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EDITORIAL
A propósito de EntreLíneas
Laura González (coordinadora)
Raquel M. López (coordinadora)
Francisco Rodríguez (secretario)
Los últimos retoques para la publicación del número 5
de la revista EntreLíneas se han llevado a cabo en unas
circunstancias extraordinarias para todos. A lo largo de estas
semanas, muchos de nosotros hemos estado confinados en casa
y hemos experimentado diferentes emociones. También, hemos
podido reflexionar acerca de lo que haremos en los próximos
meses y sobre los proyectos académicos que queremos
emprender, mantener o dejar aparcados. Una de las cuestiones
que nos ha ocupado ha sido la trayectoria de esta revista y su
futura continuidad. En este editorial, queremos compartir con
vosotros, queridos lectores, nuestra historia y algunas
reflexiones.
Todo comenzó hace ahora tres años. Gema Cuesta y
Laura González eran dos amigas que cursaban el Máster
Universitario en Investigación en Lengua Española de la
Universidad Complutense de Madrid y soñaban con ser
doctoras. Sus intereses eran muy distintos: mientras a Gema le
encantaba la sociolingüística, Laura era una apasionada de la
sintaxis generativa; pero ambas se complementaban muy bien
e, incluso, empezaron a hacer trabajos juntas. Una tarde,
hablando de las iniciativas de los estudiantes norteamericanos,
surgió la idea de hacer una revista especializada en lingüística.
Pronto, al proyecto se unió Raquel López, en ese momento,
estudiante del Máster de Formación de Profesores de Español
de la Universidad de Alcalá. Ellas, posteriormente, serían las
coordinadoras de la revista. No obstante, aún se necesitaba un
director y fue Manuel Martí quien aceptó ―capitanear este
barco‖. Desde el primer momento, Manuel puso toda su
confianza en nosotros, dejándonos autonomía, pero con su
compañía constante. No podríamos haber elegido a nadie mejor
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que él. Además, desde hace unos meses contamos con
Francisco Rodríguez como secretario.
El comité de redacción está compuesto por jóvenes
lingüistas en formación, futuros especialistas en áreas de
estudio tan variadas como la lingüística computacional, el
estudio del tabú lingüístico, la historia de la lengua, la
lingüística cognitiva, la enseñanza de español como lengua
extranjera, la sintaxis generativa o la sociolingüística. Un gran
equipo humano que ha sido testigo de varios cambios a lo largo
de estos tres años, como el hecho de que algunas compañeras se
han convertido en doctoras; otros se han embarcado en el
doctorado; algunos han cambiado de trabajo y los hay que,
como en el caso de Gema, una de nuestras coordinadoras y
cofundadora de EntreLíneas, han tenido que dejar el proyecto.
Por todo el trabajo, la ilusión y el empeño que han puesto en
que la revista salga adelante, les damos nuestro más sincero
agradecimiento.
La revista nació con el interés de compartir aquello que
nos interesa: la lingüística, y hacer ver que no es un concepto
estanco, sino que es diverso y está presente en nuestras vidas.
Por ello, no nos centramos en un único tema, sino que están
presentes ramas como la Lexicografía, la Sintaxis, la
Lingüística Computacional, la Lingüística Forense, la
Lingüística Histórica, la Pronunciación o la Enseñanza de
Lenguas. Además, desde el principio quisimos que fuese una
puerta abierta para todos, no solo para filólogos o interesados
en la lengua. Nuestra revista tiene una concepción académica y
divulgativa y de ello dan cuenta las distintas secciones, como
―Curiosidades lingüísticas‖, ―Otras voces‖, ―Debates
lingüísticos‖, ―Entrevistas‖ o ―Artículos‖, entre otros. A la
multidisciplinariedad y al rigor de la revista también contribuye
el papel del comité científico que colabora en nuestros
números, lo que nos permite alcanzar la calidad que se espera
en la sección ―Artículos‖. La inclusión del comité ha supuesto
una gran evolución de la revista y también queremos
agradecerles su compromiso y predisposición.
El hecho de formar parte de un proyecto de este tipo
lleva consigo un gran enriquecimiento para los diferentes
miembros. En este sentido, es cierto que la especialización
dirigida al campo de investigación, y que es precisa en el
camino del doctorado, desemboca en demasiadas ocasiones en
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un desconocimiento al respecto de otros campos de la
lingüística. La multidisciplinariedad antes mencionada nos
permite explorar en especialidades a priori muy alejadas, pero
siempre de gran interés para el lingüista inquieto. Además, no
es menos cierto el hecho de que el trabajo del investigador
supone cierto aislamiento; por ello, es importante poder
relacionarte con otras personas que se encuentran en
situaciones similares a la tuya. La participación en esta revista
supone estar acompañado y nutrirse de las diferentes
especialidades que investigan otros y que pueden enriquecer la
propia.
En definitiva, en sus diferentes secciones, algunas de
carácter ameno, otras de profundización académica, los
miembros de EntreLíneas nos planteamos como objetivo
aprender los unos de los otros, conociendo en el camino a todos
aquellos lingüistas curiosos que deseen participar en un
proyecto de descubrimiento conjunto. Con aciertos y
desventuras, queremos seguir con este proyecto que nos
permite compartir experiencias y conocimientos muy variados,
por fortuna.