Septiembre me trae entre sus días un placer, un privilegio, que
es poder darles la bienvenida a esta jornada programada entre este
centro educativo y la Secretaria de Cultura de la Municipalidad local.
Encuentro, cuyo objetivo fundamental es homenajear a todos los
docentes presentes.
Educar al pueblo fue el gran compromiso de DOMINGO FAUSTINO
SARMIENTO Cada docente ha honrado y honra la obra de este gran
maestro en el día a día del quehacer escolar, en la vocación de
servicio, en la permanente formación, en la capacitación profesional.
Los que cumplieron su labor han hecho de la docencia más que
una profesión un modo de vida, nuestro homenaje a los que están ya
jubilados y un reconocimiento a los que no están y que viven en la
memoria de cada uno de nosotros
Reflexionar sobre la educación en la actualidad, exige reconocer que
ningún tiempo puede ser considerado más difícil o más fácil que otro.
Cada época tiene su propio paradigma que expresa la preocupación
de cada generación. A nosotros nos toca asumir una realidad
compleja y acelerada, con numerosos contrastes. Se trata de un
nuevo mundo en donde coexiste simultáneamente el acceso a la
información como nunca antes fue posible en la historia de la
humanidad, con la más dura marginación y exclusión.
Maestros de hoy quienes con diferentes realidades desarrollamos
esta tarea que pareciera cada vez más dura, mas compleja pero
tarea al fin la de enseñar. Tomemos algunos ejemplos de los que no
están en las aulas y abracemos esta profesión con vocación de
servicio y por sobre todas las cosas despleguemos nuestra
capacidad de amor, porque para enseñar hay que amar de una
manera u otra. Compromiso que debemos renovar cada día, cada
vez que entramos a la escuela, cada vez que entramos a un aula,
cada vez que nos acercamos a un niño.
Como maestros manejamos todos los tiempos: pasado, presente,
futuro. Si estamos en clase, nuestra concentración es absoluta en el
ahora: la actividad que proponemos, lo que hacen los chicos, quién se
levanta, quién sale, quién está distraído, quiénes están peleando.
Pero también sabemos que lo que hacemos rendirá sus frutos
mañana. Trabajamos para el futuro, para que nuestros alumnos se
transformen en adultos responsables, felices, honestos.
Sabemos que esta es una profesión en la cual el compromiso
afectivo es prácticamente inevitable y hasta necesario. Parte del
éxito suele depender del especial vínculo que se establece con los
alumnos. Porque por otra parte, tal como claramente lo explicara Paul
Freire, el conocimiento se construye a través del diálogo.
Debo agradecer a todos y todas por su presencia en este cálido
encuentro
Muchas felicidades y que Dios los Bendiga a todos