Download - El esqueleto torpe
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Érase una vez un esqueleto que al salir de una lápida del cementerio se golpeó.
José Campillo Mateos – CáceresCURSO 3º CEIP SAN JUAN BOSCO – San Carlos del Valle
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Esta historia que os voy a contar ocurrió un día de otoño. El esqueleto era alto y feo, vestía con camiseta azul y calzoncillos con agujeritos. Era muy torpe, pero amable. Le gustaba hacer el tonto y dormir la siesta en una piedra.
Intentaba no caerse pero siempre se caía. Todas las veces que se caía se desmontaba, los huesos salían para todos lados y algunas veces no los encontraba, pero gracias a su barita se volvía a montar.
Cuando iba por la calle la gente que lo veía se asustaba de él, pero no de lo feo que era sino de los calzoncillos tan espantosos que llevaba,
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pues cada vez que daba un paso se le bajaban hasta las rodillas y le hacían caerse.
Un día se cruzó con una niña. El esqueleto al verla, empezó a correr para no asustarla con tan mala suerte que tropezó con una piedra. La niña fue a su ayuda, le cogió la barita, le dio un toque y se volvió a convertir en esqueleto. La niña y el esqueleto se hicieron muy amigos.
Un día la niña se encontró con una bruja muy mala que la secuestró y se la llevó a un castillo. Toda la gente del pueblo empezó a buscarla por todas partes pero era imposible encontrarla.
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El esqueleto estaba muy triste, salió a buscarla y la encontró. Ató a la bruja a una silla, cogió a la niña y la llevó a su casa. Cuando los vieron llegar, la gente empezó a darles palmas y a alabar al esqueleto.
El esqueleto se quedó a vivir en el pueblo y por salvar a la niña lo nombraron “el salvador de los niños”.
Autor: José Campillo Mateos – Cáceres3º EP - 28 de octubre de 2.012