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El Lenguaje de la poesía
La poesía utiliza el mismo vehículo de expresión que utilizamos en la vida diaria y
que también emplean las ciencias. Pero el propósito en estas tres ocasiones es diferente. La
poesía no persigue el mismo fin que la conversación cotidiana, donde lo fundamental es
comunicarse de la forma más rápida y efectiva. Tampoco aspira a la precisión y exactitud de
las ciencias. En poesía, las palabras están cargadas de contenidos afectivos, los cuales se
ponen de manifiesto a través del ritmo y las imágenes. No importan tan sólo las ideas, sino
también la forma como estas ideas están expresadas. En muchas ocasiones, es más lo que se
sugiere mediante las palabras que lo que se dice de una manera explícita.
Si en las ciencias y en la vida diaria usamos un lenguaje lógico y directo, en la poesía
se utiliza lo que se ha llamado lenguaje figurado”, en el cual las imágenes o figuras poéticas
ocupan un lugar preponderante.
Pero, ¿qué es el lenguaje figurado? La palabra “figurado sugiere un lenguaje que no
señala hacia una realidad objetiva, y también sugiere un adorno. Pero el lenguaje figurado
aparece frecuentemente en el uso común. Cuando decimos “se puso rojo de ira” señalamos
un hecho objetivo: el rubor del rostro de una persona airada, más queremos decir algo más.
Eso otro que queremos y logramos decir deriva no del significado objetivo, lógico, de la
frase, sino las adherencias sicológicas que la palabra rojo lleva en sí. Porque obviamente la
palabra rojo señala a un color, pero también sugiere vida, amor, pasión, sangre derramada,
violencia. Así, cuando decimos “rojo de ira” aumentamos la expresividad de la frase
explotando las connotaciones de la palabra rojo que señalan no ya al hecho objetivo del rubor
del airado, sino a la intensidad de la pasión y a la inminencia de la violencia. El lenguaje
figurado, por tanto, descansa en esa capacidad asociativa del lenguaje humano que lo
expande más allá de la mera representación verbal de un objeto o un hecho para cargarlo de
asociaciones sicológicas más expresivas. El lenguaje figurado, por tanto, descansa en esa
capacidad asociativa del lenguaje humano que lo expande más allá de la mera representación
verbal de un objeto o un hecho para cargarlo de asociaciones sicológicas más expresivas.
El lenguaje figurado suele dividirse en tres tipos: las figuras de dicción, las figuras de
pensamiento y los tropos. Empezaremos por estos últimos ya que forman el núcleo principal
en el cual descansa el uso poético del lenguaje.
I – Los Tropos
La palabra tropo viene del griego y quiere decir cambio, giro, vuelta, rodeo. “Por eso
tropo es todo cambio de significado en la palabra o en la frase. Designa las cosas no por su
nombre habitual, sino por otro que refleja la visión personal del autor” (Pelayo H. Fernández,
Estilística, p. 99) y es más expresivo. El tropo depende de la capacidad humana para asociar
ideas, objetos, hechos, etc., que no necesariamente tienen un parecido lógico, sino las más de
las veces ilógico, afectivo.
A. La Metáfora – Es con mucho el tropo más importante utilizado no sólo en la poesía
sino en el lenguaje diario. Descansa en la habilidad asociativa de la mente humana de
encontrar similaridades en las cosas aparentemente más disímiles, similaridad que
expresa como una identidad (vd. Diferencia con el símil en la pág. 4). La metáfora
tradicional se compone de dos términos: el término real que es el que el poeta trata de
resaltar y el término imaginario, que es el instrumento del cual se vale para resaltarlo.
Veamos un ejemplo ya muy trillado, pero hábil.
El poeta quiere resaltar el color rosado, la suavidad y la dulzura de las mejillas de su
amada. Encuentra esas mismas cualidades en grado óptimo en la rosa. Identifica entonces
las mejillas con la rosa y dice:
“Las rosas de tus mejillas, que encantaron mi alma…”
Al identificar el término real (las mejillas) con el imaginario (las rosas), hay que notar
que NO ha dicho que las mejillas son como las rosas. Sino que efectivamente son rosas – no
pretende que el lector se haga una imagen mental de una mujer con una rosa a cada lado de la
nariz! Sería grotesco. Por el contrario, nos exige que veamos que las mejillas de su amada
tienen idénticas cualidades que la rosa, y en el mismo grado, a tal punto que rosas y mejillas
son intercambiadas en suavidad, color, tersura y hasta en el tenue perfume.
Esta sustitución puede expresarse de dos modos:
1. La metáfora impura: en ésta se nombra tanto el término real como el
imaginario como en el ejemplo que acabamos de ver.
2. La metáfora pura: en este caso la sustitución del término real por el
imaginario es completa. El término real queda implícito y
ha de ser derivado del contexto en que aparece la metáfora.
“Las rosas que encantaron mi alma”. En este caso sólo
sabremos a que refiere rosas si sabemos que el poeta está
hablando del rostro de la amada.
Ejemplos: “No todas las voces ledas
son de Sirenas con plumas, (a)
cuyas húmidas espumas (b)
son las verdes alamedas.
(Luis de Góngora)
a) En este caso el término real pájaros está ausente, aunque sugerido por la voz
plumas. El término Sirenas lo sustituye queriendo indicar que el canto de los
pájaros tienen el mismo poder mágico que se atribuye al canto de las sirenas. De
este modo, pájaros y sirenas son idénticos.
b) Como la sirena habita en el mar entre las espumas, se sustituye el habitad normal
del pájaro, las frondas, por el de éstas (mediante la palabra son). En este caso
están presentes tanto el término real (las verdes alamedas) como el imaginario (las
húmidas espumas), lo que la hace una metáfora impura.
“Cendal flotante de leve bruma,rizada cinta de blanca espuma,rumor sonoro de arpa de oro,beso del aura, onda de luz,eso eres tú.”(G. A. Bécquer)
“El cielo, una inmensa madreperla azul”(P. H. Hernández)
“Oro pálido nimbaSu carita curiosa y asustada”(M. Machado)
B. Alegoría – Es una expresión paralela de una serie de ideas, una serie de imágenes
relacionadas, de modo que también puede catalogarse como una serie de metáforas
continuadas.
Ejemplo: “Vireno, aquel mi manso regalado del collarejo azul, aquel hermoso que con balido ronco y amoroso llevaba por los montes mi ganado, aquel del vellocino ensortijado,
de alegres ojos y mirar gracioso, aquel me hurtaron ya, Vireno hermano. (Lope de Vega)
El poeta le cuenta alegóricamente a su amigo Vireno que le han arrebatado a su
amada (manso), la cual solía llevar un escapulario (collarejo azul), cuya hermosa voz (balido)
___________ su voluntad (ganado), que tenía el cabello rizado (vellocino ensortijado).
C. Sinestesia – este tropo depende de la capacidad del lenguaje de evocar sensaciones
físicas en el lector, no sólo estimulando los sentidos comunes oído, vista, olfato, tacto
o gusto, sino también la llamada “sensibilidad interna”: las sensaciones de hambre,
frío, calor, ahogo, euforia, depresión, etc.. A estas imágenes se las llama sensoriales.
La sinestesia es una imagen sensorial compleja. Ocurre cuando en una misma imagen
hay un cruce de dos o más sensaciones o se atribuyen sensaciones auditivas, olfativas,
visuales, gustativas o táctiles a elementos que no la poseen. Por identificar
sensaciones dispares en una misma imagen, la sinestesia es una especie de metáfora.
Ejemplos: “y arranca al arenal caliginoso un brillo seco y áspero”
En este caso se entreveran en una misma imagen sensaciones que afectan al tacto para explicar una imagen visual (el brillo). Resultado: la intensificación de la sensación visual al identificar con sensaciones táctiles que sugieren la intensidad hiriente del brillo.
“Palmera fiel a clave cristalinade agua y cielo, rumor anaranjado.”“Miraba ayo una tarde, suculenta de sol y panorama”
D. Metonimia - en este tropo se sustituye un elemento por otro con el cual tiene una
relación lógica, no de semejanza. La metonimia presenta varias formas:
1. el objeto mediante el nombre de la materia:
“por el acero fúlgido rasgada
mostró su carne roja la sandía.”
2. la parte por el todo
“y fue por este río de sueñera y de barro
que las proas vinieron a fundarme una patria.”
3. el recipiente por el contenido:
“Hay quien corta la rosa por puro desaliento.
Otro en cambio se bebe un vaso en la taberna.”
(Adelaida Los Santos)
II – Figuras de Dicción
Las figuras de dicción se basan en la especial colocación de las palabras en la frase o
en el verso de modo que sí se altera el orden desaparece la figura. Su función es aumentar la
capacidad expresiva del lenguaje mediante la posibilidad de dar énfasis a lo dicho, atraer la
atención del lector e intensificar el significado para lo cual se sirven de varios recursos que
las definen.
A. Anáfora – consiste en la repetición de una o más palabras al principio de los versos
de un poema. Si la repetición ocurre al final de los versos se llama Conversión.
Ejemplo: “No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida deatenta, no perdono a la tierra ni a la nada.” (Miguel Hernández)
B. Aliteración – es una figura de dicción que consiste en la repetición de la misma letra
o sonido dentro del verso o la frase con el fin de hacerla armoniosa con una armonía
__________ particular.
Ejemplos: “Con el ala aleve del leve abanico”(Rubén Darío)
“En el silencio sólo se escuchabaUn susurro de abajas que sonaba”(Garcilaso)
C. Onomatopeya – es una palabra que en sí misma imita el sonido que nombra. Las
palabras imitativas en su mayor parte han sido tomadas de las voces de los animales;
bramido, aullido, maullido, piar, etc..
A veces, en la frase o el verso el uso de la aliteración resulta en una onomatopeya
como en el ejemplo siguiente:
“Por la encendida calle antillanava Tembandumba de la Quimbamba,rumba, macumba, candombe, bámbula,
entre dos filas de negras caras”. (Palés Matos)
La aliteración formada por la repetición del grupo consonántico mb sugiere
onomatopéyicamente el sonido del tambor africano
D. Hipérbaton – consiste en la alteración del orden habitual de las palabras en la frase
con las funciones de destacar lo más importante de ésta o facilitar el ritmo o la riam
del verso.
Ejemplo: “Ya formidable y espantoso suena dentro del corazón el postrer día…” (Quevedo)
III – Figuras de Pensamiento
A. Símil – es una comparación entre dos cosas que poseen cualidades parecidas.
“Compara un hecho real con otro imaginado que posee cualidades análogas, pero en
grado superior: el hecho real adquiere las cualidades del imaginado y se hace por ello
más expresivo” (Pelayo H. Fernández, Estilística, p. 82). En el símil esos elementos
están enlazados por una partícula comparativa (como, tal, parece, semeja, simula,
igual que).
Ejemplos “El mismo verso cantaremos al mismo paso bailarás; como una espiga bailaremos, como una espiga y nada más.” (Gabriela Mistral)
“¡Sagrada tierra de Castilla! grave y solemne como el mar, austera como el desierto, adusta como el semblante de los antiguos héroes” (Ricardo León)
B. Hipérbole – es el resultado de una ponderación excesiva de cualidades o
sentimientos: es una exageración poética.
Ejemplos: “Con mi llorar las piedras enternecen su natural dureza y la quebrantan…” (Gracilazo de la Vega)
“La palma real es un tesoro de mucho más valor que el oro.” (Virgilio Dávila)
C. Apóstrofe – el poeta le habla directamente a una persona ausente o muerta, a un
animal, a un objeto, o a una idea abstracta.
Ejemplo: “Oh triste coche viejo que en mi memoria ruedas! ¡Pueblo, que en un recodo de mi alma te pierdes! ¡Lágrima grande y pura, lucero que te quedas temblando, en la colina, sobre los campos verdes!” (Juan Ramón Jiménez)
D. Personificación o Prosopeya – consiste en dar características propias de las personas
a los objetos o animales.
Ejemplo: “Barrio tatuado y manglanero: Mañana cuando amanezca, abrirás tus ventanales Para lavarte la cara con su cachorro abollado.” (Samuel Lugo)
E. Antitesis – contraposición de dos palabras o frases de significación contraria para
hacerlas resaltar: la grandeza de la pequeñez.
F. Paradoja – suele definirse como una contradicción aparente; en ella se armonizan
términos o ideas contradictorias obteniéndose en concepto más claro.
Ejemplos: “Dadme mi número, porque si no Me moriré después de muerta!” (Julia de Burgos)
“Y tú en la noche con la muerte viva…” (F. Matos Paoli)
LA MEDIDA DE LOS VERSOS
La unidad que se utiliza para medir los versos en la sílaba métrica o poética. En
términos generales las sílabas poéticas equivalen a las sílabas ortográficas excepto en el caso
en que se utiliza la sinalefa. Esta consiste en unir en una sola sílaba poética la vocal final de
una palabra con la vocal inicial de la palabra siguiente:
La/ bar/ba/ ne/gra,/ pá/li/do/ el/ sem/blan/te 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Hay, sin embargo una regla que altera el número de sílabas en un verso, irrespective
de las que naturalmente tenga y es la llamada regla de la palabra final:
a. Si la palabra final del verso es aguda, se le añade una a la cuenta:
Pe/ro/ flo/res/ tan/ be/llas/ nun/ca/ pue/den/ du/rar 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 + 1= 14
b. Si la última palabra del verso es esdrújula se le resta una sílaba:
Los/ ca/ba/llos/ e/ran/ á/gi/les1 2 3 4 5 6 7 8 9 -1=8
c. Si el verso termina en palabra llana, ni se le añade ni se le quita.
Hay que recordar que la regla de la palabra final no es opcional: es MANDATARIA
cuando se cuentan las sílabas poéticas.
En algunos casos, por razones de ritmo o de significado, se rompen las reglas de la
división en sílabas y se utilizan las llamadas LICENCIAS MÉTRICAS.
a. hiato poético: es la ruptura de la sinalefa; es decir, se mantienen separadas la vocal
final de una palabra de la vocal inicial de la palabra siguiente (no se trata del hiato
ortográfico).
Ejemplo: “E/nor/me/ tron/co/ que/ a/rras/tró/ la/ o/la (Santos Chocano) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
b. diéresis: ocurre cuando por propósitos métricos se separan las vocales que
normalmente están en diptongo dentro de una palabra.
Ejemplo: ¿Qué/ fue/ crü/el? Ol/vi/das/ Se/ñor/ que/ le/ que/rí/a (14) y/ que/ el/ sa/bí/a/ su/ya/ la/ en/tra/ña/ que/ lla/ga/ba (14) (G. Mistral)
c. sinéresis: consiste en la unión silábica de dos vocales que ortográficamente forman
hiato o van separadas.
Ejemplo. A/ ca / so/ quie/ ren/ más/ es/com/bros 9
De/más/ go/tea/das/ pri/ma/ve/ras 9
(Julia de Burgos)
Dependiendo del número de sílabas poéticas, los versos se clasifican en versos de
ARTE MAYOR (los que tienen más de ocho sílabas poéticas) y versos de ARTE MENOR
(tiene de dos a ocho sílabas poéticas). De acuerdo con el número de sílabas se denominan
bisílabos (2), trisílabos (3), tetrasílabos (4), pentasílabos (5), hexasílabos (6), heptasílabos
(7), octosílabos (8), eneasílabos (9), decasílabos (10), endecasílabos (11), dodecasílabos (12),
tridecasílabos (13), y alejandrinos (14).
Los versos de doce sílabas en delante son versos compuestos de dos versos simples
divididos por una pausa que se llama cesura. La cesura divide al verso en mitades que se
llaman hemistiquios. En la cesura se aplica la regla se la palabra final de verso:
Ejemplo: La/ sies/ta/ del/ tró/pi/co.] El/ lo/bo/ se/ duer/me
1 2 3 4 5 6 7 - 1 2 3 4 5 6 = 12
(Rubén Darío)
La Rima
Llamamos rima a la igualdad o semejanza de terminación en las últimas palabras de
los versos. Hay tres posibilidades.
a. rima consonante – cuando a partir de la última vocal acentuada son iguales todos
los sonidos. Vocales y consonantes.
b. rima asonante – cuando a partir de la última vocal acentuada son iguales las
vocales, pero difieren las consonantes.
c. rima libre – cuando no hay rima. Dentro de un mismo poema puede haber versos
rimados y versos libres.
La Estrofa
Llamamos estrofa a la combinación de dos o más versos sujetos a un orden melódico
o ritmo. De acuerdo al número de versos, la clase y distribución de la rima, las estrofas
reciben diferentes nombres. Mencionaremos algunos:
a. pareado o dístico – dos versos de igual número de sílabas rimados entre sí.
“Tómame ahora que aún es sombría A
Esta tacitura cabellera mía”. A (Juana de Ibarborou)
b. tercetos – estrofa de tres versos que pueden ser monorrimos (los tres riman entre
sí) o tener rima encadenada.
“Sobre su augusto pecho A
ni joyeles perturban ni cadenas B
el negro terciopelo silencioso” A ( Antonio Machado)
c. cuarteta – estrofa de cuatro versos de arte menor con rima alterna.
Soria ría! La campana a
De la Audiencia da la una. b
Soria, ciudad castellana a
Tan bella como la luna! b (A. Machado)
ch. redondilla – estrofa de 4 versos de arte menor con rima abba.
La tarde más se oscurece: a
Y el camino que serpea b
Y débilmente blanquea, b
Se enturbia y desaparece. a (A. Machado)
d. En Puerto Rico las estrofas de 4 versos so muy populares. El hombre del pueblo
las improvisa con gran facilidad. Aunque se llaman coplas a rodas las estrofas de
cuatro versos de arte menor., es la copla octosilábica, de rima en los versos dos y
cuatro dejando el primero y el tercero libres (-a-a) la que es característica de nuestros
campos.
“El hombre que se va y no vuelve, “Le dí el corazón a Rita
no tiene ningún delito; para que lo derritiera.
porque las estrellas cambian Porque Rita le derrite
y vuelven al mismo sitio. El corazón a cualquiera”.
“A mi me gusta la leche.
Tambien me gusta el café.
Pero no me gusta tanto
Como los ojos de usted”.
Estas coplas se llaman bombas cuando se intercalan en bailes o se dicen en forme de
controversia:
Ella: Cogollo de verde palma,
ramo verde de laurel,
hombre que no tiene barba
¿para qué quieren mujer?
El: Escuchen, señores, todos,
lo que dice esta mujer:
como si la barba fuera
lo que se va a mantener. (Tomado de la tradición oral de P.R. El cantar
folklórico de Puerto Rico
(Dr. Marcelino Canino)
e. cuarteto – Estrofa de 4 versos de arte mayor con rima ABAB.
Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte A
al fondo del abismo, estoy clamando B
a Dios. Y su silencio, retumbando B
ahoga mi voz en su vacío inerte A
f. serventesio – estrofa de cuatro versos de arte mayor con rima ABAB.
Yo soy como las gentes a mi tierra vinieron: A
Soy de la raza mora, vieja amiga del sol… B
Que todo lo ganaron y todo lo perdieron. B
Ahoga mi voz en su vacío inerte. A
g. sextilla – conjunto de seis versos de arte menor, organizados en diversas formas
en cuanto a su rima.
Soledad y calma:
Silencio y grandeza
La choza del alma
Se recoge y reza,
De pronto, oh belleza!
Canta el verderol.
(Juan Ramón Jiménez)
h. octava real – estrofa de ocho versos endecasílabos: Su esquema de rima es
ABABABCC.
Nunta, de Doris hija, las más bella, A
adora, que vio el reino de la espuma, B
Galatea es su nombre, y dulce en ella A
el eterno Venus de su Gracias suma. B
Son una y otra luminosa estrella, A
lucientes ojos de su blanca pluma: B
si roca es cristal no es de Neptuno, C
pavón de Venus es, cisne de luno. C
(Cóngora)
i. décima o espinola – estrofa compuesta por diez versos octosílabos con rima
asonante o consonante, generalmente distribuida así: abbaaccddc. Ha sido
cultivada en Puerto Rico tanto por el pueblo como por poetas cultos. Más
Llorens Torres se ha distinguido entre los poemas que han cultivado.
Ejemplo: Ya está el lucero del alba a
Encimita del palmar. b
Como horquilla de cristal b
En el moño de un palma. A
Hacia el vuela mi alma a
Buscándote en el vacío c
Si también de tu bohío c
Lo estuvieras tu mirando d
Ahora se estarían besando d
Tu pensamiento y el mío. C
j. soneto – no es una estrofa sino un grupo de estrofas. Consta de catorce versos de
arte mayor dispuestos en dos cuartetos y dos tercetos con rima consonante distribuida
de la siguiente forma: ABBA ABBA CDE CDE. L;a distribución de la rima de los
tercetos puede variar.
El movimiento modernista experimentó con nuevas variantes del soneto y
combinó, por ejemplo, cuartetos con servientesios en lugar de dos cuartetos.
Sonero tradicional.
A CRISTO CRICIFICADO
No me mueve, mi Dios para quererte
el cielo que me tienes prometido;
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en un a cruz y escarnecido;
muéveme ver tu cuerpo tan herido
muéveme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera.
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
no me tienes que dar porque te quiera;
pues aunque cuanto espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
(Anónimo)
Soneto modernista:
CAUPOLOCAN
Es algo formidable que vio la vieja raza,
robusto tronco de árbol al hombro de una campeón
salvaje y aguerrido cuya fornida maza
blandiera el brazo de Hércules, o el brazo de Sansón.
por casco sus cabellos, su pecho por coraza,
pudiera tal guerrero, de Arauco en la región,
lancero de los bosques, Nemrod que todo caza,
desjarretar un toro, o estrangular un león.
anduvo, anduvo, anduvo. Le vio la luz del día,
le vio la tarde pálida, le vio la noche fría,
y siempre el tronco de árbol a cuestas del titán.
“El Toqui, el Toqui!, clama la conmovida casta. Anduvo, anduvo, anduvo. La aurora
dijo: “Basta”, e irguiese la alta frente del gran Caupolleán.
(Rubén Darío)
k. Silva – estrofa de esquema fluctuante compuesta de un número indeterminado de
encedasílabos y heptasílabos que riman arbitrariamente.
Me llaman desde allá,
larga voz de hoja seca,
mano fugaz de nube
que en el aire de otoño se dispersa.
Por arriba el llamado
tira de mi con tenue hilo de estrella;
abajo el agua en tránsito,
con sollozo de espuma entre la niebla.
Ha tiempo oigo las voces
Y descubro las señas.
(Luis Pales Matos)
Si el esquema se repite de manera regular a lo largo del poema se llama estancia.
l. lira - estrofa de cinco versos, dos endecasílabos y tres heptasílabos, con rima
consonante distribuida de la forma aBabB.
Quédeme y olvídeme,
el rostro recliné sobre el Amado;
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado
(San Juan de la Cruz)
ll. romance – no es propiamente una estrofa. Es una serie indefinida de octosílabos
donde los pares riman de forma asonante y los impares quedan libres.
Romance – la fe del ciego
Camina la Virgen pura
de Egipto para Belén,
en una burrita mansa que le compró José.
Lleva al niño entre sus brazos.
El Santo camina a pie.
Mas en medio del camino
Pide el niño beber.
No pidas agua, mi niño,
no pidas agua, mi bien,
que los rios vienen turbios
y no se pueden beber.
Allá en el monte San Pablo
Hay un rico naranjal;
El que lo estaba cuidando
Es un ciego que no ve.
Por Dios te pido, buen ciego,
y asi Dios te deje ver
que me des una naranja
que mi niño tiene sed.
Entre usted, señora y coja
las que fuere menester.
la Virgen como es prudente,
le cogió tan sólo tres.
Una se la dio a su niño,
otra se la dio a José,
y otra se quedó en la mano
para la Virgen oler.