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EL EXILIO OLVIDADO
(cristianismo mesiánico)
Carlos Canosa/Jerusun
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"Yo os envío al profeta Elías
antes que venga el día de YaHWéH,
grande y terrible.
Él hará volver el corazón
de los padres hacia los hijos,
y el corazón de los hijos hacia los padres,
no sea que yo venga y castigue
la tierra con maldición".
Malaquías 4:5-6
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Índice
INTRODUCCION........................................... 4
--- 1) EL PROPÓSITO DE YAHVÉH EN LA DIVISIÓN DE ISRAEL EN DOS CASAS/REINOS.................................. 15
2) LA SUPREMACÍA DEL DIOS DE ABRAHAM EN LA HISTORIA DE LAS NACIONES.............................................. 20 3) EL NACIMIENTO DE UNA GRAN NACIÓN................................................ 38 4) LA PROFECÍA MÁS AMADA (el rescate de la Esposa)................................ 51 --- ANEXOS............................................................. 62 GLOSARIO......................................................... 70
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INTRODUCCIÓN
El eje principal del plan profético revelado en la Biblia
habla de cómo un remanente escogido de la descendencia
del norteño “reino de Israel” –compuesto por las diez
tribus llamadas “perdidas”- sería retornado a la tierra de sus
antepasados -Sión- de donde había sido echado por
YaHWéH debido a su infidelidad a partir del año 722 AC.
Este retorno en el mundo venidero/athid lavo de un
remanente escogido de las diez tribus que son llamados en
la profecía “Israel”, “casa de Israel”, “hijos de Israel” o
“Efraín” -entre otros nombres- es imprescindible para la
restauración prometida de lo que el AT llama
“Tabernáculo de David restaurado” (Amos 9:11) y el
Nuevo Testamento “Reino de Dios”/“Reino de los
Cielos”.
Esa es la trama casi excluyente de la profecía bíblica: el
retorno de un remanente de Israel(Efraín) a Sión en el
mundo venidero/athid lavo. También se habla de Judá - o
la "casa de Judá"/”casa de David”– a través de la cual
vendría el Mesías prometido –“la Salvación viene de los
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judíos” (Juan 4:22)-. Pero el Plan de Redención de las
naciones se focaliza casi en forma excluyente en el rescate
de un remanente escogido de los “hijos de Israel”/“casa de
Israel”/”Efraín”. Y tanto es así que aun las profecías
mesiánicas se hacen dentro de un contexto de retorno de
este remanente desterrado. Veamos como la proclamación
del perdón al contumaz “Efraín” y el anuncio de un
retorno futuro a su tierra –Sión- es relatado sucintamente
entre decenas de otros pasajes en Jeremías 31:9:
“Irán con llanto,
mas con misericordia los haré volver...
porque yo soy el padre de Israel,
y Efraín es mi primogénito”.
Y también con palabras de impresionante intensidad en
Oseas 11:8:
“¿Cómo he de dejarte, oh Efraín?
¿Cómo he de entregarte, oh Israel? ...
Mi corazón se revuelve dentro de mí;
se inflama mi compasión”.
Esta compasión angustiosa de YaHWéH por Efraín –el
nombre mas común en la profecía para los “hijos de
Israel”/”casa de Israel”/”Israel”- tiñe todo el sistema
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profético. Y, como decimos, una enorme mayoría de los
pasajes mesiánicos se inscriben en esta compasión de
YaHWéH por “Efraín” y en la promesa de que habrá un
retorno a Sión de donde fue echado –en realidad solo
retornará un remanente escogido y salvo, aquel que haya
recibido la Palabra del evangelio y convertido o re-
convertido, si hablamos en términos históricos, su corazón
al Dios de ISRAEL-.
Pero la Sión venidera a la que volverá ese remanente
escogido de “Efraín” poco se parecerá, es claro, a las tierras
bíblicas de hoy. Habrá sido restaurada, hermoseada en un
grado que no podemos comprender y revestida de Gloria
por causa de la venida del Hijo de David/Hijo del Hombre
y Sumo Sacerdote de nuestra fe. Además, la Palabra se
refiere siempre a una Sión futura ampliada para contener
los "hijos de Sión" esto es, la descendencia de Abraham
nacida en el destierro llamados en algunos pasajes: “hijos
de la desamparada”.
Y la Gloria que revestirá a esa Sión venidera le dará un
pleno carisma celestial ya que de lo contrario el
Tabernáculo de YaHWéH -la morada de YaHWéH entre
los hombres- no podría estar allí y se nos dice que “Dios
morará con su pueblo” (waw). Serán esos los "nuevos
cielos y nueva tierra" en los cuales mora la Justicia -
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"YaHWéH Justicia Nuestra-. Este dosel de gloria (Isaías
4:5) –figura también de matrimonio un santo- es uno de
los fundamentos por los cuales los evangelios equiparan la
Sión venidera al “reino de los Cielos”, porque en ella y en
esos beatíficos días el cielo tocará la tierra. Y nada quedará
en el athid lavo de la Sión herida por mil guerras que hoy
vemos en medio del tumulto inacabable del Oriente
Próximo. De hecho, la Sión en Gloria venidera será tan
diferente de la actual como los cielos lo son de la tierra.
Hemos estudiado en otra parte que aquellos que fueron
alcanzados por el evangelio y lo creyeron –los redimidos de
las naciones- son simiente de Abraham, tanto desde el
punto de vista espiritual como físico, ya que la simiente de
Israel/Efraín cubrió toda la tierra según el misterioso
Propósito de Dios/Elohim –YaHWéH- de extender Su
Gracia a todas las naciones. Esto es lo que se dice
tempranamente en Deuteronomio 32:8:
“...estableció los límites de los pueblos
según el número de los hijos de Israel”.
Y las “iglesias de Cristo” son el “aprisco” en donde se
guardaron/guardan las “ovejas perdidas de la casa de
Israel” recatadas por el evangelio de entre las naciones, esto
8
es: en donde encontramos a los israelitas descendientes del
reino desterrado de Israel(Efraín).
Por otra parte vale recordar que el destierro planetario de
Efraín –inscripto como decimos en los Planes del
Altísimo– estuvo potenciando por el hecho de que los hijos
de José –Efraín y Manases-, líderes de las “diez tribus”,
fueron bendecidos con una inconmensurable prole según
nos dicen los oráculos del patriarca Jacob (Génesis 35:11).
De modo que cuando su descendencia fue “mezclada” con
las naciones imprimió en ellas su inmenso caudal genético
–“como las estrellas del cielo y las arenas del mar”- y hoy
puede decirse que hay simiente de Abraham en todas las
etnias de la tierra. De modo que hay/habrá descendencia
de Abraham redimida –perdonada/rescatada- “de todo
linaje, lengua, pueblo y nación” (Apocalipsis 5:9) aunque la
prueba que vale para Dios/Elohim no es el ADN genético,
sino la fe en la capacidad redentora de la sangre del
Cordero de Dios: Cristo/Mesías de ISRAEL, como esta
dicho en Gálatas 3:29:
"si vosotros sois de Cristo,
ciertamente descendientes de Abraham sois,
y herederos según la promesa".
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¿Y porque entonces los creyentes no recuerdan/
recordamos que provienen de una descendencia israelita
desterrada? En realidad lo recuerdan en misterio desde el
momento en que convierten su corazón a Jesús/Yeshua –
Hijo de Dios y Rey de ISRAEL- uniéndose así
indisolublemente a la historia pasada y futura de ISRAEL.
Pero en las profecías de Oseas y Amos se explica este
olvido. Dice Oseas 2:11:
“Haré cesar todo su gozo,
sus fiestas, sus nuevas lunas,
sus sábados"
Es decir, el castigo por la apostasía religiosa de las diez
tribus desterradas de Samaria (otro nombre para el reino
del norte) consistiría -entre otras cosas- en el olvido de las
fiestas solemnes de ISRAEL cuando fueran desterrados
entre las naciones. Estas fiestas solemnes serían borradas
de su recuerdo por determinación de YaHWéH. Y estas
fiestas solemnes eran/son la “marca” de ISRAEL como
nación de modo que, al olvidarlas, los desterrados
olvidaron también la nación santa de la cual eran
descendencia. Y es así que en su trajinar entre las naciones
adquirirían otras fiestas nacionales y otros modelos
culturales: el de los pueblos con los que fueron
“mezclados”. Por eso Sofonías 3:18 se refiere al retorno
10
de Efraín mencionando el oprobio del olvido de las fiestas
solemnes:
"Reuniré a los que se afligen
por las fiestas señaladas,
Tuyos son, oh Sión,
El oprobio del destierro
es una carga para ellos"
Lo llamativo –o quizás no- es que este traumático exilio de
los israelitas del norte –las diez tribus- nunca formó parte
de la enseñanza básica de las “iglesias de Cristo” de todos
los tiempos. Esto solo puedo haber sido así debido al
designio expreso de Dios/Elohim -YaHWéH-. Y si Él
decidió ocultarlo a los miembros de las “iglesias de Cristo”
a pesar de que en ellas se mueve/movió el Espíritu Santo,
mucho mas oculta estaría esta identidad en misterio de la
“casa de Israel” a los profanos. Este es un misterio de
YaHWéH, el Guía de la historia, que solo Él puede
develar/revelar a su tiempo (y de hecho ya lo está
haciendo).
Es por eso que las “iglesias de Cristo” erraron tanto en su
interpretación escatológica durante 2.000 años queriendo verse
como “sustitutas” de ISRAEL cuando en realidad ellas “son”
11
ISRAEL. No fue ningún complot de las tinieblas, es que les
estaba vedado percibir la verdad.
Los creyentes estudiamos mucho sobre el exilio del pueblo
judío a manos de Nabucodonosor y el posterior retorno a
su tierra 70 años después. Pero olvidamos que todavía no
hubo retorno del exilio para el norteño reino de Israel -
Samaria- que era la parte más numerosa y próspera de
ISRAEL y que estaba liderada nada menos que por el
“primogénito” de Jacob: Efraín (y es porque Efraín fue
declarado “primogénito” por Jacob, en sustitución de
Rubén, su hijo concupiscente, que otro nombre profético
para los desterrados del reino norteño es “Jacob” o
“tiendas de Jacob”). ¿Olvidaría acaso YaHWéH a esa parte
tan sustancial de Su pueblo? ¿Lo dejaría para siempre en el
destierro? Vimos que NO, que este destierro fue diseñado
desde la eternidad junto a un Plan para su retorno a Sión es
el mundo venidero/athid lavo, que es el Plan de Redención
de las naciones. Sin embargo estas preguntas nunca se
hicieron en las “iglesias de Cristo”. Y el hecho de que la
enseñanza sobre este exilio y destierro del pueblo israelita
del norte se esté abriendo paso en estos días revela que
hubo un Propósito oculto para ese “olvido” y que los días
del fin de la historia de las naciones se aproximan con la
misma velocidad con que este misterio es revelado y
aceptado por los creyentes. Es que Dios/Elohim –
12
YaHWéH- administra Su Enseñanza según los tiempos
para el cabal cumplimiento de Su Propósito. Y estos son
los tiempos en que el Eterno prepara el retorno a Sión del
remanente de Israel(Efraín) al que le será añadido un
remanente escogido de Judá para su gozoso reencuentro en
el “gran día de Jezreel” (Oseas 1:11). En realidad, gran
parte del remanente escogido de Judá está oculto bajo
nombres gentiles desde la Inquisición española y una
buena parte de el se congrega en las “iglesias de Cristo” de
toda América sin ser conscientes de sus raíces. Y aun los
judíos que son conscientes de ellas están comenzando a
abrazar a Jesús/Yeshua reconociéndolo como su
Mesías/Meshiaj. Dice Jeremías 23:
“Por tanto, vienen días, dice YaHWéH,
en que no dirán más: ‘¡Vive YaHWéH,
que hizo subir a los hijos de Israel
de la tierra de Egipto!’,
sino:
‘¡Vive YaHWéH, que hizo subir
y trajo la descendencia de la casa de Israel
de tierra del norte y de todas las tierras
adonde yo los había echado!’
Y habitarán en su tierra”.
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En este pasaje la “tierra del norte” señala en la dirección
por donde los “hijos de Israel”/”casa de Israel”/”Efraín”
fueron desterrados –la región del imperio asirio- y en
donde permanecieron por algún tiempo antes de migrar a
los “cuatro vientos de la tierra”, y notoriamente hacia
“occidente” cubriendo la hoy Europa. Y se dice en ese
pasaje que llegará un día – y ya lo vislumbramos – en que
estos israelitas dispersos, el remanente de Israel, será
restaurado a Sión y luego recordará el portentoso éxodo
que los retornó desde el destierro/desierto de las naciones
“por el aire” con tanta intensidad emocional que
sobrepasará al también portentoso éxodo de Egipto -“por
el agua”- que dio origen a la nación de ISRAEL fraguada
en las faldas del Sinaí bajo la guianza de Moisés. Dice
Maimónides, el mayor de los sabios judíos:
"Si él [el Mesías] reúne al remanente
disperso de Israel, él es definitivamente
el Mashíaj."
Y estamos próximos a el día en que el Mesías de ISRAEL –
Jesucristo/Yeshuahamashiaj- demostrará a propios y
extraños esta definitiva señal que quedó pendiente de su
ministerio carnal y congregará de entre las naciones, en días
de tribulación como nunca hubo, el remanente santo de
Israel –los que “esperan en Él”- y así restaurar el
14
Tabernáculo caído de David, que es el bendito Reino de los
Cielos que Él prometió a los creyentes. Amen y amen.
-<>-
15
EL PROPÓSITO DE YAHVÉH EN LA DIVISIÓN DE ISRAEL EN DOS CASAS/REINOS
En el año 1.010 A.C. David consiguió unificar
efectivamente a Israel - luego del traumático reinado de
Saúl - e hizo de Jerusalem, la ex-fortaleza de los jebuseos, la
capital de un reino unificado. Su reinado definió el
ISRAEL arquetípico -llamado luego en la profecía el
Tabernáculo de David (Amos 9:11)- galardonado de
magnificas victorias en el campo de batalla y gran
renombre internacional. A su muerte, luego de varias
intrigas palaciegas, el reino pasa a manos de Salomón, su
hijo con Betsabé, que lo lleva a un mayor esplendor y
reconocimiento internacional. Pero luego de su muerte el
reino davítico único se divide en dos. Esto aconteció en el
año el año 930 a.C.. Las dos partes en que fue dividido
fueron: el reino de Judá al sur y el reino de Israel(Efraín) al
norte. Y cuando Roboam –hijo/heredero de Salomón al
que solo seguían las tribus de Judá y Benjamín- quiso
marchar sobre el separatista reino del norte a fin de
someterlo, YaHWéH lo detuvo diciéndole:
16
“No vayáis, ni peleéis contra
vuestros hermanos los hijos de Israel;
volveos cada uno a su casa,
porque esto lo he hecho yo.
Y ellos oyeron la palabra de Dios,
y volvieron y se fueron,
conforme a la palabra de YaHWéH.”
(1Reyes 12:24; 2 Crónicas 11:2-4)
La división entonces en dos reinos –o dos casas reinantes:
Judá y Efraín- del que fuera el reino unificado de David -el
Tabernáculo de David- fue entonces algo determinado por
YaHWéH para sus propios fines. Eso esta claro. ¿Y cuál
podría ser el Propósito de YaHWéH al permitir esta
división del reino unificado de David -y Salomón- en "dos
casas"?. El Altísimo en Su presciencia conocía que el reino
del norte habría de apostatar de la fe e iría al destierro entre
las naciones sin memoria nacional (nota 1). Y de esta
manera la semilla de Abraham sería sembrada entre todas
las naciones de la tierra como fue anunciado en Génesis
17:5-6:
“Y no se llamará más tu nombre Abram,
sino que será tu nombre Abraham,
porque te he puesto por padre
de muchedumbre de gentes
17
Y te multiplicaré en gran manera,
y haré naciones de ti,
y reyes saldrán de ti”.
Esto es: no solo Abraham sería padre de una
“muchedumbre de gentes”, sino que según su nuevo
nombre sería "padre de multitudes”. Esto indica que su
descendencia excedería a la nación de ISRAEL ubicada en
lo que hoy es llamada Palestina, ya que de su simiente
saldrían “naciones” y “reyes” (en plural).
De modo que la redención que fue ofrecida al apóstata
Efraín, escondido en misterio entre las naciones e
indiferenciado de ellas, alcanzaría finalmente a todos, ya
sean israelitas o gentiles, ya que para llegar hasta Efraín –
esto es, la "casa de Israel" desterrasda- habría que predicar
el evangelio a todas las naciones de la tierra en donde la
descendencia de las “diez tribus” estaba escondida en
misterio por determinación de YaHWéH. Y así el Reino de
los Cielos/reino mesiánico/Tabernáculo de David
restaurado se convertiría en la única esperanza de
redención de naciones y pueblos de toda lengua y linaje.
Esto se expresa en Apocalipsis 5:9:
“y cantaban un nuevo cántico, diciendo:
Digno eres de tomar el libro
18
y de abrir sus sellos;
porque tú fuiste inmolado,
y con tu sangre nos has redimido para Dios,
de todo linaje y lengua y pueblo y nación”
La sangre de Jesús/Yeshua -el Hijo/Cordero de Dios/Rey
de ISRAEL- fue derramada para Salvación “de todos”
(Hechos 10:36) y así por fe alcanzó a “todo linaje y lengua
y pueblo y nación” porque en toda nación hay semilla de la
"casa de Israel"(Efraín) en misterio, y por eso de todas las
naciones será tomado el remanente elegido como esta dicho
en Romanos 10:12-13:
"...no hay diferencia de Judío y de Griego:
porque el mismo que es Señor de todos,
es rico para con todos los que le invocan;
Porque todo aquel que invocare
el nombre del Señor, será salvo.
+
^^^
nota 1 la "casa de Judá" –al contrarío de la "casa de
Israel(Efraín)"- conservaría en su mayoría la
memoria de sus raíces aun cuando fue desterrada
entre las naciones y así se convertiría luego de su
retorno en la orgullosa guardadora de las tradiciones
19
de ISRAEL y de la Palabra de YaHWéH (Romanos
3:1). Raíces estas que la descendencia de las diez
tribus/casa de Israel(Efraín) fue condenada a olvidar
(Oseas 2:11) para que así pudiera ser mezclada entre
las naciones a las cuales, por contenerla, se
extendería la "pura gracia" redentora (Oseas 14:4) de
YaHWéH transmitida a través de Su Palabra, en
gran parte guardada por Judá –como dijimos- a la
que fue añadida la revelación del Hijo de Dios y el
Nuevo Pacto, mas el inicio de la obra apostólica
(llamados genéricamente los evangelios).
-<>-
20
LA SUPREMACÍA DEL DIOS DE ABRAHAM EN LA HISTORIA
DE LAS NACIONES
1) los dos extremos del Plan del Redención
En Isaías 51:2 se nos invita a mirar hacia el origen de la
ejecución del Plan de Dios/Elohim –YaHWéH- para
redención de las naciones. Y se dice así:
“Mirad a Abraham, vuestro padre,
y a Sara, que os dio a luz;
porque cuando no era más que uno solo,
lo llamé, lo bendije y lo multipliqué”.
Allí comenzó todo: YaHWéH eligió a una persona:
Abraham, “lo llamó, lo bendijo, y lo multiplicó” para
obtener una descendencia bendita en medio de un mundo
rebelde y endurecido (que ya había sido juzgado por el
Diluvio del que se habían salvado solo ocho personas que
había dado un nuevo comienzo a la humanidad). Esta vez
con la elección de Abraham, al que veremos que bendeciría
21
con una descendencia prodigiosa, YaHWéH intervendría
directamente en la historia como Guía de un plan de
Redención que abarcaría milenios comenzando con
Abraham y Sara. En Génesis 22:18 leemos la Promesa que
origino el supremamente maravilloso Plan que solo
podemos percibir en sus grandes líneas:
“En tu simiente serán benditas
todas las naciones de la tierra,
por cuanto obedeciste a mi voz".
Sería entonces la descendencia de Abraham aquella
mediante la cual se ejecutaría Su Propósito redentor. Y esta
bendición/redención a la toda la raza humana se
fundamentaría en un acto de fe heroica de Abraham:
"...por cuanto has hecho esto
y no me has rehusado a tu hijo,
tu único hijo, de cierto te bendeciré
y multiplicaré tu descendencia
como las estrellas del cielo
y como la arena que está
a la orilla del mar..."
(ver. 16-17)
22
En donde el sacrificio de su largamente esperado y único
hijo con Sara: Isaac, ordenado a Abraham como prueba de
fe y obediencia suprema prefiguraba el sacrificio expiatorio
del Hijo del Altísimo en la "plenitud de los tiempos" (nota
1). Este sería la Roca de salvación para toda la humanidad
que cruzaría los siglos decidida desde antes de la fundación
del mundo. ¿Sabía Abraham cuando se dirigía hacia el
monte Moriá con su hijo Isaac que de su obediencia
extrema a esta extraña petición de YaHWéH –que lo había
guiado desde Ur de los caldeos hablándole de un Propósito
eterno- dependía la redención de las naciones?
Seguramente todo su ser estaba sumido en confusión, nada
le parecía tener sentido. ¡Su hijo Isaac había sido una
promesa de YaHWéH largamente esperada y su nacimiento
era un doble milagro debido a la esterilidad y la avanzada
edad de Sara! Había esperado ansiosamente por este hijo
“contra toda esperanza”. ¿Cómo podía YaHWéH pedírselo
ahora en sacrificio? Pero Abraham creía y sabía, en medio
de la confusión que lo sumía en tinieblas, que YaHWéH
era infinitamente Justo y Misericordioso, y que de algún
modo todo al final tendría un sentido (Hebreos 11:19). ¡Y
Abraham obedeció y se abrieron los cielos a favor de los
hombres!
Enfaticemos: fue del vientre infecundo de la ya anciana
Sara hecho fértil por directa intervención del Altísimo que
23
vino Isaac. Y de este milagro señalado por el dedo del
Altísimo vino el tercero de los patriarcas de la descendencia
prodigiosa que cambiaría las naciones: Jacob/Israel. Este
fue el padre de doce hijos –patriarcas de doce tribus- de
donde procede la inconmensurable descendencia de
Abraham que se derramó por todo el planeta
“mezclándose” con todas las naciones de la tierra. Y en
Gálatas 3:7 nos enteramos que es precisamente de esa
superabundante prole gestada/incubada en la
inconmovible fe de Abraham que provenimos los
creyentes:
“Sabed, por tanto,
que los que tienen fe,
estos son hijos de Abraham”
y también:
"si vosotros sois de Cristo,
ciertamente descendientes de Abraham sois,
y herederos según la promesa".
(Gálatas 3:29)
Aunque de hecho los creyentes seamos solo un
“remanente” –un pequeño resto electo por la Gracia-
tomado de esa infinita descendencia mezclada con todas las
24
naciones de la tierra para el cumplimiento de Su Propósito
Redentor (Rom 9:27, 11:5).
^^^
Vayamos ahora al otro extremo, esto es: el final de este
Plan de Redención que cruzó milenios. En el Salmo 47:9-
10 tenemos esta impresionante declaración:
“Los príncipes de los pueblos se reunieron
como pueblo del Dios de Abraham,
porque de Dios son los escudos de la tierra.
¡Él es muy enaltecido!
Esta es la culminación del Propósito de YaHWéH, la
consumación de su Plan Redentor. El momento en que ya
se había establecido definitivamente la primacía de la
descendencia de Abraham en una nueva tierra bajo nuevos
cielos. Y leemos que en esos venturosos días los pueblos –
todos los pueblos- se reunirán “como pueblo del Dios de
Abraham”. Y todas las naciones obedecerán a YaHWéH, el
Dios/Elohim de Abraham que sabemos que llamarán
“YaHWéH Justicia Nuestra” (Jer 23:6). Los “escudos de la
tierra", es decir, los poderes políticos del mundo, ya doblan
en esos días sus rodillas ante el Dios Altísimo. Y dice
25
Romanos 4:18, explicando el Propósito cumplido en
Abraham y su descendencia:
"Él creyó en esperanza contra esperanza,
para llegar a ser padre de muchas naciones,
conforme a lo que se le había dicho:
"Así será tu descendencia".
Y así un remanente santo de la descendencia de aquel
declarado “padre de la fe” dará cumplimiento al Propósito
de YaHWéH de adquirir una población fiel para su Reino
eterno proveniente de todo pueblo, lengua, raza y nación.
¡Aleluya!
2) la simiente escondida en las naciones.
Pero la grandiosa declaración del Salmo 47:9-10 precisa
una explicación que nos recuerde todos sus marcos
proféticos. Recordemos sucintamente esa catarata de
promesas que son la espina dorsal de la profecía mesiánica
y que nos dicen que Sara y Abraham serían los
progenitores de “naciones” –en plural-:
A Abraham le fue dicho:
26
“Te multiplicaré en gran manera, y de ti saldrán naciones
y reyes” (Génesis 17:6);
A Sara:
“... y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos
nacerán de ella" (Génesis 17:16);
A Jacob cuando cambió su nombre para ISRAEL -
"Príncipe de Dios"-:
“... una nación y un conjunto de naciones saldrán de ti, y
reyes saldrán de tus entrañas” (Génesis 35:11);
Y también a Jacob:
“...te multiplicaré, y te pondré por estirpe de naciones...”
(Génesis 48:4).
Todas estas rotundas afirmaciones confirman sin lugar a
dudas que la prole de Abraham, Isaac y Jacob –a través
principalmente de José y sus hijos Efraín y Manases líderes
de las diez tribus- engendraría reyes y naciones a escala
planetaria, no reyes de una sola nación ubicada en la tierra
que YaHWéH prometió “perpetuamente” a Abraham –
Canaán/Sión-. Y son estas naciones nacidas de esa
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prolifera y bendecida descendencia las que YaHWéH
utilizaría para moldear la historia de acuerdo a Su
Propósito ya establecido desde antes de la fundación del
mundo. Recordemos además que la parte final de la
promesa a Abraham -luego de su prueba extrema de
obediencia que abrió los cielos- dice así:
"tu descendencia se adueñará
de las puertas de sus enemigos"
(Génesis 22:17)
lo que es confirmado en la bendición –“robada”- de Isaac a
Jacob:
"Sírvante pueblos
y las naciones se inclinen delante de ti."
(Génesis 27:29)
Todo esto quiere decir que las naciones generadas por la
descendencia de Abraham dejarían una huella indeleble en
la historia: serían protagonistas, no personajes secundarios.
Para hacer una rápida comprobación de esta dispersión
miremos a vuelo de pájaro todo el planeta recordando que
la descendencia de Israel(Efraín) aparece siempre
“mezclada” con otras etnias y se esconde detrás de
diferentes nombres e idiosincrasias, lo que no es el caso de
28
la descendencia de Judá que generalmente –no siempre-
permanece separada de las naciones aun en el destierro y es
así fácilmente discernible. Esta mezcla de la casa de
Israel(Efraín) con toda etnia, y la multitud de nombres con
que es conocida hace imposible afirmaciones rotundas,
salvo algunos casos. Pero algunas cosas sabemos.
Veamos: en África negra hay varias poblaciones que
afirman que descienden de Judá o Israel y hay estudios de
ADN que autorizan esta tradición que es muy firme. En
África del norte pueblos que han tenido influencia en la
historia de occidente, como el bere-bere, parecen
pertenecer a la “casa de Israel” dispersa. En Asia
comprobamos que en China hay conglomerados que se
dicen descendientes de Manasés, en Japón muchas señales
de su religión y cultura vinculan esa laboriosa y enérgica
nación con la religión de Israel. En India -al oeste y el
noreste- hay poblaciones que afirman tener descendencia
israelita incluyendo los ancestros de los “gitanos”. En
Afganistán, los pasthun -la nobleza afgana- dice ser
descendiente de Benjamín. Y estos son solo algunos picos
que se levantan de la bruma de la historia, meros testigos
de una realidad mayor. Si pasamos al continente
americano vemos que los indios de Norteamérica parecen
repetir brumosamente ritos israelitas y en Mesoamérica nos
encontramos con Quetzacoal, “dios” omnipresente en esas
29
latitudes que anduvo entre los hombres, al que se le
atribuye haberse sacrificado a si mismo para que su muerte
anulara la necesidad de todo otro sacrificio -¿muerte
expiatoria?-. Y si esta similitud con el sacrificio expiatorio
del verdadero Hijo de Dios fuera poco, se dice que
Quetzacoal tenía tez blanca y prometió que volvería. Fue
con este “dios/serpiente emplumada” que confundieron
los aztecas al bronco Hernán Cortes creyendo que se
estaba cumpliendo la profecía de su retorno, lo que facilitó
la conquista de México por un puñado de hombres. Este
misterio –el de explicar la extraña similitud de los mitos
relacionados con Quetzacoal y los dogmas básicos del
cristianismo- abre puertas a muchas y variadas
interpretaciones que exceden este rapidísimo comentario.
Pero si querernos llegar al núcleo de mayor influencia de la
descendencia de Abraham en las naciones tenemos que
fijarnos en Europa. Es allí en donde observamos el Pulso
Firme del Guía de la historia actuar en busca de su
Propósito que traspasa los siglos. Y es que todos los
pueblos fundacionales de la hoy Europa, con escasas
excepciones, son producto de diversas mezclas de pueblos
jafeítas con los “hijos de Israel(Efraín)” en el destierro. Y
es que la profecía de Oseas, hablando del castigo que le
sobrevendría al “reino de Israel(Efraín)” señala
preferentemente a esta deriva occidental de los desterrados
por su apostasía. Dice en Oseas 13:15
30
“… vendrá el solano,
viento de YaHWéH;
se levantará desde el desierto..."
Y este “viento solano” –que cumple órdenes de YaHWéH-
era un azote seco que producía un efecto angustiante en las
personas y arruinaba los plantíos, proveniente del desierto
de Arabia o Siria soplando sobre la antigua Samaria. Este
pasaje habla de la destrucción del próspero reino de
Israel(Efraín) pero también podemos entender que
figurativamente “empuja” a los “hijos de Israel (Efraín)”
hacia occidente (aunque vimos que los “hijos de
Israel(Efraín)” migraron hacia todas las latitudes del
planeta.)
Ahora bien, la deriva occidental de los “hijos de
Israel(Efraín)” soplados por ese “viento de YaHWéH”
tuvo dos oleadas principales: la primera fue la de los
pueblos cimerios, nombre que es una corrupción de “hijos
de Omri”, que es como fueron llamados por los asirios la
descendencia de Israel(Efraín); y la segunda fue la de los
sakas/escitas, nombres quizás derivado de “sukas” que
como sabemos significa “tienda o cabaña” en hebreo lo
que daría relevancia al cumplimiento de Oseas 12:9 en
donde YaHWéH profetiza a los prósperos y apóstatas
israelitas del norte cual sería una de las características de su
31
castigo: “aun te haré morar en tiendas”. ¡Y hablaba a
quienes retozaban en lujosas viviendas forradas de marfil!
Si ubicamos estas dos oleadas mogratorias en tiempos
históricos vemos que la primera fue a partir del siglo V a.C
y la segunda –siete siglos después- luego del siglo II d.C..
Los pueblos de la primera oleada fueron llamados por los
griegos “celtas” (“keltoi”) y por los romanos “galos”, y los
de la segunda fueron llamados en la historia corriente
“germanos”/“godos”. Fueron estos últimos los que
finalmente dieron forma definida a las naciones europeos
actuales.
Y “cimerios” y “sakas”/“escitas” –celtas y godos- fueron
pueblos que gustaban en grado sumo de la guerra aunque
su vida tenía también otros ejes: poseían una
cultura/religión que sincretizaba varios mitos y les daba
una firme identidad al punto que resistió al panteón
griego/romano de “dioses”, que eran el sustento cultural
de las potencias hegemónicas de la época. Sin embargo
cuando fueron alcanzados por el mensaje apostólico
“volvieron en sí”, tal como lo hizo el hijo prodigo de la
parábola, y cambiaron sus algarrobas culturales y religiosas
por el culto al Elohim de ISRAEL manifestado en carne en
la “plenitud de los tiempos”: Jesús/Yeshua. Y luego de
haber contribuido a la caída del Imperio Romano –que
32
también se rindió a la nueva fe- y de algunos siglos de
fermental incubación no exentos de luchas feroces que
delinearon la geografía y el mapa político de gran parte de
las naciones europeas actuales estos pueblos “bárbaros” –
externos al Imperio Romano original- finalmente
conformaron una formidable civilización que transformaría
el mundo para siempre: la “cristiandad”. Y en nombre de
esta nueva y expansiva fe estos pueblos iniciaron, por su
vez, un impetuoso período de expansión y conquista hacia
los “cuatro vientos de la tierra”. Era este el esfuerzo
planetario que profetizaba Mateo 24:14:
“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo,
para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin”.
Porque las conquistas de los pueblos europeos alrededor
del mundo fueron acompañadas siempre con el mensaje de
la cruz. Y encontramos el doloroso contrapunto entre la
guerra presente y la paz futura –en un nuevo mundo- que
ofrece el evangelio. Porque esta contradicción solo puede
ser entendido si separamos el plano de lo inmediato/
terrenal y el plano celestial cuyos propósitos son eternos y
cruzan los siglos (la conquista de Canaán por los israelitas
por ejemplo fue extremamente cruenta, pero el Propósito
de Dios/Elohim de dar esa tierra a Abraham y su
33
descendencia no podía ser frustrado, Él establece los
tiempos).
Y es en esta conquista de nuevos territorios que los
pueblos europeos continuaron su deriva hacia el oeste
cruzando intrépidamente el océano y encontrándose con
las tierras que recibirían luego el nombre de “America”
cambiando los parámetros de la historia de aquellos días.
Pero además de esa dirección occidental los pueblos
europeos –recordemos que estaban liderados por la
descendencia de los “hijos de Israel(Efraín)”- se
expandieron hacia África, Asia y “Oceanía” generando
tramas históricas muy complejas y con numerosas
interacciones que lo cambiaron todo. Pues bien, semejante
cambio radical de paradigma histórico a escala planetaria es
el que esperamos con la manifestación del Reino, y ahora
mismo estamos en los dolores de parto.
^^^
De modo que la descendencia de Abraham, Isaac y Jacob -
y de José- realmente cubrió toda la tierra en un entretejido
de pueblos cuyo origen último es difícil de “probar” con
los instrumentos de la historia secular ya que constituye un
misterio solo discernible por el Espíritu Por supuesto que
34
la interpretación histórica de raíz materialista/darwiniana
no contribuye a la claridad, sino a aumentar la confusión.
Sin embargo en íntima comunión con el texto bíblico
podemos observar señales evidentes de la dispersión
planetaria de la descendencia de Abraham y Sara, tal como
les fue profetizado por Dios/Elohim –YaHWéH-. ¡Vemos
que de uno –Abraham- y este ya mortecino, nacieron
millones y cubrieron la tierra! Esa es una obra maravillosa
que solo puede ser concebida por la Mente de Quien creó
los cielos y la tierra y es Dios Omnipotente. ¡Aleluya!
Teniendo en cuenta esta prodigiosa expansión planetaria de
la descendencia de Abraham, a quien Dios/Elohim-
YaHWéH- llamó “amigo”, adquiere su real significado la
afirmación asombrosa de nuestro Señor en Mateo 8:11:
“Os digo que vendrán muchos
del oriente y del occidente,
y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob
en el reino de los cielos”
Mateo 8:11
Estos que vendrán "de oriente y de occidente" a compartir
la mesa del Reino de los Cielos, que es el reino
mesiánico/Tabernáculo de David restaurado, son la
35
descendencia de Abraham repartida por el mundo, o
mejor, un remanente electo lavado por la sangre del
Cordero que volverá con señales y portentos a la Sión en
Gloria del mundo venidero/athid lavó. Y en breve
veremos la manifestación de la simiente redimida de
Abraham, Isaac y Jacob en las naciones. Leamos pasajes
sobre esta manifestación del ISRAEL DE DIOS:
“La descendencia de ellos será
conocida entre las naciones
y sus renuevos en medio de los pueblos.
Todos los que los vean reconocerán
que son un linaje bendito de YaHWéH”
Isaías 61:9
Y también:
“Porque se acordó de su santa palabra
dada a Abraham su siervo,
y sacó a su pueblo con alegría,
y a sus escogidos con gritos de júbilo.
También les dio las tierras de las naciones,
y poseyeron el fruto del trabajo de los pueblos,
a fin de que guardaran sus estatutos,
Observaran sus leyes. ¡Aleluya!”
Salmo 105:42-45
36
Y en Sofonías 3:20:
"En aquel tiempo yo os traeré;
en aquel tiempo os reuniré,
y os daré renombre y fama
entre todos los pueblos de la tierra,
cuando levante vuestro cautiverio
ante vuestros propios ojos,
dice YaHWéH".
Y en Jeremías 31:7:
“Regocijaos en Jacob con alegría;
dad voces de júbilo a la cabeza de naciones.
¡Haced oír, alabad y decid:
"Salva, YaHWéH, a tu pueblo”.
el resto de Israel”
¡Cuantas experiencias esperan a los creyentes, la
descendencia escogida de Abraham, el remanente santo de
Israel! Sepamos que del mismo modo que en la antigüedad
los israelitas cautivos “despojaron” pacíficamente a los
egipcios debido al terror que YaHWéH puso en sus
corazones (Éxo 12:36), los israelitas en el destierro de las
naciones de hoy, que la Palabra llama: “cautivos”, también
recibirán en la Sión venidera el tesoro de las naciones ¡y
37
tendrán una herencia planetaria!, aunque será un pueblo
humilde y manso que "se deleitará en la abundancia de
paz" (Salmo 37:11). Amén y amén.
^^^
nota1) sobre la descendencia de Abraham con Agar y
Cetura invitamos a leer el libro “EL ISLAMISMO Y LA
CONSPIRACIÓN DE EDOM” que se puede bajar en
este sitio.
-<>-
38
EL NACIMIENTO DE UNA
GRAN NACIÓN
"¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una sola vez?"
En Isaías 66:7-8 se hace un anuncio con vívidas palabras
sobre algo que sucederá en la tierra que Dios/Elohim –
YaHWéH- prometió a Abraham y su descendencia como
herencia perpetua cuando se inaugure el mundo
venidero/athid lavo:
“¡Antes que estuviera de parto, dio a luz;
antes que le vinieran dolores,
dio a luz un hijo!
¿Quién oyó cosa semejante?
¿quién vio tal cosa?
¿Concebirá la tierra en un día?
¿Nacerá una nación de una sola vez?
Pues en cuanto Sión estuvo de parto,
dio a luz a sus hijos”.
39
¡Una nación nacerá de pronto, de una sola vez! Esta
imagen es diferente al nacimiento del “hijo varón” de la
mujer “vestida de sol” en Apocalipsis 12. Vimos que ella
era la madre de los nacidos de Espíritu, de los redimidos
por el poder de lo Alto. Ella tuvo un parto angustioso
(Apocalipsis 12:2) rodeado luego de enormes peligros. Pero
el nacimiento de la nación de que se habla en el pasaje
citado será repentino. De pronto irrumpirá en Sión una
población gozosa, que forzosamente nació antes de la
formación de esa nación aparecida en forma tan
sorprendente. Y se dirá:
¿Quiénes son éstos que vuelan como nubes,
y como palomas a sus ventanas?
Isaías 60:8
La población de esa Gran Nación venidera –el “Reino de
los Cielos"/"Tabernáculo de David restaurado”- será
descendencia de "dos familias", o reinos, o “casas
reinantes” que componen juntos la única nación de los
elegidos de YaHWéH: ISRAEL. Dice Ezequiel 37:21-22:
“Voy a sacar a los israelitas
de entre las naciones
a donde han ido a parar;
40
los reuniré de todas partes
y los haré volver a su tierra.
Haré de ellos una sola nación en este país,
en los montes de Israel,
y tendrán un solo rey.
No volverán a estar divididos
en dos naciones,
ni separados en dos reinos”.
Reparemos en esta última afirmación: “No volverán a estar
divididos en dos naciones, ni separados en dos reinos”.
Hasta hoy –a partir del 930 a.C.- la nación separada de las
naciones, nacida en las faldas del Sinaí para ser instrumento
de YaHWéH permanece dividida en dos reinos. Uno de
ellos mezclado en misterio con todas las naciones de la
tierra: Israel, o la “casa de Israel(Efraín)” a quienes les fue
dirigido el evangelio del Reino. Y el otro “reino” o
“familia” de la nación original de ISRAEL esta a la vista de
todos: los judíos. Generalmente se considera al “Estado de
Israel” –al cual llamamos sintéticamente: “Israel”- como la
nación de referencia de todo ISRAEL. Pero no es así, el
Estado de Israel congrega solo aquella parte de ISRAEL
que ha sido custodio de los oráculos de YaHWéH y de una
parte de las costumbres del ISRAEL original. Pero es un
Estado Judío y nunca pretendió ser otra cosa. Pero la
descendencia de la otra parte de ISRAEL, las diez tribus del
41
norte, cubrió toda la tierra y formó las naciones europeas
–entre otras-. Además de dar a origen muchas naciones
según la profecía de YaHWéH a Abran/Abraham. En el
caso de los EE.UU, basta conocerlo para comprender que
esa nación-líder es en realidad un puzzle de nacionalidades
diferentes, como lo será el Reino mesiánico venidero (Ap.
5:9). Allí podemos encontrar nacionalidades provenientes
de todos los continentes: Europa como dijimos, pero
también Asia, África y Australia/Oceanía. Vale aquí
mencionar este pasaje del “Apocalipsis de Isaías” que
encontramos en Isaías 24:14-16:
"Estos alzarán su voz, cantarán gozosos ...
desde el mar darán voces...
en las costas del mar ,,,
De los extremos de la tierra oímos cánticos:
-- ¡Gloria al justo!"
La expresiones “desde el mar”, en las “costas del mar” y
“los extremos de la tierra” describen un lugar muy lejano
del sitio en donde estaba siendo pronunciada esa profecía –
Canaán/Sión-. Y ese lugar lejano que se nos dice está en
medio del “mar” solo puede ser América, el continente
americano. Este continente es una gran “isla” rodeada por
océanos. Y es desde esa tierra en medio del mar que vemos
que, en tanto que el mundo todo entra en densas tinieblas,
42
se escuchan gozosos cantos de alabanzas: “Gloria el Justo”.
Y es que el Mesías/Meshiaj de ISRAEL está pronto a
manifestarse sobre el Monte de los Olivos para vencer al
enemigo/bestia/serpiente original y su falso profeta y
establecer Su Reino sempiterno en la tierra prometida a
Abraham y su descendencia. No importa cuantos se
opongan a ello. Y los elegidos y fieles que aún vivan en el
instante de la venida -o retorno- del Hijo del Hombre
saben que van a venir ángeles a recogerlos (Mateo 24:31)
para llevarlos a asistir a las bodas celestiales del Cordero
para luego ser restablecidos en la Sión venidera que será
restaurada por Su Gloria. Y vemos que una enorme
mayoría de esos que estén viviendo en el último instante de
este mundo, van a estar en America -el continente
americano- lúcidos y gozosos por la “viva esperanza” que
los aguarda a pesar del caos en que el planeta está inmerso.
Caos como nunca hubo exceptuando los días del Diluvio.
Y volviendo a la reunión futura de las “dos familias” de
ISRAEL –Judá e Israel(Efraín)- divididas desde el año 930
a.C. su re-unión anunciada en la profecía conformará una
sola Nación de doce tribus, gloriosa mas de lo que
podemos describir. Es la que se nos afirma que nacerá
repentinamente y sin dolores de parto en el mundo
venidero/athid lavo el grandioso “día de Jezreel” en la
43
inauguración del Reino que aguardamos. Se dice en Oseas
1:10:
“Y se congregarán
los hijos de Judá y de Israel,
y nombrarán un solo jefe,
y subirán de la tierra;
porque el día de Jezreel
será grande”.
Esto es, serán congregados de entre las naciones –“subirán
de la tierra”- los que hayan recibido en su corazón al
Mesías/Meshiaj de ISRAEL, Dios encarnado y resucitado
de entre los muertos para nuestra redención: Jesús/Yeshua.
Ellos son llamados en la profecía: el “remanente de Israel”
y son aquellos a los que se les conoce hoy como
“cristianos”. En realidad son un remanente pequeño de la
infinitamente numerosa “casa de Israel(Efraín)” que cubre
toda el planeta a la que le fue dirigido en primer lugar el
evangelio del Reino (Mateo 10:5-7; Hechos 10:36). Leamos
más sobre esta "subida"/retorno venidero del remanente
de Israel hacia Sión en Gloria. Dice en Jeremías 31:7-8
“Oh YaHWéH, salva a tu pueblo,
el remanente de Israel.
He aquí yo los hago volver...
44
y los reuniré de los fines de la tierra...”
Y en Jeremías 31:10:
“Oíd palabra de YaHWéH, oh naciones,
y hacedlo saber en las costas que están lejos,
y decid: El que esparció a Israel lo reunirá
y guardará, como el pastor a su rebaño”.
Y en Isaías 43:6-7:
“Diré al norte: "¡Da acá!",
y al sur: "¡No los retengas;
trae de lejos a mis hijos,
y a mis hijas de los confines de la tierra,
a todos los llamados de mi nombre,
que para gloria mía los he creado,
los formé y los hice!"
Y en Ezequiel 36:24:
“¡Y yo os tomaré de las naciones,
os recogeré de todos los países
y os traeré a vuestro país!”
Y en Jeremías 33:20:
45
“… yo confirmaré la buena palabra
que he hablado a la casa de Israel
y a la casa de Judá”
El pueblo de la Gran Nación venidera -entonces- será el
remanente salvo por la "pura gracia" de YaHWéH (Oseas
14:4) tomado de entre la inmensa prole de Abraham, Isaac
y Jacob –“como las estrellas del cielo y la arena de la orilla
del mar”– que cubrió los "cuatro vientos" del planeta y será
unificado bajo el gobierno de un solo “Jefe”: el “Hijo de
David”, descendencia de David, Jesucristo/
Yeshuahamashiaj que llamaremos en ese gozoso tiempo
"YaHWéH Justicia Nuestra". En sus días se cumplirán
todas las promesas mesiánicas.
Y dice la Palabra que la actitud de las naciones no-israelitas
(ver anexo) “salvas” del mundo venidero/athid lavó hacia
esa Gran Nación concebida en un instante que se
establecerá en una Sión en Gloria resplandeciente será de
aceptación gozosa:
“Y andarán las naciones a tu luz,
y los reyes al resplandor de tu nacimiento”.
Isaías 60:3
46
Todo esto significa que la que hoy es en muchos sentidos
una tierra conflictiva y sufriente, llena de contradicciones
polvos y ruinas, se desposará con un remanente santo del
pueblo de ISRAEL –esto es: el ISRAEL DE
DIOS/JEZREEL- y será revestida de Gloria celestial. Este
resplandeciente lugar será el hogar santo para un segundo
matrimonio de YaHWéH con Su pueblo, ya que el primer
matrimonio, el del Sinaí –para YaHWéH el Pacto con Su
pueblo significa matrimonio- fue invalidado (Jer 21:32).
Este segundo matrimonio se celebrará en el cielo: serán las
bodas celestiales del Cordero. Allí la iglesia de Cristo
depurada de la cizaña con la que convivió en “las iglesias
de Cristo” durante los siglos de la gracia se habrá
convertido en la Novia del Cordero, convocada al Cielo
(Ap. 19:9) para desposarse eternamente con Su Esposo y
Redentor. Y entendemos porque a Jesucristo/
Yeshuahamashiaj luego de “las bodas del Cordero” lo
llamaremos “YaHWéH Justicia Nuestra”: Él como
Cordero expiatorio nos devolvió la pureza perdida al lavar
para siempre toda rebeldía de la “casa de Israel” –y de la
“casa de Judá”- y así, puro para siempre, un remanente de
las doce tribus de ISRAEL se transformo en la
Novia/Esposa del Santo de ISRAEL, fiel para siempre.
El tipo de este segundo matrimonio en pureza es el del
profeta Oseas que recibió de nuevo como esposa pura y
47
fiel para siempre a Gomer, la prostituta santificada por la
“pura gracia” de YaHWéH que la cautivó en el desierto –
figura del desierto de las naciones-.
Nuestro Esposo y Redentor nos llevará a nuestro eterno
hogar conyugal: Sión en Gloria. Entonces se dirá de la que
hoy es una tierra fatigada y convulsa:
“Nunca más te llamarán "Desamparada",
ni tu tierra se dirá más "Desolada";
sino que serás llamada “Mi deleite”
y tu tierra, “Esposa mía”
porque el amor de YaHWéH estará contigo
y tu tierra será desposada.
Pues como el joven se desposa con la virgen,
así se desposarán contigo tus hijos;
y como el gozo del esposo con la esposa,
así se gozará contigo el Dios tuyo.
Isaías 62:4-5
En Isaías 60:15 a esa Sión venidera se le llama “gloria
eterna” y más, “el gozo de todos los siglos”:
“En vez de estar abandonada y aborrecida,
tanto que nadie pasaba por ti,
haré que seas una gloria eterna,
48
el gozo de todos los siglos.
Esta es la tierra “devastada y arruinada” que será adornada
“como una novia” por los que fueron redimidos y
rescatados del desierto de las naciones por Su gracia –amor
inmerecido-:
“Alza tus ojos alrededor, y mira:
todos estos se han reunido, han venido a ti.
Vivo yo, dice YaHWéH, que de todos,
como de vestidura de honra,
serás vestida;
y de ellos serás adornada
como una novia”.
(Isaías 49: 18)
Y se dice más: ¡los montes de Sión figuradamente
romperán en aplausos y canciones de bienvenida para
recibir a los redimidos!:
“Los montes y los collados
levantarán canción delante de vosotros,
y todos los árboles del campo
darán palmadas de aplauso.
(Isaías 55:12)
49
Y también se dice:
"Miren, yo voy a crear
un cielo nuevo y una tierra nueva.
Lo pasado quedará olvidado,
nadie se volverá a acordar de ello.
Llénense de gozo y alegría para siempre
por lo que voy a crear,
porque voy a crear una Jerusalém feliz
y un pueblo contento que viva en ella”
(Isaías 65:17-18)
¡Que bálsamo para estos días!: “Voy a crear una Jerusalem
feliz” ¿Esto es bien diferente a la Jerusalem que vemos hoy
en las noticias, verdad? La profecía infalible del Eterno ve
en ese lugar tensionado y en estado de alerta permanente
un pueblo contento y en paz. ¿Habrá algún recurso
humano, alguna “hoja de ruta”, alguna acción política
internacional, que pueda conseguir efectivamente algo
parecido a una “Jerusalem feliz” como la que se nos
anuncia en este pasaje? NO, ella y el pueblo “contento”
que la habitará solo puede ser fruto de un acto portentoso
de YaHWéH, el Guía de la historia. Y esta Jerusalem Feliz
será la capital de la Sión en Gloria venidera. Y los "nuevos
cielos y nueva tierra" serán testigos de la permanencia de la
descendencia santa de Abraham para siempre delante de
50
YaHWéH, libre ya de persecuciones y sobresaltos, y
habiendo retornando de su exilio en el desierto de las
naciones a su patria eterna:
“Porque como los cielos nuevos
y la nueva tierra que yo hago
permanecerán delante de mí, dice YaHWéH,
así permanecerá vuestra descendencia
y vuestro nombre”.
(Isaías 66:22)
Amén y amen.
-<>-
51
LA PROFECÍA MÁS AMADA (el rescate de la Esposa)
Una reciente encuesta afirma que la población mundial se
siente cada vez mas angustiada por los avisos proféticos de
la proximidad del día de juicio sobre las naciones –lo que
de algún modo es el cumplimiento de Lucas 21:25-. Y
naturalmente es verdad que estos anuncios existen en el
texto bíblico con reverberaciones obvias a los días que
estamos pasando (así como hay también muchos avisos
sobre calamidades finales desde fuentes extrabíblicas). En
Sofonías 1:14-18 leemos:
"El estruendo del día del Señor será amargo:
¡hasta los más valientes gritarán entonces!
Será un día de ira, de angustia y aflicción,
de ruina y desolación,
de oscuridad y tinieblas,
de nublado y sombras profundas;
será un día de trompeta y de clamor
contra las ciudades fortificadas
y sus altas torres".
52
Y existen decenas de pasajes de igual severidad que este,
versículos “apocalípticos” según la denominación
corriente, que nos hablan de la destrucción final de este
mundo. ¿Pero se regocija YaHWéH con estos anuncios?
¿Es el Dios de la Biblia un Dios furioso que se complace
en la agonía y el dolor, y además los anuncia? ¿Quiere el
Dios del Cielo el mal de la gente? Por supuesto que no. Por
lo contrario, la Palabra dice que Él "es paciente para con
nosotros, no queriendo que ninguno perezca..." (2 Pedro
3:9). Y así como existen estos avisos sombríos hay pasajes
proféticos en los cuales YaHWéH se regocija y expresa Su
Amor con expresivas palabras. Leemos en Sofonías 3:17:
“El SEÑOR tu Dios
está en medio de ti,
guerrero victorioso;
se gozará en ti con alegría,
en su amor guardará silencio,
se regocijará por ti con cantos de júbilo”.
Otra traducción dice así:
“porque el Señor tu Dios
está en medio de ti
como guerrero victorioso.
Se deleitará en ti con gozo,
53
te renovará con su amor,
se alegrará por ti con cantos”
Aquí vemos que un día YaHWéH “se regocijará con cantos
de júbilo”, “te renovará con su amor”, “se gozará en ti con
alegría”. Y dice que será tanto el regocijo en ese día que
“guardará silencio” extasiado por un sentimiento de amor
profundo como un joven enamorado arrobado por la
belleza de su amada. Ese es el tipo de amor que aquí se
expresa según leemos en Isaías 62:5 “... y como el gozo del
esposo con la esposa, así se gozará contigo el Dios tuyo”.
Y sin duda en los benditos días a que alude esta profecía,
YaHWéH tendrá una Esposa tierna y fiel: el remanente
santo de Su pueblo ISRAEL, que el apóstol Pablo llama
ISRAEL DE DIOS (Gálatas 6:16) y en Oseas se llama
JEZREEL. Y que en muchos lugares: Pueblo Santo. Este
pueblo es el remanente escogido de la descendencia de
Abraham, Isaac y Jacob, que conforma un pueblo
eternamente renovado por Su Espíritu y lavado por la
sangre del Cordero. Dice Jeremías 3:14 con respecto al
origen rebelde de este pueblo re-introducido en Sión:
“Convertíos, hijos rebeldes,
dice YaHWéH, porque yo soy
vuestro esposo; os tomaré ...
y os introduciré en Sión”.
54
De modo que la profecía mas amada de YaHWéH no es
aquella que habla de destrucción, desolación y muerte. Sino
la que anuncia congregación, restauración, amor, alegría y
paz en la Sión en Gloria venidera. Para eso trabaja nuestro
Dios y para eso demanda nuestra “conversión” que es el
volvernos de nuestros caminos y caminar de nuevo en la
senda del Dios de ISRAEL. Leamos por ejemplo Oseas
2:19:
“Te desposaré conmigo para siempre;
te desposaré conmigo en justicia,
juicio, benignidad y misericordia.
Te desposaré conmigo en fidelidad,
y conocerás a YaHWéH”
esto lo dice YaHWéH, el "Marido y Redentor" de un
pueblo que el mismo formó como se lee en Isaías 54:5:
"Porque tu marido es tu Hacedor
("YaHWéH de los ejércitos" es su nombre)
Él es tu Redentor, el Santo de Israel,
el que será llamado "Dios de toda la tierra".
Veamos que el lenguaje que aquí se utiliza llama a
YaHWéH el “marido” de su pueblo elegido. Del mismo
55
modo, cuando la Palabra se refiere a la ruptura del pacto de
Sinaí por Judá e Israel dice así:
"...porque ellos invalidaron mi pacto,
aunque fui yo un marido para ellos."
(Jeremías 31:32)
Y de la infidelidad de Israel(Efraín) dice así:
"... a causa de todos los adulterios
de la infiel Israel,
yo la había despedido,
dándole carta de divorcio"
(Jeremías 3:8)
Y es que los Pactos de Dios/Elohim con Su Pueblo son
pactos matrimoniales.
^^^
En Jeremías 23: 5-6 leemos sobre esos días amados de
YaHWéH:
“Vienen días, dice YaHWéH,
en que levantaré a David renuevo justo,
y reinará como Rey, el cual será dichoso
56
y actuará conforme al derecho
y la justicia en la tierra.
En sus días será salvo Judá,
e Israel habitará confiado;
y este será su nombre
con el cual lo llamarán:
"YaHWéH, justicia nuestra".
en esos días amados se reunirán las “dos familias” de
YaHWéH: Judá e Israel(Efraín) que anduvieron separadas
y aun opuestas entre a lo largo de la historia, a partir del
año 930 a.C.. Al día de hoy, una de las familias de ISRAEL,
“Judá”, esta a la vista de todos, en tanto que la otra,
“Israel(Efraín)”, esta mezclada con todas las naciones de la
tierra. Y cuando ambas familias se vuelvan a unir
restaurando el “Tabernáculo de David” de doce tribus,
habrá un nuevo nombre para el Rey/Marido dichoso y
Justo: "YaHWéH Justicia Nuestra". Dice así la Biblia RV95
con respecto al significado de ese nuevo nombre:
“YaHWéH, justicia nuestra”: otra posible traducción:
“YaHWéH, victoria nuestra”. En este nombre
simbólico se resumen todos los bienes prometidos
para los tiempos mesiánicos. La palabra hebrea
traducida por justicia incluye las ideas de rectitud y
justicia, salvación y liberación”.
57
Esto quiere decir que “justicia” en hebreo es una palabra
que no tiene una traducción completa y precisa en español.
Su significado expresa -nada menos- que un "resumen de
todos los bienes prometidos para los tiempos mesiánicos"
¡waaw! Y no es la única palabra hebrea que no encuentra
traducción completa en las lenguas gentiles: "Shalom” por
ejemplo significa salud, prosperidad en los caminos de
Dios, descanso, paz, todas estas cosas juntas. Aquellos días
serán entonces días de "Justicia" y Shalom" como se dice
en el Salmo 85:10:
"La misericordia y la verdad se encontraron,
la justicia y la paz se besaron"
Sin duda este es el estado de la humanidad para el cual fue
creado el hombre. Y en ese tiempo, el hombre que es la
cima de la Creación de YaHWéH se regocijara en una
forma que hoy no podemos llegar a comprender. Y
YaHWéH se regocijará de la misma forma profunda e
inexplicable – inefable - con Su Pueblo Santo/Esposa.
Ahora bien: ¿en dónde están hoy las “tribus/tiendas de
Jacob” -otro nombre para las diez tribus de Israel
desterrada entre las naciones- que, según la encomienda de
Isaías 49:6 el Siervo de YaHWéH, Éste debía de congregar
de nuevo a su tierra? Pues en el mismo lugar en donde se
58
encuentran los que esperan al Mesías/Meshiaj de ISRAEL
¿Y en donde están los “afligidos y cansados por la larga
espera”? Pues allí en donde es invocado el Nombre sobre
todo nombre, el lugar que el apóstol Pablo llama
genéricamente “las iglesias de Cristo” (Romanos 16:16).
Ellas son el aprisco planetario de “las ovejas perdidas de la
casa de Israel” que nuestro Señor y Salvador, el Gran
Pastor, prometió rescatar y unir en un solo redil con el
remanente fiel de Judá en el gran día de Jezreel (nota 1) en
la Sión gloriosa del mundo venidero/athid lavo. Dice
Oseas 1:10:
“Se congregarán los hijos
de Judá y de Israel,
nombrarán un solo jefe
y se levantarán de la tierra,
porque grande será
el día de Jezreel”
Y en esa Sión en Gloria será reedificado el Templo que
esta vez no albergará mas en la penumbra de su Santísimo
el Arca del Pacto, sino que el propio Señor del Pacto, Rey
del mundo y Sumo Sacerdote de nuestra fe según el orden
de Melquisedec, resplandecerá en su trono. Dice Jeremías
30:18-19:
59
“Así ha dicho YaHWéH:
«He aquí yo hago volver a los cautivos
de las tiendas de Jacob,
y de sus tiendas tendré misericordia;
la ciudad será edificada sobre su colina,
y el palacio será asentado en su lugar.
Saldrá de ellos acción de gracias
y voz de nación que está en regocijo”.
Y dice Ezequiel 37:26-28:
“Y haré con ellos un pacto de paz.
Será un pacto eterno...
Habitaré entre ellos,
y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.
Y cuando mi santuario esté para siempre
en medio de ellos, las naciones sabrán
que yo, el Señor, he hecho de Israel
un pueblo santo."
Ahora bien, esa congregación en un único redil de los
amados de YaHWéH forjará un pueblo que adquirirá gran
"fama" ante las naciones (Jeremías 33:11). Los pueblos del
mundo que no hayan sido consumidos por la Ira se
alegrarán y también serán congregados en comunión
60
planetaria. Dice Isaías 66:18 refiriéndose a los pueblos de
entonces:
“vendrán y verán mi gloria”.
Y el Salmo 47:9-10:
“Los príncipes de los pueblos se reunieron
como pueblo del Dios de Abraham,
porque de Dios son los escudos de la tierra.
¡Él es muy enaltecido!
Y leemos en Isaías 2:3:
"Todas las naciones vendrán a él;
pueblos numerosos llegarán, diciendo:
'Venid, subamos al monte del Señor,
al templo del Dios de Jacob"
Esos días solo podemos visualizarlos por fe pero están
cercanos y serán radicalmente diferentes a los que hoy nos
angustian en grado sumo. En ellos YaHWéH “callará de
amor” y “se regocijará con cantos de júbilo” como hemos
citado mas arriba. ¡Cuan grandiosos e inefables serán esos
días como para conmover al propio Creador del universo!
61
Quiere decir que la "viva esperanza" de los santos esta en
el mundo venidero/athid lavó. Solo allí disfrutaremos la
"gloriosa libertad de los hijos de Dios". Allí -en una Sión
gloriosa mas allá de todo lo que podamos imaginar-
seremos "mas que vencedores" de todas las limitaciones,
tribulaciones, persecuciones y arrugas de carácter que este
mundo, haya cargado sobre nosotros. "Nuestra ciudadanía
está en los cielos", en donde ya se encuentra la sustancia y
fundamento eterno del Reino que descenderá cuando el
Jinete del Caballo blanco y ropas manchadas de sangre
(Apocalipsis 19:11) rompa los cielos. Él será entonces
nuestro Esposo amante y cumpliremos nuestro destino de
santidad determinado desde antes de la fundación del
mundo.
Amen y amen
-<>-
nota 1: “Jezreel” puede ser traducido como “plantío
de YaHWéH”.
62
ANEXOANEXOANEXOANEXO
Sobre el clima y la restauración de Sión:
También la rugiente emergencia climática actual –en
el cielo y en la tierra- se disolverá como una nube
ligera de verano cuando existan “nuevos cielos y
nueva tierra”. Entonces el clima será restaurado.
Dice Joel 2:23-24:
“Vosotros también, hijos de Sión,
alegraos y gozaos en YaHWéH, vuestro Dios;
porque os ha dado la primera lluvia
a su tiempo,
y hará descender sobre vosotros
lluvia temprana y tardía,
como al principio”.
Y es que se habrán obrado milagros creativos de
restauración, y la Sión gloriosa que el cielo ha
preparado para nosotros será el máximo padrón de
excelencia y gozo de un planeta renovado:
63
“Haré brotar ríos en los cerros desiertos
y manantiales en medio de los valles;
convertiré el desierto en ciénagas,
haré brotar arroyos en la tierra seca.
En el desierto plantaré cedros,
acacias, arrayanes y olivos;
en la tierra seca haré crecer
pinos juntamente con abetos y cipreses,
para que todo el mundo vea y sepa,
y ponga atención y entienda que yo,
el Señor, he hecho esto con mi poder,
que yo, el Dios Santo de Israel,
lo he creado."
Isaías 41:18-20
Y ante tanta Gloria derramada sobre la Gran Nación
Santa venidera las naciones romperán en alabanza
como leemos en Isaías 61:11
“Porque así como nacen
las plantas de la tierra
y brotan los retoños en un jardín,
así hará el Señor que brote su victoria
y que todas las naciones entonen
cantos de alabanza.
64
Y un pasaje muy especial es el Salmo 147:10:
“Alegraos con Jerusalén
y regocijaos por ella,
todos los que la amáis;
rebosad de júbilo con ella,
todos los que por ella hacéis duelo”
Esta es una Palabra para los que se duelen/nos
dolemos con los acontecimientos trágicos de la
Jerusalem actual, tan desfigurada y lejana a la
Jerusalem celestial venidera. Los que hoy por amor a
Jerusalem se entristecen, pronto se gozarán, nos dice
la Palabra profética. Del mismo modo se lee en Isaías
49:14-16 sobre la fidelidad eterna de YaHWéH a Sión
representando a Su pueblo:
"Sión decía:
'El Señor me abandonó,
mi Dios se olvidó de mí.'
Pero ¿acaso una madre olvida
o deja de amar a su propio hijo?
Pues aunque ella lo olvide, yo no te olvidaré.
Yo te llevo grabada en mis manos...”
Isaías 49:14-16
65
El Señor -el Santo de ISRAEL- no se ha olvidado de
Su pueblo: habrá restauración completa como declara
YaHWéH en Zacarías 8:3:
“Yo he restaurado a Sión
y habitaré en medio de Jerusalem”
Sobre las naciones del milenio:
la Palabra profética es como un foco que ilumina lo
esencial y deja en penumbras lo que es accesorio a la
esperanza de los redimidos. No sabemos cuales
serán las naciones no-israelitas del mundo venidero/
athid lavo. Por lo pronto se nombran claramente
Asiria y Egipto en unión con la Gran Nación de
ISRAEL. Pero se nos insinúan muchas otras. Y
parece obvio y necesario que estas naciones que
compondrán el Reino milenario mundial venidero
deben de haber sobrevivido al terrible día de la Ira.
De hecho, en Apocalipsis 21:24 -refiriéndose no ya
al milenio sino al estado eterno que a veces llamado
“del Trono Blanco”- se nos dice que habrá naciones
“salvas” que se moverán a la Luz de la Nueva
Jerusalem.
66
También se nos dice en Apocalipsis 20:7-8 que al fin
del milenio será suelto Satanás de su calabozo
/Hades y saldrá de nuevo a seducir a las naciones
“en los cuatro ángulos de la tierra” y finalmente
rodeará al campamento de los santos y a Jerusalem y
será destruido instantáneamente para siempre:
"Cuando los mil años se cumplan,
Satanás será suelto de su prisión
y saldrá a engañar a las naciones
que están en los cuatro ángulos de la tierra,
...a fin de reunirlos para la batalla.
Su número es como la arena del mar"
Parece entonces que habrá dos tipos de
nacionalidades en el mundo venidero/athid lavo:
1) una Gran Nación central formada por el
remanente salvo de ISRAEL -los redimidos- que
son los hijos de ISRAEL lavados por la fe en la
sangre del Cordero, tomados de todas las naciones
hoy existentes. Este remanente/redimidos poseerá
un cuerpo celestial, esto es: glorioso o resurrecto.
2) naciones no-israelitas que serán salvas de alguna
forma de la hecatombe del día de la Ira -lo cual
67
implica un entendimiento escatológico especial que
no poseo- y, por lo que veremos, aparentemente
tendrían un cuerpo carnal. Esta convivencia de
cuerpos glorificados por la resurrección y cuerpos
carnales no debe de asombrarnos mucho ya que
Jesús/Yeshua luego de Su resurrección comió con
sus discípulos en dos ocasiones y caminó rumbo a
Emaus departiendo con otros dos discípulos, todo
con aparente naturalidad, mostrando que esa
convivencia es posible.
Otro asunto también difícil de entender son los
sacrificios de animales en el Templo milenario que
se describen en Ezequiel para “expiación de
pecado” (Ezequiel 42:13). Esto solo puede
entenderse como expiación del pecado de naciones
no-israelitas dentro del contexto de un orden divino
mundial. Sin embargo Satanás no ejercerá su
maligna influencia sobre estas naciones no-israelitas
del mundo venidero ya que estará atado en el Hades
hasta el fin del milenio. Y el mundo de esos
beatíficos días estará revestido por la Gloria de
YaHWéH. De modo que el único origen del pecado
dentro de los contextos que hoy entendemos solo
puede ser la carne y es por eso que pensamos que las
naciones no-israelitas del milenio poseerán un
68
cuerpo carnal. También aquí sería necesaria una
explicación escatológica especial.
Pero estas dos dudas respecto a como y cuales serán
las naciones no-israelitas luego del día de la Ira, y
respecto a los sacrificios de animales en el nuevo
Templo del milenio no afectan en nada las bases del
Plan de Redención que está ahora mismo a nuestra
disposición. Recordemos que YaHWéH se
complace en introducir grandes “Excepciones/
Paradojas” que perforan las codificaciones que
laboriosamente construimos de Su Palabra. En el
judaísmo por ejemplo, se habían establecido normas
precisas y minuciosas en todo lo referente al “culto
verdadero” de YaHWéH y era imposible concebir a
un Dios/Elohim encarnado y crucificado en
sacrificio expiatorio por el pecado de Su pueblo y de
todos. Esto no encajaba en la codificación
“religiosa” del judaísmo y, mas aún, era para ellos un
anatema. Sin embargo en la “plenitud de los
tiempos” YaHWéH reveló y manifestó a los
hombres este misterio escondido desde la fundación
del mundo -y que subyace en la propia Torah pero
es invisible dentro de los límites del judaísmo-.
69
De igual manera, dentro de los límites de la fe
cristiana actual, tal y como ha sido predicada en los
veinte siglos de la gracia para rescate/redención del
remanente santo de Israel, tampoco se revela en
detalle cual será el Plan de YaHWéH para las
eternidades. Pero lo que nos falta entender ahora
nos será revelado por Él cuando estemos en Su
Presencia y nos sea grabada la nueva
Torah/Instrucciones en nuestro corazón redimido y
regenerado. Por eso más vale no dogmatizar en
cosas que Dios/Elohim no nos reveló
completamente ahora. Aunque desde ya sabemos
que esas nuevas revelaciones que seguramente
recibiremos no serán contradictorias con lo ya
escrito, y es muy probable que están escondidas en
las Escrituras que conocemos, aunque hoy no
poseamos la llave final para abrir el cofre en donde
están guardadas.
-<>-
70
Glosario de expresiones corrientes de este libro:
-> "Dios/Elohim" = "Dios" singular y "Elohim"
plural. Este nombre confiesa a un único Dios en una
pluralidad de personas – Padre, Hijo y Espíritu Santo -
como se nos revela en las Escrituras.
-> “YaHWéH” = (iod, hei, vav, hei): la “iod” habla de
un Dios único, seguido de su composición plural: las
dos “hei” que son el Padre y el Hijo y la “vav” es el
Espíritu Santo que revela los misterios de los cielos al
hombre. Es la misma estructura que la letra “alef”.
-> "iglesias de Cristo" = nos referimos así a todas
las congregaciones o denominaciones que confiesan/
confesaron la sana doctrina: Jesucristo es el Hijo de
Dios encarnado, verdadero Dios y verdadero hombre,
muerto para expiación de los pecados de Su pueblo
(Lucas 1:68; 2:10) y de todos, resucitó de entre los
71
muertos, liberó a las almas de los redimidos del
Hades/infierno y luego ascendió a los cielos. De allí
vendrá de nuevo en Su Reino como Mesías de ISRAEL
-Rey, Juez y Sumo Sacerdote- a morar en Sión con Su
pueblo santo. Esta expresión se usa en Romanos 16:16:
“Os saludan todas las iglesias de Cristo”. Nuestro Señor
en el prólogo del Apocalipsis siempre se refiere a “las
iglesias” (en plural), de modo que nos parece una
expresión más correcta hablar de “las iglesias de Cristo”
que “la iglesia” (en singular) que es un concepto que
debe de ser entendido como el trigo de las iglesias de
Cristo de todos los siglos.
-> “hijos de Israel(Efraín)” o ”casa de Israel
(Efraín)” = nos referimos así a la descendencia
desterrada del norteño reino de Israel, capturada y
exilada por el emperador asirio Sargón II en el 722 A.C
en cumplimiento de las profecías de Oseas y Amos.
Fueron transportados a la región norte y noreste de su
imperio y desde allí, en el correr de los siglos, migraron
en todas direcciones a todas las naciones de la tierra en
completo olvido de sus raíces y sus fiestas solemnes. El
texto profético llama a esta descendencia unas veces
“casa de Israel”, otras “hijos de Israel”, y otras
“Efraín” (su principal nombre de referencia). También
72
se les llama “Jacob”/“tiendas de Jacob”, “casa de José”
y otras.
-> remanente = la profecía se refiere a los
descendientes salvos – redimidos - del desterrado reino
de Israel(Efraín) llamándolos simplemente “remanente”
(p.e.: Isaías 10:21-13, Jeremías 23:3-4, Romanos 9:27-
28) otras veces los llama "resto" (p.e.: Miqueas 2:12,
Ezequiel 6:8, Apocalipsis 12:17). Y en Isaías 66:19 se les
llama “sobrevivientes" o "escapados". En el Nuevo
Testamento se llama al “remanente”: "cristianos" (el
trigo de las iglesias de Cristo). A veces se dice
“remanente de Israel”. Utilizo en este libro la expresión
“remanente”, porque esta es la que utiliza la profecía
mesiánica para referirse a los redimidos. De algún
modo esta expresión alcanza tanbien a los salvos de
Juda. El énfasis esta en el remanente rescatado de las
naciones de la inmensa prole de Abraham, Isaac y
Jacob.
-> “athid lavo” = mundo venidero, reino mesiánico,
milenio
73
-> “ISRAEL” = colocamos con mayúscula “Israel”
cuando nos referimos NO al reino separatista de las
diez tribus del norte que tomaron para si ese nombre
sino al ISRAEL arquetípico del reino davídico de ldoce
tribus nacido como nación en las faldas del monte Sinaí.
Este Reino de doce tribus volverá a conformarse en el
athid lavo con la re-unión de Israel y Judá en el “gran
día de Jezreel”, que significará la “restauración del
Tabernáculo de David”.
-> “ISRAEL DE DIOS” = también en mayúscula se
refiere al remanente santo que volverá a Sión en el athid
lavo. Esta expresión se utiliza en Gálatas 6:16. y tiene el
mismo significado que “remanente de Israel”, “santos”,
“electos y fieles”, “redimidos”, etc... El énfasis de esta
expresión es que hace referencia a “todo Israel”
(Romanos 11:26), esto es el ISRAEL original de las
doce tribus. Ellos son la “gran multitud que nadie podía
contar” de Apocalipsis 7:9 cuyas primicias son los
144.000 israelitas sellados y “de pie” junto al Cordero
sobre el Monte Sión –el lugar en donde están los justos
de todos los siglos a la espera del retorno a la Sión en
Gloria del athid lavo (Hebreos 12:22-24; Apocalipsis
14:1)-.
74
-> “hijos de Sión”/”hija de Sión” = son los
redimidos, la Novia del Cordero, el remanente de
Israel, los justos, los creyentes etc. Esta denominación
es muy fuerte en la profecía mesiánica porque hace
referencia al lugar de donde provenimos y a donde
volveremos los lavados por la sangre del Cordero. La
expresión “Hija de Sión” me resulta particularmente
sugerente como referencia a los que están ahora en el
destierro/desierto de las naciones como una mujer
desechada por YaHWéH pero en el athid lavo serán
congregados de nuevo a una Sión cubierta por la Gloria
del Altísimo como un dosel matrimonial. El sinónimo
más coherente con esta expresión es: Novia del
Cordero.
-<>-
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