Filemón: un asunto muy particular
La única carta auténtica dirigida a un particular es
una pequeña obra de arte y del corazón
Escrita por Pablo
(Flm 19)
es la más breve de todas sus
cartas
una carta de
recomendación.
Nos presenta de manera iluminadora a un Pablo insólito; su forma delicada de solucionar un
problema espinoso y su táctica persuasiva.
Aunque es una comunicación privada, tiene
alcance comunitario, al
quedar asociada al destinatario la
iglesia que se reúne en su casa
(Flm 2)
Escribiendo a Filemón Pablo reacciona pastoralmente; quiere inducir a un comportamiento cristiano.
Por ello propone su solución sabiéndose con autoridad suficiente como para imponerla,
se ofrece a indemnizarle pero, inmediatamente, insinúa que no lo debe tomar a mal e, incluso, alude a la deuda
que Filemón tiene que saldar con él (Flm 17-20);
sabe que pudiera hacer una petición irrefutable, pero prefiere una libre decisión (Flm 14).
Flm, al igual que Flp, ha sido escrita en cautividad (Flm 1,9.10-13.23) y presenta a
Timoteo como mitente (Flm 1; Flp 1,1). Hay que pensar de nuevo en Roma, Cesarea o
Efeso como posibles lugares de redacción.
El apóstol, aunque prisionero, tiene
suficiente libertad como para tratar con Onésimo
y escribir a Filemón.
El destinatario es un convertido de Pablo (Flm 10), que parece vivir en
Colosas.
Una singular carta 1
Flm es la carta de recomendación (Flm
9.10.17),
Que Pablo escriba con evidente intención de influir
en su destinatario ha contribuido a que en la carta
aparezcan mejor rasgos típicos de la retórica griega; la composición es fácil de
identificar:
Introducción 1-3 Prescrito
4-9 Captatio benevolentiae
Cuerpo epistolar 10 Tesis: súplica por Onésimo11-18 Argumentación
Utilidad de Onésimo para Filemón y Pablo La nueva condición de Onésimo Garantías de Pablo Exhortación final
19-20 Saludos y despedidaConclusión 21 -25
1Pablo, prisionero de Cristo Jesús, y Timoteo, el hermano, a Filemón, el amigo querido y colaborador nuestro,
Pablo se presenta como prisionero de Cristo Jesús
(9.10.13.23).
Es ciertamente original, y refleja la situación concreta desde la que escribe la carta, la cárcel (cf. 9.13). El apóstol menciona sus cade nas, No desea suscitar compasión,
más bien quiere presentar su petición con un nuevo merecimiento;
su cautiverio confirma su autoridad apostólica y da a su postura mayor fuerza; no pretende,
pues, presentarse como mártir, más bien aduce su situación como prueba de su comunión vital con Cristo: su prisión muestra su voluntad de dar su vida; persecución y prisión acompañan
y contradistinguen la existencia apostólica.
El apóstol asocia, como
mitente, a Timoteo (Flp
1,1), uno de sus más fieles
colaboradores.
Hijo de madre judía, nacido en
Listra, fue circuncidado a instancias de Pablo quien le encomendó
misiones delicadas varias veces.
Pablo le presenta aquí simplemente como hermano; la fraternidad es la caracterización
más normal entre creyentes.
Pablo es su único autor: la acción de gracias es suya (4), como lo son las principales afirmaciones
(9.12.17.19.20); Timoteo, conocido quizá de Filemón, apoya su causa.
Primer y principal destinatario es Filemón (= amable), a quien Pablo había convertido, probablemente en Éfeso.
Llamándole amado, reconoce una relación cordial con él (cf. Flp 4,1); pero, sobre todo, expresa la convicción paulina de que, por creyente, es amado de Dios.
El cariño de Pablo hacia Filemón se basa, pues, en el amor que el cristiano experimenta en Dios; la realización de este amor divino en la vida cristiana es un motivo de la carta y sustentará el deseo paulino de que el esclavo de Filemón sea considerado su hermano querido.
Al llamarle colega nuestro le honra, pues le asocia al grupo de misioneros que comparte con Pablo el servicio del evangelio.
2Y a Apia, la hermana, y a Arquipo, nuestro compañero de armas, y a la Iglesia que se reúne en tu casa.
A ella quiere también dirigirse, insistiendo así en el carácter
oficial de su carta; el asunto es llevado ante la comunidad, pues en cuanto comunidad fami liar le
concierne.
Filemón queda así emplazado no sólo a leer en público el escri to
sino también a responder ante la comunidad de su reacción; es
Pablo quien considera el caso un problema comunitario.
Antes ha nombrado a Apia y a Arquipos, dos personajes que tendrían que tener una posición
distinguida en esa comunidad.
Apia podría ser la mujer de Filemón; su postura personal, como encargada directa de llevar la casa y del trato con los esclavos,
sería de notable incidencia en el asunto; ello explicaría su mención aquí, entre colaboradores del apóstol; pero no siendo éste un caso estrictamente familiar, Pablo subraya su condición
de creyente, llamándola hermana.
Archipos, considerado tradicionalmente el hijo de ambos, o un amigo, es llamado comilitón por Pablo; el término es sinónimo de colaborador (cf. Flp 2, 25y proviene de la idea paulina de la misión apostólica
como militia Christi;
3Gracia a vosotros y paz de parte de Dios Padre nuestro y del Señor Jesucristo.
Como es usual, cierra el
prescrito con su típico saludo
a la comunidad y a la familia que la
hospeda Pablo les desea gracia, el don divino que posibilita el acceso a Dios y
consigue la paz
El saludo es más que mera fórmula:
sin gracia, el hombre no puede valerse ante Dios;
con ella, la paz está asegurada.
Ambas son deseadas como don y fuerza, para que la comunidad pueda, en la solución del caso, probar que cuentan con
ella; que el origen de ambas quede anclado en
Dios Padre y en Jesús hace gratuita su vivencia, pero inexcusable su falta.
4Doy gracias a mi Dios al hacer siempre memoria de ti en mis oraciones
Pablo hace seguir al
prescrito una acción de gracias a
Dios
Ocasión de ella es el
recuerdo de Filemón;
siempre que de él se
acuerda, se llena de
agradecimiento para con
Dios.
El recuerdo acontece
mientras reza, en la presencia de Dios hacen
acto de pre sencia los suyos y sus problemas
y convierte su oración en acción de gracias
personal.
5al oír tu caridad y la fe que tienes en el Señor Jesús y en todos los santos,
El conocimiento del amor y de la fe de Filemón le
motivan al reconocimien to
de Dios;
La caridad de Pablo va significativamente señalada en primer lugar y tie ne como
destinatarios a todos los santos; es su amor, pues,
universal, sin límites, dentro de la comunidad cristiana; su fe se concentra en el Señor Jesús, siendo la fuente de su caridad
Caridad y fe pertenecen a la
descripción paulina de la
existencia cristiana;
La razón, pues, de la acción de gracias está en lo que
Filemón ya es; su amor es discernible, pues puede
hablarse de él, y no excluyente, ya que se
extiende a toda la comunidad: el ‘amado de
Dios’ es un ‘amante’ universal
6para que la comunión de tu fe se haga eficaz en el conocimiento de todo lo bueno que hay en vosotros en Cristo.
por la fe Filemón está llamado a actuar, y ha
sido para ello capacitado, su
conocimiento como amor práctico en
directa orientación y subordinación a Cris to; él es la meta de la vida y de la acción del
cristiano
Para gloria de Cristo, Pablo pide
a Dios que Filemón reconoz ca la
voluntad precisa de Dios y la haga
realidad.
De esta forma, teológica y sico
lógicamente, prepara su petición:
teológicamente, porque ha rogado a
Dios le haga reconocer su
voluntad; sicológicamente, porque asegura a Filemón que es
capaz de llevarla a cabo.
Con no poco tino le está preparando
para cuanto le va a pedir: en el deseo de Pablo Filemón
ha de ver la voluntad de Dios.
7Pues tuve un gran gozo y consolación por tu caridad, ya que las entrañas de los santos han hallado alivio por tu medio, hermano.
Antes de concretar la buena acción deseada, Pablo alude a la
caridad de File món; le ha procurado gran alegría y consuelo.
Filemón, que mo tiva la eucaristía apostólica por su vida creyente y causa la alegría paulina por su
amor eficaz, es invitado a reconocer en la actual situación lo
que Dios quiere, desde Cristo Jesús; y esto, sin presentar aún el caso en concreto, aunque todo se
decida en él.
8Por ello, aunque teniendo toda libertad en Cristo para ordenarte lo que conviene,
Pablo prefiere rogar recurriendo al amor; el apóstol silencia
sus derechos e insiste en la caridad
de Filemón.
Su renuncia al poder es significativa, ya que Pablo suele
ser consciente de tenerlo y lo reivindica con energía en sus car tas; muy bien podría, como en otras ocasiones, imponer
una directiva obligatoria, pues cuenta con toda libertad para
ello allí donde se realice el señorío personal de Cristo, allí donde se encuentra el creyente
en Cristo.
Pablo en vez de obligar a la
obediencia, busca provocar el amor
voluntario.
No ejerce sus derechos sobre Filemón porque, bien
mirado, le va a proponer que renuncie a los suyos sobre su esclavo; de ahí que, aun sin mencionar todavía el motivo de su
intervención, ya ha renunciado a imponerse.
9pido, mejor, por la caridad, siendo como soy Pablo, un anciano, y ahora, además,
prisionero de Cristo Jesús, 10te ruego por mi hijo Onésimo, a quien en gendré en las
prisiones,
El tacto pastoral de Pablo le lleva, de forma sicológicamente eficaz, a subra yar la caridad de Filemón antes de decirle cómo ha de ser probada, y a aludir a la situación de impotencia desde la que le ruega: es un anciano prisionero por Cristo Jesús
No desea nada para sí, sino para alguien que le está muy cercano, el hijo engendrado en la prisión, en el dolor y la soledad, Onésimo.
Pablo ruega encarecidamente por un convertido durante su cautiverio, sin que se puedan adivinar las circunstancias de la conversión.
Su intercesión se base en el aprecio que Pablo nutre tanto por Filemón como por Onésimo;
11quien un tiempo te fue inútil, pero ahora tanto a ti como a mí nos es de provecho
Pa blo juega con su nombre y alude a la situación creada: antes fue inútil,
perjudi cial, para Filemón, ahora puede ser un beneficio para ambos.
En el contraste, antes/ahora, aparece un esquema
característico del apóstol para describir la con versión; a partir de ella Onésimo ha dejado de ser lo que era para su dueño,
siendo útil para él y para Pablo la utilidad de Onésimo,
conocida del apóstol (13.17), radi caría en la comunidad de fe
y no ya en la servidumbre gratuito
12a quien te envío, a él, es decir a mis propias entrañas
Pablo le ruega una decisión, enviándole al
esclavo.
Le importa que cambie la relación entre un señor y su esclavo; por ello insiste, de
nuevo, en los lazos afec tivos que le unen con el esclavo: es
su propio corazón.
La acogida es responsabili dad de
Filemón
13A quien yo quisiera retener junto a mí, para que me sirviese en el cautiverio del evangelio en tu lugar; 14pero sin tu conocimiento no quise hacer nada, para que tu bondad no fuera como por obligación sino de grado
Pablo informa a Filemón haber
pensado quedarse con Onésimo, para que en su lugar le sirviera en
el cautiverioTal afirmación tendría que
sorprender a Filemón, ya que le supone en deuda con el apóstol; el servicio debido, seguramente,
resultaba de haber sido convertido también él por Pablo
Filemón ha de contar con la posibilidad de actuar el
bien en libertad; una obediencia arrancada
bajo imposición no entra entre los objetivos del
apóstol.
15Pues quizá por esto se escapó un tiempo, para que lo recobres para siempre,
Es aquí, como ejercicio de caridad, donde Pablo ha querido plantear el pro blema; y desde aquí se atreve, con cierta cautela,
a proponer una interpretación de la huida de Onésimo, que la convierte en beneficio para Filemón: quizá por éste fuera aquél
alejado momentáneamente, para que lo recibiera fuera para siempre.
Implícitamente Pablo reconoce el derecho que le asiste a Filemón, pero ha cambiado la relación con Onésimo
Que el antiguo esclavo vuelva a su señor como hermano impide res tringir ¡a conversión de Filemón al ámbito de lo meramente
espiritual; han de cambiar las relaciones personales en su hogar.
I6« no ya como esclavo, sino más que esclavo, como hermano querido, en espe cial para mí y ¡cuánto más para ti!, en la carne lo mismo que en el Señor.
Pablo no ha presentado todavía una petición directa; pero ha ofrecido ya una valoración teológica de lo sucedido, que en la práctica es una exigencia para Filemón; en Onésimo no debería ver al esclavo recuperado sino un nuevo hermano que amar
Filemón debe ver en Onésimo un hermano tanto en el seno de su familia, en su casa, en las cosas de todos los días, como en su relación per sonal con Cristo.
El siervo es, desde el evangelio y para su servicio, igual a su señor, siendo ambos siervos de un úni co Señor; si en el Señor no hay diferencias entre hermanos
17Si me tienes por compañero, recíbelo a él como a mí.
Por fin Pablo expresa su deseo
en una petición
Dando por supuesta una relación de solidaridad con
Filemón (si me eres compañero), presenta como
consecuencia lógica la aceptación de Onésimo en su lugar: recíbelo a él como a mí.
I8Y si en algo te hizo daño o algo te debe, eso ponlo a mi cuenta.
Pablo propone a Filemón que renuncie a su de recho de castigar a su esclavo;
si en algo le agravió o algo aún le debe, ruega se lo ponga en su cuenta
Pablo, aunque prisionero y necesitado de apoyo económico se ofrece como garantía; sale fiador como un padre de su hijo (10),
19Yo, Pablo, lo escribí con mi propia mano, yo lo pagaré, por no decirte que tú mismo me estás en deuda.
Pablo recuerda a Filemón la deuda
que con él mantiene, una deuda personal,
pues le debe su existencia cristiana quiere confirmar un
estado de mutuo endeudamiento; el
siervo con su amo y el convertido con su
apóstol.
20Sí, hermano, reciba de ti gozo en el Señor; alivia mis entrañas en Cristo
Pablo llama herma no a Filemón y le ruega poder
sentirse feliz de él en Cristo.
espera de Filemón una conducta en el Se ñor
el amor que desea para su corazón, lo
desea para el esclavo (7.12); lo que
experimente Onésimo, lo sentirá Pablo
21Confiado en tu obediencia, te escribo esto, sabiendo que harás aún más de cuanto te digo.
no se trata, pues, de pedir obediencia a un deseo privado sino obe diencia a la fe común; no es un asunto privado lo que motivó el escrito; está en juego el bien (6.14), el amor (9), un hermano en Cristo (16), el apóstol (17), el mismo Filemón (20); su decisión será optar por la voluntad divina, según confía el apóstol.
Filemón está bajo la obediencia de la ley de Cristo.
Pablo tiene la certeza de que Filemón será aún mejor de cuanto él de sea (16-17)
22Al mismo tiempo prepárame hospedaje; pues espero que, por vuestras oracio nes, seré regalado a vosotros.
Tal anuncio era un honor y, al mismo tiempo, un compromiso: la hospitalidad era norma en la antigüedad y una usanza habitual entre cristianos.
quien recibiera al esclavo como si fuera el apóstol, tendría también a éste en persona.
23Te saludan Épafras, mi compañero de prisión en Cristo Jesús; 24Marcos, Aris tarco, Demas, Lucas, mis colaboradores.
Es costumbre, manda a Filemón
saludos de cuantos le acompañan
Sorprende que no aparezca el nombre
de Timoteo
Quienes son citados aparecen como
colaboradores del apóstol,
•Épafras procedía de Colosas y fue el fundador de esa comuni dad ;
•Marcos procedía de Jerusalén •Aristarco es un judeocristiano de Tesalóñica•Demas y Lucas son citados también en la lista de Col 4,14, el primero, se gún 2 Tim 4,10, abandonaría después al apóstol por amor al mundo; Lucas, en cambio, médico gentilcristiano permaneció fiel junto a él en momen tos penosos
25La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amen.
La carta se cierra con un saludo dirigido a la comunidad
El apóstol desea que la gracia de Cristo se haga presente en el espíritu de su comunidad;
Sólo si Cristo se hace pre sente en el espíritu común la petición
de Pablo será aceptada.
La esclavitud, ¿problema cristiano?
La carta tiene un va lor indudable para comprender la posición del cristianismo paulino frente a los problemas sociales.
Para la mentalidad del hombre contemporáneo resulta poco menos que incomprensible la solución propiciada por Pablo;
Pablo acepta la esclavitud como un hecho social y, quizá también, como una ne cesidad indiscutible; lo era también entre judíos.
hubiera sido prácticamente
ineficaz, además de profundamente peligroso para el
futuro del incipiente
movimiento, predicar la
liberación social de los esclavos.
el problema de la esclavitud era para
el cris tianismo paulino de una
actualidad mayor de cuanto lo pueda ser para nosotros: muchos cristianos
eran esclavos
El esfuerzo por cambiar radicalmente la
orientación injusta del mundo habrá que
ahorrárselo para predicar la salvación de este
mundo y librarlo de su injusticia en Cristo Jesús.
Y mientras tanto, no hay que olvidarlo, las
relaciones interhumanas ya han cambiado, puesto que ya no hay diferencia
alguna entre esclavo y señor
Dios, al llamar a ambos, no la ha
hecho. Y eso es lo que importa, el don
de Dios.
la liberación social no es la urgencia cristiana. El cristiano ha de vivir liberado de las diferencias que impone la sociedad.
Adherirse a Cristo comporta un cambio radical en las relaciones sociales; a la servidumbre obligada ha susti tuido la fraternidad libre entre creyentes.
Es significativo que Pablo, en el caso concreto de Filemón y Onésimo, no recurra a principios que surgen del único bautismo y se empeñe en convencer con argumentos, cargados más de emocio nes que de órdenes o razones.