Ryunosuke Akutagawa
afirmar lo de traer e! tabaco al Japóncomo una mera mentira. Aunque sifuera merllira. en algún sentido, tal vezesté muy cerca de ser verdad. Bajo [ales consideraciones trataré de transen·bir la tradición de la importación del
tabaco. d' blEn el año 18 de Tenmon. el la o.
disfrazado como hermano que acompa-. J' I después de unñaba a FranCISCO aVler, .
11 ' Japón '10largo viaje por mar, ego a didificultades. ¿Por qué había logrado sfrazarse de hermano? Porque la person~
. b' d barcado en eaurén[lca ha la esem el bar.puerro de Macao o donde sea, y 6 ara
ba al grupo zarp Pca negro que carga . ldiablo,e! Japón sin que él lo sup~er~ ~ bía esenrollando su cola al m~t " .:wnen-
. al b conv¡rtlÓ raplpiado asco, Yse Desde luego.te en la figura del hermana. . dla
al adre FranCISCoempezó a atender P alguieny noche. Naturalmente. para
En cuanto a quién fue e! primer importador de! tabaco. los historiadoresestán de acuerdo que fue un españoloun portugués. Sin embasgo. no es laúnica respuesta posible. Aparte. hay todavía otra explicación tradicional; según ella. el diablo lo trajo no se sabede dónde. y al diablo lo trajo desde [ierras lejanas al Japón algún padre cristiano -quizás el padre FranciscoJavier-. Si un cristiano oyera esto, meacusasía de sacrílego. Pero según miopinión es la verdad; porque el Diosoccidental llegó al mismo tiempo queel diablo europeo. Afirmo que cuandose importa lo bueno del occidente. viene acompañado del vicio occidental.No puedo asegurar si deveras e! diablotrajo e! tabaco. Pero según AnatoleFrance. el diablo una vez había tratadode tentas a un sacerdote con la flor dereseda. Ante este hecho. no podemos
90 Moyo 2002. UNIVERSIDAD DE MÉXICO
Se dice que el mayor trUCO dA diablofile convencer a los hombres tk '" inexistmcia. AunCUl/ndo estafama le otorgue un aurruk infalibilidad, /Q cima ts quuldtab/Q no stemprefileJltgtlZ en sus engaños. Alfin buen tirruu/or, muchas son las victorias qut" le atribuyen, peTOcasi nada"dicesobresusfracasos. Deesto" ocupó elestritorjaponés RyullosttktAkuttlgawa.En su intentopor corromper alas nuevas almas eonvtrtidAs alcatolicismo, tidiablo aclimató el tabaco enJapóll, si bim al hacerlofile astt vtZ timado por un angustiado vtndtdol' deVilCOS cuyo almo estaba m riesgo.
Ryullosuke Akutogawa (1892-1927) lIació m Tokio y emldió literatura m la UuivmidadImptriol dusa ciudad Alltes de graduarse publicó Rashomon (J9 J5), naveta que adtmds dt obtmer reeollocimiemo internacional, file lltvada o la palltalla pOI'Mira Kurosowa en 1950. La literaNlTo dt Akutagawa"caracterizó por ulla eomttlllltr<Ínterpretación dt la tradición y la leymda orimtoles. A SIlS tr<Íllta y cilleo aííos st
suiciM, dtspúés dt un largo periodo de depmióll. "Probablemtntt nadie qut illtmttsuicida", está eompletammte eonscimte dt todos sus motivos -afinlla en su nota SIIicida-,al mtrlOI en mi COSO" dtbe a uno vaga smStlción dt ollsiedod COIl respteto a mifiltlllv. "
Elpresente texto, estrito en el año en que RytmoSllke"graduó, " publicó m Illltstrarevista en el mes de agosto de 1971 (Universidad de México, volumm xxv, mílllel'o12). En <pocos dt trosplantesy transgbzieos, no está dt más traer a eumto al diablo y SIl
eapacidod dt difúsión, aclimatación y "'pamiólI, no sólo de la fe, silla de occidmtemismo.
El tabaco yel diablo*
• Escrito el21 de octubre de 1916Traducción de Atsuko Tanabe. .
La planta del tabaco otiginalmente noexistla en tierras del Japón. Entonces,¿cuándo fue importado? Existen vasiosdocumentos acerca del hecho, aunqueentre ello, hay discrepanciascronológicas. Algunos dicen que fueImportado en la era de Keicho [15961614] YOtros insisten que fue en laépoca de Tenmon (1535-1549]. Sinembargo, se dice que ya por la primeradécada de la era de Keicho, se estabacultivando en muchas pastes. Aun enlaera de Bunroku [1592-1594], se pusode ~oda el fumar tabaco, y hasta apat<C'ó una canción que decía: "Las queno funcionan son las leyes del tabaco yde la moneda; lo que no se oye es lavoz divina [del Empetador] ... "
SENDEROS LOS EXPEDIENTES SECRETOS
romo él, que cuando visitó al doctotFaustO se había convert!do en un caballero vescido de capa roJa, fue un attlfi
cio fácil.No obstante, al llegar al Japón descu
brió que la situación era bastante dife...re de lo que en Europa había leído enddiario de los viajes de Marco Polo. Enprimer lugar, según e! diario, todo e! paíscm de oro, y él no encontró ningún paisaje como los desctiros pot Marco Polo.Ptro quizás podrfa tentar a la gente condoro producido al tocar apenas una deSUS ufias. También según Marco Polo, losjaponeses podrían revivir a los muertospor medio de la fuerza de la perla; mastodo evidenciaba que eso también eramencira. Si e! diablo dispersara falsas epidemias escupiendo en los poros, la gentese olvidaría de! para/so". El diablo pensósecretamente así y sonrió de contento,caminando detrás de! padre Francisco yobservando por acá y por allá.
El problema fue que no se le ocurríaninguna buena idea para resolver elhecho de que, puesto que FranciscoJavier acababa de llegar al Japón y lasactividades misioneras todavía no exisdan, no había ningún creyente. Porconsiguiente, no tenía a quién tentar.Sobre todo, no sabía cómo pasar esaaburrida temporada.
El diablo pensó varias cosas. Se leocurrió matar e! tiempo haciendo algode jardinería. Para esto había traídodiversas ciases de semillas ocultas en susorejas desde que salió de los paísesoccidenrales. El terreno se conseguiría&eilmenre con los vecinos. Además, e!padre Francisco estaba de acuerdo. Porsupuesto pensaba que uno de los hermanos trataba de aclimatar algunasplantas medicinales del occidente.
El diablo enseguida consiguió un azadón prestado y comenzó a culcivar conpaciencia un rerreno alIado del camino.
Era jUstamente a principios de laprimavera; el tiempo era húmedo.Desde e! fondo de la neblina flotante,se oía e! doblar de la campana, lánguida, que venía de un lejano templo
budista. El sonido de la campana eracalmado; no como el de la campanade los templos occidentales que molestaba el cerebro con su sonido metálico. Uno consideraría que en talnaturaleza el diablo se senciría muy agusto. Pero definitivamente no fue asf.
Cuando e! diablo oyó la campana deltemplo budista, hiro muecas de mayor desagrado que cuando ofa la de laiglesia de San Pablo, y empezó a regarla tierra apresuradamente. Al estar escuchando e! tañido sosegado de esacampana, asolándose en la solana suave, su corazón empezaba a relajarse ex.trañamenre. Ya no se le antojaba hacerlo bueno y tampoco le daban ganas de
hacer maldades. Así no valía la penahaber venido hasta Japón para seducira los japoneses. La hetmana de Ivánhabía regaJíado al diablo por no tenercallos en las palmas de las manos y esque le disgustaba mucho trabajar. ¿Porqué se puso, enronces, a azadonear contanto entusiasmo? Era porque quería sacudir, con todas sus fuerzas, el sueño dela virrud que le iba invadiendo el cuerposin que lo supiera. Al cabo de unos dlasterminó de labrar la tierra y sembró lassemillas guardadas en sus orejas.
Pasaron algunos meses y las semillasque e! diablo había sembtado empezaron a brotar; crecieron los tallos, hastaque a fines de verano del mismo afio,
las verdes hojas anchas tubrkron la "rra del campo, in que nadie upie",cómo se llamaba la planea. A tu pguneas del padrt Fran' • el dw>1ose quedaba callado. nriendo n di.simulo. MientraS ramo. la plan... brisus Rores en el QutrnQ del Wlo; mnflores de color lila y renran rma deembudo. Esto le complació tmnend.Imeme; todo su ltabajo al fin val/¡ la
Cada mallana y cada Qroe. d pude acabar el servi io, el diablo venl alcampo y se dedicaba a la jardinerfa.
Un dla -ao fue en ausencia del pa.drt Francisco que se habla ido de viajemisional- un vendedor de va pasópor el campo con una vaca amarilla.Vio que en la palizada del jardln llenode flores de color lila. un hermanooccidental, de sotana negra ysombrero, recogía insectos que se pegaban ala planta. La flor llamó la atención delvendedor de vacas. Se detuvo y quitándose el sombrtro le habló al her.mano cortésmente:-Oiga, padrt, ¿qué flor es ésa?
El hermano volteó hacia él. Era unoccidental de cabello rojo, amable. connariz chata y ojos pequeños.-¿&ta?-Si, padrt.
El pelirrojo, apoyándose a la pali~
da, movió la cabeza. Contestó con d,ficultad en japonés:-El nombrt... 1.0 lamento, pero nole puedo decir su nombre._.Yálgame Dios! ¿Aca o el padre'id" )Francisco le dijo que no o 'Jera:
-No, no es asf.-Bueno, enronces, (por qU4! no melo dice? Yo recienlemenle me he n·vertido al catolicismo, gracias a la p....dicación del padre Fruncisco.
El vendedor de vacas sdIaIó u pecho con cara orgullMa. Una cru«ciQque colgaba de su pecho b~lIaba reóbiendo el sol. El hermano hIZO ~ueñas muecas. quiw porque el bnllo dela cruz le molestó. Pero realbI'Ó SU aclemán todavfa mú familiar que anl rdijo uf medio en broma;
UNIVERSIDAD DE ..¡,OCO .- "
SENDEROS
-Aún asf no se puede. Está prohibido pOt la ley de mi pais. ¿POt qué no loadivina? Como ustedes los japonesesson inteligentes, estoy seguro de quepuede hacerlo. Si lo adivina, le tegalaré todo lo que ctece en este campo.
E] vendedot de vacas cteyó que elhermano estaba bromeado; sonrió consu cara quemada por el sol e indinó lacabeza con exageración.-Pues... Me parece un poco difícilcontestar inmediatamente.-No... no necesita ser hoy mismo.Dentro de tres días venga usted con larespuesra. Puede pteguntat a otra gente. Si aciena, le tegalaré rodo. Apartede eso, le obsequiaté vino tinro. ,O legustaría un dibujo del paraiso?-Bueno, pero ... En caso de que nopueda adivinarlo, ¿qué haré?
El diablo se rió moviendo la mano yse puso el sombtero. El vendedor setranquilizó con la risa del hetmano, aguzada como el gtaznido de un cuervo.-Si no lo puede adivinar, le pediréalgo. Es una apuesta. Ganar o perder.Si lo adivina, le regalaré rodo.
Su voz, al decir esco, volvió a seramistosa.-Cómo no. Entonces, también meanimaré a darle cualquier cosa que mediga usted.-¿Cualquier cosa? ¿Aun esa vaca?-Si la quiere. se la regalo ahora mismo.
Riéndose, el vendedor acarició la cabeza de la vaca amarilla. Todavía nodejaba de pensar que era una broma.-En lugar de eso. cuando yo gane. lepediré rodas estas plantas que rienenflores, ¿está bien?-Muy bien. muy bien. Pues, trarohecho.-Le juro que sí. En nombre de Nuestro Señor Jesucristo.
Al oír eso. el hermano hizo moversu nariz contento, con ojos brillantes.y se encorvó para atrás con la manoizquierda en la cintura. y dijo rocandola flor lila con la detecha:-Pues. si pierde usted... le pediré sucuerpo y su alma.
921Moyo 2002· UNIVERSIDAD DE MEXICO
El occidental de cabello rojo se quitó el sombrero e hizo una exageradagenuflexión; entre los cabellos rizadostenía dos cuernos de cabra. El vendedor se puso pálido y dejó caer el sombrero que renía en la mano. Tal vez porel sol a pumo de ponerse, de repentelas flores y las hojas del campo perdieron su color vivo. Hasta la vaca, quiénsabe por qué, se asustó y mugióestruendosamente bajando los cuernos.-Un compromiso es un compromiso. E indicando la flor cuyo nombreyo no puedo decirle, usted juró. No loolvide. Tiene tres días para traer la respuesta. Entonces, hasta la vista.
El vendedor de vacas se arrepinrió dehaberse entregado en manos del diablo. Al final. pensó, me cogerá esedyiabo [diablo], y si no adivino el nombre de la flor mi cuerpo y mi alma serán quemados con el feroz fuegoperperuo. Se perderá todo el esfuerzopor abandonar la religión anterior pararecibir el bautizo. Sin embargo, nopodía deshacer el compromiso, porquehabía jurado en el nombre de Jesucrisro. Por supuestO, si estuviera el padreFrancisco habría manera de resolver elproblema; desgraciadamente estabaausente. Así, el vendedor de vacas meditaba todas las noches sin poder dormir, por si se le ocurriera una manerapara contrarrestar e! plan de! diablo. No
le quedaba más tecurso que saber"nombre de la planta. ¿Pero habría alguien que lo conociera si hasta e! padre Francisco lo ignoraba?
Por último. la noche que iba a vencer e! plazo, e! vendedor de vacas semetió secretamente a la casa en dondevivía el hermano. La casa estaba frentea la calle, junto al jardfn. Cuando lleg6, pareda que el hermano ya se habíaacostado, pues las ventanas estaban oscuras. Por forruna era una noche nebulosa, a pesar de la luna. En el camposilencioso, las flores de color lila se veíantenuemente en la oscuridad desolada.En realidad el vendedor de vacas teníaun plan oculto, aunque esraba insegurode! éxito. Pero el paisaje. en su tranquilidad total. le dio un miedo vago y quería regresar a casa sin hacer nada. Sobretodo, al imaginarse al tipo con cuernosde cabra. que estarfa soñando en e! infierno detrás de esa puerta. e! valor másgrande se derrumbaba. Pero, por otraparte, si pensaba en entregar su cuerpoy alma al [dyiabo] no era e! caso, naturalmente. de estar lamentándose.
El vendedor de vacas, pues. puso enpráctica el audaz plan que había proyectado de antemano. suplicando e!auxilio de la Virgen María. E] plan fueel siguiente: desencadenó la vaca amarilla que había traído y la corrió. pegándole fuerte en el anca, hacia dentrode la palizada de! jardín. La vaca saltópor el dolor de! golpe y rompió la palizada y pisó el jardín. destruyendo laplanta. Varias veces fue a clavar suscuernos en la pared de madera de lacasa. Además e! ruido de sus pezuñasy su mugido vibraron en la niebla nocturna y resonaron escandalosamente.Enronces, alguien sacó la cara por laventana. Debido a la oscuridad no sereconocía la cara, pero debía ser esediablo disfrazado de hermano. Loscuernos se veían aun en la noche.-¡Maldita bestia! ¿Por qué deshaces micampo de tabaco? .
Así gritó con voz adormilada e! diablo. moviendo sus manos. Parece que
k ofendió que la vaca le hubiese des-,do. El vendedor de vacas que es~ espiando la escena escondido atrásde! jardin, escuchó esras palabras como. fueran la voz de Dios.~iMaldira bestia! ,Por qué deshacesmi campo de tabaco?
Como cualquier cuento de esta clase,1st< ciene un final feliz. Es decir, el vendedor de vacas logró adivinar el nombIe del tabaco hábilmente, y venció aldiablo. Yasf tomó posesión de roda eltabaco que creda en el campo.
Sin embargo, considero que quizáesta leyenda tiene un significado todavfa más profundo. El diablo fracasó enposeer el cuerpo y el alma del vendedar de vacas, pero en cambio logró dis-
persar el tabaco por rodas los rinconesde la tierra del Japón. Enronces, la salvación del vendedor de vacas rrajo consigo un mal, en tanto que el fracaso deldiablo, ,acaso no habrá rraJdo una cla•se de éxito? Un diablo nunca se levan.ta sin ganancia. aun cuando tropita.,No están los hombres frecuen.remente perdidos, incluso si piensanque han rechazado una tenración?
Escribiré con brevedad lo que pasócon el diablo. En cuanto hubo llegadoel padre Francisco, el diablo fue por finexpulsado. Pero parece que aún despuésandaba por varias panes vestido de hermano. Un documento indica que apa·reció a menudo en la ciudad de Kyotopor ese entonces, cuando se estableció
elTemplo de Nanban. . la qurmuenra que el hombre 11 madoKashinJcodyi, qut burló de MarJ¡yJQpDandyo,1 fue el diablo: me derelatarlo aqul. PUeslO que el mLafadio Heam ha escri~ de 6o. rodas manms, en un principio apI'rtcIa a menudo pero al dcamda laexpulsión derd~ exrl\1Jljmlc porlotsellaresToyo<omi yTokugawa. al finapareci6 definitivamente del Japón.
La documenta ión termina m omenos aht y no hay m:ls nOli I deldiablo. Lo único que lamento lna,,menle es no haber podido averi uarnada de sus actividades después de queregresó otra vez a partir de la era deMeidyi (1868-191l)..r
se refiere,l San frlllCIKOJ~(1506-1552). compoller. do 5<lnIgnaciO ycofundidOt' di t.Compa'd. de JtiuI. qut ."idOlas mISiones~ AsIa en l>tl Yllegó como pnmer fY f\9t"ltl'dor.1 J.pOn.n 1~9
2 Mal5UnIg' D.ndyo (""tJlsaJ,d•• 1517·1$77) So/IOfcltguerr. di Ioopoco do .... poen lucho. qvt Mo"'.ultomo lhogun"'~Yoshrt~ mUfte> tn ""rebelión contr••1podo<centr'/izMSot
_.2002 t1UNIVERSIDAD DE M! O •