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Page 1: I Libros...Despuésde que La broma fue prohibida por las autoridades poUticas de su pats, después de una temporada en la clandes tinidad y merced al exilio, que le permitió darse

Después de que La broma fue prohibidapor las autoridades poUticas de su pats,después de una temporada en la clandes­tinidad y merced al exilio, que le permit iódarse a conocer universalmente. el che­co Milan Kundera se convirtió - tal vezjunto al italiano Umberto Eco- en el ma­yor best-seller de la narrativa mund ial. SI­multáneamente. Kundera ganó prest igiotanto en la derecha como en la izquierda :sus ideas. que no parecen confusa nningún sentido, parecen efect ivamentsatisfactorias a ambos bandos ideológ l·coso En México la difusión de las obrde este escritor ha sido tan ampl ia comoveloz: durante años. entrevistas, nota oensayos acerca del checo , aparte de sunovelas. cuentos. e incluso una obra dteatro. circulan una y otra vez en suple ­mentos, revistas y editoriales. Mientrastanto. crece la admiración. entre todo elmundo: el anónimo lector, el que consu­me lo que está en la moda prestigiosa, elcrltico alerta. el creador actualizado. Y loque sucede en nuestro pals se repite entodas las naciones occidentales, por lomenos. Hay un "fenómeno" Kundera. unasuerte de boom particular.

La moda Kundera parece ser en princi­pio una moda ideológica. Con esto quierodecir superficial. acomodaticia. y. en últi­ma instancia, falsificadora de todo. co­menzando por su propio objeto. MilanKundera sabe que éste es un riesgo uni ­versal: "La novela (como toda la cultura lse encuentra cada vez más en manos delos medios de comunicación; éstos. entanto que agentes de la unificación de lahistoria planetaria. ampllan y canalizan elproceso de reducción; distribuyen en elmundo entero las mismas simplificacionesy clichés que pueden ser aceptados por lamavorfa, por todos. por la humanidad en­tera. Y poco importa que en ~iferentes ór-

de los tiempos y la geogratra." l Cómo vamos a ser dueños de nues­

tros actos. si todo está escrito allá arri­ba7". dicen respecto al destino divino. yal impuesto por la autoridad estatal y portodas las autoridades. incluidas las delautor original y el de la reescritura de laobra . Habría que agregar al autor de lapuesta en escena -nueva reescritura, lade la fidelidad inventiva - en conformidadcon el autosarcasmo de Kundera. "Nues­tras historias son distintas y todas las his­torias son la misma." Cada frase es ex­puesta accesiblemente. con gran sencilleza pesar de su complejidad.

Margules crea una puesta en escenadetrazo absolutamente limpio, se dlrfa queacadémico, venciendo la ditrcil compleji­dad de la propuesta. Asimila el texto deKundera y con diáfana claridad lo visuali­za para el espectador. quien es testigoabrumado por la modernidad de bulto .aprendida a lo largo de un trayecto origi­nal y durante el curso de la discusión.

En Jacques y su amo la creación de laestética visual provocada por Margulestiene primordial importancia. El escenarioy sus figuras han sido cuidadas con mira­da de pintor. El gran espacio del escena­rio -una amplia tarima segmentada cu­yas partes ascienden y descienden y seinclinan-, limitado al fondo por un ciclo­rama del que resalta un tenue color de pla­ta, tiene la virtud de aumentar en el enor­me vacío las figuras solitarias de losactores. Margules es capaz de hacer todoen la nada con un trazo que en otras cir­cunstancias serla insignificante.

El director conduce a sus actores. qui­zá con mayor precisión de la que él acos­tumbra. y como pocas veces puede pre­senciarse en el teatro que se hace enMéxico: los lleva al cUmax del humor. dela inteligencia reflexiva y de la alta calidadartística. Tanto Jacques -Fernando Bal­zaretti- como el amo -Patricio Castillo­asumen cada uno en plenitud la encarna­ción del ideal y lo práctico que represen­tan. siendo uno para el otro la pregunta yla respuesta perfectas de la duda.

El desdoblamiento de Diderot a Kunde­ra encontró los recursos para ampliar eljuego al desdoblarse en Margules. al des­lizarse este júego de multiplicaciones enun público sorprendido por el reiterado ha­llazgo de la inteligencia. o

Jacques y su amo, de Milan Kundera. TeatroJuan Ruiz de Alarcón, Centro Cultural Univer­sitario. Con Fernando Balzaretti. Patricio Cas­tillo. Rosa MarIa Bianehl, entre otros . Esceno­gratra e iluminación: Tere Uribe. Dirección:Ludwik Margules.

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LibrosKUNDERA:UNAALTERNATIVAPARA LAMODERNIDADPor Juan José Reyes

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ca - que es un escrito r formidable Y unformidable " lujo" - no oculta sus deudasni escamotea datos a los taxonomi st as.Muy inmediatamente : " La vanguardi a havisto las cosas de otro modo; estaba po­sefda por la ambición de estar en armo nfacon el porvenir. Los artistas vanguardis­tas crearon obras, cierto es, realmente va­lientes, diffciles, provocadoras, abuchea ­das, pero las crearon con la certeza de que'el esplritu del t iempo ' estaba con ellos yque, mañana, les darla la razón... Anta ­ño, yo también cons ideré que el porvenirera el único juez comp etente de nuest rasobras y de nuestros actos. Sólo más tar­de comprendl que el fl irteo es el peor delos conformismos, la cobarde adulacióndel más fuerte. Porque el porvenir es siem­pre más fuert e que el presente . 1:1 es elque, en efecto. nos juzgará. Y. por su­puesto , sin competencia alguna. . . Perosi el porvenir no representa un valor paramf, ¿aquién o a qué me siento ligado? : ¿ADios? ¿A la patr ia? ¿Al pueblo? ¿Al in­dividuo ? .. "

Llama la atención que los presurososteóricos de la postmodernid d hayan pa­sado sobre Kundora sin atenderlo. LSeráporque la preocupación por d flnlr unamoda ideólogica rebasa al afán de lectu­ra, a la justa b úsqueda do ca o obj t lvo ?

Milan Kundera

Al negar, para sr, la vigencia de las van­guardias, el escritor checo descalifica todaenunciación de la Verdad, se coloca apar­te. No 8 posteriori sino merced a una obra.Su apartamiento tampoco es un modo,elegante, más o menos , de solazarse enla moda . Kundera -como Octavio Paz yalgunos otros escritores de aquCy allá­ha dicho que no. Lo sabe, por eso no esun escritor que pueda ser exactamente~

moderno: Kundera comprende su tiempo,y asume el paso , el transcurrir de la His­to ria. Si se niega a la suscripción de laVanguardia es porque está al tanto de to­das las tentaciones que tiende la propa­ganda inmovilista. Pero más aún: quiereque su negación no sea un modo nuevo,para colmo, de estar a la vanguardia: quie­re volver para inventar: llegar al punto depart ida y reconocerlo. Ver que alll estátodo•.. lo que hay que recuperar y lo quehay que crear. Más: que vivir.

Con toda inteligencia lo ha dicho Ga­briel Zaid : en nuestros tiempos es indis­pensable una cr ítica del progreso, y de laidea que lo anima y lo sustenta. Tal serfala única manera de ir hacia adelante, deprogresar.

Sinónimo de la Verdad, el progreso seha vuelto un emblema y un postulado co­mún. Signif ica todo, y nada. Esel concep-

to clave de la gran coincidencia, auxiliaro sustento de cualquier banderfa. ¿Quiénno quiere progresar? Pero aquf hay otra vi­sión de la Historia , otra percepción delsentido del tiempo. Kundera no quiereparasf más que dos calificativos, muy vincu­lados entre sr: el de novelista y el de euro­peo. "El arte de la novela" es propiamen­te un arte de Europa, y quizás el mediomás fecundo, más poderoso para salvaral continente, avasalladc por los fantas­mas, también modernos, de la Historia. Lanovela crea otra dimensión del tiempo,Ji -­bre y liberador, ya no l ineal y ascendente.Los personajes de las novelas de Kunde­ra viven oscilando entre ambas coordena­das. El checo no ha dejado de referirse ala irrupción de los tanques soviét icos enlas calles de Praga: esa pesada, ominosairrupción es el signo del derrumbe: los tan­ques quieren aplastarlo todo, para quetodo sea uniforme, quede conformado porel trazo de un solo modelo, tendido sobreun solo proyecto. La omnipresencia de laHistoria darfa un sentido, único, a las vi­das individuales . Queda cercado eJ terri­to rio, y, merced a los nuevos Ifmites, ni si­quiera una broma es permitida. La " bro­ma" también es un signo : ilumina aquellazona de las posibilidades humanas, laspo­sibilidades de invención y de juego. La"broma" irrumpe, trágicamente podero­sa, frente a los tanques para simbolizar elmodo de ver el mundo del escritor .

El quehacer literario se convierte así enla forma de salvar a Europa. Kundera hanegado que él sea un exiliado : es un hom­bre, un novelista europeo , y esta condi­ción -la del ejercicio libre de la.imagina­ción, el deseo, la reflexión'- la quiereparatodos sus compañeros. La novela, hoy, seha vuelto un espejo de lo que aquellaEuro­pa habrla de ser: un territorio abierto, fér­til , f incado en la certeza única de la inven­ción . De ahí que Kundera trace sus nove­las sobre tres coordenadas: la de la refle­xión, la erótica y la de la pura imaginación,desbordada, creando imposibles. Elresul­tado es una nueva novela , distinta a lasde sus tan queridos antecesores peroigualmente inscrita en esta otra dimensióndel tiempo. Si Descartes arma al cogitopara lanzarlo a su aventura por el univer­so de la Forma; si Cervantes mira cómoun hombre se lanza al mundo para vivir suaventura total, Kundera parece refundir,en las postrimerlas de la modernidad, am­bos proyectos: el deseo y la imaginaciónse Iían con un discurso que precisa el sen­t ido del t iempo nuevo , el tlempo de laEuropa que, otra vez, habrá de ser inven­

tada por la novela. <>


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