo de la reflexión histórico
cultural que nos lleve a un autoreconocimiento
donde encontremos el sentido de la forma
utilitaria y pragmática de conducirnos y superar
el antagonismo entre el pensamiento y el hacer.
15 La connotación que se le da a la tan
nombrada sociedad del conocimiento, habrá
que manejarla con cuidado y lujo de detalles, es
por ello que sólo apunto que hay varias
interpretaciones de este evento mundial, con
respecto a la nuestra, que es crítica y se analiza
desde la mirada filosófica y sociológica,
tenemos nuestra reserva ya que el concepto ha
sido manoseado desde la óptica tecnologizada,
dejando fuera, de nueva cuenta, al ser humano
de carne y hueso, dimensionando en ella sólo el
hacer economicista, pasando por alto el resto
de las dimensiones humanas.
16 El concepto de conciencia ingenua es
retomado de la tradición filosófica hegeliana,
donde se considera que el sujeto que no
alcanza a entender y/o comprender el todo
social se pierde en la ingenuidad del ser,
denotando nobleza en su actuar social, o bien,
enajenamiento con respecto al ser y al hacer
social.
17 Al referirnos a la metodología de
investigación cualitativa etnográfica, nos
posicionamos en el paradigma pospositivista
(Miguel Martínez , 2002) para la interpretación
de los fenómenos educativos, como parte del
reconocimiento de que el quehacer educativo
tiene como base a la Ciencias Sociales, y que el
método de investigación tiene que ser
congruente, por ello planteamos un análisis
desde el acontecer sociológico, histórico,
antropológico y filosófico, donde el paradigma
pospositivo y la metodología cualitativa, nos
permita focalizar desde diversas miradas el
fenómeno de la identidad profesional de los
maestros normalistas.
18 La postura crítica dentro del proceso de la
investigación educativa es una tradición teórica
que parte de la concepción dialéctica de la
realidad y por ende es una postura filosófica
planteada desde el marxismo, en el sentido
claro de la defensa de la ciencia ética y en
franca oposición a la concepción de ciencia
instrumental al servicio del capital. Lleva como
fin el denunciar la realidad para alcanzar una
real transformación en el ser y en el hacer
social.
19 Esta postura Epistemológica Dialéctico
Critica, es una postura investigativa
orgullosamente mexicana, planteada por el Dr.
Francisco Covarrubias Villa, investigador social
de la UNAM y ex investigador de la UPN, Unidad
Ajusco, la cual plantea la interpretación del
objeto de estudio desde el estamento teorizante
que define al intelectual, sobre el resto de las
miradas enfocadas hacia el fenómeno
educativo. Es una postura altamente crítica,
fundamentada epistemológicamente en la
dialéctica.
20 El concepto de falsa conciencia es retomado
de la tradición marxista, el cual se refiere a las
verdades construidas desde un plano
ideologizante, es decir, que son construcciones
de lo real muy bien armadas desde lógicas de
poder, que a la luz, pareciesen verdades muy
convincentes, pero de fondo se observa que
son engaños, esto para los griegos son las
falacias, construcciones racionales con un
orden lógico casi irrefutable, pero en realidad
eran falsas, por su racionalidad en el armado
aparecían como verdad social.
21 Se recomienda la lectura la teoría crítica del
currículum de Kemis.
22 Las tesis del currículum oculto se generan
desde la aportación de varios autores, en este
caso recomendamos la lectura de la obra de
Jurjo Torres Santomé, 6°edic.1998.
23 Desde la teoría de la reproducción de
Bourdieu, podremos identificar y entender el
tipo de operación curricular en nuestra realidad
educativa, es decir, captar cómo es el
funcionamiento del currículum en las escuelas
bajo una tendencia reproductora.
24 Al referirnos a la verdadera sociedad del
conocimiento, apoyamos la tesis de una
sociedad del conocimiento realmente
humanizada, no aquella que es una la falsa
construcción en la que se está generando una
realidad manipulada por la economía de cierto
sector social, sino en la que existe una
verdadera intención de que los seres humanos
del planeta, realmente desarrollen de manera
plena el conocimiento, y al referirme a la
plenitud, queremos decir al conjunto de
capacidades individuales, colectivas, sociales,
sensibles que todo sujeto histórico debiese
alcanzar para lograr la autonomía en lo
económico, lo político, lo social y cultural, no
sólo que logre las habilidades y competencias
para el desarrollo del mercado y la economía.
Ya que esto generará seres humanos
escindidos de la realidad.
25 Ver texto de Miguel Martínez M., 2002.
26 Ver texto “Investigación Cualitativa
Etnográfica” de Miguel Martínez M., 2002.
27 Al referirnos a la postura crítica, retomamos
el pensamiento de Paulo Freire, Peter Maclaren,
Henry Giroux, entre otros.
28 Ver texto “Manual de técnicas y
procedimientos de investigación desde la
epistemología dialéctico crítica”, ed. UPN/SEP y
CIEO: Oaxaca, 1998.
29 Ver el aporte del Dr. Luis Eduardo Primero en
su obra escrita en UPN, Ajusco México D. F.
30 Ver el texto de Francisco Covarrubias Villa y
sus aportes al trabajo de investigación en el
campo educativo.
31 Hay que recordar que Amín Maalouf en su
obra “Identidades asesinas 1999”, menciona
que la conformación identitaria de los humanos
se rige a las pertenencias que cada sujeto va
retomando a lo largo de su vida, de su
acontecer social e histórico, las cuales definen
en mucho su identidad.
32 Los conceptos de infraestructura y de
superestructura son tomados de la tesis
marxistas, done se explica el fenómeno
económico como factor determinante en la
dirección del pensamiento, cultura, ciencia,
educación e ideología.
33 Al referirnos a las normales del Estado,
estamos considerando las cinco normales
oficiales, aunque las privadas siguen el mismo
régimen pero con matices diferentes, esto
según la óptica religiosa que les da dirección,
aunque aplican el mismo currículo que la SEP
marca, lo que las hace semejantes. La
diferencia estriba en el currículum oculto,
desde el cual se plantean distintas ideologías.
34 En los últimos cien años, la corriente liberal
ha dictado la dirección en el país, lo que da por
resultado la operación de las tendencias
educativas en la misma línea, aunque cabe
resaltar que en el transitar histórico se han
presentado intentos de otras tendencias por
lograr imponer otra dirección política al Estado,
me refiero al período del cardenismo, con
tendencias hacia el socialismo, así como hoy en
día, se intenta con éxito el llamado
neoliberalismo.
35 Al mencionar al liberalismo clásico, nos
referimos a la clara influencia filosófica
francesa, tanto en la concepción política, como
en la educativa, ambas llegaron a México desde
el primer congreso constituyente, y se
reafirmaron en los subsiguientes congresos.
36 Al referirnos a la ausencia de teoría crítica,
estamos manifestando que en la realidad
educativa de Nuevo León, no se ha aplicado el
currículum desde la postura crítica de la cual
nos habla Kemis, por la experiencia propia de
treinta años en el sistema, hemos analizado y
vivenciado que en todos los niveles educativos
la teoría de la reproducción ha logrado la
hegemonía en la operación curricular.
37 Hacemos referencia al término de soldado,
considerando que en una de las entrevistas
realizadas a un maestro que ha sido funcionario
de la SEP toda su vida, expresaba con fervor,
que los maestros normalistas éramos los
soldados de la patria y teníamos la obligación
de preservar al gobierno, porque era éste el que
nos pagaba.
38 Al referirnos a los Aparatos Ideológicos del
Estado, estamos pensando desde la tesis de
Louis Althusser 1998.
39 El concepto de representaciones sociales es
manejado desde la tesis propuesta por el Dr.
Juan Manuel Piña Osorio, “Representaciones,
imaginarios e Identidad”, CESU UNAM, 2003.
40 El concepto de particular individual es un
término manejado por la investigadora
Valentina Cantón de la UPN, Ajusco, en el cual
hace notar una diferencia entre la individualidad
de cada ser en el sentido biológico y la
particularidad en el sentido de la vivencia
cultural que cada uno experimenta en su vida
social.