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Page 1: EL ORIGEN DEL NEOLIBERALISMO EN ESTADOS UNIDOS Y M¨XICO

A22 C U LT U R A Viernes 15 de enero de 2021 EL UNIVERSAL

Proyecto UNAM

Bacteria para generar electricidady eliminar contaminantes::::: Investigadores del Instituto de Biotecnologíade la UNAM, encabezados por Katy Juárez Ló-pez, estudian la bacteria Geobacter sulfurredu-cens, que habita en sedimentos acuáticos, sealimenta de compuestos orgánicos y “re spira”metales, como generadora de electricidad y pa-ra biorremediar sitios muy contaminados conpetróleo, cromo, vanadio y hasta uranio.

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C I A L Baba de nopal

en productoscosméticos yfa rma cé u ti cos::::: Un grupo de científicos dela Facultad de Estudios Supe-riores Cuautitlán de la UNAM,liderado por David Quintanar,especialista en nanotecnologíapara sistemas biológicos, apro-vechan el mucílago o baba denopal en la elaboración deproductos cosméticos y farma-céuticos. En el primer estudiobuscan generar humectantesen sinergia; en el segundo, encombinación con un supresorde acidez estomacal (Ranitidi-na), un excipiente de libera-ción controlada para protegero regenerar la mucosa gástrica.

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C I A L Alimentos crudos, un peligro

para las mascotas::::: De acuerdo con Carlos Gutiérrez Olvera,profesor de la Facultad de Medicina Veterinariay Zootecnia de la UNAM, si algunas personassiguen los postulados de la llamada dieta BARF(Biologically Appropriate Raw Food, por sus si-glas en inglés) y alimentan a sus mascotas (pe-rros y gatos), con pollo crudo, por ejemplo, és-tas corren el riesgo de enfermar de salmonelo-sis o de amibiasis.

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EL ORIGEN DEL NEOLIBERALISMOEN ESTADOS UNIDOS Y MÉXICOEn un principio, este movimiento proponía, por un lado, no confiar tanto en la idea de que los mercados seautorregulan y, por el otro, darle cabida a algún tipo de intervención del Estado en la economía

Texto: RO B E RT OGUTIÉRREZ ALCALÁ—ro [email protected]

Su origen no se sitúa en losaños 80 del siglo XX, co-mo podría suponerse, si-no que va de 1929, cuandoestalló la Gran Depresión,a 1947, cuando se realizó

el primer encuentro de la MontPèlerin Society, la cual fue creadapor políticos, filósofos y econo-mistas como Ludwig Erhard,Friedrich Hayek, Karl Popper,Milton Friedman y George Sti-gler, entre otros, “para preservarlos derechos humanos amenaza-dos por la difusión de ideologíasrelativistas y afines a la extensióndel poder arbitrario”.

“En un principio, el neolibera-lismo fue un movimiento que, adiferencia del liberalismo del si-glo XIX, proponía, por un lado, noconfiar tanto en la idea de que losmercados se autorregulan y, porel otro, darle cabida a algún tipode intervención del Estado en laeconomía. Ahora bien, no propo-nía nacionalizaciones ni grandesesquemas de planificación ni laalteración del mecanismo de de-terminación de precios, pero síque el Estado fuera un árbitro jus-to para que el mercado alcanzaraun libre desarrollo”, señala An-dreu Espasa de la Fuente, inves-tigador del Instituto de Investiga-ciones Históricas de la UNAM yresponsable del proyecto de in-vestigación “El origen del neoli-beralismo en Estados Unidos yMéxico: un debate económico so-bre la democracia (1929-1947)”.

En opinión del investigadoruniversitario, el neoliberalismode los años 30 ocupó una posi-ción que, para la percepción ac-tual, puede parecer más corridahacia la izquierda y, sobre todo,estuvo en contra de los monopo-lios, pero esto desapareció en losaños 70 con Friedman.

N exoEn 1937 se publicó The Good So-ciety, una obra en la que el inte-lectual estadounidense WalterLippmann denunciaba, a decirde Espasa de la Fuente, “las po-líticas de planificación económi-ca como antesala de la victoriapolítica de las ideologías antilibe-rales y proponía un nuevo libe-ralismo que superara las gravesdeficiencias del liberalismo anti-cuado de laissez faire”.

Poco después, The Good So-ciety fue traducida al español yprologada por Luis Montes deOca, en ese entonces gobernadordel Banco de México, con lo cualesta obra se convirtió en el nexoentre el neoliberalismo estadou-nidense y el primer neoliberalis-mo mexicano.

“Ambos movimientos nacie-ron en oposición a fenómenosparecidos: en Estados Unidos, alNew Deal, a la creación del estado

de bienestar, a las políticas de in-tervención de la economía de ins-piración keynesiana; y en Méxi-co, a algo que, con sus diferencias,tenía cierto paralelismo con elNew Deal: la política económicadel cardenismo”, indica el inves-tigador de la UNAM.

En el caso del neoliberalismomexicano hay que destacar la po-lémica en la que se vieron envuel-tos Luis Montes de Oca, el repre-sentante más relevante de estacorriente de pensamiento, y el se-cretario de Hacienda, EduardoSuárez, sobre si el Banco de Mé-xico debía o no debía financiar losdéficits presupuestales del go-bierno cardenista, que de hechoeran moderados.

“Finalmente, Suárez ganó y elBanco de México contribuyó a fi-nanciar esos déficits presupues-tales. Sin embargo, la postura deMontes de Oca se erigió como un

precedente muy significativo delneoliberalismo mexicano e inclu-so mundial, en el sentido de queesta corriente de pensamientoentrañaba un tipo de propuestaeconómica y, ante todo, políticaque le daba un peso enorme a lasinstituciones contramayoritariasy disciplinadoras que, dentro delordenamiento jurídico del régi-men político-social-económicotanto de México como de otrospaíses, le ponían un límite a lo quelos neoliberales consideraban losexcesos de la democracia.”

Propuestas poco útilesYa los primeros neoliberales deMéxico y Estados Unidos recela-ban de la democracia porquecreían que era la responsable deldesbarajuste de la Gran Depre-sión, así como de que las clasespopulares esperaran que el go-bierno las protegiera de un golpeexterior en la economía y de losmomentos de mayor infortunio.

“En los años 30, los neolibera-les eran defensores de las liber-tades económicas y políticas, pe-ro no de la democracia. Así, pen-saban que era fundamental queel régimen económico fuera ca-pitalista, de libre mercado, por-que de ese modo garantizaría laslibertades políticas, pero estabanconvencidos de que la democra-cia representaba un problemapara las libertades económicas ypolíticas. Asimismo, la culpabandel surgimiento del comunismoy el fascismo. Y es que, a excep-

ción de algunos casos, como eldel filósofo francés Louis Rou-gier, en general eran antifascistas;es más, sufrieron el exilio por seropositores de los regímenes fas-cis tas”, apunta Andre Espasa dela Fuente.

Por otra parte, los neoliberalesde esa época habían perdido laesperanza de que las masas tuvie-ran el mínimo nivel de alfabeti-zación económica necesario paradeliberar acerca de cuestiones depolítica económica; por eso sos-tenían que había que divorciar laeconomía de la democracia.

“A pesar de todo, en aquellosaños, el neoliberalismo no afectórealmente a la democracia por-que la mayoría de sus propuestaseran poco útiles para los gober-nantes; por ejemplo, la que se re-fería a la austeridad (un términomuy ligado a él en años recien-tes), a no tener déficits fiscales, noservía para hacer frente a la GranDepresión ni a la Segunda GuerraMundial. Una guerra mundial nose gana con austeridad, sino conmucho gasto, mucha deuda yuna gran expansión de la masamonetaria. En este sentido, elneoliberalismo fue un proyectoque fracasó entonces.”

Éxito posteriorDe acuerdo con el investigador, elllamado crack del 29 fue para laderecha lo que la caída del murode Berlín sería para la izquierda60 años después, en 1989.

“A la derecha se le cayó todo

con la Gran Depresión. Y comono podía seguir con el mismo dis-curso, porque el capitalismo per-dió mucho prestigio con aquélla,tuvo que reinventarse por mediode nuevas formas de liberalismo,de capitalismo y de democracia.No obstante, el neoliberalismo,que competía con otros movi-mientos, como el keynesianismo,no pudo tener éxito en esa épocaporque era muy crítico con losmonopolios. En cambio, el key-nesianismo aprovechó los mono-polios para hacer algo que era in-dispensable frente al inminenteestallido de la Segunda GuerraMundial: articular pactos socia-les entre los grandes empresarios,los sindicatos y el gobierno.”

Con todo, el neoliberalismo tu-vo un desmesurado éxito des-pués, en los años 80, especial-mente cuando colapsó el consen-so keynesiano y el del pleno em-pleo, y nació un nuevo consensoen el que se le dio más importan-cia al control de la inflación queal pleno empleo.

“Hoy en día vivimos un mo-mento histórico que presenta si-militudes inquietantes con laGran Depresión y en el que pro-bablemente aparecerá algo dis-tinto de los consensos neolibera-les de las décadas pasadas y, tam-bién, del tipo de globalización alque estábamos acostumbrados.Mi estudio intenta aportar ele-mentos para comprender estat r a n s i c i ó n”, finaliza Andreu Es-pasa de la Fuente. b

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Fila de desempleados frente a un comedor de beneficencia en Nueva York durante los años de la Gran Depresión.

ANDREU ESPASADE LA FUENTEInvestigador del Instituto deInvestigaciones Históricasde la UNAM

“Hoy en día vivimosun momento quepresenta similitudesinquietantes con laGran Depresión”

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