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Determinantes de la calidad del empleo de los técnicos y tecnólogos: un análisis comparado con los bachilleres y profesionales universitarios para los años 2008 y 2017*
Luisa Fernanda Esteban Ruiz**
Resumen
La situación laboral de los técnicos y tecnólogos (TyT) en Colombia, es un tema que si bien ha sido discutido, es poco reconocido por parte de los diferentes sectores productivos. Esto afecta la estabilidad laboral y calidad del empleo de los individuos, por lo que se debe tener en cuenta un conjunto de características relacionadas con el aumento de las condiciones socio-económicas y laborales, a través del incremento de la formación específica para lograr acceder a mejores empleos. Por lo tanto, el objetivo de este documento es analizar los determinantes de la calidad del empleo de los TyT en comparación con los bachilleres y universitarios. Este se desarrollará por medio de la estimación de un modelo por Mínimo Cuadrados Ordinarios con datos de la Gran Encuesta Integrada de Hogares. Los resultados muestran que existen diferencias en la calidad del empleo para los TyT bachilleres y universitarios, dado que los bachilleres tienen un Índice de Calidad del Empleo-ICE menor que los TyT y los universitarios un ICE superior a los TyT para 2017. Por otro lado, se analizan los determinantes de la calidad del empleo y se observa que factores como el sexo, la edad, pertenecer a algunos sectores particulares de la economía, entre otros, incrementan el ICE para los diferentes niveles educativos. Igualmente, se observa que pertenecer a la región Central y Pacífica, disminuye el ICE para los tres niveles educativos, pero menos para los universitarios. En ese sentido, se recomienda seguir promoviendo la formación de habilidades y capacidades hacia áreas específicas, así como promover políticas públicas enfocadas a potencializar las competencias de los TyT para responder a las necesidades del mercado laboral bajo empleos con adecuadas condiciones. Palabras clave: calidad del empleo, mercado laboral, técnicos y tecnólogos, OLS. Clasificación JEL: J8, J81, I25, C25.
* Esta investigación se presenta como tesis de Maestría en Política Públicas en la Escuela de Gobierno Alberto Lleras Camargo de la Universidad de los Andes en Abril de 2019, bajo la dirección de Darío Maldonado Carrizosa, Profesor Asociado a la Escuela de Gobierno Alberto Lleras Camargo de la Universidad de los Andes. Correo [email protected] ** Economista. Candidata a Magister en Políticas Públicas de la Escuela de Gobierno Alberto Lleras Camargo de la Universidad de los Andes. Correo [email protected]
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Tabla de contenido I. Introducción ................................................................................................................4
II. Calidad del empleo y capital humano: una perspectiva empírica ...............................6
III. Calidad del empleo: revisión bajo una perspectiva nacional e internacional ............ 10
IV. Caracterización de los técnicos y tecnólogos en Colombia ..................................... 13
i. Análisis del sector educativo .................................................................................. 14
ii. Mercado laboral de los TyT: un análisis comparado con los bachilleres y universitarios ................................................................................................................ 19
V. Metodología para la estimación de la calidad del empleo de los TyT ......................... 25
i. Construcción del Índice de Calidad del Empleo ..................................................... 27
ii. Modelo por Mínimos Cuadrados Ordinarios .......................................................... 29 iii. Datos y variables ................................................................................................ 30
VI. Resultados .............................................................................................................. 32
Diferencias de calidad del empleo de los TyT, bachilleres y universitarios ........................ 32
Determinantes de la calidad del empleo ............................................................................ 33
VII. Limitaciones .......................................................................................................... 35
VIII. Conclusiones y recomendaciones ........................................................................ 36
IX. Referencias ............................................................................................................ 39
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Índice de gráficos
Gráfico 1. Porcentaje de matriculados por nivel de formación, 2008-2017 ....................... 15 Gráfico 2. Porcentaje de IES ............................................................................................ 17 Gráfico 3. Graduados por nivel de formación, (2008-2017) .............................................. 18 Gráfico 4. Distribución de los ingresos laborales reales a precios de 2017 por nivel educativo .......................................................................................................................... 22
Índice de cuadros
Cuadro 1. Matrículas en el pregrado por área de conocimiento para 2017 ........................ 16 Cuadro 2. Población ocupada por título de nivel educativo alcanzado (2008-2017) .......... 20 Cuadro 3. Evolución de los ingresos laborales reales por rama de actividad y nivel educativo 2008-2017 (cifras en miles de millones de pesos) .............................................. 23 Cuadro 4. Pesos correspondientes a cada una de las categorías del ICE por año ............... 29
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I. Introducción
La calidad del empleo de los técnicos y tecnólogos en Colombia, no solo está
relacionada con un adecuado acceso al empleo, sino a sus condiciones laborales. Por lo tanto,
para efectos de esta investigación, la calidad del empleo debe tener en cuenta un conjunto de
características relacionadas con el aumento de las condiciones socio-económicas y laborales,
a través del incremento de la formación en habilidades y capacidades para lograr acceder a
mejores empleos.
De modo que, analizar la calidad del empleo es un componente que permite dar a
conocer la situación laboral de los individuos desde sus múltiples interpretaciones. Estas
situaciones pueden estar asociadas al área de trabajo, el sector productivo, los ingresos
laborales, el tipo de contratación, tipo de ocupación, entre otros factores que inciden tanto en
el buen desempeño, la satisfacción y disposición ante la actividad que se está realizando.
Asimismo, tener un empleo de calidad no significa que un trabajo específico permita
satisfacer las diferentes necesidades económicas, sociales y culturales de los seres humanos.
Más bien, debe ser un empleo que permita superar las diferencias relacionadas al mercado
laboral entre los niveles educativos. De acuerdo a lo anterior, las cifras muestran que existen
diferencias salariales entre los técnicos, tecnólogos y universitarios, debido al valor que se
les otorga a los universitarios por tener más años de estudio (Bornacelly, 2013). Sin embargo,
se ha observado un avance en el número de matrículas TyT durante los últimos 10 años, a
través de la creación de los ciclos propedéuticos por parte de las diferentes instituciones
educativas, lo que facilita su acceso a mayores niveles de formación.
Teniendo en cuenta los datos de la Gran Encuesta Integrada de Hogares-GEIH, se
observa que un TyT en Colombia, por lo general se incorpora a programas de economía,
administración, contaduría y afines, ingeniería, arquitectura, urbanismo y afines, entre otros.
Igualmente, en términos del mercado laboral, se observa que las mujeres tienden a graduarse
más de las carreras TyT que los hombres. También, las cifras muestran que existe un mayor
número de TyT en el área urbana que en el área rural, siendo la región Centro y la región
Caribe las que más cuentan con TyT en 2017. Así como se resalta, que los salarios de los
TyT han mejorado a diferencia de los bachilleres, sin embargo, no sobrepasan los salarios
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obtenidos por los universitarios, tema que se vuelve uno de los factores determinantes de la
calidad del empleo.
En Colombia, se han explorado varios caminos en el tema laboral, pero sin lugar a
dudas, la educación tiene diferentes efectos sobre la calidad del empleo que van acompañados
de los ingresos monetarios, no monetarios y la seguridad social que contrastan con los
lineamientos de la teoría del capital humano (Mora & Ulloa, 2011). Para el caso de esta
investigación, se analizan las diferencias en la calidad del empleo para los tres niveles
educativos, y se encuentra que los bachilleres para el 2017, tienen un ICE menor que los TyT
y los universitarios un ICE superior a los TyT para 2017. Lo anterior refleja, que las
condiciones en la calidad del empleo son mejores para los TyT en comparación con los
bachilleres, pero menores que los universitarios, lo que confirma la existencia de diferencias
en la calidad del empleo para los tres niveles educativos.
Para examinar con más detalle las diferencias encontradas, se analizan los
determinantes de la calidad del empleo de los TyT en comparación con los bachilleres y
universitarios. Allí se encuentra que ser mujer, así como tener un año adicional de edad para
los TyT, bachilleres y universitarios, incrementa el ICE tanto para 2008 como para 2017.
Pertenecer a actividades como hoteles y restaurantes tiene un efecto mayor en el ICE para
los TyT en comparación con los bachilleres y universitarios en 2008, mientras que para 2017
esta actividad pasa a tener más representación para los bachilleres y universitarios.
Igualmente, se encuentra que actividades como explotación de minas, administración
pública, construcción y comercio, en donde los TyT incrementan la calidad en el acceso al
empleo a diferencia de los bachilleres y universitarios. Asimismo, ser empleado de empresa
particular incrementa el ICE para los TyT y bachilleres en 2008 y 2017, mientras que ser
empleado del gobierno, tiene un incremento mayor para los TyT en 2008 y para los
universitarios en 2017. Para 2017, pertenecer a la región central y pacífica, disminuye el ICE
para los tres niveles educativos, pero menos para los universitarios, así como recibir algún
tipo de prima, disminuye el ICE para los bachilleres, mientras que para los TyT y
universitarios este no tiene importancia.
Por lo tanto, los resultados en términos de los determinantes ponen en evidencia que
existen diferencias entre los niveles educativos, en términos de salarios, tipo de contratación,
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ocupación y región en la que se desempeñan. Asimismo, se encuentra que los procesos de
formación dirigidos hacia los TyT han logrado avanzar hacia responder a las dinámicas del
mercado laboral, sin embargo, es importante dirigir la mirada hacia estimular la oferta de
empleos en los sectores productivos menos representativos.
De modo que, es indispensable analizar la calidad del empleo de los técnicos y
tecnólogos, bachilleres y universitarios, primero, porque esto permite conocer su situación
en mercado laboral. Segundo, permite ampliar el análisis sobre la calidad del empleo teniendo
en cuenta otras dimensiones que pueden ayudar a diseñar políticas efectivas para responder
a los efectos que produce el mercado laboral. Tercero, permite crear buenas prácticas en el
ámbito de la política laboral. Por último, saber acerca de la calidad del empleo para los
trabajadores se torna importante, puesto que la mejora en las condiciones de trabajo puede
ayudar a prolongar la vida laboral y la estabilidad en el empleo (Arranz, García y Hernanz,
2016).
Este documento está dividido en ocho capítulos incluyendo la presente introducción.
En el segundo capítulo, se expone el marco conceptual que apoya a la investigación. En el
tercer capítulo, se presenta la revisión de literatura a nivel nacional e internacional. En el
cuarto capítulo, se elabora la caracterización de los TyT en dos secciones, en la primera se
caracteriza el sector educativo de los TyT y en la segunda sección, se describe el marcado
laboral de los TyT en comparación con los bachilleres y universitarios. El capítulo cinco
explica la metodología implementada en tres secciones: i) construcción del Índice de Calidad
del Empleo, ii) modelo de regresión OLS y iii) datos y variables a usar. El capítulo seis
presenta el análisis de los resultados en dos secciones i) análisis de las diferencias de la
calidad del empleo ii) análisis de los determinantes de la calidad del empleo. El capítulo siete
expone las limitaciones encontradas y el último capítulo, presenta las conclusiones y
recomendaciones de la investigación.
II. Calidad del empleo y capital humano: una perspectiva empírica
El marco conceptual que sustenta esta investigación se divide en dos teorías. La
primera asociada a la calidad del empleo desde sus múltiples definiciones, en donde se
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encuentra que se desprenden teorías como la de segmentación laboral la cual se compone de
los subsectores, primario y secundario, que determinan la calidad del empleo de un individuo
(Dickens y Lang, 1998), y la segunda, está asociada a la teoría del capital humano, que se
establece como la corriente que argumenta que la educación le permite al trabajador alcanzar
sus conocimientos y habilidades para mejorar su calidad de vida y en donde se encuentra que
las capacidades y conocimientos son formas de inversiones futuras (Becker, 1964).
El concepto de calidad del empleo, parte de la noción de trabajo decente donde según
la OIT es un trabajo que garantiza “oportunidades para que los hombres y las mujeres puedan
conseguir un trabajo productivo en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad
humana” (OIT, 1999, p. 4). Asimismo, la Constitución Política de 1991, establece en el
artículo 25 que “El trabajo es un derecho y una obligación social y goza, en todas sus
modalidades, de la protección del Estado. Toda persona tiene derecho a un trabajo en
condiciones dignas y justas”.
Asimismo, Farné (2003), establece que un empleo es “de buena calidad” cuando
cuenta con una serie de características que permiten al empleado satisfacer sus necesidades
y encontrar bienestar económico, social, psíquico y de salud, bajo el supuesto de que estos
factores sean la expresión de características objetivas, dictadas por la institucionalidad
laboral y por normas de aceptación económica, social y política.
Los empleos con ingresos dignos, que favorecen la protección social del trabajador y
su familia, mejoran su desarrollo personal y estimulan su integración a la sociedad (Lasso &
Frasser, 2015). Por lo que la calidad del empleo se constituye un componente de trabajo
decente importante para el análisis del mercado laboral del país. Por su parte, Pineda y Acosta
(2010) afirman que la calidad del trabajo se asocia a factores de la calidad de vida que se
deriva de la relación con el trabajo, donde consideran al trabajo en sus múltiples expresiones
en el ser y hacer de una persona. Por lo que el trabajo le proporciona a una persona una serie
de capacidades específicas de desempeño, de relación, valoración y de optar por distintos
estilos de vida, es decir, distintos grados de libertad.
Igualmente, Reinecke & Valenzuela (2010) aseguran que este concepto puede tratarse
como el conjunto de factores vinculados al trabajo que influyen en el bienestar económico,
social, psíquico y de salud de los trabajadores. Según Rosenthal (1989), los individuos tienen
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en cuenta, además del salario, múltiples factores que les permiten evaluar qué tan bueno es
su trabajo. Estos pueden ser clasificados en cinco tipos, a saber: obligaciones del trabajo y
condiciones laborales; satisfacción laboral; período de trabajo; estatus del empleo, y
seguridad laboral. Qué tanto valoran cada uno de estos aspectos depende de sus orígenes,
condiciones socioeconómicas y del entorno en el cual reside, además de la autopercepción
que tiene de sus habilidades y de otros intereses y actividades (Bustamante & Arroyo, 2008).
De lo anterior se desprende la teoría de la segmentación laboral desde la calidad,
fundamentada en teóricos como Doeringer y Piore (1971), Reich, Gordon y Edwars (1973)
y Dickens y Lang (1984, 1992). Para Doeringer y Piore (1971), la segmentación laboral se
caracteriza por poseer dos subsectores: el primario y el secundario. El primario contiene los
mejores puestos de trabajo, en términos de salario y estabilidad laboral, mientras que en el
secundario los trabajadores poseen remuneración precaria, alta inestabilidad laboral y bajo
acceso a la seguridad social. Esto explica que encontrarse en el segmento primario permite
estabilidad y pautas de movilidad, lo que justificaría el mantenimiento de la segmentación.
Asimismo, para Dickens y Lang (1988), la segmentación laboral en el sector primario
con buenas condiciones de trabajo, empleos estables y alta remuneración podrían ser
incorporaciones que se convierten en variables de capital humano, como la educación o la
experiencia, las cuales pueden sustentarse como el esfuerzo suficientemente coherente para
tender a sobresalir del mercado.
Por su parte, Reich, Gordon y Edwars (1973) afirman que en el mercado laboral
pueden existir cuatro procesos de segmentación: a) segmentación entre mercado primario y
el secundario (empleos de alta calidad vs empleos de baja calidad), b) segmentación dentro
del sector primario entre profesionales y directivos y empleos rutinarios, c) segmentación por
raza y d) segmentación por género. Por lo que se concluye que los empleos de buena calidad
pueden tener características relacionadas con el sector primario, lo que muestra que la
medición de la calidad del empleo podría relacionarse con la presencia de segmentación en
el mercado laboral.
De acuerdo a lo anterior, la calidad del empleo se ha centrado en analizar factores
tanto económicos, sociales, de capacidades, de desarrollo productivo, entre otros, así como
la forma que estos influyen para que los individuos logren posicionarse en el mercado laboral,
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en ese sentido, esta investigación busca dar una mirada hacia entender las dinámicas laborales
de los técnicos y tecnólogos y los elementos que determinan su calidad y estabilidad en el
empleo.
Ahora bien, bajo la mirada del capital humano, este juega un papel importante en el
estudio de la educación, como una inversión que a largo plazo aumenta la productividad de
los individuos. Por lo que, autores como Schultz (1961), Becker (1964), Mincer (1981) y
Spence (1973), establecen la importancia de la educación como la obtención de capacidades
y conocimientos, entrenamientos y experiencias como incentivo al esfuerzo económico que
permiten al individuo insertarse de manera adecuada al mercado laboral, de esta manera, se
logran reducir las desigualdades sociales y aumentar la equidad en el acceso a puestos de
trabajo.
Educarse es una manifestación hacia una mejora de la calidad de vida de los
individuos, hacia el aumento de las condiciones socio-económicas y laborales, a través de la
formación de habilidades y capacidades. Esto se sustenta bajo la teoría de la señalización
donde según Stiglitz (1975), los individuos tienen la capacidad de crear sus posibles puestos
de trabajo y de ingresos percibidos al adquirir educación, donde a través de la enseñanza
adquieren las señales que los posicionan de manera diferente ante el mercado de trabajo, que
si bien son importantes para los empleados, son aún más importantes para los empleadores,
pues estas señales son un indicador importante de decisión en el proceso de contratación.
Por lo tanto, el marco teórico que sustenta esta investigación, establece la importancia
de la calidad del empleo partiendo desde lo estipulado por la OIT con el concepto de trabajo
decente y su importancia en el cumplimiento de un empleo bajo condiciones de libertad,
equidad, seguridad y dignidad humana. Sin embargo, existen múltiples definiciones de la
calidad del empleo que hacen que esta no cuente con un sustento teórico definido y
establecido para en tener en cuenta en el desarrollo de este tipo de investigaciones. Por otro
lado, esta investigación hace énfasis en la teoría del capital humano, debido al papel que
juega en el desarrollo formativo de habilidades y capacidades en los puestos de trabajo.
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III. Calidad del empleo: revisión bajo una perspectiva nacional e
internacional
Luego de definir el concepto de calidad del empleo, la presente sección busca indagar
acerca de los determinantes de la calidad del empleo y sus diferentes alternativas de medición
tanto a nivel nacional como internacional y a las investigaciones relacionadas con los factores
educativos, para lograr establecer los elementos determinantes de la calidad del empleo de
los TyT. En esta sección se encuentra que tanto a nivel nacional como internacional
determinantes tanto sociales, económicos, institucionales y políticos son importantes para
medir la calidad del empleo de los individuos, sin embargo, se hace necesario dirigir la
mirada hacia una población como los TyT, al ser profesiones que impulsan a los diferentes
sectores productivos del país, abriendo el espectro de las profesiones hacia actividades y
capacidades específicas.
Como uno de los estudios fundamentales sobre la calidad del empleo en Colombia,
se encuentra el de Farné (2003), que señala que la calidad del empleo debe estar compuesta
por cuatro dimensiones principales para la construcción del índice sintético: el ingreso, la
modalidad de contratación, la afiliación a la seguridad social y el horario de trabajo. Esto
lo hace a través de la clasificación de los trabajadores asalariados e independientes por
criterios de valoración vertical y horizontal. Como resultado encuentra que el índice global
para el total de ocupados de las trece principales ciudades del país, alcanza el valor de 37,5,
en una escala de 0 a 100, siendo cero una calidad del empleo baja y 100 una calidad del
empleo alta, donde dicho resultado, es un indicio de precariedad en la calidad del empleo
para este grupo de trabajadores.
Por su parte, (Lasso y Frasser, 2015; Jiménez y Páez, 2014) implementan
metodologías alternativas para medir la calidad del empleo en Colombia a través de las
encuestas de hogares. Lasso y Frasser analizan la calidad del empleo a través de la utilización
de la teoría del consumidor y escalas de equivalencia. Con la estimación determinan que
después de reducir a empleos equivalentes de calidad, es decir con un principio de estabilidad
laboral, garantía en seguridad social, condiciones de vida apropiadas, entre otros, solo el
62,4% del total de la ocupación es de buena calidad, siendo de menor calidad el empleo
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juvenil y el empleo de los adultos mayores. De la misma manera, Jiménez y Páez proponen
evaluar la calidad del empleo en las trece principales áreas metropolitanas, a través de una
metodología de correspondencias múltiples; allí encuentran que los trabajadores asalariados
cuentan con trabajos segmentados1, lo que refleja que la mayoría de trabajadores cuentan con
empleos cuyas características están relacionadas con empleos de baja calidad.
A su vez, Weller y Roethlisberger (2011), buscan medir la calidad del empleo bajo el
contexto económico, institucional y productivo como determinantes principales para la
calidad del empleo, donde encuentran que para Latinoamérica hubo un empeoramiento de la
calidad del empleo a raíz del bajo crecimiento económico. Por lo que, las políticas que
incentivan la formalización de empresas y empleos, así como el fortalecimiento de la
inspección de trabajo, han contribuido a mejorar la calidad del empleo.
Dentro de los estudios internacionales, se resalta a Erhel y Guergoat (2010) que hacen
un análisis comparativo de la calidad del empleo en los países de la UE a través de la
implementación de indicadores de Leaken con dimensiones asociadas al salario, satisfacción
laboral, nivel educativo, condiciones de trabajo, género, entre otras. Como resultado,
encuentran que existen diferencias entre países, así como potenciales criterios de
heterogeneidad entre género, edad y educación, donde señalan que los grupos más frágiles
con estos criterios, son los que acumulan malas características laborales, por lo que sugieren
que se debe luchar contra las desigualdades en una perspectiva de inclusión social.
Igualmente, Dueñas, Iglesias y Llorente (2010) estudian la calidad del empleo con
diversos grupos económicos del sector servicios en España, con el fin de comprobar si los
niveles de calidad del trabajo en los servicios son más bajos que los observados en el resto
de la economía y verificar si existen diferencias relevantes entre las actividades de servicios
en términos de calidad del trabajo, a través de la creación de un indicador que pondera
variables como satisfacción laboral, habilidades para el trabajo, ingresos, entre otras. Como
resultado, encuentran que los servicios tienen los niveles de trabajo de menor calidad, por el
1 Hace referencia a un conjunto de enfoques teóricos que han ido surgiendo desde finales de los años sesenta con el fin de explicar fenómenos como la presencia de desigualdades salariales, la discriminación, la pobreza, el desempleo, entre otros. La idea central de estos enfoques es que el mercado de trabajo está formado por varios segmentos, con mecanismos de determinación salarial y de asignación diferentes entre sí y entre los que hay barreras a la movilidad (Fernández, 2010).
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contrario, los trabajadores presentan mayor satisfacción al realizar su trabajo, mientras que
los sectores de industria y agricultura se encuentran por debajo.
De la misma manera, Infante y Sunkel (2004) estudian la evolución de la calidad del
empleo en Chile, quienes intentan medir el progreso de la calidad y sus efectos en la
estructura organizacional. Allí encuentran que otras variables que contribuyen a explicar las
diferencias en la calidad del empleo son la remuneración al trabajo, productividad, la
protección de los trabajadores y la existencia de un contrato laboral. Por lo que concluyen
que la evolución de la calidad depende de los cambios en la estructura ocupacional y de las
modificaciones que experimenta la composición del empleo según los niveles de calidad de
los sectores formal e informal.
La existencia de factores como el ingreso, la modalidad de contratación, la afiliación
a la seguridad social y el horario de trabajo, el nivel educativo, las condiciones de trabajo, el
género, entre otros factores, se convierten en unos de los determinantes que se tendrán en
cuenta en el análisis de las condiciones laborales de los técnicos y tecnólogos.
Como aproximación a la calidad del empleo relacionada con la educación, Posso
(2010) analiza la calidad del empleo utilizando diferentes enfoques empíricos, así como la
teoría de los mercados de trabajo segmentados, para determinar los factores asociados a
empleos de calidad. Para cumplir con dicho objetivo, utiliza métodos de estimación switching
regression y quantile regression, mostrando que acceder a mayores niveles de educación
asegura el acceso a mejores empleos, medidos en ingresos, seguridad social y tipo de
contratación, así como el efecto de la educación puede estar asociado a un fenómeno de
segmentación vinculado a la distribución heterogénea de la calidad de la educación superior
en Colombia.
Asimismo, Mora y Ulloa (2011) pretenden encontrar los determinantes de la calidad
del empleo en las principales ciudades de Colombia en 2009 y establecer si existe correlación
positiva entre ingresos y educación para los trabajadores asalariados e independientes. Para
esto se emplea un índice sintético de calidad del empleo propuesto por Farné con variables
como ingreso, tipo de contrato, seguridad social y número de horas trabajadas. Como
resultado encuentran que, para el caso de los trabajadores asalariados, una mayor educación
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incrementa la probabilidad de encontrarse en empleos de buena calidad, lo que por el
contrario sucede con los trabajadores independientes.
Finalmente, Bustamante y Arroyo (2008) analizan la calidad del empleo bajo un
determinante como la raza, con el fin de verificar si existe baja calidad del empleo por
factores discriminatorios para las personas de raza negra en la ciudad de Cali, asociado a
variables sociodemográficas y de capital humano. Esto lo hacen a través de un modelo logit
ordenado generalizado, utilizando como uno de los determinantes, el nivel de educación
alcanzado, así como la edad, la raza, entre otros factores. Como resultados encuentran que la
probabilidad de encontrarse en un empleo de baja calidad es negativa si se compara a las
personas con educación superior, primaria o bachillerato con respecto a las otras razas.
De acuerdo a lo anterior, en el contexto nacional e internacional, la literatura se ha
centrado en analizar la calidad del empleo bajo factores del contexto social, económico y
productivo, tratando de dar un acercamiento hacia los elementos bajo los que se fundamenta
el trabajo decente, por medio de diferentes mediciones de dicha calidad. Sin embargo, los
análisis proporcionan una mirada hacia el contexto del mercado laboral, por lo que se hace
necesario ahondar en otros factores como la educación, el emprendimiento y la dinámica
empresarial, con el fin de hacer una aproximación a la calidad del empleo hacia otros
enfoques.
En ese sentido, se hace necesario hacer un análisis de los determinantes de la calidad
del empleo asociado a factores económicos y sociales de los TyT, dejando de un lado a los
mercados segmentados de los asalariados e independientes e incorporando los diferentes
niveles educativos, para entender su posición en el mercado laboral y sus condiciones de
empleabilidad.
IV. Caracterización de los técnicos y tecnólogos en Colombia
Esta sección muestra cómo ha sido la evolución de los TyT en los últimos años en
términos de formación y su comportamiento en el mercado laboral. En la primera parte, se
describe el sector educativo de los TyT respecto a la cantidad de matriculados, áreas de
conocimiento, programas más comunes y tipos de instituciones educativas en comparación
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con otros niveles educativos. En la segunda parte, se realiza la caracterización en términos
del mercado laboral de los TyT en comparación con los bachilleres y universitarios. En
términos generales, se encuentra que un TyT en Colombia, se caracteriza por representar el
29% del total de graduados en 2017, donde el 15% de los TyT del total de graduados entre
bachilleres, TyT y universitarios son mujeres y el 12% son hombres, así como se concentra
un porcentaje representativo de ellos en las regiones Centro y Caribe. Asimismo, se observa
que las mujeres se gradúan más de TyT, pues existe una diferencia entre hombres y mujeres
del 32% para 2017. Respecto al tipo de ocupación, el 51% de los TyT pasaron a ser
independientes de 2008 a 2017, encontrándose en actividades como comercio, manufacturas,
prestación de servicios de salud, entre otros.
i. Análisis del sector educativo
La educación superior abarca tres niveles de formación en el pregrado: técnica
profesional, tecnológica y universitaria. Según la Ley 749 de 2002, la educación técnica es
aquella que busca generar competencias y desarrollo de habilidades, aptitudes y destrezas
para el ejercicio laboral, en áreas específicas de los sectores productivos y de servicios. Por
su parte, la formación tecnológica se centra en la formación de un pensamiento innovador e
inteligente con capacidad para diseñar, construir, ejecutar, controlar, transformar y operar los
medios y procesos que demandan los sectores productivos y de servicios del país (Martínez,
Sabogal, & Rodríguez, 2015).
En cuanto a la política pública que fortalece a este tipo de educación, se estructuró el
programa de Transformación de la Educación Técnica y Tecnológica, el cual busca favorecer
la movilidad de los estudiantes entre los ciclos de formación y en los distintos niveles del
sector productivo, a través del establecimiento de los ciclos propedéuticos, en donde se le
permita a los estudiantes contar con un perfil claro del graduado, de tal manera que pueda
acceder a un trabajo y, al mismo tiempo, permitir la continuación del proceso formativo
(Ministerio de Eduación Nacional, 2010).
En ese sentido, la incorporación al mercado laboral formal de un mayor número de
técnicos y tecnólogos, debería aportar al mejoramiento de la capacidad productiva de las
organizaciones y la competitividad internacional del país; y desde lo social, a disminuir la
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pobreza y a cerrar la brecha en la distribución del ingreso (MEN, 2016). De modo que, es
importante hacer énfasis en el potencial de este tipo de educación como el aporte a la
transformación de actividades productivas tanto a nivel país, como en un contexto local,
permitiendo generar vínculos entre el mercado de trabajo y las diferentes dinámicas de la
empleabilidad (López, 2011).
En cuanto a las características de la educación superior en Colombia, históricamente
los estudiantes han preferido hacer parte de los programas universitarios, y menos en carreras
TyT. Para 2017 del total de matriculados en educación superior (4.689.279), el 27.9%
corresponde a estudiantes de carreras técnicas y tecnológicas, respecto al 31.08% del 2008.
Pese a lo anterior, el número matriculados de TyT ha ido creciendo año a año, pasando de
919.039 matriculados entre 2008 a 1.312.512 en 2017 donde creció en un poco más del 42%
del total de matriculados TyT (Gráfico 1, anexo 1). Por lo que Martínez, Sabogal y Rodríguez
(2015) afirman que la pirámide de educación superior está invertida, pues en el país debería
haber más egresados de programas TyT y menos de universitarios.
Gráfico 1. Porcentaje de matriculados por nivel de formación, 2008-2017
Fuente: Elaboración propia con base en SNIES y el MEN.
Respecto al número de matriculados por tipo de formación en el pregrado y por área
de conocimiento para 2017, el Cuadro 1 muestra que la matrícula del pregrado para ese año
fue de 4.363.107, siendo mayor la cantidad de matrículas para la formación universitaria con
un 69.92%, seguido de la formación tecnológica 26.86% y la formación técnica 3.22%.
Asimismo, se observa que 51.96% de los matriculados en la formación técnica profesional
2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017Técnico profesional 14,91% 9,17% 5,14% 4,41% 3,68% 3,97% 4,24% 3,93% 3,33% 3,00%Tecnológico 16,17% 21,86% 27,89% 27,14% 26,67% 27,05% 27,21% 27,23% 25,16% 24,99%Universitario 64,71% 63,88% 62,02% 62,35% 63,59% 62,77% 62,09% 62,39% 64,77% 65,05%Especialización 2,97% 3,71% 3,35% 4,29% 4,16% 4,03% 4,06% 3,86% 3,77% 3,83%Maestría 1,14% 1,26% 1,46% 1,65% 1,73% 1,99% 2,20% 2,36% 2,72% 2,86%Doctorado 0,11% 0,12% 0,14% 0,16% 0,17% 0,19% 0,20% 0,23% 0,25% 0,26%
0,00%10,00%20,00%30,00%40,00%50,00%60,00%70,00%
16
hacen parte del área de economía, administración, contaduría y afines, el 24.48% de
ingeniería, arquitectura, urbanismo y afines, y el 8.92% de bellas artes.
Para el caso de la formación tecnológica, se encuentra que el 46.57% de los
estudiantes matriculados, pertenece al área de economía, administración, contaduría y afines,
seguido del 37.01% en el área de ingeniería, arquitectura, urbanismo y afines, y con la menor
proporción de personas en áreas como ciencias de la educación (1.16%) y matemáticas y
ciencias naturales (1.86%). Para 2017, se observa un incremento de 30% de los TyT de 2017
respecto al 2008 y con resultados similares frente a las matrículas por área de conocimiento
(ver anexo 2).
Cuadro 1. Matrículas en el pregrado por área de conocimiento para 2017
ÁREA DE CONOCIMIENTO
Formación técnica profesional
Tecnológica Universitaria
Matrículas Participación (%)
Matrículas Participación (%)
Matrículas Participación (%)
Agronomía, veterinaria y afines 3525 2,51 31172 2,66 53576 1,76 Bellas artes 12547 8,92 44122 3,77 90253 2,96 Ciencias de la educación 298 0,21 13572 1,16 311141 10,20 Ciencias de la salud 5755 4,09 42846 3,66 252967 8,29 Ciencias sociales y humanas 11983 8,52 39269 3,35 711902 23,34 Economía, administración, contaduría y afines 71836 51,96 545753 46,57 792814 25,99
Ingeniería, arquitectura, urbanismo y afines 34441 24,48 433688 37,01 774897 25,40
Matemáticas y ciencias naturales 314 0,22 21391 1,83 63045 2,07 Total 140699 1171813 3050595
Fuente: Elaboración propia con base en SNIES y el MEN.
Lo que se refiere a los universitarios, el número de matriculados se distribuye en
cuatro áreas principalmente, el área de ingeniería, arquitectura, urbanismo y afines (25.4%),
el área de economía, administración, contaduría y afines (25.9%), el área de ciencias sociales
y humanas (23.34%) y el área de ciencias de la educación (10.2%). Para esta última área en
particular, a diferencia de los TyT, este tipo de formación tiene mayor número de estudiantes
matriculados, con un 10% del total de las áreas para 2017.
17
Gráfico 2. Porcentaje de IES
Fuente: Elaboración propia con base en SACES y el MEN.
En cuanto a las Instituciones de Educación Superior – IES, según el Sistema de
Aseguramiento de Calidad de la Educación Superior - SACES y el Ministerio de Educación
Nacional - MEN, se encuentra que para 2017 existen 292 IES, donde 62 son oficiales, 19 son
de régimen especial y 211 son no oficiales, de las cuales el 56% corresponde a las
universidades, el 36% a instituciones tecnológicas y el 8% son instituciones técnicas
profesionales. Entre 2008 y 2017, las instituciones técnicas disminuyeron pasando del 11%
al 8%. Mientras las otras instituciones aumentaron su número (ver Gráfico 2). Asimismo, en
2017, las instituciones ofrecieron 2.753 programas de formación técnica profesional, 10.130
programas tecnológicos y 19.342 programas universitarios (SNIES, 2017).
De modo que, se han mostrado avances en las IES al incluir en su sistema los ciclos
propedéuticos, debido a que en 2011 solo se podía acceder al 4% de los programas
universitarios mediante la graduación de un programa técnico o tecnológico (OECD, 2016),
mientras que ahora los estudiantes tienen la posibilidad de pasar de un programa de nivel
inferior a un nivel superior a través de los ciclos y dentro de la misma institución, es decir,
que “los estudiantes procedan a obtener su título profesional primero a través de cualificación
técnica y posteriormente tecnológica, cada una de las cuales confiere conocimientos y
competencias progresivamente más amplios y de un mayor nivel en la misma área de
conocimientos” (OECD, 2016, pág. 179).
8%
36%56%
2017Formación técnica profesional Tecnológica Universitaria
11%
18%
71%
2008Formación técnica profesional Tecnológica Universitaria
18
Además, en Colombia el número de graduados de carreras TyT ha incrementado de
manera proporcional. Como se observa en el Gráfico 3, en 2008, de la educación técnica
profesional corresponde al 10.26% del total de los graduados, incrementando en 1.336 los
graduados para 2017. Este incremento es más evidente para la formación tecnológica, debido
a que pasó de graduar a 22.990 personas, que representaba a 11.1% del total de graduados
para 2008, a 133.755 personas correspondiente a 28.93% del total de graduados (462.367)
para 2017.
Gráfico 3. Graduados por nivel de formación, (2008-2017)
Fuente: Elaboración propia con base en OLE y MEN.
Aunque el porcentaje de graduados de TyT es menor a la de los universitarios, debido
a la alta deserción en estos niveles a causa de factores sociales, económicos, familiares e
individuales que afectan el entorno de los jóvenes MEN (2009), se observa que el número de
personas que accede a la educación TyT ha incrementado, así como la mejora por parte de
las instituciones de formación, tras la incorporación de nuevas medidas para que los TyT
sigan avanzando hacia la adquisición de más años de formación. Este avance es importante,
ya que estudios como el de Bornacelly (2013) demuestran que la educación técnica y
tecnológica tiene tasas de retornos positivas, lo que beneficia principalmente a la población
de escasos recursos, jóvenes y mujeres.
-
50.000
100.000
150.000
200.000
250.000
2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017
Técnica profesional TecnológicaUniversitaria EspecializaciónMaestría Doctorado
55,6
6%11
,11%
20.8
7%2.
01%
0,08
%
45.1
8%4.
86%
28.9
3%
0.17
%5,14
%15
,72%
10,2
6%
19
ii. Mercado laboral de los TyT: un análisis comparado con los bachilleres y
universitarios
Hoy en día, el mercado laboral obedece a necesidades cambiantes que los trabajadores
deben suplir con el ejercicio de las competencias adquiridas. Para esto, la educación superior
aporta beneficios a los graduados a la hora de disponer de conocimientos y herramientas para
responder a las dinámicas de la empleabilidad. Según la OECD (2016), los estudiantes que
continúan sus estudios en la educación superior tienen mejores salarios y una mayor
posibilidad de ser empleados en la economía formal. En ese sentido, la educación técnica y
tecnológica ha tomado un valor importante en el mercado laboral, tras el impulso de nuevas
tecnologías para el manejo de información y comunicaciones, lo que hace necesario
responder a los requerimientos del país, a través de un recurso humano capacitado en áreas
específicas que respondan a las solicitudes del mercado (Martínez, 2005).
No obstante, es importante analizar las cifras de los TyT y su posicionamiento en el
mercado laboral. Según los datos de la Gran Encuesta Integrada de Hogares en 2008 se
observa, para los tres niveles educativos, el 68.55% de las mujeres son bachilleres, el 14.53%
son TyT y el 16.92% tienen título universitario. Para el caso de los hombres, el 71.46% tiene
título bachiller, el 11.73% es TyT y el 16.82 % es universitario (ver Anexo 3).
De manera que para los siguientes años se observa que las mujeres siguen obteniendo
más títulos de bachiller y que tanto hombres como mujeres se gradúan más de TyT. Por su
parte, se observa que tienen más títulos de TyT y universitario las mujeres que los hombres,
puesto que para 2017 existe una diferencia entre hombres y mujeres técnicos y tecnólogos
del 32%.
Para las regiones de Colombia2, en el Anexo 4, la región Centro cuenta con un 24.16%
de TyT en 2017 a diferencia de la región de Orinoquia que cuenta con el porcentaje más bajo
(15.10%). Asimismo, las regiones de Caribe, Pacífica y Bogotá (tomada según la
clasificación del DANE) pasan de tener una participación de 15.47%, 11% y 14.08% de TyT
2 Se tuvo en cuenta la categorización del DANE para la GEIH de la siguiente manera. Región Caribe: Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, Sucre, Magdalena, La Guajira. Región Oriental: Norte de Santander, Santander, Boyacá, Cundinamarca, Meta. Región Central: Caldas, Risaralda, Quindío, Tolima, Huila, Caquetá, Antioquia. Región Pacífica: Chocó, Cauca, Nariño, Valle y aparte Bogotá.
20
respectivamente en 2008, a 20.68%, 17.28, y 16.92% en 2017, lo que demuestra que estos
departamentos han avanzado en el uso de mano de obra especializada en el mercado laboral.
Para el caso de los bachilleres, la región Pacífica posee el mayor número de
bachilleres en el mercado laboral con un 72.95% en 2008, 1.16% menos que los del 2017.
Seguido de Orinoquía (72.51%), Centro (70%) Caribe (64.78). Para los universitarios, las
cifras son similares tanto para 2008 como para 2017, sin embargo, Bogotá ha disminuido en
un 4% el número de universitarios con respecto al 2008 (ver Anexo 4).
Respecto al tipo de ocupación de los TyT en el mercado laboral, el siguiente cuadro
muestra que habido avances en el tipo de ocupación de los TyT tras el incremento de 12.165
a 24.517 empleados de empresa particular de 2008 a 2017, como los trabajadores por cuenta
propia que pasaron de 5.657 a 11.550. Es decir, que en diez años se duplicó la cifra de los
TyT que pasaron a ser independientes. Respecto a los bachilleres para el mismo año, se
observa que 43.896 personas son obreros o empleados de empresa particular, 31.049 son
trabajadores por cuenta propia, con la menor proporción de personas bachilleres siendo
trabajador sin remuneración en empresa. Para el caso de los universitarios, se observa que la
gran mayoría de personas se ubica en ocupaciones de empresa particular, trabajando por
cuenta propia y con el gobierno.
Cuadro 2. Población ocupada por título de nivel educativo alcanzado (2008-2017)3
2008 2017
Tipo de ocupación Bachiller Técnico o tecnólogo
Universitario Bachiller Técnico o
tecnólogo Universitari
o Obrero o empleado de empresa particular 43.806 12.165 11.575 62.992 24.517 14.965 Obrero o empleado del gobierno 4.231 2.042 6.050 2.858 2.421 4.328 Empleado doméstico 2.177 177 30 3.608 455 80 Trabajador por cuenta propia 31.049 5.657 7.316 45.872 11.550 9.486 Patrón o empleador 3.820 929 2.058 4.486 1.428 1.820 Trabajador familiar sin remuneración 3.079 338 262 3.766 626 275 Trabajador sin remuneración en empresa 398 37 34 373 112 28 Jornaleo o peón 1.084 41 9 1.657 169 13
Fuente: Elaboración propia con base en la Gran Encuesta Integrada de Hogares-DANE.
3 Total de la muestra para 2008 es de 138.365 y para 2017 197.885.
21
Por su parte, en los universitarios se observa que hubo mayor incremento de los
obreros o empleados de empresa particular y los trabajadores por cuenta propia en 3.390 y
2.170 personas, respectivamente. El menor número de personas se encuentra en las
ocupaciones de trabajador como jornalero o peón para los TyT y universitarios a diferencia
de los bachilleres.
Respecto a la rama de actividad4 a la que pertenecen los TyT, en el siguiente gráfico
se encuentra que para 2017, 10.455 personas se desempeñan en el Comercio, es decir, un
24% del total de técnicos y tecnólogos en el mercado laboral. Seguido de 6.085 (14%) en los
Servicios sociales y de salud y 4.898 (11%) en las Industrias manufactureras. Asimismo, para
las Actividades inmobiliarias, de alquiler y empresariales, Transporte, almacenamiento y
comunicaciones, Administración pública y defensa se desempeña alrededor del 30% de los
TyT, mientras que actividades como Explotación de minas y canteras y Suministro de
electricidad, gas y agua son las actividades menos desempeñadas.
Igualmente, el 27% de los bachilleres, se desempeña en actividades del Comercio,
con un total de 32.217 bachilleres, seguido de 15.219 en las Industrias manufactureras,
13.234 en Transporte, almacenamiento y comunicaciones, 11.727 en otros y 106.31 en
Hoteles y restaurantes. Mientras que las ramas en las que menos se desempeñan los
bachilleres, según la gráfica anterior son Explotación de minas y canteras, Suministro de
electricidad, gas y agua e Intermediación financiera. Para el caso de los universitarios, en
términos generales, el 18% del total de universitarios, se desempeñan en la rama de
Educación, seguido del 16% en Actividades inmobiliarias, de alquiler y empresariales, el
14% en Comercio y el 13% en Servicios sociales y de salud, mientras que actividades como
Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, entre otras, son las menos desempeñadas
(ver Anexo 5).
4 La rama de actividad es una variable de la GEIH, elaborada por el DANE con base a la Clasificación Industrial Internacional Uniforme de todas las actividades económicas - CIIU 3.1 adaptada para Colombia, la cual es constituida por 99 divisiones. Par efectos de la investigación, dichas variable se agrupa de acuerdo a las actividades económicas más representativas que son: Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, Explotación de minas y canteras, Industrias manufactureras, Suministro de electricidad, gas y agua, Construcción, Comercio, Hoteles y restaurantes, Transporte, almacenamiento y comunicaciones, Intermediación financiera, Actividades inmobiliarias, de alquiler y empresariales, Administración pública y defensa, Educación, Servicios sociales y de salud y Otros (otras actividades de servicios comunitarios sociales y personales, actividades de hogares privados como empleadores y actividades no diferenciadas de hogares privados como productores y organizaciones y órganos extraterritoriales).
22
Con respecto al salario como factor importante para la calidad del empleo, la gráfica
anterior, muestra que en 2008 el salario mensual real5 promedio del total de la población
encuestada es de 694.056, 79.420 pesos más que el salario percibido por los bachilleres. Por
su parte, los TyT recibieron un salario mensual promedio de 815.672 pesos en 2008, es decir,
197.212 pesos más que el salario de los bachilleres y de la misma manera, los universitarios
tuvieron un salario promedio de 1.507.038 pesos, respectivamente.
Gráfico 4. Distribución de los ingresos laborales reales a precios de 2017 por nivel educativo
Fuente: Elaboración propia con base en la Gran Encuesta Integrada de Hogares-DANE.
En 2013, el salario mensual promedio de las personas en el mercado laboral fue de
781.603 pesos respectivamente, siendo el de un bachiller de 702.539 pesos en promedio. Por
su parte, el ingreso mensual promedio que percibe un TyT es de 916.426 pesos, es decir
30.44% superior al de un bachiller. Asimismo, ser universitario tiene un incremento de
59.42% y 47.06% respecto al bachiller y al TyT para este mismo año (ver Gráfico 7).
Igualmente, en 2017, la gráfica anterior muestra que, para los bachilleres, el salario
mensual promedio fue de 823.726 pesos, 27% superior al año 2008 y 18% superior al año
2013. Para los universitarios, se observa un incremento de 430.896 pesos desde el 2008. A
5 El salario mensual real corresponde al salario nominal que es el salario mensual de los ingresos percibidos en el primer empleo menos los del segundo empleo, dividido respecto al promedio de los índices de precio al consumidor –IPC con base al consolidado de diciembre de 2017 serie total por año del DANE, multiplicado por 100. Son ingresos laborales, teniendo en cuenta que se incluye a toda la población.
614.636 702.539 823.725 815.672 916.426 1.040.363
1.507.038 1.731.368
1.909.272
-
500.000
1.000.000
1.500.000
2.000.000
2.500.000
2008 2013 2017
Bachilleres TyT Univeritarios
23
su vez, para el año 2017 los TyT cuentan con un salario mensual promedio de 1.040.367
pesos, es decir, que durante los últimos 10 años su salario incrementó en un 23%
correspondiente a 240.208 pesos.
Por su parte, en el salario por rama de actividad para 2017, el siguiente cuadro muestra
que los técnicos y tecnólogos con los ingresos más altos se encuentran en actividades como
Explotación de minas y canteras, Administración pública y defensa, Intermediación
financiera, Suministro de electricidad, gas y agua, entre otros. Las ramas en las que reciben
menos salarios son Hoteles y restaurantes, Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca,
Comercio y otros.
Para este mismo nivel educativo, se encuentra una variación de los salarios del año
2017 respecto al 2008 en actividades como Suministro de electricidad, gas y agua (33%),
Educación (32%), Intermediación financiera (30%), Servicios sociales y de salud (30%),
entre otras actividades. Es decir, que los salarios de los TyT a diferencia de los universitarios
siguen siendo bajos.
Cuadro 3. Evolución de los ingresos laborales reales por rama de actividad y nivel educativo 2008-2017 (cifras en miles de millones de pesos)6
Rama de actividad 2008 2017 Bachiller TyT Universitario Bachiller TyT Universitario
Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca 755.751 924.756 1.987.210 685.255 908.576 2.358.542
Explotación de minas y canteras 1.131.296 1.656.187 3.501.450 1.496.192 2.264.732 4.534.841
Industrias manufactureras 588.539 845.183 1.608.142 836.186 1.066.397 1.880.705 Suministro de electricidad, gas y agua 706.139 886.227 1.582.700 1.068.094 1.316.425 2.288.094
Construcción 547.421 908.350 2.102.996 880.163 1.093.592 2.428.243 Comercio 598.873 738.353 1.223.916 801.042 915.393 1.532.052 Hoteles y restaurantes 569.549 680.351 1.114.078 703.238 805.021 1.402.671 Transporte, almacenamiento y comunicaciones
558.069 821.301 1.270.975 846.168 1.006.921 1.620.813
Intermediación financiera 808.224 944.598 1.970.953 1.070.427 1.344.948 2.126.631 Actividades inmobiliarias, de alquiler y empresariales
629.484 771.065 1.566.933 825.477 1.046.625 1.994.414
6 Ingreso monetario mensual de la primera actividad a precios de 2017. El tamaño de la muestra otorgada por la GEIH para 2008 es 138.209 y para 2017 197.566.
24
Administración pública y defensa 1.002.787 1.192.550 1.634.062 1.467.793 1.678.142 2.508.869
Educación 579.144 694.266 1.353.491 836.822 1.024.946 1.760.895 Servicios sociales y de salud 530.415 690.768 1.453.976 817.683 983.848 1.944.505
Otros 453.300 586.255 1.201.641 672.961 827.424 1.486.321 Fuente: Elaboración propia con base en la Gran Encuesta Integrada de Hogares-DANE.
No obstante, para los bachilleres se observa que en general todos los salarios tuvieron
un incremento diez años después, sin embargo, las personas que desempeñan labores en
ramas de actividad como Construcción, Servicios sociales y de salud, Suministro de
electricidad, gas y agua, Transporte, almacenamiento y comunicaciones, tuvieron un
incremento significativo en los salarios en 38%, 35%, 34% y 34%, respectivamente. Mientras
que en actividades como Hoteles y restaurantes, Explotación de minas y canteras,
Intermediación financiera y Actividades inmobiliarias, de alquiler y empresariales los
bachilleres no tuvieron una variación tan alta en sus salarios durante los últimos años.
Para los universitarios, se observa que la variación de los salarios más baja se
encuentra en las ramas de Intermediación financiera (7%), Construcción (13%), Industrias
manufactureras (14%), Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca (16%), entre otras,
mientras que los salarios más altos de 2008 a 2017 se encuentran en las ramas de
Administración pública y defensa (35%), Suministro de electricidad, gas y agua (31%),
Servicios sociales y de salud (25%), Explotación de minas y canteras (23%).
Respecto a los ingresos laborales mensuales más representativos por región en el
Anexo 6, se observa que para 2008 el ingreso promedio para los bachilleres es de 540.947
para la región Caribe, 667.298 para la región Oriental, 645.564 para la región Central y
573.847 para la región Pacífica.
A diferencia de los TyT, para el 2017, los universitarios devengan en promedio
salarios mayores, un 4% respecto al 2008. Regiones como Bogotá ($ 2.718.290), Pacífica ($
1.907.789) y Central ($ 1.968.705), en el 2017, tienen la diferencia de más altos respecto al
año de comparación. Frente al 2008 se encuentra que la brecha de los salarios de la región
Oriental y Caribe han aumentado en promedio un 16.7% entre los TyT y los universitarios
(ver anexo 6).
25
Teniendo en cuenta el análisis anterior, un TyT en Colombia en comparación con los
bachilleres y universitarios, ha ascendido de 2008 a 2017 en el número de matrículas, sin
embargo, las cifras de los universitarios siguen siendo mayores. Asimismo, la gran mayoría
de los TyT que se vinculan a este nivel de formación, por lo general se incorporan a
programas de economía, administración, contaduría y afines, ingeniería, arquitectura,
urbanismo y afines, entre otros. Igualmente, en términos del mercado laboral, se observa que
las mujeres tienden a graduarse más de las carreras TyT que los hombres, donde el mayor
número de personas se se concentra un porcentaje representativo de ellos en las regiones
Centro y Caribe. Por último, se resalta que los salarios de los TyT han mejorado a diferencia
de los bachilleres, sin embargo, no sobrepasan los salarios obtenidos por los universitarios,
tema que se vuelve uno de los factores determinantes de la calidad del empleo.
De modo que, cada día se hace necesario orientar las carreras profesionales hacia
áreas especializadas donde en el menor tiempo posible se les permita a los profesionales
insertarse al mercado laboral, facilitando su acceso, movilidad y creando mecanismos que
permitan a las carreras en las modalidades TyT convertirse en un factor clave de éxito para
el desarrollo nacional.
V. Metodología para la estimación de la calidad del empleo de los TyT
Con base al análisis previo, el objetivo de esta sección, es analizar los determinantes
de la calidad del empleo de los TyT en comparación con los bachilleres y universitarios para
los años 2008 y 2017, a través de factores encontrados en el desarrollo de la investigación y
de aproximaciones netamente empíricas como las propuestas por los diferentes autores de la
literatura colombiana. Para cumplir con este objetivo, se desarrollan tres secciones. En la
primera sección, se construye el Índice de Calidad del Empleo. La segunda sección, describe
el modelo de OLS el cual permitirá analizar los determinantes de la calidad del empleo de
los TyT asociado a factores sociales y económicos del mercado laboral. La última y tercera
sección, presenta los datos y variables a usar para el desarrollo del modelo.
26
Establecer la calidad de un empleo es un asunto complejo, ya que esto depende de
muchos factores que no son siempre objetivos ni observables. Sin embargo, de acuerdo a las
definiciones de calidad del empleo propuestas por los diferentes autores y a lo planteado por
la OIT (1991) y Farné (2003), para definir la calidad del empleo es necesario que existan
cuatro variables importantes para tener en cuenta a la hora de analizar y construir el Índice
de Calidad del Empleo-ICE en esta investigación: modalidad contractual, 2) horario de
trabajo, 3) ingreso laboral mensual y 4) afiliación a la seguridad social.
Teniendo en cuenta que el ICE propuesto por la OIT y por Farné (2003) es comparable
a nivel internacional, este no contempla las características propias del mercado laboral de
cada uno de los países en específico, por lo que los pesos asignados7 a cada una de las
variables difieren, razón por la cual no los hace comparables. Es por eso que Jiménez y Pérez
(2014) plantean una metodología alternativa, tras encontrar que los pesos horizontales y
verticales que usa Farné (2003) por medio del Análisis de Componentes Principales, carecen
de sustento teórico y empírico para su uso. Sin embargo, autores como Bustamante y Arroyo
(2008), Posso (2010), Pineda y Acosta (2010) y Mora y Ulloa (2011) han hecho un análisis
interesante de la calidad del empleo bajo esta alternativa.
Para encontrar los pesos que tiene cada variable de acuerdo con su participación en la
distribución del total de la información disponible, se utiliza la técnica multivariada de
Análisis de Correspondencias Múltiples (ACM). Se selecciona esta técnica teniendo en
cuenta que la obtención de un indicador por medio del ACM es la objetividad empelada en
el método8, pues las variables que se emplean para el cálculo del ICE reflejan características
que poseen o no los trabajadores y no que estos evalúan9.
De acuerdo a lo anterior, el ACM se estima en tablas de contingencia en donde las
filas representan al número de individuos y las columnas, a las variables categóricas a tener
en cuenta para el análisis. Con dicha tabla, se establece a 1 si el individuo cuenta con la
7 Son las valoraciones que tiene cada variable de acuerdo a su participación en la distribución total de la información disponible. 8 Debido a que el índice se construye a partir de un proceso en el cual los valores teóricos resultan de ponderaciones encontradas empíricamente, que son implícitas en el modelo de construcción del indicador y endógenas al mismo (Jiménez y Pérez, 2014). 9 No se tiene en cuenta la metodología de Análisis de Componentes Principales ya que los datos reflejan cierto grado de preferencia de las personas encuestadas al responder las preguntas.
27
característica definida en la categoría planteada k y 0 si no cuenta con ella. Con la obtención
de estos resultados, se construye la matriz de Burt10, en la cual se encuentran las frecuencias
para cada una de las variables a estudio, y con las cuales se realiza el análisis que describe la
distribución de una variable en cada una de las categorías de otra variable, por un peso (masa)
que es proporcional a la importancia de dicho perfil dentro del conjunto para el total de
información.
i. Construcción del Índice de Calidad del Empleo
Para estudiar la calidad del empleo de los técnicos y tecnólogos, en comparación con los
bachilleres y universitarios para el 2008 y 2017, se acude a la construcción del ICE, que
resume las características de los empleos los cuales sirven para clasificarlos según su calidad
(Fedesarrollo, 2009). De acuerdo al marco teórico y las diferentes investigaciones que
definen el concepto de calidad del empleo, se proponen las siguientes variables, ajustadas a
lo propuesto por Farné (2003).
En primera instancia, sí se mide la calidad del empleo por el ingreso laboral, factores
como la educación desempeñan un papel importante en la distribución de esos ingresos,
puesto que estar más educado genera mayores niveles de ingresos (Posso, 2010). En cuanto
a la afiliación a seguridad social, esta se toma de las tres categorías por separado (salud,
pensión y ARL11), teniendo en cuenta que el trabajador en la modalidad de contratos por
prestación de servicios asume sus costos de afiliación.
En cuanto al tipo de contratación, las diferentes investigaciones dicen que con la
modalidad contractual se puede asumir estabilidad laboral, así como se relaciona de manera
positiva con la posibilidad de acceder al sistema de seguridad social. Por último, en cuanto a
las horas trabajadas, y de acuerdo con la legislación laboral colombiana, la duración máxima
legal de una jornada ordinaria de trabajo, debe cumplir con 48 horas a la semana, sin
10 “Esta es una tabla de contingencia matriz en la que se representan cada una de las modalidades en relación a todas las demás. En las intersecciones, de la misma, se indican las frecuencias observadas simultáneamente en ambas modalidades. Esta tabla es una matriz simétrica en cuya diagonal principal aparecen las frecuencias absolutas de cada modalidad” (Sierra, 2011, pág. 2). 11 A diferencia de las investigaciones de Bustamante y Arroyo (2008), Posso (2010), Pineda y Acosta (2010), Mora y Ulloa (2011) y Jiménez y Pérez (2014), en esta investigación sí se tiene en cuenta el acceso a ARL, bajo todas las modalidades de contratación.
28
embargo, el Código Sustantivo del Trabajo de 2007 tiene en cuenta a las personas que
trabajan medio tiempo. Por lo tanto, las variables que componen el ICE son:
1. Ingreso mensual: se establecen tres rangos teniendo en cuenta los Ingresos laborales
mensuales que corresponden al ingreso monetario mensual de la primera actividad a precios de
2008 y 2017. A partir de esto, se definen tres categorías en el siguiente orden. 1) hasta 1
salario mínimo legal vigente (SMLV); 2) sí el ingreso está entre 1 SMLV y 2 SMLV y
3) más de 2 SMLV.
2. Tipo de contrato: se define a partir de la tenencia de un contrato como indicador de
estabilidad, Se crea a partir de la tenencia de un contrato laboral escrito y se identifica el
tipo (fijo o indefinido) allí se definen las siguientes variables. 1) si tiene contrato a
término indefinido y 2) si tiene contrato a término fijo.
3. Seguridad social12: Se tiene en cuenta la cotización a salud, pensión y ARL, por lo que
esta variable se divide en tres categorías. 1) no estar afiliado o cotizar en al menos una,
2) cotizar en todas, 3) contar con la seguridad en salud y cotizar en un fondo de pensiones.
Adicionalmente, los pensionados se tienen en cuenta ya que ellos se consideran cotizantes
de salud y pensión. Este indicador introduce implícitamente la informalidad al tener en
cuenta la falta de afiliación a la seguridad social (Muro & Mora, 2010).
4. Jornada laboral: las categorías son 1) si un individuo trabaja hasta 20 horas, 2) si un
individuo trabaja entre 21 y 48 horas y 3) si un individuo trabaja más de 48 horas.
En la ecuación presentada a continuación, α, β, γ, θ, son los pesos con mayor
porcentaje de explicación que el ACM arroja:
𝐼𝐶𝐸$ = 𝛼$𝑖𝑛𝑔_𝑙𝑎𝑏𝑜𝑟𝑎𝑙$ +𝛽$3𝑡𝑖𝑝𝑜_𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎𝑡𝑜$ +𝛾$3𝑠𝑒𝑔𝑢_𝑠𝑜𝑐𝑖𝑎𝑙$ + 𝜃$3ℎ𝑜𝑟𝑎𝑠_𝑙𝑎𝑏$ [1]
Por lo que, para cada individuo, las variables ing_laboral, tipo_contrato, segu_social
y horas_lab tomarán los valores correspondientes y se ajustarán a cada una de sus categorías
dependiendo de la condición laboral. Luego, cada uno de esos valores se pondera por la
contribución que tiene la modalidad que representan, en el total de la muestra.
12 No se incluyen los beneficiarios y afiliados al Sisbén.
29
El siguiente cuadro, muestra los pesos obtenidos de las categorías del ICE,
luego de aplicar el método de ACM tanto para el 2008 como para el 2017:
Cuadro 4. Pesos correspondientes a cada una de las categorías del ICE por año
Variable del ICE Categoría y valor asignado 2008 2017
Ingreso laboral Hasta 1 1 3,0% 6,6% Entre (1;2] 2 5,2% 9,4% Más de 2 3 16,8% 9,0%
Tipo de contrato Indefinido 1 17,1% 16,4% Fijo 2 7,9% 8,6%
Seguridad social
No estar afiliado o cotizar en al menos una
1 0,3% 0,1%
Cotizar en todas 2 19,8% 23,6% Salud y pensión 3 4,9% 1,3%
Jornada laboral hora/semana
Hasta 20 horas 1 0,4% 0,3% Entre 21 y 48hrs 2 18,1% 19,7%
Más de 48 horas 3 6,4% 5,0% Fuente: Elaboración propia con base en la Gran Encuesta Integrada de Hogares-DANE.
De la misma manera, según los resultados que arrojan los puntajes del ICE, en el
ingreso laboral el 16.8% de los individuos se encuentra ganado más de dos salarios mínimos
mientras que en 2017 esta situación cambia a un 9% respecto a salarios entre 1 y dos salarios
mínimos. Para el caso del tipo de contrato, los dos años reflejan pesos representativos en el
tipo de contrato indefinido. Por su parte, la categoría de seguridad social muestra que los
individuos para los dos años se encuentran cotizando en todos los sistemas y por último, para
la jornada laboral se observa los pesos más altos en la categoría entre 21 y 48 horas.
Asimismo, para 2008 el puntaje máximo arrojado para un individuo corresponde a
71.81 y para 2017 de 69.04, es decir que no se logra obtener un ICE igual a 100 puntos ya
que ninguna persona va a lograr estar en la totalidad de las categorías planteadas con el valor
de 1. Para efectos de esta investigación, se hace un reescalamiento de dicha variable con el
fin de poder observar mejor la categorización de la misma bajo una medida de 0 a 100 puntos.
ii. Modelo por Mínimos Cuadrados Ordinarios
30
Para cumplir con el objetivo propuesto, el método de regresión lineal, permite medir
la relación existente entre dos variables, donde 𝑋 son la variables independientes y 𝑌 es la
variable dependiente. Dicho de esta manera, se toma como variable dependiente el ICE
construido anteriormente y como las variables explicativas, identificadas con el término 𝑋,
se incluyen las características personales, sociales, económicas y culturales que según la
revisión de literatura, así como lo indagado en el transcurso de la investigación, se consideran
importantes para determinar la calidad del empleo.
Dado lo anterior, la siguiente ecuación expresa el modelo a evaluar:
𝐼𝐶𝐸$ = 𝛽? +𝛽@𝑠𝑒𝑥𝑜$ +𝛽B𝑒𝑑𝑎𝑑$ +𝛽D𝑒𝑑𝑎𝑑B$ + 𝛽E𝑖. 𝑟𝑎𝑚𝑎_𝑎𝑐𝑡𝑖𝑣𝑖𝑑𝑎𝑑$ + 𝛽Icasado$ +
𝛽Oempleado_empresa_particular$ +𝛽Xempleado_gobierno$ +𝛽\region_caribe$ +
𝛽]region_oriental$ + 𝛽@?region_central$ + 𝛽@@region_pacifica$ +𝛽@B𝐵𝑜𝑛𝑖𝑓𝑖𝑐𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛$ +
𝛽@D𝑖. 𝑚𝑒𝑠$ + 𝜇$ + [2]
Por lo tanto, se proponen realizar dos tipos de estimaciones. La primera busca
establecer si existen diferencias en la calidad del empleo para los tres niveles educativos y la
segunda busca hacer un análisis detallado de las diferencias de los determinantes de la calidad
del empleo de los TyT en comparación con los bachilleres y profesionales universitarios.
Para este último, se estima una regresión por año por para cada nivel educativo, aplicando
los controles definidos en la siguiente sección.
iii. Datos y variables
Los datos a emplear provienen de la Gran Encuesta Integrada de Hogares - GEIH para
el año 2008 y 2017 realizada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística –
DANE, ya que según la OIT (2008), la única fuente de información primaria disponible para
este tipo de análisis sobre la calidad del empleo son las encuestas a hogares. La encuesta
recopila información sobre las características generales de las personas, pero sobre todo, las
condiciones laborales y económicas.
En el análisis es importante resaltar que dicha muestra cuenta con una cantidad amplia
de missing values que en su gran mayoría se concentran en el ingreso, para los dos años a
31
estudio, por lo que el modelo final tomará todos los individuos que tienen respuestas
completas. Asimismo, dado que en la sección de caracterización previamente escrita se
describieron las variables a usar, el Anexo 7 se muestra las estadísticas básicas a tener en
cuenta para el análisis y representatividad de los resultados.
A continuación, se relacionan las variables que se tuvieron en cuenta para el
desarrollo del modelo:
Variable dependiente
Índice de calidad del empleo (ICE)- variable continua
Variables independientes
Se tienen en cuenta variables como sexo (toma el valor de 1 si es hombre y 2 si es
mujer), estar casado (toma el valor de 1 si está casado y cero de lo contrario), edad que es
una variable que recoge la edad del trabajado y pretende captar el efecto que tiene la edad
sobre la calidad del empleo edad al cuadrado captura el efecto no lineal que tiene la edad ,
rama de actividad la cual se divide en 14 ramas a saber: Agricultura, ganadería, caza,
silvicultura y pesca, Explotación de minas y canteras, Industrias manufactureras, Suministro
de electricidad, gas y agua, Construcción, Comercio, Hoteles y restaurantes, Transporte,
almacenamiento y comunicaciones, Intermediación financiera, Actividades inmobiliarias, de
alquiler y empresariales, Administración pública y defensa, Educación, Servicios sociales y
de salud. Con esta variable se pretende captar en qué rama de actividad se encuentran los
empleos de calidad. También variables como ser empleado de empresa particular (toma el
valor de 1 si el individuo trabaja en una empresa particular y 0 de lo contrario), ser empleado
del gobierno (Toma el valor de 1 si el individuo trabaja con el gobierno y 0 de lo contrario),
región 1 si pertenece a la región Caribe, Oriental, Central y Pacífica y 0 de lo contrario) y
contar con algún tipo de bonificación que toma el valor de 1 sí la persona recibe algún tipo
de bonificación y 0 sí no recibe bonificación. Dicha variable se toma como incentivo para
mejorar la calidad del empleo (Posso, 2010) y los meses como efecto fijo del mes, para
controlar la heterogeneidad inobservable, puesto que es constante en el tiempo y está
correlacionada con las variables independientes. Por lo tanto, estos coeficientes no son
analizados, ya que solo sirven para controlar la heterogeneidad.
32
VI. Resultados
En esta sección se presentan los resultados de dos tipos de estimaciones. La primera
busca establecer si existen diferencias en la calidad del empleo de los bachilleres y
universitarios en comparación con los TyT y la segunda busca analizar las diferencias de los
determinantes de la calidad del empleo para los tres niveles educativos.
Diferencias de calidad del empleo de los TyT, bachilleres y universitarios
Para analizar las diferencias de la calidad del empleo, es importante resaltar que estas
pueden estar dadas por la existencia de los elementos definidos anteriormente para la
construcción del índice: los ingresos laborales, el tipo de contrato, estar afiliado a la seguridad
social y la jornada laboral. Sin embargo, dichos resultados se limitan únicamente a analizar
el coeficiente ya que no existe una teoría que respalde las múltiples interpretaciones que se
pueden dar acerca del ICE.
Al analizar los resultados del Anexo 8, se observa que el índice de calidad del empleo
para los bachilleres es 0.37 desviaciones estándar menos que los TyT para el año 2008, en
donde para el caso de los universitarios, el ICE es 0.05 desviaciones estándar superior a los
TyT para el mismo año.
Respecto al año 2017, se observa que los bachilleres tienen un ICE 0.25 desviaciones
estándar menor que los TyT para 2017, es decir que la diferencia existente en la calidad del
empleo para los dos niveles educativos ha disminuido. Igualmente, se observa que la calidad
del empleo para los bachilleres tuvo una diferencia de 0.12 desviaciones estándar de 2008 a
2017. Para el caso de los universitarios, se observa que el ICE es 0.04 desviaciones estándar
superior a los TyT para 2017, lo que evidencia que esta diferencia ha disminuido en 0.01
desviaciones estándar en comparación con el año 2008.
Por lo que se observa que las condiciones en la calidad del empleo son mejores para
los TyT en comparación con los bachilleres, pero menores que los universitarios, por lo que,
dichos resultados confirman la existencia de diferencias en la calidad del empleo para los tres
33
niveles educativos, que pueden estar dadas por factores como los ingresos laborales, el tipo
de contrato, la seguridad social y la jornada laboral.
Determinantes de la calidad del empleo
Para examinar con más profundidad los resultados anteriores, esta sección busca
analizar las diferencias de los determinantes de la calidad del empleo de los TyT, bachilleres
y universitarios para 2008 y 2017. De acuerdo a los datos de la GEIH para 2008 y 2017, se
dispuso de una muestra de 11.865 TyT, 30.488 bachilleres y 16.845 universitarios para el
2008 y 22.702 TyT, 37.767 bachilleres y 17.984 universitarios para el 2017.
Los resultados del modelo de regresión en el Anexo 9, muestran que para 2008 y
2017, ser mujer TyT, bachiller y universitaria incrementa el ICE en 0.03, 0.05 y 0.03 para
2008 y 0.03, 0.04 y 0.06 para 2017 en comparación con los hombres13. Para el caso de los
universitarios, ser mujer mejora las condiciones del ICE pasando de 0.03 desviaciones
estándar a 0.06 de 2008 a 2017.
Respecto a la edad, tener un año adicional incrementa el ICE para los tres niveles
educativos, tanto en 2008 como en 2017. Para el caso de los TyT y los universitarios, el
coeficiente pasa de 0.03 desviaciones estándar a 0.02 de 2008 a 2017, mientras que para los
bachilleres incrementa en 0.01 desviaciones estándar. Asimismo, se observa que para ambos
periodos resulta significativo el efecto de la edad al cuadrado para los tres niveles educativos,
sin embargo, en esta variable se observa un efecto en donde la relación entre un incremento
en el que un año adicional de edad disminuye el ICE para los tres niveles educativos.
Para el caso de las ramas de actividad en 2008, se observa que encontrarse en la rama
de actividad de Hoteles y restaurantes disminuye el ICE en 0.2, 0.3 y 0.3 desviaciones
estándar para los TyT, Bachilleres y Universitarios, respectivamente. Sin embargo, este
efecto es mejor para los TyT al tener el menor coeficiente. Por el contrario, para 2017, en los
TyT esta rama de actividad ya no es significativa, pero si para los bachilleres y universitarios.
13 Este efecto se da porque las mujeres están incrementando su acceso cada vez más al mercado laboral a través de la adquisición de salarios mejor posicionados y una mejor estabilidad en las condiciones laborales en comparación con los hombres (Universidad Externado de Colombia, 2013).
34
Pertenecer a actividades como educación disminuye el ICE para los tres niveles
educativos, sin embargo, este efecto es mejor para los bachilleres que para los TyT y
universitarios, con una disminución del ICE en 0.4, 0.3 y 0.5 desviaciones estándar en 2008,
respectivamente. Por el contrario, para 2017 pertenecer a esta misma actividad disminuye el
ICE, pero el efecto tiene una menor proporción para los TyT en comparación con los
bachilleres y universitarios.
Por otro lado, encontrarse en actividades como salud disminuye el ICE para los TyT,
bachilleres y universitarios en 0.12, 0.25 y 0.18 desviaciones estándar, respectivamente, pero
en una menor proporción para los TyT. En 2017, se observa que para los universitarios este
efecto no es significativo. Sin embargo, se observa que para el caso de los TyT pertenecer a
esta actividad en 2017 incrementa el ICE en 0.12 desviaciones estándar, mientras que para
los bachilleres desempeñarse en esta actividad disminuye en 0.09 desviaciones estándar el
ICE.
En actividades como Intermediación financiera, se observa un efecto positivo en el
ICE al para los tres niveles educativos tanto para 2008 como para 2017, sin embargo, este
incremento es mayor para los bachilleres en 2008 con 0.21 desviaciones estándar y para los
TyT en 2017 en 0.48 desviaciones estándar, es decir, con una diferencia de 0.29 desviaciones
estándar de un año a otro para este nivel educativo.
Por su parte, desempeñar actividades como Explotación de minas y canteras
incrementa el ICE para los bachilleres en 0.13 desviaciones estándar en 2008, pero para los
TyT y universitarios este efecto no es significativo. Mientras que, para el caso de actividades
como Administración pública, pertenecer a esta rama de actividad, disminuye el ICE para los
bachilleres y universitarios, pero no es significativo para los TyT en 2008. Por el contrario,
pertenecer a actividades como Explotación de minas, Construcción y Comercio para los TyT
incrementa el ICE en 0.15, 0.17 y 0.14 desviaciones estándar, respectivamente, pero para el
caso de los bachilleres y universitarios esta actividad no es significativa.
En cuanto a las personas casadas, en el Anexo 9 se observa que estar casado
incrementa el ICE en 2008 para los tres niveles educativos en comparación con los que no
están casados, sin embargo, este efecto es mayor para los bachilleres con una desviación
estándar de 0.08. Para 2017, se observa que ser TyT y estar casado disminuye el ICE en 0.04
35
desviaciones estándar, mientras que se incrementa para los universitarios en 0.02
desviaciones estándar y no es significativo para los bachilleres.
Ser empleado de empresa particular incrementa el ICE tanto para los TyT y
bachilleres en 2008 y 2017 respecto a los que no son empleados de empresa particular,
mientras que para los universitarios esta variable no es significativa. Para el caso de los
empleados del gobierno, tener este tipo de empleos, incrementa el ICE para los tres niveles
educativos tanto en 2008 como en 2017, sin embargo, este efecto es mayor para los TyT en
2008 y para los universitarios en 2017 en comparación con los que no son empleados del
gobierno.
Para el caso de las regiones, pertenecer a la región Caribe disminuye el ICE para los
TyT, bachilleres y universitarios en 2008 en 0.1, 0.2 y 0.2 desviaciones estándar en
comparación con los que no pertenecen a esta región, mientras que en 2017 pertenecer a esta
región solo es significativa para los bachilleres con una disminución del ICE en 0.15
desviaciones estándar.
Para 2017, pertenecer a la región central y pacífica, disminuye el ICE para los tres
niveles educativos, con un efecto menor para los universitarios en las dos regiones respecto
a los que no pertenecen a estas regiones. Asimismo, para el caso de la región Oriental,
encontrarse en esta región siendo TyT, bachiller y universitario, disminuye el ICE en
comparación con los que no pertenecen a esta región, sin embargo, este resultado es menor
para los TyT en 2008 y menor para los universitarios en 2017.
Por último, recibir algún tipo de prima, disminuye el ICE para los bachilleres en 0.08
desviaciones estándar, mientras que para los TyT y universitarios este no importa. Para 2017
por el contrario, recibir una bonificación disminuye el ICE no solo para los bachilleres, sino
también para los TyT con respecto a los individuos que no reciben algún tipo de bonificación.
VII. Limitaciones
La primera limitación se encuentra asociada a la cantidad de datos incompletos
encontrados en la GEIH, generados principalmente por la falta de comprensión o
conocimiento frente a las preguntas, porque la familia no desea responder las preguntas o la
36
renuncia a revelar cierta información. Lo anterior, limita los resultados únicamente a tener
en cuenta la información completa, lo que se hace que se pierda representatividad y robustez
de la muestra. Asimismo, se tiene un problema se sesgo de selección por la falta de existencia
de un soporte común y que se influye sobre la posibilidad de los sujetos seleccionados de
participar o permanecer en el estudio.
Por otro lado, referente a la metodología, se encuentra un limitante atribuido a las
características no observables respecto a las habilidades y capacidades productivas de los
individuos al momento de desempeñarse en sus trabajos, lo que sería uno de los factores a
tener en cuenta para medir la calidad del empleo.
Finalmente, la calidad del empleo presenta ausencia de un criterio técnico y
académico sustentable sobre su concepto, esto se constituye como una limitación para
analizar la calidad del empleo bajo el enfoque de las dinámicas laborales de los TyT.
Asimismo, los diferentes estudios han carecido de un marco conceptual que integre las
distintas dimensiones que se relacionan con el trabajo, donde se pueda hacer seguimiento y
evaluación de los objetivos nacionales en materia laboral, así como brindar alternativas
sólidas que permitan llamar la atención sobre los aspectos de la calidad del empleo (Pineda
& Acosta, 2010).
VIII. Conclusiones y recomendaciones
Este documento tiene como objetivo analizar los determinantes de la calidad del
empleo de los técnicos y tecnólogos en comparación con los bachilleres y universitarios,
primero, a través de aproximaciones empíricas tanto a nivel nacional como internacional que
ponen en evidencia los resultados esperados de la investigación. Sin embargo, al no contar
con información específica acerca de la calidad del empleo desde una perspectiva de los
técnicos y tecnólogos comparada con la situación laboral de los bachilleres y universitarios,
está investigación busca contribuir a la literatura a través de estos resultados. Y como segunda
medida, se desarrolla una metodología que permiten analizar los determinantes de la calidad
del empleo de los TyT en comparación con los bachilleres y universitarios.
37
En cuanto a los TyT, las cifras muestran que un TyT en Colombia tiene cierta afinidad
por programas como economía, administración, contaduría, ingeniería, arquitectura,
urbanismo y afines, entre otros. Asimismo, se observa que las mujeres tienden a graduarse
más de las carreras TyT que los hombres, en donde existe el mayor número de TyT en el área
urbana, siendo la región Centro y la región Caribe las que más cuentan con el mayor
porcentaje de matriculados en 2017. En cuanto a los salarios, los TyT han mejorado a
diferencia de los bachilleres, sin embargo, los salarios de los universitarios siguen siendo
mayores.
Por su parte, se quiso analizar la situación de los TyT en comparación con los
bachilleres y universitarios en términos de las diferencias existentes de la calidad del empleo.
Allí se encontró que los bachilleres para el 2017, tienen un ICE 0.25 desviaciones estándar
menor que los TyT y los universitarios obtuvieron un ICE 0.04 desviaciones estándar
superior a los TyT para 2017. Lo anterior refleja, que las condiciones en la calidad del empleo
son mejores para los TyT en comparación con los bachilleres, pero menores que los
universitarios, lo que confirma la existencia de diferencias en la calidad del empleo para los
tres niveles educativos.
Para examinar con más detalle las diferencias encontradas, se analizan los
determinantes de la calidad del empleo de los TyT en comparación con los bachilleres y
universitarios. Lo anterior, por medio del uso un modelo de regresión lineal, en donde se
encuentra que ser mujer, así como tener un año adicional de edad para los TyT, bachilleres y
universitarios, incrementa el ICE tanto para 2008 como para 2017.
En cuanto a determinantes como la rama de actividad, desempeñarse en actividades
de hoteles y restaurantes tiene un efecto mayor en el ICE para los TyT en comparación con
los bachilleres y universitarios en 2008, mientras que para 2017 esta actividad pasa a tener
más representación para los bachilleres y universitarios.
Desempeñarse en actividades como educación en 2017, reduce el ICE en una menor
proporción para los TyT en comparación con los demás niveles educativos, mientras que en
actividades como salud incrementa la calidad del empleo para los TyT y para los bachilleres
disminuye. Igualmente, se encuentran diferencias en actividades como explotación de minas,
38
administración pública, construcción y comercio, en donde los TyT incrementan la calidad
en el acceso al empleo a diferencia de los bachilleres y universitarios.
Estar casado para los TyT disminuye el ICE en 0.04 desviaciones estándar, mientras
que se incrementa para los universitarios en 0.02 desviaciones estándar en 2017. Asimismo,
ser empleado de empresa particular incrementa el ICE para los TyT y bachilleres en 2008 y
2017, mientras que ser empleado del gobierno, tiene un incremento mayor para los TyT en
2008 y para los universitarios en 2017.
Para 2017, pertenecer a la región central y pacífica, disminuye el ICE para los tres
niveles educativos, pero menos para los universitarios. Mientras que, para el caso de la región
Oriental, este resultado es mejor para los TyT en 2008 y mejor para los universitarios en
2017. Por último, recibir algún tipo de prima, disminuye el ICE para los bachilleres en 0.08
desviaciones estándar, mientras que para los TyT y universitarios este no importa.
Por lo tanto, los resultados en términos de los determinantes ponen en evidencia que
existen diferencias entre los niveles educativos, en términos de salarios, tipo de contratación,
ocupación y región en la que se desempeñan. Asimismo, se encuentra que los procesos de
formación dirigidos hacia los TyT han logrado avanzar hacia responder a las dinámicas del
mercado laboral, sin embargo, es importante dirigir la mirada hacia estimular la oferta de
empleos en los sectores productivos menos representativos.
En términos de recomendaciones, en primera instancia para efectos de las
investigaciones asociadas a la calidad del empleo, es necesario definir los marcos teóricos,
conceptuales y normativos, con el fin de identificar las necesidades de la población en el
mercado laboral, para poder establecer una hoja de ruta que facilite la medición y así poder
lograr identificar más criterios de calidad en especial para los TyT.
Asimismo, teniendo en cuenta la importancia de los TyT en la productividad de los
diferentes sectores económicos, es necesario seguir promoviendo la formación de
competencias básicas, laborales y aquellas dirigidas a aumentar la competitividad del país,
así como alienar sus competencias, brindar los incentivos necesarios y mejorar para mejorar
condiciones laborales, para potenciar su productividad.
De la misma manera, se recomienda seguir ampliando las investigaciones de los TyT
para reducir las diferencias existentes entre los TyT, bachilleres y universitarios, así como se
39
requiere ampliar las políticas públicas no solo a enfocadas a la formación en áreas
especializadas en el menor tiempo posible, sino a potencializar sus competencias para
responder a las necesidades del mercado laboral bajo empleos con adecuadas condiciones.
Asimismo, es importante la creación de mejores empleos donde la labor de los técnicos y
tecnólogos, no solo sea reconocida por los diferentes sectores productivos, sino que se
convierta en un factor clave y de éxito para el desarrollo del mercado laboral colombiano.
IX. Referencias
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42
X. Anexos
Anexo 1. Matrícula por nivel de formación, 2008-2017
Fuente: Elaboración propia con base en SNIES y el MEN.
Anexo 2. Matrículas en el pregrado por área de conocimiento para 2008
ÁREA DE CONOCIMIENTO Formación técnica profesional Tecnológica Universitaria
Matriculados Participación (%) Matriculados Participación
(%) Matriculados Participación
(%)
Agronomía, veterinaria y afines 1290 0,29 14563 3,04 40430 2,11 Bellas artes 22356 5,07 28844 6,03 64639 3,37 Ciencias de la educación 0 0,00 314 0,06 222132 11,60 Ciencias de la salud 32434 7,36 14166 2,96 194188 10,14 Ciencias sociales y humanas 21797 4,95 13236 2,76 369322 19,30 Economía, administración, contaduría y afines 216667 49,16 171299 35,81 478275 24,99
Ingeniería, arquitectura, urbanismo y afines 132760 30,12 229012 47,88 497001 25,97
Matemáticas y ciencias naturales 13448 3,05 6853 1,43 47481 2,48 Total 440752 478287 1913468
Fuente: Elaboración propia con base en SNIES y el MEN.
2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017Técnica profesional 440.752 291.565 162.986 161.529 138.965 163.546 186.576 179.854 153.638 140.699Tecnológica 478.287 695.460 883.724 994.907 1.006.359 1.113.452 1.196.539 1.247.316 1.160.855 1.171.813Universitaria 1.913.468 2.031.835 1.965.530 2.285.451 2.399.702 2.583.743 2.730.602 2.857.885 2.988.329 3.050.595Especialización 87.802 117.963 106.098 157.374 156.948 165.714 178.342 176.854 173.877 179.807Maestría 33.583 40.139 46.123 60.350 65.298 81.979 96.684 108.211 125.296 134.309Doctorado 3.174 3.751 4.580 5.723 6.382 7.984 8.941 10.535 11.427 12.056
0
500.000
1.000.000
1.500.000
2.000.000
2.500.000
3.000.000
3.500.000
43
Anexo 3. Participación de los hombres y mujeres según título de mayor nivel educativo alcanzado en el mercado laboral14
Anexo 4. Porcentaje de bachilleres, TyT y universitarios en el mercado laboral por región
(2008-2017)
14 Promedio anual 2008, 2013 y 2017, para el total de la población. Para 2008 el total de la muestra corresponde a 239.807 individuos, 279.775 para 2013 y 301.399 para 2017.
67,19%
72,51%
70,00%
72,95%
64,78%
15,47%
10,24%
14,13%
11,00%
14,08%
17,34%
17,25%
15,88%
16,04%
21,14%
0% 20% 40% 60% 80% 100%
Caribe
Orinoquia
Centro
Pacífica
Bogotá D.C.
Bachiller T y T Universitario
62,98%
68,50%
61,51%
67,09%
65,94%
20,68%
15,10%
24,16%
17,28%
16,92%
16,34%
16,40%
14,33%
15,63%
17,14%
0% 20% 40% 60% 80% 100%
Caribe
Orinoquia
Centro
Pacífica
Bogotá D.C.
Bachiller T y T Universitario
Fuente: Elaboración propia con base en la Gran Encuesta Integrada de Hogares-DANE.
Fuente: Elaboración propia con base en la Gran Encuesta Integrada de Hogares-DANE.
71,46%
68,55%
68,95%
64,04%
67,14%
62,28%
11,73%
14,53%
16,80%
20,75%
17,90%
21,44%
16,82%
16,92%
14,25%
15,20%
14,96%
16,27%
0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80%
Hombre
Mujer
Hombre
Mujer
Hombre
Mujer20
0820
1320
17
Universitario Técnico o tecnológico Bachiller
44
Anexo 5. Rama de actividad según número de personas ocupadas por nivel educativo para
201715
Anexo 6. Ingresos laborales reales por región y nivel educativo16
Fuente: Elaboración propia con base en la Gran Encuesta Integrada de Hogares-DANE.
15 Se tiene en cuenta una muestra de 197,566 individuos. 16 Ingresos laborales reales que corresponden al ingreso monetario mensual de la primera actividad a precios de 2017, promedio anual. Se tiene en cuenta una muestra de 239,807 individuos para 2008 y 301,399 para 2017.
0 5.000 10.000 15.000 20.000 25.000 30.000 35.000
Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pescaExplotación de minas y canteras
Industrias manufacturerasSuministro de electricidad, gas y agua
ConstrucciónComercio
Hoteles y restaurantesTransporte, almacenamiento y comunicaciones
Intermediación financieraActividades inmobiliarias, de alquiler y empresariales
Administración pública y defensaEducación
Servicios sociales y de saludOtros
Bachilleres TyT Universitarios
Fuente: Elaboración propia con base en la Gran Encuesta Integrada de Hogares-DANE.
2008 2017
760.930 856.885 851.216 779.975 991.405
957.675 1.065.786 1.077.945 1.017.907 1.227.550
1.733.811 1.784.485 1.968.705 1.907.798
2.718.290
-
500.000
1.000.000
1.500.000
2.000.000
2.500.000
3.000.000
RegiónCaribe
RegiónOriental
RegiónCentral
RegiónPacífica
BogotáD.C.
Bachilleres TyT Universitarios
540.947 667.298 645.564 573.847 721.642
750.719 807.519 823.418 800.656 988.683
1.415.564 1.567.046 1.590.533
1.391.353
1.939.948
-
500.000
1.000.000
1.500.000
2.000.000
2.500.000
RegiónCaribe
RegiónOriental
RegiónCentral
RegiónPacífica
BogotáD.C.
Bachilleres TyT Universitarios
45
Anexo 7. Estadísticas básicas (promedio y participación sobre la muestra) para 2008 y 2017
Técnicos y tecnólogos
Variable
2008 2017
N Promedio y
participación sobre la muestra
N Promedio y
participación sobre la muestra
ICE 12.684 82.03 26.889 89.25 Hombre 5.491 43% 12.093 45% Mujer 7.193 57% 14.796 55% Edad 12.684 34 26.889 34 Región Caribe 3.981 31% 7.654 28% Región Oriental 1.770 14% 3.571 13% Región Central 4.287 34% 10.185 38% Región Pacífica 1.847 15% 4.158 15% Bogotá 799 6% 1.321 6%
Bachilleres
Variable
2008 2017
N Promedio y
participación sobre la muestra
N Promedio y
participación sobre la muestra
ICE 31.881 78.8 43.245 86.7 Hombre 18.446 58% 25.892 60% Mujer 13.435 42% 17.353 40% Edad 31.881 33 43.245 34.7 Región Caribe 7.075 22% 10.282 24% Región Oriental 5.416 17% 7.904 18% Región Central 11.451 36% 13.735 32% Región Pacífica 5.591 18% 7.783 18% Bogotá 2.348 7% 3.541 8%
Universitarios
Variable
2008 2017
N Promedio y
participación sobre la muestra
N Promedio y
participación sobre la muestra
ICE 18.781 88.7 23.767 90.6 Hombre 7.942 42% 9.694 41% Mujer 10.929 58% 14.073 59% Edad 18.781 38 23.767 38 Región Caribe 5.679 30% 7.389 31% Región Oriental 3,405 18% 4.258 18% Región Central 5.281 28% 6.475 27% Región Pacífica 3.246 17% 4.159 18%
46
Bogotá 1.260 7% 1.486 6% Fuente: Elaboración propia con base en la Gran Encuesta Integrada de Hogares-DANE.
Anexo 8. Diferencias de la calidad del empleo de los TyT en comparación con los bachilleres
y universitarios
(2008) (2017) VARIABLES ice ice bachiller -0.372*** -0.249*** (0.00866) (0.00675) universitario 0.0458*** 0.0361*** (0.00975) (0.00796) Constant 0.225*** 0.132*** (0.00679) (0.00489) Observations 70,811 106,275 R-squared 0.040 0.018
Standard errors in parentheses *** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1
Fuente: Elaboración propia con base en la Gran Encuesta Integrada de Hogares-DANE.
Anexo 9. Determinantes de la calidad del empleo de los TyT, bachilleres y universitarios por medio de una regresión OLS en 2008 y 2017
(TyT) (Bachiller) (Universitario) (TyT) (Bachiller) (Universitario) VARIABLES 2008 2008 2008 2017 2017 2017 sexo 0.0315* 0.0573*** 0.0297** 0.0350*** 0.0390*** 0.0577*** (0.0162) (0.0102) (0.0131) (0.0125) (0.0109) (0.0122) edad 0.0344*** 0.0219*** 0.0371*** 0.0205*** 0.0391*** 0.0247*** (0.00532) (0.00312) (0.00462) (0.00373) (0.00293) (0.00396) edad2 -0.000272*** -0.000122*** -0.000348*** -0.000165*** -0.000389*** -0.000251*** (7.06e-05) (4.20e-05) (5.59e-05) (4.83e-05) (3.77e-05) (4.73e-05) Explotación de minas y canteras
0.0898 0.132** -0.0372 0.152* -0.0598 0.0808
(0.0909) (0.0650) (0.0944) (0.0795) (0.0677) (0.0934) Industrias manufactureras
0.0444 0.0271 0.0519 0.268*** 0.0962** 0.0822
(0.0751) (0.0419) (0.0708) (0.0633) (0.0384) (0.0704) Suministro de electricidad, gas y agua
0.0198 -0.193*** 0.0766 0.297*** 0.0691 0.232***
47
(0.0883) (0.0549) (0.0818) (0.0725) (0.0525) (0.0806) Construcción -0.0927 -0.0558 -0.0879 0.179*** -0.0173 0.0287 (0.0910) (0.0525) (0.0824) (0.0691) (0.0454) (0.0741) Comercio -0.118 -0.145*** -0.118* 0.145** -0.0504 -0.00826 (0.0743) (0.0415) (0.0702) (0.0624) (0.0379) (0.0692) Hoteles y restaurantes
-0.244*** -0.349*** -0.302*** -0.0480 -0.206*** -0.192**
(0.0887) (0.0480) (0.0972) (0.0688) (0.0428) (0.0838) Transporte, almacenamiento y comunicaciones
0.000802 -0.114*** -0.0160 0.167*** -0.127*** 0.0466
(0.0772) (0.0436) (0.0732) (0.0648) (0.0401) (0.0722) Intermediación financiera
0.199** 0.211*** 0.207*** 0.484*** 0.187*** 0.235***
(0.0804) (0.0484) (0.0723) (0.0677) (0.0485) (0.0703) Actividades inmobiliarias, de alquiler y empresariales
-0.126 -0.176*** -0.107 0.256*** 0.00566 0.118*
(0.0780) (0.0440) (0.0719) (0.0641) (0.0394) (0.0697) Administración pública y defensa
-0.0963 -0.203*** -0.293*** -0.257*** -0.468*** -0.255***
(0.0786) (0.0465) (0.0710) (0.0672) (0.0456) (0.0708) Educación -0.440*** -0.390*** -0.458*** -0.132** -0.307*** -0.316*** (0.0782) (0.0462) (0.0691) (0.0669) (0.0438) (0.0688) Servicios sociales y de salud
-0.127* -0.152*** -0.185*** 0.121* -0.0923** -0.0985
(0.0749) (0.0447) (0.0698) (0.0627) (0.0411) (0.0687) casado 0.0643*** 0.0847*** 0.0593*** -0.0425*** 0.0136 0.0230* (0.0171) (0.0119) (0.0135) (0.0144) (0.0133) (0.0132) empleado_empresa_particular
0.564*** 0.460*** 0.288 0.349*** 0.507*** 0.389
(0.174) (0.0791) (0.364) (0.107) (0.0563) (0.352) empleado_gobierno
0.837*** 0.794*** 0.789** 0.565*** 0.812*** 0.933***
(0.176) (0.0819) (0.364) (0.111) (0.0630) (0.353) region_caribe -0.184*** -0.253*** -0.261*** -0.0363 -0.156*** -0.00733 (0.0332) (0.0207) (0.0276) (0.0279) (0.0205) (0.0254) region_oriental
-0.105*** -0.180*** -0.211*** -0.221*** -0.364*** -0.170***
(0.0364) (0.0215) (0.0293) (0.0302) (0.0213) (0.0272) region_central
-0.00451 -0.0528*** -0.0487* -0.140*** -0.237*** -0.110***
(0.0328) (0.0196) (0.0277) (0.0272) (0.0197) (0.0256) region_pacifica
-0.0206 -0.0914*** -0.101*** -0.185*** -0.268*** -0.0609**
48
(0.0363) (0.0213) (0.0294) (0.0296) (0.0213) (0.0271) prima_mes_pasado
-0.0453 -0.0845*** -0.0510 -0.0565** -0.152*** -0.0268
(0.0354) (0.0240) (0.0375) (0.0264) (0.0245) (0.0277) febrero -0.00178 0.0822*** -0.00589 -0.0232 0.0250 -0.0266 (0.0378) (0.0239) (0.0316) (0.0272) (0.0239) (0.0279) marzo 0.0164 0.0513** -0.000707 -0.0517* 0.0510** -0.0328 (0.0383) (0.0238) (0.0322) (0.0272) (0.0239) (0.0284) abril -0.0173 0.0287 -0.0244 -0.0637** 0.00280 -0.106*** (0.0376) (0.0239) (0.0319) (0.0272) (0.0238) (0.0280) mayo 0.0569 0.0530** -0.0295 -0.0130 0.0310 -0.0922*** (0.0372) (0.0237) (0.0313) (0.0267) (0.0238) (0.0278) junio 0.0434 0.0944*** 0.0311 -0.0422 0.00959 -0.102*** (0.0373) (0.0237) (0.0316) (0.0271) (0.0238) (0.0280) julio -0.674*** -0.742*** -0.249*** 0.00131 0.0487** -0.0386 (0.0364) (0.0237) (0.0315) (0.0271) (0.0238) (0.0281) agosto -0.672*** -0.774*** -0.247*** 0.0211 0.0330 -0.0190 (0.0375) (0.0236) (0.0315) (0.0270) (0.0238) (0.0277) septiembre -0.698*** -0.769*** -0.243*** 0.0780 0.171* -0.0437 (0.0363) (0.0236) (0.0315) (0.178) (0.0999) (0.181) octubre -0.687*** -0.759*** -0.243*** 0.0438 0.0636*** 0.000599 (0.0368) (0.0234) (0.0312) (0.0267) (0.0236) (0.0278) noviembre -0.742*** -0.775*** -0.298*** 0.0413 0.0502** -0.0564** (0.0372) (0.0237) (0.0313) (0.0271) (0.0238) (0.0280) diciembre -0.723*** -0.810*** -0.242*** 0.0155 0.0182 0.0140 (0.0373) (0.0236) (0.0315) (0.0276) (0.0240) (0.0283) Constant -0.748*** -0.448*** -0.402 -0.634*** -0.892*** -0.553 (0.224) (0.114) (0.384) (0.146) (0.0975) (0.368) Observations 11,865 30,488 16,845 22,702 37,767 17,984 R-squared 0.224 0.242 0.115 0.041 0.042 0.079
Standard errors in parentheses *** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1
Fuente: Elaboración propia con base en la Gran Encuesta Integrada de Hogares-DANE.