¿Está en franca decadencia la ciencia política occidental?
Publicado: 20 mar 2015 08:40 GMT | Última actualización: 20 mar 2015 11:17 GMT
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Carlos Santa María
Ha causado negativa admiración académica la afirmación de varios investigadores estadounidenses al manifestar que el cambio climático pudo provocar el estallido de la 'primavera árabe' en Siria, debido a lo inverosímil de la afirmación y la tozudez en ajustar un fenómeno de geopoder a las determinantes geográficas, aspecto ya superado hace siglos. Pese a ello, los científicos de la Universidad de Columbia —Nueva York— y de la Universidad de California, tras haber analizado datos ambientales de la región, alegan que la sequía de 2007-2010 pudo contribuir al inicio de la guerra civil en Siria.
Según los expertos la sequía pudo contribuir al colapso de la agricultura y el desplazamiento de los granjeros desfavorecidos de los pueblos hacia las grandes ciudades, cuya población antes de que empezara el conflicto aumentó considerablemente. Por tanto, sobrepoblación y problemas sociales gatillaron en parte el estallido de la guerra civil agravados por la sequía y falta de agua debido a los cultivos de algodón. Concluyen, obviamente, que el calentamiento global provocará nuevos conflictos en el futuro.
Al respecto, además de insistir en que en Siria no existe una guerra civil, es decir, sectores nacionales que se disputan el país y su gobierno debido a la proporcionalidad relativa en las fuerzas, sino una intervención terrorista provocada desde el exterior por potencias occidentales, países limítrofes y monarquías, no se puede negar que el cambio climático es un factor que agrava la situación, pero no es un desestabilizador básico. El calentamiento global, muy peligroso por cierto, puede contribuir en el aumento de los índices de pobreza, degradación ambiental, sin embargo, por sí mismo no es un factor determinante de la inestabilidad política y tensiones sociales, así como no es un creador de condiciones favorables para actividades terroristas y otras formas de violencia.
La reflexión sobre lo anterior es un indicador preocupante del estado actual de la ciencia política y social en el ámbito euroestadounidense, especialmente al detenerse la producción interpretativa después de que se sentenció que el mundo
había llegado a su fase mayor con el capitalismo y el fin de la historia dinámica. También inquieta que de este pensamiento poco sistemático y riguroso se desprendan las políticas que se aplican en la actualidad, tales como la visión antiética de las sanciones a diversas naciones por su carácter soberano, la declaratoria de Venezuela como amenaza mundial o simplemente la hilarante afirmación de la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, diciendo que EE.UU. nunca ha participado en golpes de Estado.
Al respecto de la información ideologizada y la debilidad argumental, después de hacerse público que la Unión Europea son simplemente tres Gobiernos sumisamente inclinados ante Barak Obama, y la mayoría de naciones en su calidad de sirvientes ideológicos cuestionados en sus pueblos al pretender embarcarlos en una guerra fratricida en el continente, los análisis comienzan a centrarse en la supuesta solvencia académica de la ciencia que proponen como sustento de sus actuaciones. El estudio de ello deja perplejo a cualquiera.
Los autoproclamados éxitos en las ciencias humanas y sociales por la propaganda occidental muchas veces son simplemente artificios que no poseen ningún fundamento investigativo y solo representan una intencionalidad en tanto deseo, lo que hace absolutamente pueriles dichas afirmaciones 'investigativas'. Por ejemplo, el intento de atribuir a los 'Aliados' el éxito ante la invasión nazi en Europa es una tergiversación bastante evidente que hace que los fundamentos científicos sean desvirtuados por una visión geopolítica falaz. Ello es demostración de la debilidad conceptual de esta disciplina tal como se muestra en la práctica habitual y, por tanto, no creíble.
Así, los niveles de alcance científico en el área de las ciencias humanas euroestadounidenses, especialmente la geopolítica, son cada vez más insuficientes y las metodologías no alcanzan ni siquiera a describir con algunos acercamientos objetivos la realidad que vive el planeta hoy, intentando ocultarla más que investigarla.
Complementariamente, en el campo bioquímico u otros del espectro natural, algunas afirmaciones obvias las convierten en 'científicas' por medio de la publicidad de los supuestos éxitos investigativos, a través de lenguajes que complican la comprensión aunque no cambian lo fundamental. Por ejemplo, es reconocido desde la antigüedad que la tensión nerviosa en sus diversas manifestaciones, hoy conocida como 'estrés', afecta a procesos cognitivos como aprendizaje y memoria, es decir, no se puede resolver adecuadamente la
racionalidad y el recuerdo. Si se agrega la parte 'científica', lo que no altera en nada lo anterior aunque sí complica la comprensión, podemos decir que se debilita el hipocampo o región del cerebro donde se forma y consolida la memoria. Así, ya adquiere un nuevo carácter y es realizado por los estudiosos occidentales como un logro extraordinario… pese a ser un resultado obvio.
Una razón de la desvalorización de la visión científica de las ciencias sociales y humanas es que su concepto de ciencia ha sido relacionado con la publicación de artículos en revistas científicas cuyo mercado lo maneja una élite determinada y para hacerlo se requiere de un contacto estrecho, como lo han demostrado diversos documentos. Sin embargo, conceptualmente, simplificar la ciencia al 'descubrimiento' de lo ya existente solo por ser soportado en cifras o datos estadísticos, si no en eslóganes, se diferencia de la investigación científico-social como un proceso en búsqueda de las esencias, del significado profundo, de la prognosis certera, etc., elementos que dan consistencia a la producción académica en el campo geopolítico.
Las dificultades para relacionar estructura y sociedad, procesos y fenómenos, categorías y conceptos, análisis profundo y reflexión crítica, son desconocidos en toda su dimensión. El regreso a la metafísica y el estudio no dialéctico son rasgos preponderantes de la investigación actual. Un resumen de las 'investigaciones' en el campo de la salud y psicológicas son de antología en sus conclusiones.
Informe Stratfor: el juego de los engaños
Como una verdadera prueba de la debilidad científica de las investigaciones occidentales está el informe Stratfor, realizado por la Agencia Central de Inteligencia, donde se encontrarían los más conspicuos estudiosos de la realidad mundial y en procesos permanentes de búsqueda (requisitos para la verdad dialéctica).
Ante el irracional informe que expresa el deseo de un actor de ser el dueño del barrio llamado tierra, supuestamente basado en la mejor ciencia occidental de análisis, demuestra una superficialidad enorme. En el titular dicen que el informe es para el período 2015-2025 y luego se contradicen al decir que EE.UU. tendrá una grave crisis interna dentro de 15 años, por lo que quedaría fuera del período de estudios. Hay manipulación, han traducido mal el texto o el período del análisis a futuro no solo comprende el período 2015-2025.
Dentro de las 'extraordinarias' conclusiones destacan tres: Polonia será un centro político europeo desplazando prácticamente a la poderosa Alemania, Rusia se irá desintegrando hasta perder su unidad territorial en forma similar a la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la Unión Europea entrará en una crisis lo que la afectará sensiblemente.
Lo desenfocado es que el actual Gobierno polaco desea convertir a Polonia en una nación ideologizada y amante del conflicto, lo que le impedirá ser un referente importante; obviamente Rusia, al igual que Latinoamérica, está mucho más sólida y con unidad multipropósito lo que conduce a no solo estar en compañía internacional sino que hacen parte de un número cada vez mayor de países que establecen la Dignidad Patria como fundamento nacional; se requiere una simple observación para darse cuenta de la debilidad que embarga a la Unión Europea y la importancia que adquiere Grecia, España en perspectiva, Portugal u otros, en la medida que consideren a sus Estados independientes.
Un epitafio a la ciencia occidental lo marca el informe elaborado el año 2000 por el Consejo Nacional de la Inteligencia de EE.UU., el cual realizó una prognosis hasta el año 2015, complementado por el pronóstico global para el 2030. Los errores fueron excesivos: según este, Rusia se volverá débil e insignificante en la escena mundial, solo capaz "de asustar con su arsenal nuclear a sus vecinos". En 2015, Rusia debería estar sufriendo una "recesión sin precedentes" y perder su peso político en la escena mundial debido a la falta de coincidencia de sus proyectos políticos y los recursos disponibles, siendo incapaz de mantener tropas regulares, menos aún de desplazarlas. Lo que explicaría en parte el ejercicio militar que se realizará esta semana, con 150 soldados en unconvoy militar formado de 40 vehículos, exhibiendo en seis países europeos (Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa, Alemania ) la rapidez y eficacia delEjército de EE.UU. en los desplazamientos armados… 'asustando terriblemente' a aquellos que no respetan su poderío.
Una de las afirmaciones más absurdas propias de los 'estudiosos' es que "Rusia seguirá siendo internamente débil… (y) no será capaz de formar una coalición de contrapeso a la hegemonía estadounidense", confirmando mucho más sus deseos, ilusiones, esperanzas, de que ello ocurra por fuera de la sistemática realidad.
Una constatación final
Definitivamente casi todas las previsiones científicas occidentales han fracasado pues no se ha sido riguroso en el análisis de las condiciones objetivas y se ha dejado en manos de lo subjetivo e inestable la definición de los procesos sociales.
Los crasos errores en Ucrania, donde la única fase que se cumplió, el golpe de Estado, finalizó dividiendo la región (justo lo no deseado), perdiendo Crimea y formándose un nuevo Estado, Novorussia, junto a una masacre impensable por parte de Kiev; en Libia, destruida, lo único logrado es la política de 'Caos Controlado', categoría empírica absolutamente ilógica; en Siria, ni se obtuvo el Gobierno y sus riquezas minerales: por el contrario, hoy se fortalece una nación cada vez más digna; en América Latina el empeño de derrocar a Dilma Rousseff o Maduro, desestabilizar Argentina, entre múltiples muestras de un odio relativamente descontrolado, son testimonio del desenlace poco afortunado de esta cientificidad.
La recomendación es que la inversión económica de la Academia e institutos de inteligencia debe estar dirigida a formar verdaderos investigadores más que propagandistas, puesto que del análisis riguroso se puede constatar el futuro desarrollo de los acontecimientos. Solo con la ciencia aplicada correctamente es factible comprender que la única solución para las problemáticas humanas está en una correcta interpretación, seria y congruente, de cómo llevar a cabo la Humanización como esencia del ser humano.
China convertida en banquero de la región latinoamericana
Publicado: 5 mar 2015 15:43 GMT | Última actualización: 6 mar 2015 06:30 GMT
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Ariel Noyola Rodríguez
A lo largo de 2014, los bancos chinos otorgaron créditos a América Latina por un
total de 22,100 millones de dólares, de acuerdo con la base de datos publicada
por Diálogo Interamericano[1]. Ante la desaceleración de la economía mundial y el
aumento de las tensiones geopolíticas, para China se ha vuelto imperativo
fortalecer sus vínculos con los países que poseen recursos naturales abundantes
(petróleo, gas, metales, minerales, agua, biodiversidad, etcétera).
Casi todos los préstamos emitidos correspondieron a las entidades China
Development Bank y China Ex-Im Bank, aunque también participaron ICBC y Bank
of China. A pesar de que no se tomaron en cuenta los créditos menores a 50
millones de dólares, la cifra reportada constituye un incremento de más de 70% en
comparación con los 12,900 millones de dólares prestados en 2013.
A partir de 2005 (cuando la base de datos elaborada el Diálogo Interamericano
comenzó sus primeros registros) y hasta 2014, China ha concedido préstamos a
los países latinoamericanos por un monto de 119,000 millones de dólares[2]. Los
créditos de China superan el monto concedido por el Ex-Im Bank de Estados
Unidos, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial, situación
que contribuye a debilitar la hegemonía financiera de Washington en la región[3].
El otorgamiento masivo de crédito pone de manifiesto asimismo, la estrecha
cooperación que China ha cultivado con los países latinoamericanos. En la
cumbre más reciente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños
(CELAC, conformada por 33 países), el presidente de China, Xi Jinping, anunció
que para 2020 está previsto que el comercio entre ambas partes alcance los
500,000 millones de dólares anuales con inversiones por encima de los 250,000
millones de dólares[4].
Asimismo, hay que destacar la construcción de asociaciones estratégicas con
algunos países sudamericanos, mismos que concentraron 90% de los créditos
otorgados el año pasado: Brasil se consolidó como el principal receptor con 8,600
millones de dólares, seguido por Argentina con 7,000 millones, Venezuela, con
5,700 millones, y finalmente Ecuador, con 820 millones de dólares.
Después de la crisis de las empresas informáticas en Estados Unidos, los bancos
centrales de los países industrializados impulsaron la expansión del crédito en
escala global. El aumento de los precios de las materias primas desde 2002, hizo
de América Latina una de las regiones favoritas para los inversionistas en busca
de espacios de alta rentabilidad.
A más de 6 años del estallido de la crisis financiera de 2008 y, frente a la extrema
volatilidad de los mercados financieros producida por el aumento de la fragilidad
sistémica, los chinos terminaron por convertirse en los banqueros favoritos de las
economías emergentes toda vez que, en comparación con los bancos
estadounidenses y europeos, ofrecen préstamos con menos condicionalidades y
tasas de interés más bajas. De acuerdo con estimaciones realizadas por Fred
Hochberg, el presidente del Ex-Im Bank de Estados Unidos, las entidades
estatales chinas han colocado aproximadamente 650,000 millones de dólares
alrededor del mundo en los últimos 2 años.
Sin embargo, también existe la cara perversa de la moneda. Todo parece indicar
que los créditos chinos a cambio de entregas futuras de materias primas, más que
apuntalar el desarrollo tecnológico, están orientados a proyectos de inversión
vinculados a la extracción (agricultura, minería, energía, etcétera.) y con ello,
corren el riesgo de profundizar el patrón primario-exportador de las economías
latinoamericanas y multiplicar las amenazas de despojo en contra de los pueblos
originarios.
Por otro lado, en una entrevista realizada por Deutsche Welle, Kevin Gallagher, el
académico responsable de la base de datos de Diálogo Interamericano, advierte
de los riesgos crecientes que se ciernen sobre los países de América Latina para
liquidar oportunamente sus deudas con el gigante asiático[5].
La caída de las monedas de la región frente a la divisa estadounidense, así como
la deflación persistente (caída de precios) en el mercado de materias primas, han
impulsado el aumento de las importaciones y en consecuencia, la disminución de
los saldos superavitarios (cuenta corriente) de las economías más orientadas a la
exportación. Previsiblemente, la rentabilidad de los proyectos de inversión
vinculados a la extracción disminuirá de manera significativa en los meses
venideros.
Es que si la desaceleración de los países emergentes cobra fuerza, posiblemente
hará fracasar el espíritu de la cooperación económica Sur-Sur entre China y
América Latina. En medio de la crisis, existe el peligro de que los bancos chinos
apliquen bajo diversas formas, los mecanismos de coerción imperial aplicados
tradicionalmente por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la región
latinoamericana.
[1] «China-Latin America Finance Database», Kevin P. Gallagher y Margaret
Myers, Inter-American Dialogue.
[2] «China keeps credit flowing to Latin America’s fragile economies», Kevin P.
Gallagher y Margaret Myers, The Financial Times, 27 de febrero de 2015.
[3] «China Kicks World Bank To The Curb In Latin America», Kenneth
Rapoza, Forbes, 26 de febrero de 2015.
[4] «Despite US-Cuba Detente, China Forges Ahead in Latin America», Shannon
Thiezzi, The Diplomat, 9 de enero de 2015.
[5] «Chinese loans helping Latin America amid oil price slump», Deutsche Welle,
27 de febrero de 2015.
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Portada Opinión Carlos Santa María
¿En qué consiste el verdadero plan de Netanyahu y EE.UU.?
Publicado: 4 mar 2015 10:45 GMT
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Carlos Santa María
Varios analistas serios, reflexivos, coinciden plenamente en que detrás de la
supuesta contradicción entre Barack Obama y Benjamín Netanyahu, referida al
acuerdo nuclear con Irán, la realidad es que pueden existir diferencias de
apreciación aunque lo fundamental es que el pacto entre ambos es irrompible y se
sustenta en acuerdos secretos no conocidos por la opinión pública internacional.
El fervor mediático referente al tema, incrementado a su máximo por los medios,
tiene un objetivo dual: por una parte, hacer creer al mundo que el presidente de
Estados Unidos se opone decididamente a que las negociaciones con la república
iraní sean detenidas por obra de acciones israelíes; por otra, que esta diferencia
denota el interés de la potencia por el equilibrio atómico y que no cejará en lograr
la justicia equilibrada. En ese sentido, es un representante de las opciones
pacíficas en el planeta.
Ante ello, es pertinente mencionar que, en primer lugar, las supuestas
contradicciones entre el Estado de Israel y EE.UU. son inexistentes, puesto que
ambos no son signatarios de las convenciones para lograr una normativa
internacional que elimine o disuada el peligro nuclear. Por el contrario, los
mandatarios estadounidenses conocían de los avances nucleares de Israel antes
de 1985, encubriéndolos y no haciéndolos públicos sino hasta que un técnico judío
denunció la existencia de este armamento. La historia del secuestro de Mordecai
Vanunu y el posterior traslado a su país natal demuestra el grado de colusión
existente.La evidencia confirma que el Gobierno sabía de la existencia de un
programa nuclear israelí desde 1987, encubriendo el desarrollo de una bomba de
hidrógeno y su programa nuclear. Aún más delicado es que la Casa Roja continúa
su cooperación financiera y bélica con Tel Aviv, pese a que las enmiendas
Symington y Glenn (1976 - 1977), prohíben dar ayuda a países que desarrollen
armamento nuclear y no sean firmantes del Tratado de No Proliferación Nuclear.
Es la clara violación a su propia legislación.
Cabe hacer notar que este supuesto enojo ha sido publicitado al más alto nivel
llegando al extremo de vincularlo a las formas que adquiere la farándula, de tal
suerte que se pierde el análisis esencial de la situación planteada desviando la
atención hacia lo superficial: dos hombres enfrentados por una temática que los
vuelca a realizar declaraciones personales. Hacer insustancial una situación es el
mejor modo de desvirtuar su sentido profundo y la delicada vinculación con las
guerras que pueden detener la existencia humana. Comentar quiénes irían o no a
la conferencia, si las sillas estaban llenas con espectadores, qué reacciones causó
o la ovación a su discurso (pese a ser datos interesantes), de ningún modo
responde al problema fundamental: ¿qué se está planeando en secreto y va más
allá de la apariencia?
En segundo lugar, confirmando lo anterior, el presidente Barack Obama afirmó
que el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu no ofreció ninguna alternativa
viable a las conversaciones nucleares con Irán (durante su discurso ante el
Congreso del país), no diciendo nada nuevo respecto al tema y, a la vez, sostuvo
la unión irrompible entre ambas naciones. Asimismo, insistió en que este impase
no afectará de ningún modo las conversacionesentre Teherán y los mediadores
internacionales sobre el programa nuclear iraní.
Lo anterior conduce, entonces, a establecer una posibilidad que detrás de estas
divergencias ya conocidas, donde un país está por las negociaciones, y otro
insiste en la confrontación, en caso de producirse un ataque, Washington no
tendría ninguna responsabilidad, rechazaría todo lo que se realice militarmente…
aunque no intervendría como ha sido la constante.
¿Dónde está la clave de la hipótesis planteada?
Ya se conoce que el Grupo 5+1 (China, Reino Unido, Francia, Rusia, EE.UU. más
Alemania), e Irán, han comenzado la fase final de las negociaciones sobre
el programa nuclear iraní donde se establecerán los puntos que delimitarán el
modo en que se desarrollará el procedimiento pacífico esbozado por la nación
persa, en reunión a efectuarse el próximo día 31 de marzo. No obstante, los
diálogos con EE.UU. siguen en completo hermetismo pues se sabe con claridad
que la aceptación del acuerdo puede darse, aunque trae un peligro inmenso
escondido.
No se puede olvidar que Netanyahu ha manifestado que esta concertación implica
la destrucción del Estado de Israel, propiciado según sus palabras por el país
terrorista por excelencia en el mundo, tal y como lo ratificó en su conferencia en el
Congreso estadounidense. Hay que recordar que otros actores árabes y
transnacionales están involucrados, como el Estado Islámico (terrorismo
organizado para atacar a todas las naciones soberanas), y donde Arabia Saudita
ofrece incluso a las Fuerzas Aéreas israelíes que sobrevuelen su espacio aéreo
en futuros ataques contra intereses persas.
Es preciso reconocer que existen en esta nación de América del Norte
legisladores, dirigentes, ciudadanos, organizaciones, que creen profundamente en
un tratado respetuoso y en la necesidad que EE. UU. concentre la mirada en su
propia problemática álgida. Se ha denunciado que Netanyahu acusa a Irán de
perseguir la bomba atómica cuando su propio régimen cuenta con más de 200
ojivas nucleares, se niega a adherirse al Tratado de No Proliferación (TNP) y,
además, impide toda inspección a sus instalaciones nucleares: el Organismo
Internacional de Energía Atómica tiene vedado su ingreso a dichas instalaciones.
Finalmente, mientras se dialoga sobre los Derechos Humanos en las Naciones
"Unidas", subrepticiamente Obama prorroga durante un año las sanciones
impuestas a Rusia en 2014, de modo similar con el bloqueo impuesto a Irán. En
ambos casos el temor a que estas naciones sean actores geopolíticos
independientes y no meros objetos de dominación es una fuente ideológica que
soporta el excepcionalismo y el plan sionista al agredir a dichos países. Si se une
a la coyuntura electoral que se vivirá en Israel el 17 de marzo, también es evidente
el deseo de sumar votos y obtener financiación para la próxima elección.
Ante las pretensiones de Barack Obama para que Irán suspenda sus actividades
nucleares durante diez años "o más", sumadas a sus declaraciones según la cual
esta lleva a cabo actividades provocativas en la región y apoya a grupos
"terroristas", evitando explicar la multimillonaria ayuda militar a Israel, todo
configura el escenario próximo planteado.
La conclusión, delicada por cierto e hipotética aunque con fundamentación, es que
EE.UU. e Israel realizan un serio espectáculo de teatro bien programado, de
calidad representativa, con el fin de engañar al mundo fingiendo diferencias y
abriendo un espacio enorme a la probable intervención israelí, incluso
condenándola retóricamente por su acción unilateral contra la República Islámica
de Irán. Expertos coinciden en que corresponde a una estrategia de Washington
para iniciar el conflicto, ya sea con Israel como atacante directo o ante la negativa
de Irán de aceptar condiciones que afecten su soberanía, legalizando la táctica
militar contra un país que fomenta el terrorismo… como lo ha sentenciado el
primer ministro. Así, los intereses occidentales se logran "torciendo el brazo
algunas veces cuando no nos hacen caso".
Lo cierto es que aprovechando la experiencia de las "revoluciones primaverales",
se dará la impresión de que se exploraron todas las acciones de paz hasta verse
obligado a defender la supervivencia del planeta tierra ante el peligro oriental.
Para nadie con un mínimo nivel de razonabilidad debe quedar en duda que los
intereses geopolíticos de las corporaciones transnacionales están vinculados a los
gobernantes de determinadas naciones que han entregado su poder a estas.
Mientras sea nítido que en el mundo se juega hoy una confrontación efectiva entre
la justicia social real y el modelo neoliberal que conduce al austericidio, las fuerzas
que sostienen la paz y la integración en equidad continuarán su ascenso
imparable pese a las amenazas del imperio