Contratiempo

... y despues•monr

"Los poetas no mueren", fueronlas ultimaa palabras de Jean Coc­teau en Milly-la-Foret. "Solo flngenmorir", Ie tennin6 de cantar al tiem­po el gorri6n de Paris desde los Al­pes Marttimos, donde tampoco mo­rta, desfallecta, ellO de octubre de1963. y mientras eln ella era lleva­da en andas per 40.1») personas bas­ta Pere Lachaise, el que era su almahecha amigo se encerraba parasiempre en 18 Chapelle de Salnt-Blai­se-des-Stmples, al pie de su cese-mu­sea, con un ejemplar de Opia sabresu pecho.

Ese mlsmo dta. me aeuerdo como51fuera manana. me divorciaba demi prlmera concubina, la encanta­dora Diany, que me daba la sopa desu cuchara. cuandomepuso1a impo­sible altemativa de "la poesla 0 yo",sin maliciar que para mi eran 13misma cosa, con 13 diferencia deque podr1a vivir sin ella pero no sinla poesta. Nt sin los libros empasta­dos de Jean Cocteau, n l sin el opiadel pueblo, que para mt era por en­tances 13 yerba del desapego.

Para inmortalizarla, como es lamisi6n del poeta can quien 10 allen­ta, habia comenzado nuestra no.velaautobtogratlca La fre nte cubtertapor el cabello, perc bube de suspen­derla. no tanto porque su huida medeiaba Calto de tema, sino porque seme comenz6 a caer el pelo. El hechoes que me quede a solas de Carra conIa poes1a, que a mas de mi amante ymecenas y celestina ha side mi Iaza­rillo, pues a ella Ie di mis cjos. a ella,Ia aguantadora, de 18 que basta e1sol de esta noche no me be separa­do, desembarazado, desenamoradoni desenconchado, y espero que estarelaci6n ya Iongeva res tsta hastaque lance ell11timo tcuacl

Porque el penl11tbno son estos ver­stculos en ml bomenaje (1), que se­gun se estila equivale a Ia despedi­da, pues los poetas homenajeadosno asisten a las ceremonias que sl­guen -que10 diga mt antecesor ilus­tre Mario Rivero-, con mi excep­cton ex6tica porque permanezcoconflado en que los pcetas no mue­renocomo expreso Cocteau euandoinhalaba el Ultimo aliento, y solo Iln­gen mortr, como ag6nica Ie cantaraIa plafante Edith Pia!.

Debo advertir en defensa de quie­nes me dejaron hecho mares de su­frimiento que de no ser por ellas nome estarta sacando estos c1avos dela corona, pues no hay poemas masmaIos que los que dlctan los amoresfelices. Cuantos polvos perdidos notenninaron en eptgramas edifican­tes.

He tornado la poesia en su copa co­mo una rosa de vino, de la poestame hice asceta, h lerofante, dervi­che, me hice maromero por los abls­mas y basta casto me estan voJvien­do, por mas bien parado que memantenga en este septtmo piso. Lapoesta me 10 ha dado todo y como to­do se 10 he aceptado, hasta los hono­res que no merezco, tengo pr isa enrestitutrselo. La poesta impidi6 queme contagiaran el sida, que me co­steran a balazos, que tenninara en1a carcel de Lecumberri. La poestame agenci6 un puesto como ropy pu­blicltarto, me habllit6 una mansar­da, me llen6 los brazos de am..igos.de alimento las tripas y de amadasel coraz6n. Par la poesta viaje porprimera vez en avi6n y la primeravez que salt del pals cal en Macedo­nia. Por la poesia conoct a Ledo Ivoy eerie con Nicanor Parra, me bai\ecan Floriano Martins en las playasde Pernambuco, me dio un besoBlanca Varela y yo se lo di a RaqueJJodorowsky. Por las pcestas que Iehice a mi padre sastre tengo un ami­go sastre que me viste sobre medt­das y un editor que aguarda Ia nove­la de las agujas. Cuando Alegre Le­vy Ia periodista Ie pregunt6 al profe­ta Gonzalo Arango que haria en lavida. este Ie respond16 sabiamente:"Nada. y despues mortr".

De no ser per la poesla no estartaestrenando pelo y zapatos y es post­ble que ni slquiera hubiera nacido.Sl no entro en el Nirvana, y si el pla­neta no se acaba, la proxima encar­naci6n quiero ser poeta, Tennino es­tas palabras de gratltud para con elGimnasio Modemo con el epitafiode Jean Cocteau: ..J e reste avecVOllS.. , "Quedo con ustedes".

(1) Homenaje a J otamario Arbe­laez. Gtmnasto Modemo. Jueves 24de marzo. 7 p. m.