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gloga III. Garcilaso de la Vega.
Licenciatura en Filologa Hispnica. Universidad de Almera. |Macarena Gallego Carretero. 1
Antes de abordar el breve anlisis de la gloga III de Garcilaso debemos hacer una breve introduccin general de la poesa en el Renacimiento. El Renacimiento literario europeo significa, ante todo, el descubrimiento
de Petrarca y sus sucesores. Aunque desde el principio del siglo XV, ciertos poetas espaoles estaban al corriente
de la poesa de Petrarca, sta no afect de forma muy sealada a la castellana ni en su forma ni en su contenido en
un primer momento ya que la nueva poesa italiana comenz a tener una mayor influencia a partir de la tercera
dcada del siglo XVI.
Ser una fecha simblica para la poesa espaola el ao 1526. Andrea Navagero, poeta y estudioso de los
clsicos, asisti, en su calidad de embajador de Venecia, a la entrada de Carlos V en Granada. Es all donde Juan
Boscn sera animado por Navagero a utilizar en castellano las formas mtricas italianas, inicindose as el paso
definitivo hacia los presupuestos vitales del Renacimiento en la poesa espaola culta. El entusiasmo de Garcilaso
por el nuevo experimento literario que Italia proporcionaba, lo llev a rechazar en su conjunto la literatura espaola
de siglos anteriores, aquella poesa compuesta en la mtrica espaola tradicional.
Debemos comentar que su obra potica es muy reducida pues parte de ella se perdi aunque la que
sobrevivi fue muy importante en el paso de nuestra poesa medieval a la renacentista: comprende tres glogas,
cinco canciones, dos elegas (una de las cuales es una epstola a Boscn), otra epstola en verso a Boscn, treinta y
ocho sonetos y algunas composiciones en metros castellanos tradicionales, siendo estas ltimas de escaso inters.
La ms importante de Garcilaso est compuesta en este nuevo estilo italiano. Tanto su estilo como su
experiencia fueron enriquecindose gradualmente a medida que asimilaba la influencia de los grandes poetas
latinos y de los italianos desde Petrarca hasta Sannazaro, Bernardo Tasso y otros autores de su poca.
Ser en 1536 cuando Garcilaso escribe su gloga III, siendo en algunos aspectos la ms difcil de sus obras
para el lector actual ya que carece de la aparente sinceridad de la gloga I, y su compleja ficcin requiere un
considerable esfuerzo de imaginacin por parte del lector. Del mismo modo, refleja esta gloga el amplio
conocimiento que el autor tena sobre los saberes propios de la poca: la filosofa neoplatnica, la magia y
fundamentalmente los mitos clsicos a travs de Ovidio.
El poema consta de tres partes bien diferenciadas: la dedicatoria, el relato de las historias que abordan
cuatro ninfas en la ribera del Tajo y el canto amebeo de dos pastores, concretamente Tirreno y Alcino.
Tras una minuciosa descripcin del escenario, cuatro ninfas emergen del ro Tajo para tejer su tapicera a
la sombra de los sauces. La primera describe cmo Orfeo rescata a Eurdice de los infiernos y la vuelve a perder. La
segunda, la persecucin de Dafne por Apolo y su dolor al verla trasformada en un laurel. La tercera, la afliccin de
Venus ante la muerte de Adonis. El dolor de Orfeo est descrito en un verso, el de Apolo en dos, el de Venus en una
estrofa, de modo que va constituyendo un crescendo de dolor que lleva al clmax del poema con la descripcin por
parte de la cuarta ninfa sobre la muerte de Elisa y la pena de Nemoroso.
Cabe apuntar que han sido muchas las discusiones acerca de la relacin biogrfica entre las heronas de
los poemas garcilasianos y su co-referente real. Las figuras de Elisa y Nemoroso se han identificado, como en
la gloga I, con Isabel Freyre y el propio Garcilaso. Los nombres de las cuatro ninfas derivan de distintas fuentes:
Fildoce est tomado de Virgilio; Dinmene aparece en Homero; Climene figura en ambos autores; y Nise (en el
que se ha visto el anagrama de Ins de Castro, amante del rey portugus y que termin siendo decapitada) tiene
como modelo a Nisa, la pastora infiel en Virgilio.
El dolor en este poema est representado en estas cuatro escenas, pero la poesa no est dominada por
una sensacin de dolor: existe una tranquilidad deliberada que cede lugar a sentimientos ms intensos en la
descripcin de Elisa y Nemoroso, pero por ninguna parte asoma la pasin, y el breve episodio da paso a nuevos
incidentes as como a un escenario ms calmado.
La gloga se establece principalmente en torno a dos conceptos fundamentales: la idea del amor
espiritual y la muerte. Resulta evidente el estado puramente espiritual en el que se halla sumido Nemoroso, que
guarda armona con las teoras neoplatnicas que el poeta tena sobre los saberes propios de la poca: la filosofa
neoplatnica, la magia y fundamentalmente los mitos clsicos a travs de Ovidio.
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La primera estrofa refiere este cambio producido en el pastor que reconoce que, aun habiendo tomado
otro camino para su vida, su necesidad de celebrar la belleza de Elisa, curiosamente denominada en este lugar
Mara (probablemente se trate de doa Mara Osorio Pimentel, esposa de don Pedro de Toledo, cuyas cuatro hijas,
junto a dos hijos suyos, podran estar representados por las cuatro ninfas y los dos pastores), est clavada en su
corazn. Es posible advertir que, por la magia del juego de sentidos que circulan en el texto, se reflejan las
condiciones de ambos integrantes de la pareja amorosa.
En efecto, el tringulo formado por los conceptos Amor terrenal-Muerte-Vida se corresponde con Elisa, a
quien el amor terrenal o humano, imposible de cumplir, la lleva a la muerte y que la memoria de Nemoroso y su
dolor vuelven a la vida por la compasin que despierta en Nise. Este tringulo se corresponde con el sentir de
Nemoroso que siente que slo la muerte le devolver la vida y la posibilidad de conocer el verdadero amor: el amor
espiritual. Curiosamente, si nos posicionramos en el punto de vista de Elisa, podra verse representada la filosofa
cristiana: lo terrenal, despus de la muerte se transforma en una nueva vida donde reina el amor verdadero, el
espiritual. En cambio, situndonos en el personaje de Nemoroso, se representa el modelo del concepto amoroso
neoplatnico: el amor terrenal le permite trascender la muerte para unirse a Elisa en el amor verdadero, el eterno,
el espiritual.
El neoplatonismo recuperar la esttica y la simbologa de la luz emparentada con el conocimiento y
la oscuridad relacionada con la ignorancia. En este contexto, resultan discordantes y contrapuestas a la belleza
y paz de los paisajes pintados con posterioridad a las primeras siete estrofas, en las que el pastor cuenta su
situacin personal. Creemos que la melancola y oscuridad que domina estos versos, no obstante, no tienen que ver
con la relacin: oscuridad-ignorancia, sino con otras ideas que circulaban en la poca.
Ser en la octava estrofa en la que el poeta introduce el locus amoenus, del que nos interesa rescatar
algunas cuestiones, a propsito del modelo de amor neoplatnico. Esta estrofa, que introduce el ncleo principal
de la gloga III, marca, desde el paisaje, una clara divisin entre lo que se ve y lo que est oculto a los ojos y la
presencia del verbo tejer adelanta la temtica simblica del tejido, relacionada profundamente con la urdimbre y la
trama, y mucho ms profundamente con el tiempo.
Indiscutiblemente, los versos de Garcilaso pintan un paisaje ideal no habitado pero rebosante de armona,
un bosque de sauces que la hiedra entreteje hasta tal punto que no deja atravesar el sol; el sonido del agua y el
paisaje pintado con palabras refuerzan la condicin audiovisual de esta estrofa. En el que podramos llamar el
mundo de Elisa y el de las ninfas, se da la esencia del universo neoplatnico, puesto que con slo asomar la cabeza
de las aguas la ninfa advierte una fiesta para los sentidos, que se constituye en una tentacin que las invita a
realizar la tarea que tenan asignada.
Por ltimo, podemos comentar que el poema es una metfora continuada del recuerdo de pasadas
aflicciones que por ltimo vuelven de nuevo bajo las aguas del olvido de donde vinieron. Antes de desaparecer, las
ninfas ven alborotada la tranquilidad del lugar por dos pastores, Tirreno y Alcino, que cantan sus amores. El
simbolismo no debe ser llevado demasiado lejos, pero parece como si representara la vuelta del poeta a la vida real
y al amor despus de su preocupacin por el pasado. Esta gloga es una obra extraordinaria donde el autor llega a
expresar su pena y su liberacin.
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Licenciatura en Filologa Hispnica. Universidad de Almera. |Macarena Gallego Carretero. 3
Bibliografa.
- RIVERS, Elias L., Poesas castellanas completas, Madrid, 1972, 2 ed.
- JONES, R.O, Historia de la literatura espaola 2. Siglo de Oro: prosa y poesa, Ariel, Barcelona, 2000.
- MANERO SOROLLA, M. PILAR, Imgenes petrarquistas en la lrica espaola del Renacimiento,
Barcelona, PPU, 1990.
- RIVERS, Elias L. , Las glogas de Garcilaso: ensayo de una trayectoria espiritual, AIH. Actas I, 1962.