Franco Amado
Discurso Audiovisual I
Amado Franco
0083283
TRABAJO PRÁCTICO 2 ANÁLISIS ESTILÍSTICO COMPARATIVO
Discurso Audiovisual I
Basile Emiliano
Actor Profesional
2do 2015 01/10/15
Franco Amado
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TP2: ANÁLISIS ESTILÍSTICO COMPARATIVO Consignas:
Seleccionar un film del neorrealismo italiano.
Plantear articulaciones con “La Noche” de Antonioni.
Construir un marco teórico respecto al desarrollo del cine moderno a partir de un análisis comparativo entre la construcción temporal y los recursos formales empleados en ambos films.
Incorporar referencias bibliográficas de carácter obligatorio. Respetar las normas propuestas por la Facultad.
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ANÁLISIS ESTILÍSTICO COMPARATIVO
LADRÓN DE BICICLETAS (DE SICA) – LA NOCHE (ANTONIONI)
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Resumen
En este trabajo se busca plantear las semejanzas y diferencias, tanto estéticas como
narrativas, de “Ladrón de Bicicletas” (De Sica) y “La Noche” (Antonioni), comparando
a la vez éstas con el cine clásico y el cine de arte y ensayo.
Palabras Claves
Neorrealismo – Realidad – Cine Clásico – Causalidad – Arte y ensayo – Situación –
Personajes
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Desarrollo
Para 1948 Italia se encontraba devastada tras la segunda guerra mundial y no es
extraño que muchos hayan adoptado canalizar esos estragos a través del cine. El
neorrealismo busca la nueva representación de la realidad y eso es exactamente lo
que consigue Vittorio De Sica con “Ladrón de Bicicletas”.
Hoy en día esta “nueva representación” puede no parecernos tan innovadora como en
aquella época, por eso para entenderla de una mejor manera es preciso conocer el
contexto en el que se desarrolló, no solamente por la Italia en la que transcurría, sino
por el tipo de representación que se solía realizar en aquel entonces.
Hasta ese momento predominaba en la industria del cine lo que hoy llamamos como
cine clásico. David Bordwell realiza un muy buen análisis de éste en “La Narración en
el Cine de Ficción”:
“En la construcción clásica de la historia, la causalidad es el primer principio unificador. […]
Habitualmente, el argumento clásico presenta una estructura causal doble, dos líneas
argumentales: una que implica un romance heterosexual, y otra que implica otra esfera
(trabajo, guerra, etc). Cada línea tiene un objetivo, obstáculos y un climax.” (Bordwell, 157)
Si tratamos de comparar “Ladrón de Bicicletas” con el cine clásico, podemos notar
instantáneamente que difieren entre sí. Si bien si hay motivos por los que ocurren
determinados hechos de manera causal, podemos afirmar que gran parte de los
sucesos en la película son espontáneos, creando situaciones a través de la
casualidad: Antonio Ricci consigue el trabajo por azar, y luego en su primer día le
roban su bicicleta (siendo ésta una condición para el mismo). Ya con este planteo,
vuelve a diferir con la narración clásica: el conflicto no es en base a un romance y a un
trabajo, sino a algo tan simple como la búsqueda de una bicicleta. Claro que este
conflicto es en verdad mucho mayor a lo que uno, en la sociedad actual, consideraría.
Sin embargo el film, se muestra muy hábil para mostrar el contexto en el que se sitúa:
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como ya se mencionó anteriormente, en una Italia abatida por la segunda guerra,
donde muchos estaban desempleados y luchaban cada día para poder sustentarse.
Es así también, con su manera, ya no de representar, sino de presentar la realidad,
que se destaca bajo el término de neorrealista. Filmada en exteriores con el uso de luz
natural, la utilización de actores no profesionales, son algunas de sus características.
Si bien influían los altos costos para llevar una película a cabo, no había mejor manera
de mostrar la realidad de Italia que filmando en esa realidad.
Gracias a estas nuevas películas, se consiguió transmitir toda una nueva manera de
filmar, representar, de contar historias. Es por ello, y no por mera coincidencia, que el
cine hubiera seguido experimentado, dejando (relativamente) el cine clásico de lado1.
“La Noche” (Michelangelo Antonioni) se estrena en 1960, doce años más tarde, ya
habiendo surgido la revista “Cahiers du Cinéma” y dentro de un entorno donde se
permitía una libertad técnica y estética con la Nouvelle Vague. No es necesario
explayarse en este nuevo movimiento para poder encontrar las articulaciones del film
con el “Ladrón de Bicicletas”.
Alberto Farassino (“Italia: el neorrealismo y los otros”) parece comprender esta gran
verdad y por ello afirma:
“En suma, se puede sostener que, por fin violento o natural, hacia finales del decenio el
neorrealismo se había agotado como movimiento y tendencia difundida. Sobrevivirá como
género, como fórmula, como ideal, como teoría en algunos films y en muchísimos argumentos.”
(Farassino, 100)
“La Noche”, a diferencia de la película de De Sica, sí trata acerca de un romance
heterosexual, sin embargo no de la manera que lo plantearía un argumento clásico.
Sino que por el contrario, trata la infidelidad, el desamor, el egocentrismo dentro de
1 Si bien posterior al neorrealismo surgió la teoría de autor, que llegaría incluso hasta Hollywood, hoy en
día siguen habiendo muchas producciones (en especial pertenecientes al cine hollywoodense) que siguen
con el modelo narrativo clásico.
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una relación, entre otros. Por otro lado, se plantea una Italia completamente distinta: la
mayoría de todos los personajes son de clase elevada, muchos están todo el día
relajándose (mientras que en el “Ladrón de Bicicletas” cada uno debía aportar para no
quedar en la ruina).
Entonces, ¿si la representación que se hace de la realidad es tan distinta a la De Sica,
cómo es posible que se puedan articular? El error es creer que la representación es la
que influye, cuando en verdad, lo que importa es la manera de representar.
Antes que nada, cabe reconocer que ambos directores rompen con las tradiciones del
cine clásico, donde predominaba la relación de causalidad. En ambos filmes, esto
cambia, siendo así, la espontaneidad, la sorpresa, el factor principal. En el “Ladrón de
Bicicletas”, De Sica, no se enfoca en mostrar que consecuencias le trae a Antonio el
no tener su bicicleta porque es lo de esperar: probablemente perdería su trabajo y
regresaría a la misma situación, o peor, en la que comenzó el film. Por el contrario, De
Sica trabaja la historia a través de sucesos inesperados: no es suficiente con haber
hecho la denuncia y Antonio decide acudir a un amigo para buscar la bicicleta. De
pronto aparece el ladrón, sin embargo no consigue alcanzarlo. Luego en un descuido
pierde de vista a su hijo cerca del río, y por un momento se consigue engañar incluso
al espectador. Y por último vuelve a encontrarse con el ladrón, aunque claro que la
bicicleta ya había sido vendida.
Antonioni también cuenta una historia desligada del enfoque en la causa-
consecuencia, para relatar cómo de repente Giovanni y su esposa son invitados a la
fiesta de un multimillonario y cómo en una noche descubren que su matrimonio está
acabado. Hay elementos sorpresa, como la muerte del amigo en común, el beso entre
Giovanni y la hija del empresario, las continuas escapadas de Lidia, entre otros.
No sólo la presentación de un mundo impredecible es una de las cualidades que
tienen en común ambas películas. Si bien parece un hecho poco relevante, tanto De
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Sica como Antonioni decidieron filmar en exteriores, mostrando así calles de Roma y
Milán, siendo que en ese entonces predominaban las producciones hollywoodenses,
las cuales eran filmadas en grandes estudios (Además, para abaratar costos rodaron
en blanco y negro).
Aún así, dentro de la narrativa tienen un factor en común mucho más relevante. Como
ya se mencionó anteriormente, el cine clásico plantea una cuestión inicial donde los
personajes tienen un objetivo, se les presentan obstáculos y finalmente consiguen
alcanzar la meta. Tanto Antonioni como De Sica plantean finales inconclusos.
“En concreto, el característico final <abierto> del cine de arte y ensayo puede considerarse
procedente de una narración que no divulgará el resultado de la cadena causal.” (Bordwell,
210)
La última escena de “Ladrón de Bicicletas” muestra a Antonio, quien tras haber
intentado robar una bicicleta es abucheado por las personas, camina con su hijo por
las calles de Milán hacia un destino que desconoce, probablemente preguntándose, al
igual que nosotros, ¿qué va a ser de su familia?; En cuanto a “La Noche”, Lidia
termina confesándole a Giovanni que ya no lo ama y le lee una carta que él había
escrito años atrás para ella. Él ni si quiera recuerda haberlo hecho e intenta recuperar
su amor, sin embargo la cámara se aparta y no nos muestra cómo continuaría la
historia, dejándonos también con la duda. ¿Podrán restaurar la relación Lidia y
Giovanni?
“La Noche” puede considerarse como una película de arte y ensayo, y como tal rompe
con esa estructura clásica de la época, abandonando cada situación rápidamente. Así,
con esta nueva manera de representar, consigue atraparse aún más la atención del
espectador. En todo momento pareciera que la película va a dar un giro, que va a
seguir con uno de los tantos planteos y no lo hace. En “La Noche” el espectador lo
primero que cree es que la historia va a enfocarse en el amigo de Lidia y Giovanni,
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pero se abandona esa situación, para plantearnos cómo Giovanni se deja llevar por
una ninfómana, sin embargo se vuelve a abandonar la situación para llevarnos a la
fiesta en honor a Giovanni, en donde Lidia se marcha para estar sola. Estos son unos
de los pocos ejemplos que se encuentran en “La Noche”.
“Ladrón de Bicicletas” si bien no es del cine de arte y ensayo, parece encajar muy bien
con esta premisa. Al igual que en el film de Antonioni, hay situaciones que son
abandonadas rápidamente: La búsqueda de la bicicleta en el mercado de cosas
robadas, la charla entre Antonio y su mujer, el almuerzo con su hijo.
Este “abandono” de las situaciones es la razón por la que el espectador sigue con
entusiasmo la historia. Siempre hay un suceso inesperado que capta la atención, pero
cuando uno cree que se va a seguir con ese hilo, un nuevo hecho consigue
contradecirnos. Todo esto parece poder resumirse en dos líneas:
“[…] la vida es más compleja de lo que el arte puede llegar a ser y […] la única forma de
respetar tal complejidad es dejar causas pendientes y preguntas sin respuesta.” (Bordwell, 155)
Sin embargo todavía siguen habiendo elementos en común entre De Sico y
Antonioni… los personajes. No es que se repiten los mismos como si estuvieran
estereotipados, sino que su manera de accionar es la misma, y como ambos
corresponden a olas que rompen con la representación y narrativa del cine clásico, en
este aspecto también se ocupan de mostrar la diferencia.
“Si el protagonista de Hollywood corre hacia su objetivo, el protagonista del cine de arte y
ensayo se presenta deslizándose pasivamente de una situación a otra.” (Bordwell, 207)
Con esta afirmación surge como respuesta inmediata: “Antonio sí corre en un objetivo,
en recuperar su bicicleta”. Aunque cabe recordar que no corresponde al cine de arte y
ensayo, extrañamente sí cumple con lo anterior.
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“Ladrón de Bicicletas” comienza con Antonio que consigue un trabajo, el cual sólo
puede llevar a cabo si tiene una bicicleta. Es por eso que ocurre toda la acción.
Antonio sí tiene un objetivo, el cual es recuperar (u obtener) una bicicleta, sin embargo
es algo secundario. Su verdadero objetivo es mantener a su familia, salir de la ruina,
razón por la quiere el trabajo. El film por el contrario busca mostrarnos la
desesperación y agonía de Antonio, tras fracasar constantemente en distintas
situaciones; En “La Noche” puede verse claramente como los personajes pasan a
través de esas distintas situaciones sin un objetivo concreto, para mostrarnos también
de sus emociones e incluso a veces de su interior.
En conclusión, por más obvio que parezca, puede afirmarse que “Ladrón de Bicicletas”
marcó en la industria del cine italiano un antes y después, y fue por ello que se
siguieron experimentando nuevas formas de narrar, donde lo que importaba ya no era
el principio aristotélico de un inicio, nudo y final, sino que la historia en sí, la manera de
mostrar la realidad sin la necesidad de imponer valores, los personajes con sus
conflictos internos, sus sentimientos y deseos.