(▼) Este medicamento está sujeto a seguimiento adicional, es importante comunicar los efectos adversos que pudiera usted tener. Puede consultar la
forma de hacerlo en el prospecto del medicamento.
Dossier de prensa
BEXSERO®, la primera y única vacuna
de amplia cobertura frente al
meningococo B1-3
ES
DO
SP
REM
140
67
Índice de contenidos
La enfermedad meningocócica por serogrupo B
¿Qué es la enfermedad meningocócica?
Signos y síntomas de la enfermedad meningocócica
Gravedad y consecuencias de la patología
Prevalencia
¿Cómo podemos prevenir la enfermedad meningocócica en la
actualidad?
Bexsero®
La primera vacuna frente al meningococo por serogrupo B
Respuesta inmunitaria
Administración
Tolerabilidad y seguridad
Referencias
La enfermedad meningocócica es una patología provocada por la bacteria
Neisseria meningitidis, que progresa rápidamente y puede causar la muerte
en menos de 24 horas tras la aparición de los primeros síntomas4.
Existen 13 serogrupos identificados de Neisseria meningitidis, 5 de los cuales
provocan la mayoría de casos de enfermedad meningocócica: A, B, C, Y y W1355,6.
La bacteria N. meningitidis puede provocar septicemia y meningitis meningocócica, ambas potencialmente mortales7,8,9.
Los primeros signos y síntomas de la enfermedad meningocócica son
similares a los de la gripe: fiebre, irritabilidad, rinitis aguda, cefaleas, pérdida
de apetito, náuseas y vómitos10.
La dificultad de diagnóstico y la rápida progresión de la enfermedad dejan
muy poco tiempo a los médicos para actuar, lo que pone de manifiesto la
necesidad de prevención de la enfermedad mediante vacunación11,12.
La enfermedad meningocócica es potencialmente mortal y resulta letal en aproximadamente el 10% de los casos, aunque se apliquen los cuidados
médicos adecuados. En los casos de septicemia meningocócica, el índice de
mortalidad puede alcanzar el 40%13.
De los niños que sobreviven a la enfermedad meningocócica,
aproximadamente el 20% experimenta secuelas graves, entre ellas
amputaciones, convulsiones, pérdida grave de la audición y retraso
mental4,14,15.
Los lactantes, los niños y los adolescentes son los colectivos más vulnerables
ante esta patología16,17,18,19.
BEXSERO® es la primera y única vacuna de amplia cobertura frente a la
enfermedad meningocócica por serogrupo B1,2,3.
BEXSERO® proporciona protección contra el serogrupo B ya que dirige su
acción contra componentes específicos que son básicos para las bacterias ya
que las ayudan a sobrevivir y permiten que sean más virulentas.
La respuesta inmunitaria y seguridad de BEXSERO® se analizó en 14 estudios
que comprendían 10 ensayos clínicos controlados aleatorizados con 8.776
pacientes (a partir de 2 meses de edad) que recibieron por lo menos 1 dosis
de BEXSERO®2.
Principales datos
¿Qué es la enfermedad meningocócica?
La enfermedad meningocócica es una enfermedad repentina y
potencialmente mortal que se manifiesta como:
Meningitis bacteriana, infección de la membrana que rodea el cerebro y
la médula espinal7,8,9
Septicemia, presencia de bacterias en la sangre (bacteriemia) que a
menudo ocurre con infecciones graves7,8,9
Provocada por la bacteria Neisseria meningitidis, la enfermedad
meningocócica progresa rápidamente y puede causar la muerte en menos de
24 horas tras la aparición de los primeros síntomas4.
Existen 13 serogrupos identificados de Neisseria meningitidis, 5 de los cuales
provocan la mayoría de casos de enfermedad meningocócica5,6.
A, B, C, Y y W-135
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), mueren aproximadamente
1 de cada 10 personas que contraen la enfermedad meningocócica, incluso
si son diagnosticadas a tiempo y reciben un tratamiento temprano y
adecuado13.
Los supervivientes, aproximadamente 1 de cada 5 padecerá secuelas
importantes durante toda la vida, como lesiones cerebrales, problemas de
aprendizaje, pérdida auditiva y pérdida de extremidades4,14,15.
La enfermedad meningocócica por serogrupo B
La enfermedad meningocócica provocada por el
serogrupo B representa la mayoría de casos en
algunos países industrializados6,20.
Los bebés y los adolescentes son los colectivos más
vulnerables ante la infección por meningococo16-19.
La enfermedad provocada por el meningococo B aparece en todo el mundo y
a cualquier edad, aunque los índices más elevados de incidencia de esta
patología se producen durante el primer año de vida (figura 1)21. La
prevalencia de la enfermedad varía geográficamente entre países y
continentes, siendo el meningococo B una de las causas principales de
enfermedades endémicas en algunos países industrializados6,20.
La enfermedad meningocócica por serogrupo B ha provocado brotes
prolongados en Europa (Noruega, España, Holanda, Francia), América Latina
(Cuba, Chile, Brasil), la zona del Noroeste del Pacífico de los EE.UU., Canadá y
Nueva Zelanda, provocando unos niveles significativos de morbilidad y
mortalidad22,23. Hasta ahora, no se disponía de una vacuna ampliamente
protectora contra el meningococo B6,24,25.
La enfermedad meningocócica por serogrupo B
Signos y síntomas de la enfermedad meningocócica
La transmisión se produce de persona a persona por vía respiratoria, al toser
o estornudar35. La bacteria puede alojarse en nasofaringe y convertir al
individuo en portador o bien diseminarse y provocar enfermedad invasiva
(meningitis o septicemia)4.
La mayoría de los casos de enfermedad meningocócica se producen en
personas previamente sanas sin factores de riesgo identificados. Aunque
factores innatos del portador como la predisposición genética y factores
ambientales como el contacto directo y el hacinamiento pueden
desempeñar un papel importante en el desarrollo de la enfermedad
meningocócica5,17,25.
La bacteria N. meningitidis puede provocar septicemia y meningitis
meningocócica, ambas potencialmente mortales. Los primeros signos y
síntomas de la enfermedad meningocócica son similares a los de la gripe u
otras enfermedades víricas comunes y comprenden fiebre, irritabilidad,
rinitis aguda, cefaleas, pérdida de apetito, náuseas y vómitos10. La falta de
síntomas iniciales específicos de la enfermedad y la imprevisibilidad de los
síntomas posteriores dificultan su diagnóstico.
La enfermedad meningocócica por serogrupo B
La enfermedad meningocócica puede evolucionar de unos síntomas
seudogripales inespecíficos hasta la muerte en menos de 24 horas desde la
aparición de los primeros síntomas (figura 3)4,10. Esta rápida evolución deja
a los médicos muy poco tiempo para realizar el diagnóstico e intervenir, lo
que pone de manifiesto la necesidad de prevención de la enfermedad
mediante vacunación11,12.
Gravedad y consecuencias de la patología
La enfermedad meningocócica es potencialmente mortal y resulta letal en
aproximadamente el 10% de los casos, aunque se apliquen los cuidados
médicos adecuados13. En los casos de septicemia meningocócica, el índice
de mortalidad puede alcanzar el 40%13.
La enfermedad meningocócica tiene asimismo una alta morbilidad. Hasta un
20% de los supervivientes presenta secuelas permanentes (figura 5)4,17,26 :
La enfermedad meningocócica por serogrupo B
Sin previo aviso
En personas
previamente sanas sin
factores de riesgo
identificados
De los niños que sobreviven a la enfermedad meningocócica,
aproximadamente el 20% experimenta secuelas graves,
entre ellas amputaciones, convulsiones, pérdida grave
de la audición y retraso mental27.
Más de un tercio de los supervivientes presenta otras
deficiencias permanentes, tales como trastornos
psicológicos, un coeficiente intelectual limitado,
amputaciones de dedos, pérdida de la audición
leve o unilateral y deficiencias leves en la
comunicación27.
La carga psicosocial de la enfermedad
meningocócica es también elevada para las familias:
los padres de niños con episodios graves de meningitis
indican que experimentan angustia durante meses e incluso años
después28.
La enfermedad meningocócica por serogrupo B
Prevalencia
En los países industrializados, la vacunación sistemática ha reducido
sustancialmente la mortalidad infantil relacionada con las enfermedades
infecciosas. Sin embargo, la enfermedad meningocócica – septicemia,
meningitis o ambas – provocada por la bacteria N. meningitidis continúa
siendo una causa importante de muerte causada por infecciones entre los
niños21,29. La mayor incidencia de la enfermedad se observa en los
lactantes, con un segundo máximo de incidencia de la enfermedad en
adolescentes y jóvenes adultos de edad comprendida entre 15 y 24 años
(figura 1)16-19.
Los bebés y los adolescentes son particularmente susceptibles a la
enfermedad meningocócica16-19. Aunque la mayoría de los bebés afectados
por la enfermedad estén sanos, sus sistemas inmunitarios no se han
desarrollado completamente17,30.
Los adolescentes y los jóvenes también presentan un mayor riesgo de
contraer la enfermedad meningocócica, a menudo debido a que empiezan
a encontrarse con situaciones nuevas y experimentan cambios en sus
estilos de vida que implican mayor contacto social e incrementan las
posibilidades de transmisión17,31. Estos grupos de edad presentan un
índice de mortalidad por enfermedad meningocócica muy elevado31.
Además, los adolescentes y los jóvenes son más propensos a ser
portadores que otros grupos de edad y pueden transmitir la bacteria a la
familia y a los amigos28.
La enfermedad meningocócica por serogrupo B
Figura 1: Incidencia de la enfermedad meningocócica, por edad, en Europa*
¿Cómo podemos prevenir la enfermedad
meningocócica en la actualidad?
La enfermedad meningocócica es una de las principales causas evitables
de muerte y de discapacidad en los países industrializados y en los países
en vías de desarrollo32. El modo más efectivo para prevenir y controlar la
enfermedad meningocócica es vacunar frente a ella33.
Ya se ha demostrado que las campañas de vacunación contra las otras dos
causas principales de meningitis bacteriana - Haemophilus influenzae de
tipo b (Hib) y Streptococcus pneumoniae (neumococo) - proporcionan
unos resultados muy satisfactorios32. Desafortunadamente, la enfermedad
meningocócica sigue sin una cobertura vacunal completa32,33.
Actualmente existen vacunas para cuatro de los serogrupos principales de
meningococo (A,C,Y y W135). Todas ellas se desarrollaron utilizando la
cápsula de polisacáridos exterior como antígeno de actuación34. Sin
embargo, la vacuna para el serogrupo B resultó ser un objetivo
particularmente difícil de alcanzar debido a que el sistema inmunitario no
reconoce bien como antígeno la cubierta externa de las bacterias de ese
grupo, que es común en todas las cepas de meningococo B y, por lo tanto,
no se produce una respuesta inmunitaria35,36.
El meningococo presenta cápsulas de polisacáridos que constituyen la
base de su clasificación en serogrupos (por ejemplo: A, B, C, W-135, Y).
Asimismo, presenta proteínas bajo sus cápsulas (subcapsulares)6,21.
En el caso de los serogrupos meningocócicos A, C, W-135 e Y, la cápsula
es el componente principal de la vacuna; en cambio, la cápsula del
serogrupo B es poco inmunógena21.
Dentro de los serogrupos meningocócicos existen proteínas
subcapsulares variables que se expresan de manera diferente en cada
cepa21,31.
La vacuna frente al meningococo B utiliza proteínas
subcapsulares como base, pero es necesario que sean
proteínas comunes en muchas de las cepas del grupo B para
lograr que la vacuna proteja ampliamente 1,21.
La enfermedad meningoccica por serogrupo B
La cápsula de polisacáridos (figura 2), que protege a la bacteria en el
torrente circulatorio contra la bacteriólisis y la fagocitosis mediadas por el
complemento, es un factor de virulencia esencial para la N. meningitidis6.
Anteriormente, se han utilizado las proteínas de la membrana externa
como antígenos para las vacunas contra el meningococo B. Sin embargo,
estas proteínas varían en función de la cepa, lo que significa que es
probable que estas vacunas sean únicamente efectivas contra algunas
cepas específicas5. Una vacuna efectiva frente al meningococo B necesita
poder proporcionar una amplia protección contra la mayoría de cepas en
cualquier momento y lugar37-39, algo que, hasta hace poco, resultaba
imposible con la tecnología disponible.
La enfermedad meningocócica por serogrupo B
Figura 2: Componentes de la superficie celular de Neisseria meningitidis
BEXSERO®
La primera vacuna frente al meningococo por
serogrupo B
BEXSERO®, una vacuna multicomponente contra el meningococo B,
proporciona una mayor protección contra el serogrupo B ya que dirige su
acción contra aquellos componentes específicos de las bacterias que les
ayudan a sobrevivir y/o ser más virulentas.
La incorporación de múltiples antígenos presentes en las cepas del
serogrupo B confiere una protección más amplia al estimular los
anticuerpos adecuados para combatir la diversidad antigénica. De este
modo, BEXSERO® limita el potencial de la enfermedad impidiendo que las
bacterias puedan evadir el sistema inmunitario a partir la mutación
genética40.
Se ha demostrado que los antígenos incluidos en BEXSERO® se expresan
dentro de muchas cepas meningocócicas que circulan a escala mundial40.
Los antígenos contenidos en BEXSERO® se seleccionaron estratégicamente
para proteger contra la mayoría de cepas circulantes del meningococo B
que provocan la enfermedad a escala mundial. Tres de los 4 principales
componentes de BEXSERO® –fHbp, NadA y NHBA– se descubrieron al
buscar la secuencia genómica de una cepa meningocócica representativa
del serogrupo B, mediante un procedimiento denominado vacunología
inversa. Mediante dicho procedimiento, se identificaron 350 antígenos
como potenciales antígenos de la vacuna31.
Para poder seleccionarse, era necesario que dichos antígenos presentasen
las características siguientes 31,41:
(1) exposición en la superficie bacteriana, en la que los antígenos fueran
accesibles a los anticuerpos
(2) expresión en unos niveles suficientemente elevados para generar una
respuesta inmunitaria fuerte
(3) suficiente inmunogenicidad (capacidad para provocar la producción de
anticuerpos bactericidas)
(4) conservación (en secuencia) en una amplia gama de cepas que
provocan la enfermedad con el tiempo
BEXSERO®
La vacunología inversa
La vacunología inversa, basada en el análisis de las secuencias del genoma
mediante el uso de herramientas de bioinformática, permite identificar los
antígenos más probables a ser candidatos vacunales, acelerando el
proceso de desarrollo de las vacunas.
Este novedoso proceso ha supuesto un gran avance en el desarrollo de
nuevas vacunas pues facilita la identificación de nuevos candidatos
vacunales acelerando el ritmo y la eficiencia en su descubrimiento.
En los procesos anteriores era necesario estudiar el patógeno
detalladamente para identificar los factores de virulencia que podrían ser
utilizados como candidatos, lo que ralentizaba el procedimiento. La
vacunología inversa ha permitido la creación de la primera vacuna contra
el meningococo B.
Respuesta inmunitaria Se alcanzaron altas tasas de respuesta protectora inmunitaria para cada
uno de los 4 componentes antigénicos, incluso tras la primovacunación
infantil42-45. Para alcanzar una respuesta inmune más elevada, es necesaria
una dosis de recuerdo a los 12 meses de edad42.
Una ventaja clave de una vacuna multicomponente es que la mayoría de
cepas circulantes que provocan la enfermedad meningocócica del
serogrupo B expresan más de uno de los componentes antigénicos
contenidos en BEXSERO®, proporcionando de este modo la posibilidad de
aumentar la cobertura31.
Tabla 1: Tasas de respuesta inmunitaria para BEXSERO® 1 mes tras la primovacunación y 1
mes tras la dosis de recuerdo
BEXSERO®
Administración BEXSERO® se puede administrar simultáneamente con las vacunas
rutinarias de la Difteria, el Tétanos, la Tos Ferina acelular, Haemophilus
influenzae tipo b, Poliomelitis inactivada, Hepatitis B, Conjugada
neumocócica heptavalente, el sarampión, las paperas, la rubéola y la
varicela2.
Los estudios clínicos han demostrado que la respuesta inmunitaria de las
vacunas rutinarias administradas no se vio afectada por la administración
simultánea de BEXSERO®2.
Grupo de edad
Inmunización primaria
Intervalos entre dosis primarias
Dosis de recuerdo
Lact
ante
s
Lactantes de 2 a 5 meses
de edad
Tres dosis de 0,5 ml cada una, la primera dosis administrada
a los 2 meses de edad a
No menos de 1 mes
Sí, una dosis entre los 12 y 15 meses b, c
Lactantes no vacunados
de 6 a 11 meses de edad
Dos dosis de 0,5 ml cada una
No menos de 2 meses
Sí, una dosis en el segundo año de vida con un intervalo de al
menos 2 meses entre la primovacunación y la dosis de
recuerdo c
Niñ
os
Lactantes no vacunados
de 12 a 23 meses de edad
Dos dosis de 0,5 ml cada una
No menos de 2 meses
Sí, una dosis con un intervalo de 12 a 23 meses entre la
primovacunación y la dosis de recuerdo c
Niños de 2 a 10 años
de edad
Dos dosis de 0,5 ml cada una
No menos de 2 meses
No se ha establecido d
Ad
ole
sce
nte
s y
adu
lto
s Adolescentes (desde 11 años
de edad) y adultos*
Dos dosis de 0,5 ml cada una
No menos de 1 mes
No se ha establecido d
a La primer dosis debe administrarse a los 2 meses de edad. La seguridad y eficacia de Bexsero en lactantes
de menos de 8 semanas no se ha establecido. No se dispone de datos.
b En caso de retraso en la administración, la dosis de recuerdo no se debe administrar más tarde de
los 24 meses.
c Ver sección 5.1. La necesidad y el plazo de otras dosis de recuerdo no han sido determinados.
d Ver sección 5.1.
* No hay datos sobre los adultos mayores de 50 años.
Tabla 2: Resumen de la posología2
BEXSERO®
Tolerabilidad y seguridad
La seguridad de BEXSERO® se analizó en 14 estudios que comprendían 10
ensayos clínicos controlados aleatorizados con 8.776 pacientes (a partir de
2 meses de edad) que recibieron por lo menos 1 dosis de BEXSERO®.
Entre los receptores de BEXSERO®, 5.849 eran lactantes y niños pequeños
de entre 2 meses y 2 años de edad, 250 eran niños entre 2 y 10 años y
2.677 eran adolescentes y adultos. De las personas que recibieron la serie
primaria para lactantes de BEXSERO®, 3.285 recibieron una dosis de
recuerdo en el segundo año de vida42.
En los lactantes y los niños (menos de 2 años de edad), las reacciones
adversas locales y sistémicas más comunes observadas en los ensayos
clínicos fueron dolor a la presión y eritema en la zona de la inyección,
fiebre e irritabilidad (Tabla 3)42.
En adolescentes y adultos, las reacciones adversas locales y sistémicas más
frecuentemente observadas fueron dolor en el lugar de inyección, malestar
general y cefalea16. Las reacciones adversas muy frecuentes (con una
incidencia ≥ 1 de cada 10 pacientes) observadas en adolescentes y adultos
comprendían náuseas, hinchazón, induración y eritema en el lugar de la
inyección, mialgia y artralgia42.
Tabla 3: Resumen de reacciones adversas consideradas por lo menos como posiblemente
relacionadas con la vacunación, clasificadas según su frecuencia42
BEXSERO® No se observó un aumento en la incidencia o la gravedad de las reacciones
adversas con las dosis posteriores de la serie de vacunación42.
En estudios clínicos con lactantes, cuando BEXSERO® se administró sola, la
frecuencia de casos de fiebre resultó similar a la presentada con las
vacunas rutinarias para lactantes que se administraron durante los ensayos
clínicos2.
Apareció fiebre con mayor frecuencia cuando se administró BEXSERO®
junto con las vacunas de rutina para lactantes (que contenían los antígenos
siguientes: conjugada neumocócica 7–valente; difteria, tétanos, tosferina
acelular; hepatitis B; poliomielitis inactivada e influenzae de tipo b). Los
mayores índices de uso de antipiréticos se observaron también en
lactantes vacunados con BEXSERO® y conjuntamente con vacunas
rutinarias. Cuando apareció la fiebre, normalmente siguió un patrón
predecible, desapareciendo, en la mayoría de los casos, el día siguiente a la
vacunación42.
En un subconjunto de un ensayo clínico amplio de fase III abierto, en
lactantes a los que se administró BEXSERO® a los 2, 4 y 6 meses de edad,
la atención médica con respecto a la fiebre tras cualquier dosis resultó
comparable entre el grupo al que se le administró BEXSERO® más las
vacunas rutinarias y el grupo de lactantes a los que se les administró las
vacunas rutinarias solas (1,4% frente al 1,8%, respectivamente)42.
Referencias 1. Granoff DM. Review of meningococcal group B vaccines. Clin Infect Dis. 2010; 50(suppl 2):
S54-S65
2. BEXSERO® Ficha técnica autorizada
3. Vogel et al. Predicted strain coverage of a meningococcal multicomponent vaccine
(4CMenB) in Europe: a qualitative and quantitative assessment. “The Lancet infectious
diseases.” Lancet Infect Dis. 2013 May; 13(5): 416-25.
4. World Health Organization. Meningococcal Meningitis. December 2011. Available at:
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs141/en/index.html. Accessed on July 11,
2012.
5. Harrison LH. Prospects for vaccine prevention of meningococcal infection. Clin Microbiol
Rev. 2006;19(1):142–164.
6. Stephens DS, Greenwood B, Brandtzaeg P. Epidemic meningitis, meningococcaIemia, and
Neisseria meningitidis. Lancet. 2007;369(9580):2196–2210.
7. Centers for Disease Control and Prevention. Meningitis: Signs and Symptoms. March, 15
2012. Available at: http://www.cdc.gov/meningococcal/about/symptoms.html. Accessed
on July 11, 2012.
8. Immunization Action Coalition. Meningitis: Questions & Answers.. Available at:
http://www.immunize.org/catg.d/p4210.pdf. Accessed on October 30, 2012.
9. Centers for Disease Control and Prevention. Epidemiology and Prevention of Vaccine-
Preventable Diseases (The Pink Book: Course Textbook). 12th Edition, 2nd printing. May
2012 update. Available at: http://www.cdc.gov/vaccines/pubs/pinkbook/default.htm.
Accessed on July 11, 2012.
10. Thompson MJ, Ninis N, Perera R, et al. Clinical recognition of meningococcal disease in
children and adolescents. Lancet. 2006;367(9508):397–403.
11. Gasparini R, Panatto D. Meningococcal glycoconjugate vaccines. Hum Vaccin.
2011;7(2):170–182.
12. Yogev R, Tan T. Meningococcal disease: the advances and challenges of meningococcal
disease prevention. Hum Vaccin. 2011;7(8):828–837.
13. Initiative for Vaccine Research (IVR). Bacterial infections: meningococcal disease. World
Health Organization website.
http://www.who.int/vaccine_research/diseases/soa_bacterial/en/index1.html. Accessed
January 22, 2013.
14. Nassif, X et al. How do extracellular pathogens cross the blood-brain barrier? Trends in
Microbiology 2002; 10 (5): 227-232. Disponible en:
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0966842X02023491. Último acceso:
12 de septiembre de 2011.
15. Pollard, A. J. and Maiden, C.J. (Eds.) (2001). Meningococcal Disease: Methods and
Protocols. Totowa, NJ: Humana Press, Inc.
16. European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC). Surveillance of invasive
bacterial diseases in Europe 2008/2009. Stockholm, Sweden: ECDC; 2011.
17. Rosenstein NE, Perkins BA, Stephens DS, Popovic T, Hughes JM. Meningococcal disease.
N Engl J Med. 2001;344(18):1378–1388.
18. Ladhani SN, Flood JS, Ramsay ME, et al. Invasive meningococcal disease in England and
Wales: implications for the introduction of new vaccines. Vaccine. 2012;30(24):3710–
3716.
19. Parent du Châtelet I, Taha MK, Lepoutre A, Maine C, Deghmane AE, Bruhl DL. Les
infections invasives à méningocoques en France en 2011: principales caractéristiques
épidémiologiques. Bull Épidémiol Hebd. 2012;49–50:569–573.
20. World Health Organization. New and Under-utilized Vaccines Implementation (NUVI),
Bacterial Meningitis. Available at: http://www.who.int/nuvi/meningitis/en/index.html
(Accessed October 2012).
21. Perrett KP, Pollard AJ. Towards an improved serogroup B Neisseria meningitidis vaccine.
Expert Opin Biol Ther. 2005;5:1611-1625. Available at:
http://informahealthcare.com/doi/abs/10.1517/14712598.5.12.1
22. Harrison LH, Trotter CL, Ramsay ME. Global epidemiology of meningococcal disease.
Vaccine. 2009;27(Suppl 2): B51–63
23. Zhou J, Lefebvre B, Deng S, et al. Invasive serogroup B Neisseria meningitidis in Quebec,
Canada, 2003 to 2010: persistence of the ST–269 clone since it first emerged in 2003. J
Clin Microbiol. 2012;50(5):1545–1551.
24. Harrison LH. Prospects for vaccine prevention of meningococcal infection. Clin Microbiol
Rev. 2006;19(1):142–164.
25. Stephens DS. Conquering the meningoco ccus. FEMS Microbiol Rev. 2007;31(1):3–14.
26. Granoff DM, Gilsdorf JR. Neisseria meningitidis (Meningococcus). In: Kleigman RM, Stanton
BF, St. Geme JW, Schor NF, Behrman RE, eds. Nelson Textbook of Pediatrics. 19th ed.
Philadelphia, PA: Saunders Elsevier; 2011: 929–935.
27. Viner RM, Booy R, Johnson H, et al. Outcomes of invasive meningococcal serogroup B
disease in children and adolescents (MOSAIC): a case–control study. Lancet Neurol.
2012;11(9):774–783.
28. TR, Von Rosenstiel IA, Grootenhuis MA, Gerrits AI, Bos AP. Long–term psychological
distress in parents of child survivors of severe meningococcal disease. Pediatr Rehabil.
2005;8(3):220–224.
29. Granoff D, Harrison LH, Borrow R. Meningococcal vaccines. In: Plotkin SA, Orenstein WA,
Offit PA, eds. Vaccines. 5th ed. Philadelphia, PA: WB Saunders; 2008:399–434.
30. Goldschneider I, Gotschlich E, Artenstein M. Human immunity to the meningococcus. I.
The role of humoral antibodies. J Exp Med. 1969;129(6):1307–1326.
31. Pizza M, Scarlato V, Masignani V, et al. Identification of vaccine candidates against
serogroup B meningococcus by whole–genome sequencing. Science.
2000;287(5459):1816–1820.
32. Centers for Disease Control and Prevention. Prevention and Control of Meningococcal
Disease – Recommendations of the Advisory Committee on Immunization Practices.
MMWR 2005; 54 (RR07): 1-21. Available at:
http://www.cdc.gov/mmwr/preview/mmwrhtml/rr5407a1.htm. Accessed on July 2012.
33. World Health Organization. Meningococcal Position Paper. Weekly Epidemiological Record
No. 44, 2002, 77, 329-340. Available at:
http://www.who.int/immunization/wer7740meningococcal_Oct02_position_paper.pdf.
Accessed on October 2012.
34. Girard MP, Preziosi MP, Aguado MT, Kieny MP. A review of vaccine research and
development: meningococcal disease. Vaccine. 2006;24(22):4692–4700.
35. Finne J, Bitter–Suermann D, Goridis C, Finne U. An IgG monoclonal antibody to group B
meningococci cross–reacts with developmentally regulated polysialic acid units of
glycoproteins in neural and extraneural tissues. J Immunol. 1987;138(12):4402–4407.
36. Wyle FA, Artenstein MS, Brandt BL, et al. Immunologic response of man to group B
meningococcal polysaccharide vaccines. J Infect Dis. 1972;126(5):514–521.
37. de Filippis I, de Lemos AP, Hostetler JB, et al. Molecular epidemiology of Neisseria
meningitidis serogroup B in Brazil. PLoS One. 2012;7(3):e33016.
38. Lucidarme J, Comanducci M, Findlow J, et al. Characterization of fHbp, nhba (gna2132),
nadA, porA, and sequence type in group B meningococcal case isolates collected in
England and Wales during January 2008 and potential coverage of an investigational
group B meningococcal vaccine. Clin Vaccine Immunol. 2010;17(6):919–929.
39. Mothibeli KM, du Plessis M, von Gottberg A, et al. Distribution of factor H binding protein
beyond serogroup B: variation among five serogroups of invasive Neisseria meningitidis in
South Africa. Vaccine. 2011;29(11):2187–2192.
40. Vogel U, Taha MK, Vazquez JA, et al. Predicted strain coverage of a meningococcal
multicomponent vaccine (4CMenB) in Europe. Lancet Infect Dis. 2013 [in press].
41. Serruto D, Bottomley MJ, Ram S, Giuliani MM, Rappuoli R. The new multicomponent
vaccine against meningococcal serogroup B, 4CMenB: immunological, functional and
structural characterization of the antigens. Vaccine. 2012;30(Suppl 2):B87–97.
42. Bexsero [summary of product characteristics]. Siena, Italy: Novartis Vaccines and
Diagnostics S.r.l.; 2013.
43. Gossger N, Snape MD, Yu LM, et al. Immunogenicity and tolerability of recombinant
serogroup B meningococcal vaccine administered with or without routine infant
vaccinations according to different immunization schedules: a randomized controlled trial.
JAMA. 2012;307(6):573–582;
http://jama.jamanetwork.com/article.aspx?articleid=1104956. Supplemental etable.
Accessed March 12, 2013.
44. Vesikari T, Esposito S, Prymula R, et al, EU Meningococcal B Infant Vaccine Study Group.
Immunogenicity and safety of an investigational multicomponent, recombinant,
meningococcal serogroup B vaccine (4CMenB) administered concomitantly with routine
infant and child vaccinations: results of two randomised trials. Lancet. 2013 [in press].
45. Snape MD, Dawson T, Oster P, et al. Immunogenicity of two investigational serogroup B
meningococcal vaccines in the first year of life: a randomized comparative trial. Pediatr
Infect Dis J. 2010;29(11):e71–79.