Download - Cuento: El Ogro Oli
Había una vez un ogro grande, fuerte, de mal carácter y
gruñón que vivía en un pueblo en el monte. Ese ogro se
llamaba Oli y, cuando lo veían, no gritaban su nombre si
no:¡Que viene el malvado ogro, socorro!.
La primera vez que se lo gritaron no le gustó, pero se fue
acostumbrando y ahora va al pueblo de vez en cuando
para asustar a los habitantes. Os preguntaréis . ¿pero él no
vive en el pueblo?. Pues no, él vive un poco alejado en una
caseta de madera que hizo con troncos de los árboles que
arrancó.
Cuando bajaba al pueblo, se reía al ver que la gente se
asustaba. Un día los habitantes llamaron a unos agentes
especiales que se llamaban E.A.O.M, que significa: ejército
atrapa ogros malvados. Al día siguiente de haberlos
contratado sin que Oli se enterase, cuando fue al pueblo le
lanzaron un arma especial para ogros. Supuestamente, se
caería fulminado cuando le dieran, pero no fue así, ya que
se dio cuenta enseguida y antes de caerse dijo:¡no me
lancéis esto por favor!. Ya era demasiado tarde, no sabía
que estaban escondidos, le dieron y se desmayó.
Una vez en el suelo, todos salieron de sus escondites , lo
cogieron entre todos y lo llevaron hasta su casa.
A la hora y media se despertó e ideó un plan para derrotar
a los E.A.O.M. Fue a un gimnasio especial para ogros, pero
únicamente lo había en otro país y tuvo que caminar mucho
para llegar hasta allí. Para hacer el viaje más llevadero
hacía paradas para comer y para dormir.
Cuando llegó al gimnasio vio que traía escrito que tenía
alojamiento también. Al verlo el dueño del gimnasio se
asustó mucho y le dijo: ¡quédate todo el tiempo que
quieras!
Esa noche durmió en el hotel porque estaba muy cansado,
pero al día siguiente a las 10 de la mañana, bajó al
gimnasio e hizo pesas, abdominales, etc .¡Estupendo!,
exclamó contento. Más tarde, susurró, yo ya era muy fuerte
antes, pero ahora soy el doble.
Acabó la sesión del gimnasio a la cuatro de la tarde y ese
mismo día puso rumbo al pueblo. Después de unos días
de viaje llegó a su casa con su nuevo plan, pero no le
funcionó porque le tiraron una especie de pincho para
ogros que lo durmió durante dos horas.
Cuando despertó se cabreó todavía más porque pensaba:
yo viajando y haciendo ejercicio para nada. Durante una
semana se sintió hundido, pero pronto se dio cuenta de que
no podía seguir así y dijo:¡ No puedo estar un día más sin
comer! Y comenzó con un nuevo plan.
Empezó a llamar a sus amigos ogros fuertes y entre todos
intentaron vencer al ejército de atrapa ogros malvados. A
los dos días había quince ogros más. ¡ya estamos todos!,
exclamó feliz.
A la hora, comenzaron a prepararse y comenzaron a
luchar, pero no consiguieron lo que pretendían y casi todos
los ogros fueron marchando para sus casa y él también.
Después de estos resultados Oli, tras pensar y pensar, se
le ocurrió cambiar y ser bueno y lo consiguió. Fue al pueblo
y le tiraron un láser, pero fallaron. Empezó a explicarles
que había cambiado, pero los vecinos se metieron en sus
casas a dormir.
Al día siguiente bajó al pueblo y se encontró con que le
habían hecho una casa para él y desde ese momento todos
fueron felices y comieron perdices.
Celia Barral Juárez 4ºB