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EL APARECER EN LA VERTICALIDAD DEL SABOR

El reencontrarnos y reconocernos

Este ágape, en la Ciudad Abierta de Ritoque, celebra el reencontrarnos y reconocernos entre quienes atendemos a la celebración y con el mismo comer, luego de ya haber celebrado la bienvenida y el encuentro en el ágape anterior.

Mediante un fruto, un bocado comprendido por tres frutas, se da cuenta de un aparecer lúdico de los sabores, mediante sus texturas y geometrías. De esta manera, el acto del comer cae en el descubrir y la sorpresa a partir de los primeros bocados, donde se van reconociendo los sabores: En el exterior, sabores y colores cálidos y opacos. En el interior, el aparecer de un nuevo sabor y color intenso que marca la sorpresa del fruto.

El ágape, así, se vuelve en una instancia para reconocer y reencontrar en comunidad, descubrir mediante la verticalidad del bocado.

El aparecer en la verticalidad del sabor

[01] Dibujos de observación de frutas: Fila superior: La cáscara y carne comestible de la pera. Se aprovecha casi la totalidad del fru-to. Fila inferior izquierda: Carne de la frutilla. El fruto se consume en su totalidad. Fila inferior derecha: Lo cremoso del higo. Pastoso y ligoso.

OBSERVACIONES

Con observaciones realizadas previamente, se cae en la cuenta de un modo práctico de comer, como por ejemplo en las manzanas o peras, donde se puede consumir su cáscara y carne pero no su centro, o las frutillas que se consumen en su totalidad. Al observar estos factores, se le da este valor de sustentabilidad al fruto diseñado, consumiéndose a través de su verticalidad sin dejar residuos.

Paralelamente, se busca trabajar con frutas que no contengan demasiado líquido, para poder mantener la formalidad del bocado.[02] Croquis del bocado. Croquis izquierda: Se observa la verticali-

dad del comer en el gesto de la mano. Suspensión hacia arriba.Croquis derecha: El bocado al comerlo desaparece, la verticalidad se concentra a un solo punto cerrado de la mano.

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DISEÑO DEL BOCADO

El fruto diseñado consta de tres frutas que, en su preparación, coordinan en sabores cálidos y texturas suaves.En su comer en vertical, aparece en un primer momento manzana roja rallada que, para darle mayor densidad y sabor, se estruja y quita el jugo y carameliza. A su vez, se agrega gelatina sin sabor concentrada para aglutinar la mezcla y dejarla firme.Como base, se cuenta con un triturado de higo seco, recubierto con harina tostada para absorver la humedad exterior.El higo seco cuenta con una textura húmeda y ligosa que, al molerlo, esta humedad forma una pasta moldeable y firme, lo que le permite traducir su forma fácilmente en la matriz.

En el interior, a medida que se va consumiendo el bocado, aparece un centro de consistencia líquida y espesa. Una mermelada de frutilla que contrasta los sabores a uno más ácido y fuerte.

MATRIZ

La matriz guía la traducción del material. Comprendida por dos partes, la primera, matriz principal compuesta de un tubo PVC de 1 1/2” de diámetro por 10 cm de alto, traduce el material semi-conformado del fruto. En la base se posiciona la masa de higo previamente amoldada con las manos para ingresar a la matriz. Sobre ella, se vierte la mezcla de manzana y gelatina.

Base de triturado de higo.5 cm de altura aprox.

Manzana rallada y gelatina.5 cm de altura aprox.

Centro de mermelada de frutilla.1 cm de diámetro y 7 cm de profundidad.

[03] Esquema de composición del bocado. Escala 1:1,3

Una vez desmoldado, con un sacabocados de mica de 1 cm de diámetro y 13 cm de largo, se perfora el centro 7 cm hacia abajo. Se retira y, con ayuda del tubo, dentro del hueco se rellena con la mermelada de frutilla.

Mariana Boubet14 Marzo 2016

EL APARECER EN LA VERTICALIDAD DEL SABOR


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