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ENTOMOLOGIA FORENSE
Por Luis Arroyo Rivera
Instituto Andaluz de Patología y Microbiología Aplicada
¿Qué es la entomología forense?
Es la ciencia que estudia la aplicación de los insectos y otros artrópodos (o alguna de sus partes), en la
resolución de investigaciones legales. A pesar de no ser muy conocida, su campo de actuación es muy amplio,
dividiéndose en tres áreas principales:
Entomología urbana. Se puede definir como los procedimientos legales
que involucran a insectos u otros animales relacionados cuando estos
afectan a estructuras hechas por el hombre, o bien a su medio ambiente
próximo.
Plagas de productos almacenados, estudiando los insectos que infestan
alimentos almacenados (cereales, frutas, etc.).
Entomología médico-legal, donde los insectos ayudan a resolver sucesos como asesinatos, suicidios o
violaciones, junto con casos de abuso físico o tráfico de contrabando. Los principales objetivos son:
Determinar el tiempo y lugar de la muerte de una persona u otro animal.
Esclarecer casos de posible muerte súbita o accidentes de tráfico sin causa aparente.
Detectar un uso criminal de los insectos (veneno, etc.).
Seguir el rastro de una mercancía o individuo.
Aunque la entomología forense es cada vez más respetada como apoyo a todas estas investigaciones, la
realidad es que se encuentra muy retrasada con respecto a técnicas como el análisis de huellas, de fibras u óseo, las
pruebas de ADN, la balística, o los patrones de manchas de sangre.
Breve historia.
La entomología forense es una ciencia moderna, en el sentido de que es hoy día cuando está en periodo de
crecimiento, pero a su vez los primeros datos conocidos indican también su antigüedad: se ha documentado en
Extremo Oriente un tratado del año 1235 A.C., escrito por Sun Tz'u, donde se cita el caso más antiguo en el que se
utilizaron los insectos como referencia.
El primer experimento entomológico histórico fue llevado a cabo por Francesco Redi (1668), en su famosa
refutación de la teoría de la generación
espontanea, donde observo el crecimiento de
moscas únicamente en las piezas de carne fresca
expuestas al aire. Casi dos siglos más tarde fue
Bergeret (1855) el que contribuyo a esclarecer el
primer "caso criminal" de la era moderna, el de
un bebé que había sido emparedado hacía varios
años, gracias a las poblaciones de insectos en el
cuerpo. La entomología forense experimento un
auge que llevo a la publicación del primer tratado
de entomología médica, por el francés Megnin
(1895).
Ya en el siglo XX, se comenzó a realizar la revisión taxonómica de aquellos grupos de importancia (Aldrich,
Greenberg), junto con la aparición de claves para la determinación (Knipling). Estudios posteriores, desde la
década de los veinte hasta la actualidad, incluyeron, fundamentalmente, aspectos de distribución de las distintas
especies (Hall, Townsend, Goddard) y la identificación en base a las características morfológicas al microscopio de
barrido (Liu, Greenberg). La amplitud progresiva del conocimiento acerca de todo lo que rodea a la entomología
forense ha llevado a la publicación de guías entomológicas (Meek, Vincent), un libro de texto (Smith) y una guía
de procedimientos de campo (Haskell).
Desarrollo.
Todos los estudios médico-legales forenses se basan en el hecho de que la llegada y la colonización de un
cadáver por parte de las distintas especies de insectos (que los descomponen como corresponde a su alimentación
carroñera) se lleva a cabo de forma ordenada y predecible.
Cuando los restos de un animal se exponen at aire tras morir, y el cuerpo comienza a desprender olor, los insectos
que primero los descubren son las moscas
botella del genero Calliphoridae y las moscas
de la carne del genero Sarcophagidae. Estas
especies siguen un desarrollo llamado
holometábolo, donde hay una fase de huevo
(excepto unas cuantas moscas de la carne) que
da lugar a las restantes fases larvarias, que
crecen progresivamente gracias a tres mudas
sucesivas, en las cuales se pierde la piel
externa. Finalmente, la última muda da lugar al
estado de pupa, donde la piel externa
oscurecida recubre al adulto que se desarrolla
en el interior.
Este proceso de crecimiento es la base de todas las investigaciones entomológicas forenses, ya que permite
estimar el intervalo de tiempo que ha transcurrido desde la muerte del sujeto: es el intervalo post-mortem o IPM.
Las primeras hembras en encontrar el cadáver depositan en él sus huevos durante los dos primeros días tras la
muerte (en condiciones normales a las pocas horas), ya sea alrededor de orificios naturales como ojos, nariz, orejas,
ano o vagina; o bien en las heridas si es que estas existen. A continuación se desarrolla la primera fase de larva, que
vive en los tejidos y crece rápidamente, apareciendo tras un tiempo determinado las fases segunda y tercera.
Cuando se completa el crecimiento se entra en el estado de pupa.
Por término medio, se tarda entre 1-3 semanas en pasar de huevo a pupa según las condiciones de temperatura
y humedad, ya que el desarrollo del insecto es dependiente de las
variables medioambientales, lo que hace que cambie el periodo
exacto entre la muerte, la puesta de los primeros huevos y la
aparición de las larvas; además, influyen otros factores como que
el cadáver se encuentre en un lugar abierto o cerrado, etc. La
teoría, por tanto, es fácil de comprender: si se estima la edad de
los insectos se estima el tiempo transcurrido desde la muerte.
En el cadáver se sucede igualmente una sucesión de
organismos "especializados" en diversas zonas corporales, ya que
tras el consumo del cuerpo por las moscas (que pueden sobrevivir
en un medio semilíquido) suelen aparecer diferentes especies de
escarabajos una vez que el cuerpo se ha secado, tanto carroñeros
como predadores de moscas, siempre en una secuencia predecible
según la situación geográfica y el clima que puede servir como
indicador del IPM. En esencia, la sucesión ecológica es la que sigue:
Moscas botella/moscas de la carne
Escarabajos estafilínidos
Escarabajos derméstidos
Escarabajos tineidos
Ácaros
Algunos insectos se encuentran solo en condiciones determinadas; así, la mosca del queso Piophila casei solo
se encuentra en cadáveres que llevan expuestos
largo tiempo, tanto como 6 meses. El periodo del
año también es muy importante, ya que en los
restos encontrados en primavera se puede
determinar si el suceso ocurrió antes o después del
invierno, según la identificación de los insectos
muertos en el cuerpo. Únicamente las larvas del
mosquito invernal Trichocera son capaces de
desarrollarse en la carroña durante los meses más
fríos. Este cambio en la fauna se observa tanto en el
cadáver como en sus alrededores.
El estudio de las evidencias entomológicas no solo se utiliza para determinar cuando murió la víctima de un
crimen, sino también para ayudar a responder cuestiones tan esenciales como son donde y
como se produjo el deceso. De hecho, incluso es posible que la causa de muerte haya sido
el propio insecto, por respuestas alérgicas a su veneno o por causar accidentes de tráfico.
Igualmente, es posible detectar una larga lista de sustancias tóxicas (desde medicamentos a
drogas adictivas) en la masa de gusanos y las pupas, procedentes de la ingestión por parte
de estos de los tejidos del cadáver, y que llegan a interferir en el ciclo de vida de las
moscas. Otra aplicación novedosa de los estudios sobre las larvas es la posibilidad de
detectar ADN de la víctima en su interior, pero se encuentra aún en fases experimentales.
En la reconstrucción de crímenes violentos podemos encontrar larvas en lugares donde no
son normales, especialmente sobre las heridas.
Otra estimación que puede realizarse es si el cadáver ha sido manipulado o no, ya que
hemos comentado que las poblaciones del sustrato donde reposa varían cada cierto tiempo y
se produce una sucesión similar a la del interior del cuerpo. Las diferencias al comparar la
composición de la fauna de uno y de otro pueden indicar que el cuerpo se ha movido. Lo mismo ocurre si en
ambientes cerrados se encuentran evidencias de actividad entomológica, o si los insectos que se recogen no se
corresponden con la localización de los restos: algunas especies (Lucilia sp.) son heliófilas, colocando los huevos
en zonas soleadas, mientras que otras (Calliphora sp.) prefieren los lugares sombríos; determinadas moscas se
encuentran solamente en áreas urbanas (Calliphora vicina), siendo otras rurales (Calliphora vomitoria).
Variaciones en la distribución o el comportamiento pueden llevar a la sospecha.
Toma de muestras.
Para aprovechar al máximo la información de la escena del crimen se debe realizar una recogida de muestras
apropiada. El protocolo exacto varía con el hábitat, pero puede dividirse en:
Observación visual y notas de la escena. Entre ellas se incluye, al menos
a) Tipo de hábitat (rural, urbano, seco, acuático, en un bosque, en edificios cerrados o abiertos, etc.).
Esto determina que insectos se
encuentran normalmente en el
cuerpo, por lo que si hallamos
otros sugiere que el cadáver ha
sido transportado.
b) Número y tipo de insectos adultos,
ya sean voladores o andadores del
suelo.
c) Zonas de mayor grado de
infestación con huevos, larvas,
pupas o adultos, solos o
combinados.
d) Frecuencia de insectos predadores
(escarabajos, hormigas, etc.).
e) Posible acción de otros carroñeros (ratas, peces, etc.), que pueden afectar al cadáver.
Recolección de datos climatológicos. Son críticos en la escena del crimen, ya que afectan directamente al
IPM al determinar la duración del ciclo vital de los insectos
a) Temperatura ambiente, con lecturas a alturas entre 0'3-1'3 metros del cuerpo.
b) Temperatura superficial del cuerpo (en la piel).
c) Temperatura de la masa de gusanos.
d) Temperatura del suelo circundante.
e) Temperatura en la interfase entre el cadáver y el
suelo
f) Temperatura del suelo tras mover el cuerpo, tanto
de debajo mismo como a 1-2 metros, tomada a
profundidades de 0, 4 y 20 cm.
También se debe contactar con la estación meteorológica
más cercana para obtener datos de las temperaturas
máximas y mínimas, precipitaciones, etc., desde la
última vez que la víctima fue vista con vida hasta varios
días después de encontrar el cadáver.
Recolección de especímenes del cadáver y del área circundante (6 metros) antes de moverlo, y de debajo
del cuerpo y sus proximidades (1 metro) tras retirarlo. Para obtener los insectos del cuerpo hay diferentes
técnicas, pero en cualquier caso se debe obtener una muestra diferenciada por duplicado de cada lugar
donde haya evidencia de infestación, destinándolas respectivamente a pruebas de identificación de
laboratorio y al crecimiento hasta la fase adulta. Los insectos voladores se atrapan con una red, mientras los
estados inmaduros pueden cogerse con cualquier herramienta (pej: unas pinzas suaves), con especial
cuidado de recoger siempre la fase larvaria de mayor tamaño y las pupas si las hubiese. Los especímenes
que se destinen a la identificación se depositan directamente en un bote con alcohol de 70-80%, siempre
con la precaución de no mezclar los que proceden de localizaciones corporales distintas.
Como se ha comentado anteriormente, los insectos más importantes y abundantes en un cadáver son las
moscas botella de color verde o azul metálico, de la familia Calliphoridae. Los huevos, de color blanco y alargados
(unos 2mm de longitud), son depositados en racimo; deben buscarse en todos los orificios naturales o sobre las
posibles heridas, donde las mucosas se hayan puesto en contacto con el aire. Su interés es muy grande, ya que el
IPM se puede medir con mucha fiabilidad a partir de su identificación. La fase de huevo no suele durar más de 1
día.
Las larvas también son blancas, con un cuerpo segmentado de forma cónica, con la boca en el extremo más
estrecho. Precisamente en la boca es donde se sitúan los
ganchos bucales, que se continúan con una especie de
esqueleto interno que se usa en la identificación de
especies. La otra característica morfológica utilizada
para diferenciar especies son los espiráculos, orificios
respiratorios posteriores que sirven a la mosca para
respirar cuando hunden su cabeza en el cadáver. Tanto
la silueta de los ganchos bucales como el tipo de
espiráculos varían con la fase larvaria, ya que en estos se
añade una hendidura por cada etapa de larva. Las larvas
son la fase vital que se encuentra con más frecuencia,
desde los pocos días hasta algunas semanas desde que
los restos se exponen a la acción de los insectos: por
término medio, su tamaño es de 5mm (1'8 días), 10mm
(2'5 días) y 17mm (4-5 días). Inicialmente se concentran en
los mismos sitios que los huevos, pero después invaden otras áreas.
La última etapa larvaria se denomina prepupa, donde el insecto se hace inactivo, sale del cuerpo y se empieza
a oscurecer. Su tamaño aproximado es de 12mm (8-12 días).
En cuanto a la pupa, su aparición no se debe más que a la contracción de la piel de la tercera larva (puparium)
tomando forma de capsula, que se hace rígida y se oscurece, aunque se retienen detalles de los espiráculos y los
ganchos bucales. El insecto que vive dentro es blanquecino, no se mueve y posee apéndices rudimentarios. Las
pupas no se encuentran dentro del cuerpo, sino en sus cercanías, desde las propias ropas hasta una distancia de
varios metros; su tamaño medio es de 9mm (18-24 días).
El adulto presenta un color pálido al emerger del puparium y es muy suave, con alas sin expandir, por lo que
tarda entre 1-2 días en adquirir sus caracteres normales. Aunque es un elemento muy interesante, por si solo no
indica casi nada.
Una vez se ha completado la tarea con los insectos presentes en el interior del cadáver, también se debe
recolectar la fauna de los alrededores, tanto de la capa de hojarasca bajo el cuerpo (si es en campo abierto), como
de los primeros centímetros de suelo.
La diferenciación externa de las fases larvarias de moscas es bastante complicada, y solo hay claves
verdaderamente útiles en el tercer estadio. Por el contrario, las larvas de escarabajos son muy distintas entre sí,
pareciéndose solo en que presentan tres pares de patas.
En el laboratorio, los insectos se hacen crecer en cámaras ambientales
controladas, donde se regula estrictamente la temperatura, la humedad y
el ciclo de luz. Una vez obtenidas, las muestras pueden montarse en
preparaciones microscópicas permanentes que facilitan la
identificación: se aclara la preparación con potasa y alcohol de 70%,
se tiñe con Líquido de Lavado (acido acético, acido láctico y fenol) y
Tinción Doble (lignina rosa y fuchsina), para a continuación incluirla
en bálsamo de Canadá, una resina sintética que endurece y conserva la
muestra.
Fiabilidad de las pruebas entomológicas y problemas que presentan.
Las pruebas entomológicas forenses son la forma más confiable de determinar el momento exacto de la
muerte, exceptuando el testimonio de un testigo presencial. Si el cadáver se descubre en un periodo menor de 72
horas desde el fallecimiento, se pueden hacer cálculos aproximados en base a la temperatura corporal (etapa de
descenso inicial, etapa de subida por la actividad bacteriana durante la putrefacción y nueva bajada), la coagulación
sanguínea y el rigor mortis.
El rigor mortis se debe a reacciones químicas anaerobias en los músculos, con producción de acido láctico y
desorganización del esqueleto de actina-miosina que provoca rigidez corporal; va a depender de la temperatura y de
la concentración inicial de acido láctico. La siguiente tabla refleja resumidamente la interpretación combinada de
los datos de temperatura y del rigor mortis respecto a la información que proporcionan.
La descomposición del cuerpo se divide en varias etapas cuya duración varía en gran medida según una gran
cantidad de factores:
No obstante, la aplicación de estos criterios es más un arte que una ciencia, por lo que cada vez se utilizan con
mayor frecuencia los insectos en la estimación del IMP. Además, una vez pasadas las 72 horas el cuerpo se enfría,
desapareciendo el patrón coagulativo y los signos físicos.
De cualquier forma, los estudios entomológicos no son la panacea, sino que presentan una serie de problemas
que pueden ser vitales en la investigación:
Generalmente, el estudio es muy complejo en zonas geográficas que no estén aisladas, por las diferencias
en la distribución y abundancia de especies. Es por ello que los grandes avances en este campo se han
producido en áreas “cerradas” (pej: Hawaii)
Muchas veces la única forma de calcular el tiempo metamórfico de una especie es en base a
comparaciones con otras relacionadas, lo que puede conllevar problemas en un juicio al tratarse de
suposiciones
La existencia de barreras físicas (pej: cadáver en un sitio cerrado) retrasa mucho la llegada de las moscas,
por lo que se suele agregar 48 o 72 horas a los cálculos cuando el cuerpo no se halla a la intemperie
Temperatura del cuerpo Rigidez del cuerpo Tiempo desde la muerte
Caliente No < 3 horas
Caliente Si Entre 3-8 horas
Frio Si Entre 8-36 horas
Frio No > 36 horas
Etapa Descripción
Descomposición inicial El cadáver aparece fresco externamente pero se descompone por
dentro debido a la actividad bacteriana y parasitaria, presentes en el
animal antes de la muerte
Putrefacción El cadáver esta hinchado por el gas que se produce internamente, y se
acompaña del olor de la carne en descomposición
Putrefacción negra Consistencia carnosa o cremosa, con las partes expuestas de color
negro. El cuerpo se colapsa cuando el gas escapa. El olor se hace
muy fuerte
Fermentación butírica El cadáver se seca progresivamente, aunque en fases iniciales se
mantienen retazos de tejido. Fuerte olor a queso. La superficie ventral
se encuentra mohosa por la fermentación
Descomposición seca El cuerpo está totalmente seco, y la descomposición acaba por
detenerse.
Los insectos demuestran distintos comportamientos según el estado de los restos:
La ropa ayuda a conservar la humedad, por lo que las moscas azules perduran más tiempo
Los gusanos devoran rápidamente la piel si el cadáver esta vestido, pero no así si va desnudo
El desarrollo está sujeto a variaciones más sutiles de lo que se asume, ya que la temperatura es
distinta en diferentes tramos del día aún dentro de la misma estación, y no se conoce en
profundidad el efecto de estas fluctuaciones. A temperaturas muy frías el estudio entomológico es
muy complicado.
Principales especies de interés.
A continuación vamos a esbozar una pequeña clasificación taxonómica de los artrópodos más comunes en los
cadáveres:
Orden Acarina
Muchos ácaros son transportados a la zona por otros insectos, mientras que el resto son
habitantes del suelo con comportamiento depredador (algunas especies pueden
alimentarse de los huevos o larvas), o con nutrición a base de hongos o detritus. Se
encuentran en el suelo bajo el cuerpo, durante las últimas etapas de la descomposición.
Orden Aranae
Predadoras de las especies carroñeras, pero por lo demás carecen de interés.
Orden Diptera
Suborden Nematocera
Familia Trichocerydae (Trichocera regelationis, T. saltator, T.
maculipensis)
Mosquitos de invierno, muy abundantes durante los meses más fríos del año. Sus
larvas están activas cuando el resto de la fauna está ausente.
Suborden Brachycera
Familia Stratiomydae (Hemetia illucens)
Se observan en las últimas etapas del proceso de descomposición,
alimentándose de excrementos.
Suborden Cyclorrhapha
Familia Syrphidae
Moscas de aspecto similar a avispas o abejorros, con larvas muy típicas
(gusanos cola de rata). Se encuentran fundamentalmente cerca de aguas muy
sucias.
Familia Phoridae (Anevrina sp., Diplonevra sp., Dohrniphora sp., Meopina sp., Triphleba sp, Megaselia
sp., Conicera tibialis)
Familia muy amplia, con casi 3000 especies. El color de los individuos es negro
apagado, marrón o amarillento, con apariencia jorobada, hirsutas, y de vuelo
errático (moscas barrena). Se alimentan de materia orgánica en
descomposición, excepción hecha de algunos representantes fungívoros o
parásitos. C. tibialis es la mosca de los ataúdes, capaz de cavar hasta 50 cm, que
solo se encuentra en un cadáver si ha transcurrido más de un año de
enterramiento. El desarrollo de estas moscas es muy lento, pero independiente
de la estación.
Suborden Acalyptratae
Familia Heleomyzidae
Familia Milichiidae
Familia Sphaeroceridae
Familia Dryomyzidae
Poco frecuentes, normales en las maderas húmedas.
Familia Ephydridae
Moscas de hábitats muy húmedos, con larvas acuáticas.
Familia Drosophilidae (Drosophila sp.)
Moscas de la fruta, que solo se encuentran ocasionalmente en cadáveres.
Familia Piophilidae (Piophila casei)
De color oscuro brillante, en cuerpos que llevan muchos meses expuestos. Las larvas
son capaces de dar grandes saltos.
Familia Sepsidae
Muy abundantes alrededor de materia fecal o en descomposición. Las larvas presentan un gran cuerno respiratorio,
mientras los adultos suelen ondear las alas.
Familia Coelopidae (Coelopa frigida)
De color marrón oscuro a negro, con tórax achatado, y cuerpo y patas muy
peludos. Se encuentran sobre todo a la orilla del mar, especialmente cuando
abundan las algas marinas (cadáveres en zonas acuáticas).
Suborden Calyptratae
Familia Muscidae (Musca domestica, Muscina assimilis)
Moscas comunes de las casas, una de las especies más distribuidas en el planeta. A veces crían sobre carroña.
Familia Faniidae (Fannia cunicularis, F.maculata, Hidrotaeca aenescens)
Depositan sus larvas en las heces, por lo que se encuentran en cadáveres donde haya expuestas zonas de tejidos
semilíquidos.
Familia Sarcophagidae (Sarcophaga haemorrhoidalis, S. carnaria,
S.bullata)
Estas especies no ponen huevos, sino directamente larvas que suelen depredar
las de las moscas botella. No obstante, se ven superadas por estas excepto en
hábitats acuáticos. Tienen ojos de color rojo y abdomen con parches
grisáceos.
Familia Calliphoridae (Calliphora vicina, C.vomitoria, Lucilia
sericata, L.ilustris, Phormia regina, P. terranovae, Chrysomia
rufifaciens, Cochlyomya macellaria)
De lejos, las especies más representadas en los cadáveres. Moscas
verde y azul botella, y los grandes moscardones negros.
Orden Choleoptera
Familia Staphylinidae
Son los escarabajos vagabundos, que llegan a las pocas horas de la muerte
y permanecen activos en el proceso de descomposición. Tanto los adultos
como las larvas pueden ser depredadores.
Familia Histeridae (Saprimus sp., Dendrophilus sp.)
Se encuentran tanto en el proceso activo de descomposición como en las
primeras etapas del secado. Son predadores, activos solo de noche.
Familia Dermestidae (Dermestes maculatus)
Los llamados escarabajos de la piel, que solo se encuentran cuando el
cuerpo está totalmente seco.
Familia Silphidae (Nicrophorus orbicollis, Necrodes sp.,
Necrophilus americana, Necrobia rufipes)
Son los escarabajos carroñeros, clérigos o enterradores. Se alimentan tanto
de carroña como de larvas de moscas.
FICHA DE CAMPO PARA LA RECOGIDA DE MUESTRAS ENTOMOLOGICAS
FECHA: ...................................................... CASO N°: ........................................................................
LOCALIDAD/PROVINCIA: ...............................................................................................................
DIFUNTO: ............................................................................. EDAD: ................... SEXO: ..................
VISTO ULTIMA VEZ CON VIDA: .....................................................................................................
FECHA EN QUE SE ENCONTRO: .....................................................................................................
DESCRIPCION DEL LUGAR: ............................................................................................................
Zona de la escena del crimen:
Rural: bosque………. zona de cultivo………… pastos . ………… maleza………… zona desértica ...............
edificio al aire libre ............................ edificio cerrado…………… otros .......................................
Urbano/Suburbano: edificio cerrado………….. edificio al aire libre .......................... solar ........ ……..
pavimento………….. contenedor de basura……………… otros...........................
Hábitat acuático: estanque………… lago……….. ensenada…………… riachuelo .................
río…………. canal de riego ……….. acequia……… golfo………. área pantanosa…….
alcantarillado………….. mar…………. agua dulce………. agua salobre…… otros……
Exposición: aire libre……………. enterrado……….……….
ropa completa ....................... parcial……………. desnudo………………..
porción del cuerpo vestido.....................................................................................................
descripción de la ropa ............................................................................................................
tipo de restos en el cuerpo ......................................................................................................
Estado de descomposición: fresco………………. hinchado…………. descomposición activa………………
putrefacción avanzada………… saponificación………… momificación……….
desmembramiento ...........................................................................................
otros ................................................................................................................
Evidencia de carroñeo: ....................................................................................................................................
Lugar del posible daño traumático: ..................................................................................................................
Temperatura del lugar: ambiente…………… superficie del cuerpo…………… superficie del terreno…………
bajo el cuerpo……. Ta de los gusanos…………. Ta del agua (si el medio es acuático)…..
estructuras cercanas ........... calefacción on/off ............. aire acondicionado on/off ............
Ta del suelo a: 0cm .......... 4 cm ............ 20cm ...............
NOTA: Registrar todas las temperaturas periódicamente cada día en el mismo sitio durante Los 5-7 días siguientes
a la recogida del cuerpo.