Verdad BíblicaVerdad Bíblica Aplicada
Satanás es el más prominente y poderosode los espíritus malos, es enemigo de Dios y del hombre.
Si bien en el principio Dios creó a Satanás como “querubín protector”, Satanás pecó por su orgullo.
Tiene inteligencia y poder (limitados).
Satanás es el gobernante de los espíritus demoniacos.
Cristo juzgó en la cruz a Satanás, pero la ejecución final del juicio ocurrirá cuando sea “arrojado al lago de fuego,” donde se quedará para siempre.
Satanás: (Zc. 3:1; 2Ts. 2:9; Mt. 4:10; Ro. 16:20), Satanás significa literalmente adversario. Diablo: significa calumniador. Destructor: En el vocablo griego Apolión en Hebreo
Abadón. Tentador: (Mt. 4:3), Satanás tienta a la humanidad con
el malvado fin de destruirlos y muchas veces, para lograrlo, cita y tergiversa las Escrituras (Mt. 4:6). Príncipe y dios de este mundo: El apóstol Juan nos dice
que “el mundo está bajo el maligno” (Jn. 12:31; 2Co. 4:4).
Los nombres y títulos con los cuales se conoce revelan su carácter.
El diablo es malo
Peca y hace pecar a la humanidad (1Jn. 3:8).
Es mentiroso y padre de mentira (Jn. 8:44).
Es homicida (1Jn. 3:12). Engaña a todos los hombres (Ap. 12:9).
Induce a la humanidad a la desobediencia. (Ef. 2:2).
• Tiene poder (Ef. 6:11, 12,16).
• Es astuto. (2Co. 11:3).
• Es feroz y cruel. (1P. 5:8).
• Es enemigo (Mt. 13:25).
• Es adversario. (1Pe. 5:8).
• Es insidioso (2 Co. 2:11).
• Es acusador. (Ap. 12:10).
Reconocemos que Satanás es fuerte y poderoso, pero limitado.
Para todos aquellos que creen en Cristo, es ya un enemigo vencido (Jn. 12:31).
El diablo se muestra fuerte sólo con aquellos que se rinden a él. (Stg. 4:7)
El diablo no puede afligir (Job 1:12), matar (Job 2:6), ni tocar a los creyentes sin el permiso de Dios (Lc. 22:31).
En el principio fue arrojado del cielo, después vencido
en la cruz.
Durante la gran tribulación será
arrojado del cielo a la tierra (Ap.
12:9).
Durante el milenio será puesto en el abismo y después
de los mil años, será arrojado al
lago de fuego (Ap. 20:10).
Por lo tanto, el diablo es un
enemigo derrotado así lo asegura la Biblia (Lc. 11:20-22; Ro. 16:20; Stg. 4:7).
Los demonios, son los ángeles caídos que menciona (2Pe. 2:4; Jud. 6), unos están en prisiones, mientras otros están en libertad.
Los demonios son llamados “ángeles” (mensajeros de satanás) (Mt. 25:41), se refiere que estos también cayeron juntamente con satanás.
Satanás no es el creador de los demonios, es sólo el que los dirige e inspira. El único que tiene poder para crear es Dios.
3. El origen de los demonios (Ez. 28:16).
El Señor Jesucristo ordenó a sus discípulos echar fuera a los demonios (Mt. 10:8; Mr. 16:17).
Cristo vino a deshacer las obras del diablo y a echarlo fuera (Mr. 3:26-27; Jn. 12:31).
Para reprender y echar fuera a los demonios, el servidor de Dios debe tener una preparación espiritual adecuada y constante (Mt. 17:16, 19-21).
5. La relación de los demonios con el culto idolátrico (Lv. 17:7; Dt. 32:17; 2Cr. 11:15).
Las Escrituras hacen distinción entre la influencia y la dominación demoniaca.
Ejemplo de influencia, (1Co. 12:2; 1Ti. 4:1)
La dominación demoniaca se da cuando los espíritus se introducen en algún cuerpo (Mt. 12:43-44; Mr.
5:12).
El apóstol Pablo no sólo conoció la obra de los demonios, sino también sabía de la íntima relación
con la idolatría (1Co. 10:19-21).
Un cristiano verdadero no está expuesto a
ser poseído o dominado por los demonios, donde
está Cristo, no puede estar satanás.
Para el cristiano la Palabra de Dios es suficiente, porque es la evidencia más fehaciente que puede existir.
Satanás realmente existe y es el mismo tentador que llevó el pecado de la desobediencia a Adán y Eva.
Nunca ha cesado de pecar y propagar el pecado en toda la humanidad tratando de conseguir con ello que esta se pierda.
Ahora sabemos que la obra del diablo está latente y quiere destruir a la iglesia de Cristo. Pero nosotros sabemos que Dios está con nosotros y que la sangre de su bendito Hijo Jesucristo nos limpia y nos cubre.
El cristiano debe combatir siempre las obras de satanás haciendo todo lo que dice la Palabra de Dios; debe tomar toda la armadura de Dios (Ef. 6:10-18).
Conclusión
Cada cristiano tiene la responsabilidadde vivir en plena santidad agradando
todos los días de su vida al Creador del universo, cada hijo de Dios conoce o
debe conocer el poder de Dios.
Para saber que Él es más grande que el que está en este mundo. (1Jn. 4:4)
Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéisvencido; porque mayor es el que está en
vosotros, que el que está en el mundo.