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ÍNDICE
Tópico Página
Oración por el Camino Pastoral …………………………………………. 5
Presentación …………………………………………………………………. 6
Introducción …………………………………………………………………. 7
Método de Trabajo ......................................................................................... 9
I. Síntesis de la Evaluación del “Año de la Misericordia y el Servicio”:
Adviento 2015 – Adviento 2016” ………………………………………….. 10
- Recomendaciones y líneas de acción pastoral .......................................... 11
II. Sentido del Año 2017: “Año de la Familia” ………………………….. 12
Camino Pastoral Diocesano 2012-2017 ………………………………….. 15
I. Criterios Generales para la acción pastoral ………………………………….. 15
II. Criterios Específicos para la acción pastoral………………………………… 16
III. Mapa Conceptual del Camino Pastoral Diocesano………………………..... 17
IV. Diagrama general: relación entre objetivos y actividades …………... 18
V. Objetivo Final: Ideal …………………………………………………… 18
VI. Objetivo General 2012-2017 …………………………………………… 21
VII. Objetivos Específicos …………………………………………………… 21
VIII. Actividades …………………………………………………………… 22
A. Acentos anuales …………………………………………………… 22
B. Actividades Diocesanas …………………………………………… 22
1. Vicaría de Pastoral …………………………………………… 22
2. Pastoral Familiar …………………………………………… 25
Directorio Pastoral Familiar Diocesana …………………… 32
Responsables Diocesanos de Retiros Matrimoniales …… 33
Ofrecimientos de la Comision Pastoral Diocesana …………… 33
Calendario Retiros Pre-Matrimoniales …………………… 35
Calendario de Retiros Matrimoniales …………………… 36
Responsables y contactos para retiros matrimoniales …… 37
3. Catequesis Diocesana …………………………………………… 37
4. Pastoral Juvenil …………………………………………… 39
Pastoral Vocacional …………………………………………… 40
C. Actividades de las Parroquias …………………………………………… 41
D. Actividades de los Movimientos Apostólicos …………………………… 41
E. Actividades de las Escuelas Católicas …………………………… 41
IX. Estructuras de apoyo al Camino Pastoral Diocesano …………………… 42
A. Diocesanas …………………………………………………… 42
1. Obispo …………………………………………………………… 42
2. Organismos Consultivos …………………………………… 42
a. Consejo Episcopal …………………………………… 42
b. Asamblea del Clero …………………………………… 42
c. Consejo Pastoral Diocesano ………………………….. 42
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d. Consejo Presbiteral ………………………………….. 42
e. Colegio de Consultores ………………………….. 42
f. Sínodo Diocesano ………………………………….. 42
g. Asamblea Diocesana ………………………………….. 43
3. Vicaría de Pastoral ………………………………………….. 43
4. Consejo Económico ………………………………………….. 43
5. Vicarías Zonales ………………………………………….. 43
5.1 Centro de Animación Pastoral (C.A.P.) ………………….. 43
B. Parroquiales ………………………………………………….. 44
1. Párroco ………………………………………………………….. 44
2. Consejo Pastoral Parroquial ………………………………….. 44
3. Zonas Pastorales Parroquiales ………………………………….. 44
a. Equipos de Coordinación Zonal ………………………….. 44
b. Red de Misioneros ………………………………………….. 44
c. Asamblea Zonal ………………………………………….. 44
d. Asambleas Familiares de Oración ………………………….. 45
4. Comisiones de pastoral específica ………………………….. 45
5. Consejo Económico ………………………………………….. 45
6. Organigrama Parroquial ………………………………….. 45
X. Espiritualidad que sostiene el Camino Pastoral Diocesano ………….. 46
APENDICE: actividades a realizar durante el “Año de la Familia” ………….. 49
Vicaría de Pastoral ………………………………………………………….. 49
Campaña Misionera: Introducción ………………………………….. 49
Campaña Misionera para el Tiempo de Adviento ………………….. 50
Campaña Misionera para el Tiempo de Cuaresma ………………….. 51
Campaña Misionera para el Tiempo de Pascua ………………………….. 52
Materiales para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos ….. 54
Pastoral Familiar ………………………………………………………….. 79
Oración mensual ………………………………………………………….. 79
Oración para el “Año de la Familia” ………………………………….. 81
Oración para el mes de Diciembre 2016 ………………………………….. 81
Oración para el mes de Enero 2017 ………………………………….. 82
Oración para el mes de Febrero 2017 ………………………………….. 82
Oración para el mes de Marzo 2017 ………………………………….. 83
Oración para el mes de Abril 2017 ………………………………….. 83
Oración para el mes de Mayo 2017 ………………………………….. 83
Oración para el mes de Junio 2017 ………………………………….. 84
Oración para el mes de Julio 2017 ………………………………….. 84
Oración para el mes de Agosto 2017 ………………………………….. 85
Oración para el mes de Septiembre 2017 ………………………….. 85
Oración para el mes de Octubre 2017: Novena a María
de la Buena Esperanza ………………………………………………….. 86
Oración para el mes de Noviembre 2017 ………………………….. 93
Hora Santa y Adoración Eucarística por el Matrimonio y la Familia
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(Introducción) ……………………………………………………………. 94
Hora Santa y Adoración Eucarística por el Matrimonio y la Familia
(Completa – 7 Reflexiones) ……………………………………………. 95
Hora Santa y Adoración Eucarística por el Matrimonio y la Familia (1)…… 113
Hora Santa y Adoración Eucarística por el Matrimonio y la Familia (2)…… 121
Hora Santa y Adoración Eucarística por el Matrimonio y la Familia (3)…… 129
Hora Santa y Adoración Eucarística por el Matrimonio y la Familia (4)…… 137
Hora Santa y Adoración Eucarística por el Matrimonio y la Familia (5)…… 144
Hora Santa y Adoración Eucarística por el Matrimonio y la Familia (6)…… 152
Hora Santa y Adoración Eucarística por el Matrimonio y la Familia (7)…… 160
Hora Santa y Adoración Eucarística por el Matrimonio y la Familia (8)…… 168
Asambleas Familiares de Oración (Introducción y Planteamiento) ……. 177
o Asamblea # 1: Mirar positivamente el mundo ……………………………. 179
o Asamblea # 2: Mirar el mundo en construcción ……………………. 182
o Asamblea # 3: Construir la civilización del amor ……………………. 186
o Asamblea # 4: El respeto a la Persona Humana ……………………. 189
o Asamblea # 5: El pobre, el amado de Dios …………………………….. 193
o Asamblea # 6: Hacerse presente a los demás …………………………….. 197
o Asamblea # 7: Ser discípulo de Cristo hoy …………………………….. 201
o Asamblea # 8: La universalidad del mensaje de Cristo …………………….. 205
Bendición del Hogar y la Familia …………………………………….. 209
El Santo Rosario, Camino por la Paz en Puerto Rico …………………….. 212
Proyecto Diploma Diocesano – Agente de Pastoral Familiar …………….. 216
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Oración por el Camino Pastoral Diocesano
Padre,
viviendo en tu gracia
y animados por el Espíritu Santo,
te pedimos crecer en la fe
en nuestro peregrinar hacia el Reino de Dios.
Ilumínanos para que dóciles a la Palabra,
participemos consciente y activamente
en la Misión permanente de la Iglesia,
siendo discípulos-misioneros de Cristo.
Arraigados en la oración
y alimentados con la Eucaristía,
reafirmamos nuestro compromiso con la familia
conforme al plan de Dios.
Te rogamos por nuestra Diócesis de Arecibo
para que vivamos como Iglesia de comunión y participación
al servicio de los pobres.
Imploramos a María,
Madre del Perpetuo Socorro,
que nos acompañe
en nuestro Camino Pastoral Diocesano
hacia el bien común y la salvación
en Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
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INTRODUCCION
Desde que Jesús, Buen Pastor, envió a sus primeros discípulos a anunciar la Buena
Noticia del Reino de la Fraternidad, el plan pastoral de todas las comunidades cristianas ha
sido el mismo: anunciar, con obras y palabras, que Dios es un Padre Bueno y que quiere
que sus hijos e hijas tengan Vida y Vida en abundancia.
El Evangelio ha sido y es para toda comunidad cristiana la fuerza de Dios y la guía
para su seguimiento de Jesús de Nazaret. Pero ese mismo y único Evangelio resuena e
interpela de forma distinta según la época, el lugar y la cultura donde se escucha. Es por
ello que cada Iglesia particular, puesta a la escucha del Espíritu y de la realidad que viven,
busca un Plan Pastoral como instrumento de evangelización, para expresar la Comunión de
todas las Parroquias y agentes de pastoral y para ser fieles a la realidad histórica que está
viviendo
El presente Camino Pastoral Diocesano 2012-2017, de la Diócesis de Arecibo, se
presentó en el Adviento del año 2012 y, desde entonces, ha guiado y fortalecido el caminar
de las distintas parroquias que conforman esta porción de la Iglesia Universal. En el 2012,
después de un proceso de consulta a todas las comunidades parroquiales, grupos y
movimientos presentes en la Diócesis, agentes de pastoral, candidatos al Diaconado
Permanente (en aquel entonces), religiosos y religiosas, y sacerdotes, se hizo una revisión
que culminó en asambleas realizadas con el presbiterio en general y que desemboca en la
creación de un proceso pastoral que hemos llamado: “Camino Pastoral Diocesano”, y que
fue lanzado solemnemente el día 30 de noviembre del 2012.
Durante los pasados cuatro años hemos procurado la creación y consolidación de las
estructuras que hacen del “Camino” uno operativo: los Consejos Parroquiales de Pastoral,
la Zonificación, la Red de Misioneros, las Asambleas Familiares de Oración (AFO),
ofreciendo a cada parroquia, desde la Vicaria de Pastoral y las Comisiones Diocesanas
(Catequesis, Familia, Juventud, Vocacional), un elenco de acciones que nos ayudaran a
alcanzar los objetivos nueve objetivos propuestos. Además cada año ha estado motivado
por un acento particular que nos ayuda a aterrizar aún más nuestra programación, tanto
diocesana como parroquial.
Han pasado los años y el escenario es distinto. Desde el inicio de este “Camino
Pastoral”, hasta el momento presente, hemos podido constatar el deseo sincero de muchos
de agentes de pastoral que anhelan trabajar en cada comunidad parroquial para hacer
realidad el proceso que vive nuestra Diócesis. Manifiestan su fe en este “Camino” y se dan
sinceramente a la colaboración para que sus propuestas se puedan llevar a cabo. No
podemos negar que el proceso no ha sido fácil, que ha habido algunas resistencias y
dificultades en el establecimiento de este modelo de pastoral en algunas comunidades, en
muchos casos por la falta de colaboración, en otros por la poca motivación que se ofrece a
este proceso. Cuando miramos sinceramente la realidad podemos constatar que son
muchas más las luces que las sombras que hemos encontrado en este peregrinar.
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Reconocemos, además, que la situación actual de nuestro país y de nuestras
comunidades, ha cambiado radicalmente. La paz y seguridad que respiraba nuestro pueblo
se ve actualmente amenazada por la creciente ola de violencia que no es prerrogativa
solamente del área metropolitana sino que se disemina como un virus por todas las
comunidades de nuestra Isla; el deterioro social y la falta de valores que una vez nos
distinguieron como pueblo de fe; el sometimiento a los ídolos del placer, del tener, el
hedonismo y el indiferentismo, son algunas de las realidades que no podemos pasar por alto
y que tienen un efecto adverso tanto en la realización de las propuestas como en la
respuesta de los destinatarios.
Todo ello nos lleva a una revisión del Marco de la Realidad, en el que podemos
encontrar respuestas a la situación actual de nuestra Diócesis. Conocer y asumir esta
realidad es necesario para hacernos conscientes de lo que necesita ser transformado a la luz
del Evangelio.
También somos urgidos a revisar nuestras propuestas pastorales para que la riqueza
del Evangelio, siempre vivo en las comunidades, dé profundidad de fe a nuestro trabajo y
un ideal al que tendamos todos los agentes de pastoral. Un ideal que no es rígido, sino
flexible, porque se apoya en la vida expresada sintéticamente en el marco de la realidad. Es
en este espíritu que nos hemos propuesto el desarrollo de un Centro de Capacitación
Pastoral para que nuestros agentes puedan tener un conocimiento más profundo de las
realidades que harán del Camino Pastoral uno realizable en cada una de nuestras
comunidades parroquiales.
Por último los Objetivos Específicos del Camino Pastoral continúan siendo el punto
de referencia a la hora de programar el año pastoral desde la práctica pastoral de las
parroquias y las propuestas diocesanas, para mejor adecuarlos al trabajo de hoy.
Este Camino Pastoral Diocesano está vivo, crece y se desarrolla. Contamos con la
colaboración y el apoyo de todos los sacerdotes, Diáconos Permanentes, religiosos y
religiosas, grupos y movimientos, agentes de pastoral, y todo el pueblo de Dios, para
redescubrir cómo la Iglesia en que peregrina en esta Diócesis de Arecibo ha ido
concretizando su tarea evangelizadora aquí y ahora.
Ponemos este nuevo año del Camino Pastoral Diocesano, “Año de la Familia” en
las manos de Nuestro Señor Jesucristo y bajo la protección de la Virgen María, primera
creyente y Madre de la Iglesia, en su advocación de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro,
Patrona de nuestra Diócesis de Arecibo.
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METODO DE TRABAJO
El Camino Pastoral Diocesano en la Diócesis de Arecibo contiene un Objetivo
Final, que resumimos como “Ser una Iglesia de comunión y participación…, en camino
hacia la santidad y la salvación”, así como un Objetivo General a ser alcanzado en cinco
años que nos invita a “Abrirnos a la acción del Espíritu Santo para desarrollar en nuestra
Diócesis de Arecibo el sentido de pertenencia…, mediante: el anuncio del Kerigma…, y la
promoción de la experiencia de pequeñas comunidades…, para animar la construcción de
una sociedad en la que todos tengan vida en El”. Para ayudarnos a alcanzar los Objetivos
Final y General, trabajaremos 9 objetivos específicos que se traducirán en acciones
concretas a ser realizadas en cada una de las comunidades parroquiales, entre los
movimientos y grupos y en todas las instancias pastorales presentes en la diócesis. En la
elaboración de estos objetivos hemos tenido en cuenta, tanto en los contenidos doctrinales
como en la propuesta de las acciones para el trabajo pastoral, las sugerencias que dieron los
sacerdotes y los laicos.
En relación con los objetivos, la Diócesis indica un conjunto de acciones a
realizarse en las parroquias y que nos ofrecen ese sentido de unidad. Se trata de posibles
acciones, es decir, sugerencias que se proponen para que cada Parroquia, Vicaría, Grupo,
Movimiento, Asociación o entidad pueda realizar a fin de conseguir el objetivo pastoral
propuesto. También es posible realizar otras acciones no señaladas aquí, siempre que vayan
encaminadas a la realización de los objetivos pastorales mencionados.
Es conveniente que al comienzo del año, cada Parroquia, Vicaría y Movimiento,
grupo o asociación planifique el curso con acciones concretas, de esta manera se camina de
forma organizada y facilita a los hermanos el trabajo.
Se sugiere, como conveniente, que todas las instancias pastorales de la Diócesis, a
mitad de curso hagan seguimiento de la Programación que han hecho. En una parroquia,
por ejemplo, el Consejo de Pastoral Parroquial es el mejor ámbito, tanto para programar,
como para hacer el seguimiento del proyecto pastoral parroquial. Al final del curso es
importante realizar la correspondiente evaluación.
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I. Síntesis de la Evaluación del Año Jubilar de la Misericordia y el Servicio:
Adviento 2015 – Adviento 2016
Estamos finalizando el cuarto año del Camino Pastoral Diocesano. Un caminar, unidos en
un mismo sentir, con unos objetivos específicos, claros y precisos. Cada uno de los pasos
que damos en la construcción de una comunidad diocesana y parroquial evangelizadora,
basada en la espiritualidad comunitaria, la participación y una acción de conjunto nos
exige una evaluación de todas las áreas y estructuras. Necesitamos ver cómo hemos ido
avanzando y a su vez qué necesitamos mejorar y modificar para no perder de vista nuestro
Modelo Ideal y nuestros objetivos.
Con esta acción en mente, enviamos unos cuestionarios de evaluación a nuestros consejos
pastorales parroquiales, movimientos y grupos apostólicos y a las comisiones diocesanas de
pastoral. Realizamos encuentros con cada una de estas instancias pastorales.
En un ambiente de escucha, participación, reflexión y fraternidad logramos tener una idea
clara de nuestro caminar durante este año pastoral. Pudimos visualizar con veracidad la
situación, las necesidades y las inquietudes de nuestras parroquias, movimientos, grupos
apostólicos y comisiones diocesanas de pastoral.
Estas evaluaciones nos indicaron que la mayoría de los objetivos específicos se consideran
fortalezas. Hay que señalar que los objetivos de “Promover y participar en iniciativas y
espíritu misionero, salir a la calle…” “Fortalecer los valores evangélicos presentes en
nuestras cultura y religiosidad popular…” “Redescubrir las distintas formas de oración
como medio de crecimiento…” y “Fomentar la fe en relación con la acción de Cristo en la
liturgia sacramental...” han sido fortalezas en este año pastoral. También tenemos una
catequesis bien organizada y estructurada tanto a nivel diocesano y parroquial.
La Vicaria de Pastoral, los grupos y movimientos apostólicos al igual que las comisiones
diocesanas han ofrecido talleres de formación a sus agentes y al pueblo de Dios. Han
aportado sus dones y carismas en los distintos servicios a las familias, a los jóvenes y a los
más necesitados.
La promoción y vivencia del “Año Jubilar de la Misericordia” fue una acción muy
significativa, considerada una fortaleza en el 93% de las parroquias. Se realizaron muchas
actividades a nivel diocesano y parroquial. Entre ellas podemos mencionar un aumento en
la participación en el sacramento de la reconciliación, procesiones, rezo del Rosario de la
Misericordia y peregrinaciones a las Puertas Santas designadas en la diócesis. El encuentro
nacional de la Misericordia, siendo nuestra diócesis la sede, fue una actividad muy
trascendental; donde sacerdotes, agentes de pastoral y el pueblo de Dios se unieron en un
mismo sentir al vivir y recibir las indulgencias propias de este tiempo de misericordia. Fue
un gran trabajo de equipo para recibir toda la Iglesia de la Provincia de Puerto Rico.
Tenemos áreas que hay que reflexionar, trabajar y darle mayor atención. Entre ellos está la
Red de Misioneros y la Zonificación pastoral. Tenemos que ser más proactivos en dar a
conocer el Camino Pastoral Diocesano usando diversos medios de comunicación pública.
Hay que mejorar la formación, animación y compromiso a los agentes de pastoral y fieles
en general. Necesitamos dar seguimiento parroquial a las Comisiones Diocesanas de
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Pastoral Familiar, Social y Juvenil. Nuevos retos se nos presentan: tenemos que organizar
las Comisiones Diocesanas de Comunicación, Liturgia y Salud. Es necesario el
establecimiento de un “Centro de Formación Pastoral.”
Esta evaluación nos ofrece las directrices para realizar la programación del próximo año
pastoral trabajando en las áreas que necesitamos mejorar y continuar fortaleciendo las que
están bien.
Confiando en Jesucristo, nuestro Señor, animados por el Espíritu Santo y bajo el amparo de
nuestra Madre María, Madre del Perpetuo Socorro continuaremos en la edificación de una
Iglesia misionera de comunión y participación.
Recomendaciones y líneas de acción pastoral 2017:
1. Comunicación pública: Dar a conocer el Camino Pastoral Diocesano en las Parroquias,
estableciendo la Comision Para las Comunicaciones. La Comisión proveerá materiales
para lograr este objetivo.
2. Formación de agentes y fieles: Ofrecer la formación necesaria a los agentes de pastoral
para que comprendan el Camino Pastoral mediante el Centro Diocesano de Formación,
en los siguientes temas pastorales:
Teología Pastoral General (ser, quehacer y agentes)
Fundamentos teológicos y pastorales de la animación bíblica
Fundamentos teológicos y pastorales de la animación comunitaria y misionera
Fundamentos teológicos y pastorales de la animación espiritual y litúrgica
Objetivos, espiritualidad y metodología del Camino Pastoral
Centros zonales de animación pastoral (zonas pastorales – capillas, barrios,
sectores)
Red de Misioneros
Asambleas Familiares de Oración
Programación y evaluación pastoral
3. Animación y compromiso de agentes: Los agentes de pastoral conocen la
espiritualidad, estructuras y programación del Camino Pastoral en la parroquia, y
promueven su desarrollo como líderes o participantes en alguna de sus estructuras
(Consejo Pastoral, Equipo de Coordinación Zonal, Red de Misioneros, Animador de
AFO, comisión de pastoral) a través de Talleres de capacitación por estructuras
(Consejo Pastoral, Equipo de Coordinación Zonal, Red de Misioneros, Animador de
AFO, comisión de pastoral).
4. Estructuras
Zonificación: Establecer las capillas como zonas pastorales con un equipo de
coordinación y asamblea de capilla para la organización de la red de misioneros,
asambleas familiares de oración y otros servicios pastorales.
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Red de Misioneros: Realizar actividades puntuales de “salir a la calle” llevando
un mensaje breve y sencillo de la Palabra de Dios integrando todos los agentes de
pastoral, comisiones, movimientos y grupos de las parroquias y colegios
católicos.
Asambleas Familiares de Oración (AFO): Animar un grupo permanente de
AFO que se reúnan al menos una vez al mes integrando agentes de pastoral y
miembros de comisiones, movimientos y grupos de las parroquias como
animadores.
5. Comisiones diocesanas – seguimiento parroquial: Las comisiones diocesanas
promueven su pastoral específica en las parroquias, colaborando en la formación de las
comisiones parroquiales mediante reuniones de seguimiento con las comisiones
diocesanas.
II. Sentido del Año 2017: Año de la Familia
“Mi familia y yo serviremos al Señor” (Josué 24:15)
Cuánto cuesta saber a dónde hay que ir en la vida, qué debemos elegir; cómo se nos llena
de incertidumbres el horizonte. Si pudiéramos entrar en el corazón de los hombres y
mujeres que nos rodean, ¿no veríamos una duda fundamental en cada uno de ellos? Son
tantas las dudas que hay: dudas para llevar adelante la propia vida, dudas para educar a los
hijos, dudas para resolver los conflictos matrimoniales. Vacilaciones a todos los niveles:
político, económico, social... Parecería que vivimos en un mundo en el que la incertidumbre
es la ley.
Y el hombre y la mujer de hoy buscan certezas, y para ello, muchas veces se crean dioses,
que de alguna manera den seguridad. Obviamente, ya no son dioses de piedra, o de madera.
Los dioses de hoy se llaman dinero, se llaman poder, se llaman placer. Los dioses de hoy se
encuentran en los movimientos que promueven una supuesta energía cósmica, la venta de
todo tipo de amuletos, la consulta a supuestos consejeros que no pasan de ser verdaderos
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charlatanes. Los dioses de hoy están en la mentalidad técnica que lleva a la
deshumanización.
También al hombre de hoy la vida le hace la demanda que Josué le hacía al pueblo de
Israel: "Digan aquí y ahora a quién quieren servir". Depende de a quién sirva el hombre
para que encuentre la felicidad, la vida eterna. Solamente quien sirve al verdadero Dios se
libra de la esclavitud, se encuentra protegido en el camino que recorre y entre las
circunstancias por las que pasa. Solamente quien sirve al verdadero Dios es capaz de ver,
en su vida, los prodigios que dan sentido a todo interrogante, que dan luz en toda oscuridad.
La razón de todo esto se encuentra en que sólo quien sabe dirigirse hacia el verdadero Dios
encuentra la vida.
Una vida que no es sólo la vida del más allá, la vida eterna. También es la vida temporal
que aquí desarrollamos. Esta vida tiene una dimensión física y otra dimensión espiritual.
Una vida que es el don más grande que podemos tener, porque es única y se vive una sola
vez. Esta vida es un don como dice la Escritura: El Espíritu es quien da la vida.
En efecto, es el Espíritu Santo quien da la vida al hombre, la vida espiritual y la vida física
con la colaboración de los padres. Dios nos da la vida en una familia. ¿Cómo podemos dar
a la vida una certeza, una seguridad? El hombre que vive su vida a través de su familia, en
su familia encuentra la certeza que Dios da. Por el contrario, el hombre que vive su vida
fuera de un marco familiar, cae en la angustia, la incertidumbre, y vuelve a experimentar la
angustia de la pregunta ¿a quién iré?
Del don de la vida somos responsables cada uno en particular, pues no hay don más grande
que éste. Al ser el don del que dependen todos los otros dones, es el que más hay que
cuidar, el que más hay que proteger. Quien primero cuida del don de nuestra vida son
nuestros padres que se preocupan por hacemos crecer, por damos lo mejor, dentro sus
posibilidades, para que nuestra vida se desarrolle. ¡De hecho, hay tantos ataques contra la
vida humana! ¡Es tan frágil en sus inicios! ¡Corre tantos riesgos de ser destruida, de que se
desvíe en su camino hacia situaciones de desintegración! Por ello, la vida humana necesita
de la familia, de los padres, del hogar, para verse sostenida y protegida. El primer lugar
donde la vida es recibida, cuidada, desarrollada es la familia: La familia es el santuario de
la vida, el ámbito donde la vida puede ser protegida de manera adecuada contra los
múltiples ataques a que está expuesta, y donde puede desarrollarse según las exigencias de
un auténtico crecimiento humano.
Éste es el papel que tiene la familia como comunidad de amor, preocupada por cuidar a
cada uno de sus integrantes: Maridos amen a sus esposas como Cristo amó a la Iglesia y se
entregó por ella para santificarla... Así los maridos deben amar a sus esposas coma
cuerpos suyos que son... nadie jamás ha odiado a su propio cuerpo. La familia es el centro
de una cultura de vida y amor, pues en ella cada uno debe buscar darse a los demás. El
papel de la familia en la edificación de la cultura de la vida es determinante e insustituible.
En ella se aprende a valorar lo que es la persona humana por sí misma, por lo que es y no
por la utilidad que puede reportar. En la familia, se establecen unos vínculos que sostienen
a la persona humana en toda circunstancia difícil que puede encontrar en su vida. En la
familia, el ser humano vuelve a encontrar el sentido de su existencia, se da a los demás,
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vence toda tendencia egoísta, no se deja derrotar por las adversidades sociales, económicas
y de salud.
Todos sabemos que la familia es el mejor ambiente para el nacimiento, crecimiento y la
educación de los hijos, pues en ella se puede establecer el equilibrio necesario para la
persona, en ella se pueden completar las deficiencias afectivas del ambiente, en ella se hace
que la persona pueda aplicar a las cosas diarias los grandes principios. Cuando hablamos de
honestidad, ¿no es la familia la primera escuela, donde día tras día los padres tienen que ser
honestos entre sí, los hermanos deben evitar todo engaño mutuo, los hijos y los padres se
encuentran con sinceridad? Cuando hablamos de preocupación por los demás, ¿no es la
familia el primer lugar donde podemos escuchar el corazón de los demás y donde pueden
consolar el nuestro? Cuando hablamos de vivir con coherencia la fe católica, ¿no es la
familia el lugar donde se aprenden las oraciones, las virtudes, el compromiso cristiano?
Por el contrario, cuando la familia se ve desplazada como lugar de vida, de transmisión y
educación para la vida, podemos ver cómo en la sociedad se extiende un manto de
indiferencia, de rencor, de odio, de temor, en el que ya no hay ninguna vida segura.
Contemplamos cómo se propaga la cultura de la muerte, es decir, el modo de pensar en el
que la vida humana es menos importante que otras cosas: menos importante que el dinero,
menos importante que los intereses de una determinada ideología, menos importante que la
convivencia social. La cultura de la muerte ataca a la familia, centro y corazón de la
civilización del amor.
Pensemos en el anciano, en el enfermo. ¿Acaso la sociedad no los ve como una carga
molesta de la que hay que deshacerse o, por lo menos, evitar que estorbe mucho?; ¿no es la
familia el último reducto donde es considerado como una persona y no como un objeto de
compasión?; ¿no es la familia donde se le escucha, donde se le atiende, donde se le quiere?
Pensemos en los discapacitados de cualquier tipo, físico o mental. ¿No es la familia, en la
mayoría de los casos, el único lugar de superación desde el que surgen las organizaciones
para darles una vida digna según su condición humana?
En esta tarea, la familia no se encuentra abandonada. Son muchas las organizaciones
civiles, sociales y religiosas, que buscan acompañarla para que pueda cumplir con su
misión. También la Iglesia Católica, muchas veces en medio del rechazo y la
incomprensión, la promueve con todas sus fuerzas y la defiende contra toda visión
negativa, en cualquier condición o fase de desarrollo en que se encuentre.
Sepamos servir al Dios de la vida, sepamos romper la esclavitud con que a veces se nos ata
el corazón, sepamos descubrir en la familia el santuario de la vida, desde la que cada ser
humano se ve acogido, valorado y amado. Que cada familia de nuestra Diócesis, que cada
persona que vive en esta porción de la Iglesia pueda repetir las palabras de Josué: “Mi
familia y yo serviremos al Señor”. Y que todos podamos responder: También nosotros
serviremos al Señor porque él es nuestro Dios.
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CAMINO PASTORAL DIOCESANO 2012-2017
El Camino Pastoral Diocesano es un esfuerzo por hacer realidad las propuestas
ofrecidas por Concilio Vaticano II, donde se nos llama a ser una “Iglesia de comunión y
participación”, así como atender la urgente llamada que nos hacen los Obispos reunidos en
la Quinta Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Aparecida, Brasil, a ser
“discípulos misioneros de Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, para que nuestros pueblos
tengan vida en Él”. Este “Camino Pastoral Diocesano” ha sido el fruto de un año de
evaluación, a instancias de nuestro Obispo, Monseñor Daniel Fernández Torres, quien al
asumir el pastoreo de la Diócesis de Arecibo y ante el reclamo y preocupación de los
sacerdotes, nos urge a evaluar del Plan Pastoral de Renovación Diocesana y de
Espiritualidad Comunitaria, hasta entonces existente.
Reconociendo las luces y las sombras del pasado plan, nos dimos a la tarea de
constatar cuan efectivo había sido el mismo en nuestra Diócesis arecibeña. Se consultó al
Clero, Religiosos, Religiosas, candidatos al Diaconado Permanente, miembros de los
Movimientos Apostólicos, Agentes de Pastoral y todas las comunidades parroquiales.
Después de muchas horas de estudio, de análisis de los miles de datos que se recopilaron y
de interpretación de los resultados, iluminados por el Espíritu Santo y con la presencia y
estímulo constante de nuestro Padre y Pastor, quien nos acompañó en las sesiones de
tabulación y estudio, surgió la nueva realidad que hoy llamamos: “Camino Pastoral
Diocesano”.
Este “Camino” tiene sus bases en experiencias que ya se vivían en la Diócesis.
Corregimos aquello que entendíamos no aplicaba a nuestra realidad y creamos las
estructuras necesarias para asegurar el buen funcionamiento del nuevo proceso. Entre las
dificultades que encontramos en nuestra evaluación, podemos mencionar:
Demasiadas estructuras.
Algunas de las propuestas del plan no aplicaban a nuestra realidad como pueblo
diocesano.
La culminación del antiguo Plan se visualizaba como muy distante, lo que causaba el
desánimo de la mayoría de los presbíteros y fieles.
Monseñor Daniel tenía muy claro que debería proponerse un proceso que se sintiera
realizable y cercano. Se concluyó que un tiempo razonable era de cinco años. Al cabo de
los mismos se evaluará el proceso y se ofrecerán nuevas líneas de acción. La propuesta
fue ampliamente favorecida por el presbiterio y agentes de pastoral. Este Camino Pastoral
Diocesano es el fruto de la reflexión, aportaciones y experiencias del Pueblo de Dios que
peregrina en nuestra Diócesis de Arecibo.
I. CRITERIOS GENERALES PARA LA ACCIÓN PASTORAL
1. Promover y vivir la espiritualidad comunitaria.
2. Privilegiar la evangelización integral.
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3. Ofrecer la evangelización a todos, “llegar a todos”.
4. Dar oportunidad a todos los bautizados como evangelizadores.
5. Privilegiar la confrontación permanente de la vida con el Evangelio utilizando el
método ver, juzgar y actuar.
6. Crear estructuras de comunión y participación.
7. Trabajar la pastoral de manera planificada, organizada y coordinada, teniendo
las estructuras necesarias y adecuadas a la realidad de la parroquia y la diócesis.
8. Utilizar un vocabulario comprensible para todos.
9. Para lograr el compromiso de los agentes de pastoral es fundamental la oración
constante, el acercamiento para escuchar, dialogar y motivar, la formación y el
reconocimiento del trabajo realizado.
II. CRITERIOS ESPECÍFICOS PARA LA ACCIÓN PASTORAL DE LAS
ESTRUCTURAS DIOCESANAS
1. Programar en conjunto todas las actividades que se promuevan desde la
Diócesis.
2. Ofrecer acompañamiento y atender las necesidades particulares de las
parroquias a solicitud de las mismas para la comprensión, adaptación e
integración del Camino Diocesano en el Plan Parroquial.
3. Orientar la pastoral parroquial paso a paso y con mayor flexibilidad a la
diversidad de las parroquias.
4. Ofrecer a los movimientos y comunidades religiosas información, formación,
acompañamiento y revisiones periódicas sobre el Camino Diocesano.
5. Potenciar los carismas de los movimientos y comunidades religiosas como parte
del Camino Diocesano.
17
III. MAPA CONCEPTUAL: CAMINO PASTORAL DIOCESANO
18
IV. DIAGRAMA GENERAL: RELACION ENTRE OBJETIVOS Y
ACTIVIDADES
V. OBJETIVO FINAL – IDEAL
Ser una Iglesia de comunión y participación, animada por el Espíritu Santo,
evangelizada por la Palabra, guiada por el Obispo como padre y pastor,
unida al Papa y demás obispos, presbíteros, diáconos, religiosos/as y
laicos, en estado permanente de misión, con espacios de formación y
servicio, ofreciendo sus carismas y dones, viviendo el Reino de Dios en la
familia, pequeñas comunidades cristianas, Parroquia y Diócesis, creciendo
en madurez y santidad, celebrando su fe, esperanza y caridad en
Jesucristo muerto y resucitado, en camino hacia el bien común y la
Salvación.
“La Iglesia «va peregrinando entre las persecuciones del mundo y los consuelos de
Dios» anunciando la cruz del Señor hasta que venga (cf. 1 Co 11,26). Está fortalecida,
con la virtud del Señor resucitado, para triunfar con paciencia y caridad de sus aflicciones
y dificultades, tanto internas como externas, y revelar al mundo fielmente su misterio,
aunque sea entre penumbras, hasta que se manifieste en todo el esplendor al final de los
tiempos” (Lumen Gentium 8).
19
El Concilio Vaticano II habla de la “Iglesia peregrina”, expresión que implica la
necesidad de una "perenne reforma" (Unitatis Redintegratio 6; Lumen Gentium 8).
También implica un constante esfuerzo por realizar siempre mejor, en cada etapa de la
historia, "el plan de Dios que puso a Cristo como principio de salvación para todo el
mundo" (Lumen Gentium 17). Ésta es, ciertamente, la misión evangelizadora.
De ahí que la evangelización será siempre una tarea dinámica y que la Iglesia en
este mundo no es de una vez para siempre una realidad acabada en todos sus aspectos, sino
que debe buscar constantemente nuevos caminos e inventar nuevos métodos, dejándose
cuestionar por las nuevas situaciones, necesidades y desafíos de una humanidad siempre en
desarrollo. Es el sentido de las exigencias de la "Nueva Evangelización" en la que ahora
nos encontramos.
Esta realidad nos debe hacer conscientes, entonces, de nuestra “pobreza”, en el
sentido de lo que nos falta y en el reconocimiento de que la tarea supera nuestras
capacidades. Pero conscientes al mismo tiempo de que, como dice San Pablo: “cuando soy
débil entonces soy fuerte porque reside en mi la fuerza de Cristo” (2Cor 12; 10).
La pobreza como actitud evangélica y estilo de vida está profundamente vinculada a
la evangelización: "Como Cristo efectuó la Redención en la pobreza y en la persecución,
así la Iglesia es llamada a seguir ese mismo camino para comunicar a los hombres los
frutos de la salvación" (Lumen Gentium 8). La "pobreza" hace transparente la
sacramentalidad de la Iglesia en cuanto aparece dependiente del señorío de Cristo y
totalmente al servicio del Reino de Dios.
Alcanzar nuestro objetivo final o ideal y ponernos, como se nos ha pedido en
Aparecida, en estado permanente de misión, significa además un renovado esfuerzo y deseo
por alcanzar la santidad, reconociendo que ella es ante todo don, pero también conquista.
En la "Redemptoris Missio" decía el hoy Beato Juan Pablo II que "el verdadero
misionero es el santo; viviendo las bienaventuranzas el misionero experimenta y demuestra
en forma concreta que el Reino de Dios ya ha venido y que él lo ha acogido"
(Redemptoris Missio 91).
Por otro lado, si consideramos la situación social y cultural de Puerto Rico hoy en
sus profundas carencias, necesidades y anhelos, y también en sus grandes riquezas
culturales y religiosas, podemos decir que la nueva evangelización que impulsa nuestro
Camino Pastoral Diocesano, implica un conjunto de valores que pueden describirse como
solidaridad, comunión, promoción del hombre, cultura cristiana que es cultura del amor, de
la paz, del desarrollo, de la justicia, evangelización de la cultura e inculturación del
Evangelio, construcción de la "civilización del amor" (Cfr. Documento de Santo
Domingo).
La evangelización está unida a la promoción del hombre desde que se empezaron a
reunir las primeras comunidades cristianas (Hch 2, 42-46; 4, 32-35; 5, 12-16). Hoy, como
ayer, es imperativo vivir la fe en fraternidad y tener conciencia de la necesidad de compartir
y de vivir la solidaridad.
20
La fuerza y la eficacia de la evangelización en los primeros siglos se debió, además
de la gracia divina, al testimonio comunitario en el que todos eran activos y responsables.
El "miren cómo se aman" es el descubrimiento lleno de asombro de que la comunión que
anuncia el Evangelio se realiza ya en la comunidad que lo proclama. Hablar en nuestro
ideal de “comunión y participación” implica unidad y concordia, solidaridad y servicio.
Es también importante recordar que la tarea evangelizadora es, sin dudas,
responsabilidad de todos los bautizados que, por serlo, comparten la misión de su Señor en
el mundo, según la vocación de cada uno. El que todos seamos "sujetos evangelizadores"
brota de las exigencias mismas de la evangelización, tal como se expresa en el Nuevo
Testamento. Es toda la comunidad la que da testimonio de Jesucristo, aun cuando este
testimonio se exprese a través de diferentes carismas y ministerios. “El discípulo-
misionero está presente y actúa en virtud de un mandato recibido y, aunque se encuentre
solo, está unido por vínculos invisibles, pero profundos, a la actividad evangelizadora de
toda la Iglesia. Los oyentes, pronto o más tarde, vislumbran a través de él la comunidad
que lo ha enviado y lo sostiene" (Redemptoris Missio 45).
Uno de los esfuerzos importantes para que sea una realidad la ampliación de los
"sujetos evangelizadores" será la promoción y la formación de los laicos para que
redescubran su identidad de cristianos y asuman su responsabilidad en la misión
evangelizadora de la Iglesia. En la encíclica Christi Fideles Laici encontramos una
teología renovada del laicado y con un gran dinamismo misionero: la participación de los
fieles laicos en la vida de la Iglesia-comunión y su corresponsabilidad en la Iglesia-misión
(Cfr. ChL 34).
Con esto no se pretende disminuir la función única e irremplazable del ministerio
jerárquico. Por eso hablamos en nuestro Objetivo Final de una Iglesia: “guiada por el
Obispo como padre y pastor, unida al Papa y demás obispos…”. Pero hay que observar
que el ministerio pastoral existe en una Iglesia toda ella ministerial, se desarrolla en una
comunidad en la que el Espíritu Santo suscita otros ministerios y carismas, y el ministerio
debe estar al servicio de ellos como signo de comunión. La unidad de la Iglesia es
comunión y participación, animada como está por el Espíritu Santo. Es toda la Iglesia,
como comunidad -Pastores y fieles-, a quienes se les plantean estos retos, pero unos y otros
los enfrentan de diferente manera, de acuerdo a su vocación y ministerio.
21
VI. OBJETIVO GENERAL 2012-2017
Para acercarnos al Objetivo Final - Ideal, en cinco años, el Pueblo de Dios
de la Diócesis de Arecibo debemos:
Abrirnos a la acción del Espíritu Santo para desarrollar en nuestra Diócesis
de Arecibo el sentido de pertenencia a la Iglesia, dando participación a
todos los bautizados, conscientes de nuestra vocación de discípulos-
misioneros, mediante:
1. el anuncio del Kerigma que lleve a la experiencia viva de Jesucristo
a través de: la Oración, la Palabra, la Eucaristía, la vida comunitaria,
el servicio al prójimo, y la familia, lugar por excelencia de la cultura
de la vida;
2. la promoción de la experiencia de pequeñas comunidades a través
de movimientos apostólicos, grupos parroquiales y encuentros de
familias,
para animar la construcción de una sociedad en la que todos tengan vida
en El.
VII. OBJETIVOS ESPECÍFICOS 2012-2017
Para alcanzar el Objetivo General, el Pueblo de Dios de la Diócesis de Arecibo
deberá...
1. Promover y participar en iniciativas de espíritu misionero (“salir a la calle”) para
llevar el anuncio del Kerigma y compartir el amor de Dios con los alejados.
2. Fomentar y fortalecer los valores evangélicos presentes en nuestra cultura y
religiosidad popular.
3. Formar la fe en relación con la acción de Cristo en la liturgia sacramental de la
Iglesia, particularmente su presencia real en la Eucaristía, participando de
manera activa, consciente y fructuosa.
4. Reconocer, comprometerse y celebrar el valor evangélico de la familia (“Iglesia
Doméstica”) según la enseñanza de la Iglesia.
5. Redescubrir las distintas formas de oración como medio de crecimiento de la vida
interior y comunitaria de amistad con Dios (santidad).
6. Participar en experiencias de formación bíblica y lectura orante de la Sagrada
Escritura (Lectio Divina) para hacer presente la Palabra en todos los ámbitos de la
misión.
22
7. Despertar un mayor amor (“sentir con la Iglesia”) a la Diócesis y la Parroquia
mediante la formación en las enseñanzas del Magisterio y el compartir experiencias
de comunión.
8. Identificar las necesidades de los más pobres ("los faltos de amor") y crear
acciones solidarias.
9. Compartir en encuentros de pequeñas comunidades que expresen la unidad en la
diversidad.
VIII. ACTIVIDADES
A. ACENTOS ANUALES
1. Año de la Fe (Adviento 2012-2013)
2. Año de la Palabra de Dios y la Oración (Adviento 2013-2014)
3. Año de la Eucaristía (Adviento 2014-2015)
4. Año del Servicio (Adviento 2015-2016)
5. Año de la Familia (Adviento 2016-2017)
B. ACTIVIDADES DIOCESANAS (Adviento 2015-2016)
1. VICARIA DE PASTORAL
Objetivo Actividad Tiempo
Objetivo 1
Objetivo para Zonificación:
Establecer las capillas como
zonas pastorales con un equipo
de coordinación y asamblea de
capilla para la organización de
la red de misioneros, asambleas
familiares de oración y otros
servicios pastorales.
Objetivo 1
Objetivo para la Red de
Misioneros: Realizar
actividades puntuales de “salir
a la calle” llevando un mensaje
breve y sencillo de la Palabra de
Dios integrando todos los
agentes de pastoral, comisiones,
movimientos y grupos de las
Actividad diocesana: Taller para los
sacerdotes.
Actividad diocesana y parroquial:
Organizar Campañas Misioneras.
28 febrero 2017 (en
Reunión Administrativa del
Clero)
Octubre 2016. Preparar
campaña para Adviento,
Cuaresma, Pascua
23
parroquias y colegios católicos.
Objetivo 1
Objetivo para las AFO: Animar
un grupo permanente de AFO
que se reúnan al menos una vez
al mes integrando agentes de
pastoral y miembros de
comisiones, movimientos y
grupos de las parroquias como
animadores.
Objetivo 1
Actividad diocesana y parroquial: El
sacerdote y diácono organiza un grupo
de asamblea familiar de oración con
futuros animadores de AFO (8 a 10
personas) seleccionados entre los
catequistas, ministros extraordinarios
de la comunión, miembros de
pastorales, movimientos y grupos de
la parroquia para que animen un grupo
permanente de AFO que se reúnan al
menos una vez al mes.
Preparación de artículos sobre el
Kerigma enfocados en el acento anual
para ser integrados al Periódico
Buenas Noticias.
Comenzando en febrero
2017
Marzo, junio, septiembre,
noviembre 2017
Objetivo 2
Integrar al periódico Buenas Noticias
esquemas de acciones familiares de
religiosidad popular basadas en
valores evangélicos. Valores:
a) Vida - Día del Niño por nacer
b) Madres
c) Padres
d) Abuelos
e) Acción de Gracias
Mes de marzo
Mes de mayo
Mes de junio
Mes de septiembre
Mes de noviembre
Objetivos 3, 5
Objetivos 3, 5, 6
Promover las “24 horas para el
Señor”. Exposición del Santísimo y
Sacramento de la Penitencia, en las
parroquias.
Ofrecer taller de formación por
Vicarías a los agentes de pastoral
sobre los fundamentos teológicos y
pastorales de la animación bíblica,
espiritual y litúrgica del Camino
Pastoral
Cuaresma 2017
Meses de febrero y marzo
Objetivo 4
Ver programación de la Comisión de
Pastoral Familiar
Objetivos 5, 6, 7, 9
Promover las Asambleas Familiares
de Oración elaboradas por la
Octubre 2016
24
Comisión Diocesana de Pastoral
Familiar.
Preparar guía para la Semana de
Oración por la Unidad de los
Cristianos.
Promover la Jornada de la Vida
Consagrada.
Noviembre 2016
Noviembre 2016 a febrero
2017
Objetivos 7, 9
Organizar el Centro Diocesano de
Formación (área pastoral).
Durante el año
Objetivo 8
Promover Caritas Diocesana en cada
Parroquia de la Diócesis por medio de
la Comisión Diocesana de Pastoral
Social.
Durante el año
Objetivo 9
Encuentros Diocesanos con líderes de
grupos y Movimientos para animar la
experiencia comunitaria como
pequeñas comunidades.
Meses de febrero, mayo,
agosto y diciembre
Dar seguimiento al Camino
Pastoral Diocesano a través de
los Consejos Pastorales de
Pastoral
Visitas del Sr. Obispo a los Consejos
Parroquiales de Pastoral
Durante el año 2017
Dar a conocer el Camino
Pastoral en las parroquias por
medio de Buenas Noticias,
cuñas radiales, El Visitante,
hojas sueltas, opúsculos
formativos y cápsulas en las
hojas parroquiales.
Ofrecer a los agentes de
pastoral la formación necesaria
Actividad diocesana: Organizar la
Comisión Diocesana de
Comunicaciones.
Talleres sobre uso de redes sociales
para la evangelización y pastoral.
Actividad parroquial: Crear materiales
propios y distribuir aquellos que
provea la Comisión Diocesana de
Comunicaciones.
Organizar el Centro Diocesano de
Formación (área pastoral). Talleres de
Enero 2017
Vicarías Arecibo y Camuy:
Mes de abril
Vicarías de Vega Baja y La
Montaña: Mes de mayo
Durante el año
Durante el año
25
para que comprendan el
Camino Pastoral: conocer la
espiritualidad, estructuras y
programación del Camino
Pastoral en la parroquia, y
promueven su desarrollo como
líderes o participantes en alguna
de sus estructuras (Consejo
Pastoral, Equipo de
Coordinación Zonal, Red de
Misioneros, Animador de AFO,
comisión de pastoral)
capacitación por estructuras (Consejo
Pastoral, Equipo de Coordinación
Zonal, Red de Misioneros, Animador
de AFO, comisión de pastoral).
Las comisiones diocesanas
promueven su pastoral
específica en las parroquias,
colaborando en la formación de
las comisiones parroquiales.
Reuniones de seguimiento con las
comisiones diocesanas.
Meses de febrero, mayo,
agosto y noviembre
(evaluación)
Evaluación parroquial y de las
Comisiones Diocesanas sobre el
Camino Pastoral
Cuestionario de Evaluación Mes de mayo
Evaluación y proyección
diocesana
Reunión del Consejo Diocesano de
Pastoral:
Asamblea de Evaluación
Asamblea del Clero
Mes de agosto
Iniciar proceso de elaboración
del Plan Pastoral 2018-2023
Reuniones y Asambleas A partir de septiembre del
2017
2. Pastoral Familiar
Objetivo Actividad Tiempo
Objetivos 1-10
Objetivos 3-5, 1-10
Promoción: Entrega de Calendarios
Calendario de Actividades de la CDPF
Calendario de Retiros
Matrimoniales
Calendario de Arreglos
Matrimoniales
Calendario de Retiros
Prematrimoniales
Crear Recurso para las Parroquias:
Diciembre 2016
26
Objetivos 1-2, 4-10
Objetivos 4-5, 8,10
Objetivos 2-5, 8-10
Objetivos 1-2, 4-5, 9-10
Objetivos 1-2, 4-5, 8-10
Objetivo 4
Objetivos 3-5, 7-10
Objetivos 4-5,8,10
Objetivos 3-5, 8-10
Objetivos 2-7, 9-10
Asambleas Familiares de Oración (8)
Oración Mensual 2017
(incluye Oración del Año de la Familia
de Papa Francisco en Amoris Laetitia)
Hora Santa por el Matrimonio y La
Familia (7 estaciones con oraciones,
reflexión bíblica y doctrinal propias;
igualmente se sugiere como recurso para
posibles Vigilias y/o para Hora Santa
Parroquia)
Oración de Bendición y consagración de
los Hogares
(mediante visitas domiciliarias; dos
opciones con recomendaciones
parroquiales; para ser hechas
mayormente por los laicos
sectorialmente)
Tríptico del Rosario por la Paz en
Puerto Rico
Calendario Diocesano para Preparación
de Agentes de Pastoral Familia 2017
Reunión de la Comisión, Centro
Diocesano de Arecibo, 7:30 pm.
Fiesta de Navidad Parroquial
Oración A La Sagrada Familia del Papa
Francisco (<diocesisdearecibo.org>,
Pastoral Familiar 2017)
Misa Dominical Parroquial por el
matrimonio y la familia
Hora Santa Parroquial por el
matrimonio y la familia (en
<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Familiar 2017)
Miércoles 7/diciembre,
2016
Objetivos 4-5,8,10
Oración Por nuestros seres queridos
Enero 2017
27
Objetivos 3-5, 8-10
Objetivos 2-7, 9-10
(<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Familiar 2017)
Misa Dominical Parroquial por el
matrimonio y la familia.
Hora Santa Parroquial por el
matrimonio y la familia (en
<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Familiar 2017)
Objetivos 4-5, 8,10
Objetivos 3-5, 8-10
Objetivos 2-7, 9-10
Objetivos 3-5, 7-10
Oración de los novios
(<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Familiar 2017)
Misa Dominical Parroquial por el
matrimonio y la familia
Hora Santa Parroquial por el
matrimonio y la familia (en
<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Familiar 2017)
Reunión de la Comisión, Centro
Diocesano de Arecibo, 7:30 pm
Febrero 2017
Miércoles 8 de febrero,
2017
Objetivos 4-5,8,10
Objetivos 3-5, 8-10
Objetivos 2-7, 9-10
Objetivos 3-5, 7-10
Oración Por el respeto a la vida
concebida (<diocesisdearecibo.org>,
Pastoral Familiar 2017)
Misa Dominical Parroquial por el
matrimonio y la familia
Hora Santa Parroquial por el
matrimonio y la familia (en
<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Familiar 2017)
Taller de Preparación de Recursos
Parroquiales (2 parejas) para que en
cada Parroquia sea organizado y
ofrecido un Retiro Matrimonial en el
2017. (Será simultáneo en cada Vicaría
Marzo 2017
4 marzo (En los Centros de
Preparación Pre-
matrimonial de cada
Vicarial Zonal)
28
Objetivos 3-5, 7-10
Objetivos 3-5, 7, 9-10
Zonal: Centros de Arecibo, Corozal,
Isabela y Manatí).
Reunión de la Comisión, Centro
Diocesano de Arecibo, 7:30 pm.
Noche Vicarial de Oración y Alabanza
por el Matrimonio y la Familia en la
Vicaría de Arecibo (para el primer
trimestre 2017, a discreción de la
Vicaría).
Miércoles 8 de marzo, 2017
Organiza (mes, día y hora) y
dirige la Vicaría Zonal
correspondiente, en ese
trimestre
Objetivos 4-5,8,10
Objetivos 3-5, 8-10
Objetivos 2-7, 9-10
Objetivos 3-5, 7-10
Objetivos 1-5, 7-10
Oración A Dios por la familia
(<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Familiar 2017)
Misa Dominical Parroquial por el
matrimonio y la familia
Hora Santa Parroquial por el
matrimonio y la familia (en
<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Familiar 2017)
Reunión de la Comisión, Centro
Diocesano de Arecibo, 7:30 pm
Taller para divorciados y vueltos a casar
(incluye perspectiva pastoral del Cap.
VIII de Exhortación Apostólica Amoris
Laetitia)
Abril 2017
Miércoles 26/abril.
Sábado, 29 de abril, de 8:00
am. a 12:00 pm Lugar a
seleccionar
Objetivos 4-5,8,10
Objetivos 3-5, 8-10
Objetivos 2-7, 9-10
Oración Por mi mami
(<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Familiar 2017)
Misa Dominical Parroquial por el
matrimonio y la familia
Hora Santa Parroquial por el
matrimonio y la familia (en
<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Mayo 2017
29
Objetivos 2, 4-5, 7, 9-10
Objetivos 1-2, 4-5, 7, 9-10
Objetivos 3-5, 7-10
Familiar 2017)
Rosario Parroquial Por la Paz en Puerto
Rico (<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Familiar 2017)
Rosario Sectorial por el matrimonio y la
familia
Reunión de la Comisión, Centro
Diocesano de Arecibo, 7:30 pm
Miércoles 17/mayo.
Objetivos 4-5,8,10
Objetivos 3-5, 8-10
Objetivos 2-7, 9-10
Objetivos 3-5, 7, 9-10
Objetivos 3-5, 7-10
Oración Por mi papá
(<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Familiar 2017)
Misa Dominical Parroquial por el
matrimonio y la familia.
Hora Santa Parroquial por el
matrimonio y la familia (en
<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Familiar 2017)
Noche Vicarial de Oración y Alabanza
por el Matrimonio y la Familia (Vicaría
de Camuy para el segundo trimestre
2017, a discreción de la Vicaría Zonal)
Reunión de la Comisión, Centro
Diocesano de Arecibo, 7:30 pm
Junio 2017
Organiza (mes, día y hora) y
dirige la Vicaría Zonal
correspondiente en ese
trimestre
Miércoles 14/junio.
Objetivos 4-5,8,10
Objetivos 3-5, 8-10
Objetivos 2-7, 9-10
No habrá reunión de la CDPF
Oración por las familias
(<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Familiar 2017)
Misa Dominical Parroquial por el
matrimonio y la familia
Hora Santa Parroquial por el
Julio, 2017
30
matrimonio y la familia (en
<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Familiar 2017)
Fiesta Parroquial de Verano familiar
Objetivos 4-5,8,10
Objetivos 3-5, 8-10
Objetivos 2-7, 9-10
Objetivos 3-5, 7-10
Oración por los ancianos
(<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Familiar 2017)
Misa Dominical Parroquial por el
matrimonio y la familia
Hora Santa Parroquial por el
matrimonio y la familia (en
<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Familiar 2017)
Reunión de la Comisión, Centro
Diocesano de Arecibo, 7:30 pm
Agosto 2017
Miércoles 9/agosto.
Objetivos 4-5,8,10
Objetivos 3-5, 8-10
Objetivos 2-7, 9-10
Objetivos 3-5, 7, 9-10
Objetivos 3-5, 7-10
Oración Para dialogar
(<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Familiar 2017)
Misa Dominical Parroquial por el
matrimonio y la familia
Hora Santa Parroquial por el
matrimonio y la familia (en
<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Familiar 2017)
Noche Vicarial de Oración y Alabanza
por el Matrimonio y la Familia (Vicaria
de La Montaña: para el tercer trimestre
2017, a discreción de la Vicaria Zonal)
Reunión de la Comisión, Centro
Diocesano de Arecibo, 7:30 pm
Septiembre 2017
Organiza (mes, día y hora) y
dirige la Vicaría Zonal
correspondiente en ese
trimestre
Miércoles 13/septiembre.
31
Objetivos 4-5,8,10
Objetivos 3-5, 8-10
Objetivos 2-7, 9-10
Objetivos 2, 4-5, 7, 9-10
Objetivos 1-2, 4-5, 7, 9-10
Objetivos 3-5, 7-10
Oración Ante la noticia de estar
embarazada. También se ofrece Novena
a María de la buena esperanza
(<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Familiar 2017)
Misa Dominical Parroquial por el
matrimonio y la familia
Hora Santa Parroquial por el
matrimonio y la familia (en
<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Familiar 2017)
Rosario Parroquial Por La Paz en Puerto
Rico (Ver Tríptico en
<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Familiar 2017)
Rosario Sectorial por el matrimonio y la
familia
Reunión de la Comisión, Centro
Diocesano de Arecibo, 7:30 pm
Octubre 2017
Miércoles 11/octubre.
Objetivos 4-5,8,10
Objetivos 3-5, 8-10
Objetivos 2-7, 9-10
Objetivos 3-5, 7, 9-10
Objetivos 3-5, 7-10
Oración por los difuntos
(<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Familiar 2017)
Misa Dominical Parroquial por el
matrimonio y la familia
Hora Santa Parroquial por el
matrimonio y la familia (en
<diocesisdearecibo.org>, Pastoral
Familiar 2017)
Noche Vicarial de Oración y Alabanza
por el Matrimonio y la Familia (Vicaría
de Vega Baja: para el cuarto trimestre
2017, a discreción de la Vicaría Zonal)
Reunión de la Comisión, Centro
Diocesano de Arecibo, 7:30 pm
Noviembre 2017
Organiza (mes, día y hora) y
dirige la Vicaría Zonal
correspondiente en ese
trimestre
Miércoles 8/noviembre.
32
Objetivos 2-5, 7, 9-10
Jornada diocesana por la familia y
Clausura del Año Pastoral
Sábado, 18/noviembre
DIRECTORIO DE PASTORAL FAMILIAR DIOCESANA
Responsables Diocesanos de la pastoral familiar
Mons. Daniel Fernández Torres, Obispo de la Diócesis
P.O. Box 616
Arecibo, Puerto Rico, oo613
Teléfono 787-8783180
Víctor Rojas Rodríguez, Pbro., Vicario Diocesano de Pastoral Familiar
Parroquia Inmaculada Concepción y San José
P.O. Box 775
Vega Alta, Puerto Rico, 00692-0775
Teléfono Oficina 787-883-4875 o 787-546-0261
Correo electrónico [email protected]
Miembros de la Comisión Diocesana de Pastoral Familiar
1. Cesar y Nidia Santiago, Movimiento Familia de Jesús, Tel.: (787) 398-5045;
2. Ada y Richard Pérez, Coordinadores Diocesanos e Insulares de Familia de Jesús.
Tel: (787) 384-6521, Cel. (787) 486-6521. [email protected]
3. Gilberto y Daisy González, Coordinadores del Centro Prematrimonial de la Vicaría
de Arecibo. Tel.: (787 ) 879-0417 o (787) 243-7871 [email protected]
4. Arcadio y Vivian Santiago, Movimiento Familia de Jesús. Tel.: (787) 392-2485.
5. Raúl y Carmen Calderas, Comunidad Misionera Villaregia, Tel.: (939) 256-8967.
6. José y Marilyn Franqui, Equipos de Nuestra Señora (ENS), Tel.: (787) 225-9891.
7. Jorge L. y Sheyda Pérez, Comunidad Muralla de Dios, Tel.: (787) 5284015.
8. Armando y Carmen Herrera, Encuentro Matrimonial de Puerto Rico, Tel. (787)
383-5513, [email protected]
9. Norberto y Carmen Díaz, Coordinadores Diocesanos de los Retiros Matrimoniales
Juan XXIII, Tel.: 787-391-2970, 787-613-2970
33
Responsables Diocesanos de Retiros Matrimoniales
Equipos De Nuestra Señora (ENS)
Raúl y Carmen Velázquez (787-638-1416); Correo electrónico: [email protected]
Encuentro Matrimonial De Puerto Rico
Ramón y Anixa de León (787) 415-0784 o 690-8333. [email protected] ; Armando
y Carmen Herrera, Tel. (787) 383-5513, [email protected]; Reservaciones
Ricardo y Zuleyka Pérez (787) 640-0733 o 566-7491.
Movimiento Familia De Jesús
Ada y Richard Pérez Tel: (787) 384-6521, Cel. (787) 486-6521. Obispado Diócesis de
Arecibo (787)878-3180; [email protected]
Convivencia Matrimonial Movimiento Juan XXIII
Norberto y Carmen Díaz Tel.: 787-391-2970, 787-613-2970
Caná: Fin De Semana Para Matrimonios
Comunidad Misionera de Villaregia
P. O. Box 667 Sabana Hoyos, PR 00688-0667. Tel/Fax (787) 880-1603
[email protected] o Página: www.cmv.it
Responsables Diocesanos de Centros de Cursillos Pre-Matrimoniales y de los Talleres
para Arreglos Matrimoniales
1. Vicaría de Arecibo: Gilberto y Daisy González (787) 879-0417 o (787) 243-7871.
2. Vicaría de Camuy
a. Isabela: D. José y María Vargas 787-830-0364 y 409-1023
[email protected] o [email protected] y Luis y
Magdalena López 787-830-0982 y 787-431-9214
b. Lares: Juan F. «Muñe» y Coralina González 787-897-4158
c. Quebradillas: Mariano y Alejandrina Méndez [email protected]; 787-
895-3463 (Oficina Parroquial)
3. Vicaría de La Montaña
a. (Corozal) D. Adalberto Ortiz, Tel.: 787-319-2729,
[email protected];Wanda y Héctor 787-370-9249; Gregorio y
Sylvia Figueroa 787-310-3515; email [email protected]
b. (Morovis)
4. Vicaría de Vega Baja (Manatí) Ángel y Lourdes Vega (939) 397-2967
[email protected] o [email protected]
Ofrecimientos de la Comisión Diocesana de Pastoral Familiar
1. Asesoramiento para la formación de la Comisión Parroquial de Pastoral Familiar
34
2. Taller para divorciados y vueltos a casar
3. Taller de Ideología de Género
4. Preparación Prematrimonial
5. Retiros Matrimoniales
6. Taller para Arreglos Matrimoniales
7. Preparación de Agentes de Pastoral Familiar
La espiritualidad de comunión que promovemos en la Diócesis nos permite igualmente
referir ayudas para otras necesidades colaterales de pastoral familiar tales como:
Orientación para Madres Solteras, para Madres con Jefatura de Familia, Contra Violencia
Doméstica o Intrafamiliar, para Niños Maltratados, Orientación para la Paternidad
Responsable, para la Sanación de las heridas del interior, etc.
En el Año del Servicio y en el Jubileo de la Misericordia divina queremos servir
misericordiosamente. Igualmente si Ud. entiende que puede ofrecernos su ayuda humana,
profesional y religiosa para con el matrimonio y la familia puede contactarnos a las
direcciones que les hemos ofrecido anteriormente.
COMISION DE PASTORAL FAMILIAR
DIOCESIS DE ARECIBO
Novios y Responsables del Matrimonio Sacramento de la Diócesis de Arecibo:
El Cursillo Pre-matrimonial debe ser solicitado previamente al sacerdote, o diácono que
trabaja su boda, en la parroquia donde ustedes se piensan casar. Él llenará su Ficha de
Inscripción al Cursillo Prematrimonial y les asignará el Matrimonio Acogedor que les
atenderá posteriormente. Luego, a tiempo, la Ficha deberá ser procesada por los
responsables del Centro donde ustedes piensan tomar el Cursillo. Por ello esa Ficha debe
presentarse con anticipación a los responsables de los Centros Prematrimoniales.
Una vez finalizados los dos primeros días de Retiro, en el Centro del Cursillo se les
entregará el material que deberán compartir como novios y con el Matrimonio Acogedor
que les atenderá. Para ello, los novios, deben llamar inmediatamente al Matrimonio
Acogedor que el sacerdote les asignó y establecer el lugar y los horarios de las seis (6)
vivitas que deben hacerles. Con ellos han de cumplimentar los formularios que hay que
firmar en cada visita hasta que se termine la dinámica.
El Centro donde han hecho el Retiro les indicará el lugar, fecha y hora para La Misa de
Novios antes de la Clausura.
Esperamos que esta dinámica prematrimonial no sea una carga sino una gozosa travesía de
la tan alta exigencia que implica el amor fiel, indisoluble y fecundo —como el de Jesucristo
por todos— que han de jurarse honestamente, ante sus propios corazones, frente a sus
familias, las familias de nuestra Iglesia y las familias de nuestra Patria; todo ello ha de
35
realizarse dignamente por el bien común que ello implica, y la felicidad y vida buena como
santidad de todos los que peregrinamos esta tierra en Jesucristo Nuestro Señor.
Que la gracia de Dios, su particular esfuerzo y la cooperación de los hermanos del Cursillo,
les ayude a descubrirse en el amor fiel, único, fecundo y para siempre de Jesucristo Esposo.
Así ustedes puedan hacer un responsable discernimiento del consentimiento que libre y
competentemente piensan emitir.
La Sagrada Familia de Nazaret les acompañe en todo el ser y el quehacer de la vida
matrimonial con toda su fecundidad de vida.
CALENDARIO DIOCESANO DE RETIROS PRE-MATRIMONIALES 2017
Centro y Responsables Comienz
o
Misa de
Novios
Clausur
a
Lugar
Arecibo
Gilberto y Daisy González
(787 ) 879-0417 o (787) 243-7871
25-26 feb
23-24 sept
7 mayo
5 nov
San Pablo, Anexo
Parroquia Santa
Cecilia de Arecibo,
Puerto Rico
Corozal
Wanda y Héctor 787-370-9249
Gregorio y Sylvia Figueroa 787-310-
3515; email [email protected]
11-12 feb
12-13 ago
12 mar
8 oct
7 mayo
5 nov
Centro N.S. Perpetuo
Socorro, Urb. Sylvia,
Bo. Cibuco, Corozal,
Puerto Rico
Isabela D. José y María Vargas 787-830-0364
y 409-1023 [email protected] [email protected]
Luis y Magdalena López 787-830-
0982 y 787-431-9214
25-26 feb
5-6 ago
16 abril
17 sept
21 mayo
5 nov
Casa de Espiritualidad
Trinitaria, Centro
Parroquial P. Elías
Fernández Valladares,
Sect. La Curva,
Isabela, PR 00662
Manatí
Ángel y Lourdes Vega (939) 397-
2967/ 787-248-3548
14-15
enero
5-6 ago
2 abril
29 oct
Colegio de la
Inmaculada
Concepción en
Manatí, Puerto Rico
Lares
Juan «Muñe» y Coralina González
787-897-4158
4-5 feb
26-27 ago
21 mayo
26 nov
Jardín de la Pasión,
Lares, Puerto Rico
Morovis
Diác. Luis Colón y Damaris
(787) 515-0799
Egberto Rodríguez y María Pilar(787)
862-7565
18-19 feb
9-10 sept
25
marzo
28 oct
8 abril
19 nov
Casa del Carmen
Bo. Morovis Norte
Sector Buena Vista
Morovis, PR
36
Quebradillas
Mariano y Alejandrina Méndez
787-895-3463 (Oficina Parroquial)
28-29
enero
23-24 sept
30
marzo
5 oct
30 abril
3 nov
Capilla Santa Cruz,
Bo. Cacao, Sector
Chivas, Carretera
#477, Quebradillas,
PR
CALENDARIO DE RETIROS MATRIMONIALES 2017
FEBRERO
10-12 Familia de Jesús, Básico #181
Centro Diocesano de Arecibo, PR
10-12 Encuentro Matrimonial en PR
Comunidad Misionera Villaregia,
Candelaria, Puerto Rico
17-19 Convivencia Mat. Juan XXIII
Casa Juan XXII, Sabana Hoyos, PR
MARZO
10-12 Taller Afectividad para Parejas
Comunidad Misionera Villaregia,
Candelaria, Puerto Rico
10-12 Familia de Jesús, Básico #182
Centro Diocesano de Arecibo, PR
24-26 Emaús #39 Para Adultos Comunidad
Misionera Villaregia, Candelaria, PR
ABRIL 28-30 Convivencia Mat. Juan XXIII
Casa Juan XXII, Sabana Hoyos, PR
30 Familia de Jesús Encuentro a Solas
Centro Diocesano de Arecibo, PR
MAYO
19-21 Familia de Jesús, Básico #183
Centro Diocesano de Arecibo, PR
JUNIO
2-4 Familia de Jesús, Retiro de Jóvenes
Centro Diocesano de Arecibo, PR
2-4 Encuentro Matrimonial en PR
Llamando
AGOSTO
25-27 Retiro Equipos Nuestra Señora
Casa Cristo Redentor Aguas Buenas
11-13 Familia de Jesús, Básico #184
Centro Diocesano de Arecibo, PR
18-20 Convivencia Mat. Juan XXIII
Casa Juan XXII, Sabana Hoyos, PR
SEPTIEMBRE
15-17 Encuentro Matrimonial en PR
Comunidad Misionera Villaregia,
Candelaria, Puerto Rico
15-17 Familia de Jesús, Básico #185
Centro Diocesano de Arecibo, PR
23-25 Caná, Comunidad Misionera Villa-
regia, Candelaria, Puerto Rico
OCTUBRE
6-8 Retiro Equipos Nuestra Señora
Centro La Misericordia, Camuy
14-16 Emaús # 38 Para Adultos Comunidad
Misionera Villaregia, Candelaria, PR
27-29 Familia de Jesús, Básico #186
Centro Diocesano, Arecibo, PR
NOVIEMBRE
17-19 Convivencia Mat. Juan XXIII
Casa Juan XXIII, Sabana Hoyos, PR
17-19 Familia de Jesús, Profundización
Centro Diocesano, Arecibo, PR
37
Responsables y Contactos para estos Retiros Matrimoniales
Equipos De Nuestra Señora (ENS)
Jorge y Annie Toledo (787-379-3301); [email protected] o [email protected]
Encuentro Matrimonial De Puerto Rico
Ramón y Anixa de León (787) 415-0784 o 690-8333, [email protected] ; Armando
y Carmen Herrera (787) 383-5513, [email protected] ; Reservaciones Ricardo y
Zuleyka Pérez (787) 640-0733 o 566-7491
Movimiento Familia De Jesús
Ada y Richard Pérez Tel: (787) 384-6521, Cel. (787) 486-6521. Obispado Diócesis de
Arecibo (787)878-3180; [email protected]
Convivencia Matrimonial Movimiento Juan XXIII
Carmen Cuadro Torres y Norberto Díaz Pietri, tel.: 787-391-2970, Hildelina Segarra Lugo
787-949-0524 y Damián Torres Galarza, 787-549-9795.
P. O. Box 2004 Manatí, PR; o Casa de Retiros Juan XXIII (787) 881-7141
Caná: Fin De Semana Para Matrimonios
Comunidad Misionera de Villaregia
P. O. Box 667 Sabana Hoyos, PR 00688-0667. Tel/Fax (787) 880-1603
Correo Electrónico: [email protected] o Página: www.cmv.it
3. Catequesis Diocesana
Objetivo Actividad Tiempo
Objetivo 1, 3, 9
Misa de Envío de todos los Catequistas
a Nivel Diocesano
13 de agosto, 2017
Objetivo 1, 4, 7, 9
Hoja del Sembrador: "Los desafíos en la vocación y misión
de la familia en la Iglesia y el mundo"
enero, 2017
Objetivo 1, 4, 5, 7, 9
Hoja del Sembrador: "La familia: escuela de valores y lugar
de oración"
abril, 2017
Objetivo 1, 4, 7, 9
Hoja del Sembrador: "Papel de los padres en la educación
(académica y espiritual) de sus hijos"
agosto, 2017
Objetivo 1, 4, 7, 9 Hoja del Sembrador: octubre, 2017
38
"Efectos de los medios de comunicación
en la vida espiritual de la familia"
Objetivo 1, 3, 6, 7
Cursos de Formación Permanente para catequistas y laicos
Se distribuirá lista de cursos
disponibles, para que los sacerdotes con
sus coordinadores de catequesis
soliciten para dar en sus parroquias.
enero - mayo, 2017
agosto - diciembre, 2017
Objetivo 4
Retiros, Talleres y/o charlas para
padres (coordinadas por cada parroquia)
enero - mayo, 2017
agosto - diciembre, 2017
Objetivo 3, 4, 7
Misa y Hora Santa
dedicada a los niños, jóvenes y padres
(Se propone una por semestre,
coordinadas por cada parroquia)
enero - mayo, 2017
agosto - diciembre, 2017
Objetivo 4, 5
Talleres Formación Continua para
catequistas por Vicarías
(basados en el Tema de la Familia)
febrero, 2017
abril, 2017
septiembre, 2017
octubre, 2017
Objetivo 5, 6 Lectio Divina en reuniones
de Catequistas y Coordinadores
febrero, 2017
abril, 2017
septiembre, 2017
octubre, 2017
Objetivo 7 Reuniones de Coordinadores
enero, 2017
mayo, 2017
agosto, 2017
octubre, 2017
Objetivo 9
Actividades de Clausura Cursos de
Formación Permanente (por parroquia en donde se ofrecen los
cursos)
mayo, 2017
diciembre, 2017
Objetivo 2, 4, 9
Actividades con Padres, Madres y/o
Encargados de los Catequizandos
enero - diciembre, 2017
Objetivo 7 Reuniones de Comisión Diocesana
enero, 2017
mayo, 2017
agosto, 2017
octubre, 2017
Objetivo 7, 8
Actividades de solidaridad con los
más necesitados:
Febrero: Seminaristas (Nivel
Durante todo el mes
asignado:
febrero, octubre, noviembre
39
Diocesano)
Octubre: Ayuda a las Misiones (Nivel
Diocesano)
Noviembre: Identificar a quien ayudar
en nuestra comunidad (Nivel
Parroquial)
Objetivo 4, 10 Observar el acento del año "La
Familia" en todas nuestras actividades enero - diciembre, 2017
4. Pastoral Juvenil
Objetivo Actividad Tiempo
Objetivos 1,2,4,5,6,7,8,9 CAMINO (2016-2017)
a. Taller Sendero
b. Taller Realidad y Misión
c. Taller de Antropología
d. Retiro de Cristología
e. Taller Realidad y Misión
f. Taller de Antropología
g. Retiro de Cristología
12-14 de agosto 2016
16-18 de septiembre2016
21-23 de octubre 2016
2-4 diciembre 2016
17-19 de febrero 2017
17-19 de marzo 2017
5-7 de mayo 2017
Objetivos 1,2,4,5,6,7,8,9 Encuentros CAMINO 2016 27 de agosto
8 de octubre
5 de noviembre
Objetivos 1,2,4,5,6,7,8,9 CAMINO (2017-2018)
a. Taller de Eclesiología
b. Taller de Pastoral Juvenil
c. Retiro de Espiritualidad
d. Taller Sendero
18-20 de agosto 2017
22-24 de septiembre 2017
3-5 de noviembre 2017
1-3 de diciembre 2017
Objetivos 1,2,4,5,6,7,8,9 Encuentros CAMINO 2017 21 de enero
11 de marzo
Objetivos 1,2,4,5,6,8 Taller Animación Misionera
a. Morovis
b. Camuy
Octubre 22, 2016
Octubre 29, 2016
Objetivos 1,2,4,5,6,8 Experiencia de Misión
Turismo Eclesiástico Misionero
Excursión Cultural Misionera
Taller de Formación Misionera
a. Espiritualidad Misionera
b. Campo de misión
Junio-Julio 2017
Abril 2017
Durante el año
13-15 de enero 2017
3-5 de marzo 2017
40
Objetivos 1,4,5,6,7,8,9 Taller y Folleto Pre-Pascua y Pascua
(Actividad Diocesana)
(Asistirán dos representantes por
parroquia)
27-29 de enero
Objetivos 1,4,5,6,7,9 Folleto Semana de la Juventud
(Preparado por la comisión)
Actividad parroquial
14-20 de agosto
Objetivos 1 Promoción preparada por la comisión
de Relevo por la vida Jóvenes Católicos
Actividad parroquial
Febrero-Mayo
Objetivos 3 Folleto Navidad Juvenil 2016 preparado
por la comisión
Actividad parroquial
Diciembre
Objetivos 3,7 Encuentro Juvenil de Pentecostés
Actividad por Vicaría
2 de junio
5. PASTORAL VOCACIONAL:
Dirección Postal: PO BOX 318 Arecibo, P.R. 00613-0318
Teléfono: 787-881-6005
e-mail: [email protected]
Objetivos Actividades Tiempo
Objetivos 1,2,3,5,6,7,9 Taller Vocacional
Pre- Seminario
12 de noviembre 2016
17 de diciembre 2016
28 de enero 2017
25 de febrero 2017
25 de marzo 2017
22 de abril 2017
27 de mayo 2017
24 de junio 2017
26 de agosto 2017
23 de septiembre 2017
28 de octubre 2017
11 de noviembre 2016
16 de diciembre 2016
27 de enero 2017
24 de febrero 2017
41
24 de marzo 2017
21 de abril 2017
26 de mayo 2017
23 de junio 2017
25 de agosto 2017
22 de septiembre 2017
27 de octubre 2017
Objetivos 4,7,9 Encuentro con Bienhechores Noviembre 2016
Objetivos 1,2,3,5,7,9 Folleto Hora Santa Vocacional
preparado por la comisión
Actividad parroquial
Mensual
Objetivos 1,2,3,5,7,9 Retiro Cuaresmal Marzo 2017
Objetivos 1,2,3,5,7,9 Convivencia entre Seminaristas y Pre-
Seminaristas
Junio 2017
C. ACTIVIDADES DE LAS PARROQUIAS
Todas las parroquias de la Diócesis de Arecibo, por medio del Consejo Pastoral Parroquial
y comisiones, integrarán a su programación pastoral las actividades indicadas por la
Diócesis y además establecerán las actividades propias que realizarán para alcanzar cada
objetivo específico del Camino Pastoral Diocesano, enfatizando en el acento anual
correspondiente, según la situación particular de la parroquia.
D. ACTIVIDADES DE LOS MOVIMIENTOS APOSTÓLICOS
Todos los movimientos en la Diócesis de Arecibo, por medio de sus directivas diocesanas,
integrarán a su programación pastoral las actividades indicadas por la Diócesis y además
establecerán las actividades propias que realizarán para alcanzar cada objetivo específico
del Camino Pastoral Diocesano, enfatizando en el acento anual correspondiente, a través de
los servicios que ofrecen y otros de su iniciativa particular.
E. ACTIVIDADES DE LAS ESCUELAS CATÓLICAS
Todas las escuelas católicas en la Diócesis de Arecibo, por medio de la Superintendencia de
Escuelas Católicas y Equipos de Pastoral Escolar, integrarán a su programación pastoral las
actividades indicadas por la Diócesis y además establecerán las actividades propias que
realizarán para alcanzar cada objetivo específico del Camino Pastoral Diocesano,
enfatizando en el acento anual correspondiente, según la situación particular de cada
comunidad educativa.
42
IX. ESTRUCTURAS DE APOYO AL CAMINO PASTORAL DIOCESANO
A. DIOCESANAS
1. Obispo
“Principio y fundamento visible de unidad en su Iglesia particular, formada
a imagen de la Iglesia universal, representa a su Iglesia…, en el vínculo de
la paz, del amor, y de la unidad” (LG 23).
2. Organismos consultivos
a. Consejo Episcopal
Organismo que coordina y conduce la diócesis y la actuación del
Camino Pastoral Diocesano, a modo de gobierno ejecutivo, de él
depende la organicidad de la acción y su eficacia.
b. Asamblea del clero
Espacio de diálogo y de mutua ayuda en orden al bienestar espiritual
y material de los presbíteros y diáconos, y en bien de la Iglesia
particular.
c. Consejo Pastoral Diocesano
Organismo consultivo de apoyo al Obispo que vela y colabora en la
marcha pastoral de la Diócesis. En cuanto órgano de consulta
pastoral, bajo la autoridad del Obispo, tiene como finalidad básica
“estudiar y valorar lo que se refiere a las actividades pastorales en la
Diócesis y sugerir conclusiones prácticas” (c. 511). Su tarea principal
es impulsar la implementación de los objetivos y acciones del
Camino Pastoral Diocesano.
d. Consejo Presbiteral
Organismo representativo del clero y de los diáconos, ayuda al
Obispo en las decisiones que él debe tomar tanto en relación con la
acción pastoral y en cuanto a la vida de los mismos presbíteros y
diáconos.
e. Colegio de Consultores
Organismo derivado del Consejo Presbiteral, tiene funciones
especiales y bien definidas en el CIC en relación a cuestiones
económicas y al período de vacancia de la sede Episcopal.
f. Sínodo Diocesano
Constituye el organismo de participación y corresponsabilidad más
pleno del Pueblo de Dios, en orden a definir en qué consiste el bien
común de la diócesis, en los que respecta a la vida y misión de la
Iglesia.
43
g. Asamblea Diocesana
Encuentro donde el Pueblo de Dios participa en las decisiones que
refieren a la vida y misión de la Iglesia, comparte con el Obispo la
responsabilidad de determinar el bien común de la Iglesia particular.
Constituye una forma menos solemne y menos comprometida que la
del Sínodo, aunque análoga al mismo.
3. Vicaría de Pastoral
Organismo dirigido por un Vicario de Pastoral que promueve la acción
pastoral diocesana a través de diversas comisiones que atienden campos
específicos de pastoral:
Comisión Permanente del Consejo Pastoral Diocesano
Comisión para Asuntos del Diaconado Permanente
Comisión de Pastoral Familiar
Comisión de Pastoral Juvenil
Comisión de Vocaciones
Comisión de Catequesis
Comisión de Pastoral Litúrgica
Comisión de Pastoral Social
Comisión para la Promoción Misionera
Comisión de Pastoral Carcelaria
Superintendencia de Escuelas Católicas
Departamento Diocesano de Formación
Comisión de Comunicaciones
4. Consejo Económico
Aconseja y colabora con el Obispo en todos los asuntos económicos de la
diócesis.
5. Vicarías Zonales
Cuando así lo requiera el buen gobierno de la diócesis, el Obispo diocesano
puede también nombrar uno o más Vicarios episcopales de zona, que en una
determinada circunscripción de la diócesis, tienen la misma potestad
ordinaria que por derecho universal compete al Vicario general (Cfr. CIC
476).
5.1 Centro de Animación Pastoral (C.A.P.)
44
B. PARROQUIALES
1. Párroco
Preside la comunidad parroquial en nombre del Obispo, con los vicarios
parroquiales y diáconos comparte la presidencia sacramental de la
comunidad en comunión, coordinación y subordinación operativa.
2. Consejo Pastoral Parroquial
Organismo al servicio de la unidad y corresponsabilidad de sacerdotes,
religiosos y laicos en el cumplimiento de la misión de la Iglesia en el ámbito
de la Comunidad Parroquial (cf. CIC 536,1). Como organismo de ayuda al
Párroco o Administrador parroquial, corresponde al C.P.P. estudiar y
sopesar todo lo que atañe a las obras pastorales y sacar del estudio
conclusiones prácticas con el objeto de promover la conformidad de la vida
y actos del Pueblo de Dios con el Evangelio.
3. Zonas pastorales parroquiales
Cada parroquia grande está organizada por zonas demográficas (1,000 a
1,500 habitantes), geográficas (por accidentes naturales o por carreteras u
otros factores) u otros criterios pastorales. Cada Zona Pastoral organiza y
realiza la acción pastoral como una pequeña parroquia, contando con un
Equipo de Coordinación Zonal.
a. Equipos de Coordinación Zonal
Les corresponde: asegurar que el dinamismo parroquial alcance a todos
los bautizados y personas de buena voluntad y ofrecer a éstas la
posibilidad real de participar activamente en la vida y misión de la
Iglesia; coordinar todas las acciones y todos los servicios que la
parroquia realiza a nivel zonal; asegurar mediante la descentralización de
las estructuras parroquiales, la presencia de la Iglesia allí donde la gente
vive; y asegurar el buen funcionamiento de la red de los mensajeros y
que todos los bautizados se sientan llamados a la participación, se
integren en el camino de evangelización y participen eficazmente en la
vida y misión de la Iglesia.
b. Red de Misioneros
Es un conjunto de personas responsables, discretas y capaces de
establecer buenas relaciones con la gente. Visitan periódicamente las
familias de la parroquia y sirven de puente entre ellas y el centro
parroquial. Informan al Párroco de las necesidades de las personas y de
las familias. Se establece uno o dos mensajeros por cada diez o doce
familias o personas solas. Son coordinados por su respectivo “Equipo de
Coordinación Zonal”, que debe velar por su continua formación.
c. Asamblea Zonal Es el espacio a nivel de zona parroquial en el que todos los bautizados
pueden participar directamente en la elaboración de propuestas, en la
45
toma de decisiones con respecto a los temas pastorales que les
conciernen y en la realización orgánica de cuanto se relaciona con la
vida y misión de la Iglesia. Su carácter es familiar, como espacio de
diálogo para vecinos.
d. Asambleas Familiares de Oración Son reuniones de reflexión para las familias realizadas a nivel de toda la
parroquia. Los objetivos que buscan son: El conocimiento y
acercamiento humano entre los vecinos de una misma calle o sector,
establecer un dialogo abierto y sincero desde la Palabra de Dios sobre
temas fundamentales: el acercamiento a los alejados, la hospitalidad, la
comunicación, la amistad y la reconciliación, el redescubrimiento de la
Fe y el deseo de seguir reuniéndose son algunos de los valores que se
descubren en las asambleas.
4. Comisiones de pastoral específica (según sea necesario)
Son equipos formados para las diversas actividades pastorales.
5. Consejo Económico
Aconseja y colabora con el párroco en todos los asuntos económicos de la
parroquia.
6. Organigrama Parroquial
46
X. ESPIRITUALIDAD QUE SOSTIENE EL CAMINO PASTORAL
Hermanos y hermanas que reciben este folleto, deseamos compartir con ustedes una
reflexión sobre la espiritualidad que sostiene nuestro Camino Pastoral Diocesano. Sin
esta espiritualidad, nuestro Camino sería solo letra muerta. Les pedimos que lo lean con
calma y con el corazón. ¡Gracias!
Una buena zapata es fundamental para la construcción de un buen edificio. ¡Si deseamos
que este resista en el tiempo! Así mismo como un árbol da grandes ramas, necesitará de
grandes y profundas raíces para poder resistir a las inclemencias del tiempo. Sea la zapata,
como las raíces, tienen algo en común. ¿Qué es? NO SE VEN, PERO ESTÁN AHÍ. Ambas
se encuentran bajo la tierra. No se ven inmediatamente, pero son fundamentales. Sin ellas
no hay edificio que se sostenga, ni árbol que aguante. Esto es lo que es la “espiritualidad”
para este plan. Es aquello que inmediatamente no vemos, pero está ahí, y será lo que
sostendrá este camino. La espiritualidad es lo que LE DARÁ VITALIDAD a nuestro plan.
Una espiritualidad es un modo de ser, de vivir y de actuar.
Entonces, ¿Cuál es nuestra espiritualidad?
Un poco de historia…
Juan Pablo II, al concluir el Año del Gran Jubileo (2000) y ante el nuevo milenio que
comenzaba, mira hacia adelante y observa que hay grandes desafíos y se pregunta, ¿qué
respuesta tiene para todo esto la Iglesia? Así surgió la carta apostólica, que se llama Novo
Millennio Ineunte y en el número 43 de dicha carta escribió:
“Hacer de la Iglesia la casa y la escuela de la comunión este es el gran desafío que
tenemos ante nosotros en el milenio que comienza. Si queremos ser fieles al designio de
Dios y responder también a las profundas esperanzas del mundo.”
¿Qué significa esto?
Así Juan Pablo II explicó la espiritualidad de comunión. Es PRIMERO que nada…
Reconocer el misterio de la Trinidad.
Es cierto que nuestro Dios es único, ¡pero no solitario! Creemos en un Dios Uno y Trino.
Nuestro Dios es una Comunión de Personas, es Familia. Ser creados a Imagen y Semejanza
de Dios quiere decir que llevamos esta huella en nosotros. Fuimos creados para la relación
y para la comunión.
La participación en la vida divina confiere a nuestras relaciones interpersonales un carácter
de prioridad sobre las relaciones meramente funcionales. En otras palabras, no seremos
completamente felices con ser meramente compañeros, sino que tenemos que ser realmente
amigos, amigas, hermanos y hermanas. Establecer relaciones profundas, verdaderas, en
Cristo.
Por tanto, espiritualidad de comunión quiere decir…
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Reconocer al hermano de fe como uno que me pertenece: Es la capacidad de sentir
al hermano de fe como «uno que me pertenece» porque lo percibo en la unidad
profunda del Cuerpo místico. Somos uno en Cristo. Por tanto buscaré: compartir sus
alegrías y sus sufrimientos, intuir sus deseos, atender a sus necesidades, para
ofrecerle una verdadera y profunda amistad.
Ver ante todo lo que hay de positivo en el otro: Es una capacidad de ver ante todo
lo que hay de positivo en el otro, para acogerlo y valorarlo como regalo de Dios: un
«don para mí», además de ser un don para el hermano que lo ha recibido
directamente.
Saber «dar espacio» al hermano: Es saber «dar espacio» al hermano, llevando
mutuamente la carga de los otros (cf. Ga 6,2) y rechazando las tentaciones egoístas
que continuamente nos asechan y engendran competitividad, ganas de hacer carrera,
desconfianza y envidias.
Es un reto…
Porque es un modo de ser, de vivir, de actuar…
… pero es una gran respuesta:
Para el hombre y la mujer de hoy;
Para la familia de hoy;
Para la sociedad de hoy;
Para el mundo de hoy.
Todos tenemos SED de relaciones auténticas, profundas, verdaderas.
Es un don…
Es un regalo.
Hay que pedirlo, invocarlo al Espíritu Santo.
El Espíritu Santo es el dador de todos los dones.
Es el Espíritu de Comunión.
Hay que pedirlo con fe y todos juntos.
De nuestra parte: tenemos que desearlo y luchar por él.
De otra parte: es un don gratuito de Dios. Jesús ya se lo pidió a su Padre como don para
nosotros:
“Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el
mundo crea que tú me has enviado” (Jn 17,21).
“En esto conocerán todos que son discípulos míos: si se tienen amor los unos a los otros.”
(Jn 13, 35)
La espiritualidad de comunión, va acompañada de la ESPIRITUALIDAD DEL CAMINO.
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No basta una espiritualidad de comunión, si no hay una espiritualidad del camino, del
PEREGRINO que decide ponerse en VIAJE. A veces nos da la impresión que nos
movemos mucho, que no tenemos un momento de respiro, que hacemos muchas cosas, pero
realmente somos “ESTATUAS”. Estamos bien radicados en las cosas de aquí, de este
mundo, y se nos olvida que estamos en esta vida de pasaje. Nuestra única meta es la
Trinidad.
Hay que moverse, hay que avanzar…
… y este caminar comienza, antes que nada, al salir de nuestro mundo, de nosotros mismos,
para construir relaciones auténticas, verdaderas con los demás.
La rueda para el camino
Observen una rueda.
Hay diversos rayos unidos al centro. Así tienen que ser nuestras comunidades, para que
puedan girar, para que puedan marchar, tienen que ser “Unas” en CRISTO. Los rayos
somos tú, yo, cada uno de nosotros.
- En la medida que tú y yo nos unimos más a Cristo, nos uniremos más entre
nosotros.
- A su vez, en la medida en que nos amemos entre nosotros, nos uniremos más a
Cristo.
En camino, por el camino, con el Camino
Hay que moverse… Hay que avanzar…
Junto con nuestra Iglesia, junto con nuestra diócesis, hacia nuestra patria definitiva.
Sabiendo que no estamos solos, ni solas en el camino, pues Jesucristo, el CAMINO nos
dice: “Y he aquí que yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”. (Mt 28,
20b)
Concluía Juan Pablo II
“No nos hagamos ilusiones: sin este camino espiritual, de poco servirían los instrumentos
externos de la comunión (reuniones, talleres, planes pastorales…) Se convertirían en
medios sin alma, máscaras de comunión más que sus modos de expresión y crecimiento.”
Así en nuestro plan pastoral. Sin esta espiritualidad de comunión, sin esta espiritualidad de
camino… se convertirá en un instrumento sin alma.
Demos vida a este plan. ¡Contamos con todos! y… ¡Qué Dios nos bendiga!
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Apéndice: Actividades a realizar durante el Año de la Familia
Vicaría de Pastoral
Campaña Misionera para los tiempos de
Adviento, Cuaresma y Pascua
Introducción
En este año en que vamos a focalizar la vida y misión de nuestra Diócesis hacia la Familia,
queremos abrazar el objetivo de avanzar hacia una Iglesia Diocesana en salida
misionera, secundando así la llamada del Papa Francisco que, en la Exhortación Apostólica
Evangelii Gaudium [EG], dice con insistencia “es vital que hoy la Iglesia salga a anunciar el
Evangelio a todos, en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras, sin asco y sin miedo.
La alegría del Evangelio es para todo el pueblo, no puede excluir a nadie” (EG. 23).
“Constituyámonos en todas las regiones de la tierra en un «estado permanente de misión»” (EG.
25).
Para ello nos pide hacer “una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las
costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce
adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la auto-preservación” (EG. 27).
“La salida misionera es el paradigma de toda obra de la Iglesia” (EG. 15).
En este año, el último del quinquenio 2012-2017 estamos invitando a todas las comunidades
parroquiales a lanzarnos al encuentro de nuestros hermanos y hermanas, nuestras familias, nuestros
“compañeros de camino”. El pasado año pastoral estuvo significativamente marcado por las visitas
a los hogares para dejar en cada uno un ejemplar del Evangelio de Lucas, el evangelista de la
“misericordia”. Para muchos de nuestros agentes fue esta la primera vez en que se lanzaron al
encuentro de sus hermanos y hermanas. El resultado tan positivo de esta experiencia fue
manifestado por los miembros de los Consejos Pastorales en nuestras reuniones durante el mes de
junio 2016.
Motivados por tan positiva respuesta, hemos querido prolongarla con la propuesta que
proponemos. A través de la realización de visitas sencillas a todos los hogares en los tiempos de
Adviento, Cuaresma y Pascua, pretendemos ser esa “Iglesia en salida”, movilizando a todas las
zonas pastorales, equipos zonales, agentes de pastoral, movimientos y grupos y a los responsables
de la conducción de las comunidades. Afirma el Papa Francisco que, “se ha de procurar que la
pastoral ordinaria en todas sus instancias sea más expansiva y abierta, que coloque a los agentes
pastorales en constante actitud de salida y favorezca así la respuesta positiva de todos aquellos a
quienes Jesús convoca a su amistad” (EG. 27).
El esquema es sencillo: se organiza la zona en grupos de familias que serán visitados por 1
o 2 misioneros. La visita no deberá prolongarse más allá de cinco (5) minutos. La misma consiste
en lo siguiente:
Tiempo de Adviento: Se comparte la oración y se deja una tarjeta que deberá ser
preparada en la Parroquia.
Tiempo de Cuaresma: Se dejará en cada hogar una Cruz que, previamente deberá ser
confeccionada en la Parroquia. Se sugiere una cruz hecha con clavos, pero esto no
limita otras iniciativas.
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Tiempo de Pascua: Proponemos la Bendición de las Familias en sus hogares para ser
realizada por los misioneros.
Conscientes de que algo así no será posible sin la fuerza de lo alto, nos unimos a la oración
que el Papa reza: “Invoco una vez más al Espíritu Santo; le ruego que venga a renovar, a sacudir, a
impulsar a la Iglesia en una audaz salida fuera de sí para evangelizar a todos los pueblos” (EG.
261).
Hagamos nuestra esta oración del Papa y pidamos, con toda nuestra fe y el ardor de nuestro
corazón, que el Espíritu Santo nos sacuda y renueve por dentro, y nos impulse a realizar estas
salidas misionera participando, cada uno según su condición (laico, consagrado/a, sacerdote), en la
propuesta que hemos preparado como guía para el Camino de nuestra diócesis en este “Año de la
Familia”. Si nos ponemos a ello, veremos como “la misión renueva la Iglesia, refuerza la fe y la
identidad cristiana, da nuevo entusiasmo y nuevas motivaciones. ¡La fe se fortalece dándola!”. De
este modo, nuestra Diócesis de Arecibo se edificará cada vez más como Pueblo de Dios, Cuerpo de
Cristo y Templo del Espíritu Santo, en la que resplandece Cristo luz de las gentes, y podrá
así realizar con mayor plenitud la misión de ser “sacramento de salvación”, es decir, signo e
instrumento de la unión de los hombres con Dios y de los hombres entre sí (cf. Lumen Gentium, 1).
Campaña Misionera
Tiempo de Adviento
(Se sugiere preparar una tarjeta que se dejará en los hogares a ser visitados. La misma
tendrá una imagen de la familia y una oración que se rezará durante la visita misma y se le
pedirá a la familia rezarla regularmente)
Saludo: Buenas noches. Somos _________ y ________, y llegamos hasta este hogar
enviados por Padre ____________. Pertenecemos a la Parroquia ___________ y deseamos
compartir con ustedes un momento de oración.
Propósito de la visita: Acogiendo el llamado que nos hace el Papa Francisco de ser una
“Iglesia en salida”, llegamos hasta ustedes en esta (tarde, noche). Somos la familia de los
hijos e hijas de Dios. Y en este tiempo en que nos preparamos para celebrar el nacimiento
del Hijo de Dios, les invitamos a escuchar la Santa Palabra que Dios nos dirige en esta
ocasión:
Lectura Bíblica: Isaías 9: 5
“Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado. La soberanía reposa sobre sus hombros y se le da por nombre: «Consejero maravilloso, Dios fuerte, Padre para siempre, Príncipe de la paz»”.
Oración: “Padre Bueno, que enviaste tu Hijo Jesús al mundo para revelarnos tu amor
infinito: concédenos la alegría de preparar nuestros corazones para el nacimiento del
Salvador. Queremos que nuestro mejor regalo sea aguardarte con humildad y amor.
Bendice a nuestra familia en este tiempo de espera y ayúdanos a que en nuestro
hogar el amor, la unidad y la alegría sean nuestra mejor ofrenda y así tú seas
verdaderamente el centro y el gozo de estas festividades. Amén
51
Despedida: Gracias por habernos permitido compartir con ustedes este momento de
oración. Dios les bendiga hoy y siempre.
Campaña Misionera
Tiempo de Cuaresma
(Para esta misión se llevará a cada hogar una cruz hecha de dos clavos amarrados con
alambre. Se puede delegar a los movimientos y a los grupos existentes en la parroquia la
confección este signo para ser entregado a las familias. Se preparara una hoja con el rito
que se realizará en la visita)
Signo a entregar: Cruz hecha con clavos y marcador de libros.
Saludo: La decisión de vivir la cuaresma en familia es un apoyo valioso, pues nos lleva a
hacer un alto en el camino para repensar las decisiones y acciones. Dios no es ajeno a
nuestra vida, sino nuestro Creador y Padre; la Iglesia es la familia de los hijos de Dios, de
los hermanos de Cristo Jesús; la cuaresma no es un tiempo anticuado y fastidioso, de
penitencias ya caducas, sino tiempo de gracia, de revisión y conversión que nos lleva a la
fiesta del amor renovado. Ese amor que se nos manifiesta en la Cruz. Es ese el signo que
queremos compartir con ustedes en esta visita que les hacemos. Y ahora les invitamos a
unirse a nosotros en la oración:
Animador/a: Buen Jesús, que te retiraste cuarenta días al desierto para preparar tu misión
entre nosotros, permítenos que tu ejemplo sea nuestra guía durante esta Cuaresma para que,
al igual que tú, nos retiremos de las distracciones que nos alejan de ti, de nosotros mismos y
de los demás; permítenos vivir esta Cuaresma en familia, como un verdadero proceso de
conversión a ti y tu mensaje.
Envía tu Espíritu Santo sobre nosotros para descubrir que debemos vivir con amor y
alegría cada momento de nuestra vida. Aunque los problemas hagan que desfallezcamos,
enséñanos a sentirte presente junto a nosotros y a tomar fuerzas de tu Evangelio para vivir
como tú nos has enseñado, en amor, en alegría y en paz.
Deseamos vivir cada uno de estos días en preparación para tu Pascua, que es signo
de libertad. Te pedimos nos ayudes a vivir tu Pascua de tal forma que nos liberemos de todo
aquello que nos ata y podamos así vivir en la libertad de buscar, aceptar y promover todo lo
que es bueno. Queremos morir junto a ti al pecado que nos esclaviza y resucitar contigo a
una vida nueva.
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(Ahora todos se toman de las manos y hacen el siguiente compromiso cuaresmal:
Todos: Padre nuestro, que estás en el cielo, durante esta Cuaresma transforma nuestro
egoísmo en generosidad; por nuestra parte nos comprometemos a transformar la oscuridad
y el dolor en vida y alegría, ayudándonos a nosotros mismos reconociendo que hemos
pecado, que no hemos actuado siempre de forma correcta, ayudando a quienes nos
necesitan y regalando una sonrisa y un abrazo a quienes sufren. Por Jesucristo, nuestro
hermano y salvador. Amén.
Campaña Misionera
Tiempo de Pascua
Acción a realizar: Bendición de los hogares (propuesta de la Comisión de Pastoral
Familiar)
BENDICIÓN Y CONSAGRACIÓN
DEL HOGAR Y DE LA FAMILIA
Saludo del Guía: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Guía: Que la paz de Dios esté con todos los que habitan en esta casa.
Todos: Y con tu espíritu.
Monición:
Queridos hermanos, dirijamos nuestra ferviente oración a Cristo, que quiso nacer de la
Virgen María y habitó entre nosotros, para que se digne entrar en esta casa y bendecirla con
su presencia. Cristo, el Señor, esté aquí en medio de ustedes, fomente su caridad de
hermanos, participe en sus alegrías y los consuele en las tristezas. Y ustedes, guiados por
las enseñanzas y ejemplos de Cristo, procuren, ante todo, que su familia, para la que hoy
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pedimos bendición sea hogar de caridad, desde donde se difunda ampliamente la fragancia
de Cristo.
ORACIÓN DE BENDICIÓN Y CONSAGRACIÓN POR LA FAMILIA
Señor, haz de nuestro hogar un sitio de tu amor;
que no haya injuria porque Tú nos das comprensión;
que no haya amargura porque Tú nos bendices;
que no haya egoísmo porque Tú nos alientas;
que no haya rencor porque Tú nos das perdón;
que no haya abandono porque Tú estás con nosotros;
que sepamos marchar hacia Ti en nuestro diario vivir;
que cada mañana amanezca un día más de entrega y sacrificio;
que cada noche nos encuentre con más amor de esposos;
Haz Señor de nuestras vidas que quisiste unir, una página llena de Ti.
Haz Señor de nuestros hijos lo que Tú anhelas;
ayúdanos a educarlos y orientarlos por Tu camino.
Que nos esforcemos en el consuelo mutuo.
Que hagamos de tu amor un motivo para amarte más.
Que demos lo mejor de nosotros para ser felices en el hogar.
Que cuando amanezca el gran día de ir a Tu encuentro
nos concedas el hallarnos unidos para siempre a ti. Amén.
Importancia de la oración en familia
Nos dice el Papa Francisco «La oración en familia es un medio privilegiado para expresar y
fortalecer esta fe pascual. Se pueden encontrar unos minutos cada día para estar unidos ante
el Señor vivo, decirle las cosas que preocupan, rogar por las necesidades familiares, orar
por alguno que esté pasando un momento difícil, pedirle ayuda para amar, darle gracias por
la vida y por las cosas buenas, pedirle a la Virgen que proteja con su manto de madre. Con
palabras sencillas, ese momento de oración puede hacer muchísimo bien a la familia.
(Exhortación Apostólica Postsinodal, La Alegría del Amor, #318).
Conclusión: Padre Nuestro, Ave María y Gloria al Padre
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Materiales para la
SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS
2017
Reconciliación.
El amor de Cristo nos apremia
(cf. 2 Co 5, 14-20)
A TODOS LOS QUE ORGANIZAN
LA SEMANA DE ORACIÓN
POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS
Buscar la unidad durante todo el año En el hemisferio norte la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos se celebra
tradicionalmente del 18 al 25 de enero. Estas fechas fueron propuestas en 1908 por Paul
Watson para cubrir el periodo entre la fiesta de san Pedro y la de san Pablo, que tienen un
hondo significado. En el hemisferio sur donde el mes de enero es tiempo de vacaciones de
verano, las Iglesias frecuentemente adoptan otras fechas para celebrar la Semana de
Oración, por ejemplo en torno a Pentecostés (sugerido por el movimiento Fe y Constitución
en 1926), que representa también otra fecha significativa para la unidad de la Iglesia.
Teniendo presente esta exigencia de flexibilidad, invitamos a utilizar estos materiales a lo
largo de todo el año para expresar el grado de comunión que las Iglesias ya han alcanzado y
para orar juntos para llegar a la plena unidad querida por Cristo.
Adaptar los textos Estos materiales se ofrecen con el entendimiento de que siempre que sea posible se
adaptarán para ser utilizados localmente. Al hacerlo, se deberán tener en cuenta las
prácticas litúrgicas y devocionales locales así como el contexto socio-cultural. Tal
adaptación debería hacerse a través de una colaboración ecuménica. En algunos lugares
estas estructuras ecuménicas para adaptar los materiales ya existen; en otros, esperamos que
la necesidad de que sean adaptados constituya un estímulo para la creación de estas
estructuras.
Cómo utilizar los textos de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos Para las Iglesias y las comunidades cristianas que celebran juntas la Semana de
Oración en un solo acto se ofrece un modelo de Celebración ecuménica.
Las Iglesias y las comunidades cristianas pueden igualmente incorporar a sus
propias celebraciones oraciones y textos de la Semana de Oración. Las oraciones de
la Celebración ecuménica y del Octavario y las reflexiones sobre los textos bíblicos
pueden también utilizarse según se considere oportuno en cada situación.
Las Iglesias y comunidades cristianas que celebran la Semana de Oración por la
Unidad de los Cristianos cada día de la semana, pueden encontrar sugerencias en los
textos propuestos para el Octavario.
A las personas que desean realizar estudios bíblicos sobre el tema de la Semana de
Oración, pueden servir de apoyo los textos y las reflexiones bíblicas propuestas para
55
el Octavario. Las reflexiones que se tengan cada día pueden terminar con un
momento final de oración de intercesión.
Para las personas que desean orar en privado, los textos de este folleto pueden
ayudar a focalizar las intenciones por las que oran y a que se sientan en comunión
con otros que en todo el mundo oran por una mayor unidad visible de la Iglesia de
Cristo.
TEXTO BÍBLICO PARA EL 2017 (2 Corintios 5, 14-20)
En todo caso, es el amor de Cristo el que nos apremia, al pensar que, si uno murió
por todos, todos en cierto modo han muerto. Cristo, en efecto, murió por todos, para que
quienes viven, ya no vivan más para sí mismos, sino para aquel que murió y resucitó por
ellos. Así que en adelante a nadie valoramos con criterios humanos. Y si en algún tiempo
valoramos a Cristo con esos criterios, ahora ya no. Quien vive en Cristo es una nueva
criatura; lo viejo ha pasado y una nueva realidad está presente.
Todo se lo debemos a Dios que nos ha puesto en paz con él por medio de Cristo y
nos ha confiado la tarea de llevar esa paz a los demás. Porque sin tomar en cuenta los
pecados de la humanidad, Dios hizo la paz con el mundo por medio de Cristo y a nosotros
nos ha confiado ese mensaje de paz. Somos, pues, embajadores de Cristo y es como si Dios
mismo os exhortara sirviéndose de nosotros. En nombre de Cristo os pedimos que hagáis
las paces con Dios. Al que no tuvo experiencia de pecado, Dios lo trató por nosotros como
al propio pecado, para que, por medio de él, experimentemos nosotros la fuerza salvadora
de Dios.
INTRODUCCIÓN AL TEMA PARA EL AÑO 2017 Reconciliación. El amor de Cristo nos apremia (cf. 2 Co 5, 14-20)
Alemania: Tierra de la Reforma luterana En 1517 Martín Lutero levantó preocupaciones acerca de lo que él consideraba
abusos en la Iglesia de su tiempo haciendo públicas sus 95 tesis. 2017 es el 500 aniversario
de este acontecimiento crucial en el movimiento de la Reforma que ha marcado la vida de
la Iglesia occidental a lo largo de muchos siglos. Este acontecimiento ha sido un tema
controvertido en la historia de las relaciones intereclesiales en Alemania también en los
últimos años. La Iglesia Evangélica de Alemania (EKD) ha estado preparando este
aniversario desde 2008, centrándose cada año en un aspecto concreto de la Reforma, por
ejemplo: la Reforma y la política o la Reforma y la educación. La EKD también ha invitado
a sus interlocutores ecuménicos en varios niveles a que ayuden a conmemorar los
acontecimientos de 1517.
Después de extensos y a veces difíciles debates, las Iglesias de Alemania han
alcanzado el acuerdo de que la forma de conmemorar ecuménicamente la Reforma debía
ser con una Christusfest, una celebración de Cristo. Si se pone el énfasis en Jesucristo y en
su obra reconciliadora como centro de la fe cristiana, los interlocutores ecuménicos de la
EKD (católicos romanos, ortodoxos, baptistas, metodistas, menonitas y otros) podrían
participar en las celebraciones del aniversario.
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Si se tiene en cuenta que la historia de la Reforma se ha caracterizado por una
dolorosa división, este es un logro muy considerable. La Comisión Luterano-Católico
Romana sobre la Unidad ha trabajado mucho para llegar a un entendimiento compartido de
la conmemoración. Su importante informe Del conflicto a la comunión reconoce que las
dos tradiciones se acercan a este aniversario en una época ecuménica, con los logros de 50
años de diálogo a sus espaldas y con una comprensión nueva de su propia historia y de la
teología. Separando lo que es polémico de las cosas buenas de la Reforma, los católicos
ahora son capaces de prestar sus oídos a los desafíos de Lutero para la Iglesia de hoy,
reconociéndole como un «testigo del evangelio» (Del conflicto a la comunión, 29). Y así,
después de siglos de mutuas condenas y vilipendios, los católicos y los luteranos en 2017
conmemorarán por primera vez juntos el comienzo de la Reforma.
De este acuerdo y del más amplio contexto ecuménico surge el potente tema de este
año de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos: «Reconciliación. El amor de
Cristo nos apremia (2 Co 5, 14)».
El Consejo de las Iglesias de Alemania (ACK) y el aniversario de la Reforma en 2017 El Consejo de las Iglesias de Alemania (ACK, siglas en alemán) lanzó varios
proyectos para conmemorar el 1517. Uno se titulaba: «Descubrir de nuevo los tesoros de la
Biblia». En él, de una forma que recordaba la importancia que Martín Lutero otorgaba al
significado de la Biblia, las Iglesias miembros del ACK redactaron textos que describían su
forma de aproximarse a la Biblia; estos se publicaron posteriormente en un folleto.
Además, el ACK puso en marcha una «peregrinación» simbólica a varios templos en
Wittenberg de las Iglesias miembros del Consejo. Cada congregación visitó, expresó y
celebró su propia relación única con la Biblia. En abril de 2015, el ACK también organizó
una conferencia con el título: «¿Divididos irreparablemente? ¿Una nueva bendición? 500
años de la Reforma desde distintas perspectivas ecuménicas», cuyas actas están publicadas.
En este contexto del aniversario, el Consejo de las Iglesias de Alemania (ACK),
invitado por el Consejo Mundial de las Iglesias, asumió la tarea de elaborar los materiales
para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos de este año. Un comité
compuesto por diez miembros que representaban distintas Iglesias se reunió tres veces en
2014/2015 para redactar los textos requeridos. Se puso un énfasis especial en la preparación
de la celebración ecuménica de la Semana. Los materiales deberían servir para la Semana
de Oración y al mismo tiempo para conmemorar la Reforma luterana.
El tema de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2017 Cuando el comité nacional alemán de planificación se reunió en otoño de 2014,
enseguida se vio con claridad que los materiales para esta Semana de Oración por la
Unidad de los Cristianos tendrían que poner dos énfasis: por un lado, debería haber una
celebración de la gracia y el amor de Dios, la «justificación de la humanidad a través de la
sola gracia», reflejando la preocupación principal de las Iglesias marcadas por la Reforma
de Martín Lutero. Por otro lado, también se debería reconocer el dolor por las profundas
divisiones subsiguientes que afligieron a la Iglesia, hablar claramente de culpa y ofrecer
una oportunidad para dar pasos hacia la reconciliación.
Finalmente, fue la Exhortación Apostólica del papa Francisco de 2013 Evangelii
Gaudium («La alegría del Evangelio») la que aportó el tema de este año, al utilizar la cita:
«El amor de Cristo nos apremia» (número 9). Con este texto de la Escritura (2 Co 5, 14),
tomado en el contexto de todo el quinto capítulo de la segunda Carta a los Corintios, el
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comité alemán formuló el tema para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos
2017.
El texto bíblico: 2 Co 5, 14-20 El texto bíblico subraya que la reconciliación es un don de Dios destinado a toda la
creación: «Porque sin tomar en cuenta los pecados de la humanidad, Dios hizo la paz con el
mundo (kosmos) por medio de Cristo y a nosotros nos ha confiado ese mensaje de paz»
(v.19). Como consecuencia de la acción de Dios, la persona que ha sido reconciliada en
Cristo está llamada a su vez a proclamar esta reconciliación con palabras y obras: «El amor
de Cristo nos apremia» (v.14). «Somos, pues, embajadores de Cristo y es como si Dios
mismo os exhortara sirviéndose de nosotros. En nombre de Cristo os pedimos que hagáis
las paces con Dios» (v.20). El texto pone de relieve que esta reconciliación no se da sin
sacrificio: Jesús entregó su vida, murió por todos. Los embajadores de la reconciliación
están llamados, en su nombre, a dar su vida de forma parecida. Ya no viven para sí mismos;
viven para aquel que por ellos murió.
Los ocho días y la celebración ecuménica El texto 2 Co 5,14-20 da forma a las reflexiones de los ocho días, que desarrollan
algunas de las enseñanzas teológicas de los diferentes versículos, como sigue:
Día 1: Uno murió por todos
Día 2: Ya no vivan más para sí mismos
Día 3: A nadie valoramos con criterios humanos
Día 4: Lo viejo ha pasado
Día 5: Una nueva realidad está presente Día 6: Dios nos ha reconciliado con él
Día 7: El ministerio de la reconciliación
Día 8: Reconciliados con Dios
En la celebración ecuménica, el hecho de que Dios ha reconciliado consigo el
mundo es motivo para celebrar. Pero esto también tiene que incluir nuestra confesión de
pecado antes de escuchar la proclamación de la Palabra y beber del profundo pozo de la
misericordia de Dios. Solo entonces podremos dar testimonio ante el mundo de que la
reconciliación es posible.
Apremiados a dar testimonio El amor de Cristo nos apremia a orar, pero también a ir más allá de nuestras
oraciones por la unidad entre los cristianos. Las Iglesias y las congregaciones necesitan el
don de la reconciliación con Dios como fuente de vida. Pero aún más, lo necesitan para su
testimonio común ante el mundo: «Te pido que todos vivan unidos. Como tú, Padre, estás
en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros. De este modo el mundo creerá que tú
me has enviado» (Juan 17, 21).
El mundo necesita embajadores de reconciliación que rompan barreras, construyan
puentes, hagan la paz, abran puertas a nuevas formas de vida en el nombre de aquel que nos
reconcilió con Dios, Jesucristo. Su Espíritu Santo nos conduce por el camino de la
reconciliación en su nombre.
Mientras se escribía este texto en 2015, muchas personas e Iglesias en Alemania
practicaban la reconciliación ofreciendo hospitalidad a los numerosos refugiados que
llegaban de Siria, Afganistán, Eritrea y de países de los Balcanes occidentales, buscando
protección y una nueva vida. La ayuda concreta y las importantes acciones que se llevaron
a cabo contra el odio al extranjero fueron un claro testimonio de reconciliación para la
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población alemana. Como embajadores de reconciliación, las Iglesias ayudaron
activamente a los refugiados a encontrar nuevas viviendas y, al mismo tiempo, intentaban
mejorar las condiciones de vida en sus países de origen. Actos concretos de ayuda son tan
necesarios como orar juntos por la reconciliación y la paz si queremos que aquellos que
están escapando de situaciones terribles puedan tener algo de esperanza y de consuelo.
¡Que la fuente de la gracia reconciliadora de Dios pueda manar en la Semana de
Oración de este año, de modo que muchas personas puedan encontrar paz y se puedan
construir puentes! ¡Que muchas personas e Iglesias sean apremiadas por el amor de Cristo a
vivir vidas reconciliadas y a derribar los muros que dividen!
CELEBRACIÓN ECUMÉNICA
Introducción Reconciliación. El amor de Cristo nos apremia
(cf. 2 Corintios 5, 14-20)
Conmemoración del 500 aniversario de la Reforma Las Iglesias en Alemania decidieron conmemorar este aniversario como una
Christusfest (una celebración ecuménica de Cristo). La Reforma fue la ocasión para volver
a centrarse en la salvación por la gracia a través de la fe en Jesucristo. Nos regocijamos en
la salvación de Dios que tiene su centro en la cruz de Cristo, que supera las divisiones y nos
une. Esta celebración confiesa sin medias tintas los pecados de división que siguieron a la
Reforma. Esta oración común quiere celebrar a Cristo y su acción reconciliadora que
mueve el corazón de los cristianos divididos a ser embajadores de Cristo como ministros de
la reconciliación.
Contenido de la celebración El tema «Reconciliación. El amor de Cristo nos apremia (2 Co 5, 14-20)» celebra la
irrevocable reconciliación que hemos recibido a través de la fe en Jesucristo. El amor de
Cristo es la fuerza motora que nos empuja a ir más allá de nuestras divisiones para realizar
actos de reconciliación.
Por medio de salmos y cantos nos reunimos en el nombre de Jesús alabando las
acciones maravillosas de Dios. Confesamos nuestros pecados de división y hacemos
nuestra petición de perdón. La proclamación de la Palabra pone de relieve la acción
reconciliadora de Cristo como «aquel que murió por todos» (v. 14). Los fieles responden a
esta Buena Noticia aceptando la invitación a ser ministros de reconciliación.
Actos simbólicos en la celebración
El muro El año 1989 vio la caída del muro de Berlín que dio comienzo al Movimiento de
Oración por la Paz en la República Democrática Alemana (Alemania del Este), con
personas poniendo velas en sus ventanas y puertas y orando por la libertad. Horst
Sindermann, uno de los líderes de la RDA, señaló: «Habíamos planificado todo. Estábamos
preparados para todo, pero no para velas y oraciones». Por este motivo representamos con
la construcción y el desmantelamiento de un muro la división de los cristianos y la
reconciliación que perseguimos. Esto puede volverse un símbolo de esperanza en cualquier
situación en que la división parece insuperable. De este modo, la construcción de un muro
59
simbólico en la confesión de los pecados, su presencia visible durante la proclamación de la
Palabra y, por último, su desmantelamiento para formar una cruz como signo de esperanza,
nos da fuerza para dar nombre a estas divisiones terribles y para superarlas con la ayuda de
Dios.
Orientaciones/Material: La construcción y el desmantelamiento del muro «La división debida a nuestro pecado»: después de una breve introducción, algunos
miembros de la asamblea construirán un muro de separación para representar los pecados y
la división que confesamos. Este muro se mantendrá en pie hasta el momento de la
celebración titulado «Responde con fe, vive reconciliado». En este momento las piedras se
quitarán del muro y se dispondrán en forma de cruz.
Dependiendo del tamaño del lugar de la celebración, se necesitarán los siguientes
materiales para esta acción simbólica: 12 cajas del mismo tamaño (cajas de transporte, cajas
de zapatos) recubiertas de papel de embalaje para simbolizar las piedras. En la parte frontal
de cada caja se escribirá un concepto clave (falta de amor, odio y desprecio, acusación
falsa, discriminación, persecución, comunión rota, intolerancia, guerras de religión,
división, abuso de poder, aislamiento, orgullo). Mientras se proclama cada pecado, se
coloca la piedra en su lugar para ir construyendo el muro. Después de un momento de
silencio, los que han llevado la piedra hacen una petición de perdón a la que la asamblea
contesta: «perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que pecan contra
nosotros».
Después de la proclamación de la Palabra que termina con el sermón, se hace una
oración por la reconciliación. Mientras se desmantela el muro y las piedras se colocan en
forma de cruz, se canta un canto de reconciliación o un himno de alabanza a la cruz.
En las celebraciones con grupos pequeños, una alternativa podría ser sustituir o ampliar los
conceptos clave con testimonios personales. En la primera parte, estos testimonios deberían
referirse a situaciones que han causado daño a los demás. En la segunda parte de la
respuesta de fe, se podrían contar historias de reconciliación y de actos de reparación.
Velas Después del Credo se proponen cuatro plegarias de intercesión. Después de cada
petición, tres personas encienden sus velas de una fuente central de luz (por ejemplo, un
cirio pascual) y se quedan de pie alrededor de la cruz hasta el momento titulado «mandato
de Cristo». Después del mandato, las tres personas pasan la luz al resto de la asamblea hasta
que todas las personas tengan encendidas sus velas. La celebración termina con una
bendición y el envío.
DESARROLLO DE LA CELEBRACIÓN
Destinados a proclamar las grandezas de Dios
(cfr. 1 Pedro 2, 9)
P Presidente
A Asamblea
L Lector
I. Reunidos en el nombre de Jesús Himno de entrada (elegido localmente)
Procesión con la Biblia / Leccionario
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Apertura P En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
A Amén. P La gracia y la paz de Dios, que nos ha reconciliado consigo por medio de Jesucristo, esté
con todos vosotros (2 Co 5, 18).
A Y también contigo.
Palabras introductorias P Queridos hermanos y hermanas en Cristo: este año muchos cristianos e Iglesias
conmemoran el aniversario de la Reforma. San Pablo nos recuerda que Dios nos ha
reconciliado consigo por medio de Jesucristo y que el amor de Cristo nos apremia a ser
ministros de reconciliación. ¡Adoremos y alabemos juntos a Dios en la unidad del Espíritu
Santo!
Salmo 98 (cantado) o un himno de alabanza
II. Divididos por nuestros pecados (arrepentimiento)
Invitación al arrepentimiento P A lo largo de la historia han existido muchos movimientos de renovación en la Iglesia,
que siempre está necesitada de una mayor conversión a su cabeza, Jesucristo. A veces estos
movimientos han dado lugar a divisiones no queridas. Este hecho contradice lo que Jesús
pidió al Padre en Juan 17, 23: «Como tú vives en mí, vivo yo en ellos para que alcancen la
unión perfecta y así el mundo reconozca que tú me has enviado y que los amas a ellos como
me amas a mí». ¡Confesemos nuestros pecados y oremos para obtener el perdón y la
sanación de las heridas que han causado nuestras divisiones! Mientras nombramos estos
pecados veremos cómo se van transformando en un muro que nos separa.
Silencio
P Oremos: Dios y Padre del cielo, nos acercamos a ti en el nombre de Jesús.
Experimentamos la vida nueva a través del Espíritu Santo, pero seguimos construyendo
muros que nos dividen, muros que impiden la comunión y la unidad. Traemos hoy estas
piedras con las que construimos nuestros muros y oramos para obtener perdón y sanación.
A Amén.
Mientras se nombra cada pecado, se trae la piedra correspondiente para construir el
muro. Después de un momento de silencio, el portador de la piedra [L] hace una petición
de perdón y la asamblea contesta: «perdónanos nuestros pecados como nosotros
perdonamos a los que pecan contra nosotros».
P Una piedra de nuestro muro es «falta de amor».
Se coloca la piedra con el concepto clave «falta de amor».
L1 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos perdón por todas las
veces en las que no hemos amado. Oramos humildemente:
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A Perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que pecan contra
nosotros.
P Una piedra de nuestro muro es «odio y desprecio».
Se coloca la piedra con el concepto clave «odio y desprecio».
L2 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos perdón por nuestro odio
y desprecio de unos contra otros. Oramos humildemente:
A Perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que pecan contra
nosotros.
P Una piedra de nuestro muro es «falsa acusación».
Se coloca la piedra con el concepto clave «falsa acusación».
L3 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos perdón por denunciar y
acusarnos falsamente unos a otros. Oramos humildemente:
A Perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que pecan contra
nosotros.
P Una piedra de nuestro muro es «discriminación».
Se coloca la piedra con el concepto clave «discriminación».
L4 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos perdón por todas las
formas de prejuicios y discriminaciones de unos contra otros. Oramos humildemente:
A Perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que pecan contra
nosotros.
Respuesta cantada: « ¡Perdónanos, Señor!»
Los comités locales eligen sus propias respuestas cantadas.
P Una piedra de nuestro muro es «persecución».
Se coloca la piedra con el concepto clave «persecución».
L5 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos perdón por perseguir y
torturarnos unos a otros. Oramos humildemente:
A Perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que pecan contra
nosotros.
P Una piedra de nuestro muro es «comunión rota».
Se coloca la piedra con el concepto clave «comunión rota».
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L6 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos perdón por mantener
rota la comunión entre nuestras Iglesias. Oramos humildemente:
A Perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que pecan contra
nosotros.
P Una piedra de nuestro muro es «intolerancia».
Se coloca la piedra con el concepto clave intolerancia».
L7 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos perdón por desterrar a
nuestros hermanos y hermanas de nuestra patria común en el pasado y por los actos de
intolerancia religiosa de hoy. Oramos humildemente:
A Perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que pecan contra
nosotros.
P Una piedra de nuestro muro es «guerras de religión».
Se coloca la piedra con el concepto clave «guerras de religión».
L8 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos perdón por todas las
guerras que hemos librado unos contra otros en su nombre. Oramos humildemente:
A Perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que pecan contra
nosotros.
Respuesta cantada: « ¡Perdónanos, Señor!»
P Una piedra de nuestro muro es «división».
Se coloca la piedra con el concepto clave «división».
L9 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos perdón por vivir nuestras
vidas cristianas divididos unos de otros y alejados de nuestra común vocación a favor de
toda la creación. Oramos humildemente:
A Perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que pecan contra
nosotros.
P Una piedra de nuestro muro es «abuso de poder».
Se coloca la piedra con el concepto clave «abuso de poder».
L10 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos perdón por nuestro
abuso de poder. Oramos humildemente:
A Perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que pecan contra
nosotros.
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P Una piedra de nuestro muro es «aislamiento».
Se coloca la piedra con el concepto clave «aislamiento».
L11 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos perdón por las veces en
las que nos hemos aislado de nuestros hermanos y hermanas cristianos y de las
comunidades en las que vivimos. Oramos humildemente:
A Perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que pecan contra
nosotros.
P Una piedra de nuestro muro es «orgullo».
Se coloca la piedra con el concepto clave «orgullo».
L12 Dios de bondad, el amor de Cristo nos apremia a que pidamos perdón por nuestro
orgullo. Oramos humildemente:
A Perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que pecan contra
nosotros.
Respuesta cantada: « ¡Perdónanos, Señor!»
P Oremos: Señor, Dios nuestro, mira este muro que hemos construido, que nos separa de ti
y de los demás. ¡Perdónanos nuestros pecados! ¡Sánanos! ¡Ayúdanos a superar todos los
muros de división y haznos uno en ti!
A Amén.
Himno/Canto/Música meditativa
III. Reconcíliate con Dios, escucha la Palabra de Dios
Primera lectura: Ezequiel 36, 25-27
Salmo responsorial: Salmo 18, 25-32 (cantado)
Respuesta: Te amo, Señor, fortaleza mía. Eres fiel con quien es fiel,
honrado con el honrado,
sincero con el sincero,
sagaz con el retorcido.
Porque tú salvas al pueblo humillado
y abates las miradas altivas.
Respuesta: Te amo, Señor, fortaleza mía. Tú enciendes mi lámpara, Señor,
iluminas, ¡oh Dios!, mi oscuridad.
Contigo me lanzo al asalto,
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con mi Dios franqueo la muralla.
El camino de Dios es perfecto,
la palabra del Señor exquisita;
es un escudo para los que en él confían.
Pues, ¿quién es Dios, aparte del Señor?
¿Quién una fortaleza, sino nuestro Dios?
Dios es quien me ciñe de fuerza
y hace perfecto mi camino.
Respuesta: Te amo, Señor, fortaleza mía.
Segunda lectura: 2 Co 5, 14-20
Aleluya (cantado)
Evangelio: Lucas 15, 11-24
Aleluya (cantado)
Sermón
IV. Responde con fe, vive reconciliado Mientras se desmantela el muro y se colocan las piedras en forma de cruz, se canta un
canto de reconciliación o un himno a la gloria de la cruz.
P Oremos: Dios de bondad y Padre del cielo, hemos escuchado tu Palabra de la
reconciliación contigo por medio de tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor. Por la fuerza del
Espíritu Santo transforma nuestros corazones de piedra. Ayúdanos a ser ministros de
reconciliación y a sanar las divisiones en nuestras Iglesias para que podamos servirte mejor
como instrumentos de tu paz en el mundo.
A Amén.
La paz P La paz del Señor esté siempre con vosotros.
Démonos una señal de paz.
Himno/Canto
(Colecta/Ofertorio)
V. Responde con fe, proclama la reconciliación
Credo
Oraciones de intercesión
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Después de cada petición, tres personas encienden sus velas de una fuente central de luz
(por ejemplo, un cirio pascual) y se quedan de pie junto a la cruz hasta el momento
titulado «mandato de Cristo».
L1 Dios todopoderoso, has enviado a tu Hijo Jesucristo para reconciliar al mundo contigo.
Te alabamos por aquellos que mandas en el poder del Espíritu a proclamar el Evangelio a
todas las naciones. Te damos gracias porque en todas las partes del mundo ha surgido una
comunidad de amor reunida por sus oraciones y sus trabajos y de que en todas partes tus
siervos invocan tu nombre. Que tu Espíritu despierte en cada comunidad hambre y sed de
unidad en ti. Oremos al Señor:
Respuesta cantada/rezada: Señor, escucha nuestra oración.
Se debe dejar suficiente tiempo para que los ministros enciendan sus velas del cirio
pascual.
L2 Dios de bondad, oramos por nuestras Iglesias. Llénalas de toda paz y verdad. Donde la
fe se ha corrompido, purifícala; donde las personas se pierden, redirígelas; donde dejan de
proclamar el Evangelio, refórmalas; donde dan testimonio de lo que es justo, refuérzalas;
donde pasan necesidad, atiéndelas; donde están divididas, reúnelas. Oremos al Señor:
Respuesta cantada/rezada: Señor, escucha nuestra oración.
Se debe dejar suficiente tiempo para que los ministros enciendan sus velas del cirio
pascual.
L3 Dios creador, nos has hecho a tu imagen y nos has redimido por medio de Jesucristo, tu
Hijo. Mira con compasión a toda la familia humana; quita de nosotros la soberbia y el odio
que infectan nuestros corazones; rompe los muros que nos separan; únenos con lazos de
amor. Y también en nuestras debilidades, sigue obrando para realizar tu propósito en el
mundo, para que todos los pueblos y las naciones te puedan servir en armonía en torno a tu
trono celestial. Oremos al Señor:
Respuesta cantada/rezada: Señor, escucha nuestra oración.
Se debe dejar suficiente tiempo para que los ministros enciendan sus velas del cirio
pascual.
L4 Espíritu Santo, dador de vida, hemos sido creados para llegar a la plenitud en ti y
compartir esta vida con nuestros hermanos y hermanas en el mundo. Despierta en cada uno
de nosotros tu compasión y tu amor. Danos fuerza y valor para luchar por la justicia en
nuestros vecindarios, para construir la paz dentro de nuestras familias, para confortar a los
enfermos y moribundos y para compartir todo lo que tenemos con los que pasan necesidad.
Por la transformación de cada corazón humano, oremos al Señor:
Respuesta cantada/rezada: Señor, escucha nuestra oración.
Se debe dejar suficiente tiempo para que los ministros enciendan sus velas del cirio
pascual.
Oración del Señor
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Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria
por los siglos de los siglos. Amén.
VI. Embajadores de Cristo, ministros de reconciliación
Mandato de Cristo Los doce ministros pasan la luz a través de la asamblea hasta que cada persona tenga una
vela encendida.
P Una vela encendida es un signo profundamente humano: ilumina la oscuridad, da calor y
seguridad y crea comunidad. Es signo de Cristo, luz del mundo. Como embajadores de
Cristo llevaremos esta luz al mundo, a los lugares oscuros en los que las luchas, los
desacuerdos y las divisiones impiden un testimonio común. ¡Que la luz de Cristo produzca
la reconciliación en nuestros pensamientos, palabras y obras!
¡Recibe la luz de Cristo y llévala a los lugares oscuros de nuestro mundo! ¡Sé ministro
de reconciliación! ¡Sé embajador de Cristo!
Bendición y envío P A ti clamamos, Dios rico en misericordia:
¡Que todos los que buscan la reconciliación experimenten tu ayuda
para que puedan proclamar tus obras maravillosas de Amor!
Pedimos esto en el nombre de tu Hijo, Jesucristo, nuestro Señor.
A Amén.
P Que la bendición de Dios todopoderoso, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo descienda
sobre vosotros y permanezca siempre.
A Amén.
P Podéis ir en la paz de Dios.
A Demos gracias a Dios.
Himno/canto
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REFLEXIONES BÍBLICAS
Y ORACIONES PARA EL OCTAVARIO
DÍA 1 Uno murió por todos (2 Corintios 5, 14)
Isaías 53, 4-12 Entregó su vida como ofrenda expiatoria
Salmo 118, 1. 14-29 No me ha entregado a la muerte
1 Juan 2, 1-2 Jesucristo murió para que nuestros pecados sean perdonados
Juan 15, 13-17 Dar la vida por los amigos
Comentario
Cuando Pablo se convirtió a Cristo llegó a un entendimiento radicalmente nuevo:
una persona murió por todos. Jesús no murió solo por su pueblo, ni solo por aquellos que
simpatizaban con sus enseñanzas. Murió por todos los pueblos, pasados, presentes y
futuros. Muchos cristianos, fieles al Evangelio, han entregado sus vidas por sus amigos a lo
largo de los siglos. Una de estas personas fue el franciscano Maximiliano Kolbe, que fue
encarcelado en el campo de concentración nazi de Auschwitz, y que en 1941,
voluntariamente, entregó su vida para que un compañero prisionero pudiera vivir.
Ya que Cristo murió por todos, «todos en cierto modo han muerto» (2 Co 5, 14).
Muriendo con Cristo, nuestro viejo modo de vida se ha vuelto una cosa del pasado y hemos
entrado en una nueva forma de existencia: la vida en abundancia –una vida en la que
podemos experimentar consuelo, confianza y perdón, también hoy– una vida que continúa
teniendo sentido también después de la muerte. Esta nueva vida es vida en Dios.
Habiendo llegado a este entendimiento, Pablo sentía que el amor de Cristo lo
apremiaba a predicar la Buena Noticia de la reconciliación con Dios. Las Iglesias cristianas
comparten este mismo mandato de proclamar el mensaje evangélico. Debemos
preguntarnos a la luz de nuestras divisiones cómo podemos anunciar este Evangelio de la
reconciliación.
Preguntas ¿Qué significa decir que Jesús «murió por todos»?
El pastor alemán Dietrich Bonhoeffer escribía: «Soy hermano de otra persona
gracias a lo que Jesucristo hizo por mí y me hizo a mí; la otra persona se ha vuelto
un hermano para mí gracias a lo que Jesucristo hizo por él». ¿Cómo afecta esto a la
forma en la que veo a los demás?
¿Cuáles son las consecuencias de esto para el diálogo ecuménico e interreligioso?
Oración Dios y Padre,
en Jesús nos diste a aquel que murió por todos.
Él vivió nuestra vida y murió nuestra muerte.
68
Tú aceptaste su sacrificio y lo elevaste a una nueva vida junto a ti.
Concédenos a nosotros, que hemos muerto con él,
poder hacernos uno por el Espíritu Santo,
y vivir en la abundancia de tu divina presencia
ahora y por siempre. Amén
DÍA 2 Ya no vivan más para sí mismos (2 Corintios 5, 15)
Miqueas 6, 6-8 Se te ha hecho conocer lo que está bien
Salmo 25, 1-5 Señor, muéstrame tus caminos
1 Juan 4, 19-21 Amemos, pues, nosotros porque Dios nos amó primero
Mateo 16, 24-26 El que entregue su vida por mi causa, ese la encontrará
Comentario
Por medio de la muerte y la resurrección de Jesucristo hemos sido liberados de
crearnos nuestro propio sentido y de vivir solo a partir de nuestras fuerzas. Por el contrario,
vivimos en el poder dador de vida de Cristo, que vivió, murió y resucitó por nosotros.
Cuando «perdemos» nuestra vida por él, la encontramos.
Los profetas se enfrentaron constantemente a la pregunta acerca del modo correcto
de vivir cara a Dios. El profeta Miqueas encontró una respuesta muy clara a esta pregunta:
«respetar el derecho, practicar con amor la misericordia y caminar humildemente con tu
Dios». El autor del salmo 25 sabía que no podemos hacer esto por nuestra cuenta y clamaba
a Dios para que le diera luz y fuerza.
En los últimos años, el aislamiento social y la creciente soledad se han vuelto
asuntos importantes en Alemania, como también en otras sociedades contemporáneas. Los
cristianos están llamados a desarrollar nuevas formas de vida comunitaria en las que
compartimos nuestros medios de sustento con los demás y afianzamos la ayuda entre las
generaciones. El llamamiento evangélico a no vivir para nosotros mismos sino para Cristo
es también un llamamiento a abrirnos a los demás y a romper las barreras que nos aíslan.
Preguntas ¿De qué manera nuestra cultura nos tienta a vivir solo para nosotros mismos en vez
de para los demás?
¿De qué formas podemos vivir para los demás en nuestra vida de todos los días?
¿Cuáles son las implicaciones ecuménicas del llamamiento a no vivir ya para
nosotros mismos?
Oración Dios Padre nuestro,
en Jesucristo nos has liberado para una vida que va más allá de nosotros mismos.
Condúcenos con tu Espíritu
y ayúdanos a vivir nuestras vidas como hermanos y hermanas en Cristo,
que vivió, sufrió, murió y resucitó por nosotros
y que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
69
DÍA 3 A nadie valoramos con criterios humanos(2 Corintios 5, 16)
1 Samuel 16, 1. 6-7 Pues vosotros os fijáis en las apariencias, pero yo miro al corazón
Salmo 19, 7-13 El mandamiento del Señor es nítido, llena los ojos de luz
Hechos 9, 1-19 Saulo se convierte en Pablo
Mateo 5, 1-12 Las bienaventuranzas
Comentario Encontrarse con Cristo cambia todo de arriba a abajo. Pablo tuvo esa experiencia de
camino a Damasco. Por primera vez pudo ver a Jesús como quien era realmente: el
Salvador del mundo. Su perspectiva cambió radicalmente. Tuvo que poner a un lado su
juicio humano y mundano.
Encontrarnos con Cristo cambia también nuestra perspectiva. Sin embargo, muchas
veces permanecemos en el pasado y juzgamos según criterios humanos. Pretendemos decir
y hacer cosas «en el nombre del Señor», cuando en realidad pueden ser autorreferenciales.
A lo largo de la historia, en Alemania y en muchos otros países, tanto las Iglesias como los
gobernantes han abusado de su poder e influencia para perseguir fines políticos injustos.
En 1741, los cristianos de la Iglesia de Moravia (Herrnhuter), transformados por su
encuentro con Cristo, respondieron al llamamiento de no valorar a nadie con criterios
humanos y eligieron «someterse al gobierno de Cristo». Al someternos nosotros hoy al
gobierno de Cristo, estamos llamados a ver a los demás como los ve Dios, sin desconfianza
ni prejuicios.
Preguntas ¿Dónde puedo identificar yo experiencias de Damasco en mi vida?
¿Qué es lo que cambia cuando miramos a los demás cristianos y a las personas de
otras confesiones con los ojos de Dios?
Oración Dios trino, eres el origen y el fin de todo lo que existe.
Perdónanos cuando solo pensamos en nosotros mismos
y nos ciegan nuestros propios criterios.
Enséñanos a ser amables, acogedores y misericordiosos,
para que podamos crecer en la unidad que es un don tuyo.
A ti sea el honor y la alabanza por los siglos de los siglos. Amén.
DÍA 4 Lo viejo ha pasado (2 Corintios 5, 17)
Génesis 19, 15-26 No mires atrás
Salmo 77, 5-15 Dios es siempre fiel
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Filipenses 3, 7-14 Olvido lo que he dejado atrás
Lucas 9, 57-62 Pon tu mano en el arado
Comentario Muchas veces vivimos desde el pasado. Mirar atrás puede ser útil y con frecuencia
es necesario para sanar la memoria, pero también nos puede paralizar y nos puede impedir
vivir en el presente. El mensaje de Pablo aquí es liberador: «lo viejo ha pasado».
La Biblia nos anima a tener en cuenta el pasado, a tomar fuerzas de la memoria y a
recordar lo que Dios ha hecho, pero también nos pide dejar lo viejo, incluso lo que ha sido
bueno, para poder seguir a Cristo y vivir una vida nueva en él.
A lo largo de este año muchos cristianos están conmemorando la labor de Martín
Lutero y de otros reformadores. La Reforma cambió muchas cosas en la vida de la Iglesia
de occidente. Muchos cristianos dieron un testimonio heroico y muchos fueron renovados
en su vida cristiana. Al mismo tiempo, como nos muestra la Escritura, es importante que el
pasado no nos limite, sino que dejemos que el Espíritu Santo nos abra a un nuevo futuro en
el que se superen las divisiones y el pueblo de Dios sea salvado.
Preguntas ¿Qué podemos aprender al leer juntos la historia de nuestras divisiones y
desconfianzas?
¿Qué debe cambiar en mi Iglesia para superar las divisiones y fortalecer lo que nos
une?
Oración Señor Jesucristo,
el mismo ayer, hoy y siempre.
Cura las heridas de nuestro pasado;
bendice hoy nuestra peregrinación hacia la unidad
y condúcenos hacia tu futuro,
en el que serás todo en todos,
con el Padre y el Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos. Amén.
DÍA 5 Una nueva realidad está presente (2 Corintios 5, 17)
Ezequiel 36, 25-27 Os daré un corazón nuevo
Salmo 126 Estamos alegres
Colosenses 3, 9-17 Renovados en Cristo
Juan 3, 1-8 Nacer del Espíritu
Comentario Pablo se encontró con Cristo, el Señor resucitado, y se convirtió en una persona
nueva, así como le pasa a todos los que creen en Cristo. Esta nueva realidad no es visible a
71
simple vista. Es una realidad de fe. Dios vive en nosotros por el poder del Espíritu Santo y
nos hace participar en la vida de la Trinidad.
Por este acto de nueva creación se supera el pecado original y se nos inserta en una
relación salvífica con Dios. De ahí que se puedan decir cosas verdaderamente
extraordinarias de nosotros. Como dijo Pablo: en Cristo somos una nueva criatura; en su
resurrección la muerte ha sido vencida; ninguna persona o cosa nos puede arrebatar de las
manos de Dios; somos uno en Cristo y él vive en nosotros. En Cristo somos «un reino de
sacerdotes» (Ap 5, 10), al darle gracias por haber vencido la muerte y al proclamar la
promesa de una nueva creación.
Esta nueva vida se hace visible cuando le permitimos que tome forma en nosotros y
nos volvemos «compasivos, benignos, humildes, pacientes y comprensivos». También tiene
que hacerse visible en nuestras relaciones ecuménicas. Una convicción común en muchas
Iglesias es que cuanto más estemos en Cristo, más cerca estaremos unas de otras. De un
modo especial en este 500 aniversario de la Reforma, recordamos tanto los éxitos como
también las tragedias de nuestra historia. El amor de Cristo nos apremia a vivir como
nuevas criaturas, buscando activamente la unidad y la reconciliación.
Preguntas ¿Qué es lo que me ayuda a reconocer que soy una nueva creación en Cristo?
¿Qué pasos tengo que dar para vivir mi nueva vida en Cristo?
¿Cuáles son las implicaciones ecuménicas de ser una nueva creación?
Oración Dios trino, te nos has revelado como Padre y Creador, como Hijo y Salvador, como
Espíritu y dador de vida, y sin embargo eres uno. Superas y trasciendes nuestras fronteras
humanas y nos renuevas. Danos un corazón nuevo para superar todo lo que pone en peligro
nuestra unidad en ti. Lo pedimos en el nombre de Jesucristo, por el poder del Espíritu
Santo. Amén.
DÍA 6 Dios nos ha reconciliado con él (2 Corintios 5, 18)
Génesis 17, 1-8 Dios hace una alianza con Abrahán
Salmo 98 Los confines de la tierra han visto la victoria de nuestro Dios
Romanos 5, 6- Dios nos ha restablecido en su amistad por la muerte de Cristo
Lucas 2, 8-14 Traer una Buena Noticia
Comentario La reconciliación tiene dos caras: es al mismo tiempo fascinante y aterrador. Nos
atrae de modo que la deseamos: dentro de nosotros, entre nosotros y entre nuestras
diferentes tradiciones confesionales. Pero nos damos cuenta del precio a pagar y esto nos
aterra, ya que la reconciliación implica renunciar a nuestro deseo de poder y de
reconocimiento. En Cristo, Dios nos reconcilia gratuitamente consigo, aunque nos hayamos
separado de él. La acción de Dios, sin embargo, trasciende también esto: Dios no solo
reconcilia consigo a la humanidad, sino a toda la creación.
72
En el Antiguo Testamento Dios es fiel y misericordioso con el pueblo de Israel, con
el que hizo una alianza. Esta alianza sigue vigente: «los dones y el llamamiento divinos son
irrevocables» (Rm 11, 29). Jesús, que inauguró la nueva alianza en su sangre, era un hijo de
Israel. Muchas veces a lo largo de la historia nuestras Iglesias han fallado a la hora de
reconocer esto. Desde el Holocausto se ha vuelto un compromiso distintivo de las Iglesias
en Alemania combatir el antisemitismo. Del mismo modo, todas las Iglesias están llamadas
a llevar a cabo la reconciliación en sus comunidades y a resistir cualquier forma de
discriminación humana, ya que todos somos parte de la alianza de Dios.
Preguntas ¿En cuánto comunidades cristianas, cómo entendemos el formar parte de la alianza
de Dios?
¿Qué tipos de discriminación deben combatir nuestras Iglesias hoy en nuestra
sociedad?
Oración Dios misericordioso, desde el amor hiciste una alianza con tu pueblo. Danos fuerza
para resistir toda forma de discriminación. Haz que el don de tu alianza de amor nos llene
de alegría y nos inspire una mayor unidad. Te lo pedimos por medio de Jesucristo, el Señor
resucitado, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
DÍA 7 El ministerio de la reconciliación (2 Corintios 5, 18-19)
Génesis 50, 15-21 José se reconcilia con sus hermanos
Salmo 72 El reino de Dios trae justicia y paz
1 Juan 3, 16b-21 El amor de Dios nos obliga a amarnos unos a otros
Juan 17, 20-26 Jesús ora por la unidad de la Iglesia
Comentario La reconciliación entre Dios y la humanidad es la realidad central de nuestra fe
cristiana. Pablo estaba convencido de que el amor de Cristo nos apremia a hacer que la
reconciliación de Dios se haga presente en todos los ámbitos de nuestra vida. Hoy en día
esto nos lleva a examinar nuestras conciencias acerca de nuestras divisiones. Como
demuestra la historia de José, Dios siempre otorga la gracia necesaria para sanar las
relaciones rotas.
Los grandes reformadores como Martín Lutero, Ulrico Zuinglio y Juan Calvino,
como también muchos que permanecieron católicos, como Ignacio de Loyola, Francisco de
Sales y Carlos Borromeo, intentaron conseguir que la Iglesia occidental se renovara. Sin
embargo, lo que debería haber sido una historia de la gracia de Dios, estuvo también
marcada por el pecado de los hombres y se volvió una historia del desgarramiento de la
unidad del pueblo de Dios. De la mano del pecado y de las guerras, la hostilidad mutua y la
sospecha fueron creciendo a lo largo de los siglos.
El ministerio de la reconciliación incluye la tarea de superar las divisiones dentro
del cristianismo. Hoy en día, muchas Iglesias cristianas trabajan juntas con mutuo respeto y
73
confianza. Un ejemplo positivo de reconciliación ecuménica es el diálogo entre la
Federación Luterana Mundial y el Congreso Mundial Menonita. Después de que se hicieron
públicos los resultados de este diálogo en el documento «La sanación de las memorias:
reconciliación por medio de Cristo», las dos entidades organizaron juntas una celebración
penitencial en 2010 que fue seguida de otras celebraciones penitenciales por toda Alemania
y en muchos otros países.
Preguntas ¿Dónde percibimos la necesidad de un ministerio de la reconciliación en nuestro
contexto?
¿Cómo estamos haciendo frente a esta necesidad?
Oración Dios de toda bondad,
te damos gracias por habernos reconciliado
a nosotros y a toda la creación contigo en Cristo.
Capacítanos a nosotros, a nuestras congregaciones
y a nuestras Iglesias para el ministerio de la reconciliación.
Sana nuestros corazones y ayúdanos a propagar tu paz.
«Donde haya odio, que sembremos amor; donde haya ofensa, perdón;
donde haya duda, fe; donde haya desesperación, esperanza;
donde haya tinieblas, luz; donde haya tristeza, gozo».
Te lo pedimos en el nombre de Jesucristo,
por el poder del Espíritu Santo. Amén.
DÍA 8 Reconciliados con Dios (2 Corintios 5, 20)
Miqueas 4, 1-5 En los últimos días reinará la justicia
Salmo 87 Maravillas se cuentan de ti, ciudad de Dios
Apocalipsis 21, 1-5a Dios hará un cielo nuevo y una tierra nueva
Juan 20, 11-18 Encontrarse con el Señor resucitado lleva a la misión personal
Comentario ¿Y si...? ¿Y si las profecías de la Biblia se hicieran realidad? ¿Y si las guerras entre
los pueblos se detuvieran y se hicieran de las armas instrumentos de vida? ¿Y si la justicia
de Dios y la paz reinaran, una paz que fuera más que la simple ausencia de guerra? ¿Y si
toda la humanidad se juntara para una celebración en la que ni tan siquiera se marginara a
una persona? ¿Y si no hubiera ya luto, ni llanto, ni muerte? Sería la plenitud de la
reconciliación realizada por Dios en Jesucristo. ¡Sería el cielo!
Los salmos, los cánticos y los himnos cantan el día cuando toda la creación llegada
a su plenitud finalmente alcance su meta, el día en que Dios será «todo en todos». Hablan
de la esperanza cristiana, del cumplimiento del reino de Dios en el que el sufrimiento se
convertirá en alegría. En aquel día, la Iglesia será revelada en su hermosura y gracia como
el único cuerpo de Cristo. Siempre que nos reunimos en el Espíritu para cantar juntos el
74
cumplimiento de las promesas de Dios, se abren los cielos y empezamos a bailar aquí y
ahora al son de la melodía de la eternidad.
Puesto que ya podemos experimentar esta presencia del cielo, celebremos juntos.
Podemos sentirnos inspirados para compartir imágenes, poesías y cantos de nuestra
tradición particular. Estos recursos pueden abrir espacios para que experimentemos nuestra
fe común y nuestra esperanza del Reino de Dios.
Preguntas ¿Cómo te imaginas el cielo?
¿Qué canciones, historias, poesías e imágenes de tu tradición te transmiten la
sensación de estar participando en la realidad de la eternidad de Dios?
Oración Dios trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te damos gracias por esta Semana de
Oración, por estar juntos como cristianos y por los distintos modos en que hemos sentido tu
presencia. Haz que siempre podamos alabar juntos tu santo nombre para que podamos
seguir creciendo en la unidad y la reconciliación. Amén.
Gloria canten a ti
las humanas y angélicas lenguas
con arpas y címbalos.
De doce perlas son las puertas
de tu ciudad; seremos compañeros
de los ángeles en torno a tu alto trono.
Ojo ninguno ha visto,
ni oído alguno percibió
una alegría tal.
Seremos felices,
¡oh, oh!,
eternamente en dulce júbilo.
NOTA SOBRE
LA SITUACIÓN ECUMÉNICA EN ALEMANIA*
Trabajando juntos en una sociedad en cambio De los 81 millones de habitantes que tiene hoy Alemania, más de 50 millones son
cristianos. La mayoría de ellos pertenece a la Iglesia Católica Romana o a alguna de las
Iglesias regionales protestantes que juntas conforman la Iglesia Evangélica de Alemania
(EKD). Aunque relativamente pequeñas, también hay Iglesias «libres» e Iglesias ortodoxas;
en efecto, todas las principales tradiciones cristianas están hoy presentes en Alemania.
Hace siglos, Alemania estaba constituida por muchos reinos y principados
unificados por una Iglesia común. La Reforma, llevada a cabo, entre otros, por Martín
Lutero, condujo a cismas dentro del cristianismo occidental y, por último, a guerras entre
fuerzas católicas y protestantes. La Paz de Augsburgo (1555) puso fin temporalmente a
estos conflictos al disponer que los súbditos de un reino o principado debían adherirse a la
fe de sus gobernantes. Los que tenían otra fe eran forzados a convertirse o a emigrar a otra
75
región. Estas disposiciones se aplicaban a los luteranos y a los católicos, pero no a los
seguidores de Calvino y a los anabaptistas que, por tanto, sufrieron la persecución. La Paz
de Augsburgo se mantuvo vigente más de seis décadas, hasta el estallido de la Guerra de
los Treinta Años (1618-1648). Se restableció la paz con la Paz de Westfalia, que reafirmaba
la Paz de Augsburgo, pero esta vez teniendo en cuenta a los calvinistas. Como resultado de
todo ello, el pueblo alemán vivía en una situación de aislamiento regional confesional. Era
impensable que dentro de una misma tierra soberana pudiese existir diversidad confesional,
y la hostilidad y desconfianza, alentadas por los horrores de la guerra, iban en aumento.
El siglo XIX vio la llegada a Alemania de otras Iglesias y denominaciones, entre
ellas la baptista y metodista, como también de Iglesias antiguas (la Iglesia Antigua
Luterana, la Iglesia Antigua Reformada y la Iglesia Antigua Católica). Estas Iglesias
surgieron como consecuencia de movimientos de protesta internos, por lo que eran
pequeñas en número y por lo general no estaban muy inclinadas a cultivar relaciones
ecuménicas.
Después de la Segunda Guerra Mundial la situación de las Iglesias en Alemania
cambió significativamente. Alrededor de 12 millones de personas de ascendencia alemana
huyeron o fueron expulsadas de Europa del Este. Cuando se establecieron en Alemania no
se tuvo en cuenta la cuestión de la denominación a la que pertenecían: hubo protestantes
que se fueron a vivir a regiones católicas y viceversa. Esto llevó a que se diera un mayor
contacto entre católicos y protestantes.
El crecimiento económico e industrial en la posguerra creó una demanda laboral que
condujo a la firma de acuerdos entre el Gobierno alemán y muchos países mediterráneos
sobre los «trabajadores huéspedes». De este modo, muchas personas de Italia, España,
Portugal, Grecia, Yugoslavia, Turquía, Marruecos y Túnez emigraron a Alemania, lo que
incrementó la diversidad confesional y religiosa del país. Esto, de un modo especial, llevó a
un aumento de la presencia ortodoxa en Alemania. Aunque en un principio se pensó que
estos trabajadores regresarían a sus países de origen después de unos años (de ahí el
nombre de «trabajadores huéspedes»), muchos se quedaron y han dejado su huella en la
vida y la cultura de Alemania. En los años 80 tuvo lugar un crecimiento del número de
inmigrantes con raíces alemanas provenientes de la antigua Unión Soviética, muchos de los
cuales eran ortodoxos, baptistas o judíos. En estos últimos años la guerra, el terror y la
agitación social en el Medio Oriente, África, Afganistán, Ucrania y muchos otros países, ha
creado un gran movimiento de refugiados. Aunque la mayoría de ellos huye a países
vecinos, hay un creciente número de migrantes que intenta buscar refugio en Alemania y en
otros países europeos.
En la antigua Alemania del Este las Iglesias, especialmente la Iglesia protestante,
jugaron un papel fundamental en los acontecimientos que llevaron a la caída del muro de
Berlín (1989) y del Gobierno comunista. Sin embargo, ni siquiera esto pudo evitar que la fe
cristiana perdiera su relevancia en Alemania del Este. El periódico británico The Guardian
llegó tan lejos como para afirmar de Alemania del Este que era «el lugar más impío del
mundo». El Gobierno del partido comunista no fue, ni mucho menos, la única causa de esta
falta de religiosidad; la fe cristiana ya estaba perdiendo fuerza en Alemania del Este antes
de que el partido comunista llegara al poder. Allí, el ateísmo no es de carácter agresivo,
como el de los llamados «nuevos ateos». Por el contrario, se caracteriza por una
indiferencia muy arraigada hacia cualquier tipo de fe. Cuando se les preguntó a los
ciudadanos de Berlín si se consideraban creyentes o no creyentes, uno de ellos contestó:
«Ni lo uno ni lo otro, soy normal».
76
Hoy en día Alemania es la casa común de personas con muy variadas referencias
culturales y con diferentes creencias, o ninguna. Aproximadamente una tercera parte de la
población pertenece a una de las Iglesias protestantes regionales de la EKD, otra tercera
parte es católica romana, y algo menos de otra tercera parte no se adhiere a ninguna fe. El
1,7 % de la población es cristiano-ortodoxa y otro 1,8 % pertenece a una de las Iglesias
«libres». La mayoría de estas Iglesias tiene fuertes vínculos históricos y teológicos con la
Reforma, pero no tienen relaciones con el Estado como la Iglesia Católica Romana y la
EKD. El 4,9 % de la población es musulmana y el 0,1 % judía.
Las Iglesias en Alemania aún no han superado todas sus diferencias, pero han
aprendido a trabajar juntas. Durante el régimen de los nacionalsocialistas hubo cristianos
que colaboraron con el Gobierno. Sin embargo, otros opusieron resistencia y fueron
encarcelados o mandados a campos de concentración. La experiencia compartida de vivir y
sufrir bajo la dictadura de los nazis acercó a los cristianos de distintas tradiciones. Hoy en
día, las Iglesias cristianas hacen un buen trabajo cooperando para llevar a cabo la misión de
la Iglesia y dar testimonio del Evangelio en palabras y obras. Ya que la Iglesia Católica
Romana y la EKD por su cuenta tienen muchos miembros, también son las responsables de
gran parte de la cooperación ecuménica que tiene lugar hoy en Alemania.
Buena parte del ecumenismo en Alemania tiene lugar a nivel de base, por ejemplo,
en la Semana de Oración de la Alianza Evangélica y en la Semana de Oración por la
Unidad de los Cristianos. Las parroquias y las comunidades vecinas organizan con
frecuencia varias actividades como estudios bíblicos, debates teológicos, celebraciones
festivas, creación de páginas web, visitas a personas que acaban de llegar al vecindario y
distribución de folletos en una estación local de tren con información sobre las Iglesias
cristianas. Esta labor normalmente la realizan voluntarios que son miembros de las Iglesias
del lugar. En algunas regiones, las parroquias y las congregaciones ponen en marcha
hermanamientos ecuménicos a nivel local, firmando un acuerdo común que da forma a su
cooperación. Estos acuerdos suelen tomar como referencia acuerdos parecidos suscritos por
los líderes de sus Iglesias.
También hay cooperación ecuménica a nivel de liderazgo de las Iglesias. Por
ejemplo: un grupo de obispos católicos y protestantes de la EKD se reúne dos veces al año
para debatir asuntos de actualidad que atañen a las dos Iglesias. Otro grupo debate temas
teológicos, como el concepto de la dignidad humana. Junto a estos encuentros bilaterales,
también tienen lugar reuniones periódicas entre representantes de la Conferencia de
Obispos Ortodoxos con obispos católicos romanos y con obispos protestantes
respectivamente, y entre la Asociación de Iglesias Libres y la EKD.
En el panorama cristiano alemán son una cosa habitual para los miembros de una
Iglesia los grandes encuentros eclesiales o las jornadas. Para los católicos se llaman
Katholikentage y para los protestantes Kirchentag. Las dos tiene lugar cada dos años y
están organizadas por el comité central de los católicos alemanes y de la Kirchentag
evangélica alemana (DEKT), respectivamente. En principio, son encuentros para los
miembros de una Iglesia, pero ya desde hace varios años participan en ellos miembros de
otras Iglesias e incluso son convidados como oradores invitados.
En 2003 y en 2010 todas las Iglesias miembros del Consejo de las Iglesias en
Alemania se juntaron para organizar de común acuerdo unas jornadas parecidas a nivel
ecuménico llamadas Ökumenischer Kirchentag. En ellas se debatieron muchos asuntos que
son importantes para la sociedad alemana (la crisis financiera global, el cambio climático,
cuestiones éticas relacionadas con la vida humana, la justicia, etc.). También fueron
77
importantes en estos encuentros los estudios bíblicos, los debates teológicos y las
celebraciones ecuménicas. Estas jornadas, especialmente la Kirchentage ecuménica,
constituyen una excelente oportunidad para los cristianos de Alemania de mostrar no solo
que siguen activos, sino también que están preparados para trabajar juntos y para
comprometerse en el diálogo con el resto de la sociedad alemana.
El Consejo de las Iglesias de Alemania EL Consejo de las Iglesias de Alemania (Arbeitsgemeinschaft Christlicher Kirchen,
ACK) se fundó el 10 de marzo de 1942, es decir, pocos meses antes de que se estableciera
el Consejo Mundial de las Iglesias. Los miembros fundadores fueron la EKD, los
menonitas, los baptistas, los metodistas y la Iglesia Católica Antigua. En 1974, 10 años
después de que se promulgara el Decreto sobre el Ecumenismo del Concilio Vaticano II, la
Conferencia de los obispos católicos de Alemania se unió al Consejo de las Iglesias. La
Iglesia ortodoxa también se hizo miembro en 1974. Después de la reunificación de
Alemania los consejos de las Iglesias del Este y del Oeste se unieron. Los dos consejos
tenían una estructura y membresía diferentes, por lo que fue necesario crear un nuevo
órgano ecuménico con nuevos estatutos. Hoy en día, el Consejo de las Iglesias de Alemania
tiene 17 Iglesias miembros. Además, hay seis Iglesias que son miembros invitados y cuatro
organizaciones ecuménicas que están presentes en calidad de observadores.
En 2003, durante la primera Kirchentag ecuménica en Berlín, representantes de
todas las Iglesias miembros del ACK celebraron una oración ecuménica y firmaron la
Charta Oecumenica elaborada por la Conferencia de las Iglesias Europeas y el Consejo de
las Conferencias Episcopales Europeas de la Iglesia Católica Romana. El ACK también
publicó su propio documento que reflexionaba sobre la Charta Oecumenica en el contexto
alemán y sobre el modo en que la Charta podía ponerse en práctica en Alemania.
En 2010, durante el segundo Kirchentag ecuménico en Múnich, el ACK estableció
un «Día Ecuménico de la Creación», poniendo en práctica así una de las recomendaciones
de la Charta Oecumenica. El Día Ecuménico de la Creación quiere ser al mismo tiempo un
testimonio común de nuestra fe en Dios creador y un recordatorio de nuestra común tarea
de preservar la creación de Dios. El Día de la Creación se celebra todos los años el primer
viernes de septiembre. La primera celebración del Día Ecuménico de la Creación la llevó a
cabo el ACK en una iglesia ortodoxa de Brühl. Actualmente, el Día de la Creación se
celebra en varias ciudades de toda Alemania. El ACK anima a todos los cristianos alemanes
a que celebren este día y publica sugerencias para celebraciones litúrgicas y otros recursos
con mucha antelación respecto al mes de septiembre para que las personas los puedan
utilizar para planificar sus propias celebraciones.
Otro tema al que el Consejo de las Iglesias ha dedicado mucho tiempo y debates es
el del bautismo. En 2007, once Iglesias miembros del ACK firmaron un acuerdo de mutuo
reconocimiento del bautismo. Cinco miembros del ACK, entre ellos los menonitas y los
baptistas, sintieron que no lo podían suscribir. Desde entonces el ACK ha seguido
trabajando sobre el tema del bautismo. Se debatió el asunto en la Asamblea General del
ACK y se impartió una conferencia pública en marzo de 2014. El ACK también mantuvo
consultas sobre el mismo tema con el Consejo Ecuménico Finlandés.
Los artículos 10 y 11 de la Charta Oecumenica recomiendan intensificar el diálogo
con representantes de la fe judía y animan a que tengan lugar encuentros entre cristianos y
musulmanes. De acuerdo con esto, el ACK ha trabajado conjuntamente con una
organización judía y con dos musulmanas en una iniciativa llamada Weißt du, wer ich bin?
78
(«¿Sabes quién soy?»). Esta iniciativa ofrecía asesoramiento y ayuda económica para
animar a las personas de las tres religiones a que se conozcan mejor y a que emprendan
actividades comunes a nivel de base. Se contrató a una joven mujer musulmana para que
coordinara esta iniciativa. Instituciones estatales alemanas y europeas también dieron
fondos para ella.
El ACK también ha reflexionado mucho sobre el documento «Testimonio cristiano
en un mundo multirreligioso» y ha constituido un equipo especial para trabajar el tema. En
2014 se celebró una conferencia que les dio la posibilidad a los representantes de las
Iglesias miembros del ACK y de la Alianza Evangélica (EA) de debatir temas relacionados
con el testimonio y el diálogo interreligioso. Como consecuencia de ello, se han creado
lazos más cercanos con la EA y la EA ha solicitado su ingreso en el ACK en calidad de
observador.
Desafíos ecuménicos Uno de los desafíos principales para el ecumenismo en Alemania es mantener una
plataforma en la que las Iglesias que son más pequeñas en número de miembros puedan
encontrarse cara a cara con las dos grandes Iglesias. La Iglesia Católica Romana y la EKD
tienen más o menos el mismo tamaño y disponen de recursos parecidos. De ahí que la
colaboración entre ambas se dé automáticamente y abarque un gran número de asuntos:
desde todo lo relacionado con los matrimonios mixtos a cuestiones acerca de las relaciones
Iglesia-Estado. Sin embargo, muchas veces trabajan juntas en un plano estrictamente
bilateral, con lo que las otras Iglesias e incluso el mismo ACK no tienen palabra en temas
ecuménicos. Hacer justicia al hecho de que hay más de dos Iglesias en Alemania y
favorecer el debate y la cooperación multilateral son algunos de los objetivos principales
del ACK.
Otro desafío es la frustración que sienten muchas personas, especialmente las que
han trabajado mucho tiempo a nivel de base, cuando no logran ver ningún progreso en
asuntos ecuménicos. La frustración se siente con más fuerza cuando se trata de compartir la
Cena del Señor más allá de las barreras confesionales, lo que se conoce como el compartir
eucarístico. En Alemania hay un gran número de parejas constituidas por personas que
pertenecen a diferentes Iglesias. No solo anhelan poder comulgar juntas, sino que también
sienten profundamente que el movimiento ecuménico debería estar dando más frutos de los
que da y están insatisfechas cuando perciben estancamiento en vez de claros pasos hacia
adelante.
Muchas personas hoy en Alemania no tienen un conocimiento verdadero de la fe
cristiana y tampoco parecen estar interesadas en conocerla y menos aún abrazarla. Si las
Iglesias se tomasen en serio su misión de «haced discípulos a los habitantes de todas las
naciones» (Mt 28, 19), debería ser una prioridad para ellas entablar con estas personas un
diálogo. En vez de enfrentar este desafío cada una por su cuenta, las Iglesias deberían
enfrentarse a él conjuntamente, aprendiendo de la experiencia de las otras y animándose
mutuamente. Poner el centro de atención en su fe común solo puede fortalecer la unión
entre las Iglesias. Además, intentar comunicar juntas la fe cristiana en un modo
comprensible les puede llevar a las mismas Iglesias a un entendimiento más profundo de su
propia fe. Se puede ver el 500 aniversario de la Reforma como una oportunidad para
recordar al público –tanto a los cristianos como a los no creyentes− lo que verdaderamente
es la fe cristiana: el amor de Dios en Cristo para todos los seres humanos y para toda la
79
creación. Este es el motivo por el que las Iglesias en Alemania han decidido hacer de este
aniversario una celebración de Jesucristo (Christusfest).
Pastoral Familiar
ORACIÓN MENSUAL 2017
Introducción
Nos dice el Papa Francisco «La oración en familia es un medio privilegiado para expresar y
fortalecer esta fe pascual. Se pueden encontrar unos minutos cada día para estar unidos ante
el Señor vivo, decirle las cosas que preocupan, rogar por las necesidades familiares, orar
por alguno que esté pasando un momento difícil, pedirle ayuda para amar, darle gracias por
la vida y por las cosas buenas, pedirle a la Virgen que proteja con su manto de madre. Con
palabras sencillas, ese momento de oración puede hacer muchísimo bien a la familia. Las
diversas expresiones de la piedad popular son un tesoro de espiritualidad para muchas
familias. (Exhortación Apostólica Postsinodal del Papa Francisco La Alegría del Amor [en
adelante AL], #318).
Con esta oferta, Oración Mensual 2017, que realiza la Comisión Diocesana de Pastoral
Familiar para el «Año de la Familia», pretendemos atender una necesidad fundamental de
todo cristiano, y en particular del cristiano que conoce la necesidad de la oración personal,
conyugal, familiar y comunitaria-eclesial. Con ello manifestamos nuestra auténtica fe en
Dios que cuida de nuestras familias y nos da fuerzas para cumplir con nuestro caminar de
cada día. Así nos lo proponía el Papa Benedicto XVI, «enseñar la oración en familia… me
parece muy importante: donde se hace oración juntos, está presente el Señor, está presente
la fuerza que puede romper incluso la dureza de corazón que, según el Señor, es el
verdadero motivo del divorcio.» También manifestamos en la oración, sobre todo en la
oración comunitaria-eclesial, creer en ‟la comunión de los santos” como parte de esa
nuestra fe. Con razón nos decía san Juan Pablo II que por la oración «sabremos iluminar
nuestras situaciones personales, así como los diversos sectores de la vida familiar y social.»
Por tanto oremos. Oremos así como lo hizo Jesús en todo momento y de tantas maneras,
como lo hicieron José y María y los justos del Antiguo Testamento, así como lo ha hecho la
Iglesia desde el inicio de su madurez pascual en Pentecostés. Oremos justo a María, los
apóstoles y los santos y santas de Dios. Oremos manifestando nuestra fe y caridad cristiana
en las acciones concretas, donde recibimos y damos el Pan Nuestro de cada Día.
Igualmente nos comprometemos en el Camino Pastoral Diocesano 2017 a promover
algunos de los objetivos específicos del quinquenio y de este año particular dedicado a la
familia: promover el valor de la oración (O.5) como parte de nuestra cultura religiosa
(O.2), en particular en la Hora Santa y en la Santa Eucaristía (O. 3). Oremos en particular
por el matrimonio y la familia (O.4) sobre todo cuando tengamos que lanzarnos a la calle, a
evangelizar (O.1); oremos en experiencias de pequeñas comunidades (O.9), especialmente
en el ejercicio de la lectura orante de la Biblia (O.6), a fin de entrar en comunión efectiva
con los más pobres (O.8) como nos ha enseñado a sentir y a hacer la santa Iglesia (O.7).
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Hasta ahora esta oferta-recurso se ha estado publicando en la página de Arecibo que nos
ofrece el semanario católico El Visitante de Puerto Rico, al menos una vez al mes. Con ello
hemos estado ofreciéndola igualmente a todas las familias de nuestro querido Puerto Rico.
Sería bueno, y así lo sugerimos, que igualmente sea publicada en cada Boletín Parroquial
Semanal para que la participen los fieles, tanto en la liturgia dominical como un extra de la
celebración y para ser llevada al interno de los hogares.
Este recurso diocesano puede ser encontrado con el nombre de «Oración Mensual 2017» en
el sitio de internet diocesano <diócesisdearecibo.org> en la parte de Pastoral Familiar. Ahí
igualmente podrá encontrar nuestro «Manual para la Oración por el Matrimonio y la
Familia» del año 2013, en el cual tendrá otra variedad de oraciones que podemos utilizar
para otras ocasiones, incluso «Viacrucis por el Matrimonio y la Familia», y recursos para la
Lectura Orante de la Biblia con temas familiares y otros.
La Oración Mensual de este Año de la Familia contiene los siguientes temas por mes:
Diciembre 2016, Oración a la Sagrada Familia del Papa Francisco
Enero, Por nuestros seres queridos
Febrero, Oración de los novios
Marzo, Por el respeto a la vida concebida
Abril, Oración a Dios por la familia
Mayo, Acuérdate oh Virgen Madre
Junio, Oración a San José del Papa León XIII
Julio, Oración por las familias
Agosto, Oración por los ancianos
Septiembre, Para Dialogar
Octubre, Ante la noticia de estar embarazada; incluye la Novena a María de
la Buena Esperanza
dedicada a la Madre de las madres y embarazadas, y
Noviembre, Oración por los difuntos.
Esperamos que la oferta sea bien acogida y promovida entre nosotros, por nuestro propio
bien, el de nuestra familia, el de nuestra iglesia y el de nuestra patria.
Recomendamos igualmente, en la línea de la Oración por el Matrimonio y la Familia, otra
oferta que hemos preparado para este año pastoral 2017. Nos referimos a nuestra Hora
Santa Y Adoración Eucarística Por El Matrimonio Y La Familia en la que ofrecemos
unas siete (7) reflexiones para orarlas y meditarlas, sea en la Hora Santa parroquial, o en las
Noches de Oración y Alabanza Parroquial o de la Zona Vicarial. La misma sigue las líneas
bíblicas y magisteriales de la Iglesia, incluyendo las de la Exhortación Apostólica
Postsinodal del Papa Francisco La Alegría del Amor, 2016.
La Comisión Diocesana de Pastoral Familiar desea también promover la Oración de
Consagración de los Hogares a la Sagrada Familia de Nazaret, sea utilizando la Oración a
la Sagrada Familia presentada en La Alegría del Amor del Papa Francisco, o la Oración De
Bendición Por La Familia que incluimos como oferta para esta acción pastoral sugerida
igualmente para este año 2017 como Rito de Bendición y Consagración del Hogar.
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Queremos peregrinar hogar por hogar, sector por sector zonal parroquial promoviendo la
bendición de las familias.
Finalmente sugerimos a las Asociaciones, Movimientos e intereses directos o transversales
del cuidado del matrimonio y la familia que conozcan estas ofertas de la Comisión, las
hagan parte de su itinerario particular y las promuevan en sus instituciones, en todo lugar y
ocasión, «a tiempo y a destiempo», como nos hubiera dicho el apóstol san Pablo.
ORACIÓN DEL AÑO DE LA FAMILIA 2017
A LA SAGRADA FAMILIA
Jesús, María y José en ustedes contemplamos
el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchen y acojan nuestra súplica. Amén.
(Exhortación Apostólica Postsinodal del Papa Francisco, La Alegría de Amor [Amoris
Laetitia], Roma, Marzo 2016)
DICIEMBRE 2016
ORACIÓN A LA SAGRADA FAMILIA DEL PAPA FRANCISCO
Jesús, María y José en ustedes contemplamos
el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchen y acojan nuestra súplica. Amén. (Exhortación Apostólica
Postsinodal del Santo Padre Francisco, Amoris Laetitia, 2016)
Oración a la Virgen de Guadalupe las Vocaciones
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Virgen de Guadalupe,
Evangelizadora de las Américas,
¡Madre de Dios, Madre de la Iglesia
y Madre Nuestra! Tú eres el orgullo
de nuestra gente. Jesús, tu Hijo, cambió
el agua en vino porque tú se lo pediste.
Te imploramos, Madre Misericordiosa,
que obtengas para nosotros todas las
gracias que necesitamos de tu Hijo.
Intercede ante Él para que bendiga a las
Américas con muchas vocaciones al
sacerdocio, a la vida religiosa, al
matrimonio cristiano y a la vida laical.
ENERO 2017
Por nuestros seres queridos
Padre bueno, te doy gracias por mi familia,
por cada uno de sus miembros.
Gracias por mi esposa/so, por mis padres e hijos,
por mis hermanos, nietos y abuelos,
y por todos aquellos con quien me unen lazos de sangre.
Te confío a cada uno de nosotros, te doy nuestra vida cotidiana,
tanto esos momentos llenos de alegría y optimismo
como aquellos más difíciles marcados por la cruz.
Por intercesión de san Juan Pablo II, papa de las familias,
te pido, Dios mío, que santifiques a mi familia,
que nos santifiques a cada uno de nosotros.
Despiértanos aquel gran amor «que se alegra en la verdad,
que todo lo excusa, que todo lo cree,
que todo lo soporta y que no acaba nunca». Amén.
FEBRERO 2017
Oración de los novios
Padre bueno, acudimos a Ti llenos de esperanza y optimismo.
Tú conoces nuestro deseo y sabes que nos amamos
y queremos fundar una familia.
Queremos construirla apoyándonos en tus palabras,
en tu amor y en tu presencia entre nosotros.
Por intercesión de san Juan Pablo II, papa que expuso la belleza del amor puro,
te pedimos, Padre, que fortalezcas y santifiques nuestro amor.
Que durante todo nuestro noviazgo y matrimonio
sea reflejo del amor de Jesús por la Iglesia. Amén
83
MARZO 2017
(25 marzo día del no nacido)
Por el respeto a la vida concebida
Padre bueno, Tú eres el creador del mundo.
Creaste al ser humano por amor y sigues aun dándole vida.
Gracias por todos los que anuncian con valentía la verdad de
la providencia divina de la vida.
Y por los que no tienen miedo de llamar pecado
a cada acto que se opone a la vida.
Por intercesión de san Juan Pablo II, valiente defensor de la vida,
te pido, Padre, que nadie levante su mano contra los nonatos.
Pido por los legisladores, para que no legislen
el asesinato de los niños no nacidos.
Te pido por las mujeres ― madres, y por los hombres ― padres,
para que sepan amar a sus hijos y no traten la vida de otro hombre,
del más cercano a ellos, como una amenaza.
Te pido por los médicos, para que de defensores de la salud
y de la vida no se conviertan en sus verdugos.
Te pido para que la gente, especialmente quienes
se tienen por creyentes respeten tu don. Amén.
ABRIL 2017
ORACIÓN A DIOS POR LA FAMILIA
Padre de nuestro Señor Jesucristo, y Padre nuestro, te adoramos, Fuente de toda comunión;
protege a nuestras familias con tu bendición para que sean lugar de comunión entre los
esposos y de vida plena donada recíprocamente entre padres e hijos. Te contemplamos
Artífice de toda perfección y de toda belleza; concede a toda familia un trabajo justo y
digno, para que podamos tener el sustento necesario y disfrutar el privilegio de ser tus
colaboradores en la edificación del mundo. Te glorificamos, Motivo de la alegría y de la
fiesta; abre también a nuestras familias los caminos de la dicha y el descanso para gustar
desde ahora aquél gozo perfecto que nos has donado en Cristo resucitado. Así nuestros días,
laboriosos y fraternos, serán una ventana abierta hacia tu misterio de amor y de luz que
Cristo tu Hijo nos ha revelado y el Espíritu Vivificante nos ha anticipado. Y viviremos
alegres de ser tu familia, en camino hacia Ti, Dios Bendito por los siglos. Amén.
MAYO 2017
Acuérdate oh Virgen Madre
Acuérdate, oh Piadosísima Virgen María,
que jamás se ha oído decir que ninguno
de los que han acudido a tu protección,
implorando tu asistencia y reclamando tu socorro,
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haya sido abandonado de ti.
Animado con esta confianza, a ti también acudo, oh Virgen Madre,
y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados,
me atrevo a comparecer ante tu Presencia Soberana;
no deseches, oh Purísima y Santísima Madre de Dios,
mis humildes súplicas, antes bien escúchalas
y atiéndelas favorablemente. Amén.
JUNIO 2017
Oración a San José del Papa León XIII
A ti, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación; y después de
invocar el auxilio de tu Santísima Esposa solicitamos también confiados tu patrocinio. Por
aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, te tuvo unido, y por el
paterno amor con que abrazaste al Niño Jesús, humildemente te suplicamos vuelvas
benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con tu poder y
auxilio socorras nuestras necesidades.
Protege, Providentísimo Custodio de la Sagrada Familia la escogida descendencia
de Jesucristo; aparta de nosotros toda mancha de error y corrupción; asístenos propicio,
desde el cielo, fortísimo libertador nuestro, en esta lucha con el poder de las tinieblas: y,
como en otro tiempo libraste al Niño Jesús del inminente peligro de la vida, así ahora,
defiende a la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad,
ya cada uno de nosotros protégenos con el perpetuo patrocinio, para que, a tu ejemplo y
sostenidos por tu auxilio, podamos santamente vivir y piadosamente morir y alcanzar en el
cielo la eterna felicidad. Amén.
JULIO 2017
Oración por las familias
Dios amante y misericordioso, Padre nuestro,
une a todas las familias y mantenlas juntas
con el lazo del amor y de la ayuda mutua.
Infunde en cada uno de sus miembros el espíritu de comprensión,
de tolerancia y de amor de unos para los otros.
Aparta de ellos toda discordia, aspereza y mezquindad.
Concédeles la paz y el perdón de las faltas y caídas de cada día.
Que el amor y ternura de los padres entre sí
sean origen de obediencia amorosa y de disciplina familiar.
Que su castidad y fidelidad sean inspiración para sus hijos.
Infunde en los hijos una consideración tal de sí mismos
que les lleve a respetar también a los demás,
a obedecer a sus padres y a quienes tengan autoridad,
y a crecer dentro de una madura independencia
y en la alegría que da una amistad sana.
Haz que el cariño recíproco y la estima de las familias
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sean signos claros de vivencia cristiana en esta vida y en la otra.
Por Jesucristo Señor y Salvador nuestro. Amén.
AGOSTO 2017
(28 de agosto, día del adulto mayor)
Oración por los ancianos
Padre bueno, Tú estás cerca del ser humano en cada etapa de su vida.
Te doy gracias por la edad de la madurez,
por la gente que ha vivido muchos años en esta tierra.
Gracias por todo lo que han hecho para las próximas generaciones.
Gracias por que han guardado la fe y por que han sabido trasmitirla.
Por intercesión de san Juan Pablo II, papa que
mostró al mundo la belleza de la vejez, te pido, Padre,
que des a los ancianos fuerzas para vencer las tentaciones
de la vida cotidiana, la tentación dela duda,
la tentación de sentirse innecesario.
Dales fe en que Tú estás aquí y sigues amándonos.
Sin importar el pasado, las apariencias o el estado de salud.
Fortalece su fe en que eres Padre «rico en misericordia.» Amén.
SEPTIEMBRE 2017
Para Dialogar
(Peleando también crecemos)
Señor, haz que tengamos siempre presente
que el diálogo no es una discusión
ni un debate de ideas;
sino una búsqueda de la verdad
entre dos personas que se aman.
Danos la humildad para no querer imponer
nuestra verdad atacando la verdad del otro.
De saber callar en el momento oportuno.
De saber esperar que el otro termine de expresar
por completo su verdad.
Danos sabiduría para comprender
que ninguno de nosotros
es capaz de captar la verdad por entero,
y que no existe error o desatino
que no tenga una parte de verdad.
Danos la sensatez para pensar
que también el otro busca honestamente la verdad
para mirar sin prejuicios y con benevolencia sus opiniones.
Señor Jesús, danos gracia de dialogar. Amén.
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OCTUBRE 2017
Ante la noticia de estar embarazada (Esta es la Oración del mes; la Novena es otra opción para el mes e incluye la misma
oración como parte de las oraciones de la Novena)
Señor Jesús conoces mi confusión, tengo sentimientos muy encontrados,
porqué a mí me pudo pasar esto, estar embarazada,
soy muy joven, tengo miedo, me importa lo que dirán,
mis padres se sentirán traicionados, mi vida se verá cortada,
tendré que asumir la responsabilidad de una mujer adulta,
no lo pensé, me dejé llevar solamente por la pasión
y la fantasía de un falso amor.
Estoy entre la disyuntiva de aceptar este embarazo
y echarlo para adelante con valentía y coraje,
porque existe una vida dentro de mí y no tengo derecho de negarla.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
NOVENA A MARÍA DE LA BUENA ESPERANZA
Día 1: La madre da vida y da la vida
Oración Inicial Diaria: ¡María de la Buena Esperanza! ¡Madre de las madres! ¡Mi modelo! ¡Mi protectora! Acudo
a ti, sabiendo que tú, la más bondadosa de todas las madres, no eres insensible a mis
necesidades, deseos y desvelos. Escucha mi oración y preséntala ante al Altísimo. Amén.
La Anunciación (Lc 1:26-37): Dios, por medio del Ángel propone a la Virgen ser Madre: “Concebirás y darás a luz”. Es la
sublime misión de toda madre: engendrar hijos y entregar la propia vida al servicio de la
vida que ha engendrado. ‘Dar vida’ y ‘dar la vida’ es el resumen de la noble misión de
Madre. María pone su capacidad de ser madre al servicio del Señor, no solo engendrando a
su Hijo, sino consagrándose en cuerpo y alma a Su servicio en el hogar de Nazaret.
Súplica: Madre mía: Sé que ser madre, no solo es ‘dar vida’, sino también ‘dar la vida’. Te
pido que me concedas ambas gracias: la de dar a luz a mi hijo y, luego, entregarme a él
generosamente en mi hogar, con amor incansable, siguiendo tu ejemplo.
Diálogo: ¡Hijo mío que estás en mí!: Te prometo darte mi vida, darte mi amor, vivir a tu
servicio. Hijo mío. Cuenta conmigo. Avemaría.
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Oración final para todos los días: Madre de la Buena Esperanza, te pido por la vida y la salud de mi hijo, tanto material
como espiritual. Te pido hacer de mi embarazo la etapa más religiosa, más espiritual y
más feliz de mi vida. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
(Rezar Padre Nuestro, Avemaría y Gloria)
Ante la noticia de estar embarazada Señor Jesús conoces mi confusión, tengo sentimientos muy encontrados, porqué a mi me
pudo pasar esto, estar embarazada, soy muy joven, tengo miedo, me importa lo que dirán,
mis padres se sentirán traicionados, mi vida se verá cortada, tendré que asumir la
responsabilidad de una mujer adulta, no lo pensé, me dejé llevar solamente por la pasión y
la fantasía de un falso amor. Estoy entre la disyuntiva de aceptar este embarazo y echarlo
para adelante con valentía y coraje, porque existe una vida dentro de mí y no tengo
derecho de negarla. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
(Rezar Padre Nuestro, Avemaría y Gloria)
Día 3: Encinta y, además, servicial
Oración Inicial Diaria:
¡María de la Buena Esperanza! ¡Madre de las madres! ¡Mi modelo! ¡Mi protectora! Acudo
a ti, sabiendo que tú, la más bondadosa de todas las madres, no eres insensible a mis
necesidades, deseos y desvelos. Escucha mi oración y preséntala ante al Altísimo. Amén.
La Visitación (Lc 1: 39-56). En la Anunciación, el Arcángel avisa a María que Isabel, su anciana prima, está en el sexto
mes de su embarazo. María, ya encinta del Niño, piensa en su prima y va ‘a prisa’ a
ayudarla. Cuando llega, bastó su saludo para contagiar su alegría al Bautista. ¿Por qué?
Porque María llevaba a Jesús. La embarazada, en medio de sus achaques, si lleva a Dios en
su corazón, puede dar felicidad a los que la rodean.
Súplica: ¡Madre mía!: Dame paciencia ante los achaques del embarazo. Dame la
generosidad que necesito para no hacer sufrir a los demás las incómodas consecuencias de
mi estado. Que imitando tu ejemplo, piense más en los demás que en mí misma y que sepa
aprovechar las cosas pequeñas de la vida para trasmitir alegría a los míos; que yo también
lleve a Dios en mí.
Diálogo: ¡Hijo mío que estás en mí!: todas mis incomodidades se las ofrezco al Señor por
tu salud física y tu salvación eterna. Avemaría.
Oración final para todos los días: Madre de la Buena Esperanza, te pido por la vida y la salud de mi hijo, tanto material
como espiritual. Te pido hacer de mi embarazo la etapa más religiosa, más espiritual y
más feliz de mi vida. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
(Rezar Padre Nuestro, Avemaría y Gloria)
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Ante la noticia de estar embarazada Señor Jesús conoces mi confusión, tengo sentimientos muy encontrados, porqué a mi me
pudo pasar esto, estar embarazada, soy muy joven, tengo miedo, me importa lo que dirán,
mis padres se sentirán traicionados, mi vida se verá cortada, tendré que asumir la
responsabilidad de una mujer adulta, no lo pensé, me dejé llevar solamente por la pasión y
la fantasía de un falso amor. Estoy entre la disyuntiva de aceptar este embarazo y echarlo
para adelante con valentía y coraje, porque existe una vida dentro de mí y no tengo
derecho de negarla. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
(Rezar Padre Nuestro, Avemaría y Gloria)
Día 4: Felicidad no es ‘tener’ bienes sino ‘ser’ bueno.
Oración Inicial Diaria: ¡María de la Buena Esperanza! ¡Madre de las madres! ¡Mi modelo! ¡Mi protectora! Acudo
a ti, sabiendo que tú, la más bondadosa de todas las madres, no eres insensible a mis
necesidades, deseos y desvelos. Escucha mi oración y preséntala ante al Altísimo. Amén.
El nacimiento (Lc 2:1-7): Dice la Biblia que María “dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó
en un pesebre”. Dios pudo haber hecho que su Hijo naciera en un palacio; pero lo quiso
pobre entre los pobres. María y José no protestaron, ni se amargaron la vida por ello. Las
dificultades materiales no son un obstáculo para cumplir la misión de madre con felicidad.
Súplica: ¡Madre mía!: Tú sabes lo que es dar a luz en extremada pobreza. Como madre sé
que comprenderás mi petición: No te pido lujos ni vanidades; simplemente que me des lo
necesario para el nacimiento de mi bebé. Y si no alcanzó lo necesario, dame confianza en el
Señor y una gran paz ante la estrechez y en las incomodidades, sabiendo que el Señor dijo:
“¡Felices los pobres!”.
Diálogo: ¡Hijo mío que estás en mí!: Cuenta con la mayor de las riquezas: mi amor. Cuenta
conmigo; que yo cuento con Dios: ¡Solo Dios nos basta! Avemaría.
Oración final para todos los días: Madre de la Buena Esperanza, te pido por la vida y la salud de mi hijo, tanto material
como espiritual. Te pido hacer de mi embarazo la etapa más religiosa, más espiritual y
más feliz de mi vida. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
(Rezar Padre Nuestro, Avemaría y Gloria)
Ante la noticia de estar embarazada Señor Jesús conoces mi confusión, tengo sentimientos muy encontrados, porqué a mi me
pudo pasar esto, estar embarazada, soy muy joven, tengo miedo, me importa lo que dirán,
mis padres se sentirán traicionados, mi vida se verá cortada, tendré que asumir la
responsabilidad de una mujer adulta, no lo pensé, me dejé llevar solamente por la pasión y
la fantasía de un falso amor. Estoy entre la disyuntiva de aceptar este embarazo y echarlo
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para adelante con valentía y coraje, porque existe una vida dentro de mí y no tengo
derecho de negarla. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
(Rezar Padre Nuestro, Avemaría y Gloria)
Día 5: El hijo vive en la madre; la madre en Dios.
Oración Inicial Diaria: ¡María de la Buena Esperanza! ¡Madre de las madres! ¡Mi modelo! ¡Mi protectora! Acudo
a ti, sabiendo que tú, la más bondadosa de todas las madres, no eres insensible a mis
necesidades, deseos y desvelos. Escucha mi oración y preséntala ante al Altísimo. Amén.
La adoración de los pastores (Lc 2:8-20): “María guardaba todas estas cosas, y las
meditaba en su corazón”. El evangelio no habla de María, sino de Jesús. A pesar de todo,
las pocas veces que la menciona, se dice que Ella ahondaba en los sucesos. María vivía en
contacto con Dios a través de una rica vida interior, su ininterrumpida oración. La madre
debe ser en medio del hogar la personificación de la sólida religiosidad y la vida interior.
‘Maternidad’ y ‘superficialidad’ no empatan.
Súplica: Madre mía: En medio de los trabajos, tengo el peligro de parecerme a la Marta del
Evangelio, que andaba preocupada por muchas cosas, olvidando ‘lo único necesario’, mi
relación con Dios. Dame la gracia de ser más religiosa, más espiritual, más profunda, más
maternal…
Diálogo: ¡Hijo mío que estás en mí! Así como tú vives en mí, yo vivo en Dios y Dios en
mí. Avemaría.
Oración final para todos los días: Madre de la Buena Esperanza, te pido por la vida y la salud de mi hijo, tanto material
como espiritual. Te pido hacer de mi embarazo la etapa más religiosa, más espiritual y
más feliz de mi vida. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
(Rezar Padre Nuestro, Avemaría y Gloria)
Ante la noticia de estar embarazada Señor Jesús conoces mi confusión, tengo sentimientos muy encontrados, porqué a mi me
pudo pasar esto, estar embarazada, soy muy joven, tengo miedo, me importa lo que dirán,
mis padres se sentirán traicionados, mi vida se verá cortada, tendré que asumir la
responsabilidad de una mujer adulta, no lo pensé, me dejé llevar solamente por la pasión y
la fantasía de un falso amor. Estoy entre la disyuntiva de aceptar este embarazo y echarlo
para adelante con valentía y coraje, porque existe una vida dentro de mí y no tengo
derecho de negarla. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
(Rezar Padre Nuestro, Avemaría y Gloria)
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Día 6: Traer hijos a la Tierra para llevarlos al Cielo
Oración Inicial Diaria:
¡María de la Buena Esperanza! ¡Madre de las madres! ¡Mi modelo! ¡Mi protectora! Acudo
a ti, sabiendo que tú, la más bondadosa de todas las madres, no eres insensible a mis
necesidades, deseos y desvelos. Escucha mi oración y preséntala ante al Altísimo. Amén.
La Adoración de los Magos (Mt 2: 1-18): Los Magos “entraron en la casa y vieron al Niño con María, su madre”. La madre corre el
peligro de pensar que no hace nada por Dios, la Iglesia y el mundo. Todo lo contrario…
Súplica: ¡Madre mía!: A veces oigo decir que mi papel de madre es muy limitado y de muy
estrechos horizontes. Pero yo bendigo al Señor por el privilegio de ser madre. Esta fue tu
misión, y es la mía: ¡Es nuestro apostolado!
Diálogo: ¡Hijo mío que estás en mí!: Mi misión no es solo traerte a la Tierra, sino llevarte
al Cielo. Cuando yo te haya llevado al Cielo, habré cumplido mi misión en este mundo.
Esta será mi lucha. Avemaría.
Oración final para todos los días: Madre de la Buena Esperanza, te pido por la vida y la salud de mi hijo, tanto material
como espiritual. Te pido hacer de mi embarazo la etapa más religiosa, más espiritual y
más feliz de mi vida. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Ante la noticia de estar embarazada Señor Jesús conoces mi confusión, tengo sentimientos muy encontrados, porqué a mi me
pudo pasar esto, estar embarazada, soy muy joven, tengo miedo, me importa lo que dirán,
mis padres se sentirán traicionados, mi vida se verá cortada, tendré que asumir la
responsabilidad de una mujer adulta, no lo pensé, me dejé llevar solamente por la pasión y
la fantasía de un falso amor. Estoy entre la disyuntiva de aceptar este embarazo y echarlo
para adelante con valentía y coraje, porque existe una vida dentro de mí y no tengo
derecho de negarla. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
(Rezar Padre Nuestro, Avemaría y Gloria)
Día 7: Mi hijo es de Dios; no solo mío.
Oración Inicial Diaria:
¡María de la Buena Esperanza! ¡Madre de las madres! ¡Mi modelo! ¡Mi protectora! Acudo
a ti, sabiendo que tú, la más bondadosa de todas las madres, no eres insensible a mis
necesidades, deseos y desvelos. Escucha mi oración y preséntala ante al Altísimo. Amén.
La Presentación (Lc 2: 21-40): “Sus padres llevaron a Jesús al templo, para cumplir la ley”. María y José ponen al niño
Jesús a disposición de Dios.
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Súplica: ¡Madre mía!: Dios me ha bendecido con el niño que llevo en mis entrañas. Pero sé
también que debo bautizarlo apenas nazca, para que se le borre el pecado original, se haga
hijo de Dios, miembro de la Iglesia y heredero del cielo. Me comprometo ante ti a no
retrasar el bautismo de mi niño. Luego, lo educaré cristianamente con mi palabra y, sobre
todo, mi ejemplo.
Diálogo: ¡Hijo mío que estás en mí!: Eres mi hijo; pero sobre todo, eres hijo de Dios. Jamás
seré un obstáculo entre tú y el Señor. Apenas nazcas te llevaré al templo y te bautizaré. Te
lo prometo. Avemaría.
Oración final para todos los días: Madre de la Buena Esperanza, te pido por la vida y la salud de mi hijo, tanto material
como espiritual. Te pido hacer de mi embarazo la etapa más religiosa, más espiritual y
más feliz de mi vida. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
(Rezar Padre Nuestro, Avemaría y Gloria)
Ante la noticia de estar embarazada Señor Jesús conoces mi confusión, tengo sentimientos muy encontrados, porqué a mi me
pudo pasar esto, estar embarazada, soy muy joven, tengo miedo, me importa lo que dirán,
mis padres se sentirán traicionados, mi vida se verá cortada, tendré que asumir la
responsabilidad de una mujer adulta, no lo pensé, me dejé llevar solamente por la pasión y
la fantasía de un falso amor. Estoy entre la disyuntiva de aceptar este embarazo y echarlo
para adelante con valentía y coraje, porque existe una vida dentro de mí y no tengo
derecho de negarla. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
(Rezar Padre Nuestro, Avemaría y Gloria)
Día 8: El hijo ha de ver en sus padres, la vida honesta que los padres quieren ver en su
hijo.
Oración Inicial Diaria: ¡María de la Buena Esperanza! ¡Madre de las madres! ¡Mi modelo! ¡Mi protectora! Acudo
a ti, sabiendo que tú, la más bondadosa de todas las madres, no eres insensible a mis
necesidades, deseos y desvelos. Escucha mi oración y preséntala ante al Altísimo. Amén.
La Huida a Egipto (Mt 2:13-23): El Ángel se presenta de noche y ordena de parte de Dios a José: “Levántate, toma contigo
al Niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga”. Los soldados de
Herodes pueden llegar esa misma noche. José no puede esperar que amanezca, ni
despedirse de los vecinos y familiares, ni siquiera encargar sus pobres pertenencias a nadie.
Sin esperar a que salga el sol, en plena noche, de prisa, ha de emprender un inesperado
viaje, con su esposa, dada a luz hace poco, con el Niño recién nacido. Va por un camino
desconocido, sumergido en la total oscuridad, hacia un lejano país… Y todo, solo para
hacer el Plan de Dios.
Súplica: ¡Madre mía!: Dios ha querido que nosotros, los padres, conviviendo con nuestros
hijos les enseñemos a vivir; amando, les enseñemos a amar, sufriendo, les enseñemos a
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sufrir… Te pido, Madre querida, que viviendo yo como cristiana, enseñe a mis hijos a vivir
como cristianos. Dame la gracia de que mis hijos vean en mí la vida honesta que yo quiero
ver en ellos.
Diálogo: ¡Hijo mío que estás en mí!: Te espero aquí fuera, para que a partir de tu
nacimiento caminemos juntos hacia el Cielo. Avemaría.
Oración final para todos los días: Madre de la Buena Esperanza, te pido por la vida y la salud de mi hijo, tanto material
como espiritual. Te pido hacer de mi embarazo la etapa más religiosa, más espiritual y
más feliz de mi vida. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
(Rezar Padre Nuestro, Avemaría y Gloria)
Ante la noticia de estar embarazada Señor Jesús conoces mi confusión, tengo sentimientos muy encontrados, porqué a mi me
pudo pasar esto, estar embarazada, soy muy joven, tengo miedo, me importa lo que dirán,
mis padres se sentirán traicionados, mi vida se verá cortada, tendré que asumir la
responsabilidad de una mujer adulta, no lo pensé, me dejé llevar solamente por la pasión y
la fantasía de un falso amor. Estoy entre la disyuntiva de aceptar este embarazo y echarlo
para adelante con valentía y coraje, porque existe una vida dentro de mí y no tengo
derecho de negarla. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
(Rezar Padre Nuestro, Avemaría y Gloria)
Día 9: Los padres ‘hacen’ los hijos para el camino; no el camino para los hijos.
Oración Inicial Diaria: ¡María de la Buena Esperanza! ¡Madre de las madres! ¡Mi modelo! ¡Mi protectora! Acudo
a ti, sabiendo que tú, la más bondadosa de todas las madres, no eres insensible a mis
necesidades, deseos y desvelos. Escucha mi oración y preséntala ante al Altísimo. Amén.
La pérdida y encuentro del Niño (Lc 2: 41-51): Cuando José y María encuentran al Niño, la Virgen le pregunta por qué ha hecho lo que ha
hecho. Jesús responde con temple y entereza: “¿No sabían, acaso, que debo ocuparme de
las cosas de mi Padre?”. Ellos no comprendieron lo que respondió Jesús. Después del
episodio, los tres vuelven a Nazaret, donde, a la vez que Jesús vive sometido a sus padres,
estos lo preparan durante dieciocho años más, a través de una vida de trabajo, estudio,
sacrificio, oración y obediencia, para que salga al encuentro con su destino y su misión.
Súplica: Sé que mi vientre es para mi hijo solo ‘tierra de paso’ hacia su vida en la tierra, y
que la vida de mi hijo en la tierra es a su vez, ‘tierra de paso’ hacia el Cielo. Te pido
comprenda que debo abrirme como tú, a la vocación de mi hijo y al plan de Dios sobre él.
Madre, que lo formemos de tal modo que lo hagamos capaz de llevar a cabo misión en la
Tierra; para que un día vaya al Cielo y allí estemos toda mi familia.
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Diálogo: ¡Hijo mío que estás en mí!: Tú estás en mí y eres mío, pero no eres de mi
propiedad. Tu vida pertenece a Dios. Tú y yo estaremos abiertos a lo que el Señor quiera
para nosotros dos. Avemaría.
Oración final para todos los días: Madre de la Buena Esperanza, te pido por la vida y la salud de mi hijo, tanto material
como espiritual. Te pido hacer de mi embarazo la etapa más religiosa, más espiritual y
más feliz de mi vida. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
(Rezar Padre Nuestro, Avemaría y Gloria)
Ante la noticia de estar embarazada Señor Jesús conoces mi confusión, tengo sentimientos muy encontrados, porqué a mi me
pudo pasar esto, estar embarazada, soy muy joven, tengo miedo, me importa lo que dirán,
mis padres se sentirán traicionados, mi vida se verá cortada, tendré que asumir la
responsabilidad de una mujer adulta, no lo pensé, me dejé llevar solamente por la pasión y
la fantasía de un falso amor. Estoy entre la disyuntiva de aceptar este embarazo y echarlo
para adelante con valentía y coraje, porque existe una vida dentro de mí y no tengo
derecho de negarla. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
(Rezar Padre Nuestro, Avemaría y Gloria)
NOVIEMBRE 2017
Oración por los difuntos
Padre bueno, has preparado tan grandes dones
para quienes alcancen la salvación.
Soy incapaz de imaginar lo que me espera en tu Reino.
Si lo supiera, seguramente sería incapaz de cometer un solo pecado.
Hoy quiero recomendar a tu misericordia a aquellos
que han acabado ya su vida terrena y ahora esperan
en el purgatorio el momento de encontrarse contigo.
Por intercesión de san Juan Pablo II, te pido, Padre,
por quienes sufren en el purgatorio, especialmente por (nombre).
Perdona las debilidades de tus hijos, perdona su poca fe, perdona su pecado.
Que esta oración ayude a que algún alma comience hoy a adorarte
Junto con san Juan Pablo II y todos tus santos. Amén.
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HORA SANTA
Y ADORACIÓN EUCARÍSTICA
POR EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA
En este material que presentamos para la Hora Santa por el matrimonio y la familia usted
podrá encontrar ocho estaciones, vigilias o reflexiones, con las que podrá dedicar un tiempo
a la oración y meditación por las familias. El mismo se podrá utilizar para acciones de
adoración, vigilias varias, horas santas, incluyendo noches de Adoración y Alabanza por el
matrimonio y la familia.
Este material contiene la estructura básica utilizada en la Adoración Eucarística para ser
utilizado de esa manera, a saber:
Cántico Inicial (a discreción del Celebrante o los que organizan)
Exposición propiamente
Oraciones básicas (Actos de fe, esperanza y caridad de San Juan Pablo II)
Introducción (Que busca justificar esta acción espiritual pastoral)
Oración preparatoria: Para los esposos cristianos frente al Santísimo
Luego se ofrecen las distintas reflexiones estructuradas en tres pasos: Lectura
de la Palabra, Meditación del Magisterio eclesial matrimonial y una oración
particular para esa reflexión, a saber:
o Primera Reflexión: Jesús, Eucaristía y Matrimonio
o Segunda Reflexión: Matrimonio, Semejanza de Dios
o Tercera Reflexión: Fortalecidos En La Oración Familiar
o Cuarta Reflexión: Varón Y Mujer En El Amor De Dios
o Quinta Reflexión: Amor Que Se Vuelve Fecundo
o Reflexión Sexta: Matrimonio Signo Eficaz Del Amor De Cristo
o Reflexión Séptima: La Alegría Familiar Y Las Bodas Del Cordero
o Reflexión Octava: Acompañar, Discernir E Integrar La Fragilidad
Matrimonial
Oración de los fieles (o peticiones a discreción del celebrante; ofrecemos una)
Cántico antes de la Bendición (a discreción de los cantores)
Bendición propiamente (con sus oraciones propias)
Letanías a la Sagrada Familia (que, a discreción del celebrante se pudieran
sustituir por las letanías básicas o Alabanzas al Santísimo Sacramento)
Oración Final (A discreción del celebrante)
o A la Sagrada Familia (Papa Francisco en la Amoris Laetitia 2016)
o O la de la Bendición y Consagración de los Hogares y de la Familia
Canto Final (a discreción del Celebrante o los que organizan)
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HORA SANTA
Y ADORACIÓN EUCARÍSTICA
POR EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA
(Completa, Siete Reflexiones)
Cántico Inicial (a discreción del Celebrante o los que organizan)
Exposición
Oraciones básicas (Actos de fe, esperanza y caridad de San Juan Pablo II)
Señor Jesús:
Nos presentamos ante ti sabiendo que nos llamas y que nos amas tal como somos.
"Tú tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Hijo
de Dios" (Jn. 6,69).
Tu presencia en la Eucaristía ha comenzado con el sacrificio de la última cena y continúa
como comunión y donación de todo lo que eres.
Aumenta nuestra FE.
Por medio de ti y en el Espíritu Santo que nos comunicas, queremos llegar al Padre para
decirle nuestro SÍ unido al tuyo.
Contigo ya podemos decir: Padre nuestro.
Siguiéndote a ti, "camino, verdad y vida", queremos penetrar en el aparente "silencio" y
"ausencia" de Dios, rasgando la nube del Tabor para escuchar la voz del Padre que nos
dice: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo mi complacencia: Escuchadlo" (Mt. 17,5).
Con esta FE, hecha de escucha contemplativa, sabremos iluminar nuestras situaciones
personales, así como los diversos sectores de la vida familiar y social.
Tú eres nuestra ESPERANZA, nuestra paz, nuestro mediador, hermano y amigo.
Nuestro corazón se llena de gozo y de esperanza al saber que vives "siempre intercediendo
por nosotros" (Heb. 7,25).
Nuestra esperanza se traduce en confianza, gozo de Pascua y camino apresurado contigo
hacia el Padre.
Queremos sentir como tú y valorar las cosas como las valoras tú. Porque tú eres el centro,
el principio y el fin de todo.
Apoyados en esta ESPERANZA, queremos infundir en el mundo esta escala de valores
evangélicos por la que Dios y sus dones salvíficos ocupan el primer lugar en el corazón y
en las actitudes de la vida concreta.
Queremos AMAR COMO TÚ, que das la vida y te comunicas con todo lo que eres.
Quisiéramos decir como San Pablo: "Mi vida es Cristo" (Flp. 1,21).
Nuestra vida no tiene sentido sin ti.
Queremos aprender a "estar con quien sabemos nos ama", porque "con tan buen amigo
presente todo se puede sufrir". En ti aprenderemos a unirnos a la voluntad del Padre, porque
en la oración "el amor es el que habla" (Sta. Teresa).
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Entrando en tu intimidad, queremos adoptar determinaciones y actitudes básicas, decisiones
duraderas, opciones fundamentales según nuestra propia vocación cristiana.
CREYENDO, ESPERANDO Y AMANDO, TE ADORAMOS con una actitud sencilla de
presencia, silencio y espera, que quiere ser también reparación, como respuesta a tus
palabras: "Quédense aquí y velad conmigo" (Mt. 26,38).
Tú superas la pobreza de nuestros pensamientos, sentimientos y palabras; por eso queremos
aprender a adorar admirando el misterio, amándolo tal como es, y callando con un silencio
de amigo y con una presencia de donación.
El Espíritu Santo que has infundido en nuestros corazones nos ayuda a decir esos "gemidos
inenarrables" (Rom. 8,26) que se traducen en actitud agradecida y sencilla, y en el gesto
filial de quien ya se contenta con sola tu presencia, tu amor y tu palabra.
En nuestras noches físicas y morales, si tú estás presente, y nos amas, y nos hablas, ya nos
basta, aunque muchas veces no sentiremos la consolación.
Aprendiendo este más allá de la ADORACIÓN, estaremos en tu intimidad o "misterio".
Entonces nuestra oración se convertirá en respeto hacia el "misterio" de cada hermano y de
cada acontecimiento para insertarnos en nuestro ambiente familiar y social y construir la
historia con este silencio activo y fecundo que nace de la contemplación.
Gracias a ti, nuestra capacidad de silencio y de adoración se convertirá en capacidad de
AMAR y de SERVIR.
Nos has dado a tu Madre como nuestra para que nos enseñe a meditar y adorar en el
corazón. Ella, recibiendo la Palabra y poniéndola en práctica, se hizo la más perfecta
Madre.
Ayúdanos a ser tu Iglesia misionera, que sabe meditar adorando y amando tu Palabra, para
transformarla en vida y comunicarla a todos los hermanos. Amén.
Introducción
Los esposos solos no pueden amarse. El amor lo han aprendido en una familia, y
con su familia construyen a su vez la sociedad. Por eso su amor no es algo privado que sólo
les concierne a ellos.
La liturgia de la Iglesia en que celebramos el matrimonio expresa precisamente esto.
El amor se expande, se manifiesta a otros, da fruto en el mundo. En cuanto se cierra en sí
mismo, se ahoga y muere. Al entrar en la Iglesia, el amor de los esposos pide ayuda,
reconoce necesitar apoyos: los de otras familias, los de la sociedad, de la comunidad
creyente, de Dios. La Iglesia, en la liturgia, dice a los esposos algo que necesitan escuchar:
«No están solos; yo les ofrezco un gran lugar para que en él construyan su hogar. Yo les
abro mi gran familia para que apoyen en ella los cimientos de su familia». Igualmente lo
repite la Exhortación Apostólica Postsinodal del Papa Francisco La Alegría del Amor
(Amoris Laetitia, marzo 2016, en adelante AL): «Nunca estarán solos con sus propias
fuerzas para enfrentar los desafíos que se presenten. …están llamados a responder al don de
Dios con su empeño, su creatividad, su resistencia y su lucha cotidiana, pero siempre
podrán invocar al Espíritu Santo que ha consagrado su unión, para que la gracia recibida se
manifieste nuevamente en cada nueva situación. (AL #74).
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Por eso, hay una relación muy grande entre el matrimonio y la Eucaristía, que reside
en que los esposos dicen: «Queremos poner nuestro amor cerca del amor de Jesús; la
entrega de nuestros cuerpos cerca de la entrega del cuerpo de Jesús; nuestro sí fiel hasta la
muerte cerca del sí fiel de Jesús a su Iglesia en la cruz.» Por ello demos tiempo a la oración
y adoración de Jesucristo en el Santísimo Sacramento.
Oración preparatoria: Para los esposos cristianos frente al Santísimo
Estar ahí, juntos,
como un solo ser, según la voluntad del Padre.
Con un solo corazón y con una sola alma
―¿podría ser de otra manera?―,
adorar al Sacramento de la unidad.
Con un solo espíritu, alimentarse de la Palabra.
Juntos, ante Jesús sacramentado,
seguir a quien realiza nuestra unidad conyugal.
Corazón con corazón, aprender a amar hasta el extremo.
Llevar en la comunión de nuestro amor
a nuestros hijos, a nuestra familia,
a los sacerdotes, a la Iglesia,
a todos nuestros hermanos.
Primera Reflexión: Jesús, Eucaristía y Matrimonio
Lectura de la Palabra «Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan, y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus
discípulos, dijo: ‟Tomen, coman; esto es mi cuerpo”. Tomó luego una copa, pronunció la
acción de gracias y se la dio, diciendo: ‟Beban todos de ella; porque ésta es mi sangre de la
Alianza, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados. Y les digo que desde
ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que beba con ustedes el vino
nuevo en el reino de mi Padre”». (Mateo 26, 26-29)
Meditación: Reconciliación y Eucaristía para renovar la vida cristiana
«Es importante que en el centro de nuestra vida esté la participación en la
Eucaristía, en la que Jesús se entrega a sí mismo por nosotros. Él, que murió por los
pecados de todos, desea entrar en comunión con cada uno de ustedes, llama a la puerta de
su corazón para darles su gracia. Vayan a su encuentro en la Santa Eucaristía, vayan a
adorarlo en las iglesias y permanezcan arrodillados ante el Sagrario: Jesús les colmará de su
amor y les manifestar a los sentimientos de su Corazón.
Si se ponen a la escucha, experimentarán de modo cada vez más profundo la alegría
de formar parte de su Cuerpo místico, la Iglesia, que es la familia de sus discípulos
congregados por el vínculo de la unidad y del amor. Además, como dice el apóstol San
Pablo, aprendan a dejarse reconciliar con Dios (cf. 2 Co 5,20).
Jesús les espera especialmente en el sacramento de la reconciliación para perdonar sus
pecados y reconciliarles con su amor a través del ministerio del sacerdote. Confesando con
humildad y verdad sus pecados, recibirán el perdón de Dios mismo mediante las palabras
de su ministro. ¡Qué gran oportunidad nos ha dado el Señor con este sacramento para
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renovarnos interiormente y progresar en nuestra vida cristiana! Les recomiendo que hagan
constantemente buen uso de él». (Benedicto XVI)
«El camino comunitario de oración alcanza su culminación participando juntos de la
Eucaristía, especialmente en medio del reposo dominical. Jesús llama a la puerta de la
familia para compartir con ella la cena eucarística (cf. Ap 3,20). Allí, los esposos pueden
volver siempre a sellar la alianza pascual que los ha unido y que refleja la Alianza que Dios
selló con la humanidad en la CRUZ. La Eucaristía es el sacramento de la nueva Alianza
donde se actualiza la acción redentora de Cristo (cf. Lc 22,20). Así se advierten los lazos
íntimos que existen entre la vida matrimonial y la Eucaristía. El alimento de la Eucaristía es
fuerza y estímulo para vivir cada día la alianza matrimonial como «iglesia doméstica».(AL
#318).
Oración:
Dios, Padre nuestro,
tú no has llamado a cada uno por nuestro nombre
para que, al darnos el uno al otro,
nos donemos la gracia de tu amor,
y así seamos, el uno para el otro,
sacramento de tu presencia.
Danos el cuerpo de tu Hijo
por el que se realiza nuestra unidad.
Darnos la sangre de tu Hijo
que transfigura nuestro amor.
Día a día,
concédenos que,
el uno para el otro, el uno con el otro, el uno en el otro,
crezca en nosotros
el amor con el que te amaremos por siempre.
Por Jesucristo nuestro señor. Amén.
Segunda Reflexión: Matrimonio, Semejanza de Dios
Lectura de la palabra
«Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar con ustedes. Ustedes me buscarán».
«Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Que, como yo les he
amado, así se amen también ustedes los unos a los otros.
En esto conocerán todos que son discípulos míos: si se tienen amor los unos a los otros».
«El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ame será
amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él».
«Como el Padre y me amó, yo también les he amado ustedes; permanezcan en mi amor (...)
como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor».
«Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie
tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos».
«No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán
en mí, para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que sean perfectamente
uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has
amado a mí». (Juan 13, 33.34-35; 14,21; 15,9.10.12-13; 17,1.20-21.23)
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Meditación: El fundamento teológico del matrimonio
«El matrimonio y la familia no son, en realidad, una construcción sociológica
casual, fruto de situaciones históricas y económicas particulares. Al contrario, la cuestión
de la correcta relación entre el hombre y la mujer hunde sus raíces en la esencia más
profunda del ser humano y sólo a partir de ella se puede encontrar su respuesta. Es decir, no
se puede separar de la pregunta antigua y siempre nueva del hombre sobre sí mismo: ¿quién
soy?, ¿qué es el hombre? Y esta pregunta, a su vez, no se puede separar del interrogante
sobre Dios: ¿existe Dios?, ¿quién es Dios?, ¿cuál es verdaderamente su rostro?
La respuesta de la Biblia a estas dos cuestiones es unitaria y consecuente: el hombre es
creado a imagen de Dios, y Dios mismo es amor. Por eso, la vocación al amor es lo que
hace que el hombre sea la auténtica imagen de Dios: es semejante a Dios en la medida en
que ama.
De esta conexión fundamental entre Dios y el hombre deriva la conexión
indisoluble entre espíritu y cuerpo; en efecto, el hombre es alma que se expresa en el
cuerpo, y cuerpo vivificado por un espíritu inmortal. Así pues, también el cuerpo del
hombre y de la mujer tiene, por decirlo así, un carácter teológico; no es simplemente
cuerpo, y lo que es biológico en el hombre no es solamente biológico, sino también
expresión y realización de nuestra humanidad. Del mismo modo, la sexualidad humana no
es algo añadido a nuestro ser persona, sino que pertenece a él. Sólo cuando la sexualidad se
ha integrado en la persona logra dar un sentido a sí misma». (Benedicto XVI)
Oración
Padre infinitamente bueno,
tú has santificado el matrimonio
mediante un misterio tan grande
que lo has hecho sacramento de la alianza
de Cristo y de la Iglesia.
Haz que descubramos en Cristo
la alegría del don total hacia aquel a quien amamos,
para que lleguemos a ser un solo corazón, una sola alma
y un solo espíritu, en un único amor.
Por Cristo entregado por nosotros
en la comunión del Espíritu Santo. Amén.
Tercera Reflexión: Fortalecidos En La Oración Familiar
Lectura de la palabra:
«Van a una propiedad, cuyo nombre es Getsemaní, y dice a sus discípulos: ‟Siéntense aquí,
mientras yo hago oración”. Toma consigo a Pedro, Santiago y Juan, y comenzó a sentir
pavor y angustia. Y les dice: ‟Mi alma está triste hasta la muerte; quédense aquí y vigilen”.
Y adelantándose un poco, cayó en tierra y suplicaba a ser posible pasara de él aquella hora.
Y decía: ‟¡Abbá, Padre!, todo es posible para ti, aparta de mí este cáliz; pero no sea lo que
yo quiero, si no lo que quieras tú”». (Marcos 14, 32-36)
Meditación: La oración familiar, medio para aceptar en Cristo la voluntad de Dios
«Sólo la fe en Cristo, sólo la participación en la fe de la Iglesia salva a la familia; y,
por otra parte, la Iglesia sólo puede vivir si se salva la familia.
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Yo ahora no tengo la receta de cómo se puede hacer esto. Pero creo que debemos tenerlo
siempre presente. Por eso, tenemos que hacer todo lo que favorezca a la familia: círculos
familiares, catequesis familiares, enseñar la oración en familia. Esto me parece muy
importante: donde se hace oración juntos, está presente el Señor, está presente la fuerza que
puede romper incluso la “esclerocardia”, la dureza de corazón que, según el Señor, es el
verdadero motivo del divorcio.
Sólo la presencia del Señor, y nada más, nos ayuda a vivir realmente lo que desde el
inicio el Creador quiso y el Redentor renovó. Enseñar la oración en familia y así invitar a la
oración con la Iglesia. Y encontrar luego todos los demás modos». (Benedicto XVI)
Si la familia logra concentrarse en Cristo, él unifica e ilumina toda la vida familiar.
Los dolores y las angustias se experimentan en comunión con la cruz del Señor, y el abrazo
con él permite sobrellevar los peores momentos. En los días amargos de la familia hay una
unión con Jesús abandonado que puede evitar una ruptura. Las familias alcanzan poco a
poco, «con la gracia del Espíritu Santo, su santidad a través de la vida matrimonial,
participando también en el misterio de la cruz de Cristo, que transforma las dificultades y
sufrimientos en una ofrenda de amor». Por otra parte, los momentos de gozo, el descanso o
la fiesta, y aun la sexualidad, se experimentan como una participación en la vida plena de
su Resurrección. Los cónyuges conforman con diversos gestos cotidianos ese «espacio
teologal en el que se puede experimentar la presencia mística del Señor resucitado». (AL
#317)
La oración en familia es un medio privilegiado para expresar y fortalecer esta fe
pascual. Se pueden encontrar unos minutos cada día para estar unidos ante el Señor vivo,
decirle las cosas que preocupan, rogar por las necesidades familiares, orar por alguno que
esté pasando un momento difícil, pedirle ayuda para amar, darle gracias por la vida y por
las cosas buenas, pedirle a la Virgen que proteja con su manto de madre. Con palabras
sencillas, ese momento de oración puede hacer muchísimo bien a la familia. Las diversas
expresiones de la piedad popular son un tesoro de espiritualidad para muchas familias. (AL
#318)
Oración
Padre nuestro que estás en los cielos,
hágase tu voluntad en la tierra
como en el cielo y no la nuestra.
Pero, en tu infinita bondad,
has querido que tu santa voluntad
desposara nuestra voluntad,
la de elegirnos el uno para el otro por amor.
Al consagrar así nuestro amor humano
lo has elevado al rango del amor divino.
Nuestro amor manifiesta la acción prodigiosa de tu gracia.
Nuestra unidad revela la Iglesia y el mundo
maravilloso designio de tu amor.
Suscita en nosotros la voluntad de realizar,
ante todo nosotros mismos,
la unidad en el amor cuya gracia tú nos has dado.
Por Jesucristo, tu hijo amado,
en la comunión del Espíritu Santo. Amén.
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Cuarta Reflexión: Varón Y Mujer En El Amor De Dios
Lectura de la palabra 26 Y dijo Dios: “Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza; y
ejerza[a] dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre
toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra.” 27 Dios creó al hombre a
imagen Suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28 Dios los bendijo y les
dijo: “Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Ejerzan dominio sobre
los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve[b] sobre la
tierra.” (Cf. Génesis 1,26-28, 31ª )
Meditación: Tú y tu esposa, varón y mujer, que amados, se aman y propician el amor Atravesemos entonces el umbral de esta casa serena, con su familia sentada en torno
a la mesa festiva. En el centro encontramos la pareja del padre y de la madre con toda su
historia de amor. En ellos se realiza aquel designio primordial que Cristo mismo evoca con
intensidad: «¿No habéis leído que el Creador en el principio los creó hombre y mujer?» (Mt
19,4). Y se retoma el mandato del Génesis: «Por eso abandonará el hombre a su padre y a
su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne» (Gn 2,24). (AL #9)
Los dos grandiosos primeros capítulos del Génesis nos ofrecen la representación de
la pareja humana en su realidad fundamental. En ese texto inicial de la Biblia brillan
algunas afirmaciones decisivas. La primera, citada sintéticamente por Jesús, declara: «Dios
creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y mujer los creó» (Gn 1,27).
Sorprendentemente, la «imagen de Dios» tiene como paralelo explicativo precisamente a la
pareja «hombre y mujer». […] Se preserva la trascendencia de Dios, pero, puesto que es al
mismo tiempo el Creador, la fecundidad de la pareja humana es «imagen» viva y eficaz,
signo visible del acto creador. (AL #9 )
Oración Padre nuestro, que nos has creado a tu imagen y semejanza
con capacidad de conocer la verdad para alcanzar la libertad verdadera
y con capacidad del amor fecundo, fiel e indisoluble,
como hijos tuyos, varón y mujer, te pedimos, Señor,
que no desperdiciemos los dones y talentos
con los que nos bendices
en la relación del matrimonio y de la familia que has deseado.
Que nuestro amor fiel, indisoluble y fecundo
sea alegre reflejo de la profundidad hermosa de tu Ser-Amor.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén
Quinta Reflexión: Amor Que Se Vuelve Fecundo
Lectura de la palabra
«… y los bendijo con estas palabras: ‟Sean fructíferos y multiplíquense”» (Génesis 1,28)
«Tu esposa será como vid fecunda en medio de tu casa, tus hijos serán como olivos nuevos
alrededor de tu mesa. Así será bendito el hombre que teme al Señor. ¡Que el Señor te
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bendiga desde Sión: puedas ver la dicha de Jerusalén durante todos los días de tu vida!
¡Que veas a los hijos de tus hijos y en Israel, la paz! (Sal 128, 3ss)
«Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles; la herencia que da el
Señor son los hijos; su salario, el fruto del vientre: son saetas en mano de un guerrero los
hijos de la juventud; dichoso el hombre que llena con ellas su aljaba: no quedará derrotado
cuando litigue con su adversario en la plaza» (Sal 127, 1.3-5).
Meditación: Amor que se vuelve fecundo y construye la casa El amor siempre da vida. Por eso, el amor conyugal «no se agota dentro de la pareja
[...] Los cónyuges, a la vez que se dan entre sí, dan más allá de sí mismos la realidad del
hijo, reflejo viviente de su amor, signo permanente de la unidad conyugal y síntesis viva e
inseparable del padre y de la madre».(AL #165)
Acoger una nueva vida
La familia es el ámbito no sólo de la generación sino de la acogida de la vida que
llega como regalo de Dios. Cada nueva vida «nos permite descubrir la dimensión más
gratuita del amor, que jamás deja de sorprendernos. Es la belleza de ser amados antes: los
hijos son amados antes de que lleguen». Esto nos refleja el primado del amor de Dios que
siempre toma la iniciativa, porque los hijos «son amados antes de haber hecho algo para
merecerlo». (AL #166)
Retomemos el canto del Salmista. Allí aparecen, dentro de la casa donde el hombre
y su esposa están sentados a la mesa, los hijos que los acompañan «como brotes de olivo»
(Sal 128,3), es decir, llenos de energía y de vitalidad. Si los padres son como los
fundamentos de la casa, los hijos son como las «piedras vivas» de la familia (cf. 1 P 2,5).
Es significativo que en el Antiguo Testamento la palabra que aparece más veces después de
la divina (el «Señor» es «hijo», un vocablo que remite al verbo hebreo que significa
«construir». Por eso, en el Salmo 127 se exalta el don de los hijos con imágenes que se
refieren tanto a la edificación de una casa, como a la vida social y comercial que se
desarrollaba en la puerta de la ciudad: «Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan
los albañiles; la herencia que da el Señor son los hijos; su salario, el fruto del vientre: son
saetas en mano de un guerrero los hijos de la juventud; dichoso el hombre que llena con
ellas su aljaba: no quedará derrotado cuando litigue con su adversario en la plaza» (127,
1.3-5). Es verdad que estas imágenes reflejan la cultura de una sociedad antigua, pero la
presencia de los hijos es de todos modos un signo de plenitud de la familia en la
continuidad de la misma historia de salvación, de generación en generación. (AL #14)
Bajo esta luz podemos recoger otra dimensión de la familia. Sabemos que en el Nuevo
Testamento se habla de «la iglesia que se reúne en la casa» (cf. 1 Co 16,19; Rm 16,5; Col
4,15; Flm 2). El espacio vital de una familia se podía transformar en iglesia doméstica, en
sede de la Eucaristía, de la presencia de Cristo sentado a la misma mesa. Es inolvidable la
escena pintada en el Apocalipsis: «Estoy a la puerta llamando: si alguien oye y me abre,
entraré y comeremos juntos» (3,20). Así se delinea una casa que lleva en su interior la
presencia de Dios, la oración común y, por tanto, la bendición del Señor. Es lo que se
afirma en el Salmo 128 que tomamos como base: «Que el Señor te bendiga desde Sión»
(v.5). (AL #15)
103
Oración
Señor Dios nuestro,
tú que eres la fecundidad constructora de todo lo creado,
tu el «Padre Nuestro del Cielo», como nos enseñó Jesús,
has que podamos comprender
la profunda riqueza de tu fecundidad creadora
en nuestro compromiso por el cuidado de «nuestra casa común»
y el respeto por todo lo creado para el bien común, nuestro medio ambiente.
Pero sobre todo, Señor,
permítenos comprender, aceptar, respetar y promover
el «don de la vida humana» en el seno de nuestra casa y familia,
con la que nos has bendecido personalmente,
y has bendecido a quienes permitieron tu voluntad
para que nosotros pudiéramos en tu amor vivir igualmente.
Permítenos ser promotores de este amor fecundo
con la gracia de tu Espíritu Santo
a fin de reflejar fecundamente
el valor que posee el misterio de tu infinito amor,
fuente, fuerza y plenitud de todo lo creado,
y de la grande familia de todos tus hijos e hijas
con la que pretendemos construir la civilización del amor.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Reflexión Sexta: Matrimonio Signo Eficaz Del Amor De Cristo
Lectura de la palabra «2a Sigan el camino del amor, a ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros,… 21Sométanse unos a otros en el temor (la reverencia) de Cristo. 22Las mujeres estén
sometidas a sus propios maridos como al Señor. 23Porque el marido es cabeza de la mujer,
así como Cristo es cabeza de la iglesia, siendo El mismo el Salvador del cuerpo. 24Pero así
como la iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres deben estarlo a sus maridos en
todo. 25Maridos, amen a sus mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio El mismo
por ella, 26para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, 27a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni
arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada. 28Así deben también los
maridos amar a sus mujeres, como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a sí
mismo se ama. 29Porque nadie aborreció jamás su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo
cuida, así como también Cristo a la iglesia; 30porque somos miembros de Su cuerpo. 31Por
esto el hombre dejara a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una
sola carne. 32Grande es este misterio, pero hablo con referencia a Cristo y a la iglesia. 33En
todo caso, cada uno de ustedes ame también a su mujer como a sí mismo, y que la mujer
respete a su marido.» (Efesios 5,2ª, 21-33).
Meditación: El Sacramento del matrimonio regalo para la santificación de los esposos
El sacramento del matrimonio no es una convención social, un rito vacío o el mero
signo externo de un compromiso. El sacramento es un don para la santificación y la
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salvación de los esposos, porque «su recíproca pertenencia es representación real, mediante
el signo sacramental, de la misma relación de Cristo con la Iglesia. Los esposos son por
tanto el recuerdo permanente para la Iglesia de lo que acaeció en la cruz; son el uno para el
otro y para los hijos, testigos de la salvación, de la que el sacramento les hace partícipes».
El matrimonio es una vocación, en cuanto que es una respuesta al llamado específico a vivir
el amor conyugal como signo imperfecto del amor entre Cristo y la Iglesia. Por lo tanto, la
decisión de casarse y de crear una familia debe ser fruto de un discernimiento vocacional.
(AL #72)
La unión sexual, vivida de modo humano y santificada por el sacramento, es a su
vez camino de crecimiento en la vida de la gracia para los esposos. Es el «misterio
nupcial». El valor de la unión de los cuerpos está expresado en las palabras del
consentimiento, donde se aceptaron y se entregaron el uno al otro para compartir toda la
vida. Esas palabras otorgan un significado a la sexualidad y la liberan de cualquier
ambigüedad. Pero, en realidad, toda la vida en común de los esposos, toda la red de
relaciones que tejerán entre sí, con sus hijos y con el mundo, estará impregnada y
fortalecida por la gracia del sacramento que brota del misterio de la Encarnación y de la
Pascua, donde Dios expresó todo su amor por la humanidad y se unió íntimamente a ella.
Nunca estarán solos con sus propias fuerzas para enfrentar los desafíos que se presenten.
Ellos están llamados a responder al don de Dios con su empeño, su creatividad, su
resistencia y su lucha cotidiana, pero siempre podrán invocar al Espíritu Santo que ha
consagrado su unión, para que la gracia recibida se manifieste nuevamente en cada nueva
situación. (AL #74)
Oración
Señor Jesucristo,
esposo fiel de la Iglesia esposa,
santifica con tu entrega amorosa
este vínculo de amor humano de nuestro matrimonio
que consagramos a tu fiel e indisoluble entrega.
Danos siempre poder serte fieles
a fin de que vinculados a tu gracia
podamos bien realizar aquella vocación original
a la que nos sentimos llamados por tu santa voluntad.
Gracias suficientes para amarnos en ti, contigo y por ti,
a fin de poder alcanzar la vida de santidad, amistad contigo,
con la que podamos testimoniarte uno ante el otro,
ante nuestros hijos y ante los hijos de los demás.
Lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Reflexión Séptima: La Alegría Familiar Y Las Bodas Del Cordero
Lectura de la palabra: (Apocalipsis 21,1-7) 1Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra
pasaron, y el mar ya no existe. 2Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del
cielo, de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposo. 3Entonces oí una gran
voz que decía desde el trono: "El tabernáculo de Dios está entre los hombres, y El habitará
entre ellos y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos. 4El enjugará toda
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lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque
las primeras cosas han pasado." 5El que está sentado en el trono dijo: "Yo hago nuevas
todas las cosas." Y añadió: "Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas." 6También me dijo: "Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que
tiene sed, Yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. 7El vencedor heredará
estas cosas, y Yo seré su Dios y él será Mi hijo.
Meditación: Alegría familiar, gusto anticipado del banquete de las bodas del Cordero
«El don recíproco constitutivo del matrimonio sacramental arraiga en la gracia del
bautismo, que establece la alianza fundamental de toda persona con Cristo en la Iglesia. En
la acogida mutua, y con la gracia de Cristo, los novios se prometen entrega total, fidelidad y
apertura a la vida, y además reconocen como elementos constitutivos del matrimonio los
dones que Dios les ofrece, tomando en serio su mutuo compromiso, en su nombre y frente a
la Iglesia. Ahora bien, la fe permite asumir los bienes del matrimonio como compromisos
que se pueden sostener mejor mediante la ayuda de la gracia del sacramento [...] Por lo
tanto, la mirada de la Iglesia se dirige a los esposos como al corazón de toda la familia, que
a su vez dirige su mirada hacia Jesús». El sacramento no es una «cosa» o una «fuerza»,
porque en realidad Cristo mismo «mediante el sacramento del matrimonio, sale al
encuentro de los esposos cristianos (cf. Gaudium et spes, 48). Permanece con ellos, les da
la fuerza de seguirle tomando su cruz, de levantarse después de sus caídas, de perdonarse
mutuamente, de llevar unos las cargas de los otros». El matrimonio cristiano es un signo
que no sólo indica cuánto amó Cristo a su Iglesia en la Alianza sellada en la cruz, sino que
hace presente ese amor en la comunión de los esposos. Al unirse ellos en una sola carne,
representan el desposorio del Hijo de Dios con la naturaleza humana. Por eso «en las
alegrías de su amor y de su vida familiar les da, ya aquí, un gusto anticipado del banquete
de las bodas del Cordero». Aunque «la analogía entre la pareja marido-mujer y Cristo-
Iglesia» es una «analogía imperfecta», invita a invocar al Señor para que derrame su propio
amor en los límites de las relaciones conyugales. (AL #73)
Oración
Seños Jesucristo,
Evangelio pleno del amor del Padre
en la entrega de todo tu ser, cuerpo, alma y divinidad,
que, desposando con amor divino toda la frágil condición humana,
has permanecido fiel hasta el último aliento de tu vida
y hasta la última gota de tu sangre en el ara de la cruz,
concédenos conocer, experimentar, amar y propagar
la gracia de tan grande derroche de bendiciones,
especialmente en el sacramento, signo eficaz, del amor matrimonial.
Haznos sentir, Señor, que
la Alegría del amor que se vive en las familias
es también júbilo de la Iglesia,
de nuestra iglesia que hoy desea fielmente responder
a los grandes retos del matrimonio y la familia
como preparación para su desposorio en las bodas del Cordero.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
106
Reflexión Octava: Acompañar, Discernir E Integrar La Fragilidad Matrimonial
Lectura de la palabra: (Lucas 24, 13-35) En Emaús, Jesús nos acoge, ilumina y capacita 13 Aquel mismo día dos discípulos se dirigían a un pueblecito llamado Emaús, que está a
unos doce kilómetros de Jerusalén, 14 e iban conversando sobre todo lo que había ocurrido. 15 Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se les acercó y se puso a caminar con
ellos, 16 pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran. 17 Él les dijo: « ¿De qué van
discutiendo por el camino?» Se detuvieron, y parecían muy desanimados. 18 Uno de ellos,
llamado Cleofás, le contestó: « ¿Cómo? ¿Eres tú el único peregrino en Jerusalén que no
está enterado de lo que ha pasado aquí estos días?» 19 « ¿Qué pasó?», les preguntó. Le
contestaron: « ¡Todo el asunto de Jesús Nazareno!» 19 Era un profeta poderoso en obras y
palabras, reconocido por Dios y por todo el pueblo. 20 Pero nuestros sumos sacerdotes y
nuestros jefes renegaron de él, lo hicieron condenar a muerte y clavar en la cruz. 21Nosotros
pensábamos que él sería el que debía libertar a Israel. Sea lo que sea, ya van dos días desde
que sucedieron estas cosas. 22 En realidad, algunas mujeres de nuestro grupo nos han
inquietado, 23 pues fueron muy de mañana al sepulcro y, al no hallar su cuerpo, volvieron
hablando de una aparición de ángeles que decían que estaba vivo. 24 Algunos de los
nuestros fueron al sepulcro y hallaron todo tal como habían dicho las mujeres, pero a él no
lo vieron.» 25 Entonces él les dijo: « ¡Qué poco entienden ustedes y qué lentos son sus
corazones para creer todo lo que anunciaron los profetas! 26 ¿No tenía que ser así y que el
Mesías padeciera para entrar en su gloria?» 27 Y les interpretó lo que se decía de él en todas
las Escrituras, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas.
28 Al llegar cerca del pueblo al que iban, hizo como que quisiera seguir adelante, 29 pero
ellos le insistieron diciendo: «Quédate con nosotros, ya está cayendo la tarde y se termina el
día.» Entró, pues, para quedarse con ellos. 30 Y mientras estaba en la mesa con ellos, tomó
el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. 31 En ese momento se les abrieron los
ojos y lo reconocieron, pero él desapareció. 32 Entonces se dijeron el uno al otro: « ¿No
sentíamos arder nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las
Escrituras?» 33 De inmediato se levantaron y volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los
Once y a los de su grupo. 34 Estos les dijeron: «Es verdad: el Señor ha resucitado y se ha
aparecido a Simón.» 35 Ellos, por su parte, contaron lo sucedido en el camino y cómo lo
habían reconocido al partir el pan. (Palabra del Señor)
Meditación: Acompañar, discernir e integrar la fragilidad
En la Exhortación Apostólica del Papa Francisco, La Alegría del Amor (2016) no
encontramos un cambio en la doctrina de la Iglesia, sino una pastoral innovadora que
pretende la integración de las familias. Se exige empatía con las particulares situaciones
reales de estas familias para luego idear, a partir de ellas, las diferentes soluciones a sus
problemas y necesidades. Necesitamos discernir y buscar nuevas salidas, emergiendo a
nuevos conceptos y nuevas formas de realizar el cuidado pastoral, en particular el de los
matrimonios irregulares.
Como un «ciego no puede guiar a otro ciego», el acompañamiento de los
matrimonios en fragilidad necesita de una iluminación en la Verdad que garantice « La
lógica de la misericordia pastoral »(AL n. 307). Entendamos que quien acompañó e
iluminó en el Camino de Emaús fue el mismo Jesucristo, «la luz del mundo» (cf. Jn 8,12)
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de quien, además, se dice en el Evangelio: «…de modo que la muchedumbre se maravilló
al ver que los mudos hablaban, los lisiados quedaban restaurados, los cojos caminaban y los
ciegos veían; y glorificaron al Dios de Israel» (Mt 15,31). Un buen acompañamiento
pastoral de estas situaciones irregulares necesita, como criterio fundamental y eficaz, la luz
de Jesucristo que nos enseña la Iglesia y que, a su vez, integre con «caridad pastoral» el
discernimiento de los elementos subjetivos de la realidad de las vidas humanas que
acompañamos pastoralmente en el corazón misericordioso de Jesucristo, guiándolos
siempre en un «camino de crecimiento gradual» hacia el bien mayor posible (cf. AL n.
295).
Nos dice el Papa Francisco: «Para evitar cualquier interpretación desviada, recuerdo
que de ninguna manera la Iglesia debe renunciar a proponer el ideal pleno del matrimonio,
el proyecto de Dios en toda su grandeza.» (AL n. 307).Y, más adelante, añade: «Pero de
nuestra conciencia del peso de las circunstancias atenuantes —psicológicas, históricas e
incluso biológicas— se sigue que, ‟sin disminuir el valor del ideal evangélico, hay que
acompañar con misericordia y paciencia las etapas posibles de crecimiento de las personas
que se van construyendo día a día”, dando lugar a ‟la misericordia del Señor que nos
estimula a hacer el bien posible”. […] Comprendo a quienes prefieren una pastoral más
rígida que no dé lugar a confusión alguna. Pero creo sinceramente que Jesucristo quiere una
Iglesia atenta al bien que el Espíritu derrama en medio de la fragilidad: una Madre que, al
mismo tiempo que expresa claramente su enseñanza objetiva, ‟no renuncia al bien posible,
aunque corra el riesgo de mancharse con el barro del camino”. Los pastores, que proponen
a los fieles el ideal pleno del Evangelio y la doctrina de la Iglesia, deben ayudarles también
a asumir la lógica de la compasión con los frágiles y a evitar persecuciones o juicios
demasiado duros o impacientes. El mismo Evangelio nos reclama que no juzguemos ni
condenemos (cf. Mt 7,1; Lc 6,37). Jesús ‟espera que renunciemos a buscar esos cobertizos
personales o comunitarios que nos permiten mantenernos a distancia del nudo de la
tormenta humana, para que aceptemos de verdad entrar en contacto con la existencia
concreta de los otros y conozcamos la fuerza de la ternura. Cuando lo hacemos, la vida
siempre se nos complica maravillosamente”.» (AL n. 308)
Estamos llamados a acercarnos, conocer, integrar, acompañar y conducirlos
gradualmente al encuentro con Jesucristo vivo siempre en el bien mayor posible. Por ello
hay que entender y discernir (cf. AL nn. 301-305) buscando nuevas salidas. El
discernimiento es un ejercicio de empatía, un romper prejuicios, un abrirse a la posibilidad
del encuentro con el otro en el bien posible, comprenderlo acompañándolo; es un caminar
en y con las familias observando su realidad, no estereotipándolas. Debemos callar a
nuestro inquisidor interior y pasar al Padre misericordioso, al Jesús compasivo, que no
renunció a la verdad sin comprender y atender las situaciones difíciles que confrontó en su
caminar.
Por ello, para hacer una efectiva pastoral familiar tenemos que derrumbar las
barreras del estancamiento que generan nuestras zonas de confort pastoral. El antídoto de
ello, según el Papa Francisco lo expresó en su Exhortación La Alegría del Evangelio (n.
49), es una pastoral distinta que «sale a la calle», una pastoral que abandona la zona de
confort y da paso a una pastoral que busca nuevas salidas y caminos contra el
estancamiento que generan los miedos y los prejuicios humanos. Necesitamos una pastoral
como la realizada por Jesús ante la turbulencia de la barca, que casi se hundía, cuando dice
a sus discípulos: «no tengan miedo» (cf. Mt 14, 27). Escuchamos cómo los Papas San Juan
Pablo II y Benedicto XVI repetían la misma frase a los miembros de la Iglesia ante los
108
tiempos turbulentos y difíciles que todavía hoy confrontamos. No estamos llamados a ser
jueces sino hermanos (cf. AL 305). Debemos saber aplicar las leyes morales pero debemos
evitar juicios condenatorios (AL 296). Quien hace pastoral debe aprender a ser compañero
de camino del pecador dando lugar a la misericordia como inicio para el crecimiento
gradual (AL n. 299). Para hacer pastoral familiar efectiva debemos ser agentes de esperanza
y de futuro, agentes de crecimiento. La pastoral familiar debe ser innovadora, debe
continuar el buen camino de Jesucristo vivo.
Oración
Seños Jesucristo,
Misericordia plena del amor del Padre,
que asumiendo la total fragilidad humana
en el excelso sacrificio del amor crucificado
te nos das completamente para nuestra salud,
te pedimos, acompáñanos en nuestra fragilidad,
escucha, Señor, nuestras penas, acoge, Señor,
nuestra incapacidad y pecado humano que reconocemos;
enciende nuestros corazones en el fuego de tu amor,
permite que podamos entrar en comunión con tu Palabra
y, con nuestro compromiso, en las posibles obras de justicia y caridad,
haznos merecedores de mayores gracias cada día,
hasta que nos llegue el día de la plena comunión en tu Gloria.
Lo pedimos, por Jesucristo tu Hijo que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.
Oración de los fieles (o peticiones a discreción del celebrante)
Señor Dios nuestro queremos poner en tus manos el clamor de tu pueblo y el de nuestros
matrimonios y familias en la humildad de reconocernos tus hijos.
(A cada petición respondemos: Señor, tu familia hoy suplica.)
1. Por el Papa Francisco, nuestro Obispo Daniel Fernández, nuestros Sacerdotes y
Diáconos, a quienes Tú encomendaste la tarea de cuidar de tu pueblo. Ayúdalos Señor en
su misión de Pastores de tu Iglesia y dales Tú Espíritu de libertad, verdad y unión…
R/. Señor, tu familia hoy suplica.
2. Por las familias para que cada una de ellas llegue a ser, mediante tu Hijo Jesucristo –
nacido de mujer – y mediante el Espíritu Santo, manantial de caridad divina, un verdadero
santuario de vida y amor para todas las generaciones… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
3. Por todos los niños, especialmente por aquellos que aún están en el vientre de sus
madres… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
4. Por todos los jóvenes de nuestras familias y para que estimules en ellos la vocación de la
vida religiosa consagrada, masculina y femenina, y en orden Sacerdotal…
R/. Señor, tu familia hoy suplica.
109
5. Por todos los enfermos, especialmente por aquellos que no tienen buena salud y por los
agonizantes… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
6. Para que en todos los hogares no nos falten los alimentos para el cuerpo y el alimento de
tu Palabra que sacia el alma… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
7. Por los todos matrimonios que aún no te conocen y por todos los reunidos aquí en esta
asamblea, para que con nuestro amor de pareja podamos testimoniar al mundo la alegría del
amor que se vive en las familias como júbilo de la iglesia…
R/. Señor, tu familia hoy suplica.
8. Por nuestros líderes de gobierno y por las necesidades de nuestra querida Patria…
R/. Señor, tu familia hoy suplica.
9. En silencio te pedimos Señor por nuestras propias intenciones…
R/. Señor, tu familia hoy suplica.
Acoge, Señor, benigno y misericordioso, estas súplicas que humildemente tu familia te
presenta. Por Jesucristo tu Hijo, que contigo y el Espíritu Santo vive y reina, por los siglos
de los siglos. Amén.
Cántico antes de la Bendición (a discreción de los cantores)
Bendición
Oremos. Oh Dios, que en este sacramento admirable
nos dejaste el memorial de tu pasión,
te pedimos, nos concedas,
venerar los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre
que experimentemos constantemente los frutos de tu redención.
Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Letanías a la Sagrada Familia
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, escúchanos.
Dios Padre, que estás en los cielos, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Trinidad santísima, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Jesús, salvador del mundo, ten piedad de nosotros.
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Jesús, hijo de María, nuestro amable hermano, ten piedad de nosotros.
Jesús, tesoro y delicias de la Sagrada Familia, ten piedad de nosotros.
Santa María, Reina de los cielos, ruega por nosotros.
Santa María, madre de Jesús y nuestra cara madre, ruega por nosotros.
Santa María, ornamento y gozo de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
San José, padre adoptivo de Jesús, ruega por nosotros.
San José, casto esposo de María, ruega por nosotros.
San José, guía y apoyo de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
Sagrada Familia, bajo la protección de la cual nos hemos consagrado a Dios,
acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, que hemos tomado por modelo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, querida del Padre Celestial, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, conducida por el Espíritu Santo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, santificada por la presencia del Hijo de Dios, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, resplandeciente a los ojos del Eterno, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, terror del infierno, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, asilo de todas las virtudes, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, santuario de la Divinidad, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, tabernáculo de Dios vivo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, oscura e ignorada sobre la Tierra, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, pobre y laboriosa, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, humilde y penitente, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, modelo de paciencia y de resignación, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, gloriosa en las tribulaciones, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, venerada de los pastores, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, honrada por los Magos, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, por Herodes perseguida, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, por los judíos despreciada, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, admiración de los patriarcas, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, de los ángeles respetada, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, ejemplo de todos los Santos, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, decoro de la celestial Jerusalén, acompáñanos por siempre.
Senos propicia, te rogamos, óyenos.
Socórrenos en todos los peligros de alma y cuerpo, te rogamos, óyenos.
Se nuestro refugio contra los males que nos aquejan, te rogamos, óyenos.
Se nuestra fuerza en los combates y pruebas, te rogamos, óyenos.
Se para nosotros un muro contra los ataques del enemigo de nuestra salud,
te rogamos, óyenos.
Se nuestra esperanza en nuestra vida y nuestro consuelo en la hora de la muerte,
te rogamos, óyenos.
Se la poderosa protectora de aquellos que os invocan con una verdadera confianza,
te rogamos, óyenos.
Se la mediadora de aquellos que mueren en el Señor y la abogada de los pecadores acerca
del Soberano Juez, te rogamos, óyenos.
111
Se la libertadora de las almas detenidas en el purgatorio y la salud de aquellos que esperan
en ti, te rogamos, óyenos.
Se siempre el sostén de los débiles y la ayuda de los imperfectos, te rogamos, óyenos.
Se siempre la protectora de nuestra Sociedad, te rogamos, óyenos.
Se siempre el espejo de los justos y el tesoro de los fieles, te rogamos, óyenos.
Se siempre la consoladora de los afligidos y el refugio de los verdaderos cristianos,
te rogamos, óyenos.
Se siempre el apoyo y la defensa de aquellos que se han consagrado a vuestro servicio,
te rogamos, óyenos.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.
V. Sagrada Familia, se glorificada en todos los siglos.
R. Reina para siempre en todos los corazones.
O Las Alabanzas Divinas (En lugar de las Letanías a la Sagrada Familia)
Bendito sea Dios.
Bendito sea su santo nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Bendito sea el nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su santa e inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea su nombre de Virgen y Madre.
Bendita sea María, madre de la Iglesia.
Bendito sea San José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos. Amén.
Oración Final (A discreción del celebrante o guía)
1. A la Sagrada Familia (Papa Francisco en la Amoris Laetitia 2016)
Jesús, María y José en ustedes contemplamos
el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchen y acojan nuestra súplica. Amén.
112
2. O esta otra
Divino Salvador, bendice todas nuestras obras; recompensa de una manera digna de Ti a
todos los que contribuyen a su suceso. Concede la paz y la vida eterna a nuestros hermanos
y hermanas que han muerto. Concede también a tus fieles y siervos sobre la tierra las
gracias que les son necesarias para la conversión de los pecadores, la santificación de los
justos y aumento de tu Sagrada Familia, a fin de que seas conocido y glorificado de todas
las criaturas con María y José; y a fin de que reines en todos los corazones ahora y siempre,
Tú que vives y reinas con Dios Padre en unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de
los siglos. Amén.
Canto Final (a discreción del Celebrante o los que organizan)
113
HORA SANTA
Y ADORACIÓN EUCARÍSTICA
POR EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA (I)
Jesús, Eucaristía y Matrimonio
Cántico Inicial (a discreción del Celebrante o los que organizan)
Exposición
Oraciones básicas (Actos de fe, esperanza y caridad de San Juan Pablo II)
Señor Jesús:
Nos presentamos ante ti sabiendo que nos llamas y que nos amas tal como somos.
"Tú tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Hijo
de Dios" (Jn. 6,69).
Tu presencia en la Eucaristía ha comenzado con el sacrificio de la última cena y continúa
como comunión y donación de todo lo que eres.
Aumenta nuestra FE.
Por medio de ti y en el Espíritu Santo que nos comunicas, queremos llegar al Padre para
decirle nuestro SÍ unido al tuyo.
Contigo ya podemos decir: Padre nuestro.
Siguiéndote a ti, "camino, verdad y vida", queremos penetrar en el aparente "silencio" y
"ausencia" de Dios, rasgando la nube del Tabor para escuchar la voz del Padre que nos
dice: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo mi complacencia: Escuchadlo" (Mt. 17,5).
Con esta FE, hecha de escucha contemplativa, sabremos iluminar nuestras situaciones
personales, así como los diversos sectores de la vida familiar y social.
Tú eres nuestra ESPERANZA, nuestra paz, nuestro mediador, hermano y amigo.
Nuestro corazón se llena de gozo y de esperanza al saber que vives "siempre intercediendo
por nosotros" (Heb. 7,25).
Nuestra esperanza se traduce en confianza, gozo de Pascua y camino apresurado contigo
hacia el Padre.
Queremos sentir como tú y valorar las cosas como las valoras tú. Porque tú eres el centro,
el principio y el fin de todo.
Apoyados en esta ESPERANZA, queremos infundir en el mundo esta escala de valores
evangélicos por la que Dios y sus dones salvíficos ocupan el primer lugar en el corazón y
en las actitudes de la vida concreta.
Queremos AMAR COMO TÚ, que das la vida y te comunicas con todo lo que eres.
Quisiéramos decir como San Pablo: "Mi vida es Cristo" (Flp. 1,21).
Nuestra vida no tiene sentido sin ti.
Queremos aprender a "estar con quien sabemos nos ama", porque "con tan buen amigo
presente todo se puede sufrir". En ti aprenderemos a unirnos a la voluntad del Padre, porque
en la oración "el amor es el que habla" (Sta. Teresa).
Entrando en tu intimidad, queremos adoptar determinaciones y actitudes básicas, decisiones
duraderas, opciones fundamentales según nuestra propia vocación cristiana.
114
CREYENDO, ESPERANDO Y AMANDO, TE ADORAMOS con una actitud sencilla de
presencia, silencio y espera, que quiere ser también reparación, como respuesta a tus
palabras: "Quédense aquí y velad conmigo" (Mt. 26,38).
Tú superas la pobreza de nuestros pensamientos, sentimientos y palabras; por eso queremos
aprender a adorar admirando el misterio, amándolo tal como es, y callando con un silencio
de amigo y con una presencia de donación.
El Espíritu Santo que has infundido en nuestros corazones nos ayuda a decir esos "gemidos
inenarrables" (Rom. 8,26) que se traducen en actitud agradecida y sencilla, y en el gesto
filial de quien ya se contenta con sola tu presencia, tu amor y tu palabra.
En nuestras noches físicas y morales, si tú estás presente, y nos amas, y nos hablas, ya nos
basta, aunque muchas veces no sentiremos la consolación.
Aprendiendo este más allá de la ADORACIÓN, estaremos en tu intimidad o "misterio".
Entonces nuestra oración se convertirá en respeto hacia el "misterio" de cada hermano y de
cada acontecimiento para insertarnos en nuestro ambiente familiar y social y construir la
historia con este silencio activo y fecundo que nace de la contemplación.
Gracias a ti, nuestra capacidad de silencio y de adoración se convertirá en capacidad de
AMAR y de SERVIR.
Nos has dado a tu Madre como nuestra para que nos enseñe a meditar y adorar en el
corazón. Ella, recibiendo la Palabra y poniéndola en práctica, se hizo la más perfecta
Madre.
Ayúdanos a ser tu Iglesia misionera, que sabe meditar adorando y amando tu Palabra, para
transformarla en vida y comunicarla a todos los hermanos. Amén.
Introducción
Los esposos solos no pueden amarse. El amor lo han aprendido en una familia, y
con su familia construyen a su vez la sociedad. Por eso su amor no es algo privado que sólo
les concierne a ellos.
La liturgia de la Iglesia en que celebramos el matrimonio expresa precisamente esto.
El amor se expande, se manifiesta a otros, da fruto en el mundo. En cuanto se cierra en sí
mismo, se ahoga y muere. Al entrar en la Iglesia, el amor de los esposos pide ayuda,
reconoce necesitar apoyos: los de otras familias, los de la sociedad, de la comunidad
creyente, de Dios. La Iglesia, en la liturgia, dice a los esposos algo que necesitan escuchar:
«No están solos; yo les ofrezco un gran lugar para que en él construyan su hogar. Yo les
abro mi gran familia para que apoyen en ella los cimientos de su familia». Igualmente lo
repite la Exhortación Apostólica Postsinodal del Papa Francisco La Alegría del Amor
(Amoris Laetitia, marzo 2016, en adelante AL): «Nunca estarán solos con sus propias
fuerzas para enfrentar los desafíos que se presenten. …están llamados a responder al don de
Dios con su empeño, su creatividad, su resistencia y su lucha cotidiana, pero siempre
podrán invocar al Espíritu Santo que ha consagrado su unión, para que la gracia recibida se
manifieste nuevamente en cada nueva situación. (AL #74).
Por eso, hay una relación muy grande entre el matrimonio y la Eucaristía, que reside
en que los esposos dicen: «Queremos poner nuestro amor cerca del amor de Jesús; la
115
entrega de nuestros cuerpos cerca de la entrega del cuerpo de Jesús; nuestro sí fiel hasta la
muerte cerca del sí fiel de Jesús a su Iglesia en la cruz.» Por ello demos tiempo a la oración
y adoración de Jesucristo en el Santísimo Sacramento.
Oración preparatoria: Para los esposos cristianos frente al Santísimo
Estar ahí, juntos,
como un solo ser, según la voluntad del Padre.
Con un solo corazón y con una sola alma
―¿podría ser de otra manera?―,
adorar al Sacramento de la unidad.
Con un solo espíritu, alimentarse de la Palabra.
Juntos, ante Jesús sacramentado,
seguir a quien realiza nuestra unidad conyugal.
Corazón con corazón, aprender a amar hasta el extremo.
Llevar en la comunión de nuestro amor
a nuestros hijos, a nuestra familia,
a los sacerdotes, a la Iglesia,
a todos nuestros hermanos.
Primera Reflexión: Jesús instituye la Eucaristía
Lectura de la Palabra «Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan, y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a
sus discípulos, dijo: ‟Tomen, coman; esto es mi cuerpo”. Tomó luego una copa, pronunció
la acción de gracias y se la dio, diciendo: ‟Beban todos de ella; porque ésta es mi sangre de
la Alianza, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados. Y les digo que
desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que beba con ustedes
el vino nuevo en el reino de mi Padre”». (Mateo 26, 26-29)
Meditación: Reconciliación y Eucaristía para renovar la vida cristiana
«Es importante que en el centro de nuestra vida esté la participación en la
Eucaristía, en la que Jesús se entrega a sí mismo por nosotros. Él, que murió por los
pecados de todos, desea entrar en comunión con cada uno de ustedes, llama a la puerta de
su corazón para darles su gracia. Vayan a su encuentro en la Santa Eucaristía, vayan a
adorarlo en las iglesias y permanezcan arrodillados ante el Sagrario: Jesús les colmará de su
amor y les manifestar a los sentimientos de su Corazón.
Si se ponen a la escucha, experimentarán de modo cada vez más profundo la alegría
de formar parte de su Cuerpo místico, la Iglesia, que es la familia de sus discípulos
congregados por el vínculo de la unidad y del amor. Además, como dice el apóstol San
Pablo, aprendan a dejarse reconciliar con Dios (cf. 2 Co 5,20).
Jesús les espera especialmente en el sacramento de la reconciliación para perdonar
sus pecados y reconciliarles con su amor a través del ministerio del sacerdote. Confesando
con humildad y verdad sus pecados, recibirán el perdón de Dios mismo mediante las
palabras de su ministro. ¡Qué gran oportunidad nos ha dado el Señor con este sacramento
para renovarnos interiormente y progresar en nuestra vida cristiana! Les recomiendo que
hagan constantemente buen uso de él». (Benedicto XVI)
116
«El camino comunitario de oración alcanza su culminación participando juntos de la
Eucaristía, especialmente en medio del reposo dominical. Jesús llama a la puerta de la
familia para compartir con ella la cena eucarística (cf. Ap 3,20). Allí, los esposos pueden
volver siempre a sellar la alianza pascual que los ha unido y que refleja la Alianza que Dios
selló con la humanidad en la CRUZ. La Eucaristía es el sacramento de la nueva Alianza
donde se actualiza la acción redentora de Cristo (cf. Lc 22,20). Así se advierten los lazos
íntimos que existen entre la vida matrimonial y la Eucaristía. El alimento de la Eucaristía es
fuerza y estímulo para vivir cada día la alianza matrimonial como «iglesia doméstica».(AL
#318).
Oración:
Dios, Padre nuestro,
tú no has llamado a cada uno por nuestro nombre
para que, al darnos el uno al otro,
nos donemos la gracia de tu amor,
y así seamos, el uno para el otro,
sacramento de tu presencia.
Danos el cuerpo de tu Hijo
por el que se realiza nuestra unidad.
Darnos la sangre de tu Hijo
que transfigura nuestro amor.
Día a día,
concédenos que,
el uno para el otro, el uno con el otro, el uno en el otro,
crezca en nosotros
el amor con el que te amaremos por siempre.
Por Jesucristo nuestro señor. Amén.
Oración de los fieles (o peticiones a discreción del celebrante)
Señor Dios nuestro queremos poner en tus manos el clamor de tu pueblo y el de nuestros
matrimonios y familias en la humildad de reconocernos tus hijos.
(A cada petición respondemos: Señor, tu familia hoy suplica.)
1. Por el Papa Francisco, nuestro Obispo Daniel Fernández, nuestros Sacerdotes y
Diáconos, a quienes Tú encomendaste la tarea de cuidar de tu pueblo. Ayúdalos
Señor en su misión de Pastores de tu Iglesia y dales Tú Espíritu de libertad, verdad
y unión… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
2. Por las familias para que cada una de ellas llegue a ser, mediante tu Hijo Jesucristo
– nacido de mujer – y mediante el Espíritu Santo, manantial de caridad divina, un
verdadero santuario de vida y amor para todas las generaciones… R/. Señor, tu
familia hoy suplica.
3. Por todos los niños, especialmente por aquellos que aún están en el vientre de sus
madres… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
117
4. Por todos los jóvenes de nuestras familias y para que estimules en ellos la vocación
de la vida religiosa consagrada, masculina y femenina, y en orden Sacerdotal… R/.
Señor, tu familia hoy suplica.
5. Por todos los enfermos, especialmente por aquellos que no tienen buena salud y por
los agonizantes… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
6. Para que en todos los hogares no nos falten los alimentos para el cuerpo y el
alimento de tu Palabra que sacia el alma… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
7. Por los todos matrimonios que aún no te conocen y por todos los reunidos aquí en
esta asamblea, para que con nuestro amor de pareja podamos testimoniar al mundo
la alegría del amor que se vive en las familias como júbilo de la iglesia… R/. Señor,
tu familia hoy suplica.
8. Por nuestros líderes de gobierno y por las necesidades de nuestra querida Patria…
R/. Señor, tu familia hoy suplica.
9. En silencio te pedimos Señor por nuestras propias intenciones… R/. Señor, tu
familia hoy suplica.
Acoge, Señor, benigno y misericordioso, estas súplicas que humildemente tu familia te
presenta. Por Jesucristo tu Hijo, que contigo y el Espíritu Santo vive y reina, por los siglos
de los siglos. Amén.
Cántico antes de la Bendición (a discreción de los cantores)
Bendición
Oremos. Oh Dios, que en este sacramento admirable
nos dejaste el memorial de tu pasión,
te pedimos, nos concedas,
venerar los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre
que experimentemos constantemente los frutos de tu redención.
Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Letanías a la Sagrada Familia Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, escúchanos.
Dios Padre, que estás en los cielos, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Trinidad santísima, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Jesús, salvador del mundo, ten piedad de nosotros.
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Jesús, hijo de María, nuestro amable hermano, ten piedad de nosotros.
Jesús, tesoro y delicias de la Sagrada Familia, ten piedad de nosotros.
Santa María, Reina de los cielos, ruega por nosotros.
Santa María, madre de Jesús y nuestra cara madre, ruega por nosotros.
Santa María, ornamento y gozo de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
San José, padre adoptivo de Jesús, ruega por nosotros.
San José, casto esposo de María, ruega por nosotros.
San José, guía y apoyo de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
Sagrada Familia, bajo la protección de la cual nos hemos consagrado a Dios,
acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, que hemos tomado por modelo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, querida del Padre Celestial, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, conducida por el Espíritu Santo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, santificada por la presencia del Hijo de Dios, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, resplandeciente a los ojos del Eterno, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, terror del infierno, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, asilo de todas las virtudes, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, santuario de la Divinidad, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, tabernáculo de Dios vivo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, oscura e ignorada sobre la Tierra, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, pobre y laboriosa, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, humilde y penitente, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, modelo de paciencia y de resignación, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, gloriosa en las tribulaciones, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, venerada de los pastores, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, honrada por los Magos, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, por Herodes perseguida, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, por los judíos despreciada, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, admiración de los patriarcas, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, de los ángeles respetada, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, ejemplo de todos los Santos, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, decoro de la celestial Jerusalén, acompáñanos por siempre.
Senos propicia, te rogamos, óyenos.
Socórrenos en todos los peligros de alma y cuerpo, te rogamos, óyenos.
Se nuestro refugio contra los males que nos aquejan, te rogamos, óyenos.
Se nuestra fuerza en los combates y pruebas, te rogamos, óyenos.
Se para nosotros un muro contra los ataques del enemigo de nuestra salud, te rogamos,
óyenos.
Se nuestra esperanza en nuestra vida y nuestro consuelo en la hora de la muerte, te
rogamos, óyenos.
Se la poderosa protectora de aquellos que os invocan con una verdadera confianza, te
rogamos, óyenos.
Se la mediadora de aquellos que mueren en el Señor y la abogada de los pecadores acerca
del Soberano Juez, te rogamos, óyenos.
Se la libertadora de las almas detenidas en el purgatorio y la salud de aquellos que esperan
en ti, te rogamos, óyenos.
Se siempre el sostén de los débiles y la ayuda de los imperfectos, te rogamos, óyenos.
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Se siempre la protectora de nuestra Sociedad, te rogamos, óyenos.
Se siempre el espejo de los justos y el tesoro de los fieles, te rogamos, óyenos.
Se siempre la consoladora de los afligidos y el refugio de los verdaderos cristianos, te
rogamos, óyenos.
Se siempre el apoyo y la defensa de aquellos que se han consagrado a vuestro servicio, te
rogamos, óyenos.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.
V. Sagrada Familia, se glorificada en todos los siglos.
R. Reina para siempre en todos los corazones.
Alabanzas Divinas (En lugar de las Letanías a la Sagrada Familia)
Bendito sea Dios.
Bendito sea su santo nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Bendito sea el nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su santa e inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea su nombre de Virgen y Madre.
Bendita sea María, madre de la Iglesia.
Bendito sea San José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos. Amén.
Oración Final (A discreción del celebrante o guía)
1. A la Sagrada Familia (Papa Francisco en la Amoris Laetitia 2016)
Jesús, María y José en ustedes contemplamos
el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchen y acojan nuestra súplica. Amén.
2. O esta otra
120
Divino Salvador, bendice todas nuestras obras; recompensa de una manera digna de Ti a
todos los que contribuyen a su suceso. Concede la paz y la vida eterna a nuestros hermanos
y hermanas que han muerto. Concede también a tus fieles y siervos sobre la tierra las
gracias que les son necesarias para la conversión de los pecadores, la santificación de los
justos y aumento de tu Sagrada Familia, a fin de que seas conocido y glorificado de todas
las criaturas con María y José; y a fin de que reines en todos los corazones ahora y siempre,
Tú que vives y reinas con Dios Padre en unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de
los siglos. Amén.
Canto Final (a discreción del Celebrante o los que organizan)
121
HORA SANTA
Y ADORACIÓN EUCARÍSTICA
POR EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA (II)
Matrimonio, Semejanza de Dios
Cántico Inicial (a discreción del Celebrante o los que organizan)
Exposición
Oraciones básicas (Actos de fe, esperanza y caridad de San Juan Pablo II)
Señor Jesús:
Nos presentamos ante ti sabiendo que nos llamas y que nos amas tal como somos.
"Tú tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Hijo
de Dios" (Jn. 6,69).
Tu presencia en la Eucaristía ha comenzado con el sacrificio de la última cena y continúa
como comunión y donación de todo lo que eres.
Aumenta nuestra FE.
Por medio de ti y en el Espíritu Santo que nos comunicas, queremos llegar al Padre para
decirle nuestro SÍ unido al tuyo.
Contigo ya podemos decir: Padre nuestro.
Siguiéndote a ti, "camino, verdad y vida", queremos penetrar en el aparente "silencio" y
"ausencia" de Dios, rasgando la nube del Tabor para escuchar la voz del Padre que nos
dice: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo mi complacencia: Escuchadlo" (Mt. 17,5).
Con esta FE, hecha de escucha contemplativa, sabremos iluminar nuestras situaciones
personales, así como los diversos sectores de la vida familiar y social.
Tú eres nuestra ESPERANZA, nuestra paz, nuestro mediador, hermano y amigo.
Nuestro corazón se llena de gozo y de esperanza al saber que vives "siempre intercediendo
por nosotros" (Heb. 7,25).
Nuestra esperanza se traduce en confianza, gozo de Pascua y camino apresurado contigo
hacia el Padre.
Queremos sentir como tú y valorar las cosas como las valoras tú. Porque tú eres el centro,
el principio y el fin de todo.
Apoyados en esta ESPERANZA, queremos infundir en el mundo esta escala de valores
evangélicos por la que Dios y sus dones salvíficos ocupan el primer lugar en el corazón y
en las actitudes de la vida concreta.
Queremos AMAR COMO TÚ, que das la vida y te comunicas con todo lo que eres.
Quisiéramos decir como San Pablo: "Mi vida es Cristo" (Flp. 1,21).
Nuestra vida no tiene sentido sin ti.
Queremos aprender a "estar con quien sabemos nos ama", porque "con tan buen amigo
presente todo se puede sufrir". En ti aprenderemos a unirnos a la voluntad del Padre, porque
en la oración "el amor es el que habla" (Sta. Teresa).
Entrando en tu intimidad, queremos adoptar determinaciones y actitudes básicas, decisiones
duraderas, opciones fundamentales según nuestra propia vocación cristiana.
122
CREYENDO, ESPERANDO Y AMANDO, TE ADORAMOS con una actitud sencilla de
presencia, silencio y espera, que quiere ser también reparación, como respuesta a tus
palabras: "Quédense aquí y velad conmigo" (Mt. 26,38).
Tú superas la pobreza de nuestros pensamientos, sentimientos y palabras; por eso queremos
aprender a adorar admirando el misterio, amándolo tal como es, y callando con un silencio
de amigo y con una presencia de donación.
El Espíritu Santo que has infundido en nuestros corazones nos ayuda a decir esos "gemidos
inenarrables" (Rom. 8,26) que se traducen en actitud agradecida y sencilla, y en el gesto
filial de quien ya se contenta con sola tu presencia, tu amor y tu palabra.
En nuestras noches físicas y morales, si tú estás presente, y nos amas, y nos hablas, ya nos
basta, aunque muchas veces no sentiremos la consolación.
Aprendiendo este más allá de la ADORACIÓN, estaremos en tu intimidad o "misterio".
Entonces nuestra oración se convertirá en respeto hacia el "misterio" de cada hermano y de
cada acontecimiento para insertarnos en nuestro ambiente familiar y social y construir la
historia con este silencio activo y fecundo que nace de la contemplación.
Gracias a ti, nuestra capacidad de silencio y de adoración se convertirá en capacidad de
AMAR y de SERVIR.
Nos has dado a tu Madre como nuestra para que nos enseñe a meditar y adorar en el
corazón. Ella, recibiendo la Palabra y poniéndola en práctica, se hizo la más perfecta
Madre.
Ayúdanos a ser tu Iglesia misionera, que sabe meditar adorando y amando tu Palabra, para
transformarla en vida y comunicarla a todos los hermanos. Amén.
Introducción
Los esposos solos no pueden amarse. El amor lo han aprendido en una familia, y
con su familia construyen a su vez la sociedad. Por eso su amor no es algo privado que sólo
les concierne a ellos.
La liturgia de la Iglesia en que celebramos el matrimonio expresa precisamente esto.
El amor se expande, se manifiesta a otros, da fruto en el mundo. En cuanto se cierra en sí
mismo, se ahoga y muere. Al entrar en la Iglesia, el amor de los esposos pide ayuda,
reconoce necesitar apoyos: los de otras familias, los de la sociedad, de la comunidad
creyente, de Dios. La Iglesia, en la liturgia, dice a los esposos algo que necesitan escuchar:
«No están solos; yo les ofrezco un gran lugar para que en él construyan su hogar. Yo les
abro mi gran familia para que apoyen en ella los cimientos de su familia». Igualmente lo
repite la Exhortación Apostólica Postsinodal del Papa Francisco La Alegría del Amor
(Amoris Laetitia, marzo 2016, en adelante AL): «Nunca estarán solos con sus propias
fuerzas para enfrentar los desafíos que se presenten. …están llamados a responder al don de
Dios con su empeño, su creatividad, su resistencia y su lucha cotidiana, pero siempre
podrán invocar al Espíritu Santo que ha consagrado su unión, para que la gracia recibida se
manifieste nuevamente en cada nueva situación. (AL #74).
Por eso, hay una relación muy grande entre el matrimonio y la Eucaristía, que reside
en que los esposos dicen: «Queremos poner nuestro amor cerca del amor de Jesús; la
123
entrega de nuestros cuerpos cerca de la entrega del cuerpo de Jesús; nuestro sí fiel hasta la
muerte cerca del sí fiel de Jesús a su Iglesia en la cruz.» Por ello demos tiempo a la oración
y adoración de Jesucristo en el Santísimo Sacramento.
Oración preparatoria: Para los esposos cristianos frente al Santísimo
Estar ahí, juntos,
como un solo ser, según la voluntad del Padre.
Con un solo corazón y con una sola alma
―¿podría ser de otra manera?―,
adorar al Sacramento de la unidad.
Con un solo espíritu, alimentarse de la Palabra.
Juntos, ante Jesús sacramentado,
seguir a quien realiza nuestra unidad conyugal.
Corazón con corazón, aprender a amar hasta el extremo.
Llevar en la comunión de nuestro amor
a nuestros hijos, a nuestra familia,
a los sacerdotes, a la Iglesia,
a todos nuestros hermanos.
Segunda Reflexión: Jesús reza por la unidad en la comunión del amor
Lectura de la palabra
«Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar con ustedes. Ustedes me buscarán».
«Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Que, como yo les he
amado, así se amen también ustedes los unos a los otros.
En esto conocerán todos que son discípulos míos: si se tienen amor los unos a los
otros». «El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me
ame será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él».
«Como el Padre y me amó, yo también les he amado ustedes; permanezcan en mi
amor (...) como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor».
«Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado.
Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos». «No ruego sólo por éstos,
sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí, para que todos sean
uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que sean perfectamente uno, y el mundo conozca
que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí». (Juan 13,
33.34-35; 14,21; 15,9.10.12-13; 17,1.20-21.23)
Meditación: El fundamento teológico del matrimonio
«El matrimonio y la familia no son, en realidad, una construcción sociológica casual, fruto
de situaciones históricas y económicas particulares. Al contrario, la cuestión de la correcta
relación entre el hombre y la mujer hunde sus raíces en la esencia más profunda del ser
humano y sólo a partir de ella se puede encontrar su respuesta. Es decir, no se puede
separar de la pregunta antigua y siempre nueva del hombre sobre sí mismo: ¿quién soy?,
¿qué es el hombre? Y esta pregunta, a su vez, no se puede separar del interrogante sobre
Dios: ¿existe Dios?, ¿quién es Dios?, ¿cuál es verdaderamente su rostro?
La respuesta de la Biblia a estas dos cuestiones es unitaria y consecuente: el hombre
es creado a imagen de Dios, y Dios mismo es amor. Por eso, la vocación al amor es lo que
124
hace que el hombre sea la auténtica imagen de Dios: es semejante a Dios en la medida en
que ama.
De esta conexión fundamental entre Dios y el hombre deriva la conexión
indisoluble entre espíritu y cuerpo; en efecto, el hombre es alma que se expresa en el
cuerpo, y cuerpo vivificado por un espíritu inmortal. Así pues, también el cuerpo del
hombre y de la mujer tiene, por decirlo así, un carácter teológico; no es simplemente
cuerpo, y lo que es biológico en el hombre no es solamente biológico, sino también
expresión y realización de nuestra humanidad. Del mismo modo, la sexualidad humana no
es algo añadido a nuestro ser persona, sino que pertenece a él. Sólo cuando la sexualidad se
ha integrado en la persona logra dar un sentido a sí misma». (Benedicto XVI)
Oración
Padre infinitamente bueno,
tú has santificado el matrimonio
mediante un misterio tan grande
que lo has hecho sacramento de la alianza
de Cristo y de la Iglesia.
Haz que descubramos en Cristo
la alegría del don total hacia aquel a quien amamos,
para que lleguemos a ser un solo corazón, una sola alma
y un solo espíritu, en un único amor.
Por Cristo entregado por nosotros
en la comunión del Espíritu Santo. Amén.
Oración de los fieles (o peticiones a discreción del celebrante)
Señor Dios nuestro queremos poner en tus manos el clamor de tu pueblo y el de nuestros
matrimonios y familias en la humildad de reconocernos tus hijos.
(A cada petición respondemos: Señor, tu familia hoy suplica.)
1. Por el Papa Francisco, nuestro Obispo Daniel Fernández, nuestros Sacerdotes y
Diáconos, a quienes Tú encomendaste la tarea de cuidar de tu pueblo. Ayúdalos
Señor en su misión de Pastores de tu Iglesia y dales Tú Espíritu de libertad, verdad
y unión… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
2. Por las familias para que cada una de ellas llegue a ser, mediante tu Hijo Jesucristo
– nacido de mujer – y mediante el Espíritu Santo, manantial de caridad divina, un
verdadero santuario de vida y amor para todas las generaciones… R/. Señor, tu
familia hoy suplica.
3. Por todos los niños, especialmente por aquellos que aún están en el vientre de sus
madres… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
4. Por todos los jóvenes de nuestras familias y para que estimules en ellos la vocación
de la vida religiosa consagrada, masculina y femenina, y en orden Sacerdotal… R/.
Señor, tu familia hoy suplica.
125
5. Por todos los enfermos, especialmente por aquellos que no tienen buena salud y por
los agonizantes… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
6. Para que en todos los hogares no nos falten los alimentos para el cuerpo y el
alimento de tu Palabra que sacia el alma… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
7. Por los todos matrimonios que aún no te conocen y por todos los reunidos aquí en
esta asamblea, para que con nuestro amor de pareja podamos testimoniar al mundo
la alegría del amor que se vive en las familias como júbilo de la iglesia… R/. Señor,
tu familia hoy suplica.
8. Por nuestros líderes de gobierno y por las necesidades de nuestra querida Patria…
R/. Señor, tu familia hoy suplica.
9. En silencio te pedimos Señor por nuestras propias intenciones… R/. Señor, tu
familia hoy suplica.
Acoge, Señor, benigno y misericordioso, estas súplicas que humildemente tu familia te
presenta. Por Jesucristo tu Hijo, que contigo y el Espíritu Santo vive y reina, por los siglos
de los siglos. Amén.
Cántico antes de la Bendición (a discreción de los cantores)
Bendición
Oremos. Oh Dios, que en este sacramento admirable
nos dejaste el memorial de tu pasión,
te pedimos, nos concedas,
venerar los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre
que experimentemos constantemente los frutos de tu redención.
Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Letanías a la Sagrada Familia Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, escúchanos.
Dios Padre, que estás en los cielos, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Trinidad santísima, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Jesús, salvador del mundo, ten piedad de nosotros.
Jesús, hijo de María, nuestro amable hermano, ten piedad de nosotros.
Jesús, tesoro y delicias de la Sagrada Familia, ten piedad de nosotros.
Santa María, Reina de los cielos, ruega por nosotros.
Santa María, madre de Jesús y nuestra cara madre, ruega por nosotros.
126
Santa María, ornamento y gozo de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
San José, padre adoptivo de Jesús, ruega por nosotros.
San José, casto esposo de María, ruega por nosotros.
San José, guía y apoyo de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
Sagrada Familia, bajo la protección de la cual nos hemos consagrado a Dios, acompáñanos
por siempre.
Sagrada Familia, que hemos tomado por modelo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, querida del Padre Celestial, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, conducida por el Espíritu Santo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, santificada por la presencia del Hijo de Dios, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, resplandeciente a los ojos del Eterno, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, terror del infierno, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, asilo de todas las virtudes, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, santuario de la Divinidad, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, tabernáculo de Dios vivo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, oscura e ignorada sobre la Tierra, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, pobre y laboriosa, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, humilde y penitente, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, modelo de paciencia y de resignación, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, gloriosa en las tribulaciones, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, venerada de los pastores, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, honrada por los Magos, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, por Herodes perseguida, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, por los judíos despreciada, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, admiración de los patriarcas, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, de los ángeles respetada, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, ejemplo de todos los Santos, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, decoro de la celestial Jerusalén, acompáñanos por siempre.
Senos propicia, te rogamos, óyenos.
Socórrenos en todos los peligros de alma y cuerpo, te rogamos, óyenos.
Se nuestro refugio contra los males que nos aquejan, te rogamos, óyenos.
Se nuestra fuerza en los combates y pruebas, te rogamos, óyenos.
Se para nosotros un muro contra los ataques del enemigo de nuestra salud, te rogamos,
óyenos.
Se nuestra esperanza en nuestra vida y nuestro consuelo en la hora de la muerte, te
rogamos, óyenos.
Se la poderosa protectora de aquellos que os invocan con una verdadera confianza, te
rogamos, óyenos.
Se la mediadora de aquellos que mueren en el Señor y la abogada de los pecadores acerca
del Soberano Juez, te rogamos, óyenos.
Se la libertadora de las almas detenidas en el purgatorio y la salud de aquellos que esperan
en ti, te rogamos, óyenos.
Se siempre el sostén de los débiles y la ayuda de los imperfectos, te rogamos, óyenos.
Se siempre la protectora de nuestra Sociedad, te rogamos, óyenos.
Se siempre el espejo de los justos y el tesoro de los fieles, te rogamos, óyenos.
Se siempre la consoladora de los afligidos y el refugio de los verdaderos cristianos, te
rogamos, óyenos.
127
Se siempre el apoyo y la defensa de aquellos que se han consagrado a vuestro servicio, te
rogamos, óyenos.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.
V. Sagrada Familia, se glorificada en todos los siglos.
R. Reina para siempre en todos los corazones.
Alabanzas Divinas (En lugar de las Letanías a la Sagrada Familia)
Bendito sea Dios.
Bendito sea su santo nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Bendito sea el nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su santa e inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea su nombre de Virgen y Madre.
Bendita sea María, madre de la Iglesia.
Bendito sea San José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos. Amén.
Oración Final (A discreción del celebrante o guía)
1. A la Sagrada Familia (Papa Francisco en la Amoris Laetitia 2016)
Jesús, María y José en ustedes contemplamos
el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchen y acojan nuestra súplica. Amén.
2. O esta otra
Divino Salvador, bendice todas nuestras obras; recompensa de una manera digna de Ti a
todos los que contribuyen a su suceso. Concede la paz y la vida eterna a nuestros hermanos
y hermanas que han muerto. Concede también a tus fieles y siervos sobre la tierra las
gracias que les son necesarias para la conversión de los pecadores, la santificación de los
justos y aumento de tu Sagrada Familia, a fin de que seas conocido y glorificado de todas
128
las criaturas con María y José; y a fin de que reines en todos los corazones ahora y siempre,
Tú que vives y reinas con Dios Padre en unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de
los siglos. Amén.
Canto Final (a discreción del Celebrante o los que organizan)
129
HORA SANTA
Y ADORACIÓN EUCARÍSTICA
POR EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA (III)
Fortalecidos En La Oración Familiar
Cántico Inicial (a discreción del Celebrante o los que organizan)
Exposición
Oraciones básicas (Actos de fe, esperanza y caridad de San Juan Pablo II)
Señor Jesús:
Nos presentamos ante ti sabiendo que nos llamas y que nos amas tal como somos.
"Tú tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Hijo
de Dios" (Jn. 6,69).
Tu presencia en la Eucaristía ha comenzado con el sacrificio de la última cena y continúa
como comunión y donación de todo lo que eres.
Aumenta nuestra FE.
Por medio de ti y en el Espíritu Santo que nos comunicas, queremos llegar al Padre para
decirle nuestro SÍ unido al tuyo.
Contigo ya podemos decir: Padre nuestro.
Siguiéndote a ti, "camino, verdad y vida", queremos penetrar en el aparente "silencio" y
"ausencia" de Dios, rasgando la nube del Tabor para escuchar la voz del Padre que nos
dice: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo mi complacencia: Escuchadlo" (Mt. 17,5).
Con esta FE, hecha de escucha contemplativa, sabremos iluminar nuestras situaciones
personales, así como los diversos sectores de la vida familiar y social.
Tú eres nuestra ESPERANZA, nuestra paz, nuestro mediador, hermano y amigo.
Nuestro corazón se llena de gozo y de esperanza al saber que vives "siempre intercediendo
por nosotros" (Heb. 7,25).
Nuestra esperanza se traduce en confianza, gozo de Pascua y camino apresurado contigo
hacia el Padre.
Queremos sentir como tú y valorar las cosas como las valoras tú. Porque tú eres el centro,
el principio y el fin de todo.
Apoyados en esta ESPERANZA, queremos infundir en el mundo esta escala de valores
evangélicos por la que Dios y sus dones salvíficos ocupan el primer lugar en el corazón y
en las actitudes de la vida concreta.
Queremos AMAR COMO TÚ, que das la vida y te comunicas con todo lo que eres.
Quisiéramos decir como San Pablo: "Mi vida es Cristo" (Flp. 1,21).
Nuestra vida no tiene sentido sin ti.
Queremos aprender a "estar con quien sabemos nos ama", porque "con tan buen amigo
presente todo se puede sufrir". En ti aprenderemos a unirnos a la voluntad del Padre, porque
en la oración "el amor es el que habla" (Sta. Teresa).
Entrando en tu intimidad, queremos adoptar determinaciones y actitudes básicas, decisiones
duraderas, opciones fundamentales según nuestra propia vocación cristiana.
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CREYENDO, ESPERANDO Y AMANDO, TE ADORAMOS con una actitud sencilla de
presencia, silencio y espera, que quiere ser también reparación, como respuesta a tus
palabras: "Quédense aquí y velad conmigo" (Mt. 26,38).
Tú superas la pobreza de nuestros pensamientos, sentimientos y palabras; por eso queremos
aprender a adorar admirando el misterio, amándolo tal como es, y callando con un silencio
de amigo y con una presencia de donación.
El Espíritu Santo que has infundido en nuestros corazones nos ayuda a decir esos "gemidos
inenarrables" (Rom. 8,26) que se traducen en actitud agradecida y sencilla, y en el gesto
filial de quien ya se contenta con sola tu presencia, tu amor y tu palabra.
En nuestras noches físicas y morales, si tú estás presente, y nos amas, y nos hablas, ya nos
basta, aunque muchas veces no sentiremos la consolación.
Aprendiendo este más allá de la ADORACIÓN, estaremos en tu intimidad o "misterio".
Entonces nuestra oración se convertirá en respeto hacia el "misterio" de cada hermano y de
cada acontecimiento para insertarnos en nuestro ambiente familiar y social y construir la
historia con este silencio activo y fecundo que nace de la contemplación.
Gracias a ti, nuestra capacidad de silencio y de adoración se convertirá en capacidad de
AMAR y de SERVIR.
Nos has dado a tu Madre como nuestra para que nos enseñe a meditar y adorar en el
corazón. Ella, recibiendo la Palabra y poniéndola en práctica, se hizo la más perfecta
Madre.
Ayúdanos a ser tu Iglesia misionera, que sabe meditar adorando y amando tu Palabra, para
transformarla en vida y comunicarla a todos los hermanos. Amén.
Introducción
Los esposos solos no pueden amarse. El amor lo han aprendido en una familia, y
con su familia construyen a su vez la sociedad. Por eso su amor no es algo privado que sólo
les concierne a ellos.
La liturgia de la Iglesia en que celebramos el matrimonio expresa precisamente esto.
El amor se expande, se manifiesta a otros, da fruto en el mundo. En cuanto se cierra en sí
mismo, se ahoga y muere. Al entrar en la Iglesia, el amor de los esposos pide ayuda,
reconoce necesitar apoyos: los de otras familias, los de la sociedad, de la comunidad
creyente, de Dios. La Iglesia, en la liturgia, dice a los esposos algo que necesitan escuchar:
«No están solos; yo les ofrezco un gran lugar para que en él construyan su hogar. Yo les
abro mi gran familia para que apoyen en ella los cimientos de su familia». Igualmente lo
repite la Exhortación Apostólica Postsinodal del Papa Francisco La Alegría del Amor
(Amoris Laetitia, marzo 2016, en adelante AL): «Nunca estarán solos con sus propias
fuerzas para enfrentar los desafíos que se presenten. …están llamados a responder al don de
Dios con su empeño, su creatividad, su resistencia y su lucha cotidiana, pero siempre
podrán invocar al Espíritu Santo que ha consagrado su unión, para que la gracia recibida se
manifieste nuevamente en cada nueva situación. (AL #74).
Por eso, hay una relación muy grande entre el matrimonio y la Eucaristía, que reside
en que los esposos dicen: «Queremos poner nuestro amor cerca del amor de Jesús; la
131
entrega de nuestros cuerpos cerca de la entrega del cuerpo de Jesús; nuestro sí fiel hasta la
muerte cerca del sí fiel de Jesús a su Iglesia en la cruz.» Por ello demos tiempo a la oración
y adoración de Jesucristo en el Santísimo Sacramento.
Oración preparatoria: Para los esposos cristianos frente al Santísimo
Estar ahí, juntos,
como un solo ser, según la voluntad del Padre.
Con un solo corazón y con una sola alma
―¿podría ser de otra manera?―,
adorar al Sacramento de la unidad.
Con un solo espíritu, alimentarse de la Palabra.
Juntos, ante Jesús sacramentado,
seguir a quien realiza nuestra unidad conyugal.
Corazón con corazón, aprender a amar hasta el extremo.
Llevar en la comunión de nuestro amor
a nuestros hijos, a nuestra familia,
a los sacerdotes, a la Iglesia,
a todos nuestros hermanos.
Tercera Reflexión: Jesús cumple la voluntad del Padre
Lectura de la palabra:
«Van a una propiedad, cuyo nombre es Getsemaní, y dice a sus discípulos: ‟Siéntense aquí,
mientras yo hago oración”. Toma consigo a Pedro, Santiago y Juan, y comenzó a sentir
pavor y angustia. Y les dice: ‟Mi alma está triste hasta la muerte; quédense aquí y vigilen”.
Y adelantándose un poco, cayó en tierra y suplicaba a ser posible pasara de él aquella hora.
Y decía: ‟¡Abbá, Padre!, todo es posible para ti, aparta de mí este cáliz; pero no sea lo que
yo quiero, si no lo que quieras tú”». (Marcos 14, 32-36)
Meditación: La oración familiar, medio para aceptar en Cristo la voluntad de Dios
«Sólo la fe en Cristo, sólo la participación en la fe de la Iglesia salva a la familia; y,
por otra parte, la Iglesia sólo puede vivir si se salva la familia.
Yo ahora no tengo la receta de cómo se puede hacer esto. Pero creo que debemos tenerlo
siempre presente. Por eso, tenemos que hacer todo lo que favorezca a la familia: círculos
familiares, catequesis familiares, enseñar la oración en familia. Esto me parece muy
importante: donde se hace oración juntos, está presente el Señor, está presente la fuerza que
puede romper incluso la “esclerocardia”, la dureza de corazón que, según el Señor, es el
verdadero motivo del divorcio.
Sólo la presencia del Señor, y nada más, nos ayuda a vivir realmente lo que desde el
inicio el Creador quiso y el Redentor renovó. Enseñar la oración en familia y así invitar a la
oración con la Iglesia. Y encontrar luego todos los demás modos». (Benedicto XVI)
Si la familia logra concentrarse en Cristo, él unifica e ilumina toda la vida familiar.
Los dolores y las angustias se experimentan en comunión con la cruz del Señor, y el abrazo
con él permite sobrellevar los peores momentos. En los días amargos de la familia hay una
unión con Jesús abandonado que puede evitar una ruptura. Las familias alcanzan poco a
poco, «con la gracia del Espíritu Santo, su santidad a través de la vida matrimonial,
participando también en el misterio de la cruz de Cristo, que transforma las dificultades y
132
sufrimientos en una ofrenda de amor». Por otra parte, los momentos de gozo, el descanso o
la fiesta, y aun la sexualidad, se experimentan como una participación en la vida plena de
su Resurrección. Los cónyuges conforman con diversos gestos cotidianos ese «espacio
teologal en el que se puede experimentar la presencia mística del Señor resucitado». (AL
#317)
La oración en familia es un medio privilegiado para expresar y fortalecer esta fe
pascual. Se pueden encontrar unos minutos cada día para estar unidos ante el Señor vivo,
decirle las cosas que preocupan, rogar por las necesidades familiares, orar por alguno que
esté pasando un momento difícil, pedirle ayuda para amar, darle gracias por la vida y por
las cosas buenas, pedirle a la Virgen que proteja con su manto de madre. Con palabras
sencillas, ese momento de oración puede hacer muchísimo bien a la familia. Las diversas
expresiones de la piedad popular son un tesoro de espiritualidad para muchas familias. (AL
#318)
Oración
Padre nuestro que estás en los cielos,
hágase tu voluntad en la tierra
como en el cielo y no la nuestra.
Pero, en tu infinita bondad,
has querido que tu santa voluntad
desposara nuestra voluntad,
la de elegirnos el uno para el otro por amor.
Al consagrar así nuestro amor humano
lo has elevado al rango del amor divino.
Nuestro amor manifiesta la acción prodigiosa de tu gracia.
Nuestra unidad revela la Iglesia y el mundo
maravilloso designio de tu amor.
Suscita en nosotros la voluntad de realizar,
ante todo nosotros mismos,
la unidad en el amor cuya gracia tú nos has dado.
Por Jesucristo, tu hijo amado,
en la comunión del Espíritu Santo. Amén.
Oración de los fieles (o peticiones a discreción del celebrante)
Señor Dios nuestro queremos poner en tus manos el clamor de tu pueblo y el de nuestros
matrimonios y familias en la humildad de reconocernos tus hijos.
(A cada petición respondemos: Señor, tu familia hoy suplica.)
1. Por el Papa Francisco, nuestro Obispo Daniel Fernández, nuestros Sacerdotes y
Diáconos, a quienes Tú encomendaste la tarea de cuidar de tu pueblo. Ayúdalos
Señor en su misión de Pastores de tu Iglesia y dales Tú Espíritu de libertad, verdad
y unión… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
2. Por las familias para que cada una de ellas llegue a ser, mediante tu Hijo Jesucristo
– nacido de mujer – y mediante el Espíritu Santo, manantial de caridad divina, un
133
verdadero santuario de vida y amor para todas las generaciones… R/. Señor, tu
familia hoy suplica.
3. Por todos los niños, especialmente por aquellos que aún están en el vientre de sus
madres… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
4. Por todos los jóvenes de nuestras familias y para que estimules en ellos la vocación
de la vida religiosa consagrada, masculina y femenina, y en orden Sacerdotal… R/.
Señor, tu familia hoy suplica.
5. Por todos los enfermos, especialmente por aquellos que no tienen buena salud y por
los agonizantes… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
6. Para que en todos los hogares no nos falten los alimentos para el cuerpo y el
alimento de tu Palabra que sacia el alma… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
7. Por los todos matrimonios que aún no te conocen y por todos los reunidos aquí en
esta asamblea, para que con nuestro amor de pareja podamos testimoniar al mundo
la alegría del amor que se vive en las familias como júbilo de la iglesia… R/. Señor,
tu familia hoy suplica.
8. Por nuestros líderes de gobierno y por las necesidades de nuestra querida Patria…
R/. Señor, tu familia hoy suplica.
9. En silencio te pedimos Señor por nuestras propias intenciones… R/. Señor, tu
familia hoy suplica.
Acoge, Señor, benigno y misericordioso, estas súplicas que humildemente tu familia te
presenta. Por Jesucristo tu Hijo, que contigo y el Espíritu Santo vive y reina, por los siglos
de los siglos. Amén.
Cántico antes de la Bendición (a discreción de los cantores)
Bendición
Oremos. Oh Dios, que en este sacramento admirable
nos dejaste el memorial de tu pasión,
te pedimos, nos concedas,
venerar los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre
que experimentemos constantemente los frutos de tu redención.
Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Letanías a la Sagrada Familia Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos.
134
Jesucristo, escúchanos.
Dios Padre, que estás en los cielos, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Trinidad santísima, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Jesús, salvador del mundo, ten piedad de nosotros.
Jesús, hijo de María, nuestro amable hermano, ten piedad de nosotros.
Jesús, tesoro y delicias de la Sagrada Familia, ten piedad de nosotros.
Santa María, Reina de los cielos, ruega por nosotros.
Santa María, madre de Jesús y nuestra cara madre, ruega por nosotros.
Santa María, ornamento y gozo de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
San José, padre adoptivo de Jesús, ruega por nosotros.
San José, casto esposo de María, ruega por nosotros.
San José, guía y apoyo de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
Sagrada Familia, bajo la protección de la cual nos hemos consagrado a Dios, acompáñanos
por siempre.
Sagrada Familia, que hemos tomado por modelo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, querida del Padre Celestial, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, conducida por el Espíritu Santo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, santificada por la presencia del Hijo de Dios, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, resplandeciente a los ojos del Eterno, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, terror del infierno, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, asilo de todas las virtudes, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, santuario de la Divinidad, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, tabernáculo de Dios vivo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, oscura e ignorada sobre la Tierra, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, pobre y laboriosa, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, humilde y penitente, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, modelo de paciencia y de resignación, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, gloriosa en las tribulaciones, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, venerada de los pastores, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, honrada por los Magos, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, por Herodes perseguida, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, por los judíos despreciada, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, admiración de los patriarcas, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, de los ángeles respetada, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, ejemplo de todos los Santos, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, decoro de la celestial Jerusalén, acompáñanos por siempre.
Senos propicia, te rogamos, óyenos.
Socórrenos en todos los peligros de alma y cuerpo, te rogamos, óyenos.
Se nuestro refugio contra los males que nos aquejan, te rogamos, óyenos.
Se nuestra fuerza en los combates y pruebas, te rogamos, óyenos.
Se para nosotros un muro contra los ataques del enemigo de nuestra salud, te rogamos,
óyenos.
Se nuestra esperanza en nuestra vida y nuestro consuelo en la hora de la muerte, te
rogamos, óyenos.
135
Se la poderosa protectora de aquellos que os invocan con una verdadera confianza, te
rogamos, óyenos.
Se la mediadora de aquellos que mueren en el Señor y la abogada de los pecadores acerca
del Soberano Juez, te rogamos, óyenos.
Se la libertadora de las almas detenidas en el purgatorio y la salud de aquellos que esperan
en ti, te rogamos, óyenos.
Se siempre el sostén de los débiles y la ayuda de los imperfectos, te rogamos, óyenos.
Se siempre la protectora de nuestra Sociedad, te rogamos, óyenos.
Se siempre el espejo de los justos y el tesoro de los fieles, te rogamos, óyenos.
Se siempre la consoladora de los afligidos y el refugio de los verdaderos cristianos, te
rogamos, óyenos.
Se siempre el apoyo y la defensa de aquellos que se han consagrado a vuestro servicio, te
rogamos, óyenos.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.
V. Sagrada Familia, se glorificada en todos los siglos.
R. Reina para siempre en todos los corazones.
Alabanzas Divinas (En lugar de las Letanías a la Sagrada Familia)
Bendito sea Dios.
Bendito sea su santo nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Bendito sea el nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su santa e inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea su nombre de Virgen y Madre.
Bendita sea María, madre de la Iglesia.
Bendito sea San José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos. Amén.
Oración Final (A discreción del celebrante o guía)
1. A la Sagrada Familia (Papa Francisco en la Amoris Laetitia 2016)
Jesús, María y José en ustedes contemplamos
el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
136
que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchen y acojan nuestra súplica. Amén.
2. O esta otra
Divino Salvador, bendice todas nuestras obras; recompensa de una manera digna de Ti a
todos los que contribuyen a su suceso. Concede la paz y la vida eterna a nuestros hermanos
y hermanas que han muerto. Concede también a tus fieles y siervos sobre la tierra las
gracias que les son necesarias para la conversión de los pecadores, la santificación de los
justos y aumento de tu Sagrada Familia, a fin de que seas conocido y glorificado de todas
las criaturas con María y José; y a fin de que reines en todos los corazones ahora y siempre,
Tú que vives y reinas con Dios Padre en unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de
los siglos. Amén.
Canto Final (a discreción del Celebrante o los que organizan)
137
HORA SANTA
Y ADORACIÓN EUCARÍSTICA
POR EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA (IV)
Varón Y Mujer En El Amor De Dios
Cántico Inicial (a discreción del Celebrante o los que organizan)
Exposición
Oraciones básicas (Actos de fe, esperanza y caridad de San Juan Pablo II)
Señor Jesús:
Nos presentamos ante ti sabiendo que nos llamas y que nos amas tal como somos.
"Tú tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Hijo
de Dios" (Jn. 6,69).
Tu presencia en la Eucaristía ha comenzado con el sacrificio de la última cena y continúa
como comunión y donación de todo lo que eres.
Aumenta nuestra FE.
Por medio de ti y en el Espíritu Santo que nos comunicas, queremos llegar al Padre para
decirle nuestro SÍ unido al tuyo.
Contigo ya podemos decir: Padre nuestro.
Siguiéndote a ti, "camino, verdad y vida", queremos penetrar en el aparente "silencio" y
"ausencia" de Dios, rasgando la nube del Tabor para escuchar la voz del Padre que nos
dice: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo mi complacencia: Escuchadlo" (Mt. 17,5).
Con esta FE, hecha de escucha contemplativa, sabremos iluminar nuestras situaciones
personales, así como los diversos sectores de la vida familiar y social.
Tú eres nuestra ESPERANZA, nuestra paz, nuestro mediador, hermano y amigo.
Nuestro corazón se llena de gozo y de esperanza al saber que vives "siempre intercediendo
por nosotros" (Heb. 7,25).
Nuestra esperanza se traduce en confianza, gozo de Pascua y camino apresurado contigo
hacia el Padre.
Queremos sentir como tú y valorar las cosas como las valoras tú. Porque tú eres el centro,
el principio y el fin de todo.
Apoyados en esta ESPERANZA, queremos infundir en el mundo esta escala de valores
evangélicos por la que Dios y sus dones salvíficos ocupan el primer lugar en el corazón y
en las actitudes de la vida concreta.
Queremos AMAR COMO TÚ, que das la vida y te comunicas con todo lo que eres.
Quisiéramos decir como San Pablo: "Mi vida es Cristo" (Flp. 1,21).
Nuestra vida no tiene sentido sin ti.
Queremos aprender a "estar con quien sabemos nos ama", porque "con tan buen amigo
presente todo se puede sufrir". En ti aprenderemos a unirnos a la voluntad del Padre, porque
en la oración "el amor es el que habla" (Sta. Teresa).
Entrando en tu intimidad, queremos adoptar determinaciones y actitudes básicas, decisiones
duraderas, opciones fundamentales según nuestra propia vocación cristiana.
138
CREYENDO, ESPERANDO Y AMANDO, TE ADORAMOS con una actitud sencilla de
presencia, silencio y espera, que quiere ser también reparación, como respuesta a tus
palabras: "Quédense aquí y velad conmigo" (Mt. 26,38).
Tú superas la pobreza de nuestros pensamientos, sentimientos y palabras; por eso queremos
aprender a adorar admirando el misterio, amándolo tal como es, y callando con un silencio
de amigo y con una presencia de donación.
El Espíritu Santo que has infundido en nuestros corazones nos ayuda a decir esos "gemidos
inenarrables" (Rom. 8,26) que se traducen en actitud agradecida y sencilla, y en el gesto
filial de quien ya se contenta con sola tu presencia, tu amor y tu palabra.
En nuestras noches físicas y morales, si tú estás presente, y nos amas, y nos hablas, ya nos
basta, aunque muchas veces no sentiremos la consolación.
Aprendiendo este más allá de la ADORACIÓN, estaremos en tu intimidad o "misterio".
Entonces nuestra oración se convertirá en respeto hacia el "misterio" de cada hermano y de
cada acontecimiento para insertarnos en nuestro ambiente familiar y social y construir la
historia con este silencio activo y fecundo que nace de la contemplación.
Gracias a ti, nuestra capacidad de silencio y de adoración se convertirá en capacidad de
AMAR y de SERVIR.
Nos has dado a tu Madre como nuestra para que nos enseñe a meditar y adorar en el
corazón. Ella, recibiendo la Palabra y poniéndola en práctica, se hizo la más perfecta
Madre.
Ayúdanos a ser tu Iglesia misionera, que sabe meditar adorando y amando tu Palabra, para
transformarla en vida y comunicarla a todos los hermanos. Amén.
Introducción
Los esposos solos no pueden amarse. El amor lo han aprendido en una familia, y
con su familia construyen a su vez la sociedad. Por eso su amor no es algo privado que sólo
les concierne a ellos.
La liturgia de la Iglesia en que celebramos el matrimonio expresa precisamente esto.
El amor se expande, se manifiesta a otros, da fruto en el mundo. En cuanto se cierra en sí
mismo, se ahoga y muere. Al entrar en la Iglesia, el amor de los esposos pide ayuda,
reconoce necesitar apoyos: los de otras familias, los de la sociedad, de la comunidad
creyente, de Dios. La Iglesia, en la liturgia, dice a los esposos algo que necesitan escuchar:
«No están solos; yo les ofrezco un gran lugar para que en él construyan su hogar. Yo les
abro mi gran familia para que apoyen en ella los cimientos de su familia». Igualmente lo
repite la Exhortación Apostólica Postsinodal del Papa Francisco La Alegría del Amor
(Amoris Laetitia, marzo 2016, en adelante AL): «Nunca estarán solos con sus propias
fuerzas para enfrentar los desafíos que se presenten. …están llamados a responder al don de
Dios con su empeño, su creatividad, su resistencia y su lucha cotidiana, pero siempre
podrán invocar al Espíritu Santo que ha consagrado su unión, para que la gracia recibida se
manifieste nuevamente en cada nueva situación. (AL #74).
Por eso, hay una relación muy grande entre el matrimonio y la Eucaristía, que reside en que
los esposos dicen: «Queremos poner nuestro amor cerca del amor de Jesús; la entrega de
139
nuestros cuerpos cerca de la entrega del cuerpo de Jesús; nuestro sí fiel hasta la muerte
cerca del sí fiel de Jesús a su Iglesia en la cruz.» Por ello demos tiempo a la oración y
adoración de Jesucristo en el Santísimo Sacramento.
Oración preparatoria: Para los esposos cristianos frente al Santísimo
Estar ahí, juntos,
como un solo ser, según la voluntad del Padre.
Con un solo corazón y con una sola alma
―¿podría ser de otra manera?―,
adorar al Sacramento de la unidad.
Con un solo espíritu, alimentarse de la Palabra.
Juntos, ante Jesús sacramentado,
seguir a quien realiza nuestra unidad conyugal.
Corazón con corazón, aprender a amar hasta el extremo.
Llevar en la comunión de nuestro amor
a nuestros hijos, a nuestra familia,
a los sacerdotes, a la Iglesia,
a todos nuestros hermanos.
Cuarta Reflexión: Dios crea al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza
Lectura de la palabra 26 Y dijo Dios: “Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza; y
ejerza[a] dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre
toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra.” 27 Dios creó al hombre a
imagen Suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28 Dios los bendijo y les
dijo: “Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Ejerzan dominio sobre
los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve[b] sobre la
tierra.” (Cf. Génesis 1,26-28, 31ª )
Meditación: Tú y tu esposa, varón y mujer, que amados, se aman y propician el amor Atravesemos entonces el umbral de esta casa serena, con su familia sentada en torno
a la mesa festiva. En el centro encontramos la pareja del padre y de la madre con toda su
historia de amor. En ellos se realiza aquel designio primordial que Cristo mismo evoca con
intensidad: «¿No habéis leído que el Creador en el principio los creó hombre y mujer?» (Mt
19,4). Y se retoma el mandato del Génesis: «Por eso abandonará el hombre a su padre y a
su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne» (Gn 2,24). (AL #9)
Los dos grandiosos primeros capítulos del Génesis nos ofrecen la representación de
la pareja humana en su realidad fundamental. En ese texto inicial de la Biblia brillan
algunas afirmaciones decisivas. La primera, citada sintéticamente por Jesús, declara: «Dios
creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y mujer los creó» (Gn 1,27).
Sorprendentemente, la «imagen de Dios» tiene como paralelo explicativo precisamente a la
pareja «hombre y mujer». […] Se preserva la trascendencia de Dios, pero, puesto que es al
mismo tiempo el Creador, la fecundidad de la pareja humana es «imagen» viva y eficaz,
signo visible del acto creador. (AL #9 )
140
Oración Padre nuestro, que nos has creado a tu imagen y semejanza
con capacidad de conocer la verdad para alcanzar la libertad verdadera
y con capacidad del amor fecundo, fiel e indisoluble,
como hijos tuyos, varón y mujer, te pedimos, Señor,
que no desperdiciemos los dones y talentos
con los que nos bendices
en la relación del matrimonio y de la familia que has deseado.
Que nuestro amor fiel, indisoluble y fecundo
sea alegre reflejo de la profundidad hermosa de tu Ser-Amor.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén
Oración de los fieles (o peticiones a discreción del celebrante)
Señor Dios nuestro queremos poner en tus manos el clamor de tu pueblo y el de nuestros
matrimonios y familias en la humildad de reconocernos tus hijos.
(A cada petición respondemos: Señor, tu familia hoy suplica.)
1. Por el Papa Francisco, nuestro Obispo Daniel Fernández, nuestros Sacerdotes y
Diáconos, a quienes Tú encomendaste la tarea de cuidar de tu pueblo. Ayúdalos
Señor en su misión de Pastores de tu Iglesia y dales Tú Espíritu de libertad, verdad
y unión… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
2. Por las familias para que cada una de ellas llegue a ser, mediante tu Hijo Jesucristo
– nacido de mujer – y mediante el Espíritu Santo, manantial de caridad divina, un
verdadero santuario de vida y amor para todas las generaciones… R/. Señor, tu
familia hoy suplica.
3. Por todos los niños, especialmente por aquellos que aún están en el vientre de sus
madres… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
4. Por todos los jóvenes de nuestras familias y para que estimules en ellos la vocación
de la vida religiosa consagrada, masculina y femenina, y en orden Sacerdotal… R/.
Señor, tu familia hoy suplica.
5. Por todos los enfermos, especialmente por aquellos que no tienen buena salud y por
los agonizantes… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
6. Para que en todos los hogares no nos falten los alimentos para el cuerpo y el
alimento de tu Palabra que sacia el alma… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
7. Por los todos matrimonios que aún no te conocen y por todos los reunidos aquí en
esta asamblea, para que con nuestro amor de pareja podamos testimoniar al mundo
la alegría del amor que se vive en las familias como júbilo de la iglesia… R/. Señor,
tu familia hoy suplica.
141
8. Por nuestros líderes de gobierno y por las necesidades de nuestra querida Patria…
R/. Señor, tu familia hoy suplica.
9. En silencio te pedimos Señor por nuestras propias intenciones… R/. Señor, tu
familia hoy suplica.
Acoge, Señor, benigno y misericordioso, estas súplicas que humildemente tu familia te
presenta. Por Jesucristo tu Hijo, que contigo y el Espíritu Santo vive y reina, por los siglos
de los siglos. Amén.
Cántico antes de la Bendición (a discreción de los cantores)
Bendición
Oremos. Oh Dios, que en este sacramento admirable
nos dejaste el memorial de tu pasión,
te pedimos, nos concedas,
venerar los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre
que experimentemos constantemente los frutos de tu redención.
Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Letanías a la Sagrada Familia Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, escúchanos.
Dios Padre, que estás en los cielos, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Trinidad santísima, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Jesús, salvador del mundo, ten piedad de nosotros.
Jesús, hijo de María, nuestro amable hermano, ten piedad de nosotros.
Jesús, tesoro y delicias de la Sagrada Familia, ten piedad de nosotros.
Santa María, Reina de los cielos, ruega por nosotros.
Santa María, madre de Jesús y nuestra cara madre, ruega por nosotros.
Santa María, ornamento y gozo de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
San José, padre adoptivo de Jesús, ruega por nosotros.
San José, casto esposo de María, ruega por nosotros.
San José, guía y apoyo de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
Sagrada Familia, bajo la protección de la cual nos hemos consagrado a Dios, acompáñanos
por siempre.
Sagrada Familia, que hemos tomado por modelo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, querida del Padre Celestial, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, conducida por el Espíritu Santo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, santificada por la presencia del Hijo de Dios, acompáñanos por siempre.
142
Sagrada Familia, resplandeciente a los ojos del Eterno, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, terror del infierno, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, asilo de todas las virtudes, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, santuario de la Divinidad, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, tabernáculo de Dios vivo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, oscura e ignorada sobre la Tierra, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, pobre y laboriosa, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, humilde y penitente, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, modelo de paciencia y de resignación, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, gloriosa en las tribulaciones, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, venerada de los pastores, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, honrada por los Magos, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, por Herodes perseguida, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, por los judíos despreciada, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, admiración de los patriarcas, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, de los ángeles respetada, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, ejemplo de todos los Santos, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, decoro de la celestial Jerusalén, acompáñanos por siempre.
Senos propicia, te rogamos, óyenos.
Socórrenos en todos los peligros de alma y cuerpo, te rogamos, óyenos.
Se nuestro refugio contra los males que nos aquejan, te rogamos, óyenos.
Se nuestra fuerza en los combates y pruebas, te rogamos, óyenos.
Se para nosotros un muro contra los ataques del enemigo de nuestra salud, te rogamos,
óyenos.
Se nuestra esperanza en nuestra vida y nuestro consuelo en la hora de la muerte, te
rogamos, óyenos.
Se la poderosa protectora de aquellos que os invocan con una verdadera confianza, te
rogamos, óyenos.
Se la mediadora de aquellos que mueren en el Señor y la abogada de los pecadores acerca
del Soberano Juez, te rogamos, óyenos.
Se la libertadora de las almas detenidas en el purgatorio y la salud de aquellos que esperan
en ti, te rogamos, óyenos.
Se siempre el sostén de los débiles y la ayuda de los imperfectos, te rogamos, óyenos.
Se siempre la protectora de nuestra Sociedad, te rogamos, óyenos.
Se siempre el espejo de los justos y el tesoro de los fieles, te rogamos, óyenos.
Se siempre la consoladora de los afligidos y el refugio de los verdaderos cristianos, te
rogamos, óyenos.
Se siempre el apoyo y la defensa de aquellos que se han consagrado a vuestro servicio, te
rogamos, óyenos.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.
V. Sagrada Familia, se glorificada en todos los siglos.
R. Reina para siempre en todos los corazones.
143
Alabanzas Divinas (En lugar de las Letanías a la Sagrada Familia)
Bendito sea Dios.
Bendito sea su santo nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Bendito sea el nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su santa e inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea su nombre de Virgen y Madre.
Bendita sea María, madre de la Iglesia.
Bendito sea San José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos. Amén.
Oración Final (A discreción del celebrante o guía)
1. A la Sagrada Familia (Papa Francisco en la Amoris Laetitia 2016)
Jesús, María y José en ustedes contemplamos
el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchen y acojan nuestra súplica. Amén.
2. O esta otra
Divino Salvador, bendice todas nuestras obras; recompensa de una manera digna de Ti a
todos los que contribuyen a su suceso. Concede la paz y la vida eterna a nuestros hermanos
y hermanas que han muerto. Concede también a tus fieles y siervos sobre la tierra las
gracias que les son necesarias para la conversión de los pecadores, la santificación de los
justos y aumento de tu Sagrada Familia, a fin de que seas conocido y glorificado de todas
las criaturas con María y José; y a fin de que reines en todos los corazones ahora y siempre,
Tú que vives y reinas con Dios Padre en unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de
los siglos. Amén.
Canto Final (a discreción del Celebrante o los que organizan)
144
HORA SANTA
Y ADORACIÓN EUCARÍSTICA
POR EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA (V)
Amor Que Se Vuelve Fecundo
Cántico Inicial (a discreción del Celebrante o los que organizan)
Exposición
Oraciones básicas (Actos de fe, esperanza y caridad de San Juan Pablo II)
Señor Jesús:
Nos presentamos ante ti sabiendo que nos llamas y que nos amas tal como somos.
"Tú tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Hijo
de Dios" (Jn. 6,69).
Tu presencia en la Eucaristía ha comenzado con el sacrificio de la última cena y continúa
como comunión y donación de todo lo que eres.
Aumenta nuestra FE.
Por medio de ti y en el Espíritu Santo que nos comunicas, queremos llegar al Padre para
decirle nuestro SÍ unido al tuyo.
Contigo ya podemos decir: Padre nuestro.
Siguiéndote a ti, "camino, verdad y vida", queremos penetrar en el aparente "silencio" y
"ausencia" de Dios, rasgando la nube del Tabor para escuchar la voz del Padre que nos
dice: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo mi complacencia: Escuchadlo" (Mt. 17,5).
Con esta FE, hecha de escucha contemplativa, sabremos iluminar nuestras situaciones
personales, así como los diversos sectores de la vida familiar y social.
Tú eres nuestra ESPERANZA, nuestra paz, nuestro mediador, hermano y amigo.
Nuestro corazón se llena de gozo y de esperanza al saber que vives "siempre intercediendo
por nosotros" (Heb. 7,25).
Nuestra esperanza se traduce en confianza, gozo de Pascua y camino apresurado contigo
hacia el Padre.
Queremos sentir como tú y valorar las cosas como las valoras tú. Porque tú eres el centro,
el principio y el fin de todo.
Apoyados en esta ESPERANZA, queremos infundir en el mundo esta escala de valores
evangélicos por la que Dios y sus dones salvíficos ocupan el primer lugar en el corazón y
en las actitudes de la vida concreta.
Queremos AMAR COMO TÚ, que das la vida y te comunicas con todo lo que eres.
Quisiéramos decir como San Pablo: "Mi vida es Cristo" (Flp. 1,21).
Nuestra vida no tiene sentido sin ti.
Queremos aprender a "estar con quien sabemos nos ama", porque "con tan buen amigo
presente todo se puede sufrir". En ti aprenderemos a unirnos a la voluntad del Padre, porque
en la oración "el amor es el que habla" (Sta. Teresa).
Entrando en tu intimidad, queremos adoptar determinaciones y actitudes básicas, decisiones
duraderas, opciones fundamentales según nuestra propia vocación cristiana.
145
CREYENDO, ESPERANDO Y AMANDO, TE ADORAMOS con una actitud sencilla de
presencia, silencio y espera, que quiere ser también reparación, como respuesta a tus
palabras: "Quédense aquí y velad conmigo" (Mt. 26,38).
Tú superas la pobreza de nuestros pensamientos, sentimientos y palabras; por eso queremos
aprender a adorar admirando el misterio, amándolo tal como es, y callando con un silencio
de amigo y con una presencia de donación.
El Espíritu Santo que has infundido en nuestros corazones nos ayuda a decir esos "gemidos
inenarrables" (Rom. 8,26) que se traducen en actitud agradecida y sencilla, y en el gesto
filial de quien ya se contenta con sola tu presencia, tu amor y tu palabra.
En nuestras noches físicas y morales, si tú estás presente, y nos amas, y nos hablas, ya nos
basta, aunque muchas veces no sentiremos la consolación.
Aprendiendo este más allá de la ADORACIÓN, estaremos en tu intimidad o "misterio".
Entonces nuestra oración se convertirá en respeto hacia el "misterio" de cada hermano y de
cada acontecimiento para insertarnos en nuestro ambiente familiar y social y construir la
historia con este silencio activo y fecundo que nace de la contemplación.
Gracias a ti, nuestra capacidad de silencio y de adoración se convertirá en capacidad de
AMAR y de SERVIR.
Nos has dado a tu Madre como nuestra para que nos enseñe a meditar y adorar en el
corazón. Ella, recibiendo la Palabra y poniéndola en práctica, se hizo la más perfecta
Madre.
Ayúdanos a ser tu Iglesia misionera, que sabe meditar adorando y amando tu Palabra, para
transformarla en vida y comunicarla a todos los hermanos. Amén.
Introducción
Los esposos solos no pueden amarse. El amor lo han aprendido en una familia, y
con su familia construyen a su vez la sociedad. Por eso su amor no es algo privado que sólo
les concierne a ellos.
La liturgia de la Iglesia en que celebramos el matrimonio expresa precisamente esto.
El amor se expande, se manifiesta a otros, da fruto en el mundo. En cuanto se cierra en sí
mismo, se ahoga y muere. Al entrar en la Iglesia, el amor de los esposos pide ayuda,
reconoce necesitar apoyos: los de otras familias, los de la sociedad, de la comunidad
creyente, de Dios. La Iglesia, en la liturgia, dice a los esposos algo que necesitan escuchar:
«No están solos; yo les ofrezco un gran lugar para que en él construyan su hogar. Yo les
abro mi gran familia para que apoyen en ella los cimientos de su familia». Igualmente lo
repite la Exhortación Apostólica Postsinodal del Papa Francisco La Alegría del Amor
(Amoris Laetitia, marzo 2016, en adelante AL): «Nunca estarán solos con sus propias
fuerzas para enfrentar los desafíos que se presenten. …están llamados a responder al don de
Dios con su empeño, su creatividad, su resistencia y su lucha cotidiana, pero siempre
podrán invocar al Espíritu Santo que ha consagrado su unión, para que la gracia recibida se
manifieste nuevamente en cada nueva situación. (AL #74).
Por eso, hay una relación muy grande entre el matrimonio y la Eucaristía, que reside
en que los esposos dicen: «Queremos poner nuestro amor cerca del amor de Jesús; la
146
entrega de nuestros cuerpos cerca de la entrega del cuerpo de Jesús; nuestro sí fiel hasta la
muerte cerca del sí fiel de Jesús a su Iglesia en la cruz.» Por ello demos tiempo a la oración
y adoración de Jesucristo en el Santísimo Sacramento.
Oración preparatoria: Para los esposos cristianos frente al Santísimo
Estar ahí, juntos,
como un solo ser, según la voluntad del Padre.
Con un solo corazón y con una sola alma
―¿podría ser de otra manera?―,
adorar al Sacramento de la unidad.
Con un solo espíritu, alimentarse de la Palabra.
Juntos, ante Jesús sacramentado,
seguir a quien realiza nuestra unidad conyugal.
Corazón con corazón, aprender a amar hasta el extremo.
Llevar en la comunión de nuestro amor
a nuestros hijos, a nuestra familia,
a los sacerdotes, a la Iglesia,
a todos nuestros hermanos.
Quinta Reflexión: Crezcan y Multiplíquense…Tus hijos como renuevos de olivo
Lectura de la palabra
«… y los bendijo con estas palabras: ‟Sean fructíferos y multiplíquense”» (Génesis 1,28)
«Tu esposa será como vid fecunda en medio de tu casa, tus hijos serán como olivos nuevos
alrededor de tu mesa. Así será bendito el hombre que teme al Señor. ¡Que el Señor te
bendiga desde Sión: puedas ver la dicha de Jerusalén durante todos los días de tu vida!
¡Que veas a los hijos de tus hijos y en Israel, la paz! (Sal 128, 3ss)
«Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles; la herencia que da el
Señor son los hijos; su salario, el fruto del vientre: son saetas en mano de un guerrero los
hijos de la juventud; dichoso el hombre que llena con ellas su aljaba: no quedará derrotado
cuando litigue con su adversario en la plaza» (Sal 127, 1.3-5).
Meditación: Amor que se vuelve fecundo y construye la casa El amor siempre da vida. Por eso, el amor conyugal «no se agota dentro de la pareja
[...] Los cónyuges, a la vez que se dan entre sí, dan más allá de sí mismos la realidad del
hijo, reflejo viviente de su amor, signo permanente de la unidad conyugal y síntesis viva e
inseparable del padre y de la madre».(AL #165)
Acoger una nueva vida
La familia es el ámbito no sólo de la generación sino de la acogida de la vida que
llega como regalo de Dios. Cada nueva vida «nos permite descubrir la dimensión más
gratuita del amor, que jamás deja de sorprendernos. Es la belleza de ser amados antes: los
hijos son amados antes de que lleguen». Esto nos refleja el primado del amor de Dios que
siempre toma la iniciativa, porque los hijos «son amados antes de haber hecho algo para
merecerlo». (AL #166)
Retomemos el canto del Salmista. Allí aparecen, dentro de la casa donde el hombre
y su esposa están sentados a la mesa, los hijos que los acompañan «como brotes de olivo»
(Sal 128,3), es decir, llenos de energía y de vitalidad. Si los padres son como los
147
fundamentos de la casa, los hijos son como las «piedras vivas» de la familia (cf. 1 P 2,5).
Es significativo que en el Antiguo Testamento la palabra que aparece más veces después de
la divina (el «Señor» es «hijo», un vocablo que remite al verbo hebreo que significa
«construir». Por eso, en el Salmo 127 se exalta el don de los hijos con imágenes que se
refieren tanto a la edificación de una casa, como a la vida social y comercial que se
desarrollaba en la puerta de la ciudad: «Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan
los albañiles; la herencia que da el Señor son los hijos; su salario, el fruto del vientre: son
saetas en mano de un guerrero los hijos de la juventud; dichoso el hombre que llena con
ellas su aljaba: no quedará derrotado cuando litigue con su adversario en la plaza» (127,
1.3-5). Es verdad que estas imágenes reflejan la cultura de una sociedad antigua, pero la
presencia de los hijos es de todos modos un signo de plenitud de la familia en la
continuidad de la misma historia de salvación, de generación en generación. (AL #14)
Bajo esta luz podemos recoger otra dimensión de la familia. Sabemos que en el
Nuevo Testamento se habla de «la iglesia que se reúne en la casa» (cf. 1 Co 16,19; Rm
16,5; Col 4,15; Flm 2). El espacio vital de una familia se podía transformar en iglesia
doméstica, en sede de la Eucaristía, de la presencia de Cristo sentado a la misma mesa. Es
inolvidable la escena pintada en el Apocalipsis: «Estoy a la puerta llamando: si alguien oye
y me abre, entraré y comeremos juntos» (3,20). Así se delinea una casa que lleva en su
interior la presencia de Dios, la oración común y, por tanto, la bendición del Señor. Es lo
que se afirma en el Salmo 128 que tomamos como base: «Que el Señor te bendiga desde
Sión» (v.5). (AL #15)
Oración
Señor Dios nuestro,
tú que eres la fecundidad constructora de todo lo creado,
tu el «Padre Nuestro del Cielo», como nos enseñó Jesús,
has que podamos comprender
la profunda riqueza de tu fecundidad creadora
en nuestro compromiso por el cuidado de «nuestra casa común»
y el respeto por todo lo creado para el bien común, nuestro medio ambiente.
Pero sobre todo, Señor,
permítenos comprender, aceptar, respetar y promover
el «don de la vida humana» en el seno de nuestra casa y familia,
con la que nos has bendecido personalmente,
y has bendecido a quienes permitieron tu voluntad
para que nosotros pudiéramos en tu amor vivir igualmente.
Permítenos ser promotores de este amor fecundo
con la gracia de tu Espíritu Santo
a fin de reflejar fecundamente
el valor que posee el misterio de tu infinito amor,
fuente, fuerza y plenitud de todo lo creado,
y de la grande familia de todos tus hijos e hijas
con la que pretendemos construir la civilización del amor.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Oración de los fieles (o peticiones a discreción del celebrante)
148
Señor Dios nuestro queremos poner en tus manos el clamor de tu pueblo y el de nuestros
matrimonios y familias en la humildad de reconocernos tus hijos.
(A cada petición respondemos: Señor, tu familia hoy suplica.)
1. Por el Papa Francisco, nuestro Obispo Daniel Fernández, nuestros Sacerdotes y
Diáconos, a quienes Tú encomendaste la tarea de cuidar de tu pueblo. Ayúdalos
Señor en su misión de Pastores de tu Iglesia y dales Tú Espíritu de libertad, verdad
y unión… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
2. Por las familias para que cada una de ellas llegue a ser, mediante tu Hijo Jesucristo
– nacido de mujer – y mediante el Espíritu Santo, manantial de caridad divina, un
verdadero santuario de vida y amor para todas las generaciones… R/. Señor, tu
familia hoy suplica.
3. Por todos los niños, especialmente por aquellos que aún están en el vientre de sus
madres… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
4. Por todos los jóvenes de nuestras familias y para que estimules en ellos la vocación
de la vida religiosa consagrada, masculina y femenina, y en orden Sacerdotal… R/.
Señor, tu familia hoy suplica.
5. Por todos los enfermos, especialmente por aquellos que no tienen buena salud y por
los agonizantes… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
6. Para que en todos los hogares no nos falten los alimentos para el cuerpo y el
alimento de tu Palabra que sacia el alma… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
7. Por los todos matrimonios que aún no te conocen y por todos los reunidos aquí en
esta asamblea, para que con nuestro amor de pareja podamos testimoniar al mundo
la alegría del amor que se vive en las familias como júbilo de la iglesia… R/. Señor,
tu familia hoy suplica.
8. Por nuestros líderes de gobierno y por las necesidades de nuestra querida Patria…
R/. Señor, tu familia hoy suplica.
9. En silencio te pedimos Señor por nuestras propias intenciones… R/. Señor, tu
familia hoy suplica.
Acoge, Señor, benigno y misericordioso, estas súplicas que humildemente tu familia te
presenta. Por Jesucristo tu Hijo, que contigo y el Espíritu Santo vive y reina, por los siglos
de los siglos. Amén.
Cántico antes de la Bendición (a discreción de los cantores)
Bendición
Oremos. Oh Dios, que en este sacramento admirable
149
nos dejaste el memorial de tu pasión,
te pedimos, nos concedas,
venerar los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre
que experimentemos constantemente los frutos de tu redención.
Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Letanías a la Sagrada Familia Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, escúchanos.
Dios Padre, que estás en los cielos, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Trinidad santísima, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Jesús, salvador del mundo, ten piedad de nosotros.
Jesús, hijo de María, nuestro amable hermano, ten piedad de nosotros.
Jesús, tesoro y delicias de la Sagrada Familia, ten piedad de nosotros.
Santa María, Reina de los cielos, ruega por nosotros.
Santa María, madre de Jesús y nuestra cara madre, ruega por nosotros.
Santa María, ornamento y gozo de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
San José, padre adoptivo de Jesús, ruega por nosotros.
San José, casto esposo de María, ruega por nosotros.
San José, guía y apoyo de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
Sagrada Familia, bajo la protección de la cual nos hemos consagrado a Dios, acompáñanos
por siempre.
Sagrada Familia, que hemos tomado por modelo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, querida del Padre Celestial, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, conducida por el Espíritu Santo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, santificada por la presencia del Hijo de Dios, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, resplandeciente a los ojos del Eterno, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, terror del infierno, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, asilo de todas las virtudes, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, santuario de la Divinidad, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, tabernáculo de Dios vivo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, oscura e ignorada sobre la Tierra, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, pobre y laboriosa, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, humilde y penitente, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, modelo de paciencia y de resignación, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, gloriosa en las tribulaciones, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, venerada de los pastores, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, honrada por los Magos, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, por Herodes perseguida, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, por los judíos despreciada, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, admiración de los patriarcas, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, de los ángeles respetada, acompáñanos por siempre.
150
Sagrada Familia, ejemplo de todos los Santos, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, decoro de la celestial Jerusalén, acompáñanos por siempre.
Senos propicia, te rogamos, óyenos.
Socórrenos en todos los peligros de alma y cuerpo, te rogamos, óyenos.
Se nuestro refugio contra los males que nos aquejan, te rogamos, óyenos.
Se nuestra fuerza en los combates y pruebas, te rogamos, óyenos.
Se para nosotros un muro contra los ataques del enemigo de nuestra salud, te rogamos,
óyenos.
Se nuestra esperanza en nuestra vida y nuestro consuelo en la hora de la muerte, te
rogamos, óyenos.
Se la poderosa protectora de aquellos que os invocan con una verdadera confianza, te
rogamos, óyenos.
Se la mediadora de aquellos que mueren en el Señor y la abogada de los pecadores acerca
del Soberano Juez, te rogamos, óyenos.
Se la libertadora de las almas detenidas en el purgatorio y la salud de aquellos que esperan
en ti, te rogamos, óyenos.
Se siempre el sostén de los débiles y la ayuda de los imperfectos, te rogamos, óyenos.
Se siempre la protectora de nuestra Sociedad, te rogamos, óyenos.
Se siempre el espejo de los justos y el tesoro de los fieles, te rogamos, óyenos.
Se siempre la consoladora de los afligidos y el refugio de los verdaderos cristianos, te
rogamos, óyenos.
Se siempre el apoyo y la defensa de aquellos que se han consagrado a vuestro servicio, te
rogamos, óyenos.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.
V. Sagrada Familia, se glorificada en todos los siglos.
R. Reina para siempre en todos los corazones.
Alabanzas Divinas (En lugar de las Letanías a la Sagrada Familia)
Bendito sea Dios.
Bendito sea su santo nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Bendito sea el nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su santa e inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea su nombre de Virgen y Madre.
Bendita sea María, madre de la Iglesia.
Bendito sea San José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos. Amén.
151
Oración Final (A discreción del celebrante o guía)
1. A la Sagrada Familia (Papa Francisco en la Amoris Laetitia 2016)
Jesús, María y José en ustedes contemplamos
el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchen y acojan nuestra súplica. Amén.
2. O esta otra
Divino Salvador, bendice todas nuestras obras; recompensa de una manera digna de Ti a
todos los que contribuyen a su suceso. Concede la paz y la vida eterna a nuestros hermanos
y hermanas que han muerto. Concede también a tus fieles y siervos sobre la tierra las
gracias que les son necesarias para la conversión de los pecadores, la santificación de los
justos y aumento de tu Sagrada Familia, a fin de que seas conocido y glorificado de todas
las criaturas con María y José; y a fin de que reines en todos los corazones ahora y siempre,
Tú que vives y reinas con Dios Padre en unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de
los siglos. Amén.
Canto Final (a discreción del Celebrante o los que organizan)
152
HORA SANTA
Y ADORACIÓN EUCARÍSTICA
POR EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA (VI)
Matrimonio Signo Eficaz Del Amor De Cristo
Cántico Inicial (a discreción del Celebrante o los que organizan)
Exposición
Oraciones básicas (Actos de fe, esperanza y caridad de San Juan Pablo II)
Señor Jesús:
Nos presentamos ante ti sabiendo que nos llamas y que nos amas tal como somos.
"Tú tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Hijo
de Dios" (Jn. 6,69).
Tu presencia en la Eucaristía ha comenzado con el sacrificio de la última cena y continúa
como comunión y donación de todo lo que eres.
Aumenta nuestra FE.
Por medio de ti y en el Espíritu Santo que nos comunicas, queremos llegar al Padre para
decirle nuestro SÍ unido al tuyo.
Contigo ya podemos decir: Padre nuestro.
Siguiéndote a ti, "camino, verdad y vida", queremos penetrar en el aparente "silencio" y
"ausencia" de Dios, rasgando la nube del Tabor para escuchar la voz del Padre que nos
dice: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo mi complacencia: Escuchadlo" (Mt. 17,5).
Con esta FE, hecha de escucha contemplativa, sabremos iluminar nuestras situaciones
personales, así como los diversos sectores de la vida familiar y social.
Tú eres nuestra ESPERANZA, nuestra paz, nuestro mediador, hermano y amigo.
Nuestro corazón se llena de gozo y de esperanza al saber que vives "siempre intercediendo
por nosotros" (Heb. 7,25).
Nuestra esperanza se traduce en confianza, gozo de Pascua y camino apresurado contigo
hacia el Padre.
Queremos sentir como tú y valorar las cosas como las valoras tú. Porque tú eres el centro,
el principio y el fin de todo.
Apoyados en esta ESPERANZA, queremos infundir en el mundo esta escala de valores
evangélicos por la que Dios y sus dones salvíficos ocupan el primer lugar en el corazón y
en las actitudes de la vida concreta.
Queremos AMAR COMO TÚ, que das la vida y te comunicas con todo lo que eres.
Quisiéramos decir como San Pablo: "Mi vida es Cristo" (Flp. 1,21).
Nuestra vida no tiene sentido sin ti.
Queremos aprender a "estar con quien sabemos nos ama", porque "con tan buen amigo
presente todo se puede sufrir". En ti aprenderemos a unirnos a la voluntad del Padre, porque
en la oración "el amor es el que habla" (Sta. Teresa).
Entrando en tu intimidad, queremos adoptar determinaciones y actitudes básicas, decisiones
duraderas, opciones fundamentales según nuestra propia vocación cristiana.
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CREYENDO, ESPERANDO Y AMANDO, TE ADORAMOS con una actitud sencilla de
presencia, silencio y espera, que quiere ser también reparación, como respuesta a tus
palabras: "Quédense aquí y velad conmigo" (Mt. 26,38).
Tú superas la pobreza de nuestros pensamientos, sentimientos y palabras; por eso queremos
aprender a adorar admirando el misterio, amándolo tal como es, y callando con un silencio
de amigo y con una presencia de donación.
El Espíritu Santo que has infundido en nuestros corazones nos ayuda a decir esos "gemidos
inenarrables" (Rom. 8,26) que se traducen en actitud agradecida y sencilla, y en el gesto
filial de quien ya se contenta con sola tu presencia, tu amor y tu palabra.
En nuestras noches físicas y morales, si tú estás presente, y nos amas, y nos hablas, ya nos
basta, aunque muchas veces no sentiremos la consolación.
Aprendiendo este más allá de la ADORACIÓN, estaremos en tu intimidad o "misterio".
Entonces nuestra oración se convertirá en respeto hacia el "misterio" de cada hermano y de
cada acontecimiento para insertarnos en nuestro ambiente familiar y social y construir la
historia con este silencio activo y fecundo que nace de la contemplación.
Gracias a ti, nuestra capacidad de silencio y de adoración se convertirá en capacidad de
AMAR y de SERVIR.
Nos has dado a tu Madre como nuestra para que nos enseñe a meditar y adorar en el
corazón. Ella, recibiendo la Palabra y poniéndola en práctica, se hizo la más perfecta
Madre.
Ayúdanos a ser tu Iglesia misionera, que sabe meditar adorando y amando tu Palabra, para
transformarla en vida y comunicarla a todos los hermanos. Amén.
Introducción
Los esposos solos no pueden amarse. El amor lo han aprendido en una familia, y
con su familia construyen a su vez la sociedad. Por eso su amor no es algo privado que sólo
les concierne a ellos.
La liturgia de la Iglesia en que celebramos el matrimonio expresa precisamente esto.
El amor se expande, se manifiesta a otros, da fruto en el mundo. En cuanto se cierra en sí
mismo, se ahoga y muere. Al entrar en la Iglesia, el amor de los esposos pide ayuda,
reconoce necesitar apoyos: los de otras familias, los de la sociedad, de la comunidad
creyente, de Dios. La Iglesia, en la liturgia, dice a los esposos algo que necesitan escuchar:
«No están solos; yo les ofrezco un gran lugar para que en él construyan su hogar. Yo les
abro mi gran familia para que apoyen en ella los cimientos de su familia». Igualmente lo
repite la Exhortación Apostólica Postsinodal del Papa Francisco La Alegría del Amor
(Amoris Laetitia, marzo 2016, en adelante AL): «Nunca estarán solos con sus propias
fuerzas para enfrentar los desafíos que se presenten. …están llamados a responder al don de
Dios con su empeño, su creatividad, su resistencia y su lucha cotidiana, pero siempre
podrán invocar al Espíritu Santo que ha consagrado su unión, para que la gracia recibida se
manifieste nuevamente en cada nueva situación. (AL #74).
Por eso, hay una relación muy grande entre el matrimonio y la Eucaristía, que reside
en que los esposos dicen: «Queremos poner nuestro amor cerca del amor de Jesús; la
154
entrega de nuestros cuerpos cerca de la entrega del cuerpo de Jesús; nuestro sí fiel hasta la
muerte cerca del sí fiel de Jesús a su Iglesia en la cruz.» Por ello demos tiempo a la oración
y adoración de Jesucristo en el Santísimo Sacramento.
Oración preparatoria: Para los esposos cristianos frente al Santísimo
Estar ahí, juntos,
como un solo ser, según la voluntad del Padre.
Con un solo corazón y con una sola alma
―¿podría ser de otra manera?―,
adorar al Sacramento de la unidad.
Con un solo espíritu, alimentarse de la Palabra.
Juntos, ante Jesús sacramentado,
seguir a quien realiza nuestra unidad conyugal.
Corazón con corazón, aprender a amar hasta el extremo.
Llevar en la comunión de nuestro amor
a nuestros hijos, a nuestra familia,
a los sacerdotes, a la Iglesia,
a todos nuestros hermanos.
Reflexión Sexta: El matrimonio es un signo del amor de Cristo a la iglesia
Lectura de la palabra «2a Sigan el camino del amor, a ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros,… 21Sométanse unos a otros en el temor (la reverencia) de Cristo. 22Las mujeres estén
sometidas a sus propios maridos como al Señor. 23Porque el marido es cabeza de la mujer,
así como Cristo es cabeza de la iglesia, siendo El mismo el Salvador del cuerpo. 24Pero así
como la iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres deben estarlo a sus maridos en
todo. 25Maridos, amen a sus mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio El mismo
por ella, 26para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, 27a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni
arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada. 28Así deben también los
maridos amar a sus mujeres, como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a sí
mismo se ama. 29Porque nadie aborreció jamás su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo
cuida, así como también Cristo a la iglesia; 30porque somos miembros de Su cuerpo. 31Por
esto el hombre dejara a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una
sola carne. 32Grande es este misterio, pero hablo con referencia a Cristo y a la iglesia. 33En
todo caso, cada uno de ustedes ame también a su mujer como a sí mismo, y que la mujer
respete a su marido.» (Efesios 5,2ª, 21-33).
Meditación: El Sacramento del matrimonio regalo para la santificación de los esposos
El sacramento del matrimonio no es una convención social, un rito vacío o el mero
signo externo de un compromiso. El sacramento es un don para la santificación y la
salvación de los esposos, porque «su recíproca pertenencia es representación real, mediante
el signo sacramental, de la misma relación de Cristo con la Iglesia. Los esposos son por
tanto el recuerdo permanente para la Iglesia de lo que acaeció en la cruz; son el uno para el
otro y para los hijos, testigos de la salvación, de la que el sacramento les hace partícipes».
El matrimonio es una vocación, en cuanto que es una respuesta al llamado específico a vivir
155
el amor conyugal como signo imperfecto del amor entre Cristo y la Iglesia. Por lo tanto, la
decisión de casarse y de crear una familia debe ser fruto de un discernimiento vocacional.
(AL #72)
La unión sexual, vivida de modo humano y santificada por el sacramento, es a su
vez camino de crecimiento en la vida de la gracia para los esposos. Es el «misterio
nupcial». El valor de la unión de los cuerpos está expresado en las palabras del
consentimiento, donde se aceptaron y se entregaron el uno al otro para compartir toda la
vida. Esas palabras otorgan un significado a la sexualidad y la liberan de cualquier
ambigüedad. Pero, en realidad, toda la vida en común de los esposos, toda la red de
relaciones que tejerán entre sí, con sus hijos y con el mundo, estará impregnada y
fortalecida por la gracia del sacramento que brota del misterio de la Encarnación y de la
Pascua, donde Dios expresó todo su amor por la humanidad y se unió íntimamente a ella.
Nunca estarán solos con sus propias fuerzas para enfrentar los desafíos que se presenten.
Ellos están llamados a responder al don de Dios con su empeño, su creatividad, su
resistencia y su lucha cotidiana, pero siempre podrán invocar al Espíritu Santo que ha
consagrado su unión, para que la gracia recibida se manifieste nuevamente en cada nueva
situación. (AL #74)
Oración
Señor Jesucristo,
esposo fiel de la Iglesia esposa,
santifica con tu entrega amorosa
este vínculo de amor humano de nuestro matrimonio
que consagramos a tu fiel e indisoluble entrega.
Danos siempre poder serte fieles
a fin de que vinculados a tu gracia
podamos bien realizar aquella vocación original
a la que nos sentimos llamados por tu santa voluntad.
Gracias suficientes para amarnos en ti, contigo y por ti,
a fin de poder alcanzar la vida de santidad, amistad contigo,
con la que podamos testimoniarte uno ante el otro,
ante nuestros hijos y ante los hijos de los demás.
Lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Oración de los fieles (o peticiones a discreción del celebrante)
Señor Dios nuestro queremos poner en tus manos el clamor de tu pueblo y el de nuestros
matrimonios y familias en la humildad de reconocernos tus hijos.
(A cada petición respondemos: Señor, tu familia hoy suplica.)
1. Por el Papa Francisco, nuestro Obispo Daniel Fernández, nuestros Sacerdotes y
Diáconos, a quienes Tú encomendaste la tarea de cuidar de tu pueblo. Ayúdalos
Señor en su misión de Pastores de tu Iglesia y dales Tú Espíritu de libertad, verdad
y unión… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
2. Por las familias para que cada una de ellas llegue a ser, mediante tu Hijo Jesucristo
– nacido de mujer – y mediante el Espíritu Santo, manantial de caridad divina, un
156
verdadero santuario de vida y amor para todas las generaciones… R/. Señor, tu
familia hoy suplica.
3. Por todos los niños, especialmente por aquellos que aún están en el vientre de sus
madres… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
4. Por todos los jóvenes de nuestras familias y para que estimules en ellos la vocación
de la vida religiosa consagrada, masculina y femenina, y en orden Sacerdotal… R/.
Señor, tu familia hoy suplica.
5. Por todos los enfermos, especialmente por aquellos que no tienen buena salud y por
los agonizantes… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
6. Para que en todos los hogares no nos falten los alimentos para el cuerpo y el
alimento de tu Palabra que sacia el alma… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
7. Por los todos matrimonios que aún no te conocen y por todos los reunidos aquí en
esta asamblea, para que con nuestro amor de pareja podamos testimoniar al mundo
la alegría del amor que se vive en las familias como júbilo de la iglesia… R/. Señor,
tu familia hoy suplica.
8. Por nuestros líderes de gobierno y por las necesidades de nuestra querida Patria…
R/. Señor, tu familia hoy suplica.
9. En silencio te pedimos Señor por nuestras propias intenciones… R/. Señor, tu
familia hoy suplica.
Acoge, Señor, benigno y misericordioso, estas súplicas que humildemente tu familia te
presenta. Por Jesucristo tu Hijo, que contigo y el Espíritu Santo vive y reina, por los siglos
de los siglos. Amén.
Cántico antes de la Bendición (a discreción de los cantores)
Bendición
Oremos. Oh Dios, que en este sacramento admirable
nos dejaste el memorial de tu pasión,
te pedimos, nos concedas,
venerar los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre
que experimentemos constantemente los frutos de tu redención.
Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Letanías a la Sagrada Familia Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, escúchanos.
157
Dios Padre, que estás en los cielos, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Trinidad santísima, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Jesús, salvador del mundo, ten piedad de nosotros.
Jesús, hijo de María, nuestro amable hermano, ten piedad de nosotros.
Jesús, tesoro y delicias de la Sagrada Familia, ten piedad de nosotros.
Santa María, Reina de los cielos, ruega por nosotros.
Santa María, madre de Jesús y nuestra cara madre, ruega por nosotros.
Santa María, ornamento y gozo de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
San José, padre adoptivo de Jesús, ruega por nosotros.
San José, casto esposo de María, ruega por nosotros.
San José, guía y apoyo de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
Sagrada Familia, bajo la protección de la cual nos hemos consagrado a Dios,
acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, que hemos tomado por modelo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, querida del Padre Celestial, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, conducida por el Espíritu Santo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, santificada por la presencia del Hijo de Dios, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, resplandeciente a los ojos del Eterno, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, terror del infierno, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, asilo de todas las virtudes, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, santuario de la Divinidad, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, tabernáculo de Dios vivo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, oscura e ignorada sobre la Tierra, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, pobre y laboriosa, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, humilde y penitente, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, modelo de paciencia y de resignación, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, gloriosa en las tribulaciones, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, venerada de los pastores, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, honrada por los Magos, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, por Herodes perseguida, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, por los judíos despreciada, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, admiración de los patriarcas, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, de los ángeles respetada, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, ejemplo de todos los Santos, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, decoro de la celestial Jerusalén, acompáñanos por siempre.
Senos propicia, te rogamos, óyenos.
Socórrenos en todos los peligros de alma y cuerpo, te rogamos, óyenos.
Se nuestro refugio contra los males que nos aquejan, te rogamos, óyenos.
Se nuestra fuerza en los combates y pruebas, te rogamos, óyenos.
Se para nosotros un muro contra los ataques del enemigo de nuestra salud, te rogamos,
óyenos.
Se nuestra esperanza en nuestra vida y nuestro consuelo en la hora de la muerte, te
rogamos, óyenos.
Se la poderosa protectora de aquellos que os invocan con una verdadera confianza, te
rogamos, óyenos.
158
Se la mediadora de aquellos que mueren en el Señor y la abogada de los pecadores acerca
del Soberano Juez, te rogamos, óyenos.
Se la libertadora de las almas detenidas en el purgatorio y la salud de aquellos que esperan
en ti, te rogamos, óyenos.
Se siempre el sostén de los débiles y la ayuda de los imperfectos, te rogamos, óyenos.
Se siempre la protectora de nuestra Sociedad, te rogamos, óyenos.
Se siempre el espejo de los justos y el tesoro de los fieles, te rogamos, óyenos.
Se siempre la consoladora de los afligidos y el refugio de los verdaderos cristianos, te
rogamos, óyenos.
Se siempre el apoyo y la defensa de aquellos que se han consagrado a vuestro servicio, te
rogamos, óyenos.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.
V. Sagrada Familia, se glorificada en todos los siglos.
R. Reina para siempre en todos los corazones.
Alabanzas Divinas (En lugar de las Letanías a la Sagrada Familia)
Bendito sea Dios.
Bendito sea su santo nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Bendito sea el nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su santa e inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea su nombre de Virgen y Madre.
Bendita sea María, madre de la Iglesia.
Bendito sea San José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos. Amén.
Oración Final (A discreción del celebrante o guía)
1. A la Sagrada Familia (Papa Francisco en la Amoris Laetitia 2016)
Jesús, María y José en ustedes contemplamos
el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos
159
del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchen y acojan nuestra súplica. Amén.
2. O esta otra
Divino Salvador, bendice todas nuestras obras; recompensa de una manera digna de Ti a
todos los que contribuyen a su suceso. Concede la paz y la vida eterna a nuestros hermanos
y hermanas que han muerto. Concede también a tus fieles y siervos sobre la tierra las
gracias que les son necesarias para la conversión de los pecadores, la santificación de los
justos y aumento de tu Sagrada Familia, a fin de que seas conocido y glorificado de todas
las criaturas con María y José; y a fin de que reines en todos los corazones ahora y siempre,
Tú que vives y reinas con Dios Padre en unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de
los siglos. Amén.
Canto Final (a discreción del Celebrante o los que organizan)
160
HORA SANTA
Y ADORACIÓN EUCARÍSTICA
POR EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA (VII)
La Alegría Familiar Y Las Bodas Del Cordero
Cántico Inicial (a discreción del Celebrante o los que organizan)
Exposición
Oraciones básicas (Actos de fe, esperanza y caridad de San Juan Pablo II)
Señor Jesús:
Nos presentamos ante ti sabiendo que nos llamas y que nos amas tal como somos.
"Tú tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Hijo
de Dios" (Jn. 6,69).
Tu presencia en la Eucaristía ha comenzado con el sacrificio de la última cena y continúa
como comunión y donación de todo lo que eres.
Aumenta nuestra FE.
Por medio de ti y en el Espíritu Santo que nos comunicas, queremos llegar al Padre para
decirle nuestro SÍ unido al tuyo.
Contigo ya podemos decir: Padre nuestro.
Siguiéndote a ti, "camino, verdad y vida", queremos penetrar en el aparente "silencio" y
"ausencia" de Dios, rasgando la nube del Tabor para escuchar la voz del Padre que nos
dice: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo mi complacencia: Escuchadlo" (Mt. 17,5).
Con esta FE, hecha de escucha contemplativa, sabremos iluminar nuestras situaciones
personales, así como los diversos sectores de la vida familiar y social.
Tú eres nuestra ESPERANZA, nuestra paz, nuestro mediador, hermano y amigo.
Nuestro corazón se llena de gozo y de esperanza al saber que vives "siempre intercediendo
por nosotros" (Heb. 7,25).
Nuestra esperanza se traduce en confianza, gozo de Pascua y camino apresurado contigo
hacia el Padre.
Queremos sentir como tú y valorar las cosas como las valoras tú. Porque tú eres el centro,
el principio y el fin de todo.
Apoyados en esta ESPERANZA, queremos infundir en el mundo esta escala de valores
evangélicos por la que Dios y sus dones salvíficos ocupan el primer lugar en el corazón y
en las actitudes de la vida concreta.
Queremos AMAR COMO TÚ, que das la vida y te comunicas con todo lo que eres.
Quisiéramos decir como San Pablo: "Mi vida es Cristo" (Flp. 1,21).
Nuestra vida no tiene sentido sin ti.
Queremos aprender a "estar con quien sabemos nos ama", porque "con tan buen amigo
presente todo se puede sufrir". En ti aprenderemos a unirnos a la voluntad del Padre, porque
en la oración "el amor es el que habla" (Sta. Teresa).
Entrando en tu intimidad, queremos adoptar determinaciones y actitudes básicas, decisiones
duraderas, opciones fundamentales según nuestra propia vocación cristiana.
161
CREYENDO, ESPERANDO Y AMANDO, TE ADORAMOS con una actitud sencilla de
presencia, silencio y espera, que quiere ser también reparación, como respuesta a tus
palabras: "Quédense aquí y velad conmigo" (Mt. 26,38).
Tú superas la pobreza de nuestros pensamientos, sentimientos y palabras; por eso queremos
aprender a adorar admirando el misterio, amándolo tal como es, y callando con un silencio
de amigo y con una presencia de donación.
El Espíritu Santo que has infundido en nuestros corazones nos ayuda a decir esos "gemidos
inenarrables" (Rom. 8,26) que se traducen en actitud agradecida y sencilla, y en el gesto
filial de quien ya se contenta con sola tu presencia, tu amor y tu palabra.
En nuestras noches físicas y morales, si tú estás presente, y nos amas, y nos hablas, ya nos
basta, aunque muchas veces no sentiremos la consolación.
Aprendiendo este más allá de la ADORACIÓN, estaremos en tu intimidad o "misterio".
Entonces nuestra oración se convertirá en respeto hacia el "misterio" de cada hermano y de
cada acontecimiento para insertarnos en nuestro ambiente familiar y social y construir la
historia con este silencio activo y fecundo que nace de la contemplación.
Gracias a ti, nuestra capacidad de silencio y de adoración se convertirá en capacidad de
AMAR y de SERVIR.
Nos has dado a tu Madre como nuestra para que nos enseñe a meditar y adorar en el
corazón. Ella, recibiendo la Palabra y poniéndola en práctica, se hizo la más perfecta
Madre.
Ayúdanos a ser tu Iglesia misionera, que sabe meditar adorando y amando tu Palabra, para
transformarla en vida y comunicarla a todos los hermanos. Amén.
Introducción
Los esposos solos no pueden amarse. El amor lo han aprendido en una familia, y
con su familia construyen a su vez la sociedad. Por eso su amor no es algo privado que sólo
les concierne a ellos.
La liturgia de la Iglesia en que celebramos el matrimonio expresa precisamente esto.
El amor se expande, se manifiesta a otros, da fruto en el mundo. En cuanto se cierra en sí
mismo, se ahoga y muere. Al entrar en la Iglesia, el amor de los esposos pide ayuda,
reconoce necesitar apoyos: los de otras familias, los de la sociedad, de la comunidad
creyente, de Dios. La Iglesia, en la liturgia, dice a los esposos algo que necesitan escuchar:
«No están solos; yo les ofrezco un gran lugar para que en él construyan su hogar. Yo les
abro mi gran familia para que apoyen en ella los cimientos de su familia». Igualmente lo
repite la Exhortación Apostólica Postsinodal del Papa Francisco La Alegría del Amor
(Amoris Laetitia, marzo 2016, en adelante AL): «Nunca estarán solos con sus propias
fuerzas para enfrentar los desafíos que se presenten. …están llamados a responder al don de
Dios con su empeño, su creatividad, su resistencia y su lucha cotidiana, pero siempre
podrán invocar al Espíritu Santo que ha consagrado su unión, para que la gracia recibida se
manifieste nuevamente en cada nueva situación. (AL #74).
Por eso, hay una relación muy grande entre el matrimonio y la Eucaristía, que reside
en que los esposos dicen: «Queremos poner nuestro amor cerca del amor de Jesús; la
162
entrega de nuestros cuerpos cerca de la entrega del cuerpo de Jesús; nuestro sí fiel hasta la
muerte cerca del sí fiel de Jesús a su Iglesia en la cruz.» Por ello demos tiempo a la oración
y adoración de Jesucristo en el Santísimo Sacramento.
Oración preparatoria: Para los esposos cristianos frente al Santísimo
Estar ahí, juntos,
como un solo ser, según la voluntad del Padre.
Con un solo corazón y con una sola alma
―¿podría ser de otra manera?―,
adorar al Sacramento de la unidad.
Con un solo espíritu, alimentarse de la Palabra.
Juntos, ante Jesús sacramentado,
seguir a quien realiza nuestra unidad conyugal.
Corazón con corazón, aprender a amar hasta el extremo.
Llevar en la comunión de nuestro amor
a nuestros hijos, a nuestra familia,
a los sacerdotes, a la Iglesia,
a todos nuestros hermanos.
Reflexión Séptima: La Nueva Jerusalén, la novia que se desposa con el Cordero
Lectura de la palabra: (Apocalipsis 21,1-7) 1Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra
pasaron, y el mar ya no existe. 2Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del
cielo, de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposo. 3Entonces oí una gran
voz que decía desde el trono: "El tabernáculo de Dios está entre los hombres, y El habitará
entre ellos y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos. 4El enjugará toda
lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque
las primeras cosas han pasado." 5El que está sentado en el trono dijo: "Yo hago nuevas
todas las cosas." Y añadió: "Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas." 6También me dijo: "Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que
tiene sed, Yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. 7El vencedor heredará
estas cosas, y Yo seré su Dios y él será Mi hijo.
Meditación: Alegría familiar, gusto anticipado del banquete de las bodas del Cordero
«El don recíproco constitutivo del matrimonio sacramental arraiga en la gracia del
bautismo, que establece la alianza fundamental de toda persona con Cristo en la Iglesia. En
la acogida mutua, y con la gracia de Cristo, los novios se prometen entrega total, fidelidad y
apertura a la vida, y además reconocen como elementos constitutivos del matrimonio los
dones que Dios les ofrece, tomando en serio su mutuo compromiso, en su nombre y frente a
la Iglesia. Ahora bien, la fe permite asumir los bienes del matrimonio como compromisos
que se pueden sostener mejor mediante la ayuda de la gracia del sacramento [...] Por lo
tanto, la mirada de la Iglesia se dirige a los esposos como al corazón de toda la familia, que
a su vez dirige su mirada hacia Jesús». El sacramento no es una «cosa» o una «fuerza»,
porque en realidad Cristo mismo «mediante el sacramento del matrimonio, sale al
encuentro de los esposos cristianos (cf. Gaudium et spes, 48). Permanece con ellos, les da
la fuerza de seguirle tomando su cruz, de levantarse después de sus caídas, de perdonarse
163
mutuamente, de llevar unos las cargas de los otros». El matrimonio cristiano es un signo
que no sólo indica cuánto amó Cristo a su Iglesia en la Alianza sellada en la cruz, sino que
hace presente ese amor en la comunión de los esposos. Al unirse ellos en una sola carne,
representan el desposorio del Hijo de Dios con la naturaleza humana. Por eso «en las
alegrías de su amor y de su vida familiar les da, ya aquí, un gusto anticipado del banquete
de las bodas del Cordero». Aunque «la analogía entre la pareja marido-mujer y Cristo-
Iglesia» es una «analogía imperfecta», invita a invocar al Señor para que derrame su propio
amor en los límites de las relaciones conyugales. (AL #73)
Oración
Seños Jesucristo,
Evangelio pleno del amor del Padre
en la entrega de todo tu ser, cuerpo, alma y divinidad,
que, desposando con amor divino toda la frágil condición humana,
has permanecido fiel hasta el último aliento de tu vida
y hasta la última gota de tu sangre en el ara de la cruz,
concédenos conocer, experimentar, amar y propagar
la gracia de tan grande derroche de bendiciones,
especialmente en el sacramento, signo eficaz, del amor matrimonial.
Haznos sentir, Señor, que
la Alegría del amor que se vive en las familias
es también júbilo de la Iglesia,
de nuestra iglesia que hoy desea fielmente responder
a los grandes retos del matrimonio y la familia
como preparación para su desposorio en las bodas del Cordero.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Oración de los fieles (o peticiones a discreción del celebrante)
Señor Dios nuestro queremos poner en tus manos el clamor de tu pueblo y el de nuestros
matrimonios y familias en la humildad de reconocernos tus hijos.
(A cada petición respondemos: Señor, tu familia hoy suplica.)
1. Por el Papa Francisco, nuestro Obispo Daniel Fernández, nuestros Sacerdotes y
Diáconos, a quienes Tú encomendaste la tarea de cuidar de tu pueblo. Ayúdalos
Señor en su misión de Pastores de tu Iglesia y dales Tú Espíritu de libertad, verdad
y unión… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
2. Por las familias para que cada una de ellas llegue a ser, mediante tu Hijo Jesucristo
– nacido de mujer – y mediante el Espíritu Santo, manantial de caridad divina, un
verdadero santuario de vida y amor para todas las generaciones… R/. Señor, tu
familia hoy suplica.
3. Por todos los niños, especialmente por aquellos que aún están en el vientre de sus
madres… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
164
4. Por todos los jóvenes de nuestras familias y para que estimules en ellos la vocación
de la vida religiosa consagrada, masculina y femenina, y en orden Sacerdotal… R/.
Señor, tu familia hoy suplica.
5. Por todos los enfermos, especialmente por aquellos que no tienen buena salud y por
los agonizantes… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
6. Para que en todos los hogares no nos falten los alimentos para el cuerpo y el
alimento de tu Palabra que sacia el alma… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
7. Por los todos matrimonios que aún no te conocen y por todos los reunidos aquí en
esta asamblea, para que con nuestro amor de pareja podamos testimoniar al mundo
la alegría del amor que se vive en las familias como júbilo de la iglesia… R/. Señor,
tu familia hoy suplica.
8. Por nuestros líderes de gobierno y por las necesidades de nuestra querida Patria…
R/. Señor, tu familia hoy suplica.
9. En silencio te pedimos Señor por nuestras propias intenciones… R/. Señor, tu
familia hoy suplica.
Acoge, Señor, benigno y misericordioso, estas súplicas que humildemente tu familia te
presenta. Por Jesucristo tu Hijo, que contigo y el Espíritu Santo vive y reina, por los siglos
de los siglos. Amén.
Cántico antes de la Bendición (a discreción de los cantores)
Bendición
Oremos. Oh Dios, que en este sacramento admirable
nos dejaste el memorial de tu pasión,
te pedimos, nos concedas,
venerar los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre
que experimentemos constantemente los frutos de tu redención.
Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Letanías a la Sagrada Familia Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, escúchanos.
Dios Padre, que estás en los cielos, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Trinidad santísima, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Jesús, salvador del mundo, ten piedad de nosotros.
165
Jesús, hijo de María, nuestro amable hermano, ten piedad de nosotros.
Jesús, tesoro y delicias de la Sagrada Familia, ten piedad de nosotros.
Santa María, Reina de los cielos, ruega por nosotros.
Santa María, madre de Jesús y nuestra cara madre, ruega por nosotros.
Santa María, ornamento y gozo de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
San José, padre adoptivo de Jesús, ruega por nosotros.
San José, casto esposo de María, ruega por nosotros.
San José, guía y apoyo de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
Sagrada Familia, bajo la protección de la cual nos hemos consagrado a Dios, acompáñanos
por siempre.
Sagrada Familia, que hemos tomado por modelo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, querida del Padre Celestial, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, conducida por el Espíritu Santo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, santificada por la presencia del Hijo de Dios, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, resplandeciente a los ojos del Eterno, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, terror del infierno, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, asilo de todas las virtudes, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, santuario de la Divinidad, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, tabernáculo de Dios vivo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, oscura e ignorada sobre la Tierra, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, pobre y laboriosa, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, humilde y penitente, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, modelo de paciencia y de resignación, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, gloriosa en las tribulaciones, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, venerada de los pastores, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, honrada por los Magos, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, por Herodes perseguida, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, por los judíos despreciada, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, admiración de los patriarcas, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, de los ángeles respetada, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, ejemplo de todos los Santos, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, decoro de la celestial Jerusalén, acompáñanos por siempre.
Senos propicia, te rogamos, óyenos.
Socórrenos en todos los peligros de alma y cuerpo, te rogamos, óyenos.
Se nuestro refugio contra los males que nos aquejan, te rogamos, óyenos.
Se nuestra fuerza en los combates y pruebas, te rogamos, óyenos.
Se para nosotros un muro contra los ataques del enemigo de nuestra salud, te rogamos,
óyenos.
Se nuestra esperanza en nuestra vida y nuestro consuelo en la hora de la muerte, te
rogamos, óyenos.
Se la poderosa protectora de aquellos que os invocan con una verdadera confianza, te
rogamos, óyenos.
Se la mediadora de aquellos que mueren en el Señor y la abogada de los pecadores acerca
del Soberano Juez, te rogamos, óyenos.
Se la libertadora de las almas detenidas en el purgatorio y la salud de aquellos que esperan
en ti, te rogamos, óyenos.
Se siempre el sostén de los débiles y la ayuda de los imperfectos, te rogamos, óyenos.
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Se siempre la protectora de nuestra Sociedad, te rogamos, óyenos.
Se siempre el espejo de los justos y el tesoro de los fieles, te rogamos, óyenos.
Se siempre la consoladora de los afligidos y el refugio de los verdaderos cristianos, te
rogamos, óyenos.
Se siempre el apoyo y la defensa de aquellos que se han consagrado a vuestro servicio, te
rogamos, óyenos.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.
V. Sagrada Familia, se glorificada en todos los siglos.
R. Reina para siempre en todos los corazones.
Alabanzas Divinas (En lugar de las Letanías a la Sagrada Familia)
Bendito sea Dios.
Bendito sea su santo nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Bendito sea el nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su santa e inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea su nombre de Virgen y Madre.
Bendita sea María, madre de la Iglesia.
Bendito sea San José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos. Amén.
Oración Final (A discreción del celebrante o guía)
1. A la Sagrada Familia (Papa Francisco en la Amoris Laetitia 2016)
Jesús, María y José en ustedes contemplamos
el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchen y acojan nuestra súplica. Amén.
2. O esta otra
Divino Salvador, bendice todas nuestras obras; recompensa de una manera digna de Ti a
todos los que contribuyen a su suceso. Concede la paz y la vida eterna a nuestros hermanos
167
y hermanas que han muerto. Concede también a tus fieles y siervos sobre la tierra las
gracias que les son necesarias para la conversión de los pecadores, la santificación de los
justos y aumento de tu Sagrada Familia, a fin de que seas conocido y glorificado de todas
las criaturas con María y José; y a fin de que reines en todos los corazones ahora y siempre,
Tú que vives y reinas con Dios Padre en unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de
los siglos. Amén.
Canto Final (a discreción del Celebrante o los que organizan)
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HORA SANTA
Y ADORACIÓN EUCARÍSTICA
POR EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA (VIII)
(Para los Matrimonios Irregulares)
Acompañar, Discernir E Integrar La Fragilidad Matrimonial
Cántico Inicial (a discreción del Celebrante o los que organizan)
Exposición
Oraciones básicas (Actos de fe, esperanza y caridad de San Juan Pablo II)
Señor Jesús:
Nos presentamos ante ti sabiendo que nos llamas y que nos amas tal como somos.
"Tú tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Hijo
de Dios" (Jn. 6,69).
Tu presencia en la Eucaristía ha comenzado con el sacrificio de la última cena y continúa
como comunión y donación de todo lo que eres.
Aumenta nuestra FE.
Por medio de ti y en el Espíritu Santo que nos comunicas, queremos llegar al Padre para
decirle nuestro SÍ unido al tuyo.
Contigo ya podemos decir: Padre nuestro.
Siguiéndote a ti, "camino, verdad y vida", queremos penetrar en el aparente "silencio" y
"ausencia" de Dios, rasgando la nube del Tabor para escuchar la voz del Padre que nos
dice: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo mi complacencia: Escuchadlo" (Mt. 17,5).
Con esta FE, hecha de escucha contemplativa, sabremos iluminar nuestras situaciones
personales, así como los diversos sectores de la vida familiar y social.
Tú eres nuestra ESPERANZA, nuestra paz, nuestro mediador, hermano y amigo.
Nuestro corazón se llena de gozo y de esperanza al saber que vives "siempre intercediendo
por nosotros" (Heb. 7,25).
Nuestra esperanza se traduce en confianza, gozo de Pascua y camino apresurado contigo
hacia el Padre.
Queremos sentir como tú y valorar las cosas como las valoras tú. Porque tú eres el centro,
el principio y el fin de todo.
Apoyados en esta ESPERANZA, queremos infundir en el mundo esta escala de valores
evangélicos por la que Dios y sus dones salvíficos ocupan el primer lugar en el corazón y
en las actitudes de la vida concreta.
Queremos AMAR COMO TÚ, que das la vida y te comunicas con todo lo que eres.
Quisiéramos decir como San Pablo: "Mi vida es Cristo" (Flp. 1,21).
Nuestra vida no tiene sentido sin ti.
Queremos aprender a "estar con quien sabemos nos ama", porque "con tan buen amigo
presente todo se puede sufrir". En ti aprenderemos a unirnos a la voluntad del Padre, porque
en la oración "el amor es el que habla" (Sta. Teresa).
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Entrando en tu intimidad, queremos adoptar determinaciones y actitudes básicas, decisiones
duraderas, opciones fundamentales según nuestra propia vocación cristiana.
CREYENDO, ESPERANDO Y AMANDO, TE ADORAMOS con una actitud sencilla de
presencia, silencio y espera, que quiere ser también reparación, como respuesta a tus
palabras: "Quédense aquí y velad conmigo" (Mt. 26,38).
Tú superas la pobreza de nuestros pensamientos, sentimientos y palabras; por eso queremos
aprender a adorar admirando el misterio, amándolo tal como es, y callando con un silencio
de amigo y con una presencia de donación.
El Espíritu Santo que has infundido en nuestros corazones nos ayuda a decir esos "gemidos
inenarrables" (Rom. 8,26) que se traducen en actitud agradecida y sencilla, y en el gesto
filial de quien ya se contenta con sola tu presencia, tu amor y tu palabra.
En nuestras noches físicas y morales, si tú estás presente, y nos amas, y nos hablas, ya nos
basta, aunque muchas veces no sentiremos la consolación.
Aprendiendo este más allá de la ADORACIÓN, estaremos en tu intimidad o "misterio".
Entonces nuestra oración se convertirá en respeto hacia el "misterio" de cada hermano y de
cada acontecimiento para insertarnos en nuestro ambiente familiar y social y construir la
historia con este silencio activo y fecundo que nace de la contemplación.
Gracias a ti, nuestra capacidad de silencio y de adoración se convertirá en capacidad de
AMAR y de SERVIR.
Nos has dado a tu Madre como nuestra para que nos enseñe a meditar y adorar en el
corazón. Ella, recibiendo la Palabra y poniéndola en práctica, se hizo la más perfecta
Madre.
Ayúdanos a ser tu Iglesia misionera, que sabe meditar adorando y amando tu Palabra, para
transformarla en vida y comunicarla a todos los hermanos. Amén.
Introducción
Los esposos solos no pueden amarse. El amor lo han aprendido en una familia, y
con su familia construyen a su vez la sociedad. Por eso su amor no es algo privado que sólo
les concierne a ellos.
La liturgia de la Iglesia en que celebramos el matrimonio expresa precisamente esto.
El amor se expande, se manifiesta a otros, da fruto en el mundo. En cuanto se cierra en sí
mismo, se ahoga y muere. Al entrar en la Iglesia, el amor de los esposos pide ayuda,
reconoce necesitar apoyos: los de otras familias, los de la sociedad, de la comunidad
creyente, de Dios. La Iglesia, en la liturgia, dice a los esposos algo que necesitan escuchar:
«No están solos; yo les ofrezco un gran lugar para que en él construyan su hogar. Yo les
abro mi gran familia para que apoyen en ella los cimientos de su familia». Igualmente lo
repite la Exhortación Apostólica Postsinodal del Papa Francisco La Alegría del Amor
(Amoris Laetitia, marzo 2016, en adelante AL): «Nunca estarán solos con sus propias
fuerzas para enfrentar los desafíos que se presenten. …están llamados a responder al don de
Dios con su empeño, su creatividad, su resistencia y su lucha cotidiana, pero siempre
podrán invocar al Espíritu Santo que ha consagrado su unión, para que la gracia recibida se
manifieste nuevamente en cada nueva situación. (AL #74).
170
Por eso, hay una relación muy grande entre el matrimonio y la Eucaristía, que reside
en que los esposos dicen: «Queremos poner nuestro amor cerca del amor de Jesús; la
entrega de nuestros cuerpos cerca de la entrega del cuerpo de Jesús; nuestro sí fiel hasta la
muerte cerca del sí fiel de Jesús a su Iglesia en la cruz.» Por ello demos tiempo a la oración
y adoración de Jesucristo en el Santísimo Sacramento.
Oración preparatoria: Para los esposos cristianos frente al Santísimo
Estar ahí, juntos,
como un solo ser, según la voluntad del Padre.
Con un solo corazón y con una sola alma
―¿podría ser de otra manera?―,
adorar al Sacramento de la unidad.
Con un solo espíritu, alimentarse de la Palabra.
Juntos, ante Jesús sacramentado,
seguir a quien realiza nuestra unidad conyugal.
Corazón con corazón, aprender a amar hasta el extremo.
Llevar en la comunión de nuestro amor
a nuestros hijos, a nuestra familia,
a los sacerdotes, a la Iglesia,
a todos nuestros hermanos.
Reflexión Octava: Jesús acompaña, escucha, acoge, ilumina y capacita a los
matrimonios en sus fragilidades
Lectura de la palabra: (Lucas 24, 13-35) En Emaús, Jesús nos acoge, ilumina y capacita 13 Aquel mismo día dos discípulos se dirigían a un pueblecito llamado Emaús, que está a
unos doce kilómetros de Jerusalén, 14 e iban conversando sobre todo lo que había ocurrido. 15 Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se les acercó y se puso a caminar con
ellos, 16 pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran. 17 Él les dijo: « ¿De qué van
discutiendo por el camino?» Se detuvieron, y parecían muy desanimados. 18 Uno de ellos,
llamado Cleofás, le contestó: « ¿Cómo? ¿Eres tú el único peregrino en Jerusalén que no
está enterado de lo que ha pasado aquí estos días?» 19 « ¿Qué pasó?», les preguntó. Le
contestaron: « ¡Todo el asunto de Jesús Nazareno!» 19 Era un profeta poderoso en obras y
palabras, reconocido por Dios y por todo el pueblo. 20 Pero nuestros sumos sacerdotes y
nuestros jefes renegaron de él, lo hicieron condenar a muerte y clavar en la cruz. 21Nosotros
pensábamos que él sería el que debía libertar a Israel. Sea lo que sea, ya van dos días desde
que sucedieron estas cosas. 22 En realidad, algunas mujeres de nuestro grupo nos han
inquietado, 23 pues fueron muy de mañana al sepulcro y, al no hallar su cuerpo, volvieron
hablando de una aparición de ángeles que decían que estaba vivo. 24 Algunos de los
nuestros fueron al sepulcro y hallaron todo tal como habían dicho las mujeres, pero a él no
lo vieron.» 25 Entonces él les dijo: « ¡Qué poco entienden ustedes y qué lentos son sus
corazones para creer todo lo que anunciaron los profetas! 26 ¿No tenía que ser así y que el
Mesías padeciera para entrar en su gloria?» 27 Y les interpretó lo que se decía de él en todas
las Escrituras, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas.
28 Al llegar cerca del pueblo al que iban, hizo como que quisiera seguir adelante, 29 pero
ellos le insistieron diciendo: «Quédate con nosotros, ya está cayendo la tarde y se termina el
día.» Entró, pues, para quedarse con ellos. 30 Y mientras estaba en la mesa con ellos, tomó
171
el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. 31 En ese momento se les abrieron los
ojos y lo reconocieron, pero él desapareció. 32 Entonces se dijeron el uno al otro: « ¿No
sentíamos arder nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las
Escrituras?» 33 De inmediato se levantaron y volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los
Once y a los de su grupo. 34 Estos les dijeron: «Es verdad: el Señor ha resucitado y se ha
aparecido a Simón.» 35 Ellos, por su parte, contaron lo sucedido en el camino y cómo lo
habían reconocido al partir el pan. (Palabra del Señor)
Meditación: Acompañar, discernir e integrar la fragilidad
En la Exhortación Apostólica del Papa Francisco, La Alegría del Amor (2016) no
encontramos un cambio en la doctrina de la Iglesia, sino una pastoral innovadora que
pretende la integración de las familias. Se exige empatía con las particulares situaciones
reales de estas familias para luego idear, a partir de ellas, las diferentes soluciones a sus
problemas y necesidades. Necesitamos discernir y buscar nuevas salidas, emergiendo a
nuevos conceptos y nuevas formas de realizar el cuidado pastoral, en particular el de los
matrimonios irregulares.
Como un «ciego no puede guiar a otro ciego», el acompañamiento de los
matrimonios en fragilidad necesita de una iluminación en la Verdad que garantice « La
lógica de la misericordia pastoral »(AL n. 307). Entendamos que quien acompañó e
iluminó en el Camino de Emaús fue el mismo Jesucristo, «la luz del mundo» (cf. Jn 8,12)
de quien, además, se dice en el Evangelio: «…de modo que la muchedumbre se maravilló
al ver que los mudos hablaban, los lisiados quedaban restaurados, los cojos caminaban y los
ciegos veían; y glorificaron al Dios de Israel» (Mt 15,31). Un buen acompañamiento
pastoral de estas situaciones irregulares necesita, como criterio fundamental y eficaz, la luz
de Jesucristo que nos enseña la Iglesia y que, a su vez, integre con «caridad pastoral» el
discernimiento de los elementos subjetivos de la realidad de las vidas humanas que
acompañamos pastoralmente en el corazón misericordioso de Jesucristo, guiándolos
siempre en un «camino de crecimiento gradual» hacia el bien mayor posible (cf. AL n.
295).
Nos dice el Papa Francisco: «Para evitar cualquier interpretación desviada, recuerdo
que de ninguna manera la Iglesia debe renunciar a proponer el ideal pleno del matrimonio,
el proyecto de Dios en toda su grandeza.» (AL n. 307).Y, más adelante, añade: «Pero de
nuestra conciencia del peso de las circunstancias atenuantes —psicológicas, históricas e
incluso biológicas— se sigue que, ‟sin disminuir el valor del ideal evangélico, hay que
acompañar con misericordia y paciencia las etapas posibles de crecimiento de las personas
que se van construyendo día a día”, dando lugar a ‟la misericordia del Señor que nos
estimula a hacer el bien posible”. […] Comprendo a quienes prefieren una pastoral más
rígida que no dé lugar a confusión alguna. Pero creo sinceramente que Jesucristo quiere una
Iglesia atenta al bien que el Espíritu derrama en medio de la fragilidad: una Madre que, al
mismo tiempo que expresa claramente su enseñanza objetiva, ‟no renuncia al bien posible,
aunque corra el riesgo de mancharse con el barro del camino”. Los pastores, que proponen
a los fieles el ideal pleno del Evangelio y la doctrina de la Iglesia, deben ayudarles también
a asumir la lógica de la compasión con los frágiles y a evitar persecuciones o juicios
demasiado duros o impacientes. El mismo Evangelio nos reclama que no juzguemos ni
condenemos (cf. Mt 7,1; Lc 6,37). Jesús ‟espera que renunciemos a buscar esos cobertizos
personales o comunitarios que nos permiten mantenernos a distancia del nudo de la
172
tormenta humana, para que aceptemos de verdad entrar en contacto con la existencia
concreta de los otros y conozcamos la fuerza de la ternura. Cuando lo hacemos, la vida
siempre se nos complica maravillosamente”.» (AL n. 308)
Estamos llamados a acercarnos, conocer, integrar, acompañar y conducirlos
gradualmente al encuentro con Jesucristo vivo siempre en el bien mayor posible. Por ello
hay que entender y discernir (cf. AL nn. 301-305) buscando nuevas salidas. El
discernimiento es un ejercicio de empatía, un romper prejuicios, un abrirse a la posibilidad
del encuentro con el otro en el bien posible, comprenderlo acompañándolo; es un caminar
en y con las familias observando su realidad, no estereotipándolas. Debemos callar a
nuestro inquisidor interior y pasar al Padre misericordioso, al Jesús compasivo, que no
renunció a la verdad sin comprender y atender las situaciones difíciles que confrontó en su
caminar.
Por ello, para hacer una efectiva pastoral familiar tenemos que derrumbar las
barreras del estancamiento que generan nuestras zonas de confort pastoral. El antídoto de
ello, según el Papa Francisco lo expresó en su Exhortación La Alegría del Evangelio (n.
49), es una pastoral distinta que «sale a la calle», una pastoral que abandona la zona de
confort y da paso a una pastoral que busca nuevas salidas y caminos contra el
estancamiento que generan los miedos y los prejuicios humanos. Necesitamos una pastoral
como la realizada por Jesús ante la turbulencia de la barca, que casi se hundía, cuando dice
a sus discípulos: «no tengan miedo» (cf. Mt 14, 27). Escuchamos cómo los Papas San Juan
Pablo II y Benedicto XVI repetían la misma frase a los miembros de la Iglesia ante los
tiempos turbulentos y difíciles que todavía hoy confrontamos. No estamos llamados a ser
jueces sino hermanos (cf. AL 305). Debemos saber aplicar las leyes morales pero debemos
evitar juicios condenatorios (AL 296). Quien hace pastoral debe aprender a ser compañero
de camino del pecador dando lugar a la misericordia como inicio para el crecimiento
gradual (AL n. 299). Para hacer pastoral familiar efectiva debemos ser agentes de esperanza
y de futuro, agentes de crecimiento. La pastoral familiar debe ser innovadora, debe
continuar el buen camino de Jesucristo vivo.
Oración
Seños Jesucristo,
Misericordia plena del amor del Padre,
que asumiendo la total fragilidad humana
en el excelso sacrificio del amor crucificado
te nos das completamente para nuestra salud,
te pedimos, acompáñanos en nuestra fragilidad,
escucha, Señor, nuestras penas, acoge, Señor,
nuestra incapacidad y pecado humano que reconocemos;
enciende nuestros corazones en el fuego de tu amor,
permite que podamos entrar en comunión con tu Palabra
y, con nuestro compromiso, en las posibles obras de justicia y caridad,
haznos merecedores de mayores gracias cada día,
hasta que nos llegue el día de la plena comunión en tu Gloria.
Lo pedimos, por Jesucristo tu Hijo que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.
173
Oración de los fieles (o peticiones a discreción del celebrante)
Señor Dios nuestro queremos poner en tus manos el clamor de tu pueblo y el de nuestros
matrimonios y familias en la humildad de reconocernos tus hijos.
(A cada petición respondemos: Señor, tu familia hoy suplica.)
1. Por el Papa Francisco, nuestro Obispo Daniel Fernández, nuestros Sacerdotes y
Diáconos, a quienes Tú encomendaste la tarea de cuidar de tu pueblo. Ayúdalos Señor en
su misión de Pastores de tu Iglesia y dales Tú Espíritu de libertad, verdad y unión…
R/. Señor, tu familia hoy suplica.
2. Por las familias para que cada una de ellas llegue a ser, mediante tu Hijo Jesucristo –
nacido de mujer – y mediante el Espíritu Santo, manantial de caridad divina, un verdadero
santuario de vida y amor para todas las generaciones… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
3. Por todos los niños, especialmente por aquellos que aún están en el vientre de sus
madres… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
4. Por todos los jóvenes de nuestras familias y para que estimules en ellos la vocación de la
vida religiosa consagrada, masculina y femenina, y en orden Sacerdotal…
R/. Señor, tu familia hoy suplica.
5. Por todos los enfermos, especialmente por aquellos que no tienen buena salud y por los
agonizantes… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
6. Para que en todos los hogares no nos falten los alimentos para el cuerpo y el alimento de
tu Palabra que sacia el alma… R/. Señor, tu familia hoy suplica.
7. Por los todos matrimonios que aún no te conocen y por todos los reunidos aquí en esta
asamblea, para que con nuestro amor de pareja podamos testimoniar al mundo la alegría del
amor que se vive en las familias como júbilo de la iglesia…
R/. Señor, tu familia hoy suplica.
8. Por nuestros líderes de gobierno y por las necesidades de nuestra querida Patria…
R/. Señor, tu familia hoy suplica.
9. En silencio te pedimos Señor por nuestras propias intenciones…
R/. Señor, tu familia hoy suplica.
Acoge, Señor, benigno y misericordioso, estas súplicas que humildemente tu familia te
presenta. Por Jesucristo tu Hijo, que contigo y el Espíritu Santo vive y reina, por los siglos
de los siglos. Amén.
Cántico antes de la Bendición (a discreción de los cantores)
Bendición
Oremos. Oh Dios, que en este sacramento admirable
174
nos dejaste el memorial de tu pasión,
te pedimos, nos concedas,
venerar los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre
que experimentemos constantemente los frutos de tu redención.
Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Letanías a la Sagrada Familia
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, escúchanos.
Dios Padre, que estás en los cielos, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Trinidad santísima, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Jesús, salvador del mundo, ten piedad de nosotros.
Jesús, hijo de María, nuestro amable hermano, ten piedad de nosotros.
Jesús, tesoro y delicias de la Sagrada Familia, ten piedad de nosotros.
Santa María, Reina de los cielos, ruega por nosotros.
Santa María, madre de Jesús y nuestra cara madre, ruega por nosotros.
Santa María, ornamento y gozo de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
San José, padre adoptivo de Jesús, ruega por nosotros.
San José, casto esposo de María, ruega por nosotros.
San José, guía y apoyo de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
Sagrada Familia, bajo la protección de la cual nos hemos consagrado a Dios,
acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, que hemos tomado por modelo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, querida del Padre Celestial, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, conducida por el Espíritu Santo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, santificada por la presencia del Hijo de Dios, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, resplandeciente a los ojos del Eterno, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, terror del infierno, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, asilo de todas las virtudes, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, santuario de la Divinidad, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, tabernáculo de Dios vivo, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, oscura e ignorada sobre la Tierra, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, pobre y laboriosa, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, humilde y penitente, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, modelo de paciencia y de resignación, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, gloriosa en las tribulaciones, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, venerada de los pastores, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, honrada por los Magos, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, por Herodes perseguida, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, por los judíos despreciada, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, admiración de los patriarcas, acompáñanos por siempre.
175
Sagrada Familia, de los ángeles respetada, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, ejemplo de todos los Santos, acompáñanos por siempre.
Sagrada Familia, decoro de la celestial Jerusalén, acompáñanos por siempre.
Senos propicia, te rogamos, óyenos.
Socórrenos en todos los peligros de alma y cuerpo, te rogamos, óyenos.
Se nuestro refugio contra los males que nos aquejan, te rogamos, óyenos.
Se nuestra fuerza en los combates y pruebas, te rogamos, óyenos.
Se para nosotros un muro contra los ataques del enemigo de nuestra salud,
te rogamos, óyenos.
Se nuestra esperanza en nuestra vida y nuestro consuelo en la hora de la muerte,
te rogamos, óyenos.
Se la poderosa protectora de aquellos que os invocan con una verdadera confianza,
te rogamos, óyenos.
Se la mediadora de aquellos que mueren en el Señor y la abogada de los pecadores acerca
del Soberano Juez, te rogamos, óyenos.
Se la libertadora de las almas detenidas en el purgatorio y la salud de aquellos que esperan
en ti, te rogamos, óyenos.
Se siempre el sostén de los débiles y la ayuda de los imperfectos, te rogamos, óyenos.
Se siempre la protectora de nuestra Sociedad, te rogamos, óyenos.
Se siempre el espejo de los justos y el tesoro de los fieles, te rogamos, óyenos.
Se siempre la consoladora de los afligidos y el refugio de los verdaderos cristianos,
te rogamos, óyenos.
Se siempre el apoyo y la defensa de aquellos que se han consagrado a vuestro servicio,
te rogamos, óyenos.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.
V. Sagrada Familia, se glorificada en todos los siglos.
R. Reina para siempre en todos los corazones.
Las Alabanzas Divinas (En lugar de las Letanías a la Sagrada Familia)
Bendito sea Dios.
Bendito sea su santo nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Bendito sea el nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su santa e inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea su nombre de Virgen y Madre.
Bendita sea María, madre de la Iglesia.
176
Bendito sea San José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos. Amén.
Oración Final (A discreción del celebrante o guía)
1. A la Sagrada Familia (Papa Francisco en la Amoris Laetitia 2016)
Jesús, María y José en ustedes contemplamos
el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchen y acojan nuestra súplica. Amén.
2. O esta otra
Divino Salvador, bendice todas nuestras obras; recompensa de una manera digna de Ti a
todos los que contribuyen a su suceso. Concede la paz y la vida eterna a nuestros hermanos
y hermanas que han muerto. Concede también a tus fieles y siervos sobre la tierra las
gracias que les son necesarias para la conversión de los pecadores, la santificación de los
justos y aumento de tu Sagrada Familia, a fin de que seas conocido y glorificado de todas
las criaturas con María y José; y a fin de que reines en todos los corazones ahora y siempre,
Tú que vives y reinas con Dios Padre en unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de
los siglos. Amén.
Canto Final (a discreción del Celebrante o los que organizan)
177
ASAMBLEAS FAMILIARES DE ORACION
PROPUESTA DE LA CDPF PARA
LAS ASAMBLEAS FAMILIARES 2017
Introducción y Planteamiento
Las Asambleas Familiares de Oración (AFO) son una forma muy integral de tocar todos los
objetivos específicos de nuestro Camino Pastoral Diocesano, a la vez que promueven la
estructuración, desarrollo y fortalecimiento de nuestras Zonas y Sectores Pastorales
parroquiales. Para el cierre de este primer quinquenio del Camino Pastoral Diocesano
(2016-17), año dedicado por consenso diocesano a la Familia, proponemos a la Vicaría de
Pastoral ofrecer unas ocho AFO dirigidas al fortalecimiento humano y cristiano que
sustenta el matrimonio y la familia de nuestra Iglesia.
Con ellas pretendemos dar a conocer y promover que, además de ser una pequeña familia
con vínculos materiales de sangre, igualmente somos y pertenecemos a la grande familia
de los hijos e hijas de Dios; que estamos vinculados espiritualmente por el misterio del don
de la vida, y el regalo de Dios en La Alegría del Amor el amor indisolublemente fiel y
fecundo que en Jesucristo hemos recibido como «iglesia doméstica». Queremos pregonar
que estamos llamados a construir, a sostener y promover la grande familia de los hijos e
hijas de Dios que hoy anhela y colabora para construir La civilización del Amor. Estas AFO
nos ayudarán a mejor sostener y fortificar la pequeña familia de sangre, como estable
fundamento con el que pretendemos sostener y promover la grande familia humana,
eclesial y universal según el designio divino: familia «célula básica de la sociedad».
Estas AFO presentan doctrina y pastoral del matrimonio y la familia ajustados a nuestro
tiempo, mirando afirmar la doctrina en el justo y gradual «camino pastoral» en el que hoy
marchamos. Como recurso guía utilizaremos, la aplicación de los documentos recientes del
Magisterio del a Iglesia sobre el matrimonio y la familia y algunos recursos desarrollados
por los Equipos de Nuestra Señora (ENS) en su libro titulado «Los signos de los tiempos»
para los años 2014-2015.
Entre los temas que encontraremos en estas AFO se encuentran: Mirar positivamente el
mundo; Mirar el mundo en construcción; Construyamos la civilización del amor; El respeto
a la persona humana; El pobre, el amado de Dios; Hacerse presente a los demás; Ser
discípulo de Cristo hoy, y; La universalidad del mensaje de Cristo.
Este material contiene recursos bíblicos-doctrinales y prácticos actualizados. También
contiene temáticas y reflexiones presentadas en la Exhortación Apostólica La Alegría del
Evangelio (Evangelii Gaudium, noviembre 2013) y la Exhortación Apostólica Postsinodal
La Alegría del Amor (Amoris Laetitia, marzo 2016), ambas del Papa Francisco.
Sugerencias Metodológicas
1. Cada AFO presentada aquí contiene dos partes, a saber:
a. Un «Material para el guía» o conductor de la AFO: este material contiene
algunas indicaciones particulares que le ayudará en la conducción de la
Asamblea.
178
b. Un «Material para los asistentes»: más corto a fin de hacer manejable el sacar
las copias para ellos. Todos los asistentes de la AFO deben tener estas copias.
2. El esquema para cada AFO es el siguiente
a. Título o temática central de la AFO y número de la misma
b. Ambientación y Bienvenida, que incluye la Presentación del grupo de modo
amigable y participado a fin de ir infundiendo confianza en el grupo
c. Un Cántico: normalmente relacionado al tema a tratar
d. Oración de Inicio, que este año será la Oración a la Sagrada Familia del Papa
Francisco en la Exhortación Apostólica Postsinodal La Alegría del Amor
(Amoris Laetitia, en adelante AL), del 19 marzo 2016.
e. Explicación del método a usar: Lectura orante de la Biblia o Lectio Divinae. Se
hace de la manera más sencilla posible a fin de que se entienda la dinámica a
seguir en la AFO
i. ¿Qué dice el texto? Lectura y comprensión del mismo
ii. ¿Qué me dice? Diálogo e interpelación de los presentes
iii. ¿Qué le digo al Texto? Oración, de forma lo más espontanea posible
iv. ¿Qué voy a hacer? Resolución después de Contemplar la Palabra
f. Invocación al Espíritu Santo (preparación inmediata para la lectura orante)
g. Lectura del Texto Bíblico (Debe ser repetida varias veces para ser entendida)
h. Meditación para todos: (esta parte la posee solo el guía y él la sugiere a todos
como puntos a tener en cuenta en la reflexión junto a la Iluminación)
i. Iluminación pastoral del papa Francisco: se trata de un material que puede dar
luz a la reflexión que se pretende y con material muy reciente de la Iglesia
j. Preguntas Para Reflexión: éstas preguntas guías pretenden centrar el tema en la
dimensión de la aplicación de pastoral familiar tratado en la Asamblea
k. Clausura y Oración Final: Siempre un Salmo después de agradecer a todos por
su presencia y colaboración
179
ASAMBLEA FAMILIAR DE ORACIÓN # 1
MIRAR POSITIVAMENTE EL MUNDO
(Material para el guía)
Ambientación, Bienvenida y Presentación El lugar debe ser apropiado para la Asamblea, preferiblemente sillas en un círculo. Se
genere un ambiente de fraternidad y amigable a fin de dar confianza al grupo.
Cántico: Cuando el pobre nada tiene
Cuando el pobre nada tiene y aún reparte
Cuando un hombre pasa sed y agua nos dá
Cuando el débil a su hermano fortalece
Va Dios mismo en nuestro mismo caminar (2)
Cuando el pobre sufre y logra su consuelo
Cuando espera y no se cansa de esperar
Cuando amamos aunque el odio nos rodee
Va Dios mismo en nuestro mismo caminar (2)
Cuando crece la alegría y nos inunda
Cuando dicen nuestros labios la verdad
Cuando amamos el sentir de los sencillos
Va Dios mismo en nuestro mismo caminar (2)
Oración de Inicio: Oración a la Sagrada Familia del Papa Francisco
Jesús, María y José en ustedes contemplamos
el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchen y acojan nuestra súplica. Amén.
Explicación del método a usar: Lectura orante de la Biblia o Lectio Divina:
El guía de la Asamblea explica a los presentes el método de la lectura orante de la Biblia
que se ha de usar con la lectura, a saber:
¿Qué dice el texto? Después de haber hecho la invocación al Espíritu Santo, se ha de
leer y releer el texto al menos tres veces. Lo pueden leer tres personas distintas a fin de
dar participación y confianza a todos los presentes.
¿Qué me dice? Luego, cada miembro de la Asamblea libremente comparte con los
demás su experiencia del Texto; ¿qué me dijo a mí? Dar participación y evitar controles
o monopolios de la palabra; la participación de todos es una riqueza.
180
¿Qué le digo al Texto? Utilizando frases de lo escuchado ir haciendo oración
espontánea, cada uno, o quien se sienta libremente movido a ello. Orar.
¿Qué voy a hacer? Contemplar. Se deja un espacio en silencio para que cada cual haga
su conclusión personal o resolución de corazón en torno a la Palabra expuesta en la
Asamblea.
Invocación al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de tu
amor. Envía tu Espíritu Creador y renueva la faz de la tierra.
Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos
dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Cristo
nuestro Señor. Amén.
Lectura del Texto (Génesis 12, 1-5) Sean una bendición para los pueblos 1Y el Señor dijo a Abraham: Vete de tu tierra, de entre tus parientes y de la casa de tu
padre, a la tierra que yo te mostraré. 2Haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y
engrandeceré tu nombre, y serás bendición. 3Bendeciré a los que te bendigan, y al que te
maldiga, maldeciré. Y en ti serán benditas todas las familias de la tierra. 4Entonces
Abraham se fue tal como el Señor le había dicho; y Lot fue con él. Y Abraham tenía setenta
y cinco años cuando partió de Harán. 5Y tomó Abraham a Sarai su mujer, y a Lot su
sobrino, y todas las posesiones que ellos habían acumulado, y las personas que habían
adquirido en Harán, y salieron para ir a la tierra de Canaán; y a la tierra de Canaán llegaron.
(Palabra de Dios)
Meditación para todos (Estas orientaciones siguientes no las poseen los demás, solo el
guía que ha de resaltar algunos puntos importantes de la lectura como ayuda para la
reflexión de los demás, a saber:
1. La actitud de Abraham lo constituye positivamente como padre y modelo de todo
creyente: escucha a Dios y le obedece a pesar de las dificultades que confronta: salir de
su tierra; abrirse a una vida nueva hacia un futuro inesperado. La fe «ve» en la medida
en que camina confiada en Dios, como lo hizo Abraham.
2. Ver en nuestro mundo la presencia de Dios es ser testigos del amor de Dios e implica
que veamos con fe y encarnemos el bien cristiano con esperanza en las situaciones
cambiantes de nuestro tiempo y en los demás.
3. El Espíritu de Dios obra desde la Creación, desde Abraham y continúa actuando en este
mundo, produciendo frutos de bien para la humanidad, a pesar de nuestros defectos,
errores y pecados. En el amor de Dios el ser humano posee fuerzas mayores para
construir un mundo mejor.
Iluminación Pastoral del Papa Francisco: La mirada puesta en Jesús: vocación de la
familia
Ante las familias, y en medio de ellas, debe volver a resonar siempre el primer
anuncio, que es «lo más bello, lo más grande, lo más atractivo y al mismo tiempo lo más
necesario», y «debe ocupar el centro de la actividad evangelizadora». Es el anuncio
principal, «ese que siempre hay que volver a escuchar de diversas maneras y ese que
siempre hay que volver a anunciar de una forma o de otra». Porque «nada hay más sólido,
181
más profundo, más seguro, más denso y más sabio que ese anuncio» y «toda formación
cristiana es ante todo la profundización del kerygma».(#58)
Nuestra enseñanza sobre el matrimonio y la familia no puede dejar de inspirarse y
de transfigurarse a la luz de este anuncio de amor y de ternura.... Porque tampoco el
misterio de la familia cristiana puede entenderse plenamente si no es a la luz del infinito
amor del Padre, que se manifestó en Cristo, que se entregó hasta el fin y vive entre
nosotros. Por eso, quiero contemplar a Cristo vivo presente en tantas historias de amor, e
invocar el fuego del Espíritu sobre todas las familias del mundo. (De la Exhortación
Apostólica Postsinodal La Alegría del Amor [Amoris Laetitia], marzo 2016, # 59)
Para reflexión
Nuestra pareja y su relación con el mundo de hoy: ¿miramos el mundo con fe y
esperanza; con angustia; con retraimiento; positiva y santamente; negativamente?
¿Qué significa para nosotros «seguir a Cristo», individualmente y en pareja; como
familia? Dificultades y a alegrías vividas que podemos contar.
¿Podemos ejercitarnos cada día teniendo una mirada de fe sobre nuestro cónyuge?
¿Damos espacio a la escucha y el perdón? ¿Confiamos? ¿Amamos?
¿Qué signos de la presencia de Dios hemos percibido en el camino de nuestra vida;
de nuestro matrimonio; de nuestra familia?
Clausura y Oración Final
(El guía agradece a los dueños de casa y los presentes su participación en la Asamblea. Se
termina la actividad con la lectura del Salmo 19 1 Los cielos proclaman la gloria de Dios,
y el firmamento proclama la obra de sus manos.
2Un día transmite el mensaje al otro día,
y una noche a la otra noche revela sabiduría.
3 No hay mensaje, no hay palabras;
no se oye su voz. 4Mas por toda la tierra salió su voz,
y hasta los confines del mundo sus palabras.
En ellos puso una tienda para el sol, 5y éste, como un esposo que sale de su alcoba,
se regocija cual hombre fuerte al correr su carrera.
6De un extremo de los cielos es su salida,
y su curso hasta el otro extremo de ellos;
y nada hay que se esconda de su calor.
(Gloria al Padre, y al Hijo y Al Espíritu Santo….)
182
ASAMBLEA FAMILIAR DE ORACIÓN # 2
MIRAR EL MUNDO EN CONSTRUCCIÓN
(Material para el guía)
Ambientación, Bienvenida y Presentación El lugar debe ser apropiado para la Asamblea, preferiblemente sillas en un círculo. Se
genere un ambiente de fraternidad y amigable a fin de dar confianza al grupo.
Cántico: Hombres nuevos
Danos un corazón grande para amar;
danos un corazón fuerte para luchar. (Coro)
Hombres nuevos, creadores de la historia
constructores de nueva humanidad
Hombres nuevos que viven la existencia
como riesgo de un largo caminar. (Coro)
Hombres nuevos, luchando en esperanza
caminantes, sedientos de verdad.
Hombres nuevos, sin frenos ni cadenas,
hombres libres que exigen libertad. (Coro)
Hombres nuevos, amando sin fronteras,
por encima de razas y lugar.
Hombres nuevos, al lado de los pobres,
compartiendo con ellos techo y pan. (Coro)
Oración de Inicio: Oración a la Sagrada Familia del Papa Francisco
Jesús, María y José en ustedes contemplamos
el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchen y acojan nuestra súplica. Amén.
Explicación del método a usar: Lectura orante de la Biblia o Lectio Divina
El guía de la Asamblea explica a los presentes el método de la lectura orante de la Biblia
que se ha de usar con la lectura, a saber:
¿Qué dice el texto? Después de haber hecho la invocación al Espíritu Santo, se ha de
leer y releer el texto al menos tres veces. Lo pueden leer tres personas distintas a fin de
dar participación y confianza a todos los presentes.
183
¿Qué me dice? Luego, cada miembro de la Asamblea libremente comparte con los
demás su experiencia del Texto; ¿qué me dijo a mí? Dar participación y evitar controles
o monopolios de la palabra; la participación de todos es una riqueza.
¿Qué le digo al Texto? Utilizando frases de lo escuchado ir haciendo oración
espontánea, cada uno, o quien se sienta libremente movido a ello. Orar.
¿Qué voy a hacer? Contemplar. Se deja un espacio en silencio para que cada cual haga
su conclusión personal o resolución de corazón en torno a la Palabra expuesta en la
Asamblea.
Invocación al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de tu
amor. Envía tu Espíritu Creador y renueva la faz de la tierra.
Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos
dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Cristo
nuestro Señor. Amén.
Lectura del Texto (Romanos 8, 18-24) Toda la creación gime con dolores de parto 18 Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser
comparados con la gloria que nos ha de ser revelada. 19 Porque el anhelo profundo de la
creación es aguardar ansiosamente la revelación de los hijos de Dios. 20 Porque la creación
fue sometida a vanidad, no de su propia voluntad, sino por causa de aquel que la sometió,
en la esperanza 21de que la creación misma será también liberada de la esclavitud de la
corrupción a la libertad de la gloria de los hijos de Dios. 22 Pues sabemos que la creación
entera a una gime y sufre dolores de parto hasta ahora. 23 Y no sólo ella, sino que también
nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, aun nosotros mismos gemimos en
nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro
cuerpo. 24Porque en esperanza hemos sido salvos, pero la esperanza que se ve no es
esperanza, pues, ¿por qué esperar lo que uno ve?
(Palabra de Dios).
Meditación para todos (Estas orientaciones no las poseen los demás, solo el guía que ha
de resaltar algunos puntos importantes de la lectura como ayuda para la reflexión de los
demás, a saber):
1. Debemos considerar las transformaciones del mundo como etapas de una evolución en
la que Dios nos llama a participar. Solo en Dios, que lo capacita, alcanzará el ser
humano colmar la transformación del mundo hasta convertirse en hijo de Dios, como
debe ser, la grande familia de los hijos e hijas de Dios.
2. Es necesario velar para que el espíritu de vanidad y de malicia no cambie la actividad y
la libertad humana al servicio de Dios y del hombre, en instrumento de pecado. Cuando
el ser humano dispone arbitrariamente de los bienes materiales y de su libertad, en lugar
de ser colaborador de Dios, pretende suplantarlo, generando con ello la rebelión de la
naturaleza que termina tiranizada y no gobernada por él.
3. La naturaleza humana, después del pecado original, está debilitada e inclinada al mal.
Como nos dice san Pablo, la llegada del Reino de Dios no llegará sin sufrimientos y
dificultades. Por ello necesitamos el combate espiritual contra todas las formas de mal.
184
4. Sin embargo, toda manifestación de decadencia contiene en sí misma el germen de una
nueva realidad. Por ello debemos velar nuestras debilidades para potenciar de ellas
mismas el bien, personal y colectivo, el bien común.
Iluminación Pastoral del Papa Francisco: Digamos una palabra de verdad y esperanza
Doy gracias a Dios porque muchas familias, que están lejos de considerarse perfectas,
viven en el amor, realizan su vocación y siguen adelante, aunque caigan muchas veces a lo
largo del camino. A partir de las reflexiones sinodales no queda un estereotipo de la familia
ideal, sino un interpelante «collage» formado por tantas realidades diferentes, colmadas de
gozos, dramas y sueños. Las realidades que nos preocupan son desafíos. No caigamos en la
trampa de desgastarnos en lamentos autodefensivos, en lugar de despertar una creatividad
misionera. En todas las situaciones, «la Iglesia siente la necesidad de decir una palabra de
verdad y de esperanza [...] Los grandes valores del matrimonio y de la familia cristiana
corresponden a la búsqueda que impregna la existencia humana». Si constatamos muchas
dificultades, ellas son… un llamado a «liberar en nosotros las energías de la esperanza
traduciéndolas en sueños proféticos, acciones transformadoras e imaginación de la
caridad». (Francisco, La Alegría del amor, #57)
Para reflexión
Como pareja, ¿qué imagen de Dios damos a nuestros hijos y a lo que nos rodean?
¿Asumimos nuestras dificultades de pareja y de familia como un proceso llamado a
perfeccionarse gradual y progresivamente con nuestro esfuerzo y la gracia de Dios?
Como pareja, ¿desempeñamos en el mundo el papel de «colaboradores de Dios»
para el bien familiar y el bien común?
¿Entiendo a mi familia y a mi Iglesia llamada a mostrar el rostro amoroso y
misericordioso de Dios por encima de los retos de este mundo?
Clausura y Oración Final
(El guía agradece a los dueños de casa y los presentes su participación en la Asamblea. Se
termina la actividad con la lectura del Salmo 85
4 Restáuranos una vez más, Dios y salvador nuestro;
pon fin a tu disgusto con nosotros.
5 ¿Vas a estar enojado con nosotros para siempre?
¿Vas a seguir eternamente airado?
6 ¿No volverás a darnos nueva vida,
para que tu pueblo se alegre en ti? 7 Muéstranos, Señor, tu amor inagotable,
y concédenos tu salvación.
8 Voy a escuchar lo que Dios el Señor dice:
él promete paz a su pueblo y a sus fieles,
siempre y cuando no se vuelvan a la necedad.
9Muy cercano está para salvar a los que le temen,
185
para establecer su gloria en nuestra tierra.
10 El amor y la verdad se encontrarán;
se besarán la paz y la justicia. 11 De la tierra brotará la verdad,
y desde el cielo se asomará la justicia.
12 El Señor mismo nos dará bienestar,
y nuestra tierra rendirá su fruto. 13 La justicia será su heraldo
y le preparará el camino.
(Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo….)
186
ASAMBLEA FAMILIAR DE ORACIÓN # 3
CONSTRUIR LA «CIVILIZACIÓN DEL AMOR»
(Material para los asistentes)
Cántico: Amar es entregarse
Amar es entregarse olvidándose de sí,
buscando lo que al otro, pueda hacerle feliz (2).
QUÉ LINDO ES VIVIR PARA AMAR,
QUÉ GRANDE ES TENER PARA DAR,
DAR ALEGRÍA, FELICIDAD,
DARSE UNO MISMO ESO ES AMAR (2).
Si amas como a ti mismo, y te entregas a los demás,
verás que no hay egoísmo que no puedas superar (2).
Oración de Inicio: Oración a la Sagrada Familia del Papa Francisco
Jesús, María y José en ustedes contemplamos
el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchen y acojan nuestra súplica. Amén.
Invocación al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de tu
amor. Envía tu Espíritu Creador y renueva la faz de la tierra.
Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo;
haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por
Cristo nuestro Señor. Amén.
Lectura del Texto (Génesis 1, 27-28 y 2, 18-24) Dios creó al ser humano a su imagen 27 Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los
creó, 28 y los bendijo con estas palabras: «crezcan y multiplíquense; llenen la tierra y
sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los reptiles que se
arrastran por el suelo.» 2, 18Y dijo el Señor Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. 19 El Señor Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y
las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los
animales vivientes, ese es su nombre. 20 Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los
cielos y a todo ganado del campo; más para Adán no se halló ayuda idónea para él.
187
21 Entonces el Señor Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía,
tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. 22 Y de la costilla que Yavé Dios
tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. 23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora
hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue
tomada. 24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y
serán una sola carne. (Palabra de Dios)
Orientación general fundamental ¿Qué dice el texto? Después de haber hecho la invocación al Espíritu Santo, se ha de
leer y releer el texto al menos tres veces. Lo pueden leer tres personas distintas a fin de
dar participación y confianza a todos los presentes.
¿Qué me dice? Luego, cada miembro de la Asamblea libremente comparte con los
demás su experiencia del Texto; ¿qué me dijo a mí? Dar participación y evitar controles
o monopolios de la palabra; la participación de todos es una riqueza.
¿Qué le digo al Texto? Utilizando frases de lo escuchado ir haciendo oración
espontánea, cada uno, o quien se sienta libremente movido a ello.
¿Qué voy a hacer? Contemplar. Se deja un espacio en silencio para que cada cual haga
su conclusión personal o resolución de corazón en torno a la Palabra expuesta en la
Asamblea.
Iluminación Pastoral de Papa Francisco: Amor que se manifiesta y crece
El amor de amistad unifica todos los aspectos de la vida matrimonial, y ayuda a los
miembros de la familia a seguir adelante en todas las etapas. Por eso, los gestos que
expresan ese amor deben ser constantemente cultivados, sin mezquindad, llenos de palabras
generosas. En la familia «es necesario usar tres palabras. Quisiera repetirlo. Tres palabras:
permiso, gracias, perdón. ¡Tres palabras clave!». «Cuando en una familia no se es
entrometido y se pide “permiso”, cuando en una familia no se es egoísta y se aprende a
decir “gracias”, y cuando en una familia uno se da cuenta que hizo algo malo y sabe pedir
“perdón”, en esa familia hay paz y hay alegría». No seamos mezquinos en el uso de estas
palabras, seamos generosos para repetirlas día a día, porque «algunos silencios pesan, a
veces incluso en la familia, entre marido y mujer, entre padres e hijos, entre hermanos». En
cambio, las palabras adecuadas, dichas en el momento justo, protegen y alimentan el amor
día tras día. (AL #133)
Todo esto se realiza en un camino de permanente crecimiento. Esta forma tan
particular de amor que es el matrimonio, está llamada a una constante maduración, porque
hay que aplicarle siempre aquello que santo Tomás de Aquino decía de la caridad: «La
caridad, en razón de su naturaleza, no tiene límite de aumento, ya que es una participación
de la infinita caridad, que es el Espíritu Santo [...] Tampoco por parte del sujeto se le puede
prefijar un límite, porque al crecer la caridad, sobrecrece también la capacidad para un
aumento superior». San Pablo exhortaba con fuerza: «Que el Señor os haga progresar y
sobreabundar en el amor de unos con otros» (1 Ts 3,12); y añade: «En cuanto al amor
mutuo [...] os exhortamos, hermanos, a que sigáis progresando más y más» (1 Ts 4,9-10).
Más y más. El amor matrimonial no se cuida ante todo hablando de la indisolubilidad como
una obligación, o repitiendo una doctrina, sino afianzándolo gracias a un crecimiento
constante bajo el impulso de la gracia. El amor que no crece comienza a correr riesgos, y
sólo podemos crecer respondiendo a la gracia divina con más actos de amor, con actos de
cariño más frecuentes, más intensos, más generosos, más tiernos, más alegres. El marido y
188
la mujer «experimentando el sentido de su unidad y lográndola más plenamente cada día».
El don del amor divino que se derrama en los esposos es al mismo tiempo un llamado a un
constante desarrollo de ese regalo de la gracia. (AL #134)
No hacen bien algunas fantasías sobre un amor idílico y perfecto, privado así de todo
estímulo para crecer. Una idea celestial del amor terreno olvida que lo mejor es lo que
todavía no ha sido alcanzado, el vino madurado con el tiempo. Como recordaron los
Obispos de Chile, «no existen las familias perfectas que nos propone la propaganda falaz y
consumista. En ellas no pasan los años, no existe la enfermedad, el dolor ni la muerte [...]
La propaganda consumista muestra una fantasía que nada tiene que ver con la realidad que
deben afrontar, en el día a día, los jefes y jefas de hogar». Es más sano aceptar con realismo
los límites, los desafíos o la imperfección, y escuchar el llamado a crecer juntos, a madurar
el amor y a cultivar la solidez de la unión, pase lo que pase. (AL #135)
La Reflexión
¿Qué dice el texto del amor de Dios para mí; para mi familia y; para la comunidad,
para nuestro Puerto Rico de hoy?
¿Cómo entiendo mi fecundidad; cultivo la bendición del amor de Dios en mi
familia; en mi comunidad?
¿Pretendo ser colaborador en la construcción de la civilización del amor en Puerto
Rico?
¿Entiendo mi Iglesia como una grande familia vinculada en el amor a Dios y al
prójimo?
Clausura y Oración Final
Salmo 126 1Si el Señor no construye la casa,
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vigilan los centinelas.
2Es inútil que madruguen,
que velen hasta muy tarde,
que coman el pan de sus sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!
3La herencia que da el Señor son los hijos;
su salario, el fruto del vientre: 4son flechas en mano de un guerrero
los hijos de la juventud.
5Dichoso el hombre que llena con ellas su vaqueta:
no quedará derrotado cuando contienda
con su adversario en la plaza.
189
(Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo….)
ASAMBLEA FAMILIAR DE ORACIÓN # 4
EL RESPETO A LA PERSONA HUMANA
(Material para el guía)
Ambientación, Bienvenida y Presentación El lugar debe ser apropiado para la Asamblea, preferiblemente sillas en un círculo. Se
genere un ambiente de fraternidad y amigable a fin de dar confianza al grupo.
Cántico: DAME LA MANO No me importa de dónde tú vengas,
si detrás del Calvario tú estás.
Si tu corazón es como el mío
dame la mano y mi hermano serás.
CORO: Dame la mano,
dame la mano,
190
dame la mano
y mi hermano serás. (2)
No me importa la raza que tengas,
pobre o rico Cristo te amará
Si tu corazón es como el mío,
dame la mano y mi hermano serás. CORO
Oh, hermano, juntemos las manos
y unidos vamos a luchar.
Si tu corazón es como el mío,
dame la mano y mi hermano serás. CORO
Oración de Inicio: Oración a la Sagrada Familia del Papa Francisco
Jesús, María y José en ustedes contemplamos
el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchen y acojan nuestra súplica. Amén.
Explicación del método a usar: Lectura orante de la Biblia o Lectio Divina
El guía de la Asamblea explica a los presentes el método de la lectura orante de la Biblia
que se ha de usar con la lectura, a saber:
¿Qué dice el texto? Después de haber hecho la invocación al Espíritu Santo, se ha de
leer y releer el texto al menos tres veces. Lo pueden leer tres personas distintas a fin de
dar participación y confianza a todos los presentes.
¿Qué me dice? Luego, cada miembro de la Asamblea libremente comparte con los
demás su experiencia del Texto; ¿qué me dijo a mí? Dar participación y evitar controles
o monopolios de la palabra; la participación de todos es una riqueza.
¿Qué le digo al Texto? Utilizando frases de lo escuchado ir haciendo oración
espontánea, cada uno, o quien se sienta libremente movido a ello. Orar.
¿Qué voy a hacer? Contemplar. Se deja un espacio en silencio para que cada cual haga
su conclusión personal o resolución de corazón en torno a la Palabra expuesta en la
Asamblea.
Invocación al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de tu
amor. Envía tu Espíritu Creador y renueva la faz de la tierra.
191
Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos
dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Cristo
nuestro Señor. Amén.
Lectura del Texto (Marcos 10, 46-52) Jesús cura al mendigo ciego hijo de Timeo 46 Llegan a Jericó. Y cuando salía de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una gran
muchedumbre, el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al
camino. 47 Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: «¡Hijo de David,
Jesús, ten compasión de mí!» 48 Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba
mucho más: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!» 49Jesús se detuvo y dijo: «Llámenle.»
Llaman al ciego, diciéndole: «¡Ánimo, levántate! Te llama.» 50 Y él, arrojando su manto,
dio un brinco y vino donde Jesús. 51 Jesús, dirigiéndose a él, le dijo: «¿Qué quieres que te
haga?» El ciego le dijo: «Rabbuní, ¡que vea!» 52 Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado.»
Y al instante, recobró la vista y le seguía por el camino. (Palabra del Señor)
Meditación para todos (Estas orientaciones no las poseen los demás, solo el guía que ha
de resaltar algunos puntos importantes de la lectura como ayuda para la reflexión de los
demás, a saber):
1. Jesús, al acoger al ciego, le devuelve la dignidad humana que la ceguera en su tiempo le
quitaba, dejándolo excluido al margen del camino y de los que caminan.
2. Hoy se degrada la dignidad de la persona humana de muchas formas, en muchos caso
hasta legalizada o por medio de miedos colectivos mal infundados tales como: Cuando
se manipula malintencionadamente el embrión en el vientre materno, buscando hasta
eliminarlo por medio del aborto; Cuando no se quiere reconocer los derechos de
muchos discapacitados; Cuando se desplaza a ancianos o a los enfermos terminales;
Cuando se promueven planes injustos o desiguales de la salud que deben ser para el
bien común.
3. Cuando se ofende o lacera la dignidad de la persona humana se excluye y ofende a Dios
mismo. El resumen de la Ley así lo señala: «…cuantas veces lo hicieron por uno de
estos más pequeños a Mí me lo hicieron… —dice el Señor» (Mateo 25, 45).
Iluminación Pastoral del Papa Francisco: Aislarse es individualismo e inseguridad
En la Exhortación Apostólica La Alegría del Amor, el Papa Francisco, al hablarnos
de «La vida en la familiar grande» nos dice que «El pequeño núcleo familiar no debería
aislarse de la familia ampliada, donde están los padres, los tíos, los primos, e incluso los
vecinos. En esa familia grande puede haber algunos necesitados de ayuda, o al menos de
compañía y de gestos de afecto, o puede haber grandes sufrimientos que necesitan un
consuelo. El individualismo de estos tiempos a veces lleva a encerrarse en un pequeño nido
de seguridad y a sentir a los otros como un peligro molesto. Sin embargo, ese aislamiento
no brinda más paz y felicidad, sino que cierra el corazón de la familia y la priva de la
amplitud de la existencia.» (#187)
Más adelante continua: «Esta familia grande debería integrar con mucho amor a las
madres adolescentes, a los niños sin padres, a las mujeres solas que deben llevar adelante la
educación de sus hijos, a las personas con alguna discapacidad que requieren mucho afecto
y cercanía, a los jóvenes que luchan contra una adicción, a los solteros, separados o viudos
que sufren la soledad, a los ancianos y enfermos que no reciben el apoyo de sus hijos, y en
su seno tienen cabida «incluso los más desastrosos en las conductas de su vida». También
192
puede ayudar a compensar las fragilidades de los padres, o detectar y denunciar a tiempo
posibles situaciones de violencia o incluso de abuso sufridas por los niños, dándoles un
amor sano y una tutela familiar cuando sus padres no pueden asegurarla.(# 197) Incluso
añade a los suegros y parientes legales (#198).
Para reflexión
En nuestro matrimonio, el respeto de unos a otros (cónyuge e hijos) ¿está
suficientemente presente? ¿Cómo se manifiesta?
El amor puede reducirse con demasiada frecuencia a querer poseer al otro: ¿Pasa
esto en nuestro matrimonio, en nuestra familia; en nuestra comunidad; en nuestra
iglesia? ¿Cómo podemos superar esta dificultad?
¿Hago algún esfuerzo concreto para rehabilitar la dignidad de mi esposo/a o de mis
hijos/as; la mía propia; la del prójimo?
¿He aprendido a amar al prójimo aunque no esté de acuerdo con él o su conducta?
Clausura y Oración Final
El guía agradece a los dueños de casa y los presentes su participación en la Asamblea. Se
termina la actividad con la lectura del Salmo 138
11Si digo: «Que al menos la tiniebla me encubra,
que la luz se haga noche en torno a mí», 12ni la tiniebla es oscura para ti,
la noche es clara como el día.
13Tú has creado mis entrañas,
me has tejido en el seno materno.
14Te doy gracias,
porque me has escogido portentosamente,
porque son admirables tus obras;
conocías hasta el fondo de mi alma 15no desconocías mis huesos.
Cuando, en lo oculto, me iba formando,
y entretejiendo en lo profundo de la tierra, 16tus ojos veían mis acciones,
se escribían todas en tu libro;
calculados estaban mis días
antes que llegase el primero.
(Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo…)
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ASAMBLEA FAMILIAR DE ORACIÓN # 5
EL POBRE, EL AMADO DE DIOS
(Material para el guía)
Ambientación, Bienvenida y Presentación El lugar debe ser apropiado para la Asamblea, preferiblemente sillas en un círculo. Se
genere un ambiente de fraternidad y amigable a fin de dar confianza al grupo.
Cántico: Tuyo soy
Yo no soy nada y del polvo nací
pero Tú me amas y moriste por mí.
Ante la Cruz sólo puedo exclamar:
tuyo soy, tuyo soy.
Coro: Toma mis manos, te pido,
toma mis labios, te amo,
toma mi vida, oh Cristo,
tuyo soy, tuyo soy.
Cuando de rodillas te miro, oh Jesús,
veo Tu grandeza y mi pequeñez.
¿Qué puedo darte yo? Sólo mi ser,
tuyo soy, tuyo soy. (Coro)
Siento la canción de Tu Espíritu en mí
ríos de agua viva en mi corazón.
¿Cómo acallar la canción del amor?
tuyo soy, tuyo soy. (Coro)
Oración de Inicio: Oración a la Sagrada Familia del Papa Francisco
Jesús, María y José en ustedes contemplamos
el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchen y acojan nuestra súplica. Amén.
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Explicación del método a usar: Lectura orante de la Biblia o Lectio Divina
El guía de la Asamblea explica a los presentes el método de la lectura orante de la Biblia
que se ha de usar con la lectura, a saber:
¿Qué dice el texto? Después de haber hecho la invocación al Espíritu Santo, se ha de
leer y releer el texto al menos tres veces. Lo pueden leer tres personas distintas a fin
de dar participación y confianza a todos los presentes.
¿Qué me dice? Luego, cada miembro de la Asamblea libremente comparte con los
demás su experiencia del Texto; ¿qué me dijo a mí? Dar participación y evitar
controles o monopolios de la palabra; la participación de todos es una riqueza.
¿Qué le digo al Texto? Utilizando frases de lo escuchado ir haciendo oración
espontánea, cada uno, o quien se sienta libremente movido a ello. Orar.
¿Qué voy a hacer? Contemplar. Se deja un espacio en silencio para que cada cual
haga su conclusión personal o resolución de corazón en torno a la Palabra expuesta en
la Asamblea.
Invocación al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de tu
amor. Envía tu Espíritu Creador y renueva la faz de la tierra.
Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo;
haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por
Cristo nuestro Señor. Amén.
Lectura del Texto (Lucas 18, 18-27) «¡Qué difícil es que entren en el reino de Dios los
que tienen riquezas!» 18 Y cierto hombre prominente le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para
heredar la vida eterna? 19 Jesús le respondió: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno,
sino sólo uno, Dios. 20 Tú sabes los mandamientos: "no cometas adulterio, no mates, no
hurtes, no des falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre." 21Y él dijo: Todo esto lo
he guardado desde mi juventud. 22 Cuando Jesús oyó esto, le dijo: Te falta todavía una
cosa; vende todo lo que tienes y reparte entre los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y
ven, sígueme. 23 Pero al oír esto, se puso muy triste, pues era sumamente rico. 24
Mirándolo Jesús, dijo: ¡Qué difícil es que entren en el reino de Dios los que tienen
riquezas! 25 Porque es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que el que
un rico entre en el reino de Dios. 26 Los que oyeron esto, dijeron: ¿Y quién podrá
salvarse? 27 Y Él respondió: Lo imposible para los hombres, es posible para Dios.
(Palabra del Señor)
Meditación para todos
El guía de la Asamblea ha de resaltar algunos puntos importantes de la lectura como
ayuda para la reflexión de los demás, a saber:
1. Dice el Papa Francisco en su Exhortación Apostólica La alegría del evangelio (EG,
2013): «la peor discriminación que sufren los pobres es la falta de atención
espiritual» (#200).
2. Nos equivocamos cuando hacemos «por los pobres»; deberíamos «hacer con» los
pobres, acompañarles tal como son, o están, y sostenerles en una esperanza de la que
forman parte.
195
3. El grito que viene de situaciones de desesperación de los pobres nos interroga, nos
plantea el reto de transformar la realidad de nuestras vidas «con ellos».
Iluminación Pastoral del Papa Francisco: Pobreza es falta de atención espiritual
«Puesto que esta Exhortación se dirige a los miembros de la Iglesia católica quiero
expresar con dolor que la peor discriminación que sufren los pobres es la falta de
atención espiritual. La inmensa mayoría de los pobres tiene una especial apertura a la fe;
necesitan a Dios y no podemos dejar de ofrecerles su amistad, su bendición, su Palabra, la
celebración de los Sacramentos y la propuesta de un camino de crecimiento y de
maduración en la fe. La opción preferencial por los pobres debe traducirse principalmente
en una atención religiosa privilegiada y prioritaria.» (Alegría del Evangelio, #200)
«Nadie debería decir que se mantiene lejos de los pobres porque sus opciones de vida
implican prestar más atención a otros asuntos. Ésta es una excusa frecuente en ambientes
académicos, empresariales o profesionales, e incluso eclesiales. Si bien puede decirse en
general que la vocación y la misión propia de los fieles laicos es la transformación de las
distintas realidades terrenas para que toda actividad humana sea transformada por el
Evangelio, nadie puede sentirse exceptuado de la preocupación por los pobres y por la
justicia social: «La conversión espiritual, la intensidad del amor a Dios y al prójimo, el
celo por la justicia y la paz, el sentido evangélico de los pobres y de la pobreza, son
requeridos a todos». (EG #201)
Para reflexión
¿Quiénes son los pobres en nuestra vida? ¿Cómo miramos a los pobres más
desprotegidos en nuestra familia?
¿De qué manera nuestro matrimonio podría ser, la voz de los que no tienen voz?
¿Qué nos paraliza ante la situación de pobreza concreta en la que pudimos y no
colaboramos? ¿Cómo actuar con ellos? ¿Cómo convertirnos?
¿Nos imponemos alguna exigencia diaria ante los pobres que encontremos en nuestro
camino?
Dios cuida del pobre, de la viuda, de los enfermos, etc. ¿Cómo la escucha de la
Palabra de Dios nos ha hecho más sensibles a los hermanos más necesitados que
caminan junto a nosotros?
El papa Francisco declara que «es tiempo de rezar…»: ¿en qué medida nuestra
oración empieza y acaba en nosotros (egocentrismo) y en qué medida nuestra oración
hace presente a los pobres? ¿Orar nos hace más pobres delante de Dios?
El papa Francisco habla de una «Iglesia pobre para los pobres…». ¿Cómo
entendemos y actuamos en nuestra familia, Iglesia doméstica, pobre para los pobres?
¿Trabajamos con los pobres o por los pobres?
Clausura y Oración Final
El guía agradece a los dueños de casa y los presentes su participación en la Asamblea. Se
termina la actividad con la lectura del Salmo130 (131)
1 Señor, mi corazón no es ambicioso;
196
ni mis ojos altaneros.
No pretendo grandezas que superan mi capacidad.2
Sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre.
Sí, como un niño saciado,
así está mi alma dentro de mí. 3
Espere Israel en el Señor, ahora y por siempre.
(Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo…..)
197
ASAMBLEA FAMILIAR DE ORACIÓN # 6
HACERSE PRESENTE A LOS DEMÁS
(Material para el guía)
Ambientación, Bienvenida y Presentación El lugar debe ser apropiado para la Asamblea, preferiblemente sillas en un círculo. Se
genere un ambiente de fraternidad y amigable a fin de dar confianza al grupo.
Cántico: Juntos como hermanos
Coro: Juntos Como Hermanos /Miembros De la Iglesia
Vamos Caminando /Al Encuentro Del Señor.
Un largo caminar /por el desierto bajo el sol
no podemos avanzar /sin la ayuda del Señor. (Coro)
Unidos al rezar, unidos /en una canción
viviremos nuestra fe /con la ayuda del Señor. (Coro)
La Iglesia en marcha está /a un mundo nuevo vamos ya
donde reinará el amor /donde reinará la paz. (Coro)
Oración de Inicio: Oración a la Sagrada Familia del Papa Francisco
Jesús, María y José en ustedes contemplamos
el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchen y acojan nuestra súplica. Amén.
Explicación del método a usar: Lectura orante de la Biblia o Lectio Divina El guía de la Asamblea explica a los presentes el método de la lectura orante de la Biblia
que se ha de usar con la lectura, a saber:
¿Qué dice el texto? Después de haber hecho la invocación al Espíritu Santo, se ha de
leer y releer el texto al menos tres veces. Lo pueden leer tres personas distintas a fin
de dar participación y confianza a todos los presentes.
¿Qué me dice? Luego, cada miembro de la Asamblea libremente comparte con los
demás su experiencia del Texto; ¿qué me dijo a mí? Dar participación y evitar
controles o monopolios de la palabra; la participación de todos es una riqueza.
¿Qué le digo al Texto? Utilizando frases de lo escuchado ir haciendo oración
espontánea, cada uno, o quien se sienta libremente movido a ello. Orar.
198
¿Qué voy a hacer? Contemplar. Se deja un espacio en silencio para que cada cual
haga su conclusión personal o resolución de corazón en torno a la Palabra expuesta en
la Asamblea.
Invocación al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de tu
amor. Envía tu Espíritu Creador y renueva la faz de la tierra.
Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo;
haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por
Cristo nuestro Señor. Amén.
Lectura del Texto (Filemón 1, 9-20) «Recíbelo a él como a mí»
… 9 prefiero más bien rogarte en nombre de la caridad. Yo, este Pablo ya anciano, y
además ahora preso de Cristo Jesús, 10 te ruego en favor de mi hijo, de Onésimo, a quien
engendré entre cadenas. 11 Si en otro tiempo te fue inútil, ahora es muy útil para ti y para
mí. 12 Te lo devuelvo, y trátalo como a mí mismo. 13 Me habría gustado retenerle junto a
mí, para que me sirviera en tu lugar, en esta prisión que padezco por el Evangelio. 14 Pero
no he querido hacer nada sin consultarte, para que esta buena acción tuya no fuera
forzada, sino voluntaria. 15 Tal vez fue alejado de ti por algún tiempo, precisamente para
que lo recuperaras para siempre, 16 y no como esclavo, sino como algo mejor que un
esclavo: como un hermano querido, que, siéndolo mucho para mí, ¡cuánto más lo será
para ti, no sólo como amo, sino también en el Señor! 17 Por tanto, si me sientes realmente
unido a ti, acógele como a mí mismo. 18 Y si en algo te perjudicó o algo te debe, ponlo a
mi cuenta. 19Yo mismo, Pablo, lo firmo con mi puño. Yo te lo pagaré... Por no recordarte
deudas que tienes conmigo, pues tú mismo te me debes. 20 Sí, hermano, hazme este favor
en el Señor. ¡Alivia mi corazón en nombre de Cristo! (Palabra de Dios)
Meditación para todos (Estas orientaciones no las poseen los demás, solo el guía que ha
de resaltar algunos puntos importantes de la lectura como ayuda para la reflexión de los
demás, a saber):
1. Afirma san Pablo: «… si me sientes realmente unido a ti…en el Señor…» y con ello se
hace presente ante Filemón, igual que se ha hecho presente ante Onésimo. Ello cambia
todas las relaciones humanas y establece la relación divina; todos venimos a ser hijos del
mismo Padre; hermanos, admitidos al mismo banquete del Cuerpo y Sangre de Cristo. Ni
esclavo ni libre, ni judío o gentil, hombre o mujer, blanco o negro, etc.
2. Jesucristo siempre mira al otro como imagen de Dios; se hace presente, prójimo del
otro.
3. Estamos llamados a dar testimonio de una Iglesia que sea la casa de todos (Papa
Francisco).
4. Jesucristo, sin dejar de estimar la culpabilidad o maldad de los seres humanos, los
escucha y les reconoce su espacio sin pre-juicios, se encuentra con ellos. Él les
acompaña, como Pablo a Onésimo, o al mismo Filemón, hasta hacerles descubrir su igual
dignidad y fraternidad de los hijos de Dios.
5. El encuentro verdadero con el otro nos hace entender nuestra propia impotencia; el
encuentro con el pobre, el humilde, el rechazado, etc., puede transformarnos y hacernos
descubrir el profundo sentido de nuestra vida ante Dios.
199
Iluminación Pastoral del Papa Francisco: Se crece personal, matrimonial y
comunitariamente según las etapas de crecimiento gradual que libera y plenifica
Ante las situaciones irregulares y difíciles del matrimonio y la familia de hoy, nos dice el
Papa Francisco: «es preciso afrontar todas estas situaciones de manera constructiva,
tratando de transformarlas en oportunidad de camino hacia la plenitud del matrimonio y
de la familia a la luz del Evangelio. Se trata de acogerlas y acompañarlas con paciencia y
delicadeza». Es lo que hizo Jesús con la samaritana (cf. Jn 4,1-26): dirigió una palabra a
su deseo de amor verdadero, para liberarla de todo lo que oscurecía su vida y conducirla a
la alegría plena del Evangelio. (AL #294)
En esta línea, san Juan Pablo II proponía la llamada «ley de gradualidad» con la
conciencia de que el ser humano «conoce, ama y realiza el bien moral según diversas
etapas de crecimiento». No es una «gradualidad de la ley», sino una gradualidad en el
ejercicio prudencial de los actos libres en sujetos que no están en condiciones sea de
comprender, de valorar o de practicar plenamente las exigencias objetivas de la ley.
Porque la ley es también don de Dios que indica el camino, don para todos sin excepción
que se puede vivir con la fuerza de la gracia, aunque cada ser humano «avanza
gradualmente con la progresiva integración de los dones de Dios y de las exigencias de su
amor definitivo y absoluto en toda la vida personal y social». (Exhortación Apostólica
Postsinodal La Alegría del Amor, marzo 2016, #295)
Para Reflexión
¿Escuchamos a nuestra pareja; y a nuestros hijos; le reconocemos su espacio o
sencillamente lo que deseamos es ser obedecidos sin hacernos presentes a ellos?
¿Reconoces tu propia debilidad y deseas ser ayudado por tu pareja; y por tus
hijos; por los demás? ¿Cómo podemos progresar en este camino de crecimiento
gradual?
¿Nos imponemos diariamente ‟escuchar, y ser mejor, de tal manera que el otro
pueda manifestarse, hacerse presente, ante nosotros mientras todos crecemos?
¿Cómo nuestra oración diaria nos permite reconocer nuestras propias debilidades
ante Dios y no encasillar al otro excluyéndolo del infinito amor divino?
¿Cómo hemos ayudado a los que tienen un matrimonio irregular a que, como
bautizados, se reconozcan como miembros que pueden participar de la vida
cristiana a la vez que respetan las normas eclesiales mientras crecen gradualmente
en amor?
¿Sabemos acoger al homosexual, al adicto, al alcohólico, la prostituta, etc.,
aunque no estemos de acuerdo con la homosexualidad, la adicción, el
alcoholismo, la prostitución, etc.? ¿Verdaderamente acogemos al pecador sin
acoger el pecado?
¿Reconocemos igual dignidad entre el hombre y la mujer?
Clausura y Oración Final
(El guía agradece a los dueños de casa y los presentes su participación en la Asamblea.
Se termina la actividad con la lectura del Salmo 106/107
200
23 Se hicieron a la mar en sus barcos;
para comerciar surcaron las muchas aguas.
24 Allí, en las aguas profundas,
vieron las obras del Señor y sus maravillas.
25 Habló Dios, y se desató un fuerte viento
que tanto encrespó las olas
26 que subían a los cielos y bajaban al abismo.
Ante el peligro, ellos perdieron el coraje. 27 Como ebrios tropezaban, se tambaleaban;
de nada les valía toda su pericia. 28 En su angustia clamaron al Señor,
y él los sacó de su aflicción. 29 Cambió la tempestad en suave brisa:
se sosegaron las olas del mar.
30 Ante esa calma se alegraron,
y Dios los llevó al puerto anhelado. 31 ¡Que den gracias al Señor por su gran amor,
por sus maravillas en favor de los hombres! 32 ¡Que lo exalten en la asamblea del pueblo!
¡Que lo alaben en el consejo de los ancianos!
(Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo…)
201
ASAMBLEA FAMILIAR DE ORACIÓN # 7
SER DISCÍPULO DE CRISTO HOY
(Material para el guía)
Ambientación, Bienvenida y Presentación El lugar debe ser apropiado para la Asamblea, preferiblemente sillas en un círculo. Se
genere un ambiente de fraternidad y amigable a fin de dar confianza al grupo.
Cántico: Id y Enseñad Sois la semilla que ha de crecer,
sois estrella que ha de brillar,
sois levadura, sois granos de sal,
antorcha que debe alumbrar.
Sois la mañana que vuelve a nacer
sois espiga que empieza a granar
sois aguijón y caricia a la vez
testigo que voy a enviar.
(Coro): Id amigos por el mundo, anunciando el amor,
mensajeros de la vida, de la paz y el perdón,
sed amigos, los testigos de mi resurrección
id llevando mi presencia: ¡con vosotros estoy!
Sois una llama que ha de encender
resplandores de fe y caridad,
sois los pastores que han de guiar
al mundo por senda de Paz.
Sois los amigos que quise escoger,
sois palabra que intento gritar,
sois reino nuevo que empieza a engendrar
justicia, amor y verdad. (Coro)
Oración de Inicio: Oración a la Sagrada Familia del Papa Francisco
Jesús, María y José en ustedes contemplamos el esplendor del verdadero amor,
a ustedes, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchen y acojan nuestra súplica. Amén.
202
Explicación del método a usar: Lectura orante de la Biblia o Lectio Divina
El guía de la Asamblea explica a los presentes el método de la lectura orante de la Biblia
que se ha de usar con la lectura, a saber:
¿Qué dice el texto? Después de haber hecho la invocación al Espíritu Santo, se ha de
leer y releer el texto al menos tres veces. Lo pueden leer tres personas distintas a fin
de dar participación y confianza a todos los presentes.
¿Qué me dice? Luego, cada miembro de la Asamblea libremente comparte con los
demás su experiencia del Texto; ¿qué me dijo a mí? Dar participación y evitar
controles o monopolios de la palabra; la participación de todos es una riqueza.
¿Qué le digo al Texto? Utilizando frases de lo escuchado ir haciendo oración
espontánea, cada uno, o quien se sienta libremente movido a ello. Orar.
¿Qué voy a hacer? Contemplar. Se deja un espacio en silencio para que cada cual
haga su conclusión personal o resolución de corazón en torno a la Palabra expuesta en
la Asamblea.
Invocación al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de tu
amor. Envía tu Espíritu Creador y renueva la faz de la tierra.
Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo;
haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por
Cristo nuestro Señor. Amén.
Lectura del Texto (Mateo 10, 16-20) «El Espíritu de su Padre hablará por ustedes» 16 Mirad, yo les envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, sean astutos como las
serpientes e inocentes como las palomas. 17 Pero cuídense de los hombres, porque les
entregarán a los tribunales y les azotarán en sus sinagogas; 18 y hasta serán llevados
delante de gobernadores y reyes por mi causa, como un testimonio a ellos y a los gentiles. 19 Pero cuando les entreguen, no se preocupen de cómo o qué hablarán; porque a esa hora
se les dará lo que han de hablar. 20 Porque no serán ustedes los que hablarán, sino el
Espíritu de su Padre que hablará en ustedes. (Palabra del Señor)
Meditación para todos (Estas orientaciones no las poseen los demás, solo el guía que ha
de resaltar algunos puntos importantes de la lectura como ayuda para la reflexión de los
demás, a saber):
1. Aquellas recomendaciones que hizo Jesús también son válidas hoy para nuestra
misión cristiana ante las adversidades, a veces tan dolorosas, especialmente para la
familia.
a. Prudencia y tacto ante esas adversidades, esos «lobos», que normalmente
están cerca y en torno a nosotros. Conocerlos para mantenerlos a raya con la
gracia de Dios sin desconfiar en los dones del Espíritu Santo que nos auxilia.
b. No dejarnos impresionar rompiendo la confianza en Dios. Él siempre está ahí.
2. La pareja cristiana es signo de orgullo y esperanza de Dios. Un hogar donde se busca
a Dios es una manifestación de Dios. Vivir la fe en pareja y en familia es signo vivo,
aunque imperfecto, del amor de Dios que tanto nuestro mundo necesita. La pareja, la
familia, célula fundamental de la sociedad, se convierte en vivo testimonio de
203
verdadera vida entre nosotros. La familia evangelizada que, a su vez, desde su casa
evangeliza.
Iluminación Pastoral del Papa Francisco: …el hogar debe seguir siendo el lugar
donde se enseñe a percibir las razones y la hermosura de la fe… la familia se vuelva
evangelizadora
La educación de los hijos debe estar marcada por un camino de transmisión de la fe, que
se dificulta por el estilo de vida actual, por los horarios de trabajo, por la complejidad del
mundo de hoy donde muchos llevan un ritmo frenético para poder sobrevivir. Sin
embargo, el hogar debe seguir siendo el lugar donde se enseñe a percibir las razones y la
hermosura de la fe, a rezar y a servir al prójimo.[…] Esto requiere que imploremos la
acción de Dios en los corazones, allí donde no podemos llegar…y así reconocemos la
desproporción entre la acción y su efecto. Entonces sabemos que no somos dueños del
don sino sus administradores cuidadosos. Pero nuestro empeño creativo es una ofrenda
que nos permite colaborar con la iniciativa de Dios. Por ello, «han de ser valorados los
cónyuges, madres y padres, como sujetos activos de la catequesis [...] Es de gran ayuda la
catequesis familiar, como método eficaz para formar a los jóvenes padres de familia y
hacer que tomen conciencia de su misión de evangelizadores de su propia familia» (AL
#287)
Es fundamental que los hijos vean de una manera concreta que para sus padres la oración
es realmente importante. Por eso los momentos de oración en familia y las expresiones de
la piedad popular pueden tener mayor fuerza evangelizadora que todas las catequesis y
que todos los discursos. Quiero expresar especialmente mi gratitud a todas las madres que
oran incesantemente, como lo hacía Santa Mónica, por los hijos que se han alejado de
Cristo. (AL #288)
El ejercicio de transmitir a los hijos la fe, en el sentido de facilitar su expresión y
crecimiento, ayuda a que la familia se vuelva evangelizadora, y espontáneamente
empiece a transmitirla a todos los que se acercan a ella y aun fuera del propio ámbito
familiar. Los hijos que crecen en familias misioneras a menudo se vuelven misioneros, si
los padres saben vivir esta tarea de tal modo que los demás les sientan cercanos y
amigables, de manera que los hijos crezcan en ese modo de relacionarse con el mundo,
sin renunciar a su fe y a sus convicciones. (AL #289)
«La familia se convierte en sujeto de la acción pastoral mediante el anuncio explícito del
Evangelio y el legado de múltiples formas de testimonio, entre las cuales: la solidaridad
con los pobres, la apertura a la diversidad de las personas, la custodia de la creación, la
solidaridad moral y material hacia las otras familias, sobre todo hacia las más
necesitadas, el compromiso con la promoción del bien común, incluso mediante la
transformación de las estructuras sociales injustas, a partir del territorio en el cual la
familia vive, practicando las obras de misericordia corporal y espiritual». Esto debe
situarse en el marco de la convicción más preciosa de los cristianos: el amor del Padre
que nos sostiene y nos promueve, manifestado en la entrega total de Jesucristo, vivo entre
nosotros, que nos hace capaces de afrontar juntos todas las tormentas y todas las etapas
de la vida. […] Todos deberíamos ser capaces de decir, a partir de lo vivido en nuestras
204
familias: «Hemos conocido el amor que Dios nos tiene» (1 Jn 4,16). Sólo a partir de esta
experiencia, la pastoral familiar podrá lograr que las familias sean a la vez iglesias
domésticas y fermento evangelizador en la sociedad. (#290)
Para reflexión
¿Cómo matrimonio y familia, discípula y misionera de Cristo, damos testimonio
de nuestra fe y amor cristiano a los demás a partir del seno familiar?
¿Oramos personal, conyugal y familiarmente como signo de nuestra auténtica fe y
discipulado de Cristo? ¿Nos ayuda la invocación al Espíritu Santo a un mejor
discernimiento personal y familiar para mantener a raya los «lobos» de este
mundo?
¿Cómo la Palabra de Dios y la luz del Espíritu Santo mejoran nuestro seguimiento
de Cristo para que personal, conyugal y familiarmente encontremos mejores
respuestas para nuestro mundo cambiante y los actuales retos de la
evangelización?
¿Nos imponemos exigencias cristianas diarias a fin de ser mejores discípulos
personal, conyugal, familiar, eclesial y comunitariamente?
Clausura y Oración Final
El guía agradece a los dueños de casa y los presentes su participación en la Asamblea. Se
termina la actividad con la lectura del Salmo 91
1 Bueno es dar gracias al Señor,
y cantar alabanzas a tu nombre, oh Altísimo; 2anunciar por la mañana tu bondad,
y tu fidelidad por las noches, 3
con el laúd y con el arpa,
con la música sonora de la lira.
4 Porque tú, oh Señor, me has alegrado con tus obras,
cantaré con gozo ante las obras de tus manos. 5 ¡Qué grandes son tus obras, oh Señor,
cuán profundos tus pensamientos!
El justo florecerá como la palma,
crecerá como cedro en el Líbano. 13 Plantados en la casa del Señor,
florecerán en los atrios de nuestro Dios.
14Aun en la vejez darán fruto;
estarán vigorosos y muy verdes, 15 para anunciar cuán recto es el Señor,
mi roca, y que no hay injusticia en El.
(Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo…..)
205
ASAMBLEA FAMILIAR DE ORACIÓN # 8
LA UNIVERSALIDAD DEL MENSAJE DE CRISTO
(Material para el guía)
Ambientación, Bienvenida y Presentación El lugar debe ser apropiado para la Asamblea, preferiblemente sillas en un círculo. Se
genere un ambiente de fraternidad y amigable a fin de dar confianza al grupo.
Cántico: Somos un pueblo que camina
Somos un pueblo que camina,
y juntos caminando podremos alcanzar
otra ciudad que no se acaba
sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.
Somos un pueblo que camina,
que marcha por el mundo
buscando otra ciudad,
somos errantes peregrinos,
en busca de un destino,
destino de unidad.
Siempre seremos caminantes
pues sólo caminando
podremos alcanzar,
otra ciudad que no se acaba,
sin penas ni tristezas,
ciudad de eternidad.
Sufren los hombres mis hermanos
buscando entre las piedras
la parte de su pan.
Sufren los hombres oprimidos,
los hombres que no tienen
ni paz ni libertad.
Sufren los hombres mis hermanos,
mas tú vienes con ellos
y en Ti alcanzarán
otra ciudad que no se acaba
sin penas ni tristezas,
ciudad de eternidad.
Danos valor para la lucha,
valor en la tristeza,
valor en nuestro afán.
Danos la luz de tu palabra
206
que guíe nuestros pasos
en este caminar.
Marcha, Señor, junto a nosotros
pues sólo en tu presencia
podremos alcanzar
otra ciudad que no se acaba
sin penas ni tristezas,
ciudad de eternidad.
Oración de Inicio: Oración a la Sagrada Familia del Papa Francisco
Jesús, María y José en ustedes contemplamos
el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchen y acojan nuestra súplica. Amén.
Explicación del método a usar: Lectura orante de la Biblia o Lectio Divina El guía de la Asamblea explica a los presentes el método de la lectura orante de la Biblia
que se ha de usar con la lectura, a saber:
¿Qué dice el texto? Después de haber hecho la invocación al Espíritu Santo, se ha de
leer y releer el texto al menos tres veces. Lo pueden leer tres personas distintas a fin
de dar participación y confianza a todos los presentes.
¿Qué me dice? Luego, cada miembro de la Asamblea libremente comparte con los
demás su experiencia del Texto; ¿qué me dijo a mí? Dar participación y evitar
controles o monopolios de la palabra; la participación de todos es una riqueza.
¿Qué le digo al Texto? Utilizando frases de lo escuchado ir haciendo oración
espontánea, cada uno, o quien se sienta libremente movido a ello. Orar.
¿Qué voy a hacer? Contemplar. Se deja un espacio en silencio para que cada cual
haga su conclusión personal o resolución de corazón en torno a la Palabra expuesta en
la Asamblea.
Invocación al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de tu
amor. Envía tu Espíritu Creador y renueva la faz de la tierra.
Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo;
haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por
Cristo nuestro Señor. Amén.
207
Lectura del Texto (Efesios 3,5-9) «…las naciones están asociadas a la misma herencia»
…5que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora
ha sido revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu; 6a saber, que los
gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, participando igualmente de la
promesa en Cristo Jesús mediante el evangelio, 7del cual fui hecho ministro, conforme al
don de la gracia de Dios que se me ha concedido según la eficacia de su poder. 8A mí,
que soy menos que el más pequeño de todos los santos, se me concedió esta gracia:
anunciar a los gentiles las inescrutables riquezas de Cristo, 9y sacar a luz cuál es la
dispensación del misterio que por los siglos ha estado oculto en Dios, creador de todas las
cosas; (Palabra de Dios)
Meditación para todos (Estas orientaciones no las poseen los demás, solo el guía.)
El guía de la Asamblea ha de resaltar algunos puntos importantes de la lectura como
ayuda para la reflexión de los demás, a saber:
1. Dios ha creado a todos los seres humanos y ha querido que todos se salven. Eso se
conoce como la universalidad de la salvación. Darlo a conocer es nuestro
compromiso.
2. Este evangelio para todos nos compromete a reforzar mejor el amor personal con
Dios como centro de nuestra fe en una relación íntima, profunda y personal. Así y
solo así lo podremos extender solidariamente con todos en nuestra familia, en nuestra
comunidad, nuestra iglesia y ahí donde Dios nos ponga como signos vivos de su
amor.
Iluminación Pastoral del Papa Francisco: …también hay elementos positivos en las
formas matrimoniales de otras tradiciones religiosas
Asumiendo la enseñanza bíblica, según la cual todo fue creado por Cristo y para Cristo
(cf. Col 1,16), los Padres sinodales recordaron que «el orden de la redención ilumina y
cumple el de la creación. El matrimonio natural, por lo tanto, se comprende plenamente a
la luz de su cumplimiento sacramental: sólo fijando la mirada en Cristo se conoce
profundamente la verdad de las relaciones humanas. “En realidad, el misterio del hombre
sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado [...] Cristo, el nuevo Adán, en la
misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre
al propio hombre y le descubre la grandeza de su vocación” (Gaudium et spes, 22).
Resulta particularmente oportuno comprender en clave cristocéntrica [...] el bien de los
cónyuges, que incluye la unidad, la apertura a la vida, la fidelidad y la indisolubilidad, y
dentro del matrimonio cristiano también la ayuda mutua en el camino hacia la más plena
amistad con el Señor. «El discernimiento de la presencia de las Semillas del Verbo en las
otras culturas (cf. Ad gentes divinitus, 11) también se puede aplicar a la realidad
matrimonial y familiar. Fuera del verdadero matrimonio natural también hay elementos
positivos en las formas matrimoniales de otras tradiciones religiosas», aunque tampoco
falten las sombras. Podemos decir que «toda persona que quiera traer a este mundo una
familia, que enseñe a los niños a alegrarse por cada acción que tenga como propósito
vencer el mal —una familia que muestra que el Espíritu está vivo y actuante— encontrará
gratitud y estima, no importando el pueblo, o la religión o la región a la que pertenezca».
(La Alegría del Amor, #77)
208
Para reflexión El Papa Francisco ha dicho: «la presencia de las Semillas del Verbo —o sea, al
todos ser creados a imagen y semejanza divina— en las otras culturas también se
puede aplicar a la realidad matrimonial y familiar». ¿Reconocemos que toda
familia que practica el bien y la justicia es grata ante Dios (cf. Hch 10, 34)?
Cómo manifestamos nuestra vida de fe en familia a los demás, sea en el trabajo o
entre amigos?
¿Damos espacio a la Palabra de Dios a fin de poder dar testimonio de la Buena
Noticia, en especial de la alegría del amor matrimonial, a los demás; cómo la
adaptamos a nuestro tiempo cambiante?
Clausura y Oración Final
El guía agradece a los dueños de casa y los presentes su participación en la Asamblea. Se
termina la actividad con la lectura del Salmo 150
1 ¡Aleluya! Alabad a Dios en su santuario; alabadle en su majestuoso firmamento.
2 Alabadle por sus hechos poderosos; alabadle según la excelencia de su grandeza.
3 Alabadle con sonido de trompeta; alabadle con arpa y lira.
4 Alabadle con pandero y danza; alabadle con instrumentos de cuerda y flauta.
5 Alabadle con címbalos sonoros; alabadle con címbalos resonantes.
6 Todo lo que respira alabe al SEÑOR. ¡Aleluya!
(Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo…..)
209
BENDICION DEL HOGAR Y DE LA FAMILIA
Importancia de la oración en familia y de la bendición del hogar
Nos dice el Papa Francisco en la Exhortación Apostólica Postsinodal, La Alegría del
Amor, «La oración en familia es un medio privilegiado para expresar y fortalecer esta fe
pascual. Se pueden encontrar unos minutos cada día para estar unidos ante el Señor vivo,
decirle las cosas que preocupan, rogar por las necesidades familiares, orar por alguno que
esté pasando un momento difícil, pedirle ayuda para amar, darle gracias por la vida y por
las cosas buenas, pedirle a la Virgen que proteja con su manto de madre. Con palabras
sencillas, ese momento de oración puede hacer muchísimo bien a la familia. (#318) Y a
los pastores, que deben acercarse a las familias, les dice que: «…la bendición de los
hogares o la visita de una imagen de la Virgen, dan ocasión para un diálogo pastoral
acerca de la situación de la familia.» (# 230)
ORACIÓN DE BENDICIÓN Y CONSAGRACIÓN POR LA FAMILIA
Señor, haz de nuestro hogar un sitio de tu amor;
que no haya injuria porque Tú nos das comprensión;
que no haya amargura porque Tú nos bendices;
que no haya egoísmo porque Tú nos alientas;
que no haya rencor porque Tú nos das perdón;
que no haya abandono porque Tú estás con nosotros;
que sepamos marchar hacia Ti en nuestro diario vivir;
que cada mañana amanezca un día más de entrega y sacrificio;
que cada noche nos encuentre con más amor de esposos;
Haz Señor de nuestras vidas que quisiste unir, una página llena de Ti.
Haz Señor de nuestros hijos lo que Tú anhelas;
ayúdanos a educarlos y orientarlos por Tu camino.
Que nos esforcemos en el consuelo mutuo.
Que hagamos de tu amor un motivo para amarte más.
Que demos lo mejor de nosotros para ser felices en el hogar.
Que cuando amanezca el gran día de ir a Tu encuentro
nos concedas el hallarnos unidos para siempre a ti. Amén.
A fin de ser entregada hogar por hogar según los Sectores Zonales de la Parroquia, o en
tiempos especiales durante el año 2017. Esta oración de bendición, puede copiarse en un
papel de construcción por una cara y por la otra puede ponerse la información parroquial
básica, a saber:
Nombre y dirección de la Parroquia
Teléfonos y / o correos electrónicos, o página parroquial, de haberlos.
Horarios de misas, oficina y servicios parroquiales (Movimientos apostólicos,
Catequesis, Reuniones de Grupos como el Pre juvenil, Juvenil, Cursos, Círculos
de Oración, etc.)
En este lado final se ha de colocar toda la información básica de su parroquia, a saber:
210
Nombre del párroco y/o administrador
Diáconos de haberlos
Teléfonos y correos electrónicos o sitios de internet parroquial, de haberlos
Horarios de
o Oficina
o Misas
o Adoración eucarística
o Confesiones
o Catequesis (Coordinador y teléfonos)
o Etc.
Servicios parroquiales y Movimientos de Apostolado Seglar
Promovería varios de los objetivos específicos del Camino de Pastoral Diocesano y del
año 2017 dedicado a la familia, a saber: 1-5, 7-8, 10. Igualmente, bien planificada durante
el año, pudiera realizar (o actualizar) el Censo Parroquial por Sectores Zonales, a la vez
identificar necesidades parroquiales sectoriales a las que efectivamente responder.
Esta Oración igualmente puede ser sustituida por la que ha escrito el Papa Francisco en la
Exhortación Apostólica Postsinodal Amoris Laetitia, Roma, Marzo del 2016, a saber:
ORACIÓN DEL AÑO DE LA FAMILIA 2017
A LA SAGRADA FAMILIA
Jesús, María y José en ustedes contemplamos
el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchen y acojan nuestra súplica. Amén.
BENDICIÓN Y CONSAGRACIÓN
DEL HOGAR Y DE LA FAMILIA
Saludo del Guía: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Guía: Que la paz de Dios esté con todos los que habitan en esta casa.
Todos: Y con tu espíritu.
Monición:
Queridos hermanos, dirijamos nuestra ferviente oración a Cristo, que quiso nacer de la
Virgen María y habitó entre nosotros, para que se digne entrar en esta casa y bendecirla
211
con su presencia. Cristo, el Señor, esté aquí en medio de ustedes, fomente su caridad de
hermanos, participe en sus alegrías y los consuele en las tristezas. Y ustedes, guiados por
las enseñanzas y ejemplos de Cristo, procuren, ante todo, que su familia, para la que hoy
pedimos bendición sea hogar de caridad, desde donde se difunda ampliamente la
fragancia de Cristo.
ORACIÓN DE BENDICIÓN Y CONSAGRACIÓN POR LA FAMILIA
Señor, haz de nuestro hogar un sitio de tu amor;
que no haya injuria porque Tú nos das comprensión;
que no haya amargura porque Tú nos bendices;
que no haya egoísmo porque Tú nos alientas;
que no haya rencor porque Tú nos das perdón;
que no haya abandono porque Tú estás con nosotros;
que sepamos marchar hacia Ti en nuestro diario vivir;
que cada mañana amanezca un día más de entrega y sacrificio;
que cada noche nos encuentre con más amor de esposos;
Haz Señor de nuestras vidas que quisiste unir, una página llena de Ti.
Haz Señor de nuestros hijos lo que Tú anhelas;
ayúdanos a educarlos y orientarlos por Tu camino.
Que nos esforcemos en el consuelo mutuo.
Que hagamos de tu amor un motivo para amarte más.
Que demos lo mejor de nosotros para ser felices en el hogar.
Que cuando amanezca el gran día de ir a Tu encuentro
nos concedas el hallarnos unidos para siempre a ti. Amén.
Importancia de la oración en familia
Nos dice el Papa Francisco «La oración en familia es un medio privilegiado para expresar
y fortalecer esta fe pascual. Se pueden encontrar unos minutos cada día para estar unidos
ante el Señor vivo, decirle las cosas que preocupan, rogar por las necesidades familiares,
orar por alguno que esté pasando un momento difícil, pedirle ayuda para amar, darle
gracias por la vida y por las cosas buenas, pedirle a la Virgen que proteja con su manto de
madre. Con palabras sencillas, ese momento de oración puede hacer muchísimo bien a la
familia. (Exhortación Apostólica Postsinodal, La Alegría del Amor, #318).
Conclusión: Padre Nuestro, Ave María y Gloria al Padre
212
EL SANTO ROSARIO, CAMINO POR LA PAZ EN PUERTO RICO
(Cf. Monseñor Roberto O. González Nieves, Arzobispo de San Juan, Puerto Rico)
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus hijos, y enciende en ellos el fuego de tu
amor. Envía tu Espíritu y todo será creado y renovarás la faz de la tierra.
Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo,
concédenos ser dóciles a este mismo espíritu, para gustar siempre el bien y gozar de su
consuelo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
El Rosario por conducto de María, nos conduce a Jesús, el centro de la
Evangelización. A Ella, por guiarnos a Jesús, la honramos como Estrella de la Nueva
Evangelización. María, en la plenitud de los tiempos, en la hora decisiva de la historia
humana, se ofreció a sí misma a Dios, ofreció su cuerpo, su juventud y su alma como
morada. En Ella y de Ella el Hijo de Dios asumió la carne y tomó rostro humano. Por
medio de Ella la Palabra se hizo carne (cf. Jn 1, 14).
Siendo el Santo Rosario una oración privilegiada por la paz, proponemos
reflexiones especialmente sobre cinco misterios de la vida de Jesús relacionados con la
paz y que hunden sus raíces en el Evangelio de la Paz de Jesús.
I. Primer Misterio: Jesús camino de paz
Reflexión: Zacarías, lleno del Espíritu Santo ante el nacimiento de su hijo, Juan “El
Bautista”, hace un canto profético que nos revela a Jesús como el “sol que nace de lo
alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte, para guiar
nuestros pasos por el camino de la paz” (Lc 1,79).
Oración: Jesús, sé siempre nuestro sol. Ilumina a Puerto Rico para que se disipen las
tinieblas de la violencia en nuestra tierra y que podamos aminar por los senderos de la
paz. Señor, que ninguna tiniebla eclipse tu paz. Amén.
II. Segundo Misterio: En Jesús, el Padre nos regala la paz
Reflexión: Ante el nacimiento de Jesús, los ángeles cantaron: “Gloria a Dios en el cielo
y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad” (Lc 2,14). Con ese cántico, los
ángeles anuncian a los pastores que el nacimiento de Jesús “es” gloria para Dios en las
alturas y “es” paz en la tierra para los hombres que él ama. También nosotros, con el
rezo del Santo Rosario por la paz, anunciemos que Jesús es Gloria de Dios para la
213
humanidad, y que cuantos lo acogen y viven según su Evangelio, vivirán en su paz.
Oración: Príncipe de la paz, haz que en la tierra borinqueña haya paz para las personas
que Tú amas. ¡Gloria a Dios en el cielo y paz en Puerto Rico! Amén.
III. Tercer Misterio: Bienaventurados los que trabajan por la paz.
Reflexión: Ante tanta violencia en Puerto Rico, las palabras de Jesús en el Sermón de la
Montaña deben resonar en todos nuestros rincones: “Bienaventurados los que trabajan
por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mt 5, 4.9). Bienaventurados
todos aquellos que en Puerto Rico son forjadores de paz; bienaventurados los padres que
educan a sus hijos en la cultura de la paz; bienaventurados los educadores, las personas
del arte, la cultura, la música, del mundo económico, de gobierno y político, que trabajan
por la paz auténtica y la enseñan de la forma más elocuente y creíble, con su propio
testimonio de vida.
Oración: Señor Jesús, hoy oramos con el salmista que nos dice: “El Señor bendice a su
pueblo con la paz” (Sal 29,11); te pedimos que bendigas a Puerto Rico con tu paz, que
bendigas a los puertorriqueños y a todos los habitantes de este terruño borinqueño, que
pregonan tu paz. Amén.
IV. Cuarto Misterio: Jesús, ante su Pasión, nos deja su paz
Reflexión: Ante la inminencia de su dolorosa Pasión y crucifixión dijo Jesús a sus
discípulos: “La paz les dejo, mi paz les doy; no se la doy como la da el mundo. No se
turbe su corazón ni se acobarde” (Jn 14, 27). Ante la violencia que iba a padecer Jesús
nos deja su paz. La paz es la respuesta de Jesús ante la violencia del mundo. También la
paz debe ser la respuesta de todos ante la violencia en Puerto Rico y el mundo. La
criminalidad no se combate con más violencia, como lo es la pena de muerte. Con la
oración, se construye el desgarre del corazón roto por la violencia. Nos decía San Juan
Pablo II, “El medio principal para construir la paz es la oración intensa, humilde y
confiada” (Chile, 1987).
Oración: Señor, Siervo paciente de Yahveh, danos tu paz, para que jamás nos veamos
tentados a responder a la violencia con más violencia. Señor, danos tu paz para que jamás
se acobarden nuestros corazones ante los miedos que produce la violencia. Tú que nos
has sanado por tus llagas, haz que tu Pasión sane nuestras heridas producidas por la
violencia y, sobre todo, sane la violencia que anida en el corazón de los seres humanos.
Amén.
214
V. Quinto Misterio: Jesús resucitado nos regala la paz
Reflexión: Nos dice el evangelista San Juan que el Señor resucitado se le aparece a los
Apóstoles y les dice: “La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también
los envío a ustedes” (Jn 20, 21). Eso ocurrió al atardecer, el primer día de la semana,
estando cerradas las puertas el lugar donde se encontraban los discípulos temerosos (Jn
20, 19).También hoy, todos los que en Puerto Rico vivimos temerosos, aterrados por
tanta violencia, oramos a Jesús, para que en nuestros miedos, inseguridades y
nerviosismos, se haga presente, y nos salude con su paz. Hermano, ante la duda que no se
pueda lograr la paz, nunca dudes que Jesús es la paz. La paz del Señor es un don que
proviene de lo alto. La paz es un regalo del Señor Resucitado.
Oración: Señor Jesús, que resucitado te apareciste y nos dijiste: “La paz esté con
ustedes” (Jn 20, 21), como discípulos tuyos pedimos que nos permitas vivir en tu paz, no
sólo para disfrutarla, sino para ser mensajeros y sembradores de tu paz. ¡Señor Jesús,
saluda y bendice a nuestra Patria con tu paz! Señor, como los discípulos de Emaús, hoy te
decimos: “quédate con nosotros”, ¡quédate con tu paz! Amén.
LA PAZ ANTE LA VIOLENCIA Y LA CRIMINALIDAD
Padre Nuestro...
“La oración del justo tiene poder” (St 5, 16). Esas palabras del apóstol Santiago nos
animan a orar por la paz. La oración tiene el poder de transformar el corazón de la
persona violenta. Decía el Papa Benedicto XVI: “...el mal no proviene del ser, que es
creado por Dios, sino que existe solo en virtud de la negación” (Homilía, Vigilia
Pascual, 5-II-2012).
Dios te salve María, hija de Dios Padre...
Cuando la persona humana se niega a abrirse completamente al amor de Dios, es más
susceptible a la violencia. Cuando las familias viven alejadas de Dios, la luz de su paz
tiende a eclipsarse. Nos preguntamos: ¿qué fuerza es la que mueve a un ser humano a
quitar la vida a otro? ¿Qué fuerza es las que mueve a una persona cuando comete
violencia contra su cónyuge, sus padres, sus hermanos, hijos, o prójimo? Sabemos que no
es la fuerza del amor de Dios, es su ausencia.
Dios te salve María, madre de Dios Hijo...
Hoy más que nunca urge a todos trabajar por el Puerto Rico de la civilización del amor.
La responsabilidad de un Puerto Rico regido por el imperativo del amor es de todos.
Dios te salve María, esposa de Dios Espíritu Santo...
Dios te salve María, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad...
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
215
SALVE
Dios te salve Reina y Madre de misericordia, vida dulzura y esperanza nuestra, Dios te
salve. A ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus
ojos misericordiosos. Y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu
vientre.
¡Oh clemente! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce, Virgen María! Ruega por nosotros, santa Madre
de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
216
PROYECTO DIPLOMA DIOCESANO
AGENTE DE PASTORAL FAMILIAR
Enero-Diciembre 2017
Este proyecto deberá ser terminado y estructurado en acuerdos con el Sr. Obispo, Mons.
Daniel Fernández Torres y con la Vicaría de Pastoral Diocesana.
Responsables
Sr. Cesar A. Serrano Zuluaga, Misionero Pastoral Parroquia Sagrados Corazones
Sra. Ana María Uribe
Requisitos
1. Reconocer el valor fundamental de la familia como «célula básica de la sociedad»
e «iglesia doméstica».
2. Deseos de estudiar para mejor servir en la Iglesia, sobre todo en la pastoral
familiar
3. Diploma de Cuarto Año de Escuela Superior (por lo menos)
Metodología Por Semestre
Curso semestral para las 4 Vicarías: dos semestres en total: enero-junio y agosto-
diciembre 2017
1. Vicarías de Arecibo y Camuy (un sábado de 8:00 am a 12:00 pm)
2. Vicarías de Vega Baja y la Montaña (el otro sábado de 8:00 am a 12:00 pm)
Sugerencias para el Lugar 1. Vicarías de Arecibo y Camuy (Colegio San Felipe, Arecibo)
2. Vicarías de Vega Baja y la Montaña (Colegio N.S. del Rosario, Vega Baja)
Método de Pago
El Sr. Cesar A. Serrano Zuluaga ofrece el curso gratis, pero como misionero, habrá que
conseguirle un estipendio suficiente para sus gastos operacionales (trasportación y
materiales, dietas, etc.)
Proyecto de tres años
1) Nivel Básico: contiene formación básica general para ejercer el servicio de
Agente de Pastoral Familiar
2) Nivel de especialización:
a. formación completa para coordinar y poner en marcha un plan de pastoral
familiar comunitario y parroquial;
b. preparación completa para formar más agentes de pastoral familiar en el
nivel básico
2) Nivel de profundización: forma en uno de los temas en particular para quien así lo
escoja
217
Cordial y cariñoso saludo Monseñor Daniel y Padre Víctor.
De acuerdo a nuestra anterior conversación, enviamos el Programa de Formación
adaptado para un ano como es su solicitud.
La propuesta consiste en dividir la Diócesis en dos grupos (por Vicarias), cada grupo se
reunirá un sábado cada dos semanas en el horario de 8:00 am a 12:00 m y esto se
extenderá durante todo el año, empezando el tercer sábado de enero y terminando el
segundo sábado de diciembre, con interrupción en la época de verano (desde mediados de
junio y todo el mes de julio), además de algunos días de fiesta oficiales. En el cuadro
adjunto encontraran esta información detallada.
Ante la inquietud de los costos que Ustedes nos han manifestado repetidas veces, hemos
visto que para solventar los gastos de transportación, algunos materiales, audiovisuales y
demás, podríamos manejar una dinámica similar a la que maneja ISTEPA, que cobra un
valor semestral por cada estudiante del cual destina el 50% aproximadamente para el
profesor, pero como les mencionamos nuestro principal interés es "La Evangelización y
apoyo a las familias" porque ustedes saben mejor que nosotros lo que nos dice Jesús en
Mateo 6,33.
De igual manera, hemos recibido con beneplácito la inquietud sobre desarrollar un
Proyecto de Instituto de la Familia, que permita continuar en lo sucesivo diferentes áreas
y niveles de formación, con un enfoque a futuro de nivel universitario. Pueden contar
con nuestro apoyo para diseñar los esquemas necesarios y desarrollar el montaje y
ejecución del mismo un poco más adelante.
Quedamos atentos a sus inquietudes y directrices y agradecemos su voto de confianza.
¡Que el Señor les bendiga y proteja siempre!
Cesar Augusto Serrano Z.
Lic. Filosofía y Ed Religiosa
Especialista en Familia
Ana María Uribe S.
Ingeniero Industrial
Especialista en Familia
218
NUCLEO DE FORMACION SEMESTRE I
ACCION PASTORAL
Y MINISTERIAL FAMILIA Y
PARROQUIA
PREPARACION
AL
MATRIMONIO / ACOMPANAMIE
NTO INICIAL
FILOSOFICO Y ANTROPOLOGICO
FUNDAMENTOS ANTROPOLOGIA
FAMILIA EN LA
CULTURA POSTMODERNA
TEOLOGICO
ESPIRITUAL MAGISTERIO DE
LA IGLESIA MATRIMONIO
SACRAMENTAL
MORAL Y BIOETICA
MATRIMONIO POR VOCACION
HIJOS: FRUTO DEL AMOR
SICOPEDAGOGICO ETAPAS DEL DESARROLLO
VIDA CONYUGAL
SEMINARIO
RETIRO
Tema:
ME INQUIETO Y
PREGUNTO
1 SESION X 4 HORAS
Tema:
ESCUCHO Y
CONOZCO
1 SESION X 4 HORAS
CERTIFICACION LIDER
NUCLEO DE FORMACION SEMESTRE II
ACCION
PASTORAL Y
MINISTERIAL
PROYECTOS PASTORALES
SANACION FAMILIAR
FILOSOFICO Y
ANTROPOLOGI
CO
AMOR
CONYUGAL Y
FE
LUCES Y SOMBRAS
TEOLOGICO ESPIRITUAL
FAMILIA
IGLESIA
DOMESTICA
FAMILIA Y
DERECHO
CANONICO
MORAL Y
BIOETICA
BIOETICA /
FAMILIAS
DISFUNCIONALES
SEXUALIDAD Y
MORAL
SICOPEDAGOGICO
SEXUALIDAD Y PROCREACION CONSEJERIA
SEMINARIO RETIRO
Tema:
SOY Y TRANSMITO
1 SESION X 4
HORAS
Tema:
HAGO Y SIRVO
1SESIONX4 HORAS
CERTIFICACION ORIENTADOR